diumenge, 26 de març del 2017

La locura simétrica

Gran ocasión de ver una retrospectiva completa de Escher. Única en verdad, porque no es frecuente, a pesar de su enorme popularidad. Son unas 170 piezas del grabador holandés distribuidas por las salas del palacio de Gaviria, en la madrileña calle del Arenal, muy cerca del callejón de San Ginés. Por cierto, el palacio está bastante abandonado, aunque con las imágenes de Escher y la abundancia de explicaciones que, imagino, soltarán la audioguías obligatorias con la entrada, eso casi no se nota.

La exposición, muy bien ordenada, sigue un orden cronológico, desde las primeras xilografías de paisajes hasta las últimas litografías de los años cincuenta/sesenta, con las perspectivas imposibles que lo hicieron mundialmente famoso, Ascendiendo y descendiendo, Convexo, cóncavo, Belvedere, Relatividad, Cascada, Otro mundo, todos los cuales se pueden admirar en la exposición. Y es una curiosa experiencia porque en todas ellas, que juegan con la convergencia de perspectivas con el punto de fuga, el cenit y el nadir, cuenta mucho la posición del espectador, si mira desde arriba o abajo o desde los lados. Caso típico, el Belvedere, juegos de simetrías cristalográficas que arrancan de un primer encuentro de Escher con el triángulo de Penrose al que, andando el tiempo, añadiría la fascinación con la cinta de Möbius. Aunque Escher decía ser profano en matemáticas, los matemáticos lo tenían en altísima estima y él trabajaba con ellos de mil amores. Es muy curiosa la historia de la litografía Galería de grabados, 1956, que el autor no terminó pues distorsiona la realidad de acuerdo con una pauta que no acierta a reproducir hasta el final, por lo cual dejó el centro en blanco y puso su firma. Casi 50 años después, dos profesores de matemáticas de la Universidad de Leyden, dieron con la solución al descubrir que Escher trabajaba con una cuadrícula que se reproducía a sí misma en espiral, con lo que terminaron el grabado en el centro. El llamado efecto "Droste", el de una imagen que se repite dentro de sí misma hasta el infinito.

Algunos trabajos con esferas, incluido el famoso autorretrato en una esfera, confirman la influencia del Parmigianino y su célebre autorretrato en un espejo cóncavo. Igual que algunas de las litografías de simetrias, traslaciones, reflexiones a voleo con escaleras, columnas, ventanas, barandas, puertas, suelos, techos y gentes subiendo y bajando al mismo tiempo recuerdan mucho las abrumadoras construcciones de Piranesi en las que, sin embargo, no suelen encontrarse figuras humanas.

Lo más interesante de la exposición a mi juicio es ver la profunda, subterránea influencia de la cultura árabe en la obra del holandés. Como buen artista flamenco, sintió el llamado de Italia y allí viajó y allí se instaló durante años, prendado, cómo no, de la luz, aunque también de la oscuridad, como se ve en la encantadora serie de "Roma nocturna". Pero lo que más le atraía era la arquitectura popular del sur, las casas morunas de la costa amalfitana. Se fue de Italia a Suiza cuando el fascismo se puso pesado, pero antes había hecho dos viajes a España, a la Alhambra. En el segundo se llevó todos los motivos ornamentales que encontró cuidadosamente copiados con ayuda de su mujer. En ellos había descubierto el secreto de la división regular del plano, el tema que le obsesionaba, a través de aquellas figuras geométricas que lo ocupaban todo rítmicamente y podían prolongarse el infinito. Y ahí nacieron las teselaciones, por las que llegó a adquirir gran fama, algunas de las cuales, como Día y noche (1938) es universalmente conocida. Su aportación fueron los seres vivos, patos, pájaros, peces, serpientes, camaleones, personas, que no figuraban en las teselaciones arábigas.

Pero eran tan simétricas como como aquellas. Esa es una de las razones por las que se suele considerar que Escher es demasiado frío, racional, con prurito de perfección, lo que parece poco propio del arte que es, básicamente, sentimiento. No obstante, lucen en la exposición dos teselaciones únicas, las llamadas rellenos del plano I y II, que carecen de simetría y de toda regularidad y, con todo, son teselaciones pero en las que el autor ha ido creando las formas una a una, sacándolas de su imaginación y sin guiarse por pauta regular alguna. No hace falta decir que atraen mucho más que las simétricas y producen el placer de ir descubriendo formas ocultas, un poco al modo que suele hacerse con los cuadros de otro flamenco famoso, el Bosco.

dissabte, 25 de març del 2017

Estos son mis poderes

El prometido acto apoteósico del próximo 26, domingo, en la capital del reino, con sus efluvios populistas y caudillistas es una exhibición que, si nos atenemos a la edad de los participantes, podemos calificar de "histórica" y solo quedaría por averiguar de qué edad de la historia. Sin duda, la foto no se ajusta enteramente a la noticia porque la de la noticia, claro, no se ha producido aún. Pero es de señalar el pundonor del medio que ha ido a buscar una que casi cubre los requisitos: están todos los que acudirán a la unción de la caudilla, excepto Guerra, sustituido por Elena Valenciano. Eran los tiempos de la feliz y tranquila secretaría general de Rubalcaba y Valenciano era entonces mano derecha de Rubalcaba y ahora cumple una función simbólica de añadir cuota imaginaria porque en la foto real habrá cuatro hombres y una mujer.

El equipo de comunicación de Díaz ya ronda las redes con las consignas de rigor. A lo mejor es su lectura la que impulsa a Zapatero a pedir que el debate salga de ellas y no una repentina e insospechada pasión por la censura. Aunque nunca se sabe. Este hombre es como un cañón giratorio. La consigna que juzgan más feliz es en el Ifema estará representado el pasado, el presente y el futuro del PSOE

La sociedad, dicen los teóricos, es un "espectáculo"; lo cual no es tan original. Ya la sociología funcionalista decía que tenemos "roles". Y no solo es espectáculo, sino "simulacro", al decir de otros teóricos. Pues sí, el acto anunciado de exaltación caudillesca tiene incluso algo de bufo. Esa consigna del pasado, el presente y el futuro delata tal falta de sensibilidad mezclada con tal arrogancia que resulta repulsiva. En efecto, en el Ifema estará arropando a Díaz el pasado del PSOE, esos cuatro "ex", González, Guerra, Zapatero y Rubalcaba a quienes, sin embargo, sienta muy mal que los llamen "pasado". Entre otras cosas porque, aunque lo son (y algunos son el pasado del pasado), no saben retirarse, como se dice sucede con los toreros. Y por ahí merodean, intrigan, se confabulan y, finalmente, se prestan a ser exhibidos como trofeos que prueban que el pasado del PSOE está firmemente a favor del presente, personificado en Díaz, y de su pretensión de convertirse en futuro que la consigna da también como presente, como futuro presente o presente futuro.

Muy en el estilo de los oscars, la gala tendrá después premio a los efectos especiales, provistos por la junta gestora que traerá el proyecto de ponencia que se presentará en el congreso próximo a mayor gloria de la secretaria general in pectore.

El mismo día 26 celebra Sánchez un acto en Valencia. Las comparaciones serán inevitables. La abundancia de estrellas y astros en el de Díaz y su ausencia en el de Sánchez. Pero eso puede ya darse por amortizado. Solo tendría valor si el 26 apareciera alguna figura inesperada en el Ifema. El ectoplasma de Largo Caballero, por ejemplo. De no ser así, la abrumadora presencia de los hombres del pasado, acaba convirtiendo en pasado esos presente y futuro de la propaganda. Así que los datos que se compararán, obviamente, serán las asistencias y los discursos de los candidatos. A partir de ahí, se verá si las primarias del PSOE se decantan en un sentido u otro o en ninguno de los dos. 

Eppur si Murcia

Murcia es una comunidad autónoma uniprovincial. Como La Rioja, Cantabria, Baleares, Asturias, Navarra (foral) o Madrid. Habitualmente se oye hablar poco de ella, salvo por ser patria de algunos de los más pintorescos políticos del PP, como Trillo Pujalte o el inimitable Zaplana todos ellos hombres de moral fenicia. Pero, cuando se oye, se descubre una realidad política tan abigarrada, compleja y veloz como en el resto del país. Murcia es reciamente española.

