divendres, 29 de juny del 2018

Acto republicano en Girona

El proper dilluns, 2 de juliol, a les 19:00 h a la sala Montsalvage del auditori Palau de Congressos de Girona, el MHP Artur Mas i un servidor presentarem Espanya quedó atrás. Ens acompanyara la batllesa Marta Madrenas i ens moderara Xevi Xirgo, director d'El Punt Avui. A tots ells el meu més profond agraïment. 

Des del 1º-O està clar que Espanya va quedar enrere en la història de Catalunya. Per això vol Sánchez que ho oblidem. Dimarts, 2 de juliol parlarem de quant enrere.  

Ens veiem a Girona.

La real Catalunya y la Catalunya real

Las relaciones del Borbón con Catalunya parecen una ópera bufa. Cuando preside los Juegos Olímpicos del Mediterráneo hay que llenarle el estadio de partidarios de bandera, bocadillo y entrada gratis y aun así no cubre la mitad del aforo. Tampoco puede el hombre pasearse libremente por sus dominios, pues necesita un mapa de qué lugares lo tienen declarado persona non grata.

La entrega de los premios "Princesa de Girona" ha tenido lugar prácticamente en la clandestinidad, en mitad de la pradera, a respetable distancia de todo casco urbano en donde se concentran los catalanes de los CDR a organizar pitadas monárquicas. No ha asistido miembro alguno del govern ni ninguna otra autoridad civil, militar o eclesiástica. Escasamente han asistido los asistentes que, sin duda, deseaban de todo corazón encontrarse en otra parte.

No obstante, en ese empeño real por hacer ver que España es una monarquía democrática, Felipe de Borbón colocó a la audiencia un discurso almibarado y etéreo, mencionando las instituciones catalanas de autogobierno y hablando del orgullo de lo catalán. Eso sí, en fraternal relación y diálogo con lo castellano. Guste o no guste. Sigue en la onda autoritaria de su primer discurso de coronación, cuando reconoció generoso a los españoles el derecho a sentirse españoles como les diera la gana; pero no les reconoció el de no sentirse españoles.

Como ahora a los catalanes, condenados por su propio bien a entenderse con los castellanos. Y, atención, la referencia a Castilla, insólita en el discurso nacional español, evidencia la incapacidad de formular la situación en sus términos reales de España y Catalunya porque ello mostraría que Catalunya no es España. Y aun no siéndolo tiene que vivir "en diálogo" con ella porque lo ordena un rey en mitad de un páramo y contra cuya presencia se manifiesta en ese mismo momento una amplia muestra de la ciudadanía catalana. La ciudadanía de la Cataluña real, la que proporciona imágenes como la de la derecha, sacada de tuiter y que puede verse por cualquier parte en Catalunya. 

El rey y sus cortesanos, los medios y el gobierno y la casi totalidad de la clase política española pueden seguir engañándose cerrando los ojos a una realidad aplastante: si en España la monarquía es tan poco popular que el CIS hace tres años que no pregunta por ella, en Catalunya es detestada, rechazada, ridiculizada y negada. Porque Catalunya es republicana. Y republicana en sentido cabal, no en el del cuentista que asegura ser un republicano que se siente muy a gusto con esta monarquía. Imagínese, con la monarquía y con esta monarquía. 

Ya puede decir el rey en su burbuja que Catalunya será feliz en su diálogo con Castilla, o sea, España. La República Catalana, a fuer de República quiere romper con la monarquía y a fuer de catalana, romper con España. Es un proyecto frente al que España, su monarquía y su gobierno de turno no tienen respuesta. 

Hoy, Palinuro en Arbúcies

A las 19:00 en el salón de actos del Hogar del Jubilado. Y para hablar de neofranquismo y República Catalana. Sin mucho misterio. El Neofranquismo y la República Catalana tienen una curiosa relación de causa efecto que debiera haber sido considerada por los estrategas del nacionalismo español. Pero no lo hicieron por su consabida incompetencia. Y bien claro estaba cuando decidieron restablecer el franquismo "sin complejos" que se dispararía el sentimiento independentista catalán, como sucedió cuando este pasó de contar con el 20% de apoyo social más o menos en 2008 a alcanzar más del 50% en la actualidad. 

Pero eso es obvio. Aprovechando el lugar de la xerrada vamos a revelar otro dato que los citados estrategas no han advertido y, al tiempo, servirá para rendir homenaje a unas gentes que anónimamente han hecho posible está revolución. El dato es la extraordinaria importancia de los jubilados/as y prejubiladas/dos en la organización, coordinación, extensión y publicidad del independentismo. Sin ellos no se hubiera llegado hasta aquí. Sin ellas sería imposible mantener el movimiento con tanta fuerza. Cuando los estrategas de la reacción hablan de conspiración e ignoran que las famosas "clases pasivas" de una sociedad desarrollada como la catalana son el caldo de cultivo del voluntariado político demuestran que todavía no han entendido a lo que se enfrentan.

Nos vemos en Arbúcies.

Mañana, Palinuro en Riells i Viabrea

A las 19:30 en el Casal del Poble en la Plaça de la Vila. Será una xerrada grata y espontánea, sin duda, pues versará sobre "la situación actual", como reza la convocatoria. Imposible avanzar nada porque, a la velocidad de los acontecimientos, la "situación actual de hoy" no será la de mañana ni de lejos. Por ejemplo: es encomiable que el gobierno español decida acercar los presos políticos a sus casas. Pero no debe olvidarse que lo más cerca de sus casas que pueden estar los presos es en sus casas, que es en donde debieran estar y no como presos sino como personas libres.

¿Han visto ya el documental de Roures? Es la prueba evidente, aplastante, de que todo el procesamiento de los Jordis en concreto es una fabulación, una maquinación que contradice los hechos y se mantiene como un castillo de naipes de una interpretación retorcida que no se sustenta en nada. La violencia de que se los acusa no existió jamás y no existió precisamente porque los Jordis la impidieron.

