dilluns, 18 d’agost del 2008

¿Tolerancia de la intolerancia?

Interesante este ensayo de Yves-Charles Zarka (Difícil tolerancia, traducción de Alejandro García mayo, Madrid, Escolar y mayo, 2008. Ed. original francesa, Difficile tolérance, PUF, París, 2004, 158 págs.) que aborda una de las cuestiones cruciales en las democracias contemporáneas, la de la tolerancia. El primer escrito en favor de este principio es la Carta sobre la tolerancia, de John Locke. El movimiento de Les politiques activo durante las guerras de religión en Francia no abogaba estrictamente por la tolerancia sino por un criterio pragmático de la conveniencia de no seguir con los enfrentamientos armados lo cual acabaría desembocando en la tolerancia. Pero el escrito más famoso y que más hizo por extender la idea y la práctica de la tolerancia fue el de Voltaire a propósito del Affaire Calas. Desde entonces la implantación de la tolerancia fue abriéndose camino en Europa apoyándose entre otras cosas en los decretos de emancipación de los judíos en el siglo XIX y la separación de la Iglesia y el Estado en los tiempos de la política radical. En el siglo XX en Europa ningún sistema democrático cuestionó el principio de tolerancia heredado de tiempos anteriores, hasta que el fenómeno de la inmigración y el multiculturalismo obligó a reflexionar de nuevo sobre él al descubrirse que su imperio no estaba garantizado. Y a este efecto se ha escrito este libro, para probar que la tolerancia hacia las minorías musulmanas en los países occidentales (singularmente Francia) es muy difícil porque éstas a su vez son intolerantes y tratan de establecer una tiranía de la minoría. .

Zarka sostiene que la tolerancia descansa sobre dos pilares, la separación entre lo político y lo religioso y el reconocimiento de la alteridad. Además su rasgo característico es la reciprocidad, la tolerancia de A hacia B requiere la de B hacia A. Y tiene un límite que Zarka expone con claridad: "...puede decirse que el límite absoluto de la tolerancia se encuentra en los principios fundamentales que definen una democracia constitucional" (p.80).

Para arbitrar y defender esa idea de tolerancia nuestro autor sostiene que hay que poner en pie un artilugio jurídico-político que está muy interesado en diferenciar de un mandato moral, al estilo en que lo hacía Kant cuando decía que podría haber un Estado republicano incluso en un pueblo de demonios. También ha de ser posible encontrar formas coexistencia incluso en una sociedad de demonios (p. 31); ese artilugio jurídico-político es lo que Zarka llama la "estructura-tolerancia".

La estrutura-tolerancia tiene que imponerse en un mundo desgarrado no ya por conflictos políticos, económicos y sociales, sino por los étnicos, de grupos, pueblos o naciones en el que ya han fracasado los dos intentos uniformadores anteriores, el del comunismo y el del "occidentalismo" por así decirlo, o sea la idea de que los valores occidentales sean sin más universales (p. 35). La imposición de la estructura-tolerancia se da en la medida en que se implante un reconocimiento sin reconciliación. En el debate sobre reconocimiento se identifican las dos posiciones dominantes actuales en la filosofía política: la liberal de la igual dignidad de las personas y la comunitarista de la diferencia (p. 40). Lo difícil de la situación es que si la primera no acierta a garantizar la tolerancia como institución práctica, la segunda acaba negando su necesidad.

El dispositivo fundamental de la estructura-tolerancia es la neutralidad del Estado y la laicidad (46) y descansa sobre cuatro principios, a saber: 1º) distinción entre las esferas de la autoridad política y la autoridad religiosa; 2º) laicidad del espacio público; 3º) igual dignidad de las religiones; 4º) protección de las libertades individuales. (p. 60)

En la aplicación de la estructura-tolerancia aparecen dos escollos, las tiranías de la mayoría y de la(s) minoría(s). La de la mayoría es muy conocida (y tratada) en la teoría política; no así la(s) de la(s) minoría(s), que empiezan a sentirse en nuestro tiempo siendo la más típica y conocida la de la minoría islámica. (p. 80). Para contrarrestar esta posibilidad, Zarka añade dos principios a los cuatro anteriors: a) el de imparcialidad y b) el de legitimidad de las diferencias culturales.

Defiende el autor su concepto de tolerancia frente al liberal de Rawls, al que no considera suficientemente kantiano porque si lo es en lo normativo no así en lo antropológico e histórico. Para liberar a la tolerancia de la perspectiva religiosa y la fundamentación teológica hay que hacerla derivar de la concepción kantiana de la ley moral como ley de la razón y de la libertad como autonomía de la voluntad (p. 90), nociones perfectamente ajenas al Islam.

La última parte de la obra de Zarka formula una crítica al concepto de ciudadanía multicultural y centra su atención en el problema de la existencia o no de los derechos colectivos. Para ello entra en polémica con el defensor de estos derechos, Will Kymlicka, para llegar a una solución: la de "fundar los derechos culturales o derechos a la diferencia en los del individuo con carácter indirectamente colectivo." (p. 110) Es decir, el asunto no es tan grave como parece ya que, frente a la dicotomía frontal entre derechos individuales y derechos colectivos que parecería no tolerar mediación alguna, se alza este tercer género de "derechos individuales indirectamente colectivos", muy apropiado para quien no admitiendo más que la teoría de los derechos subjetivos se ve en la obligación de explicar la existencia de minorías que reclaman derechos colectivos, como es el caso de las minorías islámicas. No hace falta decir que éste es el punto débil del libro, así como de casi todo el pensamiento de la tolerancia democrática: no sabe predicar la tolerancia del intolerante, pero tampoco es posible encontrar una teoría satisfactoriamente democrática para suprimirlo.

La otra parte del libro, escrita por Cynthia Fleury, llamada La crisis contemporánea de la tolerancia: Islam y Occidente es menos abstracta que la primera parte y muestra bien a la claras cuál su objetivo: afirmar que el Islam desconoce la idea de tolerancia. La vieja Dhimma no puede considerarse tal ya que no es más que el conjunto de los no creyentes vencidos y sometidos y carentes de derechos, lo cual tampoco es tan extraño ya que, según Fleury, el Islam no admite que los seres humanos sean titulares de derechos (p. 125) pues ese orden está reservado sólo a Dios. La Dhimma, en el mejor de los casos, es una garantía de derechos limitados y obliga a los dhimmi a diferenciarse por su atuendo exterior para que no se confundan con los musulmanes. Ahí es donde se encuentra el origen de la famosa estrella amarilla para los judíos (p. 135).

La separación del mundo entre creyentes y no creyentes es total y no se rompe porque hoy se extienda el Dar ash-shahada que, al parecer, se traduce como "espacio del testimonio" y se refiere a los musulmanes viviendo en tierras de infieles, esto es, la colectividades islámicas en nuestras sociedades. Para Fleury no es nada parecido a una mundialización del Islam sino, al contrario, una especie de caballo de Troya musulmán en nuestras sociedades que trata de cambiar el carácter de éstas y de conseguir una estrategia de islamización (pp. 142/143).

El concepto de tolerancia implica el tránsito del "sujeto colectivo" al "sujeto individual" pero éste carece de status en el Islam que es un régimen totalitario: "No existe una sola faceta de la vida de un ser humano que no esté connotada, afectada o interpelada por el Islam. El Islam tiene respuesta para todo. Si fuese un sistema político, encajaría con el fascismo; si fuese una doctrina, sería totalitaria". (p. 146) Caso cerrado: el islamismo no puede ser tolerante.

Quizá resulte excesivamente radical el pensamiento de ambos autores pero, en lo básico, están en lo cierto: la convivencia con los intolerantes es muy difícil, si es que es posible.

diumenge, 17 d’agost del 2008

¿Vuelta a la guerra fría?

La diplomacia es una actividad muy sutil. De hecho todavía habla francés, con gran irritación de los ingleses y no digamos de los alemanes, con delectación de los italianos, admiración de los rusos, desconcierto de los españoles y envidia del Vaticano. Ahora que la nueva guerra del Cáucaso ha terminado con la rendición de Georgia comienzan las actividades de esta ciencia o arte que es la diplomacia, nombre de la política en tiempos de guerra, consistente en ganar en la mesa de negociaciones o, si no es posible porque uno ha perdido la guerra, tratar de no perder más en la posguerra.

El momento diplomático en esta guerra de Georgia es muy delicado y da la impresión de que, así como los rusos siguen jugando sus bazas bien, los gringos están metiendo la pata como acostumbran. Desde que el señor Sarkozy medió de forma fulminante e involucró luego a la Unión Europea para demostrar que somos alguien en el orden internacional (por darle algún nombre) y se atrajo a Rusia dándole palmadas en la espalda si las naciones tienen espalda, el señor Bush se ha puesto borde, en las declaraciones de prensa ha ido subiendo el tono contra Rusia y ha acabado poco menos que ladrando órdenes.

El asunto es tan desaforado y ridículo que uno no sale de su asombro. El tío que tiene un país invadido desde hace cinco años por decisión unilateral de tres individuos en las Azores y sin mandato de las Naciones Unidas es el que le dice a otro que no es aceptable invadir naciones ajenas y que la comunidad internacional y los derechos humanos y bla bla bla. El menda de Abu Ghraib y Guantánamo, el tipo que ha convertido la tortura en ley en su país por el muy ingenioso truco de cambiarle el nombre.

Es obvio que el señor Bush no sabe nada de diplomacia. Da la impresión de no saber nada de nada; ni siquiera qué consecuencias puedan tener sus actos o palabras. Tiendo a pensar que no es enteramente responsable. Para ser sincero me parece un orate porque sólo un orate puede decir que Dios le dice lo que tiene que hacer.