Se imputa a su presidente, Pedro Antonio Sánchez (PAS) un supuesto delito en uno de esos casos de nombres habitualmente metafóricos, el caso Auditorio, aunque podría ser el caso "picaporte" o "México Lindo"; los hay ya de todo tipo en este partido de apandadores. C's, intransigente con la corrupción, le da tres días para dimitir. Sánchez no dimite y C's anuncia su posible apoyo a una moción de censura "técnica", esto es, limitada en mandato a convocar elecciones. Empujado por Podemos, el PSOE presenta una moción de censura, lo que indica denodado esfuerzo pues el personal pensaba que se le había olvidado cómo se hace eso de oponerse. El PP, siempre en su lucha sin cuartel contra la corrupción, al no poder evitar la moción, pide que se aplace por si PAS, al final fuera desimputado. Y algún barrunto quizá tenga de algo así porque ayer mismo estaba el juez que investiga al presidente murciano del PP de cañas con los miembros de la cúpula de ese mismo PP lo que, como entiende todo el mundo, es algo perfectamente fortuito. No parece así extemporáneo que el expresidente de este imputado partido en el que militan imputados lo abandone acusando a Rajoy de "inacción ante la corrupción". Prudente en su juicio el dimisionario porque Rajoy no se limita a no hacer sino que obstaculiza en lo que puede y hasta pareciera que encubra a los imputados. La moción cuenta con ser admitida a trámite el lunes por la mesa de la cámara y debatida unos días después. El presidente propuesto, González Tovar, PSOE, gobernaría en coalición con Podemos, 19 escaños contra los 22 del PP y los eventuales 4 de C's. Un primer e incierto intento de unidad de la izquierda, algo esquinado si bien prometedor. Pero la clave de que todo este episodio murciano vaya en un sentido o en otro está en C's, un partido con un sentido digamos móvil de los compromisos públicos. La mesa de la cámara está compuesta por 2 miembros del PP, uno de PSOE, otro de Podemos y otro de C's. El voto decisivo es el de C's. Este finde promete ser tormentoso en Murcia. Pero el martes puede amanecer en calma chicha y con PAS felizmente al mando, en tanto espera que lo absuelvan las urnas que en España sirven para todo excepto para que la gente vote en Cataluña.

divendres, 24 de març del 2017

Las muy probables elecciones anticipadas

Los medios de comunicación no son lo que eran. Ahora puedes controlar todos los públicos y casi todos los privados y no evitas una imagen catastrófica de gobierno incompetente, incapaz de hacer nada bien. Ni los medios más entregados -y los hay increíbles- pueden ocultar a la opinión que a los gobernantes les va fatal en el Parlamento, en donde fracasa en todas sus iniciativas. Si a ese fracaso se añade el constante mosconeo de los digitales, sacando escándalos como rosarios, se concluirá que la situación empieza a ser alarmante para la derecha en el gobierno. Ya Rajoy había advertido que no consideraba adelantar las elecciones pero que, claro, era preciso dejarlo gobernar. Por gobernar entiende que no le toquen lo hecho o deshecho hasta ahora y que le dejen hacer lo que le da la gana en el futuro. Es el único en verlo así, claro. Pero es quien ha de tomar la decisión.

El gobierno no puede legislar a su antojo porque la oposición no le deja. La derrota de la convalidación del decreto-ley de la estiba ha sido demoledora. Y en el punto de mira están ahora la ley mordaza, que ya ha entrado al desguace, y la LOMCE, que espera turno. La oposición quiere desmantelar lo legislado durante la mayoría absoluta del PP. Le van a tocar lo hecho y no le dejan seguir desgobernando. Y ahora vienen los presupuestos, norma de importancia capital cuya aprobación no está garantizada. Es algo crucial. El presupuesto pasa si el PSOE, por lo menos, se abstiene. Abstenerse ahora, como cuando la investidura, equivale a votar "sí" pero sin decirlo. Y de nuevo coloca al PSOE en curso contrario a la izquierda.

Además del bloqueo legislativo, el gobierno está sometido a un control parlamentario al que ni de lejos está acostumbrado. Harta la oposición de la tomadura de pelo de la Gürtel ha montado por unanimidad una comisión de investigación sobre la financiación del PP que, obviamente en contra, responde montando otra sobre la financiación de todos los partidos en el Senado, aprovechando su mayoría absoluta. Pero es pura pataleta. La comisión de verdad es la del Congreso y la que los medios, hasta los suyos, van a seguir. Añádase a ella la comisión sobre la supuesta guerra sucia del ministerio del Interior bajo mando del devoto Fernández Díaz en contra de sus adversarios en Cataluña. Las comisiones no van a dejar un ministro sano. Pero, además, hay una cascada de comparecencias en trámite que involucran a otros miembros o exmiembros del gobierno. Y por asuntos verdaderamente pintorescos: García Margallo por bocazas, Catalá por disoluto y Sáenz de Santamaría por agente de la T.I.A.

Y todos esos apuros y angustias, esos impedimentos, controles, fiscalizaciones a un partido, un gobierno y un presidente que no entienden ni han entendido nunca el funcionamiento de un sistema liberal parlamentario y democrático. En su legislatura con mayoría absoluta gobernó de modo también absoluto, por decreto, con ignorancia del Parlamento en el que apenas compareció y que solo en una ocasión pudo forzar de él algo parecido a una explicación y rendición de cuentas que no fueron tales. Un gobierno que, estando en funciones, se negó expresamente al control parlamentario, convirtiéndose así en un gobierno de hecho, no de derecho. 

A ello hay que añadir el carácter autoritario del personal al mando en La Moncloa y Génova 13, su intemperancia y ningún respeto por las convenciones democráticas. Y, además, las muchas actividades presuntamente delictivas que tienen atareados a los tribunales, así como la esperanza de que un buen resultado en unas nuevas elecciones ayudaría a capear este temporal. 

La convocatoria de elecciones anticipadas está al caer. 

Hoy, Palinuro en un ciclo de filosofía en Lleida

Los miembros de la Secció de filosofia del Institut d'Estudis Ilerdencs me han hecho el inmerecido honor de invitarme a inaugurar un ciclo de conferencias filosóficas sobre el tema de la emancipación. Sobra decir que estoy agradecidísimo y un poco inquieto pues conozco mis limitaciones e intuyo la profundidad del objeto cuya consideración se propone. Pero confío en la acreditada magnanimidad de los filósofos para no quedar en desmerecido lugar.

Los datos sobre hora y tiempo del acto figuran en la imagen adjunta. Basta con ampliarla. Hay que rellenar una ficha.

Pienso tratar el tema desde las dos perspectivas, individual y colectiva, en que esta circunstancia de la emancipación se ha manifestado a lo largo de la historia, es decir, con una breve genealogía del concepto, que ha mantenido su fuerza en todo este tiempo, combinándola con su cuasi sinónimo de "liberación". Me detendré en el momento actual y en cómo la emancipación como meta, objetivo, fin de siempre presente en la especie humana en todo tiempo y lugar, nos interpela a todos. 

En una sociedad democrática nadie tiene el deber de emanciparse, pero todos tenemos el derecho de hacerlo.

dijous, 23 de març del 2017

Las primarias de los cuchillos largos

Las noticias mueven a risa: "Ferraz advierte", "la gestora conmina". ¿Qué Ferraz? ¿Qué gestora? Este órgano está deslegitimado por origen y por ejercicio. Su siniestro inicio en un golpe de mano es conocido. Su ejercicio absolutamente parcial en interés de Diaz, también. Nadie puede tomarse en serio un órgano pretendidamente arbitral y neutral cuyo portavoz, Mario Jiménez, es la mano derecha de una de las partes. Ese órgano carece de autoridad para adoptar medida alguna en relación con este proceso.

Y, sin embargo, las toma, imperturbable, ajeno a toda crítica respecto a su parcialidad. El portavoz y hombre fuerte de Díaz en la junta gestora quiere ser expeditivo y, habiendo encargado un informe, sostiene que el crowdfunding de Sánchez pudiera ser ilegal, incluso delictivo . Son palabras mayores. Sin duda el informe será muy correcto y atinado, pero es un informe de parte en materia asaz interpretable. Se le podrá contraponer otro de la otra parte. Habrá que ir a los tribunales y lo primero que Jiménez deberá explicar a los jueces es por qué no se ha abstenido (incluso, por qué no ha causado baja) en un asunto que le concierne personalmente. Y eso sí que suena a irregular y delictivo. Ya solo con ello queda jurídicamente deslegitimada la gestora.

Que también lo está políticamente. El informe sostiene que el crowdfunding no pasaría el control del Tribunal de Cuentas. Pero el Tribunal de Cuentas hace saber que no ve problema en el crowdfunding de Sánchez. A todo esto, Sánchez ha hecho públicas sus cuentas. Los otros dos candidatos, no. Y eso es políticamente determinante. Es obvio que toda la campaña de Díaz en plan supercaudilla popular vale un dineral. Solo el acto del próximo 26 en el pabellón Ifema, una pasta. En efecto, es imprescindible que se sepa cómo se financian las campañas de los tres candidatos. Para eso no hace falta pegarse por abrir o cerrar cuentas. Basta con publicar las propias en internet, con los ingresos y los gastos, en el entendimiento de que, si en los ingresos hay partidas procedentes de órganos del PSOE, locales, institucionales, etc, se sepa.

