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dimarts, 28 de juny del 2011

Fascistas, genocidas y roba-niños.

Una Gran Nación


(A propósito de la petición de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de que el Congreso condene la sublevación fascista del 18 de julio de 1936).


Se alzaron en armas contra el gobierno legítimo que habían jurado defender.

Hicieron una guerra civil de tres años con ayuda militar de las fascistas Alemania e Italia y el empleo de regulares de África, contra su propio pueblo. La única guerra que el ejército español ha ganado en trescientos años... contra su propio pueblo.

Procedieron a un exterminio sistemático de los adversarios desarmados por razones políticas, o sea un genocidio.

Trataron a los vencidos con crueldad inaudita, persiguiéndolos, encerrándolos, torturándolos, asesinándolos, aterrándolos durante años; a ellos y a ellas.

Depuraron y represaliaron todos los cuerpos de la administración y las profesiones liberales y confiscaron o simplemente robaron los bienes, tierras y patrimonios de los vencidos.

Impusieron una dictadura totalitaria y terrorista de delincuentes con plena complicidad de la Iglesia.

Establecieron un régimen de corrupción generalizada en que los adictos a los delincuentes en el gobierno se enriquecían robando a la Administración mientras la gente pasaba hambre.

Sus generales y altos mandos eran sobornados por los ingleses y los aliados en general para que no entraran en la guerra mundial del lado de Alemania.

Enviaron una división a luchar contra los soviéticos con uniforme alemán y bajo mando alemán.

Robaron decenas de miles de niños de rojos para entregárselos como hijos adoptivos, criados o esclavos a las familias adictas al régimen, bendecidas por los curas.

Dieron muchos gritos pero dejaron Gibraltar como estaba por miedo a los británicos.

Vendieron la soberanía nacional en lo territorial a los Estados Unidos y en lo espiritual al Vaticano a cambio de leche en polvo y unas medallitas.

Enviaron a los trabajadores españoles como emigrantes en condiciones de miseria por cientos de miles a los países europeos para financiar con sus retornos el desarrollo español.

Siguieron robando niños con los mismos fines que antes, aunque no ya solamente a los rojos sino, en general, a los pobres.

Reprimieron toda manifestación de libertad, creatividad cultural o folklórica popular ensalzando el fútbol, los toros y el flamenco como la esencia de la raza.

Se tragaron todas las humillaciones militares en el norte del África, incluido el expolio del Sahara.

Se tragaron todos los desprecios internacionales, incluido el aislamiento en Europa como régimen apestoso.

Su sanguinario caudillo firmó las últimas penas de muerte un mes antes de morir él mismo bajo el manto de una Iglesia cómplice de la dictadura y genocidio.

Por entonces España no sólo era conocida en Europa por ser exportadora de mano de obra barata sino también por ser un lugar donde podían comprarse niños ya que su robo se había convertido en un negocio redondo.


A esto es a lo que Rajoy llama una gran nación y este es el régimen que su partido se niega a condenar, en el que sus capitostes vivían con extraordinaria placidez a los gritos de ¡Una, grande libre! y ¡Franco, Franco, Franco!

El problema de autoestima en el imaginario colectivo que aqueja a los españoles no es un invención sino que tiene raíces muy profundas y no se resolverá en tanto no se afronte la verdad.

(La imagen es una foto de Jaume d'Urgell que muestra republicanos fusilados por los franquistas, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 2 de juny del 2011

Retirad ya esa basura y dimitid.

Se cumple lo que decía Palinuro en una entrada anterior (La desvergüenza de los franquistas), esto es, que no se trata solamente de que el franquista Luis Suárez haya puesto su huevo podrido en un cesto por lo demás impoluto. Se trata de que todo el cesto es una gusanera de fascistas y meapilas. Es cierto que el tal Luis Suárez es un propagandista de la Dictadura en todos los foros que controla, al que su cobardía impide llamar por su nombre aquello que defiende cuando ha de hacerlo fuera de su covacha. Pero no es únicamente eso. Según va profundizándose, se ve que las demás entradas son igual de falsas, torpes y/o irrisorias. Público muestra cómo estos propagandistas sostienen que la guerra civil fue una cruzada y otras descarnadas mentiras de este jaez. O sea, no es que en una obra de historiografía y biografía por lo demás digna se haya colado un par de disparates, no. Es que todo lo que tiene que ver con la guerra civil y el franquismo está escrito por los defensores y herederos de uno de los bandos en desprestigio y detrimento del otro. Se trata de que, en este terreno, el Diccionario Biográfico es una reedición de los repugnantes manuales de Formación del Espíritu Nacional, unos textos llenos de embustes, insultos, provocaciones y estupideces que son los que más hen hecho por debilitar y aniquilar el espíritu nacional de los españoles al identificarlo con la causa de los golpistas y los asesinos.

Y esto no tiene remedio. El mal está causado y, mientras crece la indignación en todos los sectores, lo único sensato que cabe hacer es retirar y destruir la edición en todo aquello que ofende la verdad y el espíritu crítico y poner de patas en la calle a los responsables de esta vergüenza, empezando por el director del lugar, Gonzalo Anes, si carece de la dignidad de dimitir. Palinuro no cree de recibo que con el dinero de sus impuestos se defienda el genocidio franquista, aunque sea vergonzantemente y con la boca chica, como hacen estos fascistas revenidos a los que ya no queda ni el coraje de sus opiniones.

Parece lógico que los Reyes hayan apadrinado la presentación de este atentado a la verdad y la honestidad intelectual. Al fin y el cabo, deben mucho al dictador. Se lo deben todo y ya se sabe lo de ser agradecidos. ¿No dijo Juan Carlos en cierta ocasión que en su presencia nadie se atreviera a hablar mal de Franco? Ahora bien, aquí no se trata de hablar mal sino de hacer su panegírico. Se trata del derecho de las víctimas, sus allegados y descendientes, así como de todas las personas amantes de la democracia y de la verdad, a decir que Franco fue un golpista, un asesino y un genocida. Le guste o no a Juan Carlos y a su esposa a quienes este golpista benefició pues sin él hoy no serían nada.

Se ha señalado que esta Academia es un antro de reaccionarios y nostálgicos de la dictadura que se reproduce a base de enchufes y carece de prestigio entre los verdaderos historiadores. No obstante, algún académico o académica que ha llegado hasta aquí valiéndose de sus influencias, en sus años mozos fue antifranquista, que era lo único decente que se podía ser entonces. ¿Qué ha pasado con él/ella? ¿Está arrepentido/a de su actitud de entonces? ¿Ha renegado de su juventud? ¿Se ha vendido? Al fin y al cabo, la derecha tiene mucho dinero, posiciones, relaciones, ventajas y es lucrativo bailarle el agua y comer en su mano. Pero, al mismo tiempo, es muy exigente y nada ingenua y quienes se le venden han de apear todo decoro y dignidad, como los criados. Tiene gracia que, en su desmedida ambición y su materialismo garbancero, algún/a antiguo/a izquierdista crea haber hecho un negocio cambiando su trenka de progre por una librea de lacayo/a sólo para descubrir al cabo de los años que el espíritu cuenta y la conciencia también.

(La imagen es una foto de Photospain, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 1 de juny del 2011

Diez preguntas sobre la Real Academia de la Historia y una sobre los españoles.

  • 1ª: ¿Por qué se redacta un diccionario biográfico nacional? Porque, llegado el PP al poder, al orwelliano grito de quieren reescribir la historia de España, la entonces ministra de Cultura, Esperanza Aguirre, de acuerdo con el otro culto del Gobierno, Aznar, decidieron reescribir orwellianamente la historia de España, según la ideología seudoliberal y carcunda que los caracteriza y para ello contaban con la inestimable colaboración de un núcleo de franquistas sufragado con dineros públicos.