¿Cabe mayor iniquidad?

dijous, 28 de juny del 2018

Hoy, Palinuro en Vidreres

En el contexto de unos cafés por la República, para hablar de ese hecho cuya inevitabilidad es cada día más abrumadora, el de que, mientras Catalunya avanza, España queda cada vez más atrás, embarrancada en su decadencia autoritaria. De nada sirve que cambie el gobierno central, que un partido de delincuentes sea substituido por otro de tan autoritario como el anterior aunque, en principio, menos delictivo. Pero quizá por eso mismo y por la pintoresca buena conciencia que trae con eso de que es "la izquierda", más peligroso para las libertades públicas.

En realidad, a cada instante, España aparece como más rezagada, más de otra época, de otro mundo. La intervención del impresentable Morenés ayer en Washington nos retrotrajo a los días más felices de esta tropa de hinchados, pretenciosos y petulantes franquistas, los de su amado caudillo. Es tan ridículo ver al traficante en armas Morenés insultando al MHR Torra como el cardenal Cañizares arrastrando sus cinco metros de cola cardenalicia, como M. Rajoy (a) "Sobresueldos" bailando, como las podridas vestales de la derecha, Cospedal y Santamaría con sus peinetas y mantos y crespones negros, como Casado luciendo títulos sospechosos que no pueden ocultar su infinita ignorancia...

En fin, de lo que se trata es de ver en qué momento la República Catalana se libra de esta siniestra rémora española. Nos vemos luego a les 20:00 al Teatre del Casino en Vidreres.

Los bárbaros ante portas

Dice el MHP Torra que Catalunya será pronto un Estado independiente. El Apocalipsis. Llegan los bárbaros. Termina de hundirse el imperio. Caveant Consules. Tal vez por eso el embajador español en Washington, Morenés, de los Morenés de toda la vida, fue a reventar la conferencia de Torra en el Smithsonian, llamándolo mentiroso por lo que los catalanes abandonaron la sala. Lo cuenta Laura Borràs en su tuiter.

El nerviosismo hispano crece por horas. Ese embajador Morenés recuerda a aquel otro Lojendio que, en 1960, se presentó por sorpresa en el plató de la TV cubana para encararse con Fidel Castro y llamarlo mentiroso. Castro lo declaró persona non grata. La honra de España estaba entonces en juego; como ahora en Washington. Y los embajadores son gente de mucha honra, sobre todo si la hacen valer frente a quienes consideran pueblos coloniales, antaño Cuba, hoy Catalunya.

La derecha ha dejado a los socialistas un campo de minas. Torra anuncia que el día 9, pedirá a Sánchez negociar un referéndum de autodeterminación. Es decir, preanuncia su reciente idea de proceder a un nuevo 1º-O. Los Comuns se le han puesto en contra y a la CUP no le hace especial gracia por entender que es seguir dando vueltas al atajo, como dice el poeta. Pero quien está más ferozmente en contra es el propio Sánchez que se ha permitido aconsejar a Torra desde Alemania que se olvide del 1-O. Una muestra palmaria de que no sabe ni por dónde se anda. Ni Torra ni nadie en Catalunya va a olvidar el 1-O. Por si le sirve de algo, cosa que dudo, le informo de que es una de las fechas con más posibilidades de convertirse en fiesta nacional de una Catalunya independiente. 

Más vale que el antiguo bloque del 155, con el PSOE ahora en cabeza, cambie la dirección de la nave antes de lanzarla contra los escollos de un movimiento independentista encabezado por unas instituciones legítimas pero hostilizadas, con un fortísimo apoyo social masivo y una constelación de símbolos vivientes en la cárcel y el exilio. 

El Tribunal Supremo echa una patriótica mano en la tarea de justificar judicialmente una persecución política. En clara muestra de conciencia nacional española antes que jurídica, admite el procesamiento de los indepes catalanes por los delitos que ha fabulado Llarena. La intención es obvia: situar a los procesados fuera del alcance de los gobernantes españoles de los que los jueces franquistas no se fían porque los consideran radicales, rojos peligrosos y vendepatrias. A los del PSOE. 

En efecto, al PSOE le corresponde un marrón del que no parece pueda salir indemne. Las presiones para una disolución  y convocatoria de elecciones anticipadas van a ser enormes. Pero, al mismo tiempo en una situación tan cómica que mueve a risa. Ninguno de los dos partidos que más vociferantes son en la exigencia de comicios, C's y PP, está en situación de concurrir a ellas. C's aun no ha conseguido explicarse a sí mismo cómo ha conseguido perder una moción de censura que se le hacia al otro. Y el otro, la banda de malhechores, porque se encuentra con el insospechado hecho de contar con más candidatos que electores en las primarias. 

El conflicto exterior es una prueba más de la existencia de un poder dual de facto, no de iure todavía, en España. Y para hoy hay previsto un acontecimiento que quizá deje chico el ridículo de los juegos del Mediterráneo, en concreto la llegada del rey a Girona a la entrega de los premios Princesa de Girona. Como prácticamente no puede pisar núcleo urbano alguno por ser persona non grata en diversos municipios, entre ellos Girona capital, parece que llegara en helicóptero y se marchará de igual modo. Tendrá un toque religioso pues  más que una llegada será un descendimiento y más que una marcha, una ascensión. No se sabe oirá los pitos que los CDRs tienen convocados. Si no los pitidos, a lo mejor percibe el aroma del estiércol que andan derramando los payeses con los tractores por el campo.

Hay algo tragicómico en este fin de ciclo español.