A no ser que la gestora esté buscando deliberadamente un conflicto para tomar una medida disciplinaria con Sánchez, es decir, para defenestrarlo por segunda vez; una exclusión por desobediencia o una inhabilitación, como las que reparten generosamente los tribunales españoles a los catalanes, algo que lo aparte de la carrera electoral de las primarias. Sánchez trae un aura de ganador que se retroalimenta continuamente y no parece posible evitar su triunfo, ni siquiera habiendo armado a toda velocidad una fantasmagórica candidatura de Patxi López, cuya única función es engatusar a un puñado de sanchistas. Así que, para garantizar que la caudilla salga aclamada de caudillesco modo, lo mejor es dar otro golpe de mano e impedir que Sánchez se presente. Quien dio un golpe puede dar dos; suele hacerlo.

Así las cosas, a Sánchez no le quedaría otra alternativa que resignarse a abandonar la competición sin más o plantar cara a la arbitrariedad de los detentadores del poder, pidiendo a sus seguidores que, aunque su candidatura esté proscrita, lo voten. Luego, habrá que contabilizar los votos y se verá quién ha ganado, si la caudilla o el doblemente defenestrado.

Mañana, Palinuro en un ciclo de filosofía en Lleida

Los miembros de la Secció de filosofia del Institut d'Estudis Ilerdencs me han hecho el inmerecido honor de invitarme a inaugurar un ciclo de conferencias filosóficas sobre el tema de la emancipación. Sobra decir que estoy agradecidísimo y un poco inquieto pues conozco mis limitaciones e intuyo la profundidad del objeto cuya consideración se propone. Pero confío en la acreditada magnanimidad de los filósofos para no quedar en desmerecido lugar.

Los datos sobre hora y tiempo del acto figuran en la imagen adjunta. Basta con ampliarla. Hay que rellenar una ficha.

Pienso tratar el tema desde las dos perspectivas, individual y colectiva, en que esta circunstancia de la emancipación se ha manifestado a lo largo de la historia, es decir, con una breve genealogía del concepto, que ha mantenido su fuerza en todo este tiempo, combinándola con su cuasi sinónimo de "liberación". Me detendré en el momento actual y en cómo la emancipación como meta, objetivo, fin de siempre presente en la especie humana en todo tiempo y lugar, nos interpela a todos. 

En una sociedad democrática nadie tiene el deber de emanciparse, pero todos tenemos el derecho de hacerlo.

dimecres, 22 de març del 2017

Los nenúfares y los intelectuales progres

Uno de los trozos más profundos y conmovedores de El cuento de nunca acabar, de Martín Gaite, se titula "Divagación en torno a los nenúfares" y arranca con la conocida (seguramente apócrifa) anécdota de Miguel de Unamuno y Amado Nervo sobre los nenúfares que este menciona en su poesía. El relato desvela alguna de las claves más íntimas de esta íntima escritora y toma pie en un encuentro con un antiguo amigo, profesor cuyo embeleso con la gramática generativa chomskyana, muy de moda por entonces, trae a la autora el recuerdo de los nenúfares de Unamuno/Nervo y le inspira este trozo final que Palinuro reproduce con enorme admiración:

"La mayor parte de los 'intelectuales' -palabreja a la que, dicho sea de paso, tengo gran antipatía- plagan sus discursos de nenúfares. En nenúfares se convierten, pongo por ejemplo, la libertad, la condición de la mujer o la justicia social para quien al mismo tiempo que elabora peroratas más o menos brillantes sobre dichos asuntos, no se entera de que está tiranizando a los demás, es incapaz de hacer un esfuerzo para hacerle la vida agradable a la mujer concreta que tiene a su lado o no ve en la miseria y necesidad de los seres con cara y ojos de su más próximo entorno sino una inoportuna interrupción que obstaculiza su carrera magistral de redentor del género humano. Nenúfares son todas las abstracciones en letra mayúscula que tanto impresionan lanzadas desde el Parlamento, la cátedra, la televisión o la letra impresa, pero que a nadie le cuentan nada que pueda traer al recuerdo para sentirse confortado en el callejón sin salida de sus noches de insomnio, nenúfares los pretextos en nombre de los cuales se emprende una guerra para redimir a una humanidad cuyos miembros no se vacila en dejar sangrientamente diezmados; nenúfares la paz, la dignidad, la comunicación y el amor; nenúfares muertos, sapos disecados sobre el manto de tan solemnes predicadores." (El cuento de nunca acabar)

Carmen Martín Gaite murió el 23 de julio de 2000.

La imagen es un dibujo a lápiz (2014) de Alexandra Pociello bajo licencia de Creative Commons.

Rajoy responde a la carta de Puigdemont y Junqueras

Esta vez, Palinuro se ha ahorrado su semanal artículo y se ha limitado a transcribir una carta respuesta a la de El País que le ha enviado Presidencia del gobierno para publicación en algún periódico catalán. Y así, ha cedido su lugar para que el presidente responda a la carta de los gobernantes catalanes. Entre bromas y veras y con su peculiar forma de ver las cosas, Rajoy sintetiza el grueso de los argumentos del nacionalismo español en contra del referéndum. Aquí va la versión castellana:

Respuesta de Rajoy a la carta catalana.

Estimados presidente y vicepresidente: muchas gracias por su carta publicada en El País, diario de mi máxima consideración, aunque no tanto como El Marca. Proponen ustedes en ella por enésima vez un referéndum pactado, siendo así que ya les hemos avisado la vicepresidenta y yo que de referéndum, nada. Ni pactado ni sin pactar. Aquí no habrá referéndum. Cuando les ofrecimos iniciar un diálogo, llegando, incluso a abrir un despacho dialogante de la vicepresidenta en Barcelona, quedaba ya claro que el diálogo tenía como tope la unidad de España contra la que atenta su referéndum.

Insisten ustedes en argumentar el caso de Escocia como la única baza de que disponen para su desmesurada pretensión. Parece mentira que no se hayan dado cuenta de lo que he visto hasta yo: que Cataluña no es Escocia. Ni España el Reino Unido. En España un referéndum es ilegal y, por ende, inconstitucional. Sospecho que en el Reino Unido, también. Pero allí, con eso de que no tienen Constitución escrita se permiten ciertos lujos que no voy a calificar. En España, la ley se cumple. De eso estoy encargado yo por voluntad de los españoles, entre ellos muchos catalanes. La mayoría silenciosa y no hace falta contarla. Se ve en la calle. Resumiendo y para entendernos: no hay referéndum porque no.

No soy un legalista estrecho. Estoy dispuesto a reconocer el carácter político de sus pretensiones y a sentarme a negociar sobre ellas en el marco de la Constitución. Incluso a abordar la reforma de esta. Es el camino para las discrepancias políticas en un Estado de derecho. Lo que no sea eso será un golpe de Estado propio de fascistas, de lo cual sabemos mucho en el PP,y no lo toleraremos. Para las de derecho común, los tribunales ordinarios. La causas contra cargos públicos independentistas no lo han sido por sus ideas, sino por sus actos presuntamente contrarios a la ley. Que estos casos coincidan con independentistas es una casualidad.

En el marco de la Constitución me encontrarán ustedes. Propongan una reforma del texto del alcance que les plazca y, si se aprueba por los cauces debidos , podrán ponerla en práctica. Me dirán que eso es imposible y casi una burla, dado el carácter minoritario de Cataluña en el conjunto del Estado, pero esa es una realidad ajena a nuestras voluntades. Consigan apoyo mayoritario en España a su propuesta de reforma constitucional y no harán falta cartas.

Parecen haber pedido permiso al presidente del Senado, Pío García-Escudero para pronunciar la conferencia que ya han dado ustedes en otro lugar. Pío es autónomo, por supuesto, y él decidirá pero, si fuera yo, no la autorizaría por una razón de respeto a la cámara. Al Senado se va con un discurso original, nuevo, inédito, no con un refrito, ensayado para otros auditorios.

Afronten ustedes su responsabilidad como gobernantes de una Comunidad Autónoma y resuelvan los problemas de sus administrados, que no son de banderas. Son ustedes parte de esta gran nación que es España. Sean leales al esfuerzo común y sigan contribuyendo al engrandecimiento de nuestra patria. Todos los españoles están agradecidos a la solidaridad catalana y orgullosos de ser sus compatriotas. Y, para demostrarlo, visitaré Cataluña próximamente con un plan de inversiones en infraestructuras que siempre proponemos y nunca cumplimos porque sabemos que ustedes los catalanes se avienen a razones cuando se trata de dinero, sobre todo si es el suyo.

