Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris Terrorismo.. Mostrar tots els missatges
Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris Terrorismo.. Mostrar tots els missatges

dimarts, 19 d’abril del 2011

La revolución necesita dinero.

El movimiento izquierdista de los sesenta desembocó en los setenta en un debate sobre si seguir hablando, teorizando, predicando o pasar a la acción directa mediante la lucha armada. Y se constituyeron grupos que recurrieron a los atentados y asesinatos, al terrorismo en suma. Los más eficaces, por más sanguinarios, los alemanes de la Rote Armee Fraktion, los menos los españoles del FRAP y entre medias los italianos de las Brigate Rosse.

Empezar los tiros y acabarse el debate fue todo uno. La guerra de guerrillas es una guerra especial pero guerra al fin y al cabo, cuya máxima primera y última es que las órdenes del mando se obedecen ciegamente. Lo que resulta una posición pintoresca para quienes habían comenzado su peripecia vital invocando la razón crítica. La cosa empezó con una motivación política y terminó con una militar. Entre medias todas las contradicciones teóricas en que nada siempre la izquierda revolucionaria en sociedades que no siguen sus consignas.

El caso del mítico Carlos, que analiza esta larguísima peli de Olivier Assayas, es uno de los más característicos. Por cierto originalmente la peli tenía unas cinco horas y media y la han dejado reducida a algo menos de tres a costa de pegarle tales cortes que la cinta queda descompensada entre una primera parte de acción trepidante que culmina con el secuestro de los delegados de la OPEP en Viena en 1975 y una segunda en la que Carlos únicamente lucha por su supervivencia en un mundo enrevesado de servicios secretos del Oriente próximo, traiciones de gobiernos a gobiernos, entrenamientos en desiertos apartados, maquinaciones, planes y contraplanes y la participación de los países socialistas en el contexto de la guerra fría.

Da la impresión de que Assayas cree que Carlos no es un típico radical de los sesenta, con un empacho de ideología revolucionaria que da el paso a la acción armada por convicción, sino que desde el principio se trató de un pistolero mercenario dispuesto a trabajar para quien fuese siempre que le pagaran. De hecho en varias ocasiones contrapone su figura con la de los terroristas alemanes que también se refugian y adiestran en el Yemen y están movidos por una especie de fe religiosa que no es el caso de Carlos. Por cierto que algunos personajes y escenas de estas secuencias parecen extraídas de otro fracaso cinematográfico, Der RAF Komplex, de Uli Edel. Y no consta que el propio Carlos, que cumple condena en Francia, vaya aclarar este extremo aunque se dice que la peli no le ha gustado. Como no gustará probablemente a los demás retratados. El cine es una potente máquina de propagación de ideología pero es muy malo analizándola o criticándola.

La tesis del mercenariado es verosímil, aunque haya al principio una especie de conato de debate ideológico entre Carlos y una de sus novias que resulta bastante tosco, como a la altura teórica de las cosas de Marta Harnecker. Además deja sin explicar un hecho importante: un pistolero con ganas de hacer fortuna siempre estará mejor en algún servicio secreto occidental, de esos que son pilares de la civilización cristiana, la CIA, el MI15, la DST, y que utilizan todo tipo de criminales para hacer el trabajo sucio, que enmarañado en esos grupos de integristas musulmanes en los que nadie parece fiarse de nadie y que tampoco son mejores desde un punto de vista moral y, desde luego, con menos medios. En realidad Assayas los presenta como mafias.

En todo caso, si de desmitificar la figura de Carlos se trataba no hubiera merecido la pena un film tan largo. Más interés, entiendo, presenta el contexto de las relaciones entre los servicios secretos y las organizaciones terroristas musulmanas primero durante la guerra fría y después, en los tiempos del llamado dividendo de la paz. Pero eso es lo que aparece cercenado en la peli. Razón por la cual ésta pierde su atractivo.

dimecres, 13 d’abril del 2011

La dinamita y los locos.

Unos presuntos etarras tratan de abrirse camino en Francia a tiros. Ahora deben estar cantándolo todo porque poco después, a otros tales presuntos se les ha requisado un almacen de explosivos de magnitudes colosales. Con esos 850 kilos se podría volar, ¡qué se yo! ¿Cuelgamuros? ¿La plaza de toros de Las Ventas? No tengo ni idea pero supongo que mucho. ETA debe de estar en las últimas y estos quizá sean estertores de agonía. Aun así son muy peligrosos.

La situación tiene pinta de ser extrema. La izquierda abertzale va a acabar condenando a ETA si teme que ésta haga una barbaridad cuando menos se espere. Es verdad que está en alto el fuego. Pero todo el mundo sabe que ETA respeta tanto sus altos el fuego como al Rey Borbón al que ha querido asesinar. En estas condiciones no es de rechazar la idea de que quiera reventar la integración de la izquiera abertzale en las instituciones con algún atentado. Y eso ya dejaría sin margen de maniobra a la tal izquierda que tendría, por fin, que declararse contraria a la violencia etarra pasada, presenta y futura.

El fin de ETA quizá sea una de las más importantes noticias en España, si no la más importante, aplaudida por casi todos los españoles y la gran mayoría de los vascos. Y ese fin de ETA se producirá por la sola acción policial y judicial, sin negociación política alguna. Pero, mientras esto no suceda, ETA sigue siendo un peligro público y todo cuanto se haga por combatirlo será poco. En estas circunstancias resulta cosa de locos que la oposición obstaculice la labor del Gobierno de múltiples maneras que evidencian una ruptura de hecho del pacto antiterrorista, justo lo que más puede beneficiar al terrorismo. Esas manifestaciones acusando a grito pelado al Gobierno de hacer lo contrario de lo que está haciendo (esto es, combatir a ETA) valen tanto como la mala fe de mantener imputados a policías de la lucha antiterrorista con triquiñuelas de rábula. Con todo, eso es sólo una parte del cerco de la derecha al Gobierno. Por ejemplo, Mayor Oreja lleva años deslegitimando la acción de las autoridades con una afirmación en cuyo apoyo jamás ha presentado una prueba: que el Gobierno está negociando con ETA. Por cierto que lo más divertido de este infundio es el bovino aplomo con que Mayor lo repite una y otra vez, casi siempre con las mismas palabras. Una especie de jaculatoria cuyo contacto con la realidad es imaginario. Porque si el resultado por ahora de la negociación es el decomiso de casi una tonelada de explosivo y la detención de cuatro presuntos asesinos es patente que lo más caritativo que puede decirse de Mayor Oreja es que no sabe lo que dice.

La imagen de unos fanáticos, unos locos, manejando casi una tonelada de explosivo mete miedo. Pero también lo mete la de otros locos no menos fanáticos que el sábado pasado pedían que se encarcelara al ministro del Interior que ha puesto a ETA contra las cuerdas y al que sus otros enemigos, los de la izquierda transformadora llaman RuGALcaba. Hay mucha dinamita y mucho loco suelto.

(La primera imagen está en el dominio público, la otra es una foto de europeanpeoplesparty, bajo licencia de Creative Commons).




diumenge, 10 d’abril del 2011

Para variar: contra el Gobierno.

Estas broncas manifas de la derecha contra el gobierno de Zapatero y contra el mismo Zapatero forman parte periódica del guión de actividades del PP y sus circos mediáticos y sociales. Sabedor de que todo en nuestro mundo es espectáculo, el PP los monta valiéndose de los más diversos motivos (hoy las víctimas, mañana la familia, pasado el honor de los Prizzi o de España, tanto da) para calentar el ambiente, salir en los medios, muchos de ellos suyos, y animar a su tropa insultando al Gobierno. Si de aquí al verano no hay otra por el mismo motivo o una en contra del aborto, que suele tener idéntica finalidad, el vacío se compensará con esa jornada internacional de la juventud, magna jamboree que tiene preparada la escuadra eclesiástica de los conservadores. Con ella piensa Rouco, hombre más del PP que de la Iglesia, recibir a SS el Papa de Roma, quien raro será si no viene mascullando algo en contra del Gobierno y la ola de materialismo, sensualismo, relativismo y ateísmo que invade la sociedad española, antaño tan hija de Cristo.

De lo que menos se habla -y berrea- en las manifestaciones por las víctimas del terrorismo es de las víctimas. En la de ayer, apenas unos gritos en contra de ETA y en cambio un vocinglerío en contra del Gobierno, de Zapatero -cuya dimisión se pidió en todos los tonos de la España nacional- y de Rubalcaba a quien se quiere ver en comisaría detenido por traidor.

En ese clima el señor González Pons, devoto asistente al tumulto sabatino, junto a los dirigentes del PP, dice que echa de menos la presencia de Zapatero, Rubalcaba y Chacón al lado de las víctimas. En verdad que este hombre es un caso clínico, una tan insólita mezcla de cinismo y estupidez no es frecuente entre los políticos de la derecha española; ni siquiera de la valenciana. Tan ausente estaba Zapatero como Rajoy o Aznar, quien no suele perder una ocasión de soltar algún desprecio, alguna maldad, pero sólo echa de menos a Zapatero cuando debía hacerlo con Rajoy que es con quien más trata. Pero, sobre todo, ¿realmente cree que Zapatero debe ir a una manifa convocada contra él, a que lo insulten y, seguramente, intenten agredirle como hicieron con Bono hace unos años y siendo éste ministro? Es imposible que tanta majadería sea inocente. Tiene su punto de provocación.

