diumenge, 24 d’abril del 2016

Cuatro meses a la bartola

Me acuerdo de los meses entre el 27 de septiembre de 2015 (últimas elecciones autonómicas/plabiscitarias de Cataluña) y los primeros días de enero de 2016 en que se compuso gobierno catalán in extremis, con la retirada de Artur Mas en el ultimísimo momento. ¡Cuántas risas se echaron los comentaristas de la corte a cuenta de la segura incapacidad de los catalanes de constituir un gobierno! ¡Cuánta mala leche en los vaticinios! ¡Cuántos chistes sobre la incompetencia de los independentistas para llegar a acuerdo alguno!

Hoy hay un gobierno en Cataluña con mayoría absoluta en el Parlament y una hoja de ruta clara y precisa hacia la independencia, mientras que en España, después de cuatro meses de negociaciones, no hay nada, ni pinta de que vaya a haberlo en un futuro a medio plazo. El ridículo de los partidos españoles ha sido inmenso: cuatro meses de vacío de poder para provocar otro vacío de poder de otros cuatro meses.

Volvemos enseguida sobre los partidos. Entre tanto, ¿qué me dicen del Congreso? Constituido en tiempo y forma, ha sido incapaz de conseguir que el gobierno dimita mediante una moción de censura. Ha fracasado  en su labor de control y oposición. Ha incumplido su tarea. Ha demostrado no servir para nada pues la situación de interinidad. No puede obligar al gobierno a comparecer, ni siquiera cuando, como es el caso, se declara en rebeldía.

Con este Parlamento se percibe claramente la tomadura de pelo de los partidos. Ninguno de ellos ha hecho un movimiento conducente a formar gobierno, salvo la alianza de C's y PSOE que, no sumando los votos necesarios, tampoco consiguió atraer a nadie más. El PP  no ha hecho nada, salvo pedir su apoyo al PSOE sin ofrecer nada tangible a cambio, por ejemplo, la retirada de Rajoy porque lo que verdaderamente le importa es el horizonte penal de varios altos miembros del PP, empezando por el de él mismo. La dicha retirada hubiera, quizá, permitido algún acercamiento con C's, pero tampoco sumaría mayoría absoluta. No siendo esta, no hay otra fórmula ganadora que la Gran Coalición, asunto literalmente impensable. El PSOE ha cubierto el expediente, sosteniendo que su pacto previo con C's no le permitía muchas alegrías.  Podemos arrancó la situación proponiendo medidas teniendo en cuenta sus exclusivos intereses y pensando, más que nada, en imposibilitar toda coalición e ir a nuevas elecciones pero que pareciera que las provocaba el PP.

En estas condiciones, no hay ninguna seguridad de que el resultado de las elecciones no sea similar al que hay ahora, lo que provocaría un  bucle muy peligroso para la gobernación del país. Parece que el electorado se ha dado cuenta de esto y comienza a cuestionarse la situación y a concentrar los votos en C's y PSOE. Como era lógico, viendo las circunstancias. Si se repiten los comicios, el mensaje de Podemos y C's serán muy claros: hay nuevas elecciones porque el PP y Podemos han obligado a ello. Es comprensible que, para evitar esta mala fama, los de Podemos traten ahora desesperadamente de confluir con quienes hace medio año solo les merecía desprecio, IU. Pero es obvio que no va a salirle porque el lastre ahora en unas elecciones ya no es IU sino el propio Podemos, cuya capacidad de fragmentación es superior a la de IU.

De hecho, se trata de cuatro meses de inactividad y descanso que los partidos pueden aprovechar muy bien para ejercitarse algo más en el análisis político. 

Sant Jordi, un santo muy leído

Firmar libros por Sant Jordi en la rambla de Catalunya es una grata experiencia. Aunque había habido especulaciones a lo largo de la semana sobre el posible mal tiempo, lo hizo estupendo a lo largo del día y solo se puso hosco al final de la tarde. Los paseos estaban de bote en bote o de gom a gom y era difícil pasear entre el gentío. Eso viene bien a los de las paradas porque así el personal va más despacio y le da tiempo a mirar los títulos de los libros y los nombres de los escritores.

Compartí parada de la ANC con dos jóvenes y valiosos autores: Jordi Borrás, un fotoperiodista que traía un interesante libro Desmontando la Sociedad Civil Catalana, un trabajo muy oportuno, y mi colega Roger Buch, que ha compilado cien motivos para ser independentista, encomiable esfuerzo para no dejar solo y viudo al único motivo que todo el mundo entiende: ser independentista porque sí, porque se tiene ese derecho y se ejercita para no dejarlo decaer.

Luego, en la caseta de Súmate coincidí con los célebres Xavier Sala i Martin, Eduardo Reyes y Gabriel Rufian. Soy amigo de Reyes desde hace tiempo, pero no conocía Sala i Martin, ni a Gabriel Rufian, dos interesantes fenómenos mediáticos de estos atribulados tiempos.

Es posible que, como dicen muchos zahoríes en España, en Cataluña reine una terrible crisis de convivencia en la que los padres no se hablan con los hijos, las hijas piensen en matar a sus madres y los hermanos anden con la faca preparada. Sin embargo las fuerzas de intoxicación de la Generalitat lo han ocultado magistralmente y no se ha notado nada. El clima ha sido festivo, muy alegre, los autores hemos firmado libros y nos hemos hecho montañas de fotos.

Este Sant Jordi, que recuerdo haber visto en algún retablo de Marçal de Sax con una cuatribarrada de gualdrapa de su caballo o en la del Jaume I, que lo acompaña en su tarea de combatir a los sarracenos, rescató a la princesa, encadenada a una roca y simboliza así el origen de la nación catalana como nación cristiana. No tengo dudas de que sería el Rey quien desposaría luego a la princesa porque, siendo Sant Jordi santo, no podría caer en la concupiscencia. De ahí que en la cristianización de las leyendas paganas, se duplique la figura del héroe en una parte mundana (el Rey) y otra espiritual (el cura, el obispo, el santo). Los griegos las aunaban porque no tenían tantos prejuicios ni predicaban tanto contra los pecados de la carne. Sucumbían a ellos y se arreglaban los problemas. En el mito griego, Perseo rescata a Andrómeda con ayuda de su caballo alado y echando mano de su arma secreta, la cabeza de la Medusa, y luego se casa con ella, con la que tuvo media docena de hijos, los perseidas. Andrómeda está ahora en el firmamento en la constelación de su nombre, cerca de su marido, mientras que de la princesa rescatada por San Jorge no parece constar nombre, siguiendo inveterada costumbre cristiana de invisibilizar a las mujeres.

La prostitución

En el marco del Seminario sobre cuestiones de género de nuestra Facultad en la UNED, la semana que viene vamos a tratar el tema de la prostitución. Participarán en él Beatriz Gimeno, Lucía Etxebarria, Paz Moreno Feliú y lo moderará nuestra decana, Consuelo del Val Cid. Abordaremos la cuestión desde una perspectiva pluridisciplinar, básicamente jurídica, sociológica, psicológica y antropológica pero siempre con una nítida impronta feminista. De lo que se trata es de reflexionar sobre una cuestión compleja de forma que el resultado de las reflexiones coadyuve a resolver un problema que es un lacra social que afecta sobre todo y principalísimamente a las mujeres. Partimos además del supuesto de que nadie, sea hombre, mujer o de un tercer género, puede sustraerse a una cuestión que nos interpela a tod@s directa o indirectamente.

A partir de hoy, dejaré el anuncio fijo en la columna de la derecha de Palinuro para darle mayor publicidad.

El seminario tendrá lugar el próximo jueves, 28 de abril, en el salón de actos del Rctorado de la UNED, calle Bravo Murillo, 38, a las 18:00. Entrada libre.

dissabte, 23 d’abril del 2016

La nueva vieja política

Que Anguita sea el faro, la luz que guía la singladura de esa nueva formación que los medios llaman emergente ya dice todo sobre su naturaleza y carácter. Un hombre que lleva cuarenta años en política erre que erre y jamás ha hecho otra cosa que fracasar, se postula como el visionario del triunfo. Y la tropa de anguitillas que tiene en Podemos lo sigue con los ojos cerrados. Muy, muy cerrados. Igual que sus molleras. 40 años destruyendo las posibilidades de la izquierda a la que llama transformadora como podía llamarla golondrina porque nunca ha transformado nada. Alguien que jamás ha tenido una sola idea, salvo destruir el PSOE, dividir la izquierda y conseguir, en su mejor momento, que Aznar y los jenízaros del neoliberalismo llegaran al poder.

