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divendres, 8 de juliol del 2016

La socialdemocracia como ideología

Espero no se me acuse de desertar mi puesto de vigilante analista político si me tomo un asueto en esta tarea de seguir los meandros de las negociaciones poselectorales. En román paladino, que van a acabar resolviendo la situación por agotamiento. Rajoy quiere a Sánchez; Sánchez no quiere a Rajoy; Rivera los quiere a los dos; los dos lo quieren a él, pero por separado; Iglesias quiere a Sánchez pero sin Rivera; Sánchez quiere a Rivera con Iglesias; Iglesias no puede ver a Rivera; Echenique tampoco; Rivera no quiere a ninguno de los dos; Garzón los quiere a todos; los catalanes y los vascos solo se quieren entre ellos; los demás quieren a los vascos, pero no a los catalanes. Y todos dicen saber muy bien lo que quieren, pero no quieren saber lo que dicen.

Con permiso, vamos a descansar un poco porque produce angustia ver una clase política enzarzada en dimes y diretes, parlanchina hasta la desesperación, pero ciega a la gravedad de la circunstancia del país.

Vayamos a un asunto que movió titulares de prensa antes de las elecciones y produjo atropelladas reflexiones, esto es, la declaración de fidelidad a la socialdemocracia de Iglesias, principal dirigente de Podemos y faro doctrinal. De inmediato hubo reacciones favorables y desfavorables centradas en si era una engañifa, algo sincero, si pretendía reñir el campo al PSOE, si este era capaz de afirmar su copyright.

Pocos se plantaron y preguntaron exactamente, la socialdemocracia ¿qué es?

¿Qué va a ser? Una ideología. El término levanta suspicacias, sobre todo en la izquierda. Toda ideología es mala a fuerza de falsa. Excepto la propia. Pero la propia no es ideología sino pura razón, sentido común, conocimiento científico. Obvio, lo de las ideologías no está nada claro porque remite a una región de metaconceptos siempre problemática.

Hay ideologías que no están claras en cuanto a su fondo, pero sí en cuanto a su forma. Son conjuntos de ideas más o menos trabados y extensos presididos por eso, por un metaconcepto, como justicia, libertad, igualdad o seguridad. Por eso todas las opciones políticas son ideologías.

La socialdemoracia, una de ellas. Eso es algo que saben los teóricos de la elección racional desde que echaron los dientes. Una ideología es un atajo cognitivo que me permite pronunciarme en asuntos de interés general reduciendo al máximo el coste de la información. Una ideología viene como un pack, un kit cognitivo. Solo precisa dos actos de fe: fe en que el kit es el más adecuado para el metaconcepto que uno venera y fe en que el responsable oficial que las circunstancias hayan puesto al frente de la interpretación lo haga correctamente.

¿Para qué queremos "atajos" conceptuales? Para competir en las campañas electorales y triunfar allegando la mayor cantidad de votos. La ideología es un kit para activar la acción del partido como máquina electoral. Al fin y al cabo, unas elecciones son como las batallas medievales. Las mesnadas de los señores (aquí sus votantes) tienen que distinguirlos en mitad de la refriega entre el polvo y el humo y con las celadas bajas. De ahí salieron los colores de la heráldica. Las ideologías son los escudos de blasón para la contienda electoral. Si yo enarbolo pendón socialdemócrata, atraeré las mesnadas de esa tendencia. Y, de hecho, la campaña de Podemos insistió en una llamada permanente a los "socialistas de corazón"

Pero la ideología socialdemócrata mantiene relaciones conflictivas con otras ideologías de izquierda, singularmente la comunista. Como atajo ideológico para cálculo electoral, la ideología comunista no ha dado nunca resultados aceptables, razón por la cual suele concurrir a las votaciones disfrazada.

La conclusión obvia es que, al haber sellado una alianza con IU y, por ende, con los comunistas, Podemos revelaba que la nueva fe en la ideología socialdemócrata solo era un disfraz más. Un disfraz de supervivencia. Y el resultado ha sido bastante negativo.

dijous, 7 de juliol del 2016

El jarrón chino de La Moncloa

Cumpliendo órdenes de Cebrián, Felipe González predica desde una tribuna de El País la formación de un gobierno del PP con abstención y apoyo del PSOE. Es una batallita más en el gran operativo por el que el grupo Prisa ayuda al mantenimiento de esta derecha neofranquista a cambio de un buen trato en todos los órdenes, financiero, fiscal, etc. Una batallita de los tiempos del abuelo, cuando publicar una tribuna en El País equivalía a un toque de atención universal ante el que todos se ponían en posición de combate. Hoy no es otra cosa que una fantasmada de quien tuvo pero no retuvo porque perdió lo que le quedaba merodeando entre puertas giratorias.

Dice ahora González que no es partidario de una gran coalición PP-PSOE. Hace algunas lunas sí lo era pero, al parecer, ya le han informado de que eso es más de lo que pueden soportar hasta los socialistas más afines al PP, como Corcuera o Bono. Pues que no haya gran coalición y así, el expresidente, que sigue interfiriendo en el margen de acción del secretario general, propone a cambio una coalicionceja en la que su partido sería de monaquillo y, como le da vergüenza pedir que lo haga incondicionalmente, reclama a Rajoy que tenga la magnanimidad de moverse y cumplir con su deber.

A Rajoy. Porque la coalicionceja que González quiere hacer tragar al PSOE en beneficio de Prisa no tiene ni los arrestos de imponer como condición que el de los sobresueldos se vaya a su casa. No tiene el valor de pedir la retirada del presidente más corrupto de la historia de la segunda Restauración, el que era vicepresidente de Aznar cuando este nos llevó a la guerra del Irak.

Es decir, González está a la derecha de C's y Rivera que, cuando menos, exige la salida de Rajoy.

Es más, está a la derecha de Pablo Echenique, pues coincide con él en descartar toda posibilidad de un gobierno de mayoría alternativa al de Rajoy y en defender la formación de un gobierno de la derecha. González lo pide recomendando al PSOE que lo posibilite como sea; Echenique prácticamente lo impone bloqueando la posibilidad alternativa al decir que Podemos nunca se sentará con C's.

Ojalá el PSOE encuentre el valor que precisa para pedir al jarrón chino que predique en una cuestación de la fiesta de la banderita con señoras de bien y a Echenique que razone como cuando militaba en C's, en donde parece haberse dejado el escaso izquierdismo que alguna vez pudo haber tenido.

dimarts, 5 de juliol del 2016

No, no, no y no

Hay vientos de fronda en el PSOE. Unos propugnan "no cerrado" al PP; otros, la abstención en primera o segunda vuelta; otros, creyéndose más refinados, un gambito de un par de diputados para facilitar la investidura de Rajoy; otros, incluso, una gran coalición. En efecto, tormenta de ideas. Eso está bien. El partido prueba ser plural y algo más democrático que los demás. ¿Cuántas voces piden en el PP que se retire Rajoy a quien muchos consideran el principal obstáculo a cualquier entendimiento? ¿Cuántas en C's piden la dimisión de Rivera por haber fracasado en las elecciones? ¿Cuántas en Podemos piden abandonar ya la retórica asaltacielos y forzar un gobierno de progreso?

Todas las combinaciones giran en torno al PSOE. La misma situación que el 20 de diciembre, pero desmejorada para la izquierda. Cosa que debe agradecerse a la decisión de Podemos de bloquear un gobierno de progreso.

Las mentadas opciones del PSOE están sobre la mesa y los socialistas deben debatirlas a plena luz del día y justificar por qué eligen la que elijan. Un debate en el que debemos participar todos porque a todos nos afectará su resultado.

Para Palinuro, la opción más razonable es "no" en todos los casos: primera o segunda vuelta; con Rajoy de candidato o con Perico de los Palotes. Es "no" al PP. No a la corrupción, a la incompetencia, al autoritarismo, al desprecio a la gente; al robo sistemático y organizado, a la manipulación de los medios, a la politización de las instituciones, a la represión de la ciudadanía, a un neoliberalismo salvaje que ha cargado el peso de la crisis sobre los jóvenes, los parados, las mujeres, los emigrantes, los dependientes, los inmigrantes y los pensionistas. No a la derecha neofranquista que ha provocado un enfrentamiento inaudito con Cataluña y se niega a hacer justicia a los más de 100.000 compatriotas asesinados y enterrados en fosas comunes. No a la indignidad y la vergüenza internacionales.

Desde el punto de vista de la finezza parlamentaria, abstenerse aquí o allí, prestar dos diputados o darlos transitoriamente de baja con una enfermedad ficticia, es persistir en este remedo de normalidad democrática, como si el país no viviera una crisis política y moral, además de la social y económica de las que todo el mundo habla. No es asunto de táctica parlamentaria. Es de principios. No es posible seguir si no hay una labor de regeneración democrática creíble e inmediata: se debe poner fin a la corrupción; ningún procesado, imputado, pendiente o sospechoso de serlo, puede ocupar cargo alguno, empezando por el presidente del gobierno; un partido imputado por los jueces de lo penal no puede gobernar; tiene que imperar la trasparencia. Y nada de esto será creíble si el parlamento encarga esta labor regeneracionista a un gobierno que ha sido y sigue siendo causa y amparo de aquella corrupción.