  • 2ª: ¿Por qué se nombra a Luis Suárez, miembro del Opus Dei, director de la Hermandad de la S. C. del Valle de los Caídos, consejero editorial de Razón Española, furibundo franquista claramente totalitario, y medievalista para redactar la entrada de Franco, como si éste fuera Fruela? Porque la tarea no es historiográfica sino de propaganda ideológica.

  • 3ª: ¿Por qué acepta el franquista Luis Suárez escribir la entrada de Franco? Para legitimar la dictadura porque es partidario de ella y, en consecuencia, enemigo -eso sí, sin tener el valor de decirlo- de la democracia y el Estado de derecho.

  • 4ª: ¿Por qué el director de la Academia, Gonzalo Anes, afirma que fue el el propio Suárez quien pidió redactar la entrada pero Suárez dice "que se la encargó la Academia?" Porque la verdad les da igual y lo que les importa es salir airosos de esta indigna trapacería.

  • 5ª: ¿Por qué pueden mentir en público los académicos de la Real Academia de la Historia, ya que es obvio que uno de los dos miente? Porque no actúan como académicos ni como historiadores sino como apañadores (por no usar otro término) de un encargo ideológico.

  • 6ª: ¿Por qué Suárez dice que un historiador no puede emplear el término dictador porque es un juicio de valor pero, dos sillones más allá, Seco Serrano dice que el gobierno de Negrín fue prácticamente dictatorial? Porque estos "historiadores" no hacen historia sino Formación del Espíritu Nacional, que es lo suyo, esto es, justificar el golpe fascista y denigrar el legítimo gobierno republicano para el cual no hay una sola palabra justa en toda la obra; es decir porque, aunque no se atreven porque les falta lo que hay que tener, coinciden con la historia franquista, al estilo de Joaquín Arrarás.

  • 7ª: ¿Por qué Suárez distingue entre autoritario y totalitario para decir que Franco no era lo segundo (aunque él decía que sí lo era) pero Anes sostiene que, en el fondo son lo mismo? Porque los que en el fondo son lo mismo son Franco, Suárez y Anes.

  • 8ª: ¿Por qué no es público ya el modo en que se han distribuido los 5,8 millones de euros que ha costado al erario público la obra con la que estos ideólogos partidarios de los golpistas de 1936 pretenden fijar para siempre su visión de la historia de España dejando en las cunetas la de los que están en las cunetas?

  • 9ª: ¿Por qué se siguen conservando usos y costumbres de la época del totalitarismo fascista que sus partidarios niegan hoy cobardemente cuando son los primeros beneficiarios de la violenta reorganización manu militari que los facciosos triunfantes hicieron de la institución en 1939? Porque su misión es mantener vivo el legado franquista que han recibido.

  • 10ª: ¿Por qué se trata con respeto, como si fueran académicos, a un grupo de ideólogos de facción al servicio de una causa que todo el mundo civilizado repudia? Porque sigue vivo el miedo que el terror de la Dictadura inculcó en el alma de los españoles, que no se atreven a poner en su sitio a sus herederos y beneficiarios, desde los curas a los últimos aprovechados de la monarquía.

  • 11ª: ¿Por qué permite el pueblo español que los delincuentes que se alzaron en armas contra la legalidad republicana y sus herederos ideológicos, partidarios y paniaguados sigan dictando el canon de la memoria cuando decenas de miles de asesinados por la vesania de los facciosos aún yacen sin nombre ni sepultura en los muladares y caminos de España? Porque para eso sirvió el terror de la Dictadura.

    (La imagen es una foto de alejandro blanco, bajo licencia de Creative Commons).


Considerad la posibilidad de sumaros a la causa qued he abierto en Facebook:

Retirad el libelo franquista de la Academia/Withdraw the Francoist libel from the Academy.

dilluns, 30 de maig del 2011

Historiadores y falsarios.

Francisco Franco Bahamonde se alzó en armas en 1936 contra el gobierno legítimo de la República que había jurado defender, junto a otros delincuentes militares. Tres días después, el ministerio de la Guerra, por decreto, lo separaba del ejército así como a sus cómplices. Al continuar en su rebeldía, los facciosos, con su jefe Franco a la cabeza, sumieron su país en una terrible guerra civil que duró tres años. La única guerra que el ejército español ha ganado en tres siglos: la guerra contra su propio pueblo. Tanto durante la contienda como después de ella, los malhechores sublevados pusieron en práctica un plan sistemático de exterminio de los adversarios políticos, defensores de la legalidad republicana, mediante la tortura, el asesinato, el secuestro de personas, especialmente niños, las ejecuciones extrajudiciales y el terror. Según diversas fuentes solventes se calcula que entre 1936 y los años 50, los delincuentes franquistas asesinaron a unas 150.000 personas.

En el curso de su dominio usurpado pusieron en marcha una dictadura totalitaria que excluía toda posibilidad de discrepancia de forma que nadie que dijera que el gobierno del criminal Francisco Franco era ilegal se libraba cuando menos de la cárcel. Dado que ahogaron toda expresión que no fuera suya es obvio que ellos y sus seguidores son los únicos responsables de aquel régimen execrable en el que unos facinerosos que regían el país en provecho propio y de sus compinches, hacían como que éste era un Estado al uso ordinario.

Hoy, 36 años después de la muerte del dictador y del restablecimiento de un régimen de libertades, resulta que la Real Academia de la Historia publica un diccionario biográfico en no sé cuántos volúmenes en uno de los cuales se dice que el fascista sanguinario Franco fue un gobernante católico, inteligente y moderado. ¡Moderado! La entrada la firma el historiador Luis Suárez, director de la Santa Hermandad del Valle de los Caídos y hombre relacionado, al parecer, con la Fundación Francisco Franco, ambas asociaciones de extrema derecha dedicadas a embellecer la la obra siniestra de la dictadura. Y lo hace en un texto oficial, pagado con el dinero de todos, incluidos los descendientes de los asesinados por el faccioso sublevado. Algo hemos ganado los españoles: ya no tenemos que escuchar obligatoriamente los encendidos elogios a la clarividencia del Caudillo, salvador de la Patria y centinela de Occidente que le prodigaban los Luis Suárez de turno durante los cuarenta años de la dictadura. Ahora se dice vergonzantemente que fue un gobernante autoritario pero no totalitario.

Al margen de si esa controversia totalitarismo-autoritarismo, enunciada originariamente por Hannah Arendt y luego por Raymond Aron, recogida por Juan J. Linz para caracterizar el franquismo y resucitada por Tusell, sirve para algo más que para embellecer la dictadura y justificar los asesinatos de un régimen ilegal e ilegítimo al que sus 40 años detentando el poder no hicieron más legal ni más legítimo, se da la paradójica circunstancia de que el hagiógrafo de la dictadura, Luis Suárez, más papista que el Papa, oculta que el propio Franco proclamaba a los cuatro vientos que lo suyo era un un Estado totalitario. Asimismo, José Antonio Primo De Rivera, en su famoso discurso fundacional del Teatro de la Comedia del 29 de octubre de 1933, decía que "venimos a luchar por que un Estado totalitario alcance con sus bienes lo mismo a los poderosos que a los humildes". Y Ramiro Ledesma Ramos, fundador de las JONS declaraba en Los problemas de la Revolución Nacional-Sindicalista que una de las realidades más sugestivas y profundas sobre la que se apoya nuestro movimiento es su inflexible destino totalitario.

