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dijous, 5 de maig del 2016

El discurso del centro

Felipe González publica hoy un artículo en El País titulado El espacio de las reformas. Es una pieza moderada, mesurada, genérica, un poco au dessus de la mêlée, con ese aire de estadista reposado y apacible que le ha gustado adoptar siempre y que, en buena medida, aún conserva, a pesar de algunas vicisitudes recientes y no tan recientes que no lo dejan en muy buen lugar. Continúa gozando de gran autoridad entre los suyos y también entre mucha otra gente. No, por supuesto, entre quienes sufren arrebatos de licantropía cuando oyen su nombre y empiezan a ladrar ¡Mr X!, ¡GAL!, ¡cal viva! Pero esas no son personas ecuánimes y entre ellas se encuentran muchas movidas por una mezcla de odio irracional y envidia. Reacciones muy frecuentes en nuestro país y que, sobre todo, afectan a aquellos  que han tenido una ejecutoria brillante y han hecho algo por la colectividad. Son gentes que encuentran esto perfectamente imperdonable y arremeten no solo contra González sino contra todos los que quieran reconocer en él algún tipo de valor, por mínimo que sea. Muy español.

Pues señor, es el caso que, en su artículo, por otro lado no muy bien escrito, con evidentes descuidos e insoportables anglicismos, González quiere huir de la imagen de hombre de partido a base de hablar por alusiones, sin especificar ni concretar nada. Pero ello no evita que, a pesar de sus intenciones, su artículo sea de partido y esté pensado para apoyar al PSOE en estas próximas elecciones. En lo esencial porque es un artículo con un discurso de centro, que es en donde el PSOE está tratando de situarse: un centro con una leve deriva izquierdista, esto es, la imagen tópica del votante mediano español, que suele situarse en un 4,5 en la escala de autoubicación ideológica siendo el 0 la izquierda más absoluta.

Argumenta González la necesidad de ese centro fabricando lo que los especialistas (y, probablemente él también) llaman con total impropiedad un maniqueo, esto es, dos opciones extremas (que, en el fondo, se intercambian favores) y enfrentadas que, de imponerse, causan males sin cuento. Es el aquilatado discurso del centro o del justo medio aristotélico que goza de gran veneración entre todos los pensadores y teóricos conservadores a la par que liberales desde los tiempos del estagirita. En verdad, sin embargo, ese centro hipotético no ha existido nunca ni existe hoy como ubicación objetiva, impersonal, con la que las gentes puedan coincidir sino que es un lugar imaginario inventado por el que se atribuye el conocimiento para saber cuándo y cómo los demás incurren en uno de esos nefandos extremismos. Era un privilegio cognitivo que se atribuía Stalin, quien detectaba "desviaciones izquierdistas-trotskistas" en unos o "derechistas-bujarinistas" en otros sin que ellos pudieran nunca entender de qué iba la acusación. Era indiferente: con su acendrado sentido de la igualdad comunista, Stalin los hacía fusilar a todos.

No está sugiriéndose aquí, líbrennos los dioses, que haya algún vínculo entre González y Stalin, al menos no con la claridad con la que él establece lazos entre los independentistas catalanes y los nazis. Simplemente se pretende señalar que esa aparente facultad crítica (de krinein, "separar", "discernir", en griego) no está tan clara como puede parecer. Allá por los años de 1920, como una especie de adelantado gonzalesco, Lenin escribía uno de sus incendiarios panfletos, El izquierdismo, enfermedad infantil de comunismo. En 1968, Daniel Cohn-Bendit le enmendaba la plana con otro titulado El izquierdismo, remedio a la enfermedad senil del comunismo. Ya se ve, pues, que esto de encontrar un centro objetivo, distinto de la voluntad del líder que dice que el centro es él, como el Estado era Luis XVI y el milagro José María Aznar, es cosa harto complicada.

Además de ser impreciso, el discurso centrista de González no es acertado. Es fácil, sí, contraponer el izquierdismo de Podemos al inmovilismo del PP (aunque no nombre a ninguno de los dos) y fabricarse una posición equidistante. Es fácil, falaz e injusto. En primer lugar el "inmovilismo" del PP no es tal sino un feroz ataque ultrarreaccionario, catolicarra y neofranquista contra los derechos de los trabajadores y los más débiles en general, protagonizado por una banda de ladrones. En segundo lugar, apareció mucho antes que Podemos, ya en noviembre de 2011. Podemos, por su parte, ha aparecido mucho después y como respuesta a la necesidad que experimentan los sectores sociales agredidos de defenderse, a la vista de la inactividad, la complacencia, cuando no la complicidad del PSOE con el ataque de los neofranquistas.

Otra prueba de esta falta de razón y de este juicio erróneo de González se observa en sus consideraciones sobre Cataluña, a la que tampoco menciona. Después de haber hecho mangas capirotes en los últimos años con sofismas inadmisibles sobre el derecho de autodeterminación de Cataluña y su condición nacional, González ignora que el acelerón hacia la independencia que han experimentado los catalanes ha sido resultado de la actitud recentralizadora y estúpidamente catalanófoba del PP. Venir a estas alturas con ofertas de reformas constitucionales para detener el proceso independentista es algo lamentablemente obtuso y anacrónico. Aquí se necesita algo más que una reforma constitucional. Los catalanes no quieren vivir al albur de que una mayoría pasajera dé un poder absoluto a un partido de bribones dispuestos a asaltar Cataluña y por eso, ahora, quieren irse. Dé una vuelta el señor González por Cataluña y advierta lo absurdo de su pretensión.

Añádase a todo lo anterior que el ánimo centrista de Felipe González no es en modo alguno el de Pedro Sánchez, mucho más anclado en la derecha del una, grande, libre.

diumenge, 17 d’abril del 2016

España siglo XXI (I)

Da igual que tu ministro de Industria, Energía y Turismo haya dimitido hace menos de 24 horas porque le han pillado con dinero en paraísos fiscales. Da igual que al presidente de honor de tu partido, José María Aznar, Hacienda le haya multado con más de 70.000 euros por engañar al fisco y a todos los ciudadanos que pagan sus impuestos. Igual que al alcalde de Granada de tu partido lo hayan detenido por un asunto de corrupción. Igual que tengas docenas de miembros de ese tu partido, el PP, presidentes, consejeros, alcaldes, concejales, procesados o cumpliendo condena ya condena o procesados por ladrones. Igual que tú mismo hayas estado cobrando sobresueldos durante veinte años presuntamente en negro.

Da igual que hayas mantenido tu país en la ruina, que haya más parados que cuando llegaste al poder hace cuatro años, que los jóvenes tengan que emigrar en busca de trabajo, que hayas expoliado el 60 % del fondo de reserva de las pensiones, que la deuda pública pase del 100% del PIB, que el salario mínimo sea uno de los más bajos de Europa y los impuestos y las tasas universitarias de los más altos de Europa.

Todo eso da igual. Tú vas a un congreso en Zaragoza sobre educación, no dices ni palabra sobre el desastre que has organizado en el país y, entre otras mamarrachadas propones que nadie pueda licenciarse en España si no tiene un buen nivel de inglés.

Tú, que no hablas ninguna lengua. Ni la tuya. Y mucho menos el inglés.

Lógicamente, al término de tu comparecencia sales corriendo por las puerta de atrás para que ningún periodista pueda preguntarte nada. Terminas tu mandato como lo empezaste: escondiendote como un conejo.

Esto es España, siglo XXI.

Y hasta es probable que te voten.

dissabte, 16 d’abril del 2016

El final de la banda de ladrones

Pudiera parecer excesivo referirse al gobierno en funciones como una "banda de ladrones". Y lo sería si no fuera porque es una banda de ladrones. Un gobierno apoyado por un partido, el PP, al que los jueces consideran una asociación de malhechores, ¿qué otro nombre merece? ¿Qué otro nombre un gobierno presidido por un tipo que se tiró veinte años cobrando sobresueldos de una presunta caja B y mandaba SMS de apoyo a su compi Bárcenas, en la cárcel por supuesto delincuente?

