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diumenge, 9 d’octubre del 2016

La izquierda servil

Es el destino de España. Mejor dicho, el de las dos Españas. Una de ellas, la tradicionalista, nacionalcatólica, autoritaria y caciquil se impone siempre a la otra, progresista, liberal, de izquierda. Normalmente a la fuerza, pero también por sumisión de esta que comparte muchos principios con aquella y no ha sido capaz nunca de proponer una idea, un proyecto propio, autónomo, de España para contraponerlo al otro, al de Trento. Su tono habitual es ese balido resignado del presidente de la Gestojunta que se ha hecho con el poder en el PSOE. "No hay una alternativa de izquierdas" solloza este político socialista. Ni siquiera la ha buscado. Es el derrotismo y la claudicación de una izquierda servil que hunde sus raíces en la historia. Recuérdese que los serviles son coetáneos de los liberales en las Cortes de Cadiz y, después de estas, impusieron la claudicación durante todo el sigo XIX con escasas y breves y agitadas interrupciones: el trienio liberal, la ambigua Constitución de 1837, la Gloriosa y párese de contar. Del siglo XX, mejor no decir nada.

No caigamos en la tentación de atribuir la pusilanimidad de la izquiera a la idiosincrasia española. Quizá tenga que ver su carácter de clase. No es servil por ser española, sino por ser una izquierda burguesa. Lo mismo pasaba en Alemania por aquellos años. Reunidos en la iglesia de San Pablo, en Frankfurt, 1848, los revolucionarios liberales alemanes salieron en 1849 con una Constitución liberal del Imperio alemán. Muy ufanos fueron luego a pedir al Rey de Prusia que la aceptara, contando con comprarlo con el cargo de Emperador pero este los mandó de vuelta por do habían venido. También allí había liberales y serviles.

Sin embargo, tampoco puede el servilismo atribuirse a la clase burguesa sin más. El marxismo de copypaste no funciona. Burgueses eran los revolucionarios ingleses del siglo XVII y burgueses los franceses del XVIII y ambos, en lugar de someterse al monarca, le cortaron lindamente la cabeza. Burgueses eran los colonos norteamericanos que también en el XVIII se rebelaron contra el Rey Jorge III y no se sometieron, declarándose independientes. Toda comparación es odiosa.

Mientras se encuentra una explicación al servilismo de la izquierda española, podemos detectar su última y más lamentable manifestación. Entre las falacias y sofismas que el señor Fernández reparte generosamente por todos los medios, todos curiosamente a su servicio, hay una muy llamativa: "quede claro que El PSOE no se plantea en ningún caso una alianza con el PP, pero claro que hay asuntos de Estado en los que siempre estaremos con el Gobierno". ¡Asuntos de Estado! Ese es el conjuro, el abracadabra que pone al PSOE al servicio de la derecha, con la íntima satisfacción de todo servil, que va de patriota.

A la derecha tiene el lector la jaculatoria en boca de Rubalcaba en 2013. No es extraño que el ABC le dedicara la portada. Y debió de faltarle el canto de un euro para declararlo "español del año", como hiciera con Pujol. Esa declaración de Rubalcaba consagra la involución del PSOE para convertirse en un partido dinástico, aclara por qué no hubo oposición en la Xª legislatura y explica el hundimiento del PSOE a partir de entonces. Y también explica más cosas. Por ejemplo el reciente golpe de mano en el partido. Lo anunciaba Rubalcaba, incorporado al Consejo editorial de El País y lo suelta este Fernández en su afán por justificarse: tema de Estado, asunto de Estado.

¿Qué Estado? Muy sencillo y para entendernos, el que le cabía a Fraga en la cabeza, según desafortunada expresión de Felipe González. Y ¿qué Estado podía caber en la cabeza de Fraga? Este, heredero del de Franco, con su Rey, sus ideólogos, sus jueces, sus policías, sus militares, sus curas, sus falangistas, sus banqueros, sus latifundistas, sus empresarios y sus caciques. Este, el de España una, grande y libre. Una y solo una, que celebra su alegre diversidad de tierras y gentes. Pero siempre dentro de un orden, sin pasar del "sano regionalismo" (Fraga). Ante ese orden y ese Estado inclina servil la cerviz la izquierda porque ha sido incapaz de forjar otro distinto, democrático, libre, plurinacional. ¿Qué Estado? El de siempre, el enorme e inútil armatoste español patrimonializado por la derecha; el sistema de corrupción y sinecuras en que hacen sus carreras los señoritos de la oligarquía y sus mesnadas de obedientes servidores. Si la izquierda es lo suficicientemente mansa de vez en cuando se le deja administrarlo para que parezca alternancia. Pero sin tocar los resortes del verdadero poder. Se permite a los de izquierdas codearse con los de siempre -con las puertas giratorias, las blacks y otras prebendas- pero no que sean alguien en verdad. Llegado el momento decisivo, se les exige obediencia ciega, servilismo. Y eso lo bordan.

Cataluña es hoy la cuestión, el asunto de Estado. Y, no sabiendo por dónde acometerlo, el PSOE claudica y se echa en manos de la derecha para que sea ella quien haga frente a la insurgencia cívica catalana. Que lo hará -ya está haciéndolo- según su espíritu y maneras, mediante la represión, la coacción, los tribunales, lo que haga falta. Y no bastará con que la izquierda socialista vaya voluntariamente uncida  el carro de guerra del PP sino que tendrá que dar su apoyo explícito a lo que haga porque, ya se sabe, en "asuntos de Estado", el PSOE es uña y carne del gobierno.

Lo tienen apalabrado hace meses. Dice Fernández que se escuchará a la militancia en la que es mayoritario el NO es NO, pero que la decisión sobre la abstención corresponde al CF. O sea, a él, a Susana Díaz y a Felipe González. Y han de tomarla a toda velocidad porque crece la contestación en las bases como cuando ruge la marabunta. Y lo que podía pasar a estos conjurados de opereta es que se impusieran unas primarias y saliera reelegido Sánchez.

Añade en otro lugar el locuaz señor Fernández que la concepción frentista de la política es condenable. Pero él está trabajando para formar un frente nacional con la derecha. No hay inconveniente en creerle cuando dice que la abstención no impedirá una decidida labor de oposición del PSOE. Bueno, no hay más inconveniente que la experiencia de que el PSOE lleve cinco años sin hacer oposición. Démosle, no obstante, un voto de confianza y creamos que se opondrá a los presupuestos y a la ley tal y la norma cual y esto y lo otro. Pero en los asuntos de fondo, de Estado, irá de la mano con el gobierno. Y el asunto de Estado es Cataluña. Cuando la petición de suplicatorio para procesar a Carme Forcadell a instancias del TC llegue al Parlament, ¿qué votará el PSC?

Esa condición servil del liberalismo y el socialismo democrático se ve confrontada por primera vez por una especie de rebelión de la militancia. Esta, probablemente, se entristece al avistar el callejón sin salida a que han llevado los conjurados al socialismo español, se indigna al ver cómo en su nombre se amnistía al gobierno y el partido más corruptos de la democracia y se enfurece con los desprecios de Podemos y las bravatas de Iglesias que ya da al PSOE por difunto. Y lo estará, si las bases no lo resucitan.

El desconcierto de la izquierda, con todo, no acabará aunque el PSOE desaparezca por el sumidero de la historia. No hay nada ni nadie con qué sustituirlo. Se han cargado un partido centenario para nada.

dijous, 6 d’octubre del 2016

Gambito de dama

Sintiéndose triunfador Rajoy, después del desastre socialista del fatídico fin de semana, impone condiciones a los vencidos, los humilla, los arrastra en pos de su carro, como hizo César con Vercingétorix en su triunfo del año 46 a.C. Los hados le han sido favorables y, de una situación agónica y desesperada, lo han puesto en otra de preponderancia, plena de expectativas. Y todo gracias el ingenio de un grupo de conspiradores socialistas que han depuesto al SG mediante una maniobra de palacio y se han encontrado de repente a la intemperie. Trae bajo el brazo una oferta de abstención que el PP no necesita ya que puede imponerla a base de amenazar con una opción peor, unas terceras elecciones que pillan al PSOE descabezado.

Es una situación ridícula. Los conjurados han montado una comisión gestora cuya autoridad es, por decirlo elegantemente, problemática. Está provocando una fractura interna fabulosa y movimientos de fondo de la militancia, un tanto arisca. No saben cómo vender a sus propias bases la abstención por la que tanto han trabajado. Y ahora saben que tampoco pueden vendérsela al adversario.

Sin embargo, la respuesta a esta aparente situación desastrosa es relativamente fácil. Si hay terceras elecciones, el PSOE debiera presentar como candidato de consenso a Pedro Sánchez. Es evidente que reanimaría un numeroso voto de izquierda hastiada de la inoperancia de sus líderes. Para los conjurados antisanchecistas es apurar la hiel del cáliz. Pero, al mismo tiempo, es hacer ver a la derecha que la convocatoria de elecciones no opera como amenaza. Con ello, la derecha rebajará las condiciones, por sabio consejo de su asesor aúlico, Rivera, para hacer posible la abstención del PSOE.

Y ese será el momento en que la gestora o el consejo supremo tendrá que decidir si el PSOE se abstiene o no, si posibilita o no un gobierno del PP presidido por Rajoy. Al tomar esa decisión parece razonable ponderar las consecuencias para la gobernación del Estado de asuntos como la Gürtel o las black. Es un panorama en el que la política tiene un feo tinte penal.

Palinuro sigue siendo partidario del NO es NO por varias razones. En primer lugar no hace a la izquierda cómplice con la amnistía de hecho de las tropelías durante la Xª Legislatura. En segundo lugar, si realmente el gobierno alternativo es imposible pues en el PSOE llegan al golpe de mano para impedirlo, las terceras elecciones parecen la mejor opción. En tercer lugar porque sea cual sea el resultado, beneficiará a la izquierda, bien porque gane por mayoría o bien porque pierda frente a una mayoría aplastante de la derecha. En este segundo caso, el gobierno ya no dependerá del silencio comprado de la oposición.

