dimarts, 25 d’agost del 2009

Palinuro entrevista a Mariano Rajoy.

Palinuro, un típico plumífero que lleva su prurito de equidistancia e imparcialidad al exitazo de quedar mal con todo el mundo en partes iguales, sintiendo que no es justo dar una oportunidad al presidente del Gobierno de España y negársela al dirigente de la oposición, que aspira a ocupar su cargo democráticamente, se desplazó ayer a las Rías Baixas, en donde veranea el señor Rajoy, tras apalabrar con él por teléfono la entrevista que saldría hoy. Le dejo la palabra, que sabrá explicarlo mejor que yo:

Encontré a Mariano Rajoy, que acababa de hablar por teléfono con María Dolores de Cospedal, jugando al mus en el parador de Baiona. Rajoy es un hombre abierto, campechano, jovial, a quien se ve más a gusto en un casino de provincias jugando al dominó que entre informes oficiales sobre la gobernación del Estado. Abordamos nuestra conversación sin más preámbulos

Palinuro: ¿Cree Vd. haber consolidado su liderazgo dentro de su partido?

Mariano Rajoy: por supuesto. Nunca estuvo verdaderamente en cuestión.

P: antes del congreso de Valencia, en el que recibió Vd. el apoyo expreso del señor Camps, el de los trajes, hubo algunos amagos concretos de reñirle a Vd. el puesto.

MR: naturalmente. El PP es un partido democrático y hay libertad de presentación de candidaturas. No como otros que desconocen estos procedimientos.

P: será de ahora porque a Vd. lo eligió el señor Aznar a dedo.

MR: yo no lo veo así. Aznar, en su momento, interpretó el sentir general del partido.

P: que era ver a Vd. de presidente. ¿Y qué me dice del señor Rato, sin ir más lejos?

MR: Rato fue un excelente ministro de Hacienda y lo hizo muy bien en el Banco Mundial, pero el elegido fui yo.

P: ¿por qué?

MR: pregúntele a José María Aznar.

P: ¿no quedamos en que éste interpretaba el sentir general del partido?

P: más a mi favor. Mire, yo no soy el señor Aznar y sólo respondo de los asuntos que me incumben.

P: pero muchos dicen que es Vd. una hechura del señor Aznar.

MR: también se dice que el hombre no ha llegado a la luna. ¿Qué quiere que le diga?

P: pues, por ejemplo, ¿cuánto pesa en su defensa del señor Camps el hecho de que éste lo apoyara en el congreso valenciano?

MR: nada. Paco me dio su apoyo incondicional y yo lo defiendo porque ha sido objeto de una infame persecución inquisitorial siendo, como es, un político honrado y un ciudadano ejemplar.

P: ¿como el señor Fabra?

MR: ya que lo dice, pues mire Vd., sí. Son políticos que lo dan todo por sus representados y a los que el PSOE ha sometido a juicio mediático torticeramente.

P: pero el señor Camps recibía regalos de una trama corrupta hoy en proceso judicial indagatorio.

MR: fruslerías.

P: con indicios de cohecho.

MR: perdone pero los tribunales le han dado la razón.

P: los tribunales, no, sino su amigo íntimo, el juez De la Rúa. Un escándalo que probablemente revisará el Supremo.

MR: está por ver, joven. Ninguna de las partes recusó a De la Rúa cuando pudo.

P: pero es que el caso Camps es solamente una parte pequeña de un caso mucho más amplio, con ramificaciones por doquier, de un grado de corrupción en su partido y aledaños nunca antes visto en España.

MR: ¿hay alguien del PP condenado por corrupción? No señor. Sólo hay socialistas en esa situación. Así que apliquemos el principio de presunción de inocencia y esperemos a ver cómo acaba todo. Pero el PSOE lo que quiere es que se hable de esto y por eso ha montado una campaña de persecución y espionaje contra el PP, para que no se hable del desastre que ha organizado en España, con más de cuatro millones de parados y sin ser capaz de sacarnos de la crisis.

P: eso es lo que dicen los socialistas de ustedes: que han fabulado lo de las escuchas para que no se hable del caso Gürtel, del de Palma de Mallorca, etc.

MR: nadie impide que se hable de ellos. Y la actuación de mi partido ha sido ejemplar: si un militante es imputado en una causa penal debe dejar el cargo. Ha ocurrido con Bárcenas, con Merino, con Martín Viejo, con González Panero...

P: ¡el Albonguilla!

MR: sí, bueno, y con otros.

P: pero no con Camps.

MR: Camps es inocente. Lo han dicho los tribunales.

P: vamos a dejarlo. ¿Cómo explica que, a pesar de los casos de corrupción en su partido tenga éste una intención de voto superior al PSOE?

MR: porque la gente no es tonta, tiene sentido común y sabe en dónde está lo importante y en dónde lo anecdótico. Por lo demás, el PSOE es una organización radical que lleva a España a la ruina económica y la ruptura territorial, ocupándose de asuntos que no importan a nadie como la llamada memoria histórica mientras que el PP se centra en lo que verdaderamente interesa a la gente,en los problemas reales de los españoles.

P: ¿No le parece exagerado lo que dice? Su ataque sistemático al señor Rodríguez Zapatero también ha contribuido a crispar la vida política española.

MR: ¿por qué?

MR: dicen que Vd. lo insultaba.

MR: ¿yo? Póngame un ejemplo.

P: le ha llamado Vd. "bobo solemne" entre otras lindezas.

MR: es la normal dialéctica democrática. Ellos también nos llaman corruptos y franquistas.

P: ¿y no lo son? Votan siempre en contra de despojar a Franco de los ridículos honores que se le tributaron durante la dictadura.

MR: no, no, hay que diferenciar. Es que nosotros no queremos que se abran las heridas del pasado, no entendemos la política como el arte de sembrar el odio y la venganza.

P: solamente la mentira, como estuvieron cuatro años sosteniendo que los atentados de Atocha fueron obra de ETA.

MR: oiga, lo creíamos de buena fe. Luego, los tribunales han dicho otra cosa y nosotros acatamos las decisiones de los tribunales. No somos el PSOE protestando a las puertas de la cárcel de Guadalajara.

P: Vd, mismo dijo que tenía "la convicción moral" de que había sido ETA y lo hizo el día de reflexión.

MR: ¿ve como era buena fe? No dije que tuviera pruebas; dije que tenía la "convicción moral". Buena fe.

P: por lo que se ve Vds. nunca tienen pruebas; ni siquiera cuando dicen tenerlas, como en el caso de las escuchas a destacados militantes del PP.

MR: ¿cómo que no? ¿No lee Vd. los periódicos? ¿No ha oído a la señora De Cospedal? ¿No sabe que pensamos recurrir a las instituciones comunitarias en amparo?

P: o sea, las pruebas son que van Vds. a recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos o al Parlamento de la UE.

MR: tergiversa Vd. las cosas. Debe de ser Vd. lector de El País o de Público. Más le valdría leer prensa crítica e independiente, como el ABC, El Mundo, La Razón. Las pruebas están al alcance de todo el mundo, publicadas en la prensa libre: son el grado de deterioro de las instituciones democráticas, sólo comparable al desastre ecónomico que nos ha traído la fabulosa incompetencia del señor Zapatero.

P: otra típica exageración suya: la de decir que en España hay un Estado policial y una deriva dictatorial.

MR: ¡oiga, que no lo decimos nosotros sólo; que lo dice el amigo del PSOE, el señor Cebrián, quien denuncia la práctica autoritaria de gobernar por decreto!

P: en cuanto a la ruina económica, ¿de dónde saca que pueden Vds. resolver los problemas de la crisis mejor que el PSOE?

MR: ¿no ha leído Vd. el último libro de Aznar acerca de cómo sacar a España de la crisis?

P: sí, lo he leído y me parece un recetario de charlatán para tontos. Propone más liberalización y más desregulación.

MR: el único camino que hay. Reformas estructurales y más desregulación de los mercados.

P: por reformas estructurales ¿entiende Vd. despido libre?

MR: nosotros no andamos jugando a poner nombre a las cosas. Hay que flexibilizar las relaciones laborales y seguir políticas de austeridad.

P: o sea, recortar el gasto público.

MR: ahorrar, joven, ahorrar.

P: para terminar, ¿qué hará Vd. si el Supremo ordena juzgar a Camps como dios manda?

MR: eso no va a pasar. En España los jueces son personas equitativas y justas y la justicia es independiente.

P: muchas gracias por esta conversación señor Rajoy.
(La imagen es una foto de Galiciaefotos, bajo licencia de Creative Commons)

dilluns, 24 d’agost del 2009

Palinuro entrevista a Rodríguez Zapatero.

En esta época del año, con toda España veraneando, el Parlamento de vacaciones, los tribunales de descanso, las fuentes de las noticias dormitan en plácida siesta y, si no quieren tener que publicar algo sobre el monstruo del lago Ness, los periodistas han de hacerse a la carretera en busca de la información. De ahí que sea la época de las entrevistas. Los políticos están relajados, sonrientes y echan de menos sus ajetreadas jornadas, repletas de declaraciones y contradeclaraciones, razón por la cual acceden siempre a una petición de entrevista. Este finde se han publicado varias, las más conocidas con los señores Patxi López y Mariano Rajoy. No está mal, pero no dejan de ser ambos dos políticos secundarios; el uno sin mando en plaza y el otro, con mando en una plaza menor. Palinuro, a quien no duelen prendas decidió apuntar a lo más alto, a una entrevista con el que reparte el juego, el propio Primer Ministro que, finalmente, accedió a ella, rompiendo una costumbre de larga data de no hacer declaraciones en tiempos de audiencias escasas. Me recibe en bermudas en una especie de porche neomudéjar que hay en la casa que lo acoje.

