divendres, 28 de desembre del 2007

Monseñor, Monseñor...

Que os perdéis, voto a tal. Esa puñetera manía de meteros en las alcobas de las gentes, a fisgar qué, con quién, cómo se lo monta el personal muestra que vivís obsesionados con el sexo. Prescrito celibato al clero, estando prohibida la homosexualidad y siendo grave pecado el onanismo, ya me contaréis, Monseñor, cómo vive el pastor en las noches en que el lobo aúlla. De no hundirse el pecho a peñazos como San Jerónimo, o dejarse desollar como San Bartolomé, sólo puede conseguirlo machacándosela, en grave atentado a la castidad. Además, de la práctica frenética del vicio solitario se derivan en poco tiempo, según docta enseñanza de la misma Iglesia, brotes alucinacinatorios con lo que algún onanista impenitente acabará abusando de menores.

De esos que "te provocan", Monseñor. Lo de la provocación en cosas eróticas es asunto muy resbaladizo. Hay quien se siente provocado sólo con que lo miren. Todo muy subjetivo.

Pero, Monseñor, lo que más me puede es oír a Su Ilustrísima y a su colegas razonando sobre la homosexualidad, el pecado nefando. En eso de equipararla con el abuso de menores corréis peligro, Monseñor, de que os reciten lo de que "cree el ladrón que son todos de su condición". Porque es una equiparación carente de base empírica. No parece que entre los abusadores de menores haya más homosexuales que heterosexuales. En cambio hay muchos hombres (lo del abuso de menores, creo, es un delito típicamente masculino) casados, incluso padres y, desde luego, muchos padres espirituales o curas católicos. Realmente muchos. Tantos que la Iglesia no tiene gran autoridad para opinar sobre estos asuntos.

Y vuestras doctrinas sobre el divorcio son en verdad pintorescas, Monseñor. El record nacional en divorcios que ostenta la isla de Tenerife se debe, según decís, a la inmadurez de los tinerfeños. Claro, al fin y al cabo, son chicharreros, pensará el Obispo palmero.

En cuanto a vuestras opiniones sobre la COPE, Santidad, ¿sabéis a quién recordáis mucho, mucho? A Poncio Pilatos. Ahora que lo pienso, es toda la declaración la que es ponciopilatesca.

(La imagen, "El dinero", es una ilustración de Frantisek Kupka, un artista checo afincado en París, para una publicación anarquista de principios de siglo XX llamada L'assiette au beurre. Sugiero se repare en el horizonte fabril de la estampa).

dijous, 27 de desembre del 2007

Si la envidia fuera tiña...

Este viaje del presidente de la República Francesa, señor Sarkozy (cincuenta y dos años), con la señora Carla Bruni Tedeschi (treinta y nueve) a extasiarse ante los templos de Luxor y pasear, imagino, cerca de la esfinge de Gizeh, contiene todos los ingredientes para ser un escandalazo, comidilla de fin de año y gran debate teológico-político sobre los atributos de la Jefatura del Estado de la République o, por lo menos, una redefinición de qué quiera decir cada cual cuando habla de las "virtudes republicanas". Aunque quizá no sea necesario esto último. Supongo que sólo en España y por el beaterío general del terruño se habrá entendido por "virtud republicana" una disposición moral y religiosa según quiere el catolicismo. Allende las fronteras se atenderá más al significado real del término que tiene que ver con el sentido renacentista, como actividad, eficacia para conseguir algo, fuerza de ánimo; y de esto se admitirá que el señor Sarkozy ha dado muestras probadas. Aun más, si vamos a la acepción prístina, la etimológica, esto es, virtud como la fuerza del espíritu viril, también parece que el señor Sarkozy da nota alta.

Porque la señora Bruni Tedeschi, además de rica de familia, distinguida, exitosa como modelo y cantante, es una belleza. Así que la relación de ambos levanta todo tipo de bajas pasiones, empezando por la envidia. Además la señora no solamente es una belleza sino que no oculta gran cosa, como podrán comprobar quienes vayan a Google "imágenes" y tecleen Carla Bruni: hay algunas fotografías de la dama muy ligera de ropa o incluso algún desnudo, todo lo cual empezará a circular ahora por la red. ¿Qué más se quiere para provocar rugidos de primate en la caverna machista, reservorio de la civilización occidental?

No sabían por dónde meterle el diente y han decidido armarla con el vuelo en el jet privado de un millonetis amigo del señor Sarkozy, el que también le dejó un barco o una casa o una isla o el Taj Mahal, que no ando muy informado de los pormenores de estos cotilleos. No estoy muy seguro de que esta crítica sea justa. La alternativa ¿cuál hubiera sido? ¿Emplear un avión de las fuerzas aéreas gabachas? Ahí si que lo crucifican: si este pillastre quiere correrla con la manceba, que se lo pague de su bolsillo.Alguien dirá que ni tanto ni tan calvo, que podían ir en un avión de línea, "Air France", por ejemplo o "Air Egypt". No sé qué dirán las normas de protocolo al efecto, ni siquiera si dicen algo, pero supongo que M. le Président mueve un séquito, aunque sólo sea en escoltas, que haría difícil tramitar los billetes. En cualquier caso, cabe admitir que el señor Sarkozy pudo haberselo gestionado privadamente: se pone un peluquín y va incognito; aunque cuando se lleva al lado a la señora Bruni es difícil guardar el incognito.

En todo caso esto se me antoja cuestión menor. Es más, se entiende muy bien cuando se adopta una visión crítica/marxista de la sociedad al estilo Wright Mills. Con el señor Sarkozy los franceses han elegido a un hombre de la élite del poder. Y eso se nota. De haber elegido a la señora Royal (que era mi opción, ¡ay!) habrían puesto en el Elíseo a una dama con fibra y coraje, típica representante de la clase media pero de la que los círculos del poder económico no se fían. Prefieren a uno más claramente a su servicio. Por eso le dejan barcos, aviones y lo que haga falta. Lo que sucede es que luego, él, se liga a la señora Bruni (o al revés) y muestra tener su propia personalidad e iniciativa. Pero eso es algo que dicha élite del poder, básicamente compuesta por empresarios, aplaude.

A su vez la señora Bruni lleva adelante asimismo una vida, una carrera, despampanantes: retoño de un magnate, mujer de mundo, elegante, admirada, modelo, cantante de éxito (ya se ha dicho) y compositora de casi todos sus temas que interpreta en italiano, francés o inglés, imagino (pues no sé nada de su vida personal) que habrá tenido algunos amores conocidos y sonoros. Acostumbrada a ocupar el proscenio, ha escalado un lugar realmente alto en la pirámide social y política. Resta por ver si el señor Sarkozy la lleva a actos oficiales en condición de "primera dama in pectore".

La verdad es que es difícil saber cómo reaccionará la opinión pública ante este comportamiento pero resulta evidente que el señor Sarkozy ha puesto patas arriba la tradición de la República gaullista, desde el cambio en política exterior hasta el desmantelamiento de la hipocresía y l gazmoñería con que el Elíseo ha tratado siempre los asuntos sentimentales de M. le Président de la République cartesienne . Supongo que las revistas del corazón estarán encantadas. Menudo negocio.

Los peligros de la red.

Entre el habitual spam de abogados negros que quieren liquidar una fortuna de un cliente fallecido, viagra, chicas incandescentes, equipos del futuro a precios del pasado, otros solteros salidos del vecindario y viajes a Honolulu lleva un par de semanas apareciendo éste que reproduzco, que se llama (toma ya) Renovacion de cuentas para evitar frecuentes transacciones de fraude.

Huele a estafa que se mata. Hace falta estar mal de la azotea para pinchar en el enlace. ¿Y qué me dicen del letrerito This message contains blocked images ? O sea, además de una estafa, debe de tratarse de un correo con virus.

Pero lo más gracioso es la apostilla del fondo, que es para dar mayor sensación de cosa fetén, algo que haga referencia a la seguridad de la propiedad: Todos los Derechos Reversados 2007@ Iber Caja. Reversados, es genial.

dimecres, 26 de desembre del 2007

Una buena empanada.

La política, disciplina en la que uno apenas llega a graduarse tras dedicarle la vida como estudioso, ciencia la más difícil que hay al tener que dar cuenta de aquella característica específicamente humana, que es la capacidad para mentir es, con todo, una actividad fascinante. Tiene mucho de guerra en países en los que se aspira a prescindir de las guerras de verdad y en buena medida lo han conseguido. La política es la continuación de la guerra por otros medios, según dice Foucault, dando la vuelta al conocido y sobado apotegma de Clausewitz de que la guerra es la continuación de la política por otros medios. Ambas observaciones son verdad porque se trata de un círculo, de la guerra a la política y de la política a la guerra. A veces se oye a las almas cándidas decir eso de que la guerra es consecuencia del fracaso de la política. O también de su éxito. El caso es que es consecuencia. Como la política es después consecuencia de la guerra.