El PP ha ganado las elecciones por mayoria relativa. Sostiene que le corresponde formar gobierno. Nada se lo impide. Que lo intente como quiera y que cada palo aguante su vela. No me consta cuál sea la actitud de C's. Creo que no le consta a nadie; ni siquiera a sus miembros. Tampoco estoy seguro del ánimo del PNV. Parecen proclives a intercambiar el "si" a Rajoy por el acercamiento de los presos. El voto de Coalición Canaria (CC) actúa, me parece, como indican sus siglas en internet, Creative Commons, o sea, votará por igual al PP o al PSOE. Si todas las alianzas le salen, el PP tendrá 175 escaños y gobernará en una precaria situación, amenazado de inoperancia. Cierto que esto parece dársele muy bien al presidente de los sobresueldos, pero no sé si los poderes fácticos van a tolerárselo.

Si le fallan aliados, Rajoy puede ofrecerse también, por supuesto. Pero se abre una posibilidad de formación de un gobierno alternativo encabezado por el PSOE. Esta posibilidad -que Palinuro ya propugaba el 20 de diciembre y sigue propugnando hoy en condiciones más difíciles- es muy compleja pues requiere conciliar posiciones escasamente coincidentes (C's, Podemos, independentistas catalanes, nacionalistas vascos y Creative Commons). Merecería la pena, sin embargo, indagarla, de no ser porque tengo la sospecha de que Podemos -igual que el 20 de diciembre- excluye de antemano todo gobierno con el PSOE.

Dijeran lo que dijeran en la campaña, Unidos Podemos salieron a ganar al PSOE, no al PP. No lo consiguieron, pero sí que no pueda formar gobierno. Ahora la cosa es esperar en la oposición, mientras gobierna el PP y, en las próximas elecciones, el PSOE muerde el polvo o su cadáver pasa por delante de la puerta morada. Eso es exactamente el discurso de Iglesias en este momento: hemos triunfado; pero no lo suficiente; hay que esperar cuatro años. Ya no dicen, como en la campaña, que el PSOE tendría que elegir entre hacer presidente a Rajoy o al sosias de su fundador que, para mayor guasa, decía ser socialdemócrata. Ahora dicen que ellos no están para nada, no vaya a ser que a Sánchez se le ocurra elegirlos. ¡Menudo compromiso!

No merece, pues, la pena devanarse los cascos pero sí cabe hacer una propuesta bienintencionada. Es verdad que buscar acuerdo entre aquellas fuerzas políticas tan enfrentadas en campos tan diversos es muy difícil. Por eso, la razón ordena ir por una vía fácil: ¿y si hubiera un mínimo común denominador? ¿Y si cupiera poner a todas de acuerdo en un punto común?

Porque ese punto comun existe. Es echar a Rajoy y al PP del gobierno. Es la tarea prioritaria. Poner fin a este bochorno, esta indignidad, este desgobierno corrupto de un partido que tiene que dar de baja ejecutivas enteras aprovechando que la policía las reúne en un furgón de detenidos. Es el requisito para que cualquier medida posterior pretenda legitimarse. Sería un gobierno presidido por el PSOE con un acuerdo entre caballeros de que, habiéndose aclarado la situación, depurado las responsabilidades políticas y penales de este gatuperio, se sometiera a una cuestión de confianza y, caso de perderla, convocara elecciones anticipadas.

Pero eso son especulaciones, lo reconozco. Queda la mencionada vía de que cada palo aguante su vela. La vela del PSOE es el "no" por cuestiones de principios y no (aunque también) de elegancia parlamentaria. Al PSOE le ha costado mucho prestigio y apoyo electoral la acusación de haberse convertido en un partido dinástico, directamete implicado en las francachelas de la segunda Restauración, un régimen corrupto. El apoyo a la monarquía, a la Iglesia, a los poderes fácticos, el neoliberalismo, el centralismo más ciego lo han hecho derivar hacia un partido antiguo régimen por utilizar una expresión gráfica aunque no muy correcta. Es el momento de clarificar muchas cosas. Civilizadamente y sin presuponer que solo cabe aceptar con humildad las imposiciones de la derecha neofranquista, apoyadas por un tercio de los votantes y la cuarta parte de la población, si llega. Hacer ojos ciegos a esto es de una irresponsabilidad difícil de imaginar. 

Cualquier gobierno del PP, partido empeñado en obstruir la justicia en cuantos asuntos penales está directa o indirectamente implicado, equivaldrá a sancionar la perpetuación de la injusticia.

dilluns, 4 de juliol del 2016

El Mediterráneo

Es tranquilizador saber que el Mediterráneo lleva muchos siglos descubierto. De no ser así viviríamos en continua zozobra cada vez que alguno de estos estrategas de la ciencia del poder, pensara que lo ha descubierto él solo. Las continuas invocaciones a la calma dentro de Podemos atemperan el nervioso análisis de las causas de su derrota. El caso es hacer todo tipo de equilibrios para no dar con la más obvia de que quienes no te han votado es porque no te quieren. Todavía quedan Mediterráneos cuyo descubrimiento sembrará de luz el camino del futuro.

En la cresta de la más reciente ola de negar que el resultado del 26J haya sido una derrota para la formación morada cuando, en verdad, ha sido un triunfo resplandeciente, Iglesias sostiene que, en definitia, no pasa nada, que ahora toca estar en la oposición pero, dentro de poco habrá otra cita electoral que esperan ganar. Ganar, perder; perder, ganar. Eso es lo único que importa a estos teóricos políticos de Juego de Tronos cuya elemental cháchara pone al desnudo sus más ocultos deseos. Iglesias se ve en la oposición y, para aliviar su disgusto, descubre el Mediterráneo asegurando que eso es lo normal en un sistema parlamentario: hoy en la oposición y mañana en el gobierno. Estupendo. Eso quiere decir que no piensa formar gobierno en modo alguno, es decir que no quiere un gobierno de progreso o de izquierda a favor de los que va cantando por las esquinas. ¿O debemos decir que no quiere que el PSOE puede formar gobierno bajo ningún concepto?

Mediterráneo: hoy en la oposición, mañana en el gobierno. Pero ese mañana son cuatro años. Cuatro años de gobierno de esta derecha corrupta, ladrona, neofranquista y ultrarreaccionaria. Bueno, eso a él no le afecta. Afecta a la gente, sí, que las pasará canutas otros cuatro años cuando esto se pudo evitar simplemente formando un gobierno de izquierda después de las elecciones de diciembre y aun se puede evitar formándolo ahora. Algo sin interés. Es verdad que cuatro años más de esta ignominia, de esta vergüenza de inútiles apandadores que pasan más tiempo en sus cuestiones procesales que en las políticas, a los jefes de Podemos no les afecta gran cosa y solo afectan a la gente. Pero ¿quién es la gente? Obvio, la materia prima de que está hecho el populismo redentor. Pero solo cada cuatro años. Ahora toca disolverse y prepararse para la victoria en cuatro años más manteniendo sobre todo firme la unidad del partido.

Que eso sea una quimera no se le alcanza a quienes han sustituido la experiencia de la que carecen por la voluntad bolchevique de asaltar los cielos en segundas o terceras instancias o nupcias. Ya hay un inevitable enfrentamiento entre Garzón y Errejón que, además, tiene toques de inquina personal muy fuerte. En IU, mar de fondo (que no tardará en convertirse en tormenta) al ver que la función de comparsa en Unidos Podemos no da mayor visibilidad a la organización sino que la sumerge en el olvido y la irrelevancia. Para animarla, este enfrentamiento dialéctico entre los dos números doses de UP: el genuino, fábrica de la casa, Errejón, con su culteranismo gongorista y gramsciano que cada vez es más cómico, y el adoptado o asimilado, Garzón, con su habla aparentemente ingenua, pero henchida de soberbia intelectual, alimentada en la convicción de la infalibilidad de las doctrinas marxistas.

Todavía se descubrirán más Mediterráneos, pero Podemos es ya una jaula de grillos. Y todos bastante pedantes.