Podría decirse que, si bien estas intenciones totalitarias estaban en el origen del régimen faccioso, posteriormente la realidad de los hechos le obligó a ceder y abandonar el totalitarismo. Pero esto también es falso. El punto 6 del programa de la Falange Española Tradicionalista y de las Juntas Ofensivas Nacional Sindicalistas, FET y de las JONS, el partido único, decía: "Nuestro Estado será un instrumento totalitario al servicio de la integridad patria. Todos los españoles participarán en él a través de su función familiar, municipal y sindical. Nadie participará a través de los partidos políticos. Se abolirá implacablemente el sistema inorgánico, representación por bandos en lucha y Parlamento del tipo conocido." Franco fue el Jefe Nacional de ese partido de siempre, su régimen mantuvo la estructura seudorrepresentativa de la familia, el municipio y el sindicato, los partidos políticos estuvieron prohibidos hasta su muerte y la Cortes no fueron otra cosa que un circo de payasos y mercenarios que aplaudían sus ocurrencias. Es decir, el régimen fue totalitario del principio al final de acuerdo con sus propios postulados y el Luis Suárez que firma ese escrito, un franquista que reescribe la historia adaptándola a sus peculiares convicciones. Un ideólogo y un propagandista de una causa innoble.

En ningún momento de la entrada se dice que Franco fuera un dictador. Sin embargo, la doctrina de su régimen lo ensalzaba como un caudillo por la gracia de Dios. Si un caudillo por la gracia de Dios no es un dictador, ¿qué es? En el colmo no se sabe ya si del dislate o la mala fe, el director del organismo, Gonzalo Anes, en entrevista a El País sostiene que Franco fue un dictador, no creo que haya nadie que no lo reconozca hoy en día, de donde se sigue que Luis Suárez no es nadie o Gonzalo Anes no sabe lo que dice. El resto de la entrada es igual de falso, manipulador y embustero. Otorga al franquismo una Constitución, lo que es llevar el afán de disfrazar el fascismo a extremos que ni los fascistas originarios, que despreciaban las constituciones, alcanzaron y relata las patrañas propias de la hagiografía franquista.

Por lo demás, el mismo director de una Real Academia de la Historia que ha quedado a la altura de los órganos orwellianos en 1984 dice que él no leyó la entrada dedicada a Franco. Sin embargo, sí tenía que saber que Luis Suárez, además del cargo citado, forma parte del consejo de redacción de la revista de ultraderecha Razón Española, fundada por Gonzalo Fernández de la Mora, ministro que fue de Franco, dedicada a enaltecer la memoria del dictador y propagar sus virtudes y en donde se dan cita todos los franquistas de cierto relieve del país. Es decir, cree que la gente no se entera y que se la puede despreciar. Lo único decente que puede hacer el dicho director es retirar de la circulación el libelo que su organismo ha perpetrado con el dinero de todos los españoles, en lugar de hacerse el ofendido y de protestar porque, con toda justicia, se lo critiquen cuando es lo menos que se puede hacer con semejante ignominia.

Añádase a ello que, como muchos de quienes vivieron la dictadura, tiene tal cobardía intelectual que hace suyos como lógicos los abusos de la tiranía. Véase la justificación que da de porqué a su juicio el tal Luis Suárez es objetivo: Es un hombre liberal, que en la época de Franco consiguió que hiciesen catedrático de Historia Medieval a Julio Valdeón, que estaba afiliado al Partido Comunista. Es independiente y un magnífico investigador. Esto es, debemos agradecer como muestra de generoso liberalismo que Suárez hiciera lo que tenía que hacer y por lo que le pagaban que es votar por un hombre para catedrático en función de su competencia y no de su afiliación política. Ese es el triunfo moral del franquismo: meter tal miedo en el cuerpo a la gente que, en el colmo de la abyección intelectual, ésta acaba aceptando como favor y agradeciendo como muestra de generosidad lo que no es sino el derecho a que los demás cumplan con su deber. En verdad, Anes coronaría su obra dimitiendo de un puesto que no ha sabio desempeñar.

diumenge, 20 de març del 2011

La política por otros medios: la guerra.

Los Estados Unidos y buena parte de la Unión Europea, en una apresurada coalición de términos inciertos, estamos en guerra con un régimen que lleva cuarenta y dos años rigiendo Libia. Estamos por decisión de último momento del Consejo de Seguridad de la ONU (y ya va siendo hora de replantearse la reforma de ese Consejo) con lo que sobran todas las comparaciones con el acto de agresión ilegal que se cometió en el Irak. Aunque a quienes las hacen da igual que sean o no razonables porque lo que buscan es justificar la tropelía pasada como sea. Por cierto, siempre en esta línea de preparativos políticos de la guerra, la dicha coalición cuenta también con el visto bueno de la Liga Árabe que avala las operaciones militares contra la Jamahiriya Árabe Socialista.

Del otro lado, el de Gadafi, la guerra ha condicionado desde el principio la política. El alto el fuego decretado a raíz de la resolución del Consejo de Seguridad era un señuelo para ganar tiempo y tratar de asestar el golpe definitivo a los rebeldes tomando Bengasi. Era una estratagema. Al no funcionar, Gadafi se apresta al combate volviendo a un lenguaje político de los años sesenta, el de las luchas de liberación nacional. Califica el ataque de agresión neocolonial y llama a los pueblos de América Latina, Asia y África, esto es, el viejo Tercer Mundo, a mostrarle su solidaridad porque su causa es la de la independencia y, se supone, el socialismo.

Pero los tiempos han cambiado mucho. Parte de ese Tercer Mundo que se invoca está ya en el primero al menos en cuanto a potencial militar e industrial, como la China. Además, la amplia difusión de la información en nuestro tiempo hace que sea difícil interpretar el papel de lider invicto en la guerra por la independencia y el socialismo cuando se apalean miles de millones en cuentas e inversiones repartidas por todo el mundo, una fortuna que se ha amasado mediante el latrocinio y la dictadura sempiterna y hereditaria. En definitiva, que las proclamas de este barbián suenan a mofa y chulería.

A su vez la pintoresca coalición enarbola la idea del derecho de injerencia por razones humanitarias, una actitud encomiable en sentido puro pero que se presta a todo tipo de abusos y arbitrariedades siendo la más frecuente la de que se invoque según los intereses de los intervinientes o interventores. Esa crítica que apunta a la instrumentalización de razones morales para enmascarar meros actos de piratería tiene contenido y es necesario responder a ella de modo convincente, no saliendo del paso como sea.

Las operaciones militares de la coalición (de guerra sólo habla Gadafi) se dan en un tablero político muy variable. La OTAN no interviene por expreso deseo de Francia que se ha alzado con la iniciativa y ha sido la primera en abrir fuego, secundada por Inglaterra, con exclusión de Alemania por voluntad propia. Es decir, la Unión Europea tampoco ha intervenido. sino que lo hacen los dos principales Estados, vencedores en la segunda guerra mundial, con Alemania, la vencida, en segundo plano. La participación de los Estados Unidos y la abstención de Rusia y la China dan las dimensiones de lo que hoy se entiende por "acción europea".

Al pasar de la política a la guerra las necesidades militares se hacen perentorias e impregnan todo cálculo civil. Gadafi ha respondido diciendo que considera el Mediterráneo zona de guerra a todos los efectos. Pero esto parece una de esas baladronadas de los gobernantes despóticos, como la de Sadam Husein anunciando que, si era atacado, se desencadenaría la madre de todas las batallas. La cuestión es la capacidad militar del dictador libio frente a los occidentales que, está claro, es ínfima. Obviamente Gadafi no puede aspirar a ganar la guerra, ni siquiera a resistir mucho tiempo. Le queda, sin embargo, una baza para regresar a la política, negociar su rendición. La idea de que no tiene fuerza negociadora si pierde la guerra olvida que, para que, en efecto, tenga que dar la guerra por perdida es preciso que se invada el país con infantería, que es la única que conquista territorio. Y esta coalición, con la imagen del Irak y el Afganistán en la memoria, sostiene que no piensa invadir Libia con lo cual podrá destruirla, pero no controlarla y menos conquistarla. Nunca estuvo tan claro aquel escéptico dicho de que se sabe cómo empiezan las guerras pero no cómo acaban.

(La imagen es una foto de B.R.Q., bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 1 de març del 2011

En puertas de la intervención armada.

