dimarts, 3 de juliol del 2018

Listas de país

Pues sí, la propuesta de primarias republicanas de la ANC "trastornan el independentismo". Normal. En todos los movimientos políticos democráticos, especialmente de esta envergadura, hay opiniones, criterios divergentes. Y es bueno que se debatan en público cuanto más mejor antes de tomar alguna decisión colectiva. 

La propuesta de la ANC apunta a campo de prueba de lista única para las municipales. Que sea a título defensivo o por afán de avanzar en la implementación de la República Catalana no es ahora decisivo. Ciertamente, se trata de hacer campaña republicana, de materializar el espíritu republicano. Eso casi va de suyo en Catalunya con mayoría republicana. Lo interesante y que mueve a polémica es la insistencia en la lista única, especie de prolegómeno de la lista de país. Es asunto serio, que merece consideración. Para ello, lo primero es dejar sentado que hay un país al que se puede representar con una lista única. 

Sin duda. La ANC y Ómnium ya tienen los dos millones y pico de fianza impuestos por el juez con amenaza de embargo en caso de impago y con verdadera saña. Una prueba tangible, contante y sonante del compromiso del pueblo con sus dirigentes. No todo el mundo reúne entre 700.000 y 800.000 euros que, junto a lo recaudado antes, proveerán al rescate de los encarcelados y exiliadas y lo hace en menos de cuarenta y ocho horas. Claro que se trata de un país. Porque esas cantidades se alcanzan mediante decenas de miles de pequeñas aportaciones. Un solo pueblo defendiendo a sus dirigentes democráticamente elegidos e injustamente encarcelados y exiliados y sin hacer distingos de si son de un partido u otro.

Además, ha comenzado el acercamiento de los presos políticos. Es insuficiente, pues lo justo sería liberarlos/las por entero, reconociendo su inocencia; pero es algo. Pues ni eso quería el bloque del 155 admitir, a pesar de que estaba obligado a hacerlo legalmente y no era un acto graciable. Y no ha sido una concesión sino el cumplimiento de una norma exigido por la República Catalana. 

Hay, pues, país y cabe representarlo mediante lista única o lista de país. Y no solo en las elecciones municipales sino también en las nacionales. Pero la propuesta no cuenta con universal aceptación. Y es lógico. Como también lo es que los partidarios de una u otra fórmula expongan y contrasten sus argumentos. Del lado de ERC se pretende conservar la identidad y una visión propia del procés y de su función en él. La CUP razona más o menos parecidamente, si bien lo deduzco pues no tengo constancia explícita. 

Sin duda, la parte "fea" de una lista única es la de que se trate de una amalgama, una fusión que tendrá un mando único y absorberá los matices de las distintas posiciones. Desde luego, la perspectiva de una lista única como puerta de entrada a un "partido único" es siniestra. No es de extrañar que sea El Español el que agite este espantajo del que podría llamarse PUI o Partido Único Independentista. Eso, en Catalunya, no lo quiere nadie; ni siquiera Puigdemont, a quien el citado periódico atribuye una pulsión bonapartista.

Entre otras cosas porque no solo hay una forma de lista de país. También hay otra que capitaliza la unidad y evita la fusión: una alianza electoral de partidos que se presentan por separado pero con un programa común. En definitiva, una repetición de las elecciones de 21 de diciembre pero con un compromiso programático explícito. Hay por tanto unidad de acción pero diferenciación en los resultados y también, como es natural, en las propuestas. A veces, las más enfadosas discusiones no pasan de ser cuestiones de nombres. 

La fórmula de la alianza electoral con compromiso (no una coalición electoral) presenta siempre el riesgo de que una de las listas, identificada con el presidente legítimo, acabe funcionando como lista de país y actuando como un sifón sobre las otras. Eso es inevitable en un proceso electoral en el que una de las partes simboliza valores suprapartidistas, de país, como ha acabado siendo el caso con Puigdemont. Si el exceso de liderazgo es un peligro en las alianzas electorales, en los partidos únicos es una realidad mortal.

dilluns, 2 de juliol del 2018

Telecracia

Es significativo que el primer lío negociador y en el que las partes muestran mayor interés sea el de los nombramientos para la RTVE. No un debate sobre el modelo de audiovisuales públicos, sino una pugna por el nombre del baranda (o la baranda) que controle el chiringuito. Lo mismo que hizo el PP a las pocas fechas de su triunfo en noviembre de 2011: reformar la ley Rodríguez Zapatero, hasta entonces vigente, a fin de nombrar sin oposición posible un director de su estricta obediencia.

Ahora es más o menos lo mismo. Se reforma la reforma, volviéndose a la normativa de Zapatero y se elije a alguien de confianza política. Es verdad que la reforma es democrática y que, muy probablemente, el director o directora que se nombre estará a años luz del cerrado propagandismo de la RTVE pepera. Si hubiera alguna duda basta ver la furia de la oposición del PP a los planes conjuntos de PSOE/Podemos. "Cualquier día vemos a Monedero presentando Informe Semanal", se santiguaba horrorizada Soraya Sáez de Santamaría, imaginándose a Belcebú en el plató. Es un buen indicador de que van por en la buena dirección de mejorar, democratizar, profesionalizar los audiovisuales públicos.

Pero estos pactos a escondidas, estos conciliábulos y repartos no son el mejor camino. Revelan  una concepción mediática de la política. En sí mismo no está mal, dado que la política toda es mediática y, de acuerdo con su espíritu esencial de amigo/enemigo, si no controlas los medios, no apareces en ellos o no apareces como te gustaría aparecer. Hay algo, sin duda, que distingue este proyecto de la izquierda de los abusos censores del gobierno anterior y se ve en el hecho de que el PSOE quiera contar con la aprobación de la plantilla para el nombramiento del nuevo jefe o jefa.  Es elemental. Palinuro también sugirió buscar alguna forma para consultar a la audiencia, aunque no se lo ocurría cuál. Precisamente por todo ello es esencial no reproducir los procedimientos de amistades políticas. La presidenta de RTVE no se debe a un partido ni a un dirigente, sino a su audiencia. Nada más.