Ese fichaje inenarrable, en realidad, dibuja la claudicación de Podemos. Los que iban a revolucionar el campo trillado de la política y sus trampas maniqueas de derecha/izquierda no tienen discurso o tienen una melopea pedante copiada de los sudamericanos. Los que traían en sus mochilas una izquierda nueva, a imagen de los soldados de Napoleón el bastón de mariscal, una izquierda distinta, no contaminada con los partidos viejunos, los comunistas y los socialdemócratas, se ponen en manos de los comunistas, esos camaradoskis que siguen hablando como los apolillados leninistas. Los que iban a asaltar los cielos ahora se contentan con un 20% del voto y, como las gallinas en el corral, se pelean por unas décimas arriba o abajo. Los que iban a echar a la casta y limpiar los establos del Rey Augías con el poderoso río de su retórica revolucionaria andan escudriñando los sondeos y se queman las cejas viendo si d'Hondt los pondrá por delante o por detras de Sánchez, Pérez o López y están en la política de cabildeos, comisiones y comités. En el compadreo de los cargos, los puestos o los enchufes.

Anguita es el referente intelectual de los revolucionarios de parterre, unos anguitillas que todavía no ha explicado exactamente en qué es referente este prodigio de la más huera incompetencia; qué libro, que teoría, que propuesta o idea incorpora esa referencia. Por más que se busque toda la aportación intelectual de este ampuloso ergotizador lo único que aparece es esa jaculatoria de "programa, programa, programa", versión secular del sanctus, sanctus, sanctus, dominus meus sabaoth de la eucaristía.

En realidad, ni Anguita ni los anguitillas sirven para nada. Ni para aprender algo tan elemental que avergüenza recordarlo: que en democracia, la política que solo se hace a la contra no prospera; la política del rencor y el odio no funciona. Eso solo funciona en las dictaduras. La política nazi contra los judíos funcionó, según sus sangrientos criterios. Una política consistente tan solo en ir contra el PSOE y buscar su sorpasso, pero sin tener ninguna propuesta positiva en sustitución de la socialista, salvo quítate tú para que me ponga yo,  no funcionará. La gente no es tonta.

En democracia no se resta; se suma. Pero no mecánicamente, como creen los estrategas de Podemos, sino dialécticamente y de eso, es obvio, no tienen ni idea. Asustados de ver que el partido morado se desangraba en intención de voto y que la IU de Garzón mantenía un millón de electores, los de Podemos decidieron dar la vuelta a la situación, hacer realidad el sueño de su jefe intelectual, Anguita, arrebatar al PSOE la hegemonía de la izquierda a base de sumar más votos que aquel. Y para ello calcularon que, si se juntan las siglas, se juntarán los electores por la misma razón por la que, si juntamos las cañadas, juntaremos los rebaños.

Es verdad que, en su marasmo, dirigido por una especie de Golem de Rubalcaba, el viejo PSOE puede acabar devorado por Podemos. Pero eso no es tan fácil, sobre todo si, para ponerlo en práctica se procede a una ocultación de las siglas políticas de partida, una ocultación del Partido Comunista de España y una ocultación de Iquierda Unida (IU). Porque toda la pelea por la fusión gira en torno a qué hacer con las siglas, esas de las que tan orgullosos están, pero en la intimidad de cada cual. La mala fe se denota en que tratan de presentarse al electorado con un nombre nuevo que oculte la presencia de otras opciones en su seno. Ignoro si los votantes de Podemos sabían que votaban al PCE igual que los del PCE si sabían que iba a votar a Podemos, pero les interesa saberlo. Lo contrario, en el fondo, es una estafa. Y más que una estafa: ¿qué es eso de presentar una opción "asamblearia", estilo 15M, cuyo corazón es otra jerárquica, como IU cuyo corazón, a su vez, es el PCE, un partido que, en el fondo de su alma es totalitario? Un evidente intento de engaño. Porque, si no quisieran engañar a la gente, habrían disuelto las organizaciones ocultas. Pero no pueden hacerlo porque se basan en ellas para engañar.

¿Que tiene de izquierda engañar a la gente?

Hoy Palinuro firma libros en Rambla Catalunya

El acto de la ANC de Sagrada Familia en la escuela Fructuós Gelabert estuvo de cine. Mucha asistencia. Muy animado. He visto en twitter fotos de colas para entrar. Y una organización ejemplar. La gente de la ANC tiene un toque especial para organizar cosas. Son la levadura del pan de la independencia. Trasmiten seguridad y despiertan confianza allá donde van. En esta ocasión Pilar, la organizadora y Enric, el coordinador, fueron ejemplares. Pilar es un portento. Un pueblo con esta gente no puede fallar.

Y el auditorio, genial. Llevo algunas conferencias y actos públicos a mis espaldas y creo saber detectar cuándo se genera empatía real entre el público y el conferenciante, cuándo hay una comunicación.casi instintiva. Mediada sin duda por la palabra, pero que va más allá de la palabra y alcanza un estado de ánimo colectivo. Es el que había ayer. El moderador, Adriá Alsina, mantuvo un ritmo trepidante y un tono altísimo. Mi partenaire, Krystyna Schreiber, sosegada, estuvo a la altura en todo momento. Gente hermosa, toda ella.

En fin, lo pasé muy bien. En un par de días subiremos el vídeo íntegro y también subiré el correspondiente a la confe de ayer en la Universidad de Zaragoza. ¡Qué diferencia entre ambos lugares! De un lado, el ámbito severo, augusto del aula magna de la Facultad de derecho, presidida por el general Palafox ; de otro un ámbito popular, en una sala de un colegio de niños/niñas, con sillas plegables y gente del barrio, sencilla, pero tan entendida o más en lo que le traía allí que los del aula magna.

En todo caso, como se ve por las ilustraciones, hoy estaré firmando libros en las paradas de la ANC y Súmate y nos veremos allí.

divendres, 22 d’abril del 2016

El sueño del sorpasso

Quieren unirse, aliarse, fusionarse. Aún no saben cómo, pero quieren juntarse. Van a ocultar las siglas de IU y, por supuesto, las de PCE. Los dos estarán presentes, pero escondidos. La alianza se llamará "Podemos-En común" o "Podemos-Unidad Popular", o algo así, siempre plagiado de fórmulas de éxito. Pero ocultarán las siglas perdedoras y le dirán a Anguita que aparezca poco o que se vaya de vacaciones. ¿Por qué? Porque saben que están engañando, mintiendo; porque saben que están abusando de la buena fe de la gente

Nadie que no quiera mentir oculta sus siglas, esconde su marca o su nombre.

¿Por qué lo hacen? Por lo dicho, para trampear y porque dicen estar convencidos de que van a ganar al sumar los votos de Podemos con el millón de IU y lo que se lleven de superaditividad y beneficio del sistema d'Hondt. Esto puede ser cierto o no. Ellos mismos y los "analistas" y comentaristas que escriben a su dictado lo dan por seguro. Sin la más mínima prueba empírica, sin seguridad alguna, porque toman sus deseos por realidades y tratan de marear a la buena gente con sus cuentos. Sin embargo es la evidencia misma que los votos no se transfieren mecánicamente así como así de una opción a otra. Quienes votaron en 2015 a IU no votaron a Podemos; quienes votaron a Podemos, no lo hicieron a IU. Puede pasar tranquilamente que la suma de votos de Podemos e IU sea inferior a los que obtuvo entonces Podemos.

Para prueba, lo que sucedió en las elecciones del 27 de septiembre de 2015 en Cataluña en donde Catalunya Sí Que Es Pot, esto es, la suma de Podem e IU (o sea, EUiA-Els Verds) obtuvo menos votos que IU por sí sola en la votación anterior. A la gente suele molestarle que intenten engañarla y venderle la moto de la vieja política del chanchullo y la ocultación por la nueva.