Que haya tenido que dimitir un ministro sinvergüenza por unas cuentas en un paraíso fiscal no quiere decir nada, se argumentará, porque eso pasa también en otros países democráticos en Europa. Bueno, no tanto. Soria no ha dimitido como suele hacerse; ha habido que echarlo a patadas. Y no es el primero. Hace dos años también tuvo que dimitir la ministra Mato del mismo gobierno, también a la fuerza y también por corrupta. Y ahora resulta que la admiten a trabajar en el PP, cómo no, en la asociación de malhechores claro. Teniendo en cuenta que esta dama obtuvo hace unos meses una prestación por desempleo, ¿sabemos si ha renunciado a ella o si, siguiendo inveterada costumbre en esta tira de mangantes, va a compatibilizar su lujoso paro con el enchufe en el PP?

¿Qué otro nombre merece un gobierno apoyado en un partido cuya secretaria general, Dolores de Cospedal, entre otras arbitrariedades (siempre barriendo para casa) según parece, desvió una pila de millones de un hospital para pagar unas facturas de publicidad a su mayor gloria? ¿Qué otro nombre un gobierno que ha esquilmado el 60% del fondo de las pensiones? ¿Uno que ha elevado la deuda pública por encima del 100% del PIB, cosa que no pasaba desde 1909 y que ha hipotecado el futuro de generaciones y generaciones?

¿Qué otro nombre merece un gobierno muchos de cuyos presidentes autonómicos, consejeros, alcaldes, concejales, son una partida de ladrones, estafadores, malversadores y granujas que están en la cárcel o a punto de entrar en ella? Un partido a cuyo presidente de honor (¡de honor!), José María Aznar, acaba de multar Hacienda con más de 70.000 euros por estafar a la colectividad y engañarla haciendo trampas en los impuestos. ¿De qué honor hablan estos robaperas?

Parece claro que merecen ese nombre sobradamente. Pero lleven algo más allá el ejercicio y digan qué nombre merece una oposición que en cuatro años ha sido -y sigue siendo- incapaz de oponerse a nada, una oposición que ha colaborado con la banda de ladrones, haciendo como si no fuera tal, como si fuera un partido, un gobierno y gente a la que hubiera que respetar. Una oposición de cómplices y cobardes, incapaces de presentar una moción de censura y de denunciar públicamente a esta banda de impresentables. Qué nombre merece hoy esta misma oposición que, tres meses después de las elecciones, carece de valor para echar a este gobierno de mangantes y obligarlo a rendir cuentas. Mucha trasparencia, mucha regeneración, mucha democracia, mucha indignación, pero llevamos tres meses soportando a unos sinvergüenzas inveterados y todo lo más que estos escomendrijos se atreven a pedir con un hilillo de voz es que comparezca el sobresueldos a balbucear sus habituales sinsorgadas.

El mismo Sobresueldos que hace diez días que dijo a Évole, y lo oímos millones, que asumiría su responsabilidad política si alguien nmbrado por él cometía algún acto de corrupción. Doble contra sencillo a que no lo hace y ninguno de estos mindundis de la oposición se lo pide.

Por si acaso el Sobresueldos argumenta -que capaz es- que Soria cometió sus barrabasadas antes de que él lo nombrara, hay que argumentar que la nueva corrupción ha consistido en mentir como un bellaco, en llevar una semana mintiendo como un bellaco. Como lo que es.

dijous, 7 d’abril del 2016

La política del robo y el robo de la política

Nadie ignora que la Xª Legislatura, el gobierno de Rajoy al frente del PP, ha sido la época de más desaforado latrocinio de la historia de España. La era del expolio, del robo a mansalva, del trinque sin miramiento. Los años de los ladrones sin escrúpulos que, desde las más altas a las más bajas instituciones del Estado han saqueado los fondos públicos, los han malversado, han estafado, engañado a la gente y se han llenado los bolsillos sin tasa ni tino, con una codicia que casi parece legendaria.

En la Casa Real y sus aledaños hay dos o tres presuntos ladrones que son el pasmo del mundo entero porque ¿qué necesidad sentían estos pájaros de cometer tropelías si tenían todo garantizado gracias a la necia generosidad del pueblo?

El presidente del gobierno lleva cuatro años acusado de haber cobrado dineros en B y de haber dejado que una trama de sinvergüenzas y ladrones le pagara sus ternos y sus viajes y no ha hecho ni ademán de dimitir. Es más, reconoció los sobresueldos y reconoció haber enviado SMSs de apoyo a un supuesto chorizo encarcelado como si fuera de la misma mafia y ahí sigue, como si fuera presidente democrático y legítimo del gobierno. Que no lo es pues, no pasa de ser un okupa en rebeldía.

El partido del gobierno tiene a casi todos sus tesoreros procesados por presuntos mangantes. El propio partido como persona jurídica está acusado de robar. Varios presidentes de Comunidades Autónomas (los de Madrid, el de Valencia, el de Baleares, por cierto en el trullo) están acusados de relaciones directas o indirectas con una amplia gama de delitos en relación con la propiedad (ajena) y los caudales públicos. Alcaldes (y alcaldesas, como Botella en Madrid), consejeros, concejales, diputados del partido del gobierno a lo largo y ancho del país, todos robando o permitiendo que otros -siempre los suyos, claro- roben sin tino ni tasa.

En España, la política de la derecha es puro robo.

Y no solo eso: quienes practican con fruición la política del robo también están empeñados en robar la política, hacerla desaparecer, que no haya política, esto es, debate, negociación, acuerdo, conflicto, discusión. Solo anhelan el silencio de quienes se resignan a ver cómo una banda de ladrones que se constituye en partido político, controla todos los mecanismos del Estado e instala una cleptocracia con la bendición de los curas. Es el clero uno de los estamentos más beneficiados o quizá el más beneficiado por esta política de ladrones, esto es, una mezcla de cleptocracia y hierocracia o gobierno de ladrones y curas.

Este robo de la política, este intento de suprimir toda crítica, toda interpelación, participación y control de los poderosos fue evidente desde el primer momento del gobierno de la derecha en 2011. Por entonces quedó claro que el presidente de los Sobresueldos no estaba dispuesto a dar cuenta de sus actos, ni explicación alguna, ni a comparecer en ruedas de prensa ni a admitir preguntas y que pretendía limitarse a aparecer en pantallas de plasma, como si fuera el Gran Hermano.

Esa actitud refractaria a todo talante democrático, a toda política de entendimiento y negociación se vio claramente en la entrevista de Évole al Sobresueldos hace una fechas. Difícil encontrar un ejemplo más claro, evidente, palmario y en primer plano de lo que es un caradura, esto es, alguien que no escucha lo que no quiere oír, que miente con absoluto desparpajo, falta al respeto al auditorio y cree que este es imbécil y se le puede colocar cualquier patraña. Dos o tres perlas de este ejemplo de robo literal de la política y escamoteo del derecho de los ciudadanos a estar informados de lo que sus gobernantes hacen con sus votos y, sobre todo, con sus dineros:

Rajoy se equivocó en los SMSs a Bárcenas. Pero no hay consecuencias de su equivocación.

Él no es responsable de que haya un montón de corruptos y ladrones en todos los puestos del PP, a pesar de ser el presidente del gobierno y el del partido. 

Él no es responsable de que el independentismo catalán se haya multiplicado por dos, a pesar de haberse mostrado radicalmente catalanófobo desde su primer momento, un provocador y un absoluto incompetente en las relaciones entre Cataluña y España.

No le consta que en España haya más de 110.000 personas asesinadas por los fascistas de Franco (su antecedente ideológico) y enterradas en fosas comunes.

Su gobierno en funciones no tiene por qué ser controlado por el Parlamento porque, según la ratita hacendosa que funge como vicepresidenta y tiene una visión del mundo de eso, de ratita hacendosa, al tratarse de un Parlamento nuevo no ha lugar justo cuando más lugar hay.

Su empeño es que no pueda formarse gobierno a los efectos de ver si, con unas nuevas elecciones y una mayor abstención es posible una nueva mayoría absoluta del PP que permita ambas cosas:

1) una política de robo a la ciudadanía; 

2) un robo de la política a la ciudadanía. 

dilluns, 4 d’abril del 2016

La entrevista revelación

Muchos dirán-ya están diciéndolo- que Rajoy sobrevivió a la entrevista de Évole; que se le escurrió entre los dedos; que, con su habitual marrullería, desarmó al periodista. Que ganó un combate, vamos.

Mentira.

La entrevista fue un triunfo de Évole. Quizá la mejor que haya hecho. Da las claves para entender, no ya la personalidad del presidente de los sobresueldos, nada difícil de entender, sino su supervivencia en el gobierno. Es la entrevista que revela la verdad de este asombroso fenómeno de que una supuesta banda de ladrones, dirigida por un presunto corrupto, cobrador de dinero en negro, gobierne "una gran nación" y tenga expectativas razonables de seguir haciéndolo.

