divendres, 25 de juliol del 2008

Otra guerra de Troya.

Luego dicen que el teatro está muerto. Lo estará pero, si tienes una buena obra, una buena compañía y un buen director, la gente va a verte. Ayer se agotaron las entradas para Troilo y Crésida que ha puesto la compañía inglesa Cheek by jowl en las Naves del Español entre el 17 y el 26 de julio o sea, hasta hoy. Lleno a rebosar, sin un asiento libre en una tarde perdida de julio, al borde de un puente y hablada en inglés con sobretítulos en español. Tiene mérito.

Troilo y Crésida forma parte del repertorio menos visto, el maldito de Shakespeare. No recuerdo que se haya representado alguna vez en un territorio que yo controlara, mientras que sí he visto algunos Hamlets, Macbeths o Romeos y Julietas. No Troilos y Crésidas. Ni uno solo. Y tenía ganas de verla porque la obra trae una terrible mala fama como ambigua, contradictoria, incomprensible, atrevida, etc. Si se tiene en cuenta que la acción se sitúa en el mundo homérico del séptimo año de la guerra de Troya que, como se sabe, duró diez, es perfectamente comprensible porqué el mundo neoclásico, que fue del que arrancó la condena a Shakespeare, consideraba a éste como una especie de bárbaro gótico, dado que su idea de los griegos de los tiempos históricos es más medieval. Y muy original. El clasicismo de Shakespeare es romano. Ni una obra que yo conozca sobre la Grecia clásica porque Timon de Atenas es sobre otro asunto y Pericles es otro Pericles, príncipe de Tiro.

La Grecia de Troilo y Crésida es la Grecia heroica, homérica, casi diríamos, preclásica. Y tiene dos argumentos entrelazados como troncos de vides: la propia guerra de Troya en su séptimo año y la historia de amor/desamor entre Troilo y Crésida. Son dos argumentos que discurren entreverados pero son independientes. Es el caso que la historia está sacada de Chaucer quien probablemente la tomara de Bocaccio y éste de algún autor contemporáneo porque en la Iliada no está. Hay una mención a un Troilo, uno de los hijos de Príamo, muerto antes del comienzo de la guerra; y nada más. La historia de Crésida, epítome de la volubilidad femenina, causa de la matanza entre los hombres, pertenece al mundo medieval

La cuestión es, ¿por qué no se limita Shakespeare a contar la historia de los dos amantes y tiene que meter la de la guerra en general, modelada según los estrictos patrones descriptivos homéricos? Quiero decir: salen todos los personajes de la Iliada y salen como salen en el poema, los griegos Agamemnon, Menelao, Helena, Aquiles, Ayax, Patroclo, Odiseo, Néstor, Diomedes, Calcas, Tersites y los troyanos Príamo, Hécuba, Paris, Héctor, Andrómaca, Casandra, Eneas, Helenus, etc, los astutos, los soberbios, los necios, los prudentes, las posesas. (Aquí, una oportuna digresión: las posesas, las brujas y hechiceras suelen ser mujeres. Interesante el campo troyano que es donde se congregan éstas, botín del vencedor. En el campo aqueo no hay mujeres, salvo aquella por la que se ha organizado todo el pandemonium y que está en el campo troyano. Por eso hay unas Troyanas, pero nadie escribió unas argivas). Se trata de conseguir que Aquiles vuelva al combate, como en Homero; Odiseo monta una de sus estratagemas, siempre como en Homero y, por último, Héctor muere a manos de Aquiles.

La respuesta a aquella pregunta sólo puede ser que Shakespeare quería escribir su Iliada, con los materiales y personajes de Homero, pero con su versión de la historia. Que es su versión se echa de ver en que la guerra dura siete años y en que no es Aquiles quien mata a Héctor sino sus mirmidones. Es Héctor quien tiene a su merced a Aquiles y, con moral caballeresca del ciclo artúrico, le perdona la vida pues ningún caballero mata a un adversario desarmado y en el suelo. Los griegos, sí.

Por si no fuera menuda variante la de dar primacía a Héctor sobre Aquiles, Shakespeare nos trasmite su opinión sobre la guerra de Troya y, por extensión, sobre todas las guerras. La emite Tersites, parecido a un bufón, propio de la época y con licencia para decir verdades ante el Rey. "Todo el conflicto, dice Tersites, es a causa de una puta y un cabrón." Cierto, ciertísimo. Por eso cierra el ciclo el liberto al final animando al aqueo y al troyano de esta guisa: "¡Lucha por tu puta, griego!¡Pelea por tu puta, troyano!"Expresiones que he visto citadas decenas de veces en escritos pacifistas y antibélicos.

Así pues, una Iliada shakespeariana como nadie se había atrevido a hacer. El gótico entra a saco en la majestad serena del mundo clásico. Un neoclásico tenía que encontrar "bárbara" la versión de Shakespeare. Los dioses sólo aparecen invocados de pasada un par de veces, pero no se evidencian ni actúan. Todo lo mueve la pasión desatada y en una réplica de Héctor a Andrómaca que le pide que no vaya a la guerra, el troyano contesta que lo insulta porque un hombre prefiere siempre el honor a la vida. Código caballeresco (bárbaro desde el estilo neoclásico) de preferencia del honor que es superior al código homérico de la fama, la que persigue Aquiles. Por eso tenía que hacer superior a Héctor sobre Aquiles. Bárbaro pero muy eficaz.

El montaje de Donnellan es minimalista (no hay escenario, decorados, bambalinas y otra máquina, sino que todo se reduce a cambiar unos cubos de sitio) ligero, rápido, trepidante y prácticantemente sin música. Esto hace muy soportable, ágil, interesante una complicda historia que dura tres horas y en ningún momento decae el interés. Las tiradas shakespearianas, en las que florecen tropos como en los jardines barrocos, se acompañan de mucha y permanente acción con lo que no cansan ni dejan que la obra se deslice hacia lo declamatorio e impostado, cosas que matan el teatro. Los actores son magníficos y trabajan entregados. Aquiles sobreactúa para mi gusto y Héctor está sublime.

En algún lugar de internet he leído un interesante trabajo de explicando que fue Cernuda quien tradujo al español a Troilo y Crésida y preguntándose qué vio el poeta en la obra troyana. Aparte de lo que pudiera haberlo atraido el carácter explícito de la homosexualidad de Aquiles, la inversión del gradus honoris entre Héctor y Aquiles tiene mucho interés como mundo alternativo.

dijous, 24 de juliol del 2008

Por la senda de la normalidad.

Más de cuatro años han sido precisos para que el partido de la derecha acepte los resultados electorales del catorce de marzo de 2004 y el nueve del mismo mes de 2008 (dos derrotas para él) y substituya su actitud de enfrentamiento radical, de intransigencia, sin concesión alguna, por otra de entendimiento con el Gobierno en los asuntos de Estado y oposición constructiva en los demás. O sea, el abc de los sistemas democráticos, la idea de la leal oposición que presupone un territorio común de acuerdo entre los principales partidos, ganen o pierdan las elecciones, sin el cual la política se hace imposible, sustituida para la confrontación civil sistemática que sólo puede acabar en crisis institucional y quién sabe si algo peor.

De la mano de los señores Acebes y Zaplana y con el beneplácito de un Rajoy dolido por el resultado electoral de marzo de 2004, el PP arrancó la legislatura anterior en la creencia de que podía conseguir la disolución de las Cortes y elecciones anticipadas. Con ese ánimo no escatimó esfuerzos en todos los campos por desestabilizar cuando no paralizar el sistema político, organizó frecuentes manifestaciones con los más diversos motivos, instrumentalizó o trató de instrumentalizar las instituciones en su beneficio, en especial el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Constitucional (TC) y jugó a la bronca parlamentaria permanente. Cuando se vio que no habría elecciones anticipadas, el PP llevaba ya mucha velocidad, arrastrado por sus medios de comunicación, El Mundo y la COPE y no alcanzó a frenar antes de estamparse contra las urnas.

El resultado del nueve de marzo de 2008 ha sido un shock para la derecha. El PSOE sigue gobernando en minoría parlamentaria pero el PP ha girado 180º, pasando de la confrontación irreductible a la política de acuerdos. El cambio ha sido bastante traumático y conflictivo. Rajoy acaudilló el giro al centro y el sector más ultramontano del partido se le echó al monte, empezando por la señora Aguirre y terminando con la señora San Gil. La escena de los señores Rodríguez Zapatero y Rajoy sonrientes aprietamanos a las puertas de La Moncloa no ha sentado bien en Libertad Digital donde temen que se imponga ese espíritu de conciliación en La COPE. Para coadyuvar al entendimiento, siempre en su elegante estilo, el señor Aznar sale diciendo que el del señor Zapatero es el único Gobierno radical y sectario que sigue en pie en Europa.¡Dios mío! ¿Qué hará el infeliz de Rajoy pactando con radicales y sectarios? Por cierto, tómese nota de los epítetos: "radical" y "sectario". Radical no en el sentido de profundo, sino de extremista, válgame el Señor. Extremista Rodríguez Zapatero.

Es el caso que, con gran tino por ambas partes, han pactado recomponer la unidad democrática frente a ETA, cosa que jamás debió romper el PP, y renovar el CGPJ y el TC. Enhorabuena a los dos. Es verdad que en su exposición, el señor Rajoy dejó caer la habitual insidia de que el PP apoya al Gobierno porque la política antiterrorista de éste le convence, dejando así abierta la posibilidad de enfrentarse de nuevo si dicha política antiterrorista deja de convencerle, cosa que sucederá seguramente cuando se acerquen elecciones. Pero esto son menudencias. Esencial es la renovación del CGPJ y del TC.