De República a República

Mi artículo de ayer en elMón.cat, titulado Joc entre republicans. Versa sobre esta delicada cuestión de la República. Durante años, Palinuro ha lucido en la columna de la derecha un Gif con una bandera republicana ondeante para proclamar su ardoroso republicanismo. Y muchas veces abordó el tema República, muy dolido de que la izquierda siempre adujera que no era el momento de plantear el asunto. Durante treinta años nunca fue el momento. Palinuro arrió la bandera de la república española y se sumó a la de la catalana. No por ello dejaba de simpatizar con la española, pero era y es evidente que no goza del apoyo de que debiera ni de quien debiera y sus perspectivas son más bien escasas. La República catalana es un hecho, en cambio. Y, por si alguno hubiere más purista del realismo de la lengua, cabe decir, una República in fieri. A partir de aquí, ese enclenque republicanismo español pudiera vigorizarse y ojalá que así fuera. Pero también podría suceder lo contrario. El republicanismo catalán es independentista y el español, me temo, a cambio de impedir la independencia de Catalunya está dispuesto a abandonar su ideal republicano.

Y así es difícil construir una República española.

Aquí el texto en castellano:

Entre republicanos anda el juego

El independentismo catalán es republicano y, por tanto, doblemente molesto, por independentista, para todos los españoles, y por republicano para los españoles monárquicos. No debiera serlo para estos últimos y, según sus esporádicas declaraciones, no lo es. Antes al contrario, se proclaman relaciones fraternales entre el republicanismo español y el catalán.

Ahora bien, así como el republicanismo catalán es consistente, pertinaz, masivo, transversal, mayoritario y muy activo y eficaz, el español es disperso, ocasional, minoritario y enclenque. No es un juicio despectivo ni apresurado. El pasado sábado hubo una consulta popular en el barrio madrileño de Vallecas para un referéndum a escala estatal sobre monarquía o república. Algo que venía a ser una especie de réplica de la mítica consulta independentista de Arenys de Munt en 2009, movida por la CUP, en la que votó más del 40% del censo y más del 92% lo hizo a favor del sí.

En el caso de Vallecas, y los datos son suyos, votó el 4,8% del censo y, de este, cerca del 90% lo hizo por la República. Señalar este dato no es malintencionado sino simplemente realista. Si en una zona como Vallecas esta consulta anima al 4,8% del electorado, en otros lugares será sin duda peor. Muchos arguyen que el referéndum vallecano se hizo sin medios, sin infraestructura, sin logística, cosa muy digna de tenerse en cuenta. Pero lo cierto es que ningún partido ni movimiento social de envergadura la apoyó. Y eso también tiene su significado a la hora de hablar del republicanismo español y calibrar sus posibilidades en comparación con el catalán.

Todos esperan que Vallecas funcione como una chispa que encienda la adormecida pradera republicana española. Pero ese deseo se formula sobre el fondo de una realidad muy desalentadora. Los datos son los que son. La causa republicana en España es de poco más que cenáculos literarios y depositarios de un viejo legado. Los partidos políticos son casi todos dinásticos. De modo directo (PP y C’s) o indirecto a través de algún descarado absurdo del tipo de que los republicanos se sienten muy a gusto con esta monarquía como en el PSOE. Quedan los indepes catalanes y los nacionalistas vascos y gallegos y queda Podemos, como siempre, nadando entre dos aguas. Piden que el rey someta su corona a referéndum, pero no mueven un dedo para hacerlo realidad, como se demuestra en el caso de Vallecas.

Y como el republicanismo español carece de vigor, se apunta el remedio de vincularlo a su rozagante hermano catalán utilizando diversos artilugios verbales como que la lucha por la República catalana es, en realidad, la vanguardia del republicanismo español. Y, aun más audazmente, el republicanismo español será el aliado natural del catalán.

Esta idea del republicanismo fraterno requiere reflexión. Por supuesto, el catalán aceptará siempre toda ayuda que proceda de España y demuestra –acaba de hacerlo- disposición a colaborar con la izquierda española, a la que presume más republicana que la derecha, de modo gratuito. Pero hasta ahí llega la colaboración. Porque, mientras no se demuestre lo contrario, el republicanismo español es más un desiderátum que una realidad.

Y sobre todo porque una hermandad más sentimental que real tropieza con dos inconvenientes que corresponde aclarar al republicanismo español, antes de incurrir en la habitual confusión que conduce al fracaso. Hay confusión histórica y confusión actual. La histórica no es preciso refrescarla, pues está en la memoria de todos: las relaciones de la Generalitat con la República españolas oscilaron entra malas y pésimas. Fue la República española la primera en encarcelar a Companys.

La confusión presente es más preocupante. El republicanismo español carece de pulso político. No hay siquiera un Partido Republicano en las Cortes. Los núcleos republicanos más activos suelen estar animados por comunistas y tanto estos como los que son más puramente republicanos son profundamente antindependentistas. El republicanismo español no existe y, en la medida en que existe, es antiindependentista e incluso anticatalanista.

No hay ni puede haber relaciones fructíferas entre los dos republicanismos, al menos mientras el catalán no deje de ser independentista o el español antiindependentista. Fraternales pueden ser. Siempre sin olvidar que hermanos eran Caíny Abel y Rómulo y Remo.

dimecres, 27 de juny del 2018

Hoy, Palinuro en Sant Hilari

Para hablar sobre la oleada de neofranquismo que nos invade y las tareas y oportunidades de la República Catalana. Tal ha sido el desarrollo de los últimos años. Franco regresaba de la mano de un partido de mangantes y estafadores, que lleva veinte años saqueando el país. A su vez, el independentismo catalán, hasta 2010, aproximadamente, sostenido por menos del 20% de la población catalana, escalaba hasta el 50% y seguirá haciéndolo. Ese éxito del movimiento republicano independentista se debe tanto a los méritos propios en organización, perseverancia y trabajo como a los deméritos del nacionalismo español, gobernado por granujas y auténticos merluzos de los de España una, grande libre y muy y mucho españoles.

Es el neofranquismo de la derecha española el que ha disparado las opciones de la República Catalana. Si el referéndum de autodeterminación en Cataluña se hubiera hecho hace diez años, lo habrían ganado los unionistas. Como están las cosas, tras la barbarie del 1-O, la prisión y el exilio de los líderes, el 155 y demás actos de tiranía, lo más seguro es que lo ganen los independentistas. Por eso no quieren hacerlo los españoles; porque saben que lo pierden. Pero tendrán que hacerlo, pues no hay otro remedio, por más que Sánchez ande a la desesperada en busca de algún ideólogo de esos que firman manifiestos que le fabrique una teoría para seguir negando los derechos de los catalanes pero sin transmutarse en M. Rajoy.