Lamento que el resumen de mi respuesta haya de contabilizarse en la columna del “no”. No ha lugar a negociar referéndum catalán alguno porque, como explica con su habitual brillantez la vicepresidenta, el gobierno no puede negociar con lo que no está en su mano conceder, que es saltarse la ley. Ni más ni menos. No es un desaire. Es una necesidad.

No hay otra vía pues cualquier otra apunta directamente a la legislación de excepción. Obviamente no queremos recurrir a ella por una cuestión de imagen. Pero, si ha de hacerse, se hará, y no nos temblará el pulso, pues contaremos con el apoyo de los demás partidos, PSOE y C’s, tan españoles como nosotros, aunque estén en la oposición. Estamos seguros de que la UE entenderá la necesidad de hacerlo. Y, si no fuera así, habiendo quedado todo “atado y bien atado” desde los tiempos de aquel caudillo cuya memoria quieren ustedes mancillar, sabremos prescindir de una Europa que no nos quiere como somos.

Al fin y al cabo, más se perdió en Cuba.


¿Quién controla al controlador?

Es lo de siempre, ¿quién vigila al vigilante?. Los de la junta gestora, cuya gestión grotescamente sesgada del lado de Díaz es ya hilarante, pretenden ejercer una autoridad de la que en realidad carecen. Quieren centralizar el control de las cuentas y acceder al conocimiento de la identidad de los donantes en el crowdfunding de Sánchez, lo que, probablemente, como dicen los sanchistas, no se compadece con la ley de protección de datos. Y todo eso sin admitir a su vez ningún tipo de control ni fiscalización de sus actos. Algo insólito.

Que la gestora es un órgano descaradamente sesgado a favor de Díaz es la evidencia misma. El portavoz resulta ser el hombre de confianza de Díaz. La gestora es un órgano de Díaz, totalmente incapacitado para conducir unas primarias. Eso solo podría hacerlo un órgano independiente en el que estuvieran los representantes de las candidaturas.

Ponerse a hablar de las cuentas ha sido mentar la soga en casa del ahorcado. Sánchez, que tiene un crowdfunding perfectamente legal, ha hecho públicas las suyas. E inmediatamente han comenzado a llover las reclamaciones para que Díaz haga lo propio. Las redes hervían de peticiones para que se aclaren los gastos del acto de exaltación de la caudilla el próximo 26 en el pabellón Ifema del recinto ferial. Quieren saber quién financia los autobuses, el alquiler del local y la llamada logística. Porque no está claro. Los partidarios de su candidatura acusan a los contrarios de difamar cuando hablan de que el aparato pone autobuses gratis total a Madrid. Pero hasta ahora, nadie ha aclarado satisfactoriamente quién financia esta apoteosis.

dimarts, 21 de març del 2017

Entre compañeros, da gusto

No hace veinticuatro horas que López predicaba sermones unitarios por las agrupaciones del PSOE. Luego de soltar algunos disparates en Cataluña, se trabajó otros parajes al grito, por lo demás compartido por los otros dos candidatos, de que todos los socialistas son compañeros y no maldicen unos de otros. Pero he aquí que pega un giro espectacular y, por persona interpuesta, lanza un ataque directo a Sánchez acusándolo de varias demasías que, en realidad, se reducen a una: Sánchez es culpable de presentar su candidatura. Exactamente lo que piensan todos los candidatos en todas la elecciones de todas las candidaturas excepto la suya.

Efectivamente, no es muy original. La candidatura de López no es muy original. Ni poco. De tener alguna funcionalidad es la de restar apoyos a Sánchez. Él dice ser autónomo, con una opción independiente, pero lo cierto es que solo ataca a Sánchez.

Y mucho más atacable es la candidatura de Díaz, que está preparándose con la pompa y circunstancia de una gran producción de Hollywood. Todo el aparato del partido está a su servicio. Una movilización general para hacer una proclamación por todo lo alto, en el pabellón Ifema. Cuando la junta gestora abrió las cuentas a los candidatos, sin percatarse, estaba poniendo el dedo en la llaga. Las redes llevan días preguntando quién paga semejante despliegue sin que hasta la fecha se hayan dado explicaciones. 

Que la candidata Díaz haya de enfrentarse al hombre al que defenestró con tan escasa elegancia tiene algo de tragedia shakesperiana. Que se contraponga un discurso populista y caudillista a uno de izquierda tiene también algo de esperpento español.

Parecidos de ida y vuelta

Que Cataluña y España evolucionan en sentidos muy distintos se echa de ver con cada nueva noticia del ámbito público. El sistema político catalán es más matizado y complejo que el español, lo cual obliga a interpretar lo que allí sucede teniendo en cuenta factores propios, diferenciales. Por ejemplo, al hablar de "izquierda", la catalana está dividida básicamente en dos bandos (a su vez con diferencias en sus respectivos interiores), uno independentista y otro no necesariamente independentista pero partidario del referéndum. Los dos son izquierda catalana, por supuesto. 

La parte no (oficialmente) independentista incluye Podem, la versión local de Podemos y prácticamente idéntica a él. Los mismos usos, discursos y resultados. Las asambleas toman las decisiones; como en Madrid. Las toman unos porcentajes de voto francamente ridículos, tan bajos que convierten casi en cómica la gravedad con que se invoca el principio rousseauniano de que cada ciudadano (o militante, o comunicante por internet) pueda expresar su opinión. El 7,5% del censo de Podem se ha dado a sí mismo con la puerta en las narices al tratarse del ingreso en el nuevo partido liderado por Colau (que no es de Podem) y Doménech (que sí lo es), En Comú. Los responsables, incrementan tan escuálido dígito elevándolo a un 11,3% a base de restringir el cuerpo electoral a los "militantes" activos, entendiendo por tales los que en el pasado hubieren interactuado con la organización por las redes.

Este resultado plantea la cuestión de cómo quedará Podem si no se integra en el otro partido. Una reserva que recuerda los reparos y amarguras de la integración de IU en un Podemos triunfante. Pero esto es Cataluña y Podem es resistente y poco más. Resta por saber si la dirección de Podemos, al final, impone la integración por intervención personal del líder, recientemente reconsagrado, como sucedió en Galicia. Cualquier cosa que se haga generará agravios comparativos en una organización que los conoce de todos los colores.

Podemos no es propiamente un partido. Ni siquiera una asociación, pues carece de toda razón objetiva que no sea puramente negativa, de cualquier concepción unitaria. La decisión catalana no se verá con buenos ojos, ya que se verá como una prueba más de ese carácter fragmentario que es lo más opuesto a la idea de partido-instrumento de raigambre leninista cara a la dirección.

dilluns, 20 de març del 2017

Los nidos del aparato

Es patente: la trifulca en el PSOE, que se vive agitadamente en los medios, especialmente los digitales domina los mentideros políticos. Poco a poco, aun sin estar oficialmente convocadas las primarias ni proclamados los candidatos, va emergiendo el perfil de cada uno de ellos y las noticias parecen ser golpes de cincel para labrar las respectivas figuras. La imagen de Susana Díaz mezcla su temperamento y discursos populistas y caudillistas con un apoyo sólido en casi todas las instancias de poder: de cuadros del partido, para arriba, hasta las figuras legendarias de las épocas gloriosas; de votantes y simpatizantes del PP; de importantes medios de comunicación, como el grupo Prisa, entregado al embrujo andaluz; de personalidades públicas de toda índole. Se añaden las diputados socialistas con sano sentido gregario, aunque quizá poco olfato político. Parece una candidatura que los de Podemos llamarían "muy del régimen". Y desde luego lo es: España, la dinastía y en cuanto a la Iglesia, ni tocarla.

A esto hay que añadir una imagen de consumo interno de muy mal fario: política profesional que no tiene un palmarés de ganadora de elecciones abiertas, ducha en intrigas palaciegas y golpes de mano. Carácter despótico e imperativo. Y lo que más daño le hace es esa identificación servil de la junta gestora con sus planes personales y la instrumentalización del partido al servicio de su persona.

Hacer de todo eso una candidatura aceptable para unas bases soliviantadas que se han movilizado contra todo tipo de zancadillas para presentar su propuesta es tarea hercúlea. A lo mejor, no sintiéndose hercúleos, los gestores optan por la vía negativa de montar un contencioso con ese capricho del control de las cuentas a fin de poner trabas a la candidatura de Sánchez. Con ánimo de defenestrarlo por segunda vez. Ahí sí que provocarían una sublevación porque, como está a la vista, el control contable puede ser necesario para las candidaturas de Díaz y López, que manejan directa o indirectamente recursos institucionales; pero no para Sánchez, que viene del frío exterior.

