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divendres, 27 de setembre del 2013

Sin límite.


Estaba clarísimo. La entrevista de Bloomberg era para consumo interno español con un evidente fallo en la pretendida difusión del mensaje al contratar con Bloomberg, que solo emite en inglés. La entrevistadora pregunta en su lengua, se escucha el inicio de la respuesta de Rajoy en español y, de inmediato, se suporpone un doblaje al inglés que ya no deja oír el recio castellano del presidente. Algo normal en los empeños exteriores de estos gobernantes absolutamente ineptos. Lo mismo hicieron en Buenos Aires: pagaron millonadas de nuestro dinero a no sé cuántos asesores, preparadores y conseguidores extranjeros para perder su objetivo y, además, hacer un ridículo universal, global. Porque es posible que no todo el mundo entienda el español de Botella, pero su inglés lo comprenden hasta los sordos; quizá los que más.

Si la entrevista ha conseguido su finalidad de difundirse en España a través de la prensa libre se debe al increíble intento de La Moncloa de que Bloomberg censure las preguntas y respuestas sobre Bárcenas. Es la regla primera de la publicidad: nada difunde algo tanto como la pretensión del poder de censurarlo, acallarlo o silenciarlo sin poder real de conseguirlo. El intento es comprensible porque las respuestas (y las preguntas, por cierto) se las traen. Comprensible pero inaceptable y estúpido. Sobre todo estúpido porque, siendo claro que es la única parte de la entrevista con interés, tarde o temprano, se abriría camino. Justamente lo que la intervención trataba de impedir y lo ha acelerado.

Las respuestas, en efecto, se las traen. Primero por existir. Rajoy da en el extranjero las explicaciones que niega en España. Otra cosa es qué explicaciones. Eso es lo segundo: dice desconocer si se han destruido en el PP pruebas sobre Bárcenas. Es decir, no sabe si lo que se ha destruido es o no prueba sobre Bárcenas, pero está claro que se han destruido cosas. Discos duros, registros de entradas, contabilidades. No son declaraciones de un presidente del gobierno, sino de alguien que no quiere que lo impliquen en algo, pues es el presidente del partido en donde se destruyen cosas. ¿O pretende decir que ignora si en su partido se destruyen cosas?

Resonancia completa. Crece la indignación porque Rajoy se permita mentir en el extranjero lo que ya no se digna mentir en casa. La guardia pretoriana del Congreso debiera soliviantarse. Tanto esfuerzo para impedir las preguntas, interpelaciones, mociones de la oposición exigiendo explicaciones al presidente y este va y las suelta en Nueva York y del modo menos avisado, confirmando todas las sospechas que levanta en su país. Claro que aquí cuenta con notables apoyos en las instituciones del Estado. La fiscalía en el proceso de Bárcenas se opone a citar a Rajoy a declarar como testigo argumentando, entre otras lindezas, que la intención de la parte que exige la comparecencia es mediática y política y no puramente procesal. Algo insólito. Lo de menos es la intención de quien solicita una prueba; lo que debe verse es si la solicitud es razonable o no y aquí la fiscalía, sin argumentos, dice que la declaración de Cospedal hace innecesaria la de Rajoy. Es justamente todo lo contrario. La hace imprescindible pues dicha declaración significó a Rajoy como quien tomó la decisión del peculiar despido de Bárcenas. El debe explicarlo. Y en sede judicial.

En lugar de eso, el hombre se presenta en la Asamblea General de la ONU y con el fin, al parecer, de conseguir un puesto para España en el Consejo de Seguridad, alardea de las aportaciones de nuestro país a la obra de las Naciones Unidas, reivindicando la Alianza de las Civilizaciones y la ONU Mujeres de Zapatero, sobre las que se pasó años haciendo chirigotas, sin que ahora tenga reparos en decir lo contrario porque el menda carece de toda dignidad. Vamos, que le ha plagiado el discurso al bobo solemne. ¿Cómo llamará él a quien plagia un discurso de un bobo solemne?

Estas cosas preocupan al común de los mortales, a quienes importa la diferencia entre la verdad y la mentira. Pero no a él, que está por encima del bien y del mal, gracias a su pertenencia a una buena estirpe. Este término, como el de casta, son sinónimos vergonzantes de nobleza y eran los que Rajoy empleaba en 1983 en un artículo para defender la desigualdad entre los seres humanos como algo científicamente demostrado. La cuestión es clara: como es algo científicamente demostrado y él es de buena estirpe, le corresponde gobernar con la misma naturalidad con que la langosta devora las cosechas.

Las acusaciones de corrupción, de sobresueldos, de financiación ilegal, etc, el envilecimiento de la vida pública y el bloqueo de las instituciones no requieren explicación alguna de la presidencia del gobierno. Del gobierno de España.

Resumiendo esta entrada: la democracia española más parece una dictadura por el hecho de que el gobernante es irresponsable política y penalmente. O a tal situación conduce un bloqueo de las instituciones al servicio de esa inmunidad del presidente del gobierno. Del gobierno de España. Esa gran nación gobernada por un truhán.

dimarts, 17 de setembre del 2013

Si esto es un hombre.

Tomo prestado el título a la espléndida y terrible novela de Primo Levi con intención bien diferente como verá quien lea lo que sigue:

El que prometió dar la cara lleva dos años escondido.

El que dijo que llamaría al pan, pan y al vino, vino, no pronuncia el nombre Bárcenas.

Quien aseguró mantendría su espíritu de diálogo no habla con nadie, no responde las preguntas de los periodistas, no contesta las interpelaciones parlamentarias y da orden a su partido de mantener un silencio cerrado de omertà.

Quien se preciaba de hablar claramente lleva dos años mintiendo e incluso lo reconoce públicamente al admitir que no ha cumplido su palabra.

Quien aseguró que diría siempre la verdad se niega a decir cuánto dinero público se ha embolsado en los últimos veinte años, tanto el legal como el presuntamente ilegal.

El que dijo que obligaría a dimitir a los cargos imputados no solo no lo hace sino que no piensa ni en dimitir él si llegan a imputarlo.

Quien aseguró que daría al Parlamento la importancia que tiene, no se digna pisarlo y lo ha reducido a una cámara de bloqueo de la oposición.

Quien dijo que velaría por la imparcialidad de los medios públicos de comunicación los ha puesto en manos de un grupo de esbirros ideológicos que los han convertido en un aparato de propaganda.

El que afirmó que no tocaría el Estado del bienestar lo ha desmantelado.

El que prometió que no abarataría el despido lo ha hecho libre y gratuito.

Quien dijo que, cuando gobernase, descendería el paro, lo ha incrementado y sigue haciéndolo.

Quien aseguró que bajaría los impuestos los ha subido. Y los ha subido injustamente, para que paguen más quienes tienen menos.

Quien afirmó que no daría dinero público para rescatar bancos les ha entregado 120.000 millones de euros prácticamente a fondo perdido.

El que dijo que metería la tijera a todo excepto la sanidad, la educación y las pensiones, ha vendido la sanidad pública a empresas privadas, bastantes de ellas regidas por granujas; ha liquidado la educación pública y gratuita a favor de la privada de los curas; y ha liquidado el sistema público de pensiones.

Y todo esto no lo ha hecho con el paso del tiempo, a lo largo de los años; no. Lo ha hecho de inmediato, apenas tomada posesión porque ya lo tenía todo preparado de antemano. Hizo una plataforma repleta de mentiras para ganar las elecciones y aplicar su verdadero programa, que es el que consta más arriba.

Cuando un gobernante comete tantas iniquidades pierde la escasa legitimidad que pueda haber tenido. Deja de ser un gobernante legítimo. Se convierte en un déspota. Deja de ser un hombre. Es un granuja.

dimarts, 3 de setembre del 2013

La máquina de mentir.


Si a usted, querido lector, le pagaran una pastuqui por mentir, ¿qué haría? No es preciso contestar. Allá cada cual con su conciencia, ¿verdad? Hay dos extremos: quienes creen que la verdad vale más que todo el oro del mundo y quienes, al contrario, piensan que todo el oro del mundo vale más que la verdad. Entre medias, quienes creen que parte del oro del mundo vale más que la verdad. ¿Cuánta parte? Ahí las respuestas son extraordinariamente variadas. Una de ellas ha de ser la de Cospedal. A partir de cierta cantidad, Cospedal parece dispuesta a mentir. Quizá por ello le hayan aplicado ese espantoso apelativo de la bien pagá. Solo así puede entenderse un comportamiento tan falto de escrúpulos como de sinceridad. Y ese desparpajo.

Los casos históricos son legión y, por no aburrir, se mencionarán solo dos. La Cospedal que hoy se niega a responder a las acusaciones de un delincuente como Bárcenas es la misma que en septiembre de 2011, hace dos años, exigía al PSOE que pidiera disculpas por haber intentado falsamente involucrar a Bárcenas en la Gürtel. Por aquel entonces ya tenía que saber que Bárcenas era parte de la Gürtel. Pero ella lo llamaba "un Filesa falso". Como hoy sabe que el delincuente está acusándola de serlo ella también. Segundo ejemplo: no sabe nada del borrado de discos duros de Bárcenas, pero días antes, había dicho al juez que estaban bajo su custodia.