En el resto, en concreto en Economía, no ha habido acuerdo. Y no me extraña: tampoco yo estoy de acuerdo con las políticas enuncidas por el Gobierno para combatir la crisis aunque no quiera decir que haya coincidencia entre los dos rechazos fuera del muy obvio de que no es de recibo aprestar dinero público para ayudar a empresas en dificultades, que es lo que ha hecho la ministra de Vivienda, señora Corredor a instancias del ministro de Industria, señor Sebastián, dos pájaros empeñados en favorecer a los empresarios del ladrillo, los que llevan diez años amasando fortunas a costa de que la gente no pueda acceder a una vivienda. Además de inmoral, desde el punto de vista de la izquierda, la medida es absurda porque carece de impacto verdadero. La señora Corredor, registradora de la propiedad, como el señor Rajoy, ya recomendaba hace poco a la gente que comprara viviendas porque era un "buen momento" para ello cuando la realidad era la contraria: había y hay que seguir sin comprar hasta que los vendedores bajen unos precios que, según dictámenes de diversos organismos, están sobrevalorados hasta un cuarenta por cien. La señora ministra de las inmobiliarias interviene precisamente para que eso no se dé, esto es, el descenso de los precios, al que ella llama "ajuste". Nadie que no sea empresario del ladrillo o esté al servicio de uno de ellos puede pensar que sea oportuno o conveniente comprar antes de que las empresas que quieren vender hayan bajado el precio Ese misma ministra asigna trescientos millones de euros de dineros públicos a comprar terrenos a las inmobiliarias; trescientos millones para salvar empresas privadas en dificultades que podrían ir a financiar la Ley de Dependencia, que no se aplica por falta de medios materiales.

Insisto, además de inmoral la medida me parece estúpida pues aunque a la señora Corredor trescientos millones de euros le parezcan mucho y sin duda lo sea, no es nada tratándose de empresas cuyas deudas se mueven en miles de millones. Bueno, sí sirve: sirve para que se vea que, diga lo que diga el señor Rodríguez Zapatero, las medidas siempre "chocan contra los mismos". Con él como con los demás.

Y lo más irritante de todo es con qué astucia presenta el Gobierno una medida de descarnado apoyo a los empresarios del ladrillo al tiempo que se invoca el gasto social. Trescientos millones de euros para acudir en socorro de las inmobiliarias no es gasto social; es lo contrario.

(La imagen es una foto de Visentico/Sento, bajo licencia de Creative Commons).

Retratos españoles.

Ya dije que iría dando cuenta de las exposiciones que visitamos en La Coruña. Hubo suerte y pudimos ver varias porque estaban todas concentradas entre la Fundación Caixa Galicia y la Fundación Pedro Barrié de la Maza, por cierto, un financiero, típico self made man al hispánico modo, al que Franco hizo Conde de Fenosa, que es como hacer a uno Conde de una sociedad anónima o una razón mercantil, algo etéreo pero más consistente que el hecho de que el Rey de España sea Rey de Jerusalén.

En la Caixa, en un edificio original que simula una ola está acogida la segunda parte del retrato español, desde Goya a Sorolla, cuya primera parte tuvimos ocasión de ver en El Prado. No es que haya muchas piezas, pero sí las suficientes para darse uno cuenta de que el retrato español del XVIII y XIX no tiene punto de comparación con el del Siglo de Oro, de fines del XVI y XVII. Resulta amanerado y, en la medida en que destaca algo lo hace por influencia de la retratística francesa, singularmente Ingres.

El retrato inacabado de Isidoro Maíquez, de Goya, más arriba está en el mejor espíritu clásico percepción psicológica. Tiene vida y mucha fuerza exprsiva. Volveré a hablar de este Isidoro Maíquez, director teatral y notado actor de la época en breve.

Hay bastantes piezas de los pintores llamados "goyescos", claramente influidos por el genio fueran o no discípulos. En especial de Victorio López que llegó a ser un verdadero y consumado maestro del género, quien retrató a la realeza (la reina Isabel II), la nobleza cortesana y las clases altas. El Goya que Vicente López reflejó dos años antes de la muerte del modelo tiene, a mi entender, más fuerza que los autorretratos del propio Goya, con ser impresionantes. Aparece el pintor con la paleta en la mano y en el acto de pintar a su vez, en el ejercicio de sus arte, la cabeza de frente despejada bañada por una luz fuerte que casi parece irradiar de la figura. La mirada es escrutadora, como si estuviera reconociendo nuestros rasgos para trasladarlos luego al lienzo y tiene un toque de serenidad que contrasta con el gesto de imposición y determinación de los labios. Se ve que el modelo es hombre que ha vivido mucho, con pasión y genio, pero que parece haber llegado a una actitud de cierta conciliación consigo. De lo que no hay duda es de la gallardía y nobleza del porte. No se trata solamente de que los pintores mantuvieran el prurito que ya se había iniciado en el siglo XVII de presentar una visión ennoblecida de su actividad que hasta hacía pco tiempo era considerada como parte del gremio de albañiles. Además de esto López nos dejó el retrato de un hombre al que admiraba y cuyos rasgos conocía él muy bien.

El resto de la exposición, con algunas excepciones, es bastante inferior, con retratos convencionales, según programas iconográficos socialmente determinados, oficiales con emblemas de mando, estadistas, nobles de ambos sexos, nada que permita vislumbrar algo del pasado genio español para el retrato. Aquellos rostros de dioses y acompañantes de Velázquez que eran retratos de tipos concretos llenos de vida, los retratos de Ribera o Zurbarán, los prodigios de Murillo, han desaparecido por completo para dejar paso a una forma de reproducción apelmazada que gozaba del aplauso social. Ya no eran las catedrales o la Corte quienes encargaban obra sino algo mucho más difuso, pero de enorme influencia en el gusto y las corrientes artísticas, la clase social.

Hay un momento dominado por la familia Madrazo. Traigo a la izquierda una pieza muy notable, dentro de lo que cabe, de Federico Madrazo, un retrato de Isabel II en el que, como se decía más arriba, es palpable la influencia de Ingres. Un retrato que tiene que recordar mediante símbolo añadido que se trata de la Reina de España pues, por su figura, no lo parece.

dimecres, 23 de juliol del 2008

Cien días.

Quiere la costumbre y es regla no escrita de la cortesía democrática que los primeros cien días de los gobiernos sean de gracia y estén libres de los ataques de la oposición hasta que se vea cómo será el resto de la legislatura en función de las medidas que los recién estrenados mandatarios hayan ido tomando. Sin embargo, el Gobierno del señor Rodríguez Zapatero ha interpretado la tradición como si de una efeméride se tratara, ha reunido a un millar de incondicionales (cargos públicos sobre todo y militantes) en la Casa de Campo, en el mismo lugar en el que el Partido Comunista de España no podrá celebrar este año su fiesta anual en septiembre por falta de disponibilidad económica, con el fin de celebrar por todo lo alto el comienzo de su segundo legislatura y de dar a conocer las medidas que ya ha tomado para hacer frente a la crisis económica.

Al decir de los gobernantes y de no pocos expertos, el Gobierno del PSOE no comunica bien. Según colijo esto quiere decir que no se las apaña para darse pisto y pote ante la opinión pública y ensalzar su labor, merecida o inmerecidamente. De ahí el festejo de la Casa de Campo. En él el presidente del Gobierno habló para los suyos y, sobre la cabeza de los suyos, para muchos otros, para el conjunto de los ciudadanos y hasta para la oposición. El acto en el que debían haberse escuchado valoraciones objetivas y críticas hechas desde fuera, sonó un discurso autocomplaciente hecho desde el interior. La oposición del PP se expresó en otro lugar, con motivo de una reunión del señor Rajoy con la gente de su partido en la administración local para hablar de financiación autonómica. El presidente del PP negó toda virtud a la acción de Gobierno en los primeros cien días, afirmando que se trataba de "tiempo perdido", mientras que el señor Zapatero asegura haber cumplido con creces su obligación dando cuenta de las medidas anticrisis que su Gobierno ha adoptado. La finalidad no es que se entere la oposición sino que se entere la gente que tiene tendencia a ver la crisis pero no los esfuerzos del Gobierno por contrarrestarla, siendo el más denodado el de no pronunciar la fatídica palabra que trae mal fario y, además, es mero flatus vocis desde los tiempos de los universales.

La mayor habilidad del señor Rodríguez Zapatero fue anunciar un plan de austeridad para una crisis que ni se menciona, unas medidas de choque que no chocarán "contra los de siempre", pues eso queda para la derecha, y colar como medidas adoptadas contra el "frenazo" económico las que están planeadas y pendientes de ejecución, en concreto, los dineros, esos sesenta mil millones de euros que dice que va a "inyectar" en la economía de aquí a 2010 para reanimarla. Eso es nuevo y será bienvenido según y cómo a quién le pongan la inyección y en dónde. Así apenas repara nadie en que las medidas adoptadas hasta la fecha (durante los cien famosos días) han sido bien entecas: los 400 euros (de los que ya se arrepiente todo el mundo), la supresión del impuesto del patrimonio y alguna otra. La artillería de grueso calibre viene ahora pero, por si acaso, ya se dice que será menor que la que emplearía la derecha.

