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dissabte, 18 de juny del 2016

Terceras elecciones o tecnócrata al canto

Si se confirman los vaticinios coincidentes de los sondeos, el 27 de junio nos encontraremos unos resultados similares a los del 20 de diciembre, diputado arriba o abajo.  Siendo los seres humanos imprevisibles, pudiera pasar algo distinto, pero la abrumadora coincidencia demoscópica no anima la esperanza de un cambio.

Una nueva oportunidad pidieron y obtuvieron entonces estos cuatro musilianos hombres sin atributos, que ambicionan ser presidentes de la "gran nación", al decir del genio monclovita. ¿Para qué? Para demostrar alguna originalidad, inventiva o ingenio que rompieran el maleficio de la repetición. No obstante, hasta la fecha solo se les ha visto perserverar cada uno en su empeño con las mismas propuestas anteriores, sin variarlas un ápice. Han mantenido sus enfrentamientos, oposiciones, vetos, reproches, incompatibilidades y, si acaso, las han ahondado a base de declaraciones recíprocamente peyorativas y hasta ofensivas. Su esperanza parece ser que sean los otros quienes desistan. Es la fórmula más segura para reproducir el fracaso anterior. 

A una semana de las elecciones, la repetición del marasmo no solo será resultado del cumplimiento de los sondeos, siempre opinable, sino de los límites rígidos de la lógica de la acción colectiva.  El multipartidismo fragmentado sin mayorías absolutas apunta a dos conclusiones concatenadas: a) cualquier alianza o combinación ha de contar con el PSOE; b) cualquier combinación o alianza en que entre el PSOE será funesta para él. La gran coalición, PP/PSOE, se considera antesala de la desaparición del socialismo como opción futura. La coalición PSOE-Unidos Podemos, la fagocitación del primero. La tercera posibilidad, PSOE-Ciudadanos, es la que más se hunde en las encuestas, como si los votantes quisieran enterrar el único demediado acuerdo que se ha dado hasta la fecha. 

Considérese: todo pacto precisa del PSOE, pero el PSOE pierde en todo pacto. Para los socialistas, por tanto, lo más racional es no llegar a acuerdo alguno. Pero eso es, paradójicamente, lo más irracional para el conjunto y, en consecuencia, también para los socialistas. Es una situación nada infrecuente en la realidad que vuelve locos a lo teóricos de la decisión racional pues rompe una regla básica de la lógica aristotélica, esto es que algo no puede ser ello mismo y su contrario al mismo tiempo: lo racional no puede ser lo irracional. Pero lo es.

Si tampoco ahora pueden los cuatro héroes de nuestro tiempo componer gobierno, serán precisas nuevas elecciones. Una posibilidad estrafalaria para practicarla con el mismo cuarteto.  Nadie puede considerarla sin asomarse a un escenario de ridículo global. Llevan días afirmando rotundamente que no habrá tercera votación, pero haciendo y diciendo lo posible para provocarla. Si la hubiera, ¿admitiría la opinión que se presentaran los mismos pretendientes a probar fortuna en Camelot? 

Si, como es previsible, no fuera el caso, ¿no sería preciso prorrogar la convocatoria de elecciones para dar oportunidad a los partidos de cambiar sus liderazgos? Cambiar liderazgos es cambiar discursos. Pocos están dispuestos a escuchar estos por enésima vez, aunque la televisión ponga a los candidatos a anunciar el tiempo de mañana. 

¿Y quién estará al mando de ese interregno? Es obvio: un/a tecnócrata. Alguien que goce del beneplácito de los poderes europeos y, a ser posible -aunque no imprescindible- sea persona conocida y respetada. 

La disyuntiva -repetición con el mortecino elenco actual o tecnocracia saintsimoniana- es tan deprimente que debiera encender un esfuerzo para impedir que se realice, para que se incumpla. 

España necesita un gobierno. No porque haya de ser bueno en sí mismo sino porque su ausencia es peor ya que no impide el guirigay de quienes quieren construirlo pero no saben por dónde empezar.

dissabte, 21 de maig del 2016

Banderas al viento

Está la delegada del gobierno en la capital del Reino, Concepción Dancausa, entonando el Cara Sol, como cada mañana, mientras borda en rojo su camisa azul cuando suena el teléfono. Sobresáltase Concepción (a quien los camaradas llaman cariñosamente "Conchita") pues no son horas de interrumpir su tarea mañanera, pero responde sin dudarlo. Al otro lado aparece el rostro terso -es una videollamada- de la vicepresidenta del gobierno, con gesto altivo, como siempre, mostrando sus dos incisivos de ratita hacendosa pero con tono conminatorio:

Sáenz de Santamaría (SS): Buenos días, Conchita. ¿Qué haces?

Concepción Dancausa (CD): Recordando a los camaradas caídos en el Alto de los Leones. Es un deber que me impuso mi padre.

SS: Déjalo. Ya lo harás mañana. Hay algo más urgente. ¿Has tomado medidas contra los catalanes en el partido del próximo domingo?

CD: No. ¿Qué hago? ¿Los detengo a todos?

SS: No puedes, tonta. No hay sitio en los calabozos. Haz algo mejor, algo que los saque de quicio a ver si los desmoralizamos. Mira: vendrán todos con la bandera esa con una estrella, que siempre la confundo con la cubana. Prohíbela. Di que en el estadio no se puede entrar con esa bandera... estelada, creo que la llaman, que no sé qué significa. Pero da igual. Tú prohíbela.

CD: Pero ¿cómo? ¿Cómo se prohíbe una bandera?

SS: Coño, Concha, parece que has nacido ayer. Busca una ley cualquiera que ampare tu decisión y emite un comunicado diciendo que no se puede entrar en el campo con la estelada porque es una bandera que incita al odio racial y a romper farolas.

CD: A tus órdenes. Ahora mismo lo hago.

Sáenz de Santamaría corta la comunicación con un seco "¡gracias!", consulta twitter, a ver cómo va el cachondeo de los tuiteros con la deuda pública por encima del 100% del PIB y llama al despacho de Rajoy:

SS: Presidente, ya está hecho.

Mariano Rajoy Brey (MRB): ¿Ha dicho algo Conchita?

SS: Ni pío. Ya está prohibiendo la bandera y en nada tendremos la habitual algarabía rojoseparatista y nadie hablará del aumento de la deuda pública, ni del paro, ni de la corrupción.

MRB: ¿seguro, Sori? Estoy muy preocupado. La última vez que la deuda superó el 100% del PIB fue en 1909 y me van a poner verde. Ya hay quien dice que soy el peor presidente de la democracia.

SS: ¿De qué democracia?

MRB: De esta que tenemos aquí.

SS: ¡Ah, bueno! Creía que hablabas en serio. No te preocupes, presi. En cosa de minutos nadie se acordará de la deuda. Ya lo  estoy viendo en internet.

MRB: ¿En qué?

SS: En internet. Eso que también tendríamos que prohibir. Adiós a la deuda y al PIB. Ya se ha armado...

MRB: ¿Ha dicho algo Pundemún?

SS: Sí. Que no viene a la final. 

MRB: Ese tío es un provocador. Es peor que Mas y, como este, parece que está siempre riéndose de mí..

SS: Espera, Presidente, que me llama por el otro teléfono el ministro del Interior. Le sumo a la videoconferencia. Hola, Jorge. ¿Alguna novedad?

En su despacho, Jorge Fernández Díaz, delante de una retrato de Teresa de Jesús, acaba de rezar un rosario de misterios gozosos, pero su segundo, Cosidó, le ha traído noticias alarmantes.

Fernández Díaz (FD) : Hola a los dos, el Señor esté con vosotros. ¿Quién ha mandado prohibir la estelada?

MRB: Yo, Jorge, hay que desviar la atención...

FD: ¿Desviar? ¿Sabéis la que habéis armado? A ver cómo controlamos eso. Habrá que desnudar a todos los hinchas.

SS: No te preocupes, separaremos a los hombres de las mujeres y nadie pecará. 

FD: Encima, ríete. Habrá que poner un guardia por cada hincha. Además, está el mundo entero riéndose de nosotros.

MRB: ¿Y qué? Pura envidia. Somos una gran nación. ¿Quiénes se ríen? Y ¿qué dicen?

FD: Que en España no hay libertad de expresión.

SS: ¿Lo veis? Conjura judeomasónica con toques venezolanocubanos. Seguro que también la TV iraní.

FD: ¿Que quiénes se ríen? ¡Todos! Desde Nueva York a Berlín. Y lo peor: el Papa me ha mandado un whatspp y estoy muy dolido. 

MRB: ¿Qué dice Su Santidad?

FD: No sé, espera. Lo tiene Cosidó en mi otro móvil. Nacho ¿que dice el Santo Padre? Se oye en off la voz de Ignacio Cosidó (IC):

IC: Dice: "Che, boludo, no seás chanta, ¿están de joda?"

SS: Y eso, ¿qué quiere decir? ¿En qué idioma está? ¿En catalán? No, si verás cómo, al final, hay que llamarlo Francesc.

FD: No lo sé, pero me temo lo peor. ¿Y si nos excomulga?

Se oye un timbre y la voz de Sáenz de Santamaría hablando con otra persona. 

SS: Espera, Conchita, te incorporo a la conversación. Habla. ¿Cómo va todo?¿Hay ya manifas? ¿Podemos decretar el estado de excepción?

CD: Al revés. Un juez acaba de levantar la prohibición. 

MRB: Esto... ya tal. ¿Quién le ha dicho a ese juececillo que se meta en esto?

