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diumenge, 29 de gener del 2012

Crónica de las primarias del PSOE, VIII.

En la jornada de ayer ambos candidatos sacaron su mejor artillería y echaron el resto. Cada uno en su estilo. Y ofrecieron lecturas muy distintas en claves que deben desentrañarse.

Rubalcaba tuvo un acto intergeneracional, como sus organizadores subrayaron una y otra vez por si alguien no se hubiera enterado de que esa es la respuesta a las críticas que apuntan a la edad del candidato. En verdad no hacía falta porque esas críticas fueron muy desafortunadas y se silenciaron de inmediato. La discriminación por razón de edad es tan odiosa como por razón de sexo o del color de la piel.

Además de intergeneracional, el acto de Rubalcaba exhibió el apoyo del símbolo del triunfo; contó con la presencia de Felipe, algo que tiene un alcance difícil de minusvalorar. Felipe sigue siendo un referente incuestionable en el PSOE, circunstancia que puede verse modificada por el hecho de haber tomado partido. En esto, Zapatero ha sido más exquisito y mantiene una estricta neutralidad. Pero es que los dos candidatos han sido ministros suyos mientras que solo Rubalcaba lo fue de Felipe. Este a su vez ha mostrado tacto, ha hecho profesión pública de querer "mucho" a Chacón y ha recordado que él no vota al no ser delegado en el congreso. Pero allí estaba, junto a Rubalcaba, lo cual es lógico porque han compartido gobierno y trabajado juntos mucho tiempo. Pero puede tener efectos negativos para la causa que apoya pues refuta la pretensión intergeneracional.

Por su parte Chacón no se quedó atrás. Llenó el Bellas Artes de mujeres y proclamó que no hay nada más poderoso que ellas. Lució a su vera a María Teresa Fernández de la Vega, así como otras mujeres relevantes, ministras, exministras, del PSOE. Pero aquí las personas importaban poco; lo que importaba era la condición femenina, el sexo, el género, según el término que cada cual prefiera en este nuevo debate entre castizos y políticamente correctos. El acto se concibió como un paso más en la emancipación de las mujeres, es decir lo que se entiende como la perspectiva de género aplicada a las primarias.

Efectivamente la perspectiva de género tiene mucha fuerza, sobre todo en el PSOE, que se considera su paladín. Su mero planteamiento pone al partido en la situación de tener que pronunciarse en términos prácticos acerca de algo que predica mucho en los teóricos: la igualdad efectiva de hombres y mujeres. Más en concreto, en esa condición de igualdad, el hecho de ser mujer favorece a Chacón, aunque no sea más que por ley de probabilidades.

Palinuro sostiene asimismo que también le favorece el hecho de ser catalana, incluso por la misma ley de probabilidades.

Sin embargo, estos dos factores -ser mujer y catalana- basan su fuerza en su especificidad, en su condición minoritaria (cosa que se aplica contra la lógica numérica a las mujeres) y, si bien este hecho suele gozar de buena prensa, también corre el riesgo de parecer divisionista, particularista, sectario.

En todo caso fue una buena jornada en las primarias.

(La primera imagen es una foto de HombreDHojalata, y la segunda, una foto de PSOE de Extremadura, ambas bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 26 de gener del 2012

Crónica de las primarias del PSOE, VII.

Se acerca el congreso y el final de las primarias y, aunque nada sea descartable en un último momento, parece que la campaña de los dos candidatos ha tenido buen tono y hasta buen gusto. Ha sido abierta y franca, sin incurrir en descalificaciones ni dar pábulo a quienes quieren ver bronca.

Después del varapalo del 20-N al PSOE le hacía falta ponerse en marcha otra vez, sacudirse la modorra de la derrota, encontrar nuevo pulso. Y le ha salido bastante bien. En el congreso se tomará la decisión probablemente con escasa diferencia de votos, pero la unidad del partido no está en cuestión en modo alguno.

El único escollo que aún debe salvar quien ocupe la Secretaría General será el de las elecciones andaluzas. El resultado de estas puede ser la última campanada del toque de difuntos o la primera nota de una diana floreada. Los candidtatos piden con entusiasmo la segunda pero el feo asunto del ERE fraudulento amenaza con la primera. Andalucía no es Valencia.

Se sigue echando en falta una mayor profundización en contenidos. Chacón produjo un titular al decir que "No daremos un paso atrás ante el PP ni la Iglesia" pues casi parecía que se iba a abordar el asunto de la política religiosa que sigue anclada en las prácticas franquistas. Pero no había tal: se refería la candidata a las declaraciones de un arzobispo que objeta a que una casada por lo civil pueda ser pregonera, que considera inaceptables. Desde luego. No se ve qué tenga que ver el estado civil con la capacidad para pregonar. Pero el perjuicio que la iglesia causa a una ciudadanía democrática no radica en las incongruencias de los obispos, sino en la situación de privilegio inaceptable de la confesión en su conjunto, con la jerarquía a la cabeza. Y de eso es de lo que hay que hablar.

Algo parecido sucede con el candidato Rubalcaba que quiere cambiar su partido aun advirtiendo que no será fáci; y lo será menos si no dedica más tiempo a aclarar cómo piensa cambiarlo y en qué sentido. Invocar el retorno a la socialdemocracia (¿clásica?) está bien pero es insuficiente. Pongo un ejemplo: François Hollande, que está en los prolegómenos de los preparativos del inicio de la campaña de las presidenciales ya ha dicho que se propone reformar el sistema financiero francés. Luego veremos cómo se propone hacerlo. Aquí podríamos intentar lo mismo: ver qué hacemos con el sector financiero. De eso también hay que hablar.

(La primera imagen es una foto de HombreDHojalata, y la segunda, una foto de PSOE de Extremadura, ambas bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 23 de gener del 2012

Crónica de las primarias del PSOE, VI.

El titular de Público da el espaldarazo democrático a las primarias del PSOE. De sobra se sabe que en las democracias las elecciones más reñidas las deciden siempre los indecisos. En su funcionamiento interno el PSOE es reflejo de los usos democráticos en torno suyo. Lo cual está muy bien. Dibuja un partido vivo y bastante abierto, muy distinto a la estructura autoritaria del PP, en el que el líder es nombrado por el líder anterior y aclamado después en un congreso. Ciertamente en el PSOE se dan casos de relaciones oligárquicas y clientelares, como en todas partes. Pero en conjunto, las primarias están siendo un ejemplo de comportamiento civilizado y democrático. En otros partidos los candidatos ya se hubieran enzarzado en golpes bajos.

Hay cómputos divergentes de los apoyos que cada candidato cuenta para sí, como es lógico teniendo en cuenta que se cuantifican cosas tan poco seguras como las promesas explícitas, las implícitas y las de los que se las hacen a los dos candidatos. Así las cosas, las cantidades que manejan estos son pura ilusión. Sobre todo teniendo en cuenta que el voto es secreto. El País sostiene que Rubalcaba sale de los "congresillos" con una ligera ventaja. Pero, tal como están las cosas habrá quien explique esa noticia como prueba de la inclinación "rubalcabiana" del diario. A saber el cálculo que haya hecho Público, que parece más "chaconista".

Lo importante es que el proceso de primarias está realizándose de modo transparente y democrático en un partido que proyecta imagen de partido de gobierno. Y se está haciendo desde las primeras de los periódicos porque se mantiene como la noticia más relevante día tras día. Se sabe muchísimo menos del gobierno, que parece haberse tomado los cien días de prueba como días de asueto. Ya no es noticia ni cuando habla Cristóbal Montoro que suele garantizar titulares.

Las primarias del PSOE eclipsan las del Partido Republicano en los Estados Unidos; aquí, claro es. Y aquellas tienen su importancia, como tenía importancia para las provincias del Imperio quién fuera el Emperador. No es lo mismo Mitt Romney que Newt Gringrich. Tampoco lo son Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba.

De aquí al congreso los móviles no van a dejar de sonar y ojo con lo que se dice por ellos. Son facilísimos de intervenir y escuchar y van dejando más rastros que un concejal con una Visa Oro. Los móviles son el sonido del mercadeo, la negociación, los pactos. No tiene nada de extraño y hasta está bien, siempre que no se descuide el terreno deliberativo. Los candidatos tienen que seguir proponiendo ideas, aclarando sus respectivos programas para que los electores puedan votar después con conocimiento de causa.

