dilluns, 30 de gener del 2017

Tambores de guerra

¡Qué mal ha sentado en los despachos el acto de Dos Hermanas y la presentación de la candidatura de Sánchez! Están los barones indignados y Herodías Díaz no sabe ocultar su despecho. El decapitado y troceado en el golpe de mano del 1º de octubre pasado, se ha recompuesto milagrosamente, como un nuevo Dionisos, y se presenta entre el frenesí de sus seguidores. La racionalidad apolínea que quería instaurar la Gestora se convierte en un tumulto dionisiaco lleno de ménades que se alborotan contra Susana Díaz y los consejos de los esclarecidos barones.

Es tal el enfado de quienes se temen perdedores en las primarias que ya se han puesto a hablar del riesgo de escisión en el partido. Como siempre, es difícil averiguar si se trata de un temor, una advertencia o una amenaza. Por supuesto que el PSOE puede dividirse. No sería la primera vez ni una escisión es algo tan extraño en un partido político. Todos los partidos pueden escindirse. Pero, por lo general, necesitan un motivo. Y eso es lo que no se ve claro en este caso. ¿Quiénes provocarán la escisión y qué motivo aducirán? No es sencillo. Según parece, son los seguidores de la Gestora, los barones, las viejas glorias y demás piezas del museo quienes amagan con la escisión. Experiencia y voluntad no les faltan. Es razonable suponer que quienes complotaron el golpe de mano del 1º de octubre no se arredrarán ante una escisión. No van a perder lo que ganaron al defenestrar al anterior SG. Estarán dispuestos a todo. O sea, a atacar a Sánchez, a imponer como puedan la candidatura de Susana Díaz, incluso con malas artes y, en último término, a no aceptar el resultado de las primarias e ir a una escisión.

Están, sin duda, dispuestos a todo eso y más. Pero no pueden decirlo. Tienen que invocar argumentos, razones. Y decir que no aceptan estar en un partido dirigido por un SG de izquierda no es una de ellas. Eso lo van soltando por las redes, en donde dejan constancia de su disgusto por la elección de Benoît Hamon frente a Manuel Valls en Francia porque es de izquierda. Aquí no se atreven... de momento.

Prefieren complotar. Los estrategas, partidarios de la gran coalición PP/PSOE a cuenta del "peligro" catalán, calculan las posibilidades de cada cual. Atribuyen a Sánchez una intención de voto del 30 por ciento. Se dibujan las propuestas de una alianza entre Susana Díaz y Patxi López (la forma es, de momento, lo de menos) para cerrar el paso a Sánchez. Por su parte, la misma Susana Díaz hace cálculos más alambicados, como corresponde a la estadista que cree ser. Si las primarias se ponen difíciles ya que Sánchez se lleva a la militancia entusiasmada en un misterio órfico, lo mejor es prescindir de aquellas. Para hacerlo baraja la posibilidad de trasladar el "no es no" a Rajoy (que costó la cabeza a Sánchez) al "no es no" a sus presupuestos. De este modo, Rajoy tendría la ocasión para disolver las Cortes y convocar elecciones anticipadas.

Sin duda, al no poder convocarse estas antes de mayo, el PSOE tendría tiempo para hacer las primarias a pesar de todo, pero, según parece, Susana Díaz sopesa la posibilidad de sustituirlas por una reunión del Comité Federal, en donde tiene vara alta, para nombrar una candidata del PSOE a la presidencia del gobierno. Quien da un golpe de mano, bien puede dar dos.

Podría entenderse que Rajoy y Díaz -que se llevan muy bien- están haciéndose un mutuo favor. Rajoy posibilita que Susana Díaz acceda a la SG y, de paso, gana las elecciones de nuevo probablemente con una mayoría si no absoluta, cercana a ella. De ser cierta esta sospecha, quedaría para los anales de la historia la irresponsabilidad de la pareja. Con el referéndum de autodeterminación de Cataluña en marcha, lo más disparatado que puede hacer el nacionalismo español (los dos partidos dinásticos y C's) es quedarse unos meses sin gobierno y sin parlamento. 

Desconcierto y tumulto en España y hoja de ruta a toda máquina al referéndum en Cataluña.

diumenge, 29 de gener del 2017

El referéndum está servido

La decisión de la CUP de apoyar los presupuestos de la Generalitat es un hito en el camino al referéndum. Utilizo el término referéndum y no independencia porque, siendo el primero un instrumento para lograr un fin, la independencia, también puede no lograrla. Con todo, con un poco de juicio, se verá que la mera convocatoria y realización del referéndum ya es un acto de soberanía, de independencia. Pero que se llegue a esto o no depende también en gran medida del gobierno español. La Generalitat insiste en que no se levantará de la mesa de negociación hasta el último momento, esto es, supongo, la víspera del referéndum. Se entiende que si el gobierno español se decide a hacer lo que invoca pero no hace, dialogar, y se llega a un acuerdo, cosa inverosímil, pero no imposible, podría hacerse un referéndum pactado, entendiendo por tal el que se convoque en Cataluña por acuerdo de ambas partes.

Dice Puigdemont que el "sí" de la CUP a los presupuestos es una "mala noticia" para el Estado. Malísima, desde luego. Lo entiende cualquiera medianamente informado del acontecer catalán. El problema es que en España, esa información no se recibe o no se quiere recibir o no se entiende o no se quiere entender. Viaja por las redes un agudo juicio, algo así como En Cataluña sabemos lo que pasa en España, pero en España no saben lo que pasa en Cataluña. Es decir, el "sí" de la CUP sería una "mala noticia" si el Estado supiera calibrar su importancia. Pero no sabe. Si habla de la CUP es para aconsejar a los de JxS que se alejen de los "radicales". 

Sin embargo debiera preocuparse porque ese "sí" reafirma la voluntad mayoritaria del Parlament de celebrar el referéndum en septiembre. A los efectos, los de la CUP avisan por boca de Arrufat de que es un sí "condicionado a la celebración del referéndum". Una advertencia creíble porque, al fin y al cabo, el voto de la CUP ha sido 39 a favor, 22 en contra y dos abstenciones. Aunque, por el momento, parece redundante. No hay razón para dudar de la palabra de Puigdemont, quien afirma que el referéndum se hará y será vinculante.

Y eso en un ambiente cada vez más enrarecido y crispado si, además de negarse en redondo a negociar, el Estado sigue con su política de persecución policial del independentismo. Encontrar formas de entenderse con alguien a quien se intenta meter en la cárcel no es tarea prometedora. Si, además, no se quieren encontrar, la tarea es absurda.

Pero a ver cómo paran ustedes ese referéndum sin meterse más y más en el laberinto.

Vuelve el Bautista

Tengo entendido que Susana Díaz llegó a la famosa reunión del 1º Vendimiario diciendo que no se iba de allí sin la cabeza "de ese". Se non è vero, è ben trovato. Nos da la imagen de Herodías en el palacio del tetrarca pidiendo, y obteniendo, la cabeza del Bautista. Y yo comparándola con Lady Macbeth. Herodías está mucho mejor.

Y he aquí que el Bautista ha recuperado su cabeza (por eso dice que no es el de hace tres años), se la ha puesto sobre los hombros y se ha presentado en la corte de su hipotética contrincante a continuar con su prédica en contra de los vicios del Tetrarca Rajoy y su cortesana Herodías. Por eso ha proclamado su candidatura en loor de multitud en un simbólico Jordán, un estanque muy oportuno para completar la imagen.

