diumenge, 28 d’octubre del 2007

El arte del culo.

La Fundación del Canal de Isabel II, que está en la Plaza de Castilla con entrada por Mateo Inurria, presenta una curiosa exposición de fotografía temática que, como indica el cartel anunciador de la izquierda, tiene por objeto el culo. La idea es original y el resultado, muy interesante. La exposición consiste en una serie de fotografías de muy distintos fotógrafos, entre ellos algunos de los más famosos del mundo, vivos o muertos, como Sebastiao Salgado, Man Ray, André Kertész, Henri Cartier-Bresson, García-Alix o Robert Capa, cuyo hilo conductor es exactamente lo que la estampa sugiere, el culo.

La exposición está magníficamente montada, simulando habitaciones con paredes tapizadas como de raso rojo y puertas con mirillas redondas, que invitan a hacer de Peeping Tom, lo que guarda cierta perversa relación con la parte del cuerpo a que se destinan las obras expuestas. Dan un folleto del que salen las fotos que reproduzco con un texto de Luis Alberto de Cuenca sobre idéntico tema, agudo, erudito y admirablemente bien escrito.

Cuando a uno le hacen sin más la propuesta de mirar y admirar fotografías del culo no sabe uno bien qué pensar. A bote pronto es difícil visualizar el culo, esto es, la "culidad", que se diría en términos de la polémica de los universales. Pero cabe apreciar sin más un culo individual, como el de la mujer cubana de la derecha. De inmediato se dirá que el impacto de la imagen viene por los accesorios al culo en sí mismo, las rayas onduladas del vestido y las verticales de contraste en las paredes. Por lo que sea pero está bien claro, de modo directo e intuitivo el sentido de esta exposición porque el culo es una parte tan fotogénica del cuerpo humano como cualquier otra. O más por razones que estrictamente saltan a la vista.

Tan fotogénica y con tal carga erótica. En el citado prospecto dice Luis Alberto de Cuenca que, al hablar de culos, prefiere :

"hablar en femenino y en guapo, ya me disculparán, para que mi imaginación no se atrofie con visiones o pensamientos repelentes."
Se entiende, se entiende muy bien lo que dice el autor pero me parece una innecesaria restricción de un campo muy vasto.No veo qué pueda haber en contra del culo del varón que en la imagen de la izquierda está componiendo la figura que Shakespeare llamaba el "animal de las dos espaldas". Un animal compuesto y hermoso. Obviamente, nada que objetar a ese culo que guarda todos los cánones y proporciones habidas y por haber.

La pregunta que se formula de inmediato es: y esto ¿es pronografía? A mi entender, no, pero eso quiere decir poco, lo admito, ya que la pornografía no está en las imágenes sino en los ojos que las miran. Ya es elástico el concepto de pornografía empleado como sinónimo de ese vagaroso ente de timorata ficción moral que se llama la obscenidad. A su vez ésta es prima hermana de otro concepto e ilícito del código penal que llamamos "escándalo" el cual hace ya plena referencia a la subjetividad de quien se "escandalice". Y no haya duda, siempre habrá alguien a quien algo escandalice. En todo caso, por si cupiera la duda, ya que esa tensión entre pornografía y decencia es una relación entre arte y moral, cosas muy subjetivas, donde puede verse muy bien este problema a título de ilustración es en la fotografía de la derecha. Considérese con detenimiento, reconstruyendo el triángulo que va de los ojos del viandante -que, obviamente no está prestando atención alguna al bavardage de su esposa- al culo que aparece en el cuadro del escaparate, un óleo que recuerda vagamente a Dégas, y a nosotros mismos. Cuando dibujamos el triángulo y lo recorremos en sentido inverso o sea de nosotros mismos al culo y de ahí a la mirada del viandante, comprendemos su expresión y llegamos a preguntarnos por cuál habrá sido la nuestra. Esa luz de repentino y sutil entendimiento de lo que está pasando en la escena nos llega gracias a la rapidez y el toque maestro del artista fotógrafo. Éste ha sabido captar el momento significativo que explica muchas cosas en un instante que pudo quedar sin fijar, pasar y morir, desaparecer en el saco sin fondo del tiempo de esa realidad material que nunca llegó en verdad a ser pues no fue percibida, en función del viejo principio de esse est percipi. Porque no hay que olvidar que la escena no es una composición, sino un instante real; un instante fútil y grave al mismo tiempo, efímero y eterno. Que eso es el arte.

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Atención, bandera.

Mi amiga Pilar me envía la imagen que reproduzco y se titula "Orgullo ibérico". Muy logrado, sí señor. Es el trasunto de la bandera que venera un sector importante del pueblo, el de todos aquellos que rinden culto al cochinillo asado en cualquiera de los cientos, quizá miles de hornos de asar que hay diseminados por toda España, verdadero holocausto de la raza porcina en esta tierra cristiana, tierra de buen yantar de un tiempo a esta parte porque antaño, primero con el Imperio y después con la pérdida del Imperio, todo fue sonar de tripas.

Así que una buena loncha de un jabugo flamígero, orgullo de la casta de la pata negra simboliza grandemente también el alma nacional, pues el jamón serrano (a quien se la tiene jurada la leyenda negra) es tan español como la fiesta llamada "nacional", santo cielo. ¿No iba a notarse el ascenso de España al club de los ricos? Naturalmente, en el cambio del viejo "pan y toros" por el nuevo "jamón y toros".

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dissabte, 27 d’octubre del 2007

La recusación del Constitucional.

La derecha española tiene auténtica pasión por judicializar la política. Nada se le da mejor que intentar instrumentalizar a los jueces para sus fines políticos. Antes lo hacían con los militares, pero eso hoy por hoy no parece posible. Hoy no hay rumor de sables sino frufrú de togas, eclesiásticas o del siglo.

Cuando los socialistas ganaron las elecciones en 1982, al poco tiempo suprimieron el procedimiento de control previo de constitucionalidad de las leyes, mediante el cual la derecha remitía al alto Tribunal todo proyecto legislativo que no conseguía derrotar en las Cortes y, cuando menos, lo aplazaba por una o dos temporadas. El especialista en aquellos recursos previos de inconstitucionalidad era don José María Ruiz-Gallardón, padre del actual alcalde de Madrid. La derecha tildó la reforma/supresión poco menos que de golpe de Estado premonitorio de la dictadura socialista que nos aguardaba. Pero cuando gobernó ella durante ocho años no se le ocurrió reponer la institución de que tanto había abusado en su día.

Por supuesto el resultado de este clima es la politización de la justicia. El señor Aznar es célebre por labrar su carrera política valiéndose de los tribunales. Fue presidente de la Junta de Castilla y León tras embarrancar al contrincante señor Madrid en un proceso judicial en el que por último fue absuelto, igual que ganó las elecciones generales de 1996 tras abrirle al señor González varias vías de agua en forma de procesos judiciales por corrupción y crímenes de Estado.

La actual recusación de la derecha de los tres magistrados considerados "progresistas", los señores Sala, Aragón y Pérez Tremps, es maliciosa e inválida por ser abusiva. La prueba no es que la que aporta para fundamentar la recusación (tres crónicas periodísticas) sea más débil que la que aporta la Abogacía del Estado para fundamentar una recusación anterior, un documento firmado por los dos magistrados recusados. La prueba reside en el intento de bloquear la acción posible del Tribunal, pidiendo que éste considere ambas recusaciones de modo simultáneo.

La judicialización de la política ha llevado al PP a una evidente politización de la justicia por la que resultan perjudicados todos los españoles todos. Ante esto decir que el PP juega irresponsablemente con las instituciones no es especialmente perspicaz. Que juega con las instituiones a la vista está. Pero ¿por qué "irresponsablemente"? Me da la impresión de que la estrategia de desprestigio de las instituciones es deliberada para conseguir una crisis de régimen. Es el efecto del juego del siempregana de la derecha, que vive tan ricamente en democracia y en dictadura mientras que eso no sucede con la izquierda.

Otra vuelta de memoria: Centelles.

Era una ocasión que no se podía desperdiciar y no la desperdiciamos. El centro cultural Conde Duque, en Madrid, alberga una exposición del Ayuntamiento sobre la vida y la obra de Agustí Centelles, el gran fotoperiodista catalán, quizá el mejor español en su época. Y es una ocasión porque, aunque algunas de las fotos de Centelles se cuentan entre las más famosas y conocidas de la guerra civil (obsérvese a la izquierda la ya familiar de los guardias de asalto ayudando a sofocar la rebelión militar fascista en Barcelona el 19 de julio de 1939) el conjunto de su obra no es tan popular, a pesar de que Centelles fue ante todo un hombre del pueblo que de chico de los recados de un comercio pasó a ser uno de los fotoperiodistas más cotizados en Barcelona en los años treinta. Su triunfo fue el resultado de la calidad de su trabajo. Provisto de una cámara alemana Leica, Centelles conseguía imágenes de fuerte impacto, mucha carga emocional y rara perfección técnica.

