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diumenge, 29 de gener del 2017

Vuelve el Bautista

Tengo entendido que Susana Díaz llegó a la famosa reunión del 1º Vendimiario diciendo que no se iba de allí sin la cabeza "de ese". Se non è vero, è ben trovato. Nos da la imagen de Herodías en el palacio del tetrarca pidiendo, y obteniendo, la cabeza del Bautista. Y yo comparándola con Lady Macbeth. Herodías está mucho mejor.

Y he aquí que el Bautista ha recuperado su cabeza (por eso dice que no es el de hace tres años), se la ha puesto sobre los hombros y se ha presentado en la corte de su hipotética contrincante a continuar con su prédica en contra de los vicios del Tetrarca Rajoy y su cortesana Herodías. Por eso ha proclamado su candidatura en loor de multitud en un simbólico Jordán, un estanque muy oportuno para completar la imagen.

En estos momentos, el PSOE se estremece entre el ardor y el frío, entre el entusiasmo y el abatimiento. Los sanchistas ya tienen lo que anhelaban: un candidato que ensombrece las tristes apariciones del primer espontáneo, Patxi López, a cuyo actos no van ni los suyos y que anda pidiendo paz por los medios sin que nadie le preste mayor ataención.

Las miradas convergen sobre Díaz, que se ha puesto nerviosa. Le ha salido la vena autoritaria, pues la tiene pronta, como el genio, y ha asegurado que ahora "no toca hablar de liderazgos" porque debe de pensar que es ella quien decide de lo que toca hablar en cada momento. Lo importante, dice, es el congreso porque en él se ganarán las elecciones. Le ocurre lo que a Rajoy, que no sabe ni de lo que habla: ¿o no ha sido la gestora, es decir ella, quien ha puesto la elección del SG antes del congreso, contra toda lógica y raciocinio?

Así de seguros estaban de que iban a ganar las primarias. No contaban con el regreso del Bautista.

Otro asunto es qué efecto tendrá este retorno en la política española y en la izquierda en concreto.

dimarts, 24 de gener del 2017

El derecho al pataleo

Alarmados están los gestores de lo revueltas que bajan las aguas después de que ellos reventaran el dique de pronto y sin avisar hace ya casi cuatro meses. No se lo esperaban. No estaban preparados. Y siguen sin estarlo. Jiménez, cada vez más ostentosamente contrito y compungido, pide "respeto" a los compañeros y no "insultos ni gritos". Nadie reconocería en él al agente que cumplió el designio de Díaz, cuando, al parecer, pidió la cabeza de Pedro Sánchez.

En realidad, los de la gestora tienen miedo de perder las primarias por goleada. La maniobra de diversión de Patxi López está en el alero. Todo va a decidirse el próximo sábado, con sendos mítines/encuentros o como se llamen de Sánchez por un lado y el repentino dueto Díaz/Rubalcaba por el otro. Será interesante ver qué valoraciones se hacen de uno y otro y qué criterios se usan.

Por lo demás las gentes de la gestora podrían mostrar un mínimo de sensibilidad democrática tratando de entender que eso que ellos consideran tumulto, gresca, insultos, falta de respeto, etc, otros lo llaman derecho al pataleo, un derecho de andar por casa, no reconocido en ninguna declaración pero muy socorrido en infinidad de ocasiones cuando la gente se siente acogotada por los que mandan, que no la dejan hablar, quejarse, protestar. Si no hay mejor forma de defenderse y hacerse escuchar, piensa la gente, se recurre al derecho al pataleo.

Porque, en estos cuatro meses, ¿cuántas veces ha hecho la gestora gesto alguno de reconocimiento de la agitación de las bases? ¿Cuántas veces ha entrado en diálogo con lo que las plataformas pedían? ¿Qué atención ha prestado a la reiterada petición de convocar congreso y primarias mucho antes de lo que lo ha hecho? ¿Qué sensibilidad ha mostrado hacia quienes votaron "no" en la investidura?

Su comportamiento ha sido arrogante, cerrado, excluyente y absolutamente despreciativo. Han creído que su excepcionalidad era patente de arbitrariedad y han actuado en consecuencia. Y siguen haciéndolo, no dejando a la gente otro derecho que el del pataleo. Solo que ahora han decidido que ese tampoco puede ejercerse.

divendres, 20 de gener del 2017

La línea general

Definitivamente, El País se constituye en el cuartel general de la reacción termidoriana dentro del PSOE, la encargada de liquidar todo intento de radicalismo republicano. El centro de elaboración doctrinal estratégica y táctica. El que determina la línea general. Apuntala su contundente portada, en la que aprovecha para largar una andanada doble a Podemos, con un editorial, Fuera maniqueísmos, exigiendo a los candidatos a la SG del PSOE que se alejen de "los enfrentamientos del pasado". Por tales no hay que entender la pugna entre caballeristas y prietistas, por ejemplo, sino el golpe de mano termidoriano de 1º de octubre (algo retrasado), hace tres meses. El consejo exigencia es absurdo porque este enfrentamiento surge precisamente de ese pasado reciente.

Parece que abundan los documentos preparatorios del congreso, pero lo urgente ahora, lo inmediato, es la preparación de las primarias, que se prometen pródigas en eventos ya que la militancia está muy movilizada. Las admoniciones de El País, compatibles con su apoyo sistemático a la obra de la junta gestora (tras una campaña feroz contra Sánchez que venía de antiguo) no pueden tomarse en serio. La rebelión de las bases del PSOE así lo prueba. 

Como se decía, la portada trae dos andanadas contra Podemos: el pellizco acusica de Madina y la imagen inferior, cargada de mala uva, composición de un conjunto en el que se respira la tensión.  A Madina le corresponde el poco gallardo honor de ser oposición de la oposición y apoyo del gobierno (al que dice tener poco menos que a sus órdenes) con el que tiene que pactar las migajas. Y como no se puede criticar al gobierno con el que se pacta, se critica a la oposición. Es decir, se hace el trabajo del gobierno sin estar en el gobierno. Quizá también debieran vender esto como un éxito.

A su vez, la imagen es un editorial gráfico. Pero al revés del otro, pues en vez de llamar a la unidad lo hace al enfrentamiento, al duelo. Forma parte de la "línea general" que descansa sobre tres pies: 1) moderación y reforma de la legislación del PP, pero no derogación; 2) freno al populismo; 3) solución de la "cuestión catalana" afirmando la intangibilidad de la nación española una. 

Lo que no sea la "línea general", será desviación.

dimecres, 18 de gener del 2017

El héroe del pueblo

Los partidos son entes complejos. Actúan como asociaciones privadas con sus objetivos, pero también se fusionan con las instituciones allí donde mandan, forman grupos parlamentarios en la oposición o en el gobierno, son tendencias ideológicas que sus intelectuales explican y propugnan, tienen a los medios a favor o en contra, representan culturas políticas distintas y en su interior a veces funcionan como familias. Véase cómo vive el momento Podemos, en una pelea interna que recuerda las grescas matrimoniales.

Hay una tendencia en los partidos a reproducir leyendas que apuntalen en uno u otro sentido sus enfrentamientos internos. Una de las más poderosas, de las que más mueve la imaginación colectiva, es la del héroe popular en alguna de sus múltiples manifestaciones. Una leyenda que se presta a justificar y legitimar la candidatura de Sánchez a la SG. Se construye una imagen polifacética que tiene mucha fuerza: el gobernante legítimo depuesto por una conjura de cortesanos malignos; la víctima de una defenestración injusta; el hombre que prefirió dimitir a votar en contra de su convicción; el líder injustamente tratado que se retira a meditar su futuro y esperar que sus seguidores lo reclamen. El héroe que vuelve a ajustar cuentas con la camarilla de conjurados y liberar al partido de su secuestro.

Es una imagen potente, fácil de defender desde el punto de vista de la comunicación y que tiene muchos seguidores. Las reacciones del aparato gestor para contrarrestar esa fuerza de la candidatura de Sánchez no hacen sino aumentarla. La presentación de la de López se interpreta como una maniobra de ese aparato para mermar las posibilidades de Sánchez segándole la hierba bajo los pies. Dividiendo el voto contrario a Díaz. El hecho de que esta siga paseándose por España como secretaria general in pectore sin proclamar su candidatura, los apoyos que implícita o explícitamente le dan los viejos lobos socialistas, todo eso únicamente consigue encrespar más a la gente y afianzar la leyenda del héroe popular, contra el que se confabulan los tiranos, sus delegados y esbirros. Un poco más y se oirá hablar de Pedro Hood, el que roba a los ricos para darlo a los pobres.

No parece que los conjurados del 1º de octubre puedan hacer gran cosa por evitar la mayoría de Sánchez excepto, precisamente, lo que han hecho: dividir su voto. Aun así, han de presentar una candidatura ganadora por sí misma y eso no es tan fácil cuando la candidata es precisamente la beneficiaria del golpe de mano que dio origen a la leyenda del héroe del pueblo.

La posible derrota de Sánchez quizá no provenga de sus adversarios sino de su incapacidad para formular un programa de izquierda para el PSOE que le voten las bases. Ese programa tiene dos puntos esenciales: un giro socialdemócrata en la política económica (tratando de explicar en qué consiste, que no es fácil) y la negociación de un referéndum de autodeterminación en Cataluña, tampoco cosa sencilla. 