La derecha se apodera de las víctimas que, en el fondo, no le importan nada si no puede instrumentalizarlas (como se ve en el caso de las que representa Pilar Manjón), igual que se apodera de la bandera española, de la actual y de la de Franco -que es la más suya- pues las dos estaban ayer presentes. Se apodera de todo lo que pueda venirle bien a su fin que es conseguir que el Gobierno se vaya para auparse a su vez. Lástima que haya de haber unas elecciones por medio y a ellas vaya a llegar la derecha en una situación muy distinta a la de ahora, embriagada como está de victoria. Por eso altera lo que puede la vida cotidiana, instrumentaliza a los muertos, a los vivos, a los por nacer, organiza alborotos callejeros y trata de dar la impresión de inestabilidad, debilidad gubernamental, incluso a costa de los intereses de España. Cree justificar su desesperado intento de adelantar las elecciones siendo así que su único fin es impedir que se produzca el fin definitivo de ETA y el comienzo de la recuperación de la crisis económica bajo mandato socialista.

El PP es un partido muy patriótico.

dijous, 31 de març del 2011

Aznar dice que el Gobierno miente. Aznar.

"Aznar es un cretino"


Este reencuentro de los dos viejos amigos de conspiración de los años 90 tiene algo de Sunset Boulevard o el ocaso de los dioses. Está, al parecer, en alguna de esas emisoras de TDT cuyas licencias distribuyó Esperanza Aguirre entre sus incondicionales. Uno de ellos, El Mundo. El empeño de este diario, megáfono de su director, por derribar el gobierno socialista con una especie de recrudescencia de los GAL es una muestra patente del espíritu contumaz y de lo arraigado de las creencias en la receta de la abuela.

No obstante, el asunto puede pasar. El Mundo es una empresa, tiene que vender su producto y la sabiduría convencional desaconseja cambiar algo de lo que está vendiéndose bien. Lo que ya no es tan comprensible es que la mímesis de la situación aconseje repetir los personajes porque ya no son ellos. Igual que Norma Desmond no conseguirá ser la Norma Desmond de sus días de gloria en Sunset Boulevard, el Aznar de hoy ya no es aquel relativamente joven político que venía con las "manos limpias", que era el "hombre normal". Ahora tiene una historia detrás. No solamente un gesto, tiene una trayectoria. De acuerdo con ella, ¿a quién se le ocurre que Aznar pueda acusar al Gobierno de mentir? ¿Qué valor puede tener eso en boca de un hombre que mintió dos veces y además lo hizo de forma pública y las dos, soberbia infinita, pretendiendo engañar al mundo entero? En la primera afirmó que en el Irak había armas de destrucción masiva sabiendo que era falso o cuando menos a él no le constaba. En la segunda sostuvo contra viento y marea la autoría de ETA en el atentado del 11-M no solamente sabiendo que era falsa sino intentando imponer la falsedad por medios oficiales. ¿Por qué acusa a los demás de mentir este mendaz sujeto? Por eso, porque es un mentiroso compulsivo y no puede dejar de mentir.

La única justificación que se me ocurre para prestar atención a Aznar hablando de mentir es invocar la competencia técnica. Este mancebo de mentir sabe un montón. Es su especialidad. No ha hecho otra cosa en su vida. No concibe abrir la boca si no es para mentir. Por lo demás, esta murga de El Mundo en contra del gobierno de Zapatero no alcanza el grado flamígero que tuvo la del Felipismo. ¡Aquellos sí que fueron tiempos! Este gobierno, en cambio, resiste todo. Tiene garantizada la mayoría parlamentaria hasta el fin de la legislatura y, además para inmensa irritación de la derecha, goza del respaldo empresarial y financiero, como se ve escuchando a Botín y Rosell.

Dado que el Gobierno cuenta también con el apoyo reticente de los sindicatos, una hoja de servicios impresionante en materia de reformas llamadas "impopulares" y el respaldo de los demás gobiernos de la UE, el intento de derribarlo antes de tiempo está condenado al fracaso y deja al descubierto la finalidad de la oposición, que no es resolver los problemas sino instalarse en el poder. Y que para hacerlo se recurra a unos GAL zombies casi parece un chiste. Que en el momento en que ETA está en sus horas más bajas, quizá en trance de agonía, se quiera procesar al ministro del Interior que lo ha conseguido, igual que con los GAL cosecha vieja se encarceló a Barrionuevo, revela a las claras en dónde tiene cada cual puestos sus intereses. No se está diciendo que si, en el curso de una guerra, se cometen delitos no hayan de perseguirse judicialmente. De hecho, el caso Faisán está en los tribunales. Se trata de no valerse de las circunstancias de la lucha antiterrorista para beneficiarse electoralmente.

Para mayor encono, estos GAL fantasmagóricos tiene que convivir en atención mediática con la reaparición de la Gestapillo, del espionaje en la Comunidad de Madrid, presidida por la señora de los licencias. Un asunto que restará mucha visibilidad mediática a la resurrección de los GAL, si no por su importancia intrínseca, sí por la vía de su fondo de astracanada. La Gestapillo es presunta delincuencia de Mortadelo y Filemón. Pero es, y la señora Aguirre de las entretelas de El Mundo tendrá que explicar el motivo por el que espía a sus adversarios políticos con cargo a los fondos públicos, aparte de su maternal solicitud porque no anden en compañías peligrosas, como Pinocho.

No sé si El Mundo traerá información sobre el caso Gestapillo digna de tal nombre. Si lo hiciera a lo mejor parececía menos un tebeo de lo que parece.

dilluns, 28 de març del 2011

ETA y Libia.

La incapacidad de cierta izquierda (esa que se considera verdadera o transformadora sin que en treinta años haya conseguido transformar algo relevante como no sea su nombre) para calibrar objetivamente el resultado de sus propuestas solo es comparable a su afición a culpar a los demás de sus propios fracasos. En el asunto impropiamente llamado de la cuestión vasca dicha izquierda se ha opuesto a todo: a la Ley de Partidos Políticos, a las sucesivas ilegalizaciones de las sucesivas siglas de la izquierda abertzale, a las instrucciones del juez Garzón, a la última ilegalización de Sortu, a la exclusiva lucha policial y judicial contra ETA..., a todo. El mismo Palinuro lo ha hecho en alguna ocasión. Y siempre con dos argumentos: a) las medidas a las que se opone son contrarias al Estado de derecho y la democracia en España y b) sólo contribuirán a prolongar la violencia, el terrorismo, el sufrimiento.

El balance, sin embargo es al revés: a) el Estado de derecho y la democracia en España no están especialmente mal o, cuando menos, no peor que si las tales medidas no se hubieran tomado; y b) jamás hemos visto tan cercano el fin de ETA. ¿Servirá esto de algo? Probablemente no porque el discurso político es voluntarista y está vacunado contra el virus de la realidad.

Ahora, con el nuevo comunicado de ETA sobre la verificación internacional del alto el fuego, volverán a alzarse voces pidiendo que se haga caso a la banda, atacando la intransigencia de las autoridades españolas y llamando "fascistas" (o poco menos) a los sociatas españoles. Pero ¿cuál es la lectura de los últimos hechos? SORTU está ilegalizado y ETA, en lugar de romper la tregua unilateral y cometer algún atentado, emite otro comunicado. Sin embargo, las cosas no están mejor que hace veinte años: Euskal Herria sigue tan sometida a los Estados español y francés como antes; Navarra, por su cuenta; la autonomía de Euskadi cabe en un estatuto; la izquierda abertzale sigue fuera de las instituciones; ella misma, ETA, no levanta cabeza; y la Comunidad Autónoma Vasca está gobernada por una coalición de hecho de los dos partidos españolistas. Hace veinte años esto hubiera sido un rosario de bombas; ahora es un rosario de comunicados a cada cual más ovejuno, con un sonido que recuerda el adagio final de la Sinfonía del adiós de Haydn. ETA se deshace y al final sólo van a quedar el que da las órdenes y el concertino.

Cuando vea que no hay comisión ni verificación internacional, ETA tendrá que soltar otro comunicado más aporético aun: uno a medio camino entre la situación del momento y la que es inevitable, esto es, la entrega de las armas. A este deseable resultado la izquierda no habrá contribuido gran cosa, por no decir nada.

Pues no importa, está dispuesta a repetir el patinazo con la guerra de Libia. El domingo desempolvó los viejos carteles del ¡No a la guerra!, se echó bravamente a la calle... y se quedó sola. Es posible que esta guerra de Libia no despierte entusiasmos, no es frecuente que las guerras lo hagan. Pero no suscita oposición. La gente tiene más sentido común y flexibilidad que la izquierda. ¿No a la guerra? Bueno, depende, hay que pararse a pensar un poco y no tomarse el enunciado como un dogma. Porque hay guerras y guerras y no todas son iguales.