Y así es todo en la acción pública de esta áspera dueña manchega. ¿Quién no recuerda el cantinflesco episodio del finiquito en diferido? ¿A quién se le pasa por alto el absurdo de decir que el PP es el partido más trasparente y el que más colabora con la justicia al tiempo que se destruyen pruebas en el proceso como los libros de registros de visitas en Génova  los ordenadores de Bárcenas? Palinuro, a veces fervoroso pragmatista, piensa que eso solo puede hacerse por dinero; por mucho dinero. Por una pastuqui, como decía, Correa, verdadera quintaesencia de las "amistades peligrosas" del PP. Nadie en el PP está en política por el dinero pero todos se levantan una pasta. Son gajes del oficio. 

Así que a la defensa de la pastuqui, de los sobresueldos presuntamente cobrados, los 200.000 euros del ala desvanecidos como la bruma al mediodía, el casoplón de dos millones y medio pagados a tocateja, ha salido la dama a la vuelta de vacaciones, tras recibir vivificante doctrina de la jefatura. Y viene resuelta: ella no ha negociado finiquito alguno con el delincuente, jamás ha cobrado en B, de los 200.000 € ni ha oído hablar. Es lo que se conoce como "enroque Rajoy". Y la puntilla o remate: "se pretende" afirma impertérrita Cospedal "desestabilizar el partido". Algo así como cuando Rajoy afirma que "el Estado no cederá al chantaje", hablando, claro, del innombrable. Dos expresiones que solo pueden ser ciertas si la una se identifica con el partido y el otro con el Estado. Lo mismo que Franco con España. Quien lo atacaba a él, atacaba a España.

Ambos, Rajoy y Cospedal, coinciden en que todo cuanto tenían que decir, ya lo han dicho, el uno en sede parlamentaria, el 1º de agosto y la otra en sede judicial el 14 del mismo mes. Pero esto es falso e insuficiente. Es falso porque no dijeron nada en ambas ocasiones y de Rajoy, además, se supone que mintió manifiestamente. Insuficiente porque, desde esos dos momentos a hoy se han dado episodios nuevos que los afectan personalmente y sobre los que no se han pronunciado. En Román paladino: ¿quién ordenó el borrado de los ordenadores de Bárcenas? La gente tiene derecho a saberlo sin que la acusen de desestabilizar nada, y los interesados están obligados a responder o un juez acabará preguntándolo. Lo cual será peor para todos.
 
Pero da la impresión de que, a fuerza de bien engrasada, la máquina de mentir ya no puede parar. Los dos máximos responsables del PP (y uno de ellos del gobierno) quieren que la opinión olvide el caso Bárcenas y se concentre en alabar el brillante porvenir económico que nos espera de la mano de un PP concentrado en la tarea del salvar el país sin dejarse distraer. Aquí la habitual mentira adquiere un tinte moral sucio. En primer lugar, eso de la recuperación económica (vendida con dos años de adelanto) es pura falsedad. Los datos estacionales se mezclan con los de interpretación torticera y se construye un potemkim para un par de meses. En segundo lugar, y ello es más grave, se trata de una apuesta según la cual si a la gente le va bien económicamente, no cuestionará la presunta inmoralidad de sus gobernantes, lo cual revela un juicio detestable sobre la dignidad de la ciudadanía
 
No, señor@s, no se puede gobernar mintiendo. La historia viene de viejo: el Prestige, las armas de destrucción masiva, el 11-M, el programa electoral de Mariano Rajoy. La gente ya no se cree nada. Y menos viniendo del gobierno.
 
Las vísperas catalanas. Continúa la movilización catalana. Ayer la estelada se paseó por el mundo entero. En esta era de comunicación universal mediática el nacionalismo español no ha iniciado siquiera un plan de contraataque simbólico. Salvo que algún bromista pretenda decir que la Marca España es precisamente eso. Porque de esa marca solo se habla cuando descarrila un tren o la policía apalea a unos ancianos.

A su vez, la izquierda española haría bien leyendo un gran artículo de Josep Ferrer Llop, titulado De nuevo, sobre la izquierda ante la posible secesión de Cataluña. La izquierda española que, en buena medida, es tan nacionalista como la derecha, tampoco parece capaz de articular un proyecto nacional español inclusivo de lo catalán distinto del conservador. El artículo señala el núcleo del problema teórico de la izquierda española, incapaz de encontrar un punto de equilibrio entre su confeso internacionalismo y su inconfeso nacionalismo. El asunto es sumamente interesante, pero tratarlo haría interminable la entrada. Simplificando, la izquierda es partidaria de la autodeterminación propia y de la ajena lejana como un derecho, pero no tanto de la ajena que la concierna. Y, sin embargo, es claro que el valor moral de un derecho se cumple cuando este se reconoce a otro.
 
(La imagen es una foto de Wikimedia Commons, bajo licencia Creative Commons).

divendres, 7 de juny del 2013

Pasarás a la historia de la infamia.


Lo leí el otro día en algún lugar de Twitter que no puedo precisar: "Le has robado el futuro a la juventud y la tranquilidad a la vejez". Con esa sentencia creo, presidente, se ha calificado para siempre tu infausto mandato. Pero las cosas no se revelan de repente sino que se incuban, vienen precedidas de signos premonitorios y, en tu caso, se veían venir de lejos.

Hiciste una oposición de tierra quemada. Negaste todo apoyo al gobierno en asuntos de Estado, primero el terrorismo y luego la crisis. Es ya célebre el despropósito de tu hoy ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, cuando proponía -ignorante de que se le oía- dejar hundirse España, que ya la reflotaríais vosotros. Insultabas al presidente del gobierno ("bobo solemne") y tu antecesor en el cargo, Aznar, andaba por lueñes tierras hablando pestes del gobierno español y de su presidente. Pusiste las instituciones -el Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial- al servicio de tu política de partido y les causaste daños irreparables en su prestigio y autoridad.

En la campaña electoral redoblaste el acoso al gobierno y mentiste sobre todos y cada uno de los puntos de tu programa electoral. Afirmaste que no subirías los impuestos y es lo primero que hiciste. Hay abundante información gráfica de cómo te sumaste entusiasmado a la campaña de Esperanza Aguirre en contra de la subida socialista del IVA. Igualmente aseguraste que no tocarías la sanidad y la educación y que respetarías como algo sagrado las pensiones. Incluso hubo que soportarte una teórica acerca de cómo los jubilados son los más vulnerables pues no tendrán una segunda oportunidad. Y todo para justificar tu cerrada oposición a la congelación de las pensiones decretada por el bobo solemne

Un año y medio después, la sanidad pública está en proceso de privatización y cada vez la cobertura sanitaria es más cara y más excluyente; cada vez hay menos gente con derecho a la salud. Innecesario hablar de la educación, que ha sufrido una agresión sin precedentes a manos del ministro nacionalcatólico Wert. Miles de estudiantes universitarios tendrán que interrumpir sus carreras por no poder pagar las tasas. La destrucción de la educación pública en España en beneficio de la privada, financiada con fondos públicos, esto es, por aportaciones de quienes no pueden beneficiarse de ella y ahora ni de la pública.

Toca el turno de pasar por la piedra las pensiones. Los laboratorios de neolengua ya le han fabricado el nombre: factor de sostenibilidad. Con el susodicho se pretende alargar la edad de jubilación, rebajar las pensiones en un porcentaje ya mismo y cambiar el método de cálculo del importe desvinculándolo del IPC de forma que también quepa bajarlas en el futuro y que los pensionistas vivan en la incertidumbre de cuánto cobrarán el próximo año; incluso de si cobrarán. Amparas estas ruindades en un comité de 12 expertos, ocho de los cuales están vinculados con aseguradoras. No es tan desvergonzado como ese comité de 15 expertos sobre el aborto en el que no no hay una sola mujer, pero se le acerca mucho. Por supuesto los tales expertos quieren suprimir el sistema público de pensiones para que quienes los pagan aumenten sus ingresos. Para ello ignoran olímpicamente que las pensiones no solo pueden sufragarse con las cotizaciones de la seguridad social sino también vía fiscal. Pero los expertos no quieren ni oír hablar de subir impuestos; al contrario, quieren bajarlos. Y si para ello es necesario que los viejos se mueran, que se mueran. Por si acaso ya te has encargado de vaciar el fondo de pensiones en tus cuentas para bajar el déficit.

Otra medida en el sentido habitual en ti de que paguen la crisis los más desfavorecidos. Como los trabajadores, cuyos derechos laborales se han esfumado y sus salarios reducido, especialmente los del sector público; como los dependientes, a quienes se ha suprimido las ayudas; los jóvenes, que solo pueden marcharse de casa de sus padres si se van al extranjero; los justiciables, que se ven obligados a pagar tasas judiciales que les obligan a renunciar a su derecho de tutela efectiva de los tribunales. Insistes en haber hecho un reparto "equitativo" de los sacrificios, pero no es cierto: los bancos se han llevado cantidades astronómicas de dinero para tapar los agujeros de la mala gestión o el puro latrocinio de sus directivos, un dinero que se ha negado a los desahuciados por esos mismos bancos y entre los cuales no es infrecuente el suicidio.