Hay quien dice que se dan diferencias cualitativas entre la guerra y la política. En la guerra a los desertores los fusilan; en la política, no. Pero no será por falta de ganas. El caso es que la política tiene mucho de guerra y en la guerra vale todo. Se dice que no, que en la guerra se respetan las Convenciones de Ginebra. Pero eso no es estrictamente cierto. Los vencedores aplican siempre las Convenciones de Ginebra a los vencidos pero no a sí mismos. Por ejemplo, los EEUU sostienen que no incumplen las Convenciones porque los prisioneros de guerra que tienen en Guantánamo no son "prisioneros de guerra" sino "enemigos combatientes", con lo cual no le son de aplicación las convenciones. Y nadie dice nada, al menos ningún gobierno de los "fieles aliados" pone de manifiesto que eso es un fraude como un castillo. Habiendo los EEUU declarado la guerra al terrorismo internacional en todo el mundo bajo la doctrina de que ésta no es una guerra convencional sino nueva, contra un enemigo que no puede localizarse geográficamente (salvo casos excepcionales, como el Irak), que no se sabe en dónde está y que puede (y suele) estar entre nosotros, todos sus enemigos combatientes son prisioneros de guerra y los EEUU están infringiendo sistemáticamente las Convenciones de Ginebra.

En realidad quería hablar de dos entrevistas que leí ayer y anteayer en Público, una al señor Oskar Lafontaine y la otra al señor Carod Rovira. Hay que ver, me decía yo, a la conclusión de mis lecturas, qué personas tan distintas y tan parecidas. Las dos son de izquierda. Lafontaine abandonó el SPD (del que había llegado a ser Presidente, así como candidato a la Cancillería) en 2005 acusándolo de haberse escorado a la derecha a favor de los vientos neoliberales en los que la izquierda de toda la vida lleva perdiendo perfil. De izquierda sin duda. Y ha venido a España a apoyar a Izquierda Unida porque, al parecer, se lleva bien con el señor Llamazares. Ese abrazo del oso germánico puede costarle caro a Llamazares porque los del Partido Comunista ya tienen las baterías preparadas para el desembarco de la "socialdemocracia", de nefasta memoria en el comunismo. En todo caso, aquí está el izquierdista alemán, señor Lafontaine apoyando a un grupo de izquierda español y en una perspectiva europea.

Un día después, el que se asoma al periódico es el señor Carod Rovira, también de izquierda. De izquierda posibilista (el señor Carod Rovira afirma que en Esquerra Republicana de Catalunya sólo consideran la posibilidad de pactar con el Partit dels socialistes de Catalunya, no con el PP) pero izquierda. Su discurso es esencialmente nacionalista e independentista, es un discurso no a unos u otros catalanes sino a los nacionalistas catalanes, expresión por lo demás redundante a su parecer. Lo que hace a ambas partes iguales es su radicalismo. El señor Lafontaine quiere un giro a la izquierda de los viejos partidos europeos socialistas con políticas más sociales y más redistributivas y el señor Carod Rovira quiere una Cataluña independiente. Las dos visiones son perfectamente legítimas, ambas, según ellos mismos, los distinguen como izquierdistas y sin embargo no tienen nada que ver entre sí.

Lo del señor Lafontaine me interesa en la medida en que me interesan las formas de articulación de la izquierda en nuestras sociedades, que no lo tiene fácil. Si quiere gobernar (ganar elecciones) tiene que moderar su discurso político; si modera su discurso político, deja de ser de izquierda. Lo del señor Carod Rovira, como es lógico, me interesa bastante menos. De su continuo monotema de la inequidad entre Cataluña y un ente impreciso que se denomina "España" o "Madrid" sólo me quedo con una propuesta, la de que se celebre un referéndum de autodeterminación en Cataluña en 2014. Lo único que no me gusta es que lo fije tan tarde. Cuanto antes, mejor. Cataluña es una sociedad civilizada, avanzada y democrática en la que, a diferencia de lo que sucede en el País Vasco hay una situación de paz civil, por lo tanto, puede procederse al referéndum ya. Sería de desear que igual que si sale que sí los "españolistas" acatarán la decisión, si sale que no lo independentistas prometan no convocar otro referéndum al día siguiente; fundamentalmente, para no aburrir... más.

Las entrañables fiestas.

Si el Rey felicita las Navidades con una postal con la foto de los abuelos y los nietos, por qué no voy a felicitarla yo con foto de padres e hijo Héctor, que tiene ya nueve meses y está que parece el niño Hércules, el que estranguló con sus manitas a las dos serpientes que mandó la celosa Hera a matarlos a él y a su hermano Ificles.

Detrás hay un belén que he montado este año desempolvando las viejas figuras de hace treinta. De ese modo, mi otro hijo, Ramón, ya va asociando la Navidad con las figuras de los belenes, que es donde los niños españoles penetran por primera vez en un mundo que pueden manejar de complejas relaciones sociales: los pastores, los agricultores, los animales, los Reyes Magos, los molinos, las fraguas, los comerciantes y los dos focos del conflicto, esto es, el portal con el pesebre propiamente dicho y el terrible castillo, en el otro extremo del belén, el castillo desde el que todo se vigila y al que un buen día subirá el agrimensor K.

Por lo demás, mi belén no tiene portal ni pesebre porque, entre otras cosas, no sé a dónde fue a parar la figura de San José que es, en verdad, la más desdichada de la leyenda cristiana. Hay quien me dice que eso carece de lógica porque si no se es cristiano no hay por qué celebrar las fiestas cristianas y, por otro lado, si se sigue la tradición, hay que hacerlo con todas las consecuencias. Todo eso está muy bien pero, a los efectos de la educación de los niños, la lógica empieza a ser importante mucho más tarde. Ahora lo que importa es lo maravilloso. Y lo maravilloso es que, en tu casa, una vez al año les dé la locura de poner un complicado belén y armar dos árboles de Navidad, uno tradicional (aunque artificial) y otro de fibra de vidrio de esos que tienen un programa de colores. Y que te hagan regalos.

dimarts, 25 de desembre del 2007

El Rey y el reyezuelo.

No soy monárquico. Ni siquiera "juancarlista" que es lo que muchos de mis compatriotas dicen ser para no encarar la disyuntiva Monarquía-República. La dinastía de los Borbones ha sido tradicionalmente, al menos a lo largo de siglo XIX y primer tercio del XX, una catástrofe para el país. Casi tanto como los Austrias del XVII. O tanto.

Bueno, dicen los conservadores, olvidemos el pasado; de lo que se trata es del juicio que nos merece esta monarquía ahora; aquí y ahora. (Es curioso estos conservadores españoles. Suenan como peligrosos comunistas, de los de Del pasado hay que hacer añicos. Son los únicos conservadores que no quieren conservar el pasado).

Con todo, aquí y ahora tampoco veo porqué haya que admitir la Monarquía en lugar de la República. La Monarquía, dicen los conservadores, ha posibilitado la transición de la dictadura a la democracia. ¿Y qué? ¿Por qué hay que agradecerle como favor regio el hecho de que haya cumplido con su deber? ¿Es que podía hacer algo distinto? ¿Qué, en concreto? ¿Convertirse en Juan Franco I? En último término, siguen diciendo los conservadores, la Monarquía funciona mejor que la República porque, si pensamos en las dos concretas que hubo, recordaremos que fueron regímenes muy inestables que acabaron suscitando enfrentamientos. Claro, inestabilidad y enfrentamientos provocados por aquellos que no admiten para el país otra forma de gobierno que la suya: la Monarquía. Y los demás tragan Monarquía sino quieren tragar Dictadura que vive Dios que es mucho peor.

Pues eso. Ninguna razón que haga simpática la figura de este Rey. Y conste que no tengo nada personal contra él, salvo cosas como la de Mitrofán, si es cierto. Y si encima larga una sarta de vaciedades rimbombantes en plan Príncipe amante de su pueblo que recita como estadista el programa del Gobierno de turno ya la cosa se pone cargante. Y aun más si el hombre escoge la misma fecha que el Caudillo por la gracia de Dios para soltar su arenga. La de éste es mansa; pero es arenga. Y en ella se observa lo que preocupa por debajo de lo que dice. La palabra e idea que más se repite en el discurso es unidad. Dos tercios del mensaje/charleta van destinados a pedir unidad, a hablarnos de todos, de que somos una "gran nación" y que formamos una "gran familia", bendito sea el Señor. Una gran familia cada vez peor avenida.

Esa manía de mantener los lazos simbólicos con el pasado y origen de esta Monarquía son irritantes. El discursito del veinticuatro de diciembre lo liga a Franco y al nacionalcatolicismo, el de la sotana mancillada. Si el Rey quiere hablar porque siente la necesidad íntima de sincerarse con su amado pueblo, ¿por qué no escoge la noche de San Juan que es, además, su onomástica? Así los ciudadanos podrían quemar efigies reales en la noche de San Juan, mediando, claro, la gracia regia para no acabar todos en la trena.

Es fiesta pagana, por el solsticio de verano, dicen los conservadores que van de cultos. Y aquí somos cristianos. Ciertamente, nadie olvide que el veinticinco de julio, pegandito a San Juan, S.M. se planta en Santiago de Compostela a hacer la ofrenda a Santiago Matamoros, patrón de España. Viva la Alianza de las Civilizaciones, que predica el Premier con patente conocimiento de la complejidad de su desideratum. Imagino que si Sieur Juan Carlos de Borbón quiere hacer una proclamación de la nación española, podía poner una corona a los pies de la estatua de los capitanes Daoíz y Velarde que está en la plaza del Dos de Mayo (el dosde para los del barrio) para conmemorar la gesta de la guarnición del cuartel de artillería de Monteleón, allí al lado. Ahí es donde muchos ponen el nacimiento de la conciencia de nación española en un sentido moderno, como liberal. Muy bien escogido el momento porque si Velarde era cántabro, Luis Daoíz era un sevillano hijo de padre navarro, nacido en Aoiz. Y salga el sol por Antequera, que no me meteré en el berenjenal de la obsesión nacional sobre la identidad obsesiva de la nación.

