divendres, 19 de setembre del 2008

Cuestión vasca: por enésima vez.

Un atento comentarista anónimo me decía ayer que defiendo el fascismo. Éstas eran sus palabras exactas: "ESTAS DEFENDIENDO EL FASCISMO: YO POR COMPARTIR LOS OBJETIVOS DE ETA: LA INDEPENDENCIA, A LA CARCEL TAMBIEN SEGÚN TU:". Bien. Si yo sostuviera eso estaría sosteniendo algo que es falso y necio al mismo tiempo. Y, francamente, no acostumbro. Es falso porque en España todo el mundo puede defender el objetivo de ETA, la independencia de éste o aquel trozo del llamado "Estado español" y la prueba es que eso es lo que hacen los señores de Esquerra Republicana de Catalunya que no solamente no van a la cárcel sino que están tan ricamente en el Congreso de los Diputados y en el Gobierno de la Generalitat. Sin que nadie les tosa. España es un Estado de derecho y una democracia en donde todas las opciones políticas, incluida la desmembración de la propia España por la independencia de cada uno de sus partidos judiciales, pueden defenderse pública y libremente. Los etarras no están en la cárcel por luchar por el objetivo de la independencia, sino por hacerlo matando, secuestrando, extorsionando, siendo unos asesinos. Eso está claro, ¿verdad? La pregunta de por qué matan estos mendas cuando la causa por la que dicen luchar (la independencia) puede pregonarse libremente siempre que sea de modo pacífico es aquí irrelevante y puede quedar a que la respondan los psiquiatras, si son capaces.

Por tanto, está claro que si yo dijera que quien defiende la independencia de lo que sea en España va o debe ir a la cárcel, estaría diciendo algo falso, tan falso que si lo dijera sentaría plaza de estúpido. E insisto en que no es el caso.

Entonces, ¿por qué hay gente que sostiene que quien comparte los objetivos de ETA va a la cárcel cuando es evidente que eso es falso? Pregunta que también conviene derivar a los psiquiatras, más que nada por no perder el tiempo. Cierta experiencia me hace pensar que a quienes tales cosas dicen la verdad les importa una higa; lo que quieren es defender la causa de ETA... y que les salga gratis. Porque coincidir con ETA en los objetivos no te lleva a la cárcel; pero coincidir en los medios, esto es, recurrir a la violencia, al asesinato, etc, sí.

Podría terminar este post aquí y ya habría dicho suficiente. Pero como en la izquierda hay gente respetable, además de quienes recurren a estas burdas patrañas, gentes que están sinceramente preocupadas por la famosa Ley de Partidos y la actividad judicial de ilegalización, con las recientes y sucesivas de ANV y PCTV, seguiré en interés del entendimiento general para disipar dudas y deshacer los embrollos que pretenden armar los de "la coincidencia carcelaria en los objetivos".

Sabemos que los etarras van a la cárcel por asesinar, extorsionar, secuestrar y cometer todo tipo de delitos y estaremos de acuerdo en ello porque cualquier sociedad civilizada tiene que enchironar a los asesinos. Pero es que los etarras también van a la cárcel simplemente por pertenecer a ETA, aunque no hayan asesinado ni extorsionado. ¿Por qué? Porque ETA es una asociación ilícita, más en concreto, una banda armada, una asociación cuyo fin, cuyas actividades quebrantan la ley. Y pertenecer a una asociación ilícita es un delito, tipificado como tal en el artículo 555 del vigente Código Penal español. Como lo es favorecer la fundación, organización y actividad de tales asociaciones (art. 518 CP). El meollo está, pues, en este concepto de "asociación ilícita" y la pertenencia a ella.

¿Y qué sucede con otras asociaciones en principio legales, por tanto lícitas? Sucede lo que puede suceder siempre: que pueden ser legales y lícitas o bien pueden encubrir, colaborar, financiar, etc a otras asociaciones ilícitas, en cuyo caso habrán pasado ellas mismas de ser lícitas a ser ilícitas. Eso se le alcanza a cualquiera. Ya se le alcanzaba a los escolásticos medievales que distinguían entre el tirano de origen, mutatis mutandi aquí ETA, y el tirano por ejercicio, aquí, por ejemplo Batasuna, ANV, PCTV y lo que se tercie. Y tambien se le alcanza al legislador español que en el artículo 515, 1º del citado Código dice: "Las que tengan por objeto cometer algún delito o, después de constituidas, promuevan su comisión". Uno puede empezar la vida pública delinquiendo a las claras y uno va entonces a la cárcel sin más dilaciones. O bien puede uno empezar su vida pública en la legalidad y prevalerse de esta situación para delinquir luego, en cuyo caso va uno a la cárcel en diferido, tras la correspondiente investigación, comprobación de la actividad delictiva y conexo fallo judicial. Eso también está meridianamente claro. Cualquiera entiende lo que son organizaciones "tapadera" de otras delictivas. Se dan en todos los órdenes de la vida, las tienen los narcotraficantes, la Camorra, la Mafia, los terroristas y, por supuesto, ETA.

Aquí corresponde una breve digresión o inciso. Decía ayer otro comentarista (gracias a los dioses sin acusarme de defender el fascismo) que las organizaciones criminales y los partidos políticos eran esencialmente distintos y que por eso había legislación especial para los últimos porque, al fin y al cabo, a las ANVs, PCTVs, etc los votan decenas de miles de ciudadanos. Es una falacia, me temo. Sin duda son asociaciones distintas pero, cuando delinquen, se convierten en iguales a los ojos de la ley por un principio elemental en el Estado de derecho: nadie está por encima de la ley. Por lo demás, no hace falta ser muy cínico para suponer que si la Camorra o la Mafia se presentaran a elecciones también sacarían decenas de miles de votos. Es más a mi modesto entender eso y sólo eso era el Partido Nazi y ganaba elecciones. Fin de la digresión.

Volviendo al hilo: estamos de acuerdo en que hay asociaciones ilícitas de origen y asociaciones ilícitas por ejercicio u organizaciones que empiezan siendo lícitas pero como su fin oculto es ayudar o encubrir a las ilícitas, devienen en ilícitas. Por cierto, obsérvese hasta qué punto el busilis de este asunto es el concepto de asociación ilícita que nadie, que yo sepa, se ha molestado jamás en probar que ETA lo sea, pero basta con que un pavo llegue a la comisaria y diga que es de ETA (y eso se pruebe) para que le caiga un paquete y muy bien caído. No es éste el caso con las asociaciones (partidos, gestoras, clubes y hasta iglesias) que, siendo lícitas devienen en ilícitas. Eso es un proceso. Y como todo proceso llama a proceso, el Estado de derecho requiere que alguien pruebe fehacientemente que una asociación lícita de origen devino ilícita. Y no solamente eso sino que también exige que la asociación pueda defenderse de la acusación y tenga un juicio justo. Al final, hay que demostrar sin lugar a dudas que una asociación (ANV, PCTV, lo que sea) ampara, encubre, protege, financia a una asociación ilícita o colabora con ella. Y para probarlo no basta con aducir que coincide con los objetivos de la asociación ilícita porque, como vimos más arriba, por coincidir en los objetivos aquí nadie va a la cárcel. Se va por delinquir, y se va con sobrado motivo que es distinto. Razón por la cual en España tampoco hay "presos políticos", sino delincuentes de derecho común, asesinos, secuestradores, extorsionadores, entre otros que se escudan en una motivación política falsa.

¿Quién tiene potestad para ilegalizar a una asociación, esto es, decidir que una asociación originalmente lícita se ha hecho ilícita? Por mandato constitucional (art. 22, 2 y 4 CE) sólo los tribunales de justicia. Ahora bien, para poder actuar los jueces necesitan normas habilitantes, leyes que determinen qué es delito y qué no ya que los jueces no pueden inventarse los delitos. Para eso está la famosa La Ley Orgánica 6/2002, de 27 de junio, de Partidos Políticos, llamada "Ley de Partidos", que es la que los jueces han aplicado en el caso de Batasuna, de ANV, del PCTV y que aplicarán en el futuro cada vez que los amigos, seguidores, clientes, colaboradores o encubridores de ETA recurran al mismo procedimiento de inscribir una asociación "limpia" de origen con el objetivo posterior de usarla para cometer delitos. Y, siendo esto así, el procedimiento es democrático e impecable desde el punto de vista del Estado de derecho. Es decir en España no se prohíben partidos o asociaciones o lo que sea por razones ideológicas sino por cometer delitos debidamente probados en procesos judiciales contradictorios y limpios.

Otra cosa será si alguien prueba que esas condenas, esas disoluciones o anulaciones se han tomado de forma injusta, quebrantando el espíritu o la letra de la ley, es decir si ha habido vicios de procedimiento, para lo cual existen los correspondientes recursos y vías de remedio que, como bien se sabe, incluyen apelar a la jurisdicción supranacional en la Unión Europea, visita que cada vez hacen más gustosamente los nacionalistas vascos, los violentos, los menos violentos y los mansos. Otra cosa asimismo es que el instrumento idóneo para conseguir los fines de disolver las asociaciones ilícitas y encarcelar a sus miembros sea la mencionada Ley de Partidos que parece pecar de un exceso de celo del legislador o de overkill, que dicen los que andan siempre a la última, bien por inventarse causas de anulación de partidos o por abrir peligrosas vías a los controles de fines de las asociaciones. Pero todas esas dudas han sido ya dirimidas por la jurisdicción constitucional que dio espaldarazo a la Ley en su día. También aquí cabrá ir a otras instancias supranacionales. Tengo para mí que con el Código Penal bastaba para lo que se necesitaba pero, de momento, lo que tenemos es una Ley plenamente constitucional por unanimidad del Tribunal Constitucional en sentencia 48/2003, de 12 de marzo de 2003, en la que se establecen ciertos matices interpretativos a la citada Ley pero se respalda ésta por entero.

A estas alturas del post estará ya claro que en España se disuelven, anulan y prohíben las asociaciones ilícitas, como en todo país civilizado. A continuación se condena y encarcela a las personas físicas -las penalmente responsables- por el mero hecho de pertenecer a tales asociaciones ya que dicha pertenencia es un delito. Digo esto que es obvio porque se oye a menudo la disparatada especie de que los tribunales en España encarcelan a gente como el señor Olano y otros que no han cometido delito alguno porque no han asesinado ni extorsionado ni secuestrado a nadie. Sin duda que no. Pero pertenecen a una asociación que protege, colabora, encubre, financia a quienes sí lo hacen. Por tanto, el señor Olano es un delincuente y, como delincuente, debe estar en la cárcel.