Palinuro: muchas gracias, Presidente, por acceder a la entrevista interrumpiendo sus vacaciones...

Rodríguez Zapatero: no hay de qué. En realidad se las debes a Sonsoles que es quien me ha convencido.

P: está Vd. cercano al ecuador de su mandato. ¿Qué juicio hace de sí mismo?

RZ: francamente, muy favorable. Había mucho por hacer cuando llegamos e inmediatamente nos pusimos manos a la obra.

P: estábamos hablando de su segundo mandato, ¿había mucho que hacer después del primero?

RZ: no, claro, jajaja, cómo sois los periodistas. Quería decir que estoy razonablemente satisfecho con lo que hemos conseguido hasta la fecha.

P: su segundo tiempo se ha visto sorprendido por la crisis, la más destructiva en años. ¿Cree que es causa de la atonía de los nuevos tiempos?

RZ: no todo tenía que salir tan a pedir de boca como en el primer mandato. En cuanto a la atonía, no percibo ninguna, sinceramente

P: tampoco previó la crisis.

RZ: la crisis no la previó nadie.

P: ya. Pero es que Vd. la negaba. Dijo que no había crisis, que era un frenazo momentáneo en la época de crecimiento a que estaba acostumbrado, como cuando quería...

RZ: ya te dije que no la previó nadie.

P: y ¿cree que, aun no habiéndola previsto, ha tomado las medidas adecuadas?

RZ: mi Gobierno ha hecho lo que tenía que hacer, sin precipitación ni abandono. El juego de medidas que pusimos en marcha está dando ya brotes verdes por doquiera. ¿No los ves?

P: francamente, no. Al contrario, creo que las cosas van a peor. Además está claro que la crisis está siendo más destructiva con España que con otros países.

RZ: no creas. Es un dato que se repite mucho pero no es cierto.

P: bueno nuestro crecimiento del PIB igue siendo negativo, mientras que Francia y Alemania...

RZ: ya, ya. Pero el impacto no es el mismo. España etá en peor posición estructural, herencia de tiempos inmemoriales; por eso el crecimiento sale negativo.

P: no suena a respuesta muy convincente.

RZ: porque no quieres que lo sea. Estás movido por el mismo ánimo destructivo que Mariano Rajoy.

P: ¿que tiene que ver Rajoy con todo esto?

RZ: mucho. Se obstina en atacar al Gobierno siempre que puede y no solamente no reconoce la más que evidente recuperación ni arrima el hombro sino que ahonda en la crisis y tú muestras el mismo talante antipatriótico que él.

P: pero, ¿por qué quiere Vd. que Rajoy arrime siempre el hombro? Su estado es el de oposición y la función de la oposición es oponerse.

RZ: pero hay estilos, formas...

P: talantes....

RZ: eso es, talantes. Muy distintos.

P: pues hay quien lo acusa de haber perdido el suyo.

RZ: la oposición me merece el máximo respeto, pero no sabe lo que dice. Si se tienen en cuenta otros factores, el barco puede hacerse a la mar.

P: pero la flota sigue amarrada a puerto.

RZ: otra insigne españolada de ataque que no se tiene de pie. El que quiera puede salir a faenar.

P: eso suena a neoliberalismo.Como en general el conjunto de medidas que se ha tomado contra la crisis, una mezcla de tímido keynesianismo con una aceptación ciega de las recetas neoliberales para salvarnos a todos a base de resolver los problemas de los responsables de la situación, esto es, los bancos.

RZ: para hablar de estas cosas hace falta tener algo más de idea. Ya no hay fórmulas mágicas frente a los problemas globalizados. Lo keynesiano de nuestras medidas se da en que hay intervención directa del Estado; lo que tú llamas recetas neoliberales es el hecho de que la intervención se haga para asegurar la estabilidad del sistema financiero. ¿Has oído hablar de Lehman Brothers?

P: por supuesto, ¿quién no?

RZ: ese es el quid de la cuestión. Abandonar Lehman Brothers fue lo que convirtió una crisis cíclica en una megacrisis como la que vivimos.

P: o sea, debemos rendirnos al chantaje y aceptar que el sistema consiste en lo que tantas veces se ha dicho: privatizar los beneficios y socializar las pérdidas.

RZ: ponlo de otra manera y resultará menos crudo: para que haya reparto es preciso que haya beneficios y para que haya beneficios todos debemos contribuir a volver a la senda del crecimiento.

P: volver. Nada de cambiar.

RZ: ¿cambiar? Cambiar ¿qué? No está el horno global para bollos.

P: admirable doctrina. Por cierto, Vd. fundió el superávit con medidas llamadas "sociales" que eran como transferencias que hacía Vd. a favor de unos u otros sectores (los 400 euros, los 2.500 del cheque-bebé). Ahora el superávit se ha convertido en un déficit galopante y no solamente no hace Vd. honor a su sobrenombre de José Luis "el de las mercedes" sino que anda pensando en suprimir aquellas medidas y en subir los impuestos.

RZ: la doctrina será admirable, pero no parece que la entiendas. Cuando hay se reparte según criterios socialdemócratas. Cuando no hay, hay que procurar que haya y restaurar la política también socialdemócrata de la fiscalidad redistributiva.

P: o sea que bajar los impuestos es de izquierdas, según Vd. mismo; pero subirlos, también.

RZ: naturalmente. Depende de la conveniencia.

P: ¿de qué conveniencia? ¿De la suya?

RZ: no, no, de la posibilidad de financiar las políticas sociales de nuestro programa.

P: cambiando de tercio. España se rompe. ¿Qué me dice?

RZ: pues eso: ¿qué me dices? Quienes dicen eso son lo que les gustaría que estuviese rota, para justificar sus medidas excepcionales de siempre. Ya sabes, "el estado de excepción permanente" de Agamben. Recuerda lo de "antes roja que rota". ¿O era al revés? Con estos fachas nunca se sabe, jejeje. Siempre están de rupturas.

P: tiene Vd. buenos asesores pero el "España se rompe" de ahora es algo más que palabras. La sentencia del Tribunal Constitucional en el recurso contra el Estatuto puede ser determinante en la continuidad de su Gobierno.

RZ: no veo por qué. Si el alto Tribunal anula aspectos esenciales del Estatut, algunos partidos nacionalistas se sentirán agredidos y reaccionarán en consecuencia. Pero no creo que llegue la sangre al río. Eso es el catastofismo propio de la derecha.

P: pero esta vez el peligro de ruptura es mayor. Si el Tribunal mantiene el Estatuto, se le sublevan a Vd. las derechas del "España se rompe" y si lo rechaza se le movilizan los independentistas.

RZ: ¿nunca oíste eso de que "los extremos se tocan"?Hay mucho batasuno de derechas en el PP.

P: en resumen. No pasa nada. Todo bajo control. Y la vuelta de vacaciones será también tranquila.

RZ: ese es mi deseo. Lo demás, depende del comportamiento de los veraneantes en la carretera al volver de las vacaciones.

(La imagen es una foto de Guillaumepaumier, bajo licencia de Creative Commons)

diumenge, 23 d’agost del 2009

Choque de legitimidades.

Los escalofríos que recorren los espinazos de los políticos ante la posibilidad de una sentencia del Tribunal Constitucional contraria en algún aspecto esencial al Estatuto de Cataluña es una muestra palmaria más de uno de los principales defectos de la política española, consistente en su incapacidad para resolver los conflictos y su costumbre de derivarlos a los tribunales que, al intervenir, suelen eliminar todo acuerdo por consenso y dejan el sabor amargo de unos vencedores y unos vencidos en cualquier pleito. Así sucedió desde el principio con la articulación del Estado de las Autonomías del Título VIII de la Constitución Española que hubo de hacerse -y ésta del Estatuto es una prueba más de ello- a golpe de decisión del Tribunal Constitucional que, al tener que decidir en contenciosos típicamente políticos (como qué sea una "nación") se ve arrastrado al terreno de la confrontación con la consiguiente merma de su prestigio. Y así sucede también con la vida política ordinaria, que tiene un alto nivel de judicialización. No es raro que los enfrentamientos y conflictos entre partidos acaben en sede judicial civil o penal. Precisamente en algunos casos se prevé la intervención del Tribunal Constitucional cuando se haya agotado la vía judicial de forma que aquel funciona de hecho como una especie de Tribunal Supremo bis, lo que también da origen a frecuentes choques y enfrentamientos.

En el caso del Estatuto de Cataluña el conflicto político se ha exacerbado a extremos peligrosos para el normal funcionamiento de las instituciones. Cuando el señor Carod Rovira, con ese estilo directo suyo tan escasamente convencional, habla de convocar una manifestación el once de septiembre en favor del Estatuto catalán, el Gobierno, por boca de su vicepresidente, señor Chaves, ve "intolerable" la manifestación que promueve Carod Rovira para presionar al Constitucional, lo cual estaría muy bien y sería ejemplar de no ser porque, acto seguido, el mismo señor Chaves asegura que respetará la decisión del TC, pero que espera que el Tribunal dicte una sentencia "que declare la constitucionalidad del Estatuto" que, recordó, fue aprobado por el Parlamento de Cataluña y mayoritariamente por la Cortes en un acto de no menor presión hacia el Constitucional que el que pueda realizar el señor Carod.