Una guerra por mandato de la ONU para librar a un pueblo de la vesania de un tirano dispuesto a masacrarlo no es lo mismo que otra a espaldas de la ONU y de pillaje para apropiarse los recursos de otro país. Eso es tan obvio que hasta la izquierda lo entiende, aunque no le guste reconocerlo. Ella cree tener una crítica, una objeción más poderosa: ese tirano demente era nuestro amigo y fiel aliado hasta ayer. ¿Con qué legitimidad moral le hacemos ahora la guerra? Obviamente, con toda. Tardía pero toda. De momento, aprovechemos la ocasión para derrocar al tirano y ver si se consigue que los libios se organicen autónomamente. Luego ya llegará el momento de señalar con el dedo a quienes se daban el pico con Gadafi.

Pues no señor: es ¡No a la guerra! sin más. Con esa absurda contundencia con que en cierta ocasión escuché a un izquierdista clamando que él, en las guerras, estaba siempre del lado del perdedor. Lo cual lo ponía del lado de los nazis en la segunda guerra mundial, un sitio extraño para uno de izquierda.

Lo que sucede es que en buena medida ese tremolar del ¡No a la guerra! viene bien para alimentar el gusanillo del principio de la identidad propia: cargar contra el PSOE por traidor, neoliberal, belicista, imperialista. En estas cosas se nota quién es la verdadera izquierda; en estas y en que no la apoya prácticamente nadie, cuestión que en una democracia tiene su aquel.

(La segunda imagen es una foto de B. R. Q., bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 8 de febrer del 2011

Batasuna, basta una.

Entre las peores experiencias de la humanidad se cuenta comprobar cómo, llegados los momentos finales de los conflictos más prolongados, enconados y crueles, se hace patente que no sirvieron para nada; que todo el sufrimiento y la muerte que ocasionaron se hubieran evitado si la obcecación y la soberbia hubieran dado paso a actitudes más dialogantes y civilizadas.

Reza lo anterior con la presentación pública de los estatutos del nuevo partido de la izquierda abertzale, Sortu, con el que aquella entierra el espíritu cómplice con el terrorismo de Batasuna y pasa por el aro de aceptar la legalidad democrática. Dicho aro se impuso a raíz de la Ley Orgánica de Partidos Políticos de 27 de junio de 2002. Casi diez años ha necesitado Batasuna para plegarse a lo inevitable. Y quizá no lo hubiera hecho de no haberse producido en 2009 la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que consideraba ajustada a derecho su ilegalización. Ese pronunciamiento plasmaba la derrota jurídica de sus pretensiones. La política se había producido mucho antes, cuando la existencia de partidos independentistas en otros lugares de España demostró que era posible defender todos los programas políticos de modo pacífico.

Pasar por el aro significa acatar y cumplir la Ley de Partidos Políticos y la jurisprudencia del Tribunal Supremo que la interpreta, como hacen estos estatutos; significa incorporar a su texto al pie de la letra el famoso artículo 9 de dicha ley, cosa que también hacen. Un criterio picajoso podría decir que el texto que se presenta al registro de partidos políticos no "condena" taxativamente la violencia de ETA. En efecto, los estatutos la "rechazan". Pero es que la Ley de Partidos, si no estoy equivocado, no habla de condenar y la jurisprudencia del Supremo considera sinónimos el rechazo y la condena. Lo importante es que se rechace específicamente a ETA, que se rompa con ella; y así se hace.

En principio las condiciones impuestas por legisladores y jueces se cumplen y debiera proceder la inscripción del nuevo partido. Es cierto que éste ha escogido la opción más débil de la alternativa que planteaba Rubalcaba con el último comunicado de ETA: o ETA desaparece o Batasuna condena la violencia etarra. Rechaza, más que condena, pero eso forma parte de la retórica al uso para consumo de fieles. Igual que oponerse a toda clase de violencia, acordarse de todas las víctimas de todas las violencias sufridas en el País Vasco, aceptar los principios de Mitchell o decir con desfachatez que ese pasar por el aro se hace dentro de la reflexión estratégica de la izquierda abertzale. Música celestial de tiempos pasados.

El Gobierno parece no fiarse y hace bien cuenta habida de la larga historia de chanchullos de unas gentes empeñadas en incumplir la ley que ampara las instituciones en las que pretenden estar presentes. Por tanto anuncia que remitirá el expediente del registro a la sala especial del Tribunal Supremo. Normalmente no es bueno endilgar a los jueces los conflictos políticos pero es que, en este caso, el conflicto político está ya resuelto y Sortu plantea la cuestión en un terreno puramente jurídico y judicial. Ahí debe tener la respuesta: que decidan los jueces.

Está claro que la izquierda abertzale ha hecho más que nunca por conseguir un pronunciamiento favorable pues le va en ella la supervivencia. Eso es bueno, pero no justificaría que se le diera ventaja alguna. La ley debe aplicarse y los jueces deben decidir sin favoritismos y sin inquinas.

Sin inquinas. La derecha está ya encrespada y en pie de guerra contra la posibilidad de ver a la izquierda abertzale en las instituciones y ya ha tronado el habitual cañón giratorio de González Pons sosteniendo que legalizar Batasuna sería como si los aliados pactaran con los nazis al entrar en Berlín, lo que demuestra en qué términos bélicos ve el asunto el PP. El ejemplo hubiera estado más propio si hablara de un pacto de Franco con los republicanos al entrar en Madrid fusilando a mansalva. Mismo espíritu, misma saña. Pero esa actitud no puede llevar a las fuerzas democráticas a estrechar el aro e imponer condiciones antes inexistentes a Sortu porque eso es contrario a derecho y, además, rompería la unidad de esas fuerzas democráticas.

La democracia es un régimen de respeto a la ley que no puede ser retroactiva, ni confusa, ni moldeable a capricho de intereses políticos. Por supuesto cabe la posibilidad de que la izquierda abertzale, como ha hecho otras veces, juegue sucio con las instituciones. Pero para eso ha arbitrado ya respuesta el Tribunal Supremo al especificar las causas de incompatibilidad sobrevenida de los cargos electos. Supongamos que hubiera un atentado de ETA dentro de unos meses, cosa improbable pero no imposible. Los diputados de Sortu tendrían que condenarlo/rechazarlo expresamente o perderían sus actas.

La cuestión política está clara; si también lo está la jurídica, a reserva de lo que dictaminen los jueces, el nuevo partido podrá registrarse y presentarse a las elecciones. Para entonces serán muy de oír las imprecaciones de la derecha contra el Gobierno; pero también puede ser el momento en que ETA, falta de espacio vital, decida disolverse y entregar las armas.

(La imagen es una foto de Diotime, que se encuentra en el dominio público, vía Wikimedia commons).

dimarts, 11 de gener del 2011

Un comunicado inútil.

Habitualmente los comunicados de ETA eran unos textos farragosos, llenos de doctrina antediluviana y memeces fantasiosas para consumo de sus incondicionales que nunca se caracterizaron por su capacidad crítica. Pero cuando menos tenían ilación. Eran aburridos, pretenciosos y delirantes, pero guardaban cierta conexión de sentido. El de ayer, no. Es breve, sí, (primera muestra de que algo no va ya en esa gárrula banda), lo que es de agradecer, pero carece de sentido lo que prueba que, sometida a multitud de presiones, en especial las muy timoratas de sus agentes civiles y queriendo contentar a todos, esto es a Batasuna, a los mediadores internacionales, a los presos y a sus propias bases, al final ha hecho una declaración que no sirve para nada.

El texto reparte órdenes e impone tareas a todo el mundo, dice cómo ha de ser el proceso en el País Vasco, qué deben hacer los Estados español y francés (y qué no hacer), qué objetivos han de cumplirse (territorialidad y autodeterminación, es decir, el cien por cien de su programa), quién debe hablar en el País Vasco y quién no y hasta cómo debe ser el futuro. Lo gracioso es que si antes ETA pretendía alcanzar esos fines a tiro limpio, ahora dice que quiere alcanzarlos sin pegarlos. ¿No entiende que, si con los tiros no consiguió nada, sin tiros será menos que nada lo que consiga?

Obviamente lo entiende, pero lanza la cosa por si cuela ya que si no pega tiros y asesina no es porque no quiera sino porque no puede, y por si el Estado democrático baja la guardia, sus alevines políticos pueden presentarse a las elecciones, obtienen alguna tajadilla de poder y las cosas vuelven a la normalidad. Por normalidad se entiende que los partidarios de asesinar a la gente indefensa y por la espalda digan que España no es una democracia y que, en cambio, la banda de asesinos sí lo es. Así dicho, esto puede parecer demencial pero es que en el entorno de la banda terrorista y la izquierda abertzale hay mucho demente. El párrafo nuclear de la declaración, que ayer comentaba Palinuro en una actualización del post, el que contiene esa trampa para hipopótamos es: ETA ha decidido declarar un alto el fuego permanente y de carácter general, que puede ser verificado por la comunidad internacional. Este es el compromiso firme de ETA con un proceso de solución definitivo y con el final de la lucha armada. Ahí están todas las falacias de este comunicado que nadie con sentido común puede aceptar.

Dice ETA que acepta una "verificación internacional" del alto el fuego. Pero ¿para qué queremos eso? Para verificar un alto el fuego que consiste sólo en que las armas dejan de disparar basta con tener oídos y levantar acta de que no hay disparos. Pero los terroristas siguen con las armas y, obviamente, se reservan el derecho a volver a utilizarlas cuando lo estimen conveniente; es decir pretenden que la gente tome la amenaza de unos asesinos como el alborear de la paz.