diumenge, 3 de juliol del 2016

La gran familia y su puchero

Los mismos sinvergüenzas que han esquilmado el fondo de pensiones de la seguridad social y dejado sin jubilación a los viejos,  son los que se pulían los dineros públicos en putas, coca y juego en Palma de mallorca; los mismos que se llevaban mordidas millonarias por cada escuela con la trama Púnica; los mismos a quienes se pagaban los confetti y viajes de la familia a París; los  que han estado cobrando sobresueldos durante veinte años; los que tienen a su padre dependiente a cargo del erario mientras cortan las ayudas a los demás dependientes; los que blanqueaban dinero para el PP, esa presunta banda de facinerosos, en el Ayuntamiento de Valencia; los que llevaban años robando de las arcas públicas en la operación Gürtel en la sierra norte de Madrid; los que pagaban los trajes de los mangantes a cambio de contratos púbicos; los que se compraban palacetes en Mallorca y áticos en Marbella con dineros que nadie sabe de dónde han salido; los que financiaban el PP, siempre la banda de ladrones, con dinero negro a cambio de subvenciones; los que cobraban por asesorías "orales", incompatibles con sus salarios, a empresas que contrataban con las administraciones peperas; los que troceaban los contratos para embolsarse dineros ilegales; los que cobraban becas que no les correspondían; los que pagaban con dinero público campañas de imagen personal; los que robaron a mansalva en todo tipo de actos oficiales, desde la visita del Papa a Valencia hasta la fórmula uno; los que han cobrado mamandurrias, enchufado a sus amigos y parientes; los que cobran subsidio de alojamiento en Madrid, aunque tienen aquí vivienda; los que mandaban SMS de apoyo y aliento a los delincuentes; los que tenían cuentas en Suiza; los que se han beneficiado de las amnistías fiscales de la banda de ladrones; los que, siendo ministros, no declaraban a Hacienda; los que apañaron y robaron en todas las licencias y contratas municipales del País Valenciano; los que pagaban sumas astronómicas a los periodistas lacayos para que mintieran a su favor en los medios públicos; los que han regalado la sanidad y todos los servicios públicos a sus amigos a cambio de enchufes para ellos; los que han pagado sobrecostes en todas las obras públicas para quedarse luego sus comisiones;  los que han vendido las viviendas protegidas por una futesa a fondos buitres y especuladores; los que regalan 11.000 millones de € al clero y, además le eximen de pagar todos los impuestos y les permiten cobrar todo tipo de tasas y sobreprecios ilegales; los que no pagan impuestos, pero han subido el IVA y toda la tributación directa e indirecta mientras ellos tienen sus dineros en paraísos fiscales; los que descapitalizan la enseñanza pública pero subvencionan a manos llenas la estafa de la enseñanza concertada privada; los que roban en todas las licencias, contratas y adjudicaciones siempre hechas con favoritismos y trampas; los mismos que regalan el dinero a la banca, pero se lo regatean a los particulares; los que asfixian a los autónomos, pero no persiguen el fraude fiscal de los ricos porque son ellos mismos; los que han robado a mansalva en la privatización de la sanidad mientras desvían los casos más caros al sistema público; los que han socializado las pérdidas de las autovías radiales; los que han estafado a cientos de miles de impositores con las preferentes; los que se han pulido la pasta de las tarjetas black en locales de alterne; los que han malgastado dineros públicos en viajes de ensueño con sus amantes sin justificación alguna; los que fabricaban pruebas falsas en contra de sus adversarios polticos; los que han hecho y siguen haciendo guerra sucia con fondos públicos contra esos mismos adversarios; los que han falsificado todas las estadísticas y datos de España; los que se han espiado y denunciado unos a otros; los que robaban los fondos de asistencia al desarrollo; los que han construido aeropuertos sin aviones, museos sin cuadros, trenes AVE en lugares desiertos pero en donde ellos tenían sus propiedades; los que han obligado a los jóvenes a emigrar porque les han quitado las becas; los que viven en áticos de lujo de cientos de metros con criados y mucamos con cargo al erario.

Todos ellos forman una gran familia y, de esa gran familia de malhechores, ¿tengo que creerme que no han dado pucherazo en las elecciones?

dissabte, 2 de juliol del 2016

Hacia las terceras elecciones

A medida que pasan los días está más claro que el resultado de las elecciones del 26J es tan endemoniado como el de las del 20 de diciembre, si no más. Ningún partido alcanza la mayoría absoluta, y solo lo logra la combinación del PP y el PSOE, la Grosse Koalition de la que ningún socialista quiere oír hablar. Todas las demás posibles coaliciones necesitan un tercer partido o, cuando menos, su abstención. Peculiaridades del multipartidismo frente al paralizante y corrupto bipartidismo que todo dios quería quitarse de encima y ahora todos añoran porque empiezan a ver con espanto que la opción terceras elecciones no es tan descabellada. Nadie dice quererlas y todos aseguran estar dispuestos a dejarse la piel para que no se repitan. Nuestros políticos son como algunos reptiles: cambian de piel de cuando en cuando y no solo de camisa o chaqueta.

Eso es lo que dicen, pero no lo que piensan. Las elecciones son como los juegos de cartas para los ludópatas. Todo jugador empedernido que ha perdido una mano quiere que se reparta juego de nuevo porque la adicción lo impulsa a creer que esta vez sí ganará la votación, la apuesta, el monte, lo que sea y, de esta forma, acaba saliendo del casino en una barrica de amontillado. 

No obstante, dos factores les retienen a la hora de hacer públicos sus anhelos: a) el temor a que la opinión pública, cabreada con la reiteración, reaccione con virulencia y, relacionado con el anterior, b) que se exija cambiar los líderes dos veces fracasados por otros. Es decir, en el fondo quieren elecciones pero no quieren aparecer como los causantes y pretenden seguir presentando sus candidaturas por inverosímil que parezca.

Nos esperan pues dos meses con el habitual baile antes de la convocatoria en los que las distintas opciones irán fracasando. La primera de todas, la del PP que, no pudiendo convencer al PSOE de que se suicide en el sidecar de su moto, agumenta la peregrina teoría de que debe gobernar el partido más votado, o sea el suyo, por no otra razón que porque es el suyo ya que ni el sentido común ni la Constitución auspician en modo alguno semejante derecho en un regimen parlamentario. Finalmente quizá intente un gobierno en minoría si consigue convencer al joven flecha Rivera de que sume fuerzas con él. Esto le da 169 diputados pero, como el PNV afirma no sumarse, sus posibilidades de superar alguna votación que no sea la del reparto de prebendas en un parlamento muy hostil son nulas. En consecuencia, terceras elecciones.

Terceras elecciones quieren en realidad el PSOE y UP pero, lo dicho, no se atreven a pedirlas, de forma que harán lo posible para hacerlas inevitables a la chita callando, ya que les va en ello el prurito de la hegemonía en la izquierda. La alternativa que Palinuro ha visto siempre con mayor simpatía, esto es, PSOE+UP+ERC+CDC (ahora con PNV), que da 178 escaños, no es viable a causa del referéndum catalán que el PSOE considera tan inaceptable como un retrato de Pablo Iglesias Posse soplando un matasuegras. La suma PSOE+Podemos+C's, que daría una cómoda mayoría de 188 diputados y presentaría la indudable ventaja de limpiar los establos de La Moncloa de una barrida, aunque dejaría pendiente el referéndum catalán, tampoco es posible porque la combinación de Podemos con C's es tan exotérmica como la del potasio con el agua. Queda la idea de un acuerdo del PP con el independentismo catalán. Si este aplica un criterio pragmatico y don Pelayo concede el referéndum catalán, sería factible. Solo que antes quizá fuera necesario convencer a Rivera de que se hiciera el hara-kiri y no consta entre sus costumbres.

De este modo solo un milagro nos salvará de las terceras elecciones. Y ¿por qué son el PSOE y Podemos los más interesados en ellas? Porque un "a la tercera va la vencida" es el único modo de que una legislatura calentando la silla de la oposición no acabe con los dos tambaleantes liderazgos de Sánchez e Iglesias, cada uno por un motivo distinto. 

Cuatro años más de gobierno del PP en minoría con apoyos asimétricos permitiría a Susana Díaz articular una base de operaciones suficiente para desbancar de la secretaría general a un Sánchez a quien ya ha prohibido que entre en una gran coalición con el PP que pudiera fortalecerlo. 

En el caso de Podemos, la campaña de ejercicios espirituales en que se ha embarcado para oscurecer científicamente las razones de su derrota, deja bien claro que no tienen la menor intención de entender la realidad ni de asumir responsabilidades por una línea política tan incompetente como arrogante e insensata. El segundo escrito que Echenique ha remitido a las bases con ánimo indagatorio, aun más inenarrable que el primero (el de"cañones y mantequilla") no permite abrigar dudas acerca del absurdo de un planteamiento que parece sacado de una encuesta de un mundo feliz a fin de armar un argumentario de urgencia para epsilones, de forma que sus portavoces en los medios (sic) tengan algo que decir y sea siempre lo mismo. Afirma este buen hombre con no excesiva originalidad que el resultado de las elecciones del 26J "ha sorprendido a propios y extraños". Será a sus propios y sus extraños porque otros lo veníamos anunciando desde tiempo atrás. Igualmente afirma que en Podemos tienen una "inteligencia colectiva" como si los militantes de los círculos fueran corales de un arrecife o industriosas abejas de una colmena y no seres humanos plenos en los que la inteligencia es (y solo puede ser) un atributo individual. Termina este escrito casi dadaísta con una enumeración de 12 factores que a su juicio puedan haber sido causa de la derrota de sus muy justas aspiraciones a asaltar los cielos y, de paso, gobernar este país. Su lectura deja claro a cualquiera con algo de sentido crítico que falta el decisivo, el décimotercero: dirigentes capaces de redactar estas bobadas.

divendres, 24 de juny del 2016

Una descripción

Ladrones, sinvergüenzas, corruptos, embusteros, enchufados, parásitos, inútiles, meapilas, mamandurrios, reaccionarios, autoritarios, idiotas, ignorantes, prepotentes, cínicos, estúpidos, abusones, machistas (ellas incluidas), despilfarradores, prevaricadores, delincuentes, fascistas, homófobos (incluidos sus gais), mezquinos, cobardes, franquistas, engañadores, racistas, clasistas, caraduras, manirrotos, centralistas, manipuladores, malversadores, intolerantes, sectarios, aduladores, misóginos (ellas incluidas), lacayos, hipócritas, majaderos, deslenguados, monaguillos, burros, catalanófobos, fanáticos, chovinistas, militaristas, falangistas, miserables, matones, pretenciosos, pedantes, arrogantes, envidiosos, rijosos, beatos, indignos, murmuradores, señoritos, estafadores, trileros, cortesanos, botarates, tauricidas, mamarrachos, cantamañanas, necios y escoria.

¿De qué gobierno de qué partido está hablándose aquí?