Se presione o no, en la fórmula que utiliza el señor Chaves, como en los argumentos de muchos partidarios de la constitucionalidad del Estatuto, se perfila el choque de legitimidades que habita siempre en el alma del Estado democrático de derecho entre la legitimidad de la voluntad popular (especificada aquí por las decisiones de dos parlamentos y un referéndum) y la que emana de los tribunales incluido a estos efectos el Constitucional. Esta contradicción entre soberanía popular (principio democrático) y primacía de la Constitución en cuanto ley de leyes (principio de Estado de derecho) no tiene una solución única sino que su encaje depende de la dinámica del sistema político en concreto. En los Estados Unidos ha funcionado siempre ejemplarmente, pero no ha sido así en otras partes. En España, por ejemplo, es de esperar una reacción deslegitimatoria del Tribunal Constitucional de parte de las fuerzas nacionalistas catalanas en el caso de una sentencia contraria a algún punto clave del Estatuto. Ojalá que esa reacción, de darse, no lleve al cuestionamiento directo de las normas básicas de convivencia en el sistema político español.

(La imagen es una foto de Saül Gordillo, bajo licencia de Creative Commons).

Los pobres funcionarios.

En el país de Larra es imposible que los funcionarios tengan buena prensa. Y la buena prensa es condición de la supervivencia. Al que se le acaba o simplemente, como es el caso, la tiene mala todo se le vuelven problemas. Así también con los funcionarios que acaban siendo chivo expiatorio o cabeza de turco de todas las desgracias. En tiempos de abundancia, con tasas próximas al pleno empleo y pujantes sectores privados de la economía, nadie quiere ser funcionario ya que estos cobran salarios modestos, no es raro que desempeñen trabajos rutinarios, sin interés ni altura y que no tengan expectativa alguna de reconocimiento social. En tiempos de escasez, con un paro cercano al veinte por ciento de la población activa, los funcionarios son objeto de la inquina pública por el hecho de gozar de estabilidad en el empleo. Y cuando la escasez pasa a ser zozobra lo primero que se propone es amargar la vida al funcionario congelándole el sueldo que es el modo freudianamente claro en que se libran de neurosis y complejos quienes se dedican a administrar la cosa pública, esto es, los políticos. Los funcionarios son entonces el escudo de los políticos que siempre justifican sus medidas drásticas acerca del empleo y la función pública con el argumento de que se trata de "dar ejemplo".

Las crisis se dan también en el terreno moral y deben suscitar también respuestas morales. "Dar ejemplo" responde a una intención básicamente moral y con la que normalmente los funcionarios estarán de acuerdo. Estaremos, puesto que los profesores universitarios somos funcionarios. La cuestión es si ese "dar ejemplo" afecta a todos los demás estamentos o sólo se les pide a los empleados públicos. Sobre todo y esto es muy esencial, hay que ver si quienes disponen las medidas citadas, a su vez, "dan ejemplo" no ya solamente congelando su salario, sino aprovechando la situación para poner orden en el régimen retributivo de los cargos públicos en España, una verdadera selva de privilegios y canonjías tanto en cuantía de los ingresos (hay alcaldes de lugarejos que ganan lo que los ministros) como en los periodos de percepción y en las provisiones para las situaciones pasivas de forma que hoy día ser ministro, aunque sea de Marina y de un día, es un chollo para toda la vida. Lo cual explica la cantidad de profesionales de la política que da el país.

(La imagen es una foto de Chesi - Fotos CC, bajo licencia de Creative Commons).

dissabte, 22 d’agost del 2009

Hermenéutica de una rabieta.

La aprobación reciente en Consejo de Ministros del Decreto-Ley que permite la televisión de pago en TDT favorece claramente a Mediapro, la empresa propietaria del canal La Sexta en televisión y del diario Público, de cuyo consejo editorial formo parte. Eso es habitual. En una sociedad compleja y conflictiva toda norma favorece a alguien y/o perjudica a alguien. En este caso, pues la norma regula un terreno en el que participan muy pocos pero son muy poderosos, los perjudicados se hacen oír por potentes medios.

En concreto el grupo PRISA, propietario de Canal +, de pago, y "la Cuatro", en abierto, se siente perjudicado por el mencionado Decreto-Ley, razón por la cual El País ya editorializaba sobre el asunto el 14 de agosto pasado con una andanada llamada Precipitada e innecesaria en la que argumenta contra la norma por razones formales, procedimentales y aparentemente no materiales y se sube a la engolada declaración de principios en un cintillo que reza: La aprobación de la TDT de pago por trámite de urgencia es un ejemplo del más rancio clientelismo. Por si alguien lo dudaba. Buscad al beneficiario.

Ayer el grupo PRISA lanzó otro torpedo desde la nave capitana El País con un artículo de su consejero delegado, Juan Luis Cebrián, titulado Un desatino, lo que viene a ser como un editorial firmado, una especie de artículo de fondo de la autoridad gerencial del conjunto y en el que se reitera la línea del editorial citado atacando por la vía procedimental, pero se extiende algo más en la explicación no de lo que critica sino de lo que apoya. Tampoco mucho pero suficiente para el análisis. El ataque procedimental se lleva dos tercios del discurso en el que se reitera la doctrina de que el recurso abusivo a la técnica del decreto-ley es antidemocrático por atentar directamente contra la de división de poderes, cosa en la que hay general acuerdo. A su vez, es difícil que, existiendo la posibilidad, no haya un uso que algunos interpretarán como abusivo aunque quizá otros, no. El señor Cebrián se erige en defensor de la libertad y la seguridad jurídica de las empresas en un marco mercantil previsible y se encuentra con un Gobierno arbitrista y por tanto arbitrario y muy poderoso pues el Tribunal Constitucional le reconoce facultad para determinar por su cuenta cuándo se dan las razones de "urgencia y necesidad" que se exigen al decreto-ley. Sale a relucir Montesquieu y su inadvertido sepulturero, señor Alfonso Guerra.

Asegura el señor Cebrián que "éste es el verdadero meollo de la cuestión, y no la TDT de pago con la que, insisto, mi empresa y yo estamos absolutamente de acuerdo, lo mismo que con la apertura a la competencia, de la que somos fervientes partidarios siempre y cuando se haga de manera transparente y leal. De lo que se trata no es de nada de eso, sino de la utilización arbitraria e inmoral de procedimientos legislativos de urgencia para satisfacer los deseos, las manías y las ensoñaciones del mando. Es la calidad del impulso democrático de nuestros gobernantes lo que está en entredicho, su respeto a la división de poderes. En contra de lo que declarara en su día Alfonso Guerra, Montesquieu no ha muerto, como no sea en los predios de la actual Venezuela." Desplante con tronío y, de paso, una colleja al señor Chávez.

Ciertamente, es lo que tiene la política: cuando la norma te beneficia es justa; si te perjudica, es injusta, inicua, debe derogarse. Otra cosa es que eso suceda o no. Y es lo que tiene también andar en tratos mercantiles con un ojo puesto en el BOE, que hace a las empresas beneficiarias o perjudicadas por los cambios inherentes a lo político. Hace unos años, gobernando Felipe González, PRISA resultó claramente beneficiada por una norma aprobada igualmente con agostidad que permitía televisión privada de pago. Años después, el señor Rodríguez Zapatero benefició de nuevo a PRISA permitiendo que Canal + emitiera también en abierto (La Cuatro). En ambos casos había ganado la justicia, desde la perspectiva de PRISA. En la reciente concesión ha ganado la injusticia, el favoritismo, el clientelismo, el enchufismo, por lo demás bastante hispánico. PRISA anuncia su intención de agotar todas las vías para impugnar ese Decreto-Ley y está en su derecho. Otra cosa es que consiga su pretensión que es que la norma no entre en vigor y si lo hace, sea declarada nula y todo retrotraído a cuando no había TDT de pago. Es decir, el objetivo, la oposición material al mencionado Decreto-Ley, es impedir que aumente la competencia aunque, por supuesto, el señor Cebrián asegura que no, que PRISA está encantada con la nueva competencia de Roures pues así se anima el cotarro.

El señor Consejero Delegado respira por la herida de la TDT de pago y, aunque dice lo contrario, le fastidia encontrarse a un competidor en el mercado y un competidor tan duro. Por eso, entre otras cosas, apunta también a supuestas dificultades técnicas que provocarían inconvenientes en la comercialización del producto de la competencia. El artículo rebosa indignación y cierto resentimiento. Es lo que sucede con los intelectuales aúlicos, que a veces tienen, como se decía, el oído del Príncipe y a veces, no. Y cuando es no, el intelectual se siente agraviado y quizá se levante en bandería insurreccional, acusando de tiránico al poder que, simplemente, ha cambiado de simpatías. (La imagen es una foto de Infamecless, bajo licencia de Creative Commons).

¿Qué hacemos en el Afganistán?

El señor de la guerra, el pastún Hamid Karzai, presidente de la República Islámica del Afganistán, anuncia su victoria arrolladora en las recientes elecciones presidenciales mucho antes de que haya proclamación oficial de resultados, si es que llega a haberla. Su oponente, Abdulá Abudlá asegura que eso es falso y que quien ha ganado cómodamente las elecciones (en las que parece haber participado un cincuenta por ciento del electorado) ha sido él.

Si esta situación se diera en un país centroamericano ya estaría todo el mundo hablando de república bananera y yo el primero. Como sucede, sin embargo, en un territorio hostil, bronco, en guerra desde siempre, dividido en etnias, con mucho dogmatismo y sectarismo religiosos, nadie habla de repúblicas bananeras y si algúna referencia hay que hacer a la relación entre una línea de producción y la política, es la que remite a los campos de opio. Poco bananero hay en un lugar en el que mucha gente vive de comerciar con el caballo. Este negocio, al parecer, sirve para financiar la guerrilla talibán, los partidarios de una aplicación rígida de la sharia que un buen día y como mujadaiyines, financiados y organizados por Occidente, expulsaron a los soviéticos del país en 1989, a donde habían llegado estos nueve años antes para sostener el gobierno comunista de Braback Karmal en lo que acabó siendo el "Vietnam soviético".