De momento, en la encuesta de Palinuro en la columna de la derecha va ganando Rubalcaba por 24/17. Anímense y voten. No se trata de votar por uno u otra sino de decir quién ganará.

dissabte, 21 de gener del 2012

Crónica de las primarias del PSOE V

Aun habiendo perdido las elecciones de forma catastrófica el PSOE está saliendo bastante bien parado. El proceso precongresual y el de renovación de la dirigencia se desarrollan con sosiego, de modo abierto y democrático. El partido ha encajado el varapalo sin quebranto interno, sin enfrentamientos críticos. La pugna entre los dos candidatos, si quedan en dos, no es una lucha a muerte, de malos modos y cuyo fin solo pueda ser el triunfo del uno y la aniquilación del otro y la exclusión o expulsión de sus partidarios. Es una opción que se decidirá por la regla de la mayoría, la única válida en democracia y a su término, el partido se reintegrará a su unidad por consenso y mayoría y minoría se fusionarán. Todo en un clima civilizado. Parece una tontería pero no lo es. El PSOE está dando una prueba de madurez en condiciones difíciles, algo de lo que los demás pueden aprender.

En el momento actual están eligiéndose las delegaciones al congreso y es normal que haya tensiones. La opción es difícil y no es lo mismo votar por un candidato que por la otra. Si fuera lo mismo, si diera igual, no habría tensiones. Es preciso que esas tensiones no degeneren en enfrentamientos y juego sucio. Eso viene bien a los medios, pues venden más cuanto mayor dramatismo ambiental reportan y, si hay malos modos o insultos, miel sobre hojuelas. Pero es lo peor que puede pasar a un partido, la bronca interna. Por eso advertía Palinuro al comienzo de las primarias ¡Ojo a los medios, chicos!. La sociedad mediática requiere apertura total pero sin olvidar que los medios son empresas, negocios, que van a maximizar el beneficio, no a procurar la estabilidad de un partido o un gobierno.

Además estas tensiones que la prensa en cierto modo instiga, hablando de enfrentamientos, pulsos, quiebras, etc., tienen un límite en la próxima elección de delegados que serán los que voten, dado que nadie ha vuelto a hablar de primarias. Hasta ese momento es lógico que los partidarios de uno de los dos candidatos traten de asegurarse el voto de su lista. Pero el voto es (o debe ser) secreto y los delegados no son compromisarios, atados por un mandato imperativo. ¿Por qué no va a haber sorpresa en el congreso?

Proliferan las declaraciones de intenciones de dirigentes y cargos de importancia que alzan bandera por un candidato/a. En un inteligente artículo en Público titulado Liderazgo con partido, curioso juego de palabras, José Andrés Torres Mora justifica su opción a favor de Chacón. María Teresa Fernández de la Vega también la respalda. Se dibujan así los tres puntos de apoyo de Chacón: jóvenes, mujeres y catalanes. Es, desde luego, un reto: una mujer joven y catalana dirigiendo el PSOE y, quizá, la primera mujer y el primer catalán en presidir un gobierno de España desde los tiempos de Prim. Tiene muchas posibilidades. No obstante conviene que la candidata, que transmite determinación y fuerza, modere sus ímpetus. Tiene prisa, no admite transiciones ni prórrogas, pero a veces se pasa. Que los cargos públicos y orgánicos rindan cuentas cada tres meses se supone que obligadamente, es exagerado. Si un director general tiene que rendir cuentas cada tres meses no dirigirá nada. Con una vez al año será suficiente y, si se me apura, ni eso. El asunto puede resolverse regulando la revocación de forma que los cargos rendirán cuentas cuando los ciudadanos -o los militantes en el caso del partido- lo pidan.

En el otro lado, los apoyos de Rubalcaba son más difusos y transversales. Sin duda destacan dos grupos, el generacional (los "mayores" del partido) y el orgánico, esto es los cargos. Pero no son los únicos pues Rubalcaba tiene respaldo en todos los sectores. Transmite seguridad y experiencia y por eso hace una campaña (pues de campañas se trata) en tono bajo y sin estridencias. Pero que no tenga estridencias no quiere decir que no tenga ideas. El discurso de Rubalcaba acentúa aquellos aspectos en los que puede dar una imagen menos favorable: renovación, cambio, innovación, flexibilidad, adaptación. A ello añade que plantea asuntos de interés general, preséntándose como candidato a la secretaría general y al gobierno. Es muy oportuna su insistencia en que para salir de la crisis, además de los ajustes y recortes hay que arbitrar políticas de crecimiento, algo en lo que posiblemente esté de acuerdo todo el mundo, desde luego Merkel y Sarkozy; lo que piense Rajoy será difícil de averiguar.

Pero una vez acordada la necesidad de los políticas de crecimiento, de estímulo, de expansión, falta por saber en qué consisten, es preciso formularlas, por si acaso el gobierno decide adoptarlas, cosa improbable pero no imposible. Ni el mismo Rajoy hubiera creído que Rajoy subiría los impuestos como primera medida de gobierno.

¿Cómo va el PSOE a conseguir la reactivación? ¿Va a crear un banco público después de haber aceptado la privatización de las cajas? ¿Va a aumentar las obras públicas -y por tanto el gasto público- para generar empleo, fortalecer la demanda interna y poner a las empresas en marcha otra vez? ¿Con qué dinero? ¿Cuál será la política fiscal en concreto? ¿Van a detenerse las privatizaciones y va a re-socializarse lo ya privatizado? ¿Habrá de nuevo un sector público? ¿Se dará a los sindicatos capacidad de gestión en las empresas? ¿Se formulará en términos prácticos el cambio del modelo productivo? ¿Qué líneas de producción serán prioritarias? ¿Qué se propone para Europa? ¿Cómo ha de funcionar el BCE? ¿Van a cerrarse los paraísos fiscales? ¿Cómo?

Ese es el debate de hoy y ahí es donde la gente espera las propuestas de Rubalcaba. Personalmente, Palinuro se siente más a gusto en el orden de preocupaciones de Rubalcaba que de Chacón, pero eso no quiere decir que respalde al primero, entre otra cosas porque lo que Palinuro respalde es indiferente.

(La primera imagen es una foto de Rubalcaba38; la segunda, una foto de isafmedia, ambas bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 16 de gener del 2012

Crónica de las primarias del PSOE, III.

El buen cronista debe ser ecuánime e imparcial y Palinuro se esfuerza por conseguirlo, pero cada vez le resulta más difícil porque a veces, alguno de los dos candidatos no está a la altura de las circunstancias. Carme Chacón tiene fuerza, tiene empuje y deseos de ganar. Pero, en ocasiones, ese ímpetu le pierde y debiera refrenarlo. Ya hace unos días tuvo la dsgraciada idea de mencionar una especie de "relevo generacional", algo en lo que los jóvenes caen con facilidad porque es muy simple: me toca a mí porque el tiempo del otro se ha pasado, está mayor. Es una actitud discriminatoria por razones de edad que resulta injusta, como todas las discriminaciones, como la que pueda hacerse por razón de sexo o de raza. Y, además de injusta, muy convencional y poco inteligente porque no se está hablando de un campeonato de ciclismo, sino de dirigir un partido político. Por la misma sinrazón podría descalificar el mayor a la más joven por ser bisoña. Por fortuna, Rubalcaba respondió con más altura al decir que él no le preguntará la edad a nadie. Palinuro, que no está obligado a andarse con circunloquios, añade que preguntar por la edad para asuntos en que ésta es irrelevante debiera estar prohibido. Lo necesario para dirigir un partido y/o un gobierno es mostrar capacidad intelectual, espíritu de servicio, iniciativa, cosas que se pueden tener a los veinte, a los cuarenta, a los sesenta años de edad o a ninguna de ellas.

De nuevo Chacón desbarra cuando ofrece un lugar en la dirección del partido a Rubalcaba si ella gana las elecciones. Es una actitud de una magnanimidad inoportuna ya que, a todas luces, corresponde a Rubalcaba un sitio en esa dirección por méritos propios si él quiere. Lo más sensato que puede hacer Chacón es dejar de referirse a su competidor porque tal mención permanente parece algo obsesiva.

En este terreno Rubalcaba lleva ventaja porque procura no referirse a Chacón salvo para responder y concentra su discurso en las tareas del PSOE y su necesaria reforma y en la oposición al gobierno del PP, como cuando pregunta: ¿desde cuándo sabe Rajoy lo que hay que hacer? En efecto, ¿desde cuándo? Enterarse aclararía bastantes cosas. Pero no habrá lugar. Rajoy no contesta las preguntas.

