dilluns, 6 de gener del 2014
Felicidades, Majestad.
dimecres, 25 de desembre del 2013
Cómo engañar a la tropa.
Lo único taxativo es que el Rey no abdica. En esto coinciden la voz y el mando. El Rey no quiere abdicar pues, ¿a dónde irá que más valga? Rajoy no quiere al rey abdicado porque prefiere lo malo conocido a lo bueno, etc. Comunidad de intereses y colorín colorado.
dimarts, 24 de desembre del 2013
Esta noche hablo yo.
Corinna aparece ahora relacionada con mi otra cruz, ese yerno pinturero que, según dicen, ha desvalijado media España y ha metido en danza a mi hija, infeliz como un repollo. ¡Y yo diciendo el año pasado que en España la justicia es igual para todos! Eso me pasa por no tener el coraje de Rajoy quien sabe y predica desde jovencito que la igualdad es una quimera producto de la envidia. ¿Cómo va a ser igual mi hija a, digamos, una tonadillera? Eso lo entiende cualquiera. En cuanto al yerno, mal rayo lo confunda. ¿No podía dedicar sus atenciones al mundo de las grandes empresas internacionales, de los consorcios mundiales de los que Corinna, precisamente, sabe mucho? Pues, no. Había de mezclarse con esa manga de políticos rateros, unos chorizos advenedizos metidos hasta las cejas en una corrupción pringosa. Lo saco del vil arroyo, lo ennoblezco casándolo con mi hija y ¿cómo me paga? Haciendo trapicheos con esos robaperas del PP, unos patanes que solo están a forrarse. A ver ahora cómo salvamos el buen nombre de la Monarquía. No hace falta recordar que los barómetros y sondeos (puñetera manía de preguntar a la gente lo que piensa) reflejan una imagen crecientemente negativa de Corona que yo encarno con la misma voluntad de entrega y sacrificio de hace 38 años.
Por fortuna, los sectores más responsables del país, conscientes del peligro de desmoronamiento, cierran filas en apoyo del trono y, por descontado, del altar. La prensa, toda ella, sigue tratando nuestros asuntos con guante de cabritilla. Hace poco, una presentadora de la tele daba por buena la cifra de ocho millones de euros como presupuesto total de mi Casa. Luego salieron las comadrejas de sus guaridas y empezaron a hacer números, demostrando el cuento de los ocho millones porque el presupuesto de la Casa Real española es el más alto de Europa. Pero la prensa sigue incólume. Godó, ese pequeño Grande de España propietario de La Vanguardia ha visto la luz, se ha librado de Antich, el portavoz de Mas, y ha puesto en su lugar a Carol, unionista español. De la iglesia no puedo estar más satisfecho. Me tiene en sus oraciones y devociones y no parece inquietarse de que mi familia sea el reino del divorcio. Lo mismo cabe decir del poder judicial. Si la Justicia en España se administra en nombre del Rey habrá de hacerse en todas sus esferas. El fiscal anticorrupción se dejará empalar antes de admitir una imputación penal a mi hija. Eso es sentido del Estado, algo muy conveniente porque si bien es cierto que puede haber Estado sin justicia (a la vista está en la política de indultos del gobierno), también lo es que sin Estado no hay justicia.
Mi especial agradecimiento a los partidos políticos, esencia misma de la democracia, sobre la que se asienta la Monarquia. Singularmente, los dos dinásticos, el centro-derecha y el centro-izquierda, imagen de la balanza con sus dos brazos; icono de la justicia. Los dos partidos son oficialmente monárquicos, el de la derecha porque siempre lo fue, bien por convicción, bien por respeto a la figura de Franco; el de la izquierda porque ha comprendido que solo la corona garantiza un reparto algo más favorable (no equitativo, por supuesto) de la tarta del poder en forma de ministerios, secretarías de Estado, direcciones generales y mil y una canonjías que se distribuyen según un riguroso spoils system o sistema de despojos. Tengo confianza en su secretario general. Es un hombre de palabra, no como Rajoy, de quien no me fío un pelo. Es capaz de proclamar la república si le dejan seguir mandando. Eso te daría un disgusto, ¿eh Palinuro?