Es decir, a los afganos les viene de lejos. País independiente de Inglaterra en 1919, ha tenido una historia tumultuosa, de guerra civil crónica entre tribus que sólo consiguen unificarse para ir en contra de un tercero. En este contexto se da la decisión gringa de invadir el país después del atentado de Nueva York en diciembre de 2001, débilmente amparada en una decisión del Consejo de Seguridad de la ONU y en virtud de la cual opera en el terreno un cuerpo expedicionario español, investido de esa justificación que hoy esgrimen todos los ejércitos, que no están para ganar la guerra, sino para llevar la democracia al mundo y la concordia entre las naciones. No está muy claro, sin embargo, que llevar la democracia a un país manu militari sea del todo compatible con la defensa de un orden político en el que el marido puede dejar sin comer a una esposa que no lo haya satisfecho sexualmente. Se dirá que esto sólo reza con los miembros de un grupo religioso, no con todo el Afganistán; lo cual resulta aun peor.

(La imagen es una foto de World Economic Forum, bajo licencia de Creative Commons).

divendres, 21 d’agost del 2009

Los impuestos.

Dice el ministro de Fomento, señor Blanco, a quien ya casi nadie llama Pepiño, que, si para ayudar a las familias, hay que subir los impuestos a las rentas más altas se hará porque la sociedad lo entenderá. Es probable que sea así. Bien explicados los fines de gasto social de un gobierno de izquierda con un horizonte igualitario y redistributivo de la riqueza, es de suponer que la sociedad en su conjunto "entenderá" la conveniencia de subir los gravámenes a las rentas más altas. Esto de aumentar los impuestos a las "rentas más altas" (que es parte del programa con el que el señor Obama ganó las elecciones en los EEUU) suena a música celestial a oídos de la mayoría de la población que no se encuentra o cree que no se encuentra en ese grupo de riesgo.

Hasta ahora, sin embargo, la política fiscal del señor Rodríguez Zapatero ha sido lo contrario de lo dicho. En la estela de la pasión de la derecha y los neocons de bajar los impuestos (con lo que se merman los ingresos públicos y se genera un problema de financión del Estado del bienestar que justifique su liquidación), que tan buenos resultados electorales da, el Gobierno socialista suprimió en 2008 el impuesto sobre el patrimonio que grava especialmente a los ricos y si bien en su primer mandato la presión fiscal subió dos puntos y así ha seguido, ello se debe a que suben los impuestos indirectos que son los menos redistributivos y los que gravan más comparativamente a las rentas más bajas. Incluso aún no hace mucho que el Gobierno rompió un pacto en ciernes con Izquierda Unida por el que ponía en marcha precisamente esta idea que ahora esgrime el señor Blanco.

Si el Gobierno invierte esta tendencia antisocial y renuncia a la demagogia del milagro de aumentar los gastos bajando los impuestos, todavía tiene margen pues la presión fiscal española está de cuatro a cinco puntos por debajo de la europea. Claro que quienes subrayan este hecho olvidan a continuación señalar cuántos puntos por debajo de la media europea están los servicios públicos españoles. No obstante, da en el clavo el señor Blanco al decir que la sociedad entenderá el incremento fiscal a las rentas más altas aun sabiendo que, como dice el señor Montoro cuando hablan de subir los impuestos a los ricos, siempre piensan en subírselos a las clases medias que son las que al final pagan el pato.

Incluso en este caso la medida, supongo, tendría respaldo social suficiente siempre que el gobierno mostrara una actitud más decidida por acabar previamente con una situación de bochornosa injusticia tributaria que todo el mundo conoce y nadie hace nada por evitar y que consiste en que los asalariados declaren el doble de ingresos que los empresarios y en un país cuyo salario medio se sitúa en torno a los 18.000 o 20.000 euros. Está claro que esta situación tan injusta a su vez se basa en la existencia de un fraude fiscal de magnitudes colosales. Si el estado tolera que 86% de los que tienen fortunas con más de diez millones de euros evadan sus obligaciones fiscales y que el 45 % de los que tienen entre uno y diez millones de euros eluda el fisco, será difícil que la gente entienda que hay que seguir subiendo los impuestos. Mientras España siga siendo el paraíso del fraude y la evasión fiscales, de la especulación y de los billetes de 500 euros, el señor Blanco y cien señores Blancos más carecerán de autoridad moral para proponer incrementos en los impuestos y ofrecerá un flanco desprotegido a la demagogia habitual de la derecha que encasqueta a la izquierda el sambenito del aumento de las cargas fiscales en tiempos de crisis en un imaginario afán confiscatorio.


(La imagen es una foto de Cayusa, bajo licencia de Creative Commons).

El cine español.

Según la señora Marisa Paredes, recientemente galardonada, El cine español está en la picota desde el "No a la guerra". ¡Qué disparate! De haber alguna relación entre las desgracias del cine patrio y el "no a la guerra" de los cineastas sería la contraria dado que estos sólo reflejaban la posición casi unánime de rechazo a la guerra de la sociedad española.

A lo que debe de referirse la señora Paredes es a la inquina que la derecha muestra por el cine español. Esta inquina es anterior al enfrentamiento a causa de la guerra y se basa en la muy acusada politización y politización de izquierda de dicho cine. Basta con leer a algunos de sus más conocidos columnistas, todos diciendo lo mismo: que el cine español es malo y por eso la gente no va a verlo, porque es repetitivo y cansino con la guerra y posguerra civil, etc.

En conjunto, en verdad, el cine gringo es mucho mejor que el español (aunque sólo sea porque hay más en dónde elegir) que no solamente está politizado en una perspectiva de izquierda (cosa que me parece muy bien) sino que es bastante ramplón y aburrido. Hay las consabidas honrosas excepciones pero son contadísimas. El resto de la producción cinematográfica pasa sin pena ni gloria, suspirando por las subvenciones y arrastrándose lánguidamente por las salas de exhibición una o, a lo más, dos semanas y eso cuando consigue ser exhibido. Sus principales defectos a mi juicio son: falta de creatividad, seguidismo de lo foráneo, carencia de temas, incapacidad de dar con un estilo propio, un venero castizo sobre el que hacer realidad eso de que hemos hablado aquí y que, de momento, veo como algo quimérico: el cine español.

(La imagen es una foto de Cien de cine, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 20 d’agost del 2009

Mosqueo con ETA.

Las detenciones de peligrosos miembros de ETA, si se permite el pleonasmo, cargados de dinamita hasta las cejas, con aviesas intenciones de llenar de petardos el solar carpetovetónico son otras tantas buenas noticias para casi todo el mundo. Hay un "casi" que no puede ignorarse compuesto de seguidores espirituales de la banda y cantera de reclutas y por otras personas aparentemente equidistantes y que dicen entender las razones de todos, generalmente gente de izquierda con unas tragaderas lógicas como el león de correos pues hacen compatible el internacionalismo propio de la tradición izquierdista con un nacionalismo sanguinario, aferrado al terruño. En todo caso Palinuro comparte la alegría general por el hecho de que la Policía haya puesto fuera e juego a varios presuntos criminales.

No obstante hay dos cuestiones que se me vienen a la cabeza de un tiempo a esta parte. La una es qué tipo de organización sea ETA y la otra qué grado de moral tendrá; "moral" en uno de los sentidos en que habla Ortega, o sea lo que se entiende por la "moral del alcoyano".

En cuanto a la primera, qué tipo de organización es ETA, entiendo que el ministerio del Interior repita que la banda está más débil que nunca y que la debilidad irá en aumento. Forma parte del guión; pero me gustaría saber cómo se mide la debilidad o fortaleza en una guerra que no sea ganando o perdiendo la contienda. En lo que yo sé de organizaciones (y, con mayor motivo en las organizaciones clandestinas) hay un centro que toma las decisiones y unos órganos periféricos que las ejecutan. Si se detiene el centro, la organización se paraliza porque los órganos periféricos no se conocen entre sí para evitar caídas policiales generalizadas. Máxime si se detiene centro tras centro. Cada vez que la policía francesa detiene a un puñado de etarras resulta ser la cúpula o la semicúpula y, lógicamente, la banda tendría que paralizarse porque los órganos de la cúpula son los que controlan la información. Sin embargo, la organización prevalece y cada vez que hay detenciones, Interior vuelve a asegurar que es la nueva cúpula de ETA y que la organización es más débil que nunca. ¿Tiene ETA una forma nueva de organización? Sertía interesante saberlo. En todo caso, su velocidad de reposición de cúpulas es altísima y no tiene por qué ser distinta en el conjunto del aparato.

La otra cuestión abierta es qué grado de moral tiene ETA. Según otra noticia ETA sucumbe ante las drogas, la prostitución y el alcohol en la que da por supuesto que todo el mundo comparte su mentalidad de que el consumo de drogas o alcohol tiene significado moral y equivale a una especie de "degeneración de las costumbres". Es una imagen de mentalidad de caída del Imperio Romano por "afeminamiento" de los romanos pero que en todo caso trata de trasmitir la idea de que los etarras ya no son heroicos gudaris sino perros callejeros, que no sé si va muy lejos. En todo caso la policía no puede ignorar que precisamente el término "asesino" proviene del árabe "hashishin", esto es, el consumidor de "hashis", al que se enajenaba mediante el consumo de esta sustancia para la comisión de crímenes espantosos.

He aquí en buena medida por qué esta organización criminal puede estar debilitada y, por ello mismo, ser más sanguinaria.

(La imagen es una foto de kontrainformatu, bajo licencia de Creative Commons).

Sobre la corrección política.