En fin que el Rey ha perdido otra vez la oportunidad de hacer un gesto que verdaderamente lo hubiera dejado en la historia con la huella grabada en oro. Decir algo así como: "Para celebrar el trigésimo aniversario de la Constitución de 1978, que Dios guarde muchos años, propongo pagar una deuda histórica de la casa real con los españoles, esto es, poner a refrendo popular la forma de Estado de España." Todo lo que no sea eso, Majestad, será vivir del cuento.

Eso en cuanto al Rey de España. Y ¿qué me dicen del Reyezuelo de Euskadi o Euskalherria sur menos Nafarroa? Y digo Reyezuelo porque supongo que si lo llamo Virrey igual se mosquea porque se considera capitidisminuido. Él no es menos que el Rey. Por eso, en la misma sacrosanta fecha que Franco y don Juan Carlos, el Lehendakari escribe un carta, que queda más pastoral, más cercano a la Iglesia católica, principio lumínico de la conciencia euskalduna que, sin embargo, remite su origen a oscuros tiempos precristianos. Es el espíritu de Nuestra Señora de Arantzazu. ¡Oh, raza primordial! Esta sí que es raza cósmica y no la que cantaba José Vasconcelos. Por eso el señor Patxi López, que no entiende estos abismos telúricos abertzales, manifiesta sentirse atónito de que el señor Ibarretxe pueda equiparar los crímenes de ETA con las sentencias de los tribunales en un Estado de Derecho. El señor López no entiende la garra desgarrada de esa raíz racial que hace a la madre patria vasca ver a sus hijos, aunque sean asesinos de ETA, cercanos a su corazón, y los demás, aunque sean las víctimas, afuereños, étnica o sentimentalmente.

Porque es cierto, ese párrafo es la monda:

Toda esta violencia nos devuelve al pasado. Amenazas, extorsiones, ilegalización de fuerzas políticas, sentencias judiciales que de jurídicas tienen poco y de impulso político tienen mucho, dispersión de presos, muerte de sus familiares en accidentes cuando van a visitarlos a las cárceles. Negación del diálogo como fórmula para resolver los problemas? Nuevamente la espiral sin fin.
Un representante de un poder del Estado que acusa a unos jueces de prevaricar, pues eso es lo que quiere decir. Representante por lo demás que a los independentistas radicales y a los armados les parece un miserable "cipayo". Un "cipayo" que se apresta a provocar una crisis constitucional de avío en España.

Confieso que siento simpatía por el Reyezuelo bravío que está ya hasta las mismísimas de que nadie se lo tome en serio. Y ahora va y pega el tajo en el nudo gordiano. Porque, a ver qué hace el Estado español con la famosa "consulta" y qué con el señor Ibarretxe. ¿Lo depone? ¿Lo suspende? ¿Lo encarcela? Yo lo entiendo y me gusta porque aplico el principio napoleónico D'abord on s'engage; puis, on voit. Eso es sentido de la aventura. Pero toda aventura tiene una nota moral: ¿es de recibo abrir una consulta en el País Vasco sabiendo que hay un montón de gente que tiene miedo a ETA y a sus matones de la "vida civil"? No, no lo es y si el señor Ibarretxe sigue adelante con su plan sin que ETA haya cesado en su actividad terrorista es porque es un inmoral. Un Reyezuelo inmoral.

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dilluns, 24 de desembre del 2007

El problema es ETA, o más sobre el 18/98.

Este finde he terminado de revisar la traducción del libro de Jürgen Habermas, Conciencia moral y acción comunicativa, que realicé hace más veinticinco años y que la editorial Trotta, bajo la dirección de Alejandro Sierra, va a publicar de nuevo. En él y en concreto en el capítulo sobre "Ética del discurso", el filósofo alemán sintetiza muy bien sus ideas sobre la acción comunicativa al sostener que:

"En el campo de procesos de entendimiento lingüísticamente explícitos, los actores plantean pretensiones de validez con sus acciones de habla, en la medida en que se ponen recíprocamente de acuerdo y se trata, además, de pretensiones de verdad, de rectitud, de veracidad....(La cursiva es mía).

Es decir, como yo lo interpreto, para que las gentes podamos entendernos es preciso que estemos de acuerdo en que vamos a debatir sobre si a) algo ha sucedido; b) ha sucedido correctamente, de acuerdo con las normas de corrección que le sean aplicables en cada caso; c) cuando decimos algo somos sinceros. Si algo de eso falla, la comunicación falla. Y suele fallar el c).

Con motivo del primer post sobre el "macroproceso" 18/98 he tenido algo de discusión. Poca, porque gran parte de lo que se me argumentó fue argumentación, para variar, ad hominem: que si lacayo, sumiso, genuflexo, ignorante y falto de competencia por no ser jurista, cosas que, obviamente, carecen del menor interés.

Algún lector tuvo el detalle de "copipastear" en la columna de comentarios el artículo de Amalia Alejandre Casado y José Manuel Hernández de la Fuente (Abogados y observadores en el sumario 18/98 por E.H. Watch) en Gara, como si no lo hubiera leído ya, para ilustrarme. Bien, el artículo de los señores Alejandre y Hernández de la Fuente se limita a repetir algunas de las quejas y reproches de las defensas durante la vista, seguramente las más importantes. Pero a esas contestaba largo y tendido la sala en la sentencia explicando por qué las rechazaba. Lo procedente, por tanto, hubiera sido explicar, a su vez, por qué la argumentación de la sala era insatisfactoria, no repetir los reproches ya contestados, digo yo.

Se dice que todo el proceso es político; la sala contesta que no y lo explica; se dice que se condena por ideas, por motivos políticos; la sala contesta que no, que lo hace por motivos jurídicos y que no condena ideas sino delitos del código penal. Lo procedente, imagino, es rebatir esas explicaciones, no repetir las acusaciones.

La sentencia será, seguramente, recurrida en casación ante el Supremo y entonces se verá. Si el Supremo casa, quienes decimos que la sentencia de la Audiencia tiene, cuando menos, la presunción de ser justa, acataremos la decisión y aceptaremos que estábamos equivocados. Y lo mismo sucederá si hay un posterior recurso a Estrasburgo. Si sucede al contrario, ¿yerro si digo que la otra parte no sólo no acatará la decisión adversa sino que ni la respetará? Para botón, aquí está la muestra: una instrucción que ha durado años, un proceso que también ha durado años, cuatro jueces en danza, así como fiscales, todo eso es un "dislate" o algo peor y la razón la tiene... ¿quién? ¿El Gobierno vasco? ¿Los expertos? ¿El sursum corda? Y conste que no digo que no. Sólo pido, a lo efectos de que podamos entendernos al estilo habermasiano, que se admita que puede ser al revés. Pero es difícil porque, como se ve, también falla la pretensión b).

Ha salido a relucir Esquerra Republicana de Catalunya, y se ha dicho que con esa sentencia se yugula la posibilidad de una ERC en el País Vasco, que se le ha hecho el juego a ETA, vamos. En mi opinión, es al revés. Lo que la Audiencia dice es que muchos de los encausados estaban integrados en banda armada, o sea que eran de ETA y otros colaboraban con ella, o sea eran cómplices. Cómplices de una banda de asesinos o integrados en ella. Nada que ver con ERC porque los de ERC no son ni sospechosos de tales comportamientos, sino demócratas respetuosos del Estado de Derecho, aunque muchos de ellos sostengan que el español no lo es. Porque, en principio, algún crédito han de merecer los tribunales de justicia en una sociedad civilizada. Se me dirá que no puedo saltarme el principio de presunción de inocencia de los acusados; y no lo haré porque, si hay recurso, la sentencia no será firme, pero habrá de reconocerse que es una presunción de inocencia algo debilitada.

Y es que, para concluir, el problema de esta historia, como de todo lo que pasa en el País Vasco, se llama ETA. El encanallamiento moral que significa vivir en una sociedad en la que unos están amenazados de muerte por una banda por sus opiniones políticas y otros no lo arrasa todo y convierte el territorio en un wasteland moral, en un erial. Porque, buenas gentes, la moral, que siempre va algo por delante del derecho, manda no solamente que sea imprescindible condenar la violencia terrorista de ETA sino hacer ver a ésta que es tal la deslegitimación que a la causa de la independencia hace su comportamiento, que los independentistas dejarán de serlo mientras no callen las bombas y las pistolas.

Soy de izquierda, pero dejo de serlo para quien comete crímenes en nombre de la izquierda. Y no me ciega la pasión: vaya si hay criminales de izquierda.

Pica bien, pero pica muy alto.