Y terminamos como Catón el Censor, aunque en sentido inverso: por lo demás, hay que entenderse con los catalanes.

dimecres, 5 d’octubre del 2016

Pasado presente

Los caprichos del destino y las consecuencias, siempre imprevisibles de las acciones humanas, han montado dos espectáculos que resumen los rasgos más característicos de nuestro predicamento colectivo. Y son espectáculos, de acuerdo con la ya antigua y acertada caracterización de Guy Debord de la sociedad del espectáculo. Acertada por encima de otras muchas como sociedad del ocio, del riesgo, industrial, de la información, etc. El espectáculo lo resume todo y en un tiempo de reinado absoluto de lo audiovisual está en todas partes. Pasamos más tiempo viendo imágenes de Rato o de Bárcenas que mirando los vídeos de las vacaciones. La realidad y el espectáculo se confunden; son lo mismo.

Dos matices que explican ese híbrido entre el espectáculo y la realidad. Primero, los espectáculos convencionales tienen un programa. Se sabe cómo empiezan y cómo acaban. No es el caso con los espactáculos reales. A saber cómo acabará el proceso Gürtel, el de las tarjetas black y la implosión del PSOE, que son los tres espectáculos que coinciden en cartel. Segundo, en los espectáculos convencionales todo lo que pasa pasa ante los ojos del espectador, es público. En los espectáculos reales, no todo lo que pasa pasa a la vista, parte es secreta, está oculta. Y la tarea del espectáculo es sacarla a la luz.

Del caso Gürtel dice El País que es el pasado del PP. Eso no es un hecho sino un deseo del periódico. Quiere ver el latrocinio de la Gürtel como cosa del pasado, de ese pasado al que el ministro del Interior aconseja no mirar pues debemos hacerlo hacia el futuro porque lo dice él. Sin embargo, el señor Rato no es cosa del pasado. Su gestión en Bankia y ese bochornoso negociado de las trajetas black son un pasado muy reciente. Tanto que son presente. El señor Rato fue vicepresidente del gobierno. Eso es pasado. Pero el señor Rato está aquí, ahora. No es una reliquia de otro tiempo, como el brazo incorrupto. Su voz se oye todos los días diciendo, por ejemplo, que las black eran parte de su salario. Pues podían haber elegido otro color para calificarlas u otra condición, por ejemplo, tarjetas blind, ciegas. Que ninguna de tus dos manos sepa lo que hace tu tarjeta.

Pero, sobre todo, ese increíble entramado presuntamente delictivo, verdadera empresa del crimen con una cara civil/estafa y otra pública/corrupta es presente, abrumador presente porque esta siendo juzgado. Y una de las misiones de los tribunales es reconstruir los hechos fidedignamente, representarlos, hacerlos presentes. El señor Bárcenas no fue amigo del señor Rajoy en una encarnación anterior, sino aquí y ahora y no hay razón alguna para pensar que haya dejado de serlo.

No es el pasado. Es el presente. El país puede verse gobernado por gentes que pasan más tiempo en trámites procesales que en los sillones de sus cargos, por un presidente cuyo nombre estará saliendo de continuo a lo largo de las vistas y eso si unos u otros no piden su comparecencia por diversos motivos.

A este personal quieren los caciques socialistas que el PSOE entregue el gobierno. Para ello han dado un golpe de mano de comedia de enredo y han descabezado el partido sin calibrar las consecuencias de su asalto. Quieren la abstención para evitar terceras elecciones y, sobre todo, para impedir un gobierno de alianza PSOE-Podemos y quién sabe si también indepes catalanes. Había que destruir el NO es NO y hacerlo rápidamente porque estaba generando mucha simpatía y apoyo populares en la propia izquierda. Por eso, golpe de mano fulminante, destitución del secretario general, nombrado en primarias, desprecio por el sentir de la militancia y constitución de una gestora que, en realidad, actúa como una Junta. Y se han cargado el partido.

Su situación ahora no solo es indigna por el procedimiento empleado sino también ridícula por los resultados obtenidos, que son ninguno. Han dado un golpe de mano y han destituido al líder para ofrecer la abstención del PSOE y han puesto al PP en una situación de fortaleza porque ahora no necesita la abstención. Presume mucho más productivo ir a terceras elecciones -justo esas que el presidente de la gestojunta quiere evitar a toda costa- que considera ganadas dado que el PSOE no tiene candidato.

Realmente, es para felicitar a los conjurados porque debe de ser difícil desbarrar de tal modo.

Lo único que pueden hacer los caciques del PSOE si quieren forzar al PP a aceptar su abstención (antes era concedérsela, ahora es conseguir que la acepte) es anunciar que, si hay terceras elecciones, su candidato por consenso será Pedro Sánchez. Es duro de admitir para quienes acaban de defenestrarlo. Equivale a ponerse en ridículo una vez más, pero a esto ya debieran estar acostumbrados.

Queda pendiente la cuestión de la guerra particular entre las dos fuerzas de la izquierda, PSOE y Podemos. El enfrentamiento por la famosa hegemonía. Es cuestión abierta que dará para mucho debate en los próximos años: el declive de la socialdemocracia, el auge de los populismos, la transversalidad, los casos particulares que cada cual aducirá en su favor en distintos países, la tradición de las izquierdas españolas, etc. Será a su vez otro espectáculo aunque seguramente no llegue al que han ofrecido los socialistas el pasado fin de semana. Pero sea como sea, ninguna de las dos partes debiera olvidar que en realidad rivalizan en prestar servicio a la ciudadanía, a la comunidad.

Reitero mi opinión: en esa deriva del PSOE hacia el PP lo que está buscándose es la formación de una especie de frente nacional español. Lo prueba asimismo la prontitud con que el señor Rivera se ha ofrecido de intermediario entre el PP y el PSOE. Recomienda, además, al PP que no haga sangre con el PSOE y a este que se deje de monsergas y facilite el gobierno de Rajoy. En la formación de ese frente nacional español en contra del independentismo catalán se cifra hoy la salud de la República..., perdón, de la Monarquía.

dijous, 29 de setembre del 2016

El perro andaluz

Recuérdese que, preguntados Buñuel y Dalí por qué su película se llamaba El perro andaluz, contestaron que no tenía nada que ver con perros ni con Andalucía. Lo mismo este post sobre el golpe de mano de los socialistas peperos en contra de Sánchez no tiene nada que ver con Andalucía.

Que Susana Díaz y Felipe González, los dos instigadores de esta maniobra de sombras y puñales por la espalda, sean andaluces, no es aquí relevante. Podrían ser marcianos. En realidad, lo son.

Mientras se ha cocido esta conjura dirigida por Rubalcaba desde El País, el PP estuvo muy callado. Lógico. Informado al detalle por sus submarinos en el PSOE, empezando por sus antiguos militantes, estilo Fernández Vara en Extremadura, comprendió que lo mejor era no hacerse notar porque la gente no sospechara que este plante de los 17 venía movido por su afán para que el Sobresueldos vuelva al gobierno.

Que vuelva el Sobresueldos y el PP, el partido con cinco causas judiciales abiertas. Que vuelvan sin responsabilidad alguna, exonerados de sus fechorías pasadas y dispuestos a cometerlas más gruesas porque, gracias a estos individuos, no hay  modo de librar al país de ellos. Por supuesto, al país, que le den. Esas 17 personas no tendrán que padecer personalmente las consecuencias de las políticas antipopulares e injustas del PP. Y se llaman socialistas cuando son meros vividores de lo público en un clima de corrupción consentida que quieren prolongar porque los favorece.

Supongo que los de Podemos estarán celebrando la quiebra del PSOE, convencidos de que, por fin, ya que ellos no fueron capaces de conseguirlo, los mismos socialistas les facilitaron el sorpasso. Eso ya se verá porque, aunque no lo crean, la razón de que la gente no los prefiera no reside en que los socialistas les "robaran" votos, sino en que, simplemente, no los prefieren y cada vez los preferirán menos por razones de su discurso, tanto en el fondo como en la forma. Pero esto es asunto de menor interés.

El mayor interés reside en ver cómo repercute esta fractura socialista en el único problema real, verdadero, que hay en España: Cataluña. Desde la perspectiva catalana, la situación del PSOE que prácticamente garantiza ya un gobierno del PP con Rajoy a la cabeza, en principio, no tiene consecuencias. La Generalitat proseguirá con su hoja de ruta y, referéndum mediante o no, proclamara la independencia unilateralmente en el último tercio de 2017. ¿Vemos a los neofranquistas, con su retórica imperial y nacionalcatólica, aceptando sin más la separación de la República Catalana? Francamente, no. ¿Los vemos recurriendo a su típico argumentario de la provocación, el matonismo, el porrazo, el pistolerismo y, si es necesario, los tanques? Lo primero (la represión de "baja intensidad") es muy probable; lo segundo (recurso a la fuerza militar), no. ¿Entonces? Entonces, el Sobresueldos descubrirá que la política es algo más que cuidar a tu padre con cargo al Estado, enchufar a tus parientes, ver partidos de fútbol y decir necedades sentenciosas. Descubrirá que ya no basta con robar a mansalva para callar bocas,porque hay bocas que no se callan. Descubirá que hay que tener ideas, extraños entes de imposible comprensión que jamás han visitado su magín. Y, como no las tiene y tampoco tiene fuerza para imponerse, tendrá que tolerar la mediación internacional y tragarse el referéndum que nunca quiso.