Bienvenida sea así como las demás medidas que se anunciaron ayer en todos los demás frentes, la igualdad y otros. Si el Gobierno empieza a gobernar con tino a los cien días de haber tomado posesión en los que ha estado como ausente, es muy buena nueva. Por lo demás, tampoco era necesario que hiciere alguna otra cosa dado que el mayor partido de la oposición ha pasado el tiempo en rifirrafes internos consolidando o debilitando, según se mire, la situación de su lider. Prácticamente ausente de los grandes debates y temas políticos, el PP no ha podido hacer un balance aceptable de la oposición hasta la fecha.

El broche de oro, la detención de los etarras del comando, complejo, comunión o consistorio "Vizcaya", que los enemigos del Gobierno presumen se produjo para distraer la atención de los problemas del país, es una noticia excelente. Estos etarras cumplen la misma función que los bárbaros encadenados que los emperadores romanos arrastraban ante sí al entrar en la capital en sus grandes desfiles triunfales. La rueda de prensa del ministro Rubalcaba trasmitió el optimismo de sus valoraciones que, como suele suceder cuando hay un golpe policial, niegan la necesidad de todo acuerdo dialogado con la banda y confían exclusivamente en la acción policial. En mi modesta opinión no será suficiente y en algún momento habrá que sentarse a dialogar. Pero mientras la banda siga encastillada en las "acciones de guerra", no habrá nada mejor que hacer que perseguirla, juzgarla y encarcelarla.

(La ilustración es un cartel de cine austríaco de Johann Arnhold, de 1920 para la película Los hipócritas o la verdad desnuda, que se encuentra en Bildindex der Kunst und Architektur.

La Expo de Zaragoza.

A la vuelta de Teruel nos dejamos caer por la Expo de Zaragoza 2008. Tenía curiosidad por ver cómo es una exposición dedicada al agua; la suficiente para asomarme al pillarme de paso. A propósito no hubiera ido jamás. No me gustan estas exposiciones universales que son siempre lo mismo: gente tratando de vender algo. Supongo que las primeras, aquellas universales de Londres y París en el siglo XIX tenían cuando menos el mérito de la novedad. Desde entonces han ido haciéndose más y más iguales hasta poder ser intercambiables. Ha ocurrido con las exposiciones lo que con los buques que han acabado siendo todos idénticos, esto es, espacios de contenedores. Y eso, hacia el interior; hacia el exterior, el asunto es más claro si cabe. Las ciudades a las que se adjudica uno de esyos eventos (exposiciones, olimpiadas, etc) se forrran. Mejor dicho, se forran los comerciantes en ellas a base de multiplicar los precios de todo durante el tiempo que duren, desde las habitaciones de hotel hasta el coste de los churros en los chiringuitos.

La expo del agua no defraudó: muchos pabellones bastantes de ellos muy originales, de arquitecturas caprichosas y dentro, gente vendiendo cosas. Pero vendiendo en infinidad de casos con los mismos chiriguitos de abalorios y baratijas que montan en cualquier calle de cualquier ciudad. Como sea que los pabellones son nacionales (o plurinacionales), se administran y gestionan con la lógica del poder político en cada caso: la propaganda. Cada pabellón es una exaltación de las glorias nacionales en relación con el agua en cada país. Si se resumen las informaciones país a país se verá que no hay peligro para el abastecimiento de agua potable de aquí a la eternidad, que los recursos hídricos están estupendamente bien repartidos y que los que más disfrutan de ellos para todo tipo de usos son los sectores más pobres de las diversas poblaciones. Magia de los Estados. Es inexplicable que el panorama internacional del agua sea tan desastroso cuando todos los Estados lo hacen de cine.

La entrada a la exposición es una tortura. La distancia que media desde la estación del AVE a la puerta del recinto, unos doscientos metros en línea recta, debió de parecerle muy burguesa al que lo ideó y los doscientos metros se convierten en unos quinientos trepando por pasarelas y puentes batidos por los vientos. Una vez a buen recaudo en el recinto de la exposición, a donde se llega caminando otra jartá desde la puerta o tomando un cómodo funicular, puede uno dedicar sus energías a los pabellones que más guste. Muchos de ellos tienen largas colas en las que la gente pierde el tiempo pacientemente porque dentro regalan algo, un masaje en los paballones asiáticos, algún tipo de representación coral, virtual o no en otro, etc. Si uno decide no machacarse las horas en las colas puede uno entrar en más pabellones, aunque se pierde la emoción del regalito. A partir de cierto momento acaba uno de propaganda oficial hidráulica hasta el cogote, pero sigue peregrinando viendo artesanías populares, recordatorios, souvenirs y reproducciones como en la tiendas especializadas en el asunto que rodean a Picadilly Circus.

Los niños se lo pasaron bien y los adultos tuvimos unas horas de sano ejercicio. Si uno tiene críos, la Expo es un lugar ideal para llevarlos. Prácticamente está pensada para ellos.

dimarts, 22 de juliol del 2008

Notas de verano.

Estaba pensando escribir un post sobre la reforma de la Constitución francesa que ha salido adelante por un voto sobre la mayoría de tres quintos que se exige en el procedimiento de revisión. Han votado a favor el presidente del Congreso (reunión de la Asamblea y el Senado), lo que no es corriente, y el ex-ministro de Cultura emblemático de la izquierda mitterrandiana, Jack Lang. O sea, de chiripa. Es que no queda claro por qué no había de votar a favor la izquierda cuando la reforma propuesta por Sarkozy (y que el Congreso le ha rebajado mucho) tiene elementos de derecha y elementos de izquierda, como suele hacer nuestro hombre para demostrar de calle lo que dice de que no hay diferencia entre la derecha y la izquierda hoy día. A primera vista uno consideraría de derecha la posibilidad de que el Presidente de la República se dirija a la Asamblea Nacional, pues aumenta los poderes de aquel y la limitación a dos mandatos presidenciales (a estilo estadounidense) pues limita el alcance de la voluntad popular. Igualmente podría considerarse de izquierda la ampliación de poderes de la Asamblea Nacional y el referéndum de iniciativa popular. Se trata de un caso más de esa amalgama actual entre la derecha y la izquierda que practican ambas y predican muchos, muchísimos, que no se apellidan Sarkozy. Tan general es la costumbre que lo importante no es si se da o no sino con qué ánimo se recibe, si con alegría por vivir un momento nuevo de la política o con tristeza por la pérdida de valores consagrados.

Da la impresión de que la izquierda ha votado en contra no por el contenido de la reforma sino por el modo de tramitarla. Sarkozy ha evitado un referéndum sobre su proyecto al someterlo al Parlamento constituido en Congreso, según reza el art. 89, 3. Supongo que la izquierda habrá dicho que se trata de métodos cesaristas que soslayan el pronunciamiento popular y votado en contra. Pero su objeción no puede ser al contenido mismo de la revisión. En el sistema francés todo absolutamente todo puede ser objeto de reforma con dos excepciones orgullosamente proclamadas en los apartados 4 y 5 del mismo artículo 89; el primero garantiza que no se tramitará reforma alguna de la Constitución que afecte a la integridad del territorio y el segundo hace intangible la forma republicana de Gobierno vía modificación constitucional. Son dos provisiones que hubieran evitado muchos sobresaltos al sistema español si el constituyente los hubiese adoptado en 1978, especialmente el de la integridad territorial que los españoles sustituyeron por el mucho más brutal del art. 8, 1 de la Constitución vigente, que hace depender la integridad territorial del Ejército. Hay una clara diferencia: los franceses tienen una conciencia nacional que los españoles no tienen o creen que no tienen.

Pero bueno, la cosa era de indiferencia entre la izquierda y la derecha y con ánimo de hacer un post liviano, propio de vacaciones. ¿Cómo indiferencia? Izquierdas y derechas son iguales, ambas derechas, según cierta izquierda comunista que dice que la socialdemocracia es solo una variante de gestión del capitalismo pero no una doctrina para sustituirlo por otra cosa, lo que es estrictamente cierto. Ningún socialista en un país desarrollado piensa en subvertir el orden constituido a cambio de algo radicalmente distinto, sino en su reforma moderada y paulatina, sin ningún fin eficaz a la vista. Se acabaron los tiempos de expectativas revolucionarias. Si mantener éstas es lo que hace a alguien de izquierda, la izquierda es hoy una magnitud exigua y menguante de las fuerzas políticas europeas y en buena parte mundiales. Y, si embargo, la divisoria izquierda/derecha es la única hoy visible y palpable en todos los países del mundo en que rige libertad de asociación aunque sea relativa y, al fin y al cabo, esto de existir tiene su importancia cuando se trata de dilucidar si algo es cierto o no, esto es, la indiferencia entre derechas e izquierdas.

En todo caso, ¿cómo van a ser iguales izquierda y derecha si la izquierda ni siquiera es igual a sí misma? Por ejemplo, desde el punto de vista de los comunistas los socialistas no son la izquierda y conozco a muchos de izquierda para quienes si se es nacionalista no se es de izquierdas en tanto que para otros lo cierto es lo contrario, sólo se es verdaderamente nacionalista cuando se es de izquierda. O más o menos algo así. Y no sigo con el nacionalismo por no dar un espectáculo de los Prom, que tienen sus fans, igual que Wimbledon o el Royal Ascot. Según Gustavo Bueno no hay una sola izquierda sino varias; las tiene contadas. Cuando se dice que la derecha es igual a la izquierda tendrá que especificarse a qué izquierda. Normalmente se lleva la palma la socialdemócrata, pero todo puede darse.