El que avisa no es traidor. Ya advertí de que me proponía comentar los libros de mi bisabuelo, Emilio Cotarelo y Mori, que se han ido reeditando este año de 2007, alguno con más de cien años, como éste, de ediciones Visor, Madrid, cuya primera edición es de 1886. No es mucha la gente a la que reeditan los libros con más de ciento veinte años de edad (los libros) y a los más de setenta del fallecimiento del autor.

Éste del Conde de Villamediana debe de ser una de sus primeras obras y ello se echa de ver precisamente en el personaje que eligió de tema, don Juan de Tassis y Peralta, segundo Conde de Villamediana (1582-1622), erudito, poeta, satírico, jugador, pendenciero, libertino, mujeriego, deportista, temible espadachín y jinete. Una figura menor de las letras españolas del Siglo de Oro, pero muy interesante desde el punto de vista humano. Supongo que no me dejo llevar por la admiración de descendiente si digo que era una especie de Cyrano de Bergerac español o, para ser más preciso, español en la corte de los milagros de los Austrias.

Don Emilio escribió un trabajo rigurosamente científico, con numerosas aportaciones a una biografía de la que, hasta él, se sabía poco y mucho de lo poco que hoy se sabe es gracias a él. Y lo hizo por simpatía con un hombre capaz de escarnecer a los Grandes de España y los Títulos de Castilla de aquella corte comida por la corrupción y la más pavorosa ineptitud, la Corte del país más poderoso de la tierra entonces. Un hombre capaz de dedicar al Duque de Lerma, que había conseguido el capelo cardenalicio para mayor seguridad propia, el famoso epigrama: El mayor ladrón del mundo/por no morir ahorcado/se vistió de colorado."

De la agitada vida del de Tassis, el episodio que centra la atención de don Emilio es el de la loca pasión, la suicida pasión que nuestro poeta concibió por la reina, Isabel de Borbón, esposa de Felipe IV. Suicida porque le costó la vida al atrevido enamorado, asesinado por esbirros a plena luz del día en Madrid presuntamente por órdenes de su cristiana majestad.

Digno hubiera sido el episodio de un eco de la leyenda artúrica con los amores de Genoveva y Lanzarote, de no ser porque a los españoles (y lo de españoles es un decir, ya que Isabel era francesa y Felipe, en definitiva, alemán) les faltaba bastante categoría para llegar a igualar la de la historia bretona y la flema del rey Arturo. Aunque quizá no sea extraño dado que, cuando se produce el percance, Villamediana tiene cuarenta años, el Rey diecisiete y la Reina, diecinueve. Unos críos, incapaces de entender el alma atormentada del ilustre poeta, amigo y seguidor del culterano Góngora. Unos críos, por cierto, que estaban casados desde los diez (Felipe) y los doce (Isabel) años respectivamente.

Cuéntase, y don Emilio así lo registra con su puntillosidad habitual, que en cierta justa en que el de Tassis actuaba de rejoneador, que lo era y muy bueno, la Reina, volviéndose a su marido le dijo "Pica muy bien don Juan". Y Felipe contestó ominoso: "Sí, pica bien, pero pica muy alto." Mirá tú de dónde viene lo de "picar alto".

Relata asimismo don Emilio la famosa anécdota en que don Juan apareció ante los Reyes en un baile (¡ah, el ceremonial de los Austrias, heredado de los borgoñones!) con el cuerpo cubierto de monedas de real y una leyenda que rezaba: "Mis amores son reales." O la muy célebre en que estando representándose una obra suya, La gloria de Niquea, sacada del Amadís de Grecia, en la que participaba la Reina, el de Villamediana prendió fuego al teatro para tener una excusa y sacarla en brazos.

Se refiere mi antepasado también a alguna otra anécdota ya más picantilla y menos verosímil, así como con un relente a lo Fragonard o Watteau, y corona su obra de rigurosa investigación de archivos y legajos, distante, objetiva y crítica, preguntándose qué le había llevado a escribir un libro sobre el personaje y se contesta:

"Por otra parte, cada uno puede tener sus aficiones particulares y sus simpatías por uno u otro personaje; y principalmente del deseo de averiguar la verdad de algunos puntos oscuros de la vida de nuestro CONDE, ha brotado este libro."
Y tan oscuros los puntos, y muy altos.

Mi madre, que vivió con don Emilio mientras estudiaba bachillerato, siempre me contaba que era un hombre estricto, liberal y muy avanzado para su tiempo. Tanto que le llamó la atención la historia de la pasión del Conde por la joven Reina. Como desde entonces ha sucedido con poetas, novelistas y dramaturgos. ¿Por qué no con los eruditos que también tienen su corazón?

Feliz Navidad.

Los no cristianos que habitamos en países cristianos vivimos en un contexto culturalmente cristiano. No creemos en Dios, pero nos reunimos con nuestros allegados a cenar el día (la noche) en que se festeja su nacimiento, lo cual es una experiencia con cierto riesgo de esquizofrenia. Personalmente, lo que encuentro más insoportable de esta fecha es el discurso del Rey; por lo demás, la llevo bien. Y hasta con sentido del humor. Véase la versión de la "Historia más grande jamás contada" más abajo.

Felices fiestas.


Economía política del capitalismo y VII.

Por fin. Última entrega del manual de economía política. Toca explicar la alternativa. No estoy muy seguro de que todo lo propuesto sea practicable. Pero, cuando menos, son propuestas concretas y nuevas. Demuestra, entre otras cosas, que hay una izquierda que piensa y no se limita a decir que "no". Merece la pena. Realmente.

diumenge, 23 de desembre del 2007

La red y el diván del psiquiatra.

Imparable sigue su marcha la red hacia la ocupación de la realidad, como si ésta fuera un continente que hubiera que poblar. La red, la web, internet, la blogosfera, el ciberespacio manda en el mundo y exige que todo y todos se adapten a su naturaleza, siendo ésta caracterizada por un dato: la rapidez, la celeridad, la simultaneidad; eso maravilloso que llamamos "tiempo real", que no es real como la "marcha real", pero tampoco lo es ni puede serlo como es real una tortilla ya que, según Kant, es una forma a priori. "Tiempo real" quiere decir que la noticia no es en diferido.

La orden del día es "simultaneidad". Considérese, por ejemplo, la misma palabra web (que ya he visto escrita por ahí como "güeb")que, en menos que canta un gallo ha conseguido dar un nombre ambiguo, pues tanto se habla de la web como del web. Claro que tampoco es ambiguo a la antigua usanza, como el calor y la calor, el puente y la puente por cuanto, en el caso de la web, los distintos artículos designan cosas distintas, en concreto, la parte y el todo. La web nombra la totalidad de la red mientras que el web designa a un nicho en esa red, pues la palabra es una sustantivación del adjetivo en la expresión "sitio web".

Todo el mundo quiere un web, un lugar virtual en la malla de la web al que el que lo desee pueda ir a ver lo que piensas y, si se tercia, dejar su comentario. Así que el señor Rajoy ha mandado hacer el suyo, su sitio web, su página web. En realidad, no creo que el señor Rajoy tenga mucho tiempo para practicar las nuevas tecnologías. Le basta con hablar de ellas. Pero tiene su web. Parece sin embargo que los responsables eran un poco pardillos y no tuvieron en cuenta que, si abrían la interactividad con los internautas se les acabaría colando de todo, entre otros, lunáticos de la extrema derecha, a los que el PP atrae como la llama a las polillas. Una página de un partido es un producto muy apetitoso para los "cibergrillaos" de todo tipo.

El PP ha tenido que suprimir los contenidos injuriosos o incluso delictivos que se le habían colado. Lo que hay ahora, imagino, goza de su aprobación. Dígolo porque el vídeo de más arriba es una de esas piezas que se llaman "de ataque" en la que se empieza afirmando que el señor Rodríguez Zapatero ha gastado veinte millones de Euros en autobombo y, a continuación, se calcula cuántas pensiones se pagarían con esa cantidad, cuántas familias se alimentarían en un mes o cuántos lo que sea, que claramente son muchos. Y concluye de una forma sorprendente diciendo que el señor Rodríguez Zapatero no se ha preocupado de los problemas de los españoles sino que se ha dedicado a sacar conejos de la chistera.

No sé quién hará los vídeos al PP pero debieran llamarlo a capítulo. Cuando el señor Rodríguez Zapatero, entonces en la oposición, presentó el proyecto del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, más conocido como Pacto antiterrorista, que hoy el señor Rajoy defiende como un valiente cruzado, este mismo señor Rajoy tuvo la desgraciada idea de decir que el señor Rodríguez Zapatero se había sacado un conejo de la chistera. Menudo tino. El señor Rodríguez Zapatero lleva cuatro años recordándoselo. Yo cambiaría lo del conejo y la chistera. Hay otras formas castizas de llamar charlatán e insubstancial a alguien, cantamañanas, soplagaitas, trilero, badulaque, etc. Lo del "conejo de la chistera" es mentar la soga en casa del ahorcado.

Economía política del capitalismo VI.

Seguimos. Es el penúltimo capítulo y trata del proceso de eliminación de residuos. El capitalismo es un sistema de producción de residuos, o sea, de basura, o sea de mierda. El negocio está en la mierda. Mira por donde tenía razón Freud cuando llamaba la atención hacia la cercanía de los conceptos de "Dios" y "mierda" por la similitud de los respectivos términos alemanes de Gott y Kot, que casi suenan igual. Algo parecido a la dualidad que se da en el español "escatología, que se refiere a las cosas últimas de la naturaleza humana y a la mierda al mismo tiempo y con la misma palabra, cosa que no pasaba en griego.

dissabte, 22 de desembre del 2007

¿Es todo ETA?

