dimarts, 19 de juny del 2007

Un descansito.

Ya dije ayer que habíamos venido a pasar el finde a Chiclana de la Frontera, en Cádiz, mientras -oh, ironías del destino- una de esas coaliciones municipales en plan friky aupaba al ayuntamiento a una alianza de PP. IU y el Partido andalucista. Paramos en casa de nuestra amiga Marian y decía asimismo que a lo mejor sacaba alguna foto del lugar, siempre que el personal no se me sublevara, que está cada vez más coqueto. Finalmente subo la que se ve a la izquierda, en la que están Marian, Celia, Iñaki Errazkin y los niños en un trozo recogido del jardín marianesco, que no llega a ser el de Bomarzo, pero es un vergel cuidadísimo. Errazkin es director del InSurGente, un periódico de rogelios islamofiloetarras que forma parte de la constelación de la prensa digital más revoluzzer, un tipo fantástico y muy buena persona, con el que da gusto hablar, aunque no se esté de acuerdo con él, como es mi caso, prácticamente en nada.

Confieso no ser capaz de resistirme a añadir esta otro foto. Fuimos a la playa, como es obligado en esta zona del país y sta época del año, aunque el tiempo no acompañaba gran cosa. Como puede verse, estaba casi vacía y Ramoncín se lo pasó en grande. Estaba tentado de asegurar que ese hermoso ziggurat de arena lo había hecho él, para darme pote de padre y, al mismo tiempo, soltar un rollo sobre lo filogenético y lo ontogenético, pero me lo impide el código deontológico del bloguero (ese que algunos quieren establecer como si fuera distinto del de los seres humanos en general) y que manda no mentir. Ramoncín todavía no alcanza a erigir obras tan impresionantes. En cambio sí lo hace a destruirlas. Doy fe.

dilluns, 18 de juny del 2007

Más de ayuntamientos democráticos.

En el post de ayer me puse a cantar las virtudes de la actitud pactista, negociadora, cambalachera y pastelera propia de las democracias frente a las tendencias impositivas y unificadoras propias de los autoritarios. Me reafirmo en lo dicho. La democracia es una forma de organización compatible, desde luego, con cualquier composición numérica de gobiernos. Los países de tradición anglosajona suelen tener gobiernos monopartidistas, mientras que los países europeos continentales muestran una notable proclividad a los gobiernos multipartidistas y a las coaliciones. Países hay, como Holanda, que llevan más de un siglo con gobiernos de más de un partido. Las coaliciones obligan a negociar, a pactar, a ser flexibles y no intransigentes. Hasta los gobiernos monopartidistas suelen consistir en pactos entre distintas tendencias dentro del único partido de gobierno.


Así que vivan las coaliciones que sirven para que los partidos se vigilen también más de cerca e impiden que ninguno imponga todo su programa, bendito sea el Señor. Pues el partido, todo partido (hasta los que se llamen "de la Justicia" o "de la Verdad"), como su nombre indica, es una "parte". La idea de un "partido único" es una contradicción en los términos tan llamativa que parece un chiste.

Nada, sin embargo, hay perfecto en la vida; nada es absoluto y la bondad de las coaliciones tampoco. Ayer se produjeron algunas coaliciones municipales (muy pocas, teniendo en cuenta que en España hay ocho mil ayuntamientos) que son al gobierno local en general lo mismo que las astracanadas al teatro. Me parece. En el pueblo al que he venido a pasar el finde, a visitar a algunos amigos cuyas fotos igual pongo mañana si les parece bien, esto es, Chiclana de la Muga (este topónimo tiene, a su vez, copyright), una coalición PP, PSA e IU ha arrebatado la alcaldía al PSOE que la ostentaba hace ventiocho años. IU aliada al PP ya es fuerte y andan los sociatas por ahí diciendo que vuelve la famosa "pinza". A su vez, esa alianza a IU tampoco puede parecerle tan mal desde el momento es que es la consecuencia lógica de su teoría de las "dos orillas": si el PSOE y el PP son lo mismo porque el PSOE se ha hecho de derechas, tanto da pactar con el uno o con el otro.

Iba a ponerme a sentar doctrina sobre estas coaliciones sui generis cuando me entero de que en Ardales, provincia de Málaga, IU arrebata la alcaldía al PSOE en alianza con dos ediles de Falange Auténtica. Concejales comunistas gobernando del bracete de otros falangistas. No sé si cuando Carrillo formuló la audaz política de "reconciliación nacional" llegó a pensar que la cosa podía ir tan lejos.

Recuérdese que junto a la bonita teoría de los pactos se decía ayer que cada pueblo es un mundo. En el caso de Ardales, hasta parece que otro mundo. El alcalde saliente, señor Pendón, llevaba veinte años en el cargo. Que los dioses me perdonen pero, ¿no son demasiados? Como los ventiocho de Chiclana. Esa tendencia de los políticos a eternizarse en los cargos sin duda es democrática pero ¿es racional? Si son los partidos los que presentan a los políticos, ¿no pueden cambiarlos cuando menos cada diez años? Éste que se ha ido, el señor Pendón, se ha ido rabiando porque pretendía añadir otros cuatro añitos en el cargo, o sea en total venticuatro sin duda prometiendo cambio. Creo que IU ha abierto expediente a los concejales joseantonianos. La verdad es que los pavos se han pasado una primavera, no ya solamente por razones éticas sino más que nada estéticas.

Desde luego, es legal, aunque no muy legítimo. Supongo que habrá algún votante de IU que se sienta un poco estafado, incluso alguno de la Falange Auténtica (el partido que fue del señor Aznar) que pensaría que votaba a favor de los herederos de la División Azul, los héroes que fueron a dar su vida contra el comunismo en los helados frentes del Este y se los encuentra hoy en infame coyunda con los herederos de Stalin. En definitiva, una reedición del pacto germano-soviético.

Recuérdese, no obstante, que estos pactos así como de farsa y licencia del alcalde castizo son una ínfima minoría en una mar océana de sano y principiado pactar.

Segunda vuelta, devuelta.

Supongo que es el momento de soltar un rollo sobre la "sabiduría del electorado", en este caso, el francés, que ha otorgado al señor Sarkozy una mayoría absoluta, pero no aplastante, como vaticinaban las encuestas. En la imagen, que saco de Le Monde, basada en las encuestas de Ipsos, CSA y Sofres se ve cómo la derecha ha ganado las elecciones pero ha perdido treinta o cuarenta diputados mientras que la izquierda las elecciones las ha perdido pero ha ganado unos cincuenta diputados. El mensaje que la "sabiduría" del pueblo ha mandado a las élites dirigentes es: reformad, sí, pero contando con la oposición. El señor François Fillon, presidente del Gobierno francés, con loable celeridad, ha reconocido la importancia de la oposición, garantizando sus derechos y ha coronado su explicación con una imagen que le sale del fondo del corazón: ya no hay, dice, franceses de izquierda o de derecha; sólo hay franceses. Siempre que escucho a alguien estableciendo estas unidades me acuerdo de emperador que lamentaba que el pueblo no tuviera una única cabeza para cortársela de un solo tajo.

Confieso que cada vez me cae mejor este señor Sarkozy, en quien veo un estilo original; pero la verdad es que tiene un porte autoritario que ya está notándose. Sólo la mentalidad autoritaria puede proponerse en serio acabar con el "sesentayocho" porque fue un movimiento esencialmente antiautoritario.

Más en el territorio del análisis político, parece razonable pensar que los socialistas se han beneficiado en masa de los votos de Movimiento Democrático de Bayrou en la segunda vuelta. De algo sirvió que doña Ségolène se marcara el debate en TV con Bayrou como el que se marca un tango en la segunda vuelta de las presidenciales; los electores del centrista han sido caballerosos.

diumenge, 17 de juny del 2007

Ayuntamientos democráticos.

Ayer se constituyeron las corporaciones locales en España; un verdadero baile de acuerdos, pactos, alianzas, a veces contra natura si eso existiera en este territorio. Nada que no sea pura política que consiste en eso, en pactar, en llegar a acuerdos, cambalache. Una gran cosa, por cierto, porque es lo que sucede cuando nadie domina a los demás y puede imponer sus condiciones. Pactar es la esencia misma de la vida. Y tiene su riesgo. A los pactistas acaban llamándolos "pasteleros" en sentido despectivo (por lo que creo que el digno gremio de pasteleros debiera protestar) y gente de poca entereza. Ciertamente, resulta mucho más hermosa la figura del vencedor indiscutible, tiene algo de mítico, de wagneriano, de superhumano en el sentido de Nietzsche. El triunfador no entra en cambalaches, pactos o transacciones, puesto que todo lo resuelve con el filo de su espada o el poder de su doctrina o ideología.

