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dimecres, 10 d’agost del 2016

Las enseñanzas de Fraga

Fraga no consiguió lo que más anhelaba en vida: ser el presidente del gobierno, mandar. Lo ha conseguido después de muerto. La derecha es franquista, pero el conjunto del país, no; es fraguista. La infacunda labia del prócer gallego impregna hoy el quehacer de la clase política toda.

El que resiste, gana. Es el lema de su más aventajado discípulo, el presidente de los sobresueldos. Atrincherado en La Moncloa no está dipuesto a irse pase lo que pase. Resistir es el lema. Aunque uno tenga la valoración popular más baja de la historia, esté uno desacreditado dentro y fuera del país por su mendacidad y su falta de escrúpulos, y todos lo consideren el obstáculo real a la normalización política española que váyase a saber cuál es.

La calle es mía. La derecha funciona en equipo y se divide el trabajo. Ahora la calle es de Fernández Díaz y su "ley mordaza". Porque la calle tiene que ser de alguien. A los socialistas se les sublevó en 2011 con los indignados de mayo. Pero eso se ha acabado. La calle vuelve ser del orden constituido, con unos indignados escondidos y otros apoltronados.

Cataluña es tierra conquistada. Suena fuerte pero así lo siente la derecha y, cambiando el conquistada por seducida también la izquierda. Para eso se anuncia ya la alianza PP-C's, los partidos del españolismo más coriáceo. El PSOE pretende reñirles el patriotismo y afirma su nacionalismo español "uninacional" con la seguridad de un santo y seña en combate. Pero los otros dos no solo quieren una España una; también la quieren grande y libre. Claro, ¿quién va a querer una España pequeña y cautiva? Así que ya tenemos el programa del próximo gobierno: España, una, grande, libre. Esto suena raro a oídos del PSOE, pero atruena a amenaza a Cataluña. Los catalanes ya sabían cuál era la razón de ser de C's. Ahora lo van a comprobar en sus propias carnes. Rivera trae seis condiciones para dar el sí a Rajoy, de ellas, la de pedir comisión para investigar la corrupción, es innecesaria pues el Parlamento puede imponérsela al gobierno. Otras dos condiciones (abolición de aforamientos y reforma electoral) no dependen de Rajoy pues requieren reforma de la CE. Y las otras tres son irrelevantes y hasta absurdas: pedir que no estén en el partido los imputados en procesos penales cuando el propio partido lo está es esperpéntico; la limitacióm de los mandatos es una tontería y el fin de los indultos a los condenados por corrupción, algo elemental. Lo único que puede poner nervioso a Rajoy es la exigencia de la fecha de investidura, pero esta podrá anunciarse si, como parece posible, ya hay gobierno minoritario de la derecha. Porque se quiere un gobierno básicamente contra Cataluña.

A Fraga le cabe el Estado en la cabeza. La frase no es de Fraga, sino de Felipe González, cuya obvia ilusión es pasar a la historia como el gran estadista en un fecundo otoño. No era verdad que a Fraga le cupiera el Estado en la cabeza; en realidad, no le cabía nada. Y a Felipe González, tampoco. Su talla de estadista se echa de ver en cómo confunde el Estado con el gobierno. Lo que le importa no es que el Estado prospere y crezca, sino que haya gobierno a toda costa, aunque sea un gobierno de ineptos, neofranquistas y presuntos corruptos. Le da igual. El caso es que el gato (el gobierno), cace catalanes, digo ratones.

La derecha y la izquierda carecen de sentido. España, lo único importante. Suena, ¿eh? Cambien "España" por "la patria" y ya tienen ustedes la aportación fraguista al ideario de Podemos, por llamarlo de algún modo. Esa "patria" del emergente no es menos una, grande, libre que la de las derechas, solo que no lo es brusca o impositivamente, sino de modo melifluo. También estos están interesados en un gobierno de las derechas. No quieren una alianza con el PSOE mientras este sea mayoritario frente a Unidos Podemos. Lo dice Monereo, así que todo el rollo ese de la mano tendida y el gobierno de izquierdas y "decídete Sánchez" es pura trola o trile. Pero, al mismo tiempo, tampoco quieren elecciones nuevas porque saben que descienden en picado, una vez que la gente ha visto que, en realidad, Unidos Podemos es la más anquilosada IU, revestida con los afeites de la novedad.