Rusia está dejando claro que no quiere que se la trate como a un cliente más del imperio, que es exactamente lo que está haciendo el señor Bush; algo así como si a Arabia Saudita le diera por invadir el Irak sin su permiso: cosa de llamarlos al orden, sentarlos a una mesa y ponerlos de acuerdo en lo que mande el sheriff. Exactamente el escenario que los rusos no aceptan porque quieren ser tratados como una gran potencia, como cuando la URSS. A una gran potencia no se le piden cuentas de sus invasiones ni se le riñe en público para que declare un cese de hostilidades y mucho menos se le vigila si lo cumple o no. ¿Quién pidió cuentas a L. Breznef cuando la URSS invadió Afganistán? ¿Quién a Lyndon Johnson cuando los EEUU invadieron Vietnam?

La única explicación para el comportamiento del señor Bush, aparte de la mala educación naturalmente, es que crea llegado el momento de tener una confrontación con Rusia y regresar a la Guerra Fría. ¿A cuenta de qué? A cuenta del petróleo probablemente. Pero de ser así, y es inseguro, equivale a enfrentarse al segundo productor del mundo (9,7 millones de barriles diarios mientras que Arabia Saudí produce 10,9 millones, los dos a grandísima distancia de los demás) lo que no es especialmente inteligente, o sea algo muy propio del señor Bush.

Sucede que en esta crisis nadie ha hecho gran exhibición de inteligencia, salvo los rusos que han probado tener prevista la estúpida decisión del señor Saajashvili y han actuado en consecuencia. Y ¿qué decir de los que se quejan de la falta de maneras de los georgianos que han violado la "tregua olímpica" como si esa tregua se hubiera observado religiosamente desde que se restauraron los juegos olímpicos a fines del XIX, siendo así que no solamente no se ha respetado sino que hasta los juegos han sido objeto o campo de batalla de una guerra, por ejemplo la de Palestina en los juegos de verano de Munich en 1972, cuando Septiembre Negro perpetró una matanza de atletas israelíes?

Por lo demás la añoranza de la guerra fría, el enfrentamiento entre los EEUU y la URSS o entre "Occidente" y el "comunismo" no es sólo evidente en la intemperancia y la prepotencia del orate de la Casa Blanca sino que aparece en el otro extremo del vector. Véase la página de precariopoli en Flickr, en donde se afirma que Vladimir Putin es comunista como si nada hubiera sucedido desde 1991 y Fukuyama no hubiera pasado por la tierra. Dice Precariopoli: "Putin fastidia porque es un comunista y cuando da una patada en el culo al criminal Saajashvili, amigo/títere de Bush, armado por los EEUU e Israel, todos los fascistas se ponen a dar gritos. No importa que el sicario de Bush haya bombardeado día y noche Osetia del Sur y haya matado a 1500 civiles rusos en un día". Los hay en verdad inasequibles al desaliento.

La diplomacia es una de las pruebas en estos JJOO y, por lo que se lleva visto, el oro es para la República Popular China, la plata para Rusia y el bronce para la Unión Europea. Los Estados Unidos, como siempre en estos menesteres de hablar, de entenderse, de negociar, los porras. y con la porra. Ellos mismos tienen acuñado un término para el tipo de diplomacia neocon (siempre que escribo "neocon" entiendo el "con" en francés) propio del señor Bush, la llaman Cowboy diplomacy.

(La imagen es una foto de 3arabawy, bajo licencia de Creative Commons).

Cuestión de genio.

El Caixaforum ha abierto una exposición en Madrid que viene de Barcelona sobre Charlot. La organiza conjuntamente con NBC Photographie, París. Es la primera vez que se hace en España y no me suena que en otras partes sean frecuentes las exposiciones sobre el personaje de Charlie Chaplin. La idea es estupenda y yo me lo pasé en grande porque hay de todo: fotos, carteles, recortes de prensa y todo muy bien explicado. Pero lo más llamativo y acertado son bien los cortos que hizo para Keystone, bien algunas escenas de varias de sus películas más recordadas, como Candilejas, La quimera del oro o El chico.

La exposición da cuenta de las distintas etapas de la vida de Chaplin, sus creaciones y sus circunstancias personales y hace especial hincapié en su reacción a la llegada del cine hablado. Charlot decidió quedarse mudo y siguió haciendo un cine en el que no hablaba. Rompió su silencio por fin en Tiempos modernos en la famosa canción del cabaret, cuando Paulette Goddard le escribe la letra, que él es incapaz de memorizar, en el puño de la camisa. Será la primera vez que Charlot cante en pantalla, se genera mucha expectación... pero pierde el puño y decide inventarse la letra de la canción. El resultado es el que se aprecia en este video.



La voz desde luego no acompaña y fue sabia la decisión de no hablar. Y además de sabia, será genial. El cine ya es hablado y Chaplin hablará pero las palabras carecerán de sentido. Que le expliquen a Charlot lo de la relación entre el significado y el significante, base de las teorías de la comunicación moderna y otros saberes complejos. La primera parte de la canción más o menos dice lo siguiente:


SI BELLA GIU SATORE
JE NOTRE SO CAFORE
JE NOTRE SI CAVORE
JE LA TU LA TI LA TUA

LA SPINASH O LA BOUCHON
CIGARETTO PORTOBELLO
SI RAKISH SPAGHALETTO
TI LA TU LA TI LA TUA

SENORA PILASINA
VOULEZ-VOUS LE TAXIMETER?
LE ZIONTA SU LA SEATA
TU LA TU LA TU LA UA

Volverá a hablar en El Gran Dictador, una peli de 1940, cuando parecía que Alemania ganaría la guerra. Dos parlamentos suyos son especialmente decisivos y se mantienen en el recuerdo: uno, habla como Hynkel, el dictador de Tomania en una jerga tan inventada como Se bella giu satore parodiando los discursos histéricos de Hitler y otro como el barbero que personifica a Hynkel y larga un mensaje pacifista, progresista, antinazi.

La exposición resalta igualmente los problemas de Chaplin con el Comité de Actividades Antiamericanas y su exilio en Suiza, cuando los gringos le negaron el visado en 1952 ,y su giro "social" y de protesta de los años treinta. Tiempos modernos es el ejemplo paradigmático. Pero si su crítica social, cargada de sentimentalismo, tuvo tanto impacto fue porque había puesto el genio de su personaje Charlot a su servicio. Tómese, por ejemplo Luces de la ciudad, que más sensiblera no puede ser. Lo que hace que ese melodrama resulte no solamente soportable sino emocionante es que su personaje principal, el vagabundo, sigue siendo el mismo desastre, capaz de desorganizarlo todo y a quien todo también le sale mal, con la mejor de las intenciones. Véase la secuencia del combate de boxeo en esa película y, por encima de las felices carcajadas del público hoy, en 2008, setenta y dos años después de que se rodara, trátese de recordar que Charlot está ahí para conseguir algún dinero que permitiera que la florista ciega recuperara la visión.


A la vez genial por lo que tiene de baile, de danza, de juego, de ritmo y de disparate, de comportamiento peculiarísimo del personaje. Este no es nunca unidimensional sino muy complejo; no solamente es un alma cándida de alfeñique sino que sabe muy bien lo que quiere y, cuando puede, atiza unos sopapos de avío. Por eso no ha tenido jamás rival en la pantalla a pesar de que le llovieron imitadores y llegó hasta a haber concursos de ellos. ¿Para qué le hacía falta a él el cine hablado cuando sus películas eran de mímica, una mímica que entendía el mundo entero?

Tengo a Charlot muy asociado a mi infancia, como en recuerdos de terciopelo. Se me antojaba un pariente algo estrafalario que siempre hacía lo que uno menos esperaba pero al que estaba deseando ver porque su sola presencia ya me hacía reír. A quienes les suceda algo parecido les gustará la exposición de la Caixaforum.

dissabte, 16 d’agost del 2008

La corrupción balear.

No suelo postear sobre asuntos de corrupción porque me resultan muy desagradables, los partidos se cruzan acusaciones de "y tú más" y es muy difícil aclararse pues todo se envuelve rápidamente en una niebla de juzgados, declaraciones, imputados, recursos y presunciones de inocencia, y casi nunca se saca algo en limpio. Es más parece como si hubiera una relación inversamente proporcional entre la opinión general respecto al alto grado de corrupción política, especialmente en los gobiernos locales y la cantidad de casos que llegan a esclarecerse por completo. Sin embargo, los acontecimientos recientes de Mallorca tienen tal alcance y traen a la memoria tantos casos anteriores que justifican un breve cuanto resignado comentario acerca del PP en las Islas Baleares, la actitud de doble rasero y política entendida como forma de hacer negocios.

El primer presidente de la Comunidad fue Gabriel Cañellas, un histórico fraguista que empezó en Alianza Popular, siguió en Coalición Democrática y terminó en el PP, lo que no es mucho cambiar dado que los tres partidos eran y son el mismo. Fue President de 1983 a 1995 y seguiría siéndolo de no ser porque el señor Aznar lo obligó a dimitir a raíz del proceso por el túnel de Soller en el que estaba imputado el señor Cañellas. Por último el Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares no le impuso condena alguna por los delitos de prevaricación y cohecho no porque no los hubiera cometido sino porque habían prescrito. Pero un delincuente es siempre un delincuente aunque no sea condenado por prescripción del delito.

El caso del exteniente de alcalde de Palma, Javier Rodrigo de Santos, es como de manual de lo que no debe ser la política. Un menda ultracatólico, opuesto a los matrimonios gays, se gasta casi 55.000 euros de fondos públicos en pagarse sus escapadas a un club de prostitución homosexual, un club de gays. El hombre, que está en la cárcel como preventivo, ha devuelto el dinero y parece dar por buenas las acusaciones. No me extraña, hay hasta videos



Un caso patente de doble moral, incluso de doble vida porque el hombre, a quien al parecer llamaban el impoluto está casado y tiene varios hijos. Hace falta tener cuajo para estar contra los homos siendo uno de ellos; cuajo y algún tipo de neurosis. Los responsables del PP de Baleares dijeron estar "avergonzados" por el tomate que se había descubierto del señor Rodrigo de Santos, habitual participante en las procesiones católicas y besamanos al obispo.