Todas estas cuestiones, que hay que exponer tan prolijamente, son elementales pero hay que explicarlas para contrarrestar la venenosa cuanto falsa afirmación de que la coincidencia con los objetivos de ETA en España te lleva a la cárcel. Mentira de manual de agitación y propaganda etarra. Y, en definitiva, todo esto sobra si se retrotrae el asunto a su planteamiento inicial, el del psiquiatra: siendo así que en España se puede preconizar la independencia de la parte que se estime pertinente sin ningún tipo de cortapisas, como lo demuestran los señores de ERC todos los días quienes, además, afirman tener expectativas fundadas de conseguir su objetivo, ¿por qué mata ETA?

Y ¿por qué mienten quienes afirman que la coincidencia en la defensa de la independencia te lleva a la cárcel?

(Las imágenes son cuatro de los más famosos Caprichos de Goya, que no necesitan comentario.)

La mirada aviva la vida.

Ahora que la Fundación Mapfre ha abierto un nuevo local en el Paseo de Recoletos parece haber decidido consagrar el de General Perón solamente a fotografía, según cuenta su Director General, Pablo Jiménez Burillo, en el catálogo de esta exposicion que durará hasta el 4 de enero de 2009 con entrada gratuita, cosa nada desdeñable hoy día. La Fundación que, como se sabe, tiene un espléndido fondo fotográfico, dedica ésta a seis fotógrafos estadounidenses pertenecientes a dos generaciones: la mayor, Walker Evans, Harry Callahan y Helen Levitt y la menor, Diane Arbus, Garry Winogrand y Lee Friedlander. La siguiente que se abrirá en enero de 2009 será monográfica sobre Evans.

Los seis fotógrafos ahora expuestos tuvieron bastante relación entre sí; se conocían, se habían tratado, hablaban unos de otros hasta el punto de que casi parecen un solo grupo. Lo que no quiere decir que no manifiesten agudas diferencias. Al contrario, cada uno de ellos forma una unidad monádica e independiente de los demás. Precisamente lo que convierte a un fotógrafo en un artista es el hecho de que consiga imprimir sello personal a unos productos obtenidos por medios esencialmente mecánicos. La peculiaridad, eso que llamamos "estilo" de un pintor, de un músico, de un escritor se detecta con facilidad; no tanto sin embargo la de un fotógrafo... salvo que tenga verdadera calidad como cualquiera de los seis mencionados y especialmente la muy patriarcal figura de Walker Evans (1903-1975), el hombre-puente entre los grandes/grandes (Stieglitz, Strand) y los más jovenes, y que dedicó parte de su esfuerzo a retratar los Estados Unidos de la era sombría posterior a 1929. La imagen de la derecha, el famoso retrato de Allie Mae Burroughs, una aparcera de Alabama en el decenio de 1930, es una especie de símbolo icónico de los años de la depresión que refleja la fuerza y la sencillez de alguien encargado por el Gobierno Federal de levantar acta, por así decirlo, del lamentable estado del país en aquellos años. Evans fue un hombre muy relacionado con los representantes de la "generación perdida" de la postguerra, William Carlos William, Scott Fitzgerald, etc y uno encuentra en su trabajo tanto elementos de esta tendencia como de la subsiguiente, la beat generation. Y sí, por supuesto, en esta foto también.

Algo similar sucede con Garry Winogrand (1928-1984) quien, aun un cuarto de siglo más joven, refleja una visión rápida, espontánea y con mucho contenido de la ciudad en los años sesenta. Suya es la imagen que ilustra el catálogo de la exposición, titulada New York city, 1968. Odio ponerme sentimental, cosa muy fácil cuando se trata de fotos que reflejan momentos que uno ha vivido personalmente aunque no de necesidad el retratado, sino cualesquiera otros coincidentes en los infinitos elementos que componen una vivencia y que van desde la arquitectura urbana a la moda, los peinados e incluso los gestos y ademanes y el momento existencial. Supongo que es lo que podemos definir como el hecho de sentirse directamente interpelado por una obra de arte. Y no sólo las ciudades. A la izquierda aparece la portada del catálogo que montó Szarkowski, del MoMA, para la exposición personal de Winogrand y que deja clara la categoría del fotógrafo como paisajista, capaz de combinar lo natural y lo cultural casi como una simbiosis para transmitir una sensación de inquietud, como la que se desprende de ese paisaje de Nuevo México en el que vemos que algo incierto está preparándose desde el fondo de la imagen y avanza hacia la frágil e insólita figura del niño recortado en negro.

Y la gente, sobre todo la gente. Porque las ciudades, los paisajes, los bodegones, las composiciones están muy bien, pero la fotografía es una historia de personas mostrando personas a personas. Al igual que los pintores descubrieron con eso que se llamó el "retrato psicológico" que era posible pintar el interior de alguien a base de reflejar su exterior, los fotógrafos pueden hacerlo con mayor facilidad porque, paradójicamente, la reproducción mecánica de las formas permite un trabajo posterior de selección que actúa como un filtro de calidad. El pintor se lo juega todo a una carta; el fotógrafo elige lo que quiere ex post facto tanto comparando retratos de distintas personas como muchos retratos de la misma. Cualquiera que haya visto la serie de "mujeres ensimismadas", de Harry Callahan (de las que se muestran varias en la exposición), el gesto de las fotografiadas, la concentración, todo son lo mismo pero cada una es absolutamente distinta y transmite una experiencia singular. Diane Arbus que dedicó mucho tiempo a retratar niños, incluso bebés, nos dejó una galería de infinitas inocencias, desde las perversas a las angelicales. Uno no sabe en dónde situar ese retrato de las mellizas pero siempre que lo veo me viene a la memoria la Otra vuelta de tuerca, de Henry James.

(La segunda imagen, la foto de Walker Evans, pertenece a la Biblioteca del Congreso de los EEUU que declara que no tiene restricciones de publicación. Las otras dos (Winogrand y Arbus) están acogidas al proyecto de Wikipedia WikiProject Fair Use).

dijous, 18 de setembre del 2008

¿Estado de excepción?

Con motivo de la última sentencia del Tribunal Supremo en la que se declara fuera de la legalidad al partido Acción Nacionalista Vasca (ANV) escuché a una digna miembra de la izquierda patriótica cuyo nombre no he conseguido retener declarar que la decisión judicial era una muestra más del estado de excepción que vive Euskal Herria.

¿Estado de excepción? Sin duda la declarante hablaba de oídas cosa a la que son tan aficionados los nacionalistas vascos dizque de izquierda pues, que yo sepa, no hay declarado estado de excepción alguno en el País Vasco. Lo que hay, tanto ahí como en el resto de España, es una Ley de Partidos Políticos en vigor que nos parecerá mejor o peor, pero es una ley ordinaria que no configura excepcionalidad alguna sino algo elemental que todo el mundo entiende en todo el planeta y ello es que, si determinado comportamiento es delito, quienes lo amparan, fomentan o colaboran con él, son delincuentes también. En el País Vasco, en España y en el Himalaya los cómplices de los delincuentes son delincuentes.

Bien. En España (y no solamente en el País Vasco) opera una organización de asesinos dedicada a matar a la gente por pensar de forma que a ellos no les gusta. O sea, una organización de delincuentes. Está claro que quienes colaboren con tal organización serán delincuentes también. Por supuesto. Y habrá que perseguirlos y encarcelarlos, digo yo. Por supuesto de nuevo. Pero ¿para qué hace falta una ley especial para proceder a algo tan obvio? Muy sencillo, porque los cómplices y colaboradores de los asesinos en el País Vasco no actúan individualizadamente sino a través de organizaciones aparentemente legales, aparentemente destinadas a otros fines pero orgánicamente integradas en la de los asesinos, y los jueces necesitan de una norma especial que los habilite para proceder contra esas organizaciones criminales a las que no se puede procesar en la vía penal ordinaria por ser personas jurídicas. Porque, que estas organizaciones sean instrumentales para las actividades delictivas es algo que deben decidir los jueces, ¿verdad? y no el Gobierno, ya que España es un Estado de derecho. ¿En dónde está pues el estado de excepción?

Se lo diré a Vds., pacientes lectores: está en esa estólida insistencia de los independentistas vascos en tratar de engañar a la gente y jugar a la hipocresía de afirmar que ilegalizar ANV o meter en la cárcel a los componentes de las "Gestoras pro-amnistía", filiales de la casa madre de pistoleros no es democrático. Es un intento estúpido y sobre todo hipócrita como es hipócrita la actitud de las otras fuerzas nacionalistas vascas que como siempre que se procede judicialmente contra ETA y su conglomerado de organizaciones a sus órdenes, ponen el grito en el cielo y boicotean toda medida que se adopte contra esa lacra.

Porque está bien claro: según la doctrina Garzón que es de puro sentido común ETA no es solamente la nómina de pistoleros que la componen sino también una red de empresas subsidiarias, organizaciones paralelas, servicios de apoyo que operan en aparente legalidad pero contraviniendo la ley. Exactamente igual que en el caso del crimen organizado, por ejemplo, los narcotraficantes no son solamente la lista de criminales en nómina directa sino una red de empresas, entidades y organizaciones que cumplen diversos cometidos como distribuir la mercancía, proporcionar cobertura a los delincuentes, blanquear dinero, ajustar cuentas... Y cada vez que los jueces determinan culpabilidades, las organizaciones se cierran y sus miembros individuales reciben condenas penales. ¿Por qué había de ser distinto en el País Vasco? Si los señores de ANV colaboran con ETA son ETA y lo mismo los del PCTV (si así se prueba) o los de las famosas Gestoras.

Y una prueba más de que esto es así y que suelo señalar es que todo el mundo lo entiende, incluso en el País Vasco y, fuera de sus amigos del PNV, nadie se moviliza en la calle en contra del supuesto "estado de excepción". Es tan desvergonazada la hipocresía de pretender delinquir impunemente que, cuando actúan los tribunales y envían a los delincuentes a la cárcel, nadie se mueve en el País Vasco. Esas torvas amenazas que suelen formular los cómplices de los asesinos o quienes les bailan el agua de que si se encarcela a éste o a aquel o se procede contra tal partido o tal otra colectividad, Euskadi arderá por los cuatro costados son puro wishful thinking. Ni por lo cuatro ni por uno. No pasa nada. Los señores de las gestoras condenados a diez años van a tirarse diez años en chirona en función también de unas normas arregladas específicamente para que los cómplices de terroristas sufran un debido castigo.