Lo que no es evidente es si tal programa obtendría el apoyo mayoritario de la militancia. Si no lo obtuviera, el candidato debería decidir entre continuar en su partido bajo otro programa o escindirse en otro partido que represente un espacio existente entre el social-liberalismo del PSOE y el neocomunismo de Podemos y al que quizá pudiera sumarse alguna corriente fraccionaria de estos.

dimarts, 17 de gener del 2017

Todo vale

Literalmente todo. La señora Díaz cuenta con las bendiciones de la antigua (más que vieja) guardia, especialmente de Rubalcaba. Tiene también las simpatías de los votantes del PP, muy por delante de Sánchez. Rajoy la mira con buenos ojos y hete aquí que La Razón demuestra fehacientemente, gracias a una encuesta de NCReport, su encuestador de cabecera, que hasta los socialistas prefieren a Susana Díaz abrumadoramente.

Esto de los sondeos cuyos resultados coinciden con la opinión política del medio que los encarga, paga y publica sin duda es una casualidad, aunque huela a chamusquina. Metroscopia no es NCReport, claro, pero eso de que los resultados de su encuestan coincidan al cícero con la línea editorial de El País tiene su gracia. El medio se ha convertido en el comité ideológico del PSOE con una doble doctrina: a) defensa del socialismo liberal frente al populismo; b) defensa de la nación española frente al separatismo. Es lo que se llama el "social liberalismo nacional".

No estoy muy seguro de que quepa elaborar un discurso de izquierda en este clima.

dilluns, 16 de gener del 2017

Pugna por el liderazgo

No deja de tener gracia que un partido sin líder, en manos de unos gestores al servicio de las ambiciones de Susana Díaz, al que las encuestas dan por perdedor frente a Podemos de haber elecciones, dividido y enfrentado consigo mismo, siga siendo el centro político y aquel al que se dirigen todas las miradas. Una prueba más de que el PSOE ocupa la centralidad política. Por lo menos es lo que espera El País que, en un editorial redactado probablemente por Rubalcaba, se felicita de las decisiones adoptadas por el Comité Federal y todavía más por la marcha de la legislatura, en la que el PSOE es decisivo, todo lo cual lo sitúa en la centralidad política.

Es el razonamiento justificativo de la junta gestora y sus partidarios: recomposición tranquila, pausada, con tiempo suficiente para dejar presentable a Susana Díaz. Entre tanto, oposición eficiente en el Parlamento. Hay gobierno y se van adoptando medidas legislativas que o bien deshacen entuertos de la legislación anterior del PP o bien abren perspectivas en un punto de vista de izquierda. Lo que no se dice es que el intento de colocar en la secretaría general de Díaz es el sello de la opción del PSOE por el nacionalismo español, el mismo que alienta en el PP y C's, aunque con leves matices en asuntos tácticos. Esta cuestión, la cuestión catalana, es la que ha fracturado al PSOE.

La repentina presentación de la candidatura de Patxi López, aun siendo vasco, no presupone nada nuevo en la recuperación del espíritu "nacional" en el PSOE. Pero tiene su impacto en el batiburrillo interno del partido. Los más encendidos "sanchistas" acusan a López de presentarse para dividir el campo contrario a Díaz y, así, dar a esta la victoria. Otros aseguran que esta candidatura trata de polarizar el PSOE en un eje territorial Norte/Sur. Ignoro qué porción de realismo tienen esos juicios, pero también se reconocerá que, con su candidatura -la primera- López desguaza todas las murmuraciones acerca de la candidatura única que la dirección gestora podría estar organizando a favor de Díaz.

La presentación de la candidatura de López a lo que, por supuesto, tiene perfecto derecho y sobrados merecimientos en los cargos institucionales que ha desempeñado, parece bastante meditada. La determinación de las fechas del congreso -que no su convocatoria- para el mes de junio ofrece la primera oportunidad de postularse y esa es la ventaja que ya lleva el candidato, cuestión importante porque, aunque el congreso se vaya a junio, las primarias están previstas en mayo y, en verdad, no queda tanto tiempo. Hay que elaborar programas, explicarlos, confrontarlos. Y hay que hacerlo a la luz pública, aunque en los partidos siempre hay confabulaciones de pasillo. No es tan fácil.

Los otros dos posibles candidatos, Díaz y Sánchez, están en situaciones muy distintas. Sánchez puede permitirse esperar un momento oportuno y seguir actuando en segundo término, sin protagonismo, en lo que llaman "perfil bajo", aunque quizá debiera vigilar que no sea tan bajo que dé en subterráneo, pues ya hay quien supone que no llegará a presentarse y lo da por difunto.

Díaz no puede esperar, tiene que presentarse como candidata y dejar de hacer esos viajes, visitas, peregrinaciones por el país. Continuar con esta actividad, que nadie le ha encomendado, sin aclarar su candidatura es, desde la presentación de la de López, puro juego sucio.

diumenge, 15 de gener del 2017

Unidad de destino

Resulta ya patente que el sentido del golpe de mano en el PSOE y los acontecimientos posteriores no es la posible deriva derechista y/o neoliberal. Es la cierta deriva nacional española del partido. Van unidas, ya se sabe, la derecha y lo nacional. Y ese es el sentido del discurso joseantoniano de Javier Fernández, al que han puesto al frente del gatuperio. Se invoca la unidad y se pone en conexión con España y ya tenemos la unidad de destino en lo universal. Al fin y al cabo, fue un austromarxista quien acuñó esa definición de nación como unidad de destino, algo que mete miedo. Quiere decir que uno está condenado a aguantar a los compañeros de viaje hasta llegar a destino, que no puede uno apearse cuando el destino al que lo encaminan no le gusta. Debe de ser el colectivismo que late siempre en la izquierda,

Tiene chiste que llame a la unidad el que la ha roto, pero es muy frecuente en el discurso público general, decir una cosa y hacer otra. La junta gestora invoca la unidad, pero trabaja intensamente por dividir el partido. La invocación puede ser una advertencia o un conjuro y hasta una amenaza. El amor de la mentalidad autoritaria por la unidad es muy conocido y la habilidad de sus ideólogos para hacerla atractiva, muy refinada. Hay miles de libros explicando la excelencia de la unidad en política, hasta culminar en ese prodigio de inteligencia que fue Mi lucha, recientemente reeditada en Alemania: Ein Volk, ein Reich, ein Führer. Unidad al modo teutónico. Una, grande, libre, al hispánico.

Ese es el camino, desde luego, pero no es necesario recorrerlo entero, al menos de momento. No es esa unidad totalitaria en la que piensan los líderes de la izquierda que la reclaman a sus partidos, Fernández en el PSOE e Iglesias en Podemos. Es una unidad más político-filosófica, no al extremo parmenideano, pero tampoco muy alejada de él. Una unidad de espíritu, que desemboque en una unidad de acción. Se emplean fórmulas edulcoradas como "unidad en la diversidad" pero el hecho filosófico es terco: quien pide unidad no quiere multiplicidad. Luego lo justificará como le dé la gana o sepa, pero el hecho es que la unidad está reñida con la multiplicidad.

Negar la multiplicidad es negar la diversidad, algo imposible. Solo pueden hacerlo las mentalidades autoritarias que sueñan con universalizar la sumisión que le muestran sus seguidores y hacer sumisos también a todos los demás.  

La unidad se predica generalmente en torno a quien la invoca. En el caso de Javier Fernández es más por delegación, como un matrimonio por poderes. La unidad que pide es en torno a Susana Díaz y a la concepción que esta trae y ha podido verse en los últimos meses, desde el golpe de mano de octubre pasado. 

La petición de unidad de Iglesias en Podemos tiene una fuerte connotación autoritaria, procedente de eso que sus propios partidarios consideran un "hiperliderazgo". El enfrentamiento se ha personificado aunque ambas partes sostienen que no se trata de personalismos sino de propuestas. Y es verdad. Lo que sucede es que se trata de propuestas a corto plazo, inmediato, tácticas, sin referencia a cuestiones estratégicas (la parte de Iglesias) y de otras estratégicas, a largo plazo, sin referencia clara a las tácticas (la parte de Errejón) y, por lo tanto, no tienen modo de entenderse. Recuerda mucho el famoso intercambio entre Eduard Bernstein y Rosa Luxemburg. Decía el primero: el fin no es nada, el movimiento es todo. Respondía la segunda: el fin es todo, el movimiento el medio para conseguirlo. Viejo dilema de la izquierda, reforma o revolución. 

En el caso del PSOE, la controversia es entre configurarse como un partido de centro  o de izquierda. Y la verdad es que cada vez se ve más claramente una formación de izquierda, compuesta por gentes desgajadas del PSOE y de Podemos. Sería una oferta con un inmenso tirón electoral. La votarían todos los desengañados de la política de las otras izquierdas. Millones.

diumenge, 8 de gener del 2017

El pilar del reino

La inamovilidad es el núcleo de la propaganda del PP. Justo lo que espera la gente : continuidad, solidez, certidumbres. Y lo que más odia: lo imprevisible, la incertidumbre. Nosotros seremos corruptos, incompetentes y franquistas, pero somos seguros y previsibles, como siempre dice Rajoy, a quien suelen acusar sus críticos de dontancredismo. Ese congreso se prevé de aclamación al líder que ha conseguido de nuevo el gobierno con la complicidad de una oposición a la que tiene a su merced.