El PP de las Islas se pasa la vida avergonzándose. Ahora vuelve a hacerlo por la trama de corrupción de altos funcionarios del gobierno anterior del señor Jaume Matas. Uno de ellos está en la cárcel por sospechoso de haber desviado hasta tres millones de euros de fondos públicos a sus bolsillos, entre otras fechorías todas muy lucrativas para ciertos particulares, funcionarios y cargos del Gobierno del PP, el presidido ya por Jaume Matas.

Y el propio señor Matas, que dimitió de la presidencia del PP balear en 2007, al no poder formar gobierno a raíz de las elecciones autonómicas de 2007, presenta tonalidades tornasoladas. Si es cierto que se compró un palacete de 750 metros cuadrados construidos, edificio histórico, por menos de un millón de euros cuando el precio en el mercado supera los cinco millones debiera mediar alguna explicación satisfactoria (a lo mejor la hay y yo no la conozco) porque no es frecuente comprar las cosas por el veinte por ciento de su valor.

De los comportamientos actuales y los pasados, del presente y la historia cabe sostener que la corrupción es endémica, epidémica y pandémica en las Islas Baleares. Todo este asunto lo ha sacado el gobierno actual del PSOE. He aquí un ejemplo bien claro de la ventaja de que haya alternancias en los poderes públicos de todos los órdenes. Si no hay anternancia, el poder político acaba delinquiendo; también lo hace con la alternancia pero es mucho menos frecuente.

(La imagen es una foto de Aloriel, bajo licencia de Creative Commons).

Más sobre el debate del Frente Popular.

A raíz de mi post Me apunto al debate respondiendo a un artículo de Jesús Prieto en Insurgente, titulado Hacia un Frente Popular. Autocrítica, Malime publica otro en Insurgente, llamado Me apunto también al debate sobre "hacia un Frente Popular" en el que, según cree, responde a las preguntas de mi escrito. Pero ¿lo hace?.

Ante todo quiero agradecer a Malime el tono de su artículo, civilizado, sin argumentaciones ad hominem ni insultos tan frecuentes en estos debates en los que suele salir la fiera que llevamos dentro. Dicho lo cual no rompo las reglas de la cortesía si digo que su respuesta deja mucho que desear, que ni siquiera es una respuesta, sino un escrito bastante dogmático y nada ceñido a la cuestión.

La aportación de Malime consiste de un lado en demostrar la superioridad de la democracia socialista (o revolucionaria o proletaria, como quiera llamarla) sobre la democracia "burguesa" y de otro, responder a la pregunta de qué sea el socialismo.

En la cuestión de la democracia Malime basa su razonamiento exclusivamente en el argumento de autoridad: que si Lenin dijo, que si Marx dijo. No aporta prueba empírica alguna de que sea cierto lo que él dice, entre otras cosas porque no la hay de la existencia de esa democracia consejista de abajo arriba que Malime piensa que es la verdadera democracia en ninguna parte del mundo. El argumento en contra de la democracia "burguesa" ni siquiera es un argumento sino una diatriba. Se dice que la división de poderes es "falsa" (dos veces) pero no porqué. El término democracia aparece siempre entrecomillado, como dando a entender que, de democracia, nada. La democracia es una "apariencia" y su ejercicio es "falso" y el sufragio universal aparece calificado con un "llamado" que debe de querer decir que o no es sufragio o no es universal. Y todo esto sin una sola prueba, ni un argumento excepto decir que, cuando la democracia recurre a la legislación de excepción es cuando demuestra que no es democracia. Un argumento sin sentido dado que todos los sistemas tienen que prever situaciones excepcionales; de hecho, la misma dictadura del proletariado se justifica como situación excepcional y transitoria hasta la desaparición del Estado y otras utopías.

A todo esto se soslaya por entero decir qué tipo de estados y sociedades eran la Unión Soviética y las llamadas "democracias populares". Eran, para seguir un célebre dicho, dictaduras atemperadas por la corrupción, verdaderas tiranías plagadas de archipiélagos Gulag y basadas en el terror. Y lo siento mucho pero esas realidades no tienen nada que ver con la izquierda. El intento de explicación (que más bien es una evasión) que plantea el artículo de Malime es decir que Lenin y el leninismo fueron "buenos", verdaderamente revolucionarios y comunistas mientras que el régimen de su seguidor, Stalin, corrompió el camino y pudrió el comunismo. Así lo formula: "Stalin no tenía la cabeza de Lenin, se dieron pasos gigantescos en aquel atrasado país, se generaron condiciones objetivas y materiales para que el poder fuese devuelto al pueblo, pero no se produjo, el poder siguió en manos de la clase dominante, que con el tiempo se fue burocratizando, hasta retornar a la esencia del burocratismo que es el capitalismo." Lenin y el comunismo quedan impolutos. Sin embargo es razonable pensar que todo Stalin estaba ya en Lenin, que fue él quien creó el sistema de campos de concentración (Konzentrationslager, así, en alemán) y quien dió el visto bueno al empleo del terror contra la población (esto es, los "enemigos de clase") durante el "comunismo de guerra" en el que murió mucha gente y de formas muy crueles.

Finalmente, Malime aborda la cuestión del socialismo, pero dice: "Socialismo no creo que sea necesario explicarlo, basta con admitir que los medios básicos de producción y servicios sean de propiedad colectiva." Luego de una observación tan decepcionante, añade: "Otra cosa es la confusión existente sobre lo que supone el Estado y la Democracia de los trabajadores organizados como clase dominante de forma permanente de abajo arriba, desde los centros de producción administrando el poder productivo y político, incluso ejerciendo a cada nivel el poder legislativo y judicial, controlando y revocando en cualquier momento a los cargos electos." En efecto, es "otra cosa", es la configuración de una utopía para negarse a hablar de la realidad. La realidad es que, según Malime, el socialismo no necesita definición porque es la propiedad colectiva de los medios básicos de producción. Por medios "básicos" de producción habrá que entender los medios directos, esto es, infraestructura, maquinaria, materias primas, excluidos loas factores de producción, tierra, trabajo y capital. ¿Y la propiedad colectiva? Por ejemplo, las sociedades anónimas son propiedades "colectivas" pero seguramente la definición de socialismo no descansa sobre ellas y por "propiedad colectiva" ha de entenderse de "todo el pueblo", de la nación, del Estado, vaya. El socialismo que llegó a haber en la Unión Soviética y las democracias populares, el socialismo que llamaban "realmente existente" comprendía también la propiedad estatal de los factores de producción, incluida en muchos casos la tierra aunque en otros, transitoriamente, se tolerara propiedad individual de ésta. Y no hay ningún ejemplo que no haya sido así. La Yugoslavia autogestionaria era un puro disfraz del mismo sistema totalitario. ¿Es posible que haya propiedad colectiva de los medios pero no de los factores de producción? Hasta la fecha no, entre otras cosas porque no parece factible separar los medios de los factores de producción.

Teniendo un discurso tan rígido y dogmático, que se expresa con fórmulas litúrgicas y citas de autoridades de hace siglo y medio y que es incapaz de analizar la realidad viva, ¿cómo extrañarse de que la representación parlamentaria de Izquierda Unida sean dos diputados? Y si sigue con esta forma de razonar puede llegar a perderlos.

divendres, 15 d’agost del 2008

Crudeza de la crisis.

Leer para creer. Dice el señor Rodríguez Zapatero que España resiste mejor que otros este "frenazo" o lo que sea porque tenemos un 0,1 de crecimiento frente a los decrecimientos (o como dicen los economistas "crecimientos negativos") de los otros, singularmente Italia, Francia y Alemania. Según eso los ingleses tendrían que estar dando saltos de alegría porque el crecimiento ha sido de 0,2, una décima más que en España. Sin embargo están bastante asustados. Tienen un banco en cuarentena y nadie se fía de nadie. Esta crisis que empezó como una crisis de "confianza" de los bancos entre sí parece haberse trasladado a otros ámbitos y esferas de actividad, a la economía real. A los intercambios entre particulares. Habría que ver a cómo esta la contratación con pago a noventa días y cuánto cuesta.

Una crisis de confianza general es lo más terrible del capitalismo que se basa en el crédito. Puede acabar con la economía monetaria (la moneda es lo primero que pierde valor en un sistema monetario) y restablecer un sistema de trueque natural, en el que no está agarantizada la supervivencia de la mayoría que no tiene nada concreto que ofrecer en trueque porque sólo sabe teclear en pantallas o mirarlas o jugar con ellas. Tampoco es cuestión de ponerse cataclísmico pero el panorama económico mundial es muy ominoso. El efecto mariposa funciona en potencia infinito. China produce los automóviles más baratos del mundo, los Jiangnan Alto (antiguos Suzuki Alto, un motor de 0,8 litros con tres cilindros con un precio de unos 2.500 euros). Si esos coches ponen rueda en los mercados europeos se va al garete la industria estrella del continente, la automovilística. Puede que se mantenga algo la de media-alta y alta gama pero el mercado de utilitarios desaparece y ahí hay otra crisis en ciernes que viene aparejada con el encarecimiento de la energía. Encarecimiento que en parte se debe a la mayor demanda de las macroeconomías emergentes, la China y la India que juntas suponen el 43,3% de la población mundial.

Otro ejemplo de la peculiaridad de esta crisis. La India tiene la mayor productora de cine del mundo, Bollywood (Bombay + Hollywood) en cantidad de películas producidas. ¿Cabría pensar en que este cine hindú se generalizara en Europa? Será algo más difícil que los coches baratos chinos ya que aquí entran en juego consideraciones culturales. Todo puede andarse. Cada vez hay más de estas películas rodadas enteramente en inglés. Su mercado pueden no ser los EEUU o Inglaterra de momento pero sí muchas otras antiguas posesiones del imperio inglés (por ejemplo, en África) en donde no hablán hindú. ¿Podría ser que Hollywood encontrara competidores, además de Europa? No parece exagerado ni siquiera innovador pensar que la situación de crisis es la "normalidad" hoy. La coyuntura es estructura.

