Al programa de aggiornamento por la vía digital que anunciaba ayer el PSOE acompaña hoy una carta personal de Pérez Rubalcaba, dirigida a miles de militantes (no a todos, al parecer, ignoro por qué) y otros tantos simpatizantes. De ella da cuenta El Confidencial.com. Tiene gracia que informe de una carta pública un periódico que se llama El confidencial. Todos somos WikiLeaks.
Está bien acudir al género epistolar clásico. Indica cercanía y preocupación. No es frecuente y muestra la firme voluntad de la dirección de involucrarse en la web 2.0. Lo hace a su anticuado modo, con una carta, supongo que con su sello y su matasellos y su tiempecito en un buzón. En ella, entre otras consideraciones que veremos, se anima al destinatario a hacerse seguidor de Rubalcaba en su cuenta de Twitter y amigo en su página de Facebook. No he ido a mirarlos pero supongo que eso será lo que esté tuiteando y haya subido a su muro en Facebook. En realidad, la carta al estilo Miguel Strogoff, la carta de papel, sobra. Es como felicitar las Navidades con un christmas aunque sea de la Unesco. Ya debieran ir entendiendo en el PSOE que la gente te sigue en Tweeter y se hace amiga tuya en Facebook según lo que tú hagas ahí, no según lo que pidas por carta.
Pero es igual. La misiva tiene más enjundia. Es una especie de palinodia a medias. Se reconoce que el momento es malo para todo el mundo, incluido el PSOE y se afirma que ello es debido a decisiones erróneas en el pasado. Pero no se dice que algunas de ellas las haya tomado el partido. Este está en la oposición por una conjunción de los astros, no porque haya hecho algo mal. Y, para salir de ella y volver a ser un partido de mayoría, el Secretario General tiene el detalle de dirigirse al militante en demanda de apoyo, básicamente consistente en cerrar filas en torno a la idea de que el PSOE tiene la alternativa, que el militante convenza a la gente de que el PSOE tiene la alternativa. Pero no dice cuál sea. Por otro lado, también afirma que es su voluntad escuchar al militante, incluso hace hincapié y singulariza a cada destinatario con una interpelación directa, "tú", "a ti", viejo truco de la publicidad comercial, involucrar personalmente al potencial comprador. Casi da la impresión de que, aun por carta de papel, Rubalcaba esté en la onda de la web 2.0, dispuesto, en efecto, a interaccionar con la militancia, a escucharla, responderle, preguntarle, etc. y así formular una alternativa. Porque lo cierto es que, hoy por hoy, no la tiene y por eso se dirige a la militancia, se diría, en demanda de ideas.
Pero son solamente apariencias. El secreto de la misiva está en su última frase, la de la despedida: Y, si así lo quieres, tú serás el mejor altavoz para nuestro mensaje. Hay un mensaje y la carta llama a los militantes a ser altavoces. Sí, sí, en efecto, altavoces de una conversación que están iniciando. Pero altavoces.
Política 1.0.
No creo en absoluto que, como dicen algunos, Rubalcaba esté valiéndose de esto de la regeneración para soslayar el necesario debate sobre su liderazgo y su sustitución. En absoluto. Estoy convencido de que hace lo que cree que es mejor para su partido. Pero ese debate tiene que producirse. El PSOE tiene un problema de liderazgo muy fuerte. La bajísima valoración popular de Rubalcaba (inferior, mirabile dictu a la de Rajoy) la enorme cantidad de ciudadanos que desconfía de él, superior a la de Rajoy, también asombroso, lo deja clarísimo.
No es una cuestión de opinión. Es un hecho.
(La imagen es una foto de Rubalcaba 38, bajo licencia Creative Commons).