Los detentadores del poder en el PSOE, la junta gestora y su líder en la sombra, Díaz, se esfuerzan por elaborar otro relato: el PSOE facilitó el gobierno de la derecha por sentido de Estado pero ahora hace una oposición rigurosa, aunque constructiva, desde luego. Quedan días para comprobar esta interpretación; los que faltan hasta la votación de los presupuestos. Hasta ahora, la imagen que el PSOE ha ofrecido es la de la complicidad con el gobierno (y, en lo referente a Cataluña, absoluta coincidencia). No está descartado que los gestores socialistas cumplan su reiterada palabra y voten contra los presupuestos. Pero, a la vista de su ejecutoria, es harto dudoso. Y sobre todo lo es porque el gobierno está en posición de amenazar con la convocatoria de elecciones anticipadas, algo que los demás partidos estatales, PSOE, Podemos y C's saben que no pueden permitirse. Si por ese temor el PSOE cede en los presupuestos (con algunas concesiones para salvar la cara) ya quedará meridianamente claro que el relato de la junta gestora de la oposición eficaz es una fábula. El PSOE vendió su posible progenitura por un plato de lentejas y ahora no tiene primogenitura ni lentejas.

El congreso del PP será de aclamación para dar esa imagen de firmeza y unidad que se considera tranquilizadora frente al electorado. En realidad es el punto de partida para unas posibles elecciones que pueden darse en cualquier momento. Y esto es aun si cabe más amargo para el PSOE porque es posible que, aun haciendo todas las concesiones imaginables, no pueda evitar esa temible convocatoria de elecciones. Piénsese que esta también podría venir motivada en cualquier momento por un giro insospechado en la maraña procesal en que está involucrada una gran cantidad de cargos y ex-cargos del PP. No es descabellado pensar que Rajoy sea llamado a declarar en alguna sesión de la Gürtel, los sobresueldos, los mil y un dislates que se han cometido y que decida disolver y convocar, en cumplimiento de la acrisolada doctrina del PP de que las urnas exoneran todo tipo de culpabilidades, como sostenía Camps. Claro que tratándose de Don Tancredo, no es seguro que una aventura procesal de ese calibre tuviera tales consecuencias.

Los del PSOE andan también dando vueltas a su congreso, pero para retrasarlo cuanto puedan porque, ignorantes de su posición política real, lo único que les interesa es colocar en la secretaría general a Susana Díaz. Las bases lo quieren para abril; los golpistas, para junio. La verdad, es indiferente. Ni en abril ni en junio va a conseguir Díaz lavar su imagen. El recurso a un golpe de mano, una conspiración palaciega con elementos de traición y venganza, una defenestración injusta, una sobrecarga de ambición personal ilimitada y una evidente falta de categoría producen una impresión devastadora de cualquier aspiración. Y eso no se olvida en tres ni en cinco meses. 

El camino del PSOE hacia la autoinmolación parece imparable. A saber si no lo aniquilan unas elecciones anticipadas. La cuestión está en si pierde sus votos a favor de Podemos y C's, como vaticina un reportaje de Público que es parte interesada en aquello de lo que informa o si esos votos se quedan en donde están, se van a la abstención o a algún otro partido de izquierda que pueda formarse de aquí a las elecciones. Los dos principales, PSOE y Podemos sufren tensiones internas de importancia y nadie puede descartar en absoluto sendas escisiones. Palinuro defiende siempre una posible alianza entre socialdemócratas del PSOE y de Podemos. Sería una oferta muy atractiva para mucha gente de la izquierda. Lo malo es que, para hacerla real habría que contar con los partidarios de Sánchez y los de Errejón y ya estaríamos frente al problema tradicional de la izquierda, el que la mantiene en situación de subalternidad: los personalismos. 

Mucha gente se hace cruces de por qué hay siete millones de españoles y más que votan a la derecha, a esta derecha. Casi nadie se responde que sea por lo que sea, esos votantes piensan que no tienen nada mejor que votar. No digo más.

dimarts, 3 de gener del 2017

La bicefalea del PSOE

Más que bicefalia, valga el neologismo bicefalea. No es que el PSOE quiera dos cabezas; es que tiene dos dolores de cabeza. O más. Todo él es un dolor de cabeza. Apenas ha terminado Madina su última declaración sobre la conveniencia de que al congreso se presente un solo candidato cuando salta la especulación (porque no es una noticia propiamente hablando, sino una especie de globo sonda) de una bicefalia Díaz/Madina. Suena un poco raro, a tenor del pasado, pero las circunstancias del PSOE son líquidas, que diría Bauman o resbaladizas, como probablemente piensan muchos a la vista de lo confuso de la situación que no deja claro quién se acabará calzando la secretaría general.

En la penumbra comienza a dibujarse la silueta de Patxi López como más adecuado para frenar a Díaz que Sánchez y que cuenta ya con apoyos de peso en el partido. El problema de su candidatura es proyectar la imagen de la confrontación Norte-Sur que todos quieren evitar y que, además, sería un apoyo indirecto considerable a Sánchez, al permitirle presentarse como el candidato del centro en el sentido territorial.

A su vez, leo en OK diario que los "pedristas" montan una sede paralela en Ferraz con varios objetivos: apoyar su campaña a favor de Sánchez y marcar de cerca a la gestora que, según ellos, trata de manipular el congreso por medios burocráticos. El hecho es insólito y suscitará todo tipo de recriminaciones, pero da una idea de la profunda quiebra del PSOE en horas de mucha turbulencia. 

Es difícil vaticinar el resultado de esta pugna tan evidente como inconfesa. Las apuestas son altas y las voluntades parecen firmes. No se olvide que los cuatro posibles candidatos mencionados tienen un elemento en común: todos son políticos profesionales. No han hecho otra cosa en su vida que militar en el PSOE, ocupando unos u otros cargos. Su visión del país está mediada por su experiencia orgánica interna. Los cuatro tienen lo que, cuando existía el servicio militar, se llamaba "años de mili", están hechos a las pugnas partidistas, están resabiados. Esta es, además, su última oportunidad, ganar o perder, ser presidente/a o regresar derrotado/a a ejercer una oscura vida de mando intermedio. 

Intervienen demasiados factores, políticos y personales, complicados siempre, por lo que no es fácil siquiera barruntar por dónde saldrán por fin los votos en las primarias. Pero sí está claro que la voluntad de la junta gestora es condicionar el congreso previo, de forma que este configure una táctica y una estrategia para el PSOE que haga imposible por razones de principio la presentación de una candidatura como podría ser la de Sánchez.

dimecres, 28 de desembre del 2016

Cómo se hace un líder

En el PSOE andan a falta de líder. En el desconcierto actual parecen perfilarse dos candidaturas, Díaz y Sánchez, sin que ninguna se haya postulado expresamente. La presidenta andaluza y el ex-secretario general parecen mirarse de refilón, a ver qué hace la otra o el otro, recabando apoyos, contando los que tiene. Pero ninguno de ellos ha presentado oficialmente su candidatura. Claro que tampoco se puede pues las primarias aún no se han convocado. Ese manifiesto en favor de la presentación de Pedro Sánchez que ayer se aprobó en una reunión informal de militantes en Madrid a la que faltaron los más significados críticos con la gestora tiene un valor simbólico. La militancia o una parte de la militancia quiere un líder. Otra parte quizá quiera otro, pero todavía no lo ha manifestado. El PSOE busca un líder, porque sin esta figura, sin una personificación, la actividad del partido será cada vez más errática e incomprensible.

Un líder. Siempre hace falta un líder. En otras circunstancias se ha llamado caudillo, duce, Führer, jefe, conducator, timonel, todas y más denominaciones con malos recuerdos. De ahí la aceptación de la actual "líder". Se habla de liderazgo democrático algo que incluso se enseña en escuelas y másteres y se estudia con detalle, viendo los estilos de liderazgo, los recursos, los tipos de líderes, sus relatos, sus tácticas y estrategias. Del liderazgo podemos llegar a saberlo todo excepto cómo surge, cómo se produce. 

Porque el liderazgo tiene una base absolutamente personal en una situación que, por definición, siempre será contingente. Probablemente no haya manera de convertir en líder a quien no tenga madera de tal. Lo contrario, impedir que alguien con madera de líder llegue a serlo también es difícil, aunque no imposible. Basta con matarlo. Asi fue en el caso de Lumumba, por ejemplo. No es raro que el liderazgo sea cosa de vida o muerte. De ahí la importancia que se le da. 

Por mucho que la izquierda subraye su idea de que la historia la mueven fuerzas objetivas, acciones colectivas, tendencias y que la función del individuo es secundaria, la realidad es que esta se impone y la izquierda necesita liderazgo, igual que la derecha. Es decir, necesita alguien que interprete la contingencia, el caos del presente, le dé sentido, señale el camino para hacer lo que corresponda (superarlo o perpetuarlo) y cuente por ello con abundantes seguidores.