Todo no, naturalmente. Por ejemplo, yo mismo soy partidario del derecho de autodeterminación de los pueblos que integran España (o el Estado español), es decir, coincido con ETA en uno de sus fines más importantes, pero no soy ETA ni tengo la más mínima simpatía por ella, condeno sus atentados y crímenes sin reserva alguna y sostengo que, mientras exista esa organización de asesinos, pretender ejercitar el derecho de autodeterminación, cual quiere hacer el señor Ibarretxe, es una inmoralidad. Estaba convencido de ello antes de leer la sentencia del "macrojuicio" 18/98 y me he reafirmado en la convicción porque en esta sentencia se observa a las claras con qué frialdad, meticulosidad y malas intenciones controla ETA a la gente en los pueblos y pequeñas localidades (que son muchas en el País Vasco) a través de personas interpuestas que le sirven de enlaces, mensajeros, chivatos, correveidiles y muñidores, muchos de los cuales estaban sentados en el banquillo en dicho macroproceso.

Pero no hay que adelantar acontecimientos. El juicio 18/98 ha estado rodeado de una gran alharaca política, lleno de sobresaltos, con manifestaciones y contramanifestaciones un día sí y otro también. A lo largo de la vista los acusados han observado actitudes desafiantes, alborotadoras y han organizado repetidos escándalos, igual que sus deudos y simpatizantes han estado pronunciándose a las puertas del local en donde se celebraba y organizando abundantes manifestaciones en unas u otras ciudades del País Vasco. Todo este jaleo al que en ocasiones se sumaron las defensas concertando sus acciones iba encaminado a tachar el proceso de político, deslegitimarlo, conseguir que se interrumpiera para siempre, aduciendo que era un mero acto de represión instigado por el Gobierno y obedientemente ejecutado por unos jueces serviles.

Asimismo, al día siguiente de hacerse pública la sentencia y sin tiempo material de haberla leído el señor Ibarretxe y su consejero de justicia ya habían decidido que era una sentencia en la que se condenaban ideas y se atropellaba la libertad de expresión. Ciertamente el proceso 18/98 es político en la medida en que los delitos que en él se juzgan tienen una causación política, pero no en el sentido (implícito en las descalificaciones del Lehendakari) de que no sea un juicio justo con todas las garantías. Ni hablar.

Vaya por delante que no soy partidario de la existencia de la Audiencia Nacional (AN), que me parece heredera objetiva (no subjetiva) del infame Tribunal de Orden Público de Franco y rompedora del principio de unidad de jurisdicción, que es garantía del Estado de Derecho. Pero, en este caso, me da la impresión de que la sala de lo penal de la sección tercera de la AN ha hecho un trabajo escrupuloso lo mejor que ha podido, respetando más allá de lo exigible las garantías y derechos de los acusados, tanto los procesales como los fundamentales en general. Y lo ha hecho frente a una concienzuda labor de obstrucionismo y deslegitimación de los procesados, los allegados y hasta las defensas que, de haber encontrado el más mínimo pretexto para conseguir la anulación de las actuaciones, lo hubieran hecho.

Ya que esa fue desde el principio la estrategia (equivocada) de la defensa, esto es, no refutar las acusaciones que se formulaban contra sus clientes, demostrando que no habían cometido los delitos que se les imputaban sino que la instrucción había sido un atropello antijurídico, que el tribunal obedecía a impulsos y a órdenes políticos, que no había delito presunto del que defender a nadie y que todo era una farsa montada para descabezar al independentismo vasco.

Por eso, lo primero que hace el tribunal en su sentencia es rechazar las acusaciones de politización y aseverar que no ha tenido en cuenta sino cuestiones de caracter estrictamente jurídico y que los condenados lo han sido no por sus ideas y actividades políticas sino por la comisión de delitos tipificados en el Código Penal. Le sale mejor o peor. El caso es muy complicado y la sentencia muy larga y, aunque clara y lógicamente estructurada, a veces tiene expresiones impropias (incluso alguna falta de ortografía) de la necesaria ecuanimidad de la magistratura pero, a mi entender, no mancillan un texto equilibrado con un razonamiento lógico, objetivo y desapasionado, aunque no especialmente brillante.

El texto desmonta una a una todas las argumentaciones de las defensas tendentes a fundamentar la impugnación de la causa en todos y cada uno de los momentos procesales de ésta y, como hemos visto, la deslegitimación posterior al proceso ha correspondido al señor Ibarretxe. Para conseguir este objetivo, políticamente planteado, se emplearon todas las argumentaciones posibles, alegando violaciones de los derechos y garantías procesales, incluida la indefensión, y atentado contra derechos civiles fundamentales como el de la integridad física y moral (las acusaciones de torturas fueron una costante en la vista oral), la inviolabilidad del domicilio, el secreto de las comunicaciones, etc.

La sentencia valora todas las alegaciones y las rechaza fundadamente, a mi entender, con argumentos de sobra. A veces estas alegaciones son pintorescas y consiguen resultados contraproducentes como la que se plantea a raíz de que, habiendo decretado el juez de instrucción el secreto del sumario, las defensas no habían tenido acceso al material que operó en la instrucción y que dicho material debería ser recabado en el juicio oral. Como resultara que el tal material era aun más incriminatorio para los acusados, las defensas decidieron dejarlo de lado.

La AN se ha atenido a las pruebas y a los elementos deducidos de las declaraciones en el curso del proceso y ha condenado a cuarenta y siete de los acusados por los delitos de integración en organización terrorista (arts. 515.2 y 516.1 y 2) del Código Penal, de colaboración con organización terrorista (art. 576.1 CP), de insolvencia punible, en su modalidad de alzamiento de bienes (art. 257 CP), contra la Seguridad Social (art 307 CP), de falseamiento de la contabilidad de Registros Fiscales (arts. 74, 310 b, c y d CP, según la redacción de la L.O. 10/1995 -artículo 350 bis b, c del Código Penal de 1973- precepto introducido en el Código Penal hoy vigente por L.O. 6/1995 de 29 de junio). Igualmente absuelve a cinco procesados, declara la ilicitud de actividades y disolución de una serie de empresas empleadas como instrumentos de ETA para sus fines y decreta la ilicitud de las asociaciones KAS, EKIN y XAKI.

O sea, nada de política, nada de Ley de Partidos Políticos, como he leído por ahí a algún despistado, nada de condenar a personas jurídicas, nada de condenar por ideas. Los magistrados han condenado a personas físicas por diferentes delitos probados y rechazan con vehemencia la sospecha de que hayan actuado de otro modo:

Debe quedar ya bien claro que no se ha juzgado a los acusados por pertenecer a la izquierda abertzale, eso es un soberano despropósito, muy cacareado, fruto de pura inventiva (pág. 362)
Estas cosas del "muy cacareado" son las que menos me gustan de la sentencia. En cualquier caso, éste ha sido un proceso que los acusados y sus apoyos mediáticos y organizativos han intentado politizar desde el principio sin conseguirlo.
Todo no es ETA- dijeron-, claro que no. Solemne barbaridad nadie la puede creer, pero los hechos objeto de acusación no dicen eso, dicen que las 52 personas finalmente enjuiciadas, a través de KAS, de EKIN, de la Fundación Joxemi Zumalabe o de XAKI, o pertenecen a la organización terrorista o han colaborado con la misma (pág. 363).

Ya la instrucción del juez Garzón incorporaba razonamientos novedosos en la teoría criminal partiendo de la base -que todo el mundo conocía en los años setenta y ochenta del siglo pasado sin que nadie hiciera nada- de que ETA, como organización delictiva, contaba con una serie de auxiliares incrustados en la sociedad, tanto personas físicas como jurídicas (dirigidas por sus militantes) que le servían para llevar adelante sus designios, cometer sus crímenes, facilitarle información, financiación y cobertura; en definitiva, una tupida red de organizaciones y personas algunas miembros directos de la organización y otras colaboradoras o cómplices, todas las cuales componían ese ente aparentemente magmático que se llamaba "Movimiento de Liberación Nacional Vasco". Lo que la instrucción garzoniana trataba de probar era que el tal Movimiento, lejos de ser una organización más o menos laxa de gentes agrupadas por las mismas ideas, constituía una estructura jerárquica y perfectamente articulada puesta toda ella al servicio de una finalidad criminal, esto es, el asesinato, el secuestro, la extorsión, el atentado. Y eso es lo que este proceso, al decir de la sentencia, ha dejado en claro por procedimientos escrupulosamente jurídicos, al tiempo que exalta la calidad de la instrucción:

A estas alturas podemos proclamar, y lo hacemos alto y claro, que el Sumario 18/98 fue instruido de forma correcta, a pesar de la inmensa complejidad que presenta, complejidad que se pretende utilizar como cortina de humo para tratar de trasgiversar las cosas (pág. 539).