Esto de la corrección política (cp) es, sobre todo, cuestión de palabras, del significado de los términos de las connotaciones de lo que se dice, de la intencionalidad con que se dice en el entendimiento de que el habla misma toma ya partido en la lucha política. Por lo general la cp responde al bienintencionado objetivo de evitar toda connivencia con actitudes racistas, sexistas, paternalistas, autoritarias a base de llevar cuidado a mirar el uso de los términos al hablar por entender que en las palabras mismas está inherente ya gran parte de la violencia social de dominación. De ahí que pretenda sustituir unos términos consagrados, admitidos, aparentemente naturales por otros políticamente neutros, cosa que se considera mejor, aunque quizá no siempre por el mismo motivo. Por ejemplo, "negro" por "afroamericano", maricón por homosexual o gay. La intención, en efecto es buena y merece aplauso. Pero quizá el nombre escogido no sea lo más apropiado. El término "corrección" tiene connotaciones muy negativas que suscitan reacciones de rechazo. En ese rechazo se esconde muchas veces no solamente una consideración estética y un acuerdo de fondo respecto a que determinados términos deben evitarse, como "denigrar", "merienda de negros", "judiada", "moro", sino también una actitud muy distinta, regresiva, partidaria de la vuelta a la tradición a la que le parece que tiene buena venta disfrazar sus opciones retrógradas con una pátina de irreverencia. Así casi todos los carcundas, los meapilas y fascistas van por ahí proclamando su "incorrección política". Por eso, aunque no le guste el término del todo, Palinuro es partidario de la corrección política a todos los niveles y de evitar los términos que favorezcan la reproducción de las pautas sociales autoritarias y en las que se identifica a mucho pseudoizquierdista.

(La imagen es una foto de Dave 'Coconuts' Kleinschmidt, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 19 d’agost del 2009

La mentira del verano.

Nada, ni un miserable nombre, ni una frágil prueba; nada. La señora De Cospedal ha reaparecido y dado una conferencia de prensa con preguntas pero no ha podido responder a ninguna y ha tratado de esquivar el bulto diciendo que basta con echar un vistazo a las muchas conversaciones publicadas en los medios de comunicación. A todos los efectos, pues, la secretaria general del principal partido de la oposición ha quedado como una mentirosa dado que las conversaciones que se han publicado en los medios son entre personas que aparecen en los sumarios de la trama Gürtel, esa trama rizomática al estilo posmoderno que podría llevarse por delante al PP. Y ella había señalado expresamente que se produjeron escuchas a personas que no estaban en ningún sumario, siendo su nombre y los de los señores Trillo y Camps los de quienes aparecían en todas las especulaciones sobre posibles espiados. Pero no había tal; nada de nada; todo fantasía, quimera, patraña.

Esto no obstante, el señor Rajoy, mostrando así su madera de dirigente con visión, ha ordenado que su partido insista en la teoría de la conspiración la persecución, las escuchas ilegales y el espionaje sin prueba alguna, probablemente con la misma convicción moral que tenía el citado señor Rajoy el día 13 de marzo de 2004 de que fue ETA la responsable del atentado de Atocha. Y así estuvo el partido de la derecha casi cuatro años, alimentando una insensata, ridícula y lunática fábula de una conjura islámico-etarra, inspirada también por algunos medios de comunicación, singularmente El Mundo que ve Watergates por doquiera. Si la nueva teoría de la conspiración contra el PP va a ser la oposición aggiornata hasta 2012 parece improbable que el partido remonte la situación de empate técnico que dan los sondeos desde el año pasado y bastante probable, en cambio, que vuelva a perder las elecciones a nada que para entonces la situación económica haya mejorado aunque sea levemente.

Es muy posible que el Gobierno de España no esté a la altura de las circunstancias. En realidad da la impresión de que, a raíz del comienzo de la actual crisis económica que él se obstinó durante meses en negar, el señor Rodríguez Zapatero empezó a hacer eso que sus seguidores le conminaban a no hacer ya en las primeras elecciones, esto es, fallar. No resulta nada claro que su gobierno esté atinando en las respuestas a la crisis y, al contrario, cada vez es más evidente que España se distancia de sus principales socios y competidores, que ya han comenzado su recuperación. Es muy posible también que las prácticas de clientelismo, amiguismo y enchufismo en la gestión gubernativa (basta con pensar en el nombramiento del señor Sebastián para ministro de Industria como premio a su brillante batacazo en las elecciones municipales de 2007) hayan minado decisivamente las perspectivas del ejecutivo. Éste aparece desnortado a mitad de su segundo mandato y confiando en el semestre de presidencia española de la UE para remontar el vuelo sin parar mientes en que, así como las elecciones europeas son de segundo orden como se ve por la escasa participación que mueven, el impacto de la política europea es escasamente perceptible por el electorado.

En estas condiciones la responsabilidad del partido de la oposición es doble por inoperancia e incompetencia: ¿por qué no muestra una ventaja llamativa en intención de voto sobre el PSOE y a tono con el panorama general de la Unión Europea? La respuesta que parece más lógica es señalar la perpetuación de la desacreditada política de la teoría de la conspiración, ya fracasada en las secuelas del atentado de Atocha y revivida con la finalidad de acallar las informaciones sobre la trama de corrupción que parece afectar a amplios sectores del PP y minimizar sus dañinos efectos sin advertir que, cuanto más se intenta silenciar a la opinión pública con mayor virulencia reacciona ésta.

(La imagen es una foto de www_ukberri_net, bajo licencia de Creative Commons).

Meterse en Honduras.

A casi dos meses del golpe de Estado que derrocó a Zelaya, la situación no parece estar más clara que la primera noche, cuando el ejército envió al exilio en pijama al mandatario hondureño. Sin duda hay un acuerdo prácticamente unánime en que el presidente legítimo debe recuperar el poder, el gobierno de facto cederlo y el ejército volver a los cuarteles. Pero ese acuerdo está lejos de materializarse. El gobierno golpista cuenta con el apoyo de las instituciones fundamentales del país, el Tribunal Supremo, el Parlamento, el ejército y la Iglesia católica así como con un significativo respaldo social. Los partidarios de Zelaya, siendo cuantiosos, no tienen la fuerza suficiente para imponer un retorno del presidente expulsado. Éste, por su parte, tampoco mantiene una actitud clara y decidida en un sentido u otro, como cabía esperar de un hombre que, habiendo sido elegido en la plataforma del venerable Partido Liberal en el que el propio Zelaya representaba a la oligarquía tradicional hondureña, de repente vio la luz del chavismo, el socialismo del siglo XXI y se pasó de la noche a la mañana a la nueva izquierda latinoamericana que trata de fraguar en torno al ALBA, en la que se integró.

Zelaya lleva una frenética actividad internacional, como es lógico, de país en país, recabando apoyos. Pero no parece conseguirlos o no en la proporción necesaria para revertir la situación al statu quo ante. El gobierno golpista resiste la presión y el aislamiento internacionales y tiene muy a su favor el hecho de que el mandato restante del presidente Zelaya apenas es de tres meses, antes de las elecciones presidenciales de noviembre.

En realidad este golpe y la sucesión de acontecimientos posterior muestran un cambio apreciable en las condiciones de América Latina y su relación con los Estados Unidos. El hecho de que los gringos no aparezcan directamente implicados en el golpe militar y que el Gobierno del señor Obama se haya opuesto a él y exija la restitución del mandatario legítimo ha dejado vacío de contenido el viejo discurso antiimperialista de la izquierda que ahora parece pedir justamente lo contrario de lo que lleva decenios predicando. Tiene cierta ironía -y así lo ha subrayado el presidente estadounidense- que quienes acusaban a los EEUU de intervenir en América Latina sean ahora quienes exigen esa intervención.

Lo cual lleva a plantearse asimismo por el sentido de esa izquierda sedicentemente nueva del subcontinente cuyo inspirador es Fidel Castro y cuyo eje principal es Hugo Chávez, esa izquierda que se llama "bolivariana". Tiempo habrá de hablar acerca de ese movimiento que lleva el pintoresco nombre de "socialismo del siglo XXI" (sin que nadie sepa en qué se diferencia del fracasado en el siglo XX) pero, de momento, no es exagerado decir que el principal perdedor en el escenario latinoamericano en el caso de Honduras es el chavismo por cuanto no consigue restablecer en el poder a su aliado por la vía diplomática ni por ninguna otra, aunque a veces el presidente Chávez parezca haber insinuado que podría estar dispuesto a emplear otra. Honduras es el límite a la expansión del área de influencia del chavismo y ésta es, a mi entender, la explicación de que a casi dos meses del golpe, el señor Zelaya esté tan lejos del poder como el primer día del exilio.

(La imagen es una foto de Presidencia de la República del Ecuador, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 18 d’agost del 2009

Todos los ciudadanos saben...

La señora Ana Mato hace buena a la señora De Cospedal que a su vez hace bueno al señor Rajoy quien hace bueno al señor Aznar, que ya es decir. Ayer compareció en rueda de prensa a la antigua usanza, con preguntas de los periodistas y no con el nuevo formato que han descubierto los políticos de filmar vídeos que se envían luego a las redacciones de los periódicos con declaraciones muy cómodas pues, al no haber público, nadie pregunta nada. La vicesecretaria de Organización Electoral del PP se atuvo al modelo de conferencia clásica de prensa.

Nunca tal hiciera. Los periodistas, que son bastante díscolos y llevaban varios días protestando por las comparecencias públicas de los cargos sin preguntas, no le dejaron respirar y la obligaron a reconocer que no tenía pruebas de las acusaciones del PP. Ante la insistencia de los informadores doña Ana hubo de reconocer que no tenía pruebas pero que los ciudadanos saben que hay una persecución al PP que es lo que se dice cuando no se puede responder nada en concreto. Preguntados al efecto los ciudadanos que conozco dijeron desconocer la dicha persecución. Claro que quizá sea el convencimiento de que existe la que, a ojo de la señora Mato, les conceda la condición de ciudadanos. Sé de razonamientos aun más absurdos.