Habla ETA de su "compromiso" con el "final de la confrontación armada", como si esta confontación fuera un terremoto, una inundación o alguna catástrofe natural y no el resultado de una decisión unilateral de ETA y a la que sólo ETA puede poner fin y si no lo hace es porque no quiere.

En resumen el comunicado de ayer no sirve para nada, como ya le ha dicho a la banda todo el mundo en el país, desde el gobierno a los independentistas catalanes, pasando por la oposición de derechas, la de izquierdas, las víctimas y hasta los nacionalistas vascos, los que no asesinan ni simpatizan con los asesinos. Sólo queda Batasuna, la voz de su amo que con su habitual clarividencia ha vuelto a caer en la trampa que le tiende su soberbia, simulando que ese jesuítico comunicado es un nuevo "marco histórico", nada menos y que abre no sé cuántas puertas cuando lo que está claro es que no abre ninguna ni siquiera la de las elecciones muncipales a Batasuna a la que, por lo demás, el comunicado desprecia ignorándola.

¿Cómo va a participar en las elecciones Batasuna si, con esta interpretación del comunicado que no comparte con nadie más en España demuestra que sigue hablando al dictado de los asesinos y tratando de engañar al resto del país?

Como le ha dicho ya todo el mundo a la banda y a sus admiradores, el único comunicado de ETA que será eficaz sera el que anuncie no su compromiso con el fin de la confrontación sino el fin de la confrontación armada que sólo depende de ella; no un "alto el fuego" blab, bla, bla sino la entrega de las armas definitiva e irrevocable.

Al paso que van las cosas, mañana este comunicado parecerá del tiempo de las guerras carlistas a cuyo mundo, en el fondo, pertenece.

(La imagen es una foto de www_ukberri_net, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 10 de gener del 2011

ETA al final de la escapada.

Quiere la rumorología que estemos esperando de un momento a otro un comunicado de ETA en el que diga que deja las armas para siempre, que lo hace de modo verificable y que no reclama contrapartidas políticas de ningún tipo. La cuestión es: ahora ¿qué?

Ahora, nada. El Estado de derecho ha vencido y comienza el proceso de normalización del País Vasco. Un proceso de duración indefinida; meses, años. No lo sabe nadie.

Ignoro si alguna vez hubo una posibilidad de un fin distinto y plantearlo ahora es ocioso; porque, si la hubo, los mismos etarras se encargaron de volarla con aquella bomba de la T4 en 2006. Con ella ETA cerró toda vía para un final pactado e inició una huida hacia delante, una escapada que ahora termina en lo que, al parecer, es inminente: el anuncio de su derrota.

La noticia, de producirse, es excelente para todo el mundo y habrá que celebrarlo. Se termina uno de los más graves problemas (si no el más grave) para la democracia española que ahora será plena en todo el Estado. Tarde o temprano acabará el estado de excepción material que vive el País Vasco. La izquierda abertzale volverá a las instituciones y todo juicio acerca de cómo se dibujará allí la política es ahora temerario. Y no sólo en el País Vasco. Se abre un periodo en que cabe esperar una revitalización de un espíritu similar al de Galeuzca, debidamente actualizado, supongo. Veo a los catalanistas animando a los galleguistas a pedir de consuno sendos conciertos. España sigue tan indefinida como siempre.

Hay dos invitados a esta fiesta de triunfo de la democracia que están en ella a regañadientes: la derecha del PP y cierta izquierda española radical que simpatiza con el independentismo vasco. La primera, cuya tendencia es interpretarlo todo en un cálculo de costes/beneficios electorales cree que es un fastidio que los etarras se entreguen a un gobierno socialista que, en su opinión (puesto que es lo que ella haría) capitalizará la entrega electoralmente. Por ello es probable que ponga todos los obstáculos que pueda a la normalización política vasca, por ejemplo, tratando de impedir que la izquierda abertzale participe en la vida democrática imponiendo condiciones imposibles o absurdas.

Los otros invitados a la fiesta, diversas izquierdas españolas (y supongo que vascas, pero no estoy seguro) ven el fin del terrorismo como una derrota: el fin de la violencia y de la lucha armada como vía revolucionaria. En realidad éstas ya fueron un disparate cuando prendieron en Europa en los años sesenta, con la radicalización política del continente y el prestigio de las luchas armadas del Tercer Mundo, tanto en forma movimientos de liberación nacional (estilo FLN argelino) como de procesos revolucionarios marxistas (estilo Tupamaros en el Uruguay), que inspiraron muchos intentos en Europa en aquellos años: ETA (en la senda de los Frentes de Liberación), la Fracción del Ejército Rojo en Alemania, o el Ejército Rojo Japonés. El disparate consistía en trasladar a sociedades industriales desarrolladas modelos de lucha armada del Tercer Mundo.

ETA es el último bastión de los años sesenta.


Espero que todo lo anterior no sea un mero wishful thinking. Que la situación se normalice y que pueda volver a hablarse de todo. Aunque, como está la la derecha furiosa, eso de hablar puede convertirse en ocupación de alto riesgo. Los que hablen mucho corren el peligro de que venga uno de esos "jovenes inestables", alimentado con un pienso compuesto de odio, agresividad, demagogia, xenofobia, clericalismo, autoritarismo y otros ismos también temibles y haga una barbaridad. No se olvide que la política es la continuación de la guerra por otros medios.


Actualización a las 15:00. ETA ha publicado el comunicado de que se habla aquí, pero vuelve a ser una declaración decepcionante por la insufiencia de las intenciones, lo alambicado y retorcido de las palabras y la indefinición del compromiso. De todo el comunicado el único párrafo interesante es éste: ETA ha decidido declarar un alto el fuego permanente y de carácter general, que puede ser verificado por la comunidad internacional. Este es el compromiso firme de ETA con un proceso de solución definitivo y con el final de la lucha armada. Como siempre, ambigüedad, zorrería y creencia en que los demás son tontos y no ven las trampas. Porque ¿qué quiere decir que un alto el fuego sea verificable? Estaría bueno. Para verificar un alto el fuego basta con tener oídos y no escuchar disparos. Para eso no hace falta la comunidad internacional. Puede haber alto el fuego y callar las armas, pero estas siguen empuñadas y apuntando. Lo que tiene que ser verificable es la entrega de las armas. Lo demás son monsergas jesuíticas muy propias de la banda. Sobre esto más mañana en Palinuro.



FUERA HUMOS Y FUERA RUIDOS

Esa ley contra el consumo de tabaco en público está muy bien. A ver si conseguimos acabar con esta hispánica costumbre de echar el humo al vecino en el café. Los fumadores tendrán que acostumbrarse a que, por encima de su placer, están los derechos de los demás a no respirar sus miasmas. Que fumen en donde les está permitido. Y que se den con un canto en los dientes que se les permite. Los fumadores de marihuana o hachís no tienen sitios. Y tan droga es uno como los otros.

Ahora hay que ir por la otra plaga de la convivencia nacional: el ruido. Palinuro está harto de sostener que la contaminación acústica es tan odiosa y delictiva como todas las demás, con el inconveniente añadido de que sus efectos perniciosos se padecen al instante, no sólo en el futuro: aquí y ahora, además del futuro. Los lectores pueden hacerse a la idea (si es que lo necesitan) de lo que es convivir con el ruido insoportable causado por gente sin escrúpulos visitando el vídeo del enlace, que se titula Cinco años de tortura.

(La primera imagen es una foto de Indymedia Barcelona en el dominio público. La es una foto de Rarebeasts, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 25 de novembre del 2009

Sin respiro.

Ayer hubo una operación policial en el País Vasco y Navarra por la que se detuvo a una treintena de personas acusadas de pertenecer a la organización Segi, declarada ilegal por terrorista por el Tribunal Supremo en 2007. Se trata de la organización juvenil que ha venido sirviendo de centro de reclutamiento de terroristas de ETA y que ha sucedido a las también ilegalizadas Haika y Jarrai, igualmente organizaciones de jóvenes cachorros dedicadas a dar apoyo a ETA y organizar actos de violencia callejera, de kale borroka para ir animando el cotarro.

Aparte de que varios de los detenidos muestran ya meritorios CVs de terroristas en ciernes al haber sido detenidos en otras ocasiones por cometer actos de vandalismo, destrozar instalaciones callejeras, asaltar ayuntamientos y colaborar de otras mil formas a fomentar la convivencia educada en el País Vasco, en esta ocasión las fuerzas de seguridad del Estado han recogido abundante material para organizar atentados o actos de violencia callejera así como para labores de identificación y seguimiento de personas que luego se pondría al servicio de la banda de asesinos para cometer atentados.