Quizá lo consiga; quizá no. Pero, en todo caso, nosotros a lo nuestro. La República Catalana tiene mucho camino que recorrer.

Nos vemos en St. Hilari,

A Girona, presentació de "España quedó atrás"

El proper dilluns, 2 de juliol, a les 19:00 h a la sala Montsalvage del auditori Palau de Congressos de Girona, el MHP Artur Mas i un servidor presentarem Espanya quedó atrás. Ens acompanyara la batllesa Marta Madrenas i ens moderara Xevi Xirgo, director d'El Punt Avui. A tots ells el meu més profond agraïment. 

Des del 1º-O està clar que Espanya va quedar enrere en la història de Catalunya. Per això vol Sánchez que ho oblidem. Dimarts, 2 de juliol parlarem de quant enrere.  

Ens veiem a Girona.

La edad de la razón

Tiene razón quien yo me sé. Es posible que Sánchez no traiga cambios en las líneas generales de gobierno del PP, pero parece haber infundido cierto valor y un ánimo más osado en diversos estamentos sociales. Casi como si estuvieran perdiendo el miedo. Es como si hubiera un despertar general del estado comatoso y hasta catatónico en que parecía encontrarse la opinión pública y hasta los sectores fabricantes de doctrina. 

Tengo registrados varios casos que avalan este juicio. Un magistrado dice ahora que sufrió tremendas presiones mientras se ocupaba de la Gürtel. No lo dudo, pero señalo que pudo haberlo dicho antes. Una asociación de juristas se querella contra una veintena de jueces y fiscales por entender que han faltado gravemente a sus deberes en defensa de la independencia de la justicia. El personal se rebela (de rebelión), ya no se deja callar y menos pisar, pero también podía haber actuado antes. 

Pablo Iglesias va a visitar a los presos, gesto loable, desde luego. Pudo haber ido hace meses porque llevan más de seis injustamente encarcelados. El mismísimo Sánchez ha firmado un salvoconducto urgente para que la visita se realice. El Sánchez que hace poco pedía se prolongara el 155 y se reformara el Código Penal para convertir el independentismo en delito. Con Sánchez en el gobierno se anima a lo desconocido hasta el mismo Sánchez. Impulsado por este general envalentonamiento de la ciudadanía, Iglesias se postula como mediador en el conflicto catalán, facilitador del diálogo. Mediador entre Torra y... ¿quién? No será el PSOE cuando el PSC se suma al PP y a C's en el rechazo a una moción de ERC pidiendo diálogo "sin condiciones". La mediación a lo mejor consiste en establecer un diálogo "con condiciones". 

Al espíritu generalizadamente crítico se suma Domènech planeando otra visita a los presos políticos. Estos acabarán siendo punto de peregrinación, de seguir las cosas así. Otro que podría haber encontrado tiempo en seis meses de injusto cautiverio para ir a testimoniar su aprecio a los encarcelados. En seis meses se ha dicho que los presos políticos son políticos presos (como Zaplana, por ejemplo) y se les han negado reiteradamente sus derechos, habiéndose llegado a afirmar que era preciso aplicar el 155 porque los indepes se habían vuelto locos. Casi como un ejercicio de perspectiva foucaultiana: los locos, a la cárcel.

Desde la posición indepe, estos movimientos son siempre bienvenidos porque todo cuanto sea conocerse, hablarse y entenderse será beneficioso. Pero su acción autónoma es independiente de esa nueva red de contactos. La República Catalana lleva su propia vía e implementación. La dualidad de poder de hecho sigue funcionando. Torra abre una oficina diplomática privada en Washington. De inmediato, miriada de conjeturas: ¿es competente? ¿Se extralimita? ¿Está privatizando el servicio exterior de la Generalitat? ¿Se salta la ley?¿Qué ley? Y ¿qué pretende? ¿Organizar un lobby, seguramente con más éxito que los de Aznar? ¿Puede el Estado tolerar un servicio exterior de una parte de sí mismo que le hace la contra y le socava su propaganda externa? ¿Lo sabe el ministro de Asuntos Exteriores? ¿Se debe volver a intervenir? ¿Regresar al 155? 

Y esto no ha hecho más que comenzar.

Está bien que se pierda el miedo que inspiraba la banda pepera y sus anclajes en otros poderes del Estado, pero, a estas alturas, visitar a los presos es lo menos que cabe hacer, casi como si fuera una obra cristiana de caridad. Si Iglesias quiere recortar una figura de estadista, algo a lo que Sánchez ni se atreve, que vaya a visitar a Puigdemont en el exilio. Puede hacerlo cuando quiera, no dependerá del humillante salvoconducto del presidente Sánchez y es seguro que el presidente Puigdemont lo recibirá encantado.

dimarts, 26 de juny del 2018

Macartismo universitario

En los años cincuenta del siglo XIX, Karl Marx, exiliado en Londres desde 1849, solicitó la nacionalidad británica, que le fue denegada. Se conserva el informe que el policía que lo atendió elevó a sus superiores dando pie a la negativa porque, decía el probo funcionario, "el hombre no ha sido leal a su Rey y su País". No ser leal a un rey y una patria permite sin duda pensar por inferencia que tampoco se será a otro rey y otro país. No estoy muy seguro de si cabe vincular la nacionalidad de un país a la lealtad o falta de lealtad del solicitante a otro rey pero estoy dispuesto a admitir que, si se trata de conseguir la ciudadanía de un lugar, esta petición tiene algunos (pocos) visos de verosimilitud.