Pero hay que entenderla. Entender la entrevista.

Rajoy amontonó todos los topicazos, lugares comunes, sinsorgadas y puras estupideces que lleva cuatro años repitiendo: la inmensa mayoría no delinque (como si eso exculpara a los delincuentes o a él en su posible complicidad con ellos); no recuerdo (igual que no recuerda la Infanta, ni su marido, ni Barberá, ni ninguno de estos); no conozco el asunto de que habla (referido a cualquier latrocinio de los organizados por la gente de su partido); la gran mayoría de los políticos (y él se incluye) cumplimos con nuestro deber (como si eso justificara a los que roban); me equivoqué enviando un SMS a Bárcenas (reconoce "equivocación" como Juan Carlos I, pero solo porque los han pillado); conscientemente, no mentí (o sea, mentí, pero no era yo; era mi inconsciente).

¿Cómo es posible que un tipo de esta catadura intelectual y moral presida nada en ningún sitio y menos un país europeo, aunque sea España? Porque la entrevista -insisto, ejemplar, dura, cristalina- lo dejó todo claro. Muchos dicen que tal cosa es posible porque hay millones de personas, de las que tienen la peor opinión, que lo votan. Yo mismo he caído en esa simplificación de la que ahora me curo gracias a Évole. Porque la siguiente pregunta es: ¿y cómo es posible que millones de personas sigan votando a estos pájaros en contra de sus intereses?

Esa es la pregunta. Y la respuesta es: porque los medios de comunicación, los intelectuales, los partidos de la oposición, en resumen, los organismos intermedios entre los gobernantes y la gente, que son quienes tendrían que ejercer la crítica e ilustrar a la opinión pública no lo hacen porque son unos inútiles, unos vagos, unos cómplices o todo a la vez.

La gente, los votantes, tienen muchas cosas en que pensar, tiene que salir adelante en condiciones de vida muy difíciles, enfrentándose a montones de problemas, no tiene tiempo de seguir la política, sobre todo la de unos tipos tan sinvergüenzas y embusteros como la presunta banda de ladrones. Confía, entonces, en que sus otros representantes, los políticos de la oposición, los medios de comunicación, las instancias críticas del país, ejerzan su función.

Pero no lo hacen. En ningún país democrático del mundo sería presidente del gobierno un irresponsable como Rajoy y sus sobresueldos. En ninguno. Pero es que en ningún país democrático del mundo la prensa y la oposición hubieran dejado un solo día de exigir su dimisión, de pedir una moción de censura, de movilizarse. En ningún país democrático del mundo esta banda de presuntos ladrones habría podido estar robando veinte años a manos llenas y repartirse las tarjetas black sin que pasara nada.

No es la gente la que falla. Es la oposición, los medios, los intelectuales comprados y silenciosos, son los "cuerpos intermedios" los que fallan y no cumplen con su deber. Es la cobardía de una oposición incapaz de plantear una moción de censura a esta banda de impresentables que, además se han declarado en rebeldía.

Y eso es lo que esta entrevista de Évole deja patente, claro, en primer plano. El sobresueldos está ahí, dando lecciones porque la oposición, los medios, los publicistas e intelectuales no cumplen con su deber.

divendres, 1 d’abril del 2016

La herencia de la banda de granujas

Durante todo su mandato, el presidente de los sobresueldos estuvo quejándose de la herencia recibida de Rodríguez Zapatero. Luego, en la campaña electoral advirtió muy serio y repetidas veces que votar por el PSOE o por Podemos o por cualquiera que no fuera él y la partida de presuntos malhechores que encabeza sería "poner en peligro lo conseguido", dando por supuesto que se había conseguido algo.

Y, en efecto, algo se ha conseguido. 

Esto:

Un déficit del 5% que obligará al siguiente gobierno a un recorte de 24.000 millones de €.

Una deuda pública del 100% del PIB que los españoles tardarán más de veinte años en pagar.

Un fondo de reserva de la seguridad social vacío, esquilmado en 40.000 millones de €.

Un paro de más del 25%, como cuando este pájaro entró a destrozarlo todo apoyado en los once millones de votos más estúpidos de la historia del mundo.

Más de dos millones de emigrantes que han tenido que marcharse del país en busca de trabajo.

Entre otras muestras de su absoluta incompetencia y su infinita capacidad para el robo y el trinque. Ya que este resultado alucinante no es solo producto de la inepcia y la estupidez. Su política ha sido de rapiña y saqueo de todos los caudales públicos en todos los niveles de gobierno, municipal, provincial, autonómico y central aplicada por un partido que es más partida de presuntos ladrones que otra cosa. Una banda de auténticos sinvergüenzas que han estado llevándoselo crudo en estafas, desfalcos, malversaciones, contrataciones indebidas, financiaciones ilegales, tarjetas black, comisiones tramposas, subvenciones a los amigos, enchufes y mamandurrias de todas clases. Unos tipos que han arruinado el país con sus latrocinios sistemáticos. 

Y esta gentuza tiene el morro de presentarse de nuevo a las elecciones porque todavía habrá imbéciles que los voten para que sigan robando.

Las dos preguntas inmediatas son: 

1ª) ¿qué estaban haciendo los medios en estos años? La vista gorda más descarada y los ditirambos más vergonzosos porque en su inmensa mayoría estaban comprados por la partida de facinerosos con dineros públicos .

2ª) ¿y la oposición? Aun menos. Y, encima, no era necesario comprarla dada su evidente inutilidad. Le bastaba con cobrar su sueldo y pillar alguna tarjeta black de vez en cuando.

dimecres, 30 de març del 2016

La banda de ladrones

Todo el mundo recuerda a Aznar diciendo en 2010 con su habitual y ridícula prosopopeya que el PP es incompatible con la corrupción. Asimismo se recuerda cómo, al estallar el caso Gürtel, Rajoy se rodeó de la guardia pretoriana del PP para afirmar que aquello no era una trama del PP sino una trama contra el PP.

Hoy es obvio que ambos políticos mentían, lo cual no es nuevo porque es lo que hacen habitualmente. Mentían porque el PP no es otra cosa que pura corrupción y pura trama de corruptos en todos los órdenes y niveles de la administración, en todas partes, en cualesquiera cargos públicos. Esta asociación de presuntos malhechores no hace otra cosa que robar. Y Aznar y Rajoy han sido siempre los primeros en saberlo. Desde sus puros comienzos el PP es una asociación de presuntos maleantes.

Suma y sigue. Ahora salen a la luz los criterios por los que la Alcaldesa Botella del PP repartía los dineros municipales en publicidad entre los diferentes medios, radios y periódicos. Como se ve en el cuadro adjunto, eran inversamente proporcionales a la difusión del periódico y directamente proporcionales al grado de abyección y lameculismo del medio. Resultaba así que La Razón, un periódico que no lee nadie y está al servicio directo del PP recibía diez veces más fondos que El País que, sin ser ninguna maravilla, se parece más a un periódico (La Razón es un tebeo) y tiene un millón y pico más lectores que el otro.

¿Con qué criterio repartía pues los dineros municipales Botella? Con el del amiguismo, el enchufismo y el servilismo del medio. Nada más.

Y esos dineros que Botella repartía entre sus lacayos, ¿eran de su bolsillo? En modo alguno. Eran dineros públicos, procedentes de los impuestos que pagamos todos los madrileños.  

O sea, el régimen de ayudas a la prensa de Botella era ruinoso, si no directamente fraudulento porque no se justificaba por ningún criterio de productividad de ningún tipo sino de puro enchufismo y servilismo. Dicho de otro modo, por cada mendacidad o embuste que Marhuenda soltaba en su periódico, se embolsaba un dinero que no le correspondía, entregado por una política, Botella, que faltaba clamorosamente a su deber de gestión pública eficaz y honrada.

Ignoro cómo llaman ustedes a esto. Yo lo llamo atropello, granujería, cosas de sinvergüenzas.  Y pido que se lleve la gestión de esta señora a los tribunales porque tiene toda la pinta de ser pura malversación de fondos públicos.

Y, como este, espero que se lleven las demas tropelías cometidas por esta banda de facinerosos.

Por eso es imprescindible que a día de hoy, miércoles, la izquierda llegue de una vez a un acuerdo de gobierno para empezar a barrer la basura, la podredumbre, la ñorda infinita que esta gente ha dejado en todas las instituciones del país. 