En el caso de Sánchez, el procedimiento parece invertirse, como si se tratara de los Seis personajes en busca de un autor, de Pirandello. Aquí no son personajes, sino la militancia y no es un autor lo que buscan sino un líder. Pero de buscarlo se trata. 

Ahora, la pelota está en el tejado de Sánchez quien no puede hacerse de nuevas porque aquella su primera metáfora apenas defenestrado de coger el coche y hacerse las agrupaciones, pretendía conseguir justamente esta reacción. Quería ser candidato por aclamación, hacer como unas primarias de las primarias. Ya ve el resultado. No es exuberante, pero tiene consistencia. La suficiente para postularse y hacerlo con un adelanto de programa de lo que quiere para el PSOE. Ya le han interpretado la realidad, ahora le corresponde a él señalar el camino que ha de seguir su partido y con él, el país.  Eso es lo que hace in líder.

A ver si mañana hablamos un poco de los otros liderazgos, sobre todo en la izquierda.  

dimarts, 27 de desembre del 2016

La pequeña gran coalición

No es una gran coalición porque no hay un acuerdo expreso de gobierno ni, por supuesto, gobierno de coalición (aunque no falten ganas en ambos partidos dinásticos), ni siquiera un compromiso de apoyo parlamentario salvo en casos específicos. La junta gestora dice estar en la oposición y marcar de cerca al gobierno del PP, lo que podría llamarse una "oposición constructiva". Lo necesita para legitimarse en el desbarajuste que tiene en el partido, con las bases soliviantadas. Pero, por mucho que diga, al llegar los asuntos de importancia, hace piña con el gobierno.

La renovación del Tribunal Constitucional es uno de esos y muy señalado. La decisión que ahora se tome (los cuatro magistrados a propuesta del Senado) condicionará la orientación de este Tribunal los próximos años, hasta la siguiente renovación. ¿La importancia? Obvia: este Tribunal es el arma que el gobierno viene utilizando en su contencioso con el independentismo catalán. La primera y, de momento, única arma a que ha recurrido si se exceptúa alguna presunta operación de guerra sucia. Parece que los dos partidos dinásticos se repartirán los cuatro magistrados por mitades porque ambos comparten el criterio de utilizar el Tribunal Constitucional para afrontar un problema político que son incapaces de resolver.

Este es el sentido de la "oposición constructiva" del PSOE. Oposición en "lo social" y pequeña coalición en los asuntos "graves". La misma junta lo había dicho hace unas fechas: que estaba más cerca del PP en asuntos "cruciales" y más de Podemos en "lo social". Dicho queda y por ellos mismos.

La agitación interna del PSOE, lejos de amainar, se encrespa. Adquieren relieve figuras nuevas, como Zaida Cantera que está demostrando nervio, firmeza, compromiso personal en una tarea colectiva de recuperación; Odón Elorza viene a la Villa a pedir a Sánchez que dé el paso al frente y proclame su candidatura. Eso, probablemente, de darse, encenderá aun más a la militancia. Y someterá a los de la junta gestora a una presión insoportable para convocar las primarias. La junta, en realidad, tiene agotado su mandato con este brillante resultado: está en pequeña coalición con el PP del que, por eso mismo, es rehén y, en su partido, no le queda otra que convocar unas primarias que equivalen a su certificado de defunción con pena, pero sin gloria.

divendres, 23 de desembre del 2016

El congreso perpetuo

Prohibir, acallar, censurar, cuando no se tiene fuerza material, suele ser un mal negocio. Los díscolos del "no" andan por ahí aglutinando un movimiento grass roots o de base, nuevo en el PSOE desde la transición. Ni las multas de 600 € los frenan. La junta gestora posterga la convocatoria del congreso para dar tiempo a que Susana Díaz recorte imagen de candidata verosímil. Es decir, no quiere congreso y ha conseguido vivir en uno oficioso, permanente, y que, además se celebra en abierto, en los medios y con todo el mundo opinando. Un congreso perpetuo abierto al público. Seguro que eso es lo último que quieren.

Si no prohibieran y no estuvieran todo el día manipulando en maniobras de pasillo, las cosas podrían ser distintas, el menos en términos de imagen. Hasta ahora, Susana Díaz cuenta con el apoyo expreso de Rodríguez Zapatero. Pero nada más. Nadie más se ha sumado tan claramente. Los partidarios de Díaz, muchos y poderosos, no echan cuerpo fuera como sí lo hacen, en cambio, los partidarios de congreso/primarias y los de Sánchez, que no son los mismos, pero se llevan bien..

La guerra sucia contra Sánchez es patente. La gestora le pide que aclare si aspira a la SG, cosa que no pregunta a Díaz. En las circunstancias actuales solo hay un modo de impedir una candidatura triunfante de Sánchez y es recurrir a algo tan ruin como el golpe de mano por el que fue defenestrado. Eso sí podría ser el fin del PSOE.

dijous, 22 de desembre del 2016

La flaca memoria

El PSOE festejó en días pasados el décimo aniversario de la Ley de Dependencia. Verdad es que con otras finalidades menos ceremoniales, pero lo hizo. También proclamó en sede parlamentaria su paternidad de la llamada Ley de la Memoria Histórica, pero acto seguido, se negó a recibir a dos víctimas del franquismo y a excluir de la amnistía en la Ley de Amnistía a los torturadores franquistas.

El PSOE tendría que estar repleto de mastines dispuestos a aplicar a rajatabla la Ley de la Memoria Histórica. No es así. Se limitan a preguntar por su aplicación sin mucha insistencia. Al fin y al cabo, esa Ley de Memoria Histórica socialista, con todo y ser lo único que se ha hecho en España en pro de las víctimas del franquismo, no era más que una confesión de mala conciencia: los socialistas estuvieron en el poder ininterrumpidamente durante más 14 años, 12 de ellos con mayoría absoluta y no movieron un dedo para hacer justicia a las víctimas del franquismo.

En realidad, todos los partidos del Parlamento tendrían que estar aplicando la Ley de la Memoria. La derecha, también. Es la forma de conseguir crear un terreno común de entendimiento  que no puede basarse en un pasado con el que el país (los dos países que son España, las Españas) aún no se ha reconciliado. Ese pasado que reaparece siempre que los dirigentes de la derecha dicen que hay que mirar al futuro.

Un país en el que sigue habiendo unas 100.000 personas asesinadas en fosas anónimas no puede construir nada. El suelo se mueve bajo sus pies.

diumenge, 18 de desembre del 2016

Entrevista a Palinuro en Vozpópuli

El joven periodista David Martínez se presentó puntual en mi despacho, como habíamos acordado. Lo hizo en compañía del  fotógrafo Antonio Liñán, de quien son las estupendas fotos que adornan la entrevista. Apenas instalados y empezado a hablar se estableció una corriente de simpatía creo que mutua que convirtió la conversación en un tiempo muy agradable.

Es curioso, suelo congeniar con los periodistas que envían los medios más conservadores (incluso reaccionarios), que son los únicos que me entrevistan. Los de izquierda no quieren saber nada de Palinuro. No me extraña. Los motivos son tan fáciles de adivinar que no merece la pena entretenerse ellos.

Transcribo la entrevista íntegra.

"Aburrirse es besar a la muerte". Lo escribió Ramón Gómez de la Serna en una de sus célebres greguerías y parece tenerlo siempre presente otro Ramón, Cotarelo (Madrid, 1943), politólogo y referente intelectual de la izquierda española durante décadas. Su extensísima producción académica y literaria sumará un nuevo capítulo en enero, con la publicación de una obra sobre el ciberactivismo -“donde se hace la política hoy en día”- a la que se ha entregado los últimos meses.

Gran estudioso de la Transición, primer crítico y último defensor del felipismo, espectador de excepción en el nacimiento de Podemos… Cotarelo acumula una trayectoria variopinta, con algunas contradicciones, muchos desencuentros personales y un denominador común: la claridad expositiva. “La crítica es un arma fundamental del filósofo”, aduce a modo de justificación de esos dardos dialécticos que a diario pueden leerse en su blog o en sus perfiles de las redes sociales, esos que cultiva con afán casi adolescente. Conversando en persona es menos ácido, aunque igual de polemista y socarrón. El “comunismo anquilosado” y la “derecha autoritaria” son sus dianas predilectas, pero no las únicas.

Tiene también para el grupo fundador de Podemos, con quien compartió proyecto y horas de tertulia en La Tuerka y con quien ahora es muy crítico. A Monedero le dirigió la tesis doctoral, a Iglesias y Errejón les vio formarse los corpus ideológicos que ahora los enfrentan... Todos se unieron para construir una izquierda alternativa capaz de ocupar, o eso creyó leer Cotarelo, el espacio que hay entre la “socialdemocracia desnortada” y la bandera roja desfasada. Decimos “eso creyó leer” porque con el tiempo ve cómo aquel movimiento asambleario deviene en la enésima máscara del mismo comunismo que “lleva cien años perdiendo elecciones por todo el mundo”. O se alejan de esa línea, asegura, o jamás serán decisivos.