El día 26J la izquierda debe votar en bloque. Hay que echar a esta peste.

dimecres, 22 de juny del 2016

Esta escoria que gobierna

Salen a la luz unas grabaciones telefónicas del ministro del Interior, el de la ley mordaza (para los demás; no para él) con un alto funcionario de la Oficina Antifraude en Cataluña tratando de encontrar (quién sabe si de fabricar) escándalos y delitos de qué acusar a sus adversarios políticos, los independentistas. Probablemente, esto de que el zapatones superior de la policía intrigue para cargar delitos inventados o falsos sobre gente a la que quiere hundir, lo hacen todos. Hasta hay un nombre, framing. Cuando la policía quiere cargarte un delito, hace un registro en tu casa y casualmente "encuentra" medio kilo de cocaína debajo de tu cama o de trilita en el el frigorífico. La diferencia con España es que en España, como son tan malos, los cogen enseguida.

El principal responsable de la Ley Mordaza estaba cumpliendo con su deber de caballero de la Orden de no sé qué del Santo Seupulcro y los grandes expresos europeos a base de "cerrar España" contra extranjeros, advenedizos, descreídos, infieles e independentistas. Cerrar España con estos últimos dentro y sin posibilidad de moverse, ni hablar ni actuar; a ser posible, presos ¡Qué no hubieran dado los interlocutores que encontrar algún desfalco, algún latrocinio en el que enredar a los independentistas! Incluso fabricando las pruebas. Pero no hay nada, al menos nada parecido a lo que los del PP tienen montado.

Oriol Junqueras y otros dirigentes independentistas pidieron de inmediato la dimisión de los dos Avinaretas, como es lógico y como ya hubiera pasado en los demás países europeos. Pues que esperen sentados. Estos pájaros no dimiten ni aunque los pillen con la mano en el cepillo de la iglesia a la que son tan aficionados. Todo lo más puede pasar que intenten aplicar la Ley Mordaza, esa inmundicia represiva, a los adversarios. Por lo demás, dimitir, piensan, de qué y por qué? Nadie en este gobierno de mangantes ha dimitido por nada como no hayan sido Ana Mato y José Manuel Soria y esos dos estaban prácticamente ya en busca y captura judicial. ¿El resto? ¿Los demás, ministros, los presidentes de Comunidades Autónomas, presidentes de organismos autónomos, los diputados, consejeros, alcaldes, concejales, a salvo y de rositas e impartiendo doctrina sobre la transparencia democrática, cosa en la que están tan versados como en la escritura lineal B.

¿Cómo va a dimitir nadie de esta cuadrilla de indeseables, pertenecientes a un partido imputado penalmente si su presidente, quien debiera haberlo hecho hace años, cuando se descubrió que, además de su salario a cuenta del Estado, cobraba jugosos sobresueldos de origen turbio, lleva cuatro y medio sentado en un sillón al que no tiene ningún derecho moralmente hablando? Y no solamente es un tipo bajo sospecha sino alguien muy activo en las medidas de su gobierno en favor de la transparencia democrática, ninguna de las cuales ha servido nunca para nada ni se ha aplicado jamás.

Y así, poco más o menos, son todos: la vicepresidenta del gobierno es una ratita hacendosa que, además de haber cobrado los correspondientes sobresueldos, aprovecha el cargo para mentir pro domo sua y amenazar a la oposición.

El ministro de Hacienda, Nosferatu redivivo, emplea su tiempo en diseñar amnistías fiscales para sus amigos, colegas, deudos y mecenas del partido/asociación de malhechores.

El ministro de Exteriores, una especie de chusquero sentencioso de cuarto de banderas, está especializado en enviar analfabetos democráticos y necios a explicar n las cacillerías extranjeras la grandeza de una Constitución a la que se opusieron con uñas y dientes.

El ministro de Defensa, un pavo estirado, perteneciente al más rancio franquismo militar, que es como el franquismo del franquismo, tiene muy satisfechas a las empresas de armamento en que trabajó antes de dedicarse a endeudar su país hasta el agobio comprando armas que no necesita para nada.

La ministra de Empleo ys Seguridad social, principal responsable del gigantesco expolio de 40.000 millones de euros del fondo de las pensiones, tiene a toda la corte celestial apuntada a paro a ver si, por lo menos, se lo bendicen.

El ministro de Justicia, un catalán de apellido y bobo de talante, tiene a todas las profesiones jurídicas en pie de guerra por su fabulosa serie de fracasos de gestion.

El ministro de Educación, un petimetre que no entiende nada del negociado que le han encomendado, solo está interesado en mantener altas las tasas educativas para que la gente sin recursos no tenga que sufrir aprendiendo cosas.

Si ninguno de estos mendas dimite, ¿por qué había de hacerlo el ministro de Interior porque le hayan pillado complotando para fabricar marrones a los independentistas? Que se ande con ojo ese Oriol Junqueras, no vayan a aplicarle la Ley Mordaza por falta de respeto a la autoridad.

dissabte, 18 de juny del 2016

Terceras elecciones o tecnócrata al canto

Si se confirman los vaticinios coincidentes de los sondeos, el 27 de junio nos encontraremos unos resultados similares a los del 20 de diciembre, diputado arriba o abajo.  Siendo los seres humanos imprevisibles, pudiera pasar algo distinto, pero la abrumadora coincidencia demoscópica no anima la esperanza de un cambio.

Una nueva oportunidad pidieron y obtuvieron entonces estos cuatro musilianos hombres sin atributos, que ambicionan ser presidentes de la "gran nación", al decir del genio monclovita. ¿Para qué? Para demostrar alguna originalidad, inventiva o ingenio que rompieran el maleficio de la repetición. No obstante, hasta la fecha solo se les ha visto perserverar cada uno en su empeño con las mismas propuestas anteriores, sin variarlas un ápice. Han mantenido sus enfrentamientos, oposiciones, vetos, reproches, incompatibilidades y, si acaso, las han ahondado a base de declaraciones recíprocamente peyorativas y hasta ofensivas. Su esperanza parece ser que sean los otros quienes desistan. Es la fórmula más segura para reproducir el fracaso anterior. 

A una semana de las elecciones, la repetición del marasmo no solo será resultado del cumplimiento de los sondeos, siempre opinable, sino de los límites rígidos de la lógica de la acción colectiva.  El multipartidismo fragmentado sin mayorías absolutas apunta a dos conclusiones concatenadas: a) cualquier alianza o combinación ha de contar con el PSOE; b) cualquier combinación o alianza en que entre el PSOE será funesta para él. La gran coalición, PP/PSOE, se considera antesala de la desaparición del socialismo como opción futura. La coalición PSOE-Unidos Podemos, la fagocitación del primero. La tercera posibilidad, PSOE-Ciudadanos, es la que más se hunde en las encuestas, como si los votantes quisieran enterrar el único demediado acuerdo que se ha dado hasta la fecha. 

Considérese: todo pacto precisa del PSOE, pero el PSOE pierde en todo pacto. Para los socialistas, por tanto, lo más racional es no llegar a acuerdo alguno. Pero eso es, paradójicamente, lo más irracional para el conjunto y, en consecuencia, también para los socialistas. Es una situación nada infrecuente en la realidad que vuelve locos a lo teóricos de la decisión racional pues rompe una regla básica de la lógica aristotélica, esto es que algo no puede ser ello mismo y su contrario al mismo tiempo: lo racional no puede ser lo irracional. Pero lo es.

Si tampoco ahora pueden los cuatro héroes de nuestro tiempo componer gobierno, serán precisas nuevas elecciones. Una posibilidad estrafalaria para practicarla con el mismo cuarteto.  Nadie puede considerarla sin asomarse a un escenario de ridículo global. Llevan días afirmando rotundamente que no habrá tercera votación, pero haciendo y diciendo lo posible para provocarla. Si la hubiera, ¿admitiría la opinión que se presentaran los mismos pretendientes a probar fortuna en Camelot? 

Si, como es previsible, no fuera el caso, ¿no sería preciso prorrogar la convocatoria de elecciones para dar oportunidad a los partidos de cambiar sus liderazgos? Cambiar liderazgos es cambiar discursos. Pocos están dispuestos a escuchar estos por enésima vez, aunque la televisión ponga a los candidatos a anunciar el tiempo de mañana. 

¿Y quién estará al mando de ese interregno? Es obvio: un/a tecnócrata. Alguien que goce del beneplácito de los poderes europeos y, a ser posible -aunque no imprescindible- sea persona conocida y respetada. 

La disyuntiva -repetición con el mortecino elenco actual o tecnocracia saintsimoniana- es tan deprimente que debiera encender un esfuerzo para impedir que se realice, para que se incumpla. 

España necesita un gobierno. No porque haya de ser bueno en sí mismo sino porque su ausencia es peor ya que no impide el guirigay de quienes quieren construirlo pero no saben por dónde empezar.

dissabte, 21 de maig del 2016

Banderas al viento

Está la delegada del gobierno en la capital del Reino, Concepción Dancausa, entonando el Cara Sol, como cada mañana, mientras borda en rojo su camisa azul cuando suena el teléfono. Sobresáltase Concepción (a quien los camaradas llaman cariñosamente "Conchita") pues no son horas de interrumpir su tarea mañanera, pero responde sin dudarlo. Al otro lado aparece el rostro terso -es una videollamada- de la vicepresidenta del gobierno, con gesto altivo, como siempre, mostrando sus dos incisivos de ratita hacendosa pero con tono conminatorio:

Sáenz de Santamaría (SS): Buenos días, Conchita. ¿Qué haces?

Concepción Dancausa (CD): Recordando a los camaradas caídos en el Alto de los Leones. Es un deber que me impuso mi padre.

SS: Déjalo. Ya lo harás mañana. Hay algo más urgente. ¿Has tomado medidas contra los catalanes en el partido del próximo domingo?

CD: No. ¿Qué hago? ¿Los detengo a todos?

