divendres, 27 d’abril del 2012
El periodismo en el ciberespacio.
dissabte, 21 d’abril del 2012
El gobierno contra el Estado.
El Consejo de ministros de ayer fue un aquelarre, un consejo de guerra contra el Estado social y democrático de derecho que consagra la Constitución. El Estado social ha recibido dos tremendos golpes en su pilar de la sanidad y en el de la educación. El Estado democrático de derecho en la libertad de expresión y el derecho a la información por medio del decreto-ley que modifica la vigente Ley de Radio Televisión de 2006 en cuanto a la forma de elección del presidente del Consejo de Administración. El Estado a secas, en el principio general de justicia con ese indulto a los dos últimos condenados en el caso del Yak 42 por no otra razón sino porque es el caso específico del PP, siendo Trillo ministro de Defensa, actualmente premiado con la embajada en Londres.
En realidad todo esto pasa porque el PP actúa en la convicción de que, para llegar al poder, vale todo, incluso la mentira. Ni uno solo de los solemnes compromisos de Rajoy durante la campaña electoral del 20-N ha quedado de pie en cinco meses de acción de gobierno: no iba a subir los impuestos y los subió; no iba a tocar las pensiones y las tocó y dos veces; no iba a meter la tijera en sanidad y educación y les ha asestado dos tajos mortales. Mentira tras mentira se llega a adquirir oficio y, en efecto, Rajoy dice siempre lo que cree que le conviene sin preocuparse si tiene sentido o no, entre otras cosas porque no comparece nunca a dar cuentas y, si lo hace, no admite preguntas. Admira ver con qué tranquilidad el presidente dice una cosa, hace la contraria y no presta atención alguna a las críticas ni, por supuesto, las responde. Para eso tiene a sus ministros que comparecen y muestran que son lo que son: Ana Mato está empeñada en cargarse la sanidad pública por muy diversas vías y José Ignacio Wert en terminar con la educación pública básicamente por dos: reduciendo becas y aumentando tasas.
Se comprende que, teniendo que atentar tan gravemente contra el Estado del bienestar, el gobierno recurra al decreto-ley. Pero la base de este no es que aquel se vea en apuros sino que haya causas objetivas de urgencia y necesidad. De todas formas da igual ya que el gobierno tiene asegurada la mayoría parlamentaria de sobra para convalidar los decretos-leyes más agresivos que quepa imaginar contra el Estado social y democrático de derecho. No es de extrañar que la oposición, singularmente el PSOE, hable de "golpe de Estado". Pues sí, es una especie de golpe de Estado al modo de hoy. Ya no se sacan los tanques a la calle entre otras cosas porque no hace falta. Al fin y al cabo, la función principal de los tanques era siempre tomar los centros de comunicaciones: telefónica, radios, la televisión. Ahora eso se hace directamente, por la vía civil. Telefónica es una empresa privada a las órdenes del gobierno conservador y con el decreto-ley el gobierno se garantiza imponer unilateralmente el presidente del Consejo de Administración de la Corporación de Radio Televisión
Este episodio que, como vemos, pone fin a un modelo de Radio Televisión autónoma e independiente es el producto de la táctica de la mentira más descarnada, tan reveladora de un modo de entender la política. Correspondió a Dolores de Cospedal la tarea de atacar RTVE acusándola de parcial y sectaria contra toda evidencia. La elección es buena pues Cospedal carece de escrúpulos en cuanto a los medios que deban emplearse para conseguir el objetivo. Si hay que mentir, se miente. Con ese mismo desparpajo puede la dirigente popular criticar la supuesta falta de imparcialidad de RTVE sin mencionar siquiera los casos de TeleMadrid y Canal Nou, dos canales públicos literalmente al servicio del PP. No del poder, sino del poder del PP. Lugares en donde la imparcialidad exigida a RTVE tiene tanta realidad como el unicornio.
La mala fe en el juego democrático desprestigia las instituciones. La política pasa a ser una actividad de demagog@s, falsari@s y corrupt@s y los principales interesados en fomentar la errónea percepción popular de que todos los políticos son iguales son los políticos del PP, a su vez interesados en el deterioro del prestigio del sistema. No es, pues, menuda la tarea que ha caído encima de la oposición, sobre todo del PSOE que quiere ser leal con el sistema pues la de IU se plantea en términos radicales y, de ser posible, de sustitución de aquel tanto en su organización económica como en su superstructura política. El PSOE, en cambio, se ve como un partido dinástico, como la izquierda dinástica, si se quiere. Rubalcaba prodiga sus declaraciones imbuidas de respeto a las instituciones, oposición "constructiva", respaldo al gobierno cuando sea preciso, etc.