En verdad, si hay charlas para la confluencia es porque los de Podemos están nerviosos. Más que nervioso, Iglesias está indignado de que la gente sea tan bruta y esté tan alienada como para tenerlo en la más baja valoración de los políticos, a la altura del sobresueldos. Por eso se ha puesto a insultar a los periodistas. Algo que prueba sus escasas luces porque si criticar con toda dureza los medios de comunicación como empresas que son está muy puesto en razón, emprenderla a mamporros con los periodistas es inmoral y estúpido. Los periodistas, en su inmensa mayoría, aquellos a los que Iglesias ha insultado, son currantes, maltratados por sus empresas. Las mismas de las que el secretario general de Podemos no habla porque algunas de ellas son sus portvoces, por ejemplo, el diario Público, repleto de enchufados, amigos y parientes de gente de Podemos o cercanas a él.

Añádase que es posible que las confluencias periféricas no se repitan por diferentes causas y se tendrá un cuadro nublado de preocupaciones para Podemos. Y esas preocupaciones no se disipan porque Podemos lance sus legiones de trolls en las redes a hostigar a quienes no comulgan con sus ideas, supuesto que tengan alguna. Al contrario, añaden nuevos tonos de preocupación a la hora de estudiar el talante de estos trolls, todos ellos muy cercanos ya al fascismo.

Por fortuna para Podemos, el sorpasso puede ser a pesar de todo posible porque lo que tiene enfrente es algo aun peor que él mismo. Después del mandato de Rubalcaba y el de su muñeco, Sánchez, el PSOE está en estado catatónico y, si no reacciona, puede quedar por debajo de Podemos, pero no porque este obtenga una gran cantidad de votos sino porque al PSOE acabe por no votarlo nadie.

Hoy, en Barcelona, hablando del proceso

Voy cerrando esta echada.

Ayer, la mesa redonda sobre el derecho a decidir en la Uni de Zaragoza estuvo movidita. Pudo verse en streaming. Recibí comentarios durante las intervenciones. En cuanto tenga el enlace de Youtube, lo pondré en Palinuro. Creo que las cosas quedaron meridianamente claras: qué defiende cada cual y por qué. Agradezco a la Uni de Zaragoza, la Fundación Giménez Abad y Diplocat la oportunidad para expresarme, cosa que hice con absoluta libertad. Es muy bueno que se pueda hablar de todo. Muy bueno. Juzguen ustedes cuando esté el vídeo.

Hoy participo en un acto-mesa redonda con la periodista alemana Chrystyna Schreiber. Esto se extiende, toma fuerza, cada vez más gente se interesa por lo que está pasando en Cataluña. Atención creciente en Europa. Un auditorio al que tenemos que mimar, explicar, poner de nuestro lado porque seguramente llegará un momento en que su intervención sea decisiva. Hay mucho de que hablar, mucho por debatir y acordar. Hay un país por hacer, una vida que cambiar. Es una ocasión única. No es pot perdre.

Modera Adriá Alsina. Ahí es nada. Estamos en buenas manos; en las de alguien que solo vol canviar el món. Y, como dice él mismo: empecemos aquí.

Viernes, 22 de abril, a las 19:00 en la escola Fructuós Gelabert, c/ Sardenya 368.

Nos vemos allí.

dijous, 21 d’abril del 2016

La visita del marciano

Por fin se han visto Puigdemont y el sobresueldos, gracias a la iniciativa del primero. Los líderes de los otros tres principales partidos de ámbito estatal, Sánchez, Iglesias y Rivera ya habían ido a charlar con él a las tierras de la antigua marca hispánica. Y volvieron muy contentos. Los catalanes, afirmaban, no muerden y Puigdemont es una persona encantadora, educada y políglota. Las noticias llegaron a La Moncloa, aunque parezca mentira, pero su inquilino no se dio por enterado. Él ya había roto con Mas en 2014 y es mucho español, partidario del mantenella y no enmendalla. Además, esto de la buena educación, la cortesía, las maneras educadas son refitolerías de personajillos. Él jamás descolgaría el teléfono para llamar a un catalufo que no se peina. Le daría urticaria borgoñona.

Bromas aparte, es increíble la absoluta incompetencia de comentaristas, analistas y otros istas sin aristas. Nadie ha explicado el significado y contenido reales de esta entrevista entre Puigdemont y Rajoy.  Nadie parece capaz de interpretarla en su alcance. Y no es difícil. Veamos:

Puigdemont preside un gobierno en plenitud de poderes, con un apoyo parlamentario claro, un programa y un objetivo fijado en el tiempo.

El sobresueldos preside un gobierno en funciones, que no pinta nada, sin apoyo parlamentario y sin saber a dónde va, si va a alguna parte.

Puigdemont dispone de la mayoría absoluta del Parlamento tras unas elecciones limpias con resultados claros. Comparece en la cámara cuando se le pide y da las explicaciones pertinentes.

El sobresueldos no tiene mayoría absoluta en el Parlamento, frente al cual se ha situado en rebeldía, negándose a comparecer, a rendir cuentas; y actúa como un verdadero "okupa" de La Moncloa.

Hay una diferencia de legitimidad abismal. Tanto que cabe reprochar a Puigdemont que pierda el tiempo viniendo a hablar con este pecio, que no pinta nada ni tiene nada que hacer pues, como él mismo reconoció, tiene la "agenda bastante libre". Y tan libre. Como que no hace nada ni nadie lo tiene en cuenta para nada. En realidad, la visita del catalán es casi como la de un marciano a un cortijo español cuyo propietario es un gandul.

Un gandul que dice "no" a todo. No a todas las propuestas que trae Puigdemont, como ya dijo "no" a las que le trajo Mas en 2014. "Ustedes, señores catalanes, parece estar diciendo, hagan lo que quieran pero en España mando yo y aquí no se mueve nada ni nadie".

¿La consulta? De consulta, ni hablar. La ley lo prohíbe y el okupa explica a Puigdemont que la ley está por encima de todo, per damunt de tot. Dos observaciones para acabar de entender por qué el catalán marciano salió de la entrevista pellizcándose para saber si estaba despierto o todo había sido un mal sueño:

1ª) Rajoy llama "ley" a las normas jurídicas que él y los suyos cambian cuando les da la gana y como les da la gana. La Constitución (art.135), la Ley de Radiotelevisión española, la Ley de Enjuiciamiento Criminal, la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional... todo lo que no le cuadra lo cambia a su antojo. Luego, dice a lo demás que tienen que someterse a la ley, esa misma que él cambia cuando le peta. Es decir, los demás, los catalanes especialmente, tienen que someterse a la ley del embudo.

2ª) No es verdad que la ley prohíba hacer la consulta. La Constitución dice (art. 92, 1) que "las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos" y, por otro lado, (art. 150, 2) añade que "el Estado podrá transferir o delegar en las Comunidades Autónomas, mediante ley orgánica, facultades correspondientes a materia de titularidad estatal que por su propia naturaleza sean susceptibles de transferencia o delegación." Alguien podrá decir que, con este artículo, sobra el resto de la Constitución y, por supuesto, todo el título VIII sobre Comunidades Autónomas. Y no le faltará razón. Pero, por ahora, no queremos ir tan lejos. Bastará con observar que, según la Constitución, el Estado podría transferir a Cataluña la competencia para hacer un referéndum de autodeterminación como han hecho los escoceses y los quebequeses

O sea, si los catalanes no pueden hacer un referéndum de autodeterminación no es porque la ley lo impida (como mendazmente sostienen Rajoy, Sánchez y Rivera) sino porque a los nacionalistas españoles no les da la gana.

Que es el criterio con el que estas gentes llevan desgobernando el país hace cientos de años.

Ya puede el marciano volverse a Marte.

Hoy, sobre el derecho a decidir en la Universidad de Zaragoza

Facultad de derecho, en Zaragoza, una mesa redonda-conferencia con muy ilustres colegas juristas sobre el Derecho a decidir, organizado por Diplocat y la Fundación Manuel Giménez Abad Voy encantado, sobre todo, tras haberme metido entre pecho y espalda el mamotreto de Cagiao Conde y Gennaro Ferraiuolo sobre ese mismo tema y que reseñé en el post aporías jurídicas hace unos días. O sea, que voy puestísimo. Eso aparte de que no tengo querella alguna con el "derecho a decidir" salvo que me parece un prudente eufemismo, una especie de elegante understatement para no despertar la fiera en lo más hondo de la caverna si oye hablar del derecho de autodeterminación de la nación catalana.