Las gentes del común vivimos vidas hechas de compromisos, de pactos y transacciones y nos gustan los políticos que viven así también porque saben que las sociedades son muy complejas, en ellas conviven gentes muy distintas, que son mosaicos abigarrados y no líneas en el vacío. Por otro lado, como cada pueblo es un mundo (en Rusia, la comunidad aldeana, se designa con la misma palabra que mundo, mir) y en algunos de ellos los pactos se han realizado con entes políticos exclusivos de la localidad, la densidad de la red de alianzas es grande y ha dado lugar a una variedad de fórmulas de duración estimada variable.

Del "pasteleo", el intercambio y el do ut des de la política municipal y (es de suponer) la no municipal, se han quejado de siempre los señoritingos de la derecha, los que, puestos a poetizar, ensalzaban la voluntad de sacrificio de la vida como milicia y otras majaderías; a estos se añaden ahora los izquierdistas fracasados y resabiados que, no siendo nada electoralmente, propugnan la abstención y encuentran atractiva la idea de romper las urnas porque, de todas formas, ellos no van a salir elegidos.

En líneas generales, el PSOE ha salido ganando, se lleva once alcaldías nuevas y pasa a regir ventitrés capitales de provincia y el PP ventidós. Menos mal que el PP ganó las municipales...

De lo que se atisba en Navarra es posible que se produzca una alianza entre los socialistas y los nacionalistas de Na-Bai. Es lo que dice querer el señor Blanco. Lo tiene fácil.

Palestina ya no existe.

Israel la ha devorado en algo más de cincuenta años. Cualquiera que eche una ojeada al mapa contiguo (que saco de una página web educativa) se dará cuenta de que el posible Estado palestino es una entidad territorial fragmentada y menguante. Ya la situación que emergió de la guerra de los seis días en 1967 era insostenible; esa propuesta del lado israelí de 2000 es un dibujo de bantustanes, no hay que engañarse, con el territorio de Cisjordania fácilmente troceable en tres partes e indefendible.

En este contexto, qué más quieren los israelíes que una guerra civil entre palestinos y la división territorial que se ha producido, con la minúscula y superpoblada Gaza independiente de hecho y camino al desastre. La guerra civil entre combatientes del mismo bando es una clarísima premonición de derrota total. Lo mismo pasó con los republicanos españoles en 1937. No me parece envidiable el destino del pueblo palestino. Su exterminio es cuestión de tiempo. Los israelíes lo tienen previsto, los estadounidenses lo alientan y los europeos lo toleran.

Un artículo de Imaz.

El artículo que publicaba ayer Josu Jon Imaz en El País requiere algún comentario. Supongo que no levantará entusiasmos en los círculos del abertzalismo radical, a quienes el señor Imaz achaca supeditación a ETA, pero es el artículo que los españoles querríamos leer de un presidente del PNV: lo primero, acabar con el terrorismo; luego, ya se verá.

La situación está ya tan clara que asombra cómo los de las pistolas no han conseguido cambiar de una vez y cesar en su actividad. En todo caso, es un asunto suyo y que ellos lo diriman. A los demás nos basta con saber que elpresidente del PNV y el PNV están en contra de la violencia de modo claro y contundente y nada de ambigüedades y sobreentendidos. Habiendo traspasado la línea roja de la última tomadura de pelo de la tregua tan unilateralmente rota como declarada, esta actitud del PNV, más acorde con los tiempos de lo que fue el Pacto de Lizarra, es exactamente lo que se necesita para terminar con ETA en el terreno policial y judicial. En el político hace ya algunos años que ETA es un cadáver.

dissabte, 16 de juny del 2007

La saga de Gara

Es curiosísimo el intento del periódico Gara de fabricar noticias como parte de una especie de plan general de emancipación o liberación del País Vasco. Un plan que tiene sus combatientes en otros frentes y en el de los medios de comunicación, también. A la hora de la liberación de la patria, cualquier cosa vale. Lo mismo dicen los grandes patriotas del nacionalismo español.

Hace unas fechas Gara amenazaba con publicar los compromisos que había adquirido el Gobierno y/o el PSOE en el curso del proceloso proceso. Acto casi seguido cumplió su amenaza, pero resultó que no había tales compromisos y, en todo caso, el Gobierno negaba haber adquirido alguno. Ahora no se habla de "compromisos" sino de reuniones o charlas que puedan haberse celebrado. Aparte de que reunirse y charlar con quien sea para ver de qué va la otra parte es lo más lógico del mundo, la cuestión es por qué este hecho haya de ser una noticia. En principio parece lógico pensar que de lo que se trata es de perjudicar al PSOE porque se supone que reconocer la existencia de estos contactos será embarazoso para él.

Quizá sí, quizá no. Si el periódico admite que no llegaron a nada porque el Gobierno se empeñaba en que cualquier acuerdo había de darse dentro de la legalidad española, eso hará ganar muchos puntos al Gobierno, que da la imagen que la gente pide, esto es, dispuesto siempre a negociar pero no a ceder.

Una vez que el Gobierno niega, cual ha hecho ya, la cosa se convierte en su palabra contra la de Gara y que cada cual crea a quien quiera. A mí, después de lo de los famosos "compromisos", creer a Gara me resulta algo difícil. La intencionalidad de la noticia, por llamarla de algún modo, es demasiado patente.

De todas formas, Gara tiene fácil probar sus afirmaciones. Puesto que, según dice, hubo testigos de organizaciones internacionales (o algo así), le bastará con nombrarlos y que ellos digan si hubo o no hubo las dichas reuniones.

Blogosfera

Tomo de un comentarista de ayer, que tiene un blog estupendo, Amputaciones, la iniciativa de una tentativa de "de-blogging". Pues a lo mejor le mando esto. Depende de cómo salga.



La última vez que eché una ojeada al Technorati, la cosa iba por muchos millones de blogs en el mundo. Pongo "muchos" porque no recuerdo si eran decenas o centenas y ahora estoy en un ordenata no muy rápido, así que se me perdonará que no precise. Millones. Muchos. En todas las lenguas. Mucho inglés, japonés, chino. Lo español es poco. Lo digo para los que aprecian las estadísticas. La velocidad de expansión es también apabullante. Algo que se expande tan rápidamente tiene que tener efectos muy vistosos. Y los tendrá. Todo el mundo lo profetiza.

Hablar de blogueros, por tanto, es hablar de la especie humana. Ser bloguero es ser humano. ¿Y los no blogueros? Pues también. Preguntarnos qué buscan los blogueros es preguntarnos qué buscan los seres humanos. Todo; porque hay para todo. Como pasa con los blogs.

Las clasificaciones por razón de contenido son casi infinitas. Pero una fórmula recoge o contiene la mayor cantidad de blogs: son diarios, diarios que cada cual lleva como su naturaleza le dicta. La diferencia con los tradicionales diarios, los cuadernos de pasta de hule o los coquetones blocs con broche de lazo, es que los blogs son privados y públicos al mismo tiempo. Y no por obligación porque cualquiera puede hacerse un blog pero no autorizar a nadie a verlo salvo a sí mismo. Ignoro si alguna patlaforma de blogs presta el servicio de soportar blogs que no pueda ver nadie, ni el que los hace, que sería la interpretación surrealista de la blogosfera.

Dicen que los blogueros nos pasamos el día mirándonos el ombligo. Añado yo: mirándonos el ombligo y recitando el mantra Om mani padme hum. Como todo el mundo. También dicen que sólo sabemos hablar de nosotros. Eso presupone que sabemos hablar, que ya es bastante; muchas gracias. Por lo demás, creo que asimismo como todo el mundo. Anda que no les gusta a los escritores hablar de sí mismos; y a los pintores y a los músicos y a los porteros y los repartidores de albaricoques.

No quiero eternizarme con esto. En mi caso, el diario cumple la función de ayudarme a reflexionar, a saber lo que pienso, a ponerlo por escrito, verlo y darle vueltas. Escribir y leer lo que se está escribiendo según va manando es una experiencia valiosa en sí misma, para mí esencial.

divendres, 15 de juny del 2007

El Rey en el Parlamento.

Presidió ayer el Rey el acto solemne en sede parlamentaria destinado a homenajear a la figura de don Adolfo Suárez, a quien hace poco fuera otorgado el Toisón de Oro y a los llamados "padres de la Constitución", cuyos nombres ya dan nombre a sendas dependencias del Congreso. Todo ello con motivo del trigésimo aniversario de las primeras elecciones democráticas en España después de las de 1936, que me llevó a la mesa redonda de las Escuelas Pías de que hablaba ayer y que estuvo interesante. Antes que yo hablaron los señores Jaime Pastor, Lourdes López Nieto, José Félix Tezanos y Andrés de Blas. De forma que, cuando me llegó el turno, ya lo habían dicho todo y mucho mejor de lo que pudiera hacerlo yo.

De todas formas me las ingenié para hacer un par de consideraciones que tengo ya planteadas en otras partes. La primera es acerca de esa manía de considerar que la transición fue un modelo, algo extraordinario, casi milagroso, que conseguimos hacer los españoles porque somos así de guapos: pasar de una dictadura a una democracia sin derramamiento de sangre. En mi opinión, hay ahí un error de visión pues la transición pacífica a la democracia es lo más natural y sensato del mundo mientras que lo milagroso, lo extraño, lo que hay que explicar porque no se entiende es cómo pudo haber una dictadura militar que duró casi cuarenta años en un país europeo.