Pero el sistema se obstina en funcionar mal. El enésimo esperpento real de la cacería en Botsuana, tiene la Monarquía in angustiis, digan lo que digan los dos partidos dinásticos, la prensa monárquica y los hacedores de opinión. Aqui hay una foto mostrando a Corinna zu Say-Wittgenstein, publicada por el Bild Zeitung en la que se ve a la gentil dama alemana seis u ocho respetuosos metros por detrás de Juan Carlos en una recepción de Jefe de Estado, como cuando las esposas turcas van unos metros por detrás de sus maridos. Es una situación absurda. De darse una relación triangular, ese caballero Juan Carlos debe divorciarse de la reina y casarse o juntarse con la elegida de su corazón sin más alharacas. La cuestión es si la Corona aguantaría esta situación, si la propia monarquía la soportaría. Obsérvese que el mero hecho de que se plantee como problema prueba a las claras el estrafalario carácter de la institución.
No es un acierto convertir el PSOE en un partido dinástico. No le va en ello la supervivencia ya que el sistema admite e integra partidos antidinásticos, republicanos y hasta revolucionarios. No hay razón para que el PSOE se despoje de su alma republicana tradicional y se convierta en puntal de un sistema político que arrastra un problema de legitimidad de origen ya que, en definitiva, la Monarquía es la que impuso Franco cuyo régimen ha condenado el PSOE en repetidas ocasiones sin que sea fácil entender ahora que se condene un régimen pero no sus obras. Nada obliga al PSOE a ser lo que sus militantes no quieren ser, esto es, monárquico. Puede mantenerse fiel a su republicanismo. Puede ser leal con la legalidad pero no compartir el criterio de legitimidad. Parece una tontería de la que las gentes prácticas no se ocupan, pero no lo es.
divendres, 20 d’abril del 2012
Así que eran lo mismo, ¿eh?
El gobierno de Rodríguez Zapatero reformó radicalmente el estatuto y gestión de la Radiotelevisión española, dejándola saneada y en el pináculo de su prestigio en punto a objetividad, pluralidad y profesionalidad puesto que no era un apéndice del gobierno sino un medio imparcial y de calidad. La RTVE con el PSOE fue un modelo. Al PP le irrita todo lo que no sea supeditación ciega a sus designios, lo que no sea un un gabinete de agitación y propaganda del partido en manos de comisarios políticos cerradamente sectarios y, además, mentecatos, pues lo uno suele ir con lo otro. Así que, muy fastidiado con el ejemplo sentado por el PSOE desplegó una táctica en dos momentos para destruirlo. En un primer momento lanzó a Dolores de Cospedal -probablemente la política más mendaz y falsaria de toda la panoplia- a atacar RTVE asegurando contra toda evidencia, que era un modelo sesgado, no neutral y anti-PP. En el segundo, un golpe de mano: se destruye la normativa del PSOE con el cuento de que hay un bloqueo que es absolutamente falso, se cambia la norma y se consigue que el presidente de RTVE se nombre por mayoría absoluta del Congreso, es decir, por el PP. Vía libre, pues, para poner la RTVE en manos de alguno de sus sicarios en los medios, que hay muchos. Igual que Aznar en su día no tuvo inconveniente en nombrar a un diputado de su partido, López Amor o, luego, un ridículo turiferario como Urdaci, no cabe duda de que Rajoy y los suyos buscarán a alguien entre los Buruagas, Tertschs, Urdacis, Dávilas, Villas, Losantos, etc, etc y la gavilla total de propagandistas de la reacción.
Personalmente me da igual porque no veo la TV ni escucho la radio. Nada. Así que, por mí, como si el gobierno contrata a Adolf Hitler o Francisco Franco, que ganas no le faltarán. Pero todos los mendas que decían que el PP y el PSOE son lo mismo y están pegados a la pantalla y a la radio, por fin se van a enterar de que esa estupidez era falsa y mal intencionada. Les deseo que disfruten largas horas viendo y escuchando a Buruaga, Urdaci, Losantos y otros "comunicadores" de similar factura.
¿Y la sanidad? La mitad de ella está en trance de privatización y la otra mitad, la pública que quede, el PP está encareciéndola fuera del alcance del común de los mortales. Los genios que decían que PP y PSOE son lo mismo, que vayan hacerse una ecografía a un hospital de Castilla La Mancha, región en la que la sanidad ha pasado a ser de las mejores del mundo a ser de las peores. ¡Ah, pero PSOE y PP la misma mierda es!