Y luego está la cuestión de las mayorías parlamentarias precisas que terminan de hacer trizas unas maniobras caracterizadas por la precipitación, la ambición y la bisoñez. Se necesitan dos tercios en primera vuelta hoy y mayoría absoluta en segunda el miércoles. Los nombres barajados y abrasados casi en un mismo acto del comienzo (Arsenio Escolar, Ana Pardo de Vera y Andrés Gil) han protagonizado un confuso vodevil en el que también se han oído otros, cocinado por el célebre modo de Juan Palomo. Los dos tercios son imposibles de alcanzar. No hay esperanza real de consensuar algo con PP y C's. Paro tampoco será fácil con el PNV y los indepes catalanes, cuya concurrencia, como ya sucedió con la moción de censura, es imprescindible para aprobar el nombramiento. Y hasta la fecha, ninguno de ellos está satisfecho con la propuesta de la izquierda española.

El PNV mantiene la incertidumbre por razones de forma: este no es el procedimiento. Los indepes catalanes por algo más de fondo. Tras haber aportado sus votos para hacer presidente a Sánchez (si bien advirtiendo que eran votos en realidad contra Rajoy) todos los gestos de aquel sin excepción han sido beligerantes con el independentismo. La República Catalana no tiene ninguna obligación de seguir propiciando una política que básicamente se hace contra Catalunya.

Los sectores más radicales del independentismo sostienen que a este no se le ha perdido nada en el vecino Estado monárquico y no le merece la pena ni siquiera votar en contra. Quizá sea excesivo y prevalezca la inercia de la mitad de la legislatura, pero es algo que se debatirá en breve, pues es difícil comprender una República Catalana independiente que acepta un marco jurídico-político superior y participa en él. 

De momento, en todo caso y, visto el procedimiento seguido así como la necesidad de los votos indepes, sería muy razonable que el independentismo propusiera como nombre de consenso para presidir RTVE a Josep Vicent Sanchis, director de TVC, siempre que él aceptara. Es de conocimiento general que los audiovisuales catalanes públicos son más equilibrados, abiertos y plurales que los españoles.  Si Sanchis es vetado, los indepes pueden votar tranquilamente en contra de los demás o, simplemente, no votar.

Avui a l'auditori de Girona

Avui, 2 de juliol, a les 19:00 h a la sala Montsalvage del auditori Palau de Congressos de Girona, el MHP Artur Mas i un servidor presentarem Espanya quedó atrás. Ens acompanyara la batllesa Marta Madrenas i ens moderara Xevi Xirgo, director d'El Punt Avui. A tots ells el meu més profond agraïment. 

Des del 1º-O està clar que Espanya va quedar enrere en la història de Catalunya. Per això vol Sánchez que ho oblidem. Dimarts, 2 de juliol parlarem de quant enrere.  

Ens veiem a l'auditori.

diumenge, 1 de juliol del 2018

Demà a l'auditori de Girona

Demà, dilluns, 2 de juliol, a les 19:00 h a la sala Montsalvage del auditori Palau de Congressos de Girona, el MHP Artur Mas i un servidor presentarem Espanya quedó atrás. Ens acompanyara la batllesa Marta Madrenas i ens moderara Xevi Xirgo, director d'El Punt Avui. A tots ells el meu més profond agraïment. 

Des del 1º-O està clar que Espanya va quedar enrere en la història de Catalunya. Per això vol Sánchez que ho oblidem. Dimarts, 2 de juliol parlarem de quant enrere.  

Ens veiem a l'auditori.

Lo que los carceleros no entienden

Toda noticia de Catalunya que sugiera algún tipo de disensión en el independentismo tiene garantizada cobertura mediática española. Me extraña no ver alguna crónica de El País anunciando que Junqueras ha enviado los padrinos a Torra.

El bloque independentista es una alianza de partidos con un objetivo estratégico común pero que mantienen su plena libertad como partidos. Es un bloque, no una fusión. Y en uso de su libertad, expresan sus opiniones porque se trata de libertad de expresión. La prensa quiere ver en las observaciones de Junqueras advertencias más o menos ceñudas a Torra, quién sabe si a Puigdemont y, en general, podría decirse, al "exterior" desde dentro de los muros de la patria mía. Y Torra y Puigdemont son muy libres de darse o no por aludidos.

Pero tampoco tiene mayor importancia. Al fin y al cabo habrá de reconocerse que lo que dice es estrictamente cierto en su visión histórica y la claridad y contundencia del independentismo republicano. Otra cosa es que sea necesario recordarlo frente a "recién llegados" y conversos. De nuevo observaciones que pueden escocer más o menos pero también son ciertas en términos generales. 

Otra cosa es asimismo hasta qué punto son justas en este caso concreto. Por si acaso, ya los del PDeCat recuerdan que el 1-O fue obra de todos en respuesta a la afirmación de Junqueras dando preeminencia a ERC y así fue en efecto, obra de todos; en especial de los millones de personas que fueron a votar.

Pero tampoco esto es muy grave. La carta de Junqueras advierte paladinamente que se trata de dar prioridad a la efectiva realización de la República Catalana. Algo con lo que los demás partidos del bloque independentista están de acuerdo. La unidad de objetivo no está reñida con la libertad de expresión; al contrario.

La medida de la realidad de la República Catalana nos la dará la cantidad que se recaude para depositar la desorbitada fianza impuesta por el juez con amenaza de embargo de los patrimonios de los presos y exiliados políticos en caso de impago. El apoyo cerrado que da el pueblo catalán a sus dirigentes encarcelados o exiliadas sin distinción alguna y mantenido en el tiempo es la demostración palpable de su condición  nacional y su derecho a contar con un Estado que la proteja. 