En estos momentos, el PSOE se estremece entre el ardor y el frío, entre el entusiasmo y el abatimiento. Los sanchistas ya tienen lo que anhelaban: un candidato que ensombrece las tristes apariciones del primer espontáneo, Patxi López, a cuyo actos no van ni los suyos y que anda pidiendo paz por los medios sin que nadie le preste mayor ataención.

Las miradas convergen sobre Díaz, que se ha puesto nerviosa. Le ha salido la vena autoritaria, pues la tiene pronta, como el genio, y ha asegurado que ahora "no toca hablar de liderazgos" porque debe de pensar que es ella quien decide de lo que toca hablar en cada momento. Lo importante, dice, es el congreso porque en él se ganarán las elecciones. Le ocurre lo que a Rajoy, que no sabe ni de lo que habla: ¿o no ha sido la gestora, es decir ella, quien ha puesto la elección del SG antes del congreso, contra toda lógica y raciocinio?

Así de seguros estaban de que iban a ganar las primarias. No contaban con el regreso del Bautista.

Otro asunto es qué efecto tendrá este retorno en la política española y en la izquierda en concreto.

dissabte, 28 de gener del 2017

Triste Vistalegre

Al comienzo de la peripecia de Podemos se me ocurrió detectar cierta tendencia a vender la piel del oso antes de cazarlo. No les gustó nada. Desde luego, las metáforas tienen su tiempo. A veces se perpetúan. Ya no se cazan osos para vender su piel, es de suponer, pero sigue habiendo gente que cree tocar el cielo con la mano, aunque no levante un palmo del suelo.

El ánimo que rodea hoy a Podemos es el de decepción. A veces se formula con refinada y devastadora gracia, pero decepción es, al fin y al cabo. Las encendidas promesas del principio, las expresiones como venablos ("casta", "régimen"), la crítica radical se han convertido en un parloteo confuso como de corrala medio ideológica/medio personal que no interesa a nadie y produce auténtica irritación.

Un partido en buena medida alzado por los medios gracias al uso inteligente de estos que supo hacer, aparece ahora zarandeado y hasta maltratado por esos mismos medios.  La razón es obvia: los medios queman. Mantener durante dos años una omnipresencia mediática solo puede hacerse renovando imágenes y contenidos. Si las primeras se quedan y los segundos se acaban es el propio partido el que se convierte en noticia a base de sus líos internos. Algo tan nefasto como cuando la noticia de un medio es él mismo, cosa que normalmente no interesa a nadie más. Lo mismo con Podemos: las imágenes, los rostros, se mantienen; los contenidos se han esfumado. Nunca fueron gran cosa pero ahora se han convertido en meras glosas de los acontecimientos políticos cuya iniciativa reside en otra parte. Esa falta de contenidos no puede sustituirse con consignas o jaculatorias del tipo de "mantendremos la unidad conciliando nuestras diferencias" cuando todo el mundo ve que no es cierto.

Lo sabían desde el principio, lo habían teorizado: la acción política de la izquierda tiene que hacerse ver en los medios, tiene que proyectar una imagen ganadora. Son seguidores de la doctrina del giro pictórico, de William  J. T. Mitchell. Las imágenes han desplazado a las palabras como medios de construcción/interpretación de la realidad. Ahí estaba el oso. Pero no lo cazaron. Porque, diga lo que diga Mitchell, detrás o delante o encima o debajo de las imágenes tiene que haber conceptos. Y no los hay.

Así, ¿qué imagen proyecta ahora Podemos? Pésima. Un batiburrillo de narcisistas y ególatras enzarzados en cuestiones reglamentistas, orgánicas que a nadie interesan pero que están cargadas de consecuencias para la adopción posterior de líneas de acción y doctrinas sobre las que, sin embargo, nada se debate. Detrás de los debates ideológicos hay siempre ideólogos de carne y hueso con sus proyectos personales. Y el de muchos de estos parece ya bastante claro: colar al viejo y carcomido Partido Comunista so capa del reverdecer de una izquierda antisistema surgida espontáneamente.

Una imagen de pendencia interna en todo similar a las que aquejaban a la antigua IU, antes de su imprecisa adscripción actual a Unidos Podemos. Las mismas quejas en foro público sobre la inconveniencia de salir al foro público. Similares dimes y diretes normalmente fastidiosos. A la agitación se añade la tendencia anticapitalista que no va por libre enteramente pero tampoco está integrada en el bloque y monta su propia presentación con recurso al mundo del espectáculo. Y, además de ello, el factor territorial que todavía fragmenta más la inicial y unitaria voluntad de conseguir por fin el ansiado sorpasso y consiguiente aniquilación del PSOE. 

A lo mejor es cierto que, como explicaban sus teóricos entonces, Podemos aprovechó la "ventana de oportunidad" que abrió la crisis y la espontánea movilización social del 15M. Pero también parece serlo que la ventana se ha cerrado. Y Podemos todavía no ha definido cómo se organizará ni qué línea general o estratégica seguirá. El congreso no va a reabrir la ventana. Va a cerrarla más en su empeño de mantener la matrioshka que es el fondo de su alma: dentro de Podemos, IU; dentro de IU, el PCE, del que nadie habla, ni sus mismos militantes, como Garzón, pero al que todos tienen en mente.

divendres, 27 de gener del 2017

Estar al tanto

Y van dos en casa Alsina. Después del éxito arrasador de "¿Y la europea?" llega el "ahí me ha sorprendido usted". Vamos, que no sabe de qué están hablándole. Sostiene que él no está en estas cosas, como el que dice "menudencias", ya que está dedicado a gobernar. A gobernar lo que los apandadores de su partido han dejado, que no es mucho.

La responsabilidad del PSOE por propiciar que el país siga dirigido por alguien tan manifiestamente incompetente es inmensa. Si "gobernar" no es estar al tanto del mayor proceso por corrupción de la historia reciente, que afecta a su partido, su gobierno y él mismo, el presidente debiera explicar qué es gobernar.

En unos casos por defecto y en otros por exceso, los personajes públicos deben controlar más sus discursos. Si duda con la mejor intención del mundo y cierto sentido de la ironía, el juez independentista Santi Vidal ha metido a la Generalitat en un lío. Albiol ya ha ido corriendo a chivarse a la Fiscalía. La política requiere malicia. Su ausencia puede producir auténticos terremotos.

Puestos a declarar con malicia y eficacia y hasta perversa intención, los anteriores podían aprender del ministro del Interior, Zoido, un maestro del framing cuando anuncia un dispositivo especial de seguridad en Murcia para evitar peleas entre radicales. La noticia, que yo sepa, lo que se difundió por las redes, no era que fuera a haber "peleas entre radicales" en Murcia, sino que los grupos neonazis se daban cita en Murcia para apalear a quienes les diera la gana. Hay una poderosa diferencia de matiz que iguala sin razón a los agresores y los agredidos y fabrica una idílica imagen de moderación pues los "radicales" son los otros. Aunque no sea cierto. Un artista, este Zoido. Al lado de Rajoy, un virtuoso.

Bethune. Una vida ejemplar

Una exposición interesantísima sobre la vida de Norman Bethune en el Conde Duque de Madrid. La organizan la Fundación Canadá, la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales y el ayuntamiento de Madrid. Colaboran el de Valencia y la embajada del Canadá. Y el resultado es espléndido pues, con muy escaso material (una película documental de la época y fotografías) documentan toda la vida de este médico canadiense que vino a España en 1936 con las Brigadas Internacionales y murió en China, en 1939, ayudando al VIII ejército de Mao Tse-tung en la segunda guerra chino-japonesa. En ambos lugares (España, 1936-37) y China (1938-39) su comportamiento fue ejemplar y extraordinariamente útil. En España puso en marcha un servicio móvil de transfusión de sangre que cargaba en retaguardia y actuaba en el frente. En china elaboró equipamientos para operar práticamente en la línea de fuego. En China tiene estatuas y el presidente Mao escribió su historia en forma de recuerdos que aprendían de memoria sucesivas generaciones. En España prácticamente nadie sabe quién fue. Aquí, los de Bethune perdieron la guerra. En China, la ganaron.