El profesor se explica desde su despacho de la UNED, en cuyas paredes destaca una lámina del cuadro con que Gutiérrez Solana inmortalizó una tertulia muy distinta a la de La Tuerka, la del Café Pombo, con Gómez de la Serna en posición preeminente. “Soy un gran admirador de él”, asegura antes de citar algunas greguerías y empezar a responder a Vozpópuli con numerosas referencias a autores y episodios políticos de otras épocas, tejiendo una sugerente colección de analogías. Ya lo escribió don Ramón: "Futuro, plagio del pasado".

Acaba un año ciertamente inédito en la política española: el de la parálisis institucional, la irrupción del multipartidismo, la abstención del PSOE para permitir gobernar al PP…

Tú mismo lo has dicho, es una situación inédita, insólita, pero al mismo tiempo tiene algo de reedición en lo que se refiere al PSOE. La historia del PSOE está llena de estos encontronazos, de hecho el Partido Socialista contemporáneo nació de uno ellos. Felipe González hizo con Llopis lo mismo que ahora se ha hecho con Pedro Sánchez: defenestrarlo. Y eso es una constante en el PSOE: Largo Caballero no podía ni verse con Indalecio Prieto, ni ninguno de los dos con Negrín… Lo que sucede es que eso hoy se cruza con la aparente demolición del bipartidismo, con la emergencia de una fuerza potente por la izquierda. La inestabilidad podría tener consecuencias más graves que en otras ocasiones, pero no es tan fácil tumbar un sistema de partidos. Por lo general son sólidos. Miremos a Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, incluso Francia, donde a veces hay movimientos por la derecha… Siempre hay un polo de la derecha y de la izquierda que a lo sumo alguna su vez se subdividen en dos bloques. Los sistemas de partidos son resistentes, más de lo que estamos acostumbrados a pensar. Fuera de eso, al PSOE le pasa lo de siempre, que tiene dos almas: una más izquierdista y una más moderada. Llevábamos un tiempo de afirmación del alma más conservadora, la etapa Rubalcaba fue paradigmática en eso. Rubalcaba no hizo oposición a la mayoría absoluta del PP. Y es que entre él y Rajoy hay menos distancia que entre él y sus propios militantes. Luego se intentó un viraje y acabó en lo que todos sabemos.

¿La teoría de las dos almas sirve para explicar lo vivido con Sánchez? Eso situaría a él en el polo izquierdista y a Madina, por ejemplo, en el moderado. ¿No tuvo más que ver con una gestión rechazada por casi todo el que es o fue alguien importante en el PSOE, consideraciones ideológicas al margen?

Esa es una imagen que se maneja mucho, que forma parte de la doctrina de la gestora. A Sánchez lo pusieron ahí porque pensaban que no valía un pimiento y lo podrían manejar, sí, pero el transcurso de los acontecimientos fue girando posiciones. Sánchez empezó siendo un hombre del aparato, del orden constituido, pero terminó como el suplantador del general Della Rovere: creyéndose el personaje y llegando hasta el final. Es lo que le pasó, como a Marx: venía de un sitio, se encontró de repente en otro y asumió el papel.

¿Puede resurgir?

Vamos a ver si es capaz, está ante una peripecia casi de cuestión personal, que a veces la gente olvida que eso impregna los partidos. Los partidos son lugares donde se hace carrera política. Mira la señora de Andalucía, que está impulsada por un doble interés: el de la vieja guardia por conseguir un segundo PP, una segunda pata del bipartidismo tradicional, y el de esta señora por acceder a la secretaría general por la vía rápida. Una confluencia de intereses personales, como lo que mueve a Sánchez.

Aunque se presentara a las primarias, ¿no cree que las bases votarán muy condicionadas por los aparatos de cada territorio, haciendo imposible la victoria de Sánchez?

Esa es la esperanza de los susanistas: que los cuadros intermedios metan en cintura a las díscolas bases. Pero las díscolas bases han descubierto algo que los de Podemos han puesto de moda. Porque todo esto viene de Podemos, si ellos no estuvieran con los círculos, las asambleas y la política participativa, las bases del PSOE estarían calladas. Pero han descubierto su poder. La esperanza de los susanistas es que los que tienen el látigo metan en cintura a los muchachos que ahora revolotean. Un látigo que descansa sobre intereses, como siempre. ¿Qué puede resultar? No se sabe. En la guerra sabes cómo entras, pero nunca cómo saldrás.

Hay quien ha hablado de riesgo de escisión.

Puede ocurrir. Ya ocurrió, de hecho, en el pasado. Este PSOE es una escisión. Cuando defenestraron a Llopis, los dos sectores fueron corriendo a registrar la marca, llegaron primero los de Felipe y al otro le obligaron a poner una infamante hache en las siglas, PSOE (H). Lo que pasa es que uno quedó laminado y ya no se acuerda nadie. Puede haber escisión ahora, y puede ser que el PSOE de Andalucía evolucione hasta convertirse en un partido estrictamente autonómico, al margen de todo lo demás.

Susana Díaz tiene el apoyo de la gran mayoría de líderes regionales…

Sí, y de las viejas glorias, de los bonzos, de los medios de comunicación, de la derecha, del PP y probablemente también de la Iglesia católica, porque es una señora que suele ir a las procesiones con un cirio en la mano. Pero, ¿eso quiere decir mucho? Vamos a verlo.

¿No debería Sánchez apoyar otra candidatura si de verdad quiere cerrarle el paso a Díaz? El parece amortizado…

Tiene mucho tirón, y es importante. Pero no lo sé. A mí me da la impresión de que el hombre es más bien flojo, y que no tiene las cosas muy claras. Empezó con un españolismo militante superior al de Rubalcaba, envolviéndose en una bandera más grande que la de Aznar y con el lema “Más España”, que a mí me recordaba al “más madera” de los Hermanos Marx. Luego giró, hasta apostó por un entendimiento con los réprobos catalanes que estaban allí deseando comerse a los niños crudos… Yo creo que el hombre mucho fondo no tiene. Tiene mucho encanto, tirón, y es la víctima propiciatoria. Es el Isaac al que su padre cruel iba a sacrificar y eso despierta mucha simpatía. Tiene ese relato.

Si al final Susana Díaz llega a la secretaría general, ¿qué futuro cree que le espera al PSOE?

No tengo ni idea. Susana Díaz es un misterio. No sabemos nada de ella. ¿Cuál es su ideología? Tiene un españolismo andaluz tradicional, un discurso muy anticatalán que le puede dar votos en una parte de España y hacérselos perder en otra. Sus relaciones con el PSC no pueden ser peores, y las aportaciones del socialismo catalán a las mayorías parlamentarias del PSOE han sido fundamentales… Es impensable, por ejemplo, una alianza de los socialistas con Podemos si manda Susana Díaz, que mantiene una pelea personal con Teresa Rodríguez… Lo cierto es que no sabemos nada de ella, porque no tiene obra escrita ni obra hablada, ni tiene nada más que 20 años de servicios al partido, pasando por puestos burocráticos donde se ha hecho una política profesional.

El nacimiento de Podemos

Decía antes que Podemos ha condicionado al PSOE. También al país, alterando el sistema de partidos y condicionando la agenda política y mediática. Usted vivió en primera fila el surgimiento del proyecto, que lanzaron antiguos alumnos suyos, y ahora se muestra crítico con él…

Yo no es colaborara con ellos, es que La Tuerka salió con una importante aportación mía. Eso es verdad. Yo no sabía que estaban montando un partido político, no tenía ni idea. Creía que eran chicos de izquierdas que estaban articulando una acción crítica frente a la izquierda establecida, el PSOE e Izquierda Unida. Y probablemente ellos tampoco sabían que acabarían en esto. Mi relación ha sido buena, aunque ellos están ahora un poco rebotados… Tienen que admitir que la crítica es un arma filosófica fundamental. Las relaciones las mantengo con algunos, como los anticapitalistas, también con los de Errejón. Los de Pablo son un poco más duros, más bolcheviques, pero ya reflexionarán. De hecho, hemos gastado muchas bromas sobre esto y yo les he dicho que Podemos está reproduciendo el segundo congreso del Partido Obrero Socialdemócrata ruso, con la división entre blocheviques y mencheviques.

¿Le pareció buena idea el paso que dieron en 2013-2014?

Su proyecto me pareció bien. Siempre he sostenido que había hueco en la izquierda al margen del comunismo anquilosado que no tiene nada que ofrecer. No tiene nada que ofrecer hasta el punto de que no se atreve a presentarse a las elecciones con su propio nombre. ¿Cuánto hace que el PCE no se presenta a unas elecciones con sus siglas? Se ocultan detrás de otras organizaciones, monta camuflajes, como la matrioska que está montando ahora Podemos. No tiene discurso. Esto se lo he dicho yo a Pablo: “O te separas del comunismo o no tenéis nada que hacer”. Es imposible que gobiernen así. Es que los comunistas no ganan elecciones en ningún país del mundo. En los últimos cien años, ¿en qué país con elecciones libres han ganado? Y las hay cada cuatro años en 200 países, eh. No ganan nunca.

El PCE e IU parecen que van camino de fusionarse o disolverse dentro de Podemos. ¿Otra operación de camuflaje?

Eso forma parte de la doctrina leninista y la gente no es tonta. El partido revolucionario como instrumento pata la lucha, partido vanguardia, pero él solo no puede conseguir los objetivos. Entonces hay que crear una organización de masas, pero controlada férreamente por el partido. Ese discurso no tiene ningún sentido.