En fin, Palinuro, muchas gracias por permitirme el uso de tu blog para airear mis preocupaciones. Esta noche, cuando me oigas echar cuéntas de cómo estamos progresando los españoles, cómo saliendo del hoyo, probando qué gran nación somos cuando estamos unidos (mind you, catalonians!), cómo la marca España es la admiración del mundo y la gente habla -según dice el presidente- de cuán grande será el salto adelante de nuestro país, piensa en que yo, como el resto de los españoles, no me lo creo. Lo decía al principio, es mi noche de trabajo, por eso me pagan. Venga, a contar trolas. Recuérdame que quiero nombrarte gobernador de la ínsula Barcenaria.
diumenge, 29 de setembre del 2013
Adiós al PSOE.
Palinuro suele referirse a los dos partidos, PP y PSOE, como partidos dinásticos. Podría parecer chocante, pero no lo es. Este acendrado monarquismo de Rubalcaba tampoco es casual, sino la deliberada muestra de que el hombre valora altamente la esencia de la transición: la restauración de la Monarquía, que es lo que le mola. Partido dinástico, sostén de la Corona. Designación correcta.
Eso también requeriría un firme pronunciamiento del PSOE y quizá caiga en la cuenta una vez se haya sacudido el evidente estado de arrobo en que ha dejado la realeza a su secretario general, quien, para hacer ver que es de izquierda, se presentó descorbatado, como si fuera Cayo Lara. A lo mejor por eso sostiene Lara que el PSOE copia el discurso de IU. Pero no hay afán. Como nos descuidemos, Rubalcaba termina felicitándose del fracaso de la coordinadora del 25-S. Sin comprender que ese fracaso, en el fondo, es un triunfo. Jaque al Rey es la primera movilización ciudadana exclusivamente para pedir el fin de la Monarquía, algo que está mucho más extendido en la sociedad de lo que supone el cortesano Rubalcaba. Incluso en su propio partido, en donde aún quedan republicanos que, es de suponer, si les resta algo de dignidad, tendrían que pronunciarse sobre el plegamiento palaciego de su secretario general..
El PSOE realmente no sabe en dónde está y su declive parece inevitable. Solo lo frena que no haya otro partido a la izquierda capaz de atraer los votos de su electorado. Porque IU aumenta, pero no tanto como si hubiera trasvase de votos. Las razones de ese marasmo son tres:
1ª) La cuestión monárquica. La conversión del PSOE en un partido dinástico no encaja en la tradición socialista ni en la izquierda en general. Se argumenta el accidentalismo y se insiste en la primacía de la democracia y el carácter meramente honorífico de la magistratura. Pero es un discurso anquilosado, dogmático, falso. La monarquía es contradictoria con la democracia. Eso se comprueba todos los días con las excepcionalidades e inmunidades del Rey y su gente. Con el añadido de que ninguno de ellos son ejemplo de nada y su crédito y prestigio a los ojos de la ciudadanía andan muy bajos. Que son una vergüenza, vamos. Vivimos en una crisis devastadora que pone en cuestión principios tenidos por eternos e irrenunciables. ¿Por qué no la forma de gobierno? Al situar la Corona fuera del alcance del debate político en España, Rubalcaba (y, en la medida en que lo siga, también su partido) se alinea con la derecha más tradicional como soporte fiel de la Monarquía que instauró Franco, el genocida.
2º) La cuestión catalana. Salvo en la propuesta de reforma de la Constitución en un sentido federal, no hay modo de distinguir la actitud del PSOE de la del PP en cuanto a la cuestión catalana. La negativa al derecho de autodeterminación (que es el fondo real del dret a decidir) puede incrementar las expectativas electorales del PSOE en España pero seguramente disminuirá las del PSC en Cataluña. O quizá no mucho. Pero tampoco el incremento del primero será grande. El voto nacional español se siente más atraído hacia el PP. Eso de enfundarse ahora en la casaca federal después de 35 años celebrando la baronías autonómicas ya no convence ni a las propias bases y prueba que el partido que iba a vertebrar España ya solo vertebra Andalucía y con ayuda del andador de IU.