Esa es la verdadera razón de la fractura del PSOE y de la inexistencia de gobierno en España: Cataluña rebelde. Lo que une a González y Rajoy es la convicción de que hay que sojuzgar a los catalanes. Lo que los 17 mindundis no toleran a Sánchez es que haya intentado entenderse con los independentistas. Algún día, relativamente pronto, descubrirán que en su aterrorizado rechazo a la perspectiva de que los catalanes decidan y toda la tramoya de la Restauración salte por los aires, se han cargado el país. Dicho claramente: las ambiciones desmesuradas de Díaz, las complicidades de González, el reaccionarismo de Rubalcaba, el derechismo de muchos de ellos y el clientelismo de los más, que deben votar lo que les dicen sus jefes de filas, han cerrado la última posibilidad de un entendimiento civilizado entre España y Cataluña.

Son tan cobardes, lerdos y serviles que no solo se han quedado sin partido. Se han quedado sin país.

dijous, 22 de setembre del 2016

Periodismo de guerra

El titular de El País es tan escueto como un parte de guerra...ideológica. La guerra: "Sánchez pasa al ataque". La ideología: "para eliminar...etc". Lo primero parece ser un hecho relatado en términos bélicos. Lo segundo, un juicio de intenciones como un piano. ¿Qué sabe El País lo que pretende Sánchez? Atribuirle la intención de eliminar la crítica dentro del PSOE puede reflejar también un deseo del periódico o un resabio de algún oscuro pasado estalinista. Una purga, vamos. Esa cosas pasan en los partidos, en todos. En el PSOE no suelen acabar en escisiones; pero todo es empezar. Aunque los 135 años pesan mucho en "la conciencia de los vivos", que diría Marx.

Viene luego la intencionalidad política del diario, gran defensor de cualquier forma de gobierno que incluya al PP. Para lo cual hay que doblegar ese tenaz NO es NO de las bases y la plebe, o sea, la militancia y los votantes. Al efecto ha incorporado recientemente a Rubalcaba al consejo editorial, importante órgano cuya función, como la del Consejo Nacional en tiempos de Franco, es dar la razón al aconsejado. Así se refuerza el bando antisánchez en el PSOE, que anda muy maltratado en las redes. La gente se toma a risa a Felipe González, antaño oráculo de Delfos. Y no digamos a Corcuera. Está luego ese runrún de las supuestas ambiciones de Susana Díaz. De haberlas, son perfectamente legítimas y medirán sus fuerzas, seguramente, en unas primarias.

Pero antes se yergue el obstáculo del gobierno que ha de formarse si de verdad no se quieren terceras elecciones. Ignoro qué batería de argumentos traerá el batallón de los derrotistas para esta segunda ronda, pero Sánchez sigue teniendo un arma tan poderosa como el escudo de Perseo con la cabeza de la Medusa, que petrificaba a quien la miraba: que los partidarios de ceder al gobierno del PP con Rajoy al mando den una sola razón que justifique su decisión, a los ojos de la decencia y el espíritu democrático. 

dissabte, 17 de setembre del 2016

La desvergüenza

Ahí lo tienen ustedes, lavándose las manos de toda responsabilidad en el cenagoso asunto de Rita Barberá, la chocarrera exalcaldesa de Valencia presunta delincuente a la que él lanzaba ditirambos en tiempos gozosos de impunidad y mayorías absolutas. Tiempos en que el dinero corría por las calles de Valencia, dinero de comisiones, de mordidas, de sobornos y que también servía, al parecer, para financiar ilegalmente al PP  y conseguir aquellas mayorías absolutas. Tiempos en que, sin ningún embozo, el sobresueldos proclamaba que Rita "era la mejor", con identica convicción con que llamaba al delincuente Fabra ciudadano ejemplar; al presunto delincuente Camps, su gran amigo; al delincuente Matas, un ejemplo por seguir; al supuesto delincuente Bárcenas, un hombre honrado. La vida de Rajoy es un ejercicio de amistades peligrosas y de supuestas complicidades que cada vez son más patentes. No hay un solo delincuente o presunto delincuente de esa asociación de malhechores que parece ser el PP que no haya tenido el apoyo entusiasta de Rajoy. Todos los delincuentes del PP -y son legión- han sido alabados en público como ejemplos a seguir. De haber sucedido tal cosa, de seguir todos el ejemplo de este banda de facinerosos, de España no quedarían ni las hierbas del campo.

Pero el caso de Barberá es especial, único y muy ilustrativo. Según se desprende de la actuado judicialmente hasta la fecha, la señora debió de convertir el Ayuntamiento de Valencia en los bajos fondos de Mackie el navaja. Toda la corporación municipal menos una persona (y ya es curioso: probablemente, no quiso) está imputada en varios delitos como prevaricación, malversación, blanqueo de capitales, etc. Al frente de esta industria de la mangancia estaba Rita Barberá, franquista de AP en sus primeros momentos, ejemplar hija de jerarca franquista de la prensa. La España más reaccionaria, negra, casposa, represiva con sonrisas, claveles en el pelo, ginebra Beefeater y bolsos de Vuitton. Un espectáculo del más sórdido caciquismo del siglo XIX en tiempos de progreso tecnológico. 

Consíderese la excusa esgrimida por el Sobresueldos para permitir que Barberá siga aforada y obstaculizando la acción de la justicia: ya no tengo ninguna autoridad sobre Barberá. Como siempre con este hombre, una mentira cargada de necedad hasta las cuadernas. Porque si ya no tiene autoridad sobre Barberá es porque antes sí la tuvo y, precisamente usó esa autoridad para poner a la exalcaldesa fuera del alcance de la justicia que este pájaro tanto dice respetar: la hizo senadora para aforarla y, cuando se disolvieron las cámaras, por si acaso, la nombró miembro de la Diputación Permanente de la Cámara para que siguiera aforada, protegida mientras no había Senado. O sea, cuando tuvo autoridad, en lugar de emplearla para forzar a su subordinada a rendir cuentas por sus fechorías, la empleó en esconderla, ocultarla, hacerla inmune a la acción de la justicia. ¿Por qué, aparte de porque es lo que siempre hace: amparar corruptos? ¿Por qué? Es obvio, ¿no? Por complicidad. 

De este modo, el propio Sobresueldos deja clara la mecánica de latrocinio que rige en su partido. Es una especie de trayectoria que muchos, muchísimos dirigentes del PP han seguido. Se afilian al PP para forrarse con negocios ilegales. Una vez que los pillan, no devuelven jamás lo birlado y esperan que en el barullo subsiguiente puedan obtener buenas condiciones penitenciarias para quedar en libertad en poco tiempo a fin de disfrutar de lo apandado.  Pura desvergüenza de franquistas que se piensan inmunes y en buena medida lo son.

Ahora, con este gobierno de hampones, averígüese qué conciencia socialista puede impulsar a muchos dirigentes y exdirigentes del PSOE a pedir a Sánchez que permita un gobierno de esta gente que, del primero al último, no tienen otro objetivo que llenarse los bolsillos  y machacar a la gente del común. Toda su obsesión es evitar terceras elecciones, probablemente porque de ellas saldría Podemos derrotado, igual que C's  y en  menor medida, el PP, mientras que el PSOE aumentaría en votos y escaños y se consolidaría la figura de Pedro Sánchez, a quien esta coalición de dinásticos semipeperos no puede ver ni en pintura por haber recuperado la confianza y la ilusión de la militancia y sus votantes. 

Porque esa es la cuestión. Todos estos socialistas apoltronados e interesados lo que quieren es que gobierne Rajoy. Al fin y al cabo a ellos personalmente les iría bien.

divendres, 16 de setembre del 2016

Ritajoy

Valencia es un pozo sin fondo de corrupción. El caso de Rita Barberá (inocente, inocentísima, mientras no se demuestre lo contrario) es el penúltimo de una serie de otros poblados de personajes tan pintorescos y ridículos como la exalcaldesa valenciana; gentes como Camps, Fabra, Blasco, Cotino, Rus, Castedo, Grau, Costa, Alperi, Johnson, etc., etc. Todos presuntamente pringados en una multiplicidad de contratas, recalificaciones, basuras, ayuda oficial al desarrollo, mordidas, comisiones, y todo tipo de chanchullos y componendas para enriquecerse personalmente al tiempo que se financiaba ilegalmente el partido y se ganaban elecciones con tongo. Llamar partido político a un manojo de sinvergüenzas y mangantes es una de las ironías de este delirio de corrupción de la derecha española.

Incidentalmente, quizá esté aquí la explicación de aquel hecho que a todos llenaba de pasmo: cuanto más gorrinos eran los gobernantes valencianos de modo público y notorio, más votos obtenían. A saber cuánto habrán gastado estos mendas en sobornar al personal, comprar votos y engañar a los electores. Quizá sea la parte valenciana de una situación que también se da en toda España: parece como si, cuanto más roban los gobernantes, más granujas y embusteros son, más votos consiguen.

El emblema, desde luego, es Barberá que ha pasado de ser la Jefa, la reina indiscutible de Valencia durante veintitantos años a ser una sombra huidiza, escondida, vergonzante, que trata de escapar de la acción de la justicia y no dar cuenta de sus presuntas fechorías a lo largo de los años. El episodio en sí es casi de circo: una hortera, estridente, chabacana, literalmente insoportable, malversaba caudales públicos a mansalva, enchufaba a quien le daba la gana por cantidades astronómicas, se daba un vidorro de vicio a costa -y mucha costa- del contribuyente, blanqueaba dineros, se los quedaba y se enriquecía sin tasa. Todo eso presunto, cómo no. 

Dice esta mujer en un insólito escrito con membrete de su partido en el que anuncia su baja del partido del membrete, que no abandona su escaño porque eso sería admitir su culpabilidad. Pero precisamente lo que indica su culpabilidad es que se parapete en su acta para entorpecer la acción de la justicia. Y para cobrar dos mil y pico de euros más de los contribuyentes. Porque somos los contribuyentes, los saqueados durante años al parecer por esta sanguijuela, quienes ahora costeamos su blindaje.