Decía que veía hueco en la izquierda al margen del comunismo. Y también al margen de la socialdemocracia, del PSOE.

De una socialdemocracia aburguesada, desnortada, que mantuvo una posibilidad de transformación muy interesante en los años de oro del Estado del Bienestar, tras la Segunda Guerra Mundial. Tuvo una hegemonía tremenda, funcionó, pero no ha sabido reaccionar frente al ataque neoliberal y la globalización. Entre esos dos espacios, el del comunismo anquilosado y el de la socialdemocracia que no sabe dónde está, hay un campo grande. Un campo que tienes que definir, porque las cosas no te las dan hechas. La gente no viene y dice “oye, hay esta necesidad, fabrica este producto”. Hay que ofrecérselo, incluso convencer a la gente de que esa necesidad existe, elaborar esa doctrina, una tercera vía siempre añorada en la izquierda, que trata de revertir la escisión de principios del siglo XX. Pero hay que ser capaz de hacerlo. ¿Puede ofrecer Podemos un proyecto de izquierdas creíble acorde al mundo contemporáneo o tiene que ir a buscar los ejemplos a Bolivia y Argentina? Ese es el problema. No tienen la capacidad y van al populismo sudamericano o al 15M o a echarse en brazos de los comunistas, que es lo que están haciendo al final.

Respecto a eso mantienen una fuerte discusión interna. Conociendo a los, ¿cree que es una lucha ideológica o de poder?

Por supuesto que hay diferencias ideológicas, y personales también. Las dos cosas. Están unidas.

Cuando le preguntan a Iglesias, dice que antes de entrar en política Errejón era el radical y él, el moderado.

Sí, como puedo yo decir que los gatos tienen siete colas. Más radical que Pablo es prácticamente imposible. No en el sentido de extremismo en las posiciones, sino en el sentido de dogmático. Es mucho más inflexible que el otro. No puede olvidarse tampoco que vienen de familias muy distintas que les han dejado una huella muy distinta.

El año pasado, en una entrevista en La Tuerka, Iglesias le pidió a Monedero que definiera brevemente a una serie de personajes. Entre ellos, usted, Ramón Cotarelo, quien le dirigió la tesis doctoral. La respuesta de Juan Carlos fue: “Una gran inteligencia traicionada por un partido equivocado, una Transición acomplejada y la mediocridad real y profunda de su generación”. ¿Qué le parece?

Una definición demoledora (risas). Me quedo con lo de la gran inteligencia… Tiene el valor que tiene. Lo del partido equivocado, pues yo no tengo partido…

Bueno, lo dice por el PSOE…

Claro, yo en un momento determinado, en aquellos años 90, fui el único de la izquierda que defendió a Felipe González. Sí, sí, efectivamente, le defendí de lo que creía que era una conspiración para sacarlo del poder por la vía de la conjura. Pero yo venía de un enfrentamiento durísimo con el PSOE, pedí la dimisión de Alfonso Guerra en un artículo cuando no la pedía nadie, pedí en 1988 que se investigaran los GAL cayera quien cayera… Todo eso ha desaparecido y resulta que estoy al servicio de Felipe González. Persona a la que detesto. Pues bien, lo único que demuestra quien dice eso es que no tiene las ideas muy claras, pero estoy acostumbrado... ¿Partido equivocado el PSOE? Lo será, pero no es el mío. Ahora, más equivocado es el Partido Comunista al que está Monedero mucho más cercano, aunque no haya sido nunca comunista, a diferencia de Pablo. Ha sido más lo que los anticomunistas de antaño llamaban de modo acertado “el compañero de viaje”, o “el tonto útil”, como prefieras. Estos intelectuales a los que los comunistas halagan, les cultivan el ego y eso les encanta, porque fuera de ahí nadie les hace ni caso.

¿Todos los partidos están equivocados?

Todos, porque si no no serían partidos. No estarían “partidos”, que de ahí viene el término: son partes de una totalidad, donde lo único cierto es el conjunto. Como decía Hegel: “La verdad es la totalidad”. Al decir que hay un partido equivocado, ¿qué quiere decir Monedero? ¿Qué hay uno que no está equivocado? Claro, el suyo, ¿no?

La Transición

Sobre la Transición tiene usted mucho escrito. Y en cualquier caso se aprecia una evolución entre lo que decía en los 80 y lo que dice ahora. ¿Porque su ideología es otra o porque ahora pueden darse batallas que hace 40 años no?

Las dos cosas. El tiempo pasa y te cambia, quieras o no. Y si no cambias, tienes un problema.

Pero la evolución antropológica suele ser la contraria: de posturas más rupturistas a otras más conservadoras. En su caso ha sido al revés…

Sí, en asuntos concretos cambio de opinión según voy adquiriendo más información y voy viendo con más perspectiva las cosas, como todo el mundo. Y si no, es que no te funciona el caletre. El tema de la Transición es que se repite con el bueno de Juan Carlos desde hace 30 años y ya me aburre. Yo no la hice, yo era espectador, como ahora, no soy responsable de nada. Y los trabajos que tengo sobre ella son de dos tipos: unos académicos donde se guardan las composturas; otros más polemistas, de opinión. Y aquí me limito a constatar un hecho: la Transición ha salido bien, ha sido un éxito en el sentido de que no se ha producido el temor que había de despertar viejos demonios de enfrentamientos civiles, de violencia. Pero no recuerdo haber dicho jamás que fuera un proceso modélico. Sí que salió bien la fórmula elaborada por los franquistas reformistas y los izquierdistas moderados, con amplísimo apoyo social. Con el tiempo, lo que veo distinto es que sí, salió relativamente bien, pero no impidió la vuelta a una tradición autoritaria de la derecha que es lo que se ha manifestado con este Gobierno. La derecha tiene incluido un factor de rigidez, de autoritarismo, que no vale para los nuevos tiempos.

Usted es partidario del Estado plurinacional.

Ese artículo 2 se va a cargar la Constitución. Lo de las regiones y las nacionalidades. Ya se dijo en los debates de entonces, con López Rodó, por ejemplo, que es mentira. Se puso eso para no llamar nación a Cataluña y el País Vasco. Siempre que la gente está dispuesta a no entenderse reduce el debate a lo nominal.

El problema es que “nación” en la doctrina soberanista va aparejada a ruptura de la soberanía, a reivindicar la autodeterminación.

Claro, y yo lo defiendo. Eso de distinguir entre nación cultural y política es una vieja historia de los alemanes, que siempre han tenido mucho problema con eso mismo, aunque demostrando mucha más inteligencia que nosotros para resolverlo. Es inane, no tiene operatividad. ¿Qué significa que reconoces a una colectividad como nación sin reconocer derechos? ¿Lo haces en términos folclóricos? Si reconoces la condición de nación la reconoces como titular de unos derechos, el primero de los cuales es aspirar a tener su propia organización política. Un Estado, claro que sí, es un derecho que tienen. Negárselo no lleva a ningún sitio y de hecho no van a poder negárselo. El referéndum en Cataluña es inevitable, como sabemos todos, salvo que envíen al Ejército.

En 2014 ya se hizo una consulta como la que planean organizar ahora. De nuevo vuelven al mismo punto.

El 9N se hizo en contra de la voluntad del Gobierno…

Y de la inmensa mayoría del Parlamento.

Sí, se hizo, y eso quiere decir que el Estado no pudo reñirle la soberanía a un trozo de su territorio que la quiso ejercer.

O no quiso provocar un problema mayor, optó por permitirla como mal menor para evitar imágenes de agentes retirando urnas y alimentar el victimismo de los independentistas.

No pudieron evitarlo. El Estado español ya no puede hacer lo que estaba acostumbrado a hacer, empezando por chanzas como aquella de Peces Barba recordando lo de que cada 50 años hay que bombardear Barcelona. La consulta no se les permitió en absoluto, pusieron todos los palos que pudieron en las ruedas y aun así se hizo. No enviaron al Ejército porque no se puede.

El tema es que no hay cobertura legal para un referéndum de independencia, o así lo entiende una inmensa mayoría del Parlamento. Aun así, la Generalitat está dispuesta a caminar hacia una independencia que no solo no tiene cobertura legal, tampoco apoyo internacional, ni siquiera cuenta la apoya una mayoría de la sociedad catalana…

Es que eso viene después. Ahora la bronca es el referéndum, si se celebra o no el referéndum. El resultado es otra cuestión. Cobertura legal nunca hay. Tampoco la hubo en Canadá, cuando el referéndum de Quebec, pero se dijo que aunque no lo amparara la Constitución había que dar alguna respuesta a los millones de personas que lo pedían, lo dijo el Tribunal Supremo con mucha sensatez. Lo mismo que aquí decía Rubio Llorente. Es todo voluntad política.

dissabte, 17 de desembre del 2016

Un lugar en la cumbre

La otra mujer indiscutible protagonista de la jornada fue Susana Díaz. Su empeño no tiene nada que ver con el de Forcadell; ni su posición institucional; ni su circunstancia personal. Díaz no representa nada. Se representa a sí misma. Y no como adalid de una posición programática concreta (pues sus consideraciones públicas hasta la fecha son vaguedades de arengas electorales) sino como opción personal para la provisión del puesto de secretario general de su partido. El procedimiento empleado es de campaña de imagen de profesionales: está tanteando el terreno, viendo con qué apoyos cuenta en las bases antes de anunciar su candidatura que todo el aparato, los varones y los "ex", o sea, el establishment, da por cierta. Y cierta debe de ser. Pero no está oficialmente proclamada, a diferencia del bueno de Sánchez que va por ahí proclamando su deseo de ser SG.