FD: Espera, Mariano. Ha venido Dios a vernos. Ese juez arregla la situación y nosotros quedamos bien con Su Santidad.

CD: Y yo, ¿qué? Ahora los rojoseparatistas, pedirán mi dimisión. Me habéis utilizado de mala manera.

SS: No te preocupes, mujer. Tú no dimites. No hay razón. Al contrario. Es la separación de poderes en funcionamiento. El poder judicial en España es independiente. Y en cuanto a dimitir por razones morales o así, espérate.

CD: ¿A qué me espero?

SS: A que dimita Mariano. 

MRB: ¿Yo? ¿Por qué voy a dimitir yo? Estaría bueno. Merkel no se sobrepondría. 

SS: Así me gusta, Mariano. Somos la única garantía de estabilidad de España de aquí al fin de los tiempos.

MRB: Una gran nación. Supongo que ahora Puchdemún vendrá. ¿Y qué le digo?

FD: Dile que termine de leer la segunda parte del Quijote que le regalaste el otro día y que vea que, cuando don Quijote va a Barcelona, tropieza con el bandido Roque Guinart, que los catalanes llaman Rocaguinarda, y resulta ser una bellísima persona. Es un síndrome de Estocolmo del siglo XVII. Le dices al Carlas que a ver si va él a ser peor que un bandolero.

MRB: Jorge, los catalanes son todos peores que bandoleros. Son un tormento. No me dejan vivir. Te lo digo en serio, Jorge, los catalanes son un grano en...

FD: ¡Ejem! en salva sea la parte...

MRB: eso, en salva sea la parte de España.

SS: Presidente te recuerdo que la doctrina es que Cataluña es España.

MRB: Mira, Soraya, no me vuelvas loco. ¿Y la europea?
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Todo parecido entre estos personajes y cualesquiera otros de la vida real es pura coincidencia.

divendres, 13 de maig del 2016

Dimensiones de la corrupción

Alguna explicación tiene que tener el hecho de que hasta en un pueblo tan resignado a la idea de que los políticos son todos un puñado de sinvergüenzas y ladrones, la preocupación con la corrupción haya subido de un índice del 20 al 50 en los cuatro años de mandato del PP, según los barómetros del CIS. Es decir, así como el desgobierno del sobresueldos ha resultado ser una máquina de producción de independentistas en Cataluña, también lo es de difusión de la corrupción. De todo tipo de corrupción y en todos los ámbitos. 

La más evidente y generalizada se da en el ámbito político, tanto en el legislativo como en los diversos órdenes de gobierno central, autónomico y local. Pero no se limita a eso. También alcanza el ámbito judicial, en el que se dan casos escandalosos y en otros órdenes, como en el religoso. En realidad, el gobierno de Rajoy ha tenido un efecto demoledor sobre todas las instituciones del Estado, las ha deslegitimado y ha dejado el país en un estado calamitoso que no parece tener remedio a corto plazo y ya veremos si a medio. Ha destruido el entramado moral de la sociedad en su conjunto y la ha convertido en una patio de logreros y granujas en el que cada cual va a aprovecharse de la que pueda a costa del bien común. Y el primero de todo, el sobresueldos,  que tiene a su padre en La Moncloa siendo atendido clandestinamente en su condición de dependiente con cargo a los fondos públicos

El caso del diputado pepero Martínez Pujalte, uno de esos bravos que solía arremeter vociferante contra la oposición al estilo Hernando, es uno de un abanico de representantes y cargos públicos del PP dedicados no a gobernar sino a enriquecerse cuanto antes. Junto a Martínez Pujalte, el diputado también pepero Gomez de la Serna, que hacía caja aparentemente ilegal también ha causado baja en partido. Como ha tenido que causarla el embajador en la India, el pepero Gustavo de Arístegui por cobrar cantidades a las empresas concesionaras o el embajador en el Reino Unido, el igualmente pepero Federico Trillo, un personaje cómico, estilo bravo de José Zorrilla que tiene la embajada manga por hombro y también cobraba cuando era diputado sumas considerables por "asesoría oral" (es decir, por colocar chismes) a una empresa que luego contrataba con la administración pública en la que el tal Trillo tenía sus influencias.

En realidad, toda la administración pública del régimen general que gestiona el PP es un hervidero de actividades delictivas, malversadoras, corruptas y tráfico de influencias, cuando no de blanqueo de capitales, como parece ser el caso de Valencia durante la alcaldía de ese inenarrable personaje de prodigiosa zafiedad que es Rita Barberá, blindada por su partido en el Senado para que los jueces no puedan echarle mano. Es un ejemplo de lo que el PP llama "colaborar con la justicia". Cuando no es un concejal de urbanismo, es un  consejero de obras públicas o cualquier cargo que tenga contactos con contrataciones públicas.

Toda la administración pública del PP está repleta de corrupción. Tanta que cabe parafrasear la célebre obra de Larra con un "Vuelva usted mañana, que lo tendremos todo expoliado". Pero así es. En estos últimos años se han conocido casos que claman al cielo, como en el de cuanto tenga directa o indirectamente que ver con adjudicaciones, contratas, calificaciones, recalificaciones o cualquier trámite en que esta colección de granujas pueda meter la mano. No hay concurso o licitación en los que no medie una mordida o comisión a algún sinvergüenza del PP en un puesto decisivo. Es el caso del ex-consejero Granados de la Comunidad de Madrid que cobraba cifras fabulosas por autorizar colegios, según la señora Aguirre, sin su conocimiento. Ni falta que hacía pues toda la política de la señora Aguirre de liberalización y privatizaciones de la educación, la sanidad y los servicios públicos no es otra cosa que corrupción revestida de ideología. 

Lo curioso es que, en este ambiente asfixiante de corrupción total, como rasgo de la gestión, la oposición no se haya hecho notar. Se trata de un fenómeno característico. La oposición socialista no ha sido capaz de obligar al gobierno a rendir cuentas. La corrupción de los EREs de Andalucía, tan institucional como la del PP en donde este gobierna, la ha deslegitimado  para cumplir su tarea de vigilancia y control. No puede alzar la voz porque se la acallan señalándole un nivel de corrupción que nada tiene que envidiar al del PP. Habrá que ver si los nuevos partidos enderezan la situación que, como se ve, está alimentada por las mayorías absolutas como las del PP o los gobiernos sempiternos como el PSOE en Andalucía. 

En realidad, esta generalización de la corrupción en la sociedad responde a una peculiar relación ejemplar que une a los poderes públicos con la sociedad. Si todos los estamentos sociales ven que puede ser presidente del gobierno una persona que estuvo cobrando sobresueldos de procedencia dudosa durante veinte años y no le pasa nada, un personaje que envía un SMS de apoyo a un presunto delincuente y no dimite sino que, para pasmo general, dice ponerse a la cabeza de la lucha contra la corrupción, de la que habla como si le fuera ajena, la sociedad piensa que aquí puede robarse a mansalva.

Y actúa en consecuencia

diumenge, 8 de maig del 2016

Carta de ultratumba de Maquiavelo a Pedro Sánchez

Desde las regiones hiperbóreas en las que me hallo observo con interés, caro Pietro Sánchez, vuestro gran esfuerzo por alcanzar el principado en condiciones difíciles, llenas de trampas y peligros y con tantos enemigos al acecho dispuestos a liquidaros y repartirse vuestros despojos. Siempre he sentido admiración por los hombres valerosos, los audaces condotieros que se apoderan de grandes principados con su ingenio y valor y la audacia de su aguerrido brazo.

Permitidme que, pues renováis hoy el juramento de lealtad de vuestras huestes, con esos 30.000 bravi dispuestos a acompañaros al combate, os dé algunos consejos, producto de mi experiencia en los asuntos del Poder y las técnicas para conquistarlo y conservarlo. Sé que amáis vuestra Patria tanto como la suya los valerosos pictos que lucharon contra las legiones de Adriano y sé también que, aunque os manifestáis como un abyecto cortesano ante vuestro Rey, en el fondo de vuestra alma sois republicano. Esa capacidad para el disimulo os hace grato a mis  ojos de taimado florentino y solo por ella os diré alguna quisicosa más.

Revestido con vuestra nueva autoridad, ejercedla sin demora y hacedlo con quienes más a mano tenéis: los vuestros. No permitáis que ninguno de esos missi dominici repartidos por los confines de la monarquía se haga fuerte o pueda levantar facción contra vos. Llamad a capítulo a vuestra gonfaloniera del Sur, antes de que en su insensata soberbia se interponga en vuestro camino.

Salid al campo de Marte cubierto con gruesa cota de malla para que los ataques de los enemigos no os hieran. Y felicitaos de que se produzcan. Si os atacan es porque os temen y, al hacerlo, hacen presente vuestra imagen en todos los lares de la patria. Si os niegan vuestra autoridad y la sinceridad de vuestras intenciones, ello no os afecte. Al fin y al cabo, ambas pueden fingirse siempre sobre todo si contáis con una guardia del pretorio capaz de defenderos en situaciones difíciles.

Tenéis que conquistar los platós de la televisión, que habéis abandonado a vuestros adversarios quienes llevan ya tiempo repitiendo allí sus consignas en contra de vuestra casa e intenciones. Estáis obligado a recurrir más a los medios de comunicación porque es en ellos en los que se encuentra la Fortuna que todo guerrero necesita por mucha que sea su virtú, nunca suficiente. Recordad cómo Gatamelata llegó a viejo cubierto de gloria y poder, precisamente por haber sabido domeñar la Fortuna.