Un recorrido por el conjunto de su obra permite ver que contiene elementos decisivos en nuestra visión de la guerra civil, los conflictos internos a ella y los campos de concentración, imágenes únicas de Companys, Macià, Nin, etc, así como muchas otras de gentes anónimas viviendo sus vidas anónimas bajo las bombas de la aviación fascista. Algunas de estas imágenes tienen un altísimo valor como documento histórico y artístico.

Centelles vivió para la fotografía. En el campo de Bram montó un laboratorio y lo mismo hizo después en Carcasonne, en el que, además falsificaba documentación en favor de los refugiados. En plena guerra mundial y con los alemanes en Francia, Centelles regresó incognito a Barcelona, con su familia y con ella se retiró a Reus, para eludir la acción de la policía de la Dictadura. Ya ésta se había interesado por Centelles con anterioridad, reclamando de su señora la entrega del archivo fotográfico de aquel, un documento histórico de primera magnitud. Pero Centelles se lo había llevado consigo al cruzar la frontera y lo dejó en una maleta en custodia a un matrimonio francés que lo guardó celosamente hasta el año de 1976 en que, muerto ya Franco, Centelles lo repatrió. Esa es otra de las razones por las que no es tan conocido.

Impresiona en esta vida la constancia, el tesón, la vocación por la fotografía y el hecho, no menor, de que a su regreso iniciara una etapa de "exilio interior" que duró treinta años. Centelles fue represaliado, se le prohibió el ejercicio de su profesión y hubo de dedicarse a la fotografía comercial, industrial y de publicidad. La exposición incluye una pequeña muestra de su obra no como el creador Centelles, sino como el fotógrafo industrial Centelles. No es malo pero tampoco alcanza las cimas de su obra de fotoperiodismo. Sus imágenes de la guerra revelan el espíritu de ésta, una fiesta popular con gran diversidad interior que nuestro hombre supo captar, en prueba de una nueva forma de hacer fotos más directa, más viva, con mayor significado. En todo caso este hecho permite hacer una comparación muy reveladora. Creo no exagerar si digo que sus fotos de publicidad industrial, ya en color, parecen mucho más viejas que las de la guerra civil con ser aquellas relativamente recientes. Las de la guerra son clásicas; éstas son kitsch. Es la diferencia entre hacer arte y hacer artesanía.

En estos tiempos en que tanto se habla de memoria histórica, merece la pena visitar la exposición de Centelles, documento gráfico colectivo del acontecimiento más importante del siglo XX en España, la guerra civil, cuyos efectos llegan hasta hoy. Sobre todo a causa de una detestable posguerra de cuarenta años de dictadura que no fueron de reconciliación (de reconciliación empezaron a hablar los comunistas en los años cincuenta), sino de dictadura de los vencedores sobre los vencidos. Unos vencidos que, como muestra la honorabilísima biografía de Centelles, eran vencedores morales a quienes hubo que excluir de la vida profesional por vía de decreto pues, dejados a la libre competencia, hubieran triunfado.

Cerca de Cuba.

Tiene guasa. Dejo aquí un video que he choriceado a mi hijo Andrés en su blog, en el que se ve el punto de los EEUU en que se está más cerca de Cuba; geográficamente, claro, porque social e ideológicamente, la cosa es distinta. Está más cerca de Cuba Vallekas que ningún american Cay.

Es divertido. Y plas, plas, plas por la autocorrección de "americano" por "estadounidense" y, teniendo en cuenta que el nombre oficial de México es "Estados Unidos de México", yo lo llamaría Gringolandia, hasta que sus gentes tengan la amabilidad de buscarse un nombre y abandonar esa fea costumbre de quedarse con los de los demás. Esa sí que sería una revolución ¿eh? Una revolución al estilo de La decadencia de Occidente.

divendres, 26 d’octubre del 2007

Los dinamiteros.

Boicotean la renovación del máximo órgano de gobierno de los jueces. Se niegan a condenar el franquismo. Utilizan los símbolos patrios con fines partidistas. Hablan mal en el extranjero del Gobierno de España. Patalean en el hemiciclo del Congreso. Abroncan en el Senado. Instrumentalizan a los jueces. Fomentan campañas de boicot a productos catalanes. Se valen del terrorismo con fines de partido. Cuestionan la Corona y piden la abdicación del Rey. Insultan e injurian por las ondas. Utilizan el poder para beneficiar a amigos, deudos y parientes. Fabrican fábulas y patrañas para enviciar los procesos judiciales en marcha. Se valen de las asociaciones privadas (por ejemplo, las de víctimas) para respaldar su política de partido. Manipulan sin tasa en los medios de prensa. Agreden a los demás contertulios en los programas de debate. Se ponen a las órdenes de una iglesia ultramontana. Coordinan su acción con un clero levantisco que induce a la "desobediencia civil". Tienen un montón de cargos públicos enredados en procesos judiciales con la mafia del ladrillo. Manipulan sin medida en los audiovisuales que controlan. Recusan a miembros del Tribunal Constitucional por conveniencia de partido. Se querellan por injurias contra todo el que los critique e injurian a todo el que se querella contra ellos.

¿A que sabemos todos de quién estamos hablando?

Efectivamente, de la oposición española, del frente "nacional" de las derechas, una amalgama de políticos, periodistas y empresarios como el señor Frade, por ejemplo, quienes piensan estar hechos de mejor pasta que el común de los mortales y, por lo tanto, autorizados para determinar quién puede y debe gobernar en España y quién no. Con independencia de lo que digan las urnas. Porque lo dicen ellos. Si alguno duda respecto al señor Frade, que eche una ojeada al canal 7 de TV que él financia y que alguien en la bitácora Ciao! define así:

"Hoy en día Canal 7 cuenta con una parrilla basada en el corazón (como si no hubiera programas de este tipo en las televisiones nacionales) cine casposo (las películas que no ha vendido a los canales nacionales ni a la Forta) culebrones y videncia. Los informativos consisten en la emisión de Blomberg en español con una cabecera propia, y seguidos de unos comentarios de la actualidad extraidos del ABC y La Razón, que componen su linea editorial, una línea que hace parecer un progre a Jimenez Losantos.

Solo cabe esperar que el Sr. Frade tenga que vender el canal para afrontar la demanda de separación presentada por Adriana Rotlander, y que lo compre un empresario de verdad para convertirlo en un canal que no insulte la inteligencia ni el buen gusto del espectador."
Así que esta es la oposición del frente de las derechas que hay en España, una manga de dinamiteros, dispuestos a hundir todas las instituciones del Estado de Derecho con tal de salirse con la suya. Repetición de la famosa conspiración de 1993 a 1996, esa que nunca existió pero de cuya existencia no deja de enorgullecerse el señor Anson.

De vez en cuando se escucha o lee a algún alma cándida preguntándose cómo sea posible que en España la extrema derecha haya secuestrado a la derecha y que en dónde estará la "derecha civilizada". De vez en cuando también el ya nonagenario señor Carrillo remacha que esta derecha es la del treinta y seis. Es como cuando se oyen esas amargas lamentaciones acerca de cómo la cadena COPE se cisca todos los días en el mensaje del Cristo de los Evangelios. Son argumentos retóricos que se emplean para dar mayor énfasis a la irritación que despierta la acción de las derechas civiles, eclesiales, militantes o empresariales. La derecha española ha sido siempre así; no hay diferencia real entre la extrema derecha y la derecha; ésta es toda extrema. Como tampoco hay distancia entre la Iglesia y esa derecha extrema pues la Iglesia cristiana forma parte de la extrema derecha. Esos otros del mensaje evangélico suelen ser unos curillas que andan protegiendo inmigrantes en poblados de aluvión y a los que la Iglesia de Roma, si pudiera, excomulgaría.

La derecha española se considera asistida de un derecho preternatural al gobierno de la cosa pública y quien se lo arrebate será un usurpador al que hay que eliminar como sea. En cuanto la desalojan del poder toca a rebato gritando que la Patria está en peligro, España se rompe, la nación se diluye en un aluvión mezcla de "rojerío radical" y "naziseparatismo", la democracia ha sido traicionada, vejada, vendida, esto ya no es democracia. A partir de ahí pueden pasar muchas cosas pero ya no una intervención militar en el proceso político que es lo que estos discursos catastrofistas pretenden.