En donde no los tiene es en la actividad de la Academia, de la Universidad que, como su nombre indica, está por encima de estas obediencias terrenas. Salvo que se esté hablando de España y la Universidad española en donde a veces se aplican criterios políticos y partidistas para tomar decisiones que debieran obedecer a fines exclusivamente académicos; en donde los profesores actúan como comisarios políticos del régimen y purgan a los adversarios de este, no por razón de sus méritos de estudio, sino de su doctrina política.

Obviamente, no se trata de que esta tradición de inquisidores respete el principio de libertad de cátedra que es propia del Occidente civilizado, cuando las Universidades acogían generosas a estudiosos perseguidos en otros lugares por sus opiniones, como sucedió, por ejemplo con Campanella en la Sorbona y muchos otros. Ya se sabe que el liberalismo jamás germinó en el solar español, ni siquiera en sus universidades.

Pero, cuando menos, estaría bien que disimularan. Hace una fechas, mi departamento de la UNED acordó negarme la condición de "colaborador honorífico", imprescindible para renovar la de profesor emérito. Los promotores trataban de hacerme daño. Su argumento, el único que se expuso por boca de un profesor a tiempo parcial y plumilla de "El País" a tiempo completo (y al que, en el ínterín, han echado de su cargo en el diario), Torreblanca, fue que, en mi condición de funcionario público estoy obligado a mostrar la lealtad y el respeto a las instituciones españolas que a él le parezca bien y no puedo manifestar determinados puntos de vista que se le antojan condenables.

Sin embargo, nadie, al parecer, (yo, lógicamente, no estaba presente) levantó la voz para decirle al Macarthy de turno que, aunque eso fuera cierto, que no lo es, no corresponde a un departamento universitario tomar decisión alguna restrictiva de derechos de su profesorado por razones políticas y no académicas. Para eso están los jueces, a los que el departamento ha suplantado. El fondo de la cuestión, claro, es mi posición favorable a un República Catalana independiente que profeso con el mismo derecho con el que otros profesan que Catalunya debe ser una región de España o, incluso menos que eso: el derecho de la libertad de pensamiento y expresión que no se puede reservar a los amigos y negar a los adversarios  so pena de quedar como lo que se es, un franquista.

No tiene mayor importancia. El impulsor se limitó a sacarse una espina personal por una controversia que habíamos tenido en las redes y de la que, por supuesto, no informó a los otros miembros, aunque varios de ellos, sin duda, la conocían. Otro departamento, Sociología I, actuando con criterios de rendimiento profesional y no macartistas al servicio de la derecha (y de la derecha ciudadana), decidió acogerme.

Queda claro que, si en la Universidad española hay profesionales competentes que se atienen a los principios académicos, también sigue habiendo los inquisidores de siempre, sin mérito ni categoría, que solo tratan de hacer daño. Sin conseguirlo, porque ignoran la gran enseñanza de Sócrates de que vale más sufrir la injusticia que infligirla. 

dilluns, 25 de juny del 2018

El Valhalla franquista

Sigue sin estar claro si el gobierno se atreverá a exhumar a Franco y llevarlo a otro lugar. Los ministros discrepan, azorados. Tocar el Valhalla de la dictadura es mucho atreverse. Y verse en la obligación de hacer algo con este horror moral y estético debe de producir escalofríos. Aparte del recelo mítico está la cuestión de los muertos. En Occidente se ha perdido la tradición del culto a los difuntos que, sin embargo, forma parte de sus raíces culturales. En la antigüedad los muertos debían ser honrados y enterrados, so pena de que vagaran por el Hades eternamente. Los romanos los propiciaban bajo la forma de los dioses manes. Algo de esto queda. No al extremo de que se hagan libaciones en honor a los difuntos, pero sí lo suficiente para que nadie admita como justa una situación en que hay decenas de miles de muertos que no están enterrados dónde y cómo debieran.

El franquismo es doblemente deudor a los españoles: una vez por los caídos sepultados en la basílica sin permiso de nadie y otra por los asesinados y enterrados de cualquier forma en cunetas o fosas anónimas. Eso es también lo que hay que decidir, aparte de llevarse los restos del genocida a cualquier otro lugar. Y no se apuren por el emplazamiento: no hay riesgo de que se convierta en lugar de peregrinación.

Las bandas franquistas habituales se han hecho oír por varios medios, protestando muy indignadas y amenazando de muerte a quienes osen tocar un hueso de su caudillo. Forma parte del espectáculo y no hay que prestar mayor atención. Al fin y al cabo, hasta los beneficiarios directos de la dictadura admiten que esa mole ridícula, ese monumento a la tiranía nacional-católica, carece de sentido. Con Franco, por cierto, debe irse la cruz, que es un atentado a la naturaleza, al paisaje, al skyline, que dicen los viajados. 

Sin duda, sacar a Franco de su tumba tieneun gran valor simbólico, aunque muy tardío. Pero tal cosa es el inicio de una actividad más amplia: hay que ilegalizar la Fundación Nacional Francisco Franco y cualesquiera otras asociaciones y organizaciones cuyo objeto sea embellecer la memoria del genocida. La activación de la Ley de la Memoria Histórica, esa que el franquista M. Rajoy dejó de aplicar, debe acelerarse y ampliarse a todos los aspectos de reparación y justicia postransicional que han estado abandonadas.

Pero, sobre todo, hay que proceder en el campo práctico. El Estado debe vigilar las bandas franquistas de todo pelaje en sus actuaciones, casi todas ellas concentradas en Catalunya; investigar si cuentan con ayuda directa o indirecta de organismos del Estado o en ellas participan miembros de las fuerzas de seguridad del Estado o militares, como en el caso de La manada. El gobierno tiene que poner coto a la impunidad franquista en las calles.

Es a los franquistas a quienes hay que aplicar ese código penal que Sánchez quería reformar para perseguir a los independentistas. Con los franquistas lo tiene más fácil. No es preciso reformar el código penal. 

Basta con aplicarlo.