La exposición documenta detalladamente la vida de Bethune, una auténtica aventura. De una acomodada familia tradicional de origen escocés, era hijo de un pastor presbiteriano (también lo había sido algún otro antepasado) y tuvo una educación muy religiosa, aunque él salió ateo. Estuvo como voluntario en el servicio de ambulancias en la Primera Guerra Mundial, como algunos otros norteamericanos célebres. A su regreso pasó diversas peripecias y acabó establecido como médico de prestigio en una posición muy desahogada. Pero siempre mantuvo una visión idealista de la medicina como auxiliar en la tarea de emancipar a la humanidad del capitalismo. En 1936, España era el lugar en el que estos idealistas podía hacer algo más que hablar: actuar, frenar el fascismo, ayudar a la República.

La exposición se detiene especialmente en el terrible episodio de la masacre de la población civil que huía de Málaga hacia Almería. Decenas de miles de personas a merced de la aviación franquista y de los cañones del Canarias, Baleares y Almirante Cervera. Bethune estuvo allí con su servicio de transfusión y ayudando en lo que pudo. Lo dejó por escrito en un relato, El crimen de la carretera de Málaga-Almería.

La etapa china está mucho más someramente documentada, pero lo suficiente para comprobar que este hombre trabajó hasta el último momento, ayudando a los soldados y tambien a los campesinos, en condiciones terribles, mimetizándose con sus pacientes y siempre sin perder su fe en la misión emancipadora de la medicina y, por supuesto, en la seguridad de esa misma emancipación. Una fe capaz de mover a un médico canadiense de buena familia, respetado, prominente, rico, hasta llevarlo a morir a miles de kilómetros, pobre, consumido por la fiebre y con la sangre envenenada.

Hace falta algo más en esta historia. Si no me equivoco, la exposición no menciona (en todo caso, no lo he visto) un hecho que es determinante en la vida de Bethune: su pertenencia al Partido Comunista del Canadá desde el año 1935, fecha en que visitó la Unión Soviética. La ausencia de este dato es significativa. No por lo que hace al propio Bethune, que siempre proclamó abiertamente su pertenencia al partido, sino por lo que hace al modo de contar la historia. Las Brigadas Internacionales fueron sobre todo un asunto de la IIIª Internacional, del partido comunista "mundial" (por así decirlo) porque las otras tendencias, CNT, PSOE tenían sus propias milicias. Las Brigadas Internacionales han pasado a la leyenda y gozan de universal simpatía. Porque la merecen. Esas brigadas pararon a Franco en noviembre de 1936, salvaron Madrid y dieron a la República el tiempo necesario para reorganizarse. Y lo hicieron a un coste altísimo. Hubo batallas en las que pereció la mitad de los efectivos.

Las Brigadas Internacionales son leyenda. Norman Bethune, también. No es preciso ocultar que el origen es comunista. Salvo que se haya convertido en costumbre.

Por cierto, el documental, que narra sintéticamente la guerra de España y el servicio de transfusión de sangre, es magnífico. Un documental de alta calidad artística, aunque de material pobre. Muchas de sus fotos se han hecho célebres. 

dijous, 26 de gener del 2017

Manda webs

Lo primero o lo segundo o tercero que ha hecho Trump ha sido suprimir el castellano o español de la web de la Casa Blanca. El asunto incide directamente en la política interna de los EEUU y su trato a las minorías. Pero tiene también una repercusión internacional porque el español es una lengua que se precia de ser universal. El paso al monolingüismo inglés en los EEUU es un desaire a ese vehículo de cultura de la lengua española. Dada su habitual gallardía, las autoridades españolas dan por buena la explicación de la Casa Blanca de que la web en español no se ha suprimido; simplemente, está en construcción. Como el muro.

Por acá, la supresión de la web de la Casa Blanca se ha leído en clave interna. Los nacionalistas españoles ponen el grito en el cielo ante el atropello lingüístico de Trump y los de las otras naciones del Estado recuerdan que esa es la situación en España desde hace más de trescientos años. El Estado español es tan monolingüe como el gringo con Trump. Un caso patente de paja en ojo ajeno y viga en el propio.

Y justamente cuando las diferencias parecen suavizarse y van entendiéndose las cosas aparece el presidente español y proporciona un impromptu que deja a las audiencias boqueando como los peces. En su pintoresca comparecencia del Casino de Madrid, Rajoy afirmó, usando esa retranca tan suya que ya le gustaría a él (un demócrata como la copa de un pino) que la web de la Generalitat estuviera redactada en castellano, idioma que, según le consta, hablan más de siete millones de personas en Cataluña. Resulta que la web catalana está también en castellano. Rajoy en estado puro. ¿Y la europea?

No solamente la web de la Generalitat está en castellano sino que la que no está en catalán es la de La Moncloa. Como tampoco está en las demás lenguas del Estado. Sí lo está en inglés. ¿No es el momento de cerrarla y decir que está en construcción?

Franco, totalitarismo/autoritarismo

Debate este que agita las nunca tranquilas aguas de la historia, la ciencia y la teoría políticas, la sociología, la economía. ¿Fue el régimen de Franco totalitario del principio al final? ¿Solo al principio y fue luego autoritario? ¿Fue las dos cosas alternadamente? Los partidarios de una u otra interpretación siguen debatiendo, porque no hay acuerdo. Fue una dictadura, claro, pero en la calificación está la discrepancia.

Hace unos días leía un magnífico artículo sobre este asunto de Manuel Pastor en el que recordaba que, con motivo de un homenaje a Juan J. Linz, entonces recién fallecido, servidor se lo rindió por la distinción totalitario/autoritario hablando del franquismo y reconoció que ningunearla había sido la posición tradicional de la izquierda. Touché por Manolo, hube de volver sobre el asunto y reconocerme que, en realidad, ninguna de las fórmulas me satisfacía, pero vivir en la contradicción, tampoco. En efecto, el régimen empezó siendo totalitario. El propio Franco se jactaba de ello. Pero, pasados los años, ya en los sesenta, no cabía duda de que las cosas habían cambiado. Existía un margen más bien alegal para la oposición y no se procedía tan salvajamente contra ella como en los tiempos de la primera posguerra. Justo es el tema de la famosa película de Alain Resnais, La guerra ha terminado, con guión de Federico Sánchez, es decir, Jorge Semprún. Pero no menos cierto es que, en sus postrimerías el mismo régimen murió matando a base de fusilar opositores, como si quisiera dejar constancia de que mantenía el rescoldo totalitario.

No cabe una interpretación correcta de este agitado proceso, de este rompecabezas, si se omite una pieza esencial, que, sin embargo, no suele aparecer en el debate: la iglesia católica, firme sostén y leal aliada del régimen desde el mismo alzamiento el 18 de julio hasta los últimos sacramentos y más allá. El régimen se permitió el lujo de no ser totalitario y presentarse como autoritario (con la mitología tecnocrática de las dictaduras desarrollistas) porque del frente totalitario se encargaba la iglesia que, con el ejército, cogobernaba el Estado. El régimen se cuidaba adusto del orden público (militarizado) y no necesitaba mostrarse totalitario metiéndose en la vida privada de la gente y en lo que esta pensara en su fuero interno porque eso lo hacían los curas.