¿Y la educación? La no universitaria se divide ya en privada/concertada, que tiene todo el apoyo y el dinero de la administración y la pública, en un estado de abandono y decrepitud. La universitaria queda ya reservada a los ricos. Con su habitual petulancia y falta de inteligencia, Wert ha reducido las becas y ha subido una enormidad las tasas. ¿Para qué quieren estudiar los pobres? Y si, para alcanzar tan católico como ruin intento hay que mentir con todo descaro, ahí está Wert dispuesto a decir que en California hay menos universidades que en España cuando hay el doble. Quienes votaron al PP o desmovilizaron el voto al PSOE con el argumento de que este es igual que aquel merecen lo que les está pasando. Lo malo es que también nos pasa a los demás, que no caímos en la trampa de las mentiras electorales de la derecha y tenemos que aguantarnos. Nos queda el consuelo de saber lo que hacíamos y que no somos estrictamente estúpidos.
dimarts, 10 d’abril del 2012
El rostro de un cobarde
Aquí está el presidente del gobierno español de la derecha, el que tenía cuajo, el que exigía en tono apocalíptico a Zapatero que diera la cara, el que iba a darla sin esconderse, el líder que esperaban los españoles, a quien no temblaría el pulso, el que sabía lo que había que hacer y lo haría pese a todo, el que tenía las ideas claras y sabía como defenderlas. Aquí está, en efecto, corriendo como una conejo asustado por los pasillos del Senado en una escena que avergonzaría al más pusilánime. Aquí se le ve llegar hasta los periodistas e, incapaz de decir nada, ni de mantener el tipo, dar medio vuelta y salir huyendo como alma que lleva el diablo, seguido por sus guardaespaldas, pelotas y tiralevistas varios, tratando de escaparse.
Un hombre que presume de afrontar los problemas como eso, como un hombre, pero que resulta ser inconstante, imprevisible y temeroso como un cervatillo no es que no merezca ya crédito (no le queda nada después de este fin de semana) es que no merece la consideración ni el respeto de sus conciudadanos.
Ignoro qué manejos tendrán que montar mañana los comics La Razón y el ABC para disimular la vergonzosa huida de Rajoy ante las cámaras, cómo se las ingeniarán para hacerlo aparecer como el gran lider que necesitan los españoles. Y ya, después de lo que hemos visto, da igual. Que vuelvan a poner la foto de los legionarios. Hasta ahora sabíamos que Rajoy era ambiguo, huidizo, oculto, taimado, poco inteligente y muy convencional; pero no sabíamos que, además, es un cobarde.
¿Cómo va a defender a su pueblo un cobarde?
(La foto es una captura de un vídeo de Público.
diumenge, 1 d’abril del 2012
La Tuerka: vida y crítica contra el adocenamiento..
El 29-M, el día de la huelga, después de una jornada reivindicativa agotadora nos reunimos a charlar sobre la HG en el cuartel general de La Tuerka, el programa de TeleK que no tiene parangón en la oferta televisiva del país. Cinco contertuli@s (seis contando con el moderador, Pablo Iglesias, con el que hay que contar siempre) sin inhibiciones ni cortapisas. Algo sin par frente a esos programas relamidos de las televisiones comerciales que oscilan entre los arrumacos seudoacadémicos y la vocinglería de jayanes tabernarios, pasando por la catequesis cuartelaria de Telemadrid. La verdad es que lo paso bien. Hay una diferencia notoria de edad y planteamientos entre el resto y un servidor, pero nos entendemos y el programa da mucho juego pues los puntos de vista son, por lo general, libres, espontáneos y radicales.- Por cierto, el personal de TeleK hace prodigios de profesionalidad con medios escasísimos y merece un aplauso. - Me considero privilegiado por participar en un programa así y, en lugar de gimotear por su escasa audiencia, lo miro desde el punto de vista de la minoría selecta que accede a productos no al alcance del consumo del rebaño.
dimarts, 27 de març del 2012
El Consejo Editorial de Püblico.
Se recordará que hace unos días tuvimos una reunión del Consejo Editorial de Público, a ver qués se podía hacer al haberse cerrado la edición de papel. Como siempre que se reúne gente de pluma, al final nos pusimos de acuerdo en redactar un editorial colectivo que es el que reproduzco más abajo. Decidimos enviarlo a la web de Público.es, para dejar constancia de nuestra preocupación y nuestro propósito. Pero, como no parece que en la web se decidan a sacarlo, lo hago yo en Palinuro:
SIN PÚBLICO.
El Consejo Editorial.
