divendres, 15 d’agost del 2008

Crudeza de la crisis.

Leer para creer. Dice el señor Rodríguez Zapatero que España resiste mejor que otros este "frenazo" o lo que sea porque tenemos un 0,1 de crecimiento frente a los decrecimientos (o como dicen los economistas "crecimientos negativos") de los otros, singularmente Italia, Francia y Alemania. Según eso los ingleses tendrían que estar dando saltos de alegría porque el crecimiento ha sido de 0,2, una décima más que en España. Sin embargo están bastante asustados. Tienen un banco en cuarentena y nadie se fía de nadie. Esta crisis que empezó como una crisis de "confianza" de los bancos entre sí parece haberse trasladado a otros ámbitos y esferas de actividad, a la economía real. A los intercambios entre particulares. Habría que ver a cómo esta la contratación con pago a noventa días y cuánto cuesta.

Una crisis de confianza general es lo más terrible del capitalismo que se basa en el crédito. Puede acabar con la economía monetaria (la moneda es lo primero que pierde valor en un sistema monetario) y restablecer un sistema de trueque natural, en el que no está agarantizada la supervivencia de la mayoría que no tiene nada concreto que ofrecer en trueque porque sólo sabe teclear en pantallas o mirarlas o jugar con ellas. Tampoco es cuestión de ponerse cataclísmico pero el panorama económico mundial es muy ominoso. El efecto mariposa funciona en potencia infinito. China produce los automóviles más baratos del mundo, los Jiangnan Alto (antiguos Suzuki Alto, un motor de 0,8 litros con tres cilindros con un precio de unos 2.500 euros). Si esos coches ponen rueda en los mercados europeos se va al garete la industria estrella del continente, la automovilística. Puede que se mantenga algo la de media-alta y alta gama pero el mercado de utilitarios desaparece y ahí hay otra crisis en ciernes que viene aparejada con el encarecimiento de la energía. Encarecimiento que en parte se debe a la mayor demanda de las macroeconomías emergentes, la China y la India que juntas suponen el 43,3% de la población mundial.

Otro ejemplo de la peculiaridad de esta crisis. La India tiene la mayor productora de cine del mundo, Bollywood (Bombay + Hollywood) en cantidad de películas producidas. ¿Cabría pensar en que este cine hindú se generalizara en Europa? Será algo más difícil que los coches baratos chinos ya que aquí entran en juego consideraciones culturales. Todo puede andarse. Cada vez hay más de estas películas rodadas enteramente en inglés. Su mercado pueden no ser los EEUU o Inglaterra de momento pero sí muchas otras antiguas posesiones del imperio inglés (por ejemplo, en África) en donde no hablán hindú. ¿Podría ser que Hollywood encontrara competidores, además de Europa? No parece exagerado ni siquiera innovador pensar que la situación de crisis es la "normalidad" hoy. La coyuntura es estructura.

En estas condiciones, el Consejo de Ministros en esforzada y ejemplar reunión tomó un conjunto de medidas para hacer frente a la crisis/frenazo/trompicón interrumpiendo las vacaciones para escenificar que la nave capitana ha tocado zafarrancho de combate y el almirante está en el puente de mando con propósitos, con decisiones, con ideas. Dispuesto a domeñar el toro de la economía. Quien haya imaginado el asunto ha tenido un acierto mediático en un momento tan enteco de noticias que los periódicos han de ocuparse de la guerra entre Rusia y Georgia por el control de Osetia del Sur y Abjasia. Un asunto que está ocupando el tiempo que queda al señor Bush antes de salir de la Casa Blanca y entrar en la historia como el primer presidente que ocupó un país, lo destrozó, derribó a su Gobierno, ejecutó al Jefe del Estado, puso otro Gobierno, organizó elecciones, impuso una Constitución y controló su orden público... pero no consiguió "pacificarlo" ni siquiera ganarle la guerra. Imagínense la gloria inmarcesible: ser incapaz de ganar la guerra a un enemigo derrotado hace cinco años. Por eso piensa el señor Bush si no podría enredar en el conflicto ruso-georgiano hasta convertirlo en un posible casus belli con Rusia. Crisis por todas partes.

Da la impresión de que la bendita opinión pública española encuentra que las medidas anunciadas en agosto por el gobierno no serán suficientes por ser pocas, desenfocadas y tardías. Lo de tardías es lo más sorprendente porque muchas de ellas, casi todas, excepto, supongo, el chorreo de millones para las inmobiliarias, arranca con un plan sobre esto o lo otro que el ministerio correspondiente tiene que presentar antes del 31 de diciembre próximo. Es decir, no tenían previsto nada porque no creyeron que había crisis hasta que ésta se los comió. Las medidas son pues para la segunda mitad de 2009, el año en que según los vaticinios del señor Solbes el pasado ya habremos salido de la crisis. Y eso con suerte de que consigan que se aprueben los presupuestos generales del Estado, que veo a los catalanistas (es decir todas las fuerzas parlamentarias catalanas, incluidos els socialistes) férreos como un puño con guantelete poniendo precio a su voto favorable. Imagínese cómo será la cosa en 2009 si, en la situación actual, hay que operar con el presupuesto de 2008 (expansivo) prolongado.

Claro que si la reacción del Gobierno a la crisis ha sido de reír, la de la oposición ha sido de llorar. Afirman sus representantes la semana pasada que, como el Gobierno no está, ellos se quedan de retén y, cuando están con la barriga al sol en las playas, el Gobierno se reúne en Consejo de Ministros. Es como de "tierra (en este caso arena de la playa) trágame". Dicen asimismo que ofrecen sus servicios al Gobierno pero la única medida que proponen es bajar los impuestos y, claro, reducir el gasto social. El señor Montoro sale por la tele diciendo que el Gobierno es patético cada vez que toma alguna medida pero no explica por qué. Y convendría para enterarnos de qué no sea patético para el señor Montoro excluido el propio señor Montoro.

(La imagen es una foto de Wallyg, titulada charging bull, bajo licencia de Creative Commons).