Por último es más frecuente y propio de la izquierda que de la derecha jactarse de su orientación política. Véase la ilustración, con qué orgullo proclaman los que la han hecho ser de izquierdas y serlo de izquierdas en plural. La foto lleva como pie en Flickr una larga tirada programática que comienza:

¿Quiénes somos?

Somos un movimiento social y político, formado por personas de izquierdas de diversas procedencias y sensibilidades, que tienen en común sobre todo, que no se sienten en absoluto representados por ninguno de los partidos políticos que se presentan a las elecciones.

Somos, no nos importa insistir, un movimiento formado por personas, por ciudadanos, no por profesionales de la politica. Etc.

Se lee íntegro aquí.Y no es por mala uva, pero hay que ver qué larga declaración en cierto modo "antipolítica" para fundamentar el lanzamiento de una opción electoral, es decir una más en el conjunto del juego político democrático desde la perspectiva de la "verdadera" izquierda. Cada vez que ésta, o la derecha, se refunda asegura ser "nueva" o "verdadera", lo que quiere decir que aspira a contraponerse a otra "vieja" o "falsa". No hay mucho en donde escoger.

(La imagen es una foto de Álvaro Herráiz, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 21 de juliol del 2008

Los expertos en crisis.

Parece que a mediados de esta semana el señor Rodríguez Zapatero se reunirá con un grupo de distinguidos economistas con el fin de que lo ilustren acerca de ese asunto al que todo el mundo menos él y sus más íntimos colaboradores llama crisis. Teniendo en cuenta que el estallido de las subprimes, que se da como comienzo de la historia, se produjo en el verano de 2007, puede decirse que ha necesitado un año para percatarse de la complejidad de un fenómeno sobre el que tanto él como su gobierno llevan doce meses hablando e incluso estableciendo calendarios y fechas. Que si los precios se estabilizarán en dos o tres meses, que si habremos tocado fondo a fines de año y a continuación comenzará la recuperación o que si ya hemos dejado atrás lo más grave. Una de las opiniones más insólitas es la del ministro Sebastián quien, por razones de todo punto incomprensibles, tiene de antiguo el oído presidencial y el año pasado aún auguraba que el asunto quedaría en una "anécdota de 2007", como el que habla de una inundación o un incendio fortuito. Un año para reconocer que su gente no sabe lo que se trae entre manos ni cómo abordarlo por lo que ahora viene a ser necesario recurrir a expertos externos. Como si dijéramos, un outsourcing de conocimientos económicos.

Además de ver cómo se solventan las inevitables pelusas que con esta decisión se suscitarán entre los expertos internos quienes ven que se menosprecia su trabajo y los puentean con afuereños, la cuestión reside en averiguar por qué el parecer de estos habrá de tener más peso que el de los otros en materias perfectamente opinables. Es más, si todos estos convocados son como el economista representante de Cajamadrid, que tiene pillados mil millones de euros en un crédito a esa empresa Martinsa en concurso de acreedores a base de una tasación inflada hecha por una filial suya, casi fuera mejor que el señor Rodríguez Zapatero se hiciera asesorar por un grupo de sacerdotes de Manitú.

El mismo presidente no parece abrigar mucha confianza en el resultado de su decisión y la ha coronado con otra insólita en estos pagos, consistente en reunir el Consejo de Ministros el catorce de agosto, en mitad de sus bien ganadas vacaciones, para ponderar cómo pinten por entonces las cosas con vistas al comienzo del curso político en septiembre. He tratado de entender qué sentido tenga esa convocatoria y no le encuentro ninguno, aparte del muy obvio de insinuar que es tal la solícita preocupación del Gobierno con los cientos de miles de familias que están pasándolo mal que interrumpe sus vacaciones para hacer una especie de reflexión colectiva o tertulia veraniega pues tampoco parece que por esas fechas, con el país entero en periodo vacacional, pueda hacerse mucho más que promesas.

Resulta patente que en la parte más hispánica de la crisis, esto es, lo concerniente al ladrillo y la actividad abusiva de las empresas constructoras que han estado forrándose en todos estos años a costa de la gente, el Gobierno está dividido entre quienes quieren ayudar a los empresarios y quienes pretenden que el mercado efectúe los ajustes de rigor, sin comprometer dineros públicos. Los primeros parecen estar encabezados por el ministro Sebastián, verdadero representante del que podríamos llamar "socialismo de los ricos" que consiste en que las construtoras e inmobiliarias privaticen los beneficios y socialicen las pérdidas. Le acompañan las ministras de la vivienda pasadas y presentes que deben de tener el record en disparatadas declaraciones siempre a favor de los empresarios/especuladores y en contra de los intereses de la gente. Es un grupo de presión muy fuerte en el Gobierno cuya idea, en definitiva, consiste en resolver el problema del pinchazo de la burbuja inmobiliaria provocando otra. Frente a él se encuentra el otro grupo menos irresponsable, encabezado por el señor Solbes y partidario de no hacer nada. No es que sepa mejor que el primero cómo salir de la situación pero, cuando menos, tiene claro que no a base de huir hacia delante.

No estoy muy seguro de por cuál de los dos grupos de inclina el ánimo del presidente del Gobierno, aunque temo que por el primero, que parece caerle más simpático. De forma que si los expertos externos convocados a mediados de semana también son de ánimo alegre, que Dios nos coja confesados porque la reunión del catorce de agosto será para llorar.

(La imagen es una foto de Jaume d'Urgell, bajo licencia de Creative Commons).

Teruel, los Amantes y Cotarelo.

Después de participar en las jornadas de TICs y comunicación política, en el que también ha intervenido el senador Iñaki Anasagasti a cuenta de su blog de nombre Iñaki Anasagasti, nos fuimos a recorrer Teruel, a contemplar las magníficas torres mudéjares como la de San Martín, aquí a la izquierda, que le han valido a Teruel la designación de "patrimonio de la Humanidad", de la UNESCO, ese estúpido galardón que no puede tenerse de pie ante cualquier consideración crítica, por mínima que sea, pero que todo el mundo codicia con ahínco para fomentar su negocio turístico o reclamar subvenciones de acá o de allá. Y digo que es estúpido porque, sobre no añadir nada al valor artístico o paisajístico o cultural de los objetos que designa, pretende adjudicar una especie de propiedad o titularidad sobre un bien que jamás de los jamases ha estado en duda. Todo lo que laUNESCO designa patrimonio de la Humanidad era ya patrimonio de la Humanidad antes de que la UNESCO naciera. Y lo que no designa, también. Así que la organización podía haberse ahorrado la molestia y el ridículo, ya que el expediente sólo sirve para que los funcionarios internacionales justifiquen sus emolumentos y sus dietas y viáticos en los viajes a los lugares a los que van a "agraciar" con sus gracias.

Mucho menos conocido y celebrado que el mudéjar también el arte modernista (una especie de spill over catalán sobre las tierras de la Corona de Aragón) tiene dignos representantes en la capital del torico. No incluyo reproducción porque prefiero reservar el espacio para una de los célebres amantes en su mausoleo que fuimos a visitar, cómo no, porque es lugar casi obligado cuando se va con niños a los que hay que aleccionar desde chicos en los misterios del amor. Debe tenerse en cuenta, sin embargo, que en nuestra visita hay también un curioso elemento como de desagravio pues en la secular controversia acerca de la historicidad de los amantes, Juan Martínez de Marzilla e Isabel de Segura, el autor que asestó el golpe crítico más contundente y devastador a la leyenda fue precisamente mi bisabuelo don Emilio Cotarelo, en un ensayo titulado Sobre el origen y desarrollo de la leyenda de los amantes de Teruel, de 1903, publicado después como libro en 1907.

Desde entonces llevan los amantistas luchando denodadamente por demostrar de forma fehaciente que don Emilio estaba equivocado y que la leyenda tiene el riguroso origen histórico que ella se autoatribuye con fecha en 1217. Al respecto es de señalar que han hecho grandes avances puesto que descubrimientos documentales posteriores a la obra de mi antepasado, así como progresos en la lingüística histórica y disciplinas afines, permiten asegurar que ya se han levantado casi todas las objeciones de don Emilio; pero queda ese fatídico "casi". Aunque es parecer general entre los eruditos y estudiosos más solventes que ya "casi" cabe asegurarse la historicidad de los célebres amantes, sobrevive, ya digo, el "casi". Y mientras ese "casi" no esté eliminado, se mantendrá la hipótesis de mi bisabuelo de que la leyenda es una reelaboración de uno de los episodios del Decamerón, de Giovanni Bocaccio.