Los socialistas solo aciertan cuando rectifican. Al final, esta es la enseñanza que los sumisos socialistas González, Zapatero y resto de la vieja guardia quieren hacer tragar a Sánchez Castejón: que rectifique su NO es NO a Rajoy. Que se doblegue. Que ceda como cedió Zapatero con el 135, como cedió Rubalcaba con sus infaustos "pactos de Estado". Que se someta a la arbitrariedad, la soberbia, la incompetencia y la animosidad de una derecha a la que el país importa un pepino porque solo se interesa por sus negocios. Y, de paso, que entregue a la gente a cuatro años más de burla, expolio e injusticia. Al final va a resultar que Sánchez es la última esperanza de regeneración democrática del país. El hecho de que todos los demás, absolutamente todos, los partidos políticos, (empezando por Podemos), los medios de comunicación, los empresarios, la iglesia, manadas de intelectuales y la vieja guardia socialista concentren su fuego sobre el PSOE y sobre Sánchez en concreto está magnificando su figura. Va a resultar también que Palinuro no iba tan descaminado en su carta abierta a Pedro Sánchez, de hace unos días, que lleva 48.000 lecturas.

Y para que el alma de Fraga no sufra, véase cómo Sánchez, precisamente, también ha sabido rectificar: ha cambiado el adocenamiento, la complacencia, el seguidismo y la falta de nervio del PSOE por un claro y nítido

NO es NO.

dimarts, 9 d’agost del 2016

NO es NO. El oprobio no puede seguir

Los analistas políticos suelen enfocar sus interpretaciones basándose en elementos políticos (como es lógico) y también jurídicos, económicos, sociales, etc. Rara vez abordan cuestiones caracteriológicas. Los cotilleos en que suelen caer con frecuencia tienen poco que ver con consideraciones de tipo psicológico. Y, sin embargo, estas suelen ser decisivas. Por ejemplo, España lleva más de cuatro años gobernada por un personaje indigno porque indigno es quien falta a su palabra y más si lo reconoce, como hizo en su día Rajoy, y hasta se jacta de ello. Ese fue su comienzo: mentir para ganar las elecciones de 2011 y, acto seguido, incumplir todos sus compromisos. Faltar a su palabra y sentar así un ejemplo de bajeza moral que ha acabado por impregnarlo todo

La política tiene mala fama. A ella le gustaría ser comparada con las justas medievales de caballeros, pero la opinión común la asocia más bien a la picaresca. Aun así, la picaresca también tiene sus puntos de honor, como saben los lectores de El Lazarillo de Tormes. La situación de la España oficial desde 2011 está muy por debajo de la picaresca. El hombre sin palabra que ocupó la presidencia se rodeó de un equipo y se apoyó en un partido (a su imagen y semejanza) que no le iban en zaga en punto a inmoralidad y falta de escrúpulos.

Con una arrolladora mayoría absoluta, la X legislatura es la historia de una involución democrática brutal. Los gobernantes, todos ellos neofranquistas de raíces biológicas y/o ideológicas, carentes de cualquier convicción democrática, tomaron el Estado al asalto por considerarlo cosa suya. Todo quedó sometido a su arbitrariedad: los medios públicos y bastantes privados, férreamente controlados; el Parlamento, ignorado; la Judicatura constantemente agredida en su independencia, la administación pública al servicio de sus inquinas políticas. Y el saqueo del erario ha sido generalizado, alcanzando la corrupción cotas nunca vistas y la Iglesia, como siempre, un Estado dentro del Estado. Retroceso de todas las libertades y derechos, legislación autoritaria en todos los órdenes, impopular y clasista a extremos rabiosos.

El ataque a la democracia y al Estado de derecho fue y es tan arrollador que dejó desconcertada a la oposición de entonces. Y desconcertada sigue. En la X legislatura coadyuvó con su ineficacia e inacción a mantener la superchería de que una presunta asociación de malhechores fuera un partido político y que un gobierno tiránico, que no respetaba la división de poderes, tuviera algo que ver con un Estado de derecho. El desconcierto, la inactividad, acabaron por convertirla en cómplice de la deriva dictatorial. Una dejación de funciones del PSOE sobre todo que explica el surgimiento de Podemos.