No se me escapa, pues no soy tan romo, que la expresión "derecho a decidir", así con esa encantadora vagarosidad kantiana, trata de conseguir un objetivo más cuantificable, tangible, palpable: convencer al legislador español de que permita el ejercicio de ese derecho en el marco de la Constitución. Ciertamente, si entre los intérpretes, asesores y decisores españoles hubiera gente con altura de miras, raciocinio, entendimiento esclarecido, gente libre y abierta, podría hacerse una "interpretación conforme" (que diría el Tribunal Constitucional) de la Constitución y delegar en la Generalitat la competencia para convocar un referéndum consultivo en Cataluña. Desde luego, nada más fácil.

Esa posibilidad solo tropieza con un inconveniente que afecta tanto al nacionalismo español de derechas como al de izquierdas: que a ningun de los dos (ni, por supuesto a los chuletas de C's) les da la real gana de acceder a algo tan elemental. Por eso es igual que lo llamemos "derecho de autodeterminación", "derecho a decidir", "derecho a soñar" o "derecho a tener derechos", como dice Stefano Rodotà. La respuesta es siempre "NO". Y por más Zaragozas que le echemos será siempre "NO".

El "SÍ" lo tendremos que arrancar; pacíficamente, pero con tenacidad y aguante.

Aula magna de la Facultad de derecho.- 16:00. Entrada libre. Creo que dan un diploma de asistencia.

dimecres, 20 d’abril del 2016

Diálogo de comadres

Eulogia ¿Que tal le va a su hijo Mariano en La Moncloa, vecina?

Martina¡Calle, calle, doña Eulogia! No gana una para disgustos. Ahora que ya lo veía otra vez en casa, jugando al escondite con sus primos, ¡paf! todo se escaralla y tiene que quedarse en Madrid porque no hay quien pueda sustituirlo.

Eulogia Alguno habrá, mujer. No desespere. Ese de la coleta, me parece con ganas

Martina No, si ganas tienen todos. Pero no pueden. Mi Mariano ganó las elecciones y estos solo pueden protestar. Por eso quieren que vaya al Parlamento. Quieren humillarlo, pues no pueden echarlo.

Eulogia.Ya quisieran. Pero él, con no ir... con un palmo de narices.

Martina .Menudo es mi Mariano que se las tiene tiesas al lucero del alba. Ese tal Patxi López que no tiene estudios, se cree que puede dar órdenes a un registrador de la propiedad. Figúrese usted. Ya irá él al Parlamento cuando le pete y no por orden de estos mindundis que solo saben dedicarse a la política.

Eulogia Eso es, que hagan como el Caudillo y no se metan en política.

Martina No pueden evitarlo. Es superior a sus fuerzas. ¿Creerá usted que ese de la coleta dice que no le extrañaría ver que la policía detiene a mi Mariano?

Eulogia ¡Jesús, María y José! ¿Y por qué iban a detenerle si es un santo?

Martina Porque dicen que roba.

Eulogia ¿Y eso es para detener a alguien? ¡Si lo hacen todos!

Martina Ya, pero Mariano no puede. Tiene que dar ejemplo. Ya ve, hoy recibe a ese catalán, Pichad omonte, que solo va a La Moncloa a fastidiar, a pedir, como siempre.

Eulogia Bueno, pero como le hablará en catalán...

Martina ¿Qué?

Eulogia Que no se enterará.

Martina Mi Mariano se entera de todo. Y además, habla varias lenguas, todas en la intimidad. No lo dice por modestia. Pero este pedigüeño se irá con las manos vacías. Este mes mi Mariano devuelve a los funcionarios la mitad de la paga extra que les debía y claro no queda dinero para los catalanes. Ni para la puta ni para la Ramoneta.

Eulogia¡Cómo me alegro, Martina! Mi abuelo creía que iba a morirse sin verlo.

Martina ¿El qué? ¿La puta o la Ramoneta?

Eulogia La paga extra, mujer

Martino Seguro. Si Mariano lo dice... Pero, desde luego, nunca se sabe. Hay un cura de por aquí, de Pontevedra, encima que quiere excomulgarlo.

Eulogia Excomulgar ¿a quién?


Martina ¿A quien va a ser? A mi Mariano.

Eulogia Pero ¿por qué?

Martina Porque dice que hace sufrir a la gente. Ya ve usted, como si no viniéramos a este mundo a sufrir. Sobre todo, los pobres.

Eulogia  No haga caso, vecina. Son habladurías.

Martina Eso le digo yo a Mariano y que le mande los inspectores de Hacienda al curita a ver qué tal.

Eulogia Ni caso, le digo, ni caso. Es como cuando esos rojazos lo declaran persona non grata... Ni caso. Dele recuerdos a Mariano de nuestra parte y dígale que no olvide lo de mi Ricardiño. Le vendría tan bien una plaza de ayudante de jardinero en La Moncloa.

Martina Pierda cuidado vecina. Se lo recordaré mañana, al salir de misa.


La ley se hace al andar

Aquí mi artículo de hoy en elMón.cat. Puigdemont que, por cierto, hoy se verá con el Sobresueldos, tiene una actividad incansable, a diferencia de su interlocutor, que no pega palo al agua. El catalán no para: concede entrevistas, acude a los platós, da explicaciones, está siempre dispuesto a aclarar lo que sea. Es uno de esos políticos que los periodistas adoran. Da bien en la pantalla y él lo sabe. Es articulado, habla varias lenguas, tiene ideas y preside un gobierno con iniciativa y empuje. Estaremos atentos al resultado de su entrevista con el okupa de La Moncloa.

En su incesante actividad, Puigdemont explica que su intención (la de su gobierno y Junts pel Sí) es conseguir la "transición nacional catalana" yendo de la ley a la ley, a imitación de la transición española de 1978. En esto sigue la doctrina de Artur Mas. En sí misma la idea no es mala, pero tiene sus inconvenientes y peligros. Lo cuento en el artículo.

Aquí, la versión castellana:

Caveant Consules : “De la ley a la ley”

La infinita paciencia con que Carles Puigdemont explica en el páramo mesetario los propósitos de su gobierno, de Junts pel Sí, de la coalición que lo sostiene en el Parlamento merece la condigna glosa. Sobre todo porque, siendo prédica en yermo intelectual, no dé lugar a la conclusión errónea de que, explicadas las intenciones de la Generalitat y siendo estas bonancibles y democráticas, no encontrarán obstáculos ni dificultades.

El análisis toma pie de la fórmula de Puigdemont –explicada de nuevo con escaso éxito a la señora Pastor- “de la ley a ley”. Se entiende: el paso de la autonomía a la independencia se hará sin aventuras, sin peligrosos saltos en el vacío, sin solución de continuidad, yendo de la legalidad a la legalidad para que no haya incertidumbres en donde pueda acechar el caos. La tranquilizadora expresión procede de la proclamada por Torcuato Fernández Miranda, de quien se dice que fue el habilidoso artífice de la transición española de la dictadura a la democracia. Una maravillosa filigrana jurídica por la que la libertad sustituyó a la tiranía casi sin sentirlo.

La fórmula ya fue utilizada antes por Artur Mas con la misma finalidad de sosiego. Mas la encajaba en una teoría de amplio vuelo que presentaba la transición nacional catalana como una “segunda transición”, como beneficiándose y prolongando las enseñanzas de la española. De la ley a la ley. Segunda transición. Tranquilidad.

Esto de la “segunda transición” es expresión recurrente y ambigua en el lenguaje político español. Muchos hablan de ella, sobre todo quienes sostienen que la primera fue un fracaso (o, algo peor, una traición) en sus orígenes o bien ha fracasado después en su desarrollo. Prueba es que la proponen gentes tan aparentemente distintas como José María Aznar (“segunda transición”) y Pablo Iglesias (“nueva transición”). Se quiera o no, al llamar a la transición nacional catalana “segunda transición” es obligado refrescar el juicio sobre la primera. Y ahí salta un aspecto que no sé si está valorándose correctamente en los discursos independentistas.