Hay que seguir levantando alfombras, explicar a la gente documentadamente cómo ha estado robándonos a todos durante años una partida de ladrones meapilas y mucho ejjjpañoles.

Sería imperdonable que por sus narcisismos los dirigentes de la izquierda fueran incapaces de llegar a un acuerdo que libere al país de esta plaga de sinvergüenzas.

dijous, 10 de març del 2016

Todos los ladrones y ladronas del presidente

El fin de la era Rajoy es sucio, viscoso, repleto de robos, estafas, escándalos y miserias. Estos sinvergüenzas del PP se lo han llevado crudo. Todo lo que han administrado lo han robado. Aquí no ha habido un gobierno, sino un latrocinio perpetrado bajo el deber de vigilancia del gobierno que, por supuesto, ha hecho la vista gorda, cuando no se ha llenado también los bolsillos.

Hay quien propone cambiar el protocolo de jura/promesa de toma de posesión de los cargos por un "Juro/prometo robar todo lo que alcance en mi gestión al servicio de mi bolsillo y el de mis parientes y enchufados", algo que coincidiría más con la realidad que ese inane "cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes" que ninguno respeta porque todos han venido a robar.

El juez llama al inenarrable González, que lleva unos diez años escaqueándose de la justicia a cuenta de un fastuoso ático que nadie sabe cómo pudo adquirir. Y cuando digo nadie, lo incluyo a él. Y este es el pájaro que Esperanza Aguirre quería poner en Caja Madrid en lugar de Blesa. Fácil imáginar que cantidad de áticos gestionaría con los dineros de la entidad.

La Fundación Arpegio, una criatura de la Comunidad de Madrid, pagó mas de 10 millones de euros públicos entre 2006 y 2011 a los amigos, deudos y allegados de los políticos madrileños porque sí, una razón contable poderosísima.  Mamandurrias Aguirre.  177.000 de euros al diputado Gómez de la Serna por informes escritos que son tan escritos como las aladas palabras pues parece habérselos llevado el viento.

La fiscalía anticorrupción pide 16 años de cárcel para el expresidente de la diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll por una presunta estafa de basuras. Ya se sabe que en capitalismo la mierda es dinero; o al revés, pero eso ya suelen tratarlo filósofos y psicoanalistas.

El Rey y la Reina mandaron unos luissefuertes al empresario López Madrid una vez se supo que había pillado una pasta con las tarjetas black de Cajamadrid, con la Reina diciéndole Miss you!!! que más cursi no se puede ser. Lo ha sacado Diario.es http://www.eldiario.es/ y estoy seguro de que no lo saca nadie más. Si el Rey ejerciera "derecho" de pernada, la prensa cortesana y los partidos dinásticos callarían. 

Es fin de ciclo con Rajoy encerrado en La Moncloa viendo aterrorizado al bosque de Dirnham avanzar hacia Dunsinane, como en Macbeth. Y él que no quiere irse porque se considera el elecciones perfecto para las próximas candidato.

dimecres, 24 de febrer del 2016

El reinado del hampa

Este país esta gobernado por una banda de ladrones. Por una asociación de presuntos malhechores llamada PP. Una organización dedicada al saqueo de los dineros públicos en la que los jefes, empezando por el actual presidente en funciones y sus jerifaltes más conocidos, cobraban sobresueldos de procedencia dudosa o claramente ilegal. Un partido "incompatible con la corrupción", según Aznar, a la boda de cuya hija acudió media hampa española. Un partido corrompido de arriba abajo y al que la gente se afilia para enriquecerse, para robar, para pillar. Un partido que se ha financiado ilegalmente con dinero de mordidas y comisiones (que se sepa). Sus triunfos electorales están trucados y son nulos igualmente por tramposos. Han robado todos los dineros públicos que han podido. Han privatizado las empresas que no podían robar para regalárselas a los amigos o a ellos mismos. Se han apropiado indebidamente de todos los fondos presupuestarios imaginables. Han cobrado comisiones por todo. Han estafado, expoliado y extorsionado a la gente. Han falsificado adjudicaciones y contratas. Han saqueado fundaciones y organizaciones benéficas. Han amañado concursos, trucado oposiciones. Han aplicado sobrecostes en las obras, inflado presupuestos y hecho negocios lucrativos con acontecimientos concretos, como la visita del Papa en 2006 o los homenajes a las víctimas del terrorismo.  Se han enriquecido con obras públicas monumentales e innecesarias. Han enchufado a amigos, deudos y parientes en todos los niveles y órdenes de la Administración pública. Han sido incompetentes, malversadores, despilfarradores y manirrotos. Se han apropiado de todas las subvenciones aun sin tener derecho a ellas. Han robado colegios, hospitales.  Han falsificado todas las estadísticas del Reino. Han comprado periodistas, comentaristas y sicarios de los propios medios para emplearlos como aparato de agitprop y linchadores sin escrúpulos de los legisladores honrados y los políticos cumplidores. Han mentido en el Parlamento y fuera del Parlamento, gobernado por decretos arbitrarios e interferido la acción de la justicia. Han robado la hucha de la seguridad social. Han insultado y despreciado a la gente y se han reído de la Memoria histórica. Han censurado y reprimido el pueblo llano y le han robado sus recursos. Han esclavizado a los trabajadores al aplicar una reforma inicua y han dejado desamparados a los desfavorecidos. Amnistían a los evasores y corruptos y encarcelan a la gente necesitada. Todo ello presuntamente, claro.

Son ustedes pura escoria.

dimarts, 23 de febrer del 2016

La garrapata

Parece mentira, ¿no? Le parten la cara en cuanto pone un pie en la calle, lo declaran persona non grata en su propia ciudad, la mitad de los militantes no lo quiere de presidente, dos tercios de los votantes, tampoco; su popularidad sigue siendo la más baja de toda la historia de la democracia, pero el presidente de los sobresueldos reúne al Comité Ejecutivo de ese partido que los jueces consideran una presunta banda de delincuentes para anunciarle, muy ufano, que, si hay elecciones nuevas, él quiere ser el candidato. Y nadie rechista.

Es alucinante y, al mismo tiempo, una clara muestra de qué tipo de indeseables está a cargo del cortijo que ellos llaman "gran nación". Qué especie de burla, qué episodio chusco de la Commedia dell'arte en que Pantalone Soprasoldi no se larga ni a palos y tendrá que venir il dottore con una jeringa hipodérmica a ponérsela en salva sea la parte, a ver si se va ya de una vez.

No solo no se va, agarrado como está al sillón, sino que urge a los suyos a que "no se pongan histéricos con el asunto de la corrupción". Justo el día en que la policía detiene a Alfonso Grau, la mano derecha de Rita Barberá, implicado en todas las tramas de corrupción imaginables, mientras aquella sigue oculta y sin hacer acto de presencia en el Senado del que, sin embargo, cobra buenos euros públicos.

De verdad que es alucinante. O tenemos pronto un gobierno normal o esta manga de ladrones y sinvergüenzas no va a dejar ni los grifos al tiempo que sigue diciendo auténticas burradas del estilo de las que suelta Fernández Díaz, ese fanático que hace un extraño vudú con unas estatuas de palo a las que condecora pero se permite comentarios insultantes y quizá amenazadores hacia los jueces.

Esto no es un país europeo. Esto es una coña.

dissabte, 13 de febrer del 2016

El carácter fascista

Esa foto de El País retrata la esencia de una era que, afortunadamente, está acabando. Una era de autoritarismo, imposición, chulería, desprecio, arrogancia y patanería.

Todo el país ha visto la imagen que condensa cuatro años de desgobierno de un presunto corrupto que, además, es un grosero y maleducado.

En cuanto no se hace lo que él quiere, como y cuando quiere, le sale el ramalazo fascista, el gesto despreciativo, la pura intolerancia. Ahí está, para memoria duradera. Menos mal que no gobiernan los antecesores ideológicos del sobresoldado presidente, que hubieran sido mucho más expeditivos con el líder socialista. Rajoy no le reconoce derecho alguno a existir, como aquellos, pero no puede hacer nada por evitarlo, salvo un rictus que todo lo declara. Es de esperar que cuando este personaje crezca y madure intelectual y moralmente (cosa harto dudosa) esta imagen lo avergüence y le amargue la vida.

Y este es el de la mano tendida, los pactos, la disposición abierta y permanente a negociar, el hombre del entendimiento y el sentido común.