El 18 de marzo próximo se cumplirán ciento cuarenta años de la proclamación de la Comuna de París, el primer gobierno obrero del mundo, el único que reconocen en común marxistas y anarquistas. Por eso la ilustración de cabecera del mes está dedicada a la memoria de los 30.000 communards asesinados por los versalleses, que era como se llamaban entonces los nacionales. Es un cuadro de Maximilien Luce titulado "calle de París, mayo de 1871" y pintado hacia 1902-1903.

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La sibila líbica, cuya misión era revelar todo lo que estaba oculto, vive entre congojas. Libia, la tierra que le dio el nombre, está a punto de estallar. El gigante El Gadafi tenía los pies de barro y el Estado se le desmorona, los ministros le dimiten, los embajadores arrían la bandera de la representación, los policías no le obedecen y el ejército se le ha sublevado. Se apresta a librar la última batalla parapetado en Trípoli y defendido, al parecer, por tropas mercenarias. Es un mal endémico en la zona. Ya pasaba con los cartagineses en las guerras púnicas, que sus ejércitos eran extranjeros mercenarios. Aníbal, por ejemplo, llevaba, entre otros, honderos baleares y todo tipo de celtíberos.

Da la impresión de que esa figura del coronel mirando al cielo (que es por donde le vendrá el ataque) quiere recordar la de Allende en La Moneda, con su casco, su traje de civil y su fusil ametrallador. Pero no hay color; este cuate no representa nada ni a nadie, salvo a su mafia o clan familiar. Y es el momento en que dice que hay mucha gente que le ama tanto que está dispuesta a morir por él. Debe de querer decir que él está dispuesto a matarla, para que aprenda lo que es el amor, aunque más parece que el amor de los mercenarios sea el dinero

La revolución árabe, a todo esto, continúa. Pero la amenaza de fuego en la santabárbara libia hace que no se preste atención a lo que sigue sucediendo en otros países: Jordania, Bahrein, Túnez, Egipto, Argelia, Marruecos y ahora el Sáhara. La acción, no obstante, está concentrada en Libia, porque, aunque la revolución es de toda la arabia, encarna en cada momento en un país distinto y toma formas peculiares. En éste puede pasar cualquier cosa, desde el asesinato del sacrosanto líder hasta el empleo de armas químicas.

Los medios han estado tan ocupados descubriendo las vergüenzas de las componendas occidentales con el rufián de los creyentes y criticando la pasividad de las democracias y su falta de iniciativa, que no han advertido la eficacia silenciosa con la que se ha puesto en marcha la maquinaria de intervención de eso que se llama la comunidad internacional. Han sido pasos modestos, paulatinos, graduales que han preparado el terreno: se han congelado los activos extranjeros del dictador en Suiza, Reino Unido, EEUU, etc; la ONU ha iniciado la vía penal en la Corte Penal Internacional; también ha impuesto una batería de sanciones contra el tambaleante régimen; los mandatarios lo han dejado caer, hasta su amigo de Bunga Bunga, Berlusconi; los EEUU están moviendo la flota del Meiterráneo y pidiendo medidas militares, como el bloqueo del espacio aéreo libio.

El paso siguiente es un ultimátun y la intervención militar. Se requiere la motivación adecuada, la excusa, según quién opine y la ha brindado la señora Clinton ayer en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, al decir que el apoyo a la transición en Libia no es solo una cuestión de ideales sino un imperativo estratégico. Eso suena a intervención que será inevitable porque con Gadafi se ha cometido un error que ya detectó Sun Tzu en 500 a. d. C., al decir que siempre conviene dejar una salida al enemigo. Gadafi sabe que, si no muere en Trípoli, no habrá para él refugio en la tierra porque hasta la China lo quiere ante la Corte Penal Internacional.

diumenge, 13 de febrer del 2011

Gürtel, el cadáver y los pirómanos.

El cadáver de la obra de Ionesco sigue creciendo y ya ocupa los escenarios de los mítines del PP. La derecha está reaccionando del peor modo posible a las noticias sobre el proceso de la Gürtel.

Del peor modo posible en lo referente a los intereses generales y el respeto debido a las instituciones a las que pone en solfa permanentemente. La policía y la fiscalía siguen consignas políticas. Los jueces tienen doble rasero y no son independientes. Un discurso que cuestiona la actuación de los órganos del Estado y sus fuerzas de seguridad sin pruebas es tan ajeno al espíritu democrático y al Estado de derecho como a la verdad.

Pero también está actuando del peor modo posible respecto a sus intereses como partido. Esa batahola que organizan los dirigentes llamando persecución política al hecho de que el Ministerio Público acuse de presuntos delitos al presidente de la Generalitat valenciana en sede judicial es tan disparatada, tan delirante, que sólo sirve para magnificar lo que quieren minimizar: la Gürtel. Lo inteligente aquí sería no mencionar el asunto y hablar de otra cosa a ser posible montando un escándalo. En lugar de ello respiran por la herida, cada vez más infectada y lo hacen sin temor al ridículo. Escuchar al señor González Pons llamar al pueblo a la sublevación, como si fuera Rafael de Riego o Marat es un poco ridículo. Salvo que en realidad esté llamando a la sublevación a los militares cosa que, tratándose de quien se trata, tampoco sería de extrañar.

Ese conjunto de disparates que va desde querer minimizar la importancia del presunto delito (teoría de las "cuatro corbatas") hasta negar la legitimidad de los jueces por los más peregrinos motivos revela tal desquiciamiento y estado de nervios que va a dar al traste con las esperanzas electorales del partido. No creo exista un solo delincuente que no diga que es objeto de una persecución de jueces que le tienen ojeriza o víctima de una sórdida venganza de alguien que maneja a los jueces como si fueran guiñoles. Véase el caso de Berlusconi, presunto delincuente de manual. Dice que los jueces son comunistas que lo persiguen. Más o menos como Rajoy cuando dice que son socialistas.

El último desatino en esta campaña de intimidación de los jueces a fin de obtener la impunidad para una serie de presuntos sinvergüenzas y mangantes es insistir en el nombramiento de Camps como candidato a la Generalitat estando imputado en un proceso penal porque eso equivale a erigir un baluarte político frente a la acción de la justicia. Caer en tan craso error supone intentar una política caudillista no admisible. Nadie, ni el Rey, está por encima de la ley; nadie excepto el Rey (que ya tiene narices), fuera del alcance de los tribunales. Y eso es sin duda lo que pretende el presunto delincuente Camps: mantener su aforamiento para que no lo juzguen y decir luego que era inocente. Como Fabra con la prescripción. En el PP se hace lo que sea con tal de no comparecer ante los tribunales.

En nada ayuda la otra cara de esta actitud de asalto a la justicia, consistente en negarse a rendir cuentas públicas, a responder a las preguntas de los medios. Camps hace tiempo que no contesta a los periodistas que quieren saber algo sobre la Gürtel y María Dolores de Cospedal sigue su ejemplo y se niega a contestar preguntas sobre Camps. Silencio. Luego llegará el que se encargue de no contestar a las preguntas sobre Cospedal. No hay comentarios. Son los mismos que luego incendian la pradera en sus mítines. Esa parece ser la consigna: hablar en los mítines, en donde se puede decir lo que se quiera sin que lo repliquen a uno, sí; responder a las preguntas de los periodistas, cuando hay que dar explicaciones concretas y justificar las palabras, no.

Y el cadáver sigue creciendo.


No sé qué pinta Bono en Guinea Ecuatorial y estoy dispuesto a creer que lo mueven objetivos solidarios en pro de la paz y la libertad del pueblo guineano así como intereses de Estado mutuamente benéficos. Seguramente. Pero la verdad es que la tiranía de Obiang no se diferencia de la de los cleptócratas árabes más que en el color de la piel del tirano y los tiranizados. Esa infeliz excolonia española solo ha conocido la dictadura en sus 42 años de independencia, primero del tío y luego del sobrino.