La transición española fue la mudanza de una dictadura decrépita, desprestigiada, a un sistema que quería ser democrático. El paso de un régimen moribundo que solo sabía hacer daño, reprimir o destruir, pero no construir nada, a otro que abriera nuevas posibilidades. Nadie creía en la legitimidad del franquismo; ni sus servidores. Ni el Rey, que lo era por obra de Franco. Nadie era leal a los principios de un Movimiento Nacional que todos habían jurado. El sistema era una cáscara vacía, un tinglado sin sustancia, una mentira chapoteando en sangre ya seca.

Aun así, cambiarlo no fue tan sencillo ni tan fácil. El relato edulcorado de la transición pasa por alto demasiadas cosas: los muertos de Vitoria, los asesinatos de Atocha, el crimen de Yolanda González, las actividades terroristas de las policías y parapolicías del régimen, los asesinos de extrema derecha, las provocaciones y la intentona del 1981. No obstante es cierto que, en conjunto, el balance fue relativamente pacífico en comparación con los sobresaltos que se dieron en otras partes.

Pero el problema del uso metafórico de la “segunda transición” no radica en el pasado, sino en el futuro. Plantear una salida de la dictadura a la democracia en 1978 concitaba práctica unanimidad a favor. Plantear una independencia de Cataluña frente a la España de 1978 concita práctica unanimidad en contra en la misma España. A día de hoy hay 253 votos cerradamente en contra en el Congreso de los diputados, esto es, mínimo el 73% de la cámara. 73% de diputados que se corresponden, probablemente, con igual o superior cantidad de ciudadanos del Estado que defienden la legitimidad del régimen de la Restauración, la vigencia de la Constitución de 1978 (algunos quieren reformarla precisamente porque la apoyan) y no quieren que se cambie o transforme. Aquí no hay un problema de desprestigio del sistema como con la dictadura. Al contrario: hay toda una batería de propaganda que presenta el Régimen de la Restauración como algo dinámico, democrático, abierto y moderno (en su extremo más estúpido, una “gran nación”) y que tilda el programa independentista de parroquialismo, aldeanismo, demagogia cuando no algo peor, como fascismo o nazismo.

La fórmula “de la ley a la ley” tiene encanto, pero puede ser ingenua y sembrar ilusiones sobre la dura realidad de los hechos. Porque, por muchas fórmulas que se empleen, cuando las instituciones de autogobierno catalán hacia la independencia comiencen a funcionar, habrá una confrontación, habrá una conflicto, quizá desobediencia, quizá represión.

Nadie lo quiere. Pero, para que las cosas no sucedan no basta con no quererlas. Hay que prepararse para combatirlas.





Y mañana, en la universidad de Zaragoza

¡Qué vida! Hoy en Valladolid y mañana en Zaragoza, también Facultad de Derecho, una mesa redonda-conferencia con muy ilustres colegas juristas sobre el Derecho a decidir, organizado por Diplocat y la Fundación Manuel Giménez Abad Voy encantado, sobre todo, tras haberme metido entre pecho y espalda el mamotreto de Cagiao Conde y Gennaro Ferraiuolo sobre ese mismo tema y que reseñé en el post aporías jurídicas hace unos días. O sea, que voy puestísimo. Eso aparte de que no tengo querella alguna con el "derecho a decidir" salvo que me parece un prudente eufemismo, una especie de elegante understatement para no despertar la fiera en lo más hondo de la caverna si oye hablar del derecho de autodeterminación de la nación catalana.

No se me escapa, pues no soy tan romo, que la expresión "derecho a decidir", así con esa encantadora vagarosidad kantiana, trata de conseguir un objetivo más cuantificable, tangible, palpable: convencer al legislador español de que permita el ejercicio de ese derecho en el marco de la Constitución. Ciertamente, si entre los intérpretes, asesores y decisores españoles hubiera gente con altura de miras, raciocinio, entendimiento esclarecido, gente libre y abierta, podría hacerse una "interpretación conforme" (que diría el Tribunal Constitucional) de la Constitución y delegar en la Generalitat la competencia para convocar un referéndum consultivo en Cataluña. Desde luego, nada más fácil.

Esa posibilidad solo tropieza con un inconveniente que afecta tanto al nacionalismo español de derechas como al de izquierdas: que a ningun de los dos (ni, por supuesto a los chuletas de C's) les da la real gana de acceder a algo tan elemental. Por eso es igual que lo llamemos "derecho de autodeterminación", "derecho a decidir", "derecho a soñar" o "derecho a tener derechos", como dice Stefano Rodotà. La respuesta es siempre "NO". Y por más Zaragozas que le echemos será siempre "NO".

El "SÍ" lo tendremos que arrancar; pacíficamente, pero con tenacidad y aguante.

Aula magna de la Facultad de derecho.- 16:00. Entrada libre. Creo que dan un diploma de asistencia.

Hoy, Palinuro hablando sobre la República en Valladolid

Hoy, en el salón de grados de la Facultad de derecho de la Universidad de Valladolid, convocado por el Ateneo Republicano, me cabe el honor de pronunciar una conferencia sobre "La organización territorial y las instituciones regionales". En nuestra época casi ningún partido admite que la disyuntiva Monarquía/República sea una cuestión de actualidad. No lo hacen los partidos de la derecha porque, entre otras cosas, sus militantes y votantes son en buena proporción gentes que se beneficiaron de la sublevación facciosa, la guerra civil que siguió y los cuarenta años de dictadura posterior. Se entiende muy bien que los descendientes biológicos o ideológicos de los franquistas no quieran ni oír hablar de la República. Tenía razón Jaime Mayor cuando decía que por qué iba él a condenar el franquismo, con lo bien que había vivido. Añado yo: que había vivido bien sobre las fosas comunes en donde los suyos habían enterrado a 130.000 compatriotas tras haberlos asesinado y, en ocasiones, sin haberlos rematado. 

Mucho menos clara es la razón por la que tampoco los partidos y organizaciones de izquierda quieren plantear la cuestión. Al contrario, siempre que se les pregunta contestan que "no es el momento", que es un asunto inoportuno. Hace más cuarenta años que el criminal Francisco Franco nombró sucesor suyo "a título de Rey" al padre del actual monarca, que había jurado fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional o sea, a la legislación fascista, y que se saltó el principio dinástico, elemento esencial de la legitimidad de toda monarquía, pues accedió al trono dejando sin reinar a don Juan que, al parecer, era demasiado liberal para la mentalidad de Franco. Pero, según el PSOE y Podemos, no es el momento. Nunca es el momento de defender el último régimen democrático y legítimo que ha habido en España. Pero siempre es el momento para bailar el agua al Borbón, para defender esta Monarquía impresentable, para ocultar las fechorías de la familia real, para ejercer de cortesano y lacayo "simpático " con el rollo ese de "juego de tronos".

En cuanto al tema, haré una referencia al concepto de "Estado integral" de la II República, revisaré de pasada el fracasado Estado de las autonomías de la Constitución de 1978 y me explayaré en cómo veo la futura organización territorial de una hipotética IIIª República, teniendo en cuenta, como es obvio, que antes habrá que ver qué sucede con Cataluña y si no será más probable que, antes de la IIIª República española, haya una República catalana.

Y, si tal cosa sucede, esa será la mía, pues no quiero morir siendo súbdito de nadie, sino ciudadano libre.

Por cierto, el acto es a las 19:30 y la entrada, gratuita.

dimarts, 19 d’abril del 2016

El juego sucio de Podemos

A raíz del post de Palinuro de ayer, el PSOE NO debe pactar con Podemos algunas lectoras me han pedido que aclare cuál creo yo que pueda ser la alternativa. Vale. Me explico:

No hay alternativa. Es imposible negociar o acordar nada con alguien que no es de fiar, que es desleal e, incluso, felón. Es el caso de Podemos. De un lado, los morados emplazan al PSOE a un pacto de izquierda ("a la valenciana"), para lo cual le piden, lógicamente, que rompa con C's el único acuerdo que hasta ahora dos fuerzas políticas han sido capaces de alcanzar.

Para dar mayor verosimilitud a su exigencia, Podemos ha escenificado un plebiscito a mayor gloria de su líder, aplaudido por los medios que le son afines y que, por cierto, son bastantes y poderosos. La ridícula consulta (¿qué prefiere usted, lo que dice el líder u otra cosa?) ha dado el resultado esperable. El vocerío sobre su importancia y alcance demuestra la deriva cada vez más lamentable de este partido a las prácticas caudillistas,

Pero, vale: la jefatura de Podemos está revalidada por su militancia en su negativa a aceptar el pacto PSOE y C's y en su petición de que el PSOE pacte con la izquierda "a la valenciana". ¿De verdad? ¿Es creíble esto?