También suele oírse por ahí que esas normas de cumplimiento penitenciario son una prueba más del estado de excepción en el País Vasco. De nuevo falso como un dólar tibetano. Dichas normas, como la Ley de Partidos rigen en toda España por igual y se aplican a todos los ciudadanos españoles vivan en donde vivan.

Por lo demás parece que en la banda hay movida. Un par de presos cuestiona la estrategia de la organización que, al seguir como hasta la fecha, garantiza que los seiscientos reclusos etarras (más o menos) van a pasar en la cárcel la duración real de sus condenas. Es de esperar que a medida que pase el tiempo las voces de los presos se oirán más y más. Lo que vaya a pasar en el seno de la banda es una incógnita.

A los dos días del revolcón del Tribunal Supremo al inteligentísimo plan para colar de matute la independencia del País Vasco sin que los demás se enteren, ETA puso una bomba lapa en los bajos del coche de un policía que no ha muerto por casualidad. ¿Qué se puede hacer con una gente tan lerda que piensa que los lerdos son los demás y no cree que deba cambiarse algo (y mucho y muy profundo) en las formas de convivencia de la sociedad vasca?

Porque el único estado de excepción real, material, que yo conozco en el País Vasco es el de la gente que ha de andar con escolta desde hace años, el de las personas que no pueden ir tranquilamente por las calles siempre que salen a ella los energúmenos y gamberros de la llamada kale borroca o actividades afines. Eso sí que es estado de excepción.


(La imagen es una foto de Brocco Lee, bajo licencia de Creative Commons).

Guerra santa.

Michael Walzer es uno de los más importantes teóricos políticos contemporáneos encuadrado en la escuela comunitarista. Este libro (La rebelión de los santos. Estudio sobre los orígenes de la política radical, Katz editores, Madrid, 2008, 354 págs) que fue su tesis doctoral, se publicó originalmente en 1965, pero hasta ahora no había sido traducido al español. Ahora sí a cargo de doña Silvia Villegas quien no ha hecho precisameente un buen trabajo. La traducción es torpe, literal, desacertada, dificulta la lectura y comprensión del texto y a veces es simplemente de risa. Una lástima porque se trata de un libro profundo, bastante denso y notablemente bien escrito.

El punto central de la obra es que el nacimiento de lo que el autor llama la política radical se da en el periodo anterior a la revolución inglesa del siglo XVII y durante ésta, es decir, un lapso más o menos entre 1580 y 1640. No he visto que defina en parte alguna qué entienda por política radical pero no hace falta: se trata de una política encaminada a provocar una revolución. El grupo responsable de ésta en la inglesa del XVII, los puritanos, son los antecedentes de los jacobinos franceses y los bolcheviques rusos. Eso en cuanto a la intención expresa del libro. Hay también un punto implícito, paralelo al primero que es detectar también en el puritanismo el origen remoto de los intelectuales, de forma que habría que reformular el saber convencional que sitúa aquel en la Ilustración francesa y, más específicamente, en el asunto Dreyfus y Zola para remontarnos a los calvinistas de la época de Cromwell y clérigos puritanos. Coadyuva bastante, aunque Walzer no lo mencione, que fue Samuel Taylor Coleridge quien acuñó el término clerisy para designar a los funcionarios letrados de su tiempo.

Había dos grupos susceptibles de adoptar la ideología calvinista en la Inglaterra Tudor, el clero y la nueva clase de ricos ilustrados. Se daban por entonces cuatro factores favorables al surgimiento de este grupo: 1) la separación entre la política y la unidad familiar; 2) la aparición de hombres libres; 3) la consideración racional, amoral y pragmática de los métodos políticos; y 4) la aparición de unidades políticas en gran escala (estados territoriales) (pp. 28-30).

En ese caldo de cultivo se produce la recepción del pensamiento político de Calvino, por entonces gobernante en Ginebra. El autor dedica un brillantísimo capítulo a la ideología (sostiene que Calvino, "hombre práctico con ideas" es ante todo un ideólogo) calvinista del que destaco su propuesta de situar a Calvino entre Hobbes (la legitimidad del poder político depende de que sepa imponerse) y Rousseau (la importancia del control social) (p. 62) en cuanto a la comprensión del orden político "lego", por así decirlo. De ahí pasa Calvino a singularizar la iglesia como un orden político propio establecido para siempre por la palabra de Dios y que no depende de ninguna pauta jurídica. Esa sociedad política eclesiástica (que él materializó en Ginebra mediante el juramento de sus ciudadanos, fiel a sus convicciones pactistas) genera una identidad de creyente y ciudadano o creyente militante que es el origen de la figura del santo que luego dará el salto a Inglaterra, en lucha perpetua contra Satán. Admite Calvino el derecho de resistencia, según la tradición feudal y se opone al tiranicidio, si bien y esto es esencial, lo reafirma bajo la forma de la obligación de aquellos santos creyentes de castigar la impiedad (p. 78).

El calvinismo tiene luego dos proyecciones que Walzer singulariza con particular acierto: los hugonotes franceses y los exiliados ingleses (unos ochocientos en total) en varias ciudades europeas como Zurich o Ginebra de los tiempos de la Reina María Estuardo y por ello llamados "exiliados marianos". La consideración de los hugonotes es una muy inteligente reflexión sobre el pensamiento de Duplessis de Mornay que, como se sabe, pasa por ser el autor de la Vindiciae contra tyrannos, así como Francis Hotman, el autor de la Franco Gallia, esto es, los que nosotros conocemos como monarcómacos. El interés de la muy moderada nobleza hugonote francesa era encontrar una justificación del derecho de resistencia otorgándoselo al clero (p. 94). De otro lado, los exiliados marianos, con John Knox a la cabeza mucho más radicalizados ya justifican la revolución contra el gobernante ilegítimo o tiránico y el tiranicidio como derecho que residencian en cualquier creyente (pp. 122-123). Ésta sería la conclusión radical de la idea calvinista del creyente militante. Preguntado Knox si los súbditos piadosos podían derrocar a un príncipe impío su respuesta simple fue: "si son capaces de ello" (p. 124).

Son los ministros puritanos ingleses, constitutivos de una clase fuerte y definida frente al amorfo clero anglicano y en permanente lucha contra España (contra el catolicismo satánico) los que más hacen por derribar el orden tradicional, constituyéndose en lo que Walzer llama un ejemplo de "intelectuales de avanzada" (p. 137). Se definen en lucha contra los católicos pero coinciden en gran medida con los jesuitas, son los plebeyos de los tiempos isabelinos que se han cultivado y comienzan a colaborar con los caballeros parlamentarios (p. 153). Y cuando empiezan a consolidarse y a vivir del evangelio que predican, una nueva persecución en 1630 los fuerza a un segundo exilio, esta vez a Nueva Inglaterra y no siendo ya ochocientos sino más de veinte mil (p. 157). No es preciso subrayar la importancia de esa emigración a América para la constitución posterior de los EEUU (el autor no hace referencia al hecho) y para el avance de la revolución en la propia Inglaterra a través del intercambio de escritos, panfletos y sermones entre los dos lados del océano. Era Sabine, creo recordar, quien calculaba que en los años de 1630 a 1640 más o menos se habían publicado más de veinte mil escritos de polémica política.

Esta clase puritana lanza un ataque devastador contra el mundo político tradicional centrado en sus tres puntales: la jerarquía, la conexión orgánica y la familia (p. 164). Los santos son igualitarios (hasta Calvino sostenía la jerarquía y Hooker decía que el lugar del Rey era natural); son enemigos de la concepción orgánica de la sociedad, muy propia de los anglicanos, que ellos sustituyen por la metáfora de la "nave del Estado" en donde no cabe olvidar que si la nave es mal dirigida puede darse un motín (p. 195); y desacralizan el concepto heredado de familia patriarcal, como se prueba en las contundentes diatribas de Milton en favor del divorcio (p. 210).

El orden tradicional socavado por la revolución sería substituido por un nuevo mundo basado en la disciplina y el trabajo. Esta nueva disciplina, que abomina del ocio y del teatro (entre otras cosas) se basa en tres métodos definitorios del puritanismo: la vocación, el sistema congregacional y la teoría de la magistratura (p. 226). Es muy relevante de la mentalidad puritana la relación de las personas que vivían fuera de la vocación: 1) pillos, mendigos y vagabundos; 2) monjes y frailes; 3) señores que pasan "el día comiendo y bebiendo"; y 4) sirvientes (p. 232). Es interesante comparar esta lista con la de "parásitos" que redactara Saint Simon unos doscientos años después, que incluía a militares, reyes y nobles y le costó un disgusto. Especial relevancia tiene aquí la función de las congregaciones ya que, como señala Walzer constituyen el núcleo de presión social y vigilancia colectiva de los santos (p. 257).

En el momento en que los plebeyos educados entran en contacto con los caballeros subvierten la concepción heredada de la nobleza (basada en Maquiavelo y el inefable Baltasar de Castiglione) en función de un concepto de caballero piadoso, hombre sencillo en lucha contra las corrupciones cortesanas de Babilonia y Nínive, magistrados cuya vocación política se articula en tres instancias: 1) las elecciones; 2) la organización política; y 3) los "ejercicios" (p. pp. 276-279). Una vocación política que lleva implícita la guerra. La cercanía de los puritanos rabiosamente anticatólicos a los jesuitas se personifica aquí en el hecho de que los primeros beban decididamente en la teoría del guerra justa del jesuita Francisco Suárez (p. 286). Beban en ella, claro, para ir más allá de ella. Suárez jamás tocó el tema de la guerra santa ya que la guerra es asunto eminentemente secular; pero ese es el paso que dan los puritanos y así como la razón de Estado justifica la guerra del Rey, la razón de la religión justifica la guerra de Dios (p. 291). Aquí es donde se corona la obra de Walzer, pues ya tenemos a los intelectuales (la "intelligentsia"), los santos, los clérigos, los hombres piadosos, predicando la guerra santa, el extermino del satánico enemigo y contando para ello con un tipo nuevo de soldado que ya no es el campesino reclutado a la fuerza ni el mercenario, sino un militante, convencido de su intención y con alta moral. Con estos hombres compuso Cromwell su New Model Army, algo por entonces imbatible (p. 293).