Ahora bien, la justicia es humana y, por lo tanto, falible. La complejidad del caso, lo novedoso del enfoque procesal explicarían que la argumentación del tribunal presentara algunos puntos oscuros. Se me ocurren dos. Pudieran ser más, pudieran ser menos. No sería yo, falto de competencia en la materia, fuera de la que da el sentido común, quien se atreviera a decir que ha desentrañado todos los recovecos de tan complejo texto. Esas dos son las que hacen referencia, de un lado, a la estricta prohibición de la aplicación extensiva de las normas penales y de otra a la duda sobre si es posible cerrar medios de comunicación arguyendo que delinquen. Los magistrados se blindan frente a ambas acusaciones sosteniendo que la interpretación que hacen de los tipos penales aplicados se ajusta a la actividad de los acusados y que no se ha condenado a estos en modo alguno con ligereza,

no por simples hechos, datos o circunstancias (...) sino por auténticas pruebas de cargo revestidas de un contenido incriminatorio verdaderamente abrumador, pruebas documentales, intervenciones telefónicas, resultado de las diligencias de entrada y registro, etc.
igual que las empresas (ORAIN era la matriz de EGIN) que se han disuelto lo ha sido por su actividad ilícita y el hecho de ser instrumentales en la comisión de los delitos. En todo caso y si existen dudas, como garantía de los ahora condenados en este Estado de derecho que (con todas sus insuficiencias) es España, dichos condenados tienen abierta la vía de casación en el Tribunal Supremo, donde se valorarán de nuevo todos estos aspectos.

Economía política del capitalismo V.

He aquí el capítulo cinco de este interesante culebrón de análisis del modo de producción capitalista. Hoy toca el consumo. La verdad es que los españoles de mi generación hemos visto ya de todo. Nacimos en un país que, por sus bajísimos niveles de renta y consumo, su exportación sistemática de mano de obra, etc, era un país del Tercer Mundo. Luego, ascendimos hasta codearnos con los de la "sociedad del consumo" o la "sociedad de la abundancia" y ya hemos cubierto el ciclo porque, al incorporarnos nosotros al consumo, junto con muchos otros, claro es, éste, el consumo, se ha convertido en una actividad peligrosa y depredadora de la biosfera.

divendres, 21 de desembre del 2007

Elecciones el nueve de marzo.

Algún lector pide que se comente aquí la sentencia del proceso 18/98. Estoy leyéndola pero, como tiene más de 1.100 páginas, me lleva algún tiempillo que habré de tomarme, pues no acostumbro a hablar sin haberme documentado antes. Me llenan de pasmo esos políticos del PNV, con Ibarretxe a la cabeza y su consejero de justicia, que salieron ayer, aún con la tinta de la sentencia húmeda diciendo que se condenan ideas, con lo que quieren decir que es un sentencia injusta pues las ideas no pueden condenarse. Supongo que se refieren a las suyas que seguramente no existen. En lo que llevo leído, de condenar ideas, nada; se condenan hechos... probados.

Entre tanto, ayer se clausuró la legislatura y se convocaron oficialmente las elecciones generales para el nueve de marzo. Pinta mal para el PP, como puede observarse considerando la evolución histórica de la intención de voto a los dos grandes que reproduzco del Centro de Investigaciones Sociológicas. La ventaja del PSOE se ha mantenido consistentemente a lo largo de la legislatura y, a fecha de hoy, el partido del Gobierno ganaría a la oposición por un cómode margen de entre ocho y diez puntos porcentuales. No añado los índices de popularidad de los señores Rodríguez Zapatero y Rajoy por no producir sarpullidos.

Así están las cosas al interior de los dos partidos: como una balsa unitaria en el PSOE y como una jaula de grillos en el PP; grillos moderados, nada estridentes, como corresponde a su condición de gente de posibles, pero grillos al fin y al cabo, con dos gallos enzarzados por la sucesión del líder que diputan ya amortizado. Gallo de pura raza, tipo "claret" el señor Ruiz Gallardón, más que nada por lo rápido y gallo gallina o gallino la señora Aguirre, por su apariencia externa, que no va en demérito de su fiereza y agresividad.

El cierre de la legislatura se ha hecho en una situación volátil y ambigua. Después de haberme empollado la Ley de la propiedad Intelectual y la Ley de Impulso a la Sociedad de la Información (LISI) que se aprobó ayer, no tengo nada claro qué haya que hacer con el canon. Y creo que no lo tiene nadie salvo quienes creen beneficiarse de él y quienes creen que los perjudica. Un dato significativo es que la rama catalana de Izquierda Unida ha votado contra él mientras que la rama española lo ha hecho a favor. Quizá lo más sensato haya sido mantenerlo pero sólo para darnos un tiempo y pensarlo mejor, con el debido asesoramiento. ¿Realmente no hay otro medio de proteger los derechos de autor que aprobando esta medida del canon que tiene mucho de exacción e injusticia para los cientos de miles y millones de ciudadanos que no se bajan obras protegidas de la red pero que ahora tienen que pagar como si lo hicieran?

El Gobierno sacó adelante los presupuestos pasando por encima del Senado. Por fin no será preciso prorrogar los del año pasado.

En el aspecto de política exterior el señor Rodríguez Zapatero termina su mandato con una nota alta, como se prueba por el hecho de que esté reunido con los señores Sarkozy y Prodi para reactivar la política euro-mediterránea que es de una importancia capital para España.

La economía, en cambio, cierra con pronóstico nada claro: con la inflación y el paro en ascenso a la espera de ver cómo golpea la crisis hipotecaria en España, creo que es el momento menos oportuno para prometer dos millones de puestos de trabajo en la próxima legislatura, como han hecho tanto el Presidente como el ministro señor Caldera ninguno de los cuales debe de acordarse de los ochocientos mil puestos de trabajo prometidos en su día por el señor Felipe González, quien tuvo que administrar una economía con las tasas más altas de paro en muchísimos años.

Si tuviera que hacer un balance general de la legislatura del "no nos falles" y de lo que ha pasado, diría que el Gobierno, en efecto, no ha fallado... salvo allí en dónde ha fallado. Los dos fallos más llamativos han sido en la ampliación de los supuestos del aborto (asunto vidrioso) y la negativa a denunciar los acuerdos económicos con la Santa Sede. La Ley de la Memoria Histórica no va tan allá como me hubiera gustado, pero no considero que haya sido un fallo. Como tampoco lo han sido la Ley de Igualdad de derechos de las minorías sexuales, como los homosexuales, la Ley de Dependencia y la Ley contra la violencia de género. Esta legislación progresista tropieza con dos tipos de inconvenientes: de un lado uno nuevo, el sistemático boicot que le hacen algunas Comunidades Autónomas, regidas por el PP, especialmente la de Madrid. Del otro la carencia de recursos económicos para ponerla (a la ley) en práctica. Algo muy español.

Por último, la legislatura ha estado dominada mediáticamente por dos asuntos ligados entre sí, el juicio por el 11-M y el truncado proceso de paz. Ambos han impedido una valoración más serena de los logros del gobierno socialista pero, como se ve en la intención de voto, ninguno de ellos ha ido en detrimento electoral del PSOE. La sentencia del juicio por el 11-M dejó con las vergüenzas al aire a una docena de fabuladores e inventores de patrañas sobre los atentados de Atocha cuya única intención era torpedear la política del Gobierno y tratar de forzar unas elecciones anticipadas. Hace ya cuando menos dos años que el señor Rajoy no pide elecciones anticipadas. Por eso es nuevo. La ruptura del proceso de negociación, que se ha presentado como un fracaso del Gobierno (dispuesto a entregar lo que fuera) no solamente no ha pasado factura al PSOE, sino que ha incidido más negativamente entre la gente del PP y por supuesto, entre los electores. Estos, en general, han culpado de la ruptura al único culpable: ETA.

Según todos los indicios, el próximo nueve de marzo el PP se dará un gran batacazo.


El Rey y el bocón.

Espero que mis amigos chavecistas no se enfaden y empiecen a ver el mundo tan lleno de vísceras que pueda semejar una casquería, y den una muestra de sentido del humor escuchando este corrido que se llama El Rey y el bocón

"El Rey y el bocazas" diríamos nosotros. Tener sentido del humor es algo imprescindible. Entre gente sin sentido del humor la sociedad se hace muy pesada. El señor Chávez, gran aficionado al corrido, en cuanto puede se larga uno, igual que el señor Garzón es aficionado a la ópera y en cuanto la gente se descuida, le coloca "Una furtiva lacrima...". Y eso que el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y otros textos de derechos humanos prohiben taxativamente la tortura.

Y ahí les va la letra completa que es muy divertida.

El Rey y el bocón.

Chávez: Aquel hombre ahí develó todo el rostro horrible del Fascismo, racismo. Los fascistas no son humanos, tienen forma humana, pero no son humanos. Yo creo que una serpiente es más humana que un Fascista.

Juan Carlos I: ¿Por qué no te callas?