Como los periodistas siguieran preguntando por los nombres de las personas espiadas por el Gobierno, la señora Mato acabó diciendo que no podía dar nombres pero que es evidente que el Gobierno "ha emprendido una cruzada en contra del PP". Aquí ya soplan los vientos del disparate, del absurdo patafísico, igual que cuando el señor Rajoy acusó al Gobierno de actuar como la Inquisición. ¿Desde cuando son términos negativos cruzada e Inquisición desde el punto de vista de la derecha? La ocurrencia de la Inquisición ya tuvo su comentario. Respecto a la cruzada, ¿hay que creer que una cruzada sea una persecución ilegal? Lo digo porque la última de que se tiene noticia, así bautizada por los obispos españoles que de esto saben algo, la iniciaron los antecesores ideológicos de la señora Mato en contra, según ellos, de la masonería, el comunismo, el libertinaje y otras manifestaciones hediondas de un tiempo de descreimiento.

En definitiva: no tienen pruebas y no pueden dar nombres. Claro, porque han inventado todo el episodio, desde la cruz a la fecha con la intención de desviar la atención de las curiosas vueltas del asunto de corrupción en masa que afecta al PP. Y cuando las cosas se inventan no hay pruebas y la cruzada acaba siendo una persecución ilegal. En efecto, la señora Mato hace buena a la señora De Cospedal.


(La imagen es una foto de Chesi - Fotos CC, bajo licencia de Creative Commons).

Humos.

Tengo amigos fumadores que se toman muy a mal la pretensión de las autoridades de erradicar el hábito de fumar de los espacios públicos. Espero que no dejen de ser amigos por el hecho de que Palinuro sea decidido partidario de la prohibición. Palinuro es indiferente al consumo de tabaco y no tiene inquina a los fumadores pero es muy celoso de los derechos de las personas y los fumadores deben reconocer que su derecho a exhalar humo acaba donde empieza mi derecho a no inhalarlo. Un derecho que tampoco es absoluto porque en casa de un fumador mi derecho no cuenta si estoy allí voluntariamente. Los fumadores dicen que derecho por derecho y como hay que encontrar algún criterio para dilucidar el asunto, suele acudirse al muy sensato de la mayoría. Y la mayoría dice que está harta de entrar en locales que apestan a humo.

El humo ha sido compañero fiel del hombre desde siempre y, en especial, desde que aprendió a hacer fuego. El humo ha sido útil al ser humano de diversas formas: para curar los productos, ahumarlos, desinsectar; también le ha servido en la guerra para despistar al enemigo mediante cortinas de humo; en la guerra y en la paz, para hacerse señales de humo. Y esto por no mencionar el amplio refranero que se vale del humo, como "por el humo se sabe en dónde está el fuego", "a humo de pajas", etc. El humo acompañó al desarrollo industrial europeo y, finalmente, con una industria concentrada en el carbón como fuente de energía, acabó siendo un problema para el medio ambiente, con unas ciudades literalmente comidas por el humo o lo que en Londres se llamó en cierta ocasión, el smog, esto es, la mezcla de fog y smoke. Diversas medidas resolvieron el problema, acabando con el uso del carbón como combustible, sustituido por el petróleo que, a su vez, genera otro de CO2.

O sea, que el humo ha pasado de ser un compañero útil a convertirse en una molesta carga o una presencia peligrosa con lo que la lucha contra él ya ha seguido y esta medida de prohibir el fumar en todo tipo de locales públicos es la última que se da en esta batalla, de momento. Y hay que darla para erradicar el humo de los espacios públicos, al menos el erradicable.


(La imagen es una foto de .f@rfie, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 17 d’agost del 2009

Descifrando la trama.

Mientras en el PP siguen dando gritos, rasgándose las vestiduras, clamando al cielo, amenazando con rayos y centellas en Europa, llamando de todo (feo) al presidente del Gobierno y jurando en arameo que España es ya de hecho una dictadura totalitaria que trata de aniquilar al adversario político echándole encima al fiscal, la policía y los jueces; mientras esto sucede, digo, las indagaciones judiciales sobre la trama Gürtel siguen deparando informaciones que cada vez apuntan más a una enorme tramoya de corrupción que afectó a sectores muy importantes del partido y a las correspondientes administraciones públicas.

Además de las malversaciones, los cohechos, fraudes, falsificaciones, etc que se han detectado y están en proceso en diversos sumarios en distintos lugares de España, todos relacionados con la trama Gürtel, aparecen ahora indicios muy fuertes de fraude y financiación ilegal del partido en los años triunfales de 1996 a 1999, primera legislatura de Aznar sin mayoría absoluta. Dado que en la segunda legislatura sí tuvo dicha mayoría y la trama del detenido Francisco Correa siguió trabajando a pleno rendimiento, será muy de ver qué nuevas informaciones hay sobre el caso entre los años 2000 a 2004.

Como está la situación recuerda un poco la aventura del descifrado de alguna lengua antigua, el egipcio, el lineal B en Micenas: la trama Gürtel llevaba una contabilidad de caja B minuciosamente detallada pero en clave. De vez en cuando aparece, como acaba de suceder en una una caja de seguridad en Pontevedra de Pablo Crespo, número dos de la trama y el que hacía efectivos los trajes de los políticos valencianos del PP, una hoja que, como la piedra Rosetta, ayuda a descifrar muchas entradas de la contabilidad que apuntan racionalmente a la comisión de varios delitos.

Viendo lo que está siendo el tema del verano, esto es, el afloramiento de un insospechado y altísimo grado de corrupción en las filas del PP, se entiende que sus dirigentes se desgañiten en los medios y sus medios se desgañiten tratando de desviar la atención a la denuncia de una persecución hostil e ilegal de las autoridades. Lo mismo argumentaba Al Capone.


(La imagen es una foto de Jaume d'Urgell, bajo licencia de Creative Commons).

¡Que vienen los chinos!

La foto quita el hipo. Se queda uno atónito. Pero no haya cuidado; no va uno a defender la superioridad china por su mejor forma física; estaríamos buenos. Además los dos retratados no son chinos. Pero la China está experimentando un desarrollo y crecimiento económicos que maravillan no menos que la foto. Para ella la crisis ha consistido en bajar de un nueve por ciento al seis por ciento de crecimiento en el PIB. Ahora anuncia la salida del túnel que es causa y efecto al mismo tiempo de la recuperación mundial. Francia y Alemania entran en positivo y en Gringolandia las cosas parecen moverse en la buena dirección. Los indicadores económicos señalan la salida de la crisis. Los indicadores económicos. Los mismos indicadores económicos que no supieron, quisieron o pudieron prever su inicio.

Hay algún tipo de enseñanza, supongo, en el hecho de que sea un Estado autoritario no democrático de partido único (los otros son comparsas) el que dirija la salida de todos de la crisis. Esta situación contradice el saber convencional político establecido mayoritario que requiere una democracia liberal como correlato político del desarrollo económico. Y contradice también el discurso político comunista revolucionario por cuanto ese partido único ha promovido un desarrollo económico basado ampliamente en el mercado y no en su abolición ni una exclusiva planificación económica centralizada, habiéndolo hecho a tal extremo que muchos dicen que la economía china es la primera economía neoliberal del mundo, con el Estado-partido como un actor más en el conjunto de las fuerzas del mercado. Es más, el propio Partido Comunista Chino ha permitido el ingreso en sus filas de elementos burgueses, esto es, propietarios.

¿Quiere ello decir que la legitimidad de los sistemas políticos depende más del rendimiento económico que de su forma de gobierno? En principio tal parece. Los países occidentales suelen señalar de común acuerdo la falta de respeto del régimen chino por los derechos humanos, y la ausencia de democracia, pero todos toman posiciones en el mercado chino y no quieren enemistarse con el régimen que, luego de haber sido comunista, es hoy profundamente nacionalista y rechaza airado las críticas. El hecho es, por otro lado, que aunque China conoce ciertos movimientos de oposición democrática en el interior, estos carecen de la fuerza mínima necesaria para ser un peligro a la estabilidad política, basada en una población desmovilizada políticamente y enfocada hacia el aumento del nivel de vida a través de la adaptación a las condiciones del mercado. Muchos comparan a China con España en los años sesenta del siglo XX.

Queda el asunto de la globalización. Porque el mundo está globalizado puede suceder este fenómeno de que la tercera economía del mundo, camino de ser la primera en poco tiempo, tire del conjunto para superar la crisis. Pero a la vez esto se consigue con un modelo productivo basado en salarios muy bajos, largas jornadas laborales y falta de derechos de los trabajadores, en una situación que en Occidente no se toleraría. Pero que hace muy competitiva la economía china, debilitando a la occidental cuyos empresarios localizan sus fábricas en la República Popular y vienen a Occidente a vender sus productos. Un tipo de división internacional del trabajo con la globalización que lleva en su seno el germen del desmantelamiento del Estado del biestar en Occidente, incapaz de defenderse de la invasión de productos chinos (e indios en medida cada vez mayor) a precios muy bajos. Y no sólo quincallería, sino todo tipo de productos y hasta servicios. He aquí un factor de crisis internacional al que Occidente no ha sabido de momento encontrar solución fuera de confiar en que, con el aumento del nivel de vida en la China se irán imponiendo formas democrático-liberales, lo que no pasa de ser una esperanza basada en un piadoso deseo.



(La imagen es una foto de ceronne, bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 16 d’agost del 2009

El complot.

¡Un complot del Gobierno con diversas instituciones del Estado y con algún medio de comunicación para aniquilar a la oposición! De ser cierta esta acusación su gravedad es tal que justificaría que se hiciera de lado cualquier otro asunto para averiguar ipso facto qué haya de cierto en ella.