En estas condiciones, el Consejo de Ministros en esforzada y ejemplar reunión tomó un conjunto de medidas para hacer frente a la crisis/frenazo/trompicón interrumpiendo las vacaciones para escenificar que la nave capitana ha tocado zafarrancho de combate y el almirante está en el puente de mando con propósitos, con decisiones, con ideas. Dispuesto a domeñar el toro de la economía. Quien haya imaginado el asunto ha tenido un acierto mediático en un momento tan enteco de noticias que los periódicos han de ocuparse de la guerra entre Rusia y Georgia por el control de Osetia del Sur y Abjasia. Un asunto que está ocupando el tiempo que queda al señor Bush antes de salir de la Casa Blanca y entrar en la historia como el primer presidente que ocupó un país, lo destrozó, derribó a su Gobierno, ejecutó al Jefe del Estado, puso otro Gobierno, organizó elecciones, impuso una Constitución y controló su orden público... pero no consiguió "pacificarlo" ni siquiera ganarle la guerra. Imagínense la gloria inmarcesible: ser incapaz de ganar la guerra a un enemigo derrotado hace cinco años. Por eso piensa el señor Bush si no podría enredar en el conflicto ruso-georgiano hasta convertirlo en un posible casus belli con Rusia. Crisis por todas partes.

Da la impresión de que la bendita opinión pública española encuentra que las medidas anunciadas en agosto por el gobierno no serán suficientes por ser pocas, desenfocadas y tardías. Lo de tardías es lo más sorprendente porque muchas de ellas, casi todas, excepto, supongo, el chorreo de millones para las inmobiliarias, arranca con un plan sobre esto o lo otro que el ministerio correspondiente tiene que presentar antes del 31 de diciembre próximo. Es decir, no tenían previsto nada porque no creyeron que había crisis hasta que ésta se los comió. Las medidas son pues para la segunda mitad de 2009, el año en que según los vaticinios del señor Solbes el pasado ya habremos salido de la crisis. Y eso con suerte de que consigan que se aprueben los presupuestos generales del Estado, que veo a los catalanistas (es decir todas las fuerzas parlamentarias catalanas, incluidos els socialistes) férreos como un puño con guantelete poniendo precio a su voto favorable. Imagínese cómo será la cosa en 2009 si, en la situación actual, hay que operar con el presupuesto de 2008 (expansivo) prolongado.

Claro que si la reacción del Gobierno a la crisis ha sido de reír, la de la oposición ha sido de llorar. Afirman sus representantes la semana pasada que, como el Gobierno no está, ellos se quedan de retén y, cuando están con la barriga al sol en las playas, el Gobierno se reúne en Consejo de Ministros. Es como de "tierra (en este caso arena de la playa) trágame". Dicen asimismo que ofrecen sus servicios al Gobierno pero la única medida que proponen es bajar los impuestos y, claro, reducir el gasto social. El señor Montoro sale por la tele diciendo que el Gobierno es patético cada vez que toma alguna medida pero no explica por qué. Y convendría para enterarnos de qué no sea patético para el señor Montoro excluido el propio señor Montoro.

(La imagen es una foto de Wallyg, titulada charging bull, bajo licencia de Creative Commons).

Vae victis.

Con montaje de Mario Gas y en versión de Ramón Irigoyen, ambas estupendas, se estrenó ayer en el Matadero de Madrid Las troyanas de Eurípides que estarán hasta el veintiocho de septiembre.

Estos montajes modernos de piezas clásicas están creando cierto ritual de anacronismo rupturista: los soldados aparecen con uniformes de hoy, generalmente abigarradas mezclas de botas, pistolas, cascos, gafas de motorista (inspirados en los motoristas heraldos de la muerte en el Orfeo de Jean Cocteau) y suelen mezclarse con otros personajes vestidos a la usanza civil de hoy o de hace cuarenta o cincuenta años. El resto de la escenografía es contemporánea con alguna alusión a la antigüedad de que se trate. En realidad da igual. Aunque los personajes salieran desnudos sus parlamentos los vestirían en la imaginación de los espectadores porque hay que ver qué metafórico que es el teatro clásico, escrito por poetas.

Y qué poetas. Eurípides es el de los caracteres, la psicología de los personajes, los propósitos, los discursos de las personas individuales. Sus héroes tienen opiniones. Hablan del destino y de los dioses, pero también de las intenciones y las acciones de los seres humanos. La visión de los dioses aquí, en Las troyanas, es muy negativa. Son vanidosos (les molesta que no los adoren o no lo suficiente) son crueles, caprichosos e inseguros. Poseidón, al que le tocará convertir en una odisea (y nunca mejor dicho) el regreso de los aqueos a sus hogares es, en la visión de Gas, un viejo cascarrabias sin voluntad propia mientras que Palas Atanea, interpretada por Ángel Pavlovsky, que no anda nada seguro sobre los altos tacones, es una dama inverosímil, un poco "fané" y original.

La obra fue escrita y presentada a concurso como parte de una trilogía sobre la guerra de Troya en plena guerra del Peloponeso y poco después de que los atenienses tomaran la isla de Melos, pasaran a cuchillo a hombres y niños y vendieran como esclavas a las mujeres. En verdad es para imaginarse la situación en que, en unas fiestas patrias (que es lo que eran los certámenes teatrales) el auditorio, el pueblo de Atenas oye a Hécuba decir en presencia del cadáver de Astianax, el hijo de Héctor, algo así como: "¿Qué epitafio escribiría un poeta de ti? Caminante: aquí yace un niño a quien los griegos mataron por miedo." Es muy fuerte. No me extraña que los atenienses no le dieran el premio. Pero sobrevivió. Aquí lo hubieran colgado.

La otra característica por la que es famoso Eurípides es por sus mujeres, con Medea y Fedra a la cabeza. Esta obra es sobre mujeres y de mujeres. Hay un elemento de género muy fuerte. Es la guerra de Troya contada por las doblemente vencidas, las mujeres, un punto de vista inexistente en el resto del teatro griego y casi del teatro en general. La guerra vista por mujeres.Vista por mujeres pero escrita por un hombre. Por eso los cuatro personajes femeninos singularizados, protagonistas, Hécuba, Casandra, Andrómaca y Helena representan las cuatro figuras de la mujer a los ojos de los hombres: madre, virgen, esposa y puta. Los caracteres bordan los papeles.

Hécuba es la matrona, la madre simbólica, la que pronuncia las grandes sentencias filosóficas sobre el destino, la condición humana, la muerte. Sobre todo le preocupan los vaivenes de la fortuna. Ella es precisamente un buen ejemplo, esposa de Rey y madre de Rey condenada a ser la criada de Penélope la esposa del taimado Ulises que no cree en los dioses ni en las normas éticas de la humanidad. Odiado especialmente porque es el que destruyó Troya, destruyó la ciudad y los templos de los dioses.

Casandra, la virgen, como la "hermana" de lo que podríamos llamar el imaginario colectivo masculino acumula otros caracteres, es profetisa (aunque maldita), sacerdotisa, quizá bruja. Pero es la que elabora un discurso todavía más crítico y fuerte que el epitafio de Astianax, cuando demuestra cómo, con arreglo a las creencias trascendentales de griegos y troyanos, son los troyanos los que han sido más afortunados pues murieron defendiendo su patria (no pillando la ajena) porque vivían en ella y eran honrados por ella, lo que no pasaba con los argivos, lejos de su tierra en expedición de rapiña. Su profecía del retorno de Ulises pone los pelos de punta.

Andrómaca es la esposa. Sin duda madre tambén de Astianax pero sobre todo esposa del difunto Héctor, a quien será fiel, a quien no sacará de su corazón para poner en su lugar al hijo de su asesino, Neoptólemo, hijo de Aquiles. Sabe que haciéndola concubina o esposa de Neoptólemo la obligan a ser el receptáculo de la crueldad y la humillación de Hector, el peor castigo que le pueden infligir, esposa fiel.

Helena hace una última aparición, a defenderse de una condena a muerte en una especie de causa judicial en la que Hécuba será la acusación y Menelao el juez. El argumento de Helena es que fue secuestrada de Argos por Paris a la fuerza y a la fuerza mantenida en Troya. El de Hécuba es que como buena casquivana a la que la corte de Argos se le hacía pequeña sedujo a Paris, hijo de Priamo, para que la llevara a la más poderosa Troya. Menelao escucha los alegatos y dice que se mantiene en su intención primera pero, al irse ya sabemos que Helena se lo ganará por el camino. Conocido es el carácter de Menelao, hijo de Atreo, hermano de Agammenon, casado con Clitemnestra, hermana a su vez de Helena. Dos hermanas casadas con dos hermanos. Aunque también tiene el asunto su explicación si se advierte que no hay acuerdo general acerca de cómo salió Helena de Argos, si de grado o a la fuerza.

La verdad es que los monólogos, los diálogos, el coro suspenden y cautivan el ánimo. Se entiende el drama de la esclavitud de las mujeres, lo sombrío de su destino, lo injusto de su situación. El poeta puso al pueblo de Atenas ante las consecuencias de su crimen en Melos y lo hizo vinculándolo al gran poema que es alma misma de la cultura griega y occidental.

dijous, 14 d’agost del 2008

Crisis: todos somos keynesianos ahora.

No lo digo yo que lo he sido siempre incluso cuando la patulea de neoliberales o neoconservadores (que tanto da) llamaba a los keynesianos neanderthales; lo dice el sacrosanto The Economist de esta semana que es como la Biblia para los neoneos y que, a partir de ahora, puede pasar a ser la reedición del Manifiesto Comunista. ¡Propugnar el intervencionismo público para animar a la demanda cuando había quedado claro que eso era pecado mortal de lesa economía! Esta claro que los "progres" aprovechamos cualquier insignificante bachecillo para volver a nuestras andadas de implantar el más férreo comunismo.