El famoso debate de ideas sigue sin producirse. A las que ha apuntado Palinuro en entradas anteriores añade hoy otras en relación con el Estado del bienestar y la iglesia. Afirma Rubalcaba que estará vigilante para luchar en contra de los intentos de la derecha por desmantelarlo. Es importante, si bien, a fuerza de realistas debe admitirse que es poco lo que cabe hacer dada la aplastante mayoría absoluta del PP. Pero, además de importante, ¿es todo cuanto cabe decir? ¿Basta con defender lo existente, que está tambaleándose? ¿No hay que ser más decididos? ¿No hay que prometer también que, además de defender el Estado del bienestar, debe ampliarse y fortalecerse? Por ejemplo, entiende Palinuro que el PSOE debiera prometer que devolverá al sector público todo lo que la derecha ha privatizado en detrimento del interés general. Los servicios públicos deben ser eso, públicos, y no privados, compartidos con lo privado o de gestión privada, que son los artilugios neoliberales para despojar a la comunidad de sus pertenencias y, por ende, de sus derechos. La sanidad, las pensiones, deben ser todas ellas públicas, sin detrimento, claro, de que haya sanidad privada y planes privados de pensiones. También la educación debe ser inequívocamente pública. Hay que ir a la eliminación de la enseñanza concertada que, en el fondo, es tan negocio como la privada pero con fondos públicos. Si los curas quieren participar en la enseñanza que monten colegios privados. El Estado debe cuidarse de que la enseñanza pública sea gratuita, universal y laica. Porque es un derecho.

Y lo mismo cabe decir de los demás servicios públicos. El Canal de Isabel II debe seguir siendo público al cien por cien y, si el PP lo privatiza en todo o en parte, el PSOE debe prometer que volverá a socializarlo. El Estado ha de ser fuerte, tener saneados ingresos vía fiscal y actuar con fines de redistribución de la renta. Por supuesto, no tiene por qué interferir en la actividad privada legal y financiada con fondos privados, pero tampoco debe consentir que los intereses privados lo colonicen, lo troceen, se aprovechen de él.

En ese mismo terreno, la socialdemocracia no puede seguir ignorando la permanente intromisión de la iglesia en los asuntos públicos. La última peripecia en este campo es la reamortización que los curas están llevando sigilosamente a cabo en toda España, al amparo de una injusta Ley Hipotecaria, mediante la cual están depojando a la colectividad de todos los bienes del común, casas, tierras, iglesias, ermitas, cementerios, etc. Sería bueno que el PSOE explicara que recogerá el propósito, abandonado por el gobierno anterior, del que ambos candidatos fueron ministros, de proseguir en la tarea constitucional de hacer realidad la aconfesionalidad del Estado, lo que implica la denuncia del Concordato vigente así como de los abusivos Acuerdos con el Vaticano de 1979. La iglesia católica ha sido de siempre una rémora para el progreso de España y sigue siéndolo. La tradicional falta de espíritu crítico, la carencia de orientación científica que tanto se hacen notar en España ahora que la salida de la crisis sólo puede enfocarse mediante el fomento de la sociedad del conocimiento, de la investigación y el desarrollo, siguen siendo los grandes obstáculos al adelanto del país y de ellos la principal responsable es la iglesia, cuya financiación a cargo del Estado es una injusticia con la que el PSOE debe acabar.

(La primera imagen es una foto de Rubalcaba38; la segunda, una foto de isafmedia, ambas bajo licencia de Creative Commons).

dissabte, 14 de gener del 2012

Crónica de las primarias del PSOE, II.

Once-cuatro. Así está el marcador de barones en la partida entre Rubalcaba y Chacón. Si estos barones ejercen un liderazgo efectivo sobre sus huestes, el destino de la catalana está sellado. Pero no tiene por qué ser así. El voto es secreto y los barones pueden llevarse una sorpresa. Al anunciar públicamente sus preferencias actúan como grupos de presión o, todavía peor, como los "cuerpos intermedios" de los monarcómacos en las guerras de religión en Francia, órganos e individuos situados entre el rey y el pueblo, que se oponían al primero y adoctrinaban al segundo al que sometían a una especie de tutela por no considerarlo maduro. En las democracias, sin embargo, el pueblo es maduro por definicion, al igual que en las empresas el cliente siempre tiene razón. Aunque no la tenga. El pueblo siempre es maduro, aunque no lo sea. Razón y madurez son términos relativos.

Los pronunciamientos de los barones, además, son poco inteligentes, sobre todo los de la mayoría. Aparte de la evidencia de que en ésta se da una motivación de proximidad generacional con el candidato, hay otra razón de más peso. Los dos candidatos elaboran su discurso sobre un eje común: renovación. Los barones son una especie de "vieja guardia", ente poético-político que suele identificarse con principios inmutables, esencias puras, inmovilismo. También se lo conoce como "el aparato", un término en el que nadie quiere verse encuadrado. Por tanto, once barones obstaculizan más los propósitos renovadores que cuatro. Es decir, su apoyo resta crédito al discurso del candidato.

En todo caso, el contador de delegados, que actúan en el congreso como compromisarios también es de momento favorable a Rubalcaba. Éste insistió en que él no tenía nada en contra del debate, propuesto por Chacón y que el aparato ha vetado, con bastante sentido común, por cierto. ¿Qué otra cosa están haciendo ambos candidatos sino debatir desde el primer día? Da la impresión de que, cuando se pide debate, lo que se quiere es espectáculo porque debate ya hay.

Otra cosa es que tenga la categoría que debiera tener. Los dos aspirantes sostienen que les interesa el debate de ideas. Rubalcaba se propone preguntar a quienes se acercan a su partido si tiene ideas y Chacón promete que en unos días hará propuestas concretas en el campo de las ideas. Pero éstas siguen si aparecer, son tan difíciles de encontrar como el unicornio, bicho que solo se sometía en manos de una doncella.

Sin embargo hay muchos aspectos en los que surgen ideas casi por sí solas. Por ejemplo, se debe tratar el asunto de la corrupción dándole la importancia que tiene. La corrupción lleva la semilla de la destrucción del sistema. Ese asunto de los EREs irregulares de la Junta de Andalucía es durísimo para el PSOE. Por eso, ¿por qué no obligar por ley a que todas las administraciones cuelguen en la red en abierto todas sus transacciones económicas? Todas, subvenciones, licitaciones, gasto corriente, todas. Habría mucha menos corrupción.

En cuanto a la profundización de la democracia podría pensarse en la conveniencia de establecer un mecanismo de revocación de todos los cargos públicos. De ese modo, sabiendo estos cargos que su continuidad depende de la voluntad renovada de los electores, ya nadie repetiría esa queja tan habitual de que los políticos sólo se ocupan de la gente cada cuatro años y también habría mucha menos corrupción.

Otra idea consiste en revisar la política de privatizaciones. No es cierto que la gestión privada funcione mejor, como sostiene Esperanza Aguirre, que se maneja en un terreno de un neoliberalismo tosco. ¿No debe el PSOE reconducir las privatizaciones y defender sin ambages la superioridad de lo público? La salud, la educación, la vivienda no son anhelos de la gente sin mayor concreción y dependiendo de la caridad ajena sino que son derechos. Y el único de protege los derechos es el Estado. Por eso los neoliberales lo odian tanto y quieren suprimirlo para que en la sociedad no rija el derecho de todos sino el del más fuerte.

(La primera imagen es una foto de Rastrojo, bajo licencia de Creative Commons). La segunda, una foto del US Department of Defense, en el dominio público.

divendres, 13 de gener del 2012

Crónica de las primarias del PSOE, I.

Palinuro ha decidido nombrarse cronista oficioso de las primarias del PSOE. No todo han de ser declaraciones de barones y cargos del partido apostando por una u otro candidato. También interesa escuchar a quienes, no estando personalmente interesados en la contienda dialéctica, si lo están en que ésta sea ejemplar y termine consiguiendo la recuperación y reorientación del PSOE.