Y todo esto, este autoritarismo que respira tu gobierno a través de los decretos-leyes, ese retorno del gorigori nacionalcatólico en aspectos claves como la religión en la enseñanza o la negación de los derechos de las mujeres, ese resurgir del nacionalismo español más intemperante se hace en el contexto del peor escándalo de corrupción de la historia de tu partido. Un escándalo que pone de manifiesto cómo las corruptelas, las ilegalidades, incluso los delitos han sido moneda frecuente en la historia del PP desde los noventa. Tú mismo apareces implicado en los papeles de Bárcenas sin que hasta la fecha hayas aclarado de modo fehaciente si cobrabas sobresueldos, sobres en B, regalos en especie, como viajes, etc que pudieran haber sido pagados con los fondos de la trama Gürtel. En cosas de corrupción eres de un tancredismo típicamente hispano: quieto, parado, mudo, no hay preguntas, no hay rendición de cuentas ni explicaciones y, si no queda otra que hacer declaraciones, las haces a través de plasma, si puedes. Es decir, escabulles el bulto por miedo a la falta de autoridad del gobierno que presides, en el que hay un buen puñado de ministros que también han cobrado jugosos sobresueldos o hecho buenos negocios con su propio partido.

Esa falta de autoridad, ese tancredismo, esa inflexibilidad e incapacidad para negociar nada ha puesto al independentismo catalán en pie de guerra. Aquel Zapatero rompe España, con el que iniciaste una inenarrable petición de masas de tipo referendario se vuelve ahora contra ti. Sin autoridad, sin habilidad, sin iniciativa política alguna, llevas al país a lo que Vidal-Folch llama choque de trenes con un riesgo muy alto de que, en efecto, España se rompa y de que, para evitarlo, te decidas por la vía represiva, acorde con tu temperamento autoritario y el de tu gente, y crees una situación insostenible.

Pero aunque podamos ahorrarnos algo de lo anterior, tu lugar en la historia de la infamia está ya seguro. El del enterrador del Estado del bienestar.

(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

dissabte, 4 de maig del 2013

Ayer y hoy o la iconografía de un engaño.


El 30 de enero de 2011 El Mundo sorprendía a los lectores con una rotunda proclama del candidato del PP a la presidencia del gobierno: Arreglaremos la economía en dos años. Ahí era nada: arreglar un desastre colosal en dos años y se empezara cuando se empezara. Claro que veinte días antes, el mismo candidato, a la vista de un nuevo dramático aumento del desempleo sostenía no menos rotundo: Cuando gobierne bajará el paro, según se aprecia en la otra portada de El Mundo. Palinuro ya comentó el contenido de esta aseveración a la luz del último y espeluznante aumento del desempleo a seis millones de personas por obra y gracia del que lo iba a reducir, en una entrada titulada: La decencia de dimitir, con escaso éxito hasta la fecha. Lo que se pretende ahora es centrar la reflexión en los aspectos iconográficos de la campaña del PP y los mensajes políticos que contienen en una vertiente muy simbólica.

Empezamos con la ilustración del paro. Un primer plano de Rajoy frente a una oficina del INEM, vestido para tiempo inclemente, con gesto serio pero decidido. Sabe lo que dice. Sabe a dónde va. Así puede entenderse que la fila de parados detrás de él cuyas proporciones realzan la figura dominante, sobrehumana, de Rajoy se apresta a seguirle a ese horizonte de disminución del paro. Ya nadie se atrevía a prometer el pleno empleo. Un descenso del paro era un señuelo suficiente para encandilar a la gente y llevarla a su perdición pues, más que como conductor de su pueblo, Rajoy ha actuado como el flautista de Hamelin, tratándolo como si fuera de ratas y llevándolo a más desempleo. Hazaña solitaria por cuanto la promesa está en primera persona del singular: es Rajoy quien se compromete personalmente a hacer lo contrario de lo que ha hecho, aumentar el paro en lugar de reducirlo.

La otra imagen, la de arreglaremos la economía en dos años es también muy curiosa. De entrada la intención se formula en primera persona del plural: somos nosotros quienes arreglaremos la economía, un equipo. Ese es el texto, pero la imagen simboliza lo contrario. Vuelve a ser el egregio Rajoy quien arreglará él solo la economía, sin duda por obra de su potente brazo. Para ese empeño se requiere un Hércules, así que Rajoy vuelve a ser representado en proporciones sobrehumanas, en el centro de un semicírculo de profesionales cuyos problemas se supone que arreglará el gran hombre en dos años. "Llegado el momento, votadme y en dos años vuestras cuitas habrán desaparecido". Han pasado quince meses desde la votación, quedan siete para el cumplimiento del vaticinio. La imagen daba cuenta de la condición de las seis personas del común: un pintor, una pensionista, un empresario, un taxista, un médico y una estudiante. Ni un agricultor, por cierto. Pero, en fin, eso es trivial y solo muestra que los gabinetes de comunicación trabajan contra reloj y a veces meten la pata.

¿Y cuál ha sido el destino de estas seis profesiones y parece seguirá siéndolo hasta la consumación de la promesa? Uno por uno.

El pintor ya no tiene nada que pintar y probablemente esté en el paro y eso con suerte.

La pensionista ha visto bajar de hecho su pensión y subir sus gastos de todo tipo, empezando por los médicos y ahora se enfrenta a un futuro incierto respecto al conocimiento de la cuantía de su jubilación que el gobierno quiere hacer depender de cálculos políticos.

El empresario está encantado con la situación laboral, facilidad de despido, contratación precaria, salarios de hambre pero, al mismo tiempo, tiene que cerrar la empresa porque no hay crédito ni demanda, ya que la gente está en el paro.

Respecto a los taxistas no sé mucho porque es un grupo reducido. Pero si lo ampliamos a transportistas autónomos, están que echan las muelas por todo: el precio de los carburantes, el aumento del IVA, la red viaria, etc.

De los médicos mejor no hablar. Es una profesión en pie de guerra contra un gobierno empeñado en liquidar el sistema público de salud para entregárselo a las empresas privadas. Más o menos lo mismo que quiere hacer con las pensiones, privatizarlas. Porque tanto las pensiones como la salud son fabulosas posibilidades de negocios.

En cuanto a la estudiante, fácil colegir el desastre. Si consigue terminar sus estudios -pues aumenta mucho la cantidad de jóvenes que abandonan por las subidas de tasas y los recortes en las becas- su salida será la emigración.

Los programas electorales no son contratos ni se pueden hacer valer ante los tribunales de justicia. Pero a veces la prensa actúa como una especie de fedataria pública. Esas dos portadas de El Mundo son dos documentos incriminatorios del PP y de Rajoy que ponen en evidencia de modo fehaciente y palpable cómo ambos mintieron para llegar al poder, cómo hicieron demagogia y prometieron lo imposible. 

Son dos documentos que piden a gritos la dimisión de su protagonista.

dimarts, 23 d’abril del 2013

La mentira no paga.


Hace unas fechas Mariano Rajoy compareció en sede parlamentaria anunciando que el déficit de 2012 se quedaba en el 6,7% del PIB. Un exitazo. No era el limpio 5,8% que había anunciado en un momento de euforia, pero sí un buen trecho por debajo del ignominioso 9,4% en que lo dejaron los fementidos socialistas con todas sus herencias. Estaba el hombre tan contento que hasta vaticinaba el fin de la recesión. Tocaba el cielo con la mano.

Por desgracia, los eurócratas de Bruselas que, ciegos de leyenda negra, se la tienen jurada a España, saltaron horas después de la declaración de Rajoy dejándolo por mentiroso. Horas después. ¡Si lo tendrán calado! Decían los probos funcionarios que Montoro había hecho algunas trampillas con las devoluciones de Hacienda que ponían el déficit en un 7,2% en realidad. Y advertían de que, cuando se cuantificase el rescate a la banca, la cantidad subiría. Efectivamente, Bruselas dice ahora que el déficit español es del 10,6% del PIB; el más alto de la Unión Europea. Queda, pues, claro, que Rajoy mintió una vez más a la opinión pública. Este sistemático (y absurdo) recurso a la mentira y el pantano de corrupción en el que sobrenadan el gobierno y su partido son los verdaderos obstáculos para salir de la crisis.

¿Quién confiará e invertirá en un país comido por una corrupción galopante y en el que el gobierno, cada vez que habla, miente?

Confrontado ante esta cruda realidad, Rajoy hace una de sus enmarañadas propuestas. No es que él haya mentido, no. Es que España superará las previsiones económicas menos favorables. Su 6,7% no es una mentira sino una "previsión económica favorable", mientras que el 10,6% de Bruselas no es la verdad sino una "previsión económica menos favorable". Ni verdad ni mentira. Tanto monta, monta tanto. La pena es que estas cantidades no son previsiones sino hechos consumados cuantificados y verificados. Y una es falsa y otra, cierta.

Y amenazadoramente cierta. No es ya que el fin de la recesión vuelva a perderse en un sombrío túnel en el que seguimos sino que, de hecho, estamos mucho peor que hace un año. El 10,6% de déficit de 2012 es 1,2 puntos superior al del 2011, el 9,4% que dejaron los socialistas. Hay 600.000 parados más y, por supuesto, muchísima gente desasistida y empobrecida en diversos aspectos de primera necesidad. Y no hablemos de los desahucios o de las previsiones del otro ministro económico, Guindos, que ha pasado de augurar una caída del PIB del 0,5% (seguimos en recesión) a otra del 1,5% (estamos en caída libre) sin que el augurante considere necesario explicar por qué la cuantía su multiplica por tres.  Tanto pretextar la herencia recibida y la han hecho buena, cuando parecía imposible por lo desastroso que fue el último periodo de Zapatero.