SS: No puedes, tonta. No hay sitio en los calabozos. Haz algo mejor, algo que los saque de quicio a ver si los desmoralizamos. Mira: vendrán todos con la bandera esa con una estrella, que siempre la confundo con la cubana. Prohíbela. Di que en el estadio no se puede entrar con esa bandera... estelada, creo que la llaman, que no sé qué significa. Pero da igual. Tú prohíbela.

CD: Pero ¿cómo? ¿Cómo se prohíbe una bandera?

SS: Coño, Concha, parece que has nacido ayer. Busca una ley cualquiera que ampare tu decisión y emite un comunicado diciendo que no se puede entrar en el campo con la estelada porque es una bandera que incita al odio racial y a romper farolas.

CD: A tus órdenes. Ahora mismo lo hago.

Sáenz de Santamaría corta la comunicación con un seco "¡gracias!", consulta twitter, a ver cómo va el cachondeo de los tuiteros con la deuda pública por encima del 100% del PIB y llama al despacho de Rajoy:

SS: Presidente, ya está hecho.

Mariano Rajoy Brey (MRB): ¿Ha dicho algo Conchita?

SS: Ni pío. Ya está prohibiendo la bandera y en nada tendremos la habitual algarabía rojoseparatista y nadie hablará del aumento de la deuda pública, ni del paro, ni de la corrupción.

MRB: ¿seguro, Sori? Estoy muy preocupado. La última vez que la deuda superó el 100% del PIB fue en 1909 y me van a poner verde. Ya hay quien dice que soy el peor presidente de la democracia.

SS: ¿De qué democracia?

MRB: De esta que tenemos aquí.

SS: ¡Ah, bueno! Creía que hablabas en serio. No te preocupes, presi. En cosa de minutos nadie se acordará de la deuda. Ya lo  estoy viendo en internet.

MRB: ¿En qué?

SS: En internet. Eso que también tendríamos que prohibir. Adiós a la deuda y al PIB. Ya se ha armado...

MRB: ¿Ha dicho algo Pundemún?

SS: Sí. Que no viene a la final. 

MRB: Ese tío es un provocador. Es peor que Mas y, como este, parece que está siempre riéndose de mí..

SS: Espera, Presidente, que me llama por el otro teléfono el ministro del Interior. Le sumo a la videoconferencia. Hola, Jorge. ¿Alguna novedad?

En su despacho, Jorge Fernández Díaz, delante de una retrato de Teresa de Jesús, acaba de rezar un rosario de misterios gozosos, pero su segundo, Cosidó, le ha traído noticias alarmantes.

Fernández Díaz (FD) : Hola a los dos, el Señor esté con vosotros. ¿Quién ha mandado prohibir la estelada?

MRB: Yo, Jorge, hay que desviar la atención...

FD: ¿Desviar? ¿Sabéis la que habéis armado? A ver cómo controlamos eso. Habrá que desnudar a todos los hinchas.

SS: No te preocupes, separaremos a los hombres de las mujeres y nadie pecará. 

FD: Encima, ríete. Habrá que poner un guardia por cada hincha. Además, está el mundo entero riéndose de nosotros.

MRB: ¿Y qué? Pura envidia. Somos una gran nación. ¿Quiénes se ríen? Y ¿qué dicen?

FD: Que en España no hay libertad de expresión.

SS: ¿Lo veis? Conjura judeomasónica con toques venezolanocubanos. Seguro que también la TV iraní.

FD: ¿Que quiénes se ríen? ¡Todos! Desde Nueva York a Berlín. Y lo peor: el Papa me ha mandado un whatspp y estoy muy dolido. 

MRB: ¿Qué dice Su Santidad?

FD: No sé, espera. Lo tiene Cosidó en mi otro móvil. Nacho ¿que dice el Santo Padre? Se oye en off la voz de Ignacio Cosidó (IC):

IC: Dice: "Che, boludo, no seás chanta, ¿están de joda?"

SS: Y eso, ¿qué quiere decir? ¿En qué idioma está? ¿En catalán? No, si verás cómo, al final, hay que llamarlo Francesc.

FD: No lo sé, pero me temo lo peor. ¿Y si nos excomulga?

Se oye un timbre y la voz de Sáenz de Santamaría hablando con otra persona. 

SS: Espera, Conchita, te incorporo a la conversación. Habla. ¿Cómo va todo?¿Hay ya manifas? ¿Podemos decretar el estado de excepción?

CD: Al revés. Un juez acaba de levantar la prohibición. 

MRB: Esto... ya tal. ¿Quién le ha dicho a ese juececillo que se meta en esto?

FD: Espera, Mariano. Ha venido Dios a vernos. Ese juez arregla la situación y nosotros quedamos bien con Su Santidad.

CD: Y yo, ¿qué? Ahora los rojoseparatistas, pedirán mi dimisión. Me habéis utilizado de mala manera.

SS: No te preocupes, mujer. Tú no dimites. No hay razón. Al contrario. Es la separación de poderes en funcionamiento. El poder judicial en España es independiente. Y en cuanto a dimitir por razones morales o así, espérate.

CD: ¿A qué me espero?

SS: A que dimita Mariano. 

MRB: ¿Yo? ¿Por qué voy a dimitir yo? Estaría bueno. Merkel no se sobrepondría. 

SS: Así me gusta, Mariano. Somos la única garantía de estabilidad de España de aquí al fin de los tiempos.

MRB: Una gran nación. Supongo que ahora Puchdemún vendrá. ¿Y qué le digo?

FD: Dile que termine de leer la segunda parte del Quijote que le regalaste el otro día y que vea que, cuando don Quijote va a Barcelona, tropieza con el bandido Roque Guinart, que los catalanes llaman Rocaguinarda, y resulta ser una bellísima persona. Es un síndrome de Estocolmo del siglo XVII. Le dices al Carlas que a ver si va él a ser peor que un bandolero.

MRB: Jorge, los catalanes son todos peores que bandoleros. Son un tormento. No me dejan vivir. Te lo digo en serio, Jorge, los catalanes son un grano en...

FD: ¡Ejem! en salva sea la parte...

MRB: eso, en salva sea la parte de España.

SS: Presidente te recuerdo que la doctrina es que Cataluña es España.

MRB: Mira, Soraya, no me vuelvas loco. ¿Y la europea?
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Todo parecido entre estos personajes y cualesquiera otros de la vida real es pura coincidencia.

divendres, 13 de maig del 2016

Dimensiones de la corrupción

Alguna explicación tiene que tener el hecho de que hasta en un pueblo tan resignado a la idea de que los políticos son todos un puñado de sinvergüenzas y ladrones, la preocupación con la corrupción haya subido de un índice del 20 al 50 en los cuatro años de mandato del PP, según los barómetros del CIS. Es decir, así como el desgobierno del sobresueldos ha resultado ser una máquina de producción de independentistas en Cataluña, también lo es de difusión de la corrupción. De todo tipo de corrupción y en todos los ámbitos. 

La más evidente y generalizada se da en el ámbito político, tanto en el legislativo como en los diversos órdenes de gobierno central, autónomico y local. Pero no se limita a eso. También alcanza el ámbito judicial, en el que se dan casos escandalosos y en otros órdenes, como en el religoso. En realidad, el gobierno de Rajoy ha tenido un efecto demoledor sobre todas las instituciones del Estado, las ha deslegitimado y ha dejado el país en un estado calamitoso que no parece tener remedio a corto plazo y ya veremos si a medio. Ha destruido el entramado moral de la sociedad en su conjunto y la ha convertido en una patio de logreros y granujas en el que cada cual va a aprovecharse de la que pueda a costa del bien común. Y el primero de todo, el sobresueldos,  que tiene a su padre en La Moncloa siendo atendido clandestinamente en su condición de dependiente con cargo a los fondos públicos

El caso del diputado pepero Martínez Pujalte, uno de esos bravos que solía arremeter vociferante contra la oposición al estilo Hernando, es uno de un abanico de representantes y cargos públicos del PP dedicados no a gobernar sino a enriquecerse cuanto antes. Junto a Martínez Pujalte, el diputado también pepero Gomez de la Serna, que hacía caja aparentemente ilegal también ha causado baja en partido. Como ha tenido que causarla el embajador en la India, el pepero Gustavo de Arístegui por cobrar cantidades a las empresas concesionaras o el embajador en el Reino Unido, el igualmente pepero Federico Trillo, un personaje cómico, estilo bravo de José Zorrilla que tiene la embajada manga por hombro y también cobraba cuando era diputado sumas considerables por "asesoría oral" (es decir, por colocar chismes) a una empresa que luego contrataba con la administración pública en la que el tal Trillo tenía sus influencias.

En realidad, toda la administración pública del régimen general que gestiona el PP es un hervidero de actividades delictivas, malversadoras, corruptas y tráfico de influencias, cuando no de blanqueo de capitales, como parece ser el caso de Valencia durante la alcaldía de ese inenarrable personaje de prodigiosa zafiedad que es Rita Barberá, blindada por su partido en el Senado para que los jueces no puedan echarle mano. Es un ejemplo de lo que el PP llama "colaborar con la justicia". Cuando no es un concejal de urbanismo, es un  consejero de obras públicas o cualquier cargo que tenga contactos con contrataciones públicas.