Pues bien, la complicidad con la deriva dictatorial puede convertirse ahora en complicidad con esta especie de golpe de Estado en diferido por el que un gobierno en funciones se declara en rebeldía frente al Parlamento, interfiere en el Tribunal Constitucional y adopta decisiones sin tener competencias para ello en el asunto más grave hoy en España que es el de Cataluña. Todos los intentos de empujar a Pedro Sánchez y al PSOE a permitir un gobierno de los mismos indignos personajes implica una aceptación del oprobio y una complicidad con sus causas.

NO es NO. El oprobio no puede seguir. Las izquierdas tienen que ser capaces de acordar un gobierno, haciendo a un lado cualesquiera consideraciones tácticas. Sobre todo Podemos tiene que ganarse la confianza perdida deponiendo de una vez su proyecto de fagocitar al PSOE y aceptando su posición de segundo orden en la alianza.

Lo contrario es ir a tercerass elecciones. La minibomba del CIS de ayer apunta en la dirección del sentido común. En unas nuevas elecciones, Podemos cae y también lo hace el PP; el PSOE sube. Exactamente ¿en cuánto? Esas son ya cosas de cifras, en las que la cocina del CIS tiene manga ancha. La cuestión es clara y pertenece a un horizonte de esperanza. Si el PSOE mantiene su NO, será un faro de un voto regeneracionista que movilizará a mucha gente. Querer frustrar esa esperanza, como tratan de hacer los barones y jarrones del PSOE, significa devolver a este a la complicidad con el oprobio.

NO es NO. No haya miedo. Que los partidos deben entenderse es obvio. Que deban hacerlo a calquier precio, por ejemplo, al de prolongar el oprobio por el chantaje del presidente de los sobresueldos no lo es en absoluto. Antes está preguntar de nuevo a la gente y que la gente diga si quiere seguir en el oprobio o librarse de él.

divendres, 5 d’agost del 2016

La conjura de los necios

¡Qué barbaridad! ¡Cómo está el patio! El bueno de Sánchez -que parece tener fibra- debe de estar soportando presiones, impertinencias, chantajes, amenazas y homilías sin cuento. El bloque continuista ha perdido el Oremus. Sus componentes, el PP con Rajoy mucho Rajoy y muy Rajoy a la cabeza, la patronal, la Iglesia, los demás partidos políticos (Podemos incluido), los medios de comunicación al alirón (azuzados por El Pais) y los camisas viejas y vieja guardia del PSOE ya no saben qué hacer para evitar las terceras elecciones a base de aguantar un segundo mandato de ese extraterrestre que es el presidente de los sobresueldos.

La fronda del PSOE lanzó ayer un torpedo a la línea del NO de su partido con las declaraciones de Zapatero, pidiendo que se abra un diálogo interno sobre la abstención. Odón Elorza también se rinde a la abstención, aunque pone condiciones estrictas. Son pesos pesados y no desacreditados como lo están González, Bono o Rubalcaba. El llamamiento del PP, sin embargo, les hace un flaco favor porque da a entender que se ha forjado un consenso vergonzante con los socialistas de derechas que prefieren un gobierno de Rajoy ("aunque no lo merezca", dice González) a un gobierno de izquierda o unas terceras elecciones. En el consenso entra también Podemos. Su cabeza de lista en el País Vasco afirma que un gobierno de Rajoy es preferible a unas nuevas elecciones.

La centralidad política ha recaído manifiestamente sobre Sánchez, para desesperación de quienes iban a asaltar los cielos y ahora se encuentran en una posición de irrelevancia que puede incluso empeorar si se celebran nuevas elecciones.

En todo caso, no merece la pena detenerse en estas pequeñeces. Como tampoco lo es recordar por enésima vez que esto es un régimen parlamentario, con una lógica de mayorías y minorías; que corresponde al partido mayoritario articular un gobierno viable, para lo cual debe emplearse a fondo. Todo vale,  incluso el ridículo de inmiscuirse en los asuntos internos del partido de la oposición. Se descubre así por pura ineptitud el elenco de esta conjura de necios: Rajoy, González, Rivera, Cebrián, Rosell,  Iglesias, Zapatero y resto de barones quieren lo mismo: un gobierno del PP, un partido imputado en diversas causas por corrupción y presidido por un hombre que ha dado pruebas abrumadoras de no ser apto para el cargo.