La indignación social, la depresión económica y el empobrecimiento de la democracia en España se encuentran en una situación especialmente necesitada del ojo informativo, analítico y crítico de Público, y en general, de publicaciones que no se plieguen al pensamiento único. En estas circunstancias, el Consejo Editorial del diario Público (CEP) se ha visto sorprendido por la interrupción de la versión en papel del periódico y ha decidido sumar su voz a la del resto de los lectores, suscriptores y simpatizantes del diario.
Nuestro proyecto sigue siendo el originario de Público. Aquel que dio cabida a los lectores de la izquierda, sin preguntarles de dónde vienen sino a dónde quieren ir. Un proyecto, desarrollado en tiempo de crisis, en el que los editorialistas han sido libres de expresar sus análisis como en ninguna otra prensa comercial. Público ha sido un medio de formación de la opinión pública con una concepción nueva y dinámica que ha conectado con los valores de generaciones distintas y de corrientes de pensamiento progresistas. En cuatro años, Público llegó a ser el referente diario de la izquierda democrática.
La crisis económica y factores concomitantes han hecho imposible la continuidad del proyecto empresarial en su conjunto. Pero esperamos que el capital humano, informativo y político-cultural acumulado por el diario durante estos años no se dilapide, y que se consiga mantener la edición digital, Público.es que, con sus cinco millones de visitas, constituye una excelente base para acomodar el proyecto inicial a la comunicación en la era tecnológica. Mientras tanto, el CEP interrumpe su actividad ordinaria hasta que se aclare cuál es el destino de la cabecera y la web.
El Consejo sabe de la dificultad material que entraña acometer este u otro proyecto de similar naturaleza comercial y compromiso cívico, pero se hace eco del interés y de la movilización de los lectores para no darse, aún, por vencido. Sin Público, los mencionados sectores sociales, más activos, abiertos e igualitarios se quedan sin un diario que refleje sus preocupaciones y sus ideas, en un momento crucial de la historia de España y Europa, cuando la reacción está empeñada en devolver la sociedad a épocas pasadas. Sin Público, ¿quién nos librará del pensamiento único?
Al mismo tiempo he de confesar que no soy el mejor ejemplo de abstencionismo, dado que hoy me han llamado del periódico pidiéndome un artículo y, al estar las elecciones andaluzas tan recientes, lo he enviado. Es una posición contradictoria; lo sé, pero lo único que se me ocurre es aferrarme a ella. Quizá nuestra condición sea de imposible cumplimiento dado que nadie sabe qué sucederá con la web de Público.es y nadie puede preverlo. Pero, mientras se dilucida, el tiempo pasa y, si no se alimenta, dejará de tener visitas y su valor decaerá. Es posible que, al final, el destino de la web no sea de nuestro agrado como gente de izquierda. Será entonces cuando cada cual decidirá si sigue escribiendo o no.
divendres, 23 de març del 2012
Involución.
dijous, 22 de març del 2012
El periodismo fábula
dimecres, 21 de març del 2012
La realidad y la ficción.
El eterno problema de la creación artística, de la literatura. El arte se mueve siempre en el campo de la ficción y entabla complicadas relaciones con la realidad. Pero la realidad está siempre ahí pues engloba la ficción. La ficción forma parte de la realidad pero no esta de aquella. No son dos opciones iguales entre las que quepa elegir libremente, pues la primera precede a todo. Ante todo está la realidad, lo que las personas son; y luego está la ficción, lo que dicen ser. Ambas cosas no tienen por qué coincidir y nuestra sociedad convive con un grado notable de discoincidencia entre lo que somos y lo que decimos que somos. A veces esa oposición es directa, brutal y entonces interviene la justicia para aclarar qué sea cada cual.
En la sentencia ayer conocida de una de las más de veinte causas de Matas, llama la atención la parte correspondiente al otro encausado, el periodista Antonio Alemany, que cobró indebidamente 600.000 € en varios años de dineros públicos malversados por Matas. A cambio, hacía de negro de este, pues le escribía los discursos y cuando no hacía de negro hacía de panegirista pues publicaba artículos encomiásticos del tal Matas en El Mundo. Es decir, Alemany decía ser periodista pero, en realidad, era un mercenario de la pluma, cosa que ocultaba celosamente pues no creo que sus columnas de El Mundo llevaran advertencia alguna de ser publicidad pagada, como eran.
Habrá quien diga que no solo los periodistas sino todos los que escribimos somos mercenarios de la pluma pues todos buscamos algo: criticar una causa, defenderla, en definitiva, arrimar el ascua a nuestra sardina. Es posible, pero no necesariamente a nuestro bolsillo. Conozco mucha gente a la que iría mejor en la vida si no escribiera y publicara lo que escribe. Y, sin embargo, se busca conflictos por convicción, cosa que Alemany probablemente considera un claro síntoma de enajenación mental. Esa diferencia entre lo que se es, la realidad, y lo que se dice ser, la ficción, es particularmente clamorosa aquí porque no se trata de que se hayan estafado unos caudales públicos sino de la comprobación práctica de la existencia de gente que escribe a sueldo y lo que le ordenan.