Pero el país es también otras cosas. Hay gente que protesta y a la que no se debe silenciar. Hay un intelectual, Juan Tomás Ávila Laurel, en huelga de hambre en pro de la democracia en su país y que ha escrito una carta abierta a José Bono y hay también un puñado de opositores en el exilio (cuatro, en realidad; pero la razón no se mide por el número) que ha suscrito un manifiesto de solidaridad con Ávila Laurel. Palinuro aplaude la acción y espera que Bono dé algún tipo de respuesta a la carta de un ciudadano en huelga de hambre contra una tiranía a la que le unen más cosas de las que lo separan. Otra vez como si esta importancia fuera numérica de más o menos cosas cuando es obvio que si lo que nos separa es el respeto a los derechos humanos, nada de nada puede unirnos.

(La primera imagen es una foto de Carlesmari, bajo licencia de Wikimedia Commons; la segunda, una de US Department of State, en el dominio público vía Wikimedia Commons).

diumenge, 30 de gener del 2011

La guerra civil y el cine.

A propósito de los países árabes:

La historia, esa que se había acabado, acelera. Sobre la revolución de la multitud (árabe/islámica) Alá juega al dominó. Sobre la revolución de la multitud (europea/cristiana): protestas estudiantiles en Gran Bretaña. Otra hipótesis: las multitudes son de jóvenes, a los que no es posible domesticar; y sus movimientos corren como regueros de pólvora.


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En TeleK que es una TDT que emite para Vallekas hay un programa-tertulia política llamada La tuerka, muy de izquierda y en la que participo con cierta frecuencia. Es un lugar austero, porque la izquierda tiende al rigorismo pietista (sobre todo si su presupuesto está equilibrado en torno al cero), si bien no falto de gusto lógicamente minimalista. Aunque va echando pechuga. En la primera sesión a la que fui no había ni mesa; luego apareció una mesa que es como una especie de cartapacio colectivo y en la última han crecido unas tazas chulísimas con el logo del programa.

Además de lo agradable del ambiente y el buen hacer de los técnicos que rozan la maravilla al estilo Lars von Trier, lo que allí se habla suele tener interés y se adorna con unos vídeos perversamente divertidos. En el último se trató de la peli de Alex de la Iglesia, Balada triste de trompeta, que interesaba mucho al presentador y autor del programa, Pablo Iglesias, un joven y competente profesor de la Complutense perfectamente adaptado a los tiempos mediáticos que corren. Tanto le interesaba que había publicado un artículo en kaosenlared.net: Balada triste de trompeta de Alex de la Iglesia. España, el Franquismo y las tetas de Carolina Bang, que casi parece el título de un tema de Ray Charles. Una perspicaz crítica de la peli que tiene más de crítica a las críticas.

Para mí, Balada es una buena película, muy movida, tremendamente ágil, variadísima a la que sólo sobra la casquería. Sé que hay muchos a quienes gusta. A mí, no. El resto está muy bien. Es una película hecha de películas, un copón de intertextualidad cinematográfica. Todas las secuencias recuerdan otras con mayor o menor intensidad. La balacera del comienzo en la iglesia suena a Grupo salvaje y las escenas en la cruz del Valle de los Caídos casi una remake de las finales de Con la muerte en los talones y, entre medias, hay de todo: mucho Fellini, Berlanga, Saura, todo el cine de Landa, Woody Allen y hasta algo de Anthony Hopkins y Batman; incluso, al entrar en el cine Luchana, se atisba tras el payaso triste el fabuloso cartel de publicidad de Hondo, una peli de John Farrow, de 1953, interpretada por el Duque, John Wayne. Quien quiera ver este icono de mi adolescencia, que pinche aquí. Por cierto, puestos a buscar anacronismos, como parece que le reprochan a De la Iglesia...

No creo que Balada sea una película sobre la guerra civil sino que es una película-río que empieza en 1937 y termina, más o menos, en 1973. El recurso a la cascada de imágenes documentales es un modo como otro cualquiera de resolver el problema del paso del tiempo en un relato de treinta y seis años. Tiene la ventaja de que resalta los elementos que considera significativos y determinantes: el No-Do, Franco, los planes de desarrollo, el biscúter, el seiscientos, Massiel, el Lute, la guardia civil, Lola Flores, ETA, Burgos, Marisol, en fin, el país en sus rancias esencias en un relato burlesco. Es decir, es una peli que usa la guerra civil, la postguerra y el franquismo como el contexto, el telón de fondo, de su relato y, aunque los acontecimientos sean las causa de las peripecia de ese relato, la peli no es una peli sobre la guerra civil o el franquismo. Otra cosa es el mayor o menor interés del relato en sí, una rivalidad entre dos payasos de un circo por los amores de una trapecista.

Entiendo la preocupación por ver cómo contribuye el cine a la formación de una memoria colectiva de la guerra civil y el franquismo que durante cuarenta años estuvo dominada por pautas simbólicas ultrarreaccionarias. Sólo se me ocurren dos salvedades. Primera: no creo sea posible construir memoria colectiva alguna a base de superponer un relato a otro relato, ignorando aquel monopolio interpretativo que ha dejado huella. Segunda: esa memoria colectiva no puede alimentarse con un solo tipo de películas que refleje un juicio valorativo y, por tanto ideológico que se da por bueno. Llama la atención la hostilidad que refleja la izquierda al hecho de que Alex de la Iglesia presente una visión "de las dos Españas", como si fuera algo fatídico, el destino de la raza y hasta sea sospechoso de equidistancia, una posición que no suele despertar entusiasmo entre los convencidos de cualquier credo. Sin embargo, es obvio que hay dos Españas, que sigue habiéndolas y que el sistema democrático simplemente palía algo la dureza del enfrentamiento. En España sigue habiendo las dos naciones que veía Disraeli en Inglaterra sólo que no están separadas por razones económico-sociales sino sobre todo ideológicas y religiosas.Y si alguno no quiere tomar partido por ninguna de las dos, al estilo de Salvador de Madariaga, no por ello es un maldito ni su cine malo.

Además de industria (cosa que es siempre) el cine es arte (cosa que no es siempre) y, cuando es arte, es libre y no sigue consignas políticas. Por cierto, si alguien quiere ver los vídeos de la tertulia sobre la guerra civil y el cine los tiene en el banner de la Tuerca, en la columna de la derecha.

dijous, 23 de desembre del 2010

¡Viva la Argentina!

La justicia argentina condenó ayer a cadena perpetua al dictador genocida Jorge Rafael Videla y otros dieciséis asesinos implicados en las matanzas de la dictadura entre 1976 y 1981, esto es, unos treinta años después de los hechos. Aunque la condena se refiere al asesinato de 31 presos en la cárcel de Córdoba, moralmente cubre su responsabilidad por las más de 30.000 muertes de aquella dictadura.

En España, 35 años después de la muerte del presunto genocida Francisco Franco, ni él ni ninguno de sus secuaces y cómplices han sido condenados a nada a pesar de que nadie duda de su responsabilidad y autoría en el asesinato de cientos de miles de sus compatriotas, cuyos huesos afloran hoy de las fosas comunes en que los asesinos quisieron hacerlos desaparecer.

En la Argentina el genocida Jorge Rafael Videla aun deberá comparecer en otros procesos en los que se le acusa del secuestro y robo de niños para entregarlos a familias adictas a su régimen y en los que se piden penas igualmente duras para él.

En España aún no se ha iniciado siquiera un proceso a pesar de que la dictadura del presunto genocida Francisco Franco pudo haber robado y/o secuestrado unos 30.000 niños, hijos de "rojas" y "rojos" (encarcelados, fusilados, desaparecidos) para entregarlos asimismo a familias adeptas al régimen y no sólo como hijos en adopción, sino como criados o esclavos.

En la Argentina se dictó una Ley de Punto Final en 1986 que, junto a la amnistía dictada por el presidente Saul Menem en 1990, exoneraba de responsabilidad a los asesinos y genocidas de la Junta Militar, empezando por Videla, que ya había sido condenado a otras cadenas perpetuas en 1985. Toda esa llamada legislación de impunidad fue anulada por inconstitucional por el Tribunal Supremo de la Argentina.