Walzer corona su magnífica obra extrayendo una serie de características que entiende se pueden aplicar también a los jacobinos y a los bolcheviques. Juzgue el lector: 1ª) En la transición de una forma de sociedad a otra aparece una banda de "desconocidos" que se consideran elegidos y buscan un nuevo orden; 2ª) se diferencian de los demás por una gran confianza en sí mismos y una audacia sin igual; 3ª) se enfrentan al mundo existente por medio de la guerra; 4ª) su organización adelanta la sociedad que buscan y refleja las necesidades de la lucha; 5ª) al poner en acto la santidad generan una nueva clase de política; 6ª) su función es doble: externamente llevan el ataque final contra el antiguo orden; internamente la piedad y la predestinación son la respuesta que dan a los dolores del cambio social (pp. 334-336).

Walzer señala que el saber convencional hace al calvinismo responsable de prácticamente el conjunto de la modernidad, con especial referencia a la weberiana cuestión del "espíritu del capitalismo" y, por el modo de plantearlo, parece que no coincide gran cosa con ello. Pero sí afirma rotundamente que en él, en el calvinismo y su versión puritana, se encuentra el origen de la política radical de nuestro tiempo. Y tiene razón. Únicamente echo en falta en el libro que no se especifique que el puritanismo ya fue el origen de la política radical en su propio tiempo, dado que, si no estoy equivocado, el autor sólo hace una referencia y de pasada a los levellers (niveladores) de John Lilburne y ninguna a los diggers (cavadores) de Gerrard Winstanley, los dos sectores más radicales del Ejército de nuevo tipo de Oliver Cromwell.

dimecres, 17 de setembre del 2008

Conversación celestial entre A. Smith, K. Marx y J. M. Keynes.

Hace un día maravilloso como corresponde a la región divina. A la hora de celebración de la democracia angélica, cuando todos los espíritus se mezclan sin parar mientes en su jerarquía, querubines con tronos, virtudes con dominaciones pues de otro modo no podría armarse la orquesta celestial, y poco antes de entonar con melancólica cadencia el Gloria in excelsis Deo, Adam Smith (concertino) se encuentra con John Maynard Keynes (clarinete) que está en animada charla con Karl Marx (octabajo) quien, al ver a aquel, se dirige hacia él blandiendo el arco.

Marx: ¡Siempre lo dije, siempre lo dije! ¡Mis predicciones se cumplen! El socialismo se implantará empezando por los países más avanzados de la tierra. Nada de aquel pestiño de la Rusia agrícola cuando un eslavo bastante bruto llamado Lenin se empeñó en empezar la casa por el tejado. El comunismo se establecerá en los EEUU en primer lugar, luego Inglaterra, después Europa Occidental... como yo lo había predicho.

Smith (desconcertado, dirigiéndose a Keynes): ¿qué le sucede a Herr Marx esta mañana? Está muy excitado y cuando los alemanes se excitan...

Keynes: nada, acaban de anunciar que la Fed en los States interviene AIG y dice que es el comienzo del fin, la crisis general del capitalismo que él siempre vaticinó, que ahora los EEUU nacionalizan empresas, la transición al socialismo. No puede imaginarse qué mañana llevo. He llamado a Lytton para que me eche una mano, pero está ligando con el sobrino de Virginia Woolf.

Smith (escandalizado): no me hable Vd. de esas horrendas perversiones suyas de Bloomsbury. El capitalismo es sobre todo moralidad, amigo mío, moralidad, cumplimiento, palabra dada, trabajo, frugalidad...

Marx: ... y explotación, explotación a mansalva. La plusvalía...

Smith: no empiece Vd. Herr Marx. Por Dios, no me suelte el vol. I de El Capital que es el único que pudo Vd. publicar. ¿Cómo que crisis general del capitalismo? Lo que Vd. siempre dijo es que esa crisis vendría por un proceso de depauperación de un lado con sobreproducción de otro en un contexto de anarquía del mercado y todo ello hablando del capitalismo industrial...

Keynes: es lo que yo le digo siempre, Mr. Smith. Charlie boy, no diste ni una.

Smith: claro que no; ni una. Aquí hablamos de una crisis del capitalismo financiero.

Marx: financiero, industrial, el capitalismo es siempre capitalismo; igual que una ñorda es siempre una ñorda...

Keynes: ¡por favor, Charlie!

Marx: déjame Johan, sé lo que me digo: el capitalismo es una ñorda y de anarquía en los mercados ¿para qué hablar? A ver, Mr. Smith, ¿quién puede controlar los mercados financieros internacionales? Ni Dios, que acaba de pasar por aquí con el Wall Street Journal bajo el brazo, ni Vd. mismo, que era su querubín teórico tienen ni la más guarra idea. Esto es un caos, mezcla de irracionalidad y pura codicia. El afán de lucro, la sobreexplotación de las masas.

Keynes: Bertie Russell me dijo el otro día que ha ayudado mucho la pavorosa estupidez de los llamados "neocons", con ese tejano beodo que ya está considerado el peor presidente de su país.

Smith (A Marx): ¿qué quién controla? Bueno, debiera Vd. saber, Herr Marx, que los mercados se controlan solos, pues son sistemas autorregulados y como dice otro sabio alemán, autopoyéticos. Mi mano..., ejem, quiero decir, la mano invisible de los vicios privados/virtudes públicas...

Marx (aporreando el octabajo): ¡ja! ¿Has oído John? ¡La mano invisible! Aquí la única mano invisible es la que ha metido en los ahorros de medio mundo una banda de ladrones y banqueros (lamento la redundancia) que llevan treinta años viviendo de las bellaquerías económicas de las desregulaciones, las privatizaciones y las "reformas" de unos políticos siervos que sólo pretendían embellecer el capitalismo. ¡Y por más que la embellezcas, una ñorda es una ñorda!

Smith: falso, Herr Marx. El error no está en el mercado, que es un mecanismo neutro, impersonal y racional de asignación de recursos. El error está en esa monstruosidad que se llama "política económica" por la que todos los gobiernos interfieren en donde no deben y me da igual que esas interferencias sean para privatizar o para nacionalizar. La mejor política económica es la que no existe. El Estado está para detener chorizos, hacer caminos e impedir que nos invada la Armada Invencible. Todo lo demás, como dice mi amado doctrino von Mises, es socialismo.

Keynes: pues es que ahora lo que se impone como solución es la nacionalización.

Smith: ¡error!

Marx: ¿error? Es lo único sensato que ha hecho en ocho años esa banda de ineptos en Gringolandia. Mr. Smith, Vd. no entiende nada de economía. El error eran y son las privatizaciones. Al abolir el Estado quiere Vd. retrotraernos al feudalismo.

Smith: quien no entiende nada de Economía es Vd., Herr Marx, que quiere abolir el mercado, lo que equivale a abolir la base misma del cálculo económico. Al abolir el mercado nos lleva Vd. al totalitarismo más inepto.

Keynes: pero en algo tiene razón Charlie, Mr. Smith: las privatizaciones fueron un desastre.

Smith: ¡claro que sí! No seré yo quien lo niegue. Fueron un desastre porque fueron actividades de capitalismo corsario o capitalismo de ladrones. El capitalismo es un sistema moral que prohíbe el robo o la confiscación y las privatizaciones fueron confiscaciones de aprovechados. Basta ver lo que se hizo en España. Por eso digo que ninguno de los dos entendéis de economía.

Keynes: ¿cómo que no, old chap? Yo siempre defendí un punto de vista que integraba el suyo y el de Kärlchen, una mezcla, un juste milieu, como decía Montesquieu o, para que Charlie me entienda, una "superación" o Aufhebung hegeliana de la contradicción capitalista básica...

Marx: juste milieu, juste milieu. Tú eres un pánfilo que no te has enterado de qué va esto o peor aun, un sucio socialdemócrata progre al servicio del capital. Como lo está el Estado, siempre al servicio del capital. Por eso quiere Mr. Smith que sea diminuto y no tenga competencias: para que sea la agencia de la clase dominante. Cuando hay que privatizar se privatiza y cuando hay que nacionalizar, se nacionaliza. Según le interese al capital.

Smith: hágame el favor de no caricaturizar mi teoría Herr Marx. Que la suya sea elemental como el sonido del grillo no quiere decir que también lo sea la mía. En mi teoría el Estado no tiene por qué intervenir en el mercado para beneficiar al capital ni al no capital, a nadie.

Keynes: pero Mr. Smith, por favor, en este Cristo que hay montado en Wall Street, si el Estado no interviene, todo el montaje mundial se va al garete.

Smith: pues que se vaya. Eso quiere decir que estaba mal montado.

Marx: ¿lo ves? Lo que yo decía: crisis general del capitalismo y llegada del socialismo en la Meca misma del capital. Como yo lo dije.

Keynes: creo que están Vds. los dos locos. Sus recetas son destructivas y las dos (anulación del Estado o anulación del mercado) llevan a una perpetuación de la crisis. Claro que el Estado debe intervenir, precisamente para corregir las disfunciones del mercado y así mantenerlo. En momentos de crisis, el Estado debe garantizar la demanda agregada, invirtiendo en obras públicas...

Marx: ¿y salvando a los ladrones de la quiebra? ¿Como hacen los sociatas en España, que subvencionan con dineros públicos a los tiburones del ladrillo? ¿Tirando los ingresos del Estado por el sumidero de las operaciones especulativas y fraudulentas del capital reunido en conciliábulo a ver cómo puede explotar más a los trabajadores del mundo entero?

Smith: cierto, John, Herr Marx y yo estamos de acuerdo en esto. Recuerde que en La riqueza de las naciones decía yo que siempre que dos capitalistas se juntan aunque sea para jugar a las cartas las consecuencias las pagamos los demás.

Keynes: de acuerdo yo también, amigos. No me refería a estas intervenciones que suenan a sacar las castañas del fuego a los piratas del caos financiero mundial y que van a dejar a nuestros países sin recursos para poner en marcha las acreditadas políticas de mi flamante marca keynesiana, expuesta en La teoría general, etc. El Estado debe intervenir recurriendo incluso al déficit pero no arruinándose en operaciones especulativas (ese es el aspecto más siniestro de esta historia) sino en actividades productivas; así se mantiene alta la demanda y a largo plazo...

Smith y Marx (al unísono, mientras empiezan a sonar los primeros acordes del Gloria in excelsis): ¡todos calvos!.