Algo que los carceleros no entienden ni entenderán.

dissabte, 30 de juny del 2018

No es justicia. Es tiranía

Sánchez ha asegurado repetidas veces que la judicialización del procés fue un error. A la vista está. Y más que un error; un crimen, al menos moralmente. Pero él salva su conciencia como Poncio Pilato, afirmando que el asunto no está en su jurisdicción sino en la de los tribunales y que España es un Estado de derecho, con división de poderes y otras hablillas tuiteras. Cuanto más tarde en zanjar este asunto del modo en que se inició, políticamente, peor será luego. 

Es de sobra conocido que el derecho penal del enemigo no es derecho penal ni la justicia del enemigo es justicia. Tan conocido que da vergüenza cómo se está aplicando aquí, con qué saña, con qué espíritu arbitrario, ejemplificador, en definitiva, atemorizante. Con qué afán perseguidor. Es imposible que Sánchez no vea el lodazal represivo en que está metiendo al país de la mano de unos jueces movidos más por la inquina, la furia y el rencor que por la justicia.

Dos días da el juez a los procesados para depositar dos millones cien mil euros, en el mismo país en que Urdangarin ha estado paseándose con una condena firme y no es seguro siquiera si depositó fianza alguna; en el país que deja en libertad con fianzas ridículas a ladrones de fortunas, violadores y estafadores. Y el impago viene advertido con amenaza explícita de embargo de patrimonios. Es un tipo de represión complementaria al que recurre mucho la derecha por costumbre y tradición: arruinar al adversario, condenar a la indigencia a sus descendientes. Penas pecuniarias, querencia habitual de los represores.

¿Acaso no es el independentismo catalán un movimiento transversal? Y eso, ¿no quiere decir que, además de los pringaos radicales de turno, también están los burgueses y la gente de posibles? Pues que paguen por sus desmanes. Medidas represivas ejemplificadoras para castigar a los adversarios y sembrar un saludable terror en el resto de la sociedad. Es la culminación de la política iniciada por el gobierno anterior: aplastar judicialmente el movimiento independentista. Emplear a los jueces en lugar de los militares pero con el mismo sentido partidista e instrumental de siempre: valerse de una institución del Estado (el ejército, el poder judicial) para imponer su particular visión del país, coincidente siempre con sus intereses materiales. Ese es el marrón que Sánchez está comiendo como herencia del PP administrado por los jueces. Aunque no tengo claro si el propio Sánchez lo considera un marrón o un reconstituyente. Nunca se sabe.

En todo caso, debajo de la ilustración están los números de las cuentas corrientes para ayudar a recaudar los fondos necesarios para depositar la fianza. Espero que alcancemos la exagerada cantidad que se ha impuesto y si, como espero, se consigue habrá que extraer las debidas enseñanzas. Explicar qué significa que se logre el objetivo por cuestación popular en 48 horas. 

Significa que Catalunya es una nación sólida pero, injustamente, carece de un Estado que la proteja de la "justicia" del enemigo, o sea, de la tiranía.


Hoy, Palinuro en Riells i Viabrea

A las 19:30 en el Casal del Poble en la Plaça de la Vila. Será una xerrada grata y espontánea, sin duda, pues versará sobre "la situación actual", como reza la convocatoria. Imposible avanzar nada porque, a la velocidad de los acontecimientos, la "situación actual de hoy" por la mañana no será la de por la tarde. Por ejemplo: es encomiable que el gobierno español decida acercar los presos políticos a sus casas. Pero no debe olvidarse que lo más cerca de sus casas que pueden estar los presos es en sus casas, que es en donde debieran estar y no como presos sino como personas libres.

¿Han visto ya el documental de Roures? Es la prueba evidente, aplastante, de que todo el procesamiento de los Jordis en concreto es una fabulación, una maquinación que contradice los hechos y se mantiene como un castillo de naipes de una interpretación retorcida que no se sustenta en nada. La violencia de que se los acusa no existió jamás y no existió precisamente porque los Jordis la impidieron.

¿Cabe mayor iniquidad?

divendres, 29 de juny del 2018

Acto republicano en Girona

El proper dilluns, 2 de juliol, a les 19:00 h a la sala Montsalvage del auditori Palau de Congressos de Girona, el MHP Artur Mas i un servidor presentarem Espanya quedó atrás. Ens acompanyara la batllesa Marta Madrenas i ens moderara Xevi Xirgo, director d'El Punt Avui. A tots ells el meu més profond agraïment. 

Des del 1º-O està clar que Espanya va quedar enrere en la història de Catalunya. Per això vol Sánchez que ho oblidem. Dimarts, 2 de juliol parlarem de quant enrere.  

Ens veiem a Girona.

La real Catalunya y la Catalunya real

Las relaciones del Borbón con Catalunya parecen una ópera bufa. Cuando preside los Juegos Olímpicos del Mediterráneo hay que llenarle el estadio de partidarios de bandera, bocadillo y entrada gratis y aun así no cubre la mitad del aforo. Tampoco puede el hombre pasearse libremente por sus dominios, pues necesita un mapa de qué lugares lo tienen declarado persona non grata.

La entrega de los premios "Princesa de Girona" ha tenido lugar prácticamente en la clandestinidad, en mitad de la pradera, a respetable distancia de todo casco urbano en donde se concentran los catalanes de los CDR a organizar pitadas monárquicas. No ha asistido miembro alguno del govern ni ninguna otra autoridad civil, militar o eclesiástica. Escasamente han asistido los asistentes que, sin duda, deseaban de todo corazón encontrarse en otra parte.

No obstante, en ese empeño real por hacer ver que España es una monarquía democrática, Felipe de Borbón colocó a la audiencia un discurso almibarado y etéreo, mencionando las instituciones catalanas de autogobierno y hablando del orgullo de lo catalán. Eso sí, en fraternal relación y diálogo con lo castellano. Guste o no guste. Sigue en la onda autoritaria de su primer discurso de coronación, cuando reconoció generoso a los españoles el derecho a sentirse españoles como les diera la gana; pero no les reconoció el de no sentirse españoles.