La dama tiene aun un periodo de recomposición de imagen después de la muy desafortunada que proyectó como defenestradora de Sánchez. Aquella imagen de los 17 conjurados, la defenestración, la constitución de una gestora títere que lleva dos meses haciendo titiritadas y la presencia mediática de Díaz actuando como regenta de hecho, provocó la rebelión de las bases del PSOE. Reconducir la situación, controlar a la militancia con las argucias de los aparatos y recomponer la imagen de Díaz lleva su tiempo. La batalla ahora en el PSOE es el tiempo: si las agrupaciones críticas consiguen acelerar las primarias o la junta gestora las posterga.

Se oye a veces que la animadversión y el rechazo a Díaz se debe a su condición de mujer. Y algo de eso hay. Un machismo de fondo que se detecta en las expresiones. Algo detestable, pero que no invalida la crítica no basada en el género sino en el juicio que merecen sus actos. Y es muy negativo. Si realmente a Díaz le interesara más el destino de su partido que su medro personal en él, se pondría al frente de la manifestación en pro de las primarias cuanto antes. Cuanto antes un proceso formal en el que Díaz confronte su programa con el de los hipotéticos contrincantes. Luego, al votar, serán los militantes quienes decidan cuál será el programa y la orientación del PSOE.

Mención aparte merece la aparición de Rodríguez Zapatero a componer la imagen que se ve en la ilustración.  Y tan aparte. El simbolismo es llamativo. El último líder con mando unge ("bendice", según el titular) a la siguiente. Puro marketing electoral.

divendres, 16 de desembre del 2016

La ungida

La rebelión en el PSOE no ceja. Las agrupaciones se reúnen, debaten, firman declaraciones, manifiestos, exigen convocatoria de primarias y de Congreso extraordinario para poner fin a esta situación de interinidad y provisionalidad. En ella, además, están produciéndose disparates y atropellos en el orden interno que el PSOE no podrá subsanar después así como así. La justa golpista toma medidas que no le competen, persigue y castiga a quienes no obedecen bovinamente sus consignas, designan elencos de intelectuales orgánicos, fieles a su orientación conservadora y derechista a fin de fabricar una camisa de fuerza ideológica al partido. El aparato está incondicionalmente al servicio de los golpistas, cuyas decisiones celebra en tono ditirámbico, mientras acalla, censura o tergiversa las de los ámbitos llamados "críticos".

La defenestración de Sánchez, el 1º de octubre fue el comienzo de un nuevo tamayazo porque se trató de impedir de modo abrupto que se produjera una decisión de alianza del PSOE con la izquierda, de la que no había ninguna prueba empírica. Es decir, fue una maniobra preventiva ese típico recurso de todos los poderes tiránicos para garantizar su prosperidad. En este caso, se esgrimía la sospecha de Sánchez iba a pactar con Podemos y los indepes. Al margen de si una sospecha puede justificar algo o se trata simplemente de eso, de un golpe de mano de unos individuos contrarios a la opinión mayoritaria del partido y su dirección, hay algo más. En efecto, una operación de sustitución del SG, Sánchez, por la presidenta de Andalucía, Susana Díaz.

El golpe de mano no solo trataba de desviar el curso político del partido sino poner en marcha una conspiración palaciega para hacer secretaria general a Díaz. Cualquiera que siga su trayectoria puede ver que la carrera de la señora es la de una funcionaria del PSOE, una política profesional pues, desde 1997 (fecha en que, con 23 años, accede a su primer cargo, como secretaria de organización de las Juventudes Socialistas andaluzas) hasta hoy, ha ido de oca en oca, siguiendo el cursus honorum del burócrata socialista, hasta llegar (de momento) a la secretaría general del PSOE-A y presidenta de la Junta de Andalucía. A la SG llegó por aclamación pues se presentó única candidata a las primarias; a la presidencia, como consecuencia de ser SG.

Una carrera de veinte años enteramente dentro del PSOE. Es de suponer que toda la falta de experiencia que tiene de la vida civil, laboral y social en general, la compense con experiencia orgánica, del funcionamiento interno, del control de los órganos, las mayorías, los equilibrios de intereses y familias. El éxito fulminante que obtuvo con el golpe de mano del 1º de octubre y el nombramiento de una gestora de títeres, demuestra que Díaz domina a la perfección el aparato del partido, que la reconoce como la ungida, la que viene de atrás, señalada por los dioses del socialismo, según su compañero Lambán, o sea, la señalada, predestinada, la que tiene la unción y el crisma.

De ahí que, alarmadas las elites caciquiles, los barones y viejas guardias con la agitación que se extiende por las bases gracias a las redes sociales, anden pensando en organizar algún tipo de simulacro de  primarias que permita elegir a la ungida sin que tenga que competir en dura lid electoral. Porque, en efecto, la rebelión democrática de la militancia parece ya imparable. En Sevilla hay un órgano central de coordinación de todas las iniciativas en pro de primarias y congreso y en Madrid se presentó hace unos días un manifiesto en ese sentido. 

Va  a ser muy difícil que se pueda acallar esta protesta general o desactivar la tendencia a exigir la convocatoria de primarias. La obstinación de la Junta en mantener su actitud dilatoria para dar tiempo a la ungida a componerse una imagen electoralmente presentable puede ser contraproducente. Ya está siéndolo. Sube la indignación en las redes y actos como las impecraciones del otro día en el cementerio civil ante la tumba de Pablo Iglesias probablente irán a más.

Hasta que finalmente, el avance de la democracia en el PSOE acabe por descrismar a la detentadora del crisma.

dimecres, 14 de desembre del 2016

Tartufismo

El culebrón del PSOE es un gran espectáculo. Va alternando todos los géneros dramáticos, desde los más graves a los más livianos. Empezó en tonos trágicos, con lady Macbeth Díaz llevándose bajo el brazo la cabeza del Rey Duncan Sánchez. Siguió luego un vodevil o juego de los equívocos en el que los personajes cambiaban de bando y de discurso y se acusaban de mil pecados. Volvió un tono trágico, cuando el tirano toma medidas contra los vencidos defensores de la plaza y multa a estos, expulsa a aquellos y sustituye a aquellos otros. Emergió después el drama romántico en la memoria de un Guillermo Tell que defiende las libertades y derechos de su pueblo. Y ahora aparece la comedia bajo la forma de esta explicación que da la dirección gestora y provisional de sus intenciones a futuro. Estas consisten en posponer la fecha en que se ha de posponer la fecha en que se ha de posponer la fecha de la celebración del famoso congreso y las correspondientes primarias.

Los argumentos del portavoz de la gestora harían feliz a Tartufo. Empieza el hombre por garantizar que habrá primarias, dando así por supuesto que alguien las puso en cuestión. Se justifica la postergación de la convocatoria del congreso con la necesidad de abrir un proceso de reflexión, un debate político, y presentar luego al cónclave algún tipo de documento programático. Ni sus poderes dan para eso ni, en la situación actual, se lo puede permitir. La intención oculta de dar boleto al PSC antes de la convocatoria del congreso es torpe e inicua. En lugar de dejar que sea aquel quien decida en un asunto tan importante para el PSOE, intentan enfrentarle con un hecho consumado. Esto de presentar a los demás hechos consumados es una práctica detestable. Al margen de otras consideraciones sobre la gestión de la junta gestora, la práctica la califica por su malicia.

Como la rebelión de la militancia. Los gestores del PSOE respetan el derecho de los militantes a reunirse, faltaría más, pero hacen tanto caso de las exigencias de esas reuniones como de la lluvia. Las reuniones, dicen, son el espíritu mismo del PSOE. Pero nosotros estamos a lo que estamos, es decir, a hacer esta brillante oposición y se ruega a los mirones que no entorpezcan, que miren el interés general y no el personal. Es un puntapié en la espinilla de Sánchez. Curiosamente no de Susana Díaz que lleva dos meses de precampaña electoral de Sevilla a Jaén, pasando por Madrid y Bruselas.

Criticar a los demás aquello que uno mismo hace es el corazón de la hipocresía. Si la hipocresía tiene corazón.

dimarts, 13 de desembre del 2016

La chispa y la pradera

Ya se ha sumado Madrid a la rebelión de la militancia del PSOE contra las arbitrariedades y los desmanes del Junta gestora la primera de las cuales es su propia existencia. Y la segunda, y más insoportable, su tendencia a marear la perdiz, dilatando la convocatoria del congreso y amagando con suprimir las primarias. Mientras su líder formal, Javier Fernández, dice sinsorgadas por los medios y su líder real, Susana Díaz, las hace.