(La primera imagen, una estatua de Adam Smith en la parte trasera de la Royal Academy es una foto de Matt From London; la segunda, un retrato de Karl Marx, es una foto de Álvaro Herraiz, ambas bajo licencia de Creative Commons); la tercera es una foto de John Maynard Keynes (a la derecha) junto a Harry Dexter White en una reunión de Bretton Woods y está en el dominio público).

dimarts, 16 de setembre del 2008

El criminal Francisco Franco.

Tres factores de muy distinta naturaleza han puesto a los españoles en la situación en que se han encontrado antes otros pueblos a la salida de regímenes tiránicos, despóticos o terroristas, esto es, confrontados a la necesidad de entender su pasado y esclarecer los hechos que lo significaron desde un punto de vista moral y/o jurídico. Estos tres factores han sido: a) el paso del tiempo; b) la labor de un grupo de investigadores e interesados; c) la reciente decisión del juez Garzón de recabar información de las autoridades sobre las matanzas de los franquistas. Permítaseme abordarlos por separado.

a) El paso del tiempo. A veces se oye y lee por ahí que la transición, entendiendo por tal la transición propiamente dicha (entre 1975 y 1978) y la consolidación (entre 1978 y 1986 más o menos) fue un apaño, un pasteleo, una vergüenza, que la izquierda se dejó avasallar en el mejor de los casos y en el peor vendió sus viejas y justas reivindicaciones por un lugar al sol en una seudodemocracia monárquica que llega al día de hoy. Eso es fácil de decir ahora. Por supuesto, siempre será posible imaginar que lo que se hizo en un momento pudo haberse hecho mejor. Pero a la hora de formular un dictamen tan duro recuérdense las circunstancias de entonces.

El dictador había muerto en la cama en la plenitud de su poder. El ejército (con tres ministerios en el Gobierno) controlaba la situación y, aunque ligado por la lealtad al Rey, vigilaba todo de cerca y estaba presto a intervenir en cualquier momento, como hizo en febrero de 1981. Los pistoleros de los sindicatos campaban por sus respetos, como se prueba con la matanza de abogados laboralistas en Atocha en 1978. Los asesinos y torturadores de la Brigada Política Social seguían en activo. Todos los aparatos de la Dictadura estaban en pie. Enfrente una izquierda dividida y debilitada también vigilada en el exterior a causa de la Revolución portuguesa llamada "de los claveles" en 1974. Hasta el Partido Comunista de España traía una política de "reconciliación nacional" que quería decir exactamente eso: reconciliación, perdón, amnistía. Y aun así su legalización fue un momento crítico en que todo estuvo a punto de irse al garete.

En aquellas condiciones se hizo lo mejor que se pudo. Insisto: seguramente se hubiera podido hacer mejor pero que quienes critican ahora la transición digan en qué. Gobernaban con mano de hierro los que ganaron la guerra y se beneficiaron de la represión/genocidio posterior y la condición que pusieron para permitir la transición fue que se clausuraran las responsabilidades del pasado. Y hubo que aceptar porque si no ahora no estaríamos aquí.

La transición se hizo por consenso, amnistía y perdón. Ahora podemos decir que no valen porque fueron arrancados por la violencia y con amenazas pero no sé cuánta gente estaría dispuesta a sostener este punto de vista. Máxime si se tiene en cuenta que, como argumentamos entonces consenso, amnistía y perdón no significaban olvido. No queríamos ni podíamos olvidar y por eso mismo, ahora que ha pasado el tiempo y cuando los beneficiarios del genocidio ya no pueden chantajear a los poderes públicos (aunque sí, y ya lo hacen, insultar y amenazar) pedimos la justicia que se debe a las víctimas: su reconocimiento y el conocimiento público de los victimarios. Queremos saber quiénes murieron, cómo, en dónde están enterrados, quiénes los asesinaron, por qué y qué beneficios obtuvieron de ello. Es obvio que esta exigencia ya no acarrea peligro de involución alguna y no lo es menos que no implica "reabrir heridas", como desatinadamente dice el señor Rajoy, dando así voz a todos los criminales que se ensañaron con la población indefensa, la torturaron, la asesinaron, le robaron sus propiedades y se lucraron con todo, esto es, a la columna vertebral de lo que siempre se ha llamado el "franquismo sociológico" y que hoy muestra su miedo a la verdad vociferando desde sus innumerables plataformas, partidos políticos, medios de comunicación, púlpitos, fundaciones y asociaciones.

b) La labor de un grupo de investigadores y personas interesadas que, durante estos años, de forma callada y ejemplar han estado buscando y rebuscando en los archivos y registros en condiciones muy duras; han hablado con los familiares, allegados y vecinos de las personas asesinadas en aquellos años a los que muchas veces les costaba decir lo que sabían porque habían interiorizado el miedo que aquel régimen de asesinos había esparcido por toda España, el miedo denso y espeso de los pueblos, las pequeñas ciudades de provincias, en donde las gentes habían visto cómo los guardias civiles, los chulos falangistas, los militares, asesinaban a la gente impunemente, la fusilaban y abandonaban los cuerpos en las cunetas y barrancos; han visitado cementerios, campos, dehesas en busca de las fosas comunes, los lugares donde estaban enterrados tantos asesinados y desaparecidos.

A este grupo de historiadores, investigadores y familiares debemos agradecer todos un trabajo que hoy empezará a dar sus frutos también en beneficio de todos. Por cierto que en los últimos días he leído muchos artículos y reportajes sobre la tarea de los historiadores que han venido documentando la memoria histórica, todos ellos muy meritorios. Pero me ha llamado la atención no haber visto mencionado (quizá no he dado con él) el nombre de mi colega Alberto Reig, uno de los que empezó a interesarse ya en los años sesenta por las víctimas de la represión franquista y de los que tiene más documentada y rigurosa obra publicada al respecto. Tanto por el debido reconocimiento como por el beneficio para la colectividad el nombre de Alberto Reig debiera encabezar estas relaciones de investigadores.

c) La providencia del juez Garzón. No tengo duda de que ha sido una providencia justa que es lo mejor que puede decirse de los actos de un juez y así lo dije en dos posts hace unos días titulados Tres hurras por el juez Garzón y Nueve hurras por el juez Garzón. El magistrado ha recabado información sobre los asesinados por los franquistas durante la guerra civil y la posguerra con el fin de determinar el tipo de delito de que se trata y si es o no competente para proceder a la instrucción. Esta providencia es decisiva porque con independencia de las conclusiones a las que se llegue, por fin las víctimas de la vesania fascista en España (aproximadamente unas 130.000 personas asesinadas y hechas desaparecer entre desde 1936 hasta los años cincuenta, según parece) verán reconocida su existencia y el Estado estará ya obligado, cuando menos, a proveer a su localización, exhumación y devolución a sus familiares y allegados. Sólo por eso ya merece aplauso el juez Garzón.

El otro aspecto, el del tipo de delito que aquí se trate es más problemático. En principio no puede ser considerdo genocidio ya que éste aparece definido en el art. II de la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio de las Naciones Unidas de (Resolución 260/III de la Asamblea General de 12 de enero de 1951) como los actos "perpretados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso." Es decir, quedan excluidos los asesinatos de grupos políticos o sindicales, lo que se ha llamado politicidio. El primer borrador del texto incluía los crímenes políticos, pero estos se excluyeron por presiones de la Unión Soviética y otros estados que temían que se los encausara precisamente por eso. Esta definición restringida de genocidio es la que recoge expresamente el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional de 17 de julio de 1998 en su artículo 6. Para mi santiguada, el juez no podrá tipificar los crímenes franquistas como genocidio porque no lo ampara ningún texto legal. Pero, si no jurídicamente, moralmente fueron un genocidio y un genocidio anterior al Holocausto. Y por tal los reputo: un genocidio de republicanos como antes lo hubo de armenios y después de judíos, tutsis o bosniacos, por no citar más que algunos casos.

El citado Estatuto sin embargo en su artículo 7 tipifica el crimen de lesa humanidad como los asesinatos, exterminio, esclavitud, etc que se cometan "como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque." Y aquí sí encajan los asesinatos franquistas perfectamente pues fueron generalizados y sistemáticos y contra la población civil. Cabe tipificarlos así y es de esperar que el juez Garzón lo haga. Pero aunque la Convención, el Estatuto y otros instrumentos declaran que estos crímenes son impresciptibles, reconocen a los asesinos el privilegio de la irretroactividad penal por lo que no podrán ser procesados porque cometieron sus crímenes antes de la entrada en vigor del Estuto.

Pero que no puedan ser procesados los autores no obsta para que los tribunales de justicia sentencien que los delitos se cometieron y podamos saber los nombres de las víctimas y de los asesinos. Y esto no es en modo alguno, repito, abrir heridas, sino cerrarlas. Cerrarlas y que cada palo aguante su vela. La acción del juez Garzón tiene además una notable proyección exterior puesto que viene a resolver la contradicción que se estaba produciendo por el hecho de que España, que persigue crímenes de lesa humanidad y genocidio en otras partes del mundo como Chile, la Argentina, Guatemala o el Tibet, no hubiera sido capaz hasta la fecha de poner orden en su propia casa, sacar a luz y juzgar y condenar (aunque sólo sea moralmente) a los asesinos que durante años se cebaron en una población civil derrotada, inerme, empobrecida y aterrorizada.

(Las imágenes son sendas fotos del criminal Francisco Franco con Hitler en Hendaya, con Mussolini en Bordighera y con la jerarquía eclesiástica, bajo palio entrando en San Francisco el Grande el 3 de marzo de 1941 a los funerales por Alfonso XIII.)

Premios 20 blogs.

Palinuro se ha inscrito en el concurso anual que abre el diario 20 Minutos y titulado Premios 20 blogs. No es que tenga muchas esperanzas porque la experiencia del año pasado le sirve de desengaño dado que en el concurso se practica mucho el voto estratégico que es algo así como las peñas de las loterías: nos juntamos y jugamos x participaciones. Aquí igual: nos juntamos y todos nos votamos a todos. Con lo cual como Palinuro es bicho solitario que no se junta ni con su sombra, lo tiene crudo. Pero como también es de temperamento infantil y juguetón se presenta porque le hace ilu que lo voten.