Es decir, las fuerzas de seguridad del Estado han realizado una gran operación bajo órdenes del juez Grande Marlaska para, según dice hoy la prensa, "descabezar la organización juvenil de Batasuna". Pero eso es la forma gráfica de poner una noticia que tiene lecturas muy provechosas y que conviene singularizar:

  • prosigue la actividad judicial y policial contra ETA a base de atacar a sus fuentes de reclutamiento, de financiación, de colaboración y amparo en función de la doctrina garzoniana de luchar contra el terrorismo atacando sus anclajes sociales del más diverso tipo;
  • se restringen más las zonas de impunidad del terrorismo en esos grises órdenes de capilaridad social que eran frecuentes en la vida diaria del País Vsco gracias la sistemática inhibición del PNV cuando estaba en el poder;
  • la acción de la policía es independiente de la actual situación de debate interno en la izquierda abertzale acerca de si condena o no, abandona o no, la violencia como método de acción política. Seguramnte es bueno que haya ese debate y sería aun mejor que lo ganaran los sectores más razonables, pero ello no puede ser excusa para condicionar la acción de la policía;
  • es un golpe preventivo en la lucha contra el terrorismo y por la ampliación de los márgenes de libertad y seguridad que se van dando en el País Vasco, gracias a la política nada connivente con el terrorismo del nuevo Gobierno españolista del PSE con apoyo del PP;

  • el diario Gara, que presenta la acción policial como una operación de castigo contra los jóvenes de la izquierda abertzale, insiste en que las detenciones se han producido bajo meras sospechas, sin material probatorio alguno y, es de suponer, como parte de la política de acoso de las autoridades a ese idílico e indefinido mundo de la llamada "izquierda abertzales". Sin embargo las solas acusaciones de asociación ilícita e integración en banda armada, sobre todo tratándose de terrorismo, ya son suficientes para justificar la acción de la policía y felicitarla por ella

Este tipo de acciones que siegan la hierba bajo los pies de los colaboradores y cómplices de los terroristas de ETA son la garantía misma de que los derechos y libertades constitucionales en el País Vasco no son papel mojado.

((La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 15 de novembre del 2009

Batasuna erre que erre que erre que erre.

Con su partido ilegalizado, con sus diversos sosias, franquicias, camuflajes y reclamos también ilegalizados y prohibidos, con sus dirigentes entre rejas, después de haber intentado engañar a todo el mundo por enésima vez, los de Batasuna, inasequibles al desaliento, vuelven a la carga valiéndose de una patraña que ni siquiera es nueva, expuesta ayer al mismo tiempo en Altsasu y en Venecia en una Conferencia sobre procesos de paz y resolución de conflictos en donde doña Jone Goiricelaia (una de los pocos dirigentes de la izquierda abertzale todavía en libertad) ha leído una propuesta de siete puntos para volver a abrir un proceso de negociación con vistas a liarla de nuevo. Esta vez se les ha ocurrido que podrían aplicarse en España los puntos que el senador Mitchell hizo valer en Irlanda del Norte para acabar allí con el conflicto. Naturalmente ni media palabra acerca de la circunstancia, para ellos baladí, de que entre Irlanda del Norte y el País Vasco toda coincidencia sea mera casualidad. Allí había dos facciones sectarias combatiéndose a muerte mientras que en el País Vasco se trata de una manga de criminales dedicados a extorsionar, secuestrar y asesinar ciudadanos pacíficos con el apoyo, la colaboración y la ayuda de quienes ahora tanto dicen querer solucionar el "conflicto" (que ellos mismos han creado) por medios pacíficos.

Para hacer digerible el invento se han traído a media docena de badulaques a ver si dan verosimilitud a su nuevo intento de engaño. La medida de la solvencia intelectual de estos mancebos la dan las palabras de uno de ellos, Brian Currin, abogado sudafricano mediador en todo tipo de conflictos: "Esto es solo el principio. Yo espero que ETA dé la bienvenida a la declaración, y si Madrid libera a los presos, no veo porqué ETA no debería declarar un alto el fuego definitivo". Han leído Vds. bien: "Madrid" libera a los presos, como si "Madrid" fuera el mítico ente fabulado por el nacionalismo para justificarse, algo parecido a la hidra de Lerna o el jabalí de Erimanto, y como si "los presos" fueran rehenes de una banda mafiosa y no asesinos y delincuentes cumpliendo condena en establecimientos penitenciarios tras haber sido juzgados por tribunales de justicia con todas las garantías de un Estado de derecho.

Tanto en Altsasu como en Venecia la organización repite las mentiras del mitin de Anoeta (el que dio paso al proceso de paz de 2004 que ETA reventó de un bombazo en la T4 de Barajas asesinando de paso a dos personas) afirmando, cómo no, que ahora va en serio, que va de verdad, pero sin condenar la violencia ni separarse un milímetro de la tutela de los pistoleros que probablemente sean quienes los han impulsado a hacer la propuesta a ver si se consigue algo y Batasuna o alguna de sus tapaderas puede presentarse a las elecciones municipales del año que viene y pilla algo de poder y de pasta para seguir asesinando en nombre de la liberación del pueblo vasco.

No imagino que nadie en España, sea autoridad o mendigo, hacedor de opinión o mercader de influencias, plumilla de prensa o lector de hojitas parroquiales, preste la menor atención al nuevo montaje que ya estaban preparando estos mendas cuando el juez Garzón decidió hace unos días poner a buen recaudo a sus cabezas dizque pensantes. Tengo entendido que ni siquiera los de PNV, especializados en darles cuartel, bolilla y asiento en sus funciones, van a concederles el menor crédito en esta ocasión. Hasta ellos mismos están tan convencidos de que no conseguirán nada que, curándose en salud, uno de los suyos que no debe de ser estrictamente imbécil ha publicado un artículo en Gara titulado Descubierta la jugada: caminan hacia una paz trampa en el que ya se dice a sí mismo lo que el resto de la sociedad le diría caso de tomarse medio en serio este último alambicado intento de engañar a la gente de buena voluntad para permitir que los pistoleros vuelvan a asesinar.

Parece mentira que no se den cuenta de que todo Dios les ha cogido la medida; que son los únicos en no comprender que, cuanto más complicadas sean sus propuestas (puntos, proclamas, escenarios aquí y en el extrajero, movilización de figurones, etc) más hiede el asunto a mentira y patraña. Porque si de verdad quieren acabar con esta situación y hacer política en defensa de la independencia del País Vasco basta con tres medidas que se toman en media hora en la pausa del café de la mañana:

1ª: ETA deja las armas definitivamente.

2ª: Batasuna condena inequívocamente la violencia.

3ª: la izquierda abertzale se organiza en un partido que respete la vigente ley de partidos.

Y ya está, sin necesidad de más escenificaciones y contubernios.

Mientras eso no suceda, como quien oye llover. Que engañen a los suyos, cosa que no les es difícil.

(La imagen es una foto de www.ukberri.net, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 26 d’octubre del 2009

El infierno del Irak.

A diez meses de que se retiren definitivamente los gringos del Irak, dos después de que haya comenzado la evacuación de las tropas de las ciudades y a tres meses de las próximas elecciones, la situación en el país empeora por días y vuelve a ser el caos de atentados, destrucción, asesinatos, secuestros, robos, violaciones que ha sido en estos últimos seis años, desde que tres desaprensivos que deberían estar pagando por su culpa, decidieran en las Azores (con la complacencia del untoso señor Barroso, hoy presidente de la resbalosa Comisión europea) que podían invadir y saquear tranquilamente un país a más de diez mil kilómetros de distancia, masacrar a sus ciudadanos, torturar a sus combatientes, violar a su mujeres y demás gratas consecuencias de una guerra de rapiña; que todo eso salía gratis y que se podía presentar al mundo no como la salvajada que era para enriquecer a cuatro sinvergüenzas y para satisfacer el primitivo anhelo de venganza del señor Bush, sino la llegada de la democracia a un soleado país en el que hasta entonces reinaba una odiosa dictadura.

Seis años después el Irak está en ruinas, sus riquezas expoliadas, su patrimonio histórico-artístico esquilmado, su población aniquilada, empobrecida, desplazada, el gobierno no controla el suelo que pisa (como prueban los dos coches bombas de ayer directos contra dos edificios oficiales), han muerto miles de soldados gringos y decenas de miles están heridos, mutilados o destruidos psicológicamente. Una ruina, un desastre, para el Irak, para los Estados Unidos, para el mundo entero.

Entre tanto, los tres sujetos que perpetraron la fechoría no solamente no se arrepienten y no se ocultan debajo de las piedras sino que alguno de ellos, como el señor Aznar, aun gallea por las universidades y gasta chirigotas sobre su mentira de las armas de destrucción masiva para causar este destrozo en los intereses de la humanidad entera.

Los Estados Unidos no pueden ganar esa guerra, como no ganaron la del Vietnam y si el señor Obama ha salido elegido presidente es porque traía un plan para sacar a los chicos de la ratonera desértica. Lo que no está claro es si el plan puede realizarse sin aumentar la catástrofe en que ya está el Irak. Supongo que no y que la retirada de los estadounidenses sumirá al país en un caos al estilo Somalia, con un retorno al estado hobbesiano de naturaleza.

¡Que cara paga la humanidad la codicia, la soberbia, la estupidez de sus gobernantes!

(La imagen es una foto de controlarms, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 20 d’octubre del 2009

A lo mejor se hace la razón.

Este comentario también podría titularse "A buenas horas, mangas verdes". Resulta que, según comunica con su cómica seriedad habitual el diario Gara, los de Batasuna andan en un proceso de reconsideración interna de estrategia y de autocrítica porque, al parecer, han caído por fin en la cuenta (o dicen que han caído pues con estos embusteros compulsivos toda precaución es poca) en que su tozuda actitud de invocar mantras democráticos manteniendo su supeditación y mensajería de los pistoleros no les ha reportado nada bueno sino, antes al contrario, desgracias, represión y, en último término, desprestigio y creciente irrelevancia social.