La necessitá debiera obligaros a ser más ingenioso o, incluso, a ser algo ingenioso porque al natural no lo parecéis. Y quieran los hados adornaros con algunas luces que os faltan. Os espera batalla en un doble frente, en contra del actual príncipe en el trono que, para defenderlo, os atacará a muerte y en contra de unos jóvenes gibelinos que, al grito de ¡Podemos!, pretenden arrebataros vuestra posición, sustituiros en ella y dejaros sin la posibilidad de conquistar el principado. Tened además en cuenta que estos dos enemigos, patricios y plebeyos, siempre que puedan se pondrán de acuerdo en contra de vos. 

Emplead vuestra virtú en sellar una alianza con el otro grupo "emergente", el de los güelfos que se autotitulan Ciudadanos y presentadla en el foro como vuestra gran aportación de gentes  concernidas por el porvenir de la nación,  modernizadoras, centristas y moderadas, algo que el pueblo siempre, temeroso de radicalismos, valora mucho. Tened  presente el ejemplo de aquel astuto monarca, Fernando de Aragón, en quien yo mismo me inspiré, porque lo sabía inspirado por la Providencia. 

Os atacarán, acusándoos de haberos aliado con el maligno por vuestra ansia de poder. No os importe. Esos ataques mantendrán viva la atención del pueblo en vuestra persona y os ayudarán a convencer a los güelfos, la otra parte de la alianza, de que le interesa echar su suerte con la vuestra porque, al fin y al cabo ambos queréis el poder.

Y recordad siempre que la gloria solo la alcanza quien osa ir por ella al precio que sea.
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Post Scriptum: quizá debiérais, aunque se me hace arduo, dada vuestra cerrada mentalidad centro-imperial y escurialense, aveniros con las tribus bárbaras que moran al norte del Íber, hispánico río. Son gentes insumisas, muy apegadas a su vetusta cultura y lengua y de trato difícil por su gran amor a la independencia. Ofrecedles la administración de sus propios tributos, liberándolas de las exacciones a las que las someten los actuales procónsules y virreyes. Quizá consigáis convencerlas de que se alisten en vuestros invictos tercios; pero lo dudo.

dimecres, 27 d’abril del 2016

Cataluña y el gobierno de Madrid

Aquí está ya mi artículo de hoy en elMón.cat. Justo en este momento en que Cataluña camina hacia la independencia, en Madrid no hay gobierno central. Mucho peor: después de cuatro años de un verdadero desgobierno, hecho de rapiña, saqueo, corrupción, arbitrariedad, nepotismo, neofranquismo, beatería, después de cuatro años de un gobierno nacionalcatólico, más estúpido y meapilas que los de Franco, nos encontramos con un vacío de poder. Y vaya usted a saber hasta cuándo durará, dado que, según todos los indicios, les resultados pueden ser un calco de los que dejaron las elecciones del pasado 20 de diciembre.

Barcelona y Madrid, Cataluña y España, han vivido generalmente de espaldas. Un noventa y tantos por ciento de los españoles no solo no sabe catalán sino que ni lo entiende y un porcentaje también muy elevado se cabrea cuando los catalanes lo hablan en su presencia porque cree que lo hacen para fastidiar. Llegar hasta aquí sanos y salvos ha sido un milagro. Seguir adelante será un portento.

Es interesante peguntarse qué interesará más a los independentistas catalanes, si que haya o no haya gobierno en Madrid. No adelantaré mis conclusiones. Aquí puede leerse la versión castellana del artículo:

¿Importa en Cataluña el gobierno de Madrid?

A primera vista se diría que sí, al menos mientras lo que se decida en Madrid influya en Cataluña. Pero ¿para qué importa ese gobierno? Suele decirse en estos casos que para tener un interlocutor. Sin embargo eso no es decir mucho porque lo habitual es la falta de interlocución con Madrid o, cuando se da, la interlocución negativa. Madrid es el muro del no o el del silencio. Madrid y Barcelona son dos entes que, en el mejor de los casos, se “conllevan” orteguianamente; en el peor, se enfrentan; y entre medias, en situación de normalidad, se ignoran.

Pero ahora, con un proceso de desconexión en marcha, la habitual mutua ignorancia quizá no sea la actitud más inteligente. De ahí que los sectores políticos con una mínima sensibilidad democrática hayan hecho movimientos de tanteo, a ver cómo están las circunstancias. Los tres dirigentes de la oposición han ido a ver a Puigdemont y Puigdemont ha tomado la iniciativa de presentarse en La Moncloa con una lista de cuestiones pendientes de solución que ya se acercan al medio centenar.

La reacción del Estado, ahora en funciones, ha sido la habitual del enrocamiento imperial y carente de todo ánimo dialogante y democrático: no a la petición principal de una consulta y para las 43 restantes, nómbrese una comisión de viceautoridades que en España equivale al silencio. Como siempre: no y silencio hasta cuando no hay gobierno. ¿Merece la pena que lo haya? Según los políticos españoles, sí, aunque no lo demuestren con sus actos. ¿Merece la pena a los catalanes? Eso es lo que hay que matizar.

Se diría que, a los efectos de los fines estratégicos (independencia en la Generalitat, unionismo en el gobierno de Madrid) conviene que los dos gobiernos sepan a quien llamar en caso de necesidad. Pero eso puede ser inercial. Cuando hay gobierno en Madrid, aunque esté en uso pleno de sus competencias, a los efectos catalanes, siempre está en funciones, porque carece de estrategia alguna que no sea la conservación del statu quo. El statu quo que le ha llevado a que no haya gobierno, como puede verse.

Los nacionalistas catalanes han colaborado muchas veces a la gobernación de España y han sido decisivos en bastantes de ellas no siempre al gusto de todos. Pero, desde la decantación del nacionalismo por la independencia, esta tradición no tiene sentido. Los diputados catalanistas solo pueden coadyuvar a la formación de un gobierno en España que se comprometa a facilitar la autodeterminación con posible secesión catalana. Es decir, España solo puede tener gobierno si el gobierno trabaja contra España. No es una contradicción nueva. Los gobiernos de España siempre han trabajado en contra de España. Lo que sucede es que ahora la contradicción sale a la luz y pone de relieve el problema en toda su crudeza: que no es la “cuestión catalana”, sino la cuestión de la viabilidad de España.

En estas circunstancias y luego de los tres meses de negociaciones para la formación de gobierno en Cataluña, finalmente exitosas, y de los cuatro meses para la del gobierno en España, finalmente fracasadas, la conclusión lógica desde el punto de vista catalán es que allá se las compongan en Madrid y nosotros a lo nuestro. Porque, salga lo que salga en las próximas elecciones españolas, lo más probable es que la relación de fuerzas en el Congreso de los Diputados sea parecida a la que hay ahora y la capacidad de incidencia de los independentistas catalanes sea también similar, porcentaje arriba o abajo.

Es decir, no es en absoluto descartable que, con esta situación de bloqueo y crisis institucional, corrupción e incompetencia, en España siga sin haber gobierno O que el gobierno hoy en funciones siga en funciones otra temporada. De este modo, el de la Generalitat habrá consumido casi la mitad del tiempo de su hoja de ruta a la independencia en espera de que haya alguien al otro lado de la línea.

Como quiera que el resto de las instituciones catalanas –tanto las dependientes del ejecutivo como las del legislativo- siguen funcionando y haciéndolo además con bastante holgura porque el grado de hostigamiento central es muy bajo, lo conveniente es continuar con los planes como si en Madrid hubiera una gobierno y la prudencia aconseja pensar que, de haberlo, sería claramente hostil a la hoja de ruta. Es decir, la prudencia manda fabricar una realidad virtual y contrastar todas las medidas con las previsibles reacciones que provocarían en el gobierno central, caso de que hubiera uno.

Así, cuando lo haya, lo que se encontrará enfrente será una Cataluña preparada para negociar, desde luego, pero también preparada para seguir su camino si no hay negociación.


dimarts, 26 d’abril del 2016

Salir de la nada

Si de verdad los partidos no quisieran elecciones irían Rajoy y Sánchez cogidos de la mano a decir al Rey que formaban coalición, la gran coalición. Una imposibilidad según el sentir universal, pero no una imposibilidad fáctica, real, lógica o política. En todo caso aquí no se va a elecciones sin más. La derecha muestra esta seguridad casi granítica en su suelo de siete millones de votos. Aspira incluso a superarlos. Pero siete los da por seguros. Siete que la votarían incluso aunque no se presentara. Sus esperanzas están puestas en que los otros metan la pata o hagan el ridículo o se les pueda poner en él. Sobrellevará los casos de corrupción como los dioses se lo aconsejen. Y a esperar el sabio pronunciamiento del pueblo.

Ciudadanos afronta sus segundas elecciones generales y confía en que el lugar conseguido en las de 2015 se ensanche. Lo que no sabe es cómo. La insistencia en la indisoluble unidad del artículo 2 es escamente visible entre el ¡más España! de Sánchez y el España es una gran nación de Rajoy. Y en los demás asuntos C's no acaba de presentar marca de fábrica que arraigue. Van bien vestidos, pero no está claro lo que dicen porque además dicen poco y siempre en relación con asuntos concretos, casos de corrupción y similares. Su intento de trasvasar parte importante del voto del PP se ha visto frustrado y si el viejo armatoste descangallado aguanta, quedará en nada. Pero también merece la pena esperar. El descubrimiento de Manos limpias apunta en esa dirección. Puede haber más Manos limpias.