Se incluyen más abajo las bases del concurso por si alguien más quiere participar-

Obsérvese que sólo pueden votar los blogueros y que hayan registrado un blog en el concurso. Así que ya lo saben los lectores que quieran votar a Palinuro: hay que pinchar en la imagen o en el enlace, ir a 20 minutos, inscribir un blog en alguna de las categorías (Palinuro quería que lo inscribieran en Actualidad y Cultura, pero sólo le han dejado Actualidad) y esperar a que se abra la posibilidad de votar y hacerlo, yendo a "mejor blog de actualidad" y buscando "Palinuro".

El año pasado cada votante podía votar por un mismo blog durante todos los días que duraba el concurso (un voto diario, que también se prestaba mucho al voto estratégico) y me da la impresión de que este año es igual. O sea que si algún/a lector/a quiere votar a Palinuro todos los días, sólo tiene que ir al baner de la columna de la derecha, pinchar y votar en 20 minutos. Gracias.


Bases 2008


1. Podrá presentarse al concurso cualquier blog en castellano. Se crea un premio para blogs en otras lenguas.
2. Para participar en el concurso será necesario estar registrado como usuario de 20minutos.es e identificado en el momento de realizar la inscripción. El autor de un blog deberá optar al inscribirse por las categorías en las que concursa, pudiendo inscribirse en dos como máximo: una temática y la de mejor diseño.
3. Un mismo autor podrá presentar diversos blogs al concurso.
4. Todos los blogs inscritos optarán al premio de los blogueros (votación de la comunidad blog) y al de mejor blog en castellano (mejor blog).
5. Para poder votar hay que tener inscrito, al menos, un blog, admitiéndose únicamente un voto por categoría.
6. Cada participante sólo podrá votar a un blog por categoría, independientemente del número de blogs que haya presentado a concurso.
7. Los miembros del jurado no podrán presentarse al concurso.
8. Los blogs de 20minutos.es no podrán presentarse al concurso.
9. Los blogs ganadores en pasadas ediciones no podrán presentarse a la misma categoría del concurso que ganaron en el pasado.
10. Todos los premios irán sujetos a las retenciones que marque la ley vigente.
11. Se determina www.20minutos.es como único medio reconocido para la presentación de las bases del concurso.
12. Las personas y los sitios blogs galardonados podrán hacer publicidad de dicha condición en membretes, anuncios y sitios web, especificando la modalidad, así como publicar o difundir la concesión del premio en cualquier medio de comunicación.
13. La participación en estos premios supone la aceptación expresa de las bases y las decisiones del jurado y el público.
14. Queda terminantemente prohibido emplear los Premios 20Blogs como plataforma para difundir contenidos prohibidos, entendiendo por tales aquellos que violen prohibiciones legales. En este sentido también se considera como contenido prohibido la oferta de vínculos que conduzcan a esta clase de contenidos.

dilluns, 15 de setembre del 2008

La que se nos viene encima.

Desde que la burbuja inmobiliaria estalló el verano pasado en los Estados Unidos vengo siguiendo con verdadera fascinación el desarrollo de esta crisis y posteando regularmente sobre ella. Una ojeada a la lista de etiquetas de la derecha en el blog probará que las voces "crisis" y "economía" acumulan más de cien entradas entre las dos. Así que no es cosa de aburrir al personal con el consabido rollo del yoya de que andan los periódicos llenos en estos días: "yo ya lo dije", "yo ya lo sabía". Lo que cada cual sabía está registrado en las hemerotecas hasta el fin de los tiempos. Por ejemplo El País en un editorial de 6 de septiembre de 2007 titulado Profetas del desastre decía: "La carestía de algunos productos básicos, la subida de los tipos de interés hipotecarios, la pérdida de vigor de la construcción y las incertidumbres derivadas de la tormenta financiera pintan un inicio de curso económico con algunas sombras que sería irresponsable ignorar. Pero es absurdo no poner esos datos en relación a otros de la realidad como que la economía española sigue creciendo muy por encima de la media europea, y creando más empleo que ningún otro país de nuestro entorno; y que, contra lo que parecen desear algunos críticos rutinarios, no hay datos para suponer que un posible descenso en los próximos meses en el ritmo de creación de empleos vaya a provocar un desplome comparable por ejemplo al producido en 1992." Pues ya sabemos lo que hay. Claro que por aquellas fechas también los señores Rodríguez Zapatero y Botín (véase el post de Palinuro La crisis inexistente de 8 de septiembre de 2007) tranquilizaban a todo el mundo al alimón diciendo que aquí estábamos protegidos contra toda adversidad, que nuestra situación era boyante, que de crisis nasti de plasti.

No quiero hacer mucha sangre porque tendría que empezar por derramar la mía ya que al fin y al cabo haya uno escrito lo que haya escrito lo más característico de esta crisis que dura más de un año es que nadie tiene ni repajolera idea de su etiología, su posible tratamiento y sus consecuencias. Ni idea. Todo lo que sabemos es que ni Dios se fía de nadie y que los discursos, aclaraciones, declaraciones, explicaciones y demás retórica sólo contribuyen al barullo porque entran de lleno en el terreno de esa misma desconfianza. No hay relato neutral, imparcial o desinteresado en las cosas humanas. Eso es el abc de las ciencias sociales, del que los economistas dicen estar libres cual si no fuera evidente que todos, absolutamente todos quienes hablan de economía son "homo economicus", tienen intereses específicos en lo que dicen y son juez y parte. ¿Como qué habla un banquero cuando habla de la crisis? ¿Como un científico? ¿Y un consultor de bolsa, un "broker", un alto ejecutivo de una empresa? ¿Como gentes desinteresadas que ven con frialdad el curso de las cosas? Nada, ni idea. Eso no quiere decir que la máquina de producir discursos, relatos, explicaciones se detenga. Los medios son como los viejos altos hornos: no pueden parar. Así que los banqueros, los "brokers", los gobernantes, los profesores universitarios, los agentes de cambio y bolsa y los oficinistas a la hora del aperitivo siguen hablando y hablando como si tuvieran idea de lo que sucede y soltando profecías que suelen incumplirse antes de que hayan terminado de formularse.

¿Qué pude estar sucediendo? Desde el verano de 2007 hay un hecho nuevo: ésta es una crisis del capitalismo como sistema en su conjunto pero de alcance global. Es la primera crisis global de la historia, lo que equivale a decir que nadie tiene ni idea de cuál pueda ser su comportamiento por la razón evidente de que nadie, que yo sepa, entiende ya cómo funciona el sistema económico y financiero mundial, es una realidad tan densa, compleja, compacta y ajena a toda regulación que ese mismo funcionamiento es producto del azar.

En este momento lo único que parecemos saber es que aprovechando la falta de regulación global del capitalismo financiero una serie de entidades crediticias, especulativas, bancarias, han inventado prácticas sumamente lucrativas a corto plazo de proceder con los créditos hipotecarios, prácticas que cuando se conozcan en sus exactas dimensiones probablemente serán tipificadas como delitos pero que al no estarlo todavía se limitan a causar destrozos entre los sectores perjudicados (estafados) que en muchos casos son las mismas entidades que especularon en un primer momento.

Probablemente haya hoy circulando por el mundo billones de dólares en créditos basura que no valen ni el precio del papel en el que están impresos pero empaquetados como atractivos "productos" financieros que los bancos han estado ofertando por doquier. Pero como los balances han de cuadrar, poco a poco van cayendo los que se dedicaron al lucrativo negocio del toco-mocho financiero a gran escala y esto ya empieza a ser un rosario de catástrofes que convierten a esta crisis en un fenómeno reptante, silencioso pero que será más dañino para la estructura productiva del capital que la de 1929.

Cada vez que cae uno de estos gigantes bancarios (y según el exlibertario Greenspan todavía caerán más) se organiza un escandalazo. Son empresas "demasiado importantes para quebrar". ¿Qué quiere decir esto? Lo que se viene diciendo desde que Lehman Brothers apuntó que se iba al garete: que nadie sabe qué catastróficas consecuencias para el conjunto del sistema financiero mundial puede tener la quiebra de un gigante de esas características.

Aquí es donde entra el discurso de los gurús neoliberales. Todavía no hace mucho que estos, orgullosos de lo bien que funcionaba un sistema autorregulado y camino de una necesaria privatización total (o sea, feudalización de la sociedad, desaparición de todo rastro de lo público, todo privado, la educación, la medicina y hasta la justicia) contaban que de las cien grandes empresas mundiales hacia 1900 ya no quedaba ni una en el mercado porque el capitalismo es, como decía Schumpeter, "destrucción creadora". Pues si es destrucción creadora, que se vayan al carajo Bearn Stearns, Indymac, Fannie Mae, Freddie Mac, Lehman Brothers y el sursum corda. ¡Ah, no! dicen ahora los neoliberales: hay que salvar al sector porque nadie sabe cuáles puedan ser las consecuencias para el conjunto del sistema. O sea cuando se puede, cuando hay beneficios se privatiza y cuando vienen mal dadas se socializan las pérdidas.

Sin embargo hasta un estúpido tan denso como el ministro gringo de Hacienda, Henry Paulson, parece haberse dado cuenta: si el Estado rescata a cada gigante crediticio que anda en problemas por haberse pasado en su afición a la estafa como ya ha hecho con Bearn Stearns, Indymac, Fannie y Freddie, mañana no queda íntegra una sola institución financiera porque la gente, que no es tonta, prefiere arriesgar los dineros públicos que los propios, los de cada uno que están tan ricamente en el bolsillo. Habría una serie de quiebras en busca de los dineros públicos. Es una reacción elemental que consiste en que si hay opción lo primero que se esquilma es lo público y lo privado se reserva. Así que cuando los dos potenciales compradores de Lehman Brothers, el Bank of America y Barclays se enteraron de que el Estado no iba a garantizar contra pérdidas en la adquisición, se volvieron por donde habían venido y hoy Lehman caerá en la bolsa para no levantarse más y con él, a saber cuántos más.

Entre tanto, la vida de los tiburones sigue como hasta la fecha. El Bank of America compra Merril Lynch, otro gigante en apuros por 44.000 millones de dólares dice que para protegerlo del impacto del hundimiento de Lehman pero en realidad porque es un bocado suculento ya que la empresa hubo de sanearse este verano a lo bestia vendiendo créditos hipotecarios por valor de 30.000 millones de dólares a veintidós centavos el dólar.