NO es NO.

dimecres, 27 de juliol del 2016

El horizonte penal del PP

Años lleva Palinuro sosteniendo que el PP no es un partido político al uso, sino una asociación de interés integrada por gentes que van a lo suyo sin ningún tipo de miramientos para las leyes. Lo único que las mantiene unidas es exactamente eso, el interés y provecho propios. Lo mismo vienen diciendo los jueces, que se trata de una asociación compuesta por presuntos malhechores, de forma que ya la han imputado en un par de procesos penales. Al partido, como persona jurídica, por beneficiarse de los chanchullos de la financiación ilegal que en el PP parece ser práctica ordinaria. Tanto es así que, en puridad de las cosas, se deberían anular muchas de sus victorias electorales por haber sido producto de malas artes.

Ahora es otra jueza la que procesa al partido y a dos o tres altos cargos (entre ellos, la tesorera) por haber destruido los discos duros de los ordenadores de Bárcenas cuando este también era tesorero. Los pedía otro juez, encargado de los papeles de Bárcenas a petición del encausado. Pero fueron destruidos a conciencia, dice el auto, para que quedaran, como quedaron, absolutamente inservibles. La jueza presume un delito de encubrimiento. Es una evidente destrucción de pruebas quizá incriminatorias para mucha gente de la organización.Una obstaculización de la justicia en beneficio de los compinches, práctica habitual en las organizaciones mafiosas.

El fiscal en la misma causa contra Bárcenas y a petición de este, que parece dispuesto a "tirar de la manta" ha aceptado que se cite a declarar como testigos a todos los extesoreros del PP (Alvarez Cascos, Arenas, entre otros), aunque no a Rajoy y Cospedal, se ignora por qué ya que, en principio, tesoreros han sido los dos como los otros y mientras se producían las prácticas ahora subiudice. En el caso de Rajoy no solo se trata de un extesorero sino del presidente del Partido. Un presidente ausente pues, como hace en la otra presidencia, la del gobierno, no acepta responsabilidad alguna por las tropelías que se hayan podido cometer y de las que es políticamente responsable, quiera o no.

En esa asociación los presuntos malhechores con usos de mafia no solo cometen delitos por los que nunca dimiten ni se les pasa por la cabeza, como se prueba con el caso de Rita Barberá, aforada exprofeso para ponerla fuera del alcance de la justicia, sino que destruyen la confianza de la ciudadanía en la justicia y establecen el reinado del latrocinio y la corrupción como normas habituales de comportamiento de sus cargos, públicos o del partido. Precisamente el hecho de que el partido sea una asociación privada con relaciones privilegiadas con las instituciones públicas es lo que propicia la extensión de la corrupción.

A esta asociación de presuntos malhechores, muchos de ellos en diferentes momentos procesales de su horizonte penal, a esta caterva de mangantes, quieren mantener en el gobierno los socialistas excedentes de cupo, las viejas glorias o viejas infamias, que ejercen o quieren ejercer una especie de tutela sobre la actual dirección del partido, hecha de bisoños. Piden la abstención de los socialistas en la investidura de Mariano Rajoy (algo con lo que este estaría encantado) so pretexto de la urgencia de un gobierno en "interés de España". La solicitud es tanto más descarada cuanto que el propio Rajoy no ha hecho gesto alguno que evidencie una voluntad de generación, sino todo lo contrario. Ha propuesto como presidenta del Congreso a una ex-ministra que tiene una responsabilidad política evidente en la gestión de uno de los peores accidentes ferroviarios de los que se guarda memoria.

Por lo demás, aunque hubiera realizado no un gesto sino toda una pantomima en favor de la regeneración del sistema político, es metafísicamente imposible que lo lograra por cuanto ha sido el el principal causante de su degeneración. Además, si alguna vez tuvo crédito, lo malbarató tras una serie de pomposos anuncios de sucesivas reformas legislativas en pro de la regeneración y la transparencia democráticas que nunca llevó a cabo ni sirvieron para nada.