Tampoco. Justo mientras la mitad de la obediente militancia votaba, en Córdoba se reunían representantes de Podemos con otros de IU bajo la égida del inevitable Anguita para preparar otro pacto. Tengan ustedes por cierto y documentado que Anguita solo aparece cuando puede ir en contra del PSOE. Un pacto de Podemos con IU (o sea, con el PCE y con Anguita de referente), además de dar la medida de la demagogia de una política que no solo no es nueva sino que hiede a manipulación, supone que bajo ningún concepto habrá pacto Podemos y PSOE porque Anguita y los anguitillas de Podemos se opondrán. 

En realidad es lo que han venido haciendo desde el principio: decían querer el pacto, pero era mentira. Y su doble juego está claro: decir que quieren un pacto con el PSOE pero boicotearlo a los efectos de dejar tirados a los socialistas y con el sambenito de ser los responsables de las nuevas elecciones. No habrá pacto de izquierda en ningún caso. Lo que Anguita y los anguitillas quieren es destruir el PSOE, aunque sea preciso ir a nuevas elecciones y tolerar otro gobierno del PP. Ellos, ya todos colocados en sus escaños, no padecerán las consecuencias y, en cambio, es posible que haya sorpasso y Podemos pueda ser la fuerza hegemónica de la izquierda. O tal cosa es lo que creen estos estrategas de palangana, muy preocupados por el descenso de Podemos en intención de voto y fascinados con el millón de electores de IU.

Se dirá que, en el fondo, todo esto es legítimo. Así lo pienso yo también: es legítimo ser un desleal y un felón porque en política es legítimo todo. Es más, si sucede así, el inepto de Sánchez se lo tendrá ganado. Y, gracias a su portentosa inutilidad, ha conseguido que lo acorralen en una posición sin fuerza y sin margen de maniobra.

Sánchez pudo haber propugnado un pacto de izquierda desde el primer momento, con referéndum catalán incluido, si hubiera tenido valor. Pero no lo hizo porque, aparte de su falta de valor (como se prueba en la inenarrable "oposicion" que hizo al PP), le falta fuerza de convicción de izquierda y le falta inteligencia. Pudo haber pactado con C's en una posición mucho más fuerte, en lugar de entregarse a los de Rivera atado de pies y manos.

Todo el mundo comprende la difícil situación de Sánchez, enfrentado a unos barones que son verdaderas aves carroñeras y reaccionarias, empezando por la presidenta de Andalucía, que está esperando como los buitres que este hombre se estrelle para sustituirlo en lo que quede del partido, si es que queda algo.

Todo eso ha sido y es así. En estas condiciones, no hay posibilidad de pacto de la izquierda alguno y, si los dioses no lo remedian, tendremos otro gobierno de esta derecha ultramontana, neofranquista y ladrona. ¿Culpables? Las izquierdas. Todas.

dilluns, 18 d’abril del 2016

El PSOE no debe pactar con Podemos

En tiempos de mendacidad e hipocresía como los actuales conviene dejar claras las cosas. Para ello, a veces, hay que echar la vista atrás. Brevemente.

Los partidos comunistas han sido un fracaso en todo el mundo. Jamás han ganado unas elecciones democráticas. Cuando han llegado al poder ha sido por la violencia y han establecido dictaduras, tiranías y realizado genocidios como en la Unión Soviética o en Camboya.

Desde el hundimiento del bloque comunista los partidos comunistas han sido incapaces de aportar una sola explicación del fenómeno. Muchos de ellos se han disuelto. Otros, como el español, han ocultado sus siglas, se han escondido. Hace más de treinta años que el Partido Comunista de España (PCE) no se presenta con sus siglas a unas elecciones. Se vale de una organización pantalla tras las que se esconde, Izquierda Unida (IU), invención de Anguita para que el PCE la manipule y mande en ella. Lo que hace es engañar.

Pero IU también es un fracaso. Tampoco ha obtenido jamás un porcentaje del voto digno de consideración. Ni para engañar sirve.

Cuando surgió Podemos obtuvo un amplio apoyo porque prometía constituirse en una nueva izquierda, distinta de los sórdidos y fracasados burócratas del PCE/IU y de la acartonada, aburguesada, dinástica y colaboracionista socialdemocracia del PSOE. Por eso, en un principio, muchos lo apoyamos.

Pero la pretensión inicial era otra mentira. El éxito del primer momento (elecciones europeas de mayo de 2014) hizo pensar que continuaría y, de hecho, Podemos estuvo a punto de fagocitar a IU cuando muchos de sus militantes (seguramente los más arribistasy oportunistas) se pasaron a la formación morada. Luego, esta puso sus ojos en el PSOE y pensó que podría devorar a la socialdemocracia con tanta facilidad como a los comunistas.

Pero las cosas fueron distintas por cuatro razones:

1ª) el insoportable narcisismo y ubicuidad hasta el hartazgo en todas las TVs del país del secretario general, con un discurso vacuo y trivial hizo que su valoración popular descendiera en picado, al extremo de que hoy es el lider peor valorado en España, a la par con Rajoy, que ya es lo último.

2ª) Cataluña. Esa vaciedad e incapacidad teórica de los líderes de Podemos fue palpable en Cataluña, en donde demostraron que no entendían ni un ápice del problema y que solo iban a servir -como así fue- para apuntalar las posiciones unionistas.

3ª) El PSOE resultó ser más duro de lo que se suponía. Esta comprobación hizo perder los nervios a Iglesias que, en una de sus intervenciones parlamentarias, sacó el fondo de odio y rencor de los viejos comunistas que había ocultado hasta entonces en forma del infundio de la cal viva, con lo que mucha gente vio la falsedad y la mala ralea que tenía y la militancia del PSOE comenzó a reaccionar.

4ª) IU no moría sino que, con su suelo de un millón de votos, los viejos comunistas pretenden colonizar Podemos valiéndose de los submarinos que tienen en su interior, tránsfugas de la vieja IU. El jefe de la operación es Julio Anguita quien, movido por su invencible odio a la socialdemocracia, cree -y así lo ha dicho ya- que puede valerse de Podemos para conseguir el objetivo de su vida: acabar con el PSOE. Si para ello tiene que dividir la izquierda y garantizar un gobierno de la derecha no le importa. Ya lo hizo cuando propició los ocho años de su amigo Aznar.

En esta ocasión, este engreído fantoche que jamás ha conseguido nada salvo destruir sosteniendo que acaudilla la izquierda transformadora, se vale de sus miñones (entre ellos Iglesias, que lo considera su "referente intelectual"), tan vacuos e hipócritas como él para buscar una fórmula nueva que permita seguir engañando a la gente. Quieren seguir ocultando las siglas PCE/IU, camuflarlas detrás del término "podemos" y algún otro, tan plagiado como este.

Ignoro si la operación llegará a puerto pero, vista la intencionalidad, solo queda dar un consejo al PSOE: bajo ningún concepto busquen ustedes una alianza con Podemos que no es otra cosa que una fachada del fracasado PCE/IU y que, además, solo pretende destruirlos a ustedes.

Y para destruirse, háganlo ustedes por su cuenta, que camino llevan a base de ser un partido complaciente con la dinastía, la Iglesia, el centralismo y el neoliberalismo.

Tierras del Bajo Ebro

La jornada de doblete de Palinuro el sábado pasado fue intensa, pero muy gratificante. Sendas conferencias, una por la mañana y otra por la tarde que ya había anunciado previamente. Ambas a invitación de la Assemblea Nacional Catalana, una en El Perelló y la otra en Flix y las dos sobre el actual contencioso entre Cataluña y España. Una en un antiguo colegio, reciclado ahora por el Ayuntamiento como Hostal d'Entitats y la otra en un local municipal llamado Ca don Ventura. Los dos locales muy agradables, modestos y limpios. Siendo los medios escasos, no había posibilidad de grabar y no habrá vídeo en las redes, me temo. De mí sé decir que, a pesar de la coincidencia temática, las conferencias fueron distintas porque eran enfoques distintos. Lo aseguro. Dos variaciones sobre un mismo tema. El tema más importante en España hoy. Hasta en el centro mesetario está ya reconociéndose. Ayer Ana Pastor entrevistaba en El Objetivo a Carles Puigdemont. Twitter estuvo todo el rato lanzando mensajes. Debió de ser interesante. Estábamos volviendo. 

