dissabte, 14 de maig del 2011

La blogosfera en dique seco.

Hay millones de blogueros en el mundo. De ellos, la mayoría nos alojamos en Blogger que combina sencillez de manejo (hasta puede manejarlo Palinuro) con gratuidad y buena presentación. Este es el primer fallo que le conozco. Pero ha sido como un terremoto. Muy distinto del de Lorca sobre la que se ha abatido de forma imprevista una catástrofe en vidas humanas, destinos rotos, devastación material de tales proporciones que estamos todos conmocionados. Para mayor desgracia, ahora parece que los que quedan a la intemperie son los inmigrantes que carecen de redes familiares de refugio. Son los pobres de los pobres y es de esperar que la ayuda que el Estado debe prestarles no se convierta en nudo de discursos xenófobos que, para vergüenza nuestra, van siendo frecuentes.

No, el terremoto de la blogosfera no es comparable al de Lorca. Pero ha sido un terremoto. De pronto los blogueros han sentido que la "plataforma" no es segura, como no lo es la tierra y que, cuando menos se espera, puede abrirse y tragarse los blogs de millones de personas. Una de las formas más frecuentes de comunicación global se paraliza, desaparece. Los primeros en detectar el problema fueron los periódicos, todos los cuales tienen blogs o se conectan con blogs, si bien reducían el daño a unas "decenas de miles". Pero en realidad son millones porque los blogs están interconectados, forman la blogosfera, la red dentro de la red, como lo es Facebook que, a su vez, también está conectado con la blogosfera. Con la blogosfera en turbulencia.

Para restablecer el servicio Blogger suprimió todas las entradas y comentarios desde el día once de abril, con lo que los pobres blogueros no sólo se encontraban inermes sino que veían que se les arrebatan las memorias. Y de un modo radical. Blogger también había vaciado los cachés. Las bitácoras estaban desorientadas.

Volatilidad.

A reserva de lo que digan los próximo sondeos hay una sensación de que el PSOE puede remontar y el PP ceder terreno correspondientemente. Después del anuncio de la retirada de Zapatero era de esperar que éste se implicara directamente en la campaña y con intensidad. Bambi, reciclado en "pato cojo", tiene todavía mucha fuerza y, flanqueado por Chacón, Rubalcaba y Blanco, cada uno de los cuales impone respeto, se ha fijado como objetivo "dar la vuelta a las encuestas". Éstas reflejan el pesimismo de un electorado de izquierda que se siente defraudado por Zapatero. Combatir el desánimo y la irritación es muy difícil y mucho más convertirlos en sus contrarios, el entusiasmo y la alegría.

El votante socialista es un ser taciturno que ya casi no presta atención a lo que dice Zapatero porque lo da por amortizado. Sí, en cambio, se la presta y mucha, a los pronunciamientos de los organismos e instituciones internacionales sobre España y a los exabruptos del PP. Son las dos líneas que pueden hacer que el PSOE, después de todo, no pierda las elecciones. Empeñarse en defender la labor del gobierno socialista en esta legislatura es perder el tiempo. Aunque fuera verdad que el Estado del bienestar no ha sufrido merma con las políticas económicas de Zapatero, no hay forma de hacérselo creer a la gente, la mayoría de la cual sólo ha visto desmejoramiento por doquier.

Como sea que la defensa del Gobierno corre a cargo de su batallón exterior y que el punto flaco del PP es la corrupción, el PSOE hará bien concentrándose en ella. Hoy habla Zapatero en la plaza de toros de Valencia, feudo del hombre que simboliza la Gürtel. Según como sea la asistencia, podrá verse en qué medida afecta la corrupción al comportamiento electoral. Téngase en cuenta que, junto al tipo ideal del votante racional, aparecen bolsas importantes de votantes ideológicos, sentimentales, pasionales que, a veces votan a favor de uno sólo para que no gane el otro, lo que suele conocerse como voto útil, y demuestra que aun en la más turbulenta pasión hay un elemento de cálculo. El que Zapatero trata de despertar hoy en la plaza de toros: si no queréis votarme por los beneficios que os doy, cuando menos evitad que os esquilmen. Al fin y al cabo la disyuntiva en Valencia suena verosímil. El resultado electoral es cada vez más incierto.

(La imagen es una captura del vídeo de Público, bajo licencia de Creative Commons).

El Tribunal Constitucional.

Algunos amigos me han reprochado que en mi artículo de Público, Lo más sagrado, a mi vez sacralizo el Tribunal Constitucional como requisito esencial e intangible del Estado de derecho y de la democracia. Nada menos cierto. Sé de sobra que hay Estados de derecho y democracias antiguas y sólidas que carecen de Tribunal Constitucional bien porque es el mismo Tribunal Supremo, como en los Estados Unidos (lo cual, dicho sea de paso, ahorra muchos disgustos), bien porque simple y llanamente, no existe, como es el caso de los Países Bajos o de Dinamarca, entre otros. Los tribunales constitucionales se abren paso en algunos países europeos por influencia germánica y, allí en donde existen, su función es crucial para el imperio de la ley y la democracia. En donde no existen, obviamente, no.

Lo que sucede es que si hago estos matices se me acaba el artículo que iba sobre si se puede o debe cuestionar las motivaciones de los magistrados del Constitucional. No criticar sino sugerir que los magistrados actúan por razones políticas antes que jurídicas. Eso equivale a deslegitimar el Tribunal Constitucional que tenemos, el máximo intérprete de la Constitución que es una fórmula política bajo la forma de una ley.