El régimen nunca fue solo totalitario ni solo autoritario porque fue nacionalcatólico; un híbrido.

Por eso, el debate totalitarismo/autoritarismo no puede resolverse ya que falta por identificar un actor esencial. No se identifica como tal porque en los análisis de los estudiosos, tanto de derechas como de izquierdas, lo dan tan por supuesto que no lo ven. La iglesia católica. Un Estado dentro del Estado.

dimecres, 25 de gener del 2017

Los tres pies del gato

Esos tres apellidos perfilan las tribulaciones del presidente Rajoy: el ala conservadora, el panorama procesal y el conflicto catalán o, para decirlo más a la pata la llana, como suelen hacer los medios: la extrema derecha, la corrupción y el separatismo. Y las tres se retroalimentan. La extrema derecha percibe no una sino tres desvertebraciones de España y, por este camino, no atisba futuro para el país. Pero eso no es nuevo. En buena parte la corrupción se origina en la falta de confianza de los políticos en el país que gestionan y la corrupción viene de los tiempos de Aznar. A su vez, los catalanes, convencidos de tener los elementos necesarios para seguir su propio camino, así lo plantean, sacando buenos réditos de la confusión española actual y la evidente expectativa que esta situación suscita en Europa.

En esas circunstancias, el país tiene un presidente sin mayoría absoluta, zarandeado por la corrupción y con una endiablada crisis constitucional a cuenta del referéndum catalán de la que no tiene ni idea de cómo zafarse. Solo se visualizan los dos presidentes, el de España y el de Cataluña, repitiendo sus voluntades: "todo el mundo sabe que ese referéndum no va a celebrarse", reitera Rajoy. "El referéndum se celebrará, sí o sí" insiste Puigdemont "y será vinculante", añade. La situación es suspensiva, de donde viene el "suspense", hoy sustituido por "thriller".

Pero la cuestión, como siempre, es la confianza que, para afrontar esta delicada situación, ofrece Rajoy. Desde luego, oírlo no tranquiliza nada. En una conferencia en el Casino de Madrid (hasta en esto es la derecha fiel a su espíritu caciquil), el presidente ha amontonado su habitual sarta de particulares lugares comunes. Son particulares por ser muy suyos y son comunes porque los repite siempre, desde que tomó posesión, hace ya un contraplán quinquenal.

Rajoy es experto en comparecer para no decir nada. Y eso, cuando admite preguntas. Y eso, cuando no comparece en plasma. Sobre Aznar no tiene nada que decir, lógicamente. Cada cual es dueño de sus opiniones. Sobre el señor de cuyo nombre no quiero acordarme es cosa en los tribunales y tampoco hay nada que decir, más lógicamente aun. En cambio el presidente fue cumplidamente informado con dos horas de antelación del rotundo fracaso cosechado por el separatista catalán en Bruselas, razón por la cual barbotó eso de que le habían dado "lo que merece" sin saber que quizá "se lo merezca", pero aún no se lo habían dado. Lógica metedura de pata cuando se va por ahí sin saber lo que se dice.

Es sana opinión de la gente de sentido común, la gente previsible, como Rajoy, según asegura él mismo: "no hay que buscar tres pies al gato". 


Alérgicos a la libertad y la democracia

Mi artículo de hoy en elMón.cat, titulado Juego sucio en el que se reflexiona sobre el enésimo ridículo que han hecho los neofranquistas del PP en Europa. En vísperas de una conferencia de Puigdemont, Junqueras y Romeva en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons, eurodiputado del PP, envió una carta redactada en inglés macarrónico a sus cofrades de la derecha para que no fueran a escuchar a los malvados independentistas que solo quieren subvertir la ley y el orden en la España democrática, representada por él y los que, como él, militan en un partido fundado por un ministro de Franco, autoritario, ordenancista, incompetente, corrupto y... monolingüe. De verdadera risa.

Este Pons y sus amigos del PP aún no se han enterado de que, en una sociedad libre, un intento de censura provoca el efecto contrario... siempre. Y así fue. La sala se llenó y cientos fueron a escuchar a los catalanes, muchos más de los que jamás irán a escuchar a Pons o su jefe, Rajoy, si la gente puede escoger entre ir o no ir.

Hoy todos los medios españoles mentirán como acostumbran, asegurando que la conferencia fue un fracaso. Ayer ya allanó el camino Rajoy, con su habitual inteligencia y capacidad, asegurando que Puigdemont había fracasado en Bruselas, en donde le habían dado "el trato que se merece" y asegurándolo dos horas antes de que la conferencia comenzara porque, en realidad, esta especie de castigo que ha caído sobre España no sabe ni en qué día u hora vive.

Aquí, la versión castellana del artículo:

Juego sucio

Entre otras cosas, la democracia es un juego sometido a reglas. El juego es limpio cuando las reglas se respetan. No lo es si no se respetan. Una de las reglas democráticas básicas es que los participantes en un debate público se identifiquen adecuadamente. Un encuentro en televisión de un par de horas, contemplado por cientos de miles, quizá millones, de ciudadanos es algo innegablemente público.
Estos encuentros en los medios no pueden ser anónimos, como en las redes, en donde suele haber perfiles falsos. Y no pueden porque es faltar a otra regla básica del juego: la de igualdad de oportunidades. En el encuentro con el presidente Puigdemont este era él mismo, se representaba a sí mismo, no podía ser otro. Algunos de los intervinientes, en cambio, ocultaron sus adscripciones ideológicas, incluso militancia o pertenencia a unas u otras organizaciones, simulando ser ciudadanos normales, de a pie. De todas formas, parece que el presidente ha ganado de calle porque el juego sucio no paga.

Y, mientras se debate apasionadamente sobre el programa de preguntas a Puigdemont, en Bruselas se ponía en marcha otra operación de juego sucio. Ahora se trata de boicotear la presencia de Puigdemont, Junqueras y Romeva en el Parlamento Europeo a explicar el llamado procés.

Este tipo de encontronazos son frecuentes en los últimos tiempos. El ministerio de Asuntos Exteriores debe de tener un departamento exclusivamente dedicado a seguir la pista de la acción exterior de la Generalitat, que no parece descansar. Cada vez que detecta un acto montado por el Diplocat, comisiona al personal de la correspondiente embajada para que le pongan todos los inconvenientes que se puedan. Parte del servicio exterior del Estado se dedica a combatir en un conflicto interior.

Pero ahora el asunto se plantea en otros términos, más agudos y simbólicos. El eurodiputado del PP González Pons ha enviado una carta circular a los diputados del PP para que no vayan a la conferencia de los catalanes. Lo pide como correligionario y como amigo, insistiendo en que las reivindicaciones de los conferenciantes quebrantan la ley, la Constitución y el Estado de derecho en España. La verdad, resulta divertido que un dirigente de un partido fundado por un exministro de Franco hable con tanta unción del Rule of law y de la Constitución en contra de la cual votaron algunos dirigentes de esa militancia.

No debe dejarse de lado el hecho de que también el PSC ha manifestado su opinión contraria al acto de JxS en carta dirigida al órgano central del Partido Socialista Europeo, pero no piden a los demás diputados de su orientación que no asistan. Es una posición mucho más respetuosa que la del PP y no juego sucio.