Obviamente la política de austeridad es un fracaso. Y no solo en España en donde el objetivo de reducir el déficit de este año a un intervalo entre el 4,4% y el 6,6%, se ha incumplido clamorosamente. Tampoco en Europa ha conseguido resolver ninguno de los problemas. Al contrario, los ha agravado y extendido. Es tan claro que hasta Frau Merkel, al parecer, está dejándose convencer de que ya no cabe exprimir mucho más a ese Lumpen del Mediterráneo. Habrá que hacer algo.  Según informa la prensa, alguna con toques de pavor, la Canciller propone una quita de soberanía de los países de la UE, por decirlo con terminología al uso. ¡Los alemanes pidiendo a los demás europeos que cedan soberanía!  Cunde el pánico. Sin embargo eso es exactamente lo que tiene que pasar porque es lo que siempre buscamos cuando comenzamos el proceso de integración. No seamos hipócritas. Queríamos una unión política europea porque es la única que puede garantizar la económica, como está viéndose ahora hasta la saciedad. 

Quizá el error sea uno de imagen o de comunicación, esto es, que lo enuncien los alemanes. Es también inevitable dada la preponderancia económica de su país. Daría mejor imagen, seguramente, que la intención la anunciaran Dinamarca o Suecia, pero no resultaría tan verosímil. Con Alemania puede haber unión política europea o no. Sin ella, no. 

En cuanto a nosotros, españoles, es un momento similar a la polémica del noventa y ocho sobre si europeizar España o españolizar Europa, ambos empeños inútiles por imposibles. Pero, si hay que pronunciarse, Palinuro lo tiene claro: europeizar España. Abriga la esperanza de que así será imposible que el país vuelva a tener gobiernos que mientan sistemáticamente y hagan la vista gorda frente a la corrupción, la amparen o, incluso, sean parte de ella.

(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

dissabte, 16 de març del 2013

Gobernar mintiendo.

No vi Jaguar alguno en el garaje de mi casa.- Crearemos 3.500.000 de empleos.- Pagamos el finiquito en diferido.- Cuando yo gobierne bajará el paro.- Naturalmente que me pago mis trajes.- Yo haré en España lo que Matas en Baleares y Camps en Valencia.- Ese señor no tiene nada que ver con el PP.- Todo es falso excepto alguna cosa.- Jamás tocaré la sanidad ni la educación, son las líneas rojas.- Es una regulación de activos financieros, no se amnistían delitos.- El déficit de 2012 fue del 6,7% del PIB, no del 10,2% como dice la Leyenda Negra.- El PP es el partido de los trabajadores.- Hay que modular el derecho de manifestación.- ¡Que se jodan! Nos querellaremos contra todos los que difundan las calumnias de Bárcenas.- Jamás he cobrado dinero en negro: muestro mi declaración de la renta.- Nadie podrá demostrar nunca que Bárcenas no es inocente.- El PP es el partido más transparente.- ¡Se acabaron las mamandurrias! El cristianismo ha traído la libertad a Occidente.- Mis negocios no son incompatibles con mi puesto de presidente Balear porque yo no mando.- Lo siento, me he equivocado, no volverá a suceder.- Miro mi cuenta a fin de mes porque lo necesito.- Esperanza Aguirre es cojonuda. No he cumplido mi palabra, pero sí mi deber.- La educación segregada no es descriminatoria.- Tengo los problemas que tienen los ciudadanos.- ¿Que cuanto gano? Más que usted.- Carromero es un héroe en la lucha por la libertad.- Los médicos van a las urgencias a dormir.-  Si los funcionarios no fueran a trabajar saldría más barato.- Para eliminar la "violencia estructural" sobre las mujeres hay que prohibirles abortar.- Los parados se compran televisiones de plasma.- Muchas veces no llego a fin de mes.- Los profesores no trabajan.- Pregúntenle a pío, pío, pío.- No subiré el IVA de los chuches.- No tocaré las pensiones.- Los ciudadanos deben pagar tasas para que la Justicia sea gratuita.- También deben pagar medicamentos para que lo sea la sanidad.- Los jóvenes se van al extranjero no por necesidad sino a hacer auto-stop.- Yo no hago lo que no llevo en mi programa electoral.- Hay que trabajar más y ganar menos.- La culpa es de la herencia recibida.- La libertad de expresión debe tener límites.- El matrimonio homosexual hace peligrar la supervivencia de la especie.- Son los niños los que provocan la pederastia.-  El aeropuerto de Castellón no es para los aviones, sino para las personas. En Ourense, la oficina de empleo es Baltar.- En Eurovegas, lo es el alcalde del PP.- La Infanta no tiene nada que ver con Noos.- El Rey tampoco tiene nada que ver con Urdangarin, ni con la infanta, ni con Corinna.- No nos constan los sobre en el PP.- ¿Bárcenas? ¿Quién es Bárcenas? Todos los políticos reciben regalos. No privatizamos servicios: los racionalizamos.- En el PP, el que la hace la paga.- El PP es incompatible con la corrupción.-

dissabte, 2 de març del 2013

Las mentiras de Rajoy.


Es fama: el presidente del gobierno de España no ha dicho una sola verdad desde el ya lejano momento de su toma de posesión. Incluso se ha jactado de ello, llegando a formular una de sus empingorotadas sentencias, tan falaces como sonoras. Reconoce no haber cumplido su palabra pero, dice, ha cumplido con su deber. Implícito, cómo no, va que cumplir con el deber es algo superior a cumplir la palabra. Tiene su mérito, al menos en el reino de la desvergüenza, disfrazar la felonía de probidad. ¿O no es cierto que el primer deber de un hombre es cumplir su palabra? "Es la realidad", añade, la que le ha obligado a incumplir. Y ¿con qué otra cosa ha de habérselas uno sino es con la realidad? ¿O se hacen las promesas y se da la palabra pensando en un mundo de fantasía?

Esa condición de embustero sistemático de Rajoy queda patente cada vez que habla. En la foto lo vemos explicando en sede parlamentaria que el déficit de 2012 es del 6,7% del PIB, siendo así que los fementidos socialistas lo habían dejado en un 9%. Otra trola de caballo porque el cálculo ofrecido no incluye el déficit de la ayuda a la banca que eleva el total a más de 10% del PIB. Lo sabe todo el mundo. El propio Rajoy sabe que lo sabe todo el mundo pero no importa. Él lo dice y lo repite impertérrito. No ignora que nadie lo cree y le da igual, pues si justifica la mentira por el sentido del deber, también se puede mentir sobre los datos objetivos. Y eso es lo que hace.

La mentira como forma de gobierno no es aceptable. Emponzoña de tal modo la vida pública que llega a adquirir caracteres irrisorios. El vídeo en el que Cospedal tartamudea y balbucea incoherencias sobre el inexistente finiquito de Bárcenas debe de ser lo más ridículo que se haya visto en mucho tiempo; superior a los dislates de Floriano sobre Sepúlveda, otro presunto mangante a sueldo del PP que se lo paga del dinero de los impuestos de todos los españoles, si no lo hace con los fondos de las donaciones ilícitas de los empresarios.

La mentira sistemática, permanente, no solo degrada el funcionamiento de las instituciones (en las que da igual lo que se diga, pues todo es falso) sino que, además, enreda al mentiroso en una red de embustes sobre embustes de donde no le es posible salir. En varias ocasiones ha afirmado Rajoy que "ese señor" (por Bárcenas) hace más de dos años que no tiene nada que ver con el partido. Sin embargo, en la demanda por despido improcedente presentada por el innombrable, se hace constar que estuvo cobrando 21.300,08 euros hasta enero de 2013. Si el PP paga 21.300 euros a alguien que "no tiene nada que ver con el partido", los que tengan que ver, probablemente nadarán en la abundancia. De hecho, así parece haber sucedido gracias a los sobres barcénigos que, como maná caían del cielo de la corrupción directamente en los bolsillos de muchos altos cargos entre ellos, supuestamente, los de Rajoy.

Otra nueva mentira, por tanto. El personaje está completamente desacreditado. Diga lo que diga, no lo cree nadie. Ni los suyos, algunos de los cuales están sorprendentemente callados, como Aznar o Aguirre. Añádase a ello la circunstancia de que a más de un mes de la revelación de los "papeles de Bárcenas", en donde aparece el nombre de Rajoy como receptor de dineros ilegales, este no haya procedido judicialmente contra el acusador, limitándose a un desmentido que, como siempre, se desmiente a sí mismo, aquel "todo es falso excepto alguna cosa que han publicado los medios", que deja todo en el aire.

Este baile de la mentira no puede continuar. No es posible seguir con una sociedad en estado de movilización permanente en contra de un gobierno carente de legitimidad, de crédito y de autoridad. Un gobierno y un partido que han estado presuntamente gozando de suculentos ingresos ilegales mientras imponían duros sacrificios a los demás. Y no uno o dos de sus cargos sino el conjunto del partido como tal.

(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

dimarts, 12 de febrer del 2013

Ocho nuevas mentiras de Rajoy.