En España, una Ley de Amnistía de 15 de octubre de 1977, so pretexto de amnistiar los "delitos" cometidos por los opositores al régimen del presunto genocida Franco, significó de hecho la impunidad para todos los asesinos, secuestradores y torturadores de su régimen, empezando por él mismo. Hasta la fecha ningún tribunal de justicia ha osado cuestionar esta ley y mucho menos declararla inconstitucional. Al contrario, en virtud de una interpretación moralmente repugnante de su contenido, todavía hoy sirve para impedir que se haga justicia con los crímenes de la dictadura de Franco.

En la Argentina, a día de hoy, prácticamente nadie sale en defensa del genocida Videla y sus esbirros salvo, naturalmente, sus familiares y allegados más directos.

En España, el supuesto genocida Francisco Franco y sus compinches, siguen teniendo numerosos y vociferantes partidarios, dando nombre a muchas calles y plazas, recibiendo honras religiosas de curas simpatizantes con el genocidio, ocupando lugares de respeto que no les corresponden y siendo objeto de culto por alguna Fundación en su memoria que recibe dineros públicos.

En la Argentina ningún partido sale en defensa de los genocidas de la Junta militar.

En España, el partido heredero del franquismo, fundado por un ex-ministro del presunto genocida, ampara la memoria de éste y no condena su régimen, al que algunos de los más necios califican de tiempo de "extraordinaria placidez", una placidez fundada en la tortura, el asesinato, el robo de niños, etc..

En la Argentina no se persigue a los jueces que investigan los crímenes de la Dictadura y pretenden procesar a los responsables.

En España son los propios jueces los que persiguen a los jueces que pretenden hacer justicia respecto a los crímenes de la Dictadura, tanto los de genocidio como los secuestros y robos de niños. Y lo hacen a instancias de los herederos espirituales, beneficiarios y secuaces de la Dictadura.

En la Argentina se hace justicia.

En España se hace injusticia y el crimen queda impune.

(La primera imagen es una foto de 20 Minutos; la segunda, de Pablo Flores, ambas bajo licencia de Creative Commons y Wikimedia Commons).

dilluns, 22 de juny del 2009

Vaffanculo.

Los padres fundadores de los Estados Unidos tenían una desconfianza radical acerca del buen juicio de las masas populares a la hora de tomar decisiones. Por eso elaboraron una Constitución en la que el presidente de la República se elige de modo indirecto, a través de un colegio de electores que son, a su vez, elegidos por la gente. Con el paso del tiempo y a través de lo que los especialistas llaman una mutación constitucional esta elección del presidente ha pasado a ser directa de hecho, ya que el colegio electoral tiene el voto vinculado. Pero la cuestión es que los dichos padres fundadores desconfiaban del buen juicio del voto popular. De ahí que la llamada "democracia madisoniana" sea restringida en cuanto a la participaciónde la gente. Otros pensadores avanzados para su tiempo, antes y después de la revolución estadounidense también pensaban que el voto de la muchedumbre nunca será un buen criterio pues estará dictado por el atolondramiento o la demagogia. John Milton, si ir más lejos; o Immanuel Kant que imaginaba un sistema de "repúblicas" en el mismo sentido en que lo pensaban los constituyentes estadounidenses; o los liberales doctrinarios del XIX.

En nuestra época la mentalidad ha cambiado a favor de una concepción democrática irrestricta fundamentada en la soberanía popular basada en el sufragio universal. Los pueblos eligen a los gobernantes y son los únicos responsables de los gobernantes que eligen. Ha sido el caso del signore Silvio Berlusconi quien, desde que se decidió a entrar en política (cita de El Plural: He decido fundar un partido. Si no entro en política acabo en la cárcel o me arruino), hasta hoy ha sido dos veces presidente del Consejo de Ministros porque ha ganado sendas elecciones ya que la gente lo ha votado. Aquí hace muy al caso la famosa cita de George Bernard Shaw: "Democracy is a device that insures we shall be governed no better than we deserve." (La democracia es un método por el que es seguro que no se nos gobernará mejor de lo que merecemos) .La cuestión es que resulta muy crudo pensar que los italianos se merezcan el gobierno de un payaso que está en el poder para no verse entre rejas o como su amigo Bettino Craxi, exiliado en Túnez, para huir de la justicia en su país.

Este Berlusconi que gana elecciones en Italia por la volontà del popolo tiene un elemento componente histriónico muy elevado. Parece abrigar la idea de la política que comparten los empresarios y banqueros: algo poco serio en donde manda don dinero y los políticos son perfectamente intercambiables. Todo eso con una chocarrería que ya causa asombro en las cancillerías europeas. Para mayor divertimento il Cavaliere aparece ahora involucrado en aventuras con señoritas menores de edad y con prostitutas o asimiladas tanto en su posesión en el campo, Villa Certosa, en Cerdeña, como en su vivienda en Roma, il palazzo Grazioli en la vía del Plebiscito, al lado del palazzo Doria Pamphili. Por lo que dice alguna, el buen hombre se limitaba a contar chistes, a hablar de sí mismo, de su familia, de su mujer, hijos, nietos y a darse pisto; o sea, toda la fuerza por la boca. Pero otra dice que hubo lecho por medio. Más de lo que la Iglesia Católica puede soportar que siempre que aparece el sexo y no es pederastia se pone de los nervios. Ya están los obispos amonestando a Berlusconi. Por último, según se dice, aparece también la cocaína en estas juergas presidenciales en las que se mezclaba lo privado con lo público y aquí se cruza otro umbral de aguante del heroico pueblo italiano. Según cuentan los expertos, saber que Berlusconi tiene algo que ver con la droga desmoronaría a la derecha. Así que prefiere no saberlo. Pero si este Berlusconi, dueño de todas o casi todas las emisoras privadas de Italia (y de las públicas desde el poder) no consigue encandilar al pueblo, todo su esfuerzo por mantenerse por encima de la ley sería en balde. Piénsese, no obstante, qué Estado de derecho será el italiano en el que no es cierto que la ley sea igual para todos ya que, como se ve, algunos están por encima de ella.

En realidad existe un mecanismo muy sencillo de evaluación del grado de popularidad de Berlusconi al día de hoy: la abstención electoral en consultas plebiscitarias, de esas que promueve el leader con ánimo de que lo confirmen en el horizonte de la historia. Aunque el ruido que sus aventuras mediáticas producen casi lo oculta, hay hoy y ayer (días 21 y 22 de junio) en marcha en Italia un referéndum que el poder considera un plebiscito para reformar la normativa electoral italiana (bastante caótica, por lo demás), pasando de un escrutinio proporcional a uno mayoritario de hecho instituyendo una prima en escaños al partido más votado con el fin de conseguir mayorías que permitan gobiernos monocolores, no producto de coaliciones electorales. La reforma establece prima de mayoría para el Congreso y el Senado, igual que lo hacía la normativa electoral de la IIª República española (Decreto del Gobierno provisional y Ley de 1933), si bien no había Senado. En España el sistema fue un desastre porque fabricaba mayorías parlamentarias inexistentes y, mientras que el país real estaba dividido al cincuenta por ciento, el país oficial lo estaba al setenta y cinco/ veinticinco por ciento. Es posible que, de adoptarse en Italia, dé el resultado apetecido, de ir en busca de un bipartidismo de hecho pero también es posible que no se adopte la decisión porque, por ejemplo, el referéndum no funcione. Las bases requieren una participación mínima del cincuenta por ciento más uno y, claro, ganar en votos. A las diez de la noche de ayer, domingo, la participación estaba en torno al 14,6 por ciento en las tres peticiones: prima para el Congreso, prima para el Senado y prohibición de candidaturas múltiples. Si el referéndum fracasara por haber una participación inferior al cincuenta por ciento más uno, il signore Berlusconi debiera ir pensando en fijar el lugar de su residencia como retirado y los demás europeos podíamos empezar a recuperar el respeto por los italianos.