¿Por qué esta inquina al sistema democrático de alternancia de los partidos políticos? ¿Por qué está incapacidad para ejercer como leal oposición? ¿Por qué esa saña en valerse de las instituciones para sus fines partidistas? La respuesta es muy sencilla y apunta a un mecanismo perverso que también funciona en favor de los partidos nacionalistas: la de que la apuesta de ambos (partidos nacionalistas y derecha española) es un juego de siempregana, esto es, aquella situación en que suceda lo que suceda en el juego nosotros siempre salimos ganando algo. En el caso de la derecha española la cuestión, dado que su compromiso con la democracia tiene el límite al que llama con eufemismo "los pactos de la transición", esto es, en lo esencial, que la democracia es la que las Leyes Fundamentales de Franco posibilitaron, si hace crisis ella se beneficiará con el régimen que la sustituya y que sólo puede ser autoritario y dictatorial.

Esa es la gran diferencia entre la derecha y la izquierda que conviene no olvidar: la derecha vive en la democracia y en la dictadura; la izquierda sólo en democracia; en la dictadura, no.

(Saco el cartel de una página que se llama Nuestro Cine que está muy bien).

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Memoria de lo grande y de lo chico.

Se me pasó dar cuenta de la feria de otoño del libro viejo y antiguo del madrileño paso de Recoletos, de los agustinos recoletos, que tenían su convento aquí, hoy desaparecido. Aunque a destiempo, pongo el cartel de Mingote que es al que todos los años se lo encomiendan los organizadores. La feria estuvo muy bien y sirvió para comprobar que los libros antiguos han pegado un subidón como si fueran petróleo. Conste que no me parece mal. Si un diamante vale una pasta, justo es que la valga también una edición príncipe de Juan de Timoneda o una Summa Theologica de mediados del XIX. Son más preciosos que un diamante.

Pero es que también están carísimos los libros viejos de cierto respeto, la diversas colecciones de Aguilar en papel biblia, las ediciones técnicas de Labor o los libros modernistas de Montaner y Simón. Carísimos para lo que solían valer antes de la feliz llegada del euro. De todas formas, es un placer mirarlos, aunque no pueda uno permitírselos. Antaño a veces compraba los Emilios Salgaris de Calleja cuando, infeliz padre primerizo, pensaba que mis hijos sentirían por ellos lo mismo que yo. Vana ilusión porque los sentimientos no pueden reproducirse como si fueran un DVD.

De todos modos, este año compré por el módico precio de seis euros una cartilla de racionamiento correspondiente al segundo semestre de 1951. Esas cartillas, que yo llegué a ver y manejar de niño, cuando acompañaba a la chacha a comprar algo a la tienda, tenían dentro unos cupones que daban derecho a adquirir cantidades racionadas (la época se llamó del racionamiento) de pan, aceite, legumbres, etc. Es decir, doce años después del fin de la guerra civil la alimentación de la población seguía siendo un problema y había gente que pasaba hambre. Por decisión de la ONU, todos los países del mundo excepto la Argentina y Portugal rompieron relaciones con el régimen de Franco y lo sometieron a aislamiento. Franco se quedó tan pancho, movilizando a sus partidarios. Prueba del interesante sentido falangista de la política: Si ellos tienen ONU, nosotros tenemos dos. Pero la población lo pasó fatal. No había de nada y lo que se necesitaba había que procurarlo mediante el estraperlo y el contrabando.

Traigo esto a colación como excusa para poner la imagen de la cartilla de racionamiento, con esa póliza de veinticinco céntimos con el rostro de José Antonio y en la que se advierte que carece de "valor postal". Es una imagen de mi niñez y me ha conmovido verla a seis euros. No es únicamente cutre sino iconográficamente absurda pues amalgama en una sola propuesta con el águila de San Juan, símbolo del orgullo nacional español la idea de la escasez y el racionamiento. El imperio y la miseria, como el príncipe y el mendigo; el hidalgo hambriento. O sea, España.

Hablamos mucho ahora de la memoria histórica y por tal nos referimos a las víctimas directas de la dictadura, los perseguidos, torturados, encarcelados, enjuiciados en tribunales militares que fueran de risa de no estar formados por delincuentes y cómplices de delincuentes, responsables del asesinato y atropello de cientos, miles de seres humanos, los ejecutados en las "sacas" y "paseos" y los exiliados. Esa es la Memoria Grande, por así decirlo; luego, está la Memoria Chica, la de los acontecimientos cotidianos, las relaciones sociales, el sucederse de fechas y estaciones de una sociedad oprimida, cerrada, sin perspectivas, explotada, aterrorizada. Tengo una imagen que no se me despinta: bajábamos a jugar a la calle, preferiblemente en algún jardín, por ejemplo, la plaza del Dos de Mayo, para nosotros "el dosde", pero si acertaba a pasar un cura por allí (y estaban en todas partes porque para eso habían entrado en Madrid con las tropas del ejército faccioso) los chicos dejaban sus juegos y acudían en tropel a besarle la mano; incluso los que tenían a sus padres en la cárcel.

¿Alguien puede visualizar eso?

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dijous, 25 d’octubre del 2007

Yo no soy racista.

El menda que agredió a puntapiés y tortazos a una menor ecuatoriana ante la escrupulosa inhibición de otro individuo que iba en el vagón y no se atrevió a piarlas, dice de muy malos modos que "iba borracho" y que el no es racista. ¡Qué mala fama tiene el racismo que hasta los racistas dicen no ser racistas!

En fin, lo de ese sujeto está ya claro. Lo que hay que vigilar ahora son las reacciones/explicaciones públicas, sean oficiales o no, acerca del hecho. Y no tolerar el discursito autocomplaciente de que eso sea "un hecho aislado", "algo puntual", que "en absoluto es representativo" del clima de convivencia en nuestro metro/ciudad/Comunidad Autónoma/país o lo que sea. Claro que lo es. En Barcelona, en Madrid, en Bilbao, en todas partes está creciendo esa lacra del racismo porque no nos lo tomamos en serio.

Ese imbécil que agredió a la chavala es sólo una muestra de lo que puede hacer cualquier otro imbécil cuando piense que quedará impune.

El Cristo del Papa.

El Papa Ratzinger, Benedicto XVI, acaba de publicar un libro sobre Jesús, primera parte, según dice, de una obra más ambiciosa que queda pendiente. El Papa Ratzinger, que es un estudioso, un intelectual, un teólogo, un vigilante de la recta doctrina católica, tiene ahora poco tiempo para sus estudios y temeroso probablemente de no culminar su gran obra sobre Jesús, se apresura a publicar esta primera parte. Pruritos, pequeñas vanidades de autor de las que ni los Papas están libres.

Un libro más sobre el fundador del cristianismo, sobre el que han escrito teólogos, poetas, místicos, historiadores, filósofos, ensayistas, novelistas (El evangelio según Jesucristo, de Saramago) y, por supuesto Papas. Estos aportan además una condición, la de ser los vicarios del biografiado sobre la tierra, que da más carácter oficial a sus escritos, aunque no necesariamente mayor interés, profundidad u originalidad.

Como se ve en esta obra de Benedicto XVI que no solamente no trae novedad específica alguna acerca de la figura del Galileo sino que ni siquiera ofrece una visión o interpretación propia, personal que haga el Papa. Su Cristo es un Cristo exegético, distante, sólo preocupado por ser intelectualmente coherente; debe de ser probablemente fiel trasunto del propio Papa. Ello es claro cuando se observa que la calificación que más veces ocurre en el libro para referirse a su objeto Cristo es la de "misterio". Hay un elemento patético, de orgullo, en la tarea de explicar algo a lo que continuamente se llama "misterio". Misterio es para mí el empeño del autor por presentar un Cristo preocupado por encajar en la tradición mesiánica y cercano al tiempo a la gente sencilla. De hecho sólo la explicación de las bienaventuranzas, sobre todo la de los "pobres de espíritu", le lleva a Su Santidad varias páginas de retorcidos razonamientos.

Por lo demás todo esto es lo que cabe esperar razonablemente de un libro sobre Jesús escrito por el Papa, por cualquier Papa. Que tiene a veces visos de misal. Junto a profundas consideraciones sobre la historicidad de Cristo y su naturaleza desde el punto de vista teológico como hombre y como Dios, de pronto, como quien no quiere la cosa, nos enteramos de que se trata de alguien que ha muerto y resucitado a los tres días (pág. 320), milagro que el autor, obviamente, no pone en duda. Quienes ponemos eso en duda nos situamos fuera de la comunión eclesial del libro. De todas formas, tiene interés leer qué explicación da el Papa sobre el uso de las parábolas o los diferentes símbolos de Cristo en la obra joánica, el Evangelio y el Apocalipsis.