Como ahora a los catalanes, condenados por su propio bien a entenderse con los castellanos. Y, atención, la referencia a Castilla, insólita en el discurso nacional español, evidencia la incapacidad de formular la situación en sus términos reales de España y Catalunya porque ello mostraría que Catalunya no es España. Y aun no siéndolo tiene que vivir "en diálogo" con ella porque lo ordena un rey en mitad de un páramo y contra cuya presencia se manifiesta en ese mismo momento una amplia muestra de la ciudadanía catalana. La ciudadanía de la Cataluña real, la que proporciona imágenes como la de la derecha, sacada de tuiter y que puede verse por cualquier parte en Catalunya. 

El rey y sus cortesanos, los medios y el gobierno y la casi totalidad de la clase política española pueden seguir engañándose cerrando los ojos a una realidad aplastante: si en España la monarquía es tan poco popular que el CIS hace tres años que no pregunta por ella, en Catalunya es detestada, rechazada, ridiculizada y negada. Porque Catalunya es republicana. Y republicana en sentido cabal, no en el del cuentista que asegura ser un republicano que se siente muy a gusto con esta monarquía. Imagínese, con la monarquía y con esta monarquía. 

Ya puede decir el rey en su burbuja que Catalunya será feliz en su diálogo con Castilla, o sea, España. La República Catalana, a fuer de República quiere romper con la monarquía y a fuer de catalana, romper con España. Es un proyecto frente al que España, su monarquía y su gobierno de turno no tienen respuesta. 

Hoy, Palinuro en Arbúcies

A las 19:00 en el salón de actos del Hogar del Jubilado. Y para hablar de neofranquismo y República Catalana. Sin mucho misterio. El Neofranquismo y la República Catalana tienen una curiosa relación de causa efecto que debiera haber sido considerada por los estrategas del nacionalismo español. Pero no lo hicieron por su consabida incompetencia. Y bien claro estaba cuando decidieron restablecer el franquismo "sin complejos" que se dispararía el sentimiento independentista catalán, como sucedió cuando este pasó de contar con el 20% de apoyo social más o menos en 2008 a alcanzar más del 50% en la actualidad. 

Pero eso es obvio. Aprovechando el lugar de la xerrada vamos a revelar otro dato que los citados estrategas no han advertido y, al tiempo, servirá para rendir homenaje a unas gentes que anónimamente han hecho posible está revolución. El dato es la extraordinaria importancia de los jubilados/as y prejubiladas/dos en la organización, coordinación, extensión y publicidad del independentismo. Sin ellos no se hubiera llegado hasta aquí. Sin ellas sería imposible mantener el movimiento con tanta fuerza. Cuando los estrategas de la reacción hablan de conspiración e ignoran que las famosas "clases pasivas" de una sociedad desarrollada como la catalana son el caldo de cultivo del voluntariado político demuestran que todavía no han entendido a lo que se enfrentan.

Nos vemos en Arbúcies.

Mañana, Palinuro en Riells i Viabrea

A las 19:30 en el Casal del Poble en la Plaça de la Vila. Será una xerrada grata y espontánea, sin duda, pues versará sobre "la situación actual", como reza la convocatoria. Imposible avanzar nada porque, a la velocidad de los acontecimientos, la "situación actual de hoy" no será la de mañana ni de lejos. Por ejemplo: es encomiable que el gobierno español decida acercar los presos políticos a sus casas. Pero no debe olvidarse que lo más cerca de sus casas que pueden estar los presos es en sus casas, que es en donde debieran estar y no como presos sino como personas libres.

¿Han visto ya el documental de Roures? Es la prueba evidente, aplastante, de que todo el procesamiento de los Jordis en concreto es una fabulación, una maquinación que contradice los hechos y se mantiene como un castillo de naipes de una interpretación retorcida que no se sustenta en nada. La violencia de que se los acusa no existió jamás y no existió precisamente porque los Jordis la impidieron.

¿Cabe mayor iniquidad?

dijous, 28 de juny del 2018

Hoy, Palinuro en Vidreres

En el contexto de unos cafés por la República, para hablar de ese hecho cuya inevitabilidad es cada día más abrumadora, el de que, mientras Catalunya avanza, España queda cada vez más atrás, embarrancada en su decadencia autoritaria. De nada sirve que cambie el gobierno central, que un partido de delincuentes sea substituido por otro de tan autoritario como el anterior aunque, en principio, menos delictivo. Pero quizá por eso mismo y por la pintoresca buena conciencia que trae con eso de que es "la izquierda", más peligroso para las libertades públicas.

En realidad, a cada instante, España aparece como más rezagada, más de otra época, de otro mundo. La intervención del impresentable Morenés ayer en Washington nos retrotrajo a los días más felices de esta tropa de hinchados, pretenciosos y petulantes franquistas, los de su amado caudillo. Es tan ridículo ver al traficante en armas Morenés insultando al MHR Torra como el cardenal Cañizares arrastrando sus cinco metros de cola cardenalicia, como M. Rajoy (a) "Sobresueldos" bailando, como las podridas vestales de la derecha, Cospedal y Santamaría con sus peinetas y mantos y crespones negros, como Casado luciendo títulos sospechosos que no pueden ocultar su infinita ignorancia...

En fin, de lo que se trata es de ver en qué momento la República Catalana se libra de esta siniestra rémora española. Nos vemos luego a les 20:00 al Teatre del Casino en Vidreres.

Los bárbaros ante portas

Dice el MHP Torra que Catalunya será pronto un Estado independiente. El Apocalipsis. Llegan los bárbaros. Termina de hundirse el imperio. Caveant Consules. Tal vez por eso el embajador español en Washington, Morenés, de los Morenés de toda la vida, fue a reventar la conferencia de Torra en el Smithsonian, llamándolo mentiroso por lo que los catalanes abandonaron la sala. Lo cuenta Laura Borràs en su tuiter.