(La imagen es una foto de Invisgoth (Own work), en el dominio público vía de Wikimedia Commons).

divendres, 13 de maig del 2011

Aprovechándose de un terremoto.

Ni en la desgracia de un seísmo que ha ocasionado nueve muertos y casi trescientos de heridos así como una catástrofe material enorme se ve libre la gente del ansia de la derecha por rebañar votos y ganar las elecciones. El "juego limpio" no es concepto que tenga cabida en la forma de actuar del PP.

Habiendo acordado todos la suspensión de la campaña electoral por un día y con una declaración de duelo de dos, ha faltado tiempo a la derecha para saltarse su compromiso. Aguirre, en rueda de prensa posterior a un consejo de gobierno, ha hecho declaraciones típicamente electorales, llamando "trolero" a su contrincante. Ha explicado luego que se ha limitado a responder a las preguntas de los periodistas, lo que implica que el compromiso a que llegan los políticos tienen que seguirlo todos y, si no es así, los políticos tampoco. Hay además un elemento cínico en esta falta de juego limpio: al ser juego sucio, tiene mayor audiencia. En la jornada de silencio todo el mundo se ha enterado de que, según Aguirre, Gómez es un "trolero".

El PP como tal ha subido asimismo un vídeo electoral a Youtube lo que, al parecer, no es una práctica electoral. O a lo mejor es que la derecha piensa que los compromisos rigen en la realidad "real" pero no en la virtual.

Y en el colmo de la desvergüenza, Rajoy ha acudido a Lorca, se ha hecho unas fotos y las ha colgado en su muro de Facebook. No es de extrañar tratándose del mismo personaje que decía en una entrevista publicada en El Mundo en el día de reflexión de las elecciones de 2004 que tenía "la convicción moral" de que el atentado de Atocha había sido obra de ETA. Lo extraño es que en España estas cosas parezcan no tener consecuencias electorales negativas.

El pensamiento libertario.

Este pequeño volumen de Carlos Taibo (Estado de alarma, Madrid, La Catarata, 2011) es una recopilación de artículos de prensa recientes. Normalmente los autores sienten la necesidad de justificar estas recopilaciones y lo hacen aduciendo que, aunque los artículos fueron escritos y publicados en lugares y tiempos muy distintos, los recorre el hilo de una preocupación común y forman una unidad. Ya en el interior del texto resulta que el hilo común en realidad son numerosas repeticiones y, a veces, los artículos son casi coincidentes, lo que acaba haciendo la lectura bastante tediosa.

No es el caso de Taibo. Al contrario, la lectura es amena. Ha tenido el autor el acierto de agrupar los artículos en seis bloques: la crisis, el Gobierno español y sus farsas, la crisis energética, los sindicatos mayoritarios y la izquierda, sobre el decrecimiento, sobre la memoria, en particular la memoria libertaria. Así se accede a una visión sintética y ágil del pensamiento libertario acerca de las cuestiones actuales. No hay repeticiones (excepto la de las páginas 58 y 60) y la visión que la obra ofrece es bastante equilibrada. Tengo coincidencias y discoincidencias en unos u otros capítulos.

En el de la crisis coincido en que ésta no se resuelve con medidas neoliberales ni keynesianas (p. 24). Ya no estoy tan seguro de que el capitalismo se encuentre en su estado de corrosión final (p. 27) y menos aun de que la crisis pueda combatirse a base de distribuir trabajo, fomentar el "ocio creativo" y la solidaridad, reduciendo producción y consumo, la reducción de infraestructuras, la primacía de lo local, esto es, sobriedad y simplicidad voluntarias (p. 25). Ni siquiera estoy seguro de que algo así sea deseable. Es el meollo de la doctrina del decrecimiento, de la que Taibo es firme adalid.

Esta propuesta del decrecimiento, lo más interesante del libro, sostiene que al irracionalismo capitalista, basado en la publicidad, el crédito y la obsolescencia planificada (pp. 78/79) es preciso responder mediante la redistribución, la reducción y la reutilización (p. 85), porque si no se hace, todo se va al garete, como demuestra la unidad de medición llamada huella ecológica según la cual para 2050 serán necesarios dos planetas Tierra para sostener el desarrollo capitalista (p. 82). Dice Taibo que las críticas a este enfoque son refutables. Pero eso será mientras no se levante la objeción más grave, la de que el decrecimiento, en realidad, no es factible. La humanidad sólo es concebible en los términos hegelianos del progreso del espíritu hacia la libertad y la eticidad absoluta. Que eso se entienda en nuestro tiempo según el lema olímpico lo hace más trivial, desde luego, pero también más claro. La humanidad no tiene marcha atrás, salva catástrofe. No es posible retornar a la Arcadia feliz. El provenir es incierto y llevarlo al pasado no lo hace más cierto.

En otro lugar, Taibo enriquece su visión de hacia dónde apunta el decrecimiento. A los factores señalados se añade la renta básica de ciudadanía y la "reorganización de nuestras sociedades según principios diferentes, entre ellos la primacía de la vida social frente a la lógica de la productividad y de la competitividad" (p. 54). A primera vista los enunciados son convincentes, pero no parecen factibles. Reorganizar la vida social según una lógica que no sea de productividad no debe de ser sencillo, sobre todo si la base para hacerlo es la "primacía de la vida social", que es algo que suena a la vieja controversia de los antiguos y los modernos.