El PSOE sale en la peor posición y con todos los datos y elementos en contra. Lleva dos resultados electorales muy malos de seguido y no parece que la tendencia vaya a invertirse. Entra en campaña electoral prácticamente sin programa, sin alternativas claras y en mitad de una bronca interna con la peor pinta. Y eso con un liderazgo muy problemático. A las primarias que van a convocarse solo se presenta Sánchez. Está claro, no hay abundancia de corrientes internas, de opiniones, de tendencias. No hay ni siquiera intereses,y eso ya es mucho.

Más a la izquierda, el programa del sorpasso. El viejo sueño de IU y, más atrás, del PCE. El sorpasso (algo que intentaron hacer los comunistas italianos y no pudieron) viene a ser como el ajuste de cuentas definitivo de una división de la izquierda de hace cien años, de cuando los socialdemócratas traicionaron el espíritu internacionalista del movimiento obrero. El Sorpasso es el cumplimiento del mandato de la conferencia de Kienthal. El problema, sobre todo con los de Podemos, es que hablen. Como sigan inundando las ondas con su cháchara pueden encontrarse con un disgusto.

Las opciones dibujadas hasta aqui son meras lucubraciones sobre lo que deben estar pensando los personajes que han puesto en marcha la segunda parte de un acto. Nada más. Lo que sea, sonará.

dilluns, 25 d’abril del 2016

El día D

A Palinuro le parece de perlas que la gente negocie, pacte, acuerde, se comprometa. Es más fácil actuar cuando se va en grupo, en acción acompasada. Y también que se haga de forma discreta, aunque no tiene nada en contra de la diplomacia a bombo y platillo. Cada día lleva su afán y habrá momentos en que no se quiere avanzar y otros en que no se quiera parar. Todo eso da igual. Lo que carece de sentido es ponerse a lanzar luego trinos sobre las ventajas de la deliberación colectiva y el asamblearismo. Las decisiones tomadas en circunstancias jerárquicas jamás podrán pasar por decisiones espontáneas de asambleas de representación directa. 

Y eso es lo que ha pasado y está pasando en Podemos. Lo que ya preveía Rosa Luxemburg:  el consejo, la asamblea es controlada por el partido; el partido, controlado por el Comité Central y el Comité Central, por el secretario general, del que no cabe hablar salvo para escucharlo. Lo que se le ocurra. Los pactos, negociados y acordados de modo discreto se supone irán dirigidos a mejorar la vida de la gente no, por lo que parece, preguntándole, sino por especulación de lo que interesa. En este terreno de pactos inútiles, también puede haberlos secretos, ¿por qué no?

Todo esto, suena y huele a vieja política. Verdad es que, para evitar este juicio, Podemos lo remite todo a consulta de los círculos, generalmente en forma de referéndums o consultas plebiscitarias del tenor de "¿está usted de acuerdo en lo que ha acordado el amado líder o prefiere usted una segunda y profundamente errónea opción?" Pero estas consultas tienen el valor que tienen: ninguno. Lo que no quiere decir que los glosistas no lo saluden como algo milagroso.

 Las elecciones han comenzado en España. PP ha abierto cargando duramente contra C's por ver en él un sumidero de votos antaño fieles. Fuera de esto es poco lo que el Sobresueldos puede hacer excepto postular su desgastada presencia como centro de ilusión de su mensaje y esperar que los adversarios presenten figuras todavía más desprestigiadas.

A su vez, Podemos carga contra el PSOE. Ya se ha terminado la fábula de un gobierno de izquierda, incluidos lo socialistas, con los que nadie había contado. Lo que se quería era entretenerlos para acabar yendo a elecciones, echándoles la culpa. En el fondo, las nuevas elecciones son el último combate singular para decidir quién hegemoniza la izquierda. En principio, el acuerdo al que lleguen Podemos e IU quiere presentarse como una promesa de finiquito de los socialistas. Y, por supuesto, los emergentes escenifican mucho mejor esos eventos públicos multitudinarios, jugando algo con el recuerdo de Woodstock y los grandes happenings del pasado. Frente a ello da la impresión de que los socialistas solo pueden escenificar festivales de barrio con una rifa.

Y no se hable de los medios. Podemos ve muy mal que haya medios que le son contrarios. Pero mantiene silencio sobre aquellos otros tan favorables que más que medios son su aparato de propaganda, esto es, Público, la Cuatro, la Sexta. Además de estos, quiere que los demá medios también le sean sumisos y eso es difícil en condiciones de medios como empresas y de mercado relativamente libre.

Al margen de la demagogia algo está claro: así como la derecha tiene una bateria de medios impresos y audioviuales y la izquierda podémica hace lo mismo, conviene recordar que el PSOE no dispone de ningún medio favorable y mucho menos una batería de ellos.  Su voto solo puede depender de la movilización de su militancia y el ingenio de sus dirigentes, dos cosas muy problemáticas.

diumenge, 24 d’abril del 2016

Cuatro meses a la bartola

Me acuerdo de los meses entre el 27 de septiembre de 2015 (últimas elecciones autonómicas/plabiscitarias de Cataluña) y los primeros días de enero de 2016 en que se compuso gobierno catalán in extremis, con la retirada de Artur Mas en el ultimísimo momento. ¡Cuántas risas se echaron los comentaristas de la corte a cuenta de la segura incapacidad de los catalanes de constituir un gobierno! ¡Cuánta mala leche en los vaticinios! ¡Cuántos chistes sobre la incompetencia de los independentistas para llegar a acuerdo alguno!

Hoy hay un gobierno en Cataluña con mayoría absoluta en el Parlament y una hoja de ruta clara y precisa hacia la independencia, mientras que en España, después de cuatro meses de negociaciones, no hay nada, ni pinta de que vaya a haberlo en un futuro a medio plazo. El ridículo de los partidos españoles ha sido inmenso: cuatro meses de vacío de poder para provocar otro vacío de poder de otros cuatro meses.

Volvemos enseguida sobre los partidos. Entre tanto, ¿qué me dicen del Congreso? Constituido en tiempo y forma, ha sido incapaz de conseguir que el gobierno dimita mediante una moción de censura. Ha fracasado  en su labor de control y oposición. Ha incumplido su tarea. Ha demostrado no servir para nada pues la situación de interinidad. No puede obligar al gobierno a comparecer, ni siquiera cuando, como es el caso, se declara en rebeldía.

Con este Parlamento se percibe claramente la tomadura de pelo de los partidos. Ninguno de ellos ha hecho un movimiento conducente a formar gobierno, salvo la alianza de C's y PSOE que, no sumando los votos necesarios, tampoco consiguió atraer a nadie más. El PP  no ha hecho nada, salvo pedir su apoyo al PSOE sin ofrecer nada tangible a cambio, por ejemplo, la retirada de Rajoy porque lo que verdaderamente le importa es el horizonte penal de varios altos miembros del PP, empezando por el de él mismo. La dicha retirada hubiera, quizá, permitido algún acercamiento con C's, pero tampoco sumaría mayoría absoluta. No siendo esta, no hay otra fórmula ganadora que la Gran Coalición, asunto literalmente impensable. El PSOE ha cubierto el expediente, sosteniendo que su pacto previo con C's no le permitía muchas alegrías.  Podemos arrancó la situación proponiendo medidas teniendo en cuenta sus exclusivos intereses y pensando, más que nada, en imposibilitar toda coalición e ir a nuevas elecciones pero que pareciera que las provocaba el PP.

En estas condiciones, no hay ninguna seguridad de que el resultado de las elecciones no sea similar al que hay ahora, lo que provocaría un  bucle muy peligroso para la gobernación del país. Parece que el electorado se ha dado cuenta de esto y comienza a cuestionarse la situación y a concentrar los votos en C's y PSOE. Como era lógico, viendo las circunstancias. Si se repiten los comicios, el mensaje de Podemos y C's serán muy claros: hay nuevas elecciones porque el PP y Podemos han obligado a ello. Es comprensible que, para evitar esta mala fama, los de Podemos traten ahora desesperadamente de confluir con quienes hace medio año solo les merecía desprecio, IU. Pero es obvio que no va a salirle porque el lastre ahora en unas elecciones ya no es IU sino el propio Podemos, cuya capacidad de fragmentación es superior a la de IU.

De hecho, se trata de cuatro meses de inactividad y descanso que los partidos pueden aprovechar muy bien para ejercitarse algo más en el análisis político. 

dijous, 21 d’abril del 2016

La visita del marciano

Por fin se han visto Puigdemont y el sobresueldos, gracias a la iniciativa del primero. Los líderes de los otros tres principales partidos de ámbito estatal, Sánchez, Iglesias y Rivera ya habían ido a charlar con él a las tierras de la antigua marca hispánica. Y volvieron muy contentos. Los catalanes, afirmaban, no muerden y Puigdemont es una persona encantadora, educada y políglota. Las noticias llegaron a La Moncloa, aunque parezca mentira, pero su inquilino no se dio por enterado. Él ya había roto con Mas en 2014 y es mucho español, partidario del mantenella y no enmendalla. Además, esto de la buena educación, la cortesía, las maneras educadas son refitolerías de personajillos. Él jamás descolgaría el teléfono para llamar a un catalufo que no se peina. Le daría urticaria borgoñona.

Bromas aparte, es increíble la absoluta incompetencia de comentaristas, analistas y otros istas sin aristas. Nadie ha explicado el significado y contenido reales de esta entrevista entre Puigdemont y Rajoy.  Nadie parece capaz de interpretarla en su alcance. Y no es difícil. Veamos:

Puigdemont preside un gobierno en plenitud de poderes, con un apoyo parlamentario claro, un programa y un objetivo fijado en el tiempo.