Blindaje que le proporcionó el PP en su momento, cuando saltó de la alcaldía y del que se preocupó personalmente el de los sobresueldos. Con tanta eficacia como carencia de principios, Rajoy no solo la blindó, sino que la metió en la Diputación Permanente para que siguiera blindada cuando no había Parlamento por estar en periodo electoral. 

Y esto es un elemento decisivo. El editorial de El País de hoy, El silencio de Rajoy, insta al Sobresueldos a no esconderse, como hace siempre, y a dar explicaciones del comportamiento presuntamente facineroso de esa señora a la que él dedicó elogios sin cuento durante años mientras ella se lo llevaba presuntamente crudo durante esos mismos años. Que Rajoy hable de este asunto es practicamente imposible y que lo haga sin mentir, una quimera. Rajoy no puede exonerar a Rita porque él mismo es Rita, como es Bárcenas, Fabra, Camps, Matas, Baltar, y el conjunto de sinvergüenzas y presuntos ladrones a los que ha prestado su apoyo y llenado de ditirambos en años pasados.

Dice un periodista de talante reaccionario que a Rajoy no ha podido probársele personalmente delito alguno. Una falacia. Rajoy es políticamente (y ya se verá i penalmente) responsable de una multiplicidad de delitos, una culpabilidad por incumplimiento de su deber de vigilar que esas descaradas estafas, robos y expolios, no se produjeran. Rajoy es el principal responsable político de este lodazal de corrupción en que se ha convertido la política española. Es también el único responsable del bloqueo político en España.

Tendría que haber dimitido apenas comenzado ese mandato que ha sido un  desastre y un atentado contra la dignidad de los españoles. Y su marcha y desaparición de la escena pública, requisito indispensable para que pueda haber una regeneración democrática creíble.

dimarts, 6 de setembre del 2016

Un ejemplo de regeneración democrática

¿Qué? ¿Va quedando claro que esta cuadrilla de sinvergüenzas no tiene límite? Los medios, casi todos comprados por la banda con dineros públicos, siguen hablando de Rajoy como de un presidente democrático normal en un país normal cuando es palmario que se trata de un cacique provinciano que no solamente desprecia la democracia sino que ignora la política misma. Lo suyo es gobernar el país como el que rige su chiringuito: en su propio beneficio, el de sus parientes y amigos. Lo demás, formas, procedimientos, instituciones, usos, leyes, le trae sin cuidado. Lo suyo es nombrar a sus amigos en cargos suculentos con notable perjuicio para las arcas públicas y desprecio de la dignidad de un sufrido pueblo que ya debería haberse liberado de esta tropa de parásitos.

¿Que no es posible mantener a Soria de ministro porque lo han pillado mintiendo en cosas de dineros y paraísos fiscales? Se le compensa nombrándolo a dedo director ejecutivo del Banco Mundial, en violación de todos los procedimientos democráticos. ¿Que no se puede mantener a Ana Mato en un ministerio para el que es absolutamente incompetente (como para cualquier otra cosa por lo demás)? Se la incorpora a los órganos directivos del PP con un sueldazo y se la envía a Roma a cargo del erario a la canonización de aquel siniestro personaje que fue Teresa de Calcuta. ¿Que es imposible conservar en su puesto de ministro de Educación a un ultrarreaccionario meapilas como Wert que ha intentado destruir el sistema educativo español? Se le nombra embajador en la OCDE en régimen suntuario de pachá siempre con cargo al dinero de los contribuyentes.

¿Que no quieren ustedes aguantar más embusteros y ladrones? Docena y media, nombrados a dedo por la voluntad omnímoda del sobresueldos y con el aplauso de sus más fieles y caninos ayudantes. En este caso, el descarado enchufe del ex-ministro Soria en un retiro de lujo, a dedo del Sobresueldos ni siquiera ha podido vestirse con las habituales patrañas con que Cospedal es capaz de presentar las galopinadas más tremebundas de esta gremio de granujas. Si Bárcenas fue despedido "en diferido", este otro pájaro habrá sido contratado  "en adelantado". Y contratado acumulando embustes y mentiras sobre concursos, convocatorias y comisiones evaluadoras para ocultar que es un enchufe decidido personalmente por el Sobresueldo, con el aplauso de sus ministros, en contravención de todas las normas de transparencia.

Y no crean ustedes que se trata de un nombramiento honorífico de esos en que el nombrado pierde dinero y se "sacrifica por la patria". Ni hablar. Si los dioses no lo impiden, Soria cobrará unos 220.000 euros al año libres de impuestos, esto es, más de 18.000 € al mes, o sea, unas veintiocho veces el SMI. Y todo por nada. Como los salarios de Wert, Mato y la miriada de corruptos que pululan por el PP a la caza de chollos, enchufes, mamandurrias, etc. Si  será escandaloso el asunto que ya se han oído murmullos de peperos de cierto peso (Cifuentes, Feijóo, Aguirre, etc), pidiendo que se dé marcha atrás en esta última chulada del Sobresueldos, que regaló a modo de bofetada al tontaina de Rivera a los cinco minutos de perder la segunda votación de investidura. Justo cuando este, Girauta y otros denodados defensores del "Rajoy no, nunca" pasaron a ser los de "Rajoy sí, siempre" sin más, sin abochornarse a pesar de que sus "noes" previos están grabados en todos los vídeos imaginables. Quizá pensaron que este "sí" era la antesala de condigno "¿qué hay de lo mío, padrone?"

El sobresueldos es un franquista arquetípico: no habla de lo que no le interesa y hasta parece que no lo oye; hace lo que le da la gana; no acepta obligación ni responsabilidad alguna por sus actos ni respeta a sus adversarios o colaboradores. Su estilo fascistoide de aparente bonachón del lugar es ya insoportable hasta para los suyos. Estos son y serán solidarios durante un tiempo, pero ya no mucho. Ni ellos, con su espíritu de "a mí la legión" podrán colaborar con el logro final al que apunta Rajoy: que los demás partidos -amenazados, chantajeados, presionados- le permitan conservar el cargo de presidente del gobierno que no merece ni mereció jamás y, con él, el aforamiento que lo salve de la acción de la justicia.

A este portento de corrupción, arbitrariedad e ineptitud es al que querían -y, según parece, quieren- dejar seguir gobernando esos mindundis padrecitos de la minipatria invocando la estabilidad de su propio sillón.

dilluns, 5 de setembre del 2016

Si no queréis terceras elecciones

Después del gratísimo espectáculo del Congreso de los Diputados con el revolcón que sufrió ese zote engreído del Sobresueldos, los personajes, retornan a sus preparativos y gestiones para la siguiente confrontación: si habrá o no terceras elecciones.

Apenas derrotado en segunda votación, el Sobresueldos nominó para director ejecutivo del Banco Mundial al ex-ministro Soria, que dimitió recientemente por haber mentido. Sí, ya sé que si en el gobierno del PP se dimitiera por mentir, no quedaría un ministro y mucho menos su presidente, un embustero compulsivo. La realidad humana es compleja. O quizá estaban ya preparando el nuevo destino de este típico héroe antiprometeico de la derecha, pues si Prometeo sufrió martirio por robar la lumbre a los dioses, este antieolo alcanza la gloria por robársela a los hombres. El nombramiento, por lo demás, tan impresentable que hasta los peperos peninsulares protestan, solo es una muestra más del alcance de la inexistente palabra del Sobresueldos. Promete a Rivera luchar contra la corrupción y lo primero que hace es inaugurar una línea nueva.

Luego de esto, desplazado a la China o algo que ni él sabe en qué consiste, el Sobresueldos ha dejado claro que piensa seguir aferrado al cargo como una lapa, que le corresponde ser presidente, que volverá a intentarlo, que el PP ganó las elecciones (lo cual le da derecho a gobernar según él y su gabinete de prensa, El País), que los demás son un galimatías, que Sánchez no tiene proyecto, bla, bla, bla. Este hombre está dispuesto a que España se hunda antes que hacerse discretamente a un lado y dar paso a otro. Lo suyo es la mentira, el abuso, el chantaje y el yo, yo, yo.

Y esto es lo que los partidarios de la abstención del PSOE, desde González a Iñaki Gabilondo, pasando por Corcuera, Leguina y demás vieja guardia querían infligir a los españoles con razones deplorables, mezcla de miedo, conveniencia y desprecio por sus conciudadanos.

Sánchez, por otro lado, parece haberse puesto en marcha sin perder un minuto. Su llamamiento a Podemos y C's parte de un hecho incontrovertible: 180 votos NO al Sobresueldos y una hipótesis: si hay terceras elecciones, tanto Podemos como C's sufrirán una importante merma de apoyo electoral. Sánchez debe de creer que eso es materia prima suficiente para que Iglesias y Rivera recapaciten sobre su recíproco veto y se avengan a algún tipo de alianza que capitalice esos 180 "noes" en un gobierno de 188 o 189.

No estoy muy seguro de que el socialista conozca bien la idiosincrasia de estos jóvenes políticos, tan narcisistas como oportunistas, carentes de palabra y sentido de la lealtad. Está bien que los incite a reaccionar, limar asperezas y hacer algo constructivo. Pero sin olvidar que, si se mueven, será por intereses de partido o, incluso, puramente personales. Se nota en lo mucho que hablan de los generales. Sin olvidar que Podemos votó "no" al PSOE en la investidura anterior porque quería destruirlo mediante la apolillada estrategia del sorpasso anguitiano y que C's ha pretendido afirmar la continuidad del gobierno del PP, el más corrupto de la historia de la democacia española.