El PSOE debe entenderse con Podemos y con los indepes catalanes o, si no se logra, quizá con Podemos y C's para un gobierno transitorio de uno o dos años, en cuyo tiempo se tomen las medidas urgentes para afrontar la situación de emergencia

Si esto tampoco se consigue, corresponden terceras elecciones.

Lo que no se puede defender es una prolongación de la actual situación de deterioro, bajo la forma de cuatro años más de agonía, al cabo de los cuales el país puede estar dirigido desde Soto del Real.

NO es NO.  

dimarts, 19 de juliol del 2016

El limbo

Poco a poco la razón se abre camino. En una reunión a puerta cerrada del grupo parlamentario socialista, Sánchez parece haber dicho que hay que contar con los indepes catalanes para garantizar la gobernabilidad del reino. Es preciso, dicen que ha dicho, sacar a estos catalanistas del limbo. Sanos y racionales propósitos. Carece de sentido despreciar ocho posibles votos, quien sabe si diecisiete, por un juicio de intenciones respecto a cuáles sean las  de los nacionalistas catalanes. Sin olvidar que Francesc Homs hace un par de días formuló la predisposición catalanista a la tarea sin la condición previa del referéndum. Palinuro calificó el gesto de giro copernicano y parece que Sánchez lo ha entendido.

Es decir, el que ha salido del limbo es el propio Sánchez. La combinación PSOE+Podemos+indepes catalanes y PNV son 178 escaños, mayoría absoluta. Fuera Rajoy y el PP. Inicio de una etapa de regeneración democrática en todos los sentidos del término. Sería mayúscula irresponsabilidad no lograrla.

Visto que el grupo socialista ha aceptado con agrado (y alivio, supongo) el nuevo propósito de Sánchez, este ya solo tiene que convencer al Comité Federal de que retire esa ridícula y autoritaria condición de no aceptar nada de los indepes catalanes, ni siquiera su abstención. Los del Comité Federal no precisan salir del limbo porque no están en él. En realidad, no hay sitio para ellos en la mitología católica. Sería más apropiado verlos en el Erebo de la mitología clásica, que es el lugar del reino de Hades reservado a él mismo y a Perséfone y desde el que se asciende directamente al Olimpo, sede exclusiva de los dioses. Los católicos admiten que, tras unos trámites, las almas salen del Purgatorio, camino de la gloria del Señor. En Grecia, las almas permanecen perpetuamente en una zona de felicidad no olímpica, los campos elíseos. Las que no alcancen esa ventura se quedan en el campo de los asfódelos, que es una especie de limbo griego.

Con esta decisión de Homs y Sánchez, el juego parlamentario está ahora en campo abierto. Mr. Sobresueldos ya sabe que no tiene apoyos para la investidura, y puede repetir la espantada del 20 de diciembre. Lo anima seguramente el cálculo de que la decisión/no decisión (tema 4 de la teoría de la elección racional) provocará las terceras elecciones generales en un año para exasperación de la parroquia. Y así será salvo que la izquierda -con el apoyo del PDC y el PNV que, al lado del PP son casi grupos espartaquistas- se aglutine y garantice el gobierno citado con sus 178 votos. Cosa esta probable por cuanto los socialistas y los indepes han hecho lo primero, y quizá lo único, que deben hacer los politicos: hablar.

Con estas conversaciones/negociaciones, el PSOE afirma su posición pues, habiéndose distanciado de C's, no queda reducido al diálogo con Podemos; tiene más interlocutores. El afianzamiento es obvio: si Homs y los suyos no ponen el referéndum como condición, ¿qué sentido tiene que lo haga En Comú Podem que, además, no es independentista? Si Domènech cambia su anunciado voto negativo por otro positivo, se habrá restaurado la unidad de voluntad de Podemos. Y ya estaríamos todos en el campo de los asfódelos, a un paso de los campos elíseos. Los de izquierdas sabemos que los mortales no tenemos acceso al Olimpo. Los católicos, que sí se creen inmortales, aspiran a llegar a la gloria, al cielo, a veces, al asalto. Las izquierdas socialdemócratas, más realistas, se conforman con el elíseo que, con relación a la gloria cristiana, es como el Estado del bienestar frente a la sociedad sin clases.