En el ínterin, mientras sigue este personaje, ha triunfado el movimiento Vaffanculo, dirigido por el cómico Beppo Grillo, que todo lector de Pinocho recuerda, orientado contra un sistema político como el actual, en petición de otro referéndum con tres reivindicaciones: 1) que ningún procesado judicialmente pueda presentarse; 2) dos mandatos; 3) listas abiertas. ¿Y si lo propusiéramos aquí?

(La imagen es un montaje de rogimmi, bajo licencia de Creative Commons).


ACTUALIZACIÓN A LAS 17:00

¡El referéndum es nulo! La participación no ha pasado del 22 por ciento, muy lejos del 50 + 1 por ciento necesario para su validez. Es una gran derrota para Berlusconi y su propósito de implantar el bipartidismo en Italia. Además, dada la diferencia que se aprecia entre los "síes" (berlusconianos) y los "noes" más la abstención, está claro que el apoyo activo al Cavaliere es bajísimo, en torno al 19/20 por ciento del electorado.

¡Enhorabuena a los italianos!

dimecres, 4 de març del 2009

Democracia a la cubana.

El compañero Raúl Castro ha decidido remodelar su gobierno y, tras consultarlo con su hermano Fidel, en una prueba más de que, así como hay patriarcados y matriarcados en el mundo, también hay adelfocracias, ha decidido prescindir de los servicios de algunos ministros (el de exteriores, Felipe Pérez Roque, y el Vicepresidente del Consejo de Estado, Carlos Lage entre otros), reorganizar ministerios e incorporar caras nuevas al ejecutivo. Hasta aquí, todo en orden: en cualquier país hay renovaciones ministeriales; unos van, otros vienen y la nave del Estado sigue. Lo peculiar en Cuba, como en todas las dictaduras, es que, aunque haya habido rumores con antelación, esta es la hora en que nadie sabe de cierto por qué estos buenos hombres, hasta hace poco ejemplares fidelistas, revolucionarios de pro y faros de la ciudadanía, han caído en desgracia. Ni lo sabrán. Esto es lo que se llama trasparencia y rendición de cuentas revolucionarias.

Las autocracias toman las decisiones en secreto y los ciudadanos, a especular. Todo lo que se sabe sobre las dos principales destituciones (la de Roque y la de Lage) es un críptico párrafo que el Comandante ha tenido a bien incluir en su acostumbrada homilía en el periódico Granma para ilustrar a su amado pueblo de título Reflexiones del compañero Fidel. Cambios sanos en el Consejo de Ministros, ni más ni menos, y que dice así textualmente: "Ninguno de los dos mencionados por los cables como más afectados, pronunció una palabra para expresar inconformidad alguna. No era en absoluto ausencia de valor personal. La razón era otra. La miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno. El enemigo externo se llenó de ilusiones con ellos". Así que ya lo saben los cubanos: sus ministros son destituidos por "indignos" y sin rechistar. Esto último no me extraña, visto el clima de libertad de expresión que reina en la perla del Caribe, pero no se negará que ya es fuerte que a uno lo pongan de patas en la calle sin agradecerle los servicios prestados (se ve que Franco no acabó de enseñar maneras a Fidel) y llamándolo indigno. Por cierto, el resto del artículo del señor Castro en Granma va dedicado a jalear al equipo cubano de baseball que, según dice, ganará a los venezolanos de Chávez, que es lo verdaderamente importante y no esas futesas de los Roques y los Lages.

Democracia revolucionaria, sin duda alguna. Supongo que los habituales apologetas de la dictadura castrista, que hasta ayer ensalzaban la fidelidad, integridad y otras cualidades de los destituidos Roque y Lage, descubrirán ahora que, en el fondo, eran unos "indignos". Algo así como cuando Carrillo descubría de repente que su compañero de partidas de tute de toda la vida era un trotskysta, un "socialfascista" o un asqueroso "titista". Democracia proletaria. No la falsa "democracia" burguesa.


(La imagen es una foto de BalaSub, con licencia de Creative Commons).

dissabte, 30 d’agost del 2008

Prohibido cantar.

Exactamente, muy bien: prohibido cantar letras de música rock metiéndose con Raúl Castro y faltando al respeto al Comandante en Jefe. Prohibido bajo pena de cárcel de hasta cuatro años, de momento. Luego, ya se verá. Porque parece que así como Mr. Bush se sacó del magín (con ayuda de un par de lucidos catedráticos) la doctrina del ataque preventivo como mecanismo de defensa, el compañero Castro ha inventado la detención y condena preventivas como medio de guardar el orden público frente a individuos que acabarían delinquiendo indefectiblemente; que los dejas solos y te componen un cantar burlándose de los logros de la Revolución. Porque mira que es peligroso este Gorki Águila con sus letritas contrarrevolucionarias al frente de un grupo que se llama Porno para Ricardo.

¡Habráse visto mayor degeneración burguesa! Si no fuera porque tiene que estar en la cárcel ya que la legalidad socialista es la legalidad socialista bien podía largarse el tal Gorki a cantar a la gusanera de Miami. Claro que entonces no le haría caso nadie. Estos mequetrefes hacen su agosto enfrentándose al gobierno revolucionario dentro de la isla y al amparo de la magnanimidad de los compañeros Castro & Castro. Fuera, ni Dios los escucharía. Porque lo suyo no tiene nada que ver con la sana crítica que la revolución socialista acepta encantada, sino que es una pura provocación. Quieren ir a la cárcel para hacerse famosos y ganar dinero. Puro espíritu del capitalismo.

Es lo mismo que sucede con esa otra mírameynometoques bloguera enemiga del pueblo cubano Yoani Sánchez con su blog Generación Y que, si no fuera porque es basura contrarrevolucionaria, no lo leería nadie y como lo es y sigue en el aire gracias a la tolerancia y el respeto a la libertad de expresión en Cuba, ahí está con cientos de miles de visitas diarias. Propaganda al servicio de los gringos y probablemente pagada por intermediarios, como el grupo Prisa español, que añora la época en que esta indómita isla era colonia de España.

Gracias a la campaña orquestada del extranjero por los enemigos de la patria socialista estos gusanos internos ahora se atreven a lo que, estando Fidel al timón, jamás se hubieran atrevido: a manifestarse en público, a defender ideas contrarias a las que manda el Partido y boicotear actos populares, genuinamente revolucionarios. Así, en un concierto del compañero Pablo Milanés, que ese sí que es un artista surgido del venero del pueblo, la tal Yoani Sánchez y cuatro más desplegaron un escrito subversivo en el que se leía el nombre de Gorki, el esbirro del capitalismo gringo. Hubo que repartir algunos palos hasta que esta facción fanática y sectaria depuso su actitud. Ya lo saben: jamás permitiremos que una exigua minoría de agitadores al servicio del capital internacional y de la CIA ponga en peligro los logros inmarcesibles de la Revolución.

Y la tal Yoani que se ande con cuidado.

(La imagen es una foto de GC Comix, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 16 d’abril del 2008

La infame posguerra (y II)

Termino el comentario del libro de Eslava Galán. Decía que trata otros dos asuntos, la política nacional y la internacional. No lo hace por separado, sino que los entrevera, pero tiene sentido comentarlos aisladamente.