La segunda consideración es acerca del carácter de la transición en sí. Como se sabe, no hay acuerdo acerca de su naturaleza. Hay quien sostiene que fue una inmunda traición a las esperanzas y objetivos de la verdadera izquierda, perpetrada por un partido seudosocialista y otro seudocomunista. Otros, en cambio, piensan que todo salió muy bien, que fue un exitazo y que cada cual estuvo en su lugar: el Rey, los militares, los curas, el pueblo llano, los políticos, etc. Entre estos dos extremos nos encontramos los demás. En mi opinión la transición fue el resultado de dos impotencias: la derecha franquista/continuista no pudo imponer su proyecto y la izquierda radical tampoco el suyo. No porque no lo intentaran ambas (asesinatos de Atocha, intentona de 1981, por un lado y huelgas de 1976, asesinatos y secuestros de ETA y GRAPO por el otro), si no porque fracasaron en el empeño y hubieron de avenirse a la chapuza que resultó y que, mira por donde, va camino de convertirse en el régimen político español más estable y prolongado de toda la historia de nuestro país.

La chapuza, la bendita chapuza. Mis sufridos lectores saben que es mi teoría: lo que mejor funciona en la historia son las chapuzas, donde nadie sale contento del todo ni nadie frustrado del todo. Líbrennos los dioses de que alguien -individuo, fuerza política, partido, grupo guerrillero, movimiento de liberación, orden religiosa, intelectual endiosado o plumilla de algún medio- pueda imponer su punto de vista irrestricto, su programa máximo y perfecto. Ahí es donde se acaba el interrego democrático y el Führer hace su omínmoda voluntad, como lo hicieron Hitler, Mussolini, Franco, Stalin y hoy Castro o Chávez, entre otros, todos valiéndose de un partido único (unitario, unido, uniforme, unicualquiercosa, el nombre es lo de menos), el "principe moderno", según enseñaba Gramsci, ese Gramsci que, al parecer, anda explicando a las agradecidas multitudes el señor Hugo Chávez que parece acabar de haberlo descubierto para bien de su pueblo amado.

Al feraz campo de la chapuza pertenece el hecho de que el mismo monarca de la foto superior que ayer dijo ante sus señorías y más de seiscientos invitados que la:

"armónica convivencia democrática entre todos los españoles, dentro de la unidad de España y de nuestro modelo de vertebración territorial (...)es el norte que me guía como Rey por amor a España y compromiso con la libertad"
es la misma persona que treinta y ocho años antes, al ser investido sucesor "a título de Rey" (sic) en idéntico escenario, pero con otro público y en presencia del dictador, había jurado fidelidad a los principios del Movimiento Nacional que por determinación de la correspondiente Ley Fundamental eran "permanentes e inmutables". Como Dios, vamos. Bendita chapuza porque gracias a que el Rey ha faltado a su juramento de aquellos odiosos principios no queda nada, y los españoles podemos vivir en una democracia chapucera, llena de insuficiencias que jamás alcanzará la perfección que consiguen las establecidas por los más arriba citados salvadores de la patria y quienes quisieran imitarlos aquí, pero análoga a las de mayor pedigrí del planeta; de forma que hoy los españoles vivimos con las mayores cotas de libertad de nuestra historia, sólo equiparables a algunos (no todos) breves momentos de la IIª República.

Chapuza, bendita chapuza, que ha permitido que un Rey, impuesto por un dictador criminal, haya cooperado, tolerado, alentado, pilotado, acelerado o no obstaculizado (escójase el participio que más plazca) una transición a esta democracia tan imperfecta, escamoteando in itinere el peliagudo contencioso República/Monarquía, de forma que hoy día se da el milagro de que un país de republicanos no se diga monárquico sino juancarlista, que viene a ser el último grito del fulanismo unamuniano.

Chapuza, bendita chapuza producto de dos impotencias cruzadas, de dos fracasos: el de los perfeccionistas partidarios de continuar la dictadura sin el dictador y el de los perfeccionistas partidarios de una ruptura revolucionaria que hubiera puesto a España, por entonces en proceso de expansión capitalista, a la altura de alguna de las llamadas "democracias populares" de Europa central y oriental, regímenes que sus poblaciones detestaban, como se vio claramente en los años noventa.

La teoría de la chapuza es la versión posmoderna de esos otros enunciados, muchas veces vistos como auténticas leyes, pero formulados de formas distintas, según qué intereses de clase, grupo o comandita sirvieran, esto es, la idea cristiana de que "Dios escribe recto con renglones torcidos"; equivalente a la máxima de la burguesía utilitaria inglesa de la dialéctica entre los vicios privados y las virtudes públicas; convertida en la "astucia de la razón" del romanticismo hegeliano; o la idea marxista de que los hombres hacen la historia, pero no saben la historia que hacen.



Sondeos.

Dícese en el sondeo de la SER (que responde al peregrino nombre de "Pulsómetro") de ayer que el PSOE aventaja al PP en tres puntos porcentuales en intención de voto y que, antes de la ruptura de la tregua, esos puntos eran seis. Si hacemos una proyección simple estará claro que, con un atentado de ETA, esos tres puntos de diferencia se convierten en cero. Un segundo atentado, pondría al PP por delante del PSOE en otros tres puntos. De aquí que se diga que al PP le interesaba que ETA rompiera la tregua y al PSOE que la mantuviera. Tanto es así que cuando ETA la rompió de hecho con el bombazo de la T4, el Gobierno actuó ambiguamente, como si no la diera por rota, hasta que los etarras ya le devolvieron el anillo de pedida formalmente a través del Gara. Por esa misma razón se dice que al PP le interesa que haya atentados. Los conservadores se enfurecen cuando se apunta algo así y se escandalizan y rasgan las vestiduras. Pero los números cantan y, para explicar la situación puede recurrirse a un sabio truco de que hacía uso Stalin quien sostenía que se podía ser objetivamente un enemigo del pueblo, aunque uno se creyera subjetivamente que era un fiel seguidor de las esencias revolucionarias. De ese modo podía fusilarse a revolucionarios que, aunque pensaran otra cosa, eran objetivamente contrarrevolucionarios.

Lo más claro, con todo, es que la historia nunca tiene un comportamiento mecánico. Puede haber atentados de ETA y subir al mismo tiempo la popularidad del PSOE y del gobierno. La opinión pública no es un comportamiento fácilmente predecible, sobre todo en situaciones críticas. Esa misma opinión tiene tendencia a conjugar creencias y expectativas que pueden parecer contradictorias o inconsecuentes. Por ejemplo, el 86% aprueba que el señor De Juana esté entre rejas y el 74% que le haga compañía el señor Otegi. Prueba de que un sector importante de la población es partidario de la "mano dura" con el terrorismo y el independetismo vascos. Pero, al mismo tiempo, un 67/68% de (es de suponer) la misma población sostiene que el Gobierno debe seguir intentado el diálogo aunque ahora haya fracasado, de donde se sigue que también hay un alto porcentaje de la población partidario de mano no tan dura. Y lo curioso es que en parte se solapan, en un caso claro de disonancia cognitiva.

Esperar que esta mayoría de gente alegremente inconsecuente se apreste a hacer realidad las consignas radicales, unilineales y perfeccionistas de unos predicadores de la pureza de la izquierda que toman sus alucinaciones por leyes de la historia es como esperar la venida del Mesías.

dijous, 14 de juny del 2007

Una pregunta absurda.

El señor Rajoy no tiene mucha suerte últimamente con las cámaras, con los micros, ni consigo mismo. Los endemoniados medios lo pillaron confesando a los señores Zaplana y Acebes que sólo tenía una "pregunta absurda" que hacer al presidente del Gobierno. A su vez, sus dos paladines le respondían que ellos estaban también yermos, in albis, a la luna de Valencia. Si no puede preguntar por lo que los plumillas afines siguen llamando por la fuerza de la inercia (que se impone cuando las meninges no hacen de contrapeso) "el proceso de rendición ante ETA", el triunvirato gran-nacional, el triángulo de la bronca, cree que no tiene nada que preguntar. Eso sí que es absurdo y no una u otra pregunta.

Bien, ¿y cuál era la "pregunta absurda", la única que se le había ocurrido a este trío de genios? La siguiente:

¿cuáles son los objetivos políticos del Gobierno hasta el fin de la legislatura?
No salgo de mi asombro. Estoy pasmado, atónito. No doy crédito a lo que veo. Ando desnortado y sin brújula. Estoy apabullado. No creo que pueda superar la impresión que me ha producido el asunto.