Ayer los dos candidatos ahondaron en los temas y estilos que les son propios en un clima de civilizada pugna. Chacón reiteró su voluntad de rejuvenecer el partido, de que tenga una direccion intergeneracional y que está más abierto a la gente y gane afiliados y simpatizantes. Al encontrarse en Sevilla, prestó especial atención a las elecciones andaluzas en la idea de que la victoria en éstas será el inicio del camino hacia la victoria en las generales y recriminó al gobierno que sus primeras medidas sean contrarias sus promesas electorales, lo que indica que pretende repetir el engaño en las elecciones en Andalucía. Todo lo cual está muy bien y arranca aplausos pero es menester empezar a concretar sobre todo en el ámbito de las propuestas y las ideas que la plataforma sobre la que se erigió su candidatura empezó por pedir en Mucho PSOE por hacer.

A las ideas, a reclamarlas, dedicó parte de su intervención en Valencia Rubalcaba quien, a falta de otras, prometió dar más voz en el partido a los alcaldes y las mujeres. Al estar en Valencia habló, claro, de la corrupción e insistió en que se trata de recomponer el PSOE como partido de gobierno, lo que debe de querer decir que es preciso no comprometerse mucho y asustar al electorado. Es prudente pero no indica un firme propósito aportar nuevas propuestas ya que, como bien se sabe las novedadess no suelen tener buena prensa en el electorado más huidizo. En cuanto a las ideas no van a aparecer llovidas del cielo sino que han de referirse a las realidades de la tierra. Por ejemplo, ¿cómo se piensa resolver la insostenible situación de excepcionalidad presupuestaria y constitucional de la iglesia? Esa es una idea. ¿Cómo se van a articular las políticas keynesianas de estímulo para salir de una crisis mientras se embrida el déficit? Esa es otra. ¿Hay una idea para resolver los sempiternos contenciosos territoriales españoles que tan alto coste tienen para el país o la idea consiste en dejar las cosas como están por entender que es más práctico. Esa es otra también.

La candidata Chacón ha inaugurado una nueva página web, ahorachacon.es que está bastante bien, es más dinámica que la de Rubalcaba y está conectada con todas las redes sociales en las que debe volcar su contenido.

Por último, tengo entendido que a los actos de los candidatos solo asisten los dirigentes que los apoyan en cada caso y dejan de acudir a los seguidores del otro. Me parece una falta de respeto y de elegancia. Los dirigentes del partido deben presenciar también los actos del candidato que no apoyan, aunque solo sea para informarse de primera mano de sus propuestas.

dijous, 12 de gener del 2012

Una sola voz pero dos registros.

Rubalcaba señalaba el otro día que el PSOE debe hablar con una sola voz en toda España. Muy cierto. Yo añadiría: y fuera de España, también. Es preocupante esa intención del PSC, aprobada en un reciente congreso, de tener voz propia en Europa, más que nada porque el momento para anunciarla es el peor posible. En este proceso de recuperación el PSOE necesita unidad de voluntad y de acción y una división de este tipo contribuiría a debilitarlo.

Por fortuna, Carme Chacón, que parecía inclinarse en un principio del lado catalanista, ha reafirmado asimismo el criterio de la única voz, reconociendo que primar el discurso territorial sobre el social fue un error del pasado. En efecto, el PSOE es un partido español y no debe fragmentarse en nacionalismos. De hecho ya tiene uno, el nacionalismo español. Más adelante, en circunstancias de normalidad, será prudente que abra un debate sobre él. En un mundo en el que hasta un conservador como Cameron admite el derecho de autodeterminación de Escocia, carece de sentido que el nacionalismo del PSOE sea como el del PP, cerrado y excluyente. El nacionalismo no tiene por qué ser contrario al derecho de autodeterminación. Las naciones (y, por ende, sus nacionalismos) son fuertes cuando quienes las integran lo hacen voluntariamente y no a la fuerza y sin que estos asuntos puedan siquiera debatirse. Pero eso será más adelante, salvada esta situación de emergencia. De momento es vital que el PSOE tenga una única voluntad y una sola voz para manifestarla.

Pero a la voluntad única de los organismos colectivos sólo puede llegarse mediante la imposición dictatorial o el libre y abierto debate interno. Obviamente descartada la primera, corresponde fomentar el segundo. El debate debe ser a fondo, sin límites; nada debe reputarse "indiscutible". Pero, una vez concluido, y formulada la voluntad única, todos deben hacerla suya con independencia de la actitud que hubieran mantenido anteriormente. La decisión de la mayoría es la decisión de la colectividad. Es el abecé del comportamiento democrático.

¿Ayuda a tal finalidad la propuesta, al parecer planteada por Chacón, de que haya un debate entre ella y Rubalcaba? Es dudoso y la prueba es que los dos candidatos se han apresurado a aceptar la decisión de los órganos directivos de que no lo haya. Es dudoso por prematuro y precipitado. Las reformas deben hacerse a su ritmo. Bastante es que se hagan primarias y sean abiertas. No es cosa de introducir un nuevo factor de consecuencias no suficientemente aquilatadas. Los discursos de los candidatos deben ser paralelos porque, teniendo ambos la misma voz, ésta posee registros distintos y en función de ellos decidirá luego el electorado. Los discursos no pueden ser antagónicos, cosa que serán indefectiblemente si se formulan en un contexto de debate. Porque, a los efectos de singularizar la propia posición, los candidatos corren el peligro de inventarse las discrepancias. La discusión no puede hacerse al modo de un duelo personal entre los dos candidatos que pretenden imponerse cada uno por su lado, sino al de dos litigantes que tratan de convencer a un tercero, en este caso su auditorio, los electores, que han de funcionar como un jurado encargado de decidir entre dos opciones distintas. Lo primero es, por tanto, definir esas opciones y ver en qué son distintas objetivamente.

diumenge, 29 de maig del 2011

Los propósitos de Rubalcaba.

El Comité Federal del PSOE de ayer sancionó el acuerdo previo a que habían llegado el día anterior los barones y Zapatero: primarias pro-forma con un candidato ungido por los notables del partido, Rubalcaba. Fue el contenido de la entrada del viernes en Palinuro, titulada Solución in extremis. Entre otras cosas allí se decía que la medida del acierto o el error de la solución adoptada la dará seguramente la virulencia de la reacción mediática de la derecha que promete ser intensa. E intensa ha sido. Uniforme, la prensa de la derecha hablaba de "dedazo", excepto El Mundo que lo hacía de "golpe de Rubalcaba". Alguno llevaba su ultrajado sentido de la dignidad al extremo de decir que los socialistas debían pedir perdón al PP o a Rajoy (no recuerdo bien) por acusarlos de hacer lo que ellos mismos han hecho. El famoso mecanismo de la proyección que la derecha domina con maestría. Y como si los casos fueran lejanamente comparables. El nombramiento de Rajoy fue tan dedazo que unos años después, algunos gerifaltes del PP lo cuestionaban y en un caso cuando menos, el de Aguirre, se amagó con reñirle el cargo. En el de Rubalcaba, si ha intervenido algún dedo, ha sido el de múltiples manos. Su designación despide cierto tufo oligárquico, según decía Palinuro ayer, pero de dedazo, nada.

Zapatero y Rubalcaba se lanzaron un par de flores deportivas. El Presidente llamó a Rubalcaba sprinter, capaz de ganar las elecciones en diez meses. Y Rubalcaba coorrespondió calificando a Zapatero de corredor de fondo al que la posteridad reconocerá sus muchos méritos. Así quedó ayer cerrado el destino del todavía Secretario General: listo para el juicio de la historia y solo por aquello de la soledad del corredor de fondo. Cerrada la operación, con el presidente in pectore a las órdenes del presidente en funciones, lo que suceda a partir de ahora no es ni de lejos previsible. Lo único casi seguro es que a las primarias sólo comparecerá Rubalcaba con lo que la medida de su aceptación en el PSOE la dará la proporción de abstenciones y votos en blanco que se produzcan que no parece vayan a ser copiosos.

Rubalcaba, que no es hombre para perder el tiempo porque, siendo mayor, no tiene mucho, ha comenzado bravío, afirmando que sale a ganar y que lo hará con un proyecto ilusionante centrado en el empleo.

Certero lo del empleo porque es la lacra por excelencia, aunque la cuestión no es nombrarlo sino explicar cómo se va a reducirlo. En cuanto al "proyecto ilusionante", hay una conferencia política en el horizonte, que los sociatas han pactado en lugar del temido congreso y es de suponer que en ella se decidirán nuevas líneas de actuación que el proyecto de Rubalcaba recogerá, también de suponer. Dado que el proyecto está por definir cree Palinuro que alguna sugerencia propuesta con la mejor fe puede colarse.