¿A qué se entiende bien el salto endavant del procés català? La intolerancia fanática, la cerrazón, la exclusión de este romo nacionalespañol, con su talante fascista, han sido los catalizadores de un camino de escisión que nadie es ya capaz de detener. La negativa a negociar nada con Cataluña ha hecho que el nacionalismo en pleno haya cerrado filas soberanistas, como ha visto todo el mundo que no sea estrictamente imbécil. Desde el principio estuvo claro y se dijo en todos los tonos: que Rajoy era el mayor fabricante de independentistas catalanes.

No obstante, tampoco los independentistas deben lamentar la pronta caída del hombre de los sobresueldos. Quien parece llamado a sucederlo es idéntico a él en punto a incomprensión de la cuestión catalana y falta de inteligencia y valor para abordarla con espíritu abierto y democrático.

A los efectos de la política española, esta foto convierte a Sánchez virtualmente en el próximo presidente del gobierno. La mano que se le ha negado es la que estrechaba y estrecha las de Matas, Camps, Barberá, Rato, Bárcenas...

Dinero negro, almas negras

A estas alturas ya nadie ignora que España está gobernada por una organización mafiosa, una forma de crimen organizado, dedicado a saquear los recursos públicos allí donde los haya, en el gobierno y la administración centrales, las CCAA, los ayuntamientos, los colegios de huérfanos, los patronatos de obras pías, la hucha de las pensiones, los ahorros de los inversores, las visitas del Papa, los funerales de Estado o los fondos dedicados a las víctimas del terrorismo. En donde haya un euro de dinero público puede haber un pepero rondando para llevárselo. No estamos descubriendo nada, si bien es llamativo por qué los partidos de la oposición, con la moral comida por la banda de sinvergüenzas, siguen diciendo que esta es un partido político.

Y no, no es cierto. Es una organización de malhechores, dedicada a saquear el país. Vive este en un estado de parálisis por asombro que le impide enjuiciar como se deben los acontecimientos. Por ejemplo, ¿cómo debe entenderse que el presidente de los sobresueldos diga que esta historia se ha acabado y no se va a pasar ni una apenas horas antes de reforzar  el aforamiento de la presunta ladrona Barberá en el Senado para que no vaya a dar cuenta de sus tropelías a un juzgado? O ¿cómo entender que todos los dirigentes del PP subrayen la voluntad del partido de plena colaboración con la justicia ("a tope" como dice la chulapa Aguirre) también horas antes de que el partido se niegue a declarar ante el juez por el borrado de los discos de Bárcenas?

Eso, ¿cómo debe entenderse? Muy sencillo, como lo que es: ya les importa todo un pepino y no disimulan. Se saben perdidos. Tanto que un grupo de miembros (quizá los que aún no hayan robado nada) pide que se proceda a una "purga" del PP, para depurar la  corrupción,  caiga quien caiga. Esa petición tanto puede ser una exigencia de limpieza como otra de licenciar a los ladrones antiguos a fin de dejar sitio para los modernos.

Efectivamente: les importa un pepino. Y eso es lo que hace que Esperanza Aguirre, cuyo gobierno ha estado marcado por la corrupción del primer día al último (corrupción, cohecho, malversación, espionaje. boicoteo, etc), se presente en la Comisión de investigación de la corrupción a hacer chistes y decir lo que le peta con el tono impertinente con el que habla al servicio..

Se creen los dueños del cortijo y están descompuestos e indignados al comprobar que la peonada les exige explicaciones y responsabilidades. La vicepresidenta del gobierno pertenece a una promoción de abogados del Estado que se ha autobautizado con la habitual modestia de los zangolotinos como La gloriosa. A la vista de los hechos será la gloriosa corrupta.

dijous, 11 de febrer del 2016

El mundo según Rajoy

El contacto de Rajoy con la realidad es tenue y problemático. Tiene evidentes problemas de percepción, comprensión y, desde luego, expresión. Todo lo que no le gusta -es decir, todo lo que no hace él-, por ejemplo, un gobierno de PSOE y Podemos, le parece imposible o una broma, o una ocurrencia. Una diada hace un par de años con un millón y medio de asistentes, era una "algarabía". Todo lo que hacen los demás sin su permiso o, incluso, en contra de él, son disparates, insensateces, faltas de sentido común.

Según el muy limitado intelecto de este aficionado a los sobresueldos, el mundo es tan simple y sencillo como el Yin y el Yang: de un lado está él y todo lo que él dice y hace: pura sensatez, eficacia, sentido común y ventajas para la colectividad. Lo que hacen sus adversarios, un desatino que no conduce a nada, incluso cuando, como sucede ahora, van echarlo con ignominia de su búnker de La Moncloa, de donde no quiere irse ni difunto.

Este es el genio cuyo gobierno contaba o cuenta con una ministra de Sanidad analfabeta que confundía el colirio con los supositorios; un ministro de Justicia petulante resabiado y carcunda, sustituido luego por otro que es igual, pero sin afeitarse; un psicópata en Interior; una meapilas en Trabajo que impetra la ayuda de la Virgen para resolver el paro; un petulante en Educación para quien las corridas de toros son una muestra de Cultura; un Nosferatu intrigante a favor de sus amigos en Hacienda; un empleado de los fabricantes de armas en defensa, un veterano de los cuartos de banderas en Exteriores. Ese gobierno no solo era una broma, sino una broma necia y de mal gusto.

El sobresueldos hizo sus inteligentes observaciones en el Senado, en presencia de María Dolores de Cospedal, a quien sus enemigos acusan erróneamente de tener una piedra por corazón cuando es claro que la piedra, ya tallada en forma de adoquín, la tiene en la cabeza. Presente estaba también Pío García Escudero, mezclado en diversos líos de presuntas corruptelas y en ausencia de Rita Barberá, la ex-alcaldesa de Valencia, supuesta organizadora y beneficiaria de una trama de delincuentes, constituida en partido político, en Valencia. Escondida en el Senado, Barberá trata de burlar la acción de la justicia con el directo apoyo de su jefe Rajoy que, 24 horas antes había dicho que "ya no se iba a pasar ni una" en materia de corrupción como prolegómeno a convertir la cámara alta en una cueva de ladrones. No solamente deja pasar un caso de corrupción, sino hasta media docena de golpe que es el volumen que desplaza la Rita Barberá de Vuitton y baronesa del Caloret.

Para este Cánovas del siglo XXI, lo más razonable y democrático es que el país siga siendo esquilmado por la banda de granujas que él preside porque eso es estabilidad en el trinque e inspira confianza en los mercados, sobre todo en los negros.

dimecres, 10 de febrer del 2016

Un partido de ladrones aforados

Según un burócrata del PP, es preciso respetar la presunción de inocencia de Rita Barberá. Y acto seguido, su partido la blinda en el Senado, nombrándola miembro de la Comisión Permanente, para que no pierda su condición de aforada incluso aunque la cámara esté de vacaciones. 

En la Edad Media, los perseguidos por la justicia que lograban entrar en recinto sagrado conseguían santuario y quedaban fuera de la acción de la justicia. Actualmente son las embajadas las que brindan santuario, como se ve en el caso de Julian Assange que, además, desde el punto de vista de Palinuro no ha cometido delito alguno y está siendo injustamente perseguido.

En el caso de Rita Barberá el PP convierte el Senado en santuario a los efectos de impedir que la inocente exalcaldesa se vaya de rositas, luego de haber robado presuntamente cuanto ha querido en Valencia. El propio Senado va de mal en peor. La mayoría de la gente en España piensa, con mucha razón, que no sirve para nada. Habría que matizar: para nada bueno. Para dar cobijo a los delincuentes sirve muy bien. El PP sigue instrumentalizando las instituciones democráticas al servicio de su práctica presuntamente delictiva.

Si tan inocente es esta zafia rabanera, no debiera tener inconveniente en renunciar a su aforamiento para que su honradez brillara como una patena. Pero no es el caso: se blinda por el privilegio para no ser encausada penalmente. De esta manera, no tiene por qué responder de sus actos ante un juez como tenemos que hacer todos si nos encontramos en una situación así.

Pero esto tiene un coste: si Barberá se niega a responder ante los jueces cuando la imputen delitos, todos estaremos moralmente legitimados para pensar que, en efecto, la señora es una delincuente. En el PP -y no solo el valenciano- esa condición, más que excepción, es regla. 