Por supuesto el periódico presenta la noticia como si el proceso de revision batasuno fuera, en parte, obra de la esclarecida mesa recientemente encarcelada por el juez Garzón y como prueba de que la decisión de encarcelarla obedece a la intención del gobierno español de torpedear el giro democrático de la izquierda abertzale y fabricarse así coartadas para seguir reprimiendo al sufrido pueblo vasco.

De forma que la noticia según la cual el último menda detenido por los gabachos en Francia armado hasta los dientes y en un coche robado, miembro de la dirección de ETA, el tal Aitor Elizaran, pudiera ser el hombre de ETA en Batasuna, el comisario político de la izquierda abertzale y el mentor ideológico del señor Otegi, forma parte de la estrategia represiva del Estado español y es una maquinación más del ministro Rubalputin, empeñado en acabar con ETA como, por otro lado, es su deber.

Todo eso está muy bien y es muy audaz, revolucionario y perspicaz pero pasa por alto un hecho obvio, evidente, palmario para todo el mundo excepto para los genios de Gara y de la "izquierda abertzale": que si el giro actual de revisión y autocrítica de Batasuna es cierto, entonces el mitin de Anoeta no lo era.

Pero, en definitiva, da ya igual porque el crédito que a estas alturas del cómputo de barbarie y muerte merece esta pandilla de correveidiles descerebrados es de cero. Dicho en otros términos y para que lo entiendan hasta los de Gara y sus lectores: no se trata solamente de que ya no puedan vender su paso a la política democrática como una concesión o victoria por la que habría que premiarlos sino de que, aunque vayan a votar disciplinada y pacíficamente y repudien en público lo que hasta ayer aplaudían en sus reuniones internas, nadie va a creerlos. Yo, desde luego, no.

Batasuna está muerta y es cosa del pasado. Si los amigos de los terroristas quieren hacer política tendrán que buscar otro nombre, otros dirigentes, otras ideas, otro discurso... y otros amigos.

(La imagen es una foto de Brocco Lee, bajo licencia de Creative Commons).

.

dissabte, 17 d’octubre del 2009

Garzón los encarcela a todos.

El doblete de la eficacia policial y las acertadas decisiones judiciales están llevando a ETA a un callejón sin salida. El reciente golpe del juez Garzón al entramado delictivo por antonomasia que hay en España y que no es el Gürtel sino el llamado Movimiento Vasco de Liberación Nacional, una criatura de ETA, ha descabezado el último intento de los terroristas por organizar e instrumentalizar a sus peones civiles en la política, en los medios y en otros quehaceres de la vida. Con ello se prueba una vez más el acierto de la teoría garzoniana de que ETA no es solamente ETA sino una red de asociaciones, organizaciones, contactos, personas por ella controladas, que la mantienen informada y financiada y se encargan de preparar sus fechorías y justificarlas después.

Tras la detención de los señores Otegi, Usabiaga et al. ha comenzado ya el tam-tam de la tribu nacionalista, desde los jelkides del PNV hasta Aralar hablando del estado de excepción en el País Vasco en donde están cercenados los derechos fundamentales y no se puede hacer "política" porque el aparato represivo del Estado español lo impide abusivamente. A estas jeremiadas hipócritas hacen coro diversas organizaciones de la izquierda española que, en asuntos del País Vasco, no saben literalmente por dónde sopla el viento y apoyan una causa cuyos protagonistas, en el caso improbable de su triunfo, lo primero que harían sería exterminarlas a sangre y fuego.

Léase el auto del juez Garzón y se verá que éste no encarcela a Otegi, Usabiaga, Zabaleta etc por hacer política o por ejercer sus derechos o por manifestar sus opiniones o por ser independentistas. Los encarcela por presunta integración en organización terrorista ya que los ha pillado in fraganti tratando de poner en pie otro invento de la banda armada para posibilitar su acción a través de las instituciones aglutinando a todo el nacionalismo radical bajo su esclarecida dirección de pistoleros, llamado esta vez Bateragune, una Comisión de Coordinación o Dirección de la Izquierda Abertzale cuyas funciones son las de siempre: facilitar, amparar, provisionar, financiar y legitimar la acción de los trroristas; todo, dice Garzón "dirigido y controlado por ETA". Al frente de este enésimo intento de volar las instituciones democráticas desde dentro infiltrando en ellas a los correveidiles de los pistoleros están, cómo no, los señores Otegi, Usabiaga, etc de quienes asegura el magistrado instructor que "ningún margen de independencia tienen los imputados componentes del BATERAGUNE respecto de ETA en la formulación de tales postulados o programas, lo cual lleva a concluir que tal proceso es dirigido por ETA desde el principio hasta el final."

O sea que el señor Otegi y compañía no van a pasar otra temprada a la sombra por hacer política o querer ejercer sus derechos sino por colaborar con unos asesinos, por ser sus instrumentos y cómplices.

Lo demás son monsergas para engañar a la opinión pública internacional y a los izquierdistas españoles a los que, además, quienes diseñan esta estrategia, en el fondo, desprecian.



(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 12 d’octubre del 2009

Aquí no pasará nada.

Es tal el desbarajuste dentro de ETA que ya ni las detenciones de sus jefes, jefecillos o jefazos son noticia de interés en los periódicos que vienen, en cambio, suculentos con asuntos de la trama corrupta del PP. Sin embargo esta última caída de dos piezas buscadas por la policía invita a una reflexión tranquilizadora acerca del terrorismo en el País Vasco: la de que nada en éste es excepcional ni hace imposible acabar con aquel. Los vaticinios del ministerio del Interior han ido cumpliéndose: las caídas de terroristas son cada vez más frecuentes; los detenidos, cada vez más jóvenes e inexpertos; las acciones de la banda, sin restarles importancia, cada vez más esporádicas, inconexas y chapuceras. Es decir, hay solución policial/judicial al terrorismo etarra.

Este vaticinio cumplido coincide con otro igualmente cumplido que afecta al nacionalismo radical vasco, al entramado que no se separa de ETA, no condena los atentados y lleva años tratando de forzar infructuosamente su presencia en las instituciones en violación de la legalidad: el de que si se actúa contra el frente político del terrorismo, si se procesa y encarcela a los dirigentes nacionalistas radicales cuando sea de justicia hacerlo no pasa nada, no arde Euskadi, ni las masas abertzales enardecidas se echan a la calle. El carismático señor Otegi pasó unos meses a la sombra y en el País Vasco no hubo más alteraciones que las del business as usual y es posible que, encausado de nuevo por el famoso mitin de Anoeta, el señor Otegi retorne a la cárcel. Tampoco pasará nada. Siempre que el Estado democrático muestre su legítima fortaleza por medios legales, en el País Vasco no pasará nada.

Coinciden por último esos vaticinios cumplidos con el tercero y de más profundo alcance: en el País Vasco se puede desplazar al nacionalismo gobernante por medios democráticos y sustituirlo por partidos no nacionalistas vascos y nacionalistas españoles y... no pasa nada. Tampoco arde Euskadi ni los batzokis echan humo ni los jelkides se lanzan a la revolución callejera. Y al final resultará que todos estos años de fuego y plomo, de atentados, secuestros, explosiones, extorsiones, muerte y dolor, todos estos años de esquemas soberanistas, pactos excluyentes, planes separatistas, todo este ruido y toda esta furia parirán un estatuto reformado y aquí no pasará nada.

dimecres, 7 d’octubre del 2009

El caso García Lorca.

Tengo amistad de larguísima data con Manuel Fernández Montesinos García Lorca, sobrino del poeta. Manolo es un hombre íntegro y justo que ha sabido siempre encontrar el espíritu apropiado y la matizada mezcla de sabiduría griega en el torbellino apasionado que es la vida del siglo sobre todo acelerado con los fortísimos sentimientos que siguen agitando la vida, obra y muerte de su tío.

De un tiempo a esta parte ha venido dándose un caso en los medios según el cual la familia del poeta está boicoteando los intentos de quienes activan la memoria histórica, oponiéndose a que se abra la fosa en que se supone está enterrado el de Fuente Vaqueros e impidiendo, de paso, que los familiares de las otras dos personas asesinadas por los fascistas junto a García Lorca recuperen los restos de los suyos.

Esto no parece ser exactamente así. Como puede comprobar quien quiera ojear el escrito de alegaciones que la familia García Lorca ha presentado ante la Junta de Andalucía y que yo he subido a Google docs con el título de Escrito de alegaciones, los descendientes del poeta no cuestionan la apertura de la fosa ni se oponen a los derechos de los otros familiares de recuperar los restos de D. Dióscoro Galindo González (maestro) y D. Francisco Galadí Melgar (banderillero). Lo que la familia dice en el escrito, entre otras atinadas consideraciones sobre lo que sucederá con los cuerpos d las víctimas (éstas y otras que vayan apareciendo) y la situación en que quedaran los terrenos y los lugares, es que no quieren que se proceda a la exhumación e identificación automática de los restos de su antepasado. Tampoco se oponen tajantemente a ello y para siempre y dejan una puerta abierta a que su criterio cambie, razón por la cual se reservan todos los derechos sobre los restos del inmortal poeta.