Son los aspectos de mayor envergadura teórica del libro. Los demás capítulos están dedicados a asuntos de política más práctica en donde hay leña crítica a repartir entre el Gobierno socialista, los sindicatos mayoritarios y hasta Izquierda Unida, cuya refundación ve el autor tan problemática como Palinuro aunque quizá no por las mismas razones.

Taibo termina la obra especificando las características de lo que sería una organización libertaria global. Un sueño, porque sólo puede estar basada en la ausencia de poder y el poder ha sido hasta la fecha un rasgo constitutivo del ser humano.

dijous, 12 de maig del 2011

Indignémonos, pero ¿para qué?

Los panfletos siguen extraños destinos. Como los libros. Algunos panfletos han cambiado el curso de la historia. Escogiendo uno por siglo, las 96 tesis contra las indulgencias de Lutero, clavadas en 1517 en la puerta de la iglesia de Wittenberg y que, en realidad, se pueden considerar como el primer pasquín, abrieron al camino a la reforma protestante. La Ley de la libertad de Gerrard Winstanley en 1652 fue el alma del puritanismo radical, comunista. ¿Qué es el Tercer Estado? del abate Sieyès en 1789 inauguró el triunfo de la Revolución Francesa. El Manifiesto del partido comunista de Marx y Engels en 1848 dió luz roja (es decir, verde) a la revolución proletaria comunista. La miseria en el medio estudiantil, de Mustafa Kayatti (internacional Situacionista, 1966) se encuentra en el inicio de la revuelta de los estudiantes (o sea, los cachorros de los intelectuales) en mayo de 1968 en París.

Hay gente que adjudica una función similar en el siglo XXI al panfleto de Stéphane Hessel, el anciano partícipe de la France combattante a las órdenes del general De Gaulle (Stéphane Hessel (2011) ¡Indignaos!, Barcelona, Destino, 60 pp). La función de provocar una gran ola de indignación que desencadene un proceso revolucionario. Podría ser, dado que ya se han vendido muchísimos ejemplares en Francia, pero hay dos razones que hablan en pro del escepticismo. La primera es que quedan 89 años para zanjar la cuestión y nunca se sabe.

La segunda razón tiene que ver con la obra en sí. Los panfletos critican una situación actual y proponen sustituirla por otra distinta. Las escasas cuarenta encendidas páginas de Hessel condenan la situación actual pero no proponen otra distinta a cambio. Proponen que nos indignemos con lo que pasa y que recurramos a la insurrección pacífica contra los medios de comunicación de masas que sólo defienden el modelo de consumo de masas (pp. 47/48) nada más. Pero indignación es justamente lo que sobra. Quien haya leído algo sobre Islandia o Grecia recientemente lo sabe. La indignación es hoy general, cuando se comprueba que un puñado de sinvergüenzas al mando de las finanzas, amparado en otro puñado de sinvergüenzas en la política y otro más en los centros de fabricación de ideología que pasa por ciencia, han estafado al mundo entero y arruinado a decenas, centenas de miles de personas. ¿Indignación? Occidente es una santabárbara. Pero eso no se arregla sublevándonos contra los medios de comunicación de masas, aunque la propuesta no sea desdeñable.

El problema reside en que Hessel ha hecho una extrapolación de 1939 a hoy y el asunto no acaba de encajar. La indignación era producida entonces por la invasión del extranjero y es tal el fervor patriótico de Hessel que lo lleva a decir que los franceses fueron invadidos por el fascismo de Vichy (p. 17) cuando es obvio que el fascismo de Vichy no fue una invasión sino que se trataba de los franceses mismos, esto es, los franceses fascistas, que los hubo. Y colaboracionistas. Se indignaron los que se indignaron. No todos. Igual que ahora.

Otra diferencia fundamental: los indignados de 1939 (que, por cierto, recurrieron a la violencia, no al pacifismo) tenían una hoja de ruta, más o menos el Estado del bienestar y la proclamación de los Derechos Humanos universales, a la que el autor da gran importancia por que fue uno de los redactores. Pero esa no es la situación hoy. Al principio de la crisis se escucharon propósitos sorprendentes en bocas no menos sorprendentes. Sarkozy habló de refundar el capitalismo. Los dirigentes, de abolir los paraísos fiscales. A estas alturas, nada de nada, pura quimera. Si hay un objetivo estratégico es conservar lo que tenemos y para eso sirve de poco la indignación.

Hessel lleva años indignado con la situación en Palestina. No es para menos. Dentro de unos días zarpa la segunda flota de la libertad rumbo a Gaza. Veremos qué pasa. Los que van en ella tienen valor, tienen coraje y merecen todo el apoyo. Pero la situación de Gaza seguirá siendo crítica.

Nos indignamos. Pero ¿hacia dónde dirigimos la indignación? No nos han invadido. Al contrario, somos nosotros los invasores en medio mundo. No nos empobrece ningún extranjero avieso sino que nos empobrecemos nosotros mismos. El club de los ricos siempre ha tenido condiciones muy estrictas. Y la indignación la queremos ¿para mantenernos en él o para abandonarlo?

dimecres, 11 de maig del 2011

Al borde del precipicio.