El día 10 de noviembre / presente lo tengo yo.
En la cumbre americana / el rey de España explotó
cuando Chávez ofendía / el honor de un español
que no podía defenderse / por no estar en la reunión
¿Por qué no te callas? dijo, / ahí mismo se levantó,
dejándole la partida / a su ministro mayor
y con eso le alcanzó, / en el aire quedó el ¡coño!
que Juan Carlos se guardó.
Aprenda Chávez de un rey / que al Fascismo derrotó
cuando encarceló a Tejero / que a la brava se le alzó
¿O usted no se acuerda ya / que en el museo se escondió,
y sus calzones cagados / en la chirla los lavó?
Y ¿qué hubiera hecho Bolívar? / ahora me pregunto yo,
si hubiera estado presente / en esta misma ocasión.
¿Habría aplaudido al rey bravo / o al coronel bravucón?,
¿al que defiende a su gente / o al que siembre división?
Ese sí hubiera sido el actuar / propio de un Libertador,
con las consignas gastadas / que don Fidel le vendió,
a cambio de unos barriles / de petróleo del mejor,
así no se ganan guerras / ni se lucha con honor.
Aprenda Chávez de un pueblo / que no acepta dictador,
estando en la presidencia / parece que se amañó,
no ande buscando problemas / por fuera de su nación.
Aprenda a callarse ¡Chávez! / Como el rey se lo mandó.

Quico- ¡Ay ya cállate, cállate, cállate que me desesperas!

Está muy bien el corrido y tiene mucha gracia. Eso teniendo en cuenta que, según parece, el "¡Por qué no te callas!" ha salido elegida frase del año en Chile.

Gracias, Pilar.

Economía política del capitalismo IV.

De nuevo aquí. Cuarta lección magistral sobre el desastre del capitalismo. En esta ocasión, el estado de "distribución..."

dijous, 20 de desembre del 2007

La partidocracia.

¡Qué difícil es poner en marcha un partido en una democracia! Tanto como poner en marcha un periódico. En situaciones de normalidad todos los espacios políticos y mediáticos están copados y asentar una opción nueva es casi imposible como no sea desplazando a una de las existentes. Y éstas suelen no dejarse. No son muchos los casos como el del Partido Laborista que desplazó límpiamente al Partido Liberal en las elecciones de 1924 y lo condenó a ser el tertium non datur del sistema político británico (conservadores/laboristas) de forma tal que los liberales no han vuelto al Gobierno desde aquellas nefastas elecciones . Salvo que aparezca un espacio nuevo frente al que los partidos tradicionales no sepan dar respuesta, lo más probable es que estos tengan cualquier reto ganado por el hecho de existir hace años. Los electores de los partidos, como los lectores de los periódicos son básicamente fieles y los partidos y los periódicos son lo que los economistas llaman bienes inelásticos. No se sustituyen por otros con facilidad. Los votantes del PSOE no se pasan sin más al PP o viceversa. Algunos lo hacen, desde luego, pero no la inmensa mayoría. Igual que los lectores de El Mundo no se pasan a El País y viceversa. La batalla es siempre por los nuevos y ahí es donde un partido nuevo (precisamente) se enfrenta a una competencia muy reñida de los establecidos.

Nuestras democracias son partidocracias o partitocracias, que de ambos modos lo he visto escrito y ambos son admisibles en principio, pues la RAE aún no se ha pronuncidado. Es el llamado "Estado de partido de masas", que decía Forsthoff que, para mayor inverecundia, ya no son de masas, sino de electores. Y gracias. Los partidos están establecidos y, al financiarse en muchos sitios (en España entre otros lugares) con fondos públicos, ya no necesitan ganar afiliados porque no dependen de las cuotas; por eso son partidos-máquinas electorales y no "partidos de masas". El sistema político en su conjunto está así establecido: los partidos son los entes a los que la gente considera más corruptos en nuestras sociedades (según Transparency International) y, al tiempo, son los elementos sobre los que pivota la democracia. Puede haber partidos sin democracia; pero nadie conoce democracia sin partidos: los partidos, los medios, los grupos de presión, las instituciones, la sociedad civil, son los elementos de los sistemas políticos.

La señora Díez, del nuevo partido UDP, se queja de que no sale nunca en los medios, salvo cuando son malas noticias para su partido. Esto no es estrictamente cierto pues sale con frecuencia en esa cosa que escenifica el señor Sáez de Buruaga una vez por semana en TeleMadrid. No conozco ningún otro dirigente de partido que salga tanto en programas que no sean telediarios. Y en los telediarios, aunque le gustaría mucho, la señora Díez no tiene por qué salir salvo que genere noticia.

¿Qué sólo son noticias las malas noticias? Claro, es el abc del periodismo; nadie persigue a la señora Díez. Suele pasar que a veces sólo somos noticia para nuestra desgracia. Y además, qué caramba, es difícil montar un partido como hemos visto que están las cosas. Hay que hacerse con gente. Al menos la necesaria para cubrir los puestos de libre designación. Eso es relativamente fácil porque es hablar a los intereses de gente concreta con carreras concretas. Pero tambien hacen falta votantes y para eso ya no es suficiente con un cálculo de costes beneficios sino que hay que tener un discurso. Lo que sucede es que el discurso de UPD es confuso, triturado entre el PP y el PSOE no alcanza a tener perfil propio. Si lo que quiere es afianzar el antinacionalismo periférico, para eso ya está el PSOE y, en muchísima mayor medida, el PP. Si lo que quiere es establecer un sistema democrático-liberal con Estado del bienestar y protección a los derechos del individuo, para eso ya está el PP y en muchísima mayor medida, el PSOE. Votar a UPD no es votar una opción nueva, aunque el partido sostenga que sí.

Hay en este terreno una paradoja muy frecuente que, sin embargo, no suelen señalar los analistas: de vez en cuando se monta una bronca con eso de que los partidos están todos corruptos y alguien sugiere acabar con este asqueroso sistema partitocrático... normalmente desde otro partido que no tarda mucho en revelarse como todos los demás.

Así que las perspectivas electorales de UPD son sombrías. Y como donde no hay harina todo es mohína ya están a trompicones en el interior con esas trifulcas de tú te postulas y rompes los estatutos y tú eres un tramposo y un fullero. Intuyen que obtendrán pocos puestos en las elecciones y se pelean por los primeros puestos. En los partidos tradicionales se pelean por los primeros, los segundos, los terceros, e così via; encajan mejor las peleas porque tienen más que repartir.

Incidentalmente algo de ello pasa también con Izquierda Unida y el PCE: puestos, listas, cargos. Pero de estos hablaremos otro día.

En el caso de UPD esa bronca interna afecta al más alto nivel del partido. ¿O no fracasó hace unas fechas un proyecto de alianza electoral entre Ciutadans y UPD? Por supuesto. ¿Por qué? ¿Vds. qué creen? No sería por discrepancias en sus discursos que son básicamente el mismo: no al nacionalismo (ajeno).

Que haya partidos nuevos en las democracias es muy de felicitarse, aunque sean empresas difíciles, porque ello aumenta la posibilidad de los ciudadanos de elegir, que es la base misma de la libertad. Lo que sucede es que en UPD la novedad es el señor Savater que, precisamente, no se presenta a las elecciones. La señora Díez, con todo mis respetos, no es novedad; es una política profesional, lo cual tiene sus virtudes y sus defectos. No es de caballeros mencionar los defectos pero es que las virtudes son aun más perjudicales porque la esencial es que la señor Díez se presenta como una auténtica lider nacional de una nueva opción. Pero cuando intentó ganar esa posición entre los suyos, primero en el Partido Socialista de Euskadi y luego en el PSOE, fue ampliamente derrotada.

¿De dónde saca la señora Díez que los españoles votarán a una persona que ya ha perdido dos elecciones?

Economía política del capitalismo III.

Tercera entrega de la interesante exposición sobre el ciclo productivo en el modo capitalista de producción. Ahora estamos en la producción.

Siempre me ha llamado la atención la fascinación que sienten los economistas por las explicaciones cíclicas. El ciclo es un término casi sacrosanto en su jerigonza. Casi parecen filósofos antiguos. Los filósofos mundanos los llama uno de ellos, Robert K. Heilbroner. Y es curiosa también la crítica que hace esta representante del movimiento ecologista, conservacionista, localista, partidaria de las energías renovables, pero no de la atómica, que es una crítica cíclica. Y la propuesta que defiende como solución también es cíclica. Es como las cruces svásticas, que según sean dextrógiras o levógiras son buenas o malas.

Baby Doll.

Merece la pena mirar este video de Marisa Crespo y Moisés Romera. Es muy fuerte.

Gracias, Jaime.

dimecres, 19 de desembre del 2007

Las dos Bolivias.

En algún momento del próximo año de 2008 los bolivianos habrán de votar en referéndum sobre el texto de la nueva Constitución con la que el presidente Evo Morales pretende "refundar" el país. Ayer, en un editorial agorero, titulado Ingobernable Bolivia y subtitulado "Evo Morales pretende aprobar su Constitución ignorando las reglas del juego democrático", El País vapuleaba de lo lindo al señor Morales por falta de talante democrático, preveía trifulcas territoriales de todo tipo, y no daba un ochavo por la estabilidad del país del altiplano.

Desde luego, la historia de Bolivia no anima al optimismo. Con casi tantos golpes y contragolpes de Estado (cerca de 200) como años de independencia y una cantidad de constituciones que no cabe fijar de seguro (ya que siempre hay la duda de si algunas de ellas son Constituciones por derecho propio o reformas de otras anteriores) pero que no bajarán de quince, contando con ésta, la experiencia aconseja aproximarse a la situación boliviana con extremada prudencia.