¿Por qué así? ¿Por qué no abrir de par en par las puertas, localizar el cuerpo, identificarlo y coronar una tarea de búsqueda de víctimas del terrorismo? (Espero que, a estas alturas, nadie que no sea un beneficiario directo de aquella vergüenza, cuestione que el régimen de Franco fue un régimen de terroristas y delincuentes.) Al fin y al cabo, García Lorca ya no pertenece solamente a sus familiares sino que es patrimonio de la humanidad. Ciertamente, ciertamente. Pero si de esta exhumación, identificación de los restos y consiguiente exposición a la luz pública se derivaran circunstancias imprevistas que permitieran aumentar el morbo de las circunstancias de la muerte García Lorca y que redundaran en una posterior victimización del poeta, no sería la humanidad quien diera paso alguno para proteger la memoria de aquella víctima de la barbarie y la vesania fascista capaz de haber hecho con el poeta en vida y con su cadaver después cualquier tipo de atrocidad, como todos sabemos de sobra. Esa protección sólo podrá brindársela la familia que hace muy bien actuando con la cautela y la precaución con que lo hace, adoptando las decisiones que competen a su autoridad y exigiendo el respeto colectivo a unos sentimientos que nadie puede tergiversar amparándose en la ley.

Así que menos historias y menos demagogia sobre el poeta asesinado cuya memoria pertenece a todos, pero cuyos restos pertenecen a la familia que es sobre quien recae asimismo la responsabilidad de garantizarles el respetuoso tratamiento que merecen.

(La imagen es una foto de Cod gabriel, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 10 de setembre del 2009

El alcance de la expresión el entorno de ETA.

Francia acaba de extraditar al etarra Aitor Aguirrebarrena Beldarrain, acusado en España, entre otros crímenes, del asesinato del periodista José Luis López de Lacalle. Me he quedado mirando el retrato del presunto asesino sin saber muy bien porqué, quizá en la esperanza de encontrar alguna pista o clave que me ayude a entender aquel crimen tan absurdo como odioso. Sin éxito, por supuesto. Ese rostro anodino, de mirada vacuna y ausente y expresión tarda corresponde a alguien que asesinó (si lo hizo él) a quien le dijeron que asesinara, sin saber nada de su víctima. Probablemente lo ignoraba todo acerca de José Luis López de Lacalle.

Pero yo no. Conocí a José Luis en el año 1968 en el penal de Soria en el que cumplía condena por asociación ilícita pues era miembro del Partido Comunista de España mientras que yo lo hacía por propaganda ilegal y manifestación no pacífica y no pertenecía a partido alguno. A pesar de nuestras discrepancias políticas nos hicimos amigos rápidamente porque era un hombre abierto, inteligente y franco y un luchador antifascista. Y me cayó bien.

Nunca entendí porqué lo asesinaron y la contemplación del rostro de su presunto asesino no me acerca a dicha comprensión. José Luis era un demócrata y un hombre de izquierdas. Esto no quiere decir que sí entienda los asesinatos de otras personas que no sean demócratas y/o de izquierdas. Ningún asesinato de ETA es inteligible. Pero el de José Luis me afecta personalmente porque era un amigo mío.

Al poco tiempo de este crimen, Pepe Rei, editor de Ardi Beltza, publicó un vídeo sobre el País Vasco haciendo especial hincapié en los asuntos de ETA y la represión policial. Lo más desagradable de la cinta es el momento en que, basándose en las declaraciones de un presunto periodista cuyo rostro se oculta, cuya voz se desfigura y cuyo nombre se falsea (con lo que puede ser una invención) viene a decirse que José Luis era un confidente de la policia. Estoy sguro de que no era así y, aunque lo fuera, ello no haría mejor su asesinato; pero es que no lo era y el vídeo no aporta prueba alguna, sino que se limita a arrojar sospechas, insinuaciones, basura, sobre el nombre de José Luis.

Esta coincidencia ilustra a la perfección la justeza de la teoría garzoniana del "entorno de ETA", cosa que señalo para todos aquellos que se escandalizan y simulan no entenderla cuando está bien clara: unos asesinan y otros, los chivatos, los correveidiles, legitiman los asesinatos y señalan nuevas víctimas; unos matan y otros hacen el trabajo no menos sucio de justificar las muertes y, de paso, advertir en el mejor estilo mafioso, a todo el mundo de que eso puede pasarle a cualquiera. Unos asesinos te roban la vida y otros carroñeros el buen nombre. Y están todos coordinados.

¿Se entiende ahora qué significa "entorno de ETA" y por qué hay que proceder policial y judicialmente contra él?

dimecres, 26 d’agost del 2009

Palinuro entrevista a Arnaldo Otegi.

Animado y mucho por los recientes exitazos policiales en la localización de los zulos de ETA en Francia Palinuro decidió pulsar el sentir abertzale entrevistando a su cabeza visible, el señor Arnaldo Otegi. El llamado "Gerry Adams vasco" (hay quien, con cierto despiste, lo llama "Gerry Adams español) cogió él mismo el teléfono y me avisó de que tenía que consultar mi petición con otros militantes pues en la izquierda abertzale todo se hace asambleariamente y no todos los días llama un txakurra pidiendo una entrevista con Otegi. Al final parece que se decidió que el peligro que se corría de que el txakurra tergiversara las palabras de Otegi quedaba compensado por la publicidad que da salir en blog de Palinuro. Me recibió en el hotel Ercilla de Bilbao y hablamos en presencia de tres mendas que no dijeron nunca esta boca es mía pero escucharon cuanto allí se dijo. Otegi estaba tomando un sorbete de limón con cara de niño travieso.

Palinuro: con los últimos golpes a la infraestructura de ETA, ¿sigue Vd. creyendo que no hay solución policial al terrorismo en Euskadi?

Arnaldo Otegi: por supuesto. Hoy más que nunca. ETA se crece en los ataques. Cuanto más la persiguen, tanto más se crece.

P: parece como si fuera una especie de destino, un fatum. El País Vasco es esencialmente conflicto igual que Bangla Desh es zona de monzones.

AO: Euskal Herria vive sojuzgada y transterrada desde hace muchos, muchos años, siglos. El conflicto es inherente a su experiencia histórica en España y Francia.

P: el conflicto es posible. Pero yo me refiero a la actividad de ETA.

AO: ETA es una experiencia intergeneracional. Mientras haya conflicto abierto, cada generación será cantera de reclutamiento para ETA. No es pensable una solución que no tenga esto en cuenta. La única solución, por tanto, es el diálogo político sin condiciones.

P: sin condiciones.

AO: sin condiciones.

P: pero eso no es pensable después de lo que ha sucedido con los tres procesos de negociación. Nadie confía en un cuarto.

A.O.: pues tendrá que haberlo.

P: ¿y si no lo hay?

AO: no contemplamos esa hipótesis.

P: es decir, se trata de una imposición: negociación sí o sí.

AO: yo no lo llamaría imposición, sino pura realidad.

P: la realidad de que una minoría quiera imponer su punto de vista a la mayoría a punta de pistola.

AO: en primer lugar yo no la llamaría minoría; es posible que sea la mayoría que no puede expresarse en libertad. En segundo lugar, no es a punta de pistola. Entre la izquierda abertzale y los de la pistolas no hay contacto alguno, salvas coincidencias ideológicas.

P: eso no es cierto y el nuevo enfoque antiterrorista prueba que el terrorismo es un delito complejo, muy entreverado en la sociedad en el que unos disparan, otros atienden a la intendencia y otros justifican los disparos.

AO: esa es la receta de Garzón: todo es entorno de ETA y apoyo a ella. Y eso es falso. En Batasuna tenemos nuestras ideas y formas de actuación.

P: si tanto dicen Vds. ser diferentes, ¿por qué no condenar la violencia etarra?

AO: esa es la pregunta de las preguntas, ¿verdad? Condenamos todas las violencias, vengan de donde vengan. Pero el nacionalismo español quiere una condena específica de ETA y esa no va a conseguirla.

P: ni Vds. un resultado aceptable del enfrentamiento. Parece entonces que para Vds. es lícito asesinar en nombre de su idea.

AO: cada cual piensa en esto como le parece.

P: pero Vd. en concreto, ¿qué opina?

AO: no se trata de lo que yo opine o no sino de aceptar que hay un conflicto, es político y hay que darle una solución política.

P: ya estamos exactamente en donde estábamos al comienzo.

AO: no es culpa nuestra. Nosotros aportamos fórmulas que los españolistas y los cipayos se obstinan en ignorar.

P: no son fórmulas; son trágalas.

AO: es la realidad de un pueblo en lucha.

P: otra vez con la realidad. La realidad no es pasaporte para nada. También son reales los malos tratos a mujeres y los combatimos.

AO: pero esta es una realidad que sale del alma del pueblo vasco.

P: ¡qué barbaridad! Acaba Vd. de convertir al pueblo que dice defender en un pueblo de asesinos. ¿Se da cuenta de que no tiene ningún margen de maniobra? Mientras ETA exista, Vds. no entrarán de nuevo en las instituciones y todo lo que conseguirán es que éstas estén en manos de nacionalistas españoles.

AO: siempre lo han estado. El PNV es un partido al servicio del nacionalismo español.

P: así no se llegará a entendimiento alguno.

AO: no puede haberlo mientras a Euskal Herria se le nieguen sus derechos.