Además de sus consideraciones sobre la figura de Jesús, el libro contiene numerosos juicios sobre la época, la condición humana, la política y la historia que son muy interesantes porque a través de ellos entendemos mejor qué tiene en la cabeza el jefe de la Iglesia católica, cuál es su mentalidad, que es tremendamente reaccionaria. El mundo está dejado de la mano de Dios, reina el materialismo, la inseguridad, las drogas (pág. 202) y la corrupción (p. 239). De hecho, el resultado de ese mundo sin Dios es Chernóbil (p. 52), para qué vamos a engañarnos.

La condición humana, a tono con nuestra desgraciada época, no puede ser más infeliz, pues habiendo prescindido de Dios, el hombre incurre en el pecado de la soberbia, de no creer más que en sí mismo, pensándose igual a Él, creyendo que puede hacerlo todo (ps. 303/304) cuando, en realidad, vive bajo el capitalismo que es un sistema que, según el Papa, "degrada" a los seres humanos, convirtiéndolos en... ¡mercancías! (p. 128). (Estos alemanes acaban siempre razonando como Karl Marx). Así son presa fácil de los "ideólogos y los dictadores" que "poseen" a los hombres (p. 330).

La solución, no es difícil de adivinar, está en la Iglesia, que no solamente no "posee" a los hombres como el que tiene un jumento sino que, considerándolos en su muy respetable individualidad, los pastorea porque son sus corderos (Ibíd.). Esta garantía la da la Iglesia porque, al igual que le sucedía al Hijo del Hombre, también ella choca con el poder del Imperio, choca en realidad con cualquier tipo de poder político (p. 393). Un poco difícil de tragar a la vista de la historia de la Iglesia en la que ella ha sido poder político de primera magnitud o se ha aliado con el que lo fuera. Pero eso no importa. Está hablando un hombre que dice que otro hombre (al que él llama su Dios) murió hace muchos años pero resucitó tres días después.

Pues con el mismo grado de verosimilitud sostiene el Papa que la Iglesia dispone de libertad política y que no depende de los poderes del Estado (p. 65) o bien da por supuesto que la Iglesia de hoy incorpora el prístino sentido cristiano de la pobreza y de la justicia social (p. 105).

Interesante libro lleno de doctrina reaccionaria, propia del Pontífice que ha iniciado una restauración de la Iglesia tridentina. Habrá quien diga que eso es apartarse de la recta interpretación de los Evangelios, como hay quien sostiene que estos amparan incluso la "teología de la liberación". No es cuestión nuestra; que lo diriman los católicos. Lo que sí es cuestión nuestra es qué opina del mundo el Jefe de una religión que tiene mucho de secta y a la que pertenecen como unos mil cien millones de personas. Tampoco tantos, si se piensa bien viendo el gráfico de tabla de quesos que he sacado de Welcome to Adherents.com en donde se aprecia que los católicos son sólo una parte de los dos mil millones de cristianos aproximadamente que, a su vez, representan sólo una tercera parte de la Humanidad. El Islam, mucho más unitario, cuenta con mil quinientos millones de seguidores. Es la religión más numerosa. Los Dioses siguen su temible combate y el Ragnarok aún no ha acabado.

dimecres, 24 d’octubre del 2007

La blogosfera, sometida a la ley.

Parece que sale adelante la Ley de Medidas de Impulso a la Sociedad de la Información (LISI) con apoyo parlamentario unánime o casi unánime. Esta ley, en realidad, viene a ser una modificación, revisión, actualización, corrección y ampliación de otras anteriores, singularmente la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y del Correo Electrónico de once de julio de 2002. Esto de legislar sobre las nuevas tecnologías es complicado porque es muy difícil predecir qué consecuencias pueda tener una norma sobre todo cuando incide sobre una realidad práctica/tecnica que se desconoce. Y con la LISI no andamos mucho mejor. Por ejemplo, aunque parezca una tontería, lo primero que llama la atención del texto del anteproyecto es que se escriba internet con mayúscula, como si fuera el monte Everest, el museo de El Prado o el presidente Hugo Chávez. Internet es un sustantivo común, una realidad relacional como los flujos turísticos o el proceso respiratorio. A nadie se le ocurre escribir respiración con mayúscula.

Esta falta de familiaridad del legislador con el mundo sobre el que legisla le hace llegar a redacciones sorprendentes por ejemplo cuando en la exposición de motivos se prevé taxativamente que: "...se responsabiliza al proveedor del link o del motor de búsqueda de los contenidos de los que tiene conocimiento...". Ya la expresión "motor de búsqueda" es sorprendente en un texto jurídico; pero "link" es algo insólito. No estoy muy seguro de que el legislador sepa qué es un "link" o quizá soy yo quien no lo sabe.

En todo caso el proyecto trae un propósito benéfico que a mi juicio es irrealizable: garantizar cobertura universal en banda ancha antes del treinta y uno de diciembre de este año. Teniendo en cuenta las fechas en que estamos, lo que tarde la ley en entrar en vigor y lo que tarde en ser realmente eficaz, ese plazo es ilusorio.

Todo en la norma respira benevolencia y deseos de que España saque el máximo partido de la red. Quiere fomentar el comercio electrónico e incitar a los ciudadanos a valerse de internet para tratar con los poderes y las autoridades públicas. También es bueno que sea garantista y poco intervencionista. Los proveedores tienen que informar a los clientes de todos los medios que arbitran para combatir virus, troyanos, identificación como "spam", etc. Y sólo los jueces pueden decidir el cierre de una web. Entiendo por tanto que no la administración, lo que está muy bien.

(El mapa original de la imagen, que se encuentra en Data Mining es interactivo).

Por otro lado leo en en el nuevo El País (el de la tilde) que empieza a haber decisiones judiciales sobre los blogs. En concreto, sobre la responsabilidad por los comentarios cuando estos son anónimos o vienen suscritos por un "alias", llamado "nick" en la blogosfera que es bastante perezosa en materia lingüística. Los tribunales (el artículo cita una sentencia en una querella interpuesta por Ramoncín y dos inglesas) tienden a responsabilizar al bloguero por el contenido de los comentarios insultantes cuando son anónimos, salvo que los identifique, cosa harto difícil que sólo puede hacerse a través de la IP de cada ordenata y aun así no es de fiar. Basta con pensar en los que insultan desde los cibercafés. Y bloquear la IP de un cibercafé porque uno de sus clientes te insulta es poco recomendable.

Residenciar la responsabilidad en los blogueros no me parece justo y espero que posteriores y superiores decisiones judiciales establezcan un procedimiento más avisado. En definitiva, por lo demás, los blogueros aburridos de insultos y de trolls pueden recurrir a diversos sistemas para filtrar los comentarios o identificar a los comentaristas, incluso pidiendo una dirección válida de correo electrónico, aunque siempre pueden darte la de una anciana tía.

Esas gentes que se meten como anónimos en los blogs ajenos y dejan comentarios insultantes para el bloguero u otros comentaristas satisfacen su orwelliano minuto de odio diario en pantalla pues, para poder dejar el insulto, primero han de entrar en el blog que odian. Por qué entran en blogs que odian o desprecian es pregunta que sólo los especialistas en neurosis pueden contestar.

A propósito del susodicho periódico El País creo haber leído que van a darlo todo en abierto. A los suscriptores les queda la posibilidad de verlo en PDF. Como no veo gran ventaja en andar con los PDFs creo que voy a darme de baja en la suscripción. Me parece de perlas que la edición digital se financie con publicidad. Ya veremos si es soportable.

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dimarts, 23 d’octubre del 2007

El primo del primo.

Dice el avispado primo científico del señor Rajoy, que dado que sus colegas científicos no pueden prever el tiempo que hará mañana, ¿cómo van a prever lo que sucederá dentro de trescientos años? Es sorprendente. Al parecer nadie ha explicado al señor Rajoy ni a su primo el científico la diferencia entre "tiempo atmosférico" o "tiempo" a secas y "clima". ¿Y el señor Rajoy quiere gobernar España? Porque estas cosas son elementales.

Es patente que estamos en un proceso de cambio climático, cosa bastante clara dado que la tierra está siempre en proceso de cambio climático. La cuestión es el período que quiera aplicarse. El proceso es de calentamiento del planeta y las consecuencias, vaya Vd. a saber de momento. Lo que se discute es si ese proceso de calentamiento es debido a la acción del hombre (antropogénico lo llaman) o no y en qué medida.

El señor Rajoy cree que los temores del cambio climático son una pamema. Y todavía no ha llegado a revelar el fondo de su pensamiento, que es el de los medios de la derecha, esto es que el alarmismo sobre el calentamiento global es una campaña de la izquierda intervencionista, de los bolcheviques, deseosos de dinamitar las sociedades de libre mercado a las órdenes de Al Gore. Pero lo hará porque al señor Rajoy le pasa como al príncipe Hippolyte Kuragin en Guerra y paz quien, según Tolstoy, "sólo entendía el alcance de sus palabras tras haberlas pronunciado".