Prima facie tiende uno a coincidir con El País cuando señala que no aguarda buen futuro a un proyecto constitucional que se ha aprobado soslayando los cauces democráticos. Y quizá tenga razón también el periódico al decir que no dará buen resultado un texto que no ha sido consensuado con la oposición y que prácticamente divide al país en dos mitades. Es posible. Pero, al mismo tiempo, hay que reconocer que el presidente Morales -como el señor Chávez en Venezuela- ganó limpiamente unas elecciones democráticas con más del 52% del voto y que la oposición se ha caracterizado por una sistemática actitud obstrucionista, como ha venido haciendo en Venezuela en donde, como aquí, en Bolivia, en el colmo del disparate, decidió ausentarse de las instituciones y dejar todo el territorio libre a los bolivarianos. Encuentro francamente difícil consensuar nada con quienes se niegan sistemáticamente a conversar y pretenden imponer sus puntos de vista aun siendo minoritarios.

Por lo demás el realismo muestra que así es como se han hecho habitualmente las cosas en la historia. Las oligarquías que impusieron órdenes constitucionales durante el siglo XIX y buena parte del XX en Europa jamás consensuaron nada. Un caso como el de la transición española es una rara avis y ya se ve cómo se acumulan las presiones en pro de su reforma.

Todos estos problemas (que son, por supuesto, muy preocupantes y deben hacer reflexionar al señor Morales y al MAS acerca del peligro de deriva autoritaria que tienen) podrán soslayarse y hasta darse por buenos si se celebra cuanto antes un referéndum constituyente limpio y democrático que haga salir de dudas respecto a lo que quiere la población boliviana: sí o no a esta Constitución que se le propone. El problema añadido que le veo es que, al tratarse de un texto tan detallado, complicado, avanzado y hasta radical, quizá no sea moralmente suficiente una mayoría inferior al 60%. Por descontado, si los que proponen el proyecto pierden, se habrá acabado la historia.

Porque lo primero que hay que hacer antes de seguir hablando de Bolivia y de lo que allí se cuece es leer el proyecto citado. Me ha llevado dos días hacerlo porque son cuatrocientos once prolijos artículos (uno de ellos, el 398, en dos redacciones alternativas), nueve disposiciones transitorias, una abrogatoria, una derogatoria y una final; pero no haya cuidado, que no me vengaré comentándola en detalle.

Aunque lo merece. Es, desde luego, una de las constituciones más largas y pormenorizadas del mundo y presenta los defectos e inconvenientes de esta minuciosidad, esto es, confusión, reiteraciones, incongruencias y ultranormativismo. Pero también es una de las constituciones más avanzadas, si no la más y un buen ejemplo de un intento de articular en términos jurídicos las preocupaciones más progresistas de la humanidad al día de hoy y tras la experiencia negativa de los desaparecidos países del socialismo de planificación centralizada.

Tiene una declaración de derechos (más de un cuarto del conjunto) muy completa, que incluye los fundamentales, llamados "fundamentalísimos" (por cierto, el castellano del texto es bastante bueno), los civiles y políticos tradicionales, los sociales y económicos, los culturales y mediambientales; y los regula asimismo con mención de algunos de sus titulares específicos: minorías, minusválidos, mujeres. El artículo 30 reconoce los derechos de las "naciones y pueblos indígenas", con lo que zanja de un plumazo la enojosa cuestión de los derechos colectivos.

En cuanto a las garantías de los derechos (que es lo que importa), el artículo 110 los declara directamente aplicables como derecho positivo y, luego, se arbitra un sistema de recursos ("acciones") muy completo en el que se comprenden el de "libertad" (art. 126 y sigs.), el de amparo constitucional (arts. 129 y 130), el de protección de privacidad (131), el de "acción de inconstitucionalidad" (arts. 132 y 133), abierto a todos y con efectos frente a todos (que no sé si el legislador sabe en dónde se mete), y el de "acción de cumplimiento" (135). En definitiva, una Constitución sumamente garantista.

No estoy seguro de que el sistema de amparo establecido sea operativo y menos lo estoy de que el amplio reconocimiento de derechos -que incluye el derecho al trabajo en pie de igualdad con los demás- pueda ser eficaz cuando, por otro lado, se reconoce y ampara la libertad de empresa (incompatible con la seguridad en el empleo) y, al tiempo se reconoce que el Estado hará políticas que tiendan a combatir el paro. Si se combate el paro es porque se admite su existencia en clara violación de ese derecho al trabajo.

La Constitución establece una forma de organización territorial descentralizada con competencias exclusivas de las entidades territoriales subestatales, incluida competencia legislativa departamental en asuntos propios. Una descentralización, con todo, muy inferior a la que hay en España por cuanto las competencias exclusivas del Estado son mayores y la cláusula residual opera a favor del estado central.

Hay asimismo una abundante regulación de la organización económica y de las funciones del Estado en la economía qu, en aplicación de la experiencia del hundimiento del "socialismo real", trata de cohonestar todas las formas de organización económica, la comunitaria, la estatal, la privada y la cooperativa (art. 307), somete la propiedad privada a la consabida función social, pero declara que los recursos naturales, esto es "los minerales, los hidrocarburos, el agua, el aire, el suelo y el subsuelo, los bosques, la biodiversidad, el espectro electromagnético y todos aquellos elementos y fuerzas físicas susceptibles de aprovechamiento" (art. 348) son "propiedad y dominio directo e imprescriptible del pueblo boliviano" que el Estado administrará en función del interés colectivo, otorgando derechos de propiedad privada y colectiva sobre la tierra u otros recursos naturales (art. 349), lo que constituye el núcleo de la prevista reforma agraria. Ya la Constitución de 1967 decía no reconocer el latifundio (art. 167) pero en esta hay una manifiesta voluntad de acabar con él.

Supongo que es todo lo más a que cabe llevar hoy día la apropiación colectiva de los recursos naturales y la soberanía sobre ellos. Habrá que ver cómo funciona una economía así organizada en el mercado globalizado actual en el que los grandes inversores piden garantías que este articulado no ofrece. Un interesante experimento en el caso de que el proyecto sea aprobado en el próximo referéndum.

Pero no es este el aspecto más novedoso de la Constitución, sino el profundo reconocimiento que ésta hace de la realidad multiétnica y plurinacional de Bolivia. Aquí sí que se está pisando un territorio nuevo y muy problemático. Hasta el punto de que da la impresión de que el texto consagra un país doble, de un lado, la Bolivia administrada por la minoría criolla de habla española y cultura europea y de otro la mayoría amerindia de diversidad de lenguas y cultura precolombina. Esa dualidad se articula sobre todo en tres terrenos:

  • El lingüístico-cultural. La Constitución declara oficiales la lengua castellana y "todos los idiomas de las naciones y pueblos indígenes originario campesinos que son el aymará, araona, baure, bésiro..." (art. 5) y así hasta treinta y seis. Más que en la Unión Europea. El art. 6 introduce algo de racionalidad estableciendo que solo el castellano sea oficial en todas partes y el resto, según en dónde se hable y las decisiones de la gente. Aun así, cuesta imaginar cómo se entenderá la administración con administrados en treinta y seis lenguas.

  • El jurisdiccional. Junto a la jurisdicción ordinaria (arts. 191 y sigs.) y otra "agroambiental" (art. 187), el texto consagra una "jurisdicción indígena originaria campesina" que se aplicará según sus "principios, valores culturales, normas y procedimientos propios" (art. 191) y que conocerá de "todo tipo de relaciones jurídicas" (art. 192). Hasta ahora, las constituciones anteriores (1967, Ley de 2004) venían haciendo unos reconocimientos vagarosos de los derechos culturales de los pueblos indígenas y de su competencia para la "solución alternativa de conflictos" en sus comunidades, dentro de la Constitución y la ley. Este proyecto es un salto cualitativo de importancia puesto que viene a equiparar la jurisdicción ordinaria criolla con la de los pueblos originarios. Es difícil ver cómo funcionará esta pluralidad de jurisdicciones. Que no será fácil lo prevé el legislador que establece que el Tribunal Constitucional estará compuesto por magistradas y magistrados con "representación paritaria entre el sistema ordinario y el sistema indígena originario campesino" (art. 198, I). Eso sí que es revolucionario.

  • El de representación política y organización del poder. El art. 290 reconoce una "autonomía indígena originaria campesina" como expresión "del derecho al autogobierno como el ejercicio de la autodeterminación de las naciones y los pueblos indígenas originarios y las comunidades campesinas..." que habrán de articularse con las divisiones territoriales ordinarias en la medida en que las poblaciones amerindias manifiesten el deseo de hacerlo.

    Sin duda, el intento del proyecto de Constitución es integrar en un solo país, un solo Estado a las dos comunidades, la minoría criolla y la mayoría amerindia a base de realzar el estatuto jurídico-político de ésta hasta una posición de práctica igualdad en estos terrenos, es decir, el jurídico y el político. Lo que se arbitra con disposiciones de carácter económico que tratan de garantizar que aquella igualdad jurídico-política (esto es, formal) lo sea también en términos reales, materiales.

    Si el proyecto es aprobado en el próximo referéndum y se guardan las formas democráticas como es debido, será, quizá, uno de los más interesantes y prometedores experimentos de la izquierda contemporánea.

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