Corresponde a Cristóbal Montoro, ese hombre enteco y con aspecto desmedrado, siempre con ristras de papeles en las manos, la función de San Juan en Patmos: anunciar el apocalipsis, la revelación, el fin del mundo. España está al borde del precipicio. El séptimo sello, la trompeta del Juicio. Puede parecer una deslealtad mayúscula que, además, ya viene produciéndose desde mayo de 2010. El PP se encuentra siempre del lado de los asaltantes de la ciudad. A ello invita el mismo Rajoy, aparentemente compungido: "La crisis griega afecta a España, es muy preocupante". Es un ejemplo de lo que los alemanes llaman Schadenfreude, esto es, el alegrarse del daño que sufre otro, lo cual adquiere una dimensión psicológicamente preocupante cuando el daño lo sufre también el que se alegra. Hay quien, por hundir a Zapatero, vuela el barco en el que viaja con él. Es un comportamiento parecido al de los terroristas suicidas. Y luego dicen que no los entienden.

Palinuro sospecha, no obstante, que quien está al borde del abismo es la derecha, sobre la que gravita el escandalazo de la Gürtel, de la que cada día hay una noticia nueva. En concreto el destino de Camps depende de su peripecia judicial que pinta negro barrote. En el caso de Arenas, si pierde de nuevo en Andalucía, será la cuarta vez y, si muchos consideran razonable limitar los mandatos a dos, también habrá que limitar los no mandatos en los que es especialista este campeón. En el caso de Cospedal da la impresión de que su irrefrenable codicia puede jugarle una trastada. Con que sólo se le vaya un voto por cada euro que cobra por encima del salario del presidente del gobierno, ya ha perdido las elecciones. Y el de Rajoy es, en efecto, apocalíptico. Tiene que ganar el veintidós de mayo con un margen de diez a catorce puntos porcentuales porque, si no lo hace, los suyos, que tanto lo quieren, lo despellejan, y no tengo claro que pueda hacerlo. Él tampoco. Por eso ha pasado de callar prudentemente sobre Bildu a dinamitar con Grecia. Los sondeos que se publiquen el último día permitido antes de las elecciones darán una pista. Pero al borde del precipicio aquí hay mucha gente.

(La imagen es una foto de ppcv, bajo licencia de Creative Commons).

Todólogos.

Entre los años 1993 y 1998 (más o menos) fui tertuliano de Protagonistas, la tertulia que tenía Luis del Olmo en la ONCE, la emisora de los ciegos. (Mirá vos, ahora que acaba de morir Sabato). En 1998 del Olmo decidió prescindir de mí, según me malicio por presiones del gobierno del PP, cuya política (por llamarla de algún modo) en materia de comunicación gestionaba Miguel Ángel Rodríguez. No hace falta decir más. Bueno, el caso es que caigo dentro del género tertuliano que tan despiadada como certeramente retrata Taibo en este libro (Carlos Taibo (2010) Contra los tertulianos, La catarata, Madrid, 110 pp). Espero que no bajo el subgénero de todólogo que suscita la indignación del autor. Me considero exento porque no hablaba de todo sino solamente de lo que creía saber algo. Había, y hay, asuntos muy importantes sobre los que jamás hablé. Nunca dije una palabra sobre fútbol, por ejemplo; y mira que se habla de futbol en las tertulias, con el cuento del fenómeno sociológico; ni sobre toros, patrimonio cultural inmaterial, como el gótico o la capilla Sixtina; ni sobre famosos o famosas.

De todas formas el análisis del libro de Taibo no se limita a ser una diatriba contra los todólogos, aunque podría. El uso del término tertulianos con su aroma patrístico, hace bucle con el título que suena casi como una contra gentiles. Toma pie Taibo en Debord y Baudrillard, fundamentalmente, para caracterizar esas tertulias espectaculares y de simulacro que, con la desaparición del libro y otros efectos concomitantes de lo televisivo (hoy todas las televisiones tienen tertulias), que recoge el cascarrabias de Sartori, contribuyen al atontamiento general (p. 65), noble empeño en el que son de gran utilidad los tertulianos.

Taibo clasifica el género en tres grandes apartados, los periodistas, los intelectuales y los políticos y no es caritativo con ninguno de los dos primeros a los que afea que su colaboración degrada su respectiva profesión o condición (p. 48) y critica que se presten a simular un pluralismo que no existe en los medios. De los políticos ya no hablemos. Aborda cuestiones complicadas pero no espinosas, como la independencia (p. 36) y espinosas pero no complicadas, como la "lógica del dinero" (p. 103), la pastuqui que es uno de los criterios por los que se reparten las canonjías tertulianas según el inveterado principio del intercambio de favores: yo te doy una tertulia y tú me das una columna.

Dedica el autor dos capítulos especialmente felices a la figura del converso, dando cumplida fe de porqué sigue siendo cierto el dicho de la fe del converso y a la de los intelectuales que llama abducidos, una de cuyas subespecies es el intelectual vendido. Triste sino el de muchos intelectuales en todos los tiempos que tenían que venderse para vivir. Que se lo digan a Quevedo a pesar de sus muy valientes versos y que se lo digan hoy a cualquiera de los conversos cuya vehemencia discursiva suele estar en relación directamente proporcional a la nómina.

En fin que el libro está muy bien, es agudo, mordaz, realista y tiene el buen gusto de no mencionar nombres o apellidos, que ya el lector avisado los barruntará.

dimarts, 10 de maig del 2011

Mayo 22. La ministra de Defensa pasa al ataque.

En Tomelloso fue la lid, como en el Robledo de Corpes la afrenta. Allí se midieron, cada una por su lado, dos de las mujeres más emblemáticas de sus respectivas formaciones políticas, Chacón por el PSOE y Cospedal por el PP, la izquierda y la derecha en sentido muy amplio dado que hay alguna gente que niega al PSOE la condición de izquierda y otra que adjudica al PP la de extrema derecha; de forma que el bipartidismo español no sería de izquierda-derecha, sino de centro-derecha, o algo así. En el fondo, cuestión de nombres.

En último término, se quiera o no, la política es una cuestión de personas, del carácter de las personas, de sus cualidades. La personalización de la política, que muchos lamentan, tiene un lado bueno, ya que permite recuperar el factor humano puesto que los principios, los proyectos, los programas son demasiado fríos. Chacón tiene muy alta valoración ciudadana probablemente a causa de su firmeza, su laboriosidad y su curiosa mezcla equilibrada de prudencia y audacia. Desconocemos la valoración de Cospedal porque el CIS sólo pregunta por la del presidente de su partido. Pero no puede ser muy alta porque, no siendo persona que haya estado en la penumbra desde que asumió el cargo, muchas veces se ha hecho notar por salidas extemporáneas, acusaciones de delito sin pruebas y afirmaciones infamantes para instituciones del Estado, cuerpos de seguridad, etc. Todo ello es contraproducente porque suscita una reacción de rechazo.

Quizá esto vaya en el carácter de la derecha de la que Cospedal es representante modelo. Chacón, que ha tenido acertadas referencias a Rajoy y Aznar, ha clavado la esencia misma de la respuesta de la secretaria general a la pregunta acerca de sus dos sueldos que dan una cifra astronómica: chulería. Una tendencia por la que es fácil reconocer a la derecha, su arrogancia, si no quiere utilizarse el más castizo chulería. Cospedal comenzó justificando los dos sueldos porque, según dice, "trabajo el doble". La chulería consiste en que en esos dos trabajos cuenta el Senado por el que no aparece. Y más refitolera es la segunda línea de respuesta, según la cual, se cuestionan los dos sueldos de Cospedal "por ser mujer" (y no dejen de pinchar en el enlace sólo por ver la foto de Cospedal por Manu Fernández, que es un poema, un poema de Campoamor). La arrogancia, tiene razón Chacón, la chulería está en apuntar a una causa justa para justificar un privilegio.

María Dolores de Cospedal tiene una actividad frenética que, obviamente, no le permite sopesar lo que dice con la debida reflexión. Pero, desde luego, tiene pegada. Esa afirmación de "no necesito a Zapatero, Barreda es peor" es un hallazgo retórico y un buen ejemplo de lo que llaman los ingleses un innuendo o alusión maliciosa. Pero viene a ser un intento de hacer de necesidad virtud porque el propio Barreda ya dice que Zapatero no se presenta a estas elecciones y que él asume el resultado. Por supuesto. Estaría bueno que quisiera que lo asumiera otro.

De Carme Chacón se hace lenguas la prensa internacional. El Sunday Times dice que "Carme agarra las riendas de la machista España" (no pongo enlace porque es de pago) y La Nación argentina la ve como presidenta del gobierno. Y, como somos tan irremediablemente hispánicos, hemos de esperar a que vengan de fuera a decirnos lo que tenemos en casa. Cospedal es una hechura de Aguirre, tiene su desparpajo, aunque no su malévola finura. y resulta mucho más áspera. Chacón, en cambio, muestra fibra y dominio de la situación y con ella apunta la primera mujer presidenta del gobierno de España y la primera catalana desde los tiempos de Prim.

Efectivamente, estas elecciones locales y autonómicas se juegan en el tablero nacional. Pero a muchas bandas. En el PP servirán para reforzar o debilitar el liderazgo de Rajoy y en el PSOE para perfilar el (o los) candidato(s) a candidato/a en 2012. No es casualidad que el arranque de la campaña haya tenido como estrellas a Rubalcaba y Chacón. Y quédese aquí toda especulación sobre lo que pueda pasar después del 22 de mayo porque primero hay que ver qué pasa, que no está claro, digan lo que digan las encuestas.

Una única sugerencia. Como si se tratara de dar la razón al Sunday Times, ayer hubo en España dos nuevos casos de violencia machista, dos mujeres asesinadas por su pareja masculina. Parece conveniente que, cuando sucedan estas cosas, la campaña electoral se haga eco de ellas. Ahora que los políticos suscitan más atención pública, bien pueden pronunciarse sobre el asunto. Todo lo que se haga por combatir esta peste, aunque parezca ritual, será poco. Además, como dice el feminismo de hoy, lo personal es político.

(La imagen es una foto de machacon, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 9 de maig del 2011

22 de mayo.- Gürtel y las sabandijas.

A medida que se acerca el día en que el Curita tendrá que comparecer ante la justicia por los presuntos delitos de cohecho impropio, malversación, prevaricación, etc., pierde los nervios con mayor frecuencia y cada vez desbarra más, añadiendo ahora a sus habituales dislates alguna canallada que otra.

Que el hombre que, al parecer, se hace pagar los trajes por presuntos delincuentes; el que miente asegurando que no conoce al Bigotes que, sin embargo, es su amiguito del alma; el que parece amparar todo tipo de abusos, latrocinios y estafas a la administración pública que él debiera proteger; el mismo santurrón que supuestamente permite que cuatro chorizos se lucren con la visita del Papa; que el presunto mangante gürteliano, digo, haga bromas sobre un militar de la República que tuvo la integridad y la gallardía de morir por ser fiel a su juramento, cosa que el farmacéutico consorte ni huele, es algo que excede los límites morales de esta España de truhanes, ladrones, pícaros, corruptos y rufianes, para llegar a la de las sabandijas, especie muy frecuente en el rebaño de necios empingorotados que constituye la gente bien de toda la vida.

El abuelo de Zapatero murió asesinado por los facciosos en 1936, algo más de veinte años antes del nacimiento de su nieto. No es que no le diera ternura y cariño, como dice el Curita, sino que no pudo dárselos porque lo habían asesinado y lo hicieron los antecesores ideológicos de Camps. Es de suponer que no fueron los compañeros de su abuelo o su propio abuelo, que tanta ternura y cariño destiló en su nieto. Basta con oírlo hablar.

Es comprensible que en el PP estén dispuestos a todo con tal de tapar la Gürtel, como dice Felipe González. Y todo, por lo que se ve, es todo. Acusar al Gobierno de permitir la entrada de ETA en las instituciones a cuento de la sentencia del Tribunal Constitucional admitiendo las candidaturas de Bildu, además de ser un ultraje al mismo tribunal, es otro golpe bajo esta vez de Aznar cuyo abuelo, hombre fiel al Caudillo Franco, como lo fueron su padre y él hasta que le interesó disimular sis convicciones, le dio todo el cariño y la ternura que el abuelo de Zapatero no pudo dar a su nieto porque lo asesinaron los franquistas.

Hace poco que Aznar acusaba a los socialistas de ir removiendo huesos, que ya era una forma inhumana, perversa e inmoral de referirse a la Ley de la Memoria Histórica, pero la ignominia de Camps deja a Aznar reducido a aprendiz de provocador. Y aun más, este desalmado de los trajes impagos añade que, al día siguiente de las elecciones, llamará a Zapatero para exigirle elecciones anticipadas. ¿No será más propio que le pida perdón por zaherir sus sentimientos de forma tan estúpida y cruel?

Y tanta demasía no sirve para nada porque no hay quien oculte la Gürtel que no es otra cosa que la materialización delictiva del ideario neoliberal de privatizaciones, desregulación y predominio irrestricto del mercado. Materialización perfectamente instrumentada y coordinada por un partido en el que abundan las gentes que están en política para forrarse y lo hacen a rajatabla, esquilmando los dineros públicos con tanta pericia que, además, mirabile dictu, consiguen que los esquilmados los voten.

(La imagen es una foto de ppcv, bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 8 de maig del 2011

La tuerka sobre Bildu en el Constitucional.


Dejo aquí el enlace al último programa de la Tuerka, en TeleK sobre la ilegalización/legalización de Bildu. Cuando se emitió, el Tribunal Constitucional estaba deliberando y no se conocía el resultado. Creo que fue un debate muy interesante y revelador.

Pongo el enlace con una foto fija porque no he conseguido encontrar la fórmula embed en Youtube. De todas formas la foto también enlaza.

ilegalización/legalización de Bildu

Elecciones 22 de mayo: arranque.

Los socialistas parten como claros perdedores según todos los sondeos, y se les nota en la flojera de ánimo. Zapatero no consiguió llenar el aforo de su primer mitín y eso que era su ciudad, mientras que Rajoy y Cospedal revientan los estadios. Están en juego bastiones tradicionales de la socialdemocracia, como Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura, mientras que nada amenaza los de la derecha, Madrid o Valencia a pesar de Aguirre y de Camps. Los augures hacen al PP ganador hasta en Baleares, la tierra de Matas. Hay un aire de cambio de época, una convicción de inevitabilidad de la derrota del PSOE y el triunfo de la derecha. La cuestión no es si se producirá, sino por cuánto. El PP no parece subir en intención de voto; la distancia se da porque los socialistas se quedan rezagados por la abstención de su electorado tradicional. Hay mucho resentimiento por la política económica y social del Gobierno.

La contienda está tan exacerbada que a los otros partidos estatales casi no se los ve. Todavía Izquierda Unida levanta algo la cabeza sobre el oleaje en la voz ocasional de Cayo Lara con un discurso intermitente que apenas se entiende. Lucha contra el fantasma del voto útil pero, a su vez, no aclara qué hará con el que IU reciba, si oposición al PSOE o coalición de gobierno allí en donde pueda. Su vídeo electoral, con texto de Eduardo Galeano, es magnífico, pero no sé

si va a darle muchos votos. En cuanto a UPyD, carece de visibilidad. No ha conseguido articular un discurso propio, dado que no ha hecho hincapié en el centrismo, que es lo que a todo el mundo se alcanza.

Es la derecha la que habla de centro. El término derecha no aparece en su discurso sino, si acaso, como centro-derecha. Sólo en las proclamas de La Gaceta y esas tiende el personal a tildarlas de extrema derecha; una extrema derecha evanescente ya que, en realidad, está en el PP; hasta hay quien dice que es el propio PP. Éste sabe de sobra que el punto débil del PSOE es el paro y la crisis económica y que según las reglas del boxeo, ahí es en donde debe pegar una y otra vez. Pero le pierde el patriotismo estilo legión y está agarrado a mamporros con el Gobierno a cuenta de la legalización de Bildu. Con el Gobierno y con el Tribunal Constitucional, y tratando de desbaratar el proceso de paz en el País Vasco. Si sigue así, pondrá el resultado de las elecciones en manos de ETA. Bastará una declaración de ésta de que está considerando dejar las armas para que el de las elecciones el 22 de mayo sea distinto al universalmente esperado.