Porque, vamos a ver, ¿qué tiene de absurdo esa pregunta? ¿Qué tiene de absurdo que el líder de la oposición mayoritaria quiera saber y quiera que lo sepa todo el país cuáles sean los "objetivos políticos del Gobierno hasta el fin de la legislatura"? No sólo no es absurda la pregunta sino que, bien contestada, puede dar lugar a información de interés general. Lo absurdo es pensar que conseguir información relevante sea absurdo. Lo absurdo sería preguntar al presidente del Gobierno qué tiempo hará el próximo finde, cuáles son los planes de Rafa Nadal o cómo se llamaba la cuñada de Atila. Absurdo era preguntar todas las semanas con la machaconería de la gota china por los pactos, las negociaciones, los contubernios judeomasónicos del Gobierno con ETA; absurdo preguntar a qué precio se había "vendido Navarra" o en qué montañas y desiertos cercanos estaban los verdaderos autores del atentado del 11-M.

Están tan acostumbrados al absurdo que, para una vez que no hacen el ridículo, se sienten absurdos.

(Representaciones del legendario rey de Sri Lanka Rawana, el de las diez cabezas, figura tradicional y bastante absurda, procedente del Ramayana, fuente de inspiración de poetas).

¡Treinta años!

Mañana quince de junio se cumplen treinta años de las primeras elecciones democráticas en España desde las de febrero de 1936. La fecha decisiva de la transición, que lleva camino de acumular más bibliografía que la guerra civil. La transición que unos desdeñan, otros aborrecen, los de aquí alaban, los de allá critican, los de más allá idolatran y muchos además por razones contradictorias. Un hecho tan contingente como todos los de la historia pero que simboliza el momento en que los españoles recuperamos la libertad y la dignidad que nos habían sido arrebatadas por un general traidor que se levantó en armas contra el gobierno legítimo del Estado que le había confiado el mando.

En aquellas elecciones compitieron muchísimos partidos (algunos hasta se llamaban "partidos taxi") siendo cuatro los más importantes a escala nacional o estatal, adjetivos estos en España discoincidentes. Los partidos representaban auténticas alternativas diferenciadas que trataron desde el primer momento de identificarse con los rostros de sus dirigentes por aquello de la era de la imagen. Al recordarlos ahora se les rinde aquí un modesto homenaje.

La Unión de Centro Democrático fue el señor Suárez, héroe indiscutible del momento. Al círculo ucedeo, hecho del verde de la esperanza y el naranja socialdemócrata, la gente lo llamó pronto el "donut". La misma gente, pero ya muy crecida, que hoy quiere al señor Suárez. Si éste se presentara ahora a las elecciones porque su salud se lo permitiera sacaría una mayoría casi "búlgara", libremente expresada. Se me permitirá la falta de modestia de decir que estoy orgulloso de ser quien propuso al señor Suárez para doctor honoris causa por la Universidad Complutense. El centro ha quedado semióticamente identificado conel donut y el rostro del cartel. Por eso nadie se cree lo del "viaje" al centro de la gaviota del PP.

Un joven Felipe (el único político, junto a José-Antonio, a quien la gente llama por el nombre de pila en el siglo XX) era el rostro del socialismo y de una amplia izquierda que, en otras condiciones seguramente hubiera votado a los comunistas, pero se volcó en el PSOE en muy buena medida por haberse rejuvenecido con los chicos de la pana. Interesante cuestión contrafáctica, ¿cuántos votos hubiera obtenido el PSOE si su "cara" fuera la del señor Rodolfo Llopis, con todos mis respetos? Llamo la atención sobre el empleo de los términos "voto" y "fuerza", fáciles de unir en "la fuerza del voto", inteligente halago a los votantes.

El tercer partido en votos, el Partido Comunista de España (PCE), que sufrió un gran descalabro a tenor de sus expectativas, compartidas por mucha gente que auguraba un segundo lugar en votos al PCE, al ejemplo italiano y francés de aquellos años, la troika del eurocomunismo. El cartel (que saco del blog Archivo de la democracia), un prodigio de hacer de necesidad virtud. Un Carrillo, veterano de la guerra civil, aparece rejuvenecido y desgalichado, en camisa y con el nudo de la corbata flojo, como si fuera Carl Bernstein. A su vera, pero en posición ligeramente inferior, Pilar Bravo (q.e.p.d.), cabeza de lista de Alicante, supongo. La juventud de un radiante rostro femenino junto a la sagaz experiencia del viejo dirigente. Buena combinación. Por entonces, el PCE -que se presentaba con sus siglas- llenaba plazas de toros. Quién lo diría, ¿verdad? Con razón confiaban en sacar mucho más que el magro 9,33% del voto, con 19 diputados frente al 29,32% del PSOE y sus 118 diputados. Todavía en las de 1979, el PCE sacó otro irrisorio 10,82% y 23 escaños. Tempus omnia rapit. A partir de ahí, el desplome con un breve respiro en 1996 de 21 diputados.

La derecha, a la que no gustaba el término "partido" de malos efluvios franquistas, se llamaban "Alianza Popular". Lo de Alianza tiene bemoles porque recuerda así por lo bajo al arca de la alianza y la Santa Alianza. Un Fraga rozagante, con el coco seccionado porque tenía mucho y en él, al decir de Felipe, "cabía el Estado", aparece con la palabra mágica del pensamiento tecnocrático: "soluciones". Para qué es lo de menos. Para lo que haga falta. Por algo le llamaban "Zapatones". Lo del PDP, en el extremo inferior derecho, con una flecha que parece un abeto bonsai pertenece al territorio del esperpento. La derecha franquista, como los comunistas, esperaba un buen resultado y hubo de conformarse con 16 diputados. Volvió a presentarse en 1979, como Coalición Democrática con los llamados "siete magníficos", de los cuales seis habían sido ministros del Invicto y el número de diputados se redujo a diez. Desde entonces han crecido mucho.

Pero las elecciones las ganó el señor Suárez, o sea, la democracia, como dictamina el Time. Buena portada. Con el 34,44% del voto, la UCD obtuvo 166 diputados, mayoría simple... y a negociar, que es lo que hay que hacer en política. En 1979, subió a 168 escaños, nueva mayoría simple y a seguir negociando hasta que hubo una intentona militar. Los españoles debemos mucho al señor Suárez. Tengo para mí que dimitió para evitar un golpe de Estado que los militares, a pesar de todo, acabaron tratando de dar.

En todo caso, hoy, 14 de junio, hay un acto de recordatorio del trigésimo aniversario de las elecciones de 1977 en el centro de la UNED en Escuelas Pías, en Madrid, calle Tribulete, 14, pleno Lavapiés. Hay una exposición de la colección iconográfica de Ramón Adell, del que ya se ha hablado aquí, y una mesa redonda en la que participa servidor y otras mucho más meritorias personas. Están Vds. cordialmente invitados.

Blowin' in the past.

Tenía pensado callarme, pero ¿cómo voy a hacerlo cuando dan el premio Príncipe de Asturias de las artes a Bob Dylan, el grande, el único? Comprendo cómo se sienten los seguidores de Elvis, los de Frank Sinatra y hasta los de Engelbert Humperdinck, voto a tal; espero comprendan ellos cómo nos sentimos los de Dylan. ¿Qué voy a decir? He corrido a escuchar Hurricane y Highway 61 revisited y, al final, en mitad de la fabulosa Balada de Frankie Lee y Judas Priest, me decidí por lo primigenio y genuino, Blowin'in the wind. Es lo que oí a mediodía que hacían los de "Clásicos Populares" en Radio Nacional, que pusieron una versión magnífica. Fernando Argenta hizo un análisis de eso que podríamos llamar "el sonido de los sesenta", recordando que incorporaba un sueño, una visión utópica que "desgraciadamente, no se ha realizado". ¿Cómo que no? Escuchen esto. Por cierto, las palabras del presentador son excelentes: "No hay mejor manera en el mundo de conocer un país y a su gente que escuchar su música".

Yes 'n' how many times must a song be sung before we get to its heart?

dimecres, 13 de juny del 2007

Ciegos en Gaza.

Ciegos están los palestinos. Tan ciegos como Sansón cuando los filisteos, enemigos de los israelitas, le sacaron los ojos. Sólo que a estotro Sansón colectivo palestino, descendiente de los antiguos filisteos, los ojos se los ha sacado Israel y, con Israel, los EEUU y con Israel y los EEUU, la Unión Europea. Y ahí los hemos dejado, un millón y medio de personas hacinadas en ese campo de concentración que es de hecho Gaza, sin sueldos desde hace más de diez meses, sin dinero, sin trabajo, sin luz ni casi agua, sin atención senitaria, sin medios para que, ciegos de ira y miedo, se entrematen y ahorren así los últimos (y vergonzosos) pasos de una erradicación y "limpieza étnica" que comenzó en 1948 y se consolidó en 1967, hace hoy cuarenta años cuando , tras la guerra de los seis días, Israel consolidó y amplió la ocupación de los territorios palestinos. Y en esa terrible tarea están en estas últimas jornadas en que, efectivamente, Hamas -los radicales islámicos- parecen haber intentado un golpe de Estado con la lunática intención de forzar un gobierno independiente en Gaza (véase en el mapa), al que se han opuesto los moderados de Al-Fatah, dando comienzo a una guerra civil en ese angosto espacio que puede ser ya la última antes del hundimiento definitivo en el caos.