El nerviosismo hispano crece por horas. Ese embajador Morenés recuerda a aquel otro Lojendio que, en 1960, se presentó por sorpresa en el plató de la TV cubana para encararse con Fidel Castro y llamarlo mentiroso. Castro lo declaró persona non grata. La honra de España estaba entonces en juego; como ahora en Washington. Y los embajadores son gente de mucha honra, sobre todo si la hacen valer frente a quienes consideran pueblos coloniales, antaño Cuba, hoy Catalunya.

La derecha ha dejado a los socialistas un campo de minas. Torra anuncia que el día 9, pedirá a Sánchez negociar un referéndum de autodeterminación. Es decir, preanuncia su reciente idea de proceder a un nuevo 1º-O. Los Comuns se le han puesto en contra y a la CUP no le hace especial gracia por entender que es seguir dando vueltas al atajo, como dice el poeta. Pero quien está más ferozmente en contra es el propio Sánchez que se ha permitido aconsejar a Torra desde Alemania que se olvide del 1-O. Una muestra palmaria de que no sabe ni por dónde se anda. Ni Torra ni nadie en Catalunya va a olvidar el 1-O. Por si le sirve de algo, cosa que dudo, le informo de que es una de las fechas con más posibilidades de convertirse en fiesta nacional de una Catalunya independiente. 

Más vale que el antiguo bloque del 155, con el PSOE ahora en cabeza, cambie la dirección de la nave antes de lanzarla contra los escollos de un movimiento independentista encabezado por unas instituciones legítimas pero hostilizadas, con un fortísimo apoyo social masivo y una constelación de símbolos vivientes en la cárcel y el exilio. 

El Tribunal Supremo echa una patriótica mano en la tarea de justificar judicialmente una persecución política. En clara muestra de conciencia nacional española antes que jurídica, admite el procesamiento de los indepes catalanes por los delitos que ha fabulado Llarena. La intención es obvia: situar a los procesados fuera del alcance de los gobernantes españoles de los que los jueces franquistas no se fían porque los consideran radicales, rojos peligrosos y vendepatrias. A los del PSOE. 

En efecto, al PSOE le corresponde un marrón del que no parece pueda salir indemne. Las presiones para una disolución  y convocatoria de elecciones anticipadas van a ser enormes. Pero, al mismo tiempo en una situación tan cómica que mueve a risa. Ninguno de los dos partidos que más vociferantes son en la exigencia de comicios, C's y PP, está en situación de concurrir a ellas. C's aun no ha conseguido explicarse a sí mismo cómo ha conseguido perder una moción de censura que se le hacia al otro. Y el otro, la banda de malhechores, porque se encuentra con el insospechado hecho de contar con más candidatos que electores en las primarias. 

El conflicto exterior es una prueba más de la existencia de un poder dual de facto, no de iure todavía, en España. Y para hoy hay previsto un acontecimiento que quizá deje chico el ridículo de los juegos del Mediterráneo, en concreto la llegada del rey a Girona a la entrega de los premios Princesa de Girona. Como prácticamente no puede pisar núcleo urbano alguno por ser persona non grata en diversos municipios, entre ellos Girona capital, parece que llegara en helicóptero y se marchará de igual modo. Tendrá un toque religioso pues  más que una llegada será un descendimiento y más que una marcha, una ascensión. No se sabe oirá los pitos que los CDRs tienen convocados. Si no los pitidos, a lo mejor percibe el aroma del estiércol que andan derramando los payeses con los tractores por el campo.

Hay algo tragicómico en este fin de ciclo español.

De República a República

Mi artículo de ayer en elMón.cat, titulado Joc entre republicans. Versa sobre esta delicada cuestión de la República. Durante años, Palinuro ha lucido en la columna de la derecha un Gif con una bandera republicana ondeante para proclamar su ardoroso republicanismo. Y muchas veces abordó el tema República, muy dolido de que la izquierda siempre adujera que no era el momento de plantear el asunto. Durante treinta años nunca fue el momento. Palinuro arrió la bandera de la república española y se sumó a la de la catalana. No por ello dejaba de simpatizar con la española, pero era y es evidente que no goza del apoyo de que debiera ni de quien debiera y sus perspectivas son más bien escasas. La República catalana es un hecho, en cambio. Y, por si alguno hubiere más purista del realismo de la lengua, cabe decir, una República in fieri. A partir de aquí, ese enclenque republicanismo español pudiera vigorizarse y ojalá que así fuera. Pero también podría suceder lo contrario. El republicanismo catalán es independentista y el español, me temo, a cambio de impedir la independencia de Catalunya está dispuesto a abandonar su ideal republicano.

Y así es difícil construir una República española.

Aquí el texto en castellano:

Entre republicanos anda el juego

El independentismo catalán es republicano y, por tanto, doblemente molesto, por independentista, para todos los españoles, y por republicano para los españoles monárquicos. No debiera serlo para estos últimos y, según sus esporádicas declaraciones, no lo es. Antes al contrario, se proclaman relaciones fraternales entre el republicanismo español y el catalán.

Ahora bien, así como el republicanismo catalán es consistente, pertinaz, masivo, transversal, mayoritario y muy activo y eficaz, el español es disperso, ocasional, minoritario y enclenque. No es un juicio despectivo ni apresurado. El pasado sábado hubo una consulta popular en el barrio madrileño de Vallecas para un referéndum a escala estatal sobre monarquía o república. Algo que venía a ser una especie de réplica de la mítica consulta independentista de Arenys de Munt en 2009, movida por la CUP, en la que votó más del 40% del censo y más del 92% lo hizo a favor del sí.