El ocupante de la Quinta del Tuerto (La Moncloa), famoso por su irrefrenable tendencia al embuste y la mentira más descarados, ha participado en el Foro de The Economist y ha contestado a las preguntas de un periodista, porque es extranjero. Ya se sabe que Rajoy no contesta a los periodistas españoles salvo que le pregunten en Bruselas o Berlín y si no le queda más remedio porque los socios europeos están delante. De todas formas, su contestación ha sido una exhibición de su más puro estilo de embustes: a ocho preguntas, ocho mentiras. Son estas:

  • Para atajar la corrupción en el PP no hace falta investigación externa pues ya he ordenado una interna. Mentira: ha ordenado un maquillaje interno a una militante fiel y subordinada a la que le sale todo legal. Hasta los robos.
  • El PP de hoy es como la UCD en los setenta. Mentira: el PP de hoy es igual o peor que la Alianza Popular de los setenta: un partido de jabalíes.
  • España no tiene partidos estrafalarios. Mentira: el PP lo es.
  • España es un país serio. Las instituciones funcionan. Mentira: el Senado no funciona, ni el Congreso, ni el Tribunal de Cuentas, ni el Constitucional, ni el Defensor del Pueblo, ni muchas Comunidades Autónomas, ni la ley electoral.
  • No he cumplido con mis promesas pero sí he cumplido con mi deber. Mentira: su deber era cumplir sus promesas.
  • La inmensa mayoría de los catalanes quiere que sigamos como actualmente. Mentira: atrévase a hacer una consulta.
  • Yo estaré siempre abierto al diálogo. Mentira: en sus ruedas de prensa -cuando las da- no hay preguntas.
  • Yo no puedo incumplir la ley. Mentira: siempre que se trata de cobrar sobresueldos, incumple la ley.
  •  

divendres, 26 d’octubre del 2012

Nos merecemos este sujeto.

Se pasó la campaña electoral engranando mentiras una tras otra. Todo lo que decía eran mentiras. Lo hacía deliberadamente porque, siendo tan desesperada la situación de los españoles daba por supuesto, con razón, que no se detendrían a examinar de cerca la veracidad y sinceridad de lo que decía Por lo tanto, la interesaba seguir mintiendo porque con ello, le diría su asesor en asuntos de este jaez, Arriola, ganaría las elecciones. Y como, dada su falta de dignidad, solo le interesaba gobernar, su discurso entero no era mas que una gran mentira. Por eso no daba ruedas de prensa ni contestaba preguntas, para que no le pillaran en sus embustes y engaños. Solo se entendía con empresas de la misma catadura moral que él, como El Mundo, otra fábrica de mentiras.
Tanto Rajoy como El Mundo creen que el fin justifica los medios, como los jesuitas y los criminales y, habiendo conseguido aquel, tanto les da el resto. Por eso cuando, ya presidente del gobierno, alguien le preguntó por su reino del embuste, el menda ya no tuvo empacho en reconocer que sí, que estaba haciendo lo contrario de lo que había dicho y que estaba dispuesto a seguir haciéndolo.
La declaración de un felón indigno, de un embustero redomado, un sujeto carente de todo principio moral y de toda vergüenza.
¿Es necesaria más prueba que esa repugnante portada en la que se aprovecha la desgracia colectiva de los españoles para mentir más, sacar partido personal y hacer demagogia?
La ventaja de estos individuos cuyo único rasgo es el más indecente egoísmo es que, cuando por fin se destapan sus engaños suele haber pasado el tiempo, ellos han obtenido lo que querían y la cosa no tiene ya arreglo.
Pero queda el juicio moral y la opinión de sus coetáneos a la que estos personajes no prestan atención, pero tiene su importancia porque ayuda mucho a definir la impresión que dejarás para la historia. Así que preocupado por este asunto, dejó aquí la mía: a un año de gobierno de Rajoy el paro no solo no ha bajado sino que ha alcanzado un techo histórico, antes nunca visto, del 25% de la fuerza de trabajo, cerca de 6 millones de parados. Y, quede claro, ello no es producto de una fuerza mayor, un resultado no querido de una acción bien intencionada, una sorpresa que nadie esperaba; no. Rajoy lo sabía perfectamente. Cuando se hizo esa foto, sabía que las medidas que iba a aplicar incrementarían el paro. Pero no le interesaba decirlo porque, en tal caso, no lo votarían. Por eso mintió, para engañar a la gente y poder dejarla después en el paro, que era lo que quería desde el principio porque sabía que, si conseguía aumentar el desempleo, sería más fácil a continuación rebajar los salarios de los trabajadores, que es suj objetivo último.
Esta mentira no es un delito -de momento- y por tanto no se puede procesar penalmente a este individuo. Pero es una inmoralidad sin límite y una granujería.
Se decía más arriba que bastaba con la primera foto pero, luego, he podido ver que había una segunda todavía más asquerosa que la primera por las mismas fechas y perpetrada por el mismo pasquín, El Mundo, cómo no,  así que ahí la dejo.
Es menuda la promesa que hace en ella este embustero empedernido: "Arreglaremos la economía en dos años": ha pasado uno y estamos en la ruina, teniendo todos los indicadores en rojo y sufriendo todas los desastres de este caos económico internacional, en manos de un dirigente que no tiene ni idea de qué pueda hacer y que se rodea de un consejo de ministros cada uno de los cuales es peor que él, más soberbio, más estúpido, más chulo, más pedante...Y ahora vienen estos inútiles a decir que el segundo año será peor que el primero. No solamente no arreglan nada sino que seguirán expoliando el país, arruinando a sus habitantes, estafando a todo el mundo, echando a la gente de sus casas, robando el futuro a la juventud, robando el dinero a los pensionistas y abandonando a su suerte a los dependientes (o, aun más indigno) tratando de hacer negocios con ellos.
Pues bien, este individuo y los suyos obtuvieron mayoría absoluta en las últimas elecciones porque la gente  a la que venían a arruinar, explotar, machacar y reprimir los ha votado.

dimecres, 26 de setembre del 2012

La verdad y la mentira.

Mentir no es nunca un acierto, sobre todo cuando la verdad es pública y notoria, al alcance de todos en nuestra sociedad videograbada. La manifestación de ayer no es un fenómeno aislado ni se reduce a una protesta contra el gobierno del PP puesto que enlaza con un movimiento social permanente de hace más de un año, cuando el gobierno era del PSOE. No es un problema de orden público, como quiere hacer ver el gobierno y su singular delegada en Madrid sino un problema politico de gran envergadura que refleja un descontento, una irritación muy extendida en la sociedad, de la que todo el mundo tiene conocimiento.
No sirve de nada mentir aunque sea con aplomo, como hace la delegada Cifuentes, diciendo que hubo 6.000 asistentes. Las fotos, los vídeos visibles en todas partes muestran muchísimos más. Y la mentira es doble porque, aunque solo hubiéramos sido 6.000, ya seríamos muchos cuenta habida de que ella misma llevaba dos días amenazando y creando un clima de intimidación y miedo, al decir que la convocatoria era ilegal, que estaba trufada de neonazis, que era un golpe de Estado encubierto y que la policía actuaría. Y así lo hizo preventivamente, intimidando y hostigando a los ciudadanos ya dos días antes de la cita, identificándolos arbitrariamente, deteniéndolos y amenazándolos. Dos días antes en que el centro de Madrid estuvo tomado por la policía en una forma de estado de excepción no declarado puesto que se conculcaban los derechos de circulación, reunión y expresión.
Dicen la delegada y sus palmeros que las fuerzas del orden defendían la democracia. Nunca jamás se defenderá la democracia mediante el uso injusto de la violencia. Injusto porque se emplea contra ciudadanos pacíficos y no violentos. Un sistema que reprime por la violencia las manifestaciones pacíficas de los ciudadanos no es una democracia, no es un Estado de derecho.
Y la violencia estuvo presente desde el comienzo del día en la actitud intimidatoria y provocadora de la policía, que hizo ostentación de su aparato represivo, sus furgonetas con las luces destelleando, los cascos, las armas, las escopetas de pelotas, el helicóptero. Se retuvieron autocares en las entradas a Madrid y se cacheó al pasaje, se siguió identificando ciudadanos a voleo por las calles sin razón alguna y, finalmente, se empleó la fuerza bruta, so pretexto de una supuesta agresión de la parte de los manifestantes que se dio, sí, pero a cargo de los propios policías vestidos de paísano e infiltrados en la protesta portando banderas rojas. Están identificados en varios vídeos. La falsa agresión, otra mentira, justificó las cargas, los apaleamientos, las pelotas de goma, las detenciones.
Dos o tres horas después de que la policía desalojara Neptuno, una asamblea de doscientas personas en la Puerta del Sol decidía por unanimidad que hoy a las siete de la tarde volvemos al Congreso. El movimiento social sigue porque no es un problema de orden público sino de una convicción generalizada de la carencia radical de legitimidad de un gobierno que ganó las elecciones con un programa y luego aplicó el contrario. ¿Para qué sirven entonces las elecciones? ¿Para otorgar el poder político a quien no se siente vinculado por su palabra? Y ¿qué tipo de democracia es esta?
Es ya la última mentira de la saga de embustes con que la derecha ha jalonado sus gobiernos, la guinda de las dos anteriores, la de que en Irak había armas de destrucción masiva y la de que el atentado del 11M fue obra de ETA. Son mentiras que se propagan en la sociedad a través de los medios de comunicación de la derecha, que son muchos y se defienden en los medios públicos, convertidos en oficinas de propaganda del gobierno mientras se acalla la voz de la oposición.
Frente a este universo de la mentira la verdad se alza incólume pero su fuerza depende de su capacidad para imponerse al discurso político del sistema institucional y mediático dominantes. Es decir, es escasa. Necesita el apoyo de un movimiento cuya crítica política tiene una vertiente ética. Y si un movimiento que tiene una vertiente ética tan clara es un problema de orden público la dificultad está en la socidad.
Nota bene.- Como el poder, cuando es injusto, ilegítimo y tiránico, no puede si no mentir, ahí va el útimo embuste de esta gente, recogida en las últimas "informaciones", facilitadas por sus medios de intoxicación: ¡27 policías heridos en la protesta! Esto es, como decía Franco, "menos viajar y más leer el Informaciones" o La Razón, el ABC o El Mundo, que son lo mismo, o peores. Por no hablar de sus cadenas de radio y televisión, incluidas las públicas.

dissabte, 1 de setembre del 2012

Todas las mentiras del presidente.