Sin duda por partir de más abajo, el PSOE muestra mayor realismo en la campaña. Su primer video se centra en la corrupción del PP, como se ve en la foto. La corrupción es el punto flaco donde debe centrar sus golpes el PSOE, sin dejarse distraer por trifulcas laterales por escandalosas que sean. Las instituciones se defienden solas. Un ataque tan desaforado al Tribunal Constitucional como el de González Pons sólo consigue mejorar la estima de aquel entre los ciudadanos. En cambio la corrupción no afecta a las instituciones del Estado sino al PP y a su gestión de gobierno. Sacarla a relucir de continuo es la única posibilidad que tiene el PSOE de "dar la vuelta a las encuestas", como dicen sus dirigentes más decididos. A su vez, el PP sigue su trayectoria ascendente, aunque corre el peligro de Ícaro si sigue jugando con el fuego de la lucha contra el terrorismo.

El arranque de Bildu, con un orfeón independentista incluido, preanuncia unos resultados electorales en el País Vasco que, por primera vez en muchos años, no van a estar condicionados, por no decir falseados, por la ausencia forzosa de la izquierda abertzale. Finalmente se va a saber cuál es la fuerza real del independentismo en la Comunidad Autónoma Vasca. A lo mejor resulta que es tal que el Gobierno de la Comunidad decide seguir el ejemplo de lo que, al parecer, pretende el de Escocia, después de la victoria electoral del otro día: un referéndum de independencia. El gobierno vasco no tiene tal competencia. Pero puede pedirla por los cauces reglamentarios. Sería interesante ver qué pasaba.

(La imagen es una foto de quinet, bajo licencia de Creative Commons).

dissabte, 7 de maig del 2011

Gürtel abre la campaña.

En España todas las elecciones son generales, no en cuanto a su ámbito territorial pero sí en cuanto a los asuntos que se debaten. Trátese de elecciones municipales, autonómicas o, cuando toca, europeas, de lo que se habla es de la política nacional. Sin duda los presidentes autonómicos, o candidatos, y los alcaldes o aspirantes hablarán de infraestructuras, riegos, limpieza, parques, escuelas. Pero, al hacerse acompañar siempre que pueden por algún dirigente nacional, los focos se van a éste/a que, normalmente, bastante tiene con saber en qué provincia está y habla del Gobierno; bien, si pertenece a él y mal, si no pertenece. Es una ley de hierro.

Si no es por activa, es por pasiva. Los acontecimientos más noticiables, los que hacen titulares, son los nacionales que tienen incidencia directa en los ámbitos subnacionales. Por ejemplo, habiéndose inhibido el juez Pedreira, que instruía la rama valenciana de la Gürtel, en favor del Tribunal Superior de Justicia del País Valenciano (TSJPV), éste ha puesto en marcha el procedimiento para imputar formalmente a varios miembros de la cúpula del PP en la Comunidad Valenciana, algunos de los cuales, nueve o diez, son candidatos en las listas de este partido. De forma que ahora no está clara la sucesión de hechos probables: si Camps será presidente y luego comparecerá como imputado ante el juez o si primero comparece ante el juez y luego es elegido presidente de la Comunidad. Sea cual sea el orden, el producto no quedará alterado: si los valencianos eligen a Camps, eligen a un presidente al que el TSJPV puede inhabilitar para ejercicio de cargo público, por lo menos. Es una perspectiva razonable y, al mismo tiempo, irracional. Resulta inverosímil que el electorado no decida ahorrarse ese trago, ya que, al parecer, a Camps le trae sin cuidado.

El otro asunto, con el que se pretende tapar la Gürtel, es la legalización de Bildu. Alguien de buena fe podría pensar que, pues se ha pronunciado el Tribunal Constitucional, no hay más que decir. Pero la buena fe es un mal adobo para pensar. De inmediato el PP se ha convertido en una ametralladora de disparates y barbaridades de todo tipo. El inevitable Mayor Oreja, cuya afición al infundio es parecida a la del rumiante a lo verde, y con la misma parsimonia, dice que la legalización de Bildu es una "mala noticia" y es lógico que a él se lo parezca. Pero también dice que el responsable de la legalización es el Gobierno, lo que da una idea de lo que este buen señor entiende por división de poderes. Debe de ser que en sus tiempos de ministro esto de que los gobernantes digan a los jueces lo que tienen que hacer era práctica común.

Escuché ayer a uno de esos periodistas que practican el intrusismo profesional del que luego se quejan, autotitulándose analistas políticos y que muchas veces no saben de qué hablan, subrayando la importancia especial del voto negativo del magistrado progresista Aragón Reyes porque era el único constitucionalista del Tribunal siendo así que Pérez Tremps, quien votó que sí, también lo es. Otra de las analistas políticas hacía de menos el Constitucional frente al Supremo porque no es un órgano judicial, sin saber que es un órgano jurisdiccional y tiene la jurisdicción que el legislador le ha dado, entre otras cosas revisar las decisiones del Supremo cuando sea debidamente instado a ello y haya lugar. Obviamente en ambos casos de lo que se trataba era de deslegitimar el fallo por mayoría del Constitucional, como se ve, sin tener ni idea. No importa, la cuestión es soltarla y cobrar. Por eso tienen estos debates el nivel que tienen.

A su vez, los políticos, que no están obligados, al parecer, a fundamentar lo que dicen, recurrieron al fuego graneado de barbaridades. Soraya Sáez de Santamaría duda de la lealtad constitucional de los magistrados del Constitucional que votan lo que a ella no le gusta. Y González Pons, cuyo afable rostro no prepara en absoluto para la ruindad de sus propósitos, atribuye el voto sí al hecho de que los magistrados se sientan seguros porque llevan escolta. Así de guapos quedan los jueces: son unos lacayos del gobierno, unos desleales y unos cobardes. Y este es el partido de la derecha, puntal de la ley y el orden.