En El Perelló y Flix, los auditorios, sumamente interesados y movilizados. Este procès que ha calado hasta en pueblos de tres mil y menos habitantes, es imparable. Hay que verlo de cerca, hay que ver que la gente se reúne un sábado de buen tiempo por la mañana o por la tarde, para hablar de una asunto de interés colectivo, público con un proyecto independentista. Nuestras sociedades son muy individualistas, ciertamente, pero aquí hay una movilización por acción colectiva, algo que mis compatriotas, en el resto del Estado parecen haber olvidado o actualizan de formas cuando menos pintorescas, por ejemplo, saliendo a la calle a pronunciarse colectivamente sobre si un payo de Gran Hermano puede quedarse o no. Hay cierta distancia. Este movilización es por una causa romántica y abstracta pero trascendental, una causa nacional. Algo así solo se da una vez en la vida. La verdad, es emocionante.

El colegio de El Perelló tenía un extenso patio, obvio recreo de los chavales y estaba decorado a lo largo de todo el muro por la parte interior por un larguísimo fresco que, entre otras cosas, resumía la historia de la zona desde el paleolítico al día de hoy, desde una reproducción de pinturas rupestres que hay en una cueva del lugar hasta los tiempos contemporáneos. Tiene la obra buena factura y un toque ingenuo fuerte, seguramente a propósito porque es pintura didáctica para ojos infantiles. Hay una presencia notable de temas de la guerra civil. Al parecer, los autores son una profesora y un antiguo director del centro que estuvo muchos años represaliado por republicano. Porque en la imagen la guerra está presente y en la vida real, la postguerra. El Perelló es un lugar próspero, centro de una importante zona mielera. Habia una feria agropecuaria que arrancaba de una plaza presidida por un enorme olivo. Además de la miel, El Perelló produce aceite y el olivo es allí un árbol sagrado. Bueno, más sagrado porque el olivo es sagrado en todo el Mditerráneo. En la feria se exhibían algunos animales, ponies, caballos, cabras de granjas generalmente ecológicas. Nos hemos acostumbrado de tal modo a los entornos absolutamente urbanos que ver animales suspende el ánimo. Incluso unos conejos o unas gallinas.

En Flix, me cupo el honor de ser presentado por Andreu Carranza, novelista, autor de El poeta del poble, sobre Iacint Verdaguer, que fue premio Josep Pla de 2015. Lo leeré próximamente y comentaré en Palinuro, si me atrevo, porque esto de la Renaixença tiene mucha enjundia y es complejo, empezando por el nombre, condenado nombre, que no es exactamente Renacimiento pero, en el fondo, sí lo es. Los catalanes tienen dos términos, renaixement y renaixença y los castellanos solo uno, por lo que tienen que utilizar el catalán. Otro asunto donde lo nacional y lo cultural están muy presentes. Y menudo personaje este de Mosén Jacinto Verdaguer, como se estudiaba en el bachillerato español. Pues como aquel otro que llamaban Raimundo Lulio, o sea Ramon Llull. Como Andreu también se llama Ramon, decubrimos un punto de unión más. Los ramones somos tribu bien avenida.

Nos alojamos en un lugar muy original, un resort rural llamado Riu de Baix, justo al borde del Ebro. El Ebro es el destino de Flix, que ocupa el centro del meandro del río de forma que, en buena parte, la localidad es como una península a la que se accede desde una ribera o la otra mediante puentes o en barco. Y quien dice Ebro dice la batalla del Ebro, cuyo centro fue precisamente Flix, el que soportó lo más duro de aquella lucha de más tres meses y que fue la última de la guerra, tras la cual esta estaba ya de hecho perdida para la República. Aquí murió muchísima gente, militares y civiles, cayeron toneladas de bombas, hubo inmenso destrozo y quedan huellas por todas partes. En general, la zona ha sufrido siempre gran violencia. El domingo por la mañana subimos a visitar el castillo nuevo, el que se ve en la foto, si bien la bandera que ahora luce es la estelada y que fue de gran importancia durante las guerras carlistas. Mas tarde visitamos un refugio antiaéro, el único que se puede ver de los ocho que hay en la ciudad. Eso da idea de la frecuencia y virulencia de los bombardeos que realmente empezaron muy pronto porque los fascistas querían destruir una planta química, aparte, claro de asesinar a la población civil que siempre les es un objetivo caro. Hemos quedado en volver para visitar la zona con más tiempo ya que los frentes ocupaban mucha mayor extensión que Flix. Por las reproducciones que he visto, la batalla se planteó por ambas partes con tácticas de la tricheras de la primera guerra mundial y, que yo recuerde, muchos de los relatos y recuerdos hablan de los contactos que se establecían de trinchera a trinchera cuando no estaban matándose. Las instalaciones de la memoria permiten ver hasta simulacros. Por eso tenemos que volver. La guerra civil se estabiliza cuando los fascistas no consiguen entrar en Madrid (noviembre del 36) y se decide cuando se pierde la batalla del Ebro (noviembre del 38).

diumenge, 17 d’abril del 2016

España siglo XXI (I)

Da igual que tu ministro de Industria, Energía y Turismo haya dimitido hace menos de 24 horas porque le han pillado con dinero en paraísos fiscales. Da igual que al presidente de honor de tu partido, José María Aznar, Hacienda le haya multado con más de 70.000 euros por engañar al fisco y a todos los ciudadanos que pagan sus impuestos. Igual que al alcalde de Granada de tu partido lo hayan detenido por un asunto de corrupción. Igual que tengas docenas de miembros de ese tu partido, el PP, presidentes, consejeros, alcaldes, concejales, procesados o cumpliendo condena ya condena o procesados por ladrones. Igual que tú mismo hayas estado cobrando sobresueldos durante veinte años presuntamente en negro.

Da igual que hayas mantenido tu país en la ruina, que haya más parados que cuando llegaste al poder hace cuatro años, que los jóvenes tengan que emigrar en busca de trabajo, que hayas expoliado el 60 % del fondo de reserva de las pensiones, que la deuda pública pase del 100% del PIB, que el salario mínimo sea uno de los más bajos de Europa y los impuestos y las tasas universitarias de los más altos de Europa.

Todo eso da igual. Tú vas a un congreso en Zaragoza sobre educación, no dices ni palabra sobre el desastre que has organizado en el país y, entre otras mamarrachadas propones que nadie pueda licenciarse en España si no tiene un buen nivel de inglés.

Tú, que no hablas ninguna lengua. Ni la tuya. Y mucho menos el inglés.

Lógicamente, al término de tu comparecencia sales corriendo por las puerta de atrás para que ningún periodista pueda preguntarte nada. Terminas tu mandato como lo empezaste: escondiendote como un conejo.

Esto es España, siglo XXI.

Y hasta es probable que te voten.

España siglo XXI (y II)

Aquí lo tienen ustedes, inasequible al desaliento con el espíritu falangista que, según Carrillo, lo animó en su juventud: mitad monje y mitad guerrero. Aquí está él, dispuesto a dar la enésima batalla para impedir que el nefando enemigo de la verdad y la luz revolucionarias, la podrida socialdemocracia, pueda gobernar en España. Dispuesto a derramar hasta la última gota de nuestra paciencia para que el PSOE no llegue al poder, aunque sea dividiendo a la izquierda, enfrentándola entre sí y provocando otro gobierno del PP. Ya lo hizo en 1996, trayendo ocho años de aznarismo a España y está dispuesto a hacerlo otra vez porque los viejos guerreros nunca descansan.

Aquí está el referente intelectual de Pablo Iglesias, la luz de la nueva política, al frente de una mendaz quimera llamada "Foro cívico-somos mayoría", dispuesto a engañar a quien se deje con su verbo flamígero de Bautista de secano. Aquí el defensor de la "nueva política" con la rompedora propuesta de aglutinar a los novísimos albaceas del 15M, entre los cuales se cuenta, aunque oculto, claro está, algo tan original e innovador como el Partido Comunista de España, un partido que hace treinta años que no puede presentarse con su nombre a unas elecciones libres porque no lo votan ni los que militan en él.