La primera es que el PSOE debe girar a la izquierda. Si no en las medidas de corte económico y social, al menos de momento, sí en las de orden político. Los políticos son el tercer tema de preocupación de los españoles según repetidos barómetros del CIS. Y con razón. En su conjunto la clase política española acumula tal cantidad de privilegios que es un escándalo. El proyecto ilusionante podría empezar detallando medidas concretas para acabar con esta situación de abuso, de sueldos duplicados, triplicados, estratosféricos, pensiones desmesuradas por breves años de servicios, sobresueldos, canonjías, una orgía de cochazos oficiales... Si el PSOE se compromete a acabar con esto ganará muchos puntos en la estima pública.

Asimismo, hay que comprometerse a erradicar la corrupción que no se limita a los privilegios de los políticos ni mucho menos sino que afecta a las relaciones ilegales entre los cargos públicos y los intereses empresariales privados como se prueba hasta la saciedad con el caso Gürtel. Y hay que comprometerse a acabar con la corrupción empezando por la de las propias filas. Porque aunque el PSOE no tiene nada parecido a la Gürtel, aparecen múltiples imputados en sus listas y eso tiene que terminar.

Todo el mundo reconoce que la ley electoral vigente es injusta, que beneficia al PP y al PSOE y perjudica a los demás partidos de ámbito nacional/estatal. Un mínimo sentido del fair play obliga al PSOE a defender la reforma del sistema electoral. El resultado será que PP y PSOE perderán presencia parlamentaria (mucha más el primero que el segundo) y en cambio la ganarán otras opciones minoritarias que hasta ahora están excluidas del Congreso o tienen una representación minúscula. Con un sistema más proporcional, el Parlamento probablemente se escorará a la izquierda no monopolizada por el PSOE.

Palinuro, viejo librepensador, cree que el citado proyecto debe incluir el firme propósito de separar la Iglesia del Estado de verdad. El PSOE tiene que perder el miedo a la jerarquía católica sobre todo porque no por ceder es ésta menos agresiva. Se daría además la ventaja de que no habría que escuchar a monseñor Rouco diciendo que los problemas más serios de los jóvenes están en su alma cuando es obvio que el que más problemas con su alma tiene es el propio monseñor.

Gran parte de esta reorientación a la izquierda implica que el PSOE tendrá que acercar posiciones con el movimiento del 15-M. Éste habrá de darse alguna forma de organización que permita dialogar con él y el PSOE tendrá que designar a su vez alguna forma de comisión para hacerlo; no puede seguir ignorando un movimiento que ha demostrado ser pacífico, multitudinario, maduro y cuyas reivindicaciones, en gran medida, son las de la izquierda.

A este respecto interesa insistir en que el mayor peligro que tiene Rubalcaba (y en el que nadie parece reparar) es la gestión que haga del movimiento de los indignados. Una reacción represiva que desencadenara una oleada de violencia sería un traspiés serio para el sprinter que pondría en riesgo su carrera.

(La imagen es una foto de psoe extremadura, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 25 de maig del 2011

Secuelas.

La política es una actividad en la que las consecuencias de los hechos no se hacen esperar, son casi simultáneas a estos. Pierde usted unas elecciones, sobre todo si es por goleada y acto seguido tiene usted el partido hecho unos zorros, sumergido en una crisis de identidad, una polifonía discordante en la que cada cual opina de forma distinta mirando, sobre todo, por sus intereses. Aunque todos invoquen los del partido, el Gobierno, el Estado y, ya lanzados, los de Europa y el mundo. Esto es algo propio de las decisiones colectivas. Toda decisión de este tipo suele tomarse por consenso, cuando no unanimidad, pero en su seno late siempre la discrepancia que no se manifiesta por no romper el principio de unidad. No obstante, basta que haya un contratiempo, como perder las elecciones, para que las discrepancias estallen.

Es el caso del PSOE. Ahora resulta que no había acuerdo en celebrar primarias y surgen voces que piden un congreso para resolver la cuestión sucesoria. Se argumenta que, dadas las circunstancias, el partido no está para una temporada de competición interna y falta de unidad. Eso es tan cierto que realmente, de ir a primarias, desaparece la razón principal que justifica no convocar elecciones anticipadas que es la eficacia y estabilidad de las instituciones en un contexto internacional parecido a la mar bravía. Porque si la ministra de Defensa y el ministro del Interior dedican los próximos meses a pelearse agriamente por su nombramiento como sucesor/a es claro que prestarán poca atención a sus respectivos ministerios. Defensa e Interior, que no son Cultura y Deportes, sin desmerecer en absoluto estas nobles actividades. Ahora bien, la situación no tiene salida porque es impensable que el Gobierno convoque elecciones sin un candidato a la presidencia del Consejo de Ministros.

Por lo demás los dos pretendientes no tienen por qué pelear entre sí agriamente. Ambos pertenecen al Gobierno y hablarán entre ellos en los Consejos de Ministros. Los otros ministros mediarán, salvo que hagan quinielas. En verdad las primarias no tienen por qué ser más agrias que las que enfrentaron a Trinidad Jiménez y Tomás Gómez. (Por cierto, de la que se ha librado Jiménez. Aguirre la hubiera triturado). Realmente las primarias pueden reducirse a un civilizado debate en televisión entre los dos candidatos y que luego vote la militancia. Palinuro ha sostenido siempre que las primarias debieran ser abiertas, esto es, no sólo a los militantes sino también a los electores. Pero en este momento parece poco oportuno insistir en ello.

Los hay que no quieren primarias sino un congreso. Incluso cabe fundir ambas fórmulas: el congreso se televisa, los candidatos comparecen como si fuera un plató de televisión y, al finalizar el evento los militantes votan, el Congreso se da por enterado y proclama el/a candidato/a vencedor/a.

Algunas otras peticiones se me antojan estrambóticas, como esa de Fernández Vara de convocar elecciones anticipadas o la de Barreda de que el partido proceda a algo así como una refundación ideológica. La primera coincide con las del PP y, por tanto, cae dentro del apotegma maoísta de defiende todo lo que el enemigo ataca y ataca todo lo que el enemigo defiende; pura sabiduría china que Fernández Vara debiera considerar. La segunda es increíble: embarcar al partido en una profunda reflexión ideológica es algo tan factible como convertirlo al mahometanismo y más lento. ¿O cree Barreda que eso de la reflexión se improvisa?

Pero no es únicamente el PSOE el que sufre los efectos del terremoto electoral. Los ganadores también, incluso sin saberlo. El PNV ve la posibilidad de vender más caro su apoyo parlamentario a Zapatero amenazando con secundar una moción de censura del PP. Pero eso dinamitaría sus posibilidades de formar gobierno en el País Vasco tras las próximas elecciones autonómicas con una Bildu muy crecida. Así que su situación es tan imposible como la del PSOE y por eso va ligado a él.

La imposibilidad se hace casi metafísica en el caso del PP: por un lado pide elecciones anticipadas, cosa que no es ninguna novedad, pero por otro le interesa que el PSOE acabe de hundirse tomando las medidas drásticas que quedan por tomar. No es verosímil que el Gobierno disuelva las cámaras por dar gusto al PP y éste no puede quejarse mucho cuando él ha tenido instituciones no menos importantes que el legislativo, como el Tribunal Constitucional, prácticamente paralizadas durante años.

Si el gobierno no se va, piensan los conservadores, hay que obligarlo a irse vía Parlamento. Y, ni cortos ni perezosos, le piden que se someta a una cuestión de confianza, cosa potestativa del mismo gobierno. Este, a su vez, responde diciéndoles que presenten una moción de censura, cosa potestativa de la oposición. Pero una moción de censura es un arma terrible porque, al necesitar mayoría absoluta, si falla, se vuelve contra el censor y pone de manifiesto que tiene, quizá, menos apoyo parlamentario que el censurado.

La imposibilidad es manifiesta: los conservadores no se atreven a presentar una moción de censura y no pueden obligar al gobierno a pedir la confianza del Congreso. Así que seguirán exigiendo elecciones anticipadas hasta que el puro paso del tiempo haga superflua la petición, cuando queden tres semanas, por ejemplo, para las elecciones en tiempo ordinario.

(La imagen es una foto de Tomás Gómez Candidato Presidencia C.M, bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 3 d’abril del 2011

Compañeras y compañeros.