¿En qué consiste el juego sucio? En el hecho de dificultar a los demás el ejercicio de sus derechos. Puigdemont, Junqueras y Romeva comparecen en una sala de una comisión del Parlamento dentro de unos trámites y procedimientos legales. No hay razón para prohibir la comparecencia, aunque el empeño por boicotearla deja entrever que, si pudieran, la prohibirían. En todo caso, el boicot es una especie de censura porque se presiona a otros para que no accedan a una información, pero no se ofrece sustituirla por otra.

Esa es la parte más claramente antidemocrática de este juego sucio. Si los representantes españoles del PP en el Parlamento Europeo quieren proteger a sus colegas de toda contaminación con discursos ilegales, anticonstitucionales y contrarios al imperio de la ley, lo que tienen que hacer no es impedir que se escuchen sino ofrecerse voluntarios para mantener un debate con quienes traen tan protervos designios. Eso sería, además, una clara muestra de respeto a la dignidad del Parlamento, órgano capaz de escuchar y ponderar todo tipo de reclamaciones políticas sin que venga nadie a darle permiso.

No sé si esa comparecencia podría convertirse sobre la marcha en un diálogo/debate entre las dos posiciones. Sería muy precipitado. Pero sí podría proponerse en serio por los canales oportunos para un futuro a corto plazo, inmediato, un nuevo encuentro en el Parlamento europeo entre representantes de la Generalitat y del Gobierno español. De ese modo, el gobierno español podría ejercer ese diálogo que pregona y hacerlo delante de un público muy interesado. Seguro que no habría problemas de asistencia.

dimarts, 24 de gener del 2017

El derecho al pataleo

Alarmados están los gestores de lo revueltas que bajan las aguas después de que ellos reventaran el dique de pronto y sin avisar hace ya casi cuatro meses. No se lo esperaban. No estaban preparados. Y siguen sin estarlo. Jiménez, cada vez más ostentosamente contrito y compungido, pide "respeto" a los compañeros y no "insultos ni gritos". Nadie reconocería en él al agente que cumplió el designio de Díaz, cuando, al parecer, pidió la cabeza de Pedro Sánchez.

En realidad, los de la gestora tienen miedo de perder las primarias por goleada. La maniobra de diversión de Patxi López está en el alero. Todo va a decidirse el próximo sábado, con sendos mítines/encuentros o como se llamen de Sánchez por un lado y el repentino dueto Díaz/Rubalcaba por el otro. Será interesante ver qué valoraciones se hacen de uno y otro y qué criterios se usan.

Por lo demás las gentes de la gestora podrían mostrar un mínimo de sensibilidad democrática tratando de entender que eso que ellos consideran tumulto, gresca, insultos, falta de respeto, etc, otros lo llaman derecho al pataleo, un derecho de andar por casa, no reconocido en ninguna declaración pero muy socorrido en infinidad de ocasiones cuando la gente se siente acogotada por los que mandan, que no la dejan hablar, quejarse, protestar. Si no hay mejor forma de defenderse y hacerse escuchar, piensa la gente, se recurre al derecho al pataleo.

Porque, en estos cuatro meses, ¿cuántas veces ha hecho la gestora gesto alguno de reconocimiento de la agitación de las bases? ¿Cuántas veces ha entrado en diálogo con lo que las plataformas pedían? ¿Qué atención ha prestado a la reiterada petición de convocar congreso y primarias mucho antes de lo que lo ha hecho? ¿Qué sensibilidad ha mostrado hacia quienes votaron "no" en la investidura?

Su comportamiento ha sido arrogante, cerrado, excluyente y absolutamente despreciativo. Han creído que su excepcionalidad era patente de arbitrariedad y han actuado en consecuencia. Y siguen haciéndolo, no dejando a la gente otro derecho que el del pataleo. Solo que ahora han decidido que ese tampoco puede ejercerse.

Europa en el ojo de Europa

Miquel Seguró y Daniel Innerarity (eds.) (2017) ¿Dónde vas Europa? Barcelona: Herder. 261 págs.
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El 20 de diciembre pasado. Palinuro publicaba una reseña de este libro editado por Miquel Seguró y Daniel Innerarity y en el que colabora una veintena de autores, entre ellos el propio Palinuro, titulada "El éxito de Europa es su fracaso" y en la que prometía volver sobre el asunto con más detenimiento. No es que vaya a hacerlo ahora; eso queda para mejor ocasión. Pero sí aprovecha una feliz coincidencia, casi diríamos astral, que se dio ayer para traerlo de nuevo  colación. Coincidencia de tres poderosos medios, el mundo del libro (la editorial Herder), la prensa de papel (El País) y la radio (RAC 1, una emisora catalana) para hablar del gran tema que nos apasiona a los europeos: Europa.

El sábado pasado, la sección de Cultura de El País, publicaba una crítica del libro, escrita por Borja Hermoso con el título Europa...¿seducción o rapto? en la que, además de señalar los puntos que el crítico considera más reseñables, se hace hincapié en el carácter colectivo, en cierto modo coral, de la obra. Una diversidad de temas y de puntos de vista a veces en el mismo tema que, en cierto modo, reproduce la agitada existencia de Europa y el problemático futuro de su último intento de unificación. Un dato. Los distintos tiempos de los medios se hacen sentir. Cuando los participantes en la obra redactamos nuestras aportaciones, ninguno/a pensamos que Trump pudiera ganar las elecciones. Esa elección y sus expectativas prueban hasta qué punto hablar de Europa es adentrarse en lo imprevisible. Trump es América, claro; pero Europa no se puede pensar sin América.

Y la radio. Ayer la RAC 1 dedicó parte del programa No ho sé, dirigido por Joan Maria Pou, a hablar del libro también. Estuvimos Miquel Seguró, Daniel Gamper en Barcelona y servidor en los Madriles. Quien quiera escuchar la conversa, por cierto muy grata, puede hacerlo en este enlace a partir del 39'39''. La radio es un medio "caliente". Lo tritura todo y tiene una fuerza inmensa, más que la televisión, en contra de lo que suele decirse, porque se transmite solo a través de la palabra; no hay imagen que distraiga. Por eso importa muchísimo que la palabra sea clara. La claridad es prometeica. A los escritores, acostumbrados a ver la palabras, incluso tocarlas, pero no oírlas, nos encanta que nos dejen escucharnos sin necesidad de leernos. Pero envicia. Yo me hubiera pasado una horita más charlando con los colegas y el presentador, que tiene una capacidad de síntesis fabulosa. 

dilluns, 23 de gener del 2017

"Delenda est Monarchia"

El 15 de noviembre de 1930 Ortega publicaba en El Sol su artículo "El error Berenguer" que se hizo famoso por terminar, al modo de Catón El Viejo, con un sonoro Delenda est Monarchia!, "la Monarquía debe ser destruida". Tan famoso que para muchos el artículo se titulaba justamente como terminaba, lo cual demuestra que, en nuestro tiempo, la transmisión de la información sigue siendo esencialmente oral, como cuando el mester de juglaría.

La invocación a destruir la monarquía okupó el título porque respondía a un sentimiento muy extendido entonces. La prueba es que cinco meses y un día después se proclamaba la II República. Un sentimiento que sigue siendo muy extendido porque, si bien Ortega pudo envanecerse de ser profeta, al ver cómo la Monarquía tomaba el camino del exilio, nosotros hemos presenciado su retorno. Lo que hace pensar a algunos -pesimistas, a fuer de españoles- que la monarquía borbónica es indestructible. Tres veces dejaron los Borbones de ser reyes (Fernando VII, Isabel II, Alfonso XIII) y otras tantas retornaron con renovados bríos, aunque en medio de las más pintorescas aventuras. Estas, en realidad, los animaban a hacer con mayor intensidad eso que la larga ristra de serviles cortesanos llaman en voz baja borbonear.

