La necesidad de desviar la atención de la cada vez más increíble trama Gürtel, que parece una novela de John Le Carré, lleva a la derecha a extremos de verdadero frenesí. Allí donde el señor Arenas soltó lo de que sólo en las dictaduras se persigue a la oposición, la señora Mato afirma que Zapatero es la persona más dictatorial del mundo. A la señora Mato le pasa lo que dice Hume, que la razón obedece a la pasión y sólo a ella. Además se trata de seguir empleando estratégicamente y como sea el término "dictadura" que es lo peor que puede decirse de una democracia. Una democracia que se niega a sí misma. Y un echarle la culpa de ello al adversario político, cierta o inciertamente.
Esto ya sin contar con el análisis meramente lógico de la expresión que no deja de suscitar dudas. Porque ¿qué quiere decir el hecho de ser "la persona más dictatorial del mundo"? ¿Hay algún concurso internacional de dictatorialismo? ¿Qué significa "dictatorial"? ¿Quien impone sus decisiones personales a todas las otras? Y para serlo ¿hace falta haberlo hecho o basta con haberlo deseado? Porque si se precisa haberlo hecho, esto es, haber impuesto sus decisiones sobre todas las demás no existe un solo dictador; si basta con haberlo deseado, todos hemos sido dictadores en algún momento de nuestras vidas.
Es obvio que la señora Mato dice disparates porque su finalidad es solamente hacer ruido. Pero lo verdaderamente interesante es qué estén haciendo la señora Mato y todos sus compañeros de partido para regenerar un ámbito público civilizado, si es que se puede, después de la plétora de casos de corrupción que se les han detectado.
- ¡Zapatero dictador!
- Vale, de acuerdo, pero ¿en dónde están los contratos entre 2000 y 2004 de la Federación Española de Municipios y Provincias, presidida por entonces por la señora Barberá, la de los bolsos?
- ¡Zapatero, cómplice de los etarras!
- Estupendo, por cierto ¿se sabe ya en cuanto aumentó su patrimonio el Albondiguilla (esto es, el ex-alcalde del PP de Boadilla del Campo)?
- ¡Zapatero, nazi!
- Vale, pero, dígame, ¿sigue el señor Camps diciendo, como dijo en público, que él se paga sus trajes? ¿A que ahora va más prêt à porter?
- ¡Zapatero vendepatrias, amigo del moro, antiespañol, Anticristo, crimen contra la humanidad!
- Desde luego pero, en el ínterin, ¿qué van a hacer con el señor Bárcenas?
Está claro que no quieren hablar de lo que les pasa y hacen bien porque es bastante desagradable con tintes mafiosos de la peor especie. Eso de los contratos desaparecidos, volatilizados, huele que apesta. Y no les queda más remedio que escuchar lo que les dicen porque Madrid, la villa y corte, es una corrala. Una corrala con internet, pero corrala.
(La imagen es una foto de Chesi - Fotos CC, bajo licencia de Creative Commons).