Desde hoy, 1º de septiembre, todos somos más pobres: Pero unos, los más, casi todos, son mucho más pobres, mientras que otros, los menos, la minoría, los privilegiados solo lo son un poquito. Unos, los más, tienen problemas para llegar a fin de mes y otros, los menos, la minoría solo dicen que tiene esos problemas cuando quieren reírse de los necesitados. Unos, los más, apenas podrán afrontar los gastos escolares de los hijos y otros, los menos, la minoría, seguirán enviando los suyos a buenos colegios subvencionados por un gobierno de neofranquistas que solo atiende a los intereses de los curas y los ricos. Y toda esta injusticia sangrante hay que agradecérsela a un hombre que mintió en todo lo que dijo para llegar al poder y siguió mintiendo para mantenerse en él; un hombre sin dignidad, vergüenza ni entereza que no solamente miente, sino que reconoce hacerlo y asegura que así seguirá: Mariano Rajoy Brey, el prototipo del político reaccionario, al servicio del capital y la iglesia.
Como Palinuro no acostumbra a hablar a tontas y a locas, ahí van las pruebas irrefutables de los embustes de un mentiroso compulsivo, un hombre que no merece respeto alguno por eso mismo:
  • Dijo que no subiría los impuestos y es lo primero que hizo al llegar a La Moncloa: subir el IRPF y aumentar la retención a cuenta.
  • Dijo que no tocaría el IVA y lo ha subido hasta el 21%, el IVA más caro de Europa en asuntos de primera necesidad, como el material escolar o los gastos funerarios. Esta mentira es tanto más indignante cuanto que el mentiroso y la cuadrilla de embusteros que lo rodean desataron una feroz campaña en contra del PSOE cuando este incrementó el impuesto en dos puntos; él, que lo ha incrementado en 3. La red está repleta de ejemplos gráficos y literarios de cuán a fondo se emplearon los neofranquistas (Aguirre, Cospedal, Rajoy) en una demagogia desaforada en contra de lo mismo que han hecho ellos mutiplicado por 5. Inútil esperar una explicación. Los mentirosos aplican igualmente la política de la chulería: lo hicimos, sí, ¿y qué? Ahora mandamos nosotros y la cosa es distinta.
  • Dijo que no tocaría la sanidad y prácticamente se la ha cargado. La analfabeta a la que ha puesto de ministra ha encarecido los medicamentos de los más necesitados, obliga a pagar por más de 500 de ellos, ha dejado a 100.000 personas sin cobertura sanitaria y las Comunidades Autónomas del PP están hundiendo la sanidad pública a base de privatizar todo aquello que no pueden robar.
  • Dijo que no tocaría la educación y el petulante todólogo de Intereconomía al que ha puesto al frente de ella la ha desecho en seis meses: ha arruinado la enseñanza, ha suprimido las becas, ha encarecido la matrícula, la ha entregado a los curas, ha reintroducido una forma nacionalcatólica de formación del espíritu nacional y subvenciona generosamente los colegios que practican el apartheid por razón de sexo.
  • Dijo que no abarataría el despido y lo ha hecho gratis, dejando de paso a los trabajadores en manos de los empresarios, prácticamente sin derechos. Y, por supuesto, no por ello ha disminuido el paro. Al contrario.
  • Dijo que, cuando él gobernara, bajaría el paro y lo cierto es que sigue subiendo incentivado directa e indirectamente por las políticas de la derecha, empezando por la de poner en la calle a los trabajadores de la administración pública.
  • Dijo que no tocaría las pensiones y, tras engañar a los jubilados con un aumento del 1%, contrarrestado con el incremento de los impuestos y las medicinas, les ha dado un tajo considerable al subir la vida muy por encima de las posibilidades de los pensionistas.
  • Dijo que llamaría al pan pan y al vino vino pero la verdad es que llama al rescate línea de crédito ventajoso, al despido libre, política de incentivación de la contratación, al banco malo sociedad de gestión de activos, al encarecimiento de las medicinas racionalización del gasto sanitario, etc., etc.
  • Dijo que garantizaría una RTVE objetiva y plural y ha organizado una checa de propaganda dirigida por esbirros a sueldo del poder y de una categoría intelectual próxima al cero, por otro lado, acorde con la del conjunto del gobierno, empezando por su presidente.
Son hechos innegables, incontrovertibles, que muestran un gobierno arbitrario, despótico, no democrático, encabezado por un personaje que, además, no da la cara, rehúye las explicaciones y carece de dignidad porque su política está basada en la mentira sistemática que él mismo admite cuando dice sin darse cuenta del alcance moral de sus palabras haré cualquier cosa aunque no me guste y haya dicho que no lo voy a hacer".
La confesión anterior dará pie a Palinuro para demostrar mañana cómo Rajoy no es un político normal de la derecha más o menos meapilas o más o menos señorito; no. Es un nacionalcatólico y un fascista por convicción profunda, un digno sucesor de Franco.
(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

dimecres, 22 d’agost del 2012

Estampas del verano. Ana de Palacio nada tiene de Horacio.

Ana de Palacio y del Valle Lerchundi personifica la prueba evidente de que la manida teoría del Rajoy mozalbete de que los hijos de buena estirpe dan mejores resultados es radicalmente falsa. Hija de nobles y ricos, tuvo desde el comienzo las mejores oportunidades en la existencia, la mejor educación, todas las posibilidades del mundo, todos los premios y distinciones. A pesar de ello, hasta su quincuagésimo cuarto aniversario en 2002, llevó una vida gris, oscura, anodina, muy a tono con la completa inexistencia de resultados en sus numerosas, casi frenéticas, actividades de todo orden. A partir de 2002, el hado se cruzó en su camino bajo la pintoresca forma del Superman de Valladolid, Aznar, quien la nombró ministra de Asuntos Exteriores, cargo en el que estuvo hasta que, en 2004, una mayoría electoral puso abrupto fin al gobierno más mentiroso de la historia de España, del que la citada De Palacio era entusiasta participante y en el que llegó a alcanzar su nivel máximo de incompetencia, según el conocido principio de Peter.
Y no solo el nivel máximo de incompetencia sino, al mismo tiempo, el de falsedad, insinceridad y engaño. Fue entusiasta colaboradora de la criminal decisión de Aznar de embarcar a nuestro país en una guerra ilegal, injusta y de rapiña, recorrió los foros internacionales, incluidas las Naciones Unidas, repitiendo conscientemente la mentira de las armas de destrucción masiva que jamás existieron y fueron una excusa típica de matones para agredir a un tercero y, por tanto, es corresponsable de una de las peores y más absurdas matanzas de la historia.
Parecía difícil superar este nivel de embuste, encanallamiento y agresividad. Pero solo lo parecía. A raíz del atentado islamista del 11M en Madrid volvió a sumarse activamente al innoble intento de Aznar de engañar a 40 millones de españoles y al mundo entero, afirmando que dicho crimen no era, como resultaba obvio, obra de terroristas musulmanes, sino de ETA. Por eso impartió órdenes a todas las embajadas españolas para que propalaran por doquier la indigna fábula del gobierno. La mentira solo trataba de impedir que el PP perdiera las elecciones generales convocadas para tras días más tarde lo cual la hace aun más repugnante si cabe.
Total, después de escasos dos años en el cargo en los que De Palacio dio la medida de sus inexistentes dotes intelectuales y su más inconsistente fibra moral (eso sí, la señora, claro, es muy creyente), volvió a su vida anodina de donde nunca debió salir, ayudada por su nueva proyección y sus numerosos contactos que le aseguran una existencia de enchufada de lujo en los más diversos puestos.
Pero doña Ana retornó ayer voluntariamente a la luz pública por la misma razón por la que la cabra (y soy caritativo en la elección del animal) tira el monte y se despachó con un mendaz artículo en El País, titulado Julian Assange: fraude al Estado de derecho en el que no hay un solo argumento de por qué la posición de Assange es un fraude al Estado de derecho del que la señora habla con impostado respeto. Ni uno. La pieza, en un castellano de escuela de párvulos, está repleta de acusaciones ad hominem y de "tú más", pero ni una sola razón que pruebe el aserto del título. Se dice, se redice, se repite y se machaca que Suecia es un país adelantado en estas cuestiones de legalidad y legitimidad escrupulosas y que Ecuador, Venezuela, Cuba, etc, son imperios del mal, la corrupción y la tiranía. Como si el hecho de haber sido "bueno" garantizara per se el seguir siéndolo y el de haber sido "malos" impidiera para siempre actuar debidamente. Asombra tanta estulticia pero se explica en el hecho de que la señora ignora o pretende ignorar el fondo de la cuestión y confunde con malas artes el juicio que el objetivo merece. Así, pretende cuestionar la honradez de Garzón señalando que, al defender a Assange, actúa a la inversa de como lo hizo con Pinochet. Pero calla que eso es exactamente lo que está haciendo la modélica Inglaterra, lo contrario con Assange de lo que hizo con Pinochet y que Garzón se limita a responder al atropello, en defensa de la razón, la justicia, la legitimidad y la legalidad internacional que De Palacio piensa deben estar al servicio de los amos gringos, como la guerra del Irak.
De Palacio es, entre otras muchas cosas, miembro del Consejo de Estado. Otro caso más para probar que los altos organismos consultivos españoles albergan mucho indocumentado o falsario. Por último, la señora se permite el lujo de transcribir el nombre del Presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy como Hermann Von Rompoy. Tres palabras, tres errores. El asunto puede deberse a pura ignorancia, que ya tiene pecado al tratarse de una personalidad relevante del campo de la supuesta especialidad de De Palacio. Pero también puede ser una muestra de ese desprecio o desdén con que los aristócratas simulan ignorar el nombre de los plebeyos para humillarlos. Supongo que Van Rompuy no sabe nada de esta malicia monjil. Pero tampoco sería de extrañar que, al contestar a la acusación de De Palacio de ser "escurridizo", equivocara su nombre y la llamara, por ejemplo, Ano de Falacio. Y lo dejo aquí por no ser hiriente.
(La imagen es una foto del Gobierno de los Estados Unidos en el public domain).

diumenge, 19 d’agost del 2012

Estampas del verano. Carlos Floriano, la voz de su amo.


