Voy a empezar con una simpleza: el País Vasco vive convulso desde hace decenios. Ayer hubo dos manifestaciones de distinto signo, una en Bilbao de todos los partidos democráticos, pidiendo a ETA que desaparezca y otra en Elgoibar de los amigos de los etarras pidiendo la libertad del señor Otegi. Anteayer se había producido la detención de éste. El día anterior, el traslado a prisión del terrorista señor De Juana. Y así podríamos seguir y remontarnos a los años setenta. Algunos dicen que el Estado español mantiene un estado de excepción de facto en el País Vasco y algo de esto hay pero, obviamente, en respuesta al verdadero estado de excepción que es el forzado por las actividades terroristas de ETA, una organización de asesinos que trata de imponer por la violencia lo que no consigue por medios pacíficos y electorales, como muy atinadamente decía el miércoles el señor Imaz, del PNV.
Este es el origen, la causa fundamental, el aspecto primordial del problema del País Vasco y el único obstáculo a la normalización de la vida en él, la existencia de una organización de asesinos dedicada a matar a quienes no se doblegan a sus imposiciones con el fin evidente de aterrorizar a los demás para que cedan a ellas. Cuando ayer algunos independentistas se quejaban amargamente de lo que reputan la arbitrariedad de la detención del señor Otegi, el mismo señor Imaz contestó con toda contundencia que:
"Ahora, miles de personas viven en un tipo de cárcel, por la amenaza de que les maten cuando salgan de casa."
Y así es: miles de personas tienen que andar con escoltas, mirar los bajos de los coches, vigilar lo que hacen, variar sus horarios porque pueden llegar unos pistoleros y descerrajarles un tiro en la nuca por ser concejales de uno u otro partido o no ser suficientemente nacionalistas o no pagar el "impuesto revolucionario" o vaya Vd. a saber qué. El señor Imaz quería subrayar la indignidad de hablar de la situación en el País Vasco haciendo como si esa situación, que todo lo envenena y lo encanalla, no existiera. Yo añado algo más: esos que hacen como si la permanente amenaza terrorista no existiera son, precisamente, los que compran su impunidad a base de decir lo que los pistoleros quieren oír, son los portavoces de los pistoleros y viven tranquilos... siempre que no se aparten del guión, cosa que, bien se ve, no hacen nunca por la cuenta que les trae.
¿Y por qué si España es una democracia en la que cabe defender todas las opciones políticas, incluidas la autodeterminación y/o independencia de una parte, existe una organización de asesinos con la dicha finalidad? A las palabras del señor Imaz me remito: porque saben que en libre y leal competición electoral no pueden imponer sus peticiones. De ahí que pretendan hacerlo a tiros y bombazos. Por supuesto, no pueden decirlo así de claro y han de disimular, para lo cual tienen a sus portavoces y escribas hablando todo el día de que la española no es una "verdadera" democracia, que es una seudodemocracia, esto es, un discurso falso para consumo de sus por lo demás bastante primitivas huestes, que descansa sobre dos falacias: a) que el Estado no reconoce los "derechos de Euskal Herria", la autodeterminación y la territorialidad y b) que se da el susodicho estado de excepción de hecho en el País Vasco, una "permanente agresión" estatal a la "izquierda" abertzale en concreto y al "pueblo vasco" en general, frente a la que hay que "defenderse".
En cuanto a los famosos derechos ni el Estado ni nadie puede "reconocerlos", porque no son ni han sido preexistentes, sino que en todo caso deben argumentarse y defenderse en el debate político democrático, ponerlos a votación y sacarlos adelante si consiguen la mayoría. Pero, claro, no es eso lo que quieren pues no creen puedan obtener la mayoría nunca. Prefieren ver si pueden imponerlos a punta de pistola, matando a inocentes y tratando de amedrentar a los demás para que les concedan lo que quieren, aunque sea imposible.
En cuanto al "estado de excepción" y la "permanente agresión", de darse, obviamente, se debe a la previa existencia de la organización de asesinos y su trama de cómplices y encubridores. Todavía no he visto estado de excepción alguno ni agresión permanente o intermitente a las organizaciones independentistas en Cataluña que hasta forman parte del gobierno de la Generalitat. ¿Por qué en Cataluña no y en el País Vasco sí? No hay duda, por la existencia de ETA. Parece mentira tener que decir cosas tan elementales pero, si ETA no existiera, si no hubiera terrorismo, tampoco habría pactos antiterroristas, ni delitos de enaltecimiento del terrorismo, ni ley de partidos políticos, ni el señor Otegi estaría en la cárcel y los partidos independentistas podrían defender libremente sus postulados, como lo hacen en Cataluña.
Pero, claro, tendrían que conformarse con lo que les correspondiera en proporción a sus votos, en torno al 15%, que no es mucho. Así que prefieren asesinar para ver si pueden doblegar al 85% restante de la población.
Sí, sí, doblegar. Cuando el señor Barrena, dirigente de Batasuna, dice que:
"la represión nunca ha conseguido doblegar a la izquierda abertzale y tampoco lo conseguirá en este momento"
le baila algún sujeto y algún complemento, como diría Borges: es el terrorismo, del que él se vale y del que se beneficia, el que no ha conseguido ni conseguirá doblegar a quienes no piensan como él.
Porque ¿qué tipo de izquierda es ésta, que se vale del terrorismo para sus fines? Pues eso, una corriente política que no tiene empacho en prosperar a la sombra de unos asesinos, encargados de eliminar a la competencia y en emplear todo tipo de embustes y falsedades. Dice el mismo señor Barrena que el PSOE pretende que la izquierda abertzale "haga dejación de su proyecto político" y esto es falso. Lo que el PSOE y todos los demócratas de este país pretendemos es que dejen de ampararse en los asesinatos y de beneficiarse del terrorismo. Su "proyecto político", al 85% de la población (probablemente 95% en toda España) nos importa una higa.
Llego al final de esta consideración: ¿qué izquierda es esa que así razona? Hay quien dice que, con este comportamiento, esta izquierda no es verdadera izquierda porque atenta contra los principios morales que informaron a la corriente desde su origen como es el respeto al valor de la vida humana. No me parece muy convincente. Hay izquierdistas que han sido terroristas en algún momento de su vida. Marx, por ejemplo, o Lenin. Por otro lado, hay quien dice que la izquierda abertzale no es izquierda porque nunca se la oye hablar de cuestiones de izquierda (socializaciones, planificación, etc), sino que está siempre con la murga patriótica. Esto es bastante cierto, pero su mudez en temas tradicionalmente de izquierdas no quiere decir que los haya abandonado y, en todo caso, ellos dicen ser de izquierda.
El problema es de otro tipo: una izquierda que medra al amparo del asesinato y el terrorismo es una izquierda asesina. Una izquierda que, aunque haga todos los días profesión de hipocresía, llamándose andana, "lamentando" los atentados y diciendo que no es ETA, es la principal responsable del mantenimiento del terrorismo en el País Vasco. ¿Cómo no van a ver unas gentes de izquierdas que es una indignidad avanzar la propia causa sobre la sangre de inocentes? ¿Y no es evidente que ETA empezará a desaparecer de verdad el día que los señores de Batasuna condenen sus métodos de forma unívoca y le pidan que desaparezca? Pero, claro, tienen miedo. Prefieren que sean otros los que mueran y "lamentarlo" después.