Ayer se hicieron visibles una vez más las dos Españas que tan malavenidamente conviven en esta tierra. De un lado, el presidente del Gobierno anuncia su renuncia ante un Comité Federal de su partido y, como Secretario General, propone que sea el Comité Federal subsiguiente a las elecciones el que fije la fecha de las primarias. El nuevo dirigente ha de salir por mayoría y no por el dedo del anterior ungido porque eso es lo que manda la Constitución en su artículo 6º, que la estructura interna y el funcionamiento de los partidos deben ser democráticos.

Del otro, una panda de energúmenos se dio cita ante la sede del PSOE en la calle de Ferraz, a insultar a Zapatero, bramar, pedir el paredón para Rubalcaba y otras exigencias no menos dialogantes y civilizadas. Al parecer animaba el asunto por twitter Enrique de Diego, uno de esos periodistas agit-prop de Intereconomía que se presentó en la manifa y consiguió que la policía de Rubalcaba lo detuviera. Salir a dar gritos a la calle y a montar la bronca porque un presidente del Gobierno anuncie que no volverá a ser candidato revela la desmesura de una de las facetas de esta derecha que tan desagradable la hacen: el odio.

Porque el anuncio de Zapatero es un triunfo político y moral, sin contar lo que tenga de alivio personal para un hombre que ha trabajado denodadamente para salvar la política socialdemócrata de la cohesión social en medio del maremoto neoliberal de la peor crisis económica desde 1929. Es un triunfo moral porque renuncia alguien que tiene el apoyo cerrado de su partido. Y sobre todo es un triunfo político porque, tras el anuncio queda tan garantizada la estabilidad parlamentaria, económica y social como antes. Zapatero cuenta con mayoría parlamentaria segura hasta las elecciones; cuenta asimismo con el apoyo de la patronal, la banca y, con menos entusiasmo, los sindicatos; cuenta también con el respaldo de los organismos internacionales económicos y financieros así como de las agencias de calificación; y cuenta por último con el apoyo de los demás países de la Unión Europea. Ahí es donde la política vuelve a dejar paso a la moral: otro, probablemente, hubiera cedido a la tentación de presentarse para cosechar los laureles de la victoria o, por lo menos, a tentar la suerte. Que el poder ciega casi tanto como el odio.

Frente a este panorama tan escasamente prometedor para la oposición conservadora ésta ha reaccionado minutos después del anuncio de Zapatero pidiendo... elecciones anticipadas; lo que lleva pidiendo desde el día siguiente a perder las anteriores, cosechando siempre no ya la negativa de los otros grupos sino su indiferencia. Porque, ¿a quién se le ocurre que deba dimitir y convocar elecciones anticipadas un gobierno que cuenta con mayoría parlamentaria estable y un respaldo universal (se exceptúan los terroristas y la oposición conservadora) para su política económica? ¿No es patente el efecto pernicioso que esta situación crearía para el aún lento proceso de recuperación económica? ¿Por qué las piden, sin embargo, sabiendo que no van a conseguirlas? Para impedir que el PSOE tenga tiempo de perfilar un candidato y éste de perfilar su campaña y para que el gobierno deje de gobernar de facto y la situación económica empeore. Eso es lo que se llama proyectar una mala imagen.

Enfrente de la cual, Rodríguez Zapatero ha dado una inmejorable, cediendo el paso a un dirigente que tendrá que gestionar su herencia, con lo que queda con las manos libres para hacer que esa herencia sea positiva. Positiva para el país en el sentido de que se esté creciendo y generando empleo. Porque no parece arriesgado vaticinar que si para marzo de 2012 se ha iniciado tangiblemente la recuperación económica, ETA ha depuesto definitivamente las armas y la trama Gürtel sigue atenazando a docenas de altos cargos y militantes del PP éste tendrá tan ganadas las elecciones como el Rayo Vallecano, que no se presenta.

De las dos Españas Valencia y Camps en concreto se llevan la palma de la más esperpéntica. Tengo para mí que hace tiempo que Camps no está enteramente en sus cabales. Ha hecho y dicho cosas tan fuera de tino que no son racionalmente comprensibles. Y la última consiste en proclamar a gritos que han conseguido echar a Zapatero y que él ha hecho todo lo democráticamente posible por echarlo porque es una mala persona. Parecer del imputado Camps que a quienes "quiere un huevo" es a los otros imputados de la Gürtel. Lógicamente. En el esperpento hay mucho odio también Y, en este caso, lo que Freud llamaría una fantasía de omnipotencia infantil. Con estas declaraciones Camps se retrata: concibe el gobierno de la Comunidad valenciana a la contra del Gobierno central. Y presa de un delirio de impúber dice que lo ha echado él. Debiera crecer y hacer frente a sus responsabilidades en la Gürtel como un hombre y no como un curita.

(La imagen es una foto de isafmedia, bajo licencia de Creative Commons).

dissabte, 2 d’abril del 2011

Zapatero se va.

(Actualización, 02/04/2011.)


Zapatero se va como vino, sin estridencias ni alharacas. Su ejecutoria son ocho años de gobierno efectivo: cuatro dedicados a avances sociales que pusieron España a la vanguardia en extensión de derechos de las minorías, de las mujeres y en políticas redistributivas. Y otros cuatro dedicados a frenar y revertir la peor crisis del capitalismo desde 1929, cosa que ha conseguido con tanto éxito que España se ha mantenido incólume mientras otros en torno suyo, como Grecia, Portugal e Irlanda, caían. Como colofón es bastante probable que ETA deponga definitivamente la armas. Discrepancias aparte en unos u otros momentos, Palinuro cree que es un balance brillante.

Enfrente Zapatero ha tenido la oposición conservadora más beligerante, montaraz, deslenguada, injuriosa e histérica que quepa imaginar. Incapaz de encajar el hecho de que perdió las elecciones de 2004 por su estúpido intento de engañar a todo el mundo, pasó los primeros cuatro años insultando sin freno y dando pábulo a los disparates más alucinantes que sus periodistas le fabricaban, y los cuatro siguientes boicoteando todas las iniciativas del Gobierno, obstaculizando la tarea de reencaminar España por la senda de la recuperación, denigrándola en el exterior y saboteando sus posibilidades. Y, finalmente, convirtiéndose en el mensajero de ETA para evitar su colapso definitivo. Todavía ayer ese sueño de la razón que se llama Aznar recuperaba el catón que le hizo aprender en su día el director de El Mundo y sacaba a relucir el agusanado espantajo de los GAL en una de sus habituales felonías.

Tiempo habrá para valoraciones más sosegadas. ¿Cuál cabe aquí en un primer momento? Que Zapatero es un político europeo que cuenta con un partido europeo para hacer frente a una cábila de nacionalcatólicos frenéticos, de franquistas irredentos que tienen tanto respeto por la democracia como por la verdad y que, en un porcentaje apreciable, acabarán en el trullo por corruptos del caso Gürtel.

(La imagen es una foto de Daquella Manera, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 24 de febrer del 2011

La sucesión de Zapatero.

Los sistemas parlamentarios no suelen limitar la cantidad de mandatos de los principales dirigentes políticos. Eso de los límites es un debate abierto en el que, a mi juicio, las razones a favor y en contra están muy equilibradas. El hecho es que, en tanto no exista limitación, el primer ministro o presidente del gobierno tiene el privilegio de decidir si repite o no y también cuándo, pues ostenta igualmente la prerrogativa de convocar elecciones anticipadas.

Esos son los datos y en su marco debe entenderse la movida especulativa general sobre la sucesión de Zapatero que tanto interés despierta en los medios pues es el tipo de asunto en el que cabe hacer predicciones que se cumplen o no; y el que hizo la que se cumplió se pasa luego cuatro años presumiendo de zahorí, poseedor de un don especial, como el de doña Manolita. Sin olvidar que fue el propio Zapatero quien atizó el gusanillo con unas declaraciones hace un par de meses admitiendo la posibilidad de no repetir mandato. Ambigüedad calculada que puso en marcha el runrún capitalino que puede llenar el tiempo de aquí a las elecciones si ese payaso sanguinario libio no provoca una catástrofe de dimensiones impensables.

Lo primero que debe considerarse en el asunto de la sucesión es la circunstancia personal de Zapatero pues, al fin y al cabo, se trata de su decisión. Sería lógico que, a la vista de cómo han ido las cosas en su segunda legislatura y el tremendo desgaste que ha tenido, decidiera no presentarse a un tercer mandato. Pero también sería lógico que no se resignara a dejar tras de sí una imagen de socialista converso al neoliberalismo, él que empezó su mandato como el símbolo del avance de la izquierda. Ambas cosas serían lógicas. Debe ser el propio presidente el que opte. Él y su familia.

La segunda consideración afecta al PSOE como partido, es decir como organización política que tiene una estrategia y una táctica en un contexto de rivalidad política democrática que, en el fondo, se rige por los mismos criterios que las guerras, si bien el conflicto es incruento y está exento de violencia en la medida de lo posible. De acuerdo con toda táctica militar lo más conveniente es no revelar la identidad del mando porque ya se sabe que el enemigo concentrará el fuego en él y cuanto menos tiempo tenga para hacerlo, mejor para ese mando.

Pero una vez llegado el momento decisivo, el de la confrontación electoral, hay que tener el mejor candidato posible. Y ¿cómo se consigue el mejor candidato posible? En el PSOE, como era de esperar, hay un consenso casi universal en que el mejor candidato posible es el propio Zapatero. Pero, caso de que éste desista, ¿quién puede ser el mejor? La única forma democrática de averiguarlo es a través de unas primarias. La idea de que el sucesor pueda ser un tapado por decisión de la oligarquía del partido, como se daba en el PRI no es aceptable. Y tampoco la de imponer el sucesor por decisión personal del sucedido, como en el PP. Lo suyo en el PSOE son las primarias de las que además, va teniendo cierta experiencia.

Y unas primarias muy abiertas y reñidas, a las que puedan y quizá deban presentarse diversos/as candidatos/as. Desde luego, Rubalcaba, que tiene una altísima valoración ciudadana y aun en contra del propio Rubalcaba que hace poco afirmaba estar en el trecho final de su carrera política. Y también, por supuesto, Carme Chacón que no le va en zaga y reúne dos condiciones francamente prometedoras para el avance de España: sería la primera mujer presidenta del gobierno en la historia y la primera catalana en hacerlo desde el mandato del general Prim en tiempos de la Gloriosa hace 150 años. Y ¿por qué no? también podría presentarse Bono, a quitarse la espina de su derrota en 2002 con casi un 41 por ciento del voto. Igualmente podría presentarse un miembro de Izquierda Socialista para que se visualizara el apoyo real de la corriente en el seno del partido. Y quedarían aún posibilidades para Blanco o para Solana.

Como se ve hay un abanico amplio. Por ello resulta tanto más absurda la bombástica declaración de Rajoy de que a él le da igual con quién haya de medirse en las elecciones, Zapatero, Rubalcaba, Pepiño o la Chacón, declaración que no solo es absurda (cuenta habida de que Rajoy viene de perder dos elecciones precisamente frente a Zapatero) sino también, como es su talante, altanera, despreciativa, insultante. ¡Cuánto machismo de cuarto de banderas hay en ese la Chacón!

(La imagen es una foto de Machacón, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 4 d’octubre del 2010

El corredor de fondo.

¡Qué gran acierto el de los sociatas madrileños con sus primarias! Es incomprensible que siga habiendo gente en contra, especialmente en el PSOE. Si lo que quiero es ganar unas elecciones, que son como las carreras, será avisado proponer al que ya ha ganado algunas... y darle un espaldarazo haciéndole ganar otras. De forma que Esperanza Aguirre, triunfadora incuestionada, se enfrenta ahora a un ganador también incuestionado, un corredor de fondo que ha ganado siempre que se ha presentado. Precisamente por eso lo propuso como Secretario General del PSM el mismo que luego, en una especie de iluminación repentina, como la de Saulo camino de Damasco, quiso que se retirara. Será pues un duelo de triunfadores.

La alternativa, la victoria de Trinidad Jiménez, hubiera puesto frente a Aguirre a una triunfadora asimismo, pero que sólo había ganado esa elección y sin poder quitarse de encima el juicio de que lo hizo por ser la protegida del mando. Y aunque en un principio también en el PP pensaron que Jiménez era un peligro, parece que, al final, el entorno de Aguirre intuyó que el peligro real no era la paracaidista sino el corredor de fondo que, además, se conoce la Comunidad Autónoma porque se la ha trabajado.

Unas primarias limpias, bastante correctas, hasta elegantes en ocasiones y que han terminado con un espectáculo de unidad, todos juntos tras el ganador, al estilo Partido Demócrata de los Estados Unidos. Hasta parecía un poco almibarado para la rancia pelambre hispánica. Pero ese espectáculo ha hecho más por el PSM-PSOE que todos los afanes de Gómez durante estos tres años de paciente y discreta labor tratando de recomponer un partido que semejaba un campo de batalla. La abstención ha sido la habitual en las elecciones generales pero unos diez puntos inferior a la media de las elecciones autonómicas. Prueba de que había interés y de que el PSM ha encontrado un líder. Para eso sirven las primarias.

Aprovecho para sostener mi propuesta de que las primarias, además, sean abiertas, esto es, que pueda votar en ellas el electorado en general. Precisamente el juicio antagónico que había en el PP acerca de cuál de los dos era el candidato más peligroso demuestra la inconsistencia del argumento contra las primarias abiertas que avisa del peligro de que voten también los electores de otro partido y lo hagan a favor del peor candidato... para el PSOE. Es obvio, los electores del PP tienen tanta idea acerca de cuál sea el peor candidato del PSOE como los electores de éste acerca de cuál sea el mejor. Con las primarias abiertas seguramente el resultado hubiera sido más contundente a favor de Gómez. Por una sencilla razón, porque el Gobierno tiene sometida a su control una proporción de madrileños muy inferior a la de socialistas.

Porque aquí hay un elemento esencial de estas primarias que, negado una y otra vez, ha sido evidente en todo el proceso: Trinidad Jiménez era la candidata de La Moncloa y, en consecuencia, de la dirección federal y el aparato del partido. Se le añadieron públicamente personalidades relevantes, ministros, trajo en tándem a otro miembro del Gobierno para la alcaldía, como si fuera un ticket yanqui. Era también la candidata de la prensa progresista. El País la apoyó con alguna encuesta que, en cierto modo, venía a corroborar el mítico sondeo que esgrimía La Moncloa para pedir la retirada de Gómez. No es de extrañar, Jiménez da el tipo de El País, de dama bien aisée que gusta mucho en Prisa. Gómez, no; tiene el origen proletario demasiado cerca. Público andaba con el alma dividida: oficialmente estaba por Jiménez, pero la redacción respiraba más por Gómez, que parece más de izquierda.

Y luego está, la contumaz injerencia de La Moncloa en las elecciones madrileñas. Porque una cosa es que la dirección nacional del partido proponga los candidatos y otra que los imponga. Me extraña que ningún socialista, henchido de patriotismo de partido, haya comparado estas primarias con un nuevo dos de mayo. Los madrileños se sublevan contra el invasor. Esa figura de rebeldía ha favorecido mucho a Gómez y reviste al PSM de una legitimidad impensada. Los electores madrileños (y no sólo los militantes socialistas) gustan de tener un presidente/a que se las tenga tiesas al jefe de su partido porque Madrid es rompeolas de las Españas. De ahí viene parte de la simpatía que despierta Aguirre. De ahí viene también, y con más razón porque su rebeldía es más clara, la que despierta Gómez.

Las interpretaciones del resultado ya están siendo muy simpáticas. El titular de El País, un monumento al disimulo: Gómez gana a Zapatero en Madrid. A Zapatero y al grupo Prisa, aunque ahora quiera olvidarlo. Más incluso al grupo Prisa porque Zapatero, al admitir las primarias, se limitó a señalar que Jiménez era su candidata y se hizo a un lado. El grupo Prisa, en cambio, se empleó a fondo a su favor.

En realidad ese argumento de que, ganando Gómez, pierde Zapatero, que se oye mucho, no parece muy sólido. ¿Por qué va a perder Zapatero? Sólo en un sentido técnico. Desde el momento en que aceptó las primarias, el Presidente tenía que descontar la posibilidad de que su candidata las perdiera. Las elecciones son como las batallas: se sabe cómo se entra en ellas, pero no cómo se sale. Pero perder una batalla no es perder la guerra sobre todo si, además, se pierde por candidata interpuesta.

Más perdería, en el fondo, si su partido en Madrid dejara caer a su Secretario General para seguir mansamente la voluntad del jefe máximo, porque mostraría que eso no es un partido sino un rebaño. ¿O quiere decirse que pierde Zapatero porque en Gómez se perfila ya un rival a la presidencia del Gobierno? Para eso tiene éste que ganar las próximas autonómicas pero precisamente por esa posibilidad, Gómez subirá en intención de voto de los madrileños a quienes gustará ver a uno de los suyos en tan alta magistratura; además, su presidente. Pero, aunque esto fuera así, Zapatero no tiene nada que perder ya que, si decide presentarse de nuevo al cargo, que aún no se sabe, Gómez no se lo discutirá. Él mismo se ha encargado de decir que es "zapaterista", como demuestra oponiéndose a una decisión de Zapatero. En el fondo es un gesto para probar que una cosa es la lealtad (al fin y al cabo, fue Zapatero quien lo propuso en primer lugar) y otra el servilismo.

Las primarias socialistas han dado la señal de partida en la carrera a la Comunidad de Madrid y Gómez que, como buen corredor de fondo, venía trotando desde el principio hace tres años, llega ahora en buena condición para lanzar el sprint final. Es mucho más conocido que antes y no hay excusa para que no se pida su parecer cada vez que la Presidenta tome alguna decisión, con lo que estará en los medios no tanto tiempo pero sí tantas veces como ella. Porque ya es oficiosamente el candidato del PSOE a la Comunidad, aunque aún no lo haya proclamado así el órgano correspondiente.

Pues nada: enhorabuena a Tomás Gómez y a los gomecistas que ahora, supongo, serán todos, incluido Pedro Castro.

(La imagen es una foto de Secretario General del PSM-PSOE, bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 3 d’octubre del 2010

La pugna por Madrid.

Madrid tiene mala fama en España. Los vascos, por ejemplo, al menos los nacionalistas, llaman "Madríz" a todo lo que no es ellos. Para los catalanes, especialmente los barceloneses, es una ciudad parasitaria, llena de funcionarios pero con la que hay que estar relacionado. Para el resto del país la capital es un lugar alegre y acogedor a pesar de estar lleno de madrileños, seres hoscos, ultraserios, que hablan con voz engolada. Madrid, ciudad en obra perpetua que acabó siendo capital del Reino por fin en el siglo XVII, es decir, hace nada y por chirimbola porque pudieron serlo y con más méritos, Toledo, Valladolid, Barcelona, Sevilla y contando por lo bajo.

Sin embargo es el centro de la vida del país no sólo como sede de todos los poderes del Estado sino por derecho propio, como ente político específico. Madrid es importante para España también como ente autonómico y municipal. Es probable que casi todos los españoles sepan como se llaman el alcalde de Madrid y la presidenta de la Comunidad Autónoma; dudo mucho de que pase algo parecido con los equivalentes de otras autonomías. Quizá Montilla pero ¿el nombre del alcalde de Barcelona? ¿El de Sevilla? ¿El presidente de Castilla y León? Las elecciones de ámbito madrileño tienen proyección nacional.

Si a eso se añaden las primarias del PSOE que se dirimen hoy se ve cómo el partido ha extraído el máximo provecho de las circunstancias adversas: una popularidad muy alta de la Presidenta del PP, un práctico anonimato del hipotético candidato socialista y unas horas bajas del Gobierno. Las primarias han servido para catapultar a la fama a Tomás Gómez, muy conocido en Parla (lo votaba el setenta por ciento) pero una nonentity en el resto del país. Gómez se ha apuntado también el tanto de comparecer a las primarias con la bandera de la rebeldía ya que éstas se convocaron cuando Zapatero no consiguió imponer sin más a su candidata, Trinidad Jiménez. El aura de resistencia a la autoridad, de lucha desigual entre el pequeño héroe y la maquinaria del poder, tiene buena prensa y es popular. Ahí Gómez lo borda.

A su vez, Jiménez cuenta o contaba con una mayor popularidad por haber sido una ministra bien conocida, aunque no muy bien valorada. El asunto de las vacunas contra la gripe porcina le hizo mucho daño. Cuenta asimismo su condición femenina en una época especialmente inclinada a favorecer a las mujeres en su lucha por la emancipación completa. En su perjuicio aparece la acusación de paracaidismo como persona teledirigida desde La Moncloa que quiere tener mainmise en la política del foro.

Dado que no ha habido debate entre los dos candidatos será muy difícil que los votantes puedan elegir con conocimiento de los respectivos programas a los que no creo se haya hecho referencia alguna en la campaña. Ambos se han limitado a asegurar que ella o él estaba más capacitado/a para arrebatar la mayoría absoluta a Esperanza Aguirre. Aguirre es mucha Aguirre lo que explica porqué ninguno de los candidatos aspira a derrotarla directamente. Con arrebatarle la mayoría absoluta será suficiente por cuanto eso quiere decir que la alianza estilo frente popular funcionaría. Los electores tendrán que tomar en consideración los rasgos personales de los candidatos, su telegenia, su biografía en el partido y sus ocurrencias en la campaña. No es mucho.

No obstante, el cálculo sobre la pérdida de la mayoría absoluta de Aguirre puede estar equivocado porque se hace sin tomar en consideración la presencia de UPyD. Es probable que este partido obtenga representación en la Asamblea de Madrid y que sea determinante para la formación de gobierno. Esto cambiaría las reglas del juego madrileño y en Madrid, cómo no, se jugaría el destino posterior de UPyD en las legislativas de 2012.

Las primarias han sido un salto a la fama de los dos candidatos del PSOE que han estado permanentemente en los telediarios dejando en la sombra a Esperanza Aguirre, cosa harto difícil. Es fascinante el poder de los medios. ¿Qué retienen los auditorios, los votantes? Sobre todo, la imagen: una señora de larga melena rubia, bien vestida, que habla con firmeza y parece saber a dónde va y cómo llegar; un joven algo desgarbado que parece despierto y con fuerza de voluntad, aunque no esté claro si sabe a dónde va.

Además de la cuestión iconográfica, ha sido necesario discutir sobre algo y, a falta de debate ideológico y/o de políticas prácticas de los candidatos, los medios han entrado en faena con sus propios argumentos. Unos se han inclinado por Gómez y otros por Jiménez en función sobre todo de los sondeos. Hasta ahí ha llegado la teoría. Lo curioso es que también se han pronunciado por una u otra opción los medios de la oposición si bien con el sanbenito de si no estarían haciéndolo maquiavélicamente. También se ha dado cierto debate entre miembros del PSOE acerca de si debe o no haber primarias y, si en éstas, debe vencer Jiménez o Gómez. Se ha hecho con artículos en la prensa comercial, no en la de partido Ya no hay debates de partido, no tendrían sentido. Estos se dirimen a la luz pública a través de los medios. Hasta los debates internos de la superclandestina ETA emergen en la prensa, en donde se debate en pro y contra.

Lo más interesante de las primarias es que no hay quien las pare. Zapatero fue elegido en una forma de primarias y la naturaleza misma de la democracia (y la Constitución española) exige que los partidos elijan a sus candidatos a los puestos representativos en elecciones abiertas, libres y competitivas; que los elijan; no que los aclamen, los unjan o los designen. El PP ha vivido las primarias en un avergonzado silencio habida cuenta de que no existiendo razones en contra de éstas, los otros métodos son claramente autoritarios. El único que puede equivaler en méritos a la elección es el método del sorteo.

Las especulaciones sobre las primarias socialistas tienen eco en la nave capitana del socialismo. Si gana Jiménez, se dice, pierde Gómez; si gana Gómez, pierde Zapatero. Y ahí quiere verse eso que se llama el comienzo del "postzapaterismo". A ello ayuda que el propio Zapatero mantenga la incertidumbre acerca de si se presentará o no en 2012. Si hay un vacío a escala estatal, podría llenarse con el ganador en las primarias, sobre todo si luego gana las autonómicas de verdad.

Una última consideración. Todos los cálculos que conozco del posible resultado de estas primarias parecen dar por sentado que votará hasta el último militante de los 18.136 del PSM, por cierto, poquísimos. Y eso se verá hoy. Sería milagroso que no hubiera abstención pero, si ésta es alta, daría un argumento a los enemigos de las primarias en el seno del partido aunque con escasa mordiente.

(La primera imagen es una foto de Pulsarín y la segunda de Cuellar ambas bajo licencia de Creative Commons).