Toda la administración pública del PP está repleta de corrupción. Tanta que cabe parafrasear la célebre obra de Larra con un "Vuelva usted mañana, que lo tendremos todo expoliado". Pero así es. En estos últimos años se han conocido casos que claman al cielo, como en el de cuanto tenga directa o indirectamente que ver con adjudicaciones, contratas, calificaciones, recalificaciones o cualquier trámite en que esta colección de granujas pueda meter la mano. No hay concurso o licitación en los que no medie una mordida o comisión a algún sinvergüenza del PP en un puesto decisivo. Es el caso del ex-consejero Granados de la Comunidad de Madrid que cobraba cifras fabulosas por autorizar colegios, según la señora Aguirre, sin su conocimiento. Ni falta que hacía pues toda la política de la señora Aguirre de liberalización y privatizaciones de la educación, la sanidad y los servicios públicos no es otra cosa que corrupción revestida de ideología. 

Lo curioso es que, en este ambiente asfixiante de corrupción total, como rasgo de la gestión, la oposición no se haya hecho notar. Se trata de un fenómeno característico. La oposición socialista no ha sido capaz de obligar al gobierno a rendir cuentas. La corrupción de los EREs de Andalucía, tan institucional como la del PP en donde este gobierna, la ha deslegitimado  para cumplir su tarea de vigilancia y control. No puede alzar la voz porque se la acallan señalándole un nivel de corrupción que nada tiene que envidiar al del PP. Habrá que ver si los nuevos partidos enderezan la situación que, como se ve, está alimentada por las mayorías absolutas como las del PP o los gobiernos sempiternos como el PSOE en Andalucía. 

En realidad, esta generalización de la corrupción en la sociedad responde a una peculiar relación ejemplar que une a los poderes públicos con la sociedad. Si todos los estamentos sociales ven que puede ser presidente del gobierno una persona que estuvo cobrando sobresueldos de procedencia dudosa durante veinte años y no le pasa nada, un personaje que envía un SMS de apoyo a un presunto delincuente y no dimite sino que, para pasmo general, dice ponerse a la cabeza de la lucha contra la corrupción, de la que habla como si le fuera ajena, la sociedad piensa que aquí puede robarse a mansalva.

Y actúa en consecuencia

diumenge, 8 de maig del 2016

Carta de ultratumba de Maquiavelo a Pedro Sánchez

Desde las regiones hiperbóreas en las que me hallo observo con interés, caro Pietro Sánchez, vuestro gran esfuerzo por alcanzar el principado en condiciones difíciles, llenas de trampas y peligros y con tantos enemigos al acecho dispuestos a liquidaros y repartirse vuestros despojos. Siempre he sentido admiración por los hombres valerosos, los audaces condotieros que se apoderan de grandes principados con su ingenio y valor y la audacia de su aguerrido brazo.

Permitidme que, pues renováis hoy el juramento de lealtad de vuestras huestes, con esos 30.000 bravi dispuestos a acompañaros al combate, os dé algunos consejos, producto de mi experiencia en los asuntos del Poder y las técnicas para conquistarlo y conservarlo. Sé que amáis vuestra Patria tanto como la suya los valerosos pictos que lucharon contra las legiones de Adriano y sé también que, aunque os manifestáis como un abyecto cortesano ante vuestro Rey, en el fondo de vuestra alma sois republicano. Esa capacidad para el disimulo os hace grato a mis  ojos de taimado florentino y solo por ella os diré alguna quisicosa más.

Revestido con vuestra nueva autoridad, ejercedla sin demora y hacedlo con quienes más a mano tenéis: los vuestros. No permitáis que ninguno de esos missi dominici repartidos por los confines de la monarquía se haga fuerte o pueda levantar facción contra vos. Llamad a capítulo a vuestra gonfaloniera del Sur, antes de que en su insensata soberbia se interponga en vuestro camino.

Salid al campo de Marte cubierto con gruesa cota de malla para que los ataques de los enemigos no os hieran. Y felicitaos de que se produzcan. Si os atacan es porque os temen y, al hacerlo, hacen presente vuestra imagen en todos los lares de la patria. Si os niegan vuestra autoridad y la sinceridad de vuestras intenciones, ello no os afecte. Al fin y al cabo, ambas pueden fingirse siempre sobre todo si contáis con una guardia del pretorio capaz de defenderos en situaciones difíciles.

Tenéis que conquistar los platós de la televisión, que habéis abandonado a vuestros adversarios quienes llevan ya tiempo repitiendo allí sus consignas en contra de vuestra casa e intenciones. Estáis obligado a recurrir más a los medios de comunicación porque es en ellos en los que se encuentra la Fortuna que todo guerrero necesita por mucha que sea su virtú, nunca suficiente. Recordad cómo Gatamelata llegó a viejo cubierto de gloria y poder, precisamente por haber sabido domeñar la Fortuna.

La necessitá debiera obligaros a ser más ingenioso o, incluso, a ser algo ingenioso porque al natural no lo parecéis. Y quieran los hados adornaros con algunas luces que os faltan. Os espera batalla en un doble frente, en contra del actual príncipe en el trono que, para defenderlo, os atacará a muerte y en contra de unos jóvenes gibelinos que, al grito de ¡Podemos!, pretenden arrebataros vuestra posición, sustituiros en ella y dejaros sin la posibilidad de conquistar el principado. Tened además en cuenta que estos dos enemigos, patricios y plebeyos, siempre que puedan se pondrán de acuerdo en contra de vos. 

Emplead vuestra virtú en sellar una alianza con el otro grupo "emergente", el de los güelfos que se autotitulan Ciudadanos y presentadla en el foro como vuestra gran aportación de gentes  concernidas por el porvenir de la nación,  modernizadoras, centristas y moderadas, algo que el pueblo siempre, temeroso de radicalismos, valora mucho. Tened  presente el ejemplo de aquel astuto monarca, Fernando de Aragón, en quien yo mismo me inspiré, porque lo sabía inspirado por la Providencia. 

Os atacarán, acusándoos de haberos aliado con el maligno por vuestra ansia de poder. No os importe. Esos ataques mantendrán viva la atención del pueblo en vuestra persona y os ayudarán a convencer a los güelfos, la otra parte de la alianza, de que le interesa echar su suerte con la vuestra porque, al fin y al cabo ambos queréis el poder.

Y recordad siempre que la gloria solo la alcanza quien osa ir por ella al precio que sea.
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Post Scriptum: quizá debiérais, aunque se me hace arduo, dada vuestra cerrada mentalidad centro-imperial y escurialense, aveniros con las tribus bárbaras que moran al norte del Íber, hispánico río. Son gentes insumisas, muy apegadas a su vetusta cultura y lengua y de trato difícil por su gran amor a la independencia. Ofrecedles la administración de sus propios tributos, liberándolas de las exacciones a las que las someten los actuales procónsules y virreyes. Quizá consigáis convencerlas de que se alisten en vuestros invictos tercios; pero lo dudo.

dimecres, 27 d’abril del 2016

Cataluña y el gobierno de Madrid

Aquí está ya mi artículo de hoy en elMón.cat. Justo en este momento en que Cataluña camina hacia la independencia, en Madrid no hay gobierno central. Mucho peor: después de cuatro años de un verdadero desgobierno, hecho de rapiña, saqueo, corrupción, arbitrariedad, nepotismo, neofranquismo, beatería, después de cuatro años de un gobierno nacionalcatólico, más estúpido y meapilas que los de Franco, nos encontramos con un vacío de poder. Y vaya usted a saber hasta cuándo durará, dado que, según todos los indicios, les resultados pueden ser un calco de los que dejaron las elecciones del pasado 20 de diciembre.

Barcelona y Madrid, Cataluña y España, han vivido generalmente de espaldas. Un noventa y tantos por ciento de los españoles no solo no sabe catalán sino que ni lo entiende y un porcentaje también muy elevado se cabrea cuando los catalanes lo hablan en su presencia porque cree que lo hacen para fastidiar. Llegar hasta aquí sanos y salvos ha sido un milagro. Seguir adelante será un portento.

Es interesante peguntarse qué interesará más a los independentistas catalanes, si que haya o no haya gobierno en Madrid. No adelantaré mis conclusiones. Aquí puede leerse la versión castellana del artículo:

¿Importa en Cataluña el gobierno de Madrid?

A primera vista se diría que sí, al menos mientras lo que se decida en Madrid influya en Cataluña. Pero ¿para qué importa ese gobierno? Suele decirse en estos casos que para tener un interlocutor. Sin embargo eso no es decir mucho porque lo habitual es la falta de interlocución con Madrid o, cuando se da, la interlocución negativa. Madrid es el muro del no o el del silencio. Madrid y Barcelona son dos entes que, en el mejor de los casos, se “conllevan” orteguianamente; en el peor, se enfrentan; y entre medias, en situación de normalidad, se ignoran.

Pero ahora, con un proceso de desconexión en marcha, la habitual mutua ignorancia quizá no sea la actitud más inteligente. De ahí que los sectores políticos con una mínima sensibilidad democrática hayan hecho movimientos de tanteo, a ver cómo están las circunstancias. Los tres dirigentes de la oposición han ido a ver a Puigdemont y Puigdemont ha tomado la iniciativa de presentarse en La Moncloa con una lista de cuestiones pendientes de solución que ya se acercan al medio centenar.

La reacción del Estado, ahora en funciones, ha sido la habitual del enrocamiento imperial y carente de todo ánimo dialogante y democrático: no a la petición principal de una consulta y para las 43 restantes, nómbrese una comisión de viceautoridades que en España equivale al silencio. Como siempre: no y silencio hasta cuando no hay gobierno. ¿Merece la pena que lo haya? Según los políticos españoles, sí, aunque no lo demuestren con sus actos. ¿Merece la pena a los catalanes? Eso es lo que hay que matizar.