La corrupción no desaparecerá de España mientras la organización que la fomenta, ampara, protege y blinda, como se ve, continúe siendo considerada como un partido político y no una asociación de ladrones. Única razón capaz de explicar el hecho de que, tres días después de asegurar muy serio el Sobresueldos que "no iba a pasar ni una", haya aforado a esta presunta ladrona que, sin duda, sabe muchas cosas sobre los latrocinios de esta banda.

divendres, 5 de febrer del 2016

Además de ladrones, fascistas

Dice la vicepresidenta, tratando de salvar a su jefe, el de los sobresueldos, que el gobierno no tiene por qué responder ante el Parlamento porque cuenta con la confianza del anterior y este es nuevo. Hace lo que acostumbra ya que, como no tiene ni idea de política ni sabe lo que es una democracia, recurre a una triquiñuela de rábula, tratando de enredar las cosas. Cualquier contencioso entre el gobierno y el Parlamento, dice, ha de ir por la vía de lo contencioso. Es decir, hay que sentarse y esperar.

¡Qué mal perder tienen los tramposos y sinvergüenzas! Todavía veremos espectáculos más lamentables que mostrarán la calaña de la tropa que ha estado cuatro años destruyendo este país.

A lo que vamos. Diga lo que diga la ratita hacendosa, la Constitución vigente, en su título V sobre las relaciones entre el gobierno y las Cortes generales es taxativa y en su artículo 108 lo dice con toda claridad: "El Gobierno responde solidariamente en su gestión política ante el Congreso de los diputados". Sin excepción ni salvedad alguna. No dice si el gobierno es el de antes, el de ahora o el del valle de Josaphat y tampoco si el Congreso de los Diputados es el de ahora, el de ayer o el de mañana. Es el Gobierno. Es el Congreso de los Diputados.

Y que todos sepamos, el propio Sobresueldos lo dijo hace un par de días: que el gobierno estará en funciones y tendrá competencias limitadas, pero la Constitución está en pleno vigor y el ordenamiento jurídico también. Lo dijo, como siempre, para amenazar a los catalanes y, el muy ruiz se calló que eso con él no rezaba.

Es decir, el gobierno se ha puesto fuera de la Constitución y se ha declarado en rebeldía. Es más, lo que está haciendo es un intento de golpe de Estado con el fin de establecer una dictadura.

Vamos a ver si ahora el Parlamento tiene la decencia y el coraje que faltaron al anterior, convoca un pleno extraordinario y retira su confianza al gobierno o lo censura o lo destituye sin más. Vías puede encontrar las que quiera. El Parlamento es depositario de la soberanía popular y máximo órgano de poder del Estado. No puede tolerar un gobierno sin control parlamentario, un gobierno fascista.

Y si lo hace, sus señorías solo serán merecedoras del desprecio de la ciudadanía y deben dimitir de una responsabilidad a cuya altura no están.

dijous, 4 de febrer del 2016

Desde mi más profundo desprecio

Parece que, por fin, se van ustedes. Usted, aferrado a la poltrona como una garrapata, resistiéndose con todas sus fuerzas y dispuesto a que el país se hunda antes que abandonar su puesto en La Moncloa, en el que no ha hecho usted más que daño a la inmensa mayoría de los españoles. Mentiroso, altivo, autoritario y servil con los de arriba, presunto corrupto y amparador de corruptos y ladrones, falso, inculto, vulgar y pretencioso, realmente es usted una vergüenza para cualquier país civilizado. Y la banda de ladrones a la que llama usted partido, cortada a su imagen y semejanza. O al revés, tanto da.

No han dejado ustedes un euro público sin metérselo en el bolsillo; han robado en prácticamente todos los cargos públicos que han ejercido. No hay más que ver Valencia. Han malversado, despilfarrado o simplemente trincado en todas las actividades de la administración pública, en las adjudicaciones, licitaciones, contratas, concesiones y subvenciones. Se han apropiado dineros públicos de todas partes, desde las instituciones más solemnes a los colegios de niños y los programas de solidaridad internacional, desde las dotaciones de infraestructuras hasta las contratas de suministros a los hospitales. No es que carezcan ustedes del mínimo sentido de la ley moral kantiana; es que son ustedes una banda de granujas.

Constituyó usted desde el pincipio un gobierno de analfabetos, imbéciles, psicópatas, corruptos, meapilas, cínicos sin escrúpulos, ultrarreaccionarios, aprovechados e inútiles, todos, claro está, muy atentos a lo que pudieran afanar y cómo podían amargar la vida a la gente despojándola de todo. Han provocado ustedes una involución democrática única, según sus cánones neofranquistas. Han reprimido los derechos y libertades, suprimido la democracia en los espacios públicos. Han esclavizado a los trabajadores, empobrecido a la gente y obligádola a emigrar,  aumentado la cantidad de parados sin prestación, robado a los pensionistas, privado de ayudas a los dependientes y esquilmado el erario

Han corrompido el Estado de abajo arriba, han llenado la administración de funcionarios venales, parientes, enchufados, deudos, allegados o simples pelotas; han destruido la objetividad de los medios de comunicación públicos, empleados sistemáticamente como aparatos de agit/prop, de ese fascismo "amable" y sonriente que los caracteriza y que llaman ustedes "liberalismo"; tienen periodistas-provocadores directamente a sueldo de ls grandes empresas como el Corte Inglés (y a saber cuántas más), engañando a toda la ciudadanía, verdaderos esbirros como la colección de sinvergüenzas que según parece han cobrado sobresueldos o han estafado en Valencia, Galicia, Madrid, etc.

Y han destruido ustedes el país por su infinita codicia, mezclada con su incompetencia e irreductible estupidez. Los catalanes se van y hacen bien porque nadie con un ápice de dignidad puede soportar estar gobernado por un hatajo de sinvergüenzas, corruptos y ladrones.

Un desastre que durará muchos, muchos años y el principal responsable es usted, el de los sobresueldos. Váyanse ya rodeados todos del oprobio, el ludibrio y el desprecio de sus conciudadanos. Pasen antes por caja, devuelvan lo afanado y preséntense al juez.

dijous, 28 de gener del 2016

El garrapata

La primera línea del famoso libro de Jean François Revel, El conocimiento inútil, publicado en 1988 reza: La mentira es la primera fuerza que dirige el mundo. Una verdad como un castillo que, en el caso del Sobresueldos se convierte en una montaña. La mentira rige la vida de Rajoy las veinticuatro horas del día. Vive mintiendo. Vive para mentir. No hace otra cosa que mentir. Ganó las elecciones de 2011 mintiendo como un bellaco y mintiendo ha seguido hasta el día de hoy. Es tan obvio y evidente y hasta tal punto del conocimiento general que nadie da crédito jamás a lo que dice y por eso su calificación es la más baja de todos los presidentes democráticos.

Un mentiroso compulsivo que miente incluso cuando no sería necesario, que es bien pocas veces, quizá cuando le pregunten por el tiempo. De este modo, las entrevistas que se le hacen -y en las que ahora se prodiga, tras haber pasado cuatro años sin darlas, sin contestar a las preguntas de los periodistas e, incluso, sin dejar que las hicieran- no son otra cosa que retahílas de mentiras, de mentiras desvergonzadas, mentiras patentes. Miente. La gente sabe que miente. El sabe que la gente sabe que miente. Pero le da igual. Lo suyo es mentir y mentir a ver si consigue continuar al frente del gobierno para seguir destruyendo y esquilmando el país al frente de un partido que no es otra cosa que una banda de ladrones. Para seguir empobreciendo a la gente, desahuciándola, dejándola sin trabajo, sin ingresos, sin pensiones, en beneficio del 1% de la población, en pro del que gobierna.

La entrevista de la TV de ayer, una pura antología de la mentira: el PP no está imputado (dice), cuando sí lo está; todas las empresas borran los discos duros de los ordenadores (dice), cuando es mentira y muy probable que ni siquiera sepa qué quiera decir "disco duro"; Barberá y Camps están "limpios" (dice) cuando están de lodo de corrupción hasta las cejas; no sabe nada de Rato (dice) y era su amigo del alma y lo puso él en Caja Madrid.

Podríamos seguir. No merece la pena. Un tipo indigno y despreciable que, viéndose ya en la puerta de la calle, se arrastra implorando una investidura que ni el país puede permitirse ni los españoles tolerar. Después de cuatro años de autoritarismo, chulería, trágala e imposición de leyes retrógradas como la Ley Mordaza, la reforma laboral o la LOMCE que hace una semana no estaba dispuesto tocar, ahora ofrece modificarlas en lo que sea a cambio de pacto. Está dispuesto a ofrecer un riñón para seguir desgobernando España y no ser el único presidente que no ha repetido mandato.