P: no está claro que "Euskal Herria" tenga derecho alguno pero, aunque así fuera ¿qué le impide defenderlo pacíficamente? ¿No son legales otras organizaciones independentistas que no recurren a la violencia?

AO: cierto, cierto, en la seudodemocracia española nada impide defender todos los puntos de vista. Pero luego no pueden materializarse todos por igual.

P: naturalmente que no; todos no son materializables (entre otras cosas porque son contradictorios), dependerá de su apoyo electoral.

AO: ¿ves? No todos son materializables. La autodeterminación no se reconoce; luego nuestro proyecto no es materializable, aunque tenga mayoría. De ahí la violencia.

P: eso es una falacia. De momento el proyecto independentista no tiene mayoría sino minoría. Para saber qué sucedería si la independencia fuera mayoritaria hay que estar dispuesto a gestionarla pacíficamente mientras es minoritaria. El recurso a la violencia deslegitima toda causa y mientras eso no se acepte habrá violencia para rato.

AO: la habrá. Es lamentable pero la habrá.

(La imagen es una foto de www.ukberri.net, bajo licencia de Creative Commons)

dijous, 20 d’agost del 2009

Mosqueo con ETA.

Las detenciones de peligrosos miembros de ETA, si se permite el pleonasmo, cargados de dinamita hasta las cejas, con aviesas intenciones de llenar de petardos el solar carpetovetónico son otras tantas buenas noticias para casi todo el mundo. Hay un "casi" que no puede ignorarse compuesto de seguidores espirituales de la banda y cantera de reclutas y por otras personas aparentemente equidistantes y que dicen entender las razones de todos, generalmente gente de izquierda con unas tragaderas lógicas como el león de correos pues hacen compatible el internacionalismo propio de la tradición izquierdista con un nacionalismo sanguinario, aferrado al terruño. En todo caso Palinuro comparte la alegría general por el hecho de que la Policía haya puesto fuera e juego a varios presuntos criminales.

No obstante hay dos cuestiones que se me vienen a la cabeza de un tiempo a esta parte. La una es qué tipo de organización sea ETA y la otra qué grado de moral tendrá; "moral" en uno de los sentidos en que habla Ortega, o sea lo que se entiende por la "moral del alcoyano".

En cuanto a la primera, qué tipo de organización es ETA, entiendo que el ministerio del Interior repita que la banda está más débil que nunca y que la debilidad irá en aumento. Forma parte del guión; pero me gustaría saber cómo se mide la debilidad o fortaleza en una guerra que no sea ganando o perdiendo la contienda. En lo que yo sé de organizaciones (y, con mayor motivo en las organizaciones clandestinas) hay un centro que toma las decisiones y unos órganos periféricos que las ejecutan. Si se detiene el centro, la organización se paraliza porque los órganos periféricos no se conocen entre sí para evitar caídas policiales generalizadas. Máxime si se detiene centro tras centro. Cada vez que la policía francesa detiene a un puñado de etarras resulta ser la cúpula o la semicúpula y, lógicamente, la banda tendría que paralizarse porque los órganos de la cúpula son los que controlan la información. Sin embargo, la organización prevalece y cada vez que hay detenciones, Interior vuelve a asegurar que es la nueva cúpula de ETA y que la organización es más débil que nunca. ¿Tiene ETA una forma nueva de organización? Sertía interesante saberlo. En todo caso, su velocidad de reposición de cúpulas es altísima y no tiene por qué ser distinta en el conjunto del aparato.

La otra cuestión abierta es qué grado de moral tiene ETA. Según otra noticia ETA sucumbe ante las drogas, la prostitución y el alcohol en la que da por supuesto que todo el mundo comparte su mentalidad de que el consumo de drogas o alcohol tiene significado moral y equivale a una especie de "degeneración de las costumbres". Es una imagen de mentalidad de caída del Imperio Romano por "afeminamiento" de los romanos pero que en todo caso trata de trasmitir la idea de que los etarras ya no son heroicos gudaris sino perros callejeros, que no sé si va muy lejos. En todo caso la policía no puede ignorar que precisamente el término "asesino" proviene del árabe "hashishin", esto es, el consumidor de "hashis", al que se enajenaba mediante el consumo de esta sustancia para la comisión de crímenes espantosos.

He aquí en buena medida por qué esta organización criminal puede estar debilitada y, por ello mismo, ser más sanguinaria.

(La imagen es una foto de kontrainformatu, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 10 d’agost del 2009

Ecos de los atentados.

La prodigiosa contumacia de ETA va a acabar poniendo a todo el mundo de los nervios. A raíz de los últimos atentados han arreciado las voces de quienes proponen endurecer las penas en los casos de terrorismo. Pero endurecer en serio. Así, Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, pide que se establezca la cadena perpetua para los etarras para celebrar el día de Cantabria y el profesor Vilas Nogueira, de ordinario moderado y comprensivo, pide leyes penales y penitenciarias de excepción. ¿Qué puede ser una "ley penal de excepción"? Supongo que la pena de muerte; algo que también apoyaba hace unos años (ignoro si sigue haciéndolo) el también profesor Gustavo Bueno.

Pena de muerte, cadena perpetua...El triunfo de la sociedad democrática y abierta sobre esta panda de estúpidos asesinos sólo será completo si se consigue sin renunciar a ninguno de los valores que conforman su acervo civilizatorio y uno de los más importantes es el sentido humanista de las penas y castigos.

En principio puede parecer adecuado ajusticiar a quienes hayan cometido asesinatos en una especie de adaptación de la muy desaconsejable ley del talión. Pero, una vez aceptado, ¿en dónde se detiene esta pena? ¿Cómo evitar que se extienda a otros delitos que, en un momento dado puedan parecer especialmente odiosos, por ejemplo, la pederastia?

Calmémosnos un poco y dejemos que la policía y los tribunales hagan su trabajo. Lo llevan muy bien.

(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 5 d’agost del 2009

De eso nada, ministro.

El ministro del Interior es persona razonable y suele manifestarlo en sus declaraciones habitualmente comedidas y pertinentes. Pero a veces, como a todo el mundo, se le va la olla, sobre todo cuando se trata de asuntos del nacionalismo vasco, acerca del cual la hostilidad del señor Pérez Rubalcaba es tan acendrada y vidriosa que pierde la compostura y hasta el sentido común. Está bien que diga que no habrá más negociaciones con ETA y que la única solución que prevé al terrorismo en Vasconia es policial y judicial y está bien, a mi juicio, porque es lo que pienso yo, después de tres experiencias de negociación reventadas siempre por el lado etarra. Obviamente, para quienes piensen de forma distinta, lo dicho por el ministro no estará bien y si yo pensara otra cosa también diría que el ministro desbarra. Que es lo que me sucede con otras declaraciones de la misma persona en las que considero que ha perdido el oremus. Se trata de esas en las que sostiene que Batasuna no sería legalizada ni aunque pidiera a ETA el fin de la violencia.

Piano, piano, señor ministro, que Batasuna no es ilegal porque Vd. quiera sino porque lo dice la ley. Si Batasuna da cumplimiento a lo que la ley prevé, si se desmarca creiblemente de la violencia y, además, pide a ETA que lo deje (aunque sospecho que esto no sea necesario), Batasuna será legal le guste a Vd. o no, que ya se sabe que no. Sus declaraciones, por tanto, son un desatino y buena prueba de ello es que ha faltado tiempo a la llamada izquierda abertzale para responder sosteniendo que "queda acreditado que la exigencia de las últimas décadas no era más que una mera excusa para tratar de ocultar la naturaleza política del conflicto, poniendo de manifiesto el fraude político-jurídico que el Gobierno español ha realizado tanto en la judicatura española como en la europea". Parece mentira que sea Vd. tan pazguato. ¿No se da Vd. cuenta de que con esas declaraciones -más propias de un Mayor Oreja que de un ministro socialista- desmantela Vd. la defensa de la democracia española frente al terrorismo basada en el Estado de derecho cuyo punto crucial es el imperio de la ley y no la arbitrariedad de las personas?

Que algo sea o no legal en España depende de lo que diga la ley. Y si es legal ERC o Aralar, ¿por qué no iba a serlo Batasuna en el mismo momento en que cumpliera la ley? Tiene Vd. una idea de la articulación territorial de España en la que no cabe el derecho de autodeterminación de los pueblos que la componen; pero esa idea del señor Rubalcaba no puede influir de tal modo en el ministro Rubalcaba que le haga amenazar con sustituir la ley por su omnímoda voluntad. Póngase freno, buen hombre, que no todos los españoles pensamos como Vd.

Quienes defendemos el derecho de autodeterminación de los vascos y otros pueblos de España creemos que es bueno que Batasuna esté en las instituciones siempre que cumpla los requisitos legales para ello porque así se avanzará antes hacia una solución de la cuestión vasca que, para nosotros, implica el ejercicio de aquel derecho. Pero sólo en condiciones de ausencia de violencia y por tal entendemos la violencia terrorista; la del Estado en todas sus manifestaciones es legítima y debe estar presente porque es la que ampara el ejercicio de los derechos entre ellos el de autodeterminación cuando finalmente se abra camino en España que se abrirá en cuanto ETA deje las armas porque es el único obstáculo real a la lucha por la implantación de aquel.

(La imagen es una foto de www ukberri net, bajo licencia de Creative Commons).