Mañana, Palinuro en Barbastro

En un curso de verano de la UNED sobre España: retos y oportunidades. 40 años de Constitución, bajo la ilustrada dirección de David Lafuente Duran e Irene Delgado Sotillos. Por mi parte disertaré sobre "40 años de travesía" de 12:00 a 13:30 del martes, 26 de junio.

Tiene su valor que hayan invitado a un "enemigo de la Constitución" a celebrar su cuadragésimo aniversario. Sobre todo porque recientemente, mi departamento en la Universidad, decidió expulsarme a partir de octubre próximo por no ser leal a la Constitución, el Jefe del Estado, los tribunales de justicia, los profesores  enchufados de plumillas en El País y los grandes expresos europeus. Como si tuvieran autoridad para hacerlo y no estuvieran cometiendo una vergonzosa arbitrariedad perfectamente denunciable. No obstante, debo decir en honor de mi Universidad, que otro departamento, Sociología I, que se rige por criterios académicos y no de persecución macartista, me ha acogido en su seno. 

Hay algo curioso en la coincidencia: un curso en celebración de los 40 años de una Constitución que hasta ayer estaba en suspenso por el artículo 155 y un conferenciante víctima de los abusos de los típicos representantes del constitucionalismo. Este es el secreto de la operación: "que parezca una democracia" lo que ha sido y sigue siendo un régimen oligárquico y corrupto donde continúan mandando los mismos franquistas que ahora hablan de Estado de derecho. 

Mi mensaje en la intervención será muy sencillo: los 40 años de franquismo destruyeron España; los 40 años de posfranquismo "constitucional" la han enterrado. 

Esto no es un aniversario. Es un akelarre. Allí nos vemos.

Demà a la tarda Palinuro fent República a Guissona

Sí senyor, el mateix dimarts 26, en Guissona, a les 20:00 hores, una xerrada sobre com anem en això d'implementar la República a casa nostra. A vegades em demanen com veig les relacions entre nostra República i la espanyola. Y la resposta sol pot ser que n'en veig cap relacions. 

No crec qu'hi hagi un republicanisme sencer a Espanya. No crec qu'hi hagi republicans disposats a donar la cara per la República. La prova: el referendum d'ahir sobre monarquia/república a Vallecas, barri molt esquerrà de Madrit. Sobre 150.000 censats, van votar 4,8% per cent, dels quals gairebé 90% van votar república, és a dir, un 4,3% de vots (sis mil i escaig) per la República. A Vallekas. Imagineu al barri de Salamanca o la Castellana. Res a veure amb la consulta de Arenys de Munt de 2009. 

Cap partit de l'esquerra (PSOE, UP, etc) va donar suport al referendum republicà, per si el Borbó es mosqueja. Cap organizació social. Ningú. A Espanya gairebé no hi ha republicans. 

En tot cas, nosaltres anem per feina i el veïns ja s'ho faran.

diumenge, 24 de juny del 2018

El martes, Palinuro en Barbastro

En un curso de verano de la UNED sobre España: retos y oportunidades. 40 años de Constitución, bajo la ilustrada dirección de David Lafuente Duran e Irene Delgado Sotillos. Por mi parte disertaré sobre "40 años de travesía" de 12:00 a 13:30 del martes, 26 de junio.

Tiene su valor que hayan invitado a un "enemigo de la Constitución" a celebrar su cuadragésimo aniversario. Sobre todo porque recientemente, mi departamento en la Universidad, decidió expulsarme a partir de octubre próximo por no ser leal a la Constitución, el Jefe del Estado, los tribunales de justicia, los profesores  enchufados de plumillas en El País y los grandes expresos europeus. Como si tuvieran autoridad para hacerlo y no estuvieran cometiendo una vergonzosa arbitrariedad perfectamente denunciable. No obstante, debo decir en honor de mi Universidad, que otro departamento, Sociología I, que se rige por criterios académicos y no de persecución macartista, me ha acogido en su seno. 

Hay algo curioso en la coincidencia: un curso en celebración de los 40 años de una Constitución que hasta ayer estaba en suspenso por el artículo 155 y un conferenciante víctima de los abusos de los típicos representantes del constitucionalismo. Este es el secreto de la operación: "que parezca una democracia" lo que ha sido y sigue siendo un régimen oligárquico y corrupto donde siguen mandando los mismos franquistas que ahora hablan de Estado de derecho. 

Mi mensaje en la intervención será muy sencillo: los 40 años de franquismo destruyeron España; los 40 años de posfranquismo "constitucional" la han enterrado. 

Esto no es un aniversario. Es un akelarre. Allí nos vemos.

Dimarts a la tarda, Palinuro, fent República

Sí senyor, el mateix dimarts 26, en Guissona, a les 20:00 hores, una xerrada sobre com anem en això d'implementar la República a casa nostra. A vegades em demanen com veig les relacions entre nostra República i la espanyola. Y la resposta sol pot ser que n'en veig cap relacions. 

No crec qu'hi hagi un republicanisme sencer a Espanya. No crec qu'hi hagi republicans disposats a donar la cara per la República. La prova: el referendum d'ahir sobre monarquia/república a Vallecas, barri molt esquerrà de Madrit. Sobre 150.000 censats, van votar 4,8% per cent, dels quals gairebé 90% van votar república, és a dir, un 4,3% de vots (sis mil i escaig) per la República. A Vallekas. Imagineu al barri de Salamanca o la Castellana. Res a veure amb la consulta de Arenys de Munt de 2009. 

Cap partit de l'esquerra (PSOE, UP, etc) va donar suport al referendum republicà, per si el Borbó es mosqueja. Cap organizació social. Ningú. A Espanya gairebé no hi ha republicans. 

En tot cas, nosaltres anem per feina i el veïns ja s'ho faran.

46 - 1

¿A que se entiende el título? 