El artículo de The Economist versa sobre el credit crunch, el "bachecillo" que lleva un año azotando los mercados financieros y unos meses zarandeando a la economía real en una crisis que ya mucha gente compara con la de 1929. O quizá no todos: para el señor Rodríguez Zapatero y su Gobierno hablar de crisis era de "antiespañoles" pues lo que había era una "desaceleración", un "frenazo", "descenso", etc. Hace escasas tres semanas que el señor Solbes descubría que la situación económica era mucho peor de lo que habían previsto. No hace falta un máster en Harvard para ver lo que veía cualquiera hacia el mes de febrero, esto es, nubes negras en lontananza . Así que en lugar de tomarse en serio aquellos signos premonitorios el Gobierno se dedicó a gastar el superavit alegremente en dádivas consuntivas: 2.500 euros por hijo o 400 euros de devolución a los contribuyentes por no citar sino las medidas populistas más señaladas, destinadas a comprar lealtades. El superávit desapareció por encanto y llevamos ya un par de meses arañando el déficit y eso sin haber hecho desembolso alguno productivo, o sea, keynesiano. Ahora no hay dinero para hacer eficaz la ley de igualdad, la de protección integral de las víctimas de malos tratos o la de dependencia. Eso se llama imprevisión y no es aceptable en los gobernantes.

No había crisis pero la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos se reunió ayer en mitad de las vacaciones durante seis horas para hacer frente a la situación con un conjunto de medidas para lo que queda de 2008 ¡y 2009! Estos eran los que decían que hacia junio o julio pasados la situación se reconduciría y los indicadores volverían a la normalidad. Ahora nadie data la recuperación para antes de 2010 y, si somos realistas, teniendo en cuenta que se trata de una crisis inmobiliaria muy profunda, deberíamos hablar a más largo plazo, hacia 2012 o 2013,pero eso es pedir mucho a unas gentes que sólo han visto el elefante cuando los ha aplastado.

Hoy se prevé que el Consejo de Ministros vise las medidas que la Comisión Delegada aprobó ayer como plan de emergencia para salir de la no-crisis. Será hoy cuando se verá si el Gobierno se ha tomado en serio la gravedad de la situación o sigue trivializándola. Por lo que trascendió ayer da la impresión de que lo que se pretende es quedar bien con todo el mundo (excepto con los funcionarios, supongo) y dar las paladas correspondientes de cal y arena. Se suprime el impuesto sobre el patrimonio y, con otras medidas, se reducen los ingresos del Estado; pero se promete que se mantendrá el gasto social y al tiempo se destinan 20.000 millones a aliviar a dos sectores en concreto, las PYMES y el sector inmobiliario. Me parece bien lo de ayudar a las PYMES y sigo sin ver claro lo de las inmobiliarias de las que no me fío un pelo pues creo que van a intentar saquear las arcas públicas mientras siguen agobiando a la gente. En todo caso alguien va a pagar todo esto a través de las políticas de "austeridad" que van a castigar con especial dureza a los jóvenes (los de "no nos falles"), las parejas hipotecadas y los pensionistas. Excepto lo del mantenimiento del gasto social (que ya veremos en qué queda) no veo nada aquí que no pueda hacer la derecha. Lo que falta (a no ser que no se haya filtrado y aparezca hoy) es política alguna de inversión pública para animar la demanda, recurriendo al déficit si es necesario que tenemos margen. Porque si se pretende colar como keynesianismo la agilización de trámites administrativos de empresas, del ejercicio profesional y el acortamiento de los plazos de declaración de impacto ambiental (hay que jorobarse: hasta el medio ambiente tiene que pagar los platos rotos), estará claro que el Gobierno habrá pasado de trivializar la situación a reírse de la gente ya directamente.

(La imagen es una foto del señor Rodríguez Zapatero en el despacho de don Manuel Azaña, de Jaume d'Urgell, bajo licencia de Creative Commons).

La izquierda y los derechos.

Ya está en la calle el número de verano de la revista Trasversales que viene dedicada a los derechos, los de los inmigrantes y los de las mujeres y las minorías de una u otra orientación sexual. Francamente oportuno.

El artículo que más me ha interesado esta vez es el de Luis M. Sáez quien, bajo el título de ¿Quién ganó las elecciones del 9 de marzo? dice, y estoy de acuerdo, que la segunda legislatura del Gobierno del señor Rodríguez Zapatero se ha escorado tanto a la derecha que parece estar rivalizando con el PP, como se prueba por el frenazo a las reformas en materia de aborto, eutanasia o reforma religiosa. Por no hablar del vergonzoso palmarés en el Parlamento Europeo. y del feísimo asunto Taguas. Sáez dice que si no hay rectificación en la "directiva de la vergüenza" ni él ni otros cientos de miles de ciudadanos votarán al PSOE en las elecciones europeas del año que viene. No sé si serán tantos pero sí sé que eso también lo he dicho yo, con lo que ya somos dos que no votaremos al PSOE si no hay rectificación que no la habrá porque han decidido que los españoles y los latinoamericanos somos idiotas y se nos puede vender cualquier moto. ¿O no se ha visto a la vicepresidenta del Gobierno diciendo en el Nuevo Mundo que la directiva no se aplicará nunca en España? Eso quiere decir que piensan gobernar eternamente y que, además, valoran la bondad de una norma por el hecho de que no se aplique, lo que es pintoresco.

En el capítulo de derechos de mujeres y minorías, Manuela Cárdaba et al., (Nosotras decidimos) abogan por una ley de plazos y por sacar del todo el aborto del código penal; yo también pero díganselo al Gobierno que hasta hace poco sostenía que no hay "demanda social". Sonia Tridente (Custodia compartida...desde el nacimiento) aborda una cuestión de interés: eso de que muchos padres pidan la custodia compartida durante el divorcio y consideren una discriminación que los jueces la otorguen mayoritariamente a las mujeres. Si el cuidado de los hijos fuera compartido desde el nacimiento, dice la autora, eso no se produciría. Por último me ha parecido muy brillante un artículo de Beatriz Gimeno titulado El armario como coartada. El caso de las lesbianas. Brillante y muy cierto. Su argumento es que así como los gays han salido del armario (esto es, han conseguido invertir la pseudotolerancia liberal que permitía la homosexualidad siempre que fuera asunto privado, íntimo, secreto) a la luz pública, las lesbianas siguen encerradas en él, invisibilizadas y con la complicidad de ellas mismas, esto es, de aquellas lesbianas que,temerosas de la reacción social encuentran más cómodo "armarizarse" que romper el tabú de lo privado y conquistar su derecho a parecer lo que son. Es también un artículo valiente porque señala como cómplices de la situación a las feministas lesbianas que siguen en el armario.

En lo tocante a la inmigración hay un artículo de Esteban Ibarra (Las mentiras de la xenofobia) que señala cinco prejuicios de esos que sirven para atizar las pasiones en contra de los inmigrantes. Son muy conocidos pero está bien que los sistematice y demuestre que son falsos: a) sufrimos una invasión de inmigrantes; b) perdemos nuestros puestos de trabajo; c) consumen nuestra seguridad social; d) no quieren integrarse en nuestra cultura; d) son delincuentes. Que sean mentiras quiere decir que son falsos pero no con el mismo orden de falsedad; por ejemplo: no es verdad que consuman más servicios sociales que los nativos pero si no quieren integrarse en nuestra cultura eso no es verdad ni mentira; simplemente tienen el derecho a no hacerlo. Sobre inmigración versa también un largo y académico ensayo de Sandro Mezzada (Capitalismo, migraciones y luchas sociales) en el que se postula el principio de la autonomía de las migraciones, se repasan las teorías clásicas de la integración y se afirma que la integración contemporánea se hace a través de la clandestinización. Tiene una interesante reflexión sobre el valor de las aportaciones comunitaristas (de Martin Walzer) a la cuestión migratoria así como un juicio perspicaz sobre la perspectiva de género en las migraciones. El principal problema que plantean éstas es que ponen en tela de juicio las teorías recibidas de la democracia.

Fuera de programación, como si dijéramos, hay dos artículos más. Uno de Alain Lipiertz, eurodiputado verde francés, sobre La catástrofe irlandesa en el que, si lo he entendido bien, pone a bajar de un burro a los irlandeses por carcundas y manipulados por lo más reaccionario de la iglesia (cuestión del aborto), se escandaliza (literal) de que el 53% del 45% del 1% de los votantes europeos (o sea, 840.000) fastidien a quinientos millones, habla maravillas del Tratado de Lisboa y por último sugiere que los irlandeses vayan a hacer compañía a los noruegos mientras el resto de Europa sigue adelante con el proceso. La pieza me parece un exabrupto y una pasada que sólo demuestra lo cierto del viejo dicho según el cual "hay más parecido entre dos parlamentarios uno de los cuales es un revolucionario que entre dos revolucionarios uno de los cuales es un parlamentario." Este europarlamentario verde me parece un poco verde en otro sentido del color y un mucho gris.

Juan M. Roca escribe un artículo sobre el 68 que quiere hacer justicia al movimiento sesentayochero en los EEUU (El largo 68 norteamericano), más o menos diciendo que los franceses se llevaron las candilejas en el mayo del 68 pero que el trabajo de fondo lo hicieron los yankies a lo largo de todo el decenio. No veo que se puedan contraponer ambos términos, pues son muy disímiles. A lo largo del decenio lo hicimos todos: estadounidenses, alemanes, japoneses, españoles incluso (milagroso fue en las condiciones de la dictadura), franceses, ingleses, italianos , etc; pero el estallido que sintetizó lo que Hegel hubiera llamado la "manifestación del espíritu" tuvo lugar en Francia; y no en Francia, sino en París; y no en París, sino en el Quartier Latin. Y eso ya no hay quien lo mueva.

El número se complementa con unos poemas de Raimon cuyo valor es sobre todo sentimental y una magnífica crónica de Lois Valsa sobre Photoespaña 08 en algunas de sus diversas manifestaciones.

(Las imágenes son el anverso y el reverso de la revista Trasversales.