Y la mejor manera de llevar esta intención a puerto es recordar que las terceras elecciones son una posibilidad tan digna como otra cualquiera para desatascar una situación imposible. Para Palinuo, que no tiene la menor fe en la lealtad de Podemos o C's a un proyecto genuinamente regenerador, es más que digna: es muy legítima y hasta conveniente. Quienes dicen que no debe haber terceras elecciones porque darían mayoría absoluta al PP o repetirían los resultados, olvidan que los electores hemos absorbido mucha información nueva en los últimos meses, que unos líderes, como Sánchez, se han crecido; otros, como Iglesias, se han venido abajo; otros, como Rivera, han resultado tigres de papel; y otros, como Rajoy, han mostrado su auténtica y repulsiva faz moral. Corresponde, pues, señalar siempre que, si no se llega a un acuerdo pronto, flexible y realista con Podemos y C's, las elecciones son un buen recurso.

Los dos emergentes deben ser capaces de sentarse juntos. Si Podemos no traga a Rivera y quiere excluirlo del acuerdo a base de incorporar a los indepes catalanes -cosa que a Palinuro le parecería de perlas- lo que tiene que hacer es llegar a un acuerdo con ellos por su cuenta y llamar luego a las puertas del PSOE. Aquel acuerdo no tiene por qué ser difícil: las cariñosas (y para Palinuro incomprensibles) palabras de Rufian para Podemos en el Congreso apuntan en el sentido de que cabría un entendimiento entre Podemos y los independentistas. Si es así, ¿a qué esperan? Séllenlo y vayan luego a hablar con el PSOE.

A su vez, C's también puede mostrar su buena voluntad para constituir un gobierno que evite las terceras elecciones, ofreciendo su abstención a un pacto de las izquierdas.

Pero, en todo caso, son los emergentes los que tienen que hablar (y, en el caso de Iglesias, insultar y amenazar) menos y buscar soluciones por la cuenta que les trae ya que para ellos las terceras elecciones sí que son muy desaconsejables. Pero solo para ellos.

dimarts, 30 d’agost del 2016

Váyase de una vez, hombre

No se humille más. Deje de gimotear y arrastrarse. Deje de llorar. No haga más el ridículo. No se rebaje más ante el partido al que trataba con desprecio hace un par de lunas. No siga sacrificando el país a sus intereses o, mejor dicho, su interés, que solo consiste en mantenerse aforado. No siga abusando de la paciencia de los españoles. Deje de chantajear, de hacer jugarretas de colegio de monjas. Deje de retorcer el calendario. Deje de esconderse detrás de sus subordinados y de cualquier advenedizo, presto a servirle de bayeta, como Rivera. Deje de prolongar la agonía de un país que trata de salir del hoyo en donde lo ha metido usted. ¿No ve que la prensa internacional no da crédito al abuso de esta situación? Ya sé que no es el Marca y que usted no lo leerá pero el New York Times lleva meses hablando de la "parálisis de España". Por último, deje de destruir su propio partido en el que es imposible que no haya corrientes de resistencia a su absurdo empecinamiento en gobernar un país que no lo quiere a usted ni como conserje. Y deje de creer que el Rey es usted, en el fondo su verdadero problema, como siempre pasa con los espíritus de dictadores.

Porque ¿qué significa esa afirmación suya de que seguirá intentándolo después de la segunda votación negativa? ¿Se cree usted el Rey? Con sus segundas calabazas debajo del brazo, usted tiene que ir a La Zarzuela a reconocer que ha fracasado y devolver la iniciativa al monarca que ya verá a quién designa, después de una nueva ronda de conversaciones. ¿Qué es eso de que "lo seguirá intentando" como si se tratara de una heroicidad suya y servicio a la Patria frente a los empecinamientos de sus adversarios?

De heroicidad, su comportamiento de garrapata no tiene nada. Escondido, parapetado, aferrado al sillón se ha tirado usted más de sesenta días desde las elecciones sin hacer nada porque, entre que es usted un incapaz y no hay nada que hacer, su margen es más bien escaso. Usted pretende seguir gobernando como si aquí no hubiera pasado nada. Como si usted no estuviera bajo sólida sospecha de corrupción de haber cobrado 400.000 € de la caja B y aparecer cuarenta y tantas veces en los "papeles de Bárcenas", como si su partido no fuera una presunta organización de malhechores. Usted no quiere saber nada de eso y su socio ciudadano, que tantos grititos daba contra la corrupción, tampoco. Es lógico. Se trata de un verdadero mar, un océano de corrupción y ustedes se pierden en ella. Vamos a ordenarles algunos datos:

El PP está acusado por diversos conceptos o investigado en cinco procesos penales.

Tiene imputados, procesados y/o condenados a: 4 ex-ministros de Aznar y usted mismo; 4 expresidentes de Comunidades Autónomas; 6 ex-diputados y ex-senadores; 17 ex-consejeros de CCAA; 9 ex-diputados autonómicos; 7 ex-presidentes de diputaciones; 11 ex-alcaldes; 4 tesoreros nacionales del partido; 3 gerentes territoriales. Hay que añadir algunos otros casos como el de la corporación municipal de Valencia en pleno con la inenarrable señora Barberá a la cabeza. Quien quiera confirmar o contrastar datos o saber más de esta pocilga que acuda al documentado reportaje del El Plural ¿Nos merecemos un presidente como este?

Sale una muchedumbre. Una muchedumbre de sinvergüenzas. El PP es un partido de neofranquistas sinvergüenzas. Usted no puede imponer que el país siga desgobernado por esta gente, por utilizar un nombre suave. Y hasta los timoratos y gazmoños que se escudaban en el superior interés de España y su estabilidad (muchos de ellos socialistas) para pedir la abstención del PSOE se han callado abrumados por la evidencia. Un no-gobierno es mejor que un gobierno de esta tropa.

Y luego, elecciones, el normal procedimiento en democracia de resolver estas situaciones.

Diz que hay otras opciones. Sobre eso, el post siguiente.

dimecres, 24 d’agost del 2016

A una semana del fin de la plaga

Los dirigentes del PP, en ánimo ya tumultuario, presionan a Sánchez, le exigen que el PSOE se abstenga por sentido de Estado y, salidos ya de todo tino, llaman a los barones socialistas a sublevarse contra la dirección de su partido. Entre tanto, el presidente de los sobresueldos sigue recorriendo as Rías Baixas con ese estilo Forrest Gump que lo caracteriza y mueve más a risa, incluso, que oírlo hablar. Él está igualmente indignado por la irresponsabilidad de Sánchez. Tanto que también se abstiene de telefonearlo, para que aprenda. Pero Sánchez no puede aprender nada porque abstenerse es lo único que Rajoy ha hecho desde que se encaramó en el puesto de su máxima incompetencia: abstenerse de cumplir su palabra, abstenerse de dar cuenta de sus actos, de comparecer en el parlamento, de denunciar y perseguir todo tipo de corrupciones en todo el país, de gobernar con eficacia y justicia; abstenerse de trabajar para formar gobierno, esperando que se lo hagan los demás. Por tanto, ahora, también se abstiene, pero sigue haciendo esquinadas referencias hostiles al socialista pero intenta colgarle la responsabilidad de unas posibles elecciones el 25D que es la fecha que él ha provocado. Solo los más lerdos o más carotas de su partido lo han seguido en esta acusación que provoca la hilaridad general. Los demás, silencio muy molesto ante la profanación electoral de una fiesta de contenido religioso. No sé qué pensarán el arcángel Marcelo, Santa Teresa y las once mil vírgenes asesoras de los ministerios... 

Los periodistas y analistas afines, tras mucha resistencia, han tirado ya la toalla y admiten que Rajoy no será investido presidente en primera ni segunda vueltas. No querían creérselo, pero ya lo dan por descontado. Tanto que han empezado a hacer las habituales cábalas a lo loco: Rajoy no saldrá ahora pero, luego de las elecciones gallegas y vascas, la situación puede cambiar y podría presentarse de nuevo con una mayoría suficiente.

Para ello es imprescindible que al fracaso del 31 de agosto próximo se presente con 170 votos, no los míseros 137 de ahora. Es fundamental que C's se preste a esta operación y C's lo hacen encantado. Es más, baja las condiciones referidas a la corrupción hasta un punto que ni los corruptos esperaban. En un país en que la mayor parte de la corrupción se da en los ayuntamientos, C's se conforma con hacer saltar a los corruptos a nivel estatal. O sea, media docena y gracias, sobre todo porque también está dispuesto a restringir el término corrupción prácticamente a los casos de atraco a mano armada. El resto, pelillos a la mar.

Todo eso está muy bien y seguramente sea lo que piense Rajoy entre carrera y carrera. Pero olvida un dato decisivo: cosechado su segundo "no", el de los sobresueldos tendrá que ir a ver al Rey, a confesarle su fracaso y devolverle la iniciativa. Y será el Rey quien decida. Nueva ronda y el encargo puede recaer sobre Sánchez si este se muestra favorable. Y aquí es donde va a comenzar una interesante batalla, ante todo en la izquierda, por ver si puede constituirse un gobierno de esta orientación.

Sánchez no ha dicho esta boca es mía ni ha revelado sus posibles planes. Solo sabemos que no concede crédito a Podemos. Pero eso es un juicio que comparte con muchísima gente: los de Podemos no son leales ni de fiar. Ya votaron que no junto a Rajoy en diciembre y nada garantiza que no vuelvan a hacerlo ahora, aunque se pasen el día hablando de un gobierno de izquierdas. Mayoral dice que está cansado de llamar a la puerta del PSOE y solo recibe bufidos. Una afirmación tan sincera como la de que el PSOE es culpable de las elecciones el 25D. Podemos forzó las segundas elecciones confiando en el sorpasso que avizoraba el inefable Anguita. Perdieron más de un millón de votos y, de sorpasso, nada. Como unas terceras elecciones se presentaban muy foscas, empujaron al PSOE a la abstención (por la vía crítica, claro). Al ver que no había tal, que NO es NO, comenzaron a hablar de nuevo de gobierno de izquierdas. Pero todo el mundo sabe que el sector anguitista de UP, con Monereo y, sobre todo, el más fiel discípulo del viejo comunista, Iglesias, son contrarios a toda alianza con el PSOE. Prefieren al PP. A la vista está.