3º) La cuestión del propio Rubalcaba. El secretario general sigue determinando los tiempos del partido con una deliberada ambigüedad. Pretende dejar indecisa hasta el final la cuestión del liderazgo para mantener abiertas sus opciones. Seguramente, lo mejor que puede hacer para sus intereses que, según parece, son ser candidato a la presidencia del gobierno, para terminar de hundir al PSOE. Mucho más dudoso es que también sea lo mejor para los intereses de este y, por encima de él, de España. Porque, aunque él, en sus cálculos de interés personal lo ignore, el Partido Socialista era un activo de todos los españoles; no solo suyo. Ya no.
Cuesta imaginar un sistema de partidos en España sin el PSOE, sobre todo por la ausencia de alternativas viables; y es muy probable que no se dé. Pero cuesta mucho menos verlo dejar de ser partido de gobierno. Poca gente espera en serio un sorpasso el estilo de Anguita, pero es el temor a dejar de ser partido de gobierno lo que explica el encastillamiento del partido en el orden constituido. Reforma de la Constitución, pero nada de proceso constituyente. Nada de nada. Un arreglillo de taller -como suele bromear el Rey con ese gracejo que podía meterse donde le quepa-, de cadera... y a tirar otros 35 años con esta Monarquía de Monipodio, esta tupida red autonómica de caciques, clientes y ladrones, esta España de corrupción y pandereta en la que los dos partidos intercambiables se turnan en hacer cabriolas mientras engañan a la gente.
¿Estoy en un error o el PSOE aún no se ha pronunciado sobre la reclamación de la justicia argentina de extradición de cuatro presuntos torturadores del franquismo? Y exactamente, ¿qué va a decir? ¿Que apoya la extradición de los criminales franquistas o que la transición, como la Corona y los caciques, no se toca?
divendres, 20 de setembre del 2013
Siempre hay un elefante a tiro.
¿Recuerdan el famoso "elefante blanco" del Tejerazo de 1981? Sus señorías escucharon debajo de sus asientos que se esperaba la llegada de una autoridad, militar por supuesto, quien daría las órdenes oportunas. Esa autoridad pasó a ser el "elefante blanco", cuya identidad jamás se supo de seguro, oscilando las conjeturas entre el general Armada, Milans del Bosch o el propio Juan Carlos I. Nunca se sabría. Por cierto, curioso giro llamarlo "elefante blanco". El nombre parecería indicar algo muy preciado, casi dotado de poderes taumatúrgicos. Y no es exactamente así. El bicho es, sí, muy preciado a fuer de raro pero el nombre está ligado a la desagradable experiencia de poseer algo muy valioso que no sirve para nada y no se puede mantener ni desechar. Una ruina, vamos. Los reyes de Siam regalaban un elefante blanco a los cortesanos a quienes querían arruinar.
divendres, 5 de juliol del 2013
Su Majestad el Rey de España
"Al Rey la hacienda y la vida se han de dar; pero el honor es patrimonio del alma y el alma solo es de Dios", dice el bueno de Pedro Crespo, ese Pedro Crespo que habita en el corazón de todos los españoles. El honor. He ahí la piedra en la que tropieza la raza. Otras naciones, también defensoras de ese preciado bien, no han tenido inconveniente en renunciar a él, en ser alevosas, felonas, traidoras, por creer que les iba en ello la supervivencia. Pero no los españoles. ¿Felones? ¿Traidores y alevosos los españoles? Jamás. Pueden haber sido crueles, depredadores, genocidas, tiránicos. La furia española viene de antiguo. Pero lo han sido por razones nobles. Antes de nada, el honor.