Esa actitud de restar importancia al cambio climático y de tomárselo a guasa, muy propia de la derecha, revela atolondramiento e irreflexión. Y, además, es bastante estúpida porque, aunque no quiera verse la necesidad de adoptar medidas para reducir la contribución de nuestro país al cambio climático, no hay más remedio -y así lo hacen todos, derechas, izquierdas y centros- que actuar en defensa del medio ambiente y de la calidad de vida de los ciudadanos, tratando de controlar el impacto de la actividad humana en la biosfera. Es tan absurdo como decir que porque se está en un calvero y sólo se ve media docena de árboles, no hay bosque.

(La imagen es un mapamundi con el cálculo de las muertes que se producirían en el año dos mil a causa del cambio climático del Centro para la Sostenibilidad y el Medio Global de la Universidad de Madison-Wisconsin).

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Chismorreos de la Corte.

Eso de la irritación real con la señora Aguirre, cuyo grado de impertinencia es bastante alto es lamentable. No porque se haya producido, sino porque haya trascendido y suscitado la controversia pública. Ahora resulta que un gesto de real disgusto pesa más que los asuntos de fondo que enfrentan a los dos grandes partidos. La política es cosa de salón palaciego y comentario a la bien puesta mesa de S.M.

En cuanto al asunto en sí parece lógico que el Rey se resienta de que esta temible "liberal" solicite algún tipo de deferencia real a favor de quien pide su abdicación y lo trata de inútil y negado para el cargo. A grito pelado y por la radio. Uno de los motivos de esta sañuda oposición es que, al parecer, el Rey se lleva mejor con el PSOE que con el PP. Teniendo en cuenta que, según señala el señor Aznar, a su vez el Gobierno del PSOE trabaja activamente para conseguir la destrucción de España, llegamos a la insólita conclusión de que la Corona favorece a los enemigos de la Patria. O sea, que la Corona es traidora.

Efectivamente, el sostén más claro y decidido de la Monarquía en España es el PSOE, cuyo republicanismo yace en el arcón en que se guardan las hopalandas del pasado, como la lucha de clases o la revolución social. Por el contrario, las derechas no son monárquicas; son franquistas; aceptaron la Monarquía porque fue la voluntad del Invicto. Pero ya se ve que los monarcas son todos unos izquierdistas, intervencionistas y masones.

Aguirre-Losantos, político-periodista, un binomio bien curioso. Los medios necesitan una causa que defender y una causa que atacar. Convertirse en la causa que defiende un medio es muy cómodo porque el ataque a los enemigos, el trabajo sucio, ya lo hace el medio y uno puede dárselas de estadista repartiendo mercedes. O moviendo influencias en la Corte, donde las cosas esstán muy confusas, mucho más de lo que alcanza a comprender la señora Aguirre. Confuso porque lo que se está viviendo es un enfrentamiento entre el trono y el altar. Los curas trasladan a la Jefatura del Estado la irritación que les produce la política del Gobierno. En el fondo, no le perdonan que ejerza su cargo como monarca, sin intervenir en los asuntos políticos.

La derecha sólo encuentra aceptables las instituciones cuando la favorecen. Está pasando con los tribunales, instrumentalizados al servicio del PP y hubieran querido que pasara con la Corona.

Curiosa monarquía, sostenida por republicanos.

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dilluns, 22 d’octubre del 2007

Polonia: un Ubu se va; queda el otro.

En las elecciones anticipadas de ayer, los polacos terminaron con el Gobierno minoritario del Partido del Derecho y la Justicia, de los hermanos gemelos Kazynski. La vencedora Plataforma Ciudadana, de Donald Tusk alcanza el 43,7% del voto, lo que, con el apoyo del Partido de los Campesinos, le garantizará una cómoda mayoría parlamentaria.

El gobierno anterior de Jaroslav Kazynski era de coalición con el partido de Autodefensa y la Liga de Familias Polacas, una amalgama muy reaccionaria en política interior y muy errática en política exterior que deja detrás dos años de legislatura de sobresaltos con propuestas sobre depuración política de los funcionarios según su pasado comunista o restricción de derechos de los homosexuales, todo lo cual ha levantado preocupación en la Unión Europea sobre los derechos humanos en Polonia. La victoria del liberal Tusk viene con una alta participación electoral (alta para lo habitual en Polonia) de más del 55,% quince puntos por encima de la de las últimas elecciones de 2005, cuando ganaron los Kazynski.

La Plataforma Ciudadana apenas se diferencia del Partido de los Kazynski, es conservadora y muy nacionalista. Es de desear, aunque quizá no de esperar, que su actitud en la UE sea menos de boicot, una actitud que acompasa muy mal con el hecho de que Polonia sea el país que más se beneficia al día de hoy de las subvenciones con cargo a los fondos europeos. También parece que Tusk pretende traer a casa al contingente polaco en la aventura iraquí y dstanciarse de los EEUU, al menos en la cuestión del famoso "escudo antimisiles", que es un plan de ataque a Rusia al estilo de los de la pasada "Guerra fría". Todo ello haría del Gobierno polaco algo más en línea con los demás Estados de la Unión.

Pero queda el segundo Kazynski, encaramado en la Presidencia de la República y con cuerda para bloquear la acción de Gobierno. Al fin y al cabo, su partido ha obtenido más de un treinta por ciento del voto, más del doble del resultado de Izquierda y Democracia, del expresidente Kwasnieski, que algunos quieren que sea el primer Presidente de la nueva Unión Europea. El Kazynski que queda conserva amplias facultades, incluido el veto de la legislación que lo incomode. Acerca de si Lech, el Presidente, cumplirá la amenazada lanzada por Jaroslav, el ya exprimer ministro, de dificultar el Gobierno desde la Presidencia de la República sólo cabe hacer conjeturas. Puede que aquel crea que hay que mantener los principios de forma numantina. O puede pensar que se arriesga a perder él también las elecciones presidenciales dentro de dos años y medio pudiendo tener un segundo mandato.

Quizá con un solo Ubu al mando resulte Polonia menos extravagante pero nunca se sabe, dado que el catolicismo es una fuerza política real e impredecible en el país.

Suiza: los semifachas al poder.

Otras elecciones con relativa sorpresa el domingo: el partido más votado en las elecciones a la Cámara Nacional, la cámara baja suiza, ha sido el Partido Popular Suizo, también llamado Unión Democrática de Centro (UDC) para disimular, uno de derecha radical, populista, que propugna mano dura con la inmigración y, aunque asegura no ser racista, ha hecho campaña con carteles como el que se ve a la izquierda, titulado "garantizar la seguridad", cuyo aroma racista es evidente.

También ha aumentado en proporción de voto el partido verde, pero no hasta llegar al 10%. Los grandes perdedores son el Partido Socialista (el que más retrocede pues pierde nueve escaños en el Consejo Nacional) y los radicales (que pierden cinco escaños), mientras que los democristianos ganan tres. El conjunto de partidos "prosistema", por tanto, pierde once escaños.

No obstante, los resultados electorales son poco significativos si se compone el gobierno (Consejo Federal) como es habitual, esto es, como una convención en la que los siete puestos se reparten entre los cinco partidos: dos para la UCD, dos para el Partido Socialista, dos para los radicales y uno para los cristianodemócratas. La cuestión hoy es saber si el señor Christoph Blocher, dirigente del Partido Popular suizo respetará la tradición o no. Los ganadores han hecho ya saber que sí se respetará la llamada "fórmula mágica", que permite un gobierno consensuado en la República Helvética, pero el señor Blocher ha comenzado a plantear exigencias que hacen pensar que acabará tratando de imponer una novedad, esto es, un gobierno de coalición con unos partidos, dejando a los otros en la oposición como es lo habitual en los sistemas parlamentarios. En este caso, la polarización del sistema suizo sería un hecho. Así como el avance del populismo radical de derechas.

diumenge, 21 d’octubre del 2007

La chapuza europea arranca de nuevo.