Con extraordinaria habilidad, Podemos ha conseguido situarse en una posición perdedora absoluta. Haga lo que haga, no saldrá bien parado. Si se alía con el PSOE (llevando este el asunto a través de notario), irá de segundón y el resultado será malo porque los segundones tienen siempre la culpa de todo, de lo suyo y lo del jefe de filas. Si no se alía con el PSOE y se va a unas terceras elecciones, acabará seguramente instalado en los mismos porcentajes electorales de IU. 

Nadie creía que Sánchez aguantara. Ha aguantado. Nadie que aguantara el PSOE. Ha aguantado, al menos de momento y cada día que pasa es más y más obvio que esta posición es la única correcta porque es la única digna: NO es NO. Queda por resolver ese incidente del diputado Císcar, pero es de esperar que se aclare cuanto antes. 

Iglesias lleva todo el mes de agosto callado. Sánchez también. La diferencia es que todo el mundo quiere que Sánchez hable, que se retrate, y nadie se acuerda de Iglesias. 

La decisión, por reconocimiento abrumadoramente mayoritario, es de Sánchez. Y esa decisión tiene un objetivo evidente e inmediato: Rajoy no. A continuación, entramos en turbulencias. Pero algo está ya claro: aquí hay un lider que se ajusta a lo que una mayoría de españoles quiere: NO a Rajoy.

NO es NO.

dimarts, 23 d’agost del 2016

El NO a esta chusma es obligado

¡Cómo arrecian las órdenes, las exigencias, las imposiciones a Sánchez para que se abstenga y permita la continuación del gobierno más corrupto desde la transición! Un gobierno dirigido por el peor presidente de la democracia, un perillán sin escúpulos que ha estado cobrando sobresueldos de extranjis durante una porrada de años, mientras decía a la gente que había que bajar los salarios. Presiones de todo tipo, de los beneficiarios directos de este gobierno de corruptos y de los cargos y dirigentes, muchos de ellos sobresoldados que o bien quieren seguir enriqueciéndose o lo hacen por cálculo procesal. Es tal el grado de podredumbre y miseria de la vida politica española, tal el nivel de corrupción y sinvergonzonería que hasta gente normalmente razonable ha perdido la esperanza de que consigamos salir de este hoyo de inmoralidad y saqueo.

"El País", se pasa el día acogotando a Sánchez con entrevistas a glorias caducas, artículos pagados al peso de sus sinrazones, noticias manipuladas y empleadas como arietes, editoriales probablemente consultados con la vicepresidencia del gobierno. Alguna vez esto fue un periódico de calidad; ahora es un pasquín al servicio de La Moncloa, aunque con un estilo menos panfletario que el de La Razón o el ABC. El resto de los medios son como un orfeón a favor de abstención del PSOE. Y los periodistas a sueldo, el coro de monagos, Ahora dice El País que Sánchez basará el "no" en la investidura en las lagunas del pacto PP - C's.

Ese pacto es un cuento que no sirve para nada, salvo para que Rivera no aparezca como un guiñol -que es lo que- a manos del PP. El "NO" a este gobierno no tiene nada que ver con programa alguno, con sus interpretes, con sus circunstancias. Es un NO claro y rotundo a la corrupción, al saqueo organizado del país, el expolio, la extorsión, la malversación de fondos, la estafa, el robo, todo ello adobado de nacionalcatolicismo y franquismo involucionista.

Todos los que presionan justifican la matraca invocando el superior interés de España. A cualquiera se le alcanza que el superior interés de España es que esta banda de ladrones deje de robar, devuelva lo trincado y se entregue en los tribunales. Ese es el interés de España: que se haga justicia de una vez; que se acabe con este régimen de expolio oprobioso, este gobierno de franquistas dedicados a destruir el Estado del bienestar y entregar los bienes públicos a sus compinches mientras la gente tiene que emigrar para vivir. El interés de España no es seguir disimulando, como si el gobierno fuera un órgano democrático o los del PP supieran algo de política o les interesara la política democrática. Eso no es el interés de España sino el interés de esta banda de presuntos malhechores.

Otro medio, puesto a especular para empujar a Sánchez hacia la abstención, fabula una historia según la cual los barones del PSOE y otros correveidiles andan diciendo que Sánchez se aferra al "no" porque así cree que mantiene su puesto de secretario general que, de otro modo, le volaría. Es un razonamiento habitual entre los analistas españoles: casi todo o todo lo atribuyen a motivaciones personales o personalistas. No admiten que alguien puede actuar por principios, por lealtad a la palabra dada (eso que el Sobresueldos no sabe ni lo que es), o por compromiso con su electorado.

En un artículo muy revelador, Manolo Monereo, el hombre de Anguita en Podemos, el guardián del sorpasso, el encargado de impedir toda alianza entre PSOE y Podemos a mayor gloria de Rajoy, muestra su extrañeza de que el PSOE se mantenga en el NO. Obviamente, con la injustificada arrogancia que aflige a esta peña de la "verdadera" izquierda, el PSOE está obligado a propiciar un gobierno del PP solo para que Podemos pueda presentarse como la auténtica alternativa y consolidarse así como partido porque, hasta la fecha, no es más que una organización de aluvión. Monereo no entiende que el PSOE no obedezca a sus vaticinios que son los de siempre de IU, esto es, que el PP y el PSOE son lo mismo. Es tal su desconcierto que dan ganas de invitarlo a que sean ellos, los de Podemos, quienes se abstengan a favor de una gobierno del PP.

Y quede claro que la abstención en estas circunstancias, no es una abstención sino un "sí" en toda regla a este gobierno de corruptos.

NO es NO.


dilluns, 22 d’agost del 2016

Pulpo a la gallega

Ahí los tienen, cuatro hombres, amigos por más señas, cariacontecidos en la terraza de un bar en pleno mes de agosto como si estuvieran en un velorio. Ninguno de ellos da un ochavo por la primera ronda de la próxima investidura de Rajoy y tampoco por la segunda. Ni él mismo. Basta verle la cara, el gesto como amargado, la mirada perdida en lontanaza, rumiando su frustración.

 "¿Será posible que no me voten? Con lo que he hecho por ellos. No se puede confiar en nadie. Los de Rivera me dijeron que arrastrarían a los socialistas y... ya ves. Y de los barones y ex del PSOE no quiero ni hablar. Unos inútiles. Cuanto más piden la abstención, más se afirma su partido en el "NO es NO". No los quieren nada. Tampoco los medios me han servido. Hasta El País, que se ha empleado a fondo, no ha conseguido mover a ese zoquete de su empecinamiento. Es indignante: gane usted unas  elecciones y que no se lo reconozcan. Lo lógico es que gobierne el partido más votado igual que capitanea la manada el lobo que más ha vencido. Y esto es un cuento de lobos. Esa falta de sentido de Estado de Sánchez es el único obstáculo real a mi gobierno. Todos los demás son anécdotas intrascendentes, como diría mi maestro, Fraga. Ese sí era un hombre de Estado y no esta caterva de rojos, antisistema y oportunistas. Dicen que NO es NO a la corrupción y quieren que me pase el día hablando de ella e, incluso, ¡válgame el Señor! que dimita por ella. Dimitir yo.... No lo verán sus ojos. La corrupción es muy llamativa, sí, porque, como siempre, hay una campaña, una conspiración contra el PP.  Siempre la ha habido. Lo dije cuando estalló la Gürtel, hace seis años o así. Y tal ha sido, ¿no? La campaña ha seguido y seguido. Una campaña contra el PP, como si todos los del PP fuéramos una ristra de chorizos. No es justo. La mayoría de los políticos es honrada. Son casos aislados, sacados de contexto, magnificados, mediatizados. Conspiración contra el PP, al que ahora imputan haberse beneficiado de no sé qué ilegalidades. Puras patrañas para impedir que se me elija presidente del gobierno. Bien, pueden no votarme en la investidura pero ellos tampoco podrán componer gobierno. La izquierda no da. Solo sirve para obstaculizar el gobierno ajeno. Y, si da, es porque se ha aliado con los separatistas y esa será su tumba. Lo saben. Así que, nada, elecciones en Navidades, el 25 de diciembre. No soy culpable ni responsable de ello. Me han obligado a hacerlo. Esta bien claro, ¿no? La culpa es de Pedro Sánchez por no permitir que yo sea presidente del gobierno".

diumenge, 21 d’agost del 2016

NO es NO a la corrupción, el chantaje y el franquismo

Llama la atención el hecho de que ninguno de los estafermos de la vieja guardia del PSOE o sus jóvenes aliados, deseosos de hacer carrera al arrimo del orden, hable de la corrupción. En sus razonamientos a favor de que el PSOE se abstenga y posibilite un gobierno del Sobresueldos, la corrupción, que es el segundo problema en orden de importancia para la ciudadanía, simplemente no existe; nadie la menciona. 

De C's no es preciso hablar. Quienes iban a votar "no" a cuenta de la corrupción, van a votar "sí" gracias a un pacto que nueve a risa sarcástica porque lo han firmado con los responsables y beneficiarios de esa misma corrupción. Para sacudirse la sensación de ridículo, amenazan ahora (la política española sigue haciéndose a golpe de amenazas) con abstenerse o volver al "no" si el PP no cierra ese acuerdo perfectamente inútil a la mayor brevedad. Pero la opinión general es que el PP ya cuenta con el apoyo de Rivera y los suyos. O sea, las amenazas son parte de la escenificación de un apaño que se presenta como sacrificio en interés de la estabilidad. Un puro teatro porque la causa primera de la inestabilidad es, precisamente, la corrupción que quedará condonada de hecho si se permite que el partido corrupto y su líder, responsable político de la situación, sigan en el gobierno del Estado. Imposible tomarse aquí nada en serio.