El actual conflicto empezó cuando en enero de 2006 Hamas ganó las elecciones legislativas de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), una especie de ente político semisoberano en los dos territorios de Gaza y Cisjordania -West Bank en el mapa- que, en realidad son una especie de Bantustanes (unas a modo de reservas en que la hoy extinta Unión Suadfricana trató de recluir a las etnias negras mayoritarias) de reducidas dimensiones. Hamas obtuvo 76 de los 132 escaños y Al-Fatah, 43. Israel y los EEUU se negaron a reconocer esa victoria y cualquier gobierno que se constituyera sobre ella y suspendieron la ayuda económica a Palestina. Israel incluso retuvo los ingresos arancelarios que recauda en nombre de la ANP. La Unión Europea, más ladina, hizo lo mismo, condicionando la ayuda que presta al hecho de que el gobierno palestino reconociera el Estado de Israel. En junio de 2006, el Presidente Mahmud Abas (Al-Fatah) y el primer Ministro, señor Haniya acordaron un documento "sobre los dos Estados", que reconocía implícitamente al Estado israelí. Es el momento en que Israel, pretextando el secuestro de un soldado, agredió a los palestinos y encarceló prácticamente a toda la dirección de Hamas, haciendo imposible el acuerdo.

En septiembre de 2006, el primer intento de Gobierno palestino de "Unión nacional" entre Hamas y Al-Fatah, cayó víctima de los enfrentamientos entre los dos bandos. El segundo, puesto trabajosamente en pie en febrero de este año gracias a la mediación de Arabia Saudita, es el que se vino ayer abajo en medio de la nueva guerra civil entre palestinos, luego de que el señor Abbas no consiguiera convencer a Hamas el mes pasado de que reconociera al Estado de Israel.

Ciegos de desesperación, ira y angustia en Gaza, los palestinos -al menos el sector radical de Hamas, mayoritario, no se olvide- parecen preferir morir como Sansón, bajo los muros del templo. Sólo que esta vez Sansón no se llevará a los enemigos por delante sino solamente a su propio pueblo. Ese pueblo que sobrevive en condiciones infrahumanas desde hace cuarenta años en el horror del angosto territorio que es Gaza, con el 70% de la población por debajo del nivel de pobreza y que, en el último año ha visto descender sus ingresos entre un 40% y un 60% más.

Carece ya de sentido formular las habituales advertencias a los israelíes, esas que se hacen siempre con exquisitos cuidados, diciendo "por el bien del propio Israel", debe cambiar de actitud hacia los palestinos. La nueva operación de Gaza, el muro de Cisjordania, todo, absolutamente todo lo que hace Israel está orientado al exterminio de los palestinos. Con la ayuda de los EEUU.

Pero como miembro de la Unión Europea, cuyo responsable de política exterior es un socialista español me siento avergonzado de cómo estamos contribuyendo a este nuevo exterminio a cámara lenta (no quier hablar de holocausto para no herir susceptibilidades) de un pueblo sin presente, sin futuro, sin esperanza, humillado, preterido, torturado y acosado hasta cegarlo de tal modo que ya está entrematándose.

No creo en Dios alguno, ni en el de los judíos, los musulmanes, los cristianos (que, por cierto, parece ser el mismo) ni en ningún otro. Pero si alguno tiene el sentido del humor de existir, bien podía descargar su ira sobre nosotros y no sobre esos infelices cuyos chavales no pueden ir hoy a hacer los exámenes al instituto porque los matan por las calles.

Navarra, crisol de la raza.

Tantas veces se dijo en la precampaña y campaña electorales que Navarra no podía ser (pero iba a ser) moneda de cambio si las recias huestes de la Hispanidad no se imponían mayoritariamente a los intentos de los masones progres e islamofacistas del PSOE que, al final, ha resultado que Navarra ha sido y está siendo en este momento moneda de cambio y moneda desgastada, la mala moneda de la copla, que de mano en mano va. Para los politólogos especialistas en coaliciones de gobierno, el vetusto reino es un laboratorio excelente. Así, a vista de pájaro, detecto la siguientes combinaciones posibles (tómese nota de las letras):

Pensables:

A.- Coalición de Gobierno UPN/PSN (con dos variantes, UPN/psn u upn/PSN).

B.- Gobierno minoritario de UPN con apoyo parlamentario de PSN.

C.- Coalición de Gobierno PSN/NaBai/EB.

D.- Gobierno minoritario de PSN con apoyo electoral de UPN.

E.- Gobierno minoritario de PSN con apoyo parlamentario de NaBai y EB.

F.- Gobierno minoritario de NaBai/EB con apoyo electoral del PSN.

Impensables.

G.- Coalición de Gobierno UPN/NaBai.

H.- Gobierno minoritario de UPN con apoyo de NaBai.

I.- Gobierno minoritario de NaBai/EB con apoyo parlamentario de UPN.

Como se ve, de los pensables, el elemento esencial es el Partido Socialista, el pivotal, en torno al que pueden actuar los demás. Todos los que tienen algún interés creado en una u otra de estas fórmulas amenazan con los posibles resultados electorales adversos del Partido Socialista; en Navarra si se aplican las fórmulas A (variantes A1 y A2), B y D. En España si se aplican las fórmulas C, E y F.

Por supuesto, innecesario perder el tiempo con las coaliciones impensables.

Las presiones, represiones, ofertas y contraofertas recuerdan ya un zoco magrebí. Y eso que Navarra no iba a ser "mala monea" o moneda de cambio. Los populares ya han dicho que esperan a ver qué se hace en Navarra y con las listas de ANV para calibrar la voluntad del gobierno. Es decir, se avecinan nuevas tormentas. Y eso que el señor Rajoy dice que hoy no preguntará sobre terrorismo al Gobierno en la sesión de control del Parlamento. Nos ha fastidiado, es que si preguntase sería cuestión de que todos a nuestra vez nos preguntáramos de qué había servido la escena del sofá en La Moncloa, de la que el señor Rajoy salió tan contento.

En todo caso, tengo una propuesta, pues a uno le gusta ser constructivo, a saber: ¿por qué no se desliga lo que pase en Navarra y con las listas de ANV de la unidad de la política antiterrorista? Se trata de cuestiones que se plantearon en mitad de la bronca, con anterioridad a este idílico clima de unidad que dicen se respira hoy y que yo no percibo en modo alguno; al contrario, lo que percibo es que el señor Rajoy y los rajoyes del PP están tan agresivos como siempre o más. Eso de la unidad sólo lo entienden cuando es de destino en lo universal; en todo lo demás, van a la yugular.

No obstante, como todo el mundo dice que se ha dado un paso hacia esa ansiada unidad (y una porra) ¿por qué no dejar las cuestiones navarras atrás, que salga el sol por Antequera y la unidad de acción contra el terrorismo comienza el día 17 de junio, un día después de la constitución de las corporaciones locales, con la propuesta, por ejemplo, de un nuevo pacto contra el terrorismo y por la libertad en el País Vasco, del que, en principio no debe estar excluido nadie salvo los terroristas y sus trujamanes? Y, entre tanto, que se hagan las coaliciones que a cada cual le convengan más. ¿A que eso no sale?

Por cierto, leo que el señor Otegi, desde el trullo, insiste en que el diálogo es la única vía de solución del conflicto. Ahora tiene tiempo para dialogar. Lo que no tiene, me temo, son interlocutores.


¿Bestia salvaje o demagogos amarillentos?

¡Vaya chorreo que cayó ayer a la prensa, sobre todo la de la red! Mr. Blair, ya a punto de despedirse, ha decidido ajustar cuentas con los tabloides y la prensa digital. De tabloides sé poco porque no los leo, pero de la prensa digital tengo una idea y en ella se encuentra de todo, prensa muy digna, de alta calidad y verdadera basura. Probablemente abunda más la basura por una ley escatológica que no hace falta explicar, pero tampoco me parece que sea basura por "destrozar la reputación de las personas", como señala Mr. Blair, sino porque, simple y llanamente, es basura.

Por lo demás, los términos empleados, "bestia salvaje" (feral beast) no están nada mal. Evocan la leyenda de "La bella y la bestia" (que, a veces, se dan en la misma persona, como en ese inquietante cuadro de Munch), esa bestia salvaje y tierna que se enamora de la bella tan tontamente como King Kong de la dulce Ann Darrow.