Fuera ruidosos.

Los lectores y lectoras saben que este blog es militante en contra del feo vicio nacional del ruido evitable al que considera una forma delictiva de contaminación, un atentado a la integridad física y moral de las personas. Hace muchos años que Palinuro comenzó esta batalla, mucho antes de que existiera internet. Por entonces, años ochenta del siglo pasado, la actitud antirruidosa era considerada como algo de neuróticos, un síntoma de poca hombría y menos españolidad. Cuanto más ruidoso era cualquier imbécil (con su moto, su radio, su TV, sus berridos, sus discotecas, sus fiestas, sus conversaciones a gritos), más español y olé. Los dioses saben lo que hemos tenido que aguantar los partidarios del silencio en este país de energúmenos y alborotadores hasta que ha empezado a abrirse paso la convicción de que hay que castigar el ruido innecesario y evitable con la misma contundencia con que se castigan otras actividades dañinas.

Por eso Palinuro aplaude (silenciosamente, pero con entusiasmo) cada paso que se da para meter en cintura a la insufrible especie de los ruidosos. En esta ocasión el aplauso va dirigido al Tribunal Superior de Justicia de Cantabria que ha condenado al Ayuntamiento de Laredo a pagar 64.000 euros a un vecino por por las molestias y trastornos que le ha causado un bar debajo de su vivienda. Lean la noticia porque pone los pelos de punta: ocho años aguantando 47,2 decibelios (frente a los 30 autorizados, que ya son una pasada), él y sus ancianos padres, ya difuntos, con secuelas físicas y psíquicas de todo tipo, hasta el punto de que, a veces, tenían que pernoctar en un barco. ¿No es terrible?

Los que no entiendo es por qué se condena sólo al ayuntamiento. Desde luego, está muy bien condenado (y me parece poco dinero que, por cierto, los munícipes debieran sacar de su propio bolsillo y no del de todos los ciudadanos que no son culpables de nada), sobre todo porque los responsables municipales recurrieron una primera decisión contraria en lo contencioso administrativo, prolongando la tortura de los afectados. Lo cual demuestra una vez más mi teoría de que, en muchos casos, las autoridades municipales son gentes desaprensivas, verdaderas enemigas de los vecinos que les pagan el sueldo y en no pocas ocasiones conchabadas con los granujas que agreden a las personas pacíficas en la intimidad de sus hogares. Pero, insisto, ¿por qué sólo al Ayuntamiento y no al pollo propietario del bar que estuvo ocho años torturando a una familia y robándole el sueño y al que habría que mandar a la cárcel? ¿O es que era el mismo alcalde o un concejal? No me extrañaría.

(La imagen es una foto de Plasencia calle de los vinos, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 13 d’agost del 2008

El círculo de tiza caucasiano y la diplomacia.

La guerra de Georgia ha durado cinco días y la ha ganado Rusia. El cese de las hostilidades con mediación francesa (¡qué sentido del escenario mediático tiene este Sarkozy!) se ha hecho sobre el acuerdo impuesto por aquella, aunque formalmente presentado por Francia. Aquí de lo que se trata es de que la Unión Europea no haga mucho el ridículo como suele y se adelante a los EEUU, para lo cual vienen como anillo al dedo las tradicionales buenas relaciones entre Rusia y Francia. En cuanto al contenido del acuerdo lo iremos conociendo a fondo en los próximos días ya que por ahora es algo caótico y, probablemente, engañoso. Por ejemplo El País dice que prevé discusiones internacionales sobre el futuro estatus de Osetia del Sur y Abjazia pero la agencia France Presse asegura que ese punto ha sido excluido con el acuerdo de las partes y, por supuesto, nadie dice nada de la exigencia rusa de que Georgia firme un compromiso jurídicamente vinculante de que mantendrá sus tropas fuera de Osetia del Sur y de Abjasia mientras que los rusos seguirán fungiendo como "tropas de paz" y los georgianos tendrán que desarmar parte de su ejército. Es decir Georgia ha perdido la guerra, dato esencial para entender los movimientos diplomáticos que están dándose.

La cuestión de quién es culpable es ya indiferente y en este tipo de conflictos suele serlo desde el principio porque todos los combatientes dicen tener la razón igual que Dios está siempre del lado de todos los ejércitos. A veces el mismo Dios en ejércitos que se entrematan. A primera vista parece claro que Georgia hizo un movimiento que creyó inteligentísimo de invadir Osetia del Sur aprovechando que todo el mundo estaba mirando los Juegos Olímpicos. Y le salió mal porque los rusos estaban esperando, tenían ya descontado que algo así pasaría en algún momento (si es que no lo provocaron sus servicios de inteligencia) y desencadenaron la contraofensiva de modo relampagueante y con abrumadora superioridad de medios. Pero siempre habrá alguien (algunos funionarios estadounidenses sin ir más lejos) que diga que si los georgianos entraron en Osetia fue porque los independentistas osetios llevaron sus provocaciones muy lejos y había que responder. Es decir la culpa es de Rusia. ("¡Rusia culpable!" decían ya los de la División Azul). Siempre hay un roto para un descosido.

También puede uno preguntarse si el señor Mijaíl Saajashvili ha actuado por su cuenta o tenía el visto bueno previo de los EEUU. No sería algo novedoso, ¿verdad? Cuando Sadam Husein (q.e.p.d.) invadió Kuwait, lo que originó la primera "guerra del Golfo", dijo tener una especie de preacuerdo yankee y algo de eso hubo o así lo reconoció entonces la embajadora estadounidense que no parecía muy despierta. La señora Rice, otra que tal, puede haber hecho lo mismo con el señor Saajashvili que es un "buen amigo" de los EEUU, el tercer contingente en el Irak después de los propios EEUU y sus primos hermanos los ingleses, con dos mil hombres que ahora han regresado a casa, donde hacen más falta en trasportes militares gringos. Como gringos son los ciento setenta "asesores militares" que hay en Georgia y que se han lucido, dicho sea de paso.

Tampoco es de mucho interés largar soflamas sobre el doble rasero porque en estos asuntos el doble rasero lo manejan todos. Por ejemplo: que Rusia alienta en Osetia del Sur y Abjasia lo que aplastó sin miramientos en Chechenia. Pues sí. Igual que los occidentales piden que no se atente contra la integridad territorial de Georgia pero se cargaron la de Serbia al apoyar la independencia de Kosovo. Ya es cínico (y algo repulsivo) que el señor Bush salga diciendo que no se pueden invadir países independientes; pero que añada que la invasión de Osetia es un asunto interno de un país soberano hace trizas el concepto de Derecho Internacional Humanitario que los occidentales andamos cacareando por ahí, según el cual los gobiernos no pueden tratar a sus pueblos como les dé la gana. Habría que añadir: salvo que sean los gobiernos de nuestros amigos, criados o lacayos.

Reitero: la actividad diplomática se realiza sobre el hecho incontrovertible de que Rusia ha ganado la guerra y Georgia la ha perdido. Rusia emerge como potencia tras los largos años de desconcierto, decadencia y debilidad después del hundimiento del comunismo. Y a las potencias hay que tratarlas como tales, cosa que los EEUU no están dispuestos a hacer. Por lo demás, el risorgimento ruso se hace de la mano del señor Putin que es quien manda en Rusia. Estaba en Pekín codeándose con el señor Bush y ha vuelto corriendo a machacar a los georgianos. El señor Medveded no pinta nada. Estas combinaciones de poder recuerdan mucho las que se daban en la Unión Soviética entre el Presidente del Presidium del Soviet Supremo y el del Gobierno; el cargo que mandaba era el que ocupara el Secretario General del PCUS, el equivalente del señor Putin, antiguo comunista.

Por cierto, Rusia retornada actúa defendiendo sus intereses consistentes como siempre en rodearse de un cinturón de Estados/almohadón sometidos a su influencia y que la protejan de lo que más teme: una invasión de un día para otro como hicieron los alemanes en junio de 1941. Además quiere controlar la zona de paso de los oleoductos y gasoductos del Caspio. Los oleoductos traen un millón cuatrocientos mil barriles diarios de crudo a Europa y esto es esencial para todos entre otras cosas porque si los rusos pierden ese control, en virtud del "horror vacui" de la naturaleza lo tomarán los estadounidenses. De cuán sensible es el asunto da idea el hecho de que algunos puertos de Georgia (Batumi, por ejemplo) no comercien y British Petroleum haya cerrado sus instalaciones en la zona. Además Rusia quiere a la OTAN cuanto más lejos de sus fronteras mejor.

Breve digresión: ¿qué hubiera pasado si en abril, cuando el señor Bush pidió que se integrara a Georgia en la OTAN, los europeos hubieran accedido? Que ahora tendríamos una razón estupenda para comenzar la III guerra mundial de la mano del efervescente político georgiano. Aun así es muy de señalar cómo se han tomado el cese el fuego los estadounidenses: como una derrota. El señor McCain, aconsejado en esto por el neocon señor Paul Kagan, el genio de Europa = Venus y EEUU = Marte, dice que no acceder al ingreso de Georgia en la OTAN fue un error y que debe remediarse cuanto antes. Es obvio que quiere la guerra. Muy típico de los neocon. ¿Y el señor Obama? Este, menos temperamental que el republicano, habla de tomar medidas coercitivas sobre Rusia. Fin de la digresión.

Es lo que dicen todos especialmente los gringos que son quienes peor se han tomado eso de que los rusos quieran volver a hacer como ellos, o sea, invadir países. Sin embargo es muy poco lo que cabe hacer. Siendo Rusia miembro permanente del Consejo de Seguridad, éste no adoptará jamás decisión alguna sobre el conflicto que no sea de su agrado. Derecho de veto como el que interponen los Estados Unidos cada vez que el Consejo tiene la veleidad de condenar no ya a los mismos EEUU, que no hay caso, sino a alguien tan perfectamente condenable como Israel. Es más en una votación crucial probablemente tendría el apoyo de China a quien no gusta nada que le anden mirando qué hace en el Tibet. Los imperios tienen sus necesidades y se comprenden entre sí.