En el caso de Vallecas, y los datos son suyos, votó el 4,8% del censo y, de este, cerca del 90% lo hizo por la República. Señalar este dato no es malintencionado sino simplemente realista. Si en una zona como Vallecas esta consulta anima al 4,8% del electorado, en otros lugares será sin duda peor. Muchos arguyen que el referéndum vallecano se hizo sin medios, sin infraestructura, sin logística, cosa muy digna de tenerse en cuenta. Pero lo cierto es que ningún partido ni movimiento social de envergadura la apoyó. Y eso también tiene su significado a la hora de hablar del republicanismo español y calibrar sus posibilidades en comparación con el catalán.

Todos esperan que Vallecas funcione como una chispa que encienda la adormecida pradera republicana española. Pero ese deseo se formula sobre el fondo de una realidad muy desalentadora. Los datos son los que son. La causa republicana en España es de poco más que cenáculos literarios y depositarios de un viejo legado. Los partidos políticos son casi todos dinásticos. De modo directo (PP y C’s) o indirecto a través de algún descarado absurdo del tipo de que los republicanos se sienten muy a gusto con esta monarquía como en el PSOE. Quedan los indepes catalanes y los nacionalistas vascos y gallegos y queda Podemos, como siempre, nadando entre dos aguas. Piden que el rey someta su corona a referéndum, pero no mueven un dedo para hacerlo realidad, como se demuestra en el caso de Vallecas.

Y como el republicanismo español carece de vigor, se apunta el remedio de vincularlo a su rozagante hermano catalán utilizando diversos artilugios verbales como que la lucha por la República catalana es, en realidad, la vanguardia del republicanismo español. Y, aun más audazmente, el republicanismo español será el aliado natural del catalán.

Esta idea del republicanismo fraterno requiere reflexión. Por supuesto, el catalán aceptará siempre toda ayuda que proceda de España y demuestra –acaba de hacerlo- disposición a colaborar con la izquierda española, a la que presume más republicana que la derecha, de modo gratuito. Pero hasta ahí llega la colaboración. Porque, mientras no se demuestre lo contrario, el republicanismo español es más un desiderátum que una realidad.

Y sobre todo porque una hermandad más sentimental que real tropieza con dos inconvenientes que corresponde aclarar al republicanismo español, antes de incurrir en la habitual confusión que conduce al fracaso. Hay confusión histórica y confusión actual. La histórica no es preciso refrescarla, pues está en la memoria de todos: las relaciones de la Generalitat con la República españolas oscilaron entra malas y pésimas. Fue la República española la primera en encarcelar a Companys.

La confusión presente es más preocupante. El republicanismo español carece de pulso político. No hay siquiera un Partido Republicano en las Cortes. Los núcleos republicanos más activos suelen estar animados por comunistas y tanto estos como los que son más puramente republicanos son profundamente antindependentistas. El republicanismo español no existe y, en la medida en que existe, es antiindependentista e incluso anticatalanista.

No hay ni puede haber relaciones fructíferas entre los dos republicanismos, al menos mientras el catalán no deje de ser independentista o el español antiindependentista. Fraternales pueden ser. Siempre sin olvidar que hermanos eran Caíny Abel y Rómulo y Remo.

dimecres, 27 de juny del 2018

Hoy, Palinuro en Sant Hilari

Para hablar sobre la oleada de neofranquismo que nos invade y las tareas y oportunidades de la República Catalana. Tal ha sido el desarrollo de los últimos años. Franco regresaba de la mano de un partido de mangantes y estafadores, que lleva veinte años saqueando el país. A su vez, el independentismo catalán, hasta 2010, aproximadamente, sostenido por menos del 20% de la población catalana, escalaba hasta el 50% y seguirá haciéndolo. Ese éxito del movimiento republicano independentista se debe tanto a los méritos propios en organización, perseverancia y trabajo como a los deméritos del nacionalismo español, gobernado por granujas y auténticos merluzos de los de España una, grande libre y muy y mucho españoles.

Es el neofranquismo de la derecha española el que ha disparado las opciones de la República Catalana. Si el referéndum de autodeterminación en Cataluña se hubiera hecho hace diez años, lo habrían ganado los unionistas. Como están las cosas, tras la barbarie del 1-O, la prisión y el exilio de los líderes, el 155 y demás actos de tiranía, lo más seguro es que lo ganen los independentistas. Por eso no quieren hacerlo los españoles; porque saben que lo pierden. Pero tendrán que hacerlo, pues no hay otro remedio, por más que Sánchez ande a la desesperada en busca de algún ideólogo de esos que firman manifiestos que le fabrique una teoría para seguir negando los derechos de los catalanes pero sin transmutarse en M. Rajoy.

Quizá lo consiga; quizá no. Pero, en todo caso, nosotros a lo nuestro. La República Catalana tiene mucho camino que recorrer.

Nos vemos en St. Hilari,

A Girona, presentació de "España quedó atrás"

El proper dilluns, 2 de juliol, a les 19:00 h a la sala Montsalvage del auditori Palau de Congressos de Girona, el MHP Artur Mas i un servidor presentarem Espanya quedó atrás. Ens acompanyara la batllesa Marta Madrenas i ens moderara Xevi Xirgo, director d'El Punt Avui. A tots ells el meu més profond agraïment. 

Des del 1º-O està clar que Espanya va quedar enrere en la història de Catalunya. Per això vol Sánchez que ho oblidem. Dimarts, 2 de juliol parlarem de quant enrere.  

Ens veiem a Girona.

La edad de la razón

Tiene razón quien yo me sé. Es posible que Sánchez no traiga cambios en las líneas generales de gobierno del PP, pero parece haber infundido cierto valor y un ánimo más osado en diversos estamentos sociales. Casi como si estuvieran perdiendo el miedo. Es como si hubiera un despertar general del estado comatoso y hasta catatónico en que parecía encontrarse la opinión pública y hasta los sectores fabricantes de doctrina. 