En los últimos lustros, la dinámica de la Unión Europea ha venido pareciéndose a aquellos coches de los años cuarenta y cincuenta cuando no tenían bien equilibrado el carburador y hacían una mezcla pobre o rica con las que el motor se paraba después de dar un par de petardazos y así varias veces hasta que, por fin arrancaba, pero ya se sabía que había que mirarle el carburador. Algo parecido con la Unión Europea (UE): se lanza a una reforma utópica, como aquel famoso proyecto constitucional del eurodiputado Alterio Spinelli, el proyecto se da una chufa, la UE peta y se pasa una temporada escuchando a los agoreros de la crisis final de la Unión, un fracaso, oiga Vd., el continente jamás llegará a unificarse políticamente y todo dará marcha atrás. Luego, ya in extremis, se sale adelante con una solución improvisada, una chapuza, una trapallada, que dicen en Galicia y que resulta ser mucho más adecuada para la pervivencia de la UE que cualesquiera programas nítidos de reforma, articulados en textos teóricos perfeccionistas. Es la teoría de la chapuza europea. Del fracaso del proyecto Spinelli salió en Acta Única de 1986, un paso importante adelante. Este nuevo paso arranca ¿de qué fracaso?

De la chufa que se dio el proyecto de Constitución Europea (que tampoco se llamaba así) en los referéndums de Francia y Holanda en 2006. Luego de meses de agonía y lamentaciones por el triste destino de Europa, condenada a la irrelevancia política mundial, los Jefes de Estado y de Gobierno (JEG) de la Unión se reunieron hace un par de días en Lisboa y aprobaron una serie de medidas que, en lo esencial, recogen las contenidas en el fracasado proyecto de Tratado Constitucional, dejando fuera las simbólicas, como la bandera, el escudo, el himno, etc. Europa es como una España en grande, siempre dudando de su misma existencia simbólica, pero una realidad práctica.

El Primer Ministro portugués, señor José Sócrates, anfitrión de la cumbre por ser Portugal presidente semestral de la Unión, no cabía en sí de gozo cuando vio que se empezaba a hablar ya del Tratado de Lisboa como un nuevo impulso de la Unión. Por supuesto, en la mejor tradición chapucera europea, el Tratado de Lisboa no es un tratado sino una serie de reformas de los tratados preexistentes que contribuirá a convertir a estos en una indescifrable maraña.

Lo más importante en la época de la imagen es que el Tratado de Lisboa pone cara a la Unión decretando que ésta tendrá un Presidente elegido en el seno del Consejo por un mandato de dos años y medio prorrogable por otro igual. También se la pone al Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior y de Seguridad Común (AR para la PESC), al que se hace Vicepresidente de la Comisión y se le dota de infraestructura organizativa de la que carecía. Y la prueba de que ambos cargos suscitan interés y serán eficaces es que ya tienen candidatos.

De mucha importancia asimismo el hecho de que la declaración europea de derechos sea vinculante en cada país y directamente alegable en los tribunales. Se han autoexcluido Gran Bretaña y Polonia. Los británicos han mantenido sus four red lines con posibilidad de excluirse en materias de justicia e interior, defensa y asuntos exteriores, seguridad social y derechos fundamentales. Como los polacos. ¡Qué razón tenía el general De Gaulle cuando vetó el ingreso de Gran Bretaña por considerarla cabeza de puente de los EEUU! Pero una Europa sin Gran Bretaña tampoco es pensable. El continente "quedaría aislado".

Otro avance notable: justicia e interior pasa a decidirse por mayoría cualificada y no por unanimidad. Ésta sigue siendo necesaria para la política exterior, la fiscal, la social y la reforma de los tratados. En lo demás rige el principio de la "doble mayoría" (esto es, para decidir se necesita el 55% de los estados y el 65% de la población), morigerado por la cláusula de Ioannina, que permite aplazar la entrada en vigor de alguna medida, para tranquilizar a Polonia que es uno de los países que más se hace pesar en la política europea aun siendo un recién llegado.

El Parlamento disminuye en número de diputados de 785 a 751, en el entendimiento de que el Presidente no vota. La Eurocámara recibe ahora plena competencia en materia presupuestaria, lo que la hace definitivamente autónoma. Y también la Comisión sale reforzada pues ya no estará compuesta por veintisiete comisarios uno por cada país sino por dos tercios del total de países de la Unión.

El Tratado de Lisboa es, como se ve, una pieza esencial en el avance a ese punto ignoto al que llamamos Europa y de ahí que el señor Sócrates esté tan contento. Lisboa se suma a una ya larga lista de ciudades europeas que dan nombre a alguna forma de tratado de o con la Unión: hay tratados de Roma, de Maastricht, de Amsterdam, de Niza, sin contar con el "compromiso de Luxemburgo".

La chapuza de Lisboa funcionará porque respeta la diversidad de "velocidades" de la Unión. Si los países que la componen admiten en su seno situaciones de gran variedad y diversidad, ¿por qué no la propia Unión con respecto a aquellos?

Las 13 rosas en clave personal.

Apenas de regreso de Galicia he ido a ver Las 13 rosas, la peli de Emilio Martínez-Lázaro que acaban de estrenar. En algún lugar he leído que, según el director, las trece rosas es una leyenda de la izquierda de la que hacía diez años que no se hablaba. Esto último no es exacto, nunca se ha dejado de hablar. Jesús Ferrero publicó una novela, Las trece rosas, en 2002 y el periodista Carlos Fonseca un libro de reconstrucción de los hechos y los tiempos, Trece rosas rojas, en 2004. De este año también es el documental Que mi nombre no se borre de la historia que versa sobre lo mismo.

Pues sí, una leyenda de la izquierda de siempre que a mí me contaron siendo crío. En mi infancia y adolescencia en mi casa me relataron la epopeya de los vencidos no como un lamento sino como un canto de alegría. Luego yo me ocupaba de contrastar esa epopeya con la de los vencedores que me tragaba en el colegio. La leyenda de las trece rosas no tenía contraste posible porque los vencedores no la narraban. Eso sólo se hacía en los cenáculos de rojos, que fue en donde me crié. Se la he oído contar con lágrimas en los ojos a más de uno. Así que no se espere de mí una crítica objetiva porque no puede haber objetividad en algo en que esté involucrada la infancia y la adolescencia de uno.

La historia misma es muy fuerte y muy dramática por versar sobre unas chicas también adolescentes. Parafraseando a Marcel Proust cabría decir que se trata de La sombra de las muchachas en flor, una edad especialmente injusta para ser víctima. Al lado de ese drama de la vida segada en agraz la forma en que está contada la historia es lo de menos. Porque el guión de Ignacio Martínez de Pisón es confuso e inverosímil a partes iguales. Es confuso en el desarrollo de la trama en los primeros meses de l franquismo y es inverosimil en el reflejo de la situación de la cárcel de Las ventas que más que un lugar lleno de infecciones donde se hacinaban miles de mujeres muchas de ellas con niños parece un internado de señoritas del Ejército de Salvación.

Se trasmite bien la situación de avasallamiento ideológico de las reclusas a las que se obliga a cantar el Cara al sol brazo en alto o a ir a misa. Pero lo que podía minar la moral de las mujeres, cosa que estaba calculada para que sucediera era el hambre, la suciedad, las infecciones, la sarna. Y de eso en la película no hay nada.

Pero tampoco me parece tan importante. Lo que trasmite de modo felicísimo y sin que se nos pueda escapar es que los vencedores en la guerra entraron en el país como entraron en la capital, contando con la rendición incondicional del enemigo, considerándose en tierra conquistada y tratando a la población como prisioneros de guerra y sospechosos de haber ayudado a la rebelión militar, que es el tipo delictivo que encontró Franco en el código de justicia militar para condenar a quienes se habían opuesto a la rebelión que él encabezó, así como a su familia, deudos y allegados y al que pasaba por allí. Lo que trasmite bien es la situación de una población entregada sin defensa posible a la vesania de los ganadores de la guerra que podían hacer literalmente lo que quisieran con la gente.

Y lo hicieron. A la vista está. La tiranía que aquellos criminales establecieron y mediante la cual gobernaron durante casi cuarenta años, creó un país virtual con sus instituciones, sus normas, sus procedimientos, sus usos y costumbres pero basado en el terror, la arbitrariedad, la impunidad de los criminales (fueran curas, militares, falangistas o civiles afectos al régimen), la delación mutua, la tortura y el asesinato seudojudicial de los opositores, los sospechosos o los simples neutrales.

Por eso es tan importante que haya un acto de memoria que airee estos asuntos y ponga al pasado en los términos en que se produjo. Porque aquellas trece muchachas de las Juventudes Socialistas Unificadas (la fusión de las Juventudes del Partido Comunista de España con las del PSOE, que quedaron bajo influencia comunista) murieron fusiladas en un acto de represalia por la muerte de un delincuente del Régimen en la que ellas no tuvieron nada que ver. Un fusilamiento a título de escarmiento, igual que el de sus cuarenta y tres compañeros de las JSU, para aterrorizar a la población. Como los que hacían los nazis en los territorios que ocupaban.

dissabte, 20 d’octubre del 2007

Blogorismos.