En el fondo, qué quieren Vds., el asunto no me parece muy relevante pues la leyenda me gusta en sí misma, como una variante de las de amores desgraciados, si bien en este caso con cierta impronta beatorra en la sumisión filial de Isabel y fijación con la virginidad, muy propias de la época, claro es. Y no hace falta decir que, cuando se descubra la prueba fehaciente de la tal historicidad, la leyenda no habrá ganado ni perdido nada porque el valor de las leyendas es de otro orden. Pero deseo que ese fin se alcance cuanto antes para que se cierre de una vez la herida en la negra honrilla turolense que, si bien no fue obra de mi antepasado (pues ya antes otros críticos pusieron en duda la historicidad de los personajes) sí alcanzó proporciones de llaga con su erudito estudio. Obsérvese cómo concluye el suyo un gran filólogo de Teruel, Conrado Guardiola Alcover, en una obra, La verdad actual sobre los Amantes de Teruel, Cartillas Turolenses, Instituto de Estudios Turolenses, 2004 (1ª ed.1998) en la que resume el estado reciente de la cuestión:

"De los seis puntos en que basó Cotarelo su teoría, cuatro han quedado desmentidos por la crítica moderna: la mención medieval que pedía existe; los documentos que despreció han salido a la luz con su nitidez original y han resultado auténticos; las obras literarias del siglo XVI no son la primera mención del tema amantístico; los estudios décimonónicos han sido superados por unos trabajos actuales que tienen, en su mayoría, todas las garantías exigibles. Sólo dos de sus argumentos pueden mantenerse y únicamente si se adopta una actitud rigurosamente positivista, como, en realidad, debe hacerse en toda cuestión tratada con seriedad científica. Es cierto que las momias no ofrecen la seguridad deseada para su identificación, pero el uso de este elemento como prueba ha perdido vigencia. Es exacto también decir que no hay en Teruel ni en España ningún texto ni referencia a los Amantes anterior a la fecha del Decamerón, 1350, pero los estudios comparativos e históricos han llegado a resultados que invalidan teóricamente las argumentaciones de Cotarelo. Por lo tanto, se puede afirmar que sus devastadoras conclusiones están hoy superadas en lo esencial, aunque todavía quede algún aspecto que deba explicarse con mayor firmeza." (p. 67)

Nada me alegrará más que, cuando mis hijos, los mayores y los pequeños, vuelvan a Teruel, vean que por fin se ha explicado "con mayor firmeza" lo que queda de las objeciones de su tatarabuelo en 1903.

Ciryl Connolly decía que ambicionaba escribir un libro que durase más de diez años, que era en donde tenía él fijado el grado de clásico. Si esto es así, don Emilio es diez veces clásico.

(La imagen de la torre de San Martín es una foto de Ángel de Olavide y la de los amantes una de Benet Joan Darder, ambas bajo licencia de Creative Commons).

Por la justicia

Pillo en el blog Viramundeando una campaña por la justicia y la libertad de las personas a la que me sumo de mil amores. Ignoro por qué la juez titular de Illescas ha impuesto una fianza de 133.333 € al alcalde de Izquierda Unida de Seseña, señor Manuel Fuentes, fruto de la querella que ha interpuesto contra él el señor Francisco Hernando (a) "el Pocero". Todo hace suponer que, a diferencia del anterior alcalde del lugar, el socialista José Luis Martín, procesado por prevaricación y que, al parecer, no ha sabido explicar el origen de su repentina fortuna, este otro es honrado y no se pliega a presiones ni chantajes, razón por la cual está ya ante los tribunales. Llevamos tanto tiempo pensando que la administración local está corrompida que si encontramos un alcalde honrado no nos lo creemos. Pero, además de sorprendernos, hay veces en que es necesario actuar y ésta es una de ellas si queremos que el alcalde honrado Manuel Fuentes pueda seguir gobernando ese municipio.

2105-0036-11-1242029983.

Es el número de cuenta que Izquierda Unida ha abierto en Caja Castilla-La Mancha para hacer frente a la citada fianza de 133.333 euros impuesta por la titular del juzgado nº4 de Illescas. Se nos pide solidaridad y se nos dice que, cuando se celebre la vista, se nos devolverán los cuartos que ahora entreguemos. Incluyo el número por si alguien decide hacer una aportación. Todo ayuda, Fuenteovejuna. Yo ya la he hecho y por eso animo a ello.

(La imagen es una foto de Samu73, llamada "colmenas humanas" bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 20 de juliol del 2008

Els catalans.

El señor Rodríguez Zapatero clausura hoy el congreso de los socialistas catalanes. Una prueba más de la centralidad del PSC en la vida política española. Porque no ha ido a la clausura de otros congresos socialistas, como el Aragón o Extremadura. Ciertamente, con sus veinticinco diputados en el Congreso y el hecho de ocupar la presidencia de la Generalitat, los socialistas catalanes son cruciales en la gobernación de España y la presencia del señor Rodríguez Zapatero es resultado de ese hecho obvio y conocido.

Pero precisamente tal centralidad catalana hace que las relaciones entre el PSC y el PSOE no estén exentas dificultades. Por lo demás algo habitual en el encaje de la "sección catalana" (por así decirlo) de cualquier partido español de ámbito estatal. Así sucedió tradicionalmente entre el Partido Comunista de España y su vertiente catalana, el Partit Socialista Unificat de Catalunya, cuando los partidos comunistas eran alguien en Europa y así está sucediendo (con sus pertinentes connotaciones) con el PP y el PPC. En resumen, la cuestión es siempre la misma: no hay modo de saber si el partido catalán es filial, asociado o sección del partido de ámbito estatal o es un partido federado o, incluso, una formación independiente que sólo coincide con el otro en el nombre. Una situación que refleja también la ambigüedad del encaje territorial de Cataluña en España, nunca enteramente resuelta.

En las relaciones entre el PSC y el PSOE, la ambigüedad es patente. El PSC no es una mera federación regional del PSOE, pero tampoco es un partido independiente. En el congreso, el secretario general, señor Montilla, ha dicho que los socialistas catalanes y Cataluña tendrán "voz propia" en España, en Europa y donde quiera haya que levantarla . La voz, dice el señor Montilla, "més exigent". La fórmula concreta de tener esa voz propia en España es constituir un grupo parlamentario propio en el Congreso, cosa que el de los socialistas catalanes ha vuelto a plantear, aunque sólo para dejarla en hibernación de momento. Se estará de acuerdo en que ser un único partido pero disponer de dos grupos parlamentarios (situación que ya se dio en el pasado) no es fácil de entender desde el punto de vista del principio tradicional de identidad que dice que A no puede ser A y no A al mismo tiempo.

Sucede que, para no ser un segundón sempiterno en la política catalana y hacer realidad su vocación de gobierno, el PSC se ve obligado a competir con la fuerza nacionalista más poderosa que es CiU en el terreno de esta misma, esto es, el nacionalismo. Así, los catalanistas en el seno del PSC han acabado imponiéndose y, gracias a ellos, está el PSC en la Generalitat. Pero ese giro tiene unas consecuencias. La más importante es la radicalización nacionalista de CiU, que se ha hecho soberanista, lo cual obliga al PSC, ya en esta dinámica, a contrarrestar la opción soberanista cosa que ha hecho el PSC declarando ser una nación con territorio, lengua y cultura propios y pidiendo una reforma constitucional en un sentido federalista lo que, en principio, no tiene por qué molestar al PSOE que es un partido que dice ser "federalista".

Ahora bien, el asunto sigue sin ser de fácil acomodo. En primer lugar porque no es el federalismo la opción que propicie CiU, a quien fastidia el tono general igualitario del federalismo convencional, en donde todas las entidades subestatales son iguales. El catalanismo no es federalista pero sí es posible que, a cuenta de la reivindicación federal, CiU radicalice aun más su discurso en un sentido independentista.

Y todo para nada porque, estas alturas del desarrollo autonómico, la reforma federal de la Constitución será problemática (ya que la gente tiene asociado el federalismo al peligro de la desintegración de España) pero no variará sensiblemente la planta autonómica del Estado que es, de hecho, un Estado federal. Es decir, la solicitud de reforma federalista habría de entenderse en el sentido de que los socialistas más catalanistas han colocado un "brindis al sol" en su Congreso, de no ser porque los tales socialistas no suelen hacer brindis al sol.

En efecto, lo que verdaderamente traduce el espíritu de la propuesta federalista es la ambigüedad de que se hablaba más arriba. En el fondo, la petición de Cataluña es a ser tratada en el conjunto deEspaña como un aeque pincipaliter, lo cual deja poco lugar a federalismo alguno y se abre más a la idea de iberismo que se ha resucitado a raíz de que en una encuesta no hace mucho en Portugal, el40% de los encuestados dijera que quería una unión con España. No ha lugar a unificación alguna porque, en contra de lo que creen muchos portugueses difícilmente se encontrará un 40% de españoles partidario de esa uniòn.

Y, en definitiva, el iberismo ¿qué es? Cuestión nada trasparente porque significa cosas distintas para los distintos autores pero sí se podrá decir que, sea lo que sea, lo que es indudable es que es una forma de organización confederal. Y esa sí que tiene peligros para España.

(La imagen es un cartel en las recientes elecciones en Italia, un cartel de la Lega Nord, cuyo obetivo final es la independencia del norte de Italia a lo que llama "la Padania")

La fuerza de la ironía.

Dejamos a nosa terra galega con harto dolor de nuestro corazón y nos trasladamos a Teruel, capital del mudéjar, en el ánimo de participar en unas jornadas de la Fundación Aragón XXI sobre las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TICs) en la comunicación política, y de dejarnos caer después por la Expo de Zaragoza. Pero antes visitamos algunas exposiciones en A Coruña de las que me gustaría dejar cumplida cuenta y así iré haciendo en sucesivas entregas. La primera fue una de dibujos de Castelao, de su época de as cousas da vida, que recogen sus aportaciones satíricas, costumbristas, críticas, un poco amargas, para las publicaciones de los años veinte, más o menos contemporáneas de su época macabrista del olho de vidrio.

En el fondo de mi educación, no galleguista, pero sí de culto familiar al galleguismo de mi abuelo Armando hay dos gallegos que ocupan un lugar preferente: Rosalía y Castelao; la poética de la primera, cuyos versos rezuman la magia de un paísaje exterior que reproduce la melancolía del interior y el valor, la crítica, la sátira y sobre todo la ironía fatalista del segundo con sus dotes de publicista que participó activamente en la guerra civil del lado republicano y le costó morir en el exilio.