Tengo registrados varios casos que avalan este juicio. Un magistrado dice ahora que sufrió tremendas presiones mientras se ocupaba de la Gürtel. No lo dudo, pero señalo que pudo haberlo dicho antes. Una asociación de juristas se querella contra una veintena de jueces y fiscales por entender que han faltado gravemente a sus deberes en defensa de la independencia de la justicia. El personal se rebela (de rebelión), ya no se deja callar y menos pisar, pero también podía haber actuado antes. 

Pablo Iglesias va a visitar a los presos, gesto loable, desde luego. Pudo haber ido hace meses porque llevan más de seis injustamente encarcelados. El mismísimo Sánchez ha firmado un salvoconducto urgente para que la visita se realice. El Sánchez que hace poco pedía se prolongara el 155 y se reformara el Código Penal para convertir el independentismo en delito. Con Sánchez en el gobierno se anima a lo desconocido hasta el mismo Sánchez. Impulsado por este general envalentonamiento de la ciudadanía, Iglesias se postula como mediador en el conflicto catalán, facilitador del diálogo. Mediador entre Torra y... ¿quién? No será el PSOE cuando el PSC se suma al PP y a C's en el rechazo a una moción de ERC pidiendo diálogo "sin condiciones". La mediación a lo mejor consiste en establecer un diálogo "con condiciones". 

Al espíritu generalizadamente crítico se suma Domènech planeando otra visita a los presos políticos. Estos acabarán siendo punto de peregrinación, de seguir las cosas así. Otro que podría haber encontrado tiempo en seis meses de injusto cautiverio para ir a testimoniar su aprecio a los encarcelados. En seis meses se ha dicho que los presos políticos son políticos presos (como Zaplana, por ejemplo) y se les han negado reiteradamente sus derechos, habiéndose llegado a afirmar que era preciso aplicar el 155 porque los indepes se habían vuelto locos. Casi como un ejercicio de perspectiva foucaultiana: los locos, a la cárcel.

Desde la posición indepe, estos movimientos son siempre bienvenidos porque todo cuanto sea conocerse, hablarse y entenderse será beneficioso. Pero su acción autónoma es independiente de esa nueva red de contactos. La República Catalana lleva su propia vía e implementación. La dualidad de poder de hecho sigue funcionando. Torra abre una oficina diplomática privada en Washington. De inmediato, miriada de conjeturas: ¿es competente? ¿Se extralimita? ¿Está privatizando el servicio exterior de la Generalitat? ¿Se salta la ley?¿Qué ley? Y ¿qué pretende? ¿Organizar un lobby, seguramente con más éxito que los de Aznar? ¿Puede el Estado tolerar un servicio exterior de una parte de sí mismo que le hace la contra y le socava su propaganda externa? ¿Lo sabe el ministro de Asuntos Exteriores? ¿Se debe volver a intervenir? ¿Regresar al 155? 

Y esto no ha hecho más que comenzar.

Está bien que se pierda el miedo que inspiraba la banda pepera y sus anclajes en otros poderes del Estado, pero, a estas alturas, visitar a los presos es lo menos que cabe hacer, casi como si fuera una obra cristiana de caridad. Si Iglesias quiere recortar una figura de estadista, algo a lo que Sánchez ni se atreve, que vaya a visitar a Puigdemont en el exilio. Puede hacerlo cuando quiera, no dependerá del humillante salvoconducto del presidente Sánchez y es seguro que el presidente Puigdemont lo recibirá encantado.

dimarts, 26 de juny del 2018

Macartismo universitario

En los años cincuenta del siglo XIX, Karl Marx, exiliado en Londres desde 1849, solicitó la nacionalidad británica, que le fue denegada. Se conserva el informe que el policía que lo atendió elevó a sus superiores dando pie a la negativa porque, decía el probo funcionario, "el hombre no ha sido leal a su Rey y su País". No ser leal a un rey y una patria permite sin duda pensar por inferencia que tampoco se será a otro rey y otro país. No estoy muy seguro de si cabe vincular la nacionalidad de un país a la lealtad o falta de lealtad del solicitante a otro rey pero estoy dispuesto a admitir que, si se trata de conseguir la ciudadanía de un lugar, esta petición tiene algunos (pocos) visos de verosimilitud.

En donde no los tiene es en la actividad de la Academia, de la Universidad que, como su nombre indica, está por encima de estas obediencias terrenas. Salvo que se esté hablando de España y la Universidad española en donde a veces se aplican criterios políticos y partidistas para tomar decisiones que debieran obedecer a fines exclusivamente académicos; en donde los profesores actúan como comisarios políticos del régimen y purgan a los adversarios de este, no por razón de sus méritos de estudio, sino de su doctrina política.

Obviamente, no se trata de que esta tradición de inquisidores respete el principio de libertad de cátedra que es propia del Occidente civilizado, cuando las Universidades acogían generosas a estudiosos perseguidos en otros lugares por sus opiniones, como sucedió, por ejemplo con Campanella en la Sorbona y muchos otros. Ya se sabe que el liberalismo jamás germinó en el solar español, ni siquiera en sus universidades.

Pero, cuando menos, estaría bien que disimularan. Hace una fechas, mi departamento de la UNED acordó negarme la condición de "colaborador honorífico", imprescindible para renovar la de profesor emérito. Los promotores trataban de hacerme daño. Su argumento, el único que se expuso por boca de un profesor a tiempo parcial y plumilla de "El País" a tiempo completo (y al que, en el ínterín, han echado de su cargo en el diario), Torreblanca, fue que, en mi condición de funcionario público estoy obligado a mostrar la lealtad y el respeto a las instituciones españolas que a él le parezca bien y no puedo manifestar determinados puntos de vista que se le antojan condenables.