Para lo cual la acusación debe sustentarse en pruebas. Y ese es el punto débil de la que el PP formula en contra del Gobierno del PSOE: que no las hay. De Cospedal, Trillo, Costa, González Pons, Mato, todos andan diciendo que el partido aportará las pruebas de inmediato, al tiempo que intensifican la carga de profundidad de sus ataques contra la legitimidad de las instituciones. Pero, de las pruebas, ni el forro. Y cuando uno acusa sin pruebas lo menos que es uno es un/a bocazas y lo más, un calumniador/a.

Cuando muestren las pruebas, que avisen. Entre tanto los asuntos objeto de debate público son los casos de corrupción del PP. Con independencia de si hay una mano siniestra que mueva la cuna y ande tratando de hundir al partido de la derecha, las investigaciones judiciales independientes propias de la administración de justicia en España ponen de relieve que allí donde gobierna el PP está acosado por los casos de corrupción, malversación de fondos, cohecho, falsedad, omisión del deber de auxiliar a la Justicia, etc. Y esto no son maquinaciones de unos gobernantes dictatoriales sino acusaciones e imputaciones concretas en diversos momentos procesales en una serie de causas abiertas a militantes y cargos del PP a lo largo y ancho de la geografía nacional, desde el señor Fabra en Castellón, pasando por las ristra de cargos públicos del gobierno de Jaume Matas en Mallorca hasta el tesorero del partido en Madrid.

En realidad es el PP el que está destruyéndose solo. Un partido que no solamente no colabora con la justicia diligente y abiertamente en esclarecer los asuntos que puedan empañar su ejecutoria sino que, al contrario, la obstaculiza al máximo, se querella contra los jueces de instrucción, acusa sin pruebas, trata de paralizar las actividades judiciales y hostiga a los funcionarios públicos en el cumplimiento de su deber de indagar los comportamientos ilícitos pierde su buen nombre de partido político para acercarse a la condición de una asociación de malhechores.

Aquí el único complot que puede haberse dado hasta la fecha es el de algún político del PP imputado por cohecho con un juez más que amigo del alma para dar carpetazo a la justicia. Eso y las actividades de espionaje que en su día, al parecer, estuvieron realizando unos asesores personales de la señora Aguirre en la Comunidad de Madrid y en contra de otros militantes de su partido, en su carrera hacia la presidencia. Lo demás es ruido mediático, berrinches de mal perdedor, infundios y tinta de calamar por si cuela y no se ve que es un partido cuyos militantes y cargos suelen tener problemas con la justicia.

(La imagen es una foto de Jaume d'Urgell, bajo licencia de Creative Commons).

¿Quieren hacer un negocio?

En estos tiempos de tribulación y zozobra hay que saber en qué se invierte el dinero, el que lo tenga, para no correr riesgos excesivos. En momentos de incertidumbre lo mejor es ir a la segurito. Por eso suben los precios del oro y la cotización de las obras de arte. La inversión en arte, sobre todo en arte que será reconocido, aunque todavía no lo sea es en donde se encuentra el intríngulis de la inversión rentable.

Mi amigo Quique Salgado, pintor hiperrealista, pone a la venta su interesante obra que puede consultarse en su página web Quique Salgado y a la que pertenece ese magnífico Fondo del río Pas, que reproduzco aquí con permiso del autor. Seguro que invertir en Quique es un acierto.


dissabte, 15 d’agost del 2009

El discurso alucinado.

La necesidad de desviar la atención de la cada vez más increíble trama Gürtel, que parece una novela de John Le Carré, lleva a la derecha a extremos de verdadero frenesí. Allí donde el señor Arenas soltó lo de que sólo en las dictaduras se persigue a la oposición, la señora Mato afirma que Zapatero es la persona más dictatorial del mundo. A la señora Mato le pasa lo que dice Hume, que la razón obedece a la pasión y sólo a ella. Además se trata de seguir empleando estratégicamente y como sea el término "dictadura" que es lo peor que puede decirse de una democracia. Una democracia que se niega a sí misma. Y un echarle la culpa de ello al adversario político, cierta o inciertamente.

Esto ya sin contar con el análisis meramente lógico de la expresión que no deja de suscitar dudas. Porque ¿qué quiere decir el hecho de ser "la persona más dictatorial del mundo"? ¿Hay algún concurso internacional de dictatorialismo? ¿Qué significa "dictatorial"? ¿Quien impone sus decisiones personales a todas las otras? Y para serlo ¿hace falta haberlo hecho o basta con haberlo deseado? Porque si se precisa haberlo hecho, esto es, haber impuesto sus decisiones sobre todas las demás no existe un solo dictador; si basta con haberlo deseado, todos hemos sido dictadores en algún momento de nuestras vidas.

Es obvio que la señora Mato dice disparates porque su finalidad es solamente hacer ruido. Pero lo verdaderamente interesante es qué estén haciendo la señora Mato y todos sus compañeros de partido para regenerar un ámbito público civilizado, si es que se puede, después de la plétora de casos de corrupción que se les han detectado.

- ¡Zapatero dictador!

- Vale, de acuerdo, pero ¿en dónde están los contratos entre 2000 y 2004 de la Federación Española de Municipios y Provincias, presidida por entonces por la señora Barberá, la de los bolsos?

- ¡Zapatero, cómplice de los etarras!

- Estupendo, por cierto ¿se sabe ya en cuanto aumentó su patrimonio el Albondiguilla (esto es, el ex-alcalde del PP de Boadilla del Campo)?

- ¡Zapatero, nazi!

- Vale, pero, dígame, ¿sigue el señor Camps diciendo, como dijo en público, que él se paga sus trajes? ¿A que ahora va más prêt à porter?

- ¡Zapatero vendepatrias, amigo del moro, antiespañol, Anticristo, crimen contra la humanidad!

- Desde luego pero, en el ínterin, ¿qué van a hacer con el señor Bárcenas?

Está claro que no quieren hablar de lo que les pasa y hacen bien porque es bastante desagradable con tintes mafiosos de la peor especie. Eso de los contratos desaparecidos, volatilizados, huele que apesta. Y no les queda más remedio que escuchar lo que les dicen porque Madrid, la villa y corte, es una corrala. Una corrala con internet, pero corrala.

(La imagen es una foto de Chesi - Fotos CC, bajo licencia de Creative Commons).

divendres, 14 d’agost del 2009

Pero de qué hablarán.

En un vídeo grabado y enlatado y enviado a las redacciones de los periódicos con ánimo de intoxicar en el verano y no tener que contestar preguntas inconvenientes, el señor javier Arenas dice que Sólo en las dictaduras se persigue a la oposición con fiscales y policías. Ayer ya comentaba Palinuro que estos del PP saben mucho de dictaduras: son los herederos ideológicos de la última en España bajo la cual ellos y sus padres vivían tan plácidamente que, siguiendo los consejos del invicto, no se metían en política. Como, además, las dictaduras, ya se sabe, persiguen sañudamente a la oposición, para que no los persiguieran, estaban todos en el Gobierno y dejaban la oposición a los demócratas y a la izquierda en general. Tan poco se metían en política que no juzgaron necesario tener un partido porque su partido era el Estado y, más concretamente, el Ejército. Éste, el PP (antes Coalición Democrática, antes Alianza Popular), lo fundaron al terminarse la dictadura, quedarse huérfanos y empezar la democracia, por si les hacía falta, que les hace, no porque les gusten lo de los partidos. A ellos, nada de partido: el entero todo es lo que quieren.

En un segundo momento, se pregunta uno: ¿y qué tiene que ver con España hoy el hecho de que sólo las dictaduras persigan a la oposición? Nada entre otras cosas porque casi todos los supuestos "perseguidos" (que no son otra cosa que imputados en procesos penales perfectamente legales, legítimos y democráticos) son gobierno; nada de oposición. Los que, al parecer se lo han estado llevando crudo en los municipios del noroeste de Madrid son alcaldes y concejales, gobiernos municipales, no oposición. Quienes han estado supuestamente espiando como locos en el PP, andan en bocas de todos por su peculiar manera de adjudicar contratos públicos y no se dignan contestar a las preguntas acerca de la misteriosa fundación Fundescam no son oposición sino el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Igual que los imputados valencianos de la trama Gürtel tampoco son oposición en la región sino Gobierno de ésta. Los otros dos "perseguidos" son el ex-tesorero del PP, señor Bárcenas y el diputado en el Congreso, señor Merino para procesar a los cuales el Tribunal Supremo ha cursado ya un suplicatorio. No sé si dos señores procesados por el Supremo pueden llamarse "perseguidos" y menos sé si se puede llamar a este alto Tribunal "inquisición" como hace el señor Rajoy.

¿Se puede?

Me parece que no. No porque sea imposible de todo punto sino porque no hay motivo alguno en este caso para pensarlo.

Así que, resumiendo, los que están "perseguidos" no son oposición y los que son oposición no están "perseguidos".

Por lo demás, déjense de dictaduras, oposiciones, inquisición y otras pendejadas para distraer al personal y respondan de una vez: ¿quién y por qué pagó los trajes del señor Camps? ¿Por qué se espían entre sí en el interior del partido? ¿Qué pasará con los contratos de la Federación Española de Municipios y Provincias, otorgados a las inefables empresas del señor Gürtel y el Bigotes, bajo presidencia de la señora Barberá, la de los bolsos? ¿Qué piensan hacer en el PP si el Supremo casa el auto del Tribunal Supremo de Justicia del País Valenciano por el que el más que amigo del señor Camps archiva una causa que lo perjudicaba? ¿Qué si el mismo Supremo sostiene que el señor Bárcenas mintió y se enriqueció en sus años en el PP? ¿Qué con los procesados en Mallorca?

(La imagen es una foto de dalequetepego, bajo licencia de Creative Commons).

La TDT como el TNT de la comunicación.