Los dibujos de Castelao son siempre de trazo limpio y simple, en la línea modernista con claras aportaciones expresionistas. Me recuerda mucho a Bagaria con algunos toques de Penagos y la influencia de las vanguardias de la época, singularmente la catalana de los Rusiñol y Casas, la más abierta a Europa. Eso en cuanto a la forma. En cuanto al fondo Castelao reedita aumentada la tradición ilustrada española de crítica al atraso de la patria a causa de sus defectos de gobierno y organización, a causa de la desigualdad, los abusos, el caciquismo, la desidia económica, la desorganización hacendística, la incuria administrativa, la mano alta del clero. Se refleja así un panorama de abandono y decadencia cuyos resultados son la miseria, la ignorancia, la opresión y, como único modo de escapar a todo ello, la emigración, recurso muy típico de la Galicia de su tiempo y que tanto contrasta con la situación actual de la inmigración en España. El dibujo de la derecha (Aprende, Xan, de 1923) del señoritingo cacique que habla español mientra que el otro fala galego, casi parece una continuación del "vuelva Vd. mañana" de Larra, socialmente empeorado. Toda la serie de as cousas da vida se lee como un largo lamento del regeneracionismo español y específicamente el gallego de cuya profunda esencia resignada y fatalista da cuenta el autor con ironía, a veces dramática, a veces festiva pero siempre con carga social.

Al estallar la guerra civil Castelao se radicalizó, como si el conflicto le hubiera insuflado una nueva fe en la posibilidad de revertir aquel secular e injusto estado de cosas que llevaba años denunciando. Por ello, aunque Galicia cayó pronto en las garras de los sediciosos, él siguió la lucha y puso su fogosa publicística y su arte al servicio de la República y de la denuncia de las barbaridades de los fascistas. Algunas de sus obras más célebres y de mayor fuerza (por ejemplo, A derradeira lección do mestre que nadie me quita de la cabeza que inspiró la magnífica La lengua de la mariposa) datan de esta época. No están en la exposición que sólo versa sobre los fondos de As cousas da vida que tiene la Caixa Galicia, a quien hay que felicitar por esta exposición, pero aprovecharé la primera oportunidad que tenga para dar cuenta de ellas.

dissabte, 19 de juliol del 2008

El autor intelectual.

Daba servidor por supuesto que, al conocerse la sentencia del Tribunal Supremo sobre el 11-M, cesaría la payasada de los bulos de los de la kangoo, el bórico, la cadena de custodia, la dinamita y el Conde de Montecristo. Era mucho dar por supuesto. Me entero leyendo El Plural de que ayer hubo zafarrancho de combate en la COPE, en donde llamaron a las cosas por su nombre y declararon que el "régimen" ha dejado de ser un Estado de derecho. Si no es un Estado de derecho será una dictadura y una dictadura de los jueces dado que lo que enfurece a estos genios de la conspiración es una decisión judicial. ¡Caramba!

¿No será que, conmemorándose ayer el deciocho de julio, aniversario del Glorioso Alzamiento Nacional, a los intervinientes en el programa se les disparó la lengua? ¡Ah! ¿Quién lo diría? Setenta y dos años ya y aquí estamos, como en el primer día, dispuestos a cambiar de régimen. Con la Iglesia se cuenta, pero no con los militares ¡Malhaya la OTAN, cuna de masones, que ha convertido a los militares españoles en una especie de militares-civiles! Si no es por la OTAN ya estarían los cuartos de banderas en los cuarteles en ebullición. Ahora hay una expectativa razonable de carrera por los meandros de la Alianza y los oficiales más fogosos, que quieren entrar en acción, se apuntan a las misiones humanitarias, para llevar una vida de milicia posmoderna.

En fin, que dictamina el señor Trillo que nos quedamos sin saber quién fue el "autor intelectual" de la barbaridad del 11-M. Es que no es fácil encontrar "autores intelectuales" distintos de los materiales. ¿Quién fue el autor intelectual del asesinato del archiduque Francisco Fernando, en 1914? Quizá pueda decirse que el del atentado de Mateo Morral fuera Francisco Ferrer, aunque el tal Morral actuaba por su cuenta, pero ¿quién fue el autor intelectual del asesinato de Carnot, de Cánovas del Castillo o de Abraham Lincoln? ¿Quién el de la matanza de Peterloo? ¿Quién el del Paso de las Termópilas? Los autores intelectuales separados de los materiales no caen del cielo. Por lo general, quien realiza los hechos es quien los ha pensado y planeado previamente, porque suele ser el único de quien él mismo puede fiarse al cien por cien. Véase el caso del Solitario. Planeaba sus operaciones por escrito, como si fueran acciones militares, que en cierto modo lo eran.

Por lo demás, lo único que interesa al Derecho es la autoría material que ya contiene suficiente autoría intelectual en sí misma dado que los seres humanos son responsables de sus actos salvo algún caso excepcionalísimo que no se da aquí. ¿Que, además de esa responsabilidad genérica se quiera ver otra específica, una influencia inductora maligna, como una especie de mesmerización? No creo que nadie se niegue apriori a comprobar cómo efectivamente algún fenómeno paranormal resulta real. Pero hay que demostrarlo; hay que probar que las mesas se mueven solas, las cucharillas se doblan también solas, las velas se apagan sin aire y el ácido bórico, además de matar cucarachas, mata cristianos. En tanto no suceda tal cosa, los que han puesto las bombas son los que pensaron en poner las bombas, que no es necesario ser muy excéntrico para admitir inferencia tan baladí.

La fábula de la crítica a la "versión oficial" es que ni siquiera es una historia alternativa medianamente creíble. Es más, en algunos momentos ha llegado a ser de cine, como esa "explicación" según la cual los cuerpos de los suicidas de Leganés no son el resultado de la explosión sino que ya estaban allí cadáveres antes de la deflagración habíendo llegado congelados, como un pescado de la empresa criogesa. Francamente resulta difícil de comprender que gente mayor de edad interrumpa sus vacaciones para atorrar el espacio radioeléctrico con ese tipo de majaderías u otras de similar jaez. A lo mejor es que echan tan en falta el "autor intelectual" porque son ellos los que lo necesitan y no lo encuentran; alguien que razone por ellos.

Curiosamente es algo parecido a lo que sucede con los gobernantes, especialmente estos, que tratan de escabullirse de la realidad a base de circunloquios y de anatematizar palabras. Llega un momento en que se quedan sin discurso, como los conspiranoicos, y les vendría bien un "autor intelectual". Está claro que ponerse frente al Gobierno con decisión y firmeza y mucho optimismo tiene buena prensa, pero no basta. Luego hay que decir algo con sentido y, si no se puede echar la culpa al ácido bórico, habrá que buscar algo. El tacto, la buena mano y un poco de suerte ayudan, pero conviene no aburrir al auditorio que tiene tendencia a dormitar. Lo que sucede es que eso que los del ácido bórico tienen que lograr a base de reescribir La guerra de los mundos, el Gobierno lo tiene gratis a cuenta de una realidad turbulenta que lo supera a cada telediario. Es bueno tener las audiencias pendientes de uno pero llega a ser peligroso que vivan en un sobresalto, en zozobra, sin saber qué será de ellas en la siguiente media hora, esto es que vivan en una crisis permanente.

¡Ah, caramba! ¿Quién será el autor intelectual de la crisis? Creo que el presidente Rodríguez Zapatero, muy preocupado por hallarlo ha hecho lo que hace siempre en estos casos: nombrar una comisión de expertos. Como con la tele. Luego de seis meses, cuando la crisis sea pasado, la comisión dictaminará, como suele, que un caballo es un dromedario y la crisis no más que una aceleración coyuntural de la desaceleración del crecimiento contrario al crecimiento negativo. O sea, para entendernos, el ácido bórico.

Las mágenes son tres dibujos del Pére Ubu, del mismo Alfred Jarry, de 1903, 1896 y 1897.

divendres, 18 de juliol del 2008

Se acabó la payasada.

Sabido es que en los procesos penales, en donde se enfrentan intereses contrarios, la única verdad que puede quedar razonablemente establecida es la verdad judicial que, por regla general, nunca deja enteramente satisfecha a ninguna de las partes, pero que es la única que un orden social racional puede admitir. Ante toda sentencia que cierra un caso y sin contar con la eventualidad, siempre posible, de un error, la verdad habrá de ser la que digan los tribunales que ha sido. Frente a ella siempre será posible sostener hipótesis distintas más o menos fundadas o fantásticas, siempre se podrá decir que la sentencia no condena a todos los culpables o no todos los condenados son culpables, pero esas especulaciones no pueden gozar de operatividad social alguna.

En el caso del 11-M, la sentencia que ayer dio a conocer el Tribunal Supremo cierra el proceso definitivamente con unos condenados, unos absueltos y una interpretación de los hechos razonablemente fundamentada que atribuye el atentado a una célula yihadista y excluye toda participación de otras instancias delictivas, ETA, policías corruptas, el PSOE o cualesquiera otras tenebrosas conjuras que los partidarios de la llamada teoría de la conspiración han venido proponiendo durante años desde las páginas de El Mundo o Libertad Digital. No obstante es curioso comprobar cómo los mismos medios sostienen que la sentencia no prueba lo que prueba sino lo contrario, esto es, que no se conoce al "autor intelectual" del atentado y que las sucesivas memeces que se fueron argumentando a lo largo del proceso siguen en pie, que si la cadena de custodia, la kangoo o la dinamita utilizada. Por no hablar del uso torticero que se hace de la muy fundada observación del Supremo acerca de que los trenes se destruyeron demasiado pronto, precluyendo la posibilidad de posteriores exámenes, que viene a presentarse como la prueba del nueve de que el proceso es una chapuza. La sentencia pone fin a la payasada pero los payasos quieren seguir con la función, entre otras cosas porque es muy duro quedar tan evidentemente en ridículo.