Más duro, en mi opinión fue el alegato definitivo de la fiscal Olga Sánchez en el juicio por el 11-M. Tiene carácter esta señora Sánchez y dijo verdades como puños. El juez Bermúdez, que está tan al cabo de la calle como todo quisque de que la señora Sánchez tiene razón, la instó a que no hiciera observaciones sobre personas ajenas al proceso...pero después de haber escuchado el atinado y contundente juicio de la fiscal que dijo que los periodistas que han inventado, dado pábulo, mantenido, alentado y utilizado el bulo de la conspiración no tienen categoría profesional. Pues claro que no. Pertenecerían más al gremio fabulador o literario que al estrictamente periodístico y, dentro de aquel, al de la literatura de ínfima calidad porque todas las historias inventadas para obstaculizar el proceso del 11-M demuestran que hay informadores -de hecho, en todos los periódicos y medios de la derecha que son la inmensa mayoría- al servicio del Partido Popular y que, además de estar al servicio de un partido (al servicio, como está el chico de los recados, vamos) carecen de sentido del ridículo. Claro que, a cambio de hacer este espantoso ridículo parece que ingresan pingües beneficios y, como decía Góngora, "ande yo caliente y ríase la gente". Calientes no; andan ardiendo.


dimarts, 12 de juny del 2007

ETA es una gran nación.

La miseria moral de la derecha española en general y del señor Rajoy en particular no tiene límites. En un momento crucial en que se trataba de hacer un acto de afirmación unitaria, para enfrentarse al enemigo común, han sido incapaces de estar a la altura de las circunstancias.

Se han negado a una rueda de prensa conjunta en La Moncloa por escatimar una baza al presidente del Gobierno. El señor Rajoy ha reiterado sus falsedades, aunque disfrazándolas con hipocresía ("el Gobierno tiene mi apoyo para derrotar a ETA, no para negociar con ella", como si alguien hubiera hablado de negociar tras la ruptura de la tregua). Ha mantenido su exigencia de rectificación y responsabilidades, si bien haciéndolo de modo esquinado, subrepticiamente, como si no lo hiciera: "No es el momento de pedir rectificaciones. Tiempo habrá para pedir responsabilidades". Y se ha lanzado a hablar como si fuera él el presidente del Gobierno, en una especie de alegato electoral, contando lo que él piensa hacer, sus propósitos, sus intenciones que, por cierto, tienen el valor que tienen.

Lo llaman a La Moncloa en un intento de lograr colaboración en beneficio de todos y trata ensombrecer al presidente que lo ha llamado y de ocupar su lugar, brillando con luz propia, como si la tuviera.

Así que ese lapsus increíble que tuvo en su afán por ocupar el centro del escenario y leer el texto provocador que le habían preparado es un justo castigo de los dioses.

"ETA es una gran nación". Toma ya, Demóstenes.

Al servicio de la mentira.

Los fiscales del juicio del 11-M han presentado sus conclusiones, han desgranado las pruebas abrumadoras que sustentan sus peticiones de condenas y los abogados de la defensa y de la acusación han hecho lo propio; algunos de estos han solicitado, además, la anulación del juicio por los más peregrinos motivos. El fiscal jefe de la Audiencia Nacional ha estado magistral a la hora de opinar sobre el desarrollo de la vista y de valorar algunas de las estrategias de las defensas y de las acusaciones particulares y sólo cabe suscribir sus palabras.

La verdad judicial se abre paso de modo imparable porque, como suele suceder en estos casos, es sencilla y al alcance de todo el mundo: deseando dar un escarmiento a España por haber apoyado la guerra del Irak, un grupo de islamistas radicales, encuadrado en una célula a la sombra de Al-Qaeda, decidió perpetrar un atentado en Madrid antes de las elecciones de 14 de marzo de 2004. Para ello, se proveyó de dinamita que compró a unos delincuentes asturianos, la transportó a la capital, fabricó los explosivos, los colocó en unos trenes de cercanías en una hora punta, cuando mayor podía ser la carnicería y las hizo estallar. El resultado fue de 192 muertos y 1841 heridos. Se presume que alguno de los autores materiales del atentado se sienta hoy en el banquillo; el resto se suicidó cuando, días después del hecho, se vio rodeado por la policía.

Esos son los hechos que han quedado claros en el juicio. Pero esos hechos no interesaban al PP, partido en el Gobierno en el momento del crimen porque dejan bien a las claras que hay una conexión directa entre éste y la decisión irresponsable y criminal del señor Aznar de embarcar a España en una guerra de invasión injusta y pirata a miles de kilómetros de nuestro país. Por ello este partido, que ya intentó engañar a la opinión pública desde el primer momento sobre la autoría del atentado, atribuyéndoselo a ETA, puso en marcha una vasta campaña con ayuda de sus medios de comunicación (que son muchos), de sus intelectuales orgánicos y sus periodistas afines con el fin de sustituir la verdad por otra fabulación que cumpliera dos objetivos, el máximo y el mínimo. El máximo: sustituir aquella verdad por una historia distinta con otros culpables (ETA especialmente) que lo eximiera de la responsabilidad de haber mentido y le diera la razón ex post facto. El mínimo: de no poder armarse una historia sustitutiva, generar la mayor confusión posible sobre los hechos, obstaculizar su investigación, esparcir infundios y rumores, crear un clima de desorientación, sembrar toda clase de dudas e imposibilitar que la instrucción judicial primero y la vista de la causa después llegasen a buen fin.

Se puso así en marcha una gigantesca campaña que ha durado tres años de mentiras, insidias, falsedades, calumnias, testimonios comprados, puras invenciones, trolas, acusaciones malévolas que no se detuvo ante nada, ni siquiera ante el respeto a las víctimas, y que ahora se viene abajo con estrépito. Estos conspiradores llamaron a lo que se ha revelado la única verdad judicial "la versión oficial", con intención de contraponerle otra que habría de ser la "verdad real". Esta es la hora que de la tal "versión real" no hay ni rastro y sí solamente, intentos cada vez más a la desesperada de ensombrecer las conclusiones que han quedado diáfanas en sede judicial. A la vista de lo sucedido, se me ocurren tres conclusiones:

a) Aunque los dirigentes del PP han dejado de hablar del 11-M, de alimentar dudas, de arrojar sospechas, de exigir investigaciones estúpidas con el fin de retrasar el proceso, queda claro que, como partido de Gobierno y como Gobierno mintió en los días del atentado y como oposición ha seguido mintiendo durante tres años.

b) Los auxiliares en esta innoble tarea, los que han estado difundiendo patrañas, poniendo en cuestión la integridad de las fuerzas de seguridad y de la administración de justicia, van callándose poco a poco prudentemente, pero todavía quedan algunos payasos, dando a la máquina de fabular y esparcir infundios.

c) Precisamente por eso debiéramos ir pensando en hacer algún tipo de homenaje público a los funcionarios de las fuerzas de seguridad, de la administración de justicia y del resto de las administraciones que han intervenido en el esclarecimiento de los hechos y han tenido que estar soportando durante tres años que unos indeseables provistos de periódicos, radios y televisiones hayan estado acusándolos implícita y no tan implícitamente no solo de faltar a su deber, sino de ser responsables de la más espantosa matanza criminal de la historia de españa. Todas estas personas merecen nuestro reconocimiento y aprecio en medida proporcional al desprecio que merecen los sinvergüenzas que han intentado desacreditar su trabajo para obtener beneficios políticos y también económicos.

De excursión.

Dos de mis hijos, Inés y Andrés, los que viven en los EEUU, han hecho una excursión por las Smoky Mountains, allá en los límites entre Tennessee y Carolina del Norte. Y ayer me enviaron algunas fotografías verdaderamente chulas, como las que se ven aquí.

Esta primera deja ver claramente por qué las smokies se llaman smokies. Y por cierto, vaya paisaje, verdaderamente grandioso. En la zona en la que vivo yo gran parte del tiempo, en Guadalajara (y que sacaré mañana o pasado porque el ayuntamiento del pueblo ha tenido la humorada de hacer una exposición de instrumentos de tortura del siglo XVII) hay paisajes así también: rotundos macizos, moles montañosas en las que se enredan las nubes, que suspenden el ánimo y lo llenan de admiración. A la vista de estos fenómenos de la naturaleza siempre he entendido muy bien por qué los seres humanos tienden a considerar sagradas, mágicas, a las montañas.


En la otra foto, el paisaje aparece a mis ojos embellecido por la presencia de mi hija Inés y su hija Sofía. Utilizo el término "embellecido" porque es lo que me dicta mi más objetivo y neutral sentido de la estética. Nada de debilidades paternas pequeño-burguesas. El paisaje sigue siendo hermoso. No alcanzo a distinguir bien la vegetación; supongo que son robles frondosos entreverados de una conífera que no consigo identificar. Pero todo eso no es más que el marco con el que el fotógrafo ha conseguido realzar otro tipo de belleza, de paz y de magia; más espiritual.

Y el grupo al completo. He escogido esta foto de cierre porque tiene gracia. El paisaje, esta vez el interior de un bosque, que también es objeto de magia desde la antigüedad, enmarca el paralelismo de las dos figuras, el tío y la sobrina que nos miran cada uno en su estilo y con el ánimo propio del momento de la vida en que se encuentran.