¿Qué es borbonear? Exactamente todo lo que ha hecho el primer Borbón de la nueva (y tercera) restauración desde que lo nombraron Rey. La interpretación de Juan carlos en sus casi 40 años de reinado ha sido tan completa que fue necesario por primera vez en la historia jubilarlo antes de que en su disparatada vida en los últimos años se llevara por delante la institución. Su destitución como rey, tras asomarse a la TV a pedir disculpas por su comportamiento disoluto, era un medida preventiva para salvar la monarquía una vez más. Si se consigue, habrá que empezar a admitir su indestructibilidad.

Porque pocos han hecho tanto y tan cualificado por destruirla como su titular entre 1975 y 2014. Apúntense los jalones de esta increíble historia borbónica:

a.- El rey debe su cargo al nombramiento arbitrario de un dictador que se salta la línea dinástica y ante el cual jura fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional. Empieza bien y borbónicamente el monarca con una felonía y un perjurio.

b.- Su papel en la huida de España del Sahara y el abandono de los saharauis, de lo que Martínez Inglés lleva años hablando, queda hoy en evidencia con los documentos de la CIA. Un papel siniestro. Tras viajar a la zona con Franco entubado a arengar a la tropa y prometer el respaldo de España, se puso de acuerdo con Hassan y España entregó el Sahara a Marruecos y Mauritania. Más borboneo y del gordo: entrega de territorios y abandono de la población.

c.- Del golpe de Tejero mejor no hablamos, ¿verdad? Porque sale todo el mundo, socialistas incluidos, pringado de borbonismo hasta las cejas. Un golpe de Estado de pandereta entregado a una especie de general Pavía sin caballo y con menos estrellas.

d.- Y ¿qué decimos de la fortuna que la revista Forbes, una publicación seria en esto de contar los cuartos de la gente, le calculaba hace tres o cuatro años de 2.000 millones de dólares? Nadie en España ha pedido explicaciones, ni la Casa Real se ha dignado aclarar nada de esa futesa. Silencio. Por cierto, ese silencio sumiso de los medios ante los presuntos desmanes del ex-rey es la más vergonzosa prueba de que el último baluarte de la dictadura en España no son el ejército, ni las fuerzas del orden, ni los jueces. Son los medios. Los que han tejido un pacto de silencio para proteger la monarquía hasta de los destrozos causados por su titular. De sus borboneos. Lo cual convierte a estos medios en lacayos y cortesanos, continuadores y cómplices de este régimen cuya intrínseca corrupción arranca de su misma cabeza. ¿De dónde ha sacado 2.000 millones de $ un monarca que, cuando llegó a España a ponerse bajo la tutela del dictador, venía con una mano delante y otra detrás?

e.- Mientras no se demuestre lo contrario, esa pila de millones puede proceder de todo tipo de chanchullos, comisiones y regalías y nunca mejor dicho. Algo de chanchullos el viejo monarca ya sabía cuando aconsejaba a su yerno, lanzado como un bólido a amasar una fortuna por la vía rápida. Lo mismos de él con los lugares en los que situaba a sus amigas que, además de atenderlo en lo íntimo, le organizaban cacerías de otro tipo. Abatía en ellas animales salvajes cosa que compatibilizaba, como buen Borbón, con la presidencia honorífica de la WWF, organización dedicada a proteger los animales salvajes.

f.- La cacería y la ristra de amoríos e infidelidades del rey -dos cualidades tan borbónicas como la afición a los chistes malos- no debieran ser objeto de relación en una ristra de agravios por pertenecer al ámbito privado, íntimo, del personaje. Pero tampoco es así desde el momento en que para ambas ocupaciones, cazar con armas de fuego o con lo que un noble libertino francés llamaba la terza gamba, se valía, según parece, del erario, de los dineros de todos. Esos amoríos chantajeados con una actriz de los que hablan todos los medios porque ya no les queda otra salida tampoco son cosa privada de este trapisondista y galán de noche. Es más, son muy de interés público y si de verdad, el silencio de la interesada se compró con 500 millones de pesetas que se retiraron de los fondos de lucha contra el terrorismo, alguien debe pagar por ello, el mismo rey o el lacayo-ministro que corresponda porque es un delito. Claro que en esto de ser gobernados por delincuentes, los españoles saben mucho.

g.- Y aparece, para terminar el cuadro, esa información de que Juan Carlos agredió a su mujer -a la que venía engañando sistemáticamente- en presencia del jefe de su Casa, Sabino Fernández Campo, uno de esos cortesanos serviles, que solo hablan cuando están despechados. O sea, el borboneo a la enésima potencia. Y tampoco aquí reza lo de la intimidad y privacidad, aunque no haya habido uso de los dineros públicos, aunque cada bofetón a Sofía de Grecia haya salido gratis al erario porque la violencia de género es siempre pública, se ejerza en la calle o en un sótano. Hemos tenido un Jefe del Estado presuntamente felón, perjuro, disoluto, cobarde, mujeriego, corrupto, conspirador y maltratador. Y no, no es el personaje. Es la institución y son los Borbones.

Y no pasa nada porque, a diferencia de la época de Ortega, la prensa ya no está para pedir la destrucción de la monarquía, sino de la República y la democracia.

Y, de paso, de la dignidad ciudadana.

diumenge, 22 de gener del 2017

Quedan las mujeres

Cuánto ha avanzado la causa del feminismo se ve considerando el siglo de 1917 a 2017, desde la lucha por el sufragio, pues las mujeres no podían votar, hasta organizar un acto de protesta mundial contra el presidente de los Estados Unidos al día siguiente de su toma de posesión. Es una noticia de la mayor importancia. Y lo es porque estas manifestaciones de cientos de miles en diversas ciudades de los EEUU y otros países han sido organizadas por mujeres a través de una plataforma de coordinación, Women's March con voluntad de permanencia, pues ya advierten que esta marcha no es un sprint, sino una maratón. Efectivamente, la lucha por la igualdad ha avanzado mucho, desde el derecho de sufragio hasta organizarse en sujeto político mundial con voluntad de permanencia.

Por eso debe darse a la noticia el valor que tiene. Son las mujeres quienes se han organizado y coordinado contra Trump. Lo han hecho en representación de todas las demás minorías amenazadas por el actual presidente: gays, inmigrantes, lgtbs, etc. La importancia de esto es que las mujeres no son una minoría sino, al contrario, una mayoría. Y su activismo político a nivel planetario, un fenómeno que promete mucho. El intento de El País de dar la noticia ocultando su fuerte contenido de género ("Centenares de miles de personas claman contra Trump por todo EEUU", dice en portada) no es de recibo. Lo gracioso es que el reportaje, "Una inmensa multitud clama contra TRumpo en los Estados Unidos" lo firma una mujer que solo en el subtítulo reconoce que se trata de una "marcha de las mujeres". El patriarcado es omnipresente. Han sido las mujeres las primeras en preparar la resistencia frente a lo que se avecina.

Que no es poco. A las palabras gruesas, insultantes, amenazadoras del candidato han sucedido ya sus primeros actos. Ha silenciado la cuenta de Twitter del departamento de Interior porque había informado de una escasa asistencia del público a la ceremonia de toma de posesión. El portavoz de la Casa Blanca, en su primera comparecencia, ha anunciado que van contra los medios por informar falsamente de la asistencia al acto. La asistencia fue inmensa, según el gobierno, aunque las fotografías muestren otra cosa, y eso es lo que los medios tienen que reportar. O sea, se acaba la libertad de prensa. La prensa es el gobierno. Es el momento de recordar la famosa cita de Jefferson, uno de los "padres fundadores", de que, entre una situación de un gobierno sin periódicos y otra de periódicos sin gobierno, prefería la segunda. Como cualquier demócrata.