Otrosí, como el asunto es tan grave, allí donde no piensa intervenir el Estado, el capitalismo financiero global ha acabado teniendo que organizarse y al hundirse Lehman se creó un consorcio internacional de diez bancos: Bank of America, Barclays, Citibank, Credit Suisse, Deutsche Bank, Goldman Sachs, JP Morgan, Merrill Lynch, Morgan Stanley y UBS para sindicar un fondo de créditos de setenta mil millones de dólares a fin de paliar los efectos del hundimiento de Lehman. Pero obsérvese bien, esto sólo sucedió cuando ya estuvo claro que fracasaba la operación de rescate de Lehman chupando de los fondos públicos. A la fuerza ahorcan y es posible que el capital financiero global acabe entendiendo que cierta regulación de las transacciones, que la intervención de los Estados, que el ámbito de lo público está en el mejor interés de conservación del sistema. Pero eso sigue sin ser claro todavía.

Entre tanto en España, en donde se echa la culpa de lo que nos sucede a lo que pasa fuera pero nadie se toma la molestia de analizar en serio eso que pasa fuera, el gobierno socialista, siguiendo la ilustre teoría neoliberal, ha apartado tres mil millones de euros para ayudar a las empresas constructoras que no solamente ocasionaron el destrozo actual por su insaciable codicia sino que, viendo que el Estado interviene en su beneficio regalándoles el dinero de los contribuyentes, no sienten la necesidad de bajar los abusivos precios de las viviendas, prohibitivos para la ciudadanía. La responsable de tal injusticia y abuso es la ministra Beatriz Corredor, una registradora de la propiedad al servicio de los tiburones inmobiliarios, como lo está el otro ministro socialista, partidario de que "no se hunda el sector" (que ya sabemos qué significa), señor Sebastián.

(Las imágenes son sendas fotos de swisscan y TCM Hitchhiker, ambas bajo licencia de Creative Commons. La primera es una preciosa abstracción de un monstruo y la segunda, la nómina de monstruos reales de Hollywood; de derecha a izquierda, el hombre-lobo, la momia, el monstruo del Dr. Frankenstein, Drácula, la criatura de la laguna negra y el fantasma de la Ópera).

Cuestiones de género.

El número de verano (julio-septiembre de 2008) de la Revista Española de Investigaciones Sociológicas, (CIS, Madrid, 2008, 295 págs) de obligada lectura para el conocimiento de los avances de la disciplina y las características de la sociedad española, trae una fuerte carga temática de perspectiva de género básicamente empírica, sin descuidar cuestiones teóricas de importancia.

Enrique Martín Criado en El concepto de campo como herramienta metodológica repasa la famosa aportación de Pierre Bourdieu a la sociología y levanta constancia de que su mismo éxito, su vis expansiva, amenaza con restarle efectividad. El campo de Bourdieu es una propuesta para el análisis sociológico con dinámica propia no reductible a otros procesos sociales. Bourdieu lo construye al estudiar los profesionales de la producción simbólica (los especialistas en bienes de salvación y en producción artística y cultural) esto es básicamente los curas y los intelectuales, y Martín Criado lo ilustra perfectamente estudiando la evolución de la pintura como arte desde el Quattrocento, cuando los pintores eran miembros de los gremios (el gremio de San Lucas por cierto) y tenían el tratamiento social de aprendices, oficiales, maestros o sea, obreros y nada de artistas, hasta la emancipación en el siglo XIX. Suenan aquí los ecos de las ideas de Arnold Hauser acerca de la relación entre creación artística, mecenazgo y mercado. La teoría general de los campos es una potente herramienta metodológica que se ha extendido a otros territorios como la burocracia, la política, la universidad, el clero, el derecho, etc´, con el consiguiente peligro de difuminarse. Para devolverle su precisión Martín Criado la pone en conexión con las investigaciones de Michael Mann sobre el Estado (su "teoría del embrollo" , p. 20) y Michel Dobry sobre los "sectores" (más o menos derivado del concepto de "entramado" de Norbert Elias) todo lo cual permite aplicar el concepto de campo a las organizaciones estatales a través de la "multi-integración" (p. 23) y haciéndolo a dos niveles: a) el más general para todo tipo de fenómeno social en que cree son preferibles los conceptos de "configuración" o "entramado" y b) el más específico que, a su vez, abarca dos territorios: 1) el campo de la producción simbólica y 2) lo que Dobry llama "sectores", esto es, instituciones estatales con cierta autonomía o entramados de grupos y organizaciones en competencia entre sí.

Josep Picó y Juan Pecourt (de quien ya reseñamos un libro reciente en dos posts seguidos Los intelectuales, el franquismo y la transición I y Los intelectuales..., etc. II, en El estudio de los intelectuales: una reflexión abordan este siempre sugestivo territorio con una clara voluntad sistematizadora que revela conocimiento de causa y bastante audacia. Citan la bibliografía reciente más relevante (Rémy Rieffel, Pierre Bourdieu, Anna Boschetti) y declaran mezclar las dos perspectivas que tradicionalmente se han adoptado aquí: la historiográfica y la sociológica. Pero predomina la primera. En lo historiográfico sitúan el origen de los intelectuales en la Ilustración (citan las luces francesas, el Sturm und Drang alemán y la Intelligentsia rusa), su primera protesta en el conocido caso Dreyfus que dividió a los intelectuales en los dos campos en que seguimos encontrándolos hoy día, los universalistas/cosmopolitas y los nacionalistas. Hacen breve parada en las reflexiones de la entreguerra con las obras de Benda, Mannheim, Gramsci y Nizan. Por cierto aplausos por rescatar al autor de Aden Arabie, generalmente eclipsado por Gramsci y los gramscianos. Las etapas siguientes del desarrollo del intelectual son la guerra fría (y la división en campos ideológicos) y los fenómenos concomitantes del estalinismo, la Sociología estadounidense y el funcionalismo. El aspecto sociológico de su estudio queda reducido al inicio y al final de su exposición. En cuanto al inicio recogen las razones que según Zygmunt Bauman explican el nacimiento de los intelectuales: a) la importancia del conocimiento en la sociedad; b) el declive de la nobleza en la opinión pública; c) el nacimiento del Estado moderno que redefine las relaciones entre lo público y lo privado; d) la creación de espacios autónomos, libres de lealtades; e) la secularización de la sociedad y la separación entre ciencia y moral; f) y los firmes propósitos de los intelectuales de defender la verdad, la razón y las libertades (p. 42). He reproducido estos rasgos porque se vea la ingenuidad de un viejo pensador ex-marxista. En cuanto al final de la exposición, los autores recuerdan que Bourdieu afirma que existe un "campo" intelectual y, al hablar de los intelectuales posmodernos, ponen de relieve su claro perfil mediático. Es una buena síntesis.

Juan Ignacio Martínez Pastor en Cada vez menos y más tarde: un análisis de la nupcialidad masculina durante los últimos treinta años en España da cuenta del hecho de que entre 1980 y 2006 se haya retrasado la edad media en que los españoles contraen matrimonio: 26,2 años en 1980 y 31,8 en 2006 para los varones y 23,9 en 1980 y 29,6 en 2006 para las mujeres. Las teorías que el autor pretende contrastar, explicativas de la nupcialidad retrasada, son las de Valerie K. Oppenheimer y Gary Becker. La primera señala tres causas de retraso: tendencia a la profesionalización de las sociedades con mayores tiempos educativos; cambio de rol de las mujeres; tardía consolidación laboral de los jóvenes (p. 69) Para el caso español, Pastor añade la precariedad laboral y el problema de la vivienda. En cuanto a la conocida teoría de Gary Becker se centra en el postulado de que la incorporación de la mujer al mercado laboral produce el retraso de la nupcialidad masculina. La fuente de datos que utiliza es la Encuesta de Población Activa (EPA) porque, aun no teniendo mucho información restrospectiva, es una encuesta periódica (trimestral), es exhaustiva y tiene una amplísima muestra. La técnica que utiliza es la regresión logística por cuanto la variable dependiente que se va a tratar (casamiento o soltería) es dicotómica. Su conclusión es que el aumento de la inestabilidad laboral se ha concentrado en España en los jóvenes y junto a la carestía de la vivienda ha generado un proceso de formación familiar cada vez más tardío. A cambio cree (y esto ya me parece más problemático) que, como los jóvenes han prolongado la estancia en el hogar paterno y las jóvenes tienen horizontes laborales inimaginables para sus madres "no se puede decir que los jóvenes de hoy, pese a que tarden más en formar una familia, estén viviendo una peor juventud que la de sus padres" (p. 82).

Marta Ibáñez Pascual en La segregación ocupacional por sexo a examen. Características personales, de los puestos y de las empresas asociadas a las ocupaciones masculinas y femeninas cree que la segregación laboral horizontal "es uno más de los elementos que conforman la nueva lógica semipatriarcal de proveedor principal y proveedora secundaria (frente al modelo de varón proveedor y mujer cuidadora)" (p. 89) . La teorías explicativas de la segregación que pretende someter a contraste son la del capital humano, la teoría de la segmentación del mercado de trabajo, el comportamiento de los sectores público y privado y el empleo a tiempo parcial. El trabajo consiste en explotar los datos de la EPA y la Encuesta de Estructuras Salariales (EES) y la técnica del análisis la regresión logística multinomial que permite ver la influencia de las características de las personas y los puestos de trabajo a la hora de predecir en qué ocupaciones se incardinarán. Sus conclusiones son claras: "la segregación laboral es la manifestación en el mercado de trabajo de los estereotipos asociados a cada uno de los géneros y por ello a la división del trabajo por sexo" (p. 109) El género es pues el elemento estructurante del mercado de trabajo y la segregación ocupacional por sexo es explicativa de la discriminación laboral (p. 119). Nada del otro mundo. La investigación sin embargo refuta dos ideas muy extendidas: 1ª) la discriminación indirecta no depende de la estabilidad en el empleo dado que las ocupaciones femeninas están más asociadas a los contratros indefinidos que las neutras; 2ª) la menor retribucion de las mujeres no depende del grado de cualificación de sus puestos de trabajo, dado que los puestos femeninos presentan mayor cualificación media que los masculinos (p. 118), si bien en este último caso me he quedado con la duda de si esa mayor cualificación es una cuestión de hecho (mujeres cualificadas subempleadas) o deriva del catálogo de puestos de trabajo.