Una pléyade de intelectuales y comunicadores ha elaborado una especie de leyenda, legitimando la figura del Rey -y, de paso, de la Monarquía- por su valor instrumental. La Monarquía ha sido el medio utilizado por los dioses para devolver la democracia y las libertades y derechos a los españoles. El Rey es la transición misma; la democracia; el Rey es el cambio. ¡Viva el Rey! Es posible pero, si lo ha sido, fue como heredero y albacea de Franco; no como su opositor y alternativa. Tanto es así que hay quien dice que fue Franco quien trajo la democracia a España pues él ya sabía que el Borbón sería felón, como un Juliano, y haría lo contrario de lo que había jurado hacer. Suena algo a fábula pero he leído y oído cosas peores. En todo caso, aquí se quede la cuestión de la legitimidad de origen de la monarquía juancarlista, terreno propicio y muy sugestivo para los debates de expertos en estas cosas de la realeza.
dissabte, 15 de juny del 2013
La monarquía bananera.
divendres, 22 de març del 2013
El fin de una época.
dijous, 21 de març del 2013
Ya está bien.
dilluns, 24 de desembre del 2012
Habla el Rey de EREspaña y dice lo de siempre: nada.
dimecres, 19 de setembre del 2012
Borboneo.
diumenge, 17 de juny del 2012
El Rey da esquinazo a Dívar y la gente no traga a Rubalcaba.
dimarts, 17 d’abril del 2012
Recuerdos de un elefante.
dilluns, 16 d’abril del 2012
Es más de lo que parece.
El octogésimo primer aniversario de la proclamación de la IIª República iba a pasar sin pena ni gloria. Alguna tímida bandera, varios actos conmemorativos, culturales, de la memoria histórica y, desde luego, el hervidero de la red. Pero poco más. La República tiene muchos menos partidarios de lo que se cree, sobre todo desde que parte de la izquierda ha dado en la flor de sostener que esta, la izquierda, es compatible con la monarquía, sin duda en aplicación de la doctrina de la accidentalidad de las formas de gobierno, de gran prosapia en el país.
El destino, sin embargo, juega al sarcasmo y un aniversario taciturno y apagado se ha convertido en una efeméride rutilante, no solo por los muchos méritos de lo que se conmemora, sino por la naturaleza ramplona, chabacana, ruin y ridícula de la realidad que sirve de comparación. La expedición cinegética de este hemingwayano monarca en un momento especialmente grave para el país sobre el que reina ha provocado una crisis, una verdadera convulsión en la que se recuerda que el prestigio de la Corona está bajo mínimos y la monarquía como institución se la juega. La sola mención del caso ha puesto a prueba la lealtad de los dos partidos mayoritarios que, con alguna voz discordante en el PSOE, han obtenido la máxima calificación: los asuntos de la Corona no se comentan. No comment, tradición anglosajona. En algún momento el PSOE fue un partido republicano, pero ya no lo es. ¿Cabe, pues, hablar de dos partidos dinásticos como en la primera Restauración? Cabe. Un rasgo más del peligro que encierra para la izquierda el identificarse en demasía con un régimen contra el cual se había constituido.
Pero hay más. La aventura del rey no es solamente cinegética, pues tiene ribetes específicamente borbónicos. Según parece, la familia real será real pero no es familia. De inmediato vienen los dinásticos a recordarnos que estas son cuestiones privadas del monarca que tiene tanto derecho a la intimidad como bla, bla, bla. En este momento el dinástico ha descendido un escalón para convertirse en cortesano adulador. Por supuesto, Juan Carlos de Borbón puede hacer lo que le dé la gana, pegársela a su señora, vivir en concubinato y hasta mantener un serrallo (siempre que sea de su bolsillo), pues es un hombre libre y, mientras esté dentro de la ley, los demás no tenemos nada que decir. Pero Juan Carlos de Borbón es también rey de España, voluntariamente, por cierto, y vive de dar ejemplo en un conjunto de valores que incluyen la Patria, el trono, la religión, la bandera, la familia. Si el rey va contra alguno de estos valores, ¿por qué no contra todos? De hecho, el coronel Martínez Inglés sostiene que es felón y traidor a la Patria.