Se comprende que quienes han estado cuatro años torpedeando el procedimiento hasta el momento mismo de la vista pública no están interesados en el descubrimiento de verdad alguna distinta de la que insidiosamente llaman "versión oficial" porque saben de sobra que no existe y que frente a la dicha "versión oficial" sólo tienen una serie de brumosas insinuaciones que ofrecer (y que la sentencia denuncia de forma meridianamente clara) cuya finalidad es deslegitimar el proceso, paralizarlo y dejarlo en el limbo de que todo sea posible para justificar retrospectivamente aquel delirio del Gobierno del PP en el año 2004 de colgar el atentado a ETA con el doble fin de escurrir el bulto por el disparate de la participación de España en la guerra del Irak y de ganar las elecciones.

Lo asombroso no es que unos orates o aprovechados hayan intentado colocar una historia de ufología para lo cual han dispuesto de medios escritos abundantes y hasta de un canal de televisión como TeleMadrid, puesta a su servicio por entero y de la difusión de todas las patrañas imaginables que pudieran obstaculizar la labor de la investigación, y que hayan intentado hacerlo en sede judicial; lo asombroso es que haya habido gente que diera crédito a semejante sarta de majaderías y, sobre todo, que éstas llegaran a ser esgrimidas por defensas y letrados en el curso del procedimiento en una vergonzosa falta de ética profesional.

Que los citados medios de la conspiración seguirán proponiéndola como "explicación" es muy de esperar por cuanto entra dentro de la mitología (de hecho ya lo han apuntado) según la cual corresponde a la prensa "de investigación" (que maldito lo que ha investigado en esta caso) la tarea de cumplir las funciones que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado no cumplen. Por descontado, es una prolongación de la misma payasada; pero no cesará de repente sino que, como los viejos soldados, irá fading away.

(La imagen es una foto de Don Fulano, bajo licencia de Creative Commons).

La objetividad y el asesino.

Dice una noticia de Insurgente que la única conclusión a que se llegó en una intervención de su redactor Iñaki Errazkin en mi curso de la UIMP sobre el ciberespacio es que no existe la objetividad en el periodismo. Como si quisiera demostrarlo de modo práctico, el mismo Errazkin publica una crónica de Gara al respecto en el mismo medio, InSurGente, y aprovecha para llamar "preso político" a un asesino con veinticinco vidas sobre su conciencia.

El ejemplo viene como anillo al dedo. En brevísimo resumen la historia es la siguiente: algo así como dos años o año y medio antes de que el asesino De Juana estuviera a punto de salir a la calle por haber cumplido su condena, el Gobierno socialista puso en marcha un proceso indigno a base de retorcer leyes y procedimientos para conseguir contra todo derecho y justicia que el dicho asesino no pudiera salir en libertad. Las correspondientes instancias judiciales, en una muestra de abyecto servilismo a las órdenes políticas, condenaron al tantas veces citado criminal a una pena monstruosa por un supuesto delito que a todas luces no era tal. Recurrida la sentencia ante la instancia superior ésta corrigió el dislate de la primera pero no del todo, es decir, rebajó la pena mas no la anuló, que era lo que correspondía a la vista del atropello jurídico que significaba una condena retroactiva. Para el conjunto de los aparatos del Estado, instancias judiciales y fiscales que perpetraron el atropello, sus decisiones fueron “objetivas”. Para quienes denunciamos el atropello no fueron tal sino una muestra de abuso e injusticia disfrazados de legalidad judicial.

Para los amigos de De Juana éste no era un asesino injustamente tratado por los poderes públicos españoles sino un “preso político” que en un acto de “suprema dignidad”, habíase declarado en huelga de hambre para luchar por sus derechos. Esta visión sectaria e inmoral, consistente en embellecer la figura de un despiadado criminal era “objetiva” para ellos.

Entre tanto, en efecto, el señor De Juana habíase declarado en huelga de hambre en lucha por sus derechos, conculcados por la justicia que, al menos en su caso, estaba siendo injusta. Y algunos, como he dicho más arriba, denunciamos el atropello de que era víctima sin caer en la trampa de quienes pretendían presentarlo como un mártir, haciendo olvidar sus asesinatos. Porque el asunto no es inocente: llamar "preso político" a este criminal es denigrar a los miles de presos políticos que ha habido y hay en l mundo, gente que padece persecuión y cárcel por sus ideas, sin haber causado mal a nadie; es una infame extensión de significado, un abuso.

Hoy se repite aquella situación en buena medida y la raya entre lo objetivo y lo subjetivo pasa por el mismo lugar. El asesino De Juana ha cumplido ya su segunda condena y corresponde ponerlo en la calle sin dilaciones ni subterfugios porque tal es su derecho y defenderlo es una obligación moral.

Pero sin deslizarse hacia el campo de defensa del asesino, al punto de insinuar que no es tal. El señor De Juana tiene derecho a estar en libertad sin restricciones incluso en contra del parecer de las autoridades. Pero que eso no se le permita por la razón que sea, no lo convierte en un “preso político”, sino que seguirá siendo un criminal a quien quieren hacer una faena. Nada más. Eso es la objetividad. Para los de la milonga del “preso político”, la objetividad consiste en ocultar la criminalidad de su protegé, incluso a riesgo de cometer la injusticia con sus víctimas.

Un asesino es un asesino, incluso cuando alguien pretende cometer una injusticia con él.

(La imagen es una foto de Insurgente).

dijous, 17 de juliol del 2008

Retratos franquistas.

Según parece el señor José Bono, presidente del Congreso de los Diputados, se niega a retirar los retratos de los tres servidores franquistas que presidieron las Cortes de 1942 a 1975. Aduce Bono que esos tres sujetos son ya historia, que forman parte de la de España, que ésta es un precipitado de lo bueno y de lo malo y que hay que quedarse con lo malo como nos quedamos con lo bueno, lo primero para que nos sirva de escarmiento y lo segundo de ejemplo.

Es lo que tienen los sistemas democráticos, que siempre que se pretende depurarlos, separándolos de posibles excrecencias, sale alguien tratando de moderar la depuración y hasta de eliminarla, aduciendo pretextos como el que esgrime el señor Bono. Por supuesto que estos tres individuos (más arriba puede verse a don Esteban Bilbao con el cardenal Pla y Deniel saludando ambos al estilo que les gustaba y a la derecha a don Antonio Iturmendi Bañales, el siguiente presidente, de 1951 a 1969) forman parte de la historia de España, como la forman Torquemada, Francisco de Asís de Borbón o Millán Astray, pero eso no nos obliga a poner sus retratos en los lugares públicos.

Se dice sin embargo que se trata de presidentes de las Cortes nos guste o no. Esto es una falacia: sin duda, los tres mendas fueron presidentes de algo que se llamó "las Cortes" como se pudo llamar Cámara de lameculos, con perdón, porque el órgano que presidieron no era una cámara legislativa y mucho menos representativa. Que no era representativa se echa de ver en que no se elegía por sufragio universal ni nada que se le pareciera. Que no era legisltiva se observa en la exposición de motivos de la Ley Constitutiva de las Cortes, de 17 de julio de1942 que dice textualmente que: "Continuando en la Jefatura del Estado la suprema potestad de dictar normas jurídicas de carácter general, en los términos de las Leyes de 30 de enero de 1938 y 8 de agosto de 1939, el órgano que se crea significará, autolimitación para una institución más sistemática del Poder". Dicho a las claras, el poder legislativo residía en el delincuente dictador; las Cortes no pintaban un pimiento.

A la izquierda el tercero de estos sujetos, Alejandro Rodríguez de Valcárcel quien presidió la cámara de los aplausos entre 1969 y 1976. Así pues, si estos tres no fueron presidentes de cámara legislativa ni representativa algunas, ¿por qué conservar sus retratos en lugar de mandarlos a algún lugar de la memoria donde estén más en su contexto, por ejemplo, en una galería de fascistas? Al fin y el cabo este Rodríguez de Valcárcel decía de sí mismo que: "La falange fue mi razón de ser; en ella nací a la vida de participación y de acción pública y a ella debo el principal bagaje de mi pensamiento».

¿O es que el señor Bono se siente idenificado con la tradición que representan estos esforzados servidores del Caudillo?

dimecres, 16 de juliol del 2008

Y no pasa nada.

1.- ¿Está Usted de acuerdo en apoyar un proceso de final dialogado de la violencia, si previamente ETA manifiesta de forma inequívoca su voluntad de poner fin a la misma de una vez y para siempre?

2.- ¿Está Usted de acuerdo en que los partidos vascos, sin exclusiones, inicien un proceso de negociación para alcanzar un Acuerdo Democrático (sic) sobre el ejercicio del derecho a decidir del Pueblo Vasco (sic), y que dicho Acuerdo (sic) sea sometido a referéndum antes de que finalice el año 2010?