El razonamiento de los socialistas claudicantes y los de C's es que España, democracia europea, debe tener gobierno cuanto antes y acostumbrarse a los gabinetes de coalición porque ese es el hábito en el continente, casi todo él en régimen parlamentario y multipartidista. Correcto. Pero España es diferente de las democracias europeas. Muy diferente.

En ningún país europeo se permite que un presidente del gobierno en la situación de Rajoy conteste irritada y displicentemente a una pregunta de una periodista sobre la corrupción. Aquí, sí. No pasa nada. Y tampoco es la primera vez que lo hace. La periodista estaba cumpliendo con su obligación y el presidente tuvo una reacción intolerable. No intentó meter un bolígrafo por el escote de la periodista (como hizo su colega Aznar en similar situación) porque mediaba demasiada distancia. Pero el desprecio y la altanería son similares.

Según parece, la trama Gürtel ocultó a Hacienda ganancias por más de 50 millones de euros y eso solo pudo hacerlo en estrecha connivencia con el PP, al que los jueces conceptúan como una asociación de presuntos malhechores. No es que en los demás países europeos no puedan producirse estos desmanes. Estos y otros mayores. Lo que sí sucedería en esos países es que el gobierno del partido responsable y, según parece beneficiario, de esos presuntos delitos no duraría veinticuatro horas. Aquí, en cambio, se presenta de nuevo a las elecciones.

Y hay mucha gente dispuesta a votarlo. Entre otros motivos porque escuchan a políticos demócratas de la oposición pidiendo que se le faciliten las cosas pues esto es lo que exigen la moderación, la estabilidad y el sentido europeo. De la corrupción, ni palabra. 

Y, si hablamos del asunto catalán, la cosa se aclara más. Los abstencionistas piden que se deje gobernar al sector más duro e intransigente del nacionalismo español. El que apuesta por un choque de trenes con el independentismo catalán. Que siga gobernando el partido y el personaje que han traído España a este punto de ruptura, cuyo alcance podrán sus señorías calibrar a partir del próximo 11 de septiembre.

divendres, 19 d’agost del 2016

La investidura

Ayer la Corte hervía de bulos y rumores. Los mentideros echaban humo, fabricando historias y fantasías. El resultado de la era de la información y la comunicación es que, con las noticias importantes, puede armarse tal batiburrillo que al final, los ciudadanos se vayan a la cama sin saber lo que ha pasado de verdad. Quizá por eso recurren a unos medios fuertemente ideologizados y partidistas como los españoles, para que los adoctrinen.

Tómese la noticia principal: hay fecha de investidura. El día comenzó como terminara el anterior: sin fecha para el debate y con un displicente Rajoy haciendo de menos a Rivera. De pronto, todo cambia. La cabeza parlante del gobierno en el Parlamento, Ana Pastor, anuncia la fecha del debate para el 30 de agosto y Rajoy se declara presto a firmar las condiciones de Rivera, de las que, según él mismo, nadie le había hablado en el Comité Ejecutivo de su partido. Conclusión de los medios y los mentideros: este Rivera pesa más de lo que parece o Rajoy tiene un as en la manga, tipo tamayazo, por ejemplo. O ambas cosas.

No tuvo eco alguno, sin embargo, la otra noticia que podía explicar el repentino giro del de los sobresueldos: Sanchez avisaba de que no tenía intención de reunirse con Rajoy (quien lo había citado para hablar del asunto) en tanto no anunciara la fecha de la investidura. Esa es la verdadera razón del cambio de Rajoy. Es decir, si hay fecha de investidura es gracias a Sánchez.

Pero esa interpretación, apoyada en hechos, no se verá en los medios. Estos siguen fabulando sus deseos. El titular de El Confidencial, compartido por muchos otros, pareciendo una noticia, es una opinión, basada en el chantaje de Rajoy: o él es presidente o hay terceras elecciones y, para más INRI, el día de Navidad. Puro mentidero, puro runrún casi de eso que llaman las redes con bastante gracia cuñaos: más presión para Sánchez. Y la Iglesia, ¿qué dice? El día de Navidad vienen todos a casa, no habrá abstención, etc., etc.

Lo más grave es el hecho de plantear la alternativa como excluyente. ¿No hay otras opciones? Es patente que sí. Si Rajoy fracasa, otro, por ejemplo, Sánchez, puede aspirar al nombramiento de candidato. U otro candidato del PP. O de fuera del PP, de consenso. Claro que hay otras posibilidades, por ejemplo, el gobierno de la izquierda apoyado por los independentistas catalanes. Estos plantearán la cuestión del referéndum, algo que el PSOE debiera reconsiderar por cuanto acabará siendo inevitable, dadas las circunstancias.

Dudas cabe abrigar también respecto a la actitud de Podemos. Tras haber fracasado en sus pronósticos de que el PSOE facilitaría un gobierno del PP mediante la abstención, reaparece ahora con la habitual panoplia de arrogantes declaraciones. Empieza por señalar que él, Podemos, representa el "No" a Rajoy. Pero el único "No" a Rajoy que ha contado ha sido el del PSOE. Añade que Iglesias lleva días negociando con Sánchez sobre un gobierno de izquierdas y el PSOE lo desmiente oficialmente. La lealtad de esta gente no existe, y su palabra tiene un valor muy relativo pues está condicionada por su profundo deseo del sorpasso que implica la destrucción del PSOE. Por eso suena tan falso el propósito de formar un gobierno de las izquierdas con un partido al que se quiere aniquilar.

Y las terceras elecciones, sean el día de Navidad, el de Reyes o el de los Santos Inocentes, no están decididas ni mucho menos. Solo a los más zotes del PP puede ocurrírseles que cabrá culpar al PSOE de las elecciones el 25 de diciembre siendo así que quien ha decidido los tiempos ha sido el PP.  Ese resultado está más abierto que nunca. Quienes apoyan al PP (y no tienen por qué militar en él) vaticinan su mayoría absoluta. Otros, en cambio, tendemos a pensar que unas nuevas elecciones harían subir al PSOE y bajar al PP y a Podemos. Con C's puede pasar cualquier cosa, según sean los resultados del PP.

dimarts, 16 d’agost del 2016

La negociación según los franquistas

Menos de 24 horas han tardado los franquistas del gobierno en soltar un zasca al infeliz Miquel Iceta, que anda tratando de encontrar una salida al enquistamiento con su mejor voluntad. Ni mejor voluntad ni porras en vinagre. La presencia del Sobresueldos es innegociable por tres razones: 1ª) ha ganado dos elecciones; 2ª) lo ha nombrado el Rey; 3ª) no hay otro. La primera es falsa: ha perdido dos elecciones porque es tan inepto que, aun teniendo mayoría en votos, no es capaz de convertirla en escaños y ya hace falta ser burro para eso. La segunda también es falsa: el Rey lo ha nombrado porque es lo que manda el reglamento, si no, ¿de qué? Este Rey no es muy listo, pero tampoco es tonto del bote. La tercera es muy posible: no hay otro... comparable. Claro que no. Un tipo tan falto de escrúpulos como de inteligencia no es fácil de encontrar.

Así que quien se pasa el día diciendo a los demás que tienen que negociar no está dispuesto a negociar nada por su parte. Se tragan ustedes al Sobresueldos o se rompe la baraja.

Como buen criado, Rivera ya ha agachado la cerviz y de decir que votaría "no" a un gobierno de Rajoy, ha pasado a decír que votará "sí" a un gobierno de Rajoy. Es literalmente entregarse al otro sin condiciones, lamerle los zapatos. ¡Ah, no! Rivera tiene su dignidad y ha impuesto siete condiciones a Rajoy para votar en su favor. De las siete, el Sobresueldos ya se ha saltado la primera (poner fecha a la investidura) sin que Riverilla haya dicho esta boquita es mía. Las otras seis, el Sobresueldos se las saltará cuando tenga la aprobación del Comité Ejecutivo Nacional del PP, un órgano lleno de siervos.

Según Rivera, la posición del PSOE con el "no" es "irreal". Para él, que carece de entereza, constancia y moralidad, seguramente sí. ¿Cómo decir que "no" al que manda? Lo lógico, lo "real" es ponerse a su servicio, de felpudo a sus patas. Para los demás, el "NO es NO" es lo único real, racional y moral que cabe hacer hoy.

Para disimular la mala conciencia de haberse entregado sin  condiciones al Sobresueldos y la banda de ladrones, Rivera alza la voz diciendo que no permitirá que Rajoy toque o "matice" una sola de sus condiciones. Vamos, hombre, que la gente te ha calado: no es que vaya a matizarlas, es que se las va a saltar todas.

Y tú, a callar y votar que sí.

NO es NO.

NO es NO

La falta de dignidad en este país es apabullante. ¿Cómo puede querer alguien que gobierne el partido más corrupto de la historia de la democracia? Un partido que tiene a todos sus secretarios generales y tesoreros citados ante el juez y si no lo están también Rajoy y Cospedal debe de ser por alguna oscura razón procesal que es de esperar se aclare en su día. Resulta incomprensible que se pretenda dejar en el gobierno de España a la presunta asociación de malhechores que viene esquilmándola hasta la fecha. El partido que ha privatizado en favor propio y de allegados todas las empresas y servicios públicos que ha podido. El que ha suprimido subvenciones, becas, subsidios, ayudas a los dependientes, mientras se los adjudica a sí mismo, a sus deudos, allegados, padres y demás parentela. El que ha malversado dineros públicos a manos llenas, se los ha apropiado linda e ilegalmente y ha corrompido el conjunto de la administración pública.