Pero, sobre todo, sea uno o sean todos los valores atacados, ¿qué crédito puede darse, qué respeto tributar a quien hace lo contrario de lo que dice? Y esto no afecta solamente al rey sino también a la reina Sofía. Veamos, ¿estoy equivocado o la reina profesó el catolicismo abjurando (supongo) de la iglesia ortodoxa? ¿No suele estar en los oficios religiosos de la liturgia católica? Si es así, ¿qué pinta en Atenas asistiendo a la pascua ortodoxa? Personalmente me es indiferente pero ¿no son excluyentes las creencias religiosas? La reina Sofía es muy libre de poner su fe en donde quiera, pero conviene saberlo para que sus súbditos españoles, mayoritariamente católicos, conozcan con quién comparten el culto.
Se respira en esta historia mezcla de borbonismo tradicional, conflictos de matrimonios, asuntos judiciales, un aire no ya de decadencia, sino casi apache, de ruedo ibérico con alta tecnología. Y se echa de menos algún bravo clérigo capaz de amonestar públicamente al monarca sobre los peligros de la depravación, de ir contra la ley d Dios en asuntos matrimoniales. Se echa de menos un Thomas Beckett, incluso un Tomás Moro. A cambio contamos con un Rouco Varela, que hará la vista gorda siempre que le den unos terrenitos para la iglesia.
Dicen los partidos dinásticos que las últimas peripecias de la Corona no tienen influencia alguna sobre la institución y que la monarquía no está en cuestión. "No toca" hablar de Monarquía/República. Como dicen los políticos, no es un debate que esté en la calle. Sobre todo si ellos lo acallan en los despachos. Pero está en la calle. De esta es prácticamente imposible que la Corona salga incólume, sobre todo ahora que ya se conoce el nombre y el rostro de la noble, elegante y razonablemente joven señora que organiza las cacerías del rey. De exacerbarse el asunto, los partidos dinásticos quizá propugnen una abdicación del rey en su hijo que parece un Borbón menos zascandil, con un toque plebeyo y romántico, al estilo de su tatarabuelo, Alfonso XII.
Los republicanos seguiremos pidiendo un referéndum sobre la forma de gobierno de España. Tenemos muy pocas posibilidades de lograrlo. Pero eso pasa con todos los ideales y la República lo es.
dissabte, 14 d’abril del 2012
La monarquía depredadora
Si no llega a ser porque Juan Carlos de Borbón, famoso por su tendencia a abrir las puertas con las narices y a quedarse con el manubrio en la mano al mejor estilo del inspector Clouseau, dio un traspiés de madrugada y se rompió la cadera, nadie se habría enterado de que el muy pillín había agarrado las de Villadiego el finde a cazar unos elefantes en Bostwana. La empresa privada que organiza estas carísimas y crueles cacerías para que unos cuantos individuos adinerados puedan sentirse lo que probablemente no sean, esto es, hombres, había colgado en su web (para retirarla de inmediato) la repugnante foto de la izquierda en la que el personaje que reina en España posa tan satisfecho ante el despojo de un bello animal que él ha asesinado. La foto es infame, un monumento a la imbecilidad del ser humano, capaz de enorgullecerse de destruir la biosfera que lo sostiene, y conviene darle la mayor difusión en la red, para que todo el mundo vea de qué estofa está hecho el monarca español.
Hay dos aspectos en este indignante asunto que merece la pena destacar: el primero es el secreto de las actividades finisemanales del Monarca. Se dirá, supongo, que el Rey es también persona privada y, como tal, tiene derecho a no decir cómo, dónde y cuándo va a donde quiere como persona privada. Pero eso es mentira. El Rey no tiene nada privado entre otras cosas porque es Rey por el hecho más privado de todos, que es el nacimiento. Así que quienes pretextan la tal privacidad del Rey, yerran o mienten como bellacos. Y la prueba a contrario es ver con qué sigilo se preparan estas fechorías en la Casa Real. Si en verdad fueran privadas y no plantearan problemas al hacerse públicas, ¿por qué tendrían que ser tan reservadas y secretas? Obviamente porque todo el mundo sabe que están mal. Que Juan Carlos, siempre con un ojo en la opinión pública, no se dé cuenta de esto revela hasta qué punto es duro de mollera para las cosas que, en el fondo, le gustan.