¡Cómo me gusta mi gente!


dilluns, 11 de juny del 2007

¡Qué tío!

¡Qué zurda! Parecía una máquina de colocar bolas en los sitios más inverosímiles. Y los gabachos descaradamente a favor de Federer que había veces que no sabía por donde le soplaba el viento. (Saco la foto de El País).

La reválida de Sarkozy.

Ayer tocó primera vuelta de las legislativas en Francia y, como puede verse en la imagen que saco de Le Monde, la prensa habla de "plebiscito" de la derecha. Desde luego, aunque sólo estamos en primera vuelta y todavía falta la segunda, las proyecciones confirman los sondeos de una avalancha de la derecha, con el consiguiente desarroi en el campo de los adversarios. El Partido Socialista se mantiene a duras penas. Todavía está por ver si gana algún diputado o pierde un puñado de ellos.

Pero lo más llamativo es el hundimiento total del centro. M. Bayrou sale escaldado, después de lo felices que se las prometía en la primera vuelta de las presidenciales, con su flamante casi 19% del voto, que iba a replantear el sistema político francés. Ahora, con el 7% y de uno a cuatro diputados, como no se replantee a sí mismo, no se le ve mucho margen de maniobra. La otra opción del centro se ha alzado con cinco veces esa representación, a costa de plantear un curioso problema geométrico: ¿cómo puede haber dos partidos de centro? Son genialidades de la política. Los verdes pueden perder su representación parlamentaria. A ver qué interpretación le dan. Y el caso de los comunistas es patético. Hasta pueden perder el grupo parlamentario. El partido del futuro tiene un futuro tan negro que está pensando vender su sede en París (¡ah, tiempos!) para hacer frente a la merma de ingresos de dineros públicos. Desde el hundimiento de la Unión Soviética los partidos comunistas del mundo entero están más o menos en suspensión de pagos. Queda alguno, como el chino, pero es un partido tan proteico que parece estar presidiendo sobre la restauración del capitalismo en la república Popular. La historia tiene ironías que desbordan la imaginación humana.

Bueno, a estas horas, ya han salido elegidos sesenta y tres diputados y los comunistas parecen haber perdido Marsella, pérdida simbólica donde las haya. La abstención es enorme, casi y 40%. Ya imagino a los radicales izquierdistas dando saltos de alegría porque la abstención es el segundo partido en votos, prueba evidente de la irremediable podredumbre de este sistema repugnante. Este análisis suele estar hecho por gente que cree que todo el mundo está tan cabreado como ella.

La aplastante mayoría de la derecha se interpreta ya como un cheque en blanco a Sarkozy, un mandato de transformación tous azimuts. Vía libre a la "americanización" de la política en Francia. No obstante, quien crea que M. Sarkozy tiene la misma actitud de abediencia a los estadounidenses que tenía el señor Aznar, que se lo quite de la cabeza. M. Sarkozy ha visitado Alemania, Inglaterra y España antes que los EEUU. Sobre todo la visita a España ha sido muy significativa. Asimismo, ha protagonizado un enfrentamiento con Mr. Bush en Heiligendamm a propósito de la actitud de éste sobre los gases de efecto invernadero. O sea, americanización de la política, pero sin supeditación a los gringos y con fortalecimiento de Europa. Me gustará más o menos lo que haga M. Sarkozy en los próximos años pero, por primera vez en mucho tiempo, vuelvo a tener claro que Europa tendrá una Constitución. Será un texto breve y genérico, según postula el flamante presidente, pero será.

Los socialistas franceses que, con un poco de suerte, pueden quedarse como estaban, tienen ahora cinco años (las malas lenguas dicen que diez) para arreglar los destrozos del enfrentamiento interno y recomponer la casa. El porvenir, no obstante, pinta oscuro. Para los socialistas y para el conjunto de la izquierda. Es difícil erigirse en abanderado de un cambio de sociedad sin tener ni idea de en qué dirección ni de qué características pueda tener. Y hablar de la "revolución" en un tiempo que se caracteriza por la inestabilidad, la extraordinaria rapidez de cambios y la volatilidad, casi no quiere decir nada.

Hoy, escena del sofá.

Dentro de poco (si no ya mismo) convendrá que los encuentros entre el presidente del Gobierno y el dirigente de la oposición mayoritaria, como las visitas de los jefes de Estado al Irak, se hagan en secreto, sobre todo para evitar que, cuando la visita se produzca, los dos interlocutores sepan ya de memoria lo que tienen que decir porque se lo han dicho a su vez los medios. A estas alturas, el país no espera nada de la reunión entre los señores Rajoy y Rodríguez Zapatero. El primero viene cargado de condiciones y el segundo no está dispuesto a admitir ni una. Si sale el nuevo pacto antiterrorista, ya será un milagro y ello porque ambas partes se han comprometido a estudiarlo "sin condiciones previas". A lo mejor sale.

De lo demás hay poca esperanza y eso que se avecinan momentos en que la cooperación de la leal oposición va a ser asunto de vida o muerte. Los no electos de ANV en los municipios en que fueron ilegalizadas sus listas, provistos de los votos nulos, que dan por propios, piensan presentarse el día en que se constituyan las corporaciones para exigir sus actas, no reconociendo la jurisdicción del Tribunal Supremo español. Me huelo que, en ayuntamientos donde las listas de ANV hubieran obtenido mayoría absoluta, las corporaciones tendrán que funcionar protegidas en todo momento por corchetes y alguaciles. Eran pocos los guardaespaldas y parió la abuela. Una de las diferencias más agudas entre los independentistas vascos y todos los demás es que aquellos son monotemáticos y tienen mucho tiempo libre, mientras que los demás son más dispersos y tienen menos tiempo libre y así no vamos a ninguna parte.


No resisto la tentación de reproducir un texto que he encontrado navegando por la red en el blog Accionistas Mayoritarios que, a su vez, dicen que no saben de dónde lo han sacado. Bueno, se trata de los once principios que, al parecer Goebbels creía esenciales para la tarea de propaganda y de ver cómo se aplican a la política de comunicación del PP. Está bastante bien, aunque sea de hace unos días:


Los 11 principios de propaganda de Goebbels y su aplicacion actual por el PP.

1.- Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo. Está claro que es Zapatero. A él y solo a él hay que achacarle todos los males. Es el ‘‘anticristo’‘, el más tonto, el más maquiavélico (aunque estas dos últimas se contradigan, pero que más da …).
2.- Principio del método de contagio. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo.
El PSOE, por supuesto, es el adversario máximo, a los que hay que sumar a IU, los nacionalistas, ETA, etc. Porque en el fondo ‘‘todos son lo mismo’‘, unos progres a los que eliminar.
3.- Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
En esto son maestros. En cuanto a lo primero, ya hemos oído ayer mismo por boca de Zaplana que si el PP excarcelaba presos era por culpa de las leyes del PSOE. Y en cuanto a lo segundo, también hemos visto que en cuanto se les ha empezado a caer el ‘‘¿quién ha sido?’’ por su propio peso en seguida han empezado a montar la trifulca por lo de De Juana y a volver a sacar el GAL.
4.- Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave. Clavadito. Anda que no hemos tenido que oír durante estos últimos tres años cada dos por tres lo de ‘‘lo más grave que ha ocurrido en toda la Democracia’’. Lo último ha sido con lo de De Juana, pero yo estoy esperando a ver cuan es la ‘‘afrenta más grave al Estado de Derecho’’ de este mes. O de esta semana. [yo añado a los casos que aporta el autor todo el pollo montado últimamente con lo de la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Con anterioridad vimos cómo la familia se iba a destruir de manera irremisible por culpa de las bodas gays o de la ley del divorcio.]
5.- Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”. Llevamos viéndolo desde que perdieron las elecciones. Se mueven por eslóganes y frases hechas: ‘‘Váyase, señor González’‘, ‘‘Zapatero ha entregado Navarra a ETA’‘, ‘‘¿Quien ha sido?’‘, ‘‘El Estatut rompe España’‘, etc.
6.- Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra
vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
7.- Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
Lo hemos podido observar también mucho estos días, cuando se han olvidado (o casi, ahí está el Pepinillo sacando libros todavía …) del 11-M para empezar a machacar con lo de De Juana (sin retractarse de ninguna de las estupideces conspiranoicas anteriores, claro) sin darse ni un respiro. A ver con cual nos saldrán ahora. Se admiten apuestas …
8.- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
Esto es lo hacen a menudo los medios afines al PP. Uno suelta una trola, da igual que esté basada en algo más o menos creíble o no. El otro la recoge diciendo que ‘‘fuentes fidedignas han comentado que’‘ o ‘‘diversos medios de información publican que’‘ (como si porque PJ publicase algo esto se convirtiese en verdad de forma automática. Se da muchas veces el caso, incluso, de que el autor de la trola acabe citando a todos los medios que se han basado en sus propias mentiras para hacer intentar dar una pátina de credibilidad a sus pobres argumentos. Al caso del ácido bórico me remito.
9.- Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
Y todos sabemos cuales son esos ‘‘medios de comunicación afines’‘, ¿no?. Aplican este principio cuando a la más mínima te sueltan lo del GAL o lo de Filesa, venga a cuento o no venga, a pequeña escala. A mayor escala vemos como tratan de tapar los grandes casos de corrupción PPera (Marbella o Terra Mítica, por citar solo un par de ellos) con cualquier caso de alcalde del PSOE que se ha llevado un par de miles de euros queriendo hacer ver que es tanto o más grave que aquello (que si, que ambas cosas están mal, pero no es lo mismo). Y así con todo.
10.- Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
Este es claro … y peligroso. Lo vemos cuando sacan a colación la Guerra Civil y eso de que empezó en el 34, para acto seguido compararlo (peligrosa y equivocadamente) con la situación actual (que ellos mismos han creado, por cierto). Y también es fácil ver en que mentes primitivas arraigan tales ideas.
11.- Principio de la unanimidad. Llegar a convencer mucha gente que piensa “como todo el mundo”, creando una falsa impresión de unanimidad.
Mariano lo repite constantemente: ‘‘Todos los españoles saben que …’‘, ‘‘La gente está harta de …’‘, ‘‘España entera pide que …’‘. Así el tercio mal contado de españoles que le escuchan (un tercio teniendo en cuenta los resultados de las últimas elecciones generales, pero cada vez son menos) se crecen y se piensan que es verdad que son ‘‘todos’‘ cuando la verdad es que los que no pensamos así somos más. Muchos más.