Y ahí es donde está ahora el meollo de la negociación. A ver si Podemos encuentra alguna razón para frustrar la formación de un gobierno de izquierdas. Camino parece haber emprendido con esos chanchullos para la composición de la mesa del Congreso que demuestran dos cosas: a) que los de la "nueva política" son como los de la vieja y revenidos; b) que el líder parece de nuevo empeñado en una de esas fintas que él considera de refinamiento florentino pero suelen terminar como un gag de Buster Keaton.

Y, pues la teoría y la praxis se alimentan mutuamente, hoy es el momento de aplicar la doctrina que su máximo referente intelectual, Gramsci, llamaba la "filosofía de la praxis". De no darse esa solución, la mesa del Congreso estará presidida por doña Ana Pastor, ministra en funciones y con la marca de ganadería apropiada con la S de sobresueldos. Contará asimismo con dos miembros más del PP y dos de C's. Los otros cuatro, para PSOE y Podemos. Predominio de la derecha en un Congreso con mayoría de izquierda. Califiquen ustedes esto y no sean muy duros en los adjetivos. Difícil, ¿verdad?

La composición de la mesa es la prueba de fuego de la intención de formar un gobierno de izquierdas. La composición podría ser: dos del PSOE (con la presidencia), dos de Podemos y un catalán. Los otros cuatro, a repartir entre PP y C's como San Cosme y San Damián se lo aconsejen.

Detrás de estas combinaciones hay toneladas de ideología, doctrina, política, idea nacional y mil cosas más para solaz de analistas, expertos y columnistas. Pero el objetivo esencial, desalojar del poder a la derecha, se cumplirá.

España no puede seguir al mando de un gobierno minoritario de la derecha (¡y qué gobierno! ¡Y qué derecha!) cuando la mayoría del Parlamento es de izquierdas.

Porque lo es. Ahora mismo.

diumenge, 17 de juliol del 2016

La derecha no tiene extremo; el extremo es la derecha

Ayer acompañamos a nuestro amigo Lex Rietman, un periodista holandés afincado en Barcelona, a una visita a los lugares de la memoria franquistas. Lex tiene el encargo de de hacer un reportaje para un periódico y una radio de los Países Bajos respondiendo a la pregunta: ¿por qué no hay en España partidos de extrema derecha, enemigos de Europa, xenófobos, racistas?

La respuesta es obvia: porque están todos en el PP. En el partido que gobierna hoy España, como sabe todo el mundo, se acumulan los casos de autoridades locales, alcaldes, concejales, franquistas recalcitrantes que se manifiestan en las redes brazo en alto, honrando simbología fascista o amenazando a los rojos, los republicanos o los extranjeros. El PP sostiene que se trata de casos aislados, lo cual sería una excusa si de verdad fueran aislados (y no una serie que no para) y si afectaran a los demás partidos. Pero no son ciertas ninguna de las dos cosas. En el PP de hoy se acumulan todas las tendencias fascistas en alegre confusión con los monárquicos, tradicionalistas, democristianos, "liberales" y anarco-capitalistas.

En España no hay partidos de extrema derecha (fuera de la media docena de orates que todo el mundo conoce) porque el ideario y programa popular son los de estos partidos si bien con cierto disimulo para no levantar sospechas. Sus partidarios hablan siempre de centro derecha con el clásico fin de mixtificación de todos los discursos de la derecha pero basta con mirar una reunión del consejo de ministros hoy día para ver que ahí no hay ni uno que sea de centro, al estilo de la UCD.

A fin de empaparnos bien de las raíces de lo que hablamos fuimos al Valle de los Caídos, al Palacio del Pardo y al Arco de la Victoria de La Moncloa.

A la vista del adefesio de la basílica de los caídos se entiende la perplejidad de los españoles de hoy. ¿Qué hacer con él? Dinamitar tamaño atentado a la naturaleza y al arte al mismo tiempo, como le pide a uno el cuerpo, quizá no sea eficiente. En todo caso, mientras se adopta una decisión colectiva razonable, lo que es imperativo es sacar los restos de Primo de Rivera y Francisco Franco y entregárselos a sus familiares. Carece de sentido que ante y tras un altar del culto católico y financiado con el dinero de todos se encuentren el fundador del partido fascista español y el general perjuro que sumió a su país en una terrible guerra civil, con genocidio incluido, en defensa de los intereses de los ricos, los oligarcas y los curas.