Nada nuevo

Puigdemont y Junqueras se han asomado a la tribuna de El País para decir lo que llevan meses diciendo y reiterarlo con razones que llevan años esgrimiendo. Nada nuevo de su parte. La diferencia es que ahora lo dicen desde El País con lo que ya no queda más remedio en España que darse por enterados. Cosa hasta ahora evitada por cuanto los medios ocultaban o desfiguraban sistemáticamente la realidad catalana; entre ellos el propio El País. El diario parece estar reconsiderando su actitud, a la vista de la importancia de la cuestión. Pero le sale su resabio nacional-español con esa entradilla de El desafío soberanista.

Si el presidente del gobierno deja El Marca y lee El País encontrará un resumen preciso y claro de la situación a la que, quiera o no, deberá hacer frente. Aunque en su insólita soberbia, animado por el reciente desarme de ETA, es capaz de pensarse Gregorio VII haciendo esperar de rodillas a las puertas de Canossa al emperador arrepentido. Será magnánimo, solo exigirá tres días de rodillas en la nieve o viendo partidos de fútbol. Pero es preciso el arrepentimiento. Ahí está el problema. Los dos firmantes del artículo-manifiesto no están arrepentidos de nada. Al contrario: piensan seguir con la hoja de ruta. 

Por eso es muy de señalar la lamentable situación de Rajoy: no puede gobernar porque la oposición no le deja, pero tampoco puede convocar elecciones anticipadas porque Cataluña necesita un interlocutor. No otro duelista, como parece pensar El País, sino un interlocutor, alguien que se siente en la mesa de negociaciones en la que están sentados desde hace meses los dos firmantes del escrito. Alguien con autoridad. No con autoritarismo.

diumenge, 19 de març del 2017

Zarabanda socialista

Las encuestas y sondeos apuntan sistemáticamente hacia abajo en las expectativas electorales del PSOE. El partido está conmocionado; las bases, insurrectas; los "cuadros", azogados; los ex-mandamases, emberrenchinados; la junta gestora, empecinada. El PSOE "en horas bajas", se quejan las plañideras de acompañamiento en los medios.

Y, sin embargo, unas primarias que aún no lo son suscitan casi tanta expectación como unas elecciones generales. Lo de la centralidad política parece ser condición innata. 

El clima en el que se libran estas primarias es denso de palabra y obra. Resulta sorprendente oír los almibarados tonos de la precandidata Díaz, llamando a todos "compañeros", palabra mágica, a escasa distancia ya de "hermanos", para conseguir la unidad del PSOE. Es la misma que hace cinco meses pedía expresamente la cabeza de Sánchez. 

El resto del discurso caudillista de Díaz no tiene mayor interés. Es una sucesión de lugares comunes sobre lo grande que fue, es y será el PSOE, sobre todo bajo su dirección, lo muy orgullosa que está de todo lo que suene a socialista. No es seguro que el masivo apoyo mediático y de gabinetes de persuasión sea capaz de dar algo de cuerpo y mejorar un discurso vacío y elemental por muy  "compañeros" que sean los oyentes. Hace falta ser mucho compañero para tragarse sin pestañear lo del niño que tendrá las mismas oportunidades nazca en donde nazca y que tanto se parece a la niña de Rajoy. 

Sánchez marca paso por la izquierda. Va soltando doctrina poco a poco. En Granada habló de laicismo. Una propuesta concreta, práctica que el PSOE estará obligado a explicar a los millones de católicos del país a los que la derecha está movilizando a cuenta de la petición de Podemos de suprimir la misa televisada de los domingos y, supongo, fiestas de guardar. Sin duda muchos católicos estarán dispuestos a admitir que la confesión y culto son asuntos estrictamente privados y deben retirarse de la vida pública institucional y oficial. Nadie dice que deban quitarse los miles de nombres de calles de vírgenes, santos, obispos, etc (como debieran quitarse todas las placas franquistas) pero sí que los católicos no nos obliguen a los demás a sufragar de nuestro bolsillo cultos, ritos, ceremonias en las que no participamos. Excuso decir negocios. Eso es laicismo. E incorpora la muy razonable petición de Podemos de suprimir la transmisión de misas en el servicio público de radiotelevisión. Otra cosa será las emisoras y cadenas privadas. 

Queda mucho más territorio por cubrir. Además del laicismo hay que hablar de Cataluña y de la República y de la reforma de la Constitución. ¿Por qué no? Hablar nunca es peligroso. Lo peligroso es no hacerlo. Estas primarias son como un adelanto de las generales en sede socialista y los candidatos deben hacerlas con propuestas y programas de gobierno. No con emplastes de consumo puramente interno.

La izquierda está por hacerse.

Lo penal como acicate

La noticia es apabullante: Pedro Antonio Sánchez, imputado por corrupción, reelegido como líder del PP de Murcia y por el 96% de los votos válidos en su congreso. Es realmente extraordinario. Pocas veces superado, supongo. El hombre es un misterio. "Hay muchas cosas terribles en el mundo", dice Sófocles, "pero la más terrible es el hombre", ese hombre que, según Protágoras, es la medida de todas las cosas. Una medida terrible, un misterio. Por eso el reto eterno que viene de Delfos, "conócete a ti mismo." El hombre no puede conocerse a sí mismo porque, cada vez que lo intenta, ya no es él mismo. 

Si tal sucede con el hombre como individuo, ¿qué pasa con él en grupo, que es un agregado de "cosas terribles"? Las decisiones colectivas son objeto de desvelos y afanes de varias ciencias sociales que solo pueden llegar a la conclusión de que esas decisiones son imprevisibles e inexplicables. Nadie daba un ochavo por Donald Trump al comienzo de la carrera presidencial. Nadie creía que el Brexit iba a salir. La eficacia de las decisiones colectivas se mide por su número, no por su racionalidad. Entre otras cosas porque el número lo entiende todo el mundo, pero lo de la racionalidad es más difícil.

El 96% de apoyo es una  mayoría abrumadora, búlgara, suele decirse, de cuando Bulgaria era tan comunista que ponía en común hasta el voto. Pero ¿es racional? Casi 900 personas han dado su confianza a otra imputada en un proceso penal por los supuestos delitos de malversación y prevaricación. De ser racional esta decisión (entendiendo por racional el propio interés de cada cual) hay que entender que los votos implican algún tipo de complicidad. Dado que son votos de un partido que, a su vez, está imputado en otro proceso penal, la decisión parece, en efecto, muy congruente y racional. 

Lo interesante sería saber qué porcentaje de voto popular obtendría Sánchez en unas elecciones autonómicas. Ejemplos pasados de Valencia dan una pista. Si saliera reelegido sí que la decisión colectiva tendría dífícil demostrar su racionalidad. Porque obligaría a indagar en factores primitivos, colectivos como lo son las decisiones de los rebaños. Y a eso hay que negarse. 

dissabte, 18 de març del 2017

Las arbitrariedades de la gestora

Esto de los dineros es cosa importante para los miembros de la junta gestora que saben muy bien el valor que tienen. Javier Fernández consiguió el voto del PP para los presupuestos del Principado, el mismo PP al que permitió gobernar forzando la abstención del PSOE tras un golpe de mano. No estoy diciendo que la abstención fuera la causa de la aprobación de los presupuestos. Ya Hume nos puso en guardia frente a las causalidades frívolas. Habría que establecer alguna relación y seguro que no la hay.

En efecto, hay que seguir la pista del dinero, que suele ser muy ilustrativa. De ahí que la gestora quiera controlar las cuentas de todos los candidatos. Para evitar suspicacias, sospechas, equívocos. Hay un runrún preguntando en las redes quién está pagando por los actos de la caudilla. Quién por el alquiler del pabellón del Ifema, que es una pasta; quién por el acto de los alcaldes hace unas fechas en Madrid, otra pasta, todos actos de exaltación personal de Díaz. Sin duda es buena idea disipar sospechas abriendo seis cuentas, dos por cada candidato, de gastos e ingresos, para mayor transparencia y cumplimiento de la ley.

Pero son cuentas de candidatos, no de "precandidatos" que lo son todavía porque la junta gestora no se ha dignado fijar fecha para las primarias. Eso si la caudilla no aprovecha su acto del día 26 para anunciar la fecha de las primarias. Al fin y al cabo, todo lo decide ella. Es extraño que sus seguidores no se percaten del mal efecto que esto genera en la militancia de su baqueteado partido. A la derecha el tuit del campo de Díaz ya con el número de cuenta, la necesidad de identificación (algo que se presta a las más negras sospechas), una redacción lamentable, junto al avisado anuncio de ahorrarse unos euros con la donación. Los dineros son los dineros.