El segundo aspecto hace referencia a la cacería en sí. Probablemente será legal. Estaría bueno que, además de escaparse en secreto, el Rey se dedicara a cometer delitos. Sin duda es legal. Pero ¿es moral? Dejemos aparte el hecho de que cada elefante abatido cueste, en total, unos 40.000 € (esto es, unas sesenta veces el salario mínimo), cosa que es infumable en tiempos de escasez. Recuérdese, además, que en la mayor parte del mundo, en la que reina la miseria, la necesidad y el hambre, con 40.000 euros hago yo legal el canibalismo de niños y, con 100.000, el empalamiento de disidentes. Son lugares en lo que la legalidad se compra con dinero contante y sonante (también entre nosotros, no se crea, pero lleva algo más de tiempo y esfuerzo y se disimula un tantico) y, por lo tanto, el argumento legal carece de todo valor.
Será legal; pero es profundamente inmoral. Se objeta que los elefantes están en peligro de extinción pero tampoco lo veo un argumento definitivo porque parece querer decir que, si no lo estuvieran, cazarlos por diversión sería correcto y tampoco es cierto. Estén estos u otros animales en extinción o no, cazarlos por diversión, por entretenimiento, por pasar el rato es inmoral, estúpido, cruel e inhumano. Ciertamente todo esto no es privativo de la monarquía. Hace poco supimos que un exministro socialista, Bermejo, y el gran juez Garzón, a quien Palinuro tiene en altísimo aprecio comparten con el Rey esta repugnante afición, aunque en menor escala. Pero el hecho es que el pastel del Rey se ha descubierto, ironías del destino, un 14 de abril.
Aprovechando la feliz coincidencia, ¿no podría Juan Carlos abdicar y convocar de una vez el referéndum que se nos debe desde hace 37 años para averiguar si los españoles queremos la Monarquía restaurada por Franco o nuestra República que este genocida nos arrebató por la fuerza y el terror para volver a sentar en el trono a este matador de osos en Rusia y elefantes en Bostwana?
dimecres, 8 de febrer del 2012
Informe secreto del embajador alemán sobre el 23-F en Spanien
El gobierno alemán ha desclasificado documentos secretos de hace treinta años y entre ellos se encuentra este informe del embajador alemán acerca de la intentona de Antonio Tejero el 23 de febrero de 1981. Palinuro se ha hecho con él gracias a su amigo Julian Assange, condestable de WikiLeaks:
"Madrid, 30 de mayo de 1981.- Sehr geehrter Herr Kanzler: cumpliendo órdenes de mi ministro, el otro día pedí audiencia al Rey de España con el pretexto de tratar algunos asuntos del posible ingreso del país en la Comunidad Económica Europea. Juan Carlos I me recibió a las 12:00 en su despacho del palacio de la Zarzuela. Estaba de un humor excelente. Este monarca, que habla como si estuviera comiendo puré de Kartoffeln, es una mezcla de español castizo y francés del Périgord. Es dicharachero, da palmadas en el hombro y cuenta chistes con la misma gracia que podría tener Lutero y la prueba es que solo se ríe él, eso sí, con carcajadas a lo Rabelais. Después de tratar sucintamente el asunto de Europa lo abordé en el que nos interesaba y este es el diálogo que mantuvimos y que trascribí de memoria al salir del palacio. Ya sabe Su Excelencia que mi memoria es buena, pues me eduqué en el Instituto Federico El Grande.
Botschafter (embajador). Majestad, se dice que van a juzgar a los golpìstas de febrero.
König (rey).Calla, calla Reimut. Tengo un disgusto...