En el Palacio del Pardo, un curioso edificio erigido originalmente en el siglo XVI y dedicado casi siempre a residencia de los reyes españoles para sus temporadas cinegéticas, también se alojó Francisco Franco entre 1940 y 1975. Y probablemente por los mismos motivos: mientras sus soldados, policías, guardias civiles, curas, requetés, falangistas y otros chulos y criminales cazaban a los rojos y republicanos en España, él, cazaba gamos en El Pardo. La visita al palacio -parte del Patrimonio Nacional- es obligatoriamente guiada, se hace a toda velocidad y se seleccionan los temas que se tocan de acuerdo con un criterio evidentemente censor para encubrir la personalidad de un sanguinario dictador por el que hay un verdadero culto oculto en todo el complejo y, quizá, en todo El Pardo.

La última etapa, el arco de La Moncloa que, para vergüenza de los madrileños, sigue llamándose de la Victoria. La inscripción del ático es una metáfora de la propaganda y la mentira franquistas: "Fundada por la munificencia del Rey y restaurada por el Caudillo de los españoles (la ciudad universitaria), sede de los estudios madrileños, floreció a los ojos de Dios", en 1956.

El Caudillo de los españoles, que es quien destruyó la Ciudad Universitaria al convertirla en campo de batalla, pretende pasar a la historia como quien la restauró. Lo mismo que el PP actual, que quiere aparecer como defensor de la regeneración de la democracia cuando es él quien la ha hecho degenerar.

No hay partidos de extrema derecha en España porque la extrema derecha está en el PP. Se ve invirtiendo la pregunta: ¿por qué suele haber dos grupos de derechas en los países europeos? Porque la derecha democrática combatió el fascismo con las armas en la mano en la Segunda Guerra Mundial, mientras que la derecha española es la heredera directa de ese mismo fascismo que no fue derrotado militarmente sino que alcanzó la victoria, como se atestigua hoy día con ese arco de la vergüenza.

dimarts, 5 de juliol del 2016

No, no, no y no

Hay vientos de fronda en el PSOE. Unos propugnan "no cerrado" al PP; otros, la abstención en primera o segunda vuelta; otros, creyéndose más refinados, un gambito de un par de diputados para facilitar la investidura de Rajoy; otros, incluso, una gran coalición. En efecto, tormenta de ideas. Eso está bien. El partido prueba ser plural y algo más democrático que los demás. ¿Cuántas voces piden en el PP que se retire Rajoy a quien muchos consideran el principal obstáculo a cualquier entendimiento? ¿Cuántas en C's piden la dimisión de Rivera por haber fracasado en las elecciones? ¿Cuántas en Podemos piden abandonar ya la retórica asaltacielos y forzar un gobierno de progreso?

Todas las combinaciones giran en torno al PSOE. La misma situación que el 20 de diciembre, pero desmejorada para la izquierda. Cosa que debe agradecerse a la decisión de Podemos de bloquear un gobierno de progreso.

Las mentadas opciones del PSOE están sobre la mesa y los socialistas deben debatirlas a plena luz del día y justificar por qué eligen la que elijan. Un debate en el que debemos participar todos porque a todos nos afectará su resultado.

Para Palinuro, la opción más razonable es "no" en todos los casos: primera o segunda vuelta; con Rajoy de candidato o con Perico de los Palotes. Es "no" al PP. No a la corrupción, a la incompetencia, al autoritarismo, al desprecio a la gente; al robo sistemático y organizado, a la manipulación de los medios, a la politización de las instituciones, a la represión de la ciudadanía, a un neoliberalismo salvaje que ha cargado el peso de la crisis sobre los jóvenes, los parados, las mujeres, los emigrantes, los dependientes, los inmigrantes y los pensionistas. No a la derecha neofranquista que ha provocado un enfrentamiento inaudito con Cataluña y se niega a hacer justicia a los más de 100.000 compatriotas asesinados y enterrados en fosas comunes. No a la indignidad y la vergüenza internacionales.

Desde el punto de vista de la finezza parlamentaria, abstenerse aquí o allí, prestar dos diputados o darlos transitoriamente de baja con una enfermedad ficticia, es persistir en este remