Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris Ayuntamientos.. Mostrar tots els missatges
Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris Ayuntamientos.. Mostrar tots els missatges

diumenge, 15 de març del 2015

El aire de Madrid.

"El aire de Madrid", dice el refrán, "es tan sutil que mata a un hombre y no apaga un candil". O era. Ahora es sofocante, a veces hediondo o pestífero, depende de con qué candidatura pasemos el finde.

Empezamos por la del PP/Gürtel. La Gran Capitana, la que se gastó 220 millones de euros públicos en sus apoteosis neoliberales, impetra el amparo del Señor y sale con sus huestes a dar la batalla contra el aborto. Como la interrupción voluntaria del embarazo no tiene una relación directa con la alcaldía de la capital, debe entenderse que este acto no es de la candidata a alcaldesa, sino de la candidata a la presidencia del PP. Porque la manifa contra el aborto era contra Rajoy. Que mida la condesa sus fuerzas. No le han ido los obispos que, en tiempos de Zapatero, portaban las pancartas belicosamente. Siguen con Rajoy. Pero eso le da igual. Ya sabe que seguramente no ganará las elecciones, porque tiene a lo mejor de su equipo entre barrotes o a punto de estarlo.  Quiere armar ruido. Si no gana, será jefa de la oposición municipal y seguirá de presidenta del PP de Madrid, en expectativa de serlo de España. Hace unos años Aguirre se retiró de la política para cazar talentos. Ha cazado uno: el suyo.

La candidatura del PSOE al Ayuntamiento, la de Carmona, se ha visto beneficiada por la de Gabilondo en la Comunidad. Le da prestancia y solidez de partido; pero también la ensombrece un poco. El candidato a Vara de Madrid tendrá que identificarse más, adquirir un perfil propio más acusado. Para eso nada mejor que ponerse a hablar de las cosas municipales de las que habla todo el mundo, porque son las que preocupan: al IBI, la limpieza de la ciudad que es de vergüenza, el metro, el transporte público en general, los accesos, la participación ciudadana, las multas, las tasas, la contaminación. Hay mil asuntos. ¿No era este el de "pim pam pum, propuesta"? Pues o la propuesta no sale o no consigue traspasar la barrera mediática.

Ahora Madrid, o sea, Podemos y aliados, llevan de candidata a la alcaldía a Manuela Carmena. Un acierto. Y una rectificación. Por edad, Carmena rompe el discurso de renovación generacional de Podemos. Seguramente seguirán enunciándolo porque es más sencillo insistir en el error que enmendarlo. Pero está roto. Ignoro si Podemos tiene definida la candidatura a la Comunidad. Creo que no y eso introduce un elemento de incertidumbre poco recomendable entre tanto barullo en ese aire de Madrid taan sutil.

En IU el desbarajuste es suicida. Disponen de un flamante candidato a la Comunidad, García Montero, intelectual y persona sosegada, pero en la alcaldía reina un desbarajuste casi de orates. Unos han convocado un referéndum que otros han desautorizado; al final parece haberse producido para rechazar por abrumadora mayoría la opción que favorecía quien lo promovió. No estoy seguro de haberlo entendido bien, naturalmente. La cuestión es si el señor Valiente hace honor a su apellido y confluye por su cuenta y ya no es candidato o se queda de candidato con la perspectiva de seguir siéndolo cuatro años más.
 
Ciudadanos, que viene lanzado en las encuestas, presenta a Begoña Villacís a la alcaldía y a Ignacio Aguado a la Comunidad, dos jóvenes gestores con experiencia e iniciativa que se ajustan a los patrones de renovación que todos predican pero casi nadie aplica. Estos son el peligro de alternativa al PP porque traen un plus ganador: que no están lastrados por la corrupción. Y, por una serie de razones que van intuyéndose, la formación también absorberá un porcentaje de votos de Podemos..

UPyD ha nombrado a Ramón Marcos candidato a la Comunidad y David Ortega al Ayuntamiento. Tienen algo más de dos meses para darse a conocer. Tarea difícil, visto el panorama. Van a tener que vestirse de magenta.  

divendres, 13 de març del 2015

Las cuentas de la Gran Capitana.

Según una vieja leyenda, para muchos apócrifa, don Gonzalo Fernández de Córdoba, forzado a rendir cuentas ante el tesorero del Rey Fernando por la campaña de Nápoles, respondió de forma altanera leyendo una serie de partidas, a cual más disparatada. Una de los más célebres y citadas es la de "en palas, picos y azadones, cien millones", pero también había "diez mil ducados en guantes perfumados para preservar á las tropas del mal olor de los cadáveres de sus enemigos tendidos en el campo de batalla" o "ciento sesenta mil ducados en poner y renovar campanas destruidas en el uso continuo de repicar todos los dias por nuevas victorias conseguidas sobre el enemigo", que era la forma de celebrar las campañas electorales del siglo XVI. Y terminaba con uno que resumía el espíritu entero de la rendición de cuentas: cien millones por mi paciencia en escuchar ayer que el rey pedia cuentas al que le ha regalado un reino.

¡Menudo capitán Gonzalo Fernández de Córdoba! Desde el punto de vista de la moral caballeresca, que Palinuro profesa con la fe y la inocencia de Galahad, la respuesta es cabal. Refleja el orgullo del guerrero que vuelve a casa con el botín y los escribas quieren mirarle los bolsillos. Desde el punto de vista del funcionamiento de las instituciones, la honradez y transparencia de la gestión, el servicio público, la rendición pública de cuentas a que todos están obligados, sean generales o alabarderos, es una chulería  inaceptable, propia de un delincuente.

¡Menuda capitana Esperanza Aguirre Gil de Biedma! ¡220,6 millones de euros de campanas y guirnaldas electorales, confetti, pirulís y paciencia para regalar una rica Comunidad a los empresarios de la Gürtel! En tres años. 73,5 millones por año. Dos millones al mes. 170.138 euros al día.  Más que Grande, Esperanza Aguirre es Enorme de España. Una auténtica máquina de gastar dinero público. ¿En qué? En ponerse por las nubes y sin arriesgar el pellejo, como el Gran Capitán que, en lo del valor personal no anda sobrada la moza.
 
Y ese chorro de dinero, esa cornucopia generosa, parecida a las de las apoteosis de los cuadros de Rubens, ¿a dónde ha ido a parar? ¿A qué bolsillos, manos, cuentas?  Seguramente, gran parte de la millonada iba en forma de publicidad institucional, reportajes pagados y otros ditirambos, insertados, ¿en qué medios? Sin duda en aquellos que defienden la libertad de Aguirre de emplear los dineros públicos en ensalzar su gestión.
 
Entre tanto, la oposición, ¿a qué se dedicaba?
 
Esta señora quiere ser alcaldesa de Madrid. Y hay madrileños, según los sondeos, que van a votarla. Debe de sobrarles el dinero.

dilluns, 9 de març del 2015

Madrid, castillo famoso.

Por fin tienen lideresas las huestes de la derecha frente al baluarte madrileño. Ha costado meses decidirlas y al final se ha hecho aceleradamente y de un modo shakesperiano, dejando un par de cadáveres en el escenario. El primero, el de la todavía alcaldesa, de quien nadie se ha acordado ni para llevarle flores. Aunque ella se postuló, su candidatura era tan absurda como el conjunto de su gestión, puntuada por momentos que han alcanzado ridículo planetario.

El muerto más visible es el infeliz González, quien llegó a creerse que era alguien cuando Aguirre lo nombró sustituto y encargado de la Comunidad mientras ella se quitaba de encima la pringosa Gürtel y encaraba su última y más audaz jugada política: ser de nuevo una alternativa a Mariano Rajoy. Creerse alguien cuando no se es nadie es propio de caracteres confusos, que toman las ventanas por espejos. Aguirre lo dejó en realidad de presidente en funciones pues lo tenía agarrado a través del PP de Madrid, del que ella era presidenta. Y siguió siéndolo mientras afirmaba retirarse para siempre de la politica en un ejercicio de disonancia cognitiva, facultad de gente con muchas tablas. Cuando por fin González, que no parece muy rápido, comprendió haber sido la víctima propiciatoria, los gritos, dicen las crónicas, se oían en toda la primera planta de Génova, recientemente reformada en B y dotada seguramente de condiciones acústicas excelentes.

Cifuentes asciende desde un puesto importante pero, a la postre, funcionarial y delegado, a otro político de primera línea, a medirse con un exministro. Si consigue un resultado satisfactorio, dada su adscripción a Rajoy, será buena pieza de este para hacerse con el control del PP de Madrid, desplazando a Aguirre. Ahí ha estado la tensión de los últimos días. Rajoy cedía en nombrar candidata a Aguirre a cambio de que esta renunciara a la presidencia del partido. Pero la lideresa ha sido tajante en público: no será candidata si no es también presidenta. Un órdago y en un tweet. A lo que el propio PP ha respondido con una declaración institucional, recordando que ese acuerdo existe pero aplazando su ejecución a después de las elecciones. Una concesión que demuestra estado de hostilidades.
 
Rajoy espera malos resultados en todas las elecciones próximas, probables nuevos escándalos de corrupción,  y no parece tener éxito en colocar el mensaje optimista de la recuperación. En esas condiciones no goza de autoridad suficiente para imponer su candidatura a la renovación del mandato ante unos sondeos catastróficos. De ahí que le interese controlar más el partido, sobre todo el madrileño y socavar el terreno bajo su más que probable rival, Aguirre.
 
A su vez, Aguirre, que presume tener un formidable gancho electoral, confía en ganar, ser la alcaldesa. Si lo consigue mientras, al mismo tiempo, se hunden los resultados de su partido en otros ayuntamientos, mantendrá sus dos posiciones de fuerza, la alcaldía y la presidencia, frente a un Rajoy deslegitimado y debilitado. Y nadie duda de que dará la batalla por ser su alternativa. Y Rajoy ya no tiene a Camps para defenderse. A saber si se tiene a sí mismo. 
 
En el fondo, la lucha por Madrid prefigura la lucha por España. En el tándem del PSOE también ha habido turbulencia interna y por el camino se ha quedado algún cadáver. Así como en el PP no dejaron que González llegara a ser Aguirre, en el PSOE no dejaron que Gómez llegara a ser González. La política es a veces una carrera de relevos. Sí ha salido bien a los socialistas la presentación de su candidatura, con todas las virtudes de la buena planificación y mercadotecnia política. Los próximos sondeos hablarán, pero parece haber tendencia a la recuperación del voto en esta época de estrecheces. Y los dos candidatos parecen sólidos. Su manifiesta sosería, que trasmite probidad, es un activo para un electorado que está ya hasta la coronilla de cantamañanas y mangantes.
 
El trabajoso parto múltiple de la izquierda casi resulta simpático por lo cercano y familiar. ¿Quién no conoce gentes tan mal avenidas como estas pero que se obstinan en seguir juntas porque se piensan miembros de una misma familia? Gentes que se toman muy en serio lo que hacen y no paran de adoptar iniciativas unitarias o separadoras, a veces al mismo tiempo, en busca de una forma de organización que compatibilice la jerarquía con la espontaneidad. La cuestión no es si esto es bienintencionado o no, sino si es o no eficaz, por no decir eficiente. La proliferación de nombres, organizaciones, entidades, propósitos no augura nada bueno.
 
Añádase la repentina aparición de Ciudadanos, encabezado por otro fenómeno mediático, Rivera, que trae ecos del Príncipe Valiente. El salto en intención de voto de esta opción que, no siendo nueva, lo parece obliga a tod@s l@s analistas a ampliar la explicación de los partidos en las redes sociales porque Ciudadanos es un partido de redes en mayor medida aun que Podemos. Su primer resultado es haber barrido a UPyD a más velocidad que Podemos IU. Pero, y eso es lo interesante, parece más capaz de bombear el PP que Podemos el PSOE. El PP barrunta que el auténtico peligro le viene de Ciudadanos. La cuestión será cuando se vea la distribución final de ese voto que todo el mundo hoy llama trasversal.

IU es un De profundis. Sacudida por escisiones, enfrentamientos, corruptelas, sanciones, expulsiones, con unas expectativas de voto muy bajas, corre el peligro incluso de ser extraparlamentaria. En Andalucía, por ejemplo, quizá no alcance a constituir grupo propio. A la verdadera izquierda no le queda más salida que converger con la otra izquierda que está obligada a reconocer asimismo como "verdadera". En realidad, someterse a ella.  



diumenge, 1 de març del 2015

A las barricadas.


Las barricadas, hoy, son de cristal. Tienen forma de urnas. Su defensa y asalto se hacen en términos estrictamente discursivos, hablando, cosa que suele darse bien a los intelectuales. La campaña electoral de municipales y autonómicas promete alcanzar niveles nunca vistos. Los intelectuales hacen acto de presencia casi en masa, al menos en la izquierda. El PSOE presenta a un catedrático de Metafísica; IU a uno de Literatura; Podemos no parece tenerlo claro de momento aunque, si no entiendo mal, podría ser Luis Alegre, profesor de Filosofía. Y, en todo caso, en esa organización bullen los profesores e investigadores universitarios. O sea, intelectuales. A Luis García Montero, de IU, lo apoyan otros intelectuales expresamente; casi parece un Parnaso.

En algún sitio he visto un cartel muy ingenioso, imitando uno célebre de Obama; en lugar de este, la efigie de Gabilondo y, como lema, "Yes, we Kant. El lábaro de un metafísico. La referencia recuerda un famoso ensayo sobre filosofía de Ayn Rand, publicado como La filosofía y quién la necesita. En realidad era una lección inaugural de curso de la Academia militar de West Point, allá por los años setenta del siglo pasado. En ella, Rand desengañaba a los cadetes acerca de la estrategia general del mando. El enemigo de los Estados Unidos y, por ende, de la libertad, decía la autora de El manantial, no era el comunismo. Era Kant. Cuando Gabilondo enarbola a Kant prueba la verdad de la predicción. El imperativo categórico es contrario al capitalismo y no digamos al neoliberalismo.

Lo que no tengo claro es si son polémicas que se difundan por los medios. Los intelectuales tienden a la abstracción y las grandes fórmulas. Iglesias se arrancó hablando de asaltar los cielos. Y, al lado de los cielos, ¿qué son unas urnas de cristal? Los intelectuales salen de sus torres de marfil y se implican en los conflictos de la vida práctica.

Pedro Sánchez no se ajusta al patrón. Más parece un joven ejecutivo con dotes de mando y organización. Fondo de intelectual, poco. Pero en torno suyo hay bastantes, aunque desperdigados. Harían bien los socialistas en unificar sus fundaciones en una sola, como hace la derecha con la FAES. La unidad es un factor esencial en la práctica y la teoría políticas. Si no consiguen juntar las taifas fundacionales, creen una, dótenla de medios y pónganla a trabajar, porque les hace falta. Podemos quiere asaltar los cielos a lomos de estudios empíricos, análisis estadísticos, informes de viabilidad, dictámenes de expertos. Oponerse a eso con vaguedades no es prometedor.

Son, pues, dos tipos de intelectuales: los de la antigua usanza, más ideológicos y los de la nueva, más prácticos, más gestores que intelectuales, más managers, por utilizar el término que popularizó en 1941 James Burnham que, a su vez, procedía del movimiento trostkista. En medio está Carmona, candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid, un mixtum compositum de sabio profesor, gerente avispado y locuaz tertuliano.
 
Esta efervescencia de ideas, tendencias y propuestas tiene como denominador casi común la idea de unidad. Unir a los intelectuales es tan posible como cuadrar el círculo.
 
La derecha no tiene ese problema. Sus candidatos son siempre políticos profesionales. Y sus intelectuales están aparcados en programas televisivos con títulos como amarillo limón o las pulgas del perro.

dissabte, 31 de gener del 2015

La vorágine.

Cuatro elecciones en este año. Las primeras, las municipales y autonómicas que, por cierto, en donde coinciden, van a ser muy distintas, si bien eso no se advierte. Las del ayuntamiento de Madrid capital son pura efervescencia. El modelo viene de Barcelona. Allí Podemos se ha fundido con Guayem en candidatura única. En Madrid lo han hecho con Ganemos. Para que luego digan que lo de Cataluña no influye en la capital.

La confluencia madrileña carece de nombre único. Unos hablan de Frente Popular y otros de Candidatura de Unidad Popular. Aparte de las reminiscencias históricas, la dualidad parece encerrar una controversia conceptual. El frente es unidad de siglas y partidos, la CUP, pura unidad popular, unidad de los ciudadanos, que las ignoran. Es el contenido del alegato de Pablo Iglesias hoy en Público, llamando a la manifa, Es ahora. No convoca Iglesias, no convoca Podemos. La gente, la ciudadanía sin distinciones se convoca a sí misma. Es una autopoiesis, que dirían Varela y Maturana. Es unidad popular. Y, se quiera o no, asoma la oreja el populismo.

A la suma se ha sumado el sector mayoritario de IU en Madrid. Queda el sector minoritario. A ver qué hace. IU muy tocada con esta enésima escisión que ya anima a El País a hablar de desaparición. Un titular con sabor a deseo. En todo caso, teniendo en cuenta la situación de Andalucía, a la que hay que hacer frente en marzo, o sea, ya, IU tiene un serio problema de supervivencia.

Como el PSOE, aunque quiera disimularlo. Dice un segundo que las bases del partido apoyan a Pedro Sánchez. A veces es mejor callarse porque eso quiere decir que los dirigentes, los barones, el aparato, no lo apoyan. El partido se debate entre quienes quieren mantenerse puros, con su organización aparte y quienes tratan de tender puentes con esa especie de magma a su izquierda que tiene fuerza de atracción.

Obviamente, todas las alianzas que se hayan hecho o se hagan estarán presididas por la premura y el cálculo electoral. Sería absurdo que pensaran en otra cosa quienes se llaman "ganemos". Serán alianzas pendientes de pasar la prueba de fuego en dos momentos.

Para empezar, la campaña electoral de hecho será de tres terribles meses. En esos tres meses incidirá el PP, cuya táctica parece ya clara: vender el discurso de la recuperación y, como nadie lo cree, cargar sin descanso contra los adversarios, especialmente los adanes de podemos. Montarles escándalo tras escándalo, difamarlos, llevarlos a los tribunales, acusarlos de lo que sea, tratar de destrozarlos.

Influencia tendrán en la campaña las elecciones andaluzas de marzo en las que también figura Podemos. Lo importante en ellas será el resultado del PSOE. Ya hay quien quiere llevar a Susana Díaz en andas a La Moncloa. Parece un cálculo algo pintoresco teniendo en cuenta que, para el mes de julio, cuando Díaz haya de reñir las primarias del PSOE, estará dando a luz. Puede ser, desde luego, pero parece poco probable. Lo indudable, sin embargo es que este plan andaluz muestra que hay gente en el PSOE (cuánta y cuál está por ver) que da a Sánchez por amortizado y está loca por encontrar un sustituto.

El PSOE en Madrid tiene poca relevancia mediática. Han buscado un alcaldable tertuliano, pero es evidente que no tiene el tirón de algunos de sus rivales en los medios. Hay un factor que ninguno de los dos candidatos cuenta y es que la gente no los ve como candidatos ganadores porque su partido lleva veinte años perdiendo. Determinante sin duda será quien personifique la candidatura llamada popular  que a su vez, se enfrentará a la de la derecha asimismo llamada "popular". En distinto sentido, se entiende.

¿Y Grecia? La influencia de Grecia será formidable. Si Syriza se sale con la suya de un modo u otro, Podemos recibirá un gran impulso. Si, por el contrario, muerde el polvo o claudica, también de una u otra forma, la decepción minará el impulso de aquellos. También serán muy importantes las señales que mande la UE a nuestro país directamente o a través de Grecia. Porque Grecia no es España, según nuestros ilustres líderes, pero España sí es Grecia. Y lo primero que ha hecho la España oficial es recordar que los griegos nos deben más de veinte mil millones de euros. En algún sitio he leído que cada español es acreedor de Grecia por 555 euros. Todos los días se lo van a recordar.

Resistir esta campaña electoral tendrá su mérito.

Y luego llegará la segunda parte del bautismo de fuego. Realizadas las elecciones, vistos los respectivos porcentajes, hay que repartirse los puestos, los cargos, las responsabilidades. Viene aquí a la memoria una de esas pruebas de la sabiduría de los notarios, cuerpo con un profundo conocimiento de la naturaleza humana por razón de su experiencia. Cuando en una sucesión en la que se cuenta más de un heredero o legatario se dice que no hay problema porque se llevan muy bien, los notarios aconsejan esperar a redactar el cuaderno particional  para ver si se llevan bien o no.

Aquí lo mismo. Los gobiernos municipales no se improvisan. La vida de los ayuntamientos es, como solía decir el fallecido juez Joaquín Navarro, "municipal y espesa" y pondrá duramente a prueba la capacidad de gestión de unas asociaciones y coaliciones inestables, más hábiles en debates teóricos que en la administración cotidiana en condiciones, además, presumiblemente hostiles.

Y según se esté lidiando con los resultados de las elecciones de mayo, se echarán encima las catalanas en las que, irónicamente, Podemos puede tener mejor resultado que los dos partidos dinásticos juntos, haciendo quizá honor al grito de alarma del independentismo para el cual, los de Pablo Iglesias son la nueva formación españolista. O quizá no. No se debe subestimar el notable eclecticismo de Podemos.

Todo para llegar a noviembre con la lengua fuera. Y eso si no prospera una nueva intriga interna por ahora minoritaria en el PP de quienes consideran que Rajoy debiera adelantar las elecciones generales para coger a los socialistas desarbolados y a los de Podemos en ciernes. O si no se monta una plataforma de apoyo a un retorno de Aznar. 
 
Tales eventos son muy poco probables. Si se dieran, habría que reescribir entero este post. Y no sé si las cuadernas de Palinuro lo aguantarían.

dimarts, 12 de novembre del 2013

La conferencia del PSOE y la basura del PP.


La atención mediática suscitada por la conferencia política del PSOE ha llevado a segundo plano otras cuestiones de no menor enjundia. Paradójicamente el evento socialista serviría de cortina de humo para que no se hablase de los últimos disparates de la derecha en el gobierno español y, específicamente, en el madrileño. Que no se hablase de Bárcenas, quien continúa con su pausada estrategia de revelación de más presuntas irregularidades del PP; de las becas Erasmus del ministro Wert, empeñado en suprimirlas por ser vías de acceso de las gentes sin medios a los estudios; de la congénita incapacidad de Ana Botella para gestionar nada más complicado que su personal make up, como se prueba con esa increíble huelga de las basuras en Madrid; o del enésimo desatino autoritario de Rajoy, quien declara que los artículos 1 y 2 de la Constitución son innegociables, que no hay nada que negociar ni dialogar y eso como muestra de la disposición a negociar.

Celoso el PP en un principio del protagonismo mediático del PSOE, pretendió oscurecerlo fabricando un argumentario por el que su gente y sus periodistas a sueldo probarían la inanidad, la inutilidad del esfuerzo socialista. Pero no debía de estar muy convencido de su oportunidad ni debía de darle mucha importancia porque encargó la tarea a Carlos Floriano, en la seguridad de que nadie le haría caso. Como sucedió. En el fondo, lo inteligente para el PP era que los socialistas se llevaran todo el protagonismo dos o tres días. La cortina de humo se haría más densa y no era preciso alertar a la gente con juicios malignos y falsos, tópicos y maledicencias de poca monta.

Así que, exultantes, los socialistas afirmaban haber recuperado la iniciativa, mostrando su capacidad de generar ideas, propuestas y soluciones de consenso para los problemas internos de su partido. El PSOE tiene una acreditada capacidad para llegar a acuerdos en su interior y preservar su unidad, que lo diferencia de otras fuerzas de izquierda, más dadas a enfrentamientos domésticos, anatemas, purgas y escisiones. A lo mejor por ello niegan estas a aquel su condición de izquierda.

El acuerdo más complicado al que los socialistas han llegado es el que afecta a las primarias. Tomás Gómez se quedó solo proponiendo fecha. Nadie lo siguió. El partido cerró filas en torno a la propuesta de que sea el Comité federal el que dije el plazo. Eso no es, evidentemente, poner puertas al campo. Pero se le acerca. De aquí a las primarias, los distintos candidatos pensarán sus estrategias, tomarán posiciones y orientarán su acción en el sentido de la candidatura. Serán inevitables planes, acuerdos. Es obvio que Carme Chacón no va a quedarse quieta; ni Patxi López; ni Emiliano García Page; seguramente ni Tomás Gómez y solo queda que Madina dé un paso al frente. Y Rubalcaba aún no ha ejercitado su derecho a decidir, que él sí se lo reconoce a sí mismo.

No sé si puede llamarse a eso haber recuperado la iniciativa, pero está bien que el partido se mueva, se agite, porque así también se debatirán proyectos y algunas de las cuestiones que la conferencia política ha silenciado o soslayado pueden volver a salir a debate. Y saldrán.

Mientras tanto, en el PP podrían responder si van a hacer algo con respecto a los cuatro nuevos problemas que han tenido la habilidad de provocar en las últimas 72 horas. En concreto:

- Si el gobierno y el partido van a colaborar por fin con la justicia en lugar de entorpecerla y si Rajoy va a asumir la evidente responsabilidad política que tiene en el caso Bárcenas/Gürtel.

- Si el ministro Wert va a dimitir visto su fracaso no solo con las becas Erasmus sino son su Ley orgánica de Mejora de la Calidad de la Educación (LOMCE) que no tiene detrás más que los votos del PP y, por tanto, nace muerta.

- Si Rajoy va a adoptar una actitud de diálogo con la Generalitat catalana, en lugar de cerrarse en banda a todo intercambio y de estar propiciando ese choque que se dice querer evitar.

- Si Ana Botella, por fin, va a dimitir, vista su incapacidad para conseguir que los madrileños tengamos un servicio de recogida de basuras por el cual pagamos nuestras tasas e impuestos. Llena de pasmo que una alcaldesa incapaz de garantizar la limpieza de las calles pidiera traer los Juegos Olímpicos 2020 a la capital con tanto ahínco como para hacer el ridículo. Ella, que quería "limpiar" las calles de prostitutas y mendigos, ni siquiera puede limpiarlas de los montones de bolsas de basuras.

(La imagen es una captura del twitter de Verbal Kint).

dissabte, 13 d’abril del 2013

En Fuenlabrada, sobre el Estado del bienestar.


Tuve ayer la honra de participar en el Foro de las ciudades, del ayuntamiento de Fuenlabrada, ciudad gobernada por la izquierda en una alianza PSOE/IU que tiene una intensa actividad formativa y cultural. El municipio se precia de contar con una muy tupida red de asociaciones y redes civiles. Sí señor, eso es la izquierda gobernando: fomentar el interés de la gente y sus inquietudes por conocer la realidad en que vive, deliberar y tomar decisiones colectivas. Enhorabuena. La respuesta de la peña, como puede verse en la imagen más abajo, en un viernes por la tarde, es entusiasta y masiva.

Por cierto, a propósito de las fotos. Son de Raúl Pleguezuelo, un amigo, compañero de ideas y de redes sociales quien se las ha enviado a Palinuro. En la mesa estábamos tres ponentes (Soledad Murillo, Teresa Forcades y un servidor), así como un moderador. Pero solo dispongo de fotos en que estamos la hermana Forcades y yo. Si consigo otra en la que estemos tod@s, la subo.


Las sesiones del Foro este año están dedicadas al Estado del bienestar. O a lo que queda de él. A la crisis del Estado del bienestar. Pienso, aunque allí no lo dije porque se me acaba de ocurrir, que el término crisis es demasiado benévolo, aséptico. Una crisis sugiere algo extraño, ajeno a nosotros, casi telúrico, algo imposible de evitar. Y no es así. Igual que muchos defendemos que la crisis financiera no es tal sino una estafa, la crisis del Estado del bienestar es en realidad el ataque, el desmantelamiento del Estado del bienestar por intereses ideológicos, políticos y, desde luego, económicos. La destrucción de esta forma de Estado es el objetivo y el resultado de las crisis económicas. Una transferencia neta de riqueza de las clases medias y bajas a la clase alta, del trabajo al capital, un expolio al que llaman "privatización". Llegados aquí siempre me acuerdo de que, en inglés, la piratería entre los siglos XVII y XIX se llamaba privateering. Teóricamente había alguna vagarosa distinción entre privateer y pirate pero nunca contó mucho. Supongo que la diferencia estaba en si el pirata llevaba o no cartas de patente. En cuyo caso era un corsario. Bueno, un privateer, un privatizador. Como hoy: gentes que saquean las posesiones ajenas (en este caso las públicas) en beneficio de sus propios bolsillos y los de sus accionistas y financiadores.

Me felicito asimismo de haber conocido a la monja benedictina Teresa Forcades. Como es de suponer, no comparto algunas de sus premisas vitales, pero admiro su coraje cívico y su disposición ejemplar al diálogo, y creo coincidir con ella en la necesidad de luchar por algunos objetivos concretos pero de mucha hondura. El más importante, la igualdad de derechos en todos los sentidos.

Me quedé sin ver lo que me pareció era una espléndida exposición de Esther Pizarro (¡peazo espacio que tiene la casa de cultura para exposiciones!) titulada Derivas de ciudad, cartografías imposibles. Lo poco que pude ver muy apresuradamente me pareció magnífico. Una visión, casi un tacto, totalmente nuevos de nuestro medio urbano. A ver si la visito antes de que la clausuren.

divendres, 11 de gener del 2013

Váyase, señora Botella

Que Botella es de una incompetencia clamorosa lo saben los madrileños por lamentable experiencia propia. Que todo cuanto tiene de incompetente lo tiene de soberbia, creída y cursi, también. Que únicamente se ocupa de su persona y de enchufar a sus amig@s y clientes es un hecho ya comprobado. Que a su incompetencia añade una irresponsabilidad e insensibilidad pétreas que le permiten largarse a un spa de lujo mientras en su ciudad tiene lugar una catástrofe con resultado de cinco muertes es notorio. Que su afán de aferrarse a un cargo no alcanzado por votación directa la lleva a adoptar decisiones inexplicables y arbitrarias con sus subordinados resulta patente. Que su torpeza política la tiene enfrentada a sectores enteros de su propio partido, una realidad incontestable.
Y, no obstante, nada de lo anterior es motivo suficiente para que la dama presente su dimisión, como resulta obligado de los usos y costumbres en países democráticos.
Es preciso, pues, explicarle las pautas de la representación política y el servicio público. Hacerle ver que es derecho de los madrileños tener un/a alcalde/esa que no se dedique en exclusiva a escurrir el bulto, hacer el ridículo en Londres con dinero de todos, buscar chivos expiatorios por su inutilidad y tratar de salvar su pellejo político a cualquier coste. Y no lo tienen.
Madrid es este momento una ciudad desgobernada. Ayer había sobre la capital una nube tóxica densa y negra que probablemente superó todos los índices de contaminación, producto no solo de la actual desatención de la alcaldesa sino de la herencia de su propia inoperancia como concejala que fue de medio ambiente; la circulación es un caos; los servicios funcionan mal y todo es una mezcla de estúpido boato y administración sórdida, con intentos de echar de sus casas a vecinos de pocos posibles para sacar adelante algunas de esas oscuras maquinaciones especulativas a las que tan aficionada es la derecha, y otras vergüenzas.
Es imposible gobernar una ciudad de cuatro millones de habitantes mientras se lucha por sobrevivir y no verse arrastrada a los tribunales por manifiesta deficiencia en la gestión. Lucen poderosos los dos argumentos que suelen esgrimir aquell@s, poc@s, que en el país dimiten en estos trances: tener tiempo para su propia defensa si ya están imputad@s y no perjudicar a su partido. A estos se añade un tercero, primero en orden de importancia: no ser un obstáculo al bienestar de los ciudadanos bajo su jurisdicción. Los madrileños tienen derecho a que su alcalde/esa se ocupe y resuelva los problemas de la ciudad, que para eso la pagan, y regiamente por cierto, y no de los suyos propios.
Váyase, señora Botella.

El € por receta o la doble desobediencia.

¡Quién iba a decirlo! Ignacio González se declara de antemano en desobediencia del Tribunal Constitucional. Sin conocer la decisión de este está decidido -y así lo afirma- a no devolver lo recaudado y eso antes de saber si la sentencia le ordena hacerlo. Es desobediencia civil. Casi rebeldía. Eso:  ¡quién iba a decirlo! Un hombre tan conservador, tan atildado, tan de orden ¡en desobediencia civil! Autoridad no tiene mucha. Ha regalado también de antemano (es un gobernante expeditivo, resuelve los problemas antes de planteados) 1.300 o 1.800 millones de euros de todos los madrileños al gringo de Eurovegas y quiere recaudarlos tacita a tacita, urillo a urillo. Para ello no duda en declararse desobediente civil. Como Martin Luther King.
Lo curioso es cómo esta desobediencia civil se enfrenta a otra multitudinaria, generalizada, la de quienes se niegan a pagar el € por receta. Como esto siga así, González no devolverá lo recaudado porque no habrá recaudado nada. Resulta un pelín ridículo del lado de los dineros. Algo así como el ahorrativo despilfarro del consejero Lasquetty. Además de ridículo es perfectamente necio porque si los madrileños se creen legitimados a desobedecer la norma del pago del €, mucho más y con razón se creerán si quien la dicta anuncia por anticipado que se declara en rebeldía frente a los tribunales. Da así lugar a una desobediencia a la desobediencia o doble desobediencia. En verdad, estos políticos son de desecho de tienta, por utilizar metáfora querida por la cultura patria. ¿Quién le mandaba decir esa machada? ¿Por qué hace algo tan innecesario? ¿Por parecer el gallo del corral?
En fin. También es cosa de maravilla ese recurso al Constitucional del gobierno. Se entiende en el caso de CiU porque es otro partido y de catalanes, siempre fastidiando. Pero frente al propio partido tiene algo de misterioso. Y se basa ¿en qué? No será en términos de derecho a la salud porque el gobierno lo trata igual o peor que la Comunidad Autónoma. Tampoco en cuestiones de competencias porque es competencia de la Comunidad. Menos en cosas de Hacienda, pues el gobierno apremia al cumplimiento del objetivo del déficit autonómico. Entonces ¿en qué? Pues, por increíble que parezca, viene de la pelusa de preeminencia, de aquí mando yo y de la demagogia: yo os obligo a repagar hasta las cataplasmas pero a este socaliñas de González lo meto en cintura.
¿Y los socialistas? Muy bien: van a recurrir invocando el principio irrenunciable de la gratuidad de la sanidad, que es un derecho. Pero han aprovechado para pegarse entre ellos. Speedy Gómez contra Smartie Rubalcaba. El uno es la brigada ligera y el otro la división acorazada. Pero bueno, lo importante es que el recurso llegue y el alto tribunal se pronuncie antes de los JJOO de 2020 en Madrid.
Por cierto, una última observación. Ayer, la capital estaba sumida en una nube negra, densa, claramente tóxica que estará causando más muertes que el Madrid Arena. Pero estas no son tan mediáticas. Sin embargo, revelan la auténtica razón de por qué debe dimitir la alcaldesa Botella: porque, absorbida en la tarea de salvar su pellejo político, tiene la ciudad abandonada y sus millones de habitantes condenados a respirar ponzoña a causa de su desgobierno.

dijous, 8 de novembre del 2012

¿Dimitir? ¡Por favor, alcaldesa, ni se te ocurra!

¿Dimitir tú? ¿Tú,la alcaldesa de Madrid por voluntad de tu marido y de tu amigo Gallardón? ¡Por favor! Y ¿qué tienes tú que ver con lo sucedido en esa noche de Halloween en donde un puñado de inconscientes se empeñó en organizar un quilombo? Tú estabas en Portugal, con tu marido, dedicada a tu vida privada y atendiendo a importantes asuntos de alcance planetario. Solo los enemigos de España pueden hallar relación alguna entre tus responsabilidades de alcaldesa y lo que pasa en las macrofiestas de los jóvenes.
Además, ¿dimitió alguien en el Prestige? Nadie. ¿Alguien en el Yak-42? Nadie, y hubo 62 muertos, o sea, 58 más que en Madrid Arena. ¿Alguien en el metro de Valencia? Nadie, y hubo 42 muertos, 38 más que ahora. ¿Dimitió tu marido cuando puso en marcha una guerra criminal en la que han muerto cientos de miles de personas? Así que ¿por qué tú, precisamente tú, cuando solo ha habido 4 fallecidas? ¿No será porque eres mujer? Claro que sí: quienes piden tu dimisión son machistas descarados que te la tienen jurada por tus grandes méritos como mujer, madre, esposa, política, recopiladora de cuentos, filósofa de andar por casa y alcaldesa; son envidiosos y potenciales delincuentes a quienes Cifuentes deberá incluir en alguna de sus listas de sospechosos habituales.
Ni se te pase por la cabeza, Alcaldesa. Como dices muy bien, tú has cumplido con tu obligación en todo momento, consistente en venir del hotel de lujo en que te encontrabas a decir que, de ahora en adelante, quedará prohibido hacer macrofiestas en donde la gente pueda morir. Solo los rojos, los masones y los mahometanos pueden pensar que sea obligación tuya asegurar que el Ayuntamiento que presides no permita hacer fiestas en locales sin licencia ni autorización o que, ¡habráse visto! lo sea garantizar que los locales no doblen el aforo permitido, que tengan seguridad o que no permitan la entrada a menores. Y menos para que alguien se forre. Ni tú ni nadie a tus órdenes tiene por qué dimitir por asuntos que escapan a vuestras competencias porque son designios del señor y responsabilidad de quienes participan ellos.
¿Dimitir porque, mientras tú cultivabas tu vida privada, hubiera una tragedia en ámbitos de tu responsabilidad? ¿Es que para salvar la vida a la gente vas a tener que renunciar a tu derecho a tener vida privada junto a tu marido en lujosos lugares que este frecuenta para inspirarse en su lucha por salvar la civilización occidental? ¡Por favor, por favor, que cada palo aguante su vela!
Además, ¿no has dicho ya con esa clarividencia y profundidad de concepto que te caracteriza, que ni un instante has dejado de pensar en la tragedia de Madrid-Arena a pesar de que estabas a cientos de kilómetros de ella! ¡Les parecerá poco a los impenitentes regelios y demás chusma que tuvieras que pensar! ¡Pensar! Como si eso fuera cosa que cualquiera pudiera hacer.
¿Dimitir? Ni de broma. Al contrario: alguien debe proponerte para recibir la medalla al trabajo y el premio Príncipe de Asturias a la Solidaridad.

dimecres, 8 d’agost del 2012

Sánchez Gordillo y la lógica del sistema.

Sánchez Gordillo es uno de esos radicales, apocalípticos, imprevisibles e indisciplinados frutos de la tierra, capaces por sí solos de subvertir el orden constituido por la autoridad, consagrado por la santidad y aceptado por la credulidad. No postula alambicadas construcciones teóricas. Rawls le sonaría a chino. Tiene un concepto simple, directo y certero de la justicia, pero que deja en evidencia la gigantesca hipocresía de un sistema que premia a los delincuentes, los ensalza, los hace gobernantes, presidentes, papas, mientras castiga y explota a las víctimas y persigue y reprime al hombre justo, dejando el conjunto en manos de unos políticos, gestores, justificadores y leguleyos cuyas conciencias compra como el que adquiere sardinas en la plaza.
Eso es Sánchez Gordillo por encima de todo: un hombre justo, uno que no cabe en el marco de las ordenanzas, los códigos o los misales, uno que habla poco pero hace mucho y lo que hace es lo que ha dicho que iba a hacer, no lo contrario como algún otro botarate que así llega a presidente del gobierno. Ya es milagroso que Gordillo haya llegado a alcalde. Demuestra que los vecinos de Marinaleda saben lo que hacen cuando votan y no como millones de españoles, que votan contra sí mismos sin enterarse. Como todos los escasos hombres justos, Gordillo es un incordio y una incomodidad para una sociedad que hace ministro de Cultura a un pedante, de Justicia a un hipócrita, de Defensa a un fabricante de armas, de Trabajo a una holgazana, de Sanidad a una analfabeta, etc. Es un incordio para los académicos porque no se deja clasificar; para los periodistas porque no se puede manipularlo; para los políticos porque no se deja comprar; para los curas porque no es un inmoral como ellos.
En definitiva, un elemento de la naturaleza que a veces nos es propicio y otras nos amarga la velada.
En la mejor tradición insurreccional andaluza que historiaran los Bernaldo de Quirós y los Díaz del Moral, el gesto de Sánchez Gordillo ha encendido España entera y ha dejado con el culo al aire a las legiones de escribas, fariseos, políticos, parásitos, intelectuales y dignos delincuentes de traje y corbata encargados de justificar el orden existente con el espíritu del lacayo panglosiano. Al plantear el asunto con tanta contundencia y simplicidad deja en evidencia los artificiosos distingos mediante los que los paniaguados del capital hacen pasar por justicia una olla podrida de crímenes, robos, saqueos, violaciones, estafas y sobornos.
Viene ahora el contraataque de las fuerzas del orden mandadas por unos políticos suyo único mérito es ser amigos de Rajoy y azuzada por unos periodistas a sueldo de este y sus conmilitones. Comenzaran los debates sobre si esta ley o este precepto, este punto o aquel artículo con los que se pretenderá encauzar ese río desbordado de indignación popular que el gesto de Gordillo ha hecho pasar por medio de la podredumbre del sistema como Hércules hizo con el río Alfeo y los establos del Rey Augías.
Y si alguien cree que me excedo al calificar el sistema de corrupto, que explique cómo es posible que un hombre condenado por delincuente como Mario Conde pretenda organizar un partido político.
Esas son las tres posibilidades reales: Gordillo-Rajoy-Conde.
Y hay que elegir.
Sin duda, Palinuro elige a Gordillo.
(La imagen es una foto de Audiovisuales Acampñadazgz, bajo licencia Creative Commons).

dilluns, 13 de juny del 2011

Un buen camino.


Por la retirada del Diccionario franquista de la Academia

.


Cuando las instituciones están podridas porque en ellas prevalecen los que Lorca Y Dalí llamarían putrefactos (con cierta variante semántica) lo mejor que puede hacer la gente decente es marcharse de ellas. Exactamente lo que han hecho los dos concejales de Esquerra Unida de Valencia, quienes han desalojado el pleno del Ayuntamiento de Alacant apenas comenzó a hablar la nueva alcaldesa, Sonia Castedo, imputada en uno de los más malolientes procesos de que está salpicada toda la Comunidad Valenciana que con mano firme dirige el curita, a su vez implicado en otros procesos de no menor relevancia.

Los dos concejales, Miguel Ángel Pavón y Ángeles Cáceres, han salido con gran dignidad del pleno y se han sumado a los manifestantes del 15-M(véase el vídeo a continuación)

en un acto pleno de significado político y que, en su aparente modestia tiene un gran alcance. Los dos concejales son en este momento la lanzadera que une dos mundos opuestos: la política parlamentaria (representada por unas instituciones bastardeadas por los corruptos) y la política extraparlamentaria (representanda por los indignados del 15-M) en una dinámica que no se sabe a dónde irá a parar aunque, desde luego, dependerá en buena medida de la valentía de la izquierda.

Parafraseando a Henry David Thoureau, Cáceres y Pavón podrían decir que hay momentos en la vida en que el lugar apropiado para una persona decente es la cárcel; aquí no es la cárcel, pero sí la exclusión de las instituciones y la unidad con la actividad extraparlamentaria. Sin duda es una decisión estupenda, una que devuelve la pelota de la corrupción, la mentira y el engaño al tejado de unos políticos que han prostituido de tal modo sus cargos que sólo parecen querer estos para seguir delinquiendo y blindarse frente a la justicia.

Creo que sería lo que tendría que hacer la izquierda, toda la izquierda, en casos clamorosos, como el de Francisco Camps: abandonar sus escaños como protesta y unirse al 15-M, que está cargado de razón. Alguien podrá decir que es una decisión tácticamente errónea porque se deja el terreno libre al curita, que podrá hacer mangas capirotes. Es verdad. Pero es lo que hace incluso con la oposición presente porque emplea su mayoría absoluta para cometer sus fechorías y la oposición es impotente. Hasta seis sentencias judiciales acumula Camps que le ordenan facilitar información a la oposición y sigue sin hacerlo. ¿De qué le sirve a la oposición mantener su política parlamentaria sino es para legitimar un sistema podrido por el predominio de una clase política corrupta? De nada. ¿Por qué no atreverse a dar ese paso, a comenzar una unidad de acción con los indignados? ¿Por temor a lo que diga la derecha? Pero ¿hay alguna duda de que la derecha siempre dirá lo más dañino y que si no lo tiene se lo inventa? Regla general para el comienzo del saneamiento de las instituciones: allí en donde haya imputados y estos gobiernen con mayoría absoluta o mediante un pacto con su marca blanca, UPyD, lo que la oposición debe hacer es despejar el campo y unirse al 15-M en la denuncia de la corrupción.

diumenge, 12 de juny del 2011

Luz y sonido.

Por la retirada del Diccionario franquista de la Academia
.


La solemne toma de posesión de las autoridades locales se vio ayer animada por la presencia de los indignados en casi todas partes con sus pancartas, su cacerolas, sus gritos, sus protestas. En Sevilla, en Valencia, en Madrid y en un sin fin de otras plazas hubo boicoteo activo a las ceremonias que los del PP llaman chantaje (esto es, extorsión), ellos y sus conciencias sabrán por qué. En varios casos hubo cargas o desalojos policiales con alguna violencia, aunque no mucha porque las autoridades tratan de evitar una dinámica de acción-represión-más acción cuyos efectos han visto y están viendo muy de cerca en los países árabes y ahora es posible que también en Turquía.

Los medios, el principal aliado, quieran o no, del 15-M, están encantados. Hay noticias por todas partes. Y cuando no son de los indignados, son de otra fuente: Álvarez Cascos en Gijón, el poderío de Bildu en el País Vasco, rematado con la joya de la corona, el ayuntamiento de Donostia. Pero lo esencial es la intervención del 15-M que es como la enojosa presencia de aquella parte del pueblo que no se siente representada en el establecimiento político y ha decidido pasar a la acción a su modo. Supongo que los alcaldes y concejales que han tomado posesión en el tumulto estarán deseando que pasen estos momentos, este movimiento, para volver a sus negocios habituales. Pero el movimiento parece ser duradero.

Y lo es porque las causas que lo pusieron en marcha siguen ahí y agravadas si cabe. En primer lugar, la política entendida como cabildeo de partidos. IU se abstiene en muchos municipios y da de hecho el gobierno al PP; en algunos casos, incluso, lo vota. En otras partes, el acceso del PP lo facilita UPyD. Pero hay muchos otros municipìos en los que gobierna el PSOE con los votos de IU. Con los votos de CiU gobiernan varios alcaldes del PP en Cataluña, incluido uno caracterizadamente xenófobo. Y es la CiU cuyo líder, Mas, acudió en cierta ocasión al notario para certificar que jamás pactaría con el PP. Retorna la teoría de la pinza y las amargas recriminaciones de una izquierda que, por lo que se ve, es incapaz de hacerlo mejor. Es fácil que las componendas entre partidos tergiversen el sentido del voto que han recibido, si se considera que el voto es como una especie de mandato. ¿Quién se atreverá a afirmar que la protesta de los indignados con su consigna de ¡No nos representan! esté fuera de lugar?

Todavía peor es el asunto de la corrupción. Más de cien imputados en procesos penales han conseguido acta de concejal o vara de alcalde. Admitido que esto de retirar sin más a los imputados en un país en donde se puede recurrir a la denuncia falsa a adversarios políticos es complicado. Pero aceptando esta complicación, cien imputados tomando posesión de cargos públicos en los que se administran dineros públicos son un espectáculo deprimente. Imputados y procesados por malversación, cohecho, tráfico de influencias, jurando y prometiendo, presidiendo comisiones. Barberá agradeciendo a Camps no su amor al dinero, al boato y al despilfarro sino ¡a Valencia! ¿Cómo afear al 15-M que ponga de manifiesto lo ridículo de esta farsa?

dilluns, 23 de maig del 2011

El desastre de la izquierda.

Las elecciones municipales y autonómicas, sobre todo las municipales, son de naturaleza distinta a las generales y es un error proyectar la distribución del voto de las unas a las otras. Hay en ellas más pluripartidismo en las instituciones y, por tanto, posibilidades de gobiernos de coalición muy variados que, en algunos casos, mitigarán lo que a todas luces es una derrota sin paliativos de la izquierda. El PSOE pierde 8,2 puntos porcentuales; un fracaso. Izquierda Unida gana 0,8 puntos que es prácticamente nada. Ambas fuerzas deberán revisar sus planteamientos y es lo que hará Palinuro algo más abajo.

El electorado, especialmente el de izquierda, generalmente más crítico, suele aprovechar estas elecciones para castigar a su partido, darle un toque de atención, un orteguiano "no es esto, no es esto". Es una advertencia para que enderece el rumbo y poder votarlo luego en las generales, que se consideran de mayor importancia. Hasta aquí la parte balsámica de este comentario.

Las autonómicas también son especiales pero se acercan más a una prefiguración de las generales ya que las Comunidades Autónomas (CCAA) tienden a actuar como "miniestados" o "estadículos". Aquí, la derrota de la izquierda es de época. Que Aguirre y Camps hayan aumentado su mayoría a pesar de la Gürtel y Cospedal haya obtenido mayoría absoluta de escaños a pesar de Cospedal, encierra una lección ética: los casos de corrupción, la política hecha de injurias y calumnias no merman posibilidades, al menos en la derecha. Excepción hecha de Andalucía (de momento) y, si acaso, Extremadura, el PSOE gobierna España no como territorio sino como idea. Hace las leyes, pero otros hacen los reglamentos.

El PSOE ha pagado la crisis y su forma de gestionarla. Pero ha pagado más cosas. Ha pagado su arrogancia. Zapatero y su gente iban sobrados en la primera legislatura y la inercia no les dejó ver que en la segunda las cosas habían cambiado drásticamente. Siguieron en plan triunfalista hasta mayo de 2010 y, a partir de entonces, dieron media vuelta a la derecha, siempre cantando victoria, sin molestarse en explicar a la gente la necesidad de tal giro ni mucho menos admitir propuestas distintas y alternativas acerca de quiénes debieran pagar por tales medidas. Porque estaban en posesión de la verdad cuando iban hacia Málaga y en ella seguían cuando llegaron a Malagón. El lamentable resultado de tanta insensibilidad y desprecio ha sido que, de decirle a zapatero ¡No nos falles!, los jóvenes han pasado a echarle su fallo en cara en la calle. Como poco, humillante.

Izquierda Unida también ha pagado muy cara su línea. Cayo Lara puede decir lo que quiera pero ganar 0, 78 puntos con una campaña orientada a atacar al PSOE, siendo así que éste ha perdido más de 8 es un fracaso rotundo, adobado además por el ricino de una mayoría absoluta del PP en la califal Córdoba. IU no es culpable de la crisis ni de las medidas de ajuste, con lo que se impone la amarga conclusión de que la gente no la vota porque no gusta. Sin más. Añádase esa consigna tan increíble de PP y PSOE la misma mierda es o la expresión PPPSOE que, si son comprensibles en grupos de izquierda extraparlamentaria y capillas de revolucionarios de salón, son estúpidas en un partido cuyo destino es pactar con el PSOE si quiere formar gobierno. Empezar insultando a tu aliado necesario no es especialmente inteligente. La consigna es también falsa y sólo se explica en función de una antisocialismo visceral de parte del comunismo.

Por último, el Movimiento 15-M o Democracia Real Ya (DRY) irrumpió en mitad de la campaña. Quizá haya tenido alguna influencia en el desenlace, aunque es difícil saberlo ya que emitió mensajes contradictorios, predominando el de la abstención. Debe incluirse en la izquierda porque, aunque muchas vece insiste en su carácter apartidista, es más próximo a la izquierda que a la derecha. Zapatero ha expresado su simpatía por él; Rajoy, no.

En DRY el resultado disparará un debate acerca de su orientación política. Probablemente lo abandonen los votantes y también militantes socialistas que estaban a título personal. Y lo mismo debieran hacer los de IU, que son quienes más han coreado la consigna PSOE PP la misma mierda es con la esperanza de captar el voto socialista cabreado, ya que la evidente instrumentalización del movimiento, entre otras cosas, ha sido un fracaso.

La cuestión es ahora qué hace DRY. La opinión de Palinuro es que se constituya en algún tipo de ente que pueda negociar con otras fuerzas políticas la reforma de la ley electoral. Ello le permitirá además ver que hay diferencias substanciales entre el PSOE y el PP. No es pensable que un gobierno del PP acceda a tramitar esta reforma. Sí lo es en el caso del PSOE, sobre todo si alguien lo convence de lo errónea que es su posición de aliarse con el PP para bloquearla. El sistema actual beneficia a los dos, cierto, pero incomparablemente más al PP. Por tanto, al PSOE le interesa apadrinar la reforma del sistema electoral porque reducirá mucho la representación del PP y la que él mismo, el PSOE, pierda, podrá compensarla con gobiernos de coalición con IU.

El problema está en los requisitos de la reforma porque su contenido es muy sencillo: si se quiere un sistema proporcional de verdad y no el mayoritario disfrazado de proporcional que hay, basta con copiar el sistema alemán. Con él se puede conseguir un Parlamento en el que los escaños de cada cual sean proporcionales a los votos obtenidos y, por tanto, de mayoría de izquierda, para abrir un período de reforma constitucional equivalente a una nueva Constitución que se presente como revisión total de la vigente.

En buena medida eso depende de que DRY consiga mantener su presión sobre el sistema político para lo cual tiene que ser algo más que una página web.

diumenge, 15 de maig del 2011

Contra reloj.

La campaña electoral está en su momento decisivo. Las encuestas siguen vaticinando un desastre del PSOE y un triunfo arrollador del PP. Justamente lo que se requiere para movilizar el voto socialista. Ya hay señales bastante claras. Zapatero consiguió ayer llenar la plaza de toros de Valencia , mientras que Rajoy no lo lograba en Zaragoza. Hoy acude el socialista a esa misma ciudad. Si, como es de prever, completa el aforo, cabe pensar que esté dándose el vuelco que anunciaban/deseaban los socialistas hace una semana. Por otro lado la movilización antigubernamental se ha desinflado como un globo de verbena. La manifestación montada por Voces contra el terrorismo, la asociación de Alcaraz, para protestar por la legalización de Bildu, echando la culpa al Gobierno, reunió a 2.000 personas en Madrid que tampoco es tanto en comparación con gloriosos tiempos pasados. No faltó el inevitable Mayor Oreja, portador de la primicia de que el Gobierno y ETA están negociando. Pero ni Mayor Oreja convierte 2.000 personas en 20.000 y mucho menos ahora que, como dice González, estamos más cerca que nunca del fin de ETA. ETA puede acabar en esta legislatura y Mayor Oreja se llevará un disgusto, aunque siempre podrá decir que él tenía razón y que, si hay paz, es porque negociaron.

Eso en cuanto a los números, las cantidades, los apoyos, las simpatías. El contexto sigue siendo abrumadoramente desfavorable al PP. El caso Gürtel domina el escenario. El Tribunal Superior de Justicia de Valencia decidirá el día 19, a tres días de la votación, si asume la causa de financión ilegal del PP valenciano. Además Camps acabará haciendo la campaña electoral incognito porque donde quiera que va la gente le monta un pollo, llamándole, entre otras lindezas corrupte.

Y si el contexto es malo, los discursos son peores. Aznar, quien debe de creer que su palabra es la Revelación, carga contra el Gobierno con una retórica incendiaria que compara a Zapatero con Chávez y Castro. No está mal como devolución del favor que Zapatero le hizo cuando lo defendió precisamente frente a Chávez. Pero el hombre tiene esta dimensión moral y piensa que nadie se da cuenta. Y no es el único discurso disparatado. Las baladronadas de Camps, las ambigüedades de Rajoy, las estridencias de González Pons y Cospedal, las barbaridades de Fernández Díaz forman un guirigay bronco y amenazador que resulta muy desagradable y atemoriza a la gente. La orden de Aznar de que quiere victoria por una gran mayoría, dicha en ese tono perentorio, como tributo que hubiera que pagarle por tenerlo dos legislaturas dando voces por el extranjero completa el trabajo de las encuestas. Es posible que el PSOE no concite universales simpatías, pero el PP lleva camino de cosechar universales antipatías. Si Aznar sigue eclipsando a Rajoy el 22 de mayo puede ser una repeticion del 14 de marzo de 2004.

(La imagen es una foto de Guillaume Paumier, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 10 de maig del 2011

Mayo 22. La ministra de Defensa pasa al ataque.

En Tomelloso fue la lid, como en el Robledo de Corpes la afrenta. Allí se midieron, cada una por su lado, dos de las mujeres más emblemáticas de sus respectivas formaciones políticas, Chacón por el PSOE y Cospedal por el PP, la izquierda y la derecha en sentido muy amplio dado que hay alguna gente que niega al PSOE la condición de izquierda y otra que adjudica al PP la de extrema derecha; de forma que el bipartidismo español no sería de izquierda-derecha, sino de centro-derecha, o algo así. En el fondo, cuestión de nombres.