Se barajan otras medidas coercitivas en el orden diplomático, que si excluir a Rusia del G8, de la Organización Mundial del Comercio..., ganas de hablar por no estar callados. Los europeos dependen en no escasa medida del gas natural que viene de Rusia y del petróleo y gas natural que llega a través de Georgia, así que es poco probable que hagan nada. Y menos en un asunto tan lamentablemente mal planteado como el de la estúpida agresión de Georgia a Osetia del Sur. Propia de la diplomacia de Mr. Bush que no ha hecho más que cosechar fracasos en todo el planeta excepto en el Próximo Oriente en donde los israelíes han desarrollado la diabólica capacidad de convertir en triunfos militares suyos los sistemáticos fracasos diplomáticos de los EEUU.

Así las cosas Occidente ha decidido entender el asunto en clave político-ideológica. O sea recurrir a la propaganda. El señor Carl Bildt, ministro sueco de Asuntos Exteriores, compara la actitud del señor Putin en Georgia con la de Hitler en Europa central mientras que el reputado especialista en Relaciones Internacionales, señor Brzezinski, a su vez la compara con la de Stalin en relación con Finlandia. Ya tenemos a Putin encajado en el modelo que mejor manejamos en Occidente: el monstruo totalitario mezcla de Hitler y Stalin. Se ve que el señor Bildt no es internauta. Si lo fuera sabría que ha incurrido en un caso de manual de aplicación de la Ley de Godwin, aparte de coincidir con el señor Aznar que también habla mucho de Munich sin saber de la misa la media. La propaganda, por basta que sea, es muy conveniente para ganar guerras. Pero una vez que la guerra ha dado paso a la diplomacia conviene que la propaganda sea algo más refinada, menos grosera. De otro modo no se llegará a acuerdo alguno que es la solución diplomática por excelencia.

(Las dos primeras imágenes (propaganda antirrusa) son fotos de pntphoto. La tercera (propaganda antigeorgiana) es una foto de Publik18, todas bajo licencia de Creative Commons).

Me apunto al debate.

Mi amigo Jesús Prieto (hélo aquí a la izquierda en sus píos años mozos) ha publicado un breve cuanto enjundioso artículo en InSurGente titulado Hacia un frente popular. Autocrítica, una reflexión del periodista Jesús Prieto en el que con claridad meridiana expone la actual situación de abatimiento de la izquierda y la necesidad de encontrar un "mínimo común denominador que nos permita avanzar", para lo cual propone que se abra un debate. Buena idea. Me apunto. Ésta es mi aportación.

Empieza Jesús haciendo una sucinta (casi minimalista, probablemente por lo del "mínimo común denominador") declaración de dos objetivos estratégicos, a saber: "socialismo e independencia para todos los pueblos del planeta, empezando por el mío". Identifica luego al enemigo como una "organización político-militar estructurada en cuatro frentes complementarios perfectamente coordinados (legislativo, ejecutivo, judicial y mediático), con centenas de miles de liberados -bien remunerados a cargo de los presupuestos generales-, con el apoyo interno y externo de poderosos usureros e influyentes chamanes...". Y señala por último los defectos que impiden el logro de los objetivos: "Nos falta honestidad para autocriticarnos, inteligencia para reconocer que no hay verdades absolutas, generosidad para renunciar a nuestras vanidades, voluntad para aliarnos tácticamente, capacidad para propagar nuestro ideario y astucia para diseñar un plan de acción realista, asumible por nuestro público objetivo que hoy nos siente ajenos".

En cuanto a los objetivos, lo de la "independencia de los pueblos", de querer decir algo supongo se refiere al nacionalismo y se me hace asunto de menor empaque y trascendencia, más propio del ámbito sentimental que del conceptual como el socialismo, así que me concentraré en éste. Muy seguro me parece Jesús en los tiempos que corren. ¿Tendría la gentileza de explayarse un poco y explicar qué entiende por "socialismo" hoy y aquí? Porque si no se define término tan esencial no sé cómo vamos a ponernos de acuerdo en algo. ¿Significa socialismo lo que significó en la Unión Soviética y en las llamadas "democracias populares", o sea socialización de los medios de producción, planificación económica imperativa, abolición del mercado, supresión de la iniciativa privada y sus concomitantes epifenómenos políticos como partido único, elecciones no competitivas, concentración del poder político, inexistencia de libertades y perpetuación en los cargos públicos? Y si no significa eso, ¿qué significa?

En cuanto al cuadro que dibuja del enemigo prácticamente todas las fuerzas políticas de izquierda que conozco actúan dentro del marco de la organización política existente de "legislativo, ejecutivo, judicial, mediático". ¿Propone Jesús salirse del marco por ser él conceptuado como "enemigo"? ¿Para actuar cómo? Deduzco del escrito que Jesús, como quien esto suscribe y como mucha otra gente de la izquierda, estamos interesados en las ideas para cambiar el mundo, la realidad que nos rodea, política, económica, social. ¿Sugiere Jesús que hay que aplicar mecanismos de cambio distintos de los que caben en los cuatro órdenes enumerados más arriba? ¿Que tenemos que salir de las instituciones? Para hacer ¿qué? ¿La lucha armada?

Por último, su diagnóstico de los defectos que impiden a la izquierda ser una magnitud políticamente eficaz es atinadísima por lo que hace a una parte de la izquierda, la que podríamos llamar "radical" (si se quiere en el sentido marxista) o revolucionaria o como quiera designarse, pero deja fuera a otra parte de la izquierda, los partidos socialdemócratas, socialistas, laboristas, etc que no parecen aquejados de los problemas que tan agudamente señala Jesús. Se puede, por supuesto, y de hecho se hace mucho (como se viene haciendo desde los tiempos de la IIIª Internacional, la que hablaba del socialismo como "socialfascismo"), sostener que esos partidos no son de izquierda. Se puede aplicar la famosa teoría de las "dos orillas" y otros constructos similares. Se puede insistir en que no hay más izquierda que la que se define dentro de un estrecho margen (y que tampoco es evidente dado que, en principio, queda por definir el concepto mismo que forma su meollo, el socialismo) y los demás son traidores, vendidos, lacayos del capitalismo etc, pero está claro que, por esa vía no va a llegarse jamás a un "frente popular" como lo reclama el autor y menos que jamás si se piensa que quien acude a esos (des)calificativos reconoce ser política, económica y socialmente irrelevante.

Aunque Jesús no hable de ello expresamente, está claro que sólo concibe los objetivos de la izquierda como resultado de la acción colectiva coordinada, en forma, supongo, de partido, movimiento, frente, etc., que organice a lo que llama "nuestro público objetivo". Y aquí ya me he perdido: el "nuestro" obviamente hace referencia a que somos varios, incluso muchos y el "público objetivo" son otros distintos de "nosotros". Exactamente, ¿quién? ¿La clase trabajadora? (Es muy probable, ya que habla de "lucha de clases"). En tal caso, el "nosotros" ¿a quién comprende? Por último, ¿se le ha ocurrido que algunos de izquierda no queramos formar parte de ningún "nosotros" y defendamos la idea de que los objetivos de libertad, justicia e igualdad deban alcanzarse a través de la vida personal y cotidiana de cada cual?

(La imagen es de Jesús Prieto y procede de InSurGente).

dimarts, 12 d’agost del 2008

Este siglo perverso.

Los creyentes en la religión católica y los ministros de su culto se relacionan entre ellos en multitud de ocasiones en acontecimientos de índole privada (como sus misas y otros actos litúrgicos, sus catequesis, etc) que a veces tienen una visible proyección pública (sus procesiones) en virtud de la tradición y de los privilegios de que goza el catolicismo en la sociedad española no sólo por ser la confesión religiosa mayoritaria de la población, como dice con cierta hipocresía la Constitución vigente, sino porque la Iglesia ha estado incrustada en el poder político durante las nueve décimas partes de la historia de España desde la caída del Imperio romano. Una Iglesia que era parte del poder político, del siglo y, al mismo tiempo, tronaba contra él desde los púlpitos pues el siglo siempre es pecado.

Algunos de los actos de relación entre los creyentes católicos y sus pastores alcanzan el ámbito de lo público normalmente porque los medios, que meten sus narices en todo, consideran que lo que allí se dice en un momento dado no deben escucharlo solamente quienes, en mayor o menor número acudan al acto en concreto, sino el conjunto de la sociedad. Adiós ámbito privado. De este modo me he enterado en 20 Minutos de que el obispo de mi diócesis, Monseñor José Sánchez, avisa del peligro de que las fiestas populares pierdan su sentido religioso y degeneren en vaya Vd. a saber qué orgías de desenfreno donde se rinda culto a Belial o Luzbel y, en todo caso, a Mammon. Parece que este aviso se leerá en todas las parroquias de la diócesis como carta pastoral el próximo día diecisiete. Pero, como se ve, la pastoral de marras ya anda revoloteando por círculos laicos.

En principio el asunto es baladí. Avisar de los males del siglo es lo que hace normalmente el clero católico. Hay que estar siempre ojo avizor, como las vírgenes prudentes (una parábola especialmente querida por los curas) para no acabar celebrando como un gentil una festividad que recuerde algún martirio, la muerte del Señor o algo así de tremebundo. A los curas les fastidia que la gente se divierta y se olvide por un instante de este valle de lágrimas. Hasta aquí lo normal, lo que cabe esperar de la jerarquía. Luego la gente hace lo que quiere. Piénsese en la atenciónque prestan los católicos españoles a su Iglesia en materia de procreacion teniendo en cuenta la tasa de natalidad de los españoles, que no es igual a la tasa de natalidad española pues aquí entran los inmigrantes.