Y está también dispuesto a instrumentalizar las instituciones al servicio de sus indignos fines, bloqueando el sistema democrático, como ha hecho siempre que le ha convenido, como tuvo bloqueado el Tribunal Constitucional durante años, como retrasó la aprobación del presupuesto de 2012 para no perder las elecciones de Andalucía. Un caradura que de todo se aprovecha para mantenerse en el poder como las garrapatas se aferran a los perros.

Hay que decir que le ayuda mucho una parte de los socialistas. Imbuidos estos de un falso sentido de Estado, sostienen que, debiendo haber un gobierno en España, el PSOE ha de posibilitar a la banda de mangantes seguir con sus latrocinios. Ese grupo de viejos dirigentes, todos correosos reaccionarios, solo miran por sus intereses personales e ignoran -o simulan ignorar- que este gobierno que quieren perpetuar ha sido un ataque sistemático a los derechos y el bienestar de la gente, una agresión franquista y nacionalcatólica a las libertades públicas, un indignante atropello de la dignidad de las personas, un insulto constante a los catalanes y un saqueo universal del erario, en provecho de auténticos truhanes militantes y dirigentes del partido del gobierno, empezando por su presidente.

Ignoran que este, el mentiroso compulsivo presidente de los sobresueldos suscita no ya rechazo general sino auténtico odio.

Pero ellos no lo ven porque no saben cómo lo está pasando la gente en la calle. Si no están en las puertas giratorias, cobran saneados emolumentos por cargos públicos y desconocen la situación real del país. Solo cuenta su egoísmo. Y por eso pueden hacerse propuestas moralmente tan repugnantes como la de que el PSOE (que, de todas formas, no ha sido capaz de oponerse a los atropellos de los últimos años) permita con su abstención un gobierno del PP, el partido de la corrupción, en alianza con C's, el partido del programa últraliberal para terminar de arrebatar a los trabajadores sus últimos derechos.

Si tanto preocupa a estos padres de la patria, empezando por Felipe González, la gobernación de España, les propongo otra fórmula: un gobierno de PSOE y Podemos con la abstención de C's. Para garantizar esta basta con que los magnates que pagan a los Gonzáleces llamen a Rivera y le den la orden. Fácil, ¿verdad?

No querrán, claro, porque, en el fondo, prefieren a los franquistas. Pero, por si acaso se impusiera esta opción, un último ruego a Podemos: estaría bien una cura de humildad, después de llevar meses haciendo el ridículo, el pedante y el prepotente. Si quieren sobrevivir, tienen que aliarse con el PSOE, bajar sus estúpidos humos y garantizar un gobierno serio y responsable a la par que radical en las medidas en favor de la regeneración democrática y la recuperación de los derechos arrebatas por esta derecha a las gentes del común.

Y si no lo hacen y siguen tratando de destruir al PSOE con tácticas de catón de tercera, nuevas elecciones, en las que desaparecerán porque no podrán reproducir sus franquicias ni siquiera en Andalucía. No darse cuenta de esto ahora que están a tiempo y esperar a hacerlo tardíamente será dar la razón al Revel con el que empezaba este post cuando, en el libro citado, señalaba que comprender las cosas tarde equivale a no comprenderlas.

dimecres, 27 de gener del 2016

Un país gobernado por delincuentes

Imagino que mucha gente recordará a  Aznar diciendo en 2010 o 2011 con su habitual facundia que el PP es incompatible con la corrupción. El contenido de veracidad de tal aserto era más o menos el mismo que cuando aseguraba que en el Irak había armas de destrucción masiva. Dos mentiras como pianos dichas por quien sabía muy bien lo que decía. En el PP no hay sino corrupción y la banda de ladrones y forajidos que lo componen ha arruinado el país a base de robar. En el Irak no había armas de destrucción masiva, pero la intervención de este personaje sin principios ni moral fue la causa política indirecta de cientos de miles de muertos. Hoy el tal Aznar es un hombre próspero, que ha acumulado una considerable fortuna, producto de sus desvelos y sacrificios por la Patria, de la que no deja de hablar.

Veintitrés de los treinta y cuatro ministros del mismo individuo están salpicados en diversos grados por esa corrupción que era incompatible con el PP. Y quien quiera ver alguno de los rostros más conocidos de ese gatuperio de sinvergüenzas que es la Gürtel solo tiene que visualizar el vídeo de la inenarrable boda de la hija del mismo Aznar en El Escorial. Un Aznar, antaño irrefrenable parlanchín, que lleva meses en un silencio de cartujo.

El tiempo está encargándose de poner a cada cual en su sitio que, en el caso de los ladrones del PP, según se ve, es el trullo, en el que ya entran por docenas. Seguirán haciéndolo en los próximos tiempos y ya veremos en donde paran por último el señor Aznar y su sucesor, el señor Rajoy, reconocido cobrador de sobresueldos de procedencia dudosa y beneficiario de dádivas de los ladrones de la Gürtel parecidos a los que recibía su amigo Francisco Camps, otro presunto ladrón de la cruz a la calva.

Por supuesto, todos estos ladrones y sinvergüenzas son gente de orden, bien trajeada y defensora del orden constituido. Todos ellos predican los valores de la civilización cristiana, van a misa y son muy amigos de los curas, esa otra agrupación sistemáticamente dedicada a vivir a cuenta de los demás mientras les predican patrañas sobre la otra vida. Van a procesiones, condecoran trozos de palo a los que llaman vírgenes y se preocupan porque los niños sean adoctrinados en sus supersticiones. Y todos, también, defienden el credo de la libre iniciativa sin regular en el mercado y la necesidad de expoliar todo lo público y privatizarlo para beneficio de sus parientes, amigos y enchufados. Lo llaman liberalismo y contratan esbirros en los medios de comunicación (también pagados con dinero de todos) para que lo prediquen a berridos mientras difaman las alternativas. Por eso se han puesto de nombre Partido Popular, como un banco.

Imagino que mucha gente recordará también cómo, cuando comenzaron a aflorar los casos de corrupción, en 2009, ¡hace ya siete años!, Rajoy reunió a la plana mayor de esta asociación de malhechores para proclamar que no se trataba de una trama del PP, sino de una trama contra el PP. Véase la foto de la derecha: parece un who's who in robolandia. Por que sí era una trama del PP, un partido cuajado de chorizos. Después de esta foto, vinieron los SMS a Bárcenas-Luis-sé-fuerte, la sistemática obstrucciòn a la justicia hasta culminar con la destrucción de los discos duros de Bárcenas, prueba procesal imprescindible y por la cual está imputado hoy todo el PP como persona jurídica.

¿Alguien cree que hay un solo país en el mundo en el que el partido del gobierno esté imputado en un proceso penal y pueda seguir gobernando? ¿Un partido con todos sus tesoreros también imputados, un montón de dirigentes y cargos en la cárcel por ladrones, administrando los recursos públicos? ¿Un partido cuyo presidente, y presidente del gobierno, que lleva cuatro años mintiendo y está acusado de cobros irregulares, presentándose a las elecciones como si no pasara nada?

¿Nadie ve que esto es un disparate inimaginable, solo posible en un lugar en que las normas más alementales de la moral no existen? Pues, sí, según parece, nadie. Y menos que nadie una oposición que en estos años de latrocinio generalizado ha seguido haciendo el juego a la banda de malhechores como si fueran un partido de verdad y un gobierno y un parlamento y no lo que son. 

En cualquier otro lugar civilizado del planeta esta gente estaría toda procesada, empezando por el presidente, el partido ilegalizado y disuelto y convocadas nuevas elecciones para que la gente pudiera elegir políticos menos sinvergüenzas.

¡Ah, pero esto es España! Una "gran nación", según el Sobresueldos.

divendres, 22 de gener del 2016

Reflexión sobre un títere malvado

Ayer una emisora catalana hizo objeto de una broma muy frecuente a Rajoy en la que un periodista se hacía pasar por Carles Puigdemont y conseguía hablar con él. Hubo gente, gente bien intencionada, gente de buen corazón, que encontró la broma pesada, de mal gusto y manifestó cierta solidaridad con el de los sobresueldos. Unas fechas antes, un joven le había atizado un puñetazo en plena calle. Otras gentes, prácticamente todo el mundo, los partidos y hasta los adversarios, condenaron el hecho con las proclamas habituales de la violencia siempre repudiable, etc.