A punto ha estado de volver Cospedal a la sección Estampas del verano, luego de declarar que los políticos trabajan mucho por un salario normal. ¿A qué llamará "normal" una mujer que cobra (ilegalmente, según Palinuro) más de 220.000€ al año, o sea, más de 30 veces el salario mínimo y sin contar sus demás privilegios y chollos? Imposible saberlo. Imposible que lo sepa ella misma que, fiel a su inveterada costumbre de soltar lo primero que se le pasa por su obtusa cabeza, le da igual el efecto que produzca. Por eso, en lugar de traerla aquí animamos a usar su nombre como unidad de medida del morro que hasta ahora no lo tenia. Así, decir de alguien que tiene un morro de "mil pares de cospedales" significa que  lo arrastra y se lo pisa.

La estampa de hoy corresponde a Carlos Floriano, vicesecretario de organización del PP, chico que llegará lejos en política, cara visible y voz audible de la derecha este verano. Su trabajo es complicado. Nunca es fácil actuar de mensajero o portavoz de algo o alguien. Corres el peligro de que, como a Assange, te persiga el imperio para triturarte. Antes de Floriano estaba aquí González Pons, cuya habilidad para el disparate y el juicio injusto no tenía límites.
Pero Floriano ha dejado a Pons muy atrás porque es capaz de interpretar el mundo orwelliano con la seguridad y el desparpajo que da saber que tu ascenso político depende del aplomo con que mientas, culpes al inocente, confundas al sincero, obedezcas a los sinvergüenzas y articules un discurso falso, abusivo, reaccionario pero muy contundente.
Le ayudan mucho los rizos, que siempre tienen algo de querubín y eso que Floriano ha estudiado, evidentemente, en el mejor instituto de falsedades, infundios y montajes, estilo El mundo. Apenas se supo de la empresa Interligare en el portal contiguo a Génova 13, sede del PP, faltó tiempo a Floriano para exigir explicaciones al PSOE por el caso de espionaje a su partido, montado por el siniestro Rubalcaba. Pedro J, creía tener el Watergate que lleva buscando toda la vida y lanzó a Floriano a ladrar por si los afectados cometían algún desliz que permitiera imputarlos de verdad en lugar de acusarlos de fantasías pedrojotescas. Y Floriano no cabía en sí de gozo. Cuando se supo que, si alguien estaba en Interligare, era precisamente el PP y que, si alguien espió a alguien fe el PP y probablemente a sí mismo, El Mundo se ha callado y Floriano, a quien da igual quedar por embustero pues su sentido del honor es como el de los alcahuetes, se puso a atacar en otros frentes.
Anunció hace unos días que en septiembre el PP pondrá en marcha una campaña para conseguir que los ciudadanos afectados por el expolio de su partido, entiendan las medidas del gobierno y las apoyen. No debe molestarse mucho el animoso vicesecretario de organización del PP. Esa campaña está ya hecha, basta con que busque en el 1984 orwelliano y vea que sigue siendo muy útil, mucho mejor y más sucinto que las probables vaciedades que Floriano enuncie. Ahí van: La mentira es la verdad, la guerra es la paz, la injusticia es la justicia y así. Un pozo sin fondo.
De hecho, Floriano, que es rápido, ya ha empezado hoy mismo al asegurar que "el copago de medicamentos es una avance". Por supuesto, el copago es una mentira orwelliana/floriana ya que los clientes no pueden "copagar" lo que ya han pagado por entero. En todo caso "repagan", "vuelven a pagar", "requetepagan" lo que es suyo y quienes les obligan a hacerlo están estafándolos y abusando de ellos. Si, además, se dice que se trata de un "avance", no hay duda de que el morro de Floriano es de muchos cospedales.
Cuando le encomendaron explicar que el gobierno prolongaba la subvención de 400€ a los parados de larga duración diez minutos después de explicar con gran fuerza argumentativa que el gobierno suprimía los dichos 400€ de subvención, cambio de 180º en el propósito de las autoridades provocado por las actividades del SAT y Sánchez Gordillo que han asustado a estos expoliadores, añadió como matiz justiciero que se controlaría a los receptores de la subvención que vivieran con sus familias y, por lo tanto, no los necesitaban, dando a entender que había un fraude generalizado. Ni se le ocurrió (y, si se le ocurrió, se lo calló astutamente) que a lo mejor era el único ingreso en familias con todos los miembros en el paro.
Terminaba ayer su faena Floriano asegurando que las CCAA que no quieren excluir de la seguridad social a los inmigrantes irregulares y dejarlos morir de asco o de Mato, que viene a ser igual, son irresponsables.
No hay que pelearse por las palabras pues es lo que quieren quienes lo embarullan todo para que no se aprecie la inmoralidad de sus actos y si hay algo claro aquí es que desamparar a los débiles, privarlos de sus medios y abandonarlos a su suerte no es de irresponsables, no. Es de canallas.
 (La imagen es una foto de ppcv, bajo licencia Creative Commons).

divendres, 27 de juliol del 2012

La política de la mentira y el engaño





El PSOE acaba de hacer público un vídeo en el que se resume de forma contundente el sentido de la larguísima campaña electoral del PP antes del 20-N. Duró tres años y medio, ya que la derecha, si no está en el gobierno, está en campaña electoral por conquistarlo pues no sabe hacer oposición democrática, cuyo rasgo esencial es la lealtad, un rasgo que desconoce. El vídeo recoge una a una todas las mentiras reiteradas, machacadas una y otra vez en mítines y discursos, la más desaforada demagogia mezclada con la inepcia. Ese corte en el que Rajoy grita que "quieren subir los chuches, demostrando que no sabe de lo que habla ni en esto, es para conservar en un museo. Todo ello ha quedado registrado para que la posteridad pueda hacer comparaciones entre lo que dijeron en campaña y lo que hicieron en el gobierno. La finalidad del vídeo es denunciar la más absoluta desvergüenza de unos gobernantes que hacen lo contrario de lo que dicen y prometen para que quede patente ante todo el mundo y ante ellos mismos que su triunfo electoral es ilegítimo y no tiene valor moral alguno porque fue producto de la mentira, el engaño, la demagogia, la falsedad.
Esfuerzo meritorio y muy de aplaudir pero, me temo, inútil ante la piel coriácea de esta gente a la que la moralidad de sus actos resulta indiferente si gracias a ellos consiguen lo que perseguían, en concreto, controlar el gobierno para poner en marcha sus políticas de desmantelamiento del Estado del bienestar, destrucción de los derechos de los trabajadores, eliminación de los servicios sociales, expolio de los fondos públicos, represión de las libertades, manipulación de los medios y criminalización de las minorías en el ejercicio de sus derechos.
Y todo esto mientras, gracias a su fabulosa incompetencia en todos los órdenes, arruinan el país.

dilluns, 2 de juliol del 2012

La censura y la agresión católicas al programa La sexta columna.