Se diría que, a los efectos de los fines estratégicos (independencia en la Generalitat, unionismo en el gobierno de Madrid) conviene que los dos gobiernos sepan a quien llamar en caso de necesidad. Pero eso puede ser inercial. Cuando hay gobierno en Madrid, aunque esté en uso pleno de sus competencias, a los efectos catalanes, siempre está en funciones, porque carece de estrategia alguna que no sea la conservación del statu quo. El statu quo que le ha llevado a que no haya gobierno, como puede verse.

Los nacionalistas catalanes han colaborado muchas veces a la gobernación de España y han sido decisivos en bastantes de ellas no siempre al gusto de todos. Pero, desde la decantación del nacionalismo por la independencia, esta tradición no tiene sentido. Los diputados catalanistas solo pueden coadyuvar a la formación de un gobierno en España que se comprometa a facilitar la autodeterminación con posible secesión catalana. Es decir, España solo puede tener gobierno si el gobierno trabaja contra España. No es una contradicción nueva. Los gobiernos de España siempre han trabajado en contra de España. Lo que sucede es que ahora la contradicción sale a la luz y pone de relieve el problema en toda su crudeza: que no es la “cuestión catalana”, sino la cuestión de la viabilidad de España.

En estas circunstancias y luego de los tres meses de negociaciones para la formación de gobierno en Cataluña, finalmente exitosas, y de los cuatro meses para la del gobierno en España, finalmente fracasadas, la conclusión lógica desde el punto de vista catalán es que allá se las compongan en Madrid y nosotros a lo nuestro. Porque, salga lo que salga en las próximas elecciones españolas, lo más probable es que la relación de fuerzas en el Congreso de los Diputados sea parecida a la que hay ahora y la capacidad de incidencia de los independentistas catalanes sea también similar, porcentaje arriba o abajo.

Es decir, no es en absoluto descartable que, con esta situación de bloqueo y crisis institucional, corrupción e incompetencia, en España siga sin haber gobierno O que el gobierno hoy en funciones siga en funciones otra temporada. De este modo, el de la Generalitat habrá consumido casi la mitad del tiempo de su hoja de ruta a la independencia en espera de que haya alguien al otro lado de la línea.

Como quiera que el resto de las instituciones catalanas –tanto las dependientes del ejecutivo como las del legislativo- siguen funcionando y haciéndolo además con bastante holgura porque el grado de hostigamiento central es muy bajo, lo conveniente es continuar con los planes como si en Madrid hubiera una gobierno y la prudencia aconseja pensar que, de haberlo, sería claramente hostil a la hoja de ruta. Es decir, la prudencia manda fabricar una realidad virtual y contrastar todas las medidas con las previsibles reacciones que provocarían en el gobierno central, caso de que hubiera uno.

Así, cuando lo haya, lo que se encontrará enfrente será una Cataluña preparada para negociar, desde luego, pero también preparada para seguir su camino si no hay negociación.


dimarts, 26 d’abril del 2016

Salir de la nada

Si de verdad los partidos no quisieran elecciones irían Rajoy y Sánchez cogidos de la mano a decir al Rey que formaban coalición, la gran coalición. Una imposibilidad según el sentir universal, pero no una imposibilidad fáctica, real, lógica o política. En todo caso aquí no se va a elecciones sin más. La derecha muestra esta seguridad casi granítica en su suelo de siete millones de votos. Aspira incluso a superarlos. Pero siete los da por seguros. Siete que la votarían incluso aunque no se presentara. Sus esperanzas están puestas en que los otros metan la pata o hagan el ridículo o se les pueda poner en él. Sobrellevará los casos de corrupción como los dioses se lo aconsejen. Y a esperar el sabio pronunciamiento del pueblo.

Ciudadanos afronta sus segundas elecciones generales y confía en que el lugar conseguido en las de 2015 se ensanche. Lo que no sabe es cómo. La insistencia en la indisoluble unidad del artículo 2 es escamente visible entre el ¡más España! de Sánchez y el España es una gran nación de Rajoy. Y en los demás asuntos C's no acaba de presentar marca de fábrica que arraigue. Van bien vestidos, pero no está claro lo que dicen porque además dicen poco y siempre en relación con asuntos concretos, casos de corrupción y similares. Su intento de trasvasar parte importante del voto del PP se ha visto frustrado y si el viejo armatoste descangallado aguanta, quedará en nada. Pero también merece la pena esperar. El descubrimiento de Manos limpias apunta en esa dirección. Puede haber más Manos limpias.

El PSOE sale en la peor posición y con todos los datos y elementos en contra. Lleva dos resultados electorales muy malos de seguido y no parece que la tendencia vaya a invertirse. Entra en campaña electoral prácticamente sin programa, sin alternativas claras y en mitad de una bronca interna con la peor pinta. Y eso con un liderazgo muy problemático. A las primarias que van a convocarse solo se presenta Sánchez. Está claro, no hay abundancia de corrientes internas, de opiniones, de tendencias. No hay ni siquiera intereses,y eso ya es mucho.

Más a la izquierda, el programa del sorpasso. El viejo sueño de IU y, más atrás, del PCE. El sorpasso (algo que intentaron hacer los comunistas italianos y no pudieron) viene a ser como el ajuste de cuentas definitivo de una división de la izquierda de hace cien años, de cuando los socialdemócratas traicionaron el espíritu internacionalista del movimiento obrero. El Sorpasso es el cumplimiento del mandato de la conferencia de Kienthal. El problema, sobre todo con los de Podemos, es que hablen. Como sigan inundando las ondas con su cháchara pueden encontrarse con un disgusto.

Las opciones dibujadas hasta aqui son meras lucubraciones sobre lo que deben estar pensando los personajes que han puesto en marcha la segunda parte de un acto. Nada más. Lo que sea, sonará.

dilluns, 25 d’abril del 2016

El día D

A Palinuro le parece de perlas que la gente negocie, pacte, acuerde, se comprometa. Es más fácil actuar cuando se va en grupo, en acción acompasada. Y también que se haga de forma discreta, aunque no tiene nada en contra de la diplomacia a bombo y platillo. Cada día lleva su afán y habrá momentos en que no se quiere avanzar y otros en que no se quiera parar. Todo eso da igual. Lo que carece de sentido es ponerse a lanzar luego trinos sobre las ventajas de la deliberación colectiva y el asamblearismo. Las decisiones tomadas en circunstancias jerárquicas jamás podrán pasar por decisiones espontáneas de asambleas de representación directa. 

Y eso es lo que ha pasado y está pasando en Podemos. Lo que ya preveía Rosa Luxemburg:  el consejo, la asamblea es controlada por el partido; el partido, controlado por el Comité Central y el Comité Central, por el secretario general, del que no cabe hablar salvo para escucharlo. Lo que se le ocurra. Los pactos, negociados y acordados de modo discreto se supone irán dirigidos a mejorar la vida de la gente no, por lo que parece, preguntándole, sino por especulación de lo que interesa. En este terreno de pactos inútiles, también puede haberlos secretos, ¿por qué no?

Todo esto, suena y huele a vieja política. Verdad es que, para evitar este juicio, Podemos lo remite todo a consulta de los círculos, generalmente en forma de referéndums o consultas plebiscitarias del tenor de "¿está usted de acuerdo en lo que ha acordado el amado líder o prefiere usted una segunda y profundamente errónea opción?" Pero estas consultas tienen el valor que tienen: ninguno. Lo que no quiere decir que los glosistas no lo saluden como algo milagroso.

 Las elecciones han comenzado en España. PP ha abierto cargando duramente contra C's por ver en él un sumidero de votos antaño fieles. Fuera de esto es poco lo que el Sobresueldos puede hacer excepto postular su desgastada presencia como centro de ilusión de su mensaje y esperar que los adversarios presenten figuras todavía más desprestigiadas.

A su vez, Podemos carga contra el PSOE. Ya se ha terminado la fábula de un gobierno de izquierda, incluidos lo socialistas, con los que nadie había contado. Lo que se quería era entretenerlos para acabar yendo a elecciones, echándoles la culpa. En el fondo, las nuevas elecciones son el último combate singular para decidir quién hegemoniza la izquierda. En principio, el acuerdo al que lleguen Podemos e IU quiere presentarse como una promesa de finiquito de los socialistas. Y, por supuesto, los emergentes escenifican mucho mejor esos eventos públicos multitudinarios, jugando algo con el recuerdo de Woodstock y los grandes happenings del pasado. Frente a ello da la impresión de que los socialistas solo pueden escenificar festivales de barrio con una rifa.

Y no se hable de los medios. Podemos ve muy mal que haya medios que le son contrarios. Pero mantiene silencio sobre aquellos otros tan favorables que más que medios son su aparato de propaganda, esto es, Público, la Cuatro, la Sexta. Además de estos, quiere que los demá medios también le sean sumisos y eso es difícil en condiciones de medios como empresas y de mercado relativamente libre.

Al margen de la demagogia algo está claro: así como la derecha tiene una bateria de medios impresos y audioviuales y la izquierda podémica hace lo mismo, conviene recordar que el PSOE no dispone de ningún medio favorable y mucho menos una batería de ellos.  Su voto solo puede depender de la movilización de su militancia y el ingenio de sus dirigentes, dos cosas muy problemáticas.

diumenge, 24 d’abril del 2016

Cuatro meses a la bartola

Me acuerdo de los meses entre el 27 de septiembre de 2015 (últimas elecciones autonómicas/plabiscitarias de Cataluña) y los primeros días de enero de 2016 en que se compuso gobierno catalán in extremis, con la retirada de Artur Mas en el ultimísimo momento. ¡Cuántas risas se echaron los comentaristas de la corte a cuenta de la segura incapacidad de los catalanes de constituir un gobierno! ¡Cuánta mala leche en los vaticinios! ¡Cuántos chistes sobre la incompetencia de los independentistas para llegar a acuerdo alguno!