La parte de política interna viene en dos momentos: las consecuencias de la guerra y la consolidación del régimen y el comienzo de la política de marear la perdiz de Franco con Juan de Borbón, que aspiraba a ocupar el trono de su padre... y se murió sin conseguirlo. Menudo era Franquito, como lo llamaba la aristocracia, esa aristocracia que retrata tan bien José Luis Vilallonga. Aquí lo que hay es la consagración de Franco y la aplicación a mansalva de la Ley de Responsabilidades Políticas por tribunales militares en juicios de guerra sumarísimos. Años de penas de muerte a cientos, de ejecuciones, de conmutaciones por treinta años, un horror. Un horror sobre el que se edificaba la apoteosis del franquismo. Los pintores áulicos, dice, malicioso, Eslava Galán lo retrataban alto y delgado para halagarlo. Doy fe; he visto decenas de retratos de Franco que debe de ser el gobernante más retratado de la historia de españa. Hasta Zuloaga tiene un lienzo con un Caudillo envuelto en la rojigualda mitad soldado, mitad falangista. Los curas lo consagraban.

Entre tanto, Franco escribía un guión de cine de una peli, Raza, claro es, que dirigiría José Luis Sáez de Heredia, primo del Ausente José Antonio. La peli no tiene desperdicio. Pocas cosas tenían desperdicio en aquellos años de hambre en que no se desperdiciaba nada. Fue también el tiempo de la División Azul, la gesta española contra el bolchevismo en las heladas estepas de Rusia. Una historia pintoresca desde el punto de vista militar pues fueron españoles en uniformes alemanes, como parte de la Wehrmacht, pero que tuvo mucha importancia en la política interna posterior. Al regreso de la División Azul bastaba ser veterano para que se abrieran todas las puertas, públicas y privadas.

Al cabo del giro de la guerra, la política española pasó del azul falangista al blanco de las camisas de los católicos y dieron comienzo los alambicados contactos entre don Juan, queriendo recuperar el trono de su familia y Franco, dispuesto a que nadie le moviera el suyo. Cuando Franco se entrevista con don Juan a bordo del Azor y consigue que el pretendiente le envíe a su hijo a España como una especie de rehén, don Juan Carlos, que después será Rey, ya tiene decidido que don Juan, su padre, jamás lo será. Dos manifiestos había firmado el hijo de Alfonso XIII, el de Lausana, para ponerse del lado de los aliados en la guerra y pedir a Franco que se fuera y el de Estoril en contra de la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado, con la que Franco postponía la Monarquía ad calendas. Los dos manifiestos fueron el pretexto del General para cerrar el paso a don Juan y quedarse sentado en el trono hasta su muerte.

Lo único que tenía que temer Franco era que otros de fuera se lo movieran. Hay que ver cómo se hacía retratar por entonces el General, como se ve en la postal de la derecha, con todos sus amigos y fieles aliados, los generales golpistas, los nazis, los fascistas; entonces estas cosas daban lustre. Años de gloria guerrera que pronto serían pasado cuando empezó a verse que el Eje perdía la contienda y Franco tendría que acomodarse con los vencedores.

La política exterior de Franco está muy estudiada y documentada y de las frecuentes referencias que Eslava Galán hace de ella lo que se sigue es que todos los interlocutores de Franco, primero los nazi-fascistas y luego los aliados, todos, lo despreciaban. La imagen de España estaba bajísima y todo el mundo sabía qué tipo de régimen era el español y de qué calaña sus gobernantes. Hitler, Mussolini, Churchill, todos despreciaban a Franco y sabían que haría lo que le dijeran con tal de permanecer en el poder. Y, en definitiva, la conclusión de la política exterior de Franco es que el dictador se mantuvo en el poder contra toda previsión hasta que se murió. O sea, un éxito. Para ello sacrificó al país y hubiera sacrificado a su madre si hubiera sido necesario. Con todo eso del orgullo español y del "si ellos tienen ONU nosotros tenemos dos", resulta muy ilustrativo el dato que da Eslava acerca (p. 156) de cómo cuando Hitler y Mussolini presionaban a Franco para que entrara en la guerra, Inglaterra tenía sobornados a muchos mandos militares para que informaran al Caudillo sobre el mal estado de las tropas y lo desaconsejaran de entrar en la guerra. Viva la Patria.

Lo mejor de todo, la anécdota que relata el autor de cuando, muchos años después de la División Azul, ya en los tiempos de los arrepentimientos, las confesiones, los descargos de conciencia, se encuentran Pedro Laís Entralgo y José Luis Pinillos, ambos catedráticos, ambos exdivisionarios y Laín pregunta a Pinillos: "José Luis, ¿cómo pudiste ir a la División Azul?" . Contesta Pinillos: "Hombre, Pedro, porque tú decías que había que ir" (p. 460). Nos retrata.

Vale, pues, un gran libro sbre la vida cotidiana en la España de Franco

dissabte, 5 d’abril del 2008

Aquella repugnante dictadura argentina.

Si no recuerdo mal, cuando los griegos triunfantes sobre Troya deciden el destino de los habitantes de la ciudad que aún están vivos y alguien intercede en favor del hijo de Héctor, Astianax, para que se le conserve la vida, dado que es un bebé, el taimado Ulises interviene para decir que, si lo dejan vivir, crecerá y llegará un día en que quiera vengarse de quienes destruyeron Troya y mataron a su padre. Lo mejor, dice, es matarlo. Y así mata Neoptolemo a Astianax, estrellándolo contra los muros de Troya.

Los miembros de la odiosa dictadura que ensangrentó La Argentina entre 1976 y 1983 tenían una opinión parecida a la de Ulises respecto a los niños pequeños y bebés de las gentes a las que secuestraron, torturaron y asesinaron. Incluso los niños de las mujeres que los dieron a luz en los centros de tortura y desaparición: la condición de subversivo era hereditaria. Pero, al mismo tiempo, aquellos criminales de uniforme eran fervorosos católicos, podían torturar de la forma más salvaje a sus semejantes, pero jamás asesinarían a un niño inocente. Nunca. Se limitaban a impedir que el día de mañana el inocente niño pudiera ser un subversivo. Para ello los abandonaban en inclusas, los vendían o se los entregaban a parejas de partidarios de la junta militar y ciudadanos ejemplares. Se calcula que unos quinientos niños siguieron tan espantosos destinos, aunque la cantidad exacta no podrá saberse nunca.

De tales destinos, el más extraño, más terrible, el que más da que pensar es el de los niños entregados a "padres adoptivos" luego de que sus padres biológicos hubieran sido asesinados. Es el caso de esta mujer, María Eugenia Sampallo Barragán, que ha demandado penalmente a sus padres adoptivos, Osvaldo Rivas y María Gómez Pinto, quienes la recibieron en 1978, y ha conseguido que los condenen en Buenos Aires a ocho y siete años de cárcel respectivamente. Maria Eugenia ha hecho muy requetebién, sin duda alguna, pero ¡qué terrible situación! Probablemente para muchos de aquellos niños conseguir una condena penal para sus padres adoptivos que ellos considerarán naturales, y con los que se habrán encariñado, será muy dificil. No sé si lo habrá sido para María Eugenia pero supongo que sí. Y por ello tiene tanto más mérito. Hay que hacer lo que ella ha hecho, consiguiendo así la primera sentencia en un caso de este tipo. No se trata de vengarse sino de hacer justicia a los asesinados hace treinta y cinco años, de restablecer su memoria, devolverles su dignidad, su identidad, su(s) hijo(s). Es mucho.

Otra cosa es que uno piense cómo quedan hoy esos padres que, seguramente, habrán acabado haciéndose la idea de que los hijos que robaron, que secuestraron, eran en realidad suyos. Pero no lo eran y deben pagar por el mal que hicieron y han seguido haciendo, aunque fuera un "bien", aunque hayan educado a esos niños que robaron mejor que lo hubieran hecho sus padres biológicos.

Como se ve nunca habrá suficientes palabras para condenar a aquellos militares desalmados. Fueron crueles, sanguinarios, causaron un gran sufrimiento en su día y, como dice la Biblia continuaron visitando los pecados de los padres en los hijos, esto es, han conseguido prolongar el sufrimiento hasta el día de hoy aprovechando los sentimientos naturales de la gente.


(La imagen es una foto de Nico R., bajo licencia de Creative Commons)