divendres, 26 d’octubre del 2012

Nos merecemos este sujeto.

Se pasó la campaña electoral engranando mentiras una tras otra. Todo lo que decía eran mentiras. Lo hacía deliberadamente porque, siendo tan desesperada la situación de los españoles daba por supuesto, con razón, que no se detendrían a examinar de cerca la veracidad y sinceridad de lo que decía Por lo tanto, la interesaba seguir mintiendo porque con ello, le diría su asesor en asuntos de este jaez, Arriola, ganaría las elecciones. Y como, dada su falta de dignidad, solo le interesaba gobernar, su discurso entero no era mas que una gran mentira. Por eso no daba ruedas de prensa ni contestaba preguntas, para que no le pillaran en sus embustes y engaños. Solo se entendía con empresas de la misma catadura moral que él, como El Mundo, otra fábrica de mentiras.
Tanto Rajoy como El Mundo creen que el fin justifica los medios, como los jesuitas y los criminales y, habiendo conseguido aquel, tanto les da el resto. Por eso cuando, ya presidente del gobierno, alguien le preguntó por su reino del embuste, el menda ya no tuvo empacho en reconocer que sí, que estaba haciendo lo contrario de lo que había dicho y que estaba dispuesto a seguir haciéndolo.
La declaración de un felón indigno, de un embustero redomado, un sujeto carente de todo principio moral y de toda vergüenza.
¿Es necesaria más prueba que esa repugnante portada en la que se aprovecha la desgracia colectiva de los españoles para mentir más, sacar partido personal y hacer demagogia?
La ventaja de estos individuos cuyo único rasgo es el más indecente egoísmo es que, cuando por fin se destapan sus engaños suele haber pasado el tiempo, ellos han obtenido lo que querían y la cosa no tiene ya arreglo.
Pero queda el juicio moral y la opinión de sus coetáneos a la que estos personajes no prestan atención, pero tiene su importancia porque ayuda mucho a definir la impresión que dejarás para la historia. Así que preocupado por este asunto, dejó aquí la mía: a un año de gobierno de Rajoy el paro no solo no ha bajado sino que ha alcanzado un techo histórico, antes nunca visto, del 25% de la fuerza de trabajo, cerca de 6 millones de parados. Y, quede claro, ello no es producto de una fuerza mayor, un resultado no querido de una acción bien intencionada, una sorpresa que nadie esperaba; no. Rajoy lo sabía perfectamente. Cuando se hizo esa foto, sabía que las medidas que iba a aplicar incrementarían el paro. Pero no le interesaba decirlo porque, en tal caso, no lo votarían. Por eso mintió, para engañar a la gente y poder dejarla después en el paro, que era lo que quería desde el principio porque sabía que, si conseguía aumentar el desempleo, sería más fácil a continuación rebajar los salarios de los trabajadores, que es suj objetivo último.
Esta mentira no es un delito -de momento- y por tanto no se puede procesar penalmente a este individuo. Pero es una inmoralidad sin límite y una granujería.
Se decía más arriba que bastaba con la primera foto pero, luego, he podido ver que había una segunda todavía más asquerosa que la primera por las mismas fechas y perpetrada por el mismo pasquín, El Mundo, cómo no,  así que ahí la dejo.
Es menuda la promesa que hace en ella este embustero empedernido: "Arreglaremos la economía en dos años": ha pasado uno y estamos en la ruina, teniendo todos los indicadores en rojo y sufriendo todas los desastres de este caos económico internacional, en manos de un dirigente que no tiene ni idea de qué pueda hacer y que se rodea de un consejo de ministros cada uno de los cuales es peor que él, más soberbio, más estúpido, más chulo, más pedante...Y ahora vienen estos inútiles a decir que el segundo año será peor que el primero. No solamente no arreglan nada sino que seguirán expoliando el país, arruinando a sus habitantes, estafando a todo el mundo, echando a la gente de sus casas, robando el futuro a la juventud, robando el dinero a los pensionistas y abandonando a su suerte a los dependientes (o, aun más indigno) tratando de hacer negocios con ellos.
Pues bien, este individuo y los suyos obtuvieron mayoría absoluta en las últimas elecciones porque la gente  a la que venían a arruinar, explotar, machacar y reprimir los ha votado.