Lo curioso en este caso no es lo que el prelado sostiene sino cómo lo sostiene, con qué argumentos o basado en qué premisas. Así dice Monseñor Sánchez cargándose de razón que "La mayoría de las fiestas que celebramos en nuestro ámbito cultural e histórico tienen origen cristiano, independientemente de que algunas fueran colocadas coincidiendo con fiestas paganas o ancestrales para contrarrestar el influjo de religiones superadas o de supersticiones".

Está claro que es un discurso para sus seguidores. Aquí lo interesante no es cómo y por qué se substituyeron muchas fiestas paganas por otras cristianas/católicas sino las razones que Monseñor aduce y los términos que emplea. De un lado, "religiones superadas", un concepto difícil de digerir. Superadas ¿en qué? ¿cómo? ¿Superadas como la teoría geocéntrica o la existencia del flogisto? ¿Superadas como las plusmarcas olímpicas? ¿Superados como algunos estilos artísticos? De otro, la superstición. Si se entiende por superstición una creencia no fundamentada en la razón está claro que la Iglesia católica es el templo mismo de la superstición. Pero no es a ella a quien se refiere el prelado porque para él, como para sus fieles, es supersticiosa toda creencia no fundamentada en la razón... ni en la revelación cristiana. La religión revelada (sus misterios, sus fiestas y el saber y la autoridad de sus obispos) no depende de la luz de la razón, sino de la de la fe. La fe en otras religiones está "superada" o es falsa, superstición.

Ya saben los fieles de la diócesis de Sigüenza, mis codiocesanos: pueden divertirse, pero sin olvidar el espíritu religioso de las fiestas, siempre tan alegre y divertido. Y procurando no confundir la verdadera religión con religiones "superadas" o "supersticiones". Como si hubiera algún parecido entre la creencia en que los gatos negros traen mala suerte y la de que para encontrar trabajo hay que encomendarse a San Pancracio.

(La imagen , una procesión ante la catedral de Sevilla, es una foto de Lanpernas 2.0, bajo licencia de Creative Commons).

Legitimidad contra legitimidad.

El referéndum revocatorio del domingo pasado ha dejado a Bolivia en parecida situación de enfrentamiento en que se encontraba. Es cierto que el mandato del señor Morales ha quedado legitimado y reforzado con más de un sesenta por ciento de apoyo popular. Pero también lo es que algunos de sus opositores, los prefectos de los departamentos que han aprobado estatutos de autonomía con fines secesionistas, también han salido reforzados y en algún caso como en el del prefecto de Santa Cruz, con más del setenta por ciento de los sufragios. Y aunque uno tiene siempre tendencia a interpretar la distinta "calidad" de los votos, el hecho cierto es que hubo votación, que fue libre y pacífica y que el resultado fue el que fue.

El Presidente señor Morales ha formulado unas declaraciones conciliadoras e integradoras, hablando de continuar adelante con su proyecto. Pero ésta será la siguiente batalla en la política del país ya que por "proyecto" el Presidente parece seguir pensando en esa Constitución que hizo aprobar en diciembre pasado sin las mayorías previstas y tenía pendiente de ratificación mediante referéndum. En gran medida, el movimiento opositor de la oligarquía vino dado por el contenido indigenista y socialista (que fue objeto de análisis en Palinuro, en Las dos Bolivias) de dicha Constitución y el movimiento autonomista se disparó a la vista de aquel referéndum de ratificación que ahora, según parece, no se celebrará.

Es como si el resultado del referéndum revocatorio consistiera en decir al presidente señor Morales que puede seguir adelante con su proyecto de transformación política de Bolivia siempre que lo haga en diálogo con la oposición. Claro que en un país con posiciones tan radicalizadas como en Bolivia, esto es más fácil de decir que de hacer. De entrada significa que sería preciso acordar con la oposición una reforma de la Constitución que acomodara a las fuerzas opositoras, con lo que podría decirse que Bolivia es el único país en que se ha procedido a reformar la Constitución antes de que entre en vigor.

(La imagen es una foto de Alain Bachellier, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 11 d’agost del 2008

Se quedan sin vacaciones.

Me refiero al Gobierno y más en concreto a los Ministerios relacionados directamente con el de Economía. El señor Rodríguez Zapatero ha tomado la insólita decisión de convocar a la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos para el miércoles. Y eso que no hay crisis, que es solamente un "frenazo". Ha pedido a los asistentes que lleven informes sobre cómo impactan las medidas del Gobierno referidas a esa no-crisis cuyo nombre acabará siendo como la falsa monea, que de mano en mano va pero nadie se la quea. Es decir los tiene trabajando desde la semana pasada porque los informes, supongo, no se improvisan; aunque no sé yo qué hará el señor Sebatián que ha ido a Pekín a fomentar las relaciones comerciales con China y no, claro que no, a ver los juegos olímpicos. Mucho tiempo no le queda para el informe.

En todo caso tampoco es tan importante porque el problema real que tiene el Gobierno no es la crisis que se niega a nombrar en una actitud que da risa cuando en casi todos los países europeos importantes se detiene el crecimiento del PIB y se acerca una recesión. Esa crisis que ya está aquí, que ya estaba aquí hace un año porque el sistema capitalista es el que es, no va a verse grandemente afectada por las medidas gubernativas. El problema real que tiene el Gobierno de España no es sólo la crisis; es principalmente Cataluña.

La señora vicepresidenta dice que el señor Montilla ha incurrido en un "exceso" de palabra, es decir, el señor Montilla ha hablado ex abundantia cordis y por lo tanto no hay que hacerle mucho caso. ¿Y qué le sucede al señor Montilla? Que está muy irritado porque pasó el nueve de agosto fecha en que, según el estatuto (tengo entendido), la negociación sobre financiación de la Comunidad Autónoma de Cataluña tendría que estar concluida y no estaba ni iniciada. Cualquiera se irritaría, me atrevo a pensar, con permiso de la señora De la Vega.

Pero lo que fastidia por estos pagos no es que el señor Montilla incurra en demasías verbales, si lo son, sino que los políticos catalanes hayan cerrado filas tras la reivindicación de financiación, tripartito con CiU, frente cerrado de izquierda y nacionalista contra el Gobierno del Estado. ¡El Partido del Gobierno del Estado contra el Partido del Gobierno del Estado! Lo nunca visto. Queda fuera el Partido Popular, aunque no es por falta de ganas sino porque los frentistas no lo quieren. El frente ha dado a entender (o así lo han interpretado los medios) que condiciona la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado a la solución de la cuestion pendiente de la pela. Si esto es cierto hay que esperar que, de no haber acuerdo de financiación en el Principado, los veinticinco diputados del Partit dels Socialistes de Catalunya voten en contra de los presupuestos, en contra de su Partido y de su Gobierno. Castañas.

Los ministros que llevan una semana redactando el informe del impacto económico (menos el señor Sebastián, evidentemente) han perdido el tiempo. Porque el problema más acuciante es el catalán. Es decir, van a seguir sin vacaciones porque tendrán que hacer otro informe sobre cómo ven ellos la cuestión catalana. Los informantes son los mismos; al tratarse de financiación está bien que estén los ministerios con competencias económicas.

La cuestión catalana, además de la vertiente económica tiene la política. El PSOE deberá decidir si acepta que el PSC sea un partido independiente que puede romper la disciplina de voto cuando lo estime oportuno. Y si no lo acepta será interesante ver qué propone para resolver esa muy evidente escisión cataláunica en el partido que se precia de "vertebrar a España". Filosóficamente hablando esto no es muy grave ya que quien vertebra desvertebra, pero políticamente es básico porque significa cruzar la raya que separa al amigo del enemigo, cisura decisiva en el campo político, como nos enseña Carl Schmitt.

Y este problema no es solamente una manía más del PP, al estilo de "España se rompe" y "España se hunde" de hace unos meses y días, como sostiene el diario Público cuando titula El PP cambia de lema: ahora es el PSOE el que se rompe. Es mucho más, es un problema real y acuciante que afecta a la base de apoyo parlamentario de un gobierno en minoría. Sobre todo cuando el mismo diario se ve obligado a rotular horas después que El PSC abre un frente con las comunidades socialistas. Es muy posible que la queja catalana esté fundamentada, esto es, que el Gobierno no cumple el Estatuto aprobado hace ya dos años. No voy a ponerme a comprobarlo, aunque quizá no lo cumpla porque, estando recurrido ante el Tribunal Constitucional, piensa que es como si estuviera en suspenso. La razón o sinrazón del problema es aquí lo de menos; lo que se solventa es si el PSOE forma un único grupo parlamentario o no y a quién elige cada cual porque imagino que habrá ciudadanos en Cataluña que se quedarán a cuadros cuando vean a sus representantes votando en contra del PSOE que es el partido al que ellos han votado.

Así que supongo que la tal Comisión Delegada y es posible que el Gobierno en pleno se queden sin vacaciones. No está el horno para bollos.

Los nacionalismos son un mundo tupido en Europa y causa de mucha, muchísima agitación. Esa insistencia vasca y catalana por tirar en sentido centrífugo en España y esa tendencia española a tensar en sentido centrípeto en un tira y afloja perpetuo no tendrá solución mientras los españoles no reconozcan el derecho de autodeterminación de catalanes, vascos, gallegos y todos cuantos lo pidan, en el entendimiento de que lo pedirán entes viables. (Personalmente no tengo nada contra la idea de reconocerselo también a los entes "inviables", pero no quiero entretenerme ahora con razonamientos laterales). Es más entiendo que, de reconocerse y ejercerse tal derecho, tanto el País Vasco como Cataluña optarían por quedarse en España. Es la obstinada negativa a reconocerlo la que está haciendo aumentar la cantidad de independentistas.

En todo caso no se trata de una defensa pragmática del derecho de autodeterminación en el sentido de que se apoye porque se piense que se va a ganar. Ese derecho debe reconocerse con independencia de cual haya de ser el resultado de una hipotética consulta. Sólo así podría acometerse legítimamente una reforma del sistema electoral que atenúe o suprima la capacidad de presión de los partidos nacionalistas.

(La imagen es una foto de Jordi Gomara (itaca2000), bajo licencia de Creative Commons).