El sobresueldos preside un gobierno en funciones, que no pinta nada, sin apoyo parlamentario y sin saber a dónde va, si va a alguna parte.

Puigdemont dispone de la mayoría absoluta del Parlamento tras unas elecciones limpias con resultados claros. Comparece en la cámara cuando se le pide y da las explicaciones pertinentes.

El sobresueldos no tiene mayoría absoluta en el Parlamento, frente al cual se ha situado en rebeldía, negándose a comparecer, a rendir cuentas; y actúa como un verdadero "okupa" de La Moncloa.

Hay una diferencia de legitimidad abismal. Tanto que cabe reprochar a Puigdemont que pierda el tiempo viniendo a hablar con este pecio, que no pinta nada ni tiene nada que hacer pues, como él mismo reconoció, tiene la "agenda bastante libre". Y tan libre. Como que no hace nada ni nadie lo tiene en cuenta para nada. En realidad, la visita del catalán es casi como la de un marciano a un cortijo español cuyo propietario es un gandul.

Un gandul que dice "no" a todo. No a todas las propuestas que trae Puigdemont, como ya dijo "no" a las que le trajo Mas en 2014. "Ustedes, señores catalanes, parece estar diciendo, hagan lo que quieran pero en España mando yo y aquí no se mueve nada ni nadie".

¿La consulta? De consulta, ni hablar. La ley lo prohíbe y el okupa explica a Puigdemont que la ley está por encima de todo, per damunt de tot. Dos observaciones para acabar de entender por qué el catalán marciano salió de la entrevista pellizcándose para saber si estaba despierto o todo había sido un mal sueño:

1ª) Rajoy llama "ley" a las normas jurídicas que él y los suyos cambian cuando les da la gana y como les da la gana. La Constitución (art.135), la Ley de Radiotelevisión española, la Ley de Enjuiciamiento Criminal, la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional... todo lo que no le cuadra lo cambia a su antojo. Luego, dice a lo demás que tienen que someterse a la ley, esa misma que él cambia cuando le peta. Es decir, los demás, los catalanes especialmente, tienen que someterse a la ley del embudo.

2ª) No es verdad que la ley prohíba hacer la consulta. La Constitución dice (art. 92, 1) que "las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos" y, por otro lado, (art. 150, 2) añade que "el Estado podrá transferir o delegar en las Comunidades Autónomas, mediante ley orgánica, facultades correspondientes a materia de titularidad estatal que por su propia naturaleza sean susceptibles de transferencia o delegación." Alguien podrá decir que, con este artículo, sobra el resto de la Constitución y, por supuesto, todo el título VIII sobre Comunidades Autónomas. Y no le faltará razón. Pero, por ahora, no queremos ir tan lejos. Bastará con observar que, según la Constitución, el Estado podría transferir a Cataluña la competencia para hacer un referéndum de autodeterminación como han hecho los escoceses y los quebequeses

O sea, si los catalanes no pueden hacer un referéndum de autodeterminación no es porque la ley lo impida (como mendazmente sostienen Rajoy, Sánchez y Rivera) sino porque a los nacionalistas españoles no les da la gana.

Que es el criterio con el que estas gentes llevan desgobernando el país hace cientos de años.

Ya puede el marciano volverse a Marte.

diumenge, 17 d’abril del 2016

España siglo XXI (I)

Da igual que tu ministro de Industria, Energía y Turismo haya dimitido hace menos de 24 horas porque le han pillado con dinero en paraísos fiscales. Da igual que al presidente de honor de tu partido, José María Aznar, Hacienda le haya multado con más de 70.000 euros por engañar al fisco y a todos los ciudadanos que pagan sus impuestos. Igual que al alcalde de Granada de tu partido lo hayan detenido por un asunto de corrupción. Igual que tengas docenas de miembros de ese tu partido, el PP, presidentes, consejeros, alcaldes, concejales, procesados o cumpliendo condena ya condena o procesados por ladrones. Igual que tú mismo hayas estado cobrando sobresueldos durante veinte años presuntamente en negro.

Da igual que hayas mantenido tu país en la ruina, que haya más parados que cuando llegaste al poder hace cuatro años, que los jóvenes tengan que emigrar en busca de trabajo, que hayas expoliado el 60 % del fondo de reserva de las pensiones, que la deuda pública pase del 100% del PIB, que el salario mínimo sea uno de los más bajos de Europa y los impuestos y las tasas universitarias de los más altos de Europa.

Todo eso da igual. Tú vas a un congreso en Zaragoza sobre educación, no dices ni palabra sobre el desastre que has organizado en el país y, entre otras mamarrachadas propones que nadie pueda licenciarse en España si no tiene un buen nivel de inglés.

Tú, que no hablas ninguna lengua. Ni la tuya. Y mucho menos el inglés.

Lógicamente, al término de tu comparecencia sales corriendo por las puerta de atrás para que ningún periodista pueda preguntarte nada. Terminas tu mandato como lo empezaste: escondiendote como un conejo.

Esto es España, siglo XXI.

Y hasta es probable que te voten.

dissabte, 16 d’abril del 2016

El final de la banda de ladrones

Pudiera parecer excesivo referirse al gobierno en funciones como una "banda de ladrones". Y lo sería si no fuera porque es una banda de ladrones. Un gobierno apoyado por un partido, el PP, al que los jueces consideran una asociación de malhechores, ¿qué otro nombre merece? ¿Qué otro nombre un gobierno presidido por un tipo que se tiró veinte años cobrando sobresueldos de una presunta caja B y mandaba SMS de apoyo a su compi Bárcenas, en la cárcel por supuesto delincuente?

Que haya tenido que dimitir un ministro sinvergüenza por unas cuentas en un paraíso fiscal no quiere decir nada, se argumentará, porque eso pasa también en otros países democráticos en Europa. Bueno, no tanto. Soria no ha dimitido como suele hacerse; ha habido que echarlo a patadas. Y no es el primero. Hace dos años también tuvo que dimitir la ministra Mato del mismo gobierno, también a la fuerza y también por corrupta. Y ahora resulta que la admiten a trabajar en el PP, cómo no, en la asociación de malhechores claro. Teniendo en cuenta que esta dama obtuvo hace unos meses una prestación por desempleo, ¿sabemos si ha renunciado a ella o si, siguiendo inveterada costumbre en esta tira de mangantes, va a compatibilizar su lujoso paro con el enchufe en el PP?

¿Qué otro nombre merece un gobierno apoyado en un partido cuya secretaria general, Dolores de Cospedal, entre otras arbitrariedades (siempre barriendo para casa) según parece, desvió una pila de millones de un hospital para pagar unas facturas de publicidad a su mayor gloria? ¿Qué otro nombre un gobierno que ha esquilmado el 60% del fondo de las pensiones? ¿Uno que ha elevado la deuda pública por encima del 100% del PIB, cosa que no pasaba desde 1909 y que ha hipotecado el futuro de generaciones y generaciones?

¿Qué otro nombre merece un gobierno muchos de cuyos presidentes autonómicos, consejeros, alcaldes, concejales, son una partida de ladrones, estafadores, malversadores y granujas que están en la cárcel o a punto de entrar en ella? Un partido a cuyo presidente de honor (¡de honor!), José María Aznar, acaba de multar Hacienda con más de 70.000 euros por estafar a la colectividad y engañarla haciendo trampas en los impuestos. ¿De qué honor hablan estos robaperas?

Parece claro que merecen ese nombre sobradamente. Pero lleven algo más allá el ejercicio y digan qué nombre merece una oposición que en cuatro años ha sido -y sigue siendo- incapaz de oponerse a nada, una oposición que ha colaborado con la banda de ladrones, haciendo como si no fuera tal, como si fuera un partido, un gobierno y gente a la que hubiera que respetar. Una oposición de cómplices y cobardes, incapaces de presentar una moción de censura y de denunciar públicamente a esta banda de impresentables. Qué nombre merece hoy esta misma oposición que, tres meses después de las elecciones, carece de valor para echar a este gobierno de mangantes y obligarlo a rendir cuentas. Mucha trasparencia, mucha regeneración, mucha democracia, mucha indignación, pero llevamos tres meses soportando a unos sinvergüenzas inveterados y todo lo más que estos escomendrijos se atreven a pedir con un hilillo de voz es que comparezca el sobresueldos a balbucear sus habituales sinsorgadas.

El mismo Sobresueldos que hace diez días que dijo a Évole, y lo oímos millones, que asumiría su responsabilidad política si alguien nmbrado por él cometía algún acto de corrupción. Doble contra sencillo a que no lo hace y ninguno de estos mindundis de la oposición se lo pide.