Estas son las dos preguntas grandielocuentemente redactadas que el lehendakari Ibarretxe pretende someter a consideración de la ciudadanía vasca el próximo veintincinco de octubre. Las incluyo para hacer un análisis somero de su contenido antes de hablar sobre la legalidad de la consulta. Porque parece bastante claro que la primera de ellas pone la llave de la posible solución del "conflicto" vasco en manos de ETA. Se pregunta a los ciudadanos si están de acuerdo en hacer algo si previamente ETA cumple el requisito de manifestar que deja las armas; no de dejarlas de modo eficaz y comprobable, sino de manifestar querer hacerlo de "forma inequívoca". La "forma inequívoca" sólo afecta a la manifestación (o sea, que hablen claro y no tartamudeen, por ejemplo) pero no a la voluntad misma y mucho menos al acto del abandono. A cambio de tan poquita cosa, se hace prometer a la ciudadanía que irá a un "final dialogado", etc. Seguramente el señor Ibarretxe tiene una buena opinión de ETA pues, si son ciertas las últimas noticias, ésta le ha ofrecido una tregua para que trate de sacar adelante su chapuza. Si yo fuera ciudadano vasco me sentiría insultado por esta preguntita que me convierte en criado de ETA.

La segunda pregunta es si la ciudadanía está de acuerdo en cometer una ilegalidad como es celebrar un referéndum de autodeterminación antes de que finalice 2010. Que el señor Ibarretexe llame a su segundo referéndum de autodeterminación "consulta sobre el derecho a decidir" no hace que el referéndum sea menos referéndum. Como tampoco es menos referéndum el primero porque lo llame "consulta". También El Solitario dice por ahí que él no robaba bancos sino que los "expropiaba". La idea de que cambiando el nombre de la cosa cambia su naturaleza sólo puede proceder de alguien que cree que quienes lo escuchan son imbéciles de remate.

Que es la idea general del señor Ibarretxe: que sólo él es aquí el listo y todos los demás son una manga de necios.

Dice el señor Ibarretxe que el recurso del gobierno contra su jaimitada vacía de contenido la autonomía vasca lo cual no es cierto pues la autonomía no le da derecho a él y a sus amigos a cometer ilegalidades.

Dice el señor Ibarretxe que el rechazo de su iniciativa sería un "fraude democrático" cuando lo que es un fraude democrático es precisamente convocar una consulta sin comptencias para ello.

Dice el señor Ibarretxe que negar su consulta sería un ataque a la democracia vasca y a la española. No existe una "democracia vasca" al margen de la española. Sólo esta incapacidad para ver la realidad muestra que el señor Ibarretxe no está enteramente en sus cabales y padece una mezcla de mitomanía y megalomanía que debiera incapacitarlo para el desempño de un cometido.

Dice por último el señor Ibarretxe que el pueblo español no puede decidir por el pueblo vasco. Pero, al parecer, el pueblo vasco sí puede decidir por el español. En efecto, el lehendakari cree que los demás son tontos. Y quien eso cree sólo prueba que el tonto es él. Y mucho.

Fuegos fatuos, baladronadas, jeremiadas: recúrrase la ley de consulta, anúlese ésta y aquí no pasa nada. Igual que no pasó cuando se mandó al trullo a los barandas de Batasuna. Por lo demás, sobra que el ministro señor Bermejo diga que se puede suspender o anular la autonomía vasca. Va de suyo: si las autoridades vascas conculcan la Constitución y violan la ley se aplica el artículo 155 de la Constitución, se suspende la auononmía y aquí no pasa nada.

(La imagen es una foto de Jkarteaga, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 15 de juliol del 2008

Menos mal que no había crisis.

El sábado pasado, el Gobierno de los EEUU intervenía el Indymac Bank, la segunda compañía hipotecaria privada del país, para evitar que se hundiera; el domingo, el mismo Gobierno anunciaba que intervenía otras dos gigantescas entidades financieras con nombres como los de la ovejita Dolly, Fannie Mae y Freddie Mac, ambas con deudas por valor de un billón y medio de dólares. El lunes, ayer, la bolsa neoyorquina seguía en caída por ese efecto piscológico que más de una vez se ha señalado en Palinuro, según el cual, las medidas de salvamento in extremis que toman los gobiernos suelen poner aun más nerviosos a los mercados. Un buen puñado de valores bancarios daban batacazos cuando hace seis meses eran considerados tan inconmovibles como el famoso Northern Rock, que acabó en el desastre. No es para menos si se piensa que, después de todas las diatribas anticomunistas de los barandas estadounidenses y de la hostilidad hacia el Estado que han venido mostrando en los últimos treinta años, ahora resulta que es el Estado el que tiene que rescatar, con dinero de todos, a los bancos a pique de suspender pagos o en suspensión de pagos. Vivir para ver; para ver cómo diecisiete años después del hundimiento de la Unión Sovietica los EEUU están gobernados por unos bolcheviques vcapaces de nacionalizar la banca claro que en interés del capital. "Es transitorio", dicen, "el tiempo de que se recuperen". Será transitorio pero lo que está claro para todo el mundo, excepto para los neoconservores y la manga de idiotas que repiten como papagayos sus sofismas aquí en España u otros países europeos, es que el Estado no es el problema (como decía el señor Reagan que no sabía de lo que hablaba) sino la solución, como se prueba mirando simplemente lo que está pasando allí y que se resumen en dos patadas: si el Estado no interviene con el dinero de todos los ciudadanos, el sistema financiero estadounidense puede colapsarse. Y si interviene quizá también porque lo haya hecho muy tarde o con muy poca convicción.

Y como todo lo que pasa en yanquilandia sucede algo más tarde en el secarral de Bienvenido Mr. Marshall, ya tenemos por aquí otro batacazo de un gigante del ladrillo que ayer suspendió pagos... pagos ¿a quién? A sus acreedores, por supuesto, entre los que se cuentan un par de bancos y alguna caja de ahorros. Si esto sigue así, en determinado momento alguna de estas entidades puede tener problemas lo que quiere decir que los tendrá la población. Añádase a estos datos que el paro sube, que también lo hace la inflación, que los negocios están prácticamente parados, el consumo bajo mínimos y el ahorro inexistente y se tendrá el cuadro para hablar de una crisis y una crisis gorda.

Salvo que sea Vd. ministro/a del Gobierno de España o alto cargo del PSOE en cuyo caso esa palabra de "crisis" no formará parte de su vocabulario. Todavía ayer, el día en que El País publicaba los datos de su encuesta, según la cual el 90% de los españoles piensa que el país está en crisis, la señora Leire Pajín, valor emergente del PSOE, en entrevista en Cuatro en que repitió como una doctrina -pero con mucha voluntad- todos los lugares comunes acerca de la voluntad del Gobierno, etc, etc, evitó escrupulosamente pronunciar la palabra maldita que la entrevistadora no se privó de usar: "crisis". Era una situación tan ridícula que daban ganas de reír. Esto ya no es prudencia, cortedad, apocamiento sino simplemente estulticia.

Sin embargo, debe reconocerse que el Gobierno no está solo en el error o la contumacia; le han acompañado en ellos analistas, economistas, banqueros o simples bocazas que llevan años afirmando que no hay una burbuja inmobiliaria o una amenaza para la economía española. Otro reportaje de El País, titulado ¿Burbuja? ¿Qué burbuja? hace una relación inmisericorde de todas las "autoridades" que en los últimos seis años han venido negando riesgos para la economía española o la existencia de la famosa burbuja y que van desde el señor Botín, presidente del Banco Santander, al señor Caruana, Gobernador que fue del Central, desde el señor Rodríguez Zapatero al señor Solbes. En definitiva una relación que deja bien en claro que los destinos económicos del país están en manos de una pandilla de necios llenos de prosopopeya doctoral.

(La imagen es una foto de Jonaycp, bajo licencia de Creative Commons).

De la Coruña a Bélgica.

Nos hemos venido a La Coruña, en donde dirijo un curso de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo sobre el ciberespacio y la blogosfera que está siendo muy animado, con intervenciones interesantes de un grupo de diputados mexicanos que se han desplazado a la Madre Patria para debatir estos asuntos. El curso se celebra en la sede de la Fundación Caixa Galicia que es un edificio todo él de diseño elegantísimo, muy confortable y con todos los adelantos precisos para hacer las exposiciones con presentaciones de powerpoint y los demás adelantos tecnológicos.

Por cierto estoy leyendo un libro que ya comentaré en su día, de Núria Almirón y Josep Manuel Jarque sobre El mito digital en el que se hace un ataque en toda línea de lo que los autores consideran el "discurso mítagógico" del digitalismo, una especie de superchería. Es un libro interesante. Los autores no quieren en modo alguno que se los asimile a unos tecnófobos, pero en sus ataques al nuevo mito digital sí parece que hay cierta animadversión a las TICs. Ya lo veremos con mayor detenimiento. En el curso, en todo caso, esztá quedando claro que el ciberespacio y todo lo que tiene que ver con la red está ganando la pelea por KO.

En esta ciudad joven, que se vuelca en las playas cuando hace buen tiempo, me entero de que el Primer Ministro de Bélgica, el democristiano flamenco Yves Leterme, quien llevaba cuatro meses en el cargo después de otros diez en que el país estuvo negociando la composición del gobierno, ha presentado su dimisión al Rey. Parece que la dimisión se debe a un ultimatum de su propio partido.

La pregunta hoy es si el Estado belga, una construcción bastante artificial, resiste este nuevo envite sin quebrarse, dado que ya está al límite de sus posibilidades de descentralización. Y, por todo lo que sé, sus próximos avatares se seguirán con mayor interés en España que en la propia Bélgica.

(La imagen es una foto de Fieraz01, bajo licencia de Creative Commons).