La arbitrariedad de la junta gestora es ya legendaria. Se niega a admitir el voto telemático, que pide la precandidatura de Sánchez porque, dice,  no cabe reformar el reglamento de primarias en pleno proceso de primarias. Sin embargo, es obvio que no estamos en proceso de primarias porque no hay candidatos oficialmente proclamados. Lo cual no es óbice para que aquel órgano tome medidas ridículas por lo extemporáneas, tratando de candidatos de facto a quienes se niega a reconocer como candidatos de iure y pretendiendo que cumplan una legalidad que se ha inventado.

La identificación de la junta gestora con la aventura caudillista de Susana Díaz no está haciendo un favor a ninguna de las dos partes. 

Todo se acaba, hasta lo malo

Magnífica noticia, aunque redundante. ETA ya había anunciado hace años el fin definitivo de sus actividades. Pero, al no desarmarse por entero y sin condiciones, justificaba la intransigencia de las autoridades. Por fin parece haberse dado cuenta y realiza el acto simbólico que debiera cerrar del todo este siniestro capítulo de la historia de España y el País Vasco.

Podía haberse dado cuenta antes y de algo mucho peor: ETA no ha servido para nada salvo para causar muerte y sufrimiento, deteriorar la fibra moral de la sociedad vasca y obstaculizar el logro de los fines nacionalistas/independentistas que decía defender. Y, lo que es peor, no solo en su casa sino también en casa del vecino. Mientras duró la violencia, el discurso del Estado español fue "en tanto no callen las armas, no cabe hablar de nada. Cuando callen se podrá hablar de todo."

Era mentira, pero la actividad terrorista de ETA impedía que se revelara como tal. Silenciadas las armas en el proceso habido en Cataluña, una tierra en la que el independentismo es y ha sido siempre pacífico (exceptuado el breve episodio de Terra Lliure) la mentira se ha revelado mentira. No era cierto que sin violencia se pudiera hablar de todo. Hablar, claro, en un sentido performativo, práctico, no meramente especulativo. No se puede hablar de autodeterminación, ni de derecho a decidir, ni de independencia, ni de referéndum, ni de muchas otras cosas.

España supo enfrentarse a la violencia porque lo hizo con violencia, en cuyo uso es ducha. Pero no sabe enfrentarse a la reivindicación pacífica, porque el diálogo y la negociación no están en su bagaje.

divendres, 17 de març del 2017

Marasmo

El domingo pasado, en un post titulado Disonancias decía Palinuro que "este gobierno no puede gobernar, pero tampoco convocar elecciones anticipadas por razones obvias." Que no puede gobernar viene siendo patente desde el comienzo de su nuevo mandato en el que no ha hecho nada, pero la derrota de ayer en el decreto sobre los estibadores es mucho peor que nada, ya que supone andar en dirección contraria a su programa. Incumplir el programa no es cosa que preocupe en el PP, pero no incumplir por imposición ajena, en defensa de los intereses de los estibadores.

La prueba definitiva, el 31 de marzo con la aprobación de la cuentas en el consejo de ministros. Si los presupuestos no se aprueban es de esperar una convocatoria de elecciones anticipadas y ahí es donde se verá si la premonición de Palinuro es acertada o no: el gobierno no puede gobernar, pero tampoco convocar elecciones anticipadas. Caso de hacerlo, España afrontará el tramo final de la hoja de ruta catalana con un gobierno en funciones. Cierto, el que hay ahora no está mucho mejor, pero, cuando menos, hay actividad parlamentaria y foro de debate en el que seguramente se forjará una sacra unión nacional de partidos dinásticos (PP, PSOE y C'S) para proteger la monarquía y la unidad de España. Con un gobierno en funciones todo eso es muy difícil.

La división en el PSOE es una muestra más de las turbulencias en España. El enfrentamiento entre la candidatura oficialista de Susana Díaz y la de las bases de Pedro Sánchez es total y reproduce el del país. El campo de Sánchez acusa al de Díaz de todo tipo de guerra sucia: manipulación del censo, campañas de descrédito, censura y empleo del aparato del partido a favor de la candidata. Es obvio que hay unas sinergias en el campo de Díaz con el aparato, los barones, los tertulianos, los ex, los medios, los votantes del PP y hasta el Ibex35. De no haberse sublevado las bases insospechadamente, la candidatura de Díaz, una candidatura de caudillaje, con efluvios de PRI, se hubiera impuesto por aclamación. De hecho, al no ser todavía candidata oficial, Díaz viene a ser la tapada del PRI.

A primera vista, si no se hacen malabarismos con el censo, ni se ponen inconvenientes al voto telemático, ni se incordia a las candidaturas de mil formas, puede ganar Pedro Sánchez con un discurso de izquierda. De suceder, podría abrirse una interesante etapa de búsqueda de la unidad de la izquierda. Pero, a los efectos del gobierno y la legislatura, esta situación sería irrelevante. Al no ser el nuevo SG diputado del Parlamento (en ninguno de los dos casos), el grupo parlamentario del PSOE mantendría su composición y línea de actuación. 

La sola esperanza de Rajoy de mantenerse en el gobierno y conseguir al tiempo algún tipo de gobernabilidad es que Susana Díaz gane las primarias. Para ello ha de posponer la convocatoria de elecciones con el riesgo de que, si gana Sánchez, la gobernabilidad se evaporará, habrá que ir a elecciones y es posible que en ellas dé Sánchez una sorpresa.

La cuestión con el gobierno de España ya no es cómo se siguen depilfarrando los caudales públicos con las multas que habremos de pagar a causa del fiasco de la estiba, sino quién y cómo estará tomando decisiones respecto a la hoja de ruta catalana.

Añádase el rosario de casos de corrupción y podremos preguntarnos cómo es posible haber llegado a este marasmo con tal grado de incompetencia.

dijous, 16 de març del 2017

Los dos frentes

El analista político español, si quiere atender a su oficio, acaba esquizofrénico. Vive en un país que, en realidad, es dos y mal avenidos. En cada uno de ellos, la dinámica política es distinta, los objetivos, los intereses, los partidos, hasta las palabras tienen diferentes significados: nación, soberanía, pueblo, democracia, ley, etc, términos esenciales en la política. Así son las cosas: dos realidades, dos países y menos mal que explícita o implícitamente se reconoce pues, hasta hace poco, el gobierno de España consideraba que el movimiento independentista catalán era una algarabía. 

Dos realidades, dos países que, además, en buena medida, se ignoran entre sí, al menos por la parte española. No estoy nada seguro de haber visto esta noticia de elMón.cat en ningún periódico español. Y tiene su importancia. El presidente saliente del Tribunal Constitucional reconoce que el conflicto catalán no puede resolverse en el marco de la Constitución que él estaba hasta hace poco encargado de interpretar. Hay que acudir, añade, al diálogo político, vulgo, negociación, eso de lo que Rajoy no quiere oír hablar. 

Por cierto, esta lúcida doctrina podría haber orientado sus decisiones en el Tribunal, en lugar de prestarse a servir de brazo ejecutor de la política del gobierno sabiendo, además, que era contraproducente. Y tanto más lamentable cuanto que descarga su conciencia en su alocución de despedida.

El ocaso de la lideresa

Este pantano de corrupción en que chapotea Esperanza Aguirre desde que saltara la Gürtel no impide reconocer que su dura lucha por hurtar el cuerpo y salir de todos los trances, apareciendo siempre en lugar políticamente visible, tiene cierta grandeza. Recuerda lejanamente a Gloria Swanson en Sunset Boulevard, queriendo mantenerse a toda costa en las candilejas. El Joe Gillis de la película, interpretado por William Holden es aquí Francisco Granados. Falta a Aguirre aquella fortaleza de Max von Mayerling, dispuesto a protegerla. Por eso ahora va de tribulación en tribulación y su acreditado desparpajo ya no le da para mucho. Las recientes revelaciones sobre la financiación ilegal de su partido, la caja B, la fundación Fundescam, la han dejado literalmente planchada. Y cuantos más platós visita dando explicaciones más en evidencia queda.

Ahora reclaman su presencia en el proceso de la Púnica, dentro de la estrategia de Granados. Quiere este gozar de algún tipo de beneficio penitenciario, al igual que su socio Marjaliza que está en libertad por colaborar con la justicia. Él ambiciona lo mismo y para ello quiere valerse de Esperanza Aguirre, su antigua jefa directa y de la que él era mano derecha. Quiere probar la verdad evangélica de que la mano derecha de Aguirre no sabía lo que hacía la izquierda y que la única que lo sabía todo era la propietaria de las dos manos. Ella era, por lo que viene a decir Granados, conocedora y amparadora de las fechorías que injustamente (a su juicio) se le atribuyen.