En último término, se quiera o no, la política es una cuestión de personas, del carácter de las personas, de sus cualidades. La personalización de la política, que muchos lamentan, tiene un lado bueno, ya que permite recuperar el factor humano puesto que los principios, los proyectos, los programas son demasiado fríos. Chacón tiene muy alta valoración ciudadana probablemente a causa de su firmeza, su laboriosidad y su curiosa mezcla equilibrada de prudencia y audacia. Desconocemos la valoración de Cospedal porque el CIS sólo pregunta por la del presidente de su partido. Pero no puede ser muy alta porque, no siendo persona que haya estado en la penumbra desde que asumió el cargo, muchas veces se ha hecho notar por salidas extemporáneas, acusaciones de delito sin pruebas y afirmaciones infamantes para instituciones del Estado, cuerpos de seguridad, etc. Todo ello es contraproducente porque suscita una reacción de rechazo.

Quizá esto vaya en el carácter de la derecha de la que Cospedal es representante modelo. Chacón, que ha tenido acertadas referencias a Rajoy y Aznar, ha clavado la esencia misma de la respuesta de la secretaria general a la pregunta acerca de sus dos sueldos que dan una cifra astronómica: chulería. Una tendencia por la que es fácil reconocer a la derecha, su arrogancia, si no quiere utilizarse el más castizo chulería. Cospedal comenzó justificando los dos sueldos porque, según dice, "trabajo el doble". La chulería consiste en que en esos dos trabajos cuenta el Senado por el que no aparece. Y más refitolera es la segunda línea de respuesta, según la cual, se cuestionan los dos sueldos de Cospedal "por ser mujer" (y no dejen de pinchar en el enlace sólo por ver la foto de Cospedal por Manu Fernández, que es un poema, un poema de Campoamor). La arrogancia, tiene razón Chacón, la chulería está en apuntar a una causa justa para justificar un privilegio.

María Dolores de Cospedal tiene una actividad frenética que, obviamente, no le permite sopesar lo que dice con la debida reflexión. Pero, desde luego, tiene pegada. Esa afirmación de "no necesito a Zapatero, Barreda es peor" es un hallazgo retórico y un buen ejemplo de lo que llaman los ingleses un innuendo o alusión maliciosa. Pero viene a ser un intento de hacer de necesidad virtud porque el propio Barreda ya dice que Zapatero no se presenta a estas elecciones y que él asume el resultado. Por supuesto. Estaría bueno que quisiera que lo asumiera otro.

De Carme Chacón se hace lenguas la prensa internacional. El Sunday Times dice que "Carme agarra las riendas de la machista España" (no pongo enlace porque es de pago) y La Nación argentina la ve como presidenta del gobierno. Y, como somos tan irremediablemente hispánicos, hemos de esperar a que vengan de fuera a decirnos lo que tenemos en casa. Cospedal es una hechura de Aguirre, tiene su desparpajo, aunque no su malévola finura. y resulta mucho más áspera. Chacón, en cambio, muestra fibra y dominio de la situación y con ella apunta la primera mujer presidenta del gobierno de España y la primera catalana desde los tiempos de Prim.

Efectivamente, estas elecciones locales y autonómicas se juegan en el tablero nacional. Pero a muchas bandas. En el PP servirán para reforzar o debilitar el liderazgo de Rajoy y en el PSOE para perfilar el (o los) candidato(s) a candidato/a en 2012. No es casualidad que el arranque de la campaña haya tenido como estrellas a Rubalcaba y Chacón. Y quédese aquí toda especulación sobre lo que pueda pasar después del 22 de mayo porque primero hay que ver qué pasa, que no está claro, digan lo que digan las encuestas.

Una única sugerencia. Como si se tratara de dar la razón al Sunday Times, ayer hubo en España dos nuevos casos de violencia machista, dos mujeres asesinadas por su pareja masculina. Parece conveniente que, cuando sucedan estas cosas, la campaña electoral se haga eco de ellas. Ahora que los políticos suscitan más atención pública, bien pueden pronunciarse sobre el asunto. Todo lo que se haga por combatir esta peste, aunque parezca ritual, será poco. Además, como dice el feminismo de hoy, lo personal es político.

(La imagen es una foto de machacon, bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 8 de maig del 2011

Elecciones 22 de mayo: arranque.

Los socialistas parten como claros perdedores según todos los sondeos, y se les nota en la flojera de ánimo. Zapatero no consiguió llenar el aforo de su primer mitín y eso que era su ciudad, mientras que Rajoy y Cospedal revientan los estadios. Están en juego bastiones tradicionales de la socialdemocracia, como Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura, mientras que nada amenaza los de la derecha, Madrid o Valencia a pesar de Aguirre y de Camps. Los augures hacen al PP ganador hasta en Baleares, la tierra de Matas. Hay un aire de cambio de época, una convicción de inevitabilidad de la derrota del PSOE y el triunfo de la derecha. La cuestión no es si se producirá, sino por cuánto. El PP no parece subir en intención de voto; la distancia se da porque los socialistas se quedan rezagados por la abstención de su electorado tradicional. Hay mucho resentimiento por la política económica y social del Gobierno.

La contienda está tan exacerbada que a los otros partidos estatales casi no se los ve. Todavía Izquierda Unida levanta algo la cabeza sobre el oleaje en la voz ocasional de Cayo Lara con un discurso intermitente que apenas se entiende. Lucha contra el fantasma del voto útil pero, a su vez, no aclara qué hará con el que IU reciba, si oposición al PSOE o coalición de gobierno allí en donde pueda. Su vídeo electoral, con texto de Eduardo Galeano, es magnífico, pero no sé

si va a darle muchos votos. En cuanto a UPyD, carece de visibilidad. No ha conseguido articular un discurso propio, dado que no ha hecho hincapié en el centrismo, que es lo que a todo el mundo se alcanza.

Es la derecha la que habla de centro. El término derecha no aparece en su discurso sino, si acaso, como centro-derecha. Sólo en las proclamas de La Gaceta y esas tiende el personal a tildarlas de extrema derecha; una extrema derecha evanescente ya que, en realidad, está en el PP; hasta hay quien dice que es el propio PP. Éste sabe de sobra que el punto débil del PSOE es el paro y la crisis económica y que según las reglas del boxeo, ahí es en donde debe pegar una y otra vez. Pero le pierde el patriotismo estilo legión y está agarrado a mamporros con el Gobierno a cuenta de la legalización de Bildu. Con el Gobierno y con el Tribunal Constitucional, y tratando de desbaratar el proceso de paz en el País Vasco. Si sigue así, pondrá el resultado de las elecciones en manos de ETA. Bastará una declaración de ésta de que está considerando dejar las armas para que el de las elecciones el 22 de mayo sea distinto al universalmente esperado.

Sin duda por partir de más abajo, el PSOE muestra mayor realismo en la campaña. Su primer video se centra en la corrupción del PP, como se ve en la foto. La corrupción es el punto flaco donde debe centrar sus golpes el PSOE, sin dejarse distraer por trifulcas laterales por escandalosas que sean. Las instituciones se defienden solas. Un ataque tan desaforado al Tribunal Constitucional como el de González Pons sólo consigue mejorar la estima de aquel entre los ciudadanos. En cambio la corrupción no afecta a las instituciones del Estado sino al PP y a su gestión de gobierno. Sacarla a relucir de continuo es la única posibilidad que tiene el PSOE de "dar la vuelta a las encuestas", como dicen sus dirigentes más decididos. A su vez, el PP sigue su trayectoria ascendente, aunque corre el peligro de Ícaro si sigue jugando con el fuego de la lucha contra el terrorismo.

El arranque de Bildu, con un orfeón independentista incluido, preanuncia unos resultados electorales en el País Vasco que, por primera vez en muchos años, no van a estar condicionados, por no decir falseados, por la ausencia forzosa de la izquierda abertzale. Finalmente se va a saber cuál es la fuerza real del independentismo en la Comunidad Autónoma Vasca. A lo mejor resulta que es tal que el Gobierno de la Comunidad decide seguir el ejemplo de lo que, al parecer, pretende el de Escocia, después de la victoria electoral del otro día: un referéndum de independencia. El gobierno vasco no tiene tal competencia. Pero puede pedirla por los cauces reglamentarios. Sería interesante ver qué pasaba.

(La imagen es una foto de quinet, bajo licencia de Creative Commons).

dissabte, 7 de maig del 2011

Gürtel abre la campaña.

En España todas las elecciones son generales, no en cuanto a su ámbito territorial pero sí en cuanto a los asuntos que se debaten. Trátese de elecciones municipales, autonómicas o, cuando toca, europeas, de lo que se habla es de la política nacional. Sin duda los presidentes autonómicos, o candidatos, y los alcaldes o aspirantes hablarán de infraestructuras, riegos, limpieza, parques, escuelas. Pero, al hacerse acompañar siempre que pueden por algún dirigente nacional, los focos se van a éste/a que, normalmente, bastante tiene con saber en qué provincia está y habla del Gobierno; bien, si pertenece a él y mal, si no pertenece. Es una ley de hierro.

Si no es por activa, es por pasiva. Los acontecimientos más noticiables, los que hacen titulares, son los nacionales que tienen incidencia directa en los ámbitos subnacionales. Por ejemplo, habiéndose inhibido el juez Pedreira, que instruía la rama valenciana de la Gürtel, en favor del Tribunal Superior de Justicia del País Valenciano (TSJPV), éste ha puesto en marcha el procedimiento para imputar formalmente a varios miembros de la cúpula del PP en la Comunidad Valenciana, algunos de los cuales, nueve o diez, son candidatos en las listas de este partido. De forma que ahora no está clara la sucesión de hechos probables: si Camps será presidente y luego comparecerá como imputado ante el juez o si primero comparece ante el juez y luego es elegido presidente de la Comunidad. Sea cual sea el orden, el producto no quedará alterado: si los valencianos eligen a Camps, eligen a un presidente al que el TSJPV puede inhabilitar para ejercicio de cargo público, por lo menos. Es una perspectiva razonable y, al mismo tiempo, irracional. Resulta inverosímil que el electorado no decida ahorrarse ese trago, ya que, al parecer, a Camps le trae sin cuidado.