Aquí está el original y revolucionario adalid de la renovación hispánica y la tormenta de ideas que no ha tenido una sola desde que hizo la primera comunión como no sea la de impedir que el socialismo democrático llegue al poder y trate de reformar y mejorar el destino de sus paisanos. Aquí el que lleva cuarenta años acaudillando una izquierda que se autodesigna "verdadera" y "transformadora" pero que jamás ha transformado nada ni ha servido para nada.

Aquí el que ha saltado como una araña sobre los intentos de organizar una izquierda, nueva, radical e independiente, libre de las ataduras a la socialdemocracia y al comunismo para disfrazarse con sus hopalandas y parasitarla, convirténdola en lo contrario de la que hubiera podido ser. Y ello gracias al narcisismo y la vanidad de sus dirigentes que solo son inferiores a las suyas propias.

Aquí tienen ustedes la izquierda española del siglo XXI, el irrisorio "socialismo del siglo XXI" a la española.

Cuatro años más de gobierno de la derecha.

dissabte, 16 d’abril del 2016

Hoy, Palinuro hace doblete

Hay que aprovechar el tiempo, las oportunidades, los recursos. Hay que ser eficientes y, ya que nos desplazamos, dar lo máximo. Hoy tengo dos conferencias, la primera en El Perelló, Tarragona, sobre el tema del cartel de la izquierda, algo así como "el enfrentamiento político entre Cataluña y España", a las 12:00 del mediodía en el Hotel d'Entitats (c/ Gayarre, 65) y la otra en una localidad próxima, en Flix, sobre el tema del cartel de más abajo a la derecha, algo más o menos parecido, pero con una pequeña variante, "el enfrentamiento entre Cataluña y el gobierno español".

Debo confesar que habitualmente no soy yo quien decide los títulos de las intervenciones, sino que me los dan hechos o me los piden. Probablemente si los pusiera yo, que soy persona de talante conciliador y pacífico, serían más anodinos y menos batallones. Pero no traducirían tan  bien el ánimo de los auditorios. Las entidades organizadoras suelen saber mejor que los conferenciantes lo que la gente quiere escuchar, así que tiene mucho sentido atender a las peticiones como llegan. Por supuesto, eso quiere decir que luego uno -que siempre tiene unas cuartillas por ahí preparadas para alguna ocasión- debe dejarlas dormir el sueño de los justos, olvidadas en algún cajón y escarbarse la Minerva para dar con contenidos que, respetando el enunciado de los titulares, al mismo tiempo, tengan un sentido y un hilo argumental. Lleva su tiempo y tiene su intríngulis. Pero se hace oficio y va uno construyendo una especie de discurso pegado a una realidad cambiante a toda velocidad.

Se quiera o no admitir, sobre todo en el altiplano mesetario, las relaciones entre Cataluña y España han pasado de la conllevancia  orteguiana a una especie de confrontación y tirantez que nadie quiere reconocer abiertamente pero que todo el mundo advierte. El presidente del gobierno no felicitó a Puigdemont por su elección como presidente de la Generalitat y tampoco lo hizo el Rey. Rajoy se desplaza a Cataluña a algún acto público de su partido y no concierta encuentro alguno con el catalán. Son los partidos de la oposición, PSOE, Podemos, Ciudadanos los que, seguramente algo avergonzados por la falta de tacto de las autoridades, han acudido o van a hacerlo a saludar a Puigdemont que, al fin y al cabo, no es el presidente de alguna remota república nórdica. Ha tenido que ser el propio Puigdemont quien haya solicitado una entrevista en La Moncloa sin duda con el fin de que no se le pueda acusar de haber bloqueado cualquier intento de diálogo. Parece que se verán el próximo miércoles. Espero que Puigdemont entienda algo de lo que vea y oiga y nos lo cuente porque el de los sobresueldos  habiéndose declarado en rebeldía frente al Parlamento, abrumado por su cada vez más turbulento horizonte penal y tapando vías de agua por todas partes, no creo que acierte a decir nada congruente ni en esa media lengua que apenas balbucea.

Resultará interesante reflexionar juntos sobre qué nos puede deparar en esta confrontación la cada vez más verosímil hipótesis de que España camina a unas nuevas elecciones mientras en Cataluña, la hoja de ruta sigue tranquilamente su rumbo. 

En Flix, la conferencia será a las 19:30 de la tarde en Ca don Ventura.

El final de la banda de ladrones

Pudiera parecer excesivo referirse al gobierno en funciones como una "banda de ladrones". Y lo sería si no fuera porque es una banda de ladrones. Un gobierno apoyado por un partido, el PP, al que los jueces consideran una asociación de malhechores, ¿qué otro nombre merece? ¿Qué otro nombre un gobierno presidido por un tipo que se tiró veinte años cobrando sobresueldos de una presunta caja B y mandaba SMS de apoyo a su compi Bárcenas, en la cárcel por supuesto delincuente?

Que haya tenido que dimitir un ministro sinvergüenza por unas cuentas en un paraíso fiscal no quiere decir nada, se argumentará, porque eso pasa también en otros países democráticos en Europa. Bueno, no tanto. Soria no ha dimitido como suele hacerse; ha habido que echarlo a patadas. Y no es el primero. Hace dos años también tuvo que dimitir la ministra Mato del mismo gobierno, también a la fuerza y también por corrupta. Y ahora resulta que la admiten a trabajar en el PP, cómo no, en la asociación de malhechores claro. Teniendo en cuenta que esta dama obtuvo hace unos meses una prestación por desempleo, ¿sabemos si ha renunciado a ella o si, siguiendo inveterada costumbre en esta tira de mangantes, va a compatibilizar su lujoso paro con el enchufe en el PP?

¿Qué otro nombre merece un gobierno apoyado en un partido cuya secretaria general, Dolores de Cospedal, entre otras arbitrariedades (siempre barriendo para casa) según parece, desvió una pila de millones de un hospital para pagar unas facturas de publicidad a su mayor gloria? ¿Qué otro nombre un gobierno que ha esquilmado el 60% del fondo de las pensiones? ¿Uno que ha elevado la deuda pública por encima del 100% del PIB, cosa que no pasaba desde 1909 y que ha hipotecado el futuro de generaciones y generaciones?

¿Qué otro nombre merece un gobierno muchos de cuyos presidentes autonómicos, consejeros, alcaldes, concejales, son una partida de ladrones, estafadores, malversadores y granujas que están en la cárcel o a punto de entrar en ella? Un partido a cuyo presidente de honor (¡de honor!), José María Aznar, acaba de multar Hacienda con más de 70.000 euros por estafar a la colectividad y engañarla haciendo trampas en los impuestos. ¿De qué honor hablan estos robaperas?

Parece claro que merecen ese nombre sobradamente. Pero lleven algo más allá el ejercicio y digan qué nombre merece una oposición que en cuatro años ha sido -y sigue siendo- incapaz de oponerse a nada, una oposición que ha colaborado con la banda de ladrones, haciendo como si no fuera tal, como si fuera un partido, un gobierno y gente a la que hubiera que respetar. Una oposición de cómplices y cobardes, incapaces de presentar una moción de censura y de denunciar públicamente a esta banda de impresentables. Qué nombre merece hoy esta misma oposición que, tres meses después de las elecciones, carece de valor para echar a este gobierno de mangantes y obligarlo a rendir cuentas. Mucha trasparencia, mucha regeneración, mucha democracia, mucha indignación, pero llevamos tres meses soportando a unos sinvergüenzas inveterados y todo lo más que estos escomendrijos se atreven a pedir con un hilillo de voz es que comparezca el sobresueldos a balbucear sus habituales sinsorgadas.

El mismo Sobresueldos que hace diez días que dijo a Évole, y lo oímos millones, que asumiría su responsabilidad política si alguien nmbrado por él cometía algún acto de corrupción. Doble contra sencillo a que no lo hace y ninguno de estos mindundis de la oposición se lo pide.

Por si acaso el Sobresueldos argumenta -que capaz es- que Soria cometió sus barrabasadas antes de que él lo nombrara, hay que argumentar que la nueva corrupción ha consistido en mentir como un bellaco, en llevar una semana mintiendo como un bellaco. Como lo que es.