Más teoría política

Andrew Heywood (2016) Introducción a la teoría política. Valencia: Tirant lo blanch. Traducción, Ramón Cotarelo. 474 págs.
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Acaba de salir la segunda edición en castellano de la Introducción a la teoría política, de Andrew Heywood. La segunda edición en castellano porque en inglés ya va por cuatro. Palinuro ha traducido la cuarta inglesa, que tiene abundantes actualizaciones y ampliaciones. Entre un cuarto y un quinto del libro es nuevo. Se mantiene la estructura general de la obra a base de un tema por cada capítulo (libertad, igualdad, democracia, etc) con específica atención a las escuelas y corrientes doctrinales, singularizando luego a los autores para tratamiento diferenciado. De esta forma, la obra tiene un alcance muy completo porque no solamente trata las cuestiones con una perspectiva especulativa sino que las vincula a la realidad práctica de las corrientas (la socialdemocracia, el conservadurismo, el pensamiento postcolonial, el feminismo, el ecologismo, etc) y les añade un análisis sucinto de los más representativos autores.

Aparte de las mejoras introducidas a lo largo del texto, Heywood incorpora tres novedades que autorizan a considerar su obra no solamente como un manual de teoría política contemporánea básicamente occidental y europea (como eran las ediciones anteriores) sino como un tratado de la materia en perspectiva mundial. Las tres innovaciones son: los aspectos no europeos u occidentales de la teoría política (esto es, el tratamiento de otras raíces culturales), la perspectiva global, que no es coincidente con la anterior, y un capítulo nuevo completo sobre "la seguridad, la guerra y el orden mundial."

Habiéndose publicado el libro antes de la elección de Donald Trump, quizá para la siguiente edición haya que añadir otro capítulo nuevo sobre el "desorden mundial."

dissabte, 21 de gener del 2017

A la cárcel por gracioso

Decía hace poco Palinuro que el humor no delinque a propósito de una tuitera, Cassandra V, a la que piden dos años de cárcel y otras penas por unos chistes en tuiter sobre Carrero Blanco. Pero, sí, parece que delinque. Por eso le cae un año a César Strawberry por seis tuits de humor negro. En verdad, no es razonable. Produce pasmo que la jocosidad tenga consecuencias penales. A propósito de esta sentencia del Supremo ha escrito un buen artículo Máximo Pradera, cuyo contenido suscribo, explicando a los jueces la diferencia entre el sentido literal y el sentido figurado. Empeño heroico porque es imposible explicar un chiste a quien no tiene sentido del humor.

El asunto está claro en la argumentación del alto tribunal, que Pradera cita: La afirmación de que César Montaña no perseguía la defensa de los postulados de una organización terrorista y de que tampoco buscaba despreciar a las víctimas, es absolutamente irrelevante en términos de tipicidad. La estructura típica del delito previsto en el art. 578 del CP no precisa la acreditación de con qué finalidad se ejecutan los actos de enaltecimiento o humillación. Pero, si no se indaga la finalidad, ¿cómo se sabe que son actos de enaltecimiento o humillación? ¿Hay una realidad objetiva del enaltecimiento y la humillación, como si fueran un dolmen y un menhir? ¿No es más bien asunto de interpretación? Y, si es así, claro que es esencial conocer la finalidad. Para que nos entendamos: hay actos que son de enaltecimiento y de humillación al mismo tiempo, según los ojos que lo miren y siendo el mismo acto. Para unos puede ser el más alto tributo y para otros la mayor de las humillaciones, incluso un sacrilegio. 

Estos jueces han abierto el camino a la vuelta de los delitos de opinión, a los que tan aficionada es la derecha, que ahora está muy ocupada lanzando al Tribunal Constitucional contra los independentistas catalanes.

La voz del poder

La toma de posesión del presidente de los Estados Unidos es un espectáculo mundial. Son los espectáculos unidos. El mundo entero pendiente de las palabras, los gestos del nuevo mandatario. En España puede cambiar el rey y, si acaso, se enteran en Francia y algún país de América Latina. La distancia entre uno y otro caso es la del poder. Los EEUU son el país más poderoso. Tiene tropas y bases en todo el mundo, sus flotas patrullan todos los mares, sus aviones y radares dominan los cielos y, además de controlar la realidad material, controla la digital, a través de sus corporaciones y empresas que administran dominios, etc.

En los estudios de liderazgo suele manejarse la distinción entre liderazgo continuista y rupturista, haciendo, por supuesto, muchas advertencias acerca de que a veces, las diferencias entre uno y otro no están muy claras. El de Obama se presentaba como rupturista por el hecho de tratarse de una persona de color, pero era continuista en el estilo de presidencia y su orientación liberal. Lo de Trump promete ser distinto, promete ser realmente rupturista. Por el estilo y el fondo. Desde los tiempos de la Great Society de Johnson, los presidentes han sido neoliberales o liberales. Este es el primero populista, que mezcla elementos de todos los demás discursos para fabricar una melopea estilo predicador de la tv que va mucho con el personaje.

Se percibe desconcierto en Europa por las hipotéticas consecuencias de una presidencia errática. Y lo que más cuesta entender es la alegría que por el triunfo de Trump muestran los políticos de la derecha y la extrema derecha. El nuevo presidente piensa hacer en los Estados Unidos lo que muchos de estos líderes de derechas harían en sus países europeos si pudieran: cerrarlos, atrincherarlos, prepararlos para la defensa y el ataque en un mundo inseguro. Claro que, si lo vieran correctamente, empezarían por no alegrarse ni de su propio triunfo en sus Estados.

divendres, 20 de gener del 2017

La línea general

Definitivamente, El País se constituye en el cuartel general de la reacción termidoriana dentro del PSOE, la encargada de liquidar todo intento de radicalismo republicano. El centro de elaboración doctrinal estratégica y táctica. El que determina la línea general. Apuntala su contundente portada, en la que aprovecha para largar una andanada doble a Podemos, con un editorial, Fuera maniqueísmos, exigiendo a los candidatos a la SG del PSOE que se alejen de "los enfrentamientos del pasado". Por tales no hay que entender la pugna entre caballeristas y prietistas, por ejemplo, sino el golpe de mano termidoriano de 1º de octubre (algo retrasado), hace tres meses. El consejo exigencia es absurdo porque este enfrentamiento surge precisamente de ese pasado reciente.

Parece que abundan los documentos preparatorios del congreso, pero lo urgente ahora, lo inmediato, es la preparación de las primarias, que se prometen pródigas en eventos ya que la militancia está muy movilizada. Las admoniciones de El País, compatibles con su apoyo sistemático a la obra de la junta gestora (tras una campaña feroz contra Sánchez que venía de antiguo) no pueden tomarse en serio. La rebelión de las bases del PSOE así lo prueba. 

Como se decía, la portada trae dos andanadas contra Podemos: el pellizco acusica de Madina y la imagen inferior, cargada de mala uva, composición de un conjunto en el que se respira la tensión.  A Madina le corresponde el poco gallardo honor de ser oposición de la oposición y apoyo del gobierno (al que dice tener poco menos que a sus órdenes) con el que tiene que pactar las migajas. Y como no se puede criticar al gobierno con el que se pacta, se critica a la oposición. Es decir, se hace el trabajo del gobierno sin estar en el gobierno. Quizá también debieran vender esto como un éxito.