Ignoro si las pruebas o indicios aducidos son suficientes para pedir la declaración de Aguirre, pero está claro que su estrella se ha apagado. Lo que le queda, todo lo más, es un calvario.

dimecres, 15 de març del 2017

Apuestas altas

En el caso de que Díaz ganara las primarias no sería por sus apoyos, sino a pesar de ellos. Porque es duro que a una la apoyen González, Rubalcaba, Zapatero, los votantes del PP, el ABC El País y otros medios, así como el conjunto del establishment, el de los intereses creados. Todo ello dibuja una típica candidatura "oficialista", tradicional perdedora en las primarias socialistas en donde suele ganar el afuereño.

En este caso, el afuereño Sánchez tiene la ventaja de ser de la casa y proyectar un aura legendaria de víctima del oficialismo más depredador. La clara hostilidad que el exsecretario general despierta entre los barones y las viejas glorias (o desgracias) del PSOE es un índice del grado de deriva derechista que el partido ha venido realizando ya desde los tiempos de Zapatero. La aparición de Podemos y la remota posibilidad de una alianza de izquierdas con el PSOE saca literalmente de quicio a estos socialistas de derechas, más preocupados por la estabilidad de la monarquía y la unidad de España que por la justicia social. En esta última metaidea de la unidad de España es donde la oligarquía del PSOE quiere sacrificar a Sánchez, a quien acusan de proclividad a la negociación con el independentismo. Por eso apoyan a Susana Díaz, porque incorpora un estilo populista, patriótico-español y caudillista. Una combinación presta a entenderse con el PP en una especie de "unión nacional" ante la Patria en peligro.

Frente a la candidatura oficialista, de orden, bien vista por la derecha del PP y la del PSOE, pregonada en los medios con grandes fanfarrias, se alza la del afuereño apoyado por una especie de rebelión general de las bases que, habiendo encontrado un líder en el infortunio, se han organizado espontáneamente en su apoyo con una clara conciencia de regenerar el partido.

Proceso al proceso

El proceso penal contra Mas, Rigau y Ortega es un proceso político disfrazado de judicial. Lo niegan sus defensores, asegurando que se condena a los tres exmiembros del Govern por desobediencia a una prohibición del Tribunal Constitucional (TC). Pero dicha prohibición tenía un innegable carácter político en referencia a la realización de la consulta del 9N promovida por los independentistas ante la negativa del gobierno español a permitir la realización de un referéndum. Es un proceso al independentismo, como lo demuestra asimismo que no es, ni será, el único. Detrás vienen los del diputado Françesc Homs y el muy simbólico de Carme Forcadell, presidenta del Parlamento catalán. Y detrás, los que se incoarán indefectiblemente a sus sucesores en los cargos si estos son inhabilitados. De todo ello se trata en mi artículo de hoy en elMón.cat, titulado Contra la indepèndencia, sentència y cuya versión castellana transcribo aquí:

CONTRA LA INDEPENDENCIA, SENTENCIA.

El debate es si el proceso de Mas, Ortega y Rigau es o no un juicio político. De un lado se señala que los tres han sido condenados por posibilitar la votación del 9N. De otro, que la condena ha sido por desobedecer al Tribunal Constitucional (TC). Un asunto puramente retórico porque la supuesta desobediencia lo fue a una decisión del TC de prohibir el 9N. Luego, sí ha sido condena por permitir la votación y en un procedimiento penal al que se opuso la fiscalía catalana. Fue la Fiscalía General del Estado la que obligó a actuar a la fiscalía catalana por impulso directo del gobierno que es quien, en definitiva, ha determinado el fallo por razones políticas aunque, con la habitual estrategia de Rajoy de tirar la piedra y esconder la mano.

Una estrategia cuyo principio general, ya visible hace unos años, era utilizar a los tribunales en contra del independentismo catalán o, dicho de otro modo, sustituir a los militares –siempre ultima ratio del nacionalismo español- por los jueces. La apoyaba en sagrada “unión nacional” la otra ala del nacionalismo español, el PSOE de Rubalcaba, principal muñidor de la Ley de Seguridad Nacional, básicamente dirigida en contra de Cataluña. El problema de este criterio es que se abre a la obvia crítica de que el gobierno español está construyendo de nuevo una jurisdicción para perseguir sedicentes delitos de opinión. Juicios políticos, como siempre. En realidad no ha dejado de hacerlo. En muchos aspectos, la Audiencia Nacional es una jurisdicción especial que procede del espíritu del Tribunal de Orden Público de Franco.

El gobierno de Rajoy siguió en esa línea en su primer mandato. Con su mayoría absoluta impuso el trágala de una reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional por la que se legalizan competencias ultra vires para este, permitiéndole ejecutar sus sentencias, con lo cual ya no necesitará la intervención de otro órgano para encausar la desobediencia y podrá hacerlo él directamente. Una comisión asesora del Consejo de Europa emitió hace dos días una opinión que alertaba del peligro de la reforma porque, a su entender, otorga funciones ejecutivas al TC y desnaturaliza su función como órgano neutral. Un juicio que los españoles trataron de rebajar mediante sus habituales presiones entre bastidores y que ya era benévolo en exceso porque partía de la ingenua europea creencia de que en efecto, el TC español es algo parecido a un tribunal de justicia cuando no es más que un órgano político a disposición de los dos partidos dinásticos que se reparten los cargos entre sí y que está presidido por un militante acérrimo del partido del gobierno. Un órgano que es juez y parte descaradamente. Este es un dato que, en lo referente al nacionalismo catalán, afecta a toda la judicatura española pero que resulta escandaloso en el caso del TC.

Así las cosas no es solo que la sentencia del TSJC sea una sentencia política. Es que lo es toda la batería de medidas judiciales previstas por el gobierno en su confrontación con el independentismo catalán. Una justicia política que no puede ser justicia y no es sino una actividad de represión política disfrazada de actividad judicial, como se verá próximamente con las decisiones pendientes en los casos de Françesc Homs y Carme Forcadell, sin duda el proceso más peligroso debido al alto nivel simbólico del cargo de la presidenta de Parlamento catalán. Hay pocas dudas de que en esta inepta deriva autoritaria del PP por la vía judicial se darán las consecuencias que prevé la Comisión del Consejo de Europa: será necesario seguir inhabilitando cargos públicos en Cataluña, en una dinámica absurda cuyo único final previsible será el recurso a la legislación de excepción. El gobierno trata de evitarla, pero es evidente que a ella lo aboca su propia ceguera. Y las consecuencias son imprevisibles, sobre todo a la vista de la creciente preocupación europea por el modo en que evolucionan los acontecimientos en España.

Frente a ello, la supervivencia del proyecto independentista depende más que nunca de su unidad de acción. Hasta ahora se ha preservado. Carme Forcadell, próxima procesada, apoya a los condenados a quienes ella misma instó en el pasado a “poner las urnas”. El presidente Puigdemont ha dicho que la condena será invalidada por el voto en el referéndum que se realizará en la fecha prevista. ERC, guarda prudente silencio, pero mantiene la unidad de acción y lo mismo hace la CUP que, por cierto, podía reflexionar sobre la ironía contrafáctica de que, si no hubiese impedido el nombramiento de Mas, ahora el nacionalismo español se habría visto obligado a proceder penalmente contra un presidente.

La sentencia del TSJC es obviamente una sentencia política (lo cual explica su extrema “benevolencia” y el hecho de que se ignore el posible delito de prevaricación) como lo es el conjunto de la estrategia política represiva disfrazada de judicial del gobierno. Su finalidad es obvia: aprovechando la utilización mediática exasperada de la corrupción de los casos Palau y afines (por supuesto, juzgados con criterios muy distintos a los que se aplica a la corrupción de la derecha española) se trata de dividir el bloque independentista y enfrentar entre sí a sus integrantes. Su método también: calibrar la respuesta de la sociedad catalana.

Todo el proyecto independentista se encuentra en la encrucijada. Si la unidad se mantiene y el apoyo social también, la sentencia del TSJC puede ser la señal de salida al último tramo hacia la independencia de Cataluña.

dimarts, 14 de març del 2017

Si Mas fuera escocés

Al día siguiente de conocerse la recomendación de la comisión del Consejo de Europa de reconducir la reforma de la LO del Tribunal Constitucional a los términos de la apariencia, cuando menos, del Estado de derecho, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña condena a Artur Mas a dos años de inhabilitación y una elevada multa, haciendo lo mismo en congruas partes con las señoras Rigau y Ortega, todos tres por desobediencia. Absueltos del delito de prevaricación.