La flamante nueva directora de El País, Soledad Gallego-Díaz, en compañía de Carlos E. Cué, ha entrevistado al no menos flamante presidente, Pedro Sánchez. Casi una ceremonia iniciática para ambas. El antaño vilipendiado Sánchez ritorna vincitore y la casa lo acoge previa limpieza interna de gérmenes del pasado. Quizá una nueva época dorada para el gobierno y el diario. Suerte a los dos.

La entrevista arranca con pistoletazo de salida catalán. ¡Ah! Catalunya triomfant! ¿Qué quieren ustedes? Catalunya manda. Rajoy no cayó por corrupto, incompetente o reaccionario, aunque debiera. Cayó por los indepes catalanes. Y Sánchez está en donde está por la misma razón. Lógico que se arranque hablando de lo que más le importa (aunque lo disimule) y que lo haga con este repentino ánimo conciliador, tranquilizante con la repentina voluntad de entendimiento político que ha invadido al nacionalismo español. Sánchez está dispuesto a hablar de todo. Sin olvidar que ese "todo" excluye el procés. Nada de referéndum ni autodeterminación. Pero, de todo lo demás puede hablarse. 

¿Un avance frente al cierre de M. Rajoy? Ni avance ni retroceso. Punto igualmente muerto. Ese todo son las cuarenta y seis propuestas presentadas por Puigdemont a Rajoy en febrero de 2017 . Rajoy excluía una, la del referéndum. Igual que Sánchez. 45 propuestas negociables. Una, no. A continuación, Sánchez desgrana una serie de intenciones, juicios, propósitos y hasta profecías  con distintas formas de contacto con la realidad.

Propugna fórmulas que debe de considerar audaces y prometedoras como reunir la Comisión Bilateral Generalitat-Estado, un órgano estatutario en un marco autonómico que la Generalitat rechaza expresamente. Revisar financiación, infraestructuras, etc.,los 45 puntos de Puigdemont con el vagaroso añadido de un cambio a medio plazo de lo que llama el pacto constitucional porque ya ni de reforma de la Constitución osa hablar. 

El soufflé se desinfla solo con el vaticinio del presidente de que el "problema" catalán no se resolverá en un año, ni en dos, ni en cinco. Habla hasta de un decenio. Qué entiende Sánchez por "resolver" no necesita aclaración. Que no sepa cuándo lo conseguirá, incluso si lo conseguirá en su mandato, demuestra su fracaso como político, su carencia de proyecto.

Los tiempos del nacionalismo español no son los del independentismo. Tampoco los del nacionalismo español de más izquierda que el PSOE, UP. La propuesta de celebrar un referéndum pactado con el Estado fija su realización en el próximo milenio. 

El tiempo independentista, es muy distinto. El republicanismo plantea un reto aquí y ahora a la jefatura del Estado que es un reto de un órgano del Estado (la Generalitat) al propio Estado y en su forma simbólica más importante. Si el gobierno acepta esta situación, por mor de la "tregua" de Iceta, resultará que el Jefe del Estado solo podrá pisar territorio catalán como ciudadano privado. 

La normalidad que el gobierno aspira a establecer (y que se nota en la entrevista pues el periódico llama "políticos presos" a los "presos políticos") es imposible mientras haya rehenes políticos del Estado en la cárcel y en el exilio. Sánchez no sabe con exactitud qué va a decir a Torra el próximo día 9. Torra sí sabe lo que dirá a Sánchez. La distancia es abismal. Sánchez cree impensable que la Generalitat no acuda al Consejo de Política Fiscal. Torra cree impensable lo contrario.

Hay de hecho una situación de poder dual que el gobierno se obstina en ignorar para no verse obligado a reprimir. Su insistencia en "desjudicializar" el problema y tratarlo políticamente traduce su miedo a verse obligado a seguir los pasos de M. Rajoy, enviando al nuevo govern a la cárcel. Aquí ya no le valdría ni el argumento del maltratador, que empleó con el 155. 

La dualidad de poderes corresponde a la existencia de dos países distintos. Un ejemplo: ayer se celebró en Vallecas un referéndum sobre monarquía o República, a imitación del primero que se hizo en Catalunya sobre independencia sí o no en Arenys de Munt, en 2009. Mientras que en este pueblo hubo una participación de un 41%, con un 94% (más o menos) de síes, en Vallecas ha habido una participación del 4,8% con un 4,3% a favor de la República, equivalente a un 90% del voto depositado. Hay dos puntos en esta consulta dignos de resaltarse: uno es que no ha gozado, que yo sepa, de apoyo de los partidos de izquierda; el otro que cabe esperar una difusión de la idea y quizá otros referéndums en otros municipios; pero es una débil esperanza.  

Catalunya es republicana; España, no. 

dissabte, 23 de juny del 2018

La tregua

La idea es de Miquel Iceta, quien pide aprovechar los juegos olímpicos del Mediterráneo para declarar una tregua olímpica. Se aprecia la buena intención de este político tan polifacético. Solo que la figura parece desmesurada y fuera de lugar. La tregua olímpica original era verdadera: se suspendían las frecuentes y continuas hostilidades para garantizar la seguridad de los atletas. Actualmente, dadas las circunstancias, la tregua olímpica es meramente simbólica. El mundo está en perpetua guerra. No así en España, es de suponer. Pedir la tregua es reconocer que hay una guerra, lo cual es falso. Hay un conflicto político. Para convertirlo en guerra es necesario que ambas partes estén armadas, si no paritaria, asimétricamente. No es el caso de Catalunya. Por tanto no puede haber tregua en donde no hay guerra. En los juegos del Mediterráneo falta la guerra; como falta el corredor del Mediterráneo, una de las facetas del conflicto.

No obstante, se entiende, la idea es lograr un cese de hostilidades incruentas para posibilitar el paso a la segunda parte de la tregua olímpica clásica: negociaciones, acuerdos, pactos. Tampoco es mala ocurrencia, pero igualmente inoportuna. Cualquier negociación precisa tranquilidad, seguridad, normalidad. Es imposible aceptar como normal una situación con presos y exiliados políticos. Su liberación y exoneración es un requisito de cualquier negociación y, mientras se decide, su inmediato traslado cerca de sus familias. 