El decreto-ley del Gobierno ayer, 13 de agosto, sobre la aprobación de la TDT de pago levantó ronchas. Especialmente en PRISA que salió clamando método inapropiado (el decreto ley), indiferencia ante el dictamen contrario del Consejo de Estado, "agostidad", caciquismo y ruina para el bolsillo del espectador que tendrá que comprar un descodificador nuevo. El Apocalipsis bajo la forma de un editorial de El País titulado Precipitada e innecesaria.

Los demás que también están en TDT en abierto también las piaron por lo que se les viene encima. Y la OCU, alertada por lo de los descodificadores, hizo algunas advertencias, pidiendo que los compradores guarden los recibos, como debió hacer Camps con los de los trajes, para conseguir no pagar de más comprando aparatos . Armagedon en forma de protestas generalizadas del llamado mercado libre, que se opone al favoritismo político, sobre todo al que beneficia a otro.

Del lado de Madiapro, que es a quien parece favorece el decreto-ley ya que pone en marcha un canal de pago que hará seria competencia de Sogecable dado que su oferta es superior, no escuché intento de justificación alguno. Supongo que el vencedor no precisa teorizaciones; se felicita de cómo han ido las cosas y se dispone a hacer caja. Los verdes campos de edén desde el punto de vista de una empresa que ve cómo arranca en condiciones muy prometedoras.

A todo esto las conversaciones para la fusión de la Cuatro y la Sexta, los dos canales de PRISA y Mediapro estaban muy avanzadas hasta que hace un par de jornadas quedaron rotas y sin posibilidad de enmienda. PRISA no consigue que otros ayuden a sostener el peso de su deuda y, ahora, ve cómo le desaparece parte del pastel que tenía con la televisión de pago.

Resulta interesante que un grupo como Mediapro que tiene un periódico, Público, situado muy a la izquierda de El País pueda ser la Némesis del grupo Prisa. El "fuego amigo" ha pasado a ser fuego graneado. Los otros anuncian que irán a los tribunales. Pero tiene difícil defensa judicial pedir que se limite por ley la prestación de un servicio. Suena al peor gremialismo. Pero no hay que olvidar que hubo un socialismo gremialista que dio paso al reformista y al Estado del bienestar.

(La imagen es una foto de Universidad Europea de Madrid, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 13 d’agost del 2009

Mira quién fue a hablar de dictadura.

El PP lo fundó originariamente, cuando se llamaba Alianza Popular (AP), Manuel Fraga quien fue ministro de Franco entre 1962 y 1967. Y no ministro de Industria o Agricultura, cosas inocentes, sino de Información y Turismo, o sea, de propaganda. Algunos diputados del grupo de AP se abstuvieron en la votación sobre el texto de la Constitución de 1978 y otros votaron en contra. A las elecciones de 1979 se presentó AP en coalición con otros grupos de derecha y extrema derecha que se llamaba Coalición Popular. El cartel electoral mostraba a los siete cabezas de partidos coaligados; de ellos seis habían sido ministros de Franco. Se les conocía como "los siete magníficos" pero sólo salió elegido Fraga cuyo partido estaba lleno de franquistas que habían sido alcaldes digitales, presidentes del diputaciones provinciales digitales, procuradores digitales en cortes y ostentado otras canonjías todas ellas digitales.

El presidente del Gobierno, José María Aznar, nieto de un notorio franquista e hijo de otro más apagado y falangista él mismo durante su juventud (eso sí, independiente) llenó sus gobiernos de descendientes de franquistas como la señora Mariscal de Gante, el señor Arias Salgado o el señor Trillo. En sus años en el Gobierno no hubo especiales relaciones con la Dictadura de Franco. Y, al marcharse, prosiguió la costumbre de la casa nombrando digitalmente sucesor suyo al señor Rajoy.

En los años de gobierno del PSOE, desde 2004 hasta ahora, el PP ha solido abstenerse o votar en contra de las decisiones que tengan contenido deslegitimatorio del régimen de Franco. Alguno de sus más señalados políticos, como el señor Mayor Oreja, ha hecho declaraciones muy reveladoras del espíritu conservador, como la que afirmaba que el franquismo había sido un tiempo de una "extraordinaria placidez".

Visto lo anterior sólo cabe decir respecto a la acusación de estar estableciendo una dictadura en España que el PP debiera ser el primero que supiera que no hay tal cosa y que, antes al contrario, son las organizaciones de extrema derecha en donde se concentran más nostágicos de la Dictadura. Y la cosa va de familia en familia. Hace poco, por ejemplo, el suegro del señor Ruiz Gallardón, el ex-ministro franquista José Utrera Molina, que había publicado un libro de memorias cuyo título lo dice todo, Sin cambiar de bandera, el señor Utrera, digo, protestaba de que el Ayuntamiento de Madrid despojara a Franco de algunos de los titulos y honores que las instituciones tenían que dedicarle a lo largo de su incalificable mandato.

Pero, además, déjense Vds. de monsergas con dictaduras y dictaduros: si tienen algo substancial, vayan a los juzgados y, entre tanto, expliquen cuánta de su gente está pringada en el macrocaso de corrupción Gürtel, cuánto inero se han llevado, cuántos contratpos fraudulentos han otorgado, cómo han esquilmado las arcas públicas, de qué forma se espían los unos a los otros y cuántos más delitos han cometido. Eso es lo que importa a la opinión pública y no las fantasías sobre una dictadura imposible de los herederos ideológicos de la más larga que ha habido en España.

La caricatura.

La imagen es estupenda, fotomontaje incluido. Cosa muy difícil porque los fotomontajes no suelen ser de mérito. En este caso viene del blog de Herick Camps Arteseros, diputado del PSOE en las Cortes valencianas. Felicísima imagen que demuestra que el contento del señor Camps por el archivo que de su causa ordenó su más que amigo presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Valenciano es transitorio y tendrá que enfrentarse a la dura realidad de una sociedad civil que no acepta estas sinvergonzadas. El joven diputado demuestra cómo se debe actuar en el momento en que el PP tiene activada una campaña de comunicación para que no se hable del caso Gürtel: ignorándola y hablando del caso Gürtel. Ejemplo:

-¿Cómo dice? ¿Qué España es una dictadura? Sí señora, seguramente y, entre tanto, ¿se sabe ya quién paga los trajes del señor Camps? ¿Y cuánta pastuqui se llevaron los colaboradores del señor Matas en las Baleares?

- ¿Qué? ¿Las escuchas ilegales a los dirigentes de la oposición? Naturalmente, naturalmente, vaya calmándose y haciendo memoria de cuánto dinero procedente del cohecho han estado cobrando los diputados y altos cargos del PP implicados en la trama Gürtel.

(La imagen está en el blog de Herick Campos Arteseros, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 12 d’agost del 2009

Inquisición.

¿No es España católica? ¿No es el catolicismo una de sus señas de identidad? ¿No es el catolicismo la religión que creó la Inquisición? ¿No fue la Inquisición un instrumento que impidió en España y sus posesiones la extensión de la nefanda herejía del protestantismo? ¿Por qué entonces cuando el líder del PP quiere desautorizar al Gobierno y a sus procedimientos de investigación habla de la Inquisición? ¿Acaso no es esto una muestra más de la hegemonía de la izquierda de la que tanto se queja la derecha, sobre todo la más pesada? En efecto, como todo el mundo sabe, la versión crítica y negativa de la Inquisición forma parte de la leyenda negra antiespañola urdida por la izquierda mundial y servilmente seguida por la española, mientras que su glorificación es elemento sustancial de la mentalidad derechista ya desde los tiempos de don Marcelino Menéndez Pelayo. ¿A qué, insisto, se debe que el señor Rajoy utilice de forma tan izquierdista el término Inquisición para referirse a pesquisas ilegales, injustas y arbitrarias?

A varios motivos y ninguno de ellos bueno: en primer lugar a ignorancia, que lo lleva a desconocer el buen juicio que a la gente fetén sigue mereciendo la Inquisición; en segundo lugar a demagogia, al tratar de apuntarse a una causa antiinquisitorial que el registrador de la propiedad cree indudablemente popular; en tercer lugar a falta de escrupulos: contra el PSOE vale todo; en cuarto lugar a su deseo de desviar la atención de las peripecias actuales del PP.

Esta última motivación es la más poderosa: las indagaciones de la policía y los jueces están sacando a luz una situación tal de corrupción y podredumbre dentro del PP, entre sus militantes y cargos públicos, que no hay formación que pueda aguantarla en democracia sin caer en el más profundo de los descréditos. Los trajes impagados del señor Camps, ya reconocidos como tales; los bolsos presuntamente regalados de la señora Barberá; las comisiones ilegales de decenas de militantes y altos cargos municipales y autonómicos del PP; los ingresos sospechosos del señor Bárcenas; las malversaciones y apropiaciones indebidas de los altos cargos del PP en Baleares; las sospechas de que la trama de corrupción y saqueo de las arcas públicas no termina aquí sino que alcanza al gobierno del señor Aznar y quizá a su familia. Todo ello dibuja un panorma desolador. Los manuales de comunicación dicen que, en esta situación, lo que el partido tiene que hacer es desviar la atención pública de los asuntos de corrupción ya que ésta no tiene defensa posible. Hay que conseguir, pues, que la gente hable de otra cosa.

De ahí las acusaciones vándalas de la señora De Cospedal, secretaria general del PP, acusaciones que, sostenidas por el inimitable señor Trillo y el conjunto del partido de la derecha, tienden en el fondo a deslegitimar el Estado de derecho. Tanto hablar de que el gobierno del PSOE pretende volver a la política de diálogo con ETA sólo para coincidir objetivamente con ésta en su intento de desprestigiar la democracia y el Estado de derecho españoles.

(La imagen es una foto de Contando Estrelas, bajo licencia de Creative Commons).