Se trata de una condena por unanimidad, para dar idea de fuerza, pero de mínimos para darla de magnanimidad. Tan mínimos que el fiscal sopesa la posibilidad de recurrirla pidiendo condena por prevaricación. El carácter mínimo de la pena es una implícita confesión de inquietud ante la naturaleza del proceso mismo. Un proceso político contra el independentismo disfrazado de procedimiento judicial. Proceso político/proceso jurídico son los términos del conflicto, por lo demás irresoluble porque lo que es para unos no lo es para los otros.

Aparte de los argumentos técnicos, hay un dato fuerte a favor de la tesis del proceso político: es insólito que el gobierno de una CA arrostre un proceso penal por razones estrictamente políticas. Por razones de derecho común hay algún presidente autonómico en la cárcel. Pero eso es otra cosa. Y todavía más insólito que, siempre por razones políticas, se esté dispuesto a llevar el asunto hasta Estrasburgo, un paso más en la internacionalización del conflicto, que es un objetivo del independentismo. Pero la de mayor calado es la necesidad que se dará de seguir inhabilitando cargos públicos que, a su vez, como señala la comisión del Consejo de Europa, quizá no acepten la inhabilitación. Y es la de mayor calado porque la alternativa a inhabilitar series enteras de cargos públicos de la Generalitat es recurrir a la legislación de excepción, cosa que ya advierte el gobierno.

Al propio tiempo se da la noticia de que Escocia pedirá permiso de nuevo a Westminster para hacer un segundo referéndum en la patria de John Knox. Si Mas fuera escocés, tendría el asunto fácil: encabezaría el movimiento por la independencia de Escocia, habiendo antes vencido la muy previsible resistencia de la primera ministra, May que, sin embargo, tiene poca fuerza dado el precedente que sentó Cameron. Y obtendría la independencia o se repetiría el resultado negativo del referéndum anterior. En democracia nunca se sabe cómo van a salir los referéndums.

Pero Mas no es escocés ni España, el Reino Unido. Aquí se dijo desde el principio que no al derecho de autodeterminación de los catalanes porque no, por asunto de principios. Frente a esta negativa, de nada sirven los ejemplos escocés o quebequés, precisamente porque es un asunto de principios: no, porque no. Los dos argumentos esgrimidos hasta la saciedad por Rajoy no son serios: uno es el de la igualdad de todos los españoles que es, simplemente, mentira: el otro, que no se negocia con la soberanía del pueblo español que es, simplemente, falso pues nadie pide eso, sino que el soberano pueblo español -a través de sus representantes o a iniciativa propia- negocie la soberanía del catalán. Los castellanohablantes harían lo mismo si en la península fueran los catalanes quienes predominaran como ellos lo hacen ahora.

Esa sentencia pone el proceso independentista en un camino de no retorno, dado que lo más lógico es pensar que no habrá referéndum pactado. Pero lo irresponsable no es la sentencia sino el procedimiento en sí.

Susana y el tiempo

La operación de lanzamiento de Susana Díaz debe de estar diseñada por un buen equipo de comunicación Tiene el estilo de una campaña de marketing. Hay que vender un producto llamado Susana Díaz.

Por ello se anuncia la presentación con doce días de anterioridad. En ese tiempo, Díaz no es solo la presidenta de Andalucía, pero tampoco es la candidata a la SG. Lo será pero, de momento, está en una especie de limbo como candidata in pectore o candidata a candidata. Con ello, dos ventajas: una, tiene doce días de carencia en los que incluso (cosa impensable) podría retirarse; dos, no está obligada a explicar un programa específico del que a todas luces carece.

El producto Susana Díaz, obviamente muy ensayado y preparado, se asimila al partido mismo, en una identidad de esencias propia de todo caudillaje: Díaz es el PSOE como el PSOE es Díaz, al modo en que, como proclamaba enfervorizado Giménez Caballero, "España es el caudillo como el caudillo es España". Y por eso, la campaña de marketing planea proclamar a Díaz candidata al día siguiente de que los barandas del PSOE, detentadores del poder actual, hayan aprobado el documento que la junta gestora presentará al próximo congreso.

Ese documento del partido será el que Díaz esgrima como programa, no ya sin haberlo escrito, sino sin haberlo leído. Lo que se prepara para el próximo 26 de marzo es la llegada gloriosa de la doncella de la aldea de Domrémy, perdida en los Vosgos, a la salvación de la dinastía y de Francia. Como ahora de la del PSOE, la dinastía y España.

Es llamativa la campaña de la derecha en favor de la candidatura de Díaz. Y no sé si está haciéndole mucho favor.

dilluns, 13 de març del 2017

Una noticia futura

El anuncio de la decisión para dentro de doce días ya es noticia hoy a cuatro columnas en la portada de El País. ¿Qué será cuando llegue el día de la unción? ¿Dará El País feriado a sus trabajadores para que se sumen a la emocionada alegría general por la presentación de la salvación de España? En serio, ¿alguien ha visto un despliegue tal de medios, una portada lejanamente parecida a esta cuando se presentaron López y Sánchez sin hacerse tanto de rogar? Y ¿a qué se deberá? ¿Alguna relación con que El País ha recibido más un millón de € de publicidad institucional o que su director haya sido condecorado con la medalla de Andalucía justo ahora? No necesariamente. Es un caso de perfecta adecuación entre los intereses materiales y los ideológicos.

Esta portada (cómo se nota que González y Rubalcaba mandan mucho en la casa) es un toque de atención de lo que se avecina. Todo el establishment a respaldar la candidatura de la principal protagonista y putativa beneficiaria de la intriga y golpe del pasado 1º de febrero. Los medios, las autoridades políticas de todo signo, los barones y tertulianos del PSOE, el aparato del partido. Todos como un solo hombre a cerrar el paso a la locura izquierdista de Sánchez, a quien ataca también López por salir hablando de izquierdas cuando eso de las izquierdas y las derechas no reza ya con él, como tampoco con la presidenta andaluza. Los dos se unen en lo que no son: ni de derechas ni de izquierdas.

Según dicen sus seguidores y admiradores, la candidata controla admirablemente bien sus tiempos. Es posible. Lo seguro es que controla admirablemente el partido al que utiliza de marco para sus manifestaciones públicas coreadas por la prensa. El anuncio que El País anuncia alborozado se hará al día siguiente de que se aprueben los documentos que la junta gestora presentará al congreso. Es decir, Díaz no se presenta con su programa, sino con el programa del partido. Es astuto, pero tosco. Se parece mucho al uso partidista de los símbolos de todos, y suele irritar. Pero le da igual porque residencia su fuerza en el porcentaje de militancia andaluza en el PSOE, en torno al 30%. Con estos "mis poderes", Díaz cree poder prescindir de programa. Ella no programa el socialismo; lo vive.

Porque no cabe considerar programa sus declaraciones y arengas ante auditorios preparados. El estilo y contenido de esas intervenciones transmiten un tufo populista muy a tono con lo que se estila en otros partidos y tendencias. Pero un populismo con intensos tonos caudillistas. El caudillaje es vieja costumbre del país, que este exportó a América hispana. Pero guarda la esencia. Durante 40 años estuvo gobernado por un caudillo por la gracia de Dios. Y hace poco el barón Lambán decía que "los dioses del socialismo protegen a Susana Díaz", pues entre los socialistas hay ateos, monoteístas y politeístas. No una caudilla por la gracia de Dios, sino por las gracias de los dioses.

Los caudillos y caudillas no se improvisan. No salen de la vida privada en situación de emergencia para resolverla y volver luego a esa vida privada. No son Cincinatos. Los caudillos pretextan la situación de emergencia (un PSOE "descosido") pero llegan para quedarse, para perpetuarse. Les viene de antiguo. Se forman para ello. Susana Díaz ha dedicado toda su vida al partido, prácticamente desde la adolescencia en las juventudes. Es una política profesional que, cómo no, tiene derecho indiscutible a sus proyectos personales. Y para este de la SG posee sobrada experiencia, como demostró con la rápida y fría defenestración de Sánchez. Es muy ducha en estas lides internas. Pero el resultado de su última maniobra ha sido desastroso por partida doble. De un lado, el defenestrado no ha muerto y se presenta ahora, enarbolando pureza y principios, en la cresta de una especie de rebelión de la militancia del PSOE que nadie esperaba. De otro, ese mismo resultado le hace proyectar una imagen de taimada intrigante que no mejora por más oratoria populista que le eche. 

El asunto no es un tema menor como debiera, por tratarse del anuncio de una candidata a una SG de un partido de la oposición cuyas expectativas electorales no son halagüeñas. Es un tema mayor, como se prueba con la portada de EL País. Un asunto de Estado. Hasta tal punto mantiene el PSOE, o cree mantener, su centralidad política.