El otro asunto, con el que se pretende tapar la Gürtel, es la legalización de Bildu. Alguien de buena fe podría pensar que, pues se ha pronunciado el Tribunal Constitucional, no hay más que decir. Pero la buena fe es un mal adobo para pensar. De inmediato el PP se ha convertido en una ametralladora de disparates y barbaridades de todo tipo. El inevitable Mayor Oreja, cuya afición al infundio es parecida a la del rumiante a lo verde, y con la misma parsimonia, dice que la legalización de Bildu es una "mala noticia" y es lógico que a él se lo parezca. Pero también dice que el responsable de la legalización es el Gobierno, lo que da una idea de lo que este buen señor entiende por división de poderes. Debe de ser que en sus tiempos de ministro esto de que los gobernantes digan a los jueces lo que tienen que hacer era práctica común.

Escuché ayer a uno de esos periodistas que practican el intrusismo profesional del que luego se quejan, autotitulándose analistas políticos y que muchas veces no saben de qué hablan, subrayando la importancia especial del voto negativo del magistrado progresista Aragón Reyes porque era el único constitucionalista del Tribunal siendo así que Pérez Tremps, quien votó que sí, también lo es. Otra de las analistas políticas hacía de menos el Constitucional frente al Supremo porque no es un órgano judicial, sin saber que es un órgano jurisdiccional y tiene la jurisdicción que el legislador le ha dado, entre otras cosas revisar las decisiones del Supremo cuando sea debidamente instado a ello y haya lugar. Obviamente en ambos casos de lo que se trataba era de deslegitimar el fallo por mayoría del Constitucional, como se ve, sin tener ni idea. No importa, la cuestión es soltarla y cobrar. Por eso tienen estos debates el nivel que tienen.

A su vez, los políticos, que no están obligados, al parecer, a fundamentar lo que dicen, recurrieron al fuego graneado de barbaridades. Soraya Sáez de Santamaría duda de la lealtad constitucional de los magistrados del Constitucional que votan lo que a ella no le gusta. Y González Pons, cuyo afable rostro no prepara en absoluto para la ruindad de sus propósitos, atribuye el voto sí al hecho de que los magistrados se sientan seguros porque llevan escolta. Así de guapos quedan los jueces: son unos lacayos del gobierno, unos desleales y unos cobardes. Y este es el partido de la derecha, puntal de la ley y el orden.

Donde hay patrón no manda marinero, así que tercia el mando con Aguirre a la cabeza, para quien es obvio que si ETA/Bildu está en las instituciones es porque los socialistas han querido, equiparando en su esquinado modo a los seis réprobos progres con militantes del PSOE. Rajoy no puede permitir que Aguirre le coma el terreno retórico de forma que ahonda en el disparate dejando claro que la legalización de Bildu significa que el Gobierno se ha entregado a ETA. Menos mal que ninguno se cree estos dislates y si los sueltan es porque piensan que el pueblo al que en el fondo desprecian, sólo entiende el trazo grueso. Y el trazo grueso, a su vez, está para ocultar la Gürtel, que no se hable de ella, que no se sepa que un buen puñado de cargos del PP lleva años esquilmando los fondos públicos. Pero es inevitable: la Gürtel seguirá creciendo, como el cadáver de la obra de Ionesco y no se puede ocultar ni aunque a algún estratega de la derecha se le ocurra apagar el fuego con una explosión diciendo, por ejemplo, que sabe de buena tinta que las reuniones del Consejo de Ministros las preside Josu Ternera. Eso se llama política creativa.

(La imagen es una foto de ppcv, bajo licencia de Creative Commons).

El derecho fundamental a honrar a los muertos.

Todas las civilizaciones conceden especial importancia al respeto a los muertos, al culto a los antepasados. Los que ahora somos, somos herencia de los que fueron y semilla de los que serán. Esa cadena no se debe interrumpir. Si por las razones que sean, normalmente bélicas, llega a romperse, la colectividad contrae una deuda con aquellos muertos que no hayan recibido la debida sepultura. De todas las pistas que los arqueólogos siguen para desentrañar una cultura la más consistente suele ser la de los ritos y usos funerarios. Porque todos los pueblos honran a sus muertos, a todos, y a nadie le gusta que los suyos yazcan arrojados en cualquier rincón

El Foro por la memoria histórica de Guadalajara convoca a una concentración el domingo para protestar por una decisión del ayuntamiento en el que el PP tiene mayoría, que le niega un plan de adecentamiento de la fosa común del cementerio municipal en donde hay enterrados unos quinientos republicanos asesinados por los sublevados del 36.

dilluns, 27 de setembre del 2010

La batalla de Madrid.

Este Gobierno y en concreto su presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, ha mostrado una insólita vena intervencionista siempre que de las elecciones madrileñas -autonómicas o municipales- se ha tratado. Un intervencionismo en la designación de candidatos que ha dado pésimos resultados para el PSOE. Todavía se recuerda la penosa campaña y estrepitosa derrota de Miguel Sebastián frente a Ruiz Gallardón en 2007; un ejemplo de manual de candidato "paracaidista" enfrentándose a un veterano del cargo que conoce Madrid y a los madrileños como pocos. En premio sin duda a su obediencia, el señor Zapatero nombró al derrotado ministro de Industria, lo que es una extraña forma de justificar los nombramientos de miembros del Gobierno.

En el caso de las próximas elecciones autonómicas y municipales el intervencionismo gubernativo se ha exacerbado. Los que hubieran sido candidatos "naturales", surgidos del seno del Partido se vieron de pronto preteridos ante dos propuestas procedentes del Gobierno, la señora Jiménez y el señor Lissavetzky. El candidato originario al Ayuntamiento se retiró sin decir oste ni moste con lo cual nadie recordará su nombre, como diría Aquiles. El de la Comunidad, bien se sabe, desafió a la Jefatura que esgrimía como justificación de su criterio de cambio una encuesta dando a Trinidad Jiménez más posibilidades electorales que a Gómez. Y aquí se gestaron esas primarias de Madrid que en principio nadie quería y ahora todos celebran.

Era clarísimo: en una sociedad mediática, el que dé el espectáculo accede a los medios. Unas primarias, en realidad un conflicto resuelto en la plaza pública, tienen mucho de espectáculo. Con el espectáculo llega la fama y Tomás Gómez ha pasado de ser un desconocido, de rasgos borrosos y nombre inseguro, a ser célebre, objeto de conversaciones y tertulias. Hay quien lo ve como un alcaldillo al que viene grande la nueva tarea y quien lo toma por un segundo David. Maravillas de las primarias.

El ejemplo de Madrid se ha extendido a otros puntos, siempre en el PSOE, con diversa fortuna. El episodio de Valencia, en principio, es tan bochornoso que los candidatos del PP seguramente ganarían aunque no se presentaran. En los demás sitios parecen dar buen resultado. Así que de la necesidad se ha hecho virtud y las primarias se esgrimen hoy como una prueba de una mayor democracia interna en el PSOE con referencia al PP en el que se practica un criterio autoritario y digital, para entendernos, "a dedo". Y es gran verdad que las primarias son más democráticas que otros procedimientos de designar candidatos porque proponen a elección una persona que previamente ha sido elegida, no ungida.

Todavía más, creo que las primarias aun serían más democráticas si fuesen abiertas, esto es, que votasen en ellas todos los electores, no sólo los militantes. Ya sé que esto se presta a un voto ladino de los militantes y votantes del otro partido, pero supongo que no sería de mucho impacto, y haría que la gente se implicara más.

Las primarias tienen también un benéfico aspecto en cuanto a comunicación nada desdeñable. Como quiera que los candidatos son del mismo partido se ven obligados a tratarse con cortesía y deferencia o, por lo menos, a no insultarse abiertamente. Un caso tan vil como el del candidato Sebastián aireando unas supuestas relaciones extramatrimoniales del señor Gallardón es de suponer que no podría darse en unas primarias. Los candidatos no pueden propinarse golpes bajos. Pero, como tienen que hablar, se ven obligados a hacerlo sobre asuntos objetivos, concretos, sobre temas de políticas locales, sobre lo que los anglosajones llaman issues en lugar de ponerse recíprocamente a bajar de un burro.

Por eso es incomprensible que, habiendo llegado hasta aquí, los dos candidatos socialistas (o quizá sólo sea la señora Jiménez, no estoy seguro) se nieguen a un debate televisado. Eso sería la culminación del espectáculo de las primarias, es muy probable que atrajera gran audiencia y los catapultara a los dos. ¿No están ambos todo el día diciendo que, al siguiente de la decisión, estarán trabajando juntos sea cual sea el designado? Y ¿por qué no empezar a hacerlo antes, ofreciendo un buen debate pre-electoral?

En un interesante artículo en El País hace un par de días (¿Primarias sin debates?), Julián Santamaría señalaba que no hay derecho a privar a los votantes de la posibilidad de formarse un juicio razonado asistiendo a un diálogo público entre Jiménez y Gómez. Es obvio. Viéndolos debatir entre ellos se los evaluará mejor.

Personalmente no tengo preferencias. Cualquiera de los dos candidatos que gane llegará a la elección habiéndose sacudido el estigma de "partido perdedor" precisamente por haber ganado unas primarias. El voto es la fuente de la legitimidad en democracia y no es lo mismo ser designado que ser elegido candidato.

La primera imagen es una foto de Secretario General PSM-PSOE, y la segunda de Trinidad Jiménez ambas bajo licencia de Creative Commons.