B. ¿Por qué, Majestad?
K. ¿Te parece bien juzgar a esos hombres, a esos patriotas como si fueran unos delincuentes?
B. Pero, Majestad, es lo que son.
K. ¿Delincuentes? Embajador, es como si me dices que el conde Klaus von Stauffenberg era un delincuente cuando está claro que se trataba de un héroe que quiso librar a su patria de la tiranía.
B. Señor, Von Stauffenberg conspiró contra una dictadura, una horrorosa tiranía que...
K. ¡La que hay en España! La tiranía de la mayoría, la plebe, los bolcheviques y los masones. Gente de la peor calaña que no sabe manejar los cubiertos a la mesa.
B. Bueno, las elecciones democráticas se basan en la mayoría.
K. Ese es el fallo de la democracia, Reimut, que mandan los mediocres cuando debieran hacerlo los mejores, la aristocracia, los grandes de España, los títulos de Castilla. Es el problema: otorgas el sufragio universal y la chusma elige a la canalla.
B. Señor, los golpìstas...
K. Reimut, los héroes.
B. Los héroes golpistas me parecen un puñado de fanáticos dementes que embiste sin ningún raciocinio.
K. ¡No querrás que se hayan leído la La razón pura de la crítica!
B. (Obviamente el Rey no domina la cultura alemana) No sé si serán capaces de leer el Catón.
K. Ni falta que les hace. Están movidos por el amor a la Patria y quieren lo mejor para España.
B. ¿Para España o para ellos? ¿Para España o para Vos?.
K. Ellos son España, Reimut. Yo soy España. Vosotros los teutones no lo entendéis desde que os hicisteis republicanos tras expulsar al buen Kaiser Guillermo.
B. Entonces Su Majestad simpatiza con Tejero y quizá supiera lo que se estaba tramando.
K. No, hombre. ¡Qué cosas dices! Además, ese es de la Guardia Civil, un matagitanos. Vas a ser la ruina de la dinastía. Pero, desde luego me pareció una reacción de caballeros españoles, hartos de ver cómo la patria era ultrajada todos los días con banderas separatistas, afrentas a los símbolos sagrados de España, a su glorioso ejército. Te lo repito, embajador, ¿qué hizo Von Stauffenberg cuando Hitler mancilló el honor de la Wehrmacht?.
B. ¿Honor el ejército español? Pero si la única guerra que ha ganado en trescientos años ha sido contra su propio pueblo.
K. ¡Ay, embajador, qué obnubilados estáis en Europa con la leyenda negra! El ejército español no ganó la guerra del 36/39 contra su propio pueblo, sino contra el comunismo internacional que nos había invadido. En cambio, al vuestro, el comunismo lo aplastó con ayuda de la plutocracia anglosajona y a pesar de los esfuerzos de la insigne División Azul. Y ahora, perdóname, Reimut, tengo que dejarte. He de hacer unas llamadas a ver si los jueces me tratan bien a Milans.
B. Ese era el cabecilla, el que sacó los Panzer a la Strasse. ¿Vos lo habíais hablado con él?
K. ¡Y dale! Pesado como buen prusiano. Claro que Jaimito Milans y yo somos amigos de siempre y lo hablamos todo. Pero no vas a conseguir que cometa una indiscreción y admita algún tipo de conocimiento del... del...
B. Putsch, Majestad, Putsch, intentona, Majestad, asonada, pronunciamiento, coup d'État, insurrección, sublevación, traición.
K. Venga ya, Reimut, no te pongas tremendista que te va a dar algo y ya no eres un crío. Una exaltación de la juventud alocada, encendida de amor a la Patria y que no duró 48 horas. Un escarceo. Pero que no te quepa duda: como cuentes algo de esto lo negaré de plano. Yo no podía apoyar esa ingenua aventura porque estaba mal planeada y abocada al fracaso.
Con estas me despedí del rey de los españoles pensando que es una suerte que no se le entienda casi nada cuando habla.
(La imagen es una foto de Amio Cajander, con una derivación propia, bajo licencia de Creative Commons).