¿Cómo puede nadie en serio postular que siga al frente del gobierno un personaje tan inenarrable como Rajoy? El presidente de los sobresueldos carece de palabra por propia confesión, cuando admitió que no podía cumplirla pero que velaba por el interés de España. El interés de España descansa así en la prosperidad de un puñado de mangantes y corruptos y la voluntad del presidente sobresoldado de usarlo como excusa para su pavoroso desgobierno, del que no rinde cuentas, por el que no admite responsabilidad alguna y que no pretende enderezar en absoluto.

Que Rajoy pida la continuidad de Rajoy es esperable para quien conozca la indiferencia de la derecha frente a las opciones cambiantes de la opinión. Que la pida la manga de inútiles que componen su gobierno es lógico. Que la pidan quienes se benefician directamente de la arbitrariedad y el favoritismo del gobierno es natural. Que la pida un partido de la oposición, C's, que hasta hace poco mantenía un "no" al PP y específicamente a Rajoy, es lamentable, pero comprensible, dada la flaqueza de la naturaleza humana y el oportunismo de Rivera. Que la pidan también algunos socialistas relevantes, que tuvieron su momento y hoy están al margen de la política práctica aunque no renuncian a tutelar abusivamente los pasos de la dirección actual, no tiene nombre. Es una indignidad.

La Transición tuvo muy buena prensa en sus comienzos que ha ido perdiendo a lo largo de su trayectoria. Actualmente predomina una visión negativa que le achaca haber sido una pura pantomima continuista de la dictadura. Justamente hoy, después de una legislatura de gobierno claramente neofranquista, la decisión de apoyar que este prosiga durante otra legislatura equivale a reconocer que, en efecto, la Transición fue una especie de gran estafa. Resultará así que su finalidad consistía en un retorno a un franquismo sin Franco y con una pátina de democracia cuya función es disimular el desastre de un gobierno corrupto, autoritario, arbitrario e incompetente. 

NO es NO.

diumenge, 14 d’agost del 2016

Rivera de día, Rivera de noche

Ungido por el verbo patriarcal de Felipe González (que ahora anda abroncando a la judicatura venezolana y metiéndose en donde no le llaman) Rivera merece honores de portada de El País. En ese diario, además, publica una carta en forma de homilia dominical a los socialistas, o manifiesto patriótico fichteano, titulada A mis compatriotas socialistas en el que invoca los sacrosantos intereses de la Patria para justificar su cambio de posición, su claudicación ante Rajoy y la derecha, su sometimiento, y pretende arrastrar a los socialistas a la misma abyecta actitud. Forma parte de la naturaleza esencialmente oportunista del ideario de C's que solo está firme como una roca en el antinacionalismo catalán. Ahí no se le conocen vacilaciones ni fisuras. Siempre es "no". Los catalanes lo conocen bien. Pero esto son menudencias. Quien quiera calibrar el crédito que merecen las actitudes de Rivera consultará con provecho una magnífica tribuna de Miguel Ángel Vecino en El Confidencial llamada Cuestión de dignidad. Pues eso, cuestión de dignidad.

Más importante parece averiguar, si se puede, la razón del proceder de los partidos políticos, casi todos (excluyo a los nacionalistas) conchabados para presionar a Pedro Sánchez a fin de que permita un gobierno del PP con la abstención del PSOE. Parte de la presión más intensa (y menos ética) procede de las filas del propio PSOE: barones, viejas glorias, jóvenes ambiciosos, quieren que su partido claudique, como lo ha hecho C's. No reconocen que esa abstención supondría el fin del PSOE a manos de Podemos en las siguientes elecciones.

Sin embargo, considérese la situación fríamente desde el inicio. Estamos en este punto porque Rajoy no ha sumado un solo voto a sus 137 escaños. Ni uno solo. No lo quiere nadie. Probablemente ni en su propio partido. ¿No sería lo lógico, dado que a todos importa tanto el superior interés de España, que Rajoy se retirara y dejara paso a otro candidato del PP que pudiera formar gobierno? Todos sabemos que sí, que sería lo lógico y lo que, sin duda, se habría hecho en cualquier otro país democrático. El propio líder tendría que haber dimitido. En realidad, debió hacerlo al comienzo de su mandato. A estas alturas, en que el hombre lleva ocho meses de prórroga en funciones y en situación alegal de enfrentamiento con el Parlamento, todos sabemos también que no lo hará. Está dispuesto a sacrificar el país entero a su capricho personal de seguir desgobernándolo.

¿Y no da vergüenza a los partidarios de la abstención aceptar esta circunstancia indigna, en la que un candidato sin crédito ni prestigio, incapaz de conseguir apoyos, pretende chantajear a los demás, especialmente al PSOE, para que este haga no lo que conviene al país sino lo que le conviene a él personalmente? Es evidente que no les da vergüenza. Se han tragado el marco ideológico de la derecha neofranquista. Se han rendido y aceptado el criterio de esta, según el cual le corresponde gobernar porque el Estado, el país, es de su propiedad. Lo ha heredado de quienes ganaron la guerra, que son los suyos. Casi se diría que estamos como al comienzo de la transición. Entonces había que librarse de los franquistas; hoy hay que librarse de los neofranquistas. Habiendo tragado esto es lógico que no les dé vergüenza mentir abiertamente ya en el introito de la misa, al encomendar al presidente de los sobresueldos y al partido de la corrupción la lucha contra aquellos y contra esta.

Por eso, la petición del PSOE de una comisión de investigación sobre los dineros que el PP ha venido repartiendo alegremente durante veinte años entre los dirigentes del PP, incluido Rajoy, pone las cosas en su sitio. No se puede permitir que gobierne un señor que está pendiente de comparecer ante una comisión de investigación por sus presuntos manejos pasados, de un presidente que mañana puede sentarse a la vera de Bárcenas. No puede encomendarse la regeneración del país a un partido corrupto, imputado, con serio déficit democrático y que no tiene la menor intención de enmendar nada.

No es serio.

NO es NO.

diumenge, 7 d’agost del 2016

Podemos también prefiere a Rajoy

No falla. En cuanto hay una posibilidad de unidad o coalición entre el PSOE y Unidos Podemos, sale Anguita a desbaratarla. Es una reacción tan segura y previsible como los calores del verano. El hombre no puede soportar la posibilidad de que haya un gobierno socialdemócrata porque, al margen de sus ideas políticas (si es que tiene alguna), lo esencial en su motivación es el odio al PSOE. Si, para evitar que este gobierne hay que permitir que lo haga la derecha, lo hará. Fue la pinza de los años noventa sellada entre Aznar y Anguita con la mediación de Pedro J. Ramírez, algo que propició ocho años de gobierno de la derecha y selló el fin de la carrera política del cordobés quien, habiendo fracasado en todos sus pretenciosos frentes, se retiró a seguir pontificando en la antigua capital del califato. Pero de ahí regresa, como de entre los difuntos, cuando intuye la posibilidad de que, en contra de sus obsesiones, sus discípulos de Podemos, los Anguitillas estilo Pablo Iglesias, puedan pactar con el PSOE la formación de un gobierno de izquierda.

Eso solo podrá hacerse por encima de su cadáver pues él siempre ha preferido a la derecha frente a la izquierda en el gobierno, como mandan los muy novedosos cánones de la IIIª Internacional. Ha bastado que Íñigon Errejón esté manteniendo contactos con el portavoz del PSOE, Hernando, sobre la posibilidad de un gobierno de alianza PSOE-Podemos y que reconozca que se trata de algo deseable para que el ex-coordinador de IU haya ido a esa televisión que tiene Podemos a su servicio a avisar del grave error de Errejón y tirarle de las orejas por apartarse de la línea del mando.

Anguita que, hoy más que nunca, está en posesión de la verdad y conoce las leyes que mueven las estrellas y el corazón de los hombres, ha afirmado que no hay ninguna posibilidad de un gobierno de izquierdas porque de muy buena tinta sabe él que el PSOE acabará yendo a una gran coalición con el PP. Obsérvese bien, el viejo comunista, que lleva toda su vida tratando de que la gente lo vote pero ocultando su verdadera militancia, no dice que Sánchez deba propiciar un gobierno de Rajoy, como hacen los peperos, los patronos, los curas, los periodistas y los carcamales del PSOE. Antes bien, como muestra el Materialismo Histórico, cuyo sacerdocio le está encomendado, el PSOE acabará pactando con el PP, quiera o no y sean cuales sean sus preferencias. Porque, como dice el marxismo, los hombres hacen la historia, pero no saben la historia que hacen.

Por supuesto esto es un disparate, pero disimulado, esquinado, artero, propio del jesuitismo de Podemos: no es que ellos quieran que Sánchez pacte con el PP. Ellos anhelan un acuerdo entre el PSOE -el partido de la cal viva, aseguran- y UP pero, por desgracia, será imposible porque el traidor, enemigo del pueblo y neoliberal empedernido Pedro Sanchez pactará con el PP. Ellos, obsérvese bien, siguen con la mano tendida al PSOE.

Y, si cuela, cuela.

En realidad, esta fábula solo engaña a los fanáticos seguidores de Podemos en las redes y sus legiones de trolls. Para los demás está claro: lo que Podemos quiere evitar, en primer lugar, es un gobierno de coalición en el que la voz cantante la lleve el PSOE y no él, como le correspondería según mandanto de los dioses y, en segundo lugar, y lo que verdaderamente da miedo: un resultado muy inferior al obenido en las elecciones del 26 de junio que equivadría prácticamente a una situación de subalternidad en el panorama político, cuando no de desaparición, cosa que achicaría la mitomanía narcisista de estos emergentes. Y ahí es donde los más pánfilos o los más sinceros acaban descubriendo su juego de favorecer un gobierno de la derecha. Lo dice Pilar Zabala, candidata de Podemos en Euskadi: "las elecciones son lo peor; sería preferible otro gobierno, aunque fuese de Rajoy". Lo dice el diputado de Podemos,Yllanes, de Mallorca: Yo prefiero un mal presidente que terceras elecciones. Rajoy, por supuesto.

¿Lo quieren más claro?