Por si acaso el Sobresueldos argumenta -que capaz es- que Soria cometió sus barrabasadas antes de que él lo nombrara, hay que argumentar que la nueva corrupción ha consistido en mentir como un bellaco, en llevar una semana mintiendo como un bellaco. Como lo que es.

dimecres, 13 d’abril del 2016

Vacío de poder en España

Mi artículo de hoy, en elMón.cat, que me lo han trasladado del finde a la mitad de la semana, el miércoles, que es el día dedicado a Mercurio, un metal líquido. Tengo simpatía por ese dios, el Hermes de los griegos, a su vez un tipo polivalente: mensajero de los olímpicos, patrón de los ladrones, los comerciantes y los mentirosos (sans blague!) y de muchas otras cosas y presente en muy diversos momentos de capital importancia en la historia de la humanidad. Por ejemplo, es el encargado por los dioses de llevar a Paris la manzana de Eris y decidir el famoso juicio con el que empezó la guerra de Troya. Tuvo amores con Afrodita (¡afortunado inmortal!) de los que nació, lógicamente, Hermafrodito, alguien muy peculiar y que yo convertiría a mi vez en patrón/a de la autarquía o el autoservicio de no ser porque, por otra parte, ligando a la vieja usanza se conoce gente y se hace uno una culturita. En su encarnación como Hermes Trismegistos, da origen al conocimiento hermético que viene a ser una contradicción en los términos y a la hermenéutica o métodología científica que nos enseña cómo siempre cabe entender las cosas de una forma que no se le había ocurrido a nadie antes.

Bueno, lo dicho, sans blague, al grano: el artículo pretende demostrar que España vuelve por donde suele: el vacío de poder como el que hay ahora en el Estado, en el centro de la Península en donde reina un tirano o no manda nadie y el gobierno está en sede vacante. La idea es que los independentistas catalanes aprovechen el momento y aceleren la hoja de ruta. Todo lo que hagan es lo que llevarán ganado cuando los partidos consigan componer un gobierno medio viable en Madrid.

El texto castellano:

El vacío del vacío.


El vacío de poder es condición endémica española porque, cuando no hay vacío, tampoco hay poder. En España no hay nada ni funciona nada, como no sean las organizaciones de delincuentes, desde las redes de trata de mujeres hasta los partidos políticos formados por presuntos malhechores y las burocracias corruptas. La única diferencia entre el gobierno en plenas facultades, que no hacía nada, y el gobierno en funciones, que aun hace menos, es que este último, además, se ha declarado en rebeldía y se niega a rendir cuentas al Parlamento. Ya puede la Cámara pedir la comparecencia del ministro Soria por los papeles de Panamá. Antes comparecerá en el Parlamento de Panamá. O en el de Marte.

Según todos los pareceres, es posible que este gobierno de la derecha ultramontana gane las próximas elecciones con una mayoría holgada en lo que resultará ser un caso único en la historia de masoquismo colectivo. Gente que vota a quien la desprecia, la explota y la esquilma. Incomprensible, pero cierto. Es muy posible que haya cuatro años más de corrupción, de saqueo, de sobresueldos, de chulería españolista, de ley mordaza y franquismo por doquier. Muy posible que el país siga paralizado a merced de la absoluta incompetencia de estos gobernantes. Muy posible que la “gran nación” de Rajoy siga sin pintar nada en los escenarios internacionales.

Frente a este gobierno no hay oposición; no existe un terreno común entre los otros tres partidos institucionales desde el que oponerse. Los tres mosqueteros con un mandato clarísimo de constituir un gobierno como fuera han fracasado en su empeño. Los mismos que se reían de los catalanes porque no componían gobierno a raíz de las elecciones de 27 de septiembre se encuentran ahora en la misma situación, pero con peores perspectivas y una evidente falta de capacidad para resolverla. Se intercambian acusaciones, no proposiciones. Como el gobierno al que se oponen, tampoco sirven para nada. 

En este momento, la única oposición real que hay al gobierno en funciones es Cataluña. El único territorio que marca distancias y tiene a raya al nacionalismo español es Cataluña. Las relaciones entre el gobierno del Estado y la Generalitat no solo son inexistentes sino de abierta confrontación… por parte del gobierno central. Rajoy llega a Cataluña y no se entrevista con el presidente de la Generalitat que es tan Estado como él, sino que se limita a proferir amenazas en tono apocalíptico y tonterías en clave castiza. Como si esto fuera el backyard del decrépito imperio español.

Por lo demás, a Cataluña, como única oposición del régimen de la derecha neofranquista, le da igual que el gobierno del Estado esté en manos de la derecha o de la izquierda en la medida en que las dos son nacionalistas españolas y contrarias no solo a la secesión de Cataluña sino a la mera idea de un referéndum consultivo, no vinculante, con el fin de aplicar el principio democrático. Solo Podemos parece aceptar la idea de un referéndum catalán y no está muy claro en qué términos.
Siendo el único contrapoder real al gobierno del Estado, la Generalitat no puede esperar ayuda de ninguna otra parte, sino, al contrario, reproches, críticas y amenazas. Cuando no meras provocaciones, como suele suceder en las redes en donde se vierte el mayor porcentaje de catalanofobia imaginable. Solo puede contar con sus propias fuerzas, sus instituciones, su sociedad civil y su gente. Y con la simpatía que pueda despertar en la comunidad internacional por su carácter abierto, democrático y pacífico.

La minoría nacional catalana en España tiene derecho de autodeterminación diga lo que diga el Tribunal Constitucional español y todas las autoridades del Estado, pero ningún gobierno español permitirá su ejercicio. Siendo como es una minoría nacional estructural en el conjunto del Estado, no puede esperar que funcione en su caso el principio democrático porque los catalanes nunca serán una mayoría dentro de España y no les llegará solidaridad de ninguna de las partes que extraen beneficios del sojuzgamiento catalán.

Por eso, lo mejor que puede hacer es aprovechar ese vacío de poder que hay en España para llevar adelante su hoja de ruta y proceder a la desconexión cuanto antes.

dimarts, 12 d’abril del 2016

El fracaso

No pueden ni verse. Ninguno. Y eso se nota. A la legua. Y como no pueden ni verse no les importa fracasar en la tarea de componer gobierno. Así no tienen que aguantarse en el consejo de ministros. Tampoco les va a suponer perjuicio alguno. Piensan volver a presentarse y como el sistema electoral es de listas y ellos van los primeros, están seguros de que saldrán elegidos. Conservarán el escaño. Y el salario. Y las prebendas. Y seguirán impartiendo doctrina por las televisiones, concediendo entrevistas y poblando los medios digitales con sus necedades. Con un poco de suerte, tambièn saldrán elegidas y elegidos sus amigos, compadres, "compis". Todos a vivir del cargo. La oligarquías partidistas en plena función. Todas iguales. Con diferencias de atuendos, pero idénticas en el porte. Todas monolíticas, apoyando al jefe. Incluso cuando te maltrata. Sin una discrepancia, sin una crítica. Peligra el escaño, el cargo, el sueldo. ¿Qué más da? Han fracasado, pero repiten. Ninguno, me juego el cuello, se retira. Ni uno. Todo sigue igual.

¿Todo? Bueno, los parados están más parados y llevan más tiempo; los puteados, más puteados. Los jóvenes no tienen futuro; las mujeres tan machacadas como siempre; los inmigrantes en situación de penuria; los niños en barracones como escuelas; los trabajadores, cada vez más precarios. Pero esos no importan, no cuentan, no salen en la tele. Por la tele salen estos inútiles, repitiendo sus monsergas, encantados de haberse conocido.

Mientras tanto, en efecto, es posible que Rajoy repita mandato, con o sin ayuda de C's. EL peor presidente, el más antipopular, el más agresivo contra la gente, el peor valorado en la historia de la democracia, puede quedarse otros cuatro años. A terminar su tarea de la involución democrática, llevando a España a niveles de desarrollo muy bajo en las escalas mundiales. Todavía le queda Estado del bienestar por destruir. Y fomentando y extendiendo en la sociedad los modelos y pautas de comportamiento de la banda de presuntos ladrones del partido del gobierno. En el horizonte cuatro años más de franquismo, de expolio, de robos sin tasa, de corrupción, de imbecilidad, de leyes mordaza, de imperio de los curas y parásitos del clero. Cuatro años más de chulos y vividores, de corruptos y mangantes.

Andan culpándose unos a otros del fracaso. El PSOE a Podemos y Podemos al PSOE. Los partidarios de los otros y los unos, los de Iglesias y los de Sánchez, los fulanistas y menganistas de turno, repitiendo como papagayos las mentiras y tonterías que sueltan sus líderes, por los que se dejarían matar antes que enterarse de lo que sucede en realidad. Los socialistas son unos burócratas acríticos, dispuestos a pactar con quien les digan, sobre todo si es bien de derechas. No tienen arranque, ni empuje, ni valor para hacer una oposición digna de tal nombre. Los de Podemos son unos mastuerzos pagados de sí mismos, exhibicionistas sin capacidad real de liderazgo, repletos de soberbia injustificada y consumidos por un odio al PSOE que los va a llevar a la tumba. 

Las consecuencias de esta incuria, de esta incapacidad para reaccionar y hacer algo que no sea atornillarse en la poltrona vamos a padecerlas todos. 

dilluns, 11 d’abril del 2016

Ténganse todos, malandrines

De aquí al dos de mayo, Jauja. El presidente de los sobresueldos se ha ido a Barcelona a tranquilizar a la mayoría silenciosa asegurando que jamás tolerará que quiebre la soberanía nacional y lo que haya de ser España lo decidiremos todos los españoles. O sea, de referéndum catalán, nada. A propósito se me ocurre cogerle la palabra: vale, que todos los españoles decidan en referéndum qué ha de ser España. Luego echamos cuentas de lo que hayan votado en Cataluña y tendremos una idea aproximada de cómo está el apoyo a la independencia. ¡Ah! Que eso tampoco. Lo que haya de ser España lo decidiremos todos los españoles, pero solo cuando el sobresueldos lo diga. Antes, ni hablar. Es decir, en realidad, los catalanes no pueden decidir y los españoles, tampoco. Es la mejor manera de acabar con la pesadilla esa del derecho a decidir. Breve y claro: los catalanes no tienen derecho a decidir y los españoles, tampoco. Buena gana de estar creando problemas continuamente.

Ayer o antes de ayer, El País traía en portada una noticia prospectiva, esto es, daba cuenta de algo que no se había producido pero podría producirse. Se decía que Sánchez reconsideraba su negativa a negociar nada con el PP. Con la ensaimada del desayuno atragantada en el gaznate, César Luena o alguno de esos mozos que tienen el oído del líder, desmentía de modo rotundo: con el PP, ni a cobrar. O sea, El País podía haberse inventado la noticia. El Mundo hace ahora lo mismo y trae a portada una noticia de la semana que viene: Rajoy ofrecerá una vicepresidencia a Sánchez y pactará con él una reforma de la Constitución. Eso no es informar sino profetizar. Y entra muy dentro de lo posible dado que Rajoy tiene, según él, mucho sentido común, pero ningún sentido del ridículo.

Aunque nunca se sabe. Hace una semana, Sánchez se veía presidente. Ahora, de seguir las cosas así, no se ve ni de cesante. Su porvenir es oscuro y, antes de volver al anonimato del que lo sacaron unas primarias muy contestadas en cuanto a su limpieza, a lo mejor no hace ascos a que lo nombren algo en el gobierno de Rajoy. Esto quiere decir que las reformas urgentes de las que tanto esperábamos se postponen a un incierto futuro. Víctima del despecho, al verse negado por Iglesias, el socialista Hernando le manda una carta de recriminaciones en estilo amante frustrado, reprochándole frialdad, alejamiento, escaso interés. Él, que hubiera hecho lo imposible por satisfacer a Podemos comprueba con amargura que son otros quienes tienen la atención del líder.

Los de Podemos, de vuelta de todo, valientes guerreros, ridiculizan el paripé de los sociatas y, muy al cabo de la calle y experimentados negociadores, los ponen en su lugar, demostrando que en el fondo, coinciden con C's mucho más que con una posible combinación de izquierda. En la izquierda, pura e incontaminada están ellos, como siempre arropados por el multitudinario entusiasmo que supieron despertar hace dos años que suenan ya a dos siglos. La distancia en tiempo nos la da la consulta que la dirección plantea a los círculos a los que, con un poco más de camándula (término que ofrezco a Echenique por si quiere cambiarlo por ese tan cursi del paripé), acabarán convirtiendo en círculos viciosos de consultas al democrático estilo búlgaro. 

Lo anterior puede parecer algo estrafalario pero, ¿qué me dicen ustedes de un país en el que la gente no se manifiesta cuando la insultan, la oprimen, la explotan, la engañan o le roban, pero sí cuando se trata de salvar a no sé quién de un programa de TV llamado, creo, Gran Hermano?


dissabte, 9 d’abril del 2016

El triunfador, Rivera

¿Quién es el responsable de lo que, de momento, parece un fracaso de las negociaciones? He aquí tres citas recientes de los tres líderes. Rivera: "todo acuerdo con Podemos es imposible". Iglesias: "Sánchez y Rivera no quieren moverse. No quieren pacto." Sánchez: "Iglesias no quiere pacto; quiere elecciones nuevas, como Rajoy".

¿Responsable (s)? Está claro: Rivera, Iglesias y Sánchez.

Ayer, Mónica Oltra, que es una líder de talla, decía que, si ha de haber elecciones, no se permita que se presenten a ellas quienes han fracasado en la negociación. Me parece muy bien. Yo mismo lo propuse unos días antes. Pero no es viable. ¿Quién impedirá que estos cuatro botarates (preciso es sumar al Sobresueldos) se presenten de nuevo? ¿Los militantes de sus partidos? Esos están entregados. ¿Sus votantes? Los votantes somos peores que los votados. ¿La opinión pública? Eso aquí no existe. Los cuatro inútiles, incapaces de ponerse de acuerdo en nada, volverán a presentarse acusándose unos a los otros, esperando que seamos los electores quienes les saquemos las castañas del fuego y gastándose unos cientos de millones de euros más en la campaña ya que, evidentemente, nos sobran.

Palinuro sigue prefiriendo como gobierno la alianza PSOE, Podemos, IU, CC, a ser posible PNV y también los independentistas catalanes. El principal enemigo de esta opción es el PSOE, casi todo el PSOE y muy especialmente ese mucho español Pedro Sánchez. El referéndum, por encima de su cadáver. Y por eso, por su oposición al referéndum, parece dispuesto a una Gran Coalición con el PP, el partido neofranquista, nacionalcatólico, el partido de la corrupción, del engaño, la mentira, la persecución de los disidentes a través de la Ley Mordaza; el partido del expolio a los jubilados; el de la explotación de las trabajadores por su reforma laboral. Esa alianza, a la que el PSOE se asoma empujado por Ciudadanos, por mucho que en el PP quiten al impresentable del Sobresueldos y lo sustituyan por otro impresentable, será el comienzo del fin del histórico socialismo español. La guinda que culminará la copa del fracaso, el histriónico fracaso, de ese Don Nadie de Sánchez, incapaz de tener una idea, proponer una visión del país, decir algo nuevo u original. Pudo haber aceptado el pacto del gobierno de izquierda con sus 185 diputados; suficientes para cambiar España. Pero no se atreve. Como no se atrevió a presentar una moción de censura a este gobierno de corruptos, incompetentes y en rebeldía frente al parlamento. No se atreve a un referéndum en Cataluña. Nadie parece haberle informado de que la petición goza de un apoyo cada vez mayor entre los españoles que ya empiezan a estar hartos de la incompetencia de sus políticos.

Podemos tiene una trayectoria similar. Iglesias no ha querido nunca el pacto con PSOE a secas; no con el PSOE y C's sino simplemente con el PSOE. Ha simulado quererlo para que no se culpe a su partido de provocar nuevas elecciones pero, en realidad, lo ha dinamitado desde el primer momento, cuando el infundio de la cal viva, luego desplazando al mucho más flexible y posibilista de Errejón y, por último, dando por imposible el pacto con el PSOE y C's y simulando que son ellos quienes no lo quieren. En el fondo, Podemos es un remake de Izquierda Unida, esta infiltrado por los tránsfugas de IU y el referente intelectual de Iglesias -confesado por él mismo- es Julio Anguita. Así que Podemos, que ha hecho lo que Anguita siempre quiso hacer (según declaró el propio cordobés) no tiene otro objetivo que el de los comunistas de toda la vida: acabar con la socialdemocracia. En mi opinión, tampoco esta vez lo va a conseguir porque la gente no es tonta, aprecia el socialismo democrático y ya tiene muy calado el cargante hiperliderazgo de Iglesias, como se ve por el hecho inapelable de que sea el líder político peor valorado solo por encima de Rajoy, que es como decir que la gente te aprecia más que a una boñiga de vaca. Añado una sola consideración a esa ridícula consulta con la que quiere blindar su jefatura: dos preguntas en un dilema absolutamente tramposo, de auténtico trilero: la 1ª cosechará un "no" que seguramente llegará al 120% y la 2ª un "sí" clamoroso del 150%, como todo el mundo sabe de antemano. He visto muchas manipulaciones en mi vida, pero nada tan descarado y sinvergüenza como esto. 

Parece increíble pero, si se piensa bien, el verdadero ganador de esta situación ahora y de esas elecciones si se producen será Rivera. Que este atildado mozalbete, barbilampiño, carilindo, pisaverde, melifluo, zangolotino, ambiguo, inconsistente, frívolo, de ademanes y conceptos falangistas, sea el líder más valorado en España demuestra, de nuevo, que en el país no hay una opinión pública digna de tal nombre. Que acabe imponiendo su criterio siendo el menos votado de los cuatro partidos mayores demuestra también que los otros líderes no le llegan a la altura del zapato.

Y ya es triste.

dimecres, 6 d’abril del 2016

La vida, Pedro, es desengaño

Quien te apoyó en la investidura, te planta en el primer recodo del camino. Entraste ayer en el Parlamento con dos amigos y saliste con uno y medio. El medio justifica su abandono argumentando que no se puede derogar una ley sin tener a mano el recambio. Razón por la cual se abstiene contra toda lógica porque, si de verdad cree erróneo derogar sin tener nada previsto, lo suyo es votar en contra, no abstenerse. Pero la traición no sabe de lógicas, sino de conveniencias. Además de abstenerse los de C's quieren ministerios en el gobierno. Aquí, el menos avisado es obispo. ¡Qué duro es todo, Pedro! No solo te pien ministerios los de Podemos; también los de Queremos. Apenas van a quedarte para reparto entre fieles. Y con el partido como lo tienes, no es lo más recomendable. La gente quiere jefes que manden y repartan juego, no tipos a los que todos engañan. 

Estos de C's no son leales. No son de fiar. Hoy votan "a" y mañana "b" al incomprensible albedrío de su joven líder. ¿Puede Sánchez garantizar que no le fallarán en el momento decisivo? No, no puede porque su supuesto aliado tiene sus propios planes. Y es razonable. Los dos ambicionan un único puesto. Y eso que se perfila un triunvirato. Con este comienzo, pocos se atreverán a vaticinar resultado de votaciones. Si las hay. Será una legislatura de infarto y tertuliano. Venga, Pedro, a preguntar a Albert qué significa su taimada abstención. ¿Que ya no le quiere? No se procupe en exceso. Otro Pedro negó a su jefe tres veces antes de que cantara el gallo. Y aquí estamos, con ese Pedro más falso que Judas convertido en piedra de su iglesia. 

dimarts, 5 d’abril del 2016

El cónclave

Los tres cardenales se reunirán el viernes, parece, repentinamente urgidos de formar gobierno, no vayan a echárseles las elecciones encima y los dejen como el sembrado tras el paso de la langosta. El viernes no es aún el deadline, pero todos insisten en que debe salirse con algo concreto, mollar. Mientras tanto, los medios han ido preparando el terreno al modo en que la artillería macera el campo del enemigo para permitir la entrada de la infantería: si hay elecciones, el personal va a quedarse en casa y esos son los de izquierda, la mayor participación favorecerá al PP que, a pesar de no aumentar mucho en votos, lo hará en diputados. De algún sitio había que sacar estos ya que la gente no está dispuesta a votar al partido de los sobresueldos. Podemos se hunde. El PSOE se estanca. Más vale no tentar la suerte.

Y, en efecto, los negociadores muestran posiciones más acomodaticias, flexibles, "comprensivas". Los de Podemos ven "posibilidades" reales de gobierno. Sobre todo, ven gobierno y parece que finalmente han comprendido que las sociedades no se cambian confrontando teorías en las mesas redondas sino desde el poder, con el BOE en la mano y los proyectos legislativos preparados. Hay que estar en el gobierno. Lo demás, desde la ideología a las convicciones, pasa a respetable pero segundo término.

El PSOE también parece razonar despierto. Está dispuesto a negociar los programas sociales con Podemos. Era su punto débil. A la vista de las relaciones, todo le aconseja radicalizarse algo más de la mano de Podemos. Si lo dejan solo con Ciudadanos, iría cediendo al peso del conservadurismo, dejándose llevar y podría encontrarse sin percibirlo en el infierno mismo de la alianza maligna con el PP, con el que tanto se desama y desune.

Todos parecen entender la situación y estar dispuestos a ceder para conseguir un objetivo óptimo: el gobierno a tres, PSOE, Podemos y Ciudadanos (y ya veríamos si con ministerios o con abstenciones). Todos menos, precisamente, C's. Sus dos exigencias a Podemos son muy toscas y habrá de matizarlas: a) que Podemos renuncie al referéndum de autodeterminación de Cataluña; b) que acepte expresamente el pacto entre C's y el PSOE.

La segunda condición, aceptación del pacto, no es grave ni imposible de cumplir. La primera, en cambio, sí, sobre todo porque ya está implícitamente admitida en la aceptación del pacto. ¿Qué sentido tiene forzar un rechazo expreso de Podemos al referéndum? Suena un poco a exageración inquisitorial: ¿por qué tienen que aparecer los morados con un sambenito de renuncia a una exigencia, por efecto del color? Es absurdo. Obligar a alguien a negar algo que pueda beneficiarlo como un acto de voluntad es un absurdo.

Por lo demás, C's hará bien en recordar que la combinación PSOE, Podemos, C's no es la única ganadora. También lo es la combinación de la izquierda que Palinuro apoya: PSOE, Podemos, IU, CC, ERC y DiL para la investidura. Son 181 diputados. Solo dependería de que el PSOE entendiera que la coalición con Podemos es más propia de su trayectoria que la coalición con C's.

dissabte, 26 de març del 2016

El 15M "no nos representaban". ¿Y ahora sí?

Pues no, tampoco. Ahora incluso menos. Recapitulemos: el gobierno desprecia al Parlamento, se niega a comparecer y rendir cuentas, se ríe de la soberanía popular, hace un corte de mangas a los diputados y sigue desgobernando el país a su antojo, justificando -o beneficiándose directamente- del expolio general a manos de la asociación de presuntos malhechores que llaman Partido Popular.

Y, frente a ello, ¿qué hacen los representantes del pueblo?

De los 350 diputados del Congreso, los 123 del PP, no cuentan a estos efectos. Su función es aplaudir todo lo que haga su gobierno. Incluso si les ordenara tirarse a un río lo harían siempre que fuera el Manzanares, claro.

Pero ¿y los demás? ¿Los 69 de Podemos y confluencias? ¿No dicen ser los herederos del 15M, del no nos representan? ¿No iban a cambiarlo todo, a asaltar los cielos? ¿No dicen que han traído aires nuevos, nuevos conceptos, ideas nuevas? Toda esa bambolla ¿consiste en qué? ¿En amamantar un rorro en el escaño? ¿En echar cal viva sobre el de la otra izquierda? ¿En no llevar corbata? Ni uno de ellos ha protestado frente a la chulería del gobierno, ni uno ha planteado decir o hacer algo en representación de la dignidad humillada de sus electores que no los pusieron ahí para callarse mansamente cuando un puñado de macarras decide saltarse la ley. Estos ¿nos representan?

¿Nos representan los dos de IU, uno de los cuales, Garzón, también se apunta en su curriculum siempre llevar el "espíritu del 15M" al Congreso? Su protesta ha consistido en firmar como borregos ese conflicto de competencias que la Cámara enviará a un Tribunal Constitucional presidido por un exmilitante de PP y que le debe su puesto a Rajoy. ¿Estos nos representan?

¿Los 17 independentistas catalanes y los 8 del PNV y Bildu? Estos dirán que el asunto no reza con ellos porque se trata del Parlamento de un país vecino. Vale pero, entonces, ¿qué pintan en él? ¿Representan algo? Si no, ¿por qué no se van? Si sí, ¿van a tolerar que un puñado de forajidos se ría de ellos?

Entre los 90 del PSOE, además de los paniaguados de siempre, dispuestos a hacer lo que se les ordene sin preguntar, hay algunos -lo sé porque los conozco- sensibles a la dignidad del cargo que tienen y leales a la voluntad de las gentes que los ha votado. O esos alzan la voz en defensa de la democracia o irán a sumarse a los que no representan a nadie.

Hasta los 40 de Ciudadanos tienen ahora la ocasión de demostrar que sus discursos regeneracionistas de la democracia significan algo.

Que firmen todos una moción de censura a este gobierno de tiranos de vía estrecha y lo depongan sin ceremonias. Luego, si los "representantes" son incapaces de ponerse de acuerdo para que permanezca el gobierno de la moción, que se limite a convocar elecciones anticipadas cuando se juzgue oportuno. ¿O es tal la cobardía de esta gente que van a dejar que sea un gobierno en rebeldía el que convoque las elecciones?

La historia está llena de ejemplos edificantes de cómo los parlamentos supieron estar a la altura de su misión y poner coto al poder despótico de los gobernantes: el Parlamento inglés durante la revolución del siglo XVII ejecutó al Rey/tirano, Carlos I. El Parlamento francés, en la revolución del XVIII ejecutó al Rey/tirano Luis XVI. Por no citar más que los ejemplos más señeros. En otros países, como siempre.

Este Parlamento es incapaz de hacer frente a un gobierno que se ha declarado abiertamente fuera de la ley.

No sé si los representa a ustedes. A mí, no.

divendres, 25 de març del 2016

Un gobierno de macarras

El final del mandato del Sobresueldos está siendo tan estrambótico y pintoresco como su comienzo, cuando aparecía en plasma  jurando que es una persona honrada que no está en política por dinero, aunque ha demostrado fehacientemente que no está por otra cosa tanto para él como para sus allegados, sus familiares, su mismo padre, sin ir más lejos.

Esta vergüenza de presidente se ha pasado los cuatro años de la legislatura haciendo y diciendo disparates y tonterías, amparando la corrupción en todas sus manifestaciones, obstaculizando la acción de la justicia siempre que ha podido, dando pruebas de una catalanofobia de psiquiatra que ha hecho más en favor del independentismo que todos los alegatos de ERC.

Cuatro años gobernando por decreto, ignorando al Parlamento, engañando y mintiendo sistemáticamente en todas sus comparecencias públicas, un embustero compulsivo y un hombre cuya palabra no vale nada.

Ahora, para rizar el rizo, se ha declarado en rebeldía frente al Parlamento. Ya pueden los diputados poner en marcha los mecanismos reglamentarios a su alcance para reclamar su presencia a rendir cuentas, como es su obligación. No piensa hacerlo. No reconoce autoridad al Parlamento para controlar su acción de gobierno porque acaricia la idea de que, con un poco de suerte, acaban nombrándolo dictador perpetuo, que es lo que le gustaría.

Con todo, lo importante de este percance no es que el sobresueldos con su comportamiento de macarra, muy al estilo de la época y de su gente (basta ver una comparecencia de su portavoz, Hernando), se haya declarado en rebeldía; lo importante es que los diputados están aborregados y son incapaces de reaccionar. 

Parece mentira que los representantes, con una abrumadora mayoría en contra del PP, no se atrevan a  adoptar una actitud más enérgica frente a la evidente desobediencia del gobierno que plantear un conflicto de competencias ante el Tribunal Constitucional, presidido por un exmilitante del PP que le debe el puesto a Rajoy. Con ese recurso cubrirán el expediente, pero el gobierno del sobresueldos seguirá tratándolos como siervos o esclavos, sin derecho a reclamar nada.

Si los parlamentarios tuvieran un poco de coraje y apreciaran la relación que los une con sus votantes, plantearían una moción de censura a este gobierno de macarras. Es fácil de presentar y fácil de sacar adelante por mayoría absoluta en la Cámara. 

Digno colofón de una legislatura vergonzosa:  con un presidente declarado persona non grata a todos los efectos por el órgano depositario de la soberanía popular.