WATSON, APABULLADO.

El premio Nobel de Fisiología o Medicina James D. Watson ha hecho unos comentarios con tintes racistas en menoscabo de los negros y se ha armado un follón que lo ha obligado a pedir disculpas en público a toda velocidad. Pero no le han servido de gran cosa pues ya lo han depuesto de su cargo académico en un instituto de investigación, le han cancelado una conferencia prevista y una gira de publicidad de un libro que acaba de publicar. De honorable ciudadano ha pasado a apestado. En la conciencia contemporánea no hay lugar para el racismo, esa odiosa forma de pensar. Es un escandalazo genuino porque, si los juicios racistas hubieran sido contra los judíos siempre habría alguien que hablaría de la fuerza del lobby semita, cosa que da mucho lustre. Los agraviados aquí son los negros sin embargo, que no tienen lobby, carecen de influencia (esto es, poder) real en el mundo y ni siquiera han dicho esta boca es mía.

Al mismo tiempo, tanto escándalo y aspaviento es un poco sospechoso. Suena a mala conciencia porque todos sabemos que lo que dice el doctor Watson es un prejuicio que comparte muchísima gente; es un tópico, un lugar común. Sin ir más lejos hace como quince años los profesores estadounidenses Richard J. Herrnstein y Charles Murray publicaban La curva de Bell, un libro en el que sostenían que los negros tienen un coeficiente intelectual equivalente al 85% del de los blancos mientras que los asiáticos alcanzaban el 115% también por referencia a los blancos. Un libro que levantó igualmente mucha polvareda por el mismo motivo.

Mi inclinación es a considerar el racismo un delito. Pero hay que admitir que las opiniones no delinquen. Nos gusten o no. Y no creo que se combata el racismo persiguiendo a quienes emiten opiniones racistas, sino debatiendo con ellos y demostrando que son opiniones falsas e inmorales. El racismo en nuestras sociedades es rampante y hay que luchar contra él convirtiéndolo en asunto de debate público. Que no es cosa simple. Por ejemplo, el racismo no es una perversión mental de blancos, también hay negros, asiáticos, judíos racistas...

MAYOR OREJA, INHIBIDO.


El señor Mayor Oreja, pillado en un renuncio bastante tonto, quiere arreglarlo diciendo que él no condena nada (todo por no condenar el franquismo) de la historia de España, supongo que por ser historia porque si es por ser de España, el señor Mayor Oreja no tendría arreglo. En cuanto a la historia, si nuestro hombre no condena, tampoco puede aprobar, con lo que pasa por la vida como si no fuera con él. "Humano soy", parece que quiere decir el señor Mayor Oreja como si fuera Marcial, "y todo lo humano me es ajeno." Pues sí, como a las bellotas.

ALCARAZ, ARGUIDO.

Indignados andan el señor Alcaraz, presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo y los medios de derechas por el hecho de que aquel haya de declarar en la Audiencia Nacional por un presunto delito de injurias al Gobierno. Esto es lo que se llama dar a alguien a probar de su propia medicina. El señor Alcaraz, la AVT, el foro de esto y la mesa de aquello se han pasado los últimos tres años denunciando en vía judicial no ya el hecho de que se hayan dicho cosas más o menos gruesas sino simplemente de que se haya hablado y/o negociado. Y ahora les molesta comparecer ante el juez en condición de imputados por haber dicho que el señor Rodríguez Zapatero y ETA se ponen de acuerdo y que aquel es una marioneta de ésta.

MARAGALL, REBOTADO.

El señor Maragall sigue los pasos de su esposa que, si no ando equivocado, se dio de baja en el PSC hace unos meses. Y lo hace sembrando cizaña. Maragall es un político temperamental, con mucha personalidad y escasísimas dotes diplomáticas. Hace poco,en un artículo, decía que él no es independentista, como tampoco lo es,según él, el señor Pujol.

Eso de que un nacionalista no sea independentista es tan difícil de entender como los cristianos que dicen no ser practicantes.Si un nacionalista no es independentista, no es nacionalista. Otra cosa es que quiera la independencia hoy, como el señor Carod-Rovira; mañana, como el señor Ibarretxe; pasado mañana, como el señor Mas o en el día del valle de Josafat, como el señor Durán i Lleida. En mi modesta opinión, el señor Maragall es un nacionalista que había creído que, al menos él, ya era independiente y se ha encontrado con la amarga realidad de que no es así.


ESCENAS DE MATRIMONIO, CENSURADAS.

La Federación de Mujeres Progresistas pide a Tele 5 que saque de la parrilla la serie de "comedia de familia" Escenas de matrimonio. Dice haber recibido muchas denuncias, algunas de hombres, que hablan de que la serie maltrata la imagen de las mujeres, glorifica los tratamientos vejatorios y es caldo de cultivo para la violencia de género.

Parece que la serie tiene una audiencia enorme. He oído que como seis millones de personas. He visto algún trozo que otro porque la dan inmediatamente después del telediario de TV1 y, por lo que he visto, la serie me parece bochornosa, grosera y estúpida. No dudo de que también tendrá lo que dice la FMP. Pero estoy en contra de prohibirla. Eso es censura. Ya se sabe que todo censor tiene siempre poderosísimas razones morales para usar la tijera. Lo que sucede es que, si admitimos unas tenemos que admitir todas y, según eso, nadie podría poner comedia, drama o narración alguna porque siempre habrá alguien con razones muy poderosas para prohibirlo.

Si la FMP quiere que la serie desaparezca de la parrilla, que convenza a la gente de que lo que está viendo es infame. Y verá cómo Tele5,que sólo está interesada en el beneficio, la suprime de un plumazo.

Como siempre, un problema de educación porque mira que es malo y desagradable lo que yo he visto.

divendres, 19 d’octubre del 2007

La reforma de la Constitución.

Los señores Alejo Vidal Quadras, Santiago Abascal, Iñaki Ezquerra, Francisco Caja e Inmaculada Castilla de Cortázar se reunieron ayer en un hotel de Madrid y presentaron un proyecto de reforma de la Constitución para frenar a los nacionalismos periféricos, fijar de una vez por todas el Estado autonómico y garantizar la unidad de la Nación española. Son objetivos que están más o menos en el aire y que se asemejan a los que postula la UPD de los señores Rosa Díez, Fernando Savater et al., así como en buena medida el partido Ciutadans. Los primeros señores mencionados hablaron en nombre de sus respectivas organizaciones, a saber, la Fundación Concordia, la Fundación para la Defensa de la Nación Española, el Foro de Ermua y la asociación Convivencia Cívica Catalana, asegurando que la iniciativa no tenía nada que ver con el PP (aunque el señor Rajoy estaba al tanto) y a pesar de que algunos de los citados son militantes del partido de la derecha y uno en concreto eurodiputado del PP. ¿Cabe hablar, como hacen ellos mismos de un resurgir de la sociedad civil española? Para mí que no. Si tomo en consideración a los otros grupos mencionados (UDP y Ciutadans) más me parece un resurgir del nacionalismo español, ese nacionalismo que no admite que en España puedan convivir varias naciones en pie de igualdad que es exactamente lo mismo que sostienen los nacionalismos periféricos. Si es además una rebelión de la sociedad civil podrá verse en un futuro ya cercano.

¿Y cómo hemos llegado hasta aquí? No diré que "degenerando" como hizo en cierta ocasión Belmonte cuando le preguntaron cómo había llegado a gobernador civil uno de sus monosabios. No diré "degenerando" porque no quiero ganarme más enemigos que ya tengo muchos pero sí "evolucionando". Las sociedades evolucionan como lo hacen los individuos, sacando conclusiones de las experiencias pasadas, adoptando su comportamiento a nuevas circunstancias, analizando sus errores y beneficiándose de sus aciertos. No lo hacen por medio de entes colectivos ilusorios como la "conciencia colectiva" o el "espíritu del pueblo", sino por medio de debates públicos en los que se va formando ese otro ente magmático e indefinible, la opinión pública, de la que sólo conocemos sus huellas en forma de resultados electorales periódicos.

Si analizamos ahora la evolución en los últimos treinta años en España vemos que tres decenios de intentos de acomodar a los nacionalismos periféricos en una España común no han dado fruto, que estos no han depuesto sus objetivos últimos de independencia y, en consecuencia, no han sido leales con el Estado, situándolo permanentemente ante una reivindicación abierta con amenaza de separación que a la larga entorpece mucho el gobierno de España. Treinta años de congraciarse con los nacionalismos periféricos no los han moderado sino que los han exacerbado de forma que hoy la bandera española oficial no puede ondear en muchas partes del territorio y si vas por ahí hablando de España te puede caer un chufa proveniente de los cuarteles nacionales periféricos que tienen sus banderas hasta en el retrete y se llenan la boca a hablar de entes de voluntad política como "Euskal Herria" o los "Països catalans". Tengo amigos que, con buen juicio, se niegan a hacer el ridículo bailando sevillanas y dando vivas al Cura Merino El empecinado pero es porque prefieren hacerlo bailando sardanas y vitoreando a Sabin Arana.