Sin duda son dos momentos en que este este impresentable personaje ha hecho el ridículo. Pero no son los únicos. Hace poco, en una pograma de radio quedaba patente su necedad a raíz de su desconocimiento sobre el derecho de nacionalidad en España. Y eso por no hablar de cuando, queriendo llamar "ruin" a Pedro Sánchez en un debate en la tele, lo llamó "ruiz".

Las anécdotas en las que el hombre de los sobresueldos muestra un fondo de estupidez son innumerables: un plato es un plato y un vaso es una vaso, los españoles son mucho españoles, una cosa es la solidaridad y otra la solidaridad a cambio de nada son tres ejemplos de una muestra abigarrada.

No hay duda de que este pobre país lleva cuatro años gobernado por un auténtico estúpido, rasgo del que ya se habían dado cuenta en la UE en 2012, cuando el eurodiputado británico Nigel Farage proclamó en el eurpoparlamento que Rajoy es el lider más incompetente de la EU. Un estúpido que no entiende su propia letra, no sabe leer ni hablar en idioma alguno, incluso el suyo.Tan estúpido que, como hemos visto, despierta conmiseración.

Pero, además de estúpido este sujeto ha dado cumplidas muestras de ser un malvado, un hombre a quien dejan frío las desgracias ajenas incluso cuando las ha provocado él, un embustero profesional para quien decir la verdad es una muestra de debilidad y cree que la política es engañar por principio; un hombre que se aumentó el sueldo en un  27% cuando se lo congelaba o reducía a los demás; un tipo que esquilmó la riqueza pública del país para privatizarlo en interés de sus amigos, un sujeto que humilló el parlamento y, entre desahucios, suicidios, recortes y ruinas ha destrozado la vida de miles de personas, un individuo sin escrúpulos que, aunque habla de la igualdad de los españoles, siempre ha estado convencido de que las personas somos desiguales porque, decía, está "científicamente demostrado" que lo somos y que los mejores son siempre los de la mejor "estirpe", un mangante conchabado con mangantes, un egoísta que emplea los fondos públicos para atender a su padre dependiente, pero niega los fondos para cuidar de los dependientes ajenos.

Así que Palinuro no cree en la ley del talión en su versión  más estricta pero si en la más suave de que, quien "siembra vientos, recoge tempestades" y no puede coincidir con esas lamentaciones y jeremiadas. Por muchas bromas que le hayan gastado o dado de bofetadas, costará mucho demostrar que sean peores que las canalladas que él ha hecho a miles de personas por donde ha pasado, algo que nadie, con un mínimo de sensibilidad, puede ignorar. 

dimarts, 19 de gener del 2016

Esta vergüenza es presidente del gobierno

Excelente entrevista de Alfredo Menéndez ayer en RN1 a Mariano Rajoy. Es recomendable verla íntegra para hacerse una idea de la capacidad mental, altura moral y, por supuesto, dotes oratorias de quien ostenta la presidencia del gobierno de una país europeo en el siglo XXI. Una verdadera vergüenza.

Vaya por delante que el presidente de los sobresueldos mantuvo durante los más de 35 minutos el mismo tono cansino, aburrido, reiterativo, entre escandalizado y paternalista, los habituales farfulleos y su inimitable capacidad para no decir nada pero muy ampulosamente, como si enunciara profundos pensamientos. Y vaya también por delante que el único momento en que se anima, en que su voz se hace natural, el tono vivo, muestra interés y conocimiento, como si se despertara de un mal sueño, es al final, en torno al minuto 33'5, cuando Menéndez le pregunta algo de fútbol. Vayan a oírlo. La metamorfosis es llamativa. Lo único que interesa a este zote en la vida es el fútbol. De lo demás, una de tres: a) no sabe nada; b) dice vulgaridades, topicazos y ordinarieces; c) miente descaradamente.

Es una vergüenza que un hombre así sea presidente del gobierno ni presidente de nada. Y lo es más que todavía no haya dimitido por su comportamiento sospechoso de corrupción en todos los niveles, órdenes y esferas. Y mucho más que aspire a volver a serlo, incluso con la aquiescencia de su partido, sin que en él haya nadie capaz de poner término a esta situación bochornosa.

La ejecutoria de desastre de sus cuatro años en que ha destruido el país social y territorialmente no aparece en sus letanías de embustes sobre una recuperación económica que, como sabe todo el mundo, se debe a la baja del precio del petróleo y la afluencia de turistas y se da en contra de sus medidas económicas, todas dirigidas a explotar a los más débiles y poner el país no ya a la cola de la OCDE en materia de desigualdad (es el más desigual, con excepción de Chipre) sino de todo el mundo.

Pretende encabezar un gobierno que no puede constituir más que mediante alianzas a base de no hablar con nadie, especialmente con el PSOE -que es el único con el que tendría alguna posibilidad- escudándose en que son los socialistas quienes no quieren hablar con él. En su mentalidad franquista no entra que, si necesita algo de los demás, tendrá que pactar con ellos. Y, si lo tiene imposible (como, de hecho, lo tiene), desistir para acelerar el proceso de constitución del gobierno, cosa que tanto le preocupa, según dice.

Esto de no hablar con los demás es caracteriológico suyo y propio de la oligarquía española: son los demás quienes tienen que hablar con él. Incluso aunque su posición sea desesperada. Esta densa estupidez, este fatuo orgullo son las últimas muestras de cómo España, a lo largo de los siglos, ha pasado de ser alguien a no ser nada. Preguntado si estaba dispuesto a llamar a Puigdemont, sin decir que no (nunca niega ni afirma nada; siempre pretende pasarse de listo, como todos los tontos con retranca), dejó claro que no pensaba hacerlo. ¿Hablar él, un recio español, con un catalán? Antes resucitará Companys. Y, por supuesto "Su Majestad el Rey" ha hecho muy bien no recibiendo a Carme Forcadell. Así va este desgraciado país.

Los catalanes, que se anden con ojo porque su gobierno no va a "dejar pasar ni una". Deberán atenerse estrictamente a la ley. Aparte del sonrojo que produce oír hablar del respeto a la ley a este chalán, que ha hecho mangas capirotes con todo el ordenamiento jurídico, hay que recordar que la consulta del 9N de 2014 en Cataluña se hizo en contra de la ley y sin que él pudiera evitarlo porque su fabulosa incompetencia ni cumplir con su deber le deja. 

No piensa retirarse y, si no tenemos suerte, habremos de ir a otras elecciones en las que este sujeto sin educación, vulgar, sin categoría, embustero e inútil querrá revalidarse, a pesar de ser el presidente con la valoración popular más baja de la historia. Y en su partido deben ser aun más bajos que él, porque nadie se atreve a decirle que se vea y escuche en un vídeo cualquiera y ponga pies en polvorosa.

Por supuesto, de la corrupción, que es el rasgo más característico y explicativo de su partido y de toda su carrera política, no sabe nada. No sabe nada de su diputado Gómez de la Serna, el penúltimo presunto sinvergüenza del PP, que ha tenido que marcharse; pero da a entender que ha sido él quien lo ha echado del grupo parlamentario del PP, cuando es falso porque se ha ido por su cuenta. No sabe nada de Rato, el milagro económico español, compañero suyo en los gobiernos del PP y supuesto ladrón sobre el que pesa una peticiòn fiscal de cuatro años por uno de sus presuntos delitos. No sabe nada de Bárcenas, el tesorero probable ladrón y gestor de la caja B del PP al que él amparó, protegió y ascendió y al que enviaba SMSs de aliento y apoyo. Y, claro, no sabe nada del borrado de los discos duros del ordenador de Bárcenas en el PP, una causa que una jueza archivó en su día y que ahora la Audiencia Nacional ordena reabrir con muy fundadas razones. Y no solamente no sabe nada, como ya mintió a una periodista yanqui hace tres años (podía haber aprovechado el tiempo para enterarse), sino que le parece mal que la causa se reabra. A él, que nunca comenta las decisiones judiciales.

En este caso, la decisión es clara: los jueces quieren saber quién ordenó la destrucción de esos discos duros. Pues bien, él, que era entonces el responsable del gobierno y del partido y el que tomaba todas las decisiones, no sabe nada.

Gracias por la entrevista. Pobre país, gobernado por un tipo de esta estofa.