Parte del nacionalismo español parece dispuesto a explorar vías de entendimiento con los indepes. El gobierno, escasamente, la verdad. La tregua de Iceta no tiene contenido y, en el contencioso simbólico entre la Generalitat y la Corona, la ministra Celaá, ha expresado el apoyo del gobierno al Monarca. En su opinión los desaires a la Corona lo son en realidad a la Generalitat que demuestra no representar a todos los catalanes. Sin duda, ministra, pero a menos catalanes representa el rey y a muchísimos menos su gobierno de usted y no para usted de hablar.

Podemos piensa exponer al lunes al MHP sus planes para conseguir una España plurinacional en la que Catalunya se sienta a gusto. Es una base razonable de negociación, sobre todo si viene acompañada de la aceptación de un referéndum pactado de autodeterminación, como parece ser. Es una base razonable e inteligente. No hay otra salida. Sin embargo, el plan de la plurinacionalidad y referéndum a quien tiene que convencer no es a los indepes, sino a los demás partidos nacionales españoles, PP, PSOE, C's. Tarea hercúlea cuya imposibilidad es el punto débil de la propuesta de los morados y por lo que es poco probable que ascienda en votos a costa de los otros extremos, el unionista y el independentista. El suyo seguirá siendo el voto de la ambigüedad

El conflicto político no admite treguas ni conoce descanso. Todo lo que se haga institucionalmente en España y Catalunya llevará la huella del enfrentamiento. Y a extremos duros. Torra anuncia que la Generalitat rompe relaciones con la Corona y enciende una nueva crisis constitucional porque, aunque sea simbólica, es muy representativa. Desde un punto de vista de teología constitucional, es un sacrilegio. 

Pero está en la calle. El estadio se encontraba medio vacío y hubo abucheos y pitidos para repartir. Predominaban las banderas rojigualdas, prueba de que, probablemente, así como los indepes optaron por boicotear el acto, los tabarnianos hicieron acto de presencia. Si el apoyo de la dinastía en Catalunya es Tabarnia, la corte puede trasladarse a un plató de televisión en un programa magazine de la mañana. 

El independentismo tiene dos agravios recientes frente al Estado, los dos abundantemente expuestos,  los dos ignorados, uno, el de los presos políticos, ignorado por el gobierno y el otro, las disculpas por el discurso del tres de octubre, ignorado por el rey. 

El problema no es que las partes sean capaces de articular propuestas de convivencia alternativas a la actual, incluida la independencia, por supuesto. El problema es que esas propuestas ganen en un referéndum.

divendres, 22 de juny del 2018

El unicornio muerto

Cuenta una vieja leyenda que un día, los discípulos de Confucio encontraron un unicornio muerto en una cacería. Cuando el maestro lo vio comprendió que sus enseñanzas no se habían seguido y murió un año más tarde. 

No me extraña. Tienes la fortuna de encontrar un animal que no existe, pero está muerto, que es otra forma de no existir. La muerte de Confucio es como la conversión de Francisco de Borja quien, ante el cadáver de la bellísima Isabel de Portugal, juró "no más servir a señor que se me pueda morir". 

Este año de gracia de 2018 trae algunos aniversarios curiosos: centenario del nacimiento de Karl Marx y de la publicación de Frankenstein o el Prometeo moderno. Y el cincuentenario de 1968, año revolucionario; revolución de estudiantes y sabelotodos de varias capitales, singularmente, París. Revolución de intelectuales medio surrealistas o surrealistas por entero, con pizcas dadaístas. Los situacionistas lo juntaban todo y añadían el relato revolucionario del comic y el pop-art. La contracultura.

El unicornio muerto. 

Provisional

La decisión de la Audiencia navarra ha provisionalizado todo, aunque sin darse cuenta y eso es aun más grave.  Ha dejado en libertad provisional a los cinco sujetos de "la manada". Y, por lo mismo, ha dejado en situación de seguridad también provisional al resto de la sociedad; en especial a las mujeres; especialísimamente a la víctima. Porque ¿se han arrepentido de su delito? ¿Han pedido perdón? ¿Han prometido no reincidir? A los presos políticos catalanes se les ha requerido de modo inquisitorial que abjuren de sus convicciones y a estos cinco delincuentes, se les suelta a riesgo de que sigan agrediendo a la gente. Ahí está la gravedad, en que los jueces aplican un criterio estrecho de legalidad, sin tener en cuenta los derechos de sus potenciales víctimas, las citadas más arriba y el conjunto de la sociedad en cuyo interés se supone que actúan.

¿En dónde está el fallo? En las necesarias reformas mentales que dice la ministra de Justicia. Reformas mentales. Cambio de mentalidad, cosa que no se logra en un pispas. Y sí, es cosa de mentalidad. De la mentalidad reaccionaria y patriarcal de los jueces españoles, criados en la cultura jurídica del franquismo; mentalidad, por cierto, que comparten con la manada. Eso es lo que explica la estructura misma de los razonamientos del tribunal y el famoso voto particular. Los ahora condenados en libertad no veían delito y los jueces, en el fondo, tampoco. Cosa de mentalidad que ve la mujer como objeto de satisfacción del hombre. La tosca teoría se complica con algunas cesiones al espíritu del tiempo, cuidando de que el objeto no sea maltratado, que no afectan a la convicción profunda de que estas situaciones se definen siempre en términos no solo patriarcales sino machistas. 

En realidad, en Navarra, "la manada" se juzgó a sí misma y no se encontró culpable de violación. No se encontró culpable de nada pero, cediendo al ánimo público, se autocondenó ligeramente y ahora se pone a sí misma en libertad porque sabe que terminará ganando en la apelación, y siendo absuelta.

Los jueces que, ante una situación enmarcada en un contexto de dominación (que, en el fondo, comparten), no acuden a la equidad sino que se refugian en la literalidad de la norma no están haciendo justicia, sino perpetuando la injusticia.