A mi modesto entender los del hotel madrileño aciertan en el diagnóstico de que el nacionalismo periférico no es leal a una España compartida y no es "recuperable", como también lo hacen los de UPD y ciutadans en lo que tienen de común con aquellos. Estos prometen la movilización de los sectores del nacionalismo español democrático y liberal para demostrar que no tiene por qué ser siempre fascista, golpista, excluyente y criminal. Ojalá tengan razón; faltan menos de cinco meses para verlo. Pero no es el caso de los del hotel madrileño.

¿Por qué? Porque proponiendo una gran coalición PSOE-PP para cumplir el requisito de mayoría que se exige para la reforma de la Constitución, lo primero que dicen es que hay que derrotar al PSOE en marzo para forzarlo así a la gran coalición. Es decir no solamente no creen que el PSOE sea un partido nacional español como pueda serlo el PP (como de hecho es y en muchos casos más que el propio PP) sino que anteponen los intereses electorales de este partido a los que presumen son los generales del país. Mienten pues en relación con el PSOE como hace el PP. Pero mientras en el caso del partido la mentira es comprensible en función de la batalla electoral no así en el caso de organizaciones que dicen ser la sociedad civil.

No sé de dónde saldría esa base electoral del nacionalismo español democrático y liberal (el "demoliberalismo", del que hablaban con ira los fascistas españoles, desde Franco a Arrese, pasando por Girón, Giménez Caballero, Beneyto, etc) pero, de estar en algún sitio, habrá de ser en parte en el PSOE y en parte en el PP. No hay más cera que la que arde. De existir ese nacionalismo, cosa que me haría feliz, pues me considero nacionalista español no impositivo y respetuoso con el derecho de autodeterminación de quienes componen la actual nación española, me atrevería a hacer una propuesta de reforma constitucional sobre la que llevo un tiempo meditando.

Antes de nada,la justificación: creo que, en efecto, se impone una reforma de la Constitución a la vista del hartazgo que suponen unos partidos nacionalistas periféricos no leales con el Estado y que, manteniendo abierta la opción independentista obtaculizan lo que pueden -que es mucho- la política española siempre en su propio beneficio convirtiéndola en un continuo rifirrafe en el que todo se cuestiona bilateral o multilateralmente, desde la recaudación de impuestos hasta el lugar de las banderas, pasando por todos los protocolos imaginables, las selecciones deportivas y los nombres de las ciudades. Todo. Lo que resulta escasamente fructífero y muy tedioso.

Mi propuesta de reforma de la Constitución tiene dos bloques. El primero es el de los arreglos institucionales, en el que tengo coincidencias con los grupos mencionados. El segundo, el del reconocimiento del derecho de autodeterminación en el que sé muy bien que no hay la más mínima coincidencia. En cuanto a los arreglos institucionales entiendo que hay que cerrar al menos por un período razonable el Estado de las autonomías, delimitar con claridad el régimen de competencias del Estado y las Comunidades Autónomas, racionalizar las de éstas y, si es necesario que el Estado reasuma algunas de ellas, que lo haga. Asimismo hay que reformar el sistema electoral que tanto beneficia a los partidos nacionalistas para obstaculizar o impedir si se puede que haya representación de intereses territoriales en el Congreso canalizando ésta hacia el Senado. Ello obliga, por supuesto, a una reforma radical del Senado como cámara no necesariamente electiva pero con auténticos poderes políticos de veto de la política del Estado, al estilo alemán.

Ciertamente, esto no se puede hacer por imposición, a la brava, como pretenden hacer los del hotel madrileño (de ahí que crea que no representan un nacionalismo español democrático y liberal) , sino por medio de una negociación y acuerdo común. Así, junto a la reforma constitucional "institucional", que garantice la unidad nacional española, propongo otra más de contenido: el reconocimiento del derecho de autodeterminación de cualesquiera entidades territoriales administrativas dentro de los límites que a cada cual atañen en el marco de la entidad administrativa superior, esto es, el derecho de los municipios a decidir en referéndum si quieren seguir formando parte de una provincia o incluirse en otra; el derecho de cada provincia a decidir en referéndum si quiere seguir formando parte de su Comunidad Autónoma o sumarse a otra o articularse como Comunidad Autónoma propia, que ya tendría gracia ver al Gobierno de Lakua gobernando para la provincia o herrialde de Álava; el derecho de cada Comunidad Autónoma a decidir en referéndum si quiere seguir siendo Comunidad Autónoma de España o adherirse a otro ente nacional o montarse su propia experiencia como Estado independiente y sujeto de derecho internacional.

Por supuesto el ejercicio del derecho de autodeterminación debe estar sujeto a una serie de garantias: no se puede estar planteando cada lunes y cada martes; no pude incluir por la fuerza a las provincias, territorios o herrialdes que no quieran hacerlo o que haciéndolo muestren deseos distintos a los de la mayoría y tiene que producirse en un ámbito pacificado, sin violencia y sin amenaza de violencia.

Y no se me diga que con esto reduzco indebidamente las posibilidades de acción política de los partidos nacionalistas porque esas posibilidades están basadas en un defecto de funcionamiento del sistema político español (un sistema bicameral cuya cámara alta no funciona) y porque las mantienen incólumes en el orden autonómico, que es al que pretenden reducirse voluntariamente, incluido el derecho a propugnar (y eventualmente conseguir) la independencia.

La cosa consiste en buscar alguna salida legal, práctica y pacífica a una situación que, como está, no la tiene.

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Blogosfera triunfans.

A Galicia nos hemos venido,a un curso de la UIMP sobre las relaciones entre sistemas políticos y sistemas mediáticos. O sea entre la política y los medios de comunicación, que es uno de los temas más interesantes del estudio de la cosa pública en nuestros días. Había que hacerlo, además, en una perspectiva ascendente (o descendente, según se mire) de lo local a lo nacional a lo europeo y a lo global. Menuda tarea. Es tema sobre el que llevo trabajando en los últimos años por encontrarlo lleno de matices, de problemas y de promesas. Los estudios tradicionales que se han concentrado en las relaciones política-medios concluían en la aparición del medio astro hasta hace poco tiempo, la televisión. Pero la revolucionaria irrupción de internet en los últimos quince años está poniendo patas arriba todo el saber adquirido sobre el asunto. El carácter fuertemente interactivo de la red, su universalidad, capaz de romper incluso las barreras idiomáticas, está generando un activismo político planetario y una opinión pública cosmopolita en la que puede estar in nuce un sistema político mundial.

Y allí estuve, dando vueltas a la blogosfera. Feliz coincidencia, pues el día 15 de octubre fue el día del blog y la celebración arrastró a más de veinte mil blogs con más de veintitrés mil posts y ¡catorce millones de visitas! Eso es movilización y a su lado palidecen la prensa,la radio y la televisión juntas.

La UIMP gallega aloja a los conferenciantes en el monasterio cisterciense de Aciveiro, en Forcarei, un lugar perdido de la sierra del Candán, a medio camino entre Ourense y Pontevedra. Incluyo un pequeño mapa en el que se advierte que el monasterio está alejado del mundanal ruido y hasta del mundanal silencio. Es y no es parte de este mundo,como una especie de Shangri-la cristiano. El bello conjunto románico tardío del siglo XII se encuentra en un pequeño y feraz valle o circo, protegido por los montes circundantes del Candán, con una especie de microclima muy agradable en la entrada del otoño.

El monasterio se ha adaptado perfectamente a su moderna función de hotel, conjugando la severa sillería monacal con las más modernas tecnologías, incluyendo wi-fi en las celdas, quiero decir en las habitaciones. Ha perdido muy poco de su carácter originario y ha ganado mucho en comodidad y buen gusto de diseño, que no es ostentoso, como sucede en otros lugares reformados de este tipo. Y digo que ha perdido poco de su carácter originario porque la iglesia parroquial adjunta al cuerpo del monasterio mantiene el culto y gestiona un pequeño cementerio también parroquial y asimismo adjunto al monasterio.

Venir a este lugar de paz, recogimiento y meditación a debatir sobre el ruido y la furia de la acción política y los medios de comunicación demuestra la fabulosa capacidad sincrética del ser humano.

Mañana daremos una pequeña vuelta por las tierras de mis antepasados antes de regresar a Madrid.

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