A su vez, la imagen es un editorial gráfico. Pero al revés del otro, pues en vez de llamar a la unidad lo hace al enfrentamiento, al duelo. Forma parte de la "línea general" que descansa sobre tres pies: 1) moderación y reforma de la legislación del PP, pero no derogación; 2) freno al populismo; 3) solución de la "cuestión catalana" afirmando la intangibilidad de la nación española una. 

Lo que no sea la "línea general", será desviación.

Brincología

Una retrospectiva completísima de Philippe Halsman en Caixa Forum de Madrid. 300 fotos y un par de vídeos de este genio de la fotografía que ha dominado buena parte del siglo XX en el oficio, pero al que sus propias obras han oscurecido porque muchas de ellas son tan conocidas y simbólicas de ese siglo que casi parecen una herencia común anónima. Como, además, abarca una enorme variedad de temas desde varias perspectivas en distintos aspectos casi parecen obras de diversos autores. Y es que Halsman tuvo una vida realmente agitada. Nacido en Riga, judío, vivió en los años 30 en Francia, en donde comenzó su carrera en el arte) y, con la invasión nazi, emigró a los Estados Unidos, país del que se naturalizó y desde donde ejerció un magisterio mundial con una fotografía que, ya desde sus comienzos, mezclaba buena técnica (era ingeniero de formación) y arte, especialmente el surrealista. Lo que se tradujo en un éxito comercial, como se prueba por el hecho de ser el fotógrafo preferido de la revista Life para la que hizo 101 fotos, el fotógrafo más publicado por este faro de la revista gráfica comercial que hacia los años de 1960 tuvo tiradas de 13 millones de ejemplares por semana. Salir en Life y retratado por Halsman podía ser el comienzo o la consagración de una carrera. Piénsese en un político, artista, escritor, actor, filósofo, científico, etc de cierto renombre, sobre todo en los Estados Unidos, pero también en Francia en el decenio de 1930 y hay una probabilidad alta de que Halsman lo hay fotografiado, si no para Life, para cualquiera de sus múltiples aventuras: libros (hechos por él mismo), anuncios, carteles. La lista inmensa: Marilyn Monroe, Dalí, Picasso, Gide, Churchill, Kennedy, Nixon, Theilard de Chardin, Ava Gardner, Einstein, Huxley, Cocteau, Hitchcock, Cassius Clay, Woody Allen, Fernandel, Malraux, Wharhol, etc., etc.

Es obvio, sin embargo, que Halsman, aun alcanzando la fama y estando de moda, no se acomodó, ni cejó en su particular forma de entender el arte y sacar lo que quería de sus modelos, imágenes, composiciones. Era un tipo de aspecto normal, corriente, pero, en verdad, con mucho y raro talento. Tuvo en su juventud una experiencia única, pues fue procesado y condenado en 1928 por un tribunal austriaco del Tirol por haber asesinado a su padre durante una excursión. Cumplió dos años de una condena de cuatro gracias a un indulto del presidente de la República, movido por la fuerte presión internacional. El proceso fue altamente dudoso en todos los aspectos y estuvo rodeado de un intenso antisemitismo hasta el punto de quizá se le condenó más por ser judio que por ser culpable. Algún gracioso podría decir que eso de asesinar al padre en Austria, patria de Freud, podría considerarse achaque del lugar. Y no se pasaría de gracioso. Freud tuvo que declarar en el proceso como experto para explicar que el "complejo de Edipo" era un rasgo cultural universal porque una de las piezas de la acusación contra Halsman era precisamente esa, que había cometido un parricidio por complejo de Edipo. El resto de las "pruebas" fue similar. De la oscura Austria, el judío Halsman escapó a París, en donde, en contacto con el surrealismo -del que, sin embargo, no fue muy militante- sentó las bases de su posterior carrera en los EEUU. Algunas fotos de la época en la exposición son celebérrimas, como el retrato de Jean Cocteau en figura de diosa Kali o de navaja suiza, o el de Gide, casi una imagen reverencial. Y, de allí, de nuevo por cuestiones de persecución racial, al otro lado del Atlántico, siempre escapando.

Esta gran exposición documenta lo más representativo de Halsman y se concentra en tres puntos, decisivos en su obra: los retratos de Marilyn Monroe, la colaboración con Dalí y la jumpology, o sea, la "brincología". Los retratos de Monroe son magníficos y los distintos episodios de colaboración con Dalí en obra conjunta, como el vídeo Dalí atómico sorprendentes, dalinianos. Escuchar al catalán explicando al judío-letonio-francés-yanqui su método paranoico-crítico es cosa grata. Lo de la brincología tiene su motivación. Sostenía Halsman que, cuando la gente salta descuida el gesto, desinhibe el carácter al concentrarse en el salto; como diría Wilhelm Reich pierde la coraza caracteriológica. Así que hizo cientos de fotos de gente famosa saltando y hasta editó un libro. Claro que algunas de ellas, como la de Marilyn en la portada de Life, las ensayó decenas de veces, con la modelo dando los correspondientes brincos.

Hay unas fotos muy curiosas de promoción de Los pájaros, de Hitchcock, la más conocida, la del director fumando un puro con un pájaro. Supongo que sería Dalí, que había trabajado con Hitchcock en Remember, quien recomendó a Halsman al mago del suspense, quien debió quedar muy contento porque las fotos están muy bien. Y alguna impresiona más ahora que se sabe que la actriz Tippi Hedren estuvo en peligro real de perder un ojo porque el director no le avisó de que el pájaro era real.

Para los de mi generación, la aparición del rostro ya olvidado de Fernandel es un auténtico viaje al pasado remoto. Son algunos de los retratos que hizo al cómico francés en 1949 y que también publicó como libro bajo el título, realmente grandioso de El francés.

dijous, 19 de gener del 2017

La Ley de Murphy

Es saber convencional generalmente compartido que nada castiga más el electorado que la falta de unidad y las discordias internas de los partidos. Y esto no se debe a que el susodicho electorado sea un manojo de maniáticos del orden y la disciplina, sino a la muy fundada sospecha de que unas gentes que no saben gobernarse a sí mismas menos sabrán gobernar a los demás. En todo caso, es un hecho conocido y lo primero que se esgrime cuando comienzan los enfrentamientos internos en un partido: si damos imagen de desunión y conflicto, perderemos votos. Es un cálculo de costes beneficios muy fácil de hacer, pero muy difícil de aplicar. Volver a juntar, a fundir, lo que se ha fracturado no suele salir. Cuanto más se haga por conseguirlo, más se notará que no se consigue. Si se adoptan las políticas por consenso, ese consenso deberá renovarse de continuo, lo que no es muy práctico.

De ahí que en Podemos haya un auténtico tumulto por conseguir llegar al congreso en buenos términos, a ser posible con un acuerdo para una candidatura única o así. Algo que, a su vez, según la tradición democrática de la izquierda, produce rechazo. ¿Por qué no van a confrontarse las posiciones abiertamente en el congreso y que él decida? Obvio, porque reflejará la fractura.

La preocupación angustiada por la fractura, en la que está jugando todo tipo de factores mediáticos, lleva a quienes la sufren a extremos que rayan en lo irracional. Si no yerro, Bescansa justifica la presentación de su "propuesta-sutura" invocando, cómo no, la unidad de Podemos, pero, si no prospera, no descarta la posibilidad de presentarla como otra opción en el congreso; aunque dice que es poco probable. Si le sumamos lo que puedan presentar los anticapis si no se ponen de acuerdo con los de Errejón, ya vamos por cuatro opciones en el congreso. Aunque de muy distinto calado, lo suficiente para mercadear.