La realidad y la ficción juegan una contra otra en la convocatoria de huelga del 29-M. La realidad muestra que esta huelga sufre todo tipo de ataques conservadores que, unidos a las prácticas empresariales, pretenden aniquilarla in nuce. El gobierno la da por descontada y dice que es inútil mientras los empresarios la consideran una locura, tratan de impedirla y, para el futuro, quieren legislar sobre ella con clara mentalidad restrictiva y autoritaria. Las fuerzas conservadoras están en contra de la huelga. Las fuerzas progresistas, en cambio, están a favor. O eso se supone, porque el Congreso ha hecho saber que el día 29-M no solamente no hará huelga sino que tendrá una sesión maratoniana. Es decir hara una huelga de las llamadas a la japonesa en la que los huelguistas trabajan más horas que antes. La ficción (estamos con la huelga general) y la realidad (pero no la seguiremos) muestran una llamativa discordancia, como la del periodista Alemany.
La tímida petición de que se inhabilite el día 29 como día de sesión solo pretende que la autoridad resuelva el problema de si los diputados deben ir o no a la huelga y ahorrar a estos el amargo trance de dar ejemplo a la ciudadanía. Porque proclamar una huelga pero no ir a ella es una acción condenable en cualquier lugar del mundo. Es predicar pero no dar trigo, como dice el refrán. Los diputados de la izquierda están obligados a hacer huelga y hacerla en contra de la voluntad de su "empresa", como le piden a la gente. La idea de que los legisladores, como los demás ciudadanos que desempeñan funciones vitales para la sociedad no pueden hacer huelga es errónea. Todos los trabajadores por cuenta ajena deben tener derecho de huelga. Otra cosa es que lo ejerzan civilizadamente, tratando de mitigar los perjuicios que se ocasionen a terceros. Por eso el debate más encendido siempre es acerca del alcance de los servicios mínimos.
Con esta idea de los servicios mínimos, la izquierda puede proponer al Congreso que deje la Diputación permanente en su lugar. Pero eso es algo que la derecha no admitirá. La izquierda no tiene en tal caso más opción que la huelga. Desde luego, si la izquierda huelga, la derecha podrá sacar adelante en sus términos normativa muy importante, como le Ley de Estabilidad Presupuestaria y cinco decretos-leyes de recortes y ajustes. La cuestión, la realidad es, sin embargo, que, con su aplastante mayoría parlamentaria, la derecha podrá sacar adelante su normativa en todo caso. Siendo esto así la izquierda no tiene excusa para hacer coincidir la realidad con la ficción y encabezar la huelga, como es su deber.
(La imagen es una captura del vídeo publicado por El País.
dissabte, 17 de març del 2012
La lucha es por la televisión.
diumenge, 11 de març del 2012
¿Se puede ser más canalla?
Quizá sí, pero debe de ser muy difícil. Cuando el exfalangista y neofranquista Aznar trató de colgar a ETA el atentado del 11-M con el único fin de ganar las elecciones tres días después, no sólo dio la bajísima medida de su calaña moral (que luego ha corroborado al ir por el extranjero hablando mal de su país) sino que sentó un ejemplo que muchos otros, igual de abyectos han seguido, aunque esta vez no con el fin de ganar las elecciones, sino de vender periódicos.
Si querer ganar elecciones mintiendo descaradamente sobre 200 cadáveres es repulsivo, prolongar durante años la misma patraña, la misma superchería sólo para vender periódicos es todavía peor. Es condición humana que el sufrimiento de unos sirva para el enriquecimiento de otros. Pero no suele darse de un modo tan evidente, directo y claro: alimentando las estupideces de la conspiración del 11-M, El Mundo hace caja.
Lo de menos es aquí que, en el camino, se arrastre por el lodo un proceso judicial que fue modélico y se atuvo a todas las garantías, que se difame y calumnie a las fuerzas de seguridad del Estado y a los jueces que no ceden al matonismo de los conspiranoicos. Lo de más es que, aparte de vender periódicos, la contumacia en la propalación de este bulo sin consistencia alguna revela la condición psicótica de quienes lo alientan. Estos mendas son unos megalómanos con fantasías de omnipotencia infantil que debieran ponerse en manos del psiquiatra en lugar de amenazar con reventar la confianza de los españoles en sus instituciones.