dissabte, 9 de juny del 2007

Entre rejas

Vamos a un análisis político del encarcelamiento del señor Otegi. Empecemos por levantar constancia de que con el espléndido abertzale en chirona (en donde va a estar una temporada) aquí no pasa nada, ni se hunde el mundo, ni arde Bilbao. Y los 150.000 Otegis que dice el señor Barrena que tiene se lo pensarán antes de ejercer de tales. Pasa siempre con estos valientes luchadores por el pueblo oprimido de una de las sociedades más ricas de Europa: que hablan y amenazan mucho, pero luego no llega la sangre al río..., salvo que ataquen a traición, sorpresivamente y a ciudadanos indefensos. Eso sí se les da bien, el ejercicio del killing someone basque style, "matar a alguien al estilo vasco", o sea, por la espalda. Pero salir a la calle a enfrentarse con la policía, eso ya es distinto.

La prisión del señor Otegi ha suscitado todo tipo de comentarios. Sus amigos de Batasuna cargan contra el gobierno (que si venganza, que si represalia, etc) y los del PP mirabile dictu también (que si ya era hora, que rectifica y hace lo que debe hacer) y, claro es, coinciden en esto como en muchas otras cosas.

Sin embargo, es patente que al señor Otegi lo ha enviado al talego el Tribunal Supremo, nadie más. No importa, tanto Batasuna como el PP hablan del Gobierno porque, en el fondo, eso de la división de poderes les trae al pairo. Además atacar al Gobierno contribuye a embarullarlo todo y a ocultar que las cosas van bien. Los tribunales, en uso de su independencia, toman las decisiones cuando les parece y el Gobierno las acata y las aplica sin rechistar. La prisión que el Supremo ha decretado contra el dirigente abertzale obviamente se inscribe en un contexto social y político que es innegable porque está a la vista de todos, que el tribunal venía tomando en cuenta. Y eso es justicia, pues decir que los jueces aplican las leyes tomando en consideración las circunstancias sociales y políticas es decir algo de Perogrullo. Es más, precisamente en esa actitud reside la equidad, que muchos creen sinónimo de justicia.

¿Supone esto que si los jueces hubieran visto un ánimo favorable del entorno etarra al fin de la violencia y a una solución dialogada su decisión podía haber sido otra? Por supuesto. Como todos sabemos, aunque no se diga, para no dar dos cuartos al pregonero. Pero la decisión es del Tribunal Supremo, no del Gobierno. Visto lo visto a lo largo del llamado "proceso", los jueces sin duda han sopesado todos los factores y han decidido que el señor Otegi está más guapo en la cárcel. Con el aplauso de mucha gente, incluso los partidarios de la solución negociada, con derecho de autodeterminación, como yo mismo. ¿Por qué? Por lo que ya he señalado en otras ocasiones: porque a la gente le irrita que le tomen el pelo. Tomadura de pelo es (e implica bastante desprecio que suelo atribuir a racismo) decir que estamos en tregua, pero al tiempo volar una terminal de un aeropuerto, enviar cartas de extorsión a los empresarios y aterrorizar a la población quemando autobuses, cajeros y lo que haga falta.

Como tomadura racista de pelo es ese decir que se es de izquierda para criticar a la nacion española, esperando y consiguiendo la solidaridad de la izquierda española (cuyas facultades críticas parecen inexistentes) pero, luego, a su nación vasca, que no se la toquen; tomadura racista de pelo atacar a la bandera española, pero nada de bromas con su ikurriña; reírse de la pandereta, pero ensalzar el txistu. O decir que la izquierda abertzale "ha hecho una apuesta por la vía política y la senda democrática", consistente en defraudar la ley siempre que pueda e intentar un trágala sistemático porque ya se entiende que los gorrinos, sean de izquierda o de derecha, no merecen otro trato de los heroicos gudaris. Así que llega un momento en que la gente se harta de tanta prepotencia racista, los tribunales mandan a toda la tropa a la cárcel...y, lo dicho, aquí no pasa nada.

Para terminar con el dramatis personae, resulta absurdo que el PP presione para que se ilegalice a ANV y el Partido Comunista de las Tierras Vascas que él, el mismo PP, legalizó. Y es absurdo pues lo más probable es que estos se ilegalicen solos, a las primeras de cambio...y tampoco pasará nada. Porque esas amenazas truculentas de la izquierda abertzale (que tiene de izquierda lo que yo de diácono) están hechas de la misma estofa que la "rebelión cívica" de las comparsas del PP.

Algo parecido cabe decir del terrorista señor De Juana. Cualquiera podía entender que su prisión atenuada era un gesto para facilitar las cosas aun dejando un hueco fácilmente vulnerable al ataque de la derecha, dentro de las contradicciones y fallos que siempre se dan en una sociedad tan polarizada y antagónica como la nuestra. Y cualquiera puede ver ahora que el señor De Juana es, sí, rehén, pero de ETA y que lo que le suceda también será responsabilidad de ETA y su brazo político, incapaces ambos de entender que la política es cosa de matices, sobreentendidos y habilidad para encontrar acuerdos, es decir, incapaces de hacer política. Igual que es ETA quien ha hecho todo lo posible para que el Supremo meta al señor Otegi en la cárcel. Situaciones típicas de "cuanto peor, mejor" que todo el mundo sabe a quiénes benefician.