Sin embargo, nadie, al parecer, (yo, lógicamente, no estaba presente) levantó la voz para decirle al Macarthy de turno que, aunque eso fuera cierto, que no lo es, no corresponde a un departamento universitario tomar decisión alguna restrictiva de derechos de su profesorado por razones políticas y no académicas. Para eso están los jueces, a los que el departamento ha suplantado. El fondo de la cuestión, claro, es mi posición favorable a un República Catalana independiente que profeso con el mismo derecho con el que otros profesan que Catalunya debe ser una región de España o, incluso menos que eso: el derecho de la libertad de pensamiento y expresión que no se puede reservar a los amigos y negar a los adversarios  so pena de quedar como lo que se es, un franquista.

No tiene mayor importancia. El impulsor se limitó a sacarse una espina personal por una controversia que habíamos tenido en las redes y de la que, por supuesto, no informó a los otros miembros, aunque varios de ellos, sin duda, la conocían. Otro departamento, Sociología I, actuando con criterios de rendimiento profesional y no macartistas al servicio de la derecha (y de la derecha ciudadana), decidió acogerme.

Queda claro que, si en la Universidad española hay profesionales competentes que se atienen a los principios académicos, también sigue habiendo los inquisidores de siempre, sin mérito ni categoría, que solo tratan de hacer daño. Sin conseguirlo, porque ignoran la gran enseñanza de Sócrates de que vale más sufrir la injusticia que infligirla. 

dilluns, 25 de juny del 2018

El Valhalla franquista

Sigue sin estar claro si el gobierno se atreverá a exhumar a Franco y llevarlo a otro lugar. Los ministros discrepan, azorados. Tocar el Valhalla de la dictadura es mucho atreverse. Y verse en la obligación de hacer algo con este horror moral y estético debe de producir escalofríos. Aparte del recelo mítico está la cuestión de los muertos. En Occidente se ha perdido la tradición del culto a los difuntos que, sin embargo, forma parte de sus raíces culturales. En la antigüedad los muertos debían ser honrados y enterrados, so pena de que vagaran por el Hades eternamente. Los romanos los propiciaban bajo la forma de los dioses manes. Algo de esto queda. No al extremo de que se hagan libaciones en honor a los difuntos, pero sí lo suficiente para que nadie admita como justa una situación en que hay decenas de miles de muertos que no están enterrados dónde y cómo debieran.

El franquismo es doblemente deudor a los españoles: una vez por los caídos sepultados en la basílica sin permiso de nadie y otra por los asesinados y enterrados de cualquier forma en cunetas o fosas anónimas. Eso es también lo que hay que decidir, aparte de llevarse los restos del genocida a cualquier otro lugar. Y no se apuren por el emplazamiento: no hay riesgo de que se convierta en lugar de peregrinación.

Las bandas franquistas habituales se han hecho oír por varios medios, protestando muy indignadas y amenazando de muerte a quienes osen tocar un hueso de su caudillo. Forma parte del espectáculo y no hay que prestar mayor atención. Al fin y al cabo, hasta los beneficiarios directos de la dictadura admiten que esa mole ridícula, ese monumento a la tiranía nacional-católica, carece de sentido. Con Franco, por cierto, debe irse la cruz, que es un atentado a la naturaleza, al paisaje, al skyline, que dicen los viajados. 

Sin duda, sacar a Franco de su tumba tieneun gran valor simbólico, aunque muy tardío. Pero tal cosa es el inicio de una actividad más amplia: hay que ilegalizar la Fundación Nacional Francisco Franco y cualesquiera otras asociaciones y organizaciones cuyo objeto sea embellecer la memoria del genocida. La activación de la Ley de la Memoria Histórica, esa que el franquista M. Rajoy dejó de aplicar, debe acelerarse y ampliarse a todos los aspectos de reparación y justicia postransicional que han estado abandonadas.

Pero, sobre todo, hay que proceder en el campo práctico. El Estado debe vigilar las bandas franquistas de todo pelaje en sus actuaciones, casi todas ellas concentradas en Catalunya; investigar si cuentan con ayuda directa o indirecta de organismos del Estado o en ellas participan miembros de las fuerzas de seguridad del Estado o militares, como en el caso de La manada. El gobierno tiene que poner coto a la impunidad franquista en las calles.

Es a los franquistas a quienes hay que aplicar ese código penal que Sánchez quería reformar para perseguir a los independentistas. Con los franquistas lo tiene más fácil. No es preciso reformar el código penal. 

Basta con aplicarlo.

Mañana, Palinuro en Barbastro

En un curso de verano de la UNED sobre España: retos y oportunidades. 40 años de Constitución, bajo la ilustrada dirección de David Lafuente Duran e Irene Delgado Sotillos. Por mi parte disertaré sobre "40 años de travesía" de 12:00 a 13:30 del martes, 26 de junio.

Tiene su valor que hayan invitado a un "enemigo de la Constitución" a celebrar su cuadragésimo aniversario. Sobre todo porque recientemente, mi departamento en la Universidad, decidió expulsarme a partir de octubre próximo por no ser leal a la Constitución, el Jefe del Estado, los tribunales de justicia, los profesores  enchufados de plumillas en El País y los grandes expresos europeus. Como si tuvieran autoridad para hacerlo y no estuvieran cometiendo una vergonzosa arbitrariedad perfectamente denunciable. No obstante, debo decir en honor de mi Universidad, que otro departamento, Sociología I, que se rige por criterios académicos y no de persecución macartista, me ha acogido en su seno. 

Hay algo curioso en la coincidencia: un curso en celebración de los 40 años de una Constitución que hasta ayer estaba en suspenso por el artículo 155 y un conferenciante víctima de los abusos de los típicos representantes del constitucionalismo. Este es el secreto de la operación: "que parezca una democracia" lo que ha sido y sigue siendo un régimen oligárquico y corrupto donde continúan mandando los mismos franquistas que ahora hablan de Estado de derecho. 

Mi mensaje en la intervención será muy sencillo: los 40 años de franquismo destruyeron España; los 40 años de posfranquismo "constitucional" la han enterrado. 

Esto no es un aniversario. Es un akelarre. Allí nos vemos.