diumenge, 10 de juny del 2007

El problema es ETA.

Voy a empezar con una simpleza: el País Vasco vive convulso desde hace decenios. Ayer hubo dos manifestaciones de distinto signo, una en Bilbao de todos los partidos democráticos, pidiendo a ETA que desaparezca y otra en Elgoibar de los amigos de los etarras pidiendo la libertad del señor Otegi. Anteayer se había producido la detención de éste. El día anterior, el traslado a prisión del terrorista señor De Juana. Y así podríamos seguir y remontarnos a los años setenta. Algunos dicen que el Estado español mantiene un estado de excepción de facto en el País Vasco y algo de esto hay pero, obviamente, en respuesta al verdadero estado de excepción que es el forzado por las actividades terroristas de ETA, una organización de asesinos que trata de imponer por la violencia lo que no consigue por medios pacíficos y electorales, como muy atinadamente decía el miércoles el señor Imaz, del PNV.

Este es el origen, la causa fundamental, el aspecto primordial del problema del País Vasco y el único obstáculo a la normalización de la vida en él, la existencia de una organización de asesinos dedicada a matar a quienes no se doblegan a sus imposiciones con el fin evidente de aterrorizar a los demás para que cedan a ellas. Cuando ayer algunos independentistas se quejaban amargamente de lo que reputan la arbitrariedad de la detención del señor Otegi, el mismo señor Imaz contestó con toda contundencia que:

"Ahora, miles de personas viven en un tipo de cárcel, por la amenaza de que les maten cuando salgan de casa."
Y así es: miles de personas tienen que andar con escoltas, mirar los bajos de los coches, vigilar lo que hacen, variar sus horarios porque pueden llegar unos pistoleros y descerrajarles un tiro en la nuca por ser concejales de uno u otro partido o no ser suficientemente nacionalistas o no pagar el "impuesto revolucionario" o vaya Vd. a saber qué. El señor Imaz quería subrayar la indignidad de hablar de la situación en el País Vasco haciendo como si esa situación, que todo lo envenena y lo encanalla, no existiera. Yo añado algo más: esos que hacen como si la permanente amenaza terrorista no existiera son, precisamente, los que compran su impunidad a base de decir lo que los pistoleros quieren oír, son los portavoces de los pistoleros y viven tranquilos... siempre que no se aparten del guión, cosa que, bien se ve, no hacen nunca por la cuenta que les trae.

¿Y por qué si España es una democracia en la que cabe defender todas las opciones políticas, incluidas la autodeterminación y/o independencia de una parte, existe una organización de asesinos con la dicha finalidad? A las palabras del señor Imaz me remito: porque saben que en libre y leal competición electoral no pueden imponer sus peticiones. De ahí que pretendan hacerlo a tiros y bombazos. Por supuesto, no pueden decirlo así de claro y han de disimular, para lo cual tienen a sus portavoces y escribas hablando todo el día de que la española no es una "verdadera" democracia, que es una seudodemocracia, esto es, un discurso falso para consumo de sus por lo demás bastante primitivas huestes, que descansa sobre dos falacias: a) que el Estado no reconoce los "derechos de Euskal Herria", la autodeterminación y la territorialidad y b) que se da el susodicho estado de excepción de hecho en el País Vasco, una "permanente agresión" estatal a la "izquierda" abertzale en concreto y al "pueblo vasco" en general, frente a la que hay que "defenderse".

En cuanto a los famosos derechos ni el Estado ni nadie puede "reconocerlos", porque no son ni han sido preexistentes, sino que en todo caso deben argumentarse y defenderse en el debate político democrático, ponerlos a votación y sacarlos adelante si consiguen la mayoría. Pero, claro, no es eso lo que quieren pues no creen puedan obtener la mayoría nunca. Prefieren ver si pueden imponerlos a punta de pistola, matando a inocentes y tratando de amedrentar a los demás para que les concedan lo que quieren, aunque sea imposible.

En cuanto al "estado de excepción" y la "permanente agresión", de darse, obviamente, se debe a la previa existencia de la organización de asesinos y su trama de cómplices y encubridores. Todavía no he visto estado de excepción alguno ni agresión permanente o intermitente a las organizaciones independentistas en Cataluña que hasta forman parte del gobierno de la Generalitat. ¿Por qué en Cataluña no y en el País Vasco sí? No hay duda, por la existencia de ETA. Parece mentira tener que decir cosas tan elementales pero, si ETA no existiera, si no hubiera terrorismo, tampoco habría pactos antiterroristas, ni delitos de enaltecimiento del terrorismo, ni ley de partidos políticos, ni el señor Otegi estaría en la cárcel y los partidos independentistas podrían defender libremente sus postulados, como lo hacen en Cataluña.

Pero, claro, tendrían que conformarse con lo que les correspondiera en proporción a sus votos, en torno al 15%, que no es mucho. Así que prefieren asesinar para ver si pueden doblegar al 85% restante de la población.

Sí, sí, doblegar. Cuando el señor Barrena, dirigente de Batasuna, dice que:

"la represión nunca ha conseguido doblegar a la izquierda abertzale y tampoco lo conseguirá en este momento"
le baila algún sujeto y algún complemento, como diría Borges: es el terrorismo, del que él se vale y del que se beneficia, el que no ha conseguido ni conseguirá doblegar a quienes no piensan como él.

Porque ¿qué tipo de izquierda es ésta, que se vale del terrorismo para sus fines? Pues eso, una corriente política que no tiene empacho en prosperar a la sombra de unos asesinos, encargados de eliminar a la competencia y en emplear todo tipo de embustes y falsedades. Dice el mismo señor Barrena que el PSOE pretende que la izquierda abertzale "haga dejación de su proyecto político" y esto es falso. Lo que el PSOE y todos los demócratas de este país pretendemos es que dejen de ampararse en los asesinatos y de beneficiarse del terrorismo. Su "proyecto político", al 85% de la población (probablemente 95% en toda España) nos importa una higa.

Llego al final de esta consideración: ¿qué izquierda es esa que así razona? Hay quien dice que, con este comportamiento, esta izquierda no es verdadera izquierda porque atenta contra los principios morales que informaron a la corriente desde su origen como es el respeto al valor de la vida humana. No me parece muy convincente. Hay izquierdistas que han sido terroristas en algún momento de su vida. Marx, por ejemplo, o Lenin. Por otro lado, hay quien dice que la izquierda abertzale no es izquierda porque nunca se la oye hablar de cuestiones de izquierda (socializaciones, planificación, etc), sino que está siempre con la murga patriótica. Esto es bastante cierto, pero su mudez en temas tradicionalmente de izquierdas no quiere decir que los haya abandonado y, en todo caso, ellos dicen ser de izquierda.

El problema es de otro tipo: una izquierda que medra al amparo del asesinato y el terrorismo es una izquierda asesina. Una izquierda que, aunque haga todos los días profesión de hipocresía, llamándose andana, "lamentando" los atentados y diciendo que no es ETA, es la principal responsable del mantenimiento del terrorismo en el País Vasco. ¿Cómo no van a ver unas gentes de izquierdas que es una indignidad avanzar la propia causa sobre la sangre de inocentes? ¿Y no es evidente que ETA empezará a desaparecer de verdad el día que los señores de Batasuna condenen sus métodos de forma unívoca y le pidan que desaparezca? Pero, claro, tienen miedo. Prefieren que sean otros los que mueran y "lamentarlo" después.