Tania Verge Mestre Cuotas voluntarias y legales en España. La paridad a examen hace un repaso ilustrativo de la evolución de las cuotas femeninas en los distintos partidos en España y se concentra luego en la aplicación de lo previsto en la Ley orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres y en concreto en las elecciones municipales de 27 de mayo de 2007, que ya hubieron de hacerse con dicha normativa. Se limita a los municipios de más de 5.000 habitantes en Cataluña, lo que la obligó a estudiar 1295 candidaturas a 197 localidades, equivalentes al 20% de los municipios catalanes y el 80% de la población. Sus hallazgos muestran que todos los partidos favorables a la reforma de la LOREG (Ley Orgánica de Régimen Electoral General) introdujeron excepciones en las elecciones locales porque no creían poder cumplir el criterio de paridad. Aunque la ley dice que la paridad es del 40%-60% no especifica sexo, pero la práctica muestra que casi siempre el 40% es para las mujeres. En el análisis de los cinco primeros puestos de las listas, en un 86,2% de las veces, la proporción era de tres hombres y dos mujeres. Ello quiere decir que la normativa vigente no es aun suficiente para implantar una paridad efectiva, que las mujeres siguen discriminadas y que serán precisas medidas complementarias como las "listas cremallera" entre otras.

Manuel Ignacio Martínez Espinoza en Democracia para la dignidad. Movimientos políticos sociales y ciudadanía como aportes a las reflexiones sobre la democracia en América Latina. El caso del movimiento zapatista presenta un trabajo fuertemente ideológico que trata de demostrar a base de comentarios de textos y declaraciones del movimiento zapatista las bondades de las llamadas Juntas de Buen Gobierno (JBG) zapatistas para la democracia en América Latina. El trabajo hace un breve repaso a la procelosa cuestión de la democracia en la teoría política y se centra en señalar la coincidencia de procesos democráticos con índices altos de pobreza en los países de la región, asunto venerable que ya había suscitado Seymour Martin Lipset en los años setenta. El autor cita con aprobación el Informe sobre el desarrollo humano 2002. Profundizar la democracia en un mundo fragmentado del PNUD cuando señala que, a pesar de su pobreza, la participación electoral media en América Latina (62,7%) es superior a la de los Estados Unidos (43,3%) y, dice, cercana a la de Europa (73,6%), datos que no quieren decir nada desde el momento en que el voto en América Latina es obligatorio en todos los países, excepto Colombia y Nicaragua y que los requisitos del censo electoral en los EEUU son claramente desmovilizadores. El ideal de democracia que el autor abraza, más o menos derivado de las benéficas recomendaciones del PNUD se ve a su entender plasmado en las JBG zapatistas que: 1) reducen las potenciales arbitrariedades del poder político; 2) conciben a sus integrantes (de la democracia) como seres capaces de autogobernarse; 3) buscan el ejercicio efctivo de los derechos políticos, civiles y sociales (p. 174). Supongo que estas aseveraciones tienen interés para quienes participen de los supuestos ideológicos del autor. Al resto de los mortales pueden sonarle a música étnica.

diumenge, 14 de setembre del 2008

Otra vez los chaqueteros.

Como no puedo contar nada de la "noche blanca" de Madrid porque estamos todos recuperándonos del jet lag del viaje a México que ha sido especialmente duro esta vez, y aprovechando que el post sobre los chaqueteros suscitó algo de polémica y no sólo en los comentarios sino a través del correo personal de Palinuro, he pensado que podía volver sobre tan interesante asunto no porque tenga mucho nuevo que decir sino por puntualizar algunos extremos. Seguiré sin dar nombres por una precaución elemental ya que al personal le saca de quicio que lo mencionen por do más pecado había pero estoy seguro de que todo lector medianamente informado puede pensar en ellos cuando hablamos de corrosivos filósofos que dinamitaban armados de poderosas dialécticas el orden constituido que hoy apuntalan con igual denuedo, de incisivos periodistas de la izquierda histórica que atacan actualmente desde bien remuneradas columnas de prensa o participaciones en tertulias cuanto antes defendieron heroicamente, de antiguos opositores comunistas al franquismo que disfrutan de agradables canonjías en puestos representativos administrados por una generosa derecha, de viejos intelectuales ultrarradicales que hoy defienden con uñas y dientes no el trono pero sí el altar. E così via.

Por cierto para aquellos lectores que insistían en averiguar el nombre del único caso que Palinuro decía conocer de evolución a la inversa, esto es, de le derecha a la izquierda, pues sí, en efecto, se trata del señor Verstrynge un ejemplo bien singular que parece constituir la excepción que confirma la regla de que el chaqueteo se hace siempre de la izquierda a la derecha pero no a la inversa. Algún lector llamó la atención sobre este hecho sugiriendo que quizá haya alguna razón profunda. No se me ocurre ninguna salvo la respuesta que daba el filósofo Arcesilao a quienes le hacían ver que los seguidores de otras corrientes se convertían al epicureísmo pero nunca al revés. Decía Arcesilao: los hombres pueden convertirse en eunucos pero no a la inversa.

Los intelectuales (concepto cajón de sastre para esta tropa) suelen ser vanidosos, volubles y bastante soberbios. Con frecuencia buscan el éxito, el reconocimiento social y ciertamente los bienes materiales que estos acarrean y, si no los obtienen con un tipo de prédica, la cambian por otra con mejores perspectivas. Me reafirmo en la idea de que el factor material es determinante en el chaqueteo; eso o el despecho por no recibir el reconocimiento, los honores (y retribuciones) que piensan merecer y que viene a ser lo mismo pero a la inversa son los móviles más frecuentes en la mudanza de convicciones. Lo cual plantea desde luego el problema de la sinceridad con que se sostienen éstas, tanto las primeras que en su día se abandonaron como las que ahora se dice profesar. Pero cierta experiencia en el trato con intelectuales me lleva a no dar un adarme por la sinceridad con que abrigan sus ideas o sus creencias, para echar mano al siempre socorrido Ortega. No diré que en sus actuaciones sean farsantes, pero se acercan más a estos que a la gente sencilla de firmes creencias que es semillero de mártires. Casos como el de Tomás Moro, capaz de morir por sus convicciones, son excepcionales y por eso precisamente lo hicieron santo.

Por supuesto no estoy negando a nadie el derecho a evolucionar, a cambiar, a deshacerse de unas convicciones y adoptar otras. Hacerlo sería ridículo cuando yo mismo he cambiado tanto que a veces ni me reconozco, cuando es evidente que en la vida todo es cambio y mutación y defender la fidelidad a machamartillo a unas convicciones a lo largo de toda la existencia es tan estúpido como lo contrario. En modo alguno. Lo que cuestiono no es el hecho de que alguien cambie sino que ese alguien se empeñe en que los demás cambien con él; cuestiono que quienes defendieron unas convicciones de forma fanática, tratando de arrastrar a ellas a otros, defiendan hoy con igual fanatismo las convicciones contrarias y sigan intentando arrastrar a los demás. Eso ya lo decía en el post anterior: lo que me llena de pasmo es que personas que al cambiar de convicciones,reconocían haber estado equivocadas, no reconozcan ahora que bien pudieran estar equivocadas por segunda vez y muestren la misma intransigencia y agresividad que tenían cuando, según ellos, estaban en el error.

Curiosamente esta aparente incongruencia que al modesto entender de Palinuro resta todo crédito a las prédicas de los intelectuales conversos es lo que parece concentrar su valor de uso y de cambio. Una ojeada a los neocons más vociferantes, los Kagan, Wolfowitz, Horowitz, Kristol, Podhoretz, etc revela biografías que comenzaron en la izquierda e incluso en la extrema izquierda, trotskystas y similares. Lo que estos conversos aportan a los intereses de la derecha en lucha por la hegemonía ideológica gramsciana es precisamente el conocimiento y la familiaridad con los conceptos y las categorías de la izquierda, la capacidad para plantear a ésta la batalla en su propio terreno. Estos "neocons" y sus remedos hispánicos son magníficos ejemplos no ya de la traición de los intelectuales de que hablaba Benda, sino de la doble traición de los intelectuales porque si traicionaron su misión poniéndose antes al servicio de un partido, vuelven a traicionarla ahora poniéndose al servicio de otro.


Por último una referencia al transfuguismo que es, por así decirlo, el aspecto cutre del chaqueteo. Porque el chaquetero maneja ideas, grandes ideas, alambicados conceptos: Occidente, la libertad, los derechos humanos, la familia, qué sé yo mientras que el tránsfuga, un chaquetero de gobierno local, es incapaz de hacer la "o" con un canuto, pero tiene muy en consideración la cuenta de resultados. El tránsfuga, normalmente un sinvergüenza que cambia su voto en una corporación local para favorecer a una opción política distinta de la suya a cambio de un buen pellizco, es una maldición del sistema democrático en los niveles local y autonómico que es en donde la política está más directamente relacionada con los negocios.

Unos ciudadanos de Dénia que al parecer están soportando una situación de transfuguismo en su corporación local me pidieron que me hiciera eco de ella y así lo hago. Han creado una asociación que responde al muy pertinente nombre de No nos resignamos (vaya, hombre, como mis amigos de la izquierda plural, quienes también tienen una asociación llamada No nos resignamos que espero amparen a estos hijuelos) con el fin de denunciar la situación y hacer campaña porque se tipifique el transfuguismo como delito. Me parece bien (¿en dónde hay que firmar?) pero no es sencillo. Sucede que en tanto el Tribunal Constitucional no cambie su actual doctrina en materia de mandato representativo esto será imposible ya que dicha doctrina sienta el principio de que el escaño pertenece al diputado/concejal como si fuera su bolígrafo y es imposible despojarlo de él. Se presume aquí que el representante no actúa según directrices de partido, sino según los mandatos de su conciencia, que es en lo que se refugian quienes carecen de ella, por lo cual son inamovibles, hagan lo que hagan y no cabe tipificar como delito una actuación en conciencia. Para cambiar esa doctrina sería necesario renunciar al concepto del mandato representativo en pro del mandato imperativo, cosa que no veo factible ni tampoco muy conveniente por cuanto terminaría por convertir en absoluto el poder de los partidos, que tampoco es buena solución. Realmente lo único que se me ocurre para resolver estos casos es instituir la figura de la revocación: si el representante traiciona la voluntad de los representados estos lo revocan en cualquier momento del mandato. Para ello hay que arbitrar las garantías pertinentes en cuanto a tiempos, motivaciones y mayorías. Pero sería eficaz. Muy eficaz.