De los tres movimientos que se manifiestan en el PSOE, el de los "susanistas", los "sanchistas" y los "congresistas" (esto es, partidarias de una convocatoria urgente de congreso y primarias sin referirse a candidatura alguna) lo más probable, entiendo, es que triunfe la tercera. Pero esa está plagada de "sanchistas", de forma que, en realidad, hay tres campos pero dos de ellos ("congresistas" y "sanchistas") está unidos en la lucha contra un enemigo común, los "susanistas". Es saber convencional sacado de innumerables experiencias que los seres humanos suelen ponerse de acuerdo sin reservas para ir contra otro. Para ir a favor, la cosa viene siendo más complicada. 

Sin duda, los elementos que tramaron y ejecutaron el golpe de los "chusqueros", sorprendidos y desconcertados por una reacción de rechazo masiva que no esperaban, están tomando sus medidas. Creyéndose en posesión del poder orgánico del partido, con el apoyo de los barones/caciques y el aliento sepulcral de las viejas glorias, han echado mano de una amplia panoplia que va desde las medidas sancionadoras máximas (600 machacantes de multa) a los diputados del "no", hasta las simples mentiras difundidas por las cuentas oficiales del PSOE en las redes, sosteniendo que en el encuentro con Sánchez en El Entrego (Asturias) hubo solo 300 asistentes, cuando todos los medios daban una cantidad entre 1.500 y 2.000. Sin excluir las intoxicaciones, arbitrariedades, desplantes como los que suele escenificar José Blanco, "susanista" converso, o simples amenazas. Baterías de medidas erróneas, mal intencionadas y fracasadas de antemano. Cuanto más reprima esta seudoautoridad provisional las manifestaciones contrarias de los otros sectores, mayor será su desprestigio. Hasta conseguir que, cuando haya primarias, la supriman de un plumazo.

Todo empezó con la chispa de la defenestración de Sánchez, que encendió la pradera de la indignación de la militancia. La idea de los juntistas de la gestora y su líder, Díaz, de que es fuerza dejar pasar el tiempo en la esperanza de que los agravios se olviden, los intereses se reafirmen y se recupere el ascendiente del aparato en todas sus manifestaciones sobre la militancia, retrata a quienes la han concebido y tratan de ponerla en práctica. La idea de que la movilización de las bases forzará la convocatoria del Congreso extraordinario y las primarias para la elección democrática del SG, que sostienen las plataformas, destacados militantes y algunos impertinentes opinadores externos, como Palinuro, también retrata a quienes las abrigamos y quisiéramos ver en práctica. Por lo demás, muy razonble, pues consiste en devolver el partido a sus verdaderos dueños, los militantes y los votantes. 

dilluns, 12 de desembre del 2016

La izquierda está por hacerse


Los editoriales de El País toman siempre partido por una línea política que cabe situar en algún nebuloso lugar entre el neoliberalismo y la socialdemocracia más reaccionaria, estilo Felipe González o Rubalcaba, ambos muy influyentes en el periódico. A veces lo hacen en un estilo tronitoso, en el espíritu de Cebrián, acostumbrado a que todos los auditorios se le prosternen, a veces con veneno disimulado, estilo Rubalcaba o a veces acumulando vulgaridades ramplonas como en esta ocasión. Pero siempre van en contra de la izquierda y, por supuesto de la unidad de esta, fenómeno que el diario considera el peor de todos los males. Probablemente lo único que ponga más de los nervios a estos ideólogos del periódico de PRISA es la idea de la independencia de Cataluña y la República Catalana. Ahí ya, directamente, los plumíferos muerden.

En esta ocasión, de lo que se trata es de meter la hoja del cuchillo en la herida del enfrentamiento entre Errejón e Iglesias, que ambos ocultan con un celo e insistencia que pregonan lo contrario. Como siempre en los partidos. Por cierto, empìeza a ser aburrido el recuento de los factores que prueban hasta qué punto este de Podemos es idéntico a los que pretendía desmantelar: misma mentira sistemática, ocultación, fabulación de realidades internas, propaganda, arbitrariedad en las decisiones, oportunismo y absoluta carencia de principios. E iban a comerse el mundo con promesas salvíficas y milenaristas que han quedado ridículas ante la gris realidad de pasarse los próximos cuatro años calentando el asiento y enfrascados en peleas de hemiciclo que solo interesan a los que opinamos en público.

Pero ese dato es irrelevante. La finalidad del editorial de El País, como dicho más arriba, es ahondar en la fractura de Podemos y apoyar a Errejón a pesar de que hable catalán. Apoyarlo ¿en qué? En la formulación de una línea más abierta, moderna y moderada de la izquierda. Frente ¿a qué o quién? Frente a una visión anquilosada, jerárquica y autoritaria del partido que tiene Iglesias que es una visión leninista. Cuando se ve el partido con los ojos de Lenin (que luego heredó Stalin), se ve del mismo modo todo lo demás: la democracia, la libertad, el debate, etc. La lucha de que habla el editorial de El País, aunque sin mucha idea, es la tradicional en la izquierda entre el socialismo democrático o socialdemocracia y el autoritario o comunismo. Es verdad que, según parece, Iglesias abandonó hace años su militancia comunista y que algunos de sus seguidores no son ni han sido nunca comunistas. Son algo peor, si cabe: compañeros de viaje o tontos útiles. Eso es lo que los lleva a considerar al iluminado Anguita un "referente intelectual".

La finalidad de El País es meridiana: cargarse a Podemos, alimentando las esperanzas de Errejón y los suyos para dejarlos luego en la estacada porque lo que no está dispuesto a admitir es una unión real de la izquierda. Si España fuera un país europeo normal, las broncas y/o desaveniencias internas que hay en los dos partidos de la izquierda podrían resolverse creando un tercero a base de sumar los militantes de izquierda de un PSOE convertido hoy en una banda de usurpadores y los democráticos de un Podemos, anclado en la inopia mental de un comunismo que está tan obsoleto como oculto. 

Pero en ambos casos es preciso que los políticos que podrían tomar la iniciativa de explorar un territorio nuevo y prometedor pierdan el miedo a romper las estúpidas ortodoxias que las burocracias partidistas tejen siempre en su propio interés.

diumenge, 11 de desembre del 2016

Sin raíz ni decoro

No puedo asegurarlo porque no tengo pruebas pero creo que debe de ser la primera vez que se interrumpe a un Secretario General del PSOE, afeándole su comportamiento, durante un alegato entre su gente. Y durante el acto de conmemoración anual del gran patriarca Pablo Iglesias por el que los militantes del PSOE sienten devoción, algo que no puede decirse de ningún otro político, socialista o no, de hace cien años. Muy crispados están los ánimos en el viejo partido para que suceda algo así. Muy crispados y con la crispación creciendo.

La gente del 1º vendimiario calculó mal el impacto de su confabulación para defenestrar a Sánchez, como si fuera Gaspar de Coligny. Acostumbrada a una política burocrática, de marrullerías, conciliábulos, mayorías, coaliciones de intereses, se olvidó de que el alma de un partido de izquierda es su militancia. Menospreció su capacidad de respuesta, una vez que hecho tan arbitrario y oscuro le había arrebatado de torticeros modos a su líder. En su lugar, una gestora de mediocridades que, dos meses después de no hacer nada salvo reprimir, acallar, callar y dar largas han conseguido algo insólito: que la increpen los suyos en un acto solemne en memoria del fundador.

La espontánea rebelión de la militancia -sistemáticamente boicoteada por el aparato del partido- se extiende, afianza y organiza, habiendo centralizado la coordinación en una plataforma de Andalucía. (Mañana mismo se constituye la de Madrid). Es curioso comprobar cómo a los militantes del PSOE no hace falta darles clases de "horizontalidad" y "asamblearismo". Se han auto-organizado sin necesitar dirigente alguno que "ilumine" su camino. Su objetivo es el congreso extraordinario inmdiato e inmediatas primarias. Nada más. Y nada menos, porque la exigencia suena a injuria y blasfemia a los caballeros de la junta gestora pues temen no les dé tiempo, para preparar el camino a la candidatura de Susana Díaz, la mujer del aparato y de la vieja guardia de socialistas casi peperos. 

La junta gestora carece de todo arraigo en el PSOE y no tiene decoro alguno. Está actuando en contra de la voluntad de su propio partido y con el solo apoyo de un puñado de barones o caciques de izquierda. Pero va ciega. No sabe qué hacer. Empieza ahora a darse cuenta de que ha encendido una rebelión que va a arrollarla. Y no las tiene ya todas consigo. La prueba es que Díaz aún no ha manifestado su deseo de postularse para la SG, cosa que lleva haciendo Sánchez desde el día siguiente a su defenestración. Ahora, la cuestión es averiguar si ella cuenta con algún respaldo fuera de los absolutamente pavorosos discursos de su cofrade Lambán. De no ser así, la suerte, en principio, podría decantarse por Sánchez. 

Pero es posible y, sin duda, deseable, que se presenten más candidatos. Por eso, aunque la carrera iniciada por Sánchez es prometedora y no cabe si no desearle éxito por su mucho tesón, la rebelión de la militancia no debe ir vinculada a su nombre. Su fuerza política y moral resid en ser una rebelión de las bases en contra de la dirección que si no es ilegal de origen lo es de ejercicio y en favor de la democracia, no en apoyo de persona alguna. La democracia de la base, que es la que cuenta. Donde reside la raíz y el decoro,  del PSOE, como decía Marañón hablando de España.