Donde hay patrón no manda marinero, así que tercia el mando con Aguirre a la cabeza, para quien es obvio que si ETA/Bildu está en las instituciones es porque los socialistas han querido, equiparando en su esquinado modo a los seis réprobos progres con militantes del PSOE. Rajoy no puede permitir que Aguirre le coma el terreno retórico de forma que ahonda en el disparate dejando claro que la legalización de Bildu significa que el Gobierno se ha entregado a ETA. Menos mal que ninguno se cree estos dislates y si los sueltan es porque piensan que el pueblo al que en el fondo desprecian, sólo entiende el trazo grueso. Y el trazo grueso, a su vez, está para ocultar la Gürtel, que no se hable de ella, que no se sepa que un buen puñado de cargos del PP lleva años esquilmando los fondos públicos. Pero es inevitable: la Gürtel seguirá creciendo, como el cadáver de la obra de Ionesco y no se puede ocultar ni aunque a algún estratega de la derecha se le ocurra apagar el fuego con una explosión diciendo, por ejemplo, que sabe de buena tinta que las reuniones del Consejo de Ministros las preside Josu Ternera. Eso se llama política creativa.

(La imagen es una foto de ppcv, bajo licencia de Creative Commons).

El derecho fundamental a honrar a los muertos.

Todas las civilizaciones conceden especial importancia al respeto a los muertos, al culto a los antepasados. Los que ahora somos, somos herencia de los que fueron y semilla de los que serán. Esa cadena no se debe interrumpir. Si por las razones que sean, normalmente bélicas, llega a romperse, la colectividad contrae una deuda con aquellos muertos que no hayan recibido la debida sepultura. De todas las pistas que los arqueólogos siguen para desentrañar una cultura la más consistente suele ser la de los ritos y usos funerarios. Porque todos los pueblos honran a sus muertos, a todos, y a nadie le gusta que los suyos yazcan arrojados en cualquier rincón

El Foro por la memoria histórica de Guadalajara convoca a una concentración el domingo para protestar por una decisión del ayuntamiento en el que el PP tiene mayoría, que le niega un plan de adecentamiento de la fosa común del cementerio municipal en donde hay enterrados unos quinientos republicanos asesinados por los sublevados del 36.

divendres, 6 de maig del 2011

Bildu y las perspectivas del PSOE.

El Tribunal Constitucional ha hecho lo que debía hacer. Y punto pelota, como dice un hijo mío. Tenía que amparar a los recurrentes porque era de justicia. No se puede privar de derechos fundamentales a unos ciudadanos de partidos legales por el hecho de que hayan formado una coalición electoral con otros ciudadanos independientes pero bajo sospecha. Eso hubiera sido un atropello, algo que invalidaría moralmente las elecciones aunque todos los demás partidos concurrieran a ellas, que estaría por ver.

Ahora estos de Bildu tienen que mostrar que sus aseveraciones de independencia frente a ETA son ciertas, trabajando en pro de sus ideales con el único medio que es admisible en democracia: la palabra. A lo mejor cuando ésta resuene en sede parlamentaria, los de las pistolas acaban de entender algo que cualquier militar autodidacta sabe, esto es, que si no puedes ganar una guerra lo mejor es que te desmovilices y te dediques a otra cosa. Esa decisión del Constitucional muestra que la democracia y el Estado de derecho son una realidad en España. Todos hemos ganado con ella.

Hemos ganado en términos políticos, morales, de legitimidad. Pero ahora comienza un proceso electoral en donde de lo que se trata es de ganar en votos. Y lo primero que salta a la vista es que, según el barómetro especial del CIS (pongo el enlace a la página de entrada; no he conseguido encontrar ese barómetro), el PSOE se hunde estrepitosamente, incluidos sus bastiones, mientras que el el PP gana con holgura. Supongo que los sociatas van a pagar los platos rotos del gran festín del capitalismo en crisis, que será un voto de castigo. Luego se verá si cabe leer los resultados como una premonición de las generales del año que viene. Las distintas respuestas dependerán de los resultados. En política práctica los razonamientos barren siempre para casa.

La presencia de Bildu presumo que no supondrá gran variación en los resultados generales. Cierto que la oposición utilizará la legalización de la coalición para atacar al Gobierno, pero eso sólo puede hacerlo a base de deslegitimar el Tribunal Constitucional insinuando que actúa a las órdenes del poder político. En realidad, lo único del País Vasco que puede impulsar las expectativas del PSOE es que ETA deponga definitivamente las armas.

También podría darse el llamado efecto underdog, según el cual mucha gente se apiada siempre del perro que cae debajo en una pelea, de forma que el eventual perdedor acaba resultando a la postre ganador. En la campaña pueden pasar muchas cosas. Si el PSOE centra sus mensajes en los dos puntos débiles del PP, que son la falta de ideas y la corrupción, cuyo nombre propio es Gürtel, y los repite machaconamente, sacándolos a relucir siempre, venga o no a cuento, es posible que el mensaje cale y haya un vuelco de la situación.

Por eso se dice siempre con razón (aunque suelen hacerlo sólo los que van perdiendo) que la verdadera encuesta, la que cuenta, es la del día de la votación. Hasta entonces, ojo con la piel del oso.