En un aparte en Hamlet, Polonio dice de lo que el joven príncipe de Dinamarca le cuenta: "aunque sea una locura, tiene método". Juntar método y locura suena, a su vez, a locura; exactamente: la locura del método, una de las más peligrosas porque es letal. El lunático del método lo sacrifica todo a este y no ya con la mala conciencia de la fanática sino con la autocomplacencia de la cartesiana que porta orgullosa la identidad occidental consistente en identificar método y razón, como si la misma razón no nos avisara de a qué extremos de depravación, crueldad e ignominia puede llevar ella misma. El nazismo era una ideología científica; el comunismo era una ideología científica. ¡Ah, las aguas del Leteo!
Basta de monsergas. Vamos a lo práctico. Lagarde, jefa del FMI, dice que el organismo no está preparando un plan de rescate de España. Será verdad o no pero lo indudable es que alguien ha dicho que está en marcha tal plan. Mas, al tratarse de la locura del método o el método de la locura, puede ser ella misma quien lo haya hecho so pretexto de negarlo. Afirmar una cosa negándola tiene arte; aunque lo más probable es que se lo haya soplado Soraya Sáez de Santamaría con el ruego de que lo desmienta. Bingo.
Llega luego Merkel a pedir apoyo para las "valientes" o "decididas" o "audaces" reformas de Rajoy. Locura en el método porque pide a los demás el apoyo que ella no presta, habiéndose negado hasta la fecha a satisfacer ninguna de las caridades que Rajoy ha implorado y han sido unas cuantas, desde una sonrisa menos teutónica a los eurobonos, pasando por el enchufe con el Banco Central Europeo (BCE). ¡Con estos centreuropeos no valen los jamones de Jabugo!
Por si acaso, los burócratas de Bruselas, que son como los monstruos engendrados por el sueño de la razón metódica, han arremetido contra el gobierno de España prácticamente por todo, poniéndolo de inútil para arriba, especialmente en cuanto a la gestión del escandalazo de Bankia, cosa de la que presumen saber porque están parapetados en el BCE. La locura de este método reside en que tales propósitos incendiarán los mercados y obligarán a Rajoy a hacer más locuras. Y el método consiste en la peculiar forma que tiene el BCE de seguir los Diktate germánicos, haciendo lo contrario de lo que se le pide.
No hay tragedia sin comedia. Sáez de Santamaría asegura triunfante que un puñado de personalidades transoceánicas, como Obama entre otros, apoya los planes españoles, esos que todavía no se han presentado y por tanto desconocen. Cree que lo que digan los estadounidenses influye tanto en Bruselas o Berlín como lo hace en Madrid. Es una creencia muy de la tierruca pero algo ingenua.
De Guindos asegura que el futuro del euro se juega esta semana en España e Italia. La locura del método nos ha llevado a la lógica conclusión de cargarnos el euro a fuerza de protegerlo. De Guindos tiene tendencia a ser oracular y ya se sabe que los oráculos suelen ir acompañados de estados de trance y brumas mentales. Supongo que la repentina incorporación de Italia al grupo de los condenados se debe a la necesidad de reforzar el simil futbolístico o, como diría mi abuelo, "balompédico". El mismo De Guindos aguantó ayer impertérrito una soflama de la diputada canaria Ana Oramas quien acusó al PP de haber complotado la caída del gobierno en mayo de 2010 cuando este comunicó a los grupos que España estaba al borde del abismo. Es decir, lo acusó de traición al país y se atribuyó a sí misma y a los catalanistas el mérito de haber impedido una catástrofe que hubiera llevado a la intervención. La absoluta locura del método en versión carpetovetónica. Supongo que el oracular De Guindos vería en Oramas a una sibila que le revelaba el pasado y le mostraba el futuro.
Ignoro si De Guindos forma parte de la tropa gubernamental que acude al encuentro del club Bilderberg, convocado en una localidad gringa de Virginia que responde al muy francés nombre de Chantilly, no sé si por esnobismo o por ganas de despistar. Al fin y al cabo, los primeros esfuerzos mentales de estas lumbreras mundiales se dedican a asegurar su protección. Creo que han decidio declarar un estado de alarma en 10 km a la redonda por amenaza de ataque terrorista. Es como cuando Dios mantenía a raya a los cotillas de los israelíes, cubriendo el Sinaí con negras nubes y tormentas mientras dictaba a Moisés la divina ley.
Esto del Bilderberg es el trasunto contemporáneo de la leyenda eterna de la búsqueda del Santo Grial y estoy seguro de que muchos asistentes al cónclave piensan que acuden a Camelot, si bien, signo de los tiempos, también hay damas. Al Santo Grial que estos caballeros buscan (el crecimiento, la estabilidad, la paz, la democracia, la eterna felicidad del género humano) le ocurre lo que al de la leyenda artúrica: nadie sabía qué forma tenía porque nadie lo había visto nunca. Suprema locura del método: inventarse algo e imponérselo a la especie humana sin contar con ella para nada. Es lo que hizo Dios, ¿no?
Esto del Bilderberg es el trasunto contemporáneo de la leyenda eterna de la búsqueda del Santo Grial y estoy seguro de que muchos asistentes al cónclave piensan que acuden a Camelot, si bien, signo de los tiempos, también hay damas. Al Santo Grial que estos caballeros buscan (el crecimiento, la estabilidad, la paz, la democracia, la eterna felicidad del género humano) le ocurre lo que al de la leyenda artúrica: nadie sabía qué forma tenía porque nadie lo había visto nunca. Suprema locura del método: inventarse algo e imponérselo a la especie humana sin contar con ella para nada. Es lo que hizo Dios, ¿no?
El PSOE se ha abstenido en la votación de la reforma financiera del gobierno. Parece ir virando a la izquierda, recuperando su imagen propia, desdibujada por su coincidencia con el PP. Aunque lo hace con mucho trabajo porque le crujen las cuadernas, como a los viejos navíos y ha de tomar aliento en la abstención. Algo muy poco recomendable porque la abstención solo indica indecisión, incapacidad para pronunciarse entre alternativas, poco liderazgo, que se dice. Pero quizá se trate a su vez del método de la locura consistente en recuperar la capacidad de dirigir a base de mostrarse desorientado.
Locura en el método, método en la locura. Escojan porque hay de los dos. En abundancia.
(La imagen es una foto de World Economic Forum, bajo licencia de Creative Commons).