Hay que tomarse muy en serio el boicoteo que la organización ultrarreaccionaria y carcunda Hazte oír está haciendo a la 6ª de TV y, en concreto, el programa La sexta columna so pretexto de que vilipendia a la iglesia y hiere a los católicos. Para ello desde su página anima a sus seguidores (fáciles de imaginar) a que bombardeen con cartas, mails, llamadas telefónicas a las empresas que patrocinan el programa para que dejen de hacerlo. Es la clásica táctica de estrangular económicamente la disidencia. Si estos meapilas y sus secuaces se salen con la suya, los españoles perderemos una posibilidad de escuchar algo distinto a las monsergas de Rouco y adláteres; es decir, seremos menos libres. Al presionar a las empresas para que retiren la publicidad, lo que Hazte oír está atacando es la libertad de expresión y de información.
Y lo conseguirá si no actuamos. Los empresarios, es de suponer, se resistirán a tomar decisiones empresariales por razones ideológicas; pero, si ven que la resistencia les sale demasiado cara y que nadie los apoya, acabarán cediendo para no perder clientela. De hecho, ya varias empresas, como Ariel, Braun, Cervezas San Miguel (toma nota, lector, de los nombres y no compres sus productos) han retirado la publicidad y la campaña amenaza con seguir.Nuestra única posibilidad consiste en hacer ver a los empresarios que ceder al fascismo catolicarra es más caro que no hacerlo. Es decir, si ellos retiran la publicidad, los consumidores no compramos sus productos. Verás qué rápido vuelven a insertarla.
Se dirá que los empresarios hacen con su dinero lo que quieren y pueden no destinarlo a patrocinar causas con las que no comulguen. Pero eso no es cierto. No es su dinero, sino que es el de los consumidores el que están empleando para sus sórdidos fines, arrogándose una facultad de decisión moral en campos absolutamente ajenos que no es de recibo. Algo muy típico de la hipocresía católica. Si los empresarios pueden ahogar económicamente un programa libre de TV crítica por razones nacionalcatólicas o sea, en el fondo, fascistas, los consumidores tenemos la obligación de organizarnos para defender nuestros derechos y arruinar a los empresarios que secunden el atropello.
Ese es el punto central: organización. Espero que algún partido de izquierda alce la bandera, publicite los nombres de los empresarios censores y organice la campaña de boicoteo a sus productos. Si lo hace, ganamos.
(La imagen es una foto de IsaacMao, bajo licencia Creative Commons).

dimecres, 27 de juny del 2012

Esto no es un gobierno sino una estafa más.

Antes de que el país entero se arracime para ver las hazañas de su selección de futbol merece la pena hacer una recapitulación de cómo van las cosas en los otros terrenos no deportivos y, por tanto, de menor importancia, como el político, el económico y el social.
Es imposible olvidar la insistencia, la pesadez, la contumacia, la agresividad, el mal gusto, la falsedad y la bronca con que el PP pasó los años de la segunda legislatura de Zapatero (2008-2011) atacando en todos los frentes, sin dar respiro, negando toda ayuda, toda colaboración, boicoteando todos los esfuerzos, paralizando todas las renovaciones, empantanando todas las inciativas, insultando, injuriando, calumniando (basta con recordar a Cospedal un día tras otro hablando del "Estado policial"), exigiendo dimisiones y elecciones anticipadas. Hasta que, con la ayuda de Cebrián, lo consiguieron en julio para el 20-N de 2011.
¿Con qué resultado? Con el que se ve desde hace siete meses. Todo era mentira, engaño deliberado, estafa. Los impuestos que no iban a subir, han subido y siguen subiendo; las pensiones que no se iban a tocar, han sido y son mermadas día a día; la educación que tampoco se vería afectada, está bajo mínimos y la otrora magnífica sanidad pública, hecha unos zorros en manos de una fabulosa incompetente solo interesada en cerrar servicios, atenciones, hospitales. La confianza internacional no solo no ha vuelto, sino que ha descendido. Los bancos, las CCAA, el país entero está a nivel de bono basura, la prima de riesgo jamás subió tanto y la ruina y la quiebra de la economía nacional son una perspectiva tangible. Rajoy no tiene otra idea que mantenerse en el poder a costa de lo que sea. Su papel en el extranjero está por debajo del ridículo y avergüenza a cualquiera con dignidad ver cómo lo abronca la señora Merkel, lo obliga a hacer lo que no quiere y él después, balbucea incongruencias de vuelta a casa; y eso cuando se atreve a salir y no manda a ese ser indescriptible llamado Guindos incapaz de no decir mentecateces. El país entero está sumido en el descrédito y somos el hazmerreír de Europa. La falta de dignidad ha llegado a tal extremo que Aguirre dice al pavo del proyecto de Eurovegas que, si es preciso, ya se encargará ella de derogar la legislación antitabáquica. El Parlamento, la legislación, la voluntad popular, la ley como mandato de la recta razón, etc, todo eso son pamplinas para estos sinvergüenzas que andan siempre con el España en la boca pero son un@s vendid@s a la pasta, se consiga como se consiga: si es cambiando la ley como si es financiándose ilegalmente, robando a mansalva en las cajas de ahorros o en las administraciones públicas, en definitiva, estafando sistemáticamente a los ciudadanos cuyo voto se pide y, asombrosamente, se consigue.
Por eso, Palinuro lo repite: tenemos los gobernantes que nos merecemos, un puñado de granujas mentiros@s y aprovechad@s que llevan al país a la ruina a base de saquearlo y, para salir airosos, encima, los muy neci@s, pretenden engañar a los europeos.
Y ahora que cada cual vaya a dónde lo guien sus gustos: unos al futbol, encabezados por el puñado de pícaros que los están arruinando mientras dan gritos patrióticos y otros al cine o al teatro (que hoy estarán literalmente vacíos) o a pasear por las desiertas calles de las ciudades, reflexionando sobre la desgracia de un país cuyos gobernantes suelen ser sus peores enemigos, aparte de un@s imbéciles.

dilluns, 11 de juny del 2012

España sí es Uganda

Y que me perdonen los ugandeses. Me repatean estas expresiones de racistas aparentemente ilustrados. Como las de los que utilizan el adjetivo tercermundista. Suele tratarse de arrogantes ignaros que parten del principio de que ser ugandés, español o danés es cosa que dependa de uno y no una necesidad independiente de la voluntad. Es decir son racistas. Pero me viene bien la expresión de este racista de campanario para hacerme entender. Quiere decir el registrador de la propiedad metido a gobernante que España es un país serio, responsable, complejo, avanzado, moderno, etc, etc. No como Uganda que, en opinión de Rajoy, no es nada de esto. Pero no le pregunten más porque estoy seguro de que es incapaz de señalarlo en el mapa del África y eso suponiendo que alguien le haya dicho que está en el África.
Pues bien, tomando sus concepciones racistas al pie de la letra (e, insisto, sin compartirlas en absoluto; al contrario, rechazándolas), resulta que, como siempre que abre la boca, Rajoy falta a la verdad, bien porque mienta bien porque no sepa lo que dice.
El hombre presumía de liderazgo frente al endeble Zapatero y pasa la mayor parte del tiempo escondido, oculto, parapetándose tras sus ministros y ministras.
Presumía de decir siempre la verdad y llamar al pan, pan y al vino, vino, pero todo lo que ha dicho hasta la fecha es mentira o error involuntario. Generalmente mentira grosera, descarada.
Presumía de determinación y de no ceder como  Zapatero y ha tenido que tragar todas las imposiciones que le han hecho y arrastrarse por los foros internacionales suplicando un trato favorable que nadie le ha dado.
Presumía de tener la fórmula para salir de la crisis y seis meses después se descubre que no tiene ni idea de en dónde se anda ni de las condiciones en que está su país.
Presumía de no improvisar como Zapatero y cada resolución que toma es una ocurrencia del último minuto, por si consigue engañar a los socios europeos.
Es decir, España puede no ser Uganda pero Rajoy sí es un ugandés dentro de la mentalidad racista del propio Rajoy. Y un ugandés vociferante, presuntuoso, soberbio y necio. El esperpento protagonizado por este incapaz el fin de semana ha sido algo indescriptible. Sabiendo que, aun a pesar de haber dicho que no era preciso rescate alguno, tendría que implorarlo, acabó poniéndolo el sábado, a ver si conseguía engañar a la gente, distraída con el fútbol del domingo. Envió, como siempre a un segundón, Guindos, a dar la cara por él y a explicar lo inexplicable, mientras él trataba de escurrir el bulto.
Pero no pudo. La opinión pública, irritada, indignada, enfurecida, fozó su comparecencia el domingo, antes de viajar a Danzig. En ella se presentó con una historia alucinante que no creía ni él, según la cual el rescate no era un rescate sino poco menos que un glorioso "pelotazo" de España que se había obtenido gracias a que él se había impuesto a los otros países, Alemania, Holanda, Finlandia, etc, con los que no había hablado porque, entre otras cosas, en Europa nadie lo escucha ya y las decisiones se toman al margen de su parecer. Concluyó su sarta de embustes y dislates sosteniendo que, pues el tema estaba resuelto, se iba a ver a la roja en lo que Palinuro considera que es una falta de respeto a los españoles propia de un gañán.
Todos los medios extranjeros estaban ayer pasmados de la inverecundia del presidente español que, pretendía convencer al mundo entero de que sus mentiras, sus fantasías de indocumentado, eran la verdad misma y que los equivocados eran los demás. Así que la conclusión fue la esperable: estos españoles arrogantes, orgullosos, ignorantes, pretenden que el mundo no es como es, sino como ellos ordenan que sea. La realidad se encargó acto seguido de poner al embustero compulsivo de La Moncloa en su sitio. Tras un comienzo relajado, alcista, de la bolsa y un descenso de la prima de riesgo a comienzo del día, lo suficiente para que los turiferarios de Rajoy, los marhuendas de guardia, entonaran trémolos de victoria, la tendencia se invirtió, la bolsa cerró en pérdidas y la prima se puso en 521 puntos y los pelotas y agentes de agitprop enmudecieron, aunque seguramente La Rzaón dirá mañana que una prima de riesgo de 521 puntos es un síntoma de salud envidiable.
Es decir, el tema no estaba resuelto, como sabía todo el mundo, incluido el propio Rajoy que, como buen ugandés de su imaginación, trataba de sustituir el mundo real por el de sus embustes.
¿Por qué no dimite si ya ha demostrado que, además de ser mucho peor que Zapatero, es un embustero con mala intención capaz de hundir España él solo?
(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).