Hoy hay un gobierno en Cataluña con mayoría absoluta en el Parlament y una hoja de ruta clara y precisa hacia la independencia, mientras que en España, después de cuatro meses de negociaciones, no hay nada, ni pinta de que vaya a haberlo en un futuro a medio plazo. El ridículo de los partidos españoles ha sido inmenso: cuatro meses de vacío de poder para provocar otro vacío de poder de otros cuatro meses.

Volvemos enseguida sobre los partidos. Entre tanto, ¿qué me dicen del Congreso? Constituido en tiempo y forma, ha sido incapaz de conseguir que el gobierno dimita mediante una moción de censura. Ha fracasado  en su labor de control y oposición. Ha incumplido su tarea. Ha demostrado no servir para nada pues la situación de interinidad. No puede obligar al gobierno a comparecer, ni siquiera cuando, como es el caso, se declara en rebeldía.

Con este Parlamento se percibe claramente la tomadura de pelo de los partidos. Ninguno de ellos ha hecho un movimiento conducente a formar gobierno, salvo la alianza de C's y PSOE que, no sumando los votos necesarios, tampoco consiguió atraer a nadie más. El PP  no ha hecho nada, salvo pedir su apoyo al PSOE sin ofrecer nada tangible a cambio, por ejemplo, la retirada de Rajoy porque lo que verdaderamente le importa es el horizonte penal de varios altos miembros del PP, empezando por el de él mismo. La dicha retirada hubiera, quizá, permitido algún acercamiento con C's, pero tampoco sumaría mayoría absoluta. No siendo esta, no hay otra fórmula ganadora que la Gran Coalición, asunto literalmente impensable. El PSOE ha cubierto el expediente, sosteniendo que su pacto previo con C's no le permitía muchas alegrías.  Podemos arrancó la situación proponiendo medidas teniendo en cuenta sus exclusivos intereses y pensando, más que nada, en imposibilitar toda coalición e ir a nuevas elecciones pero que pareciera que las provocaba el PP.

En estas condiciones, no hay ninguna seguridad de que el resultado de las elecciones no sea similar al que hay ahora, lo que provocaría un  bucle muy peligroso para la gobernación del país. Parece que el electorado se ha dado cuenta de esto y comienza a cuestionarse la situación y a concentrar los votos en C's y PSOE. Como era lógico, viendo las circunstancias. Si se repiten los comicios, el mensaje de Podemos y C's serán muy claros: hay nuevas elecciones porque el PP y Podemos han obligado a ello. Es comprensible que, para evitar esta mala fama, los de Podemos traten ahora desesperadamente de confluir con quienes hace medio año solo les merecía desprecio, IU. Pero es obvio que no va a salirle porque el lastre ahora en unas elecciones ya no es IU sino el propio Podemos, cuya capacidad de fragmentación es superior a la de IU.

De hecho, se trata de cuatro meses de inactividad y descanso que los partidos pueden aprovechar muy bien para ejercitarse algo más en el análisis político. 

dijous, 21 d’abril del 2016

La visita del marciano

Por fin se han visto Puigdemont y el sobresueldos, gracias a la iniciativa del primero. Los líderes de los otros tres principales partidos de ámbito estatal, Sánchez, Iglesias y Rivera ya habían ido a charlar con él a las tierras de la antigua marca hispánica. Y volvieron muy contentos. Los catalanes, afirmaban, no muerden y Puigdemont es una persona encantadora, educada y políglota. Las noticias llegaron a La Moncloa, aunque parezca mentira, pero su inquilino no se dio por enterado. Él ya había roto con Mas en 2014 y es mucho español, partidario del mantenella y no enmendalla. Además, esto de la buena educación, la cortesía, las maneras educadas son refitolerías de personajillos. Él jamás descolgaría el teléfono para llamar a un catalufo que no se peina. Le daría urticaria borgoñona.

Bromas aparte, es increíble la absoluta incompetencia de comentaristas, analistas y otros istas sin aristas. Nadie ha explicado el significado y contenido reales de esta entrevista entre Puigdemont y Rajoy.  Nadie parece capaz de interpretarla en su alcance. Y no es difícil. Veamos:

Puigdemont preside un gobierno en plenitud de poderes, con un apoyo parlamentario claro, un programa y un objetivo fijado en el tiempo.

El sobresueldos preside un gobierno en funciones, que no pinta nada, sin apoyo parlamentario y sin saber a dónde va, si va a alguna parte.

Puigdemont dispone de la mayoría absoluta del Parlamento tras unas elecciones limpias con resultados claros. Comparece en la cámara cuando se le pide y da las explicaciones pertinentes.

El sobresueldos no tiene mayoría absoluta en el Parlamento, frente al cual se ha situado en rebeldía, negándose a comparecer, a rendir cuentas; y actúa como un verdadero "okupa" de La Moncloa.

Hay una diferencia de legitimidad abismal. Tanto que cabe reprochar a Puigdemont que pierda el tiempo viniendo a hablar con este pecio, que no pinta nada ni tiene nada que hacer pues, como él mismo reconoció, tiene la "agenda bastante libre". Y tan libre. Como que no hace nada ni nadie lo tiene en cuenta para nada. En realidad, la visita del catalán es casi como la de un marciano a un cortijo español cuyo propietario es un gandul.

Un gandul que dice "no" a todo. No a todas las propuestas que trae Puigdemont, como ya dijo "no" a las que le trajo Mas en 2014. "Ustedes, señores catalanes, parece estar diciendo, hagan lo que quieran pero en España mando yo y aquí no se mueve nada ni nadie".

¿La consulta? De consulta, ni hablar. La ley lo prohíbe y el okupa explica a Puigdemont que la ley está por encima de todo, per damunt de tot. Dos observaciones para acabar de entender por qué el catalán marciano salió de la entrevista pellizcándose para saber si estaba despierto o todo había sido un mal sueño:

1ª) Rajoy llama "ley" a las normas jurídicas que él y los suyos cambian cuando les da la gana y como les da la gana. La Constitución (art.135), la Ley de Radiotelevisión española, la Ley de Enjuiciamiento Criminal, la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional... todo lo que no le cuadra lo cambia a su antojo. Luego, dice a lo demás que tienen que someterse a la ley, esa misma que él cambia cuando le peta. Es decir, los demás, los catalanes especialmente, tienen que someterse a la ley del embudo.

2ª) No es verdad que la ley prohíba hacer la consulta. La Constitución dice (art. 92, 1) que "las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos" y, por otro lado, (art. 150, 2) añade que "el Estado podrá transferir o delegar en las Comunidades Autónomas, mediante ley orgánica, facultades correspondientes a materia de titularidad estatal que por su propia naturaleza sean susceptibles de transferencia o delegación." Alguien podrá decir que, con este artículo, sobra el resto de la Constitución y, por supuesto, todo el título VIII sobre Comunidades Autónomas. Y no le faltará razón. Pero, por ahora, no queremos ir tan lejos. Bastará con observar que, según la Constitución, el Estado podría transferir a Cataluña la competencia para hacer un referéndum de autodeterminación como han hecho los escoceses y los quebequeses

O sea, si los catalanes no pueden hacer un referéndum de autodeterminación no es porque la ley lo impida (como mendazmente sostienen Rajoy, Sánchez y Rivera) sino porque a los nacionalistas españoles no les da la gana.

Que es el criterio con el que estas gentes llevan desgobernando el país hace cientos de años.

Ya puede el marciano volverse a Marte.

diumenge, 17 d’abril del 2016

España siglo XXI (I)

Da igual que tu ministro de Industria, Energía y Turismo haya dimitido hace menos de 24 horas porque le han pillado con dinero en paraísos fiscales. Da igual que al presidente de honor de tu partido, José María Aznar, Hacienda le haya multado con más de 70.000 euros por engañar al fisco y a todos los ciudadanos que pagan sus impuestos. Igual que al alcalde de Granada de tu partido lo hayan detenido por un asunto de corrupción. Igual que tengas docenas de miembros de ese tu partido, el PP, presidentes, consejeros, alcaldes, concejales, procesados o cumpliendo condena ya condena o procesados por ladrones. Igual que tú mismo hayas estado cobrando sobresueldos durante veinte años presuntamente en negro.

Da igual que hayas mantenido tu país en la ruina, que haya más parados que cuando llegaste al poder hace cuatro años, que los jóvenes tengan que emigrar en busca de trabajo, que hayas expoliado el 60 % del fondo de reserva de las pensiones, que la deuda pública pase del 100% del PIB, que el salario mínimo sea uno de los más bajos de Europa y los impuestos y las tasas universitarias de los más altos de Europa.

Todo eso da igual. Tú vas a un congreso en Zaragoza sobre educación, no dices ni palabra sobre el desastre que has organizado en el país y, entre otras mamarrachadas propones que nadie pueda licenciarse en España si no tiene un buen nivel de inglés.

Tú, que no hablas ninguna lengua. Ni la tuya. Y mucho menos el inglés.

Lógicamente, al término de tu comparecencia sales corriendo por las puerta de atrás para que ningún periodista pueda preguntarte nada. Terminas tu mandato como lo empezaste: escondiendote como un conejo.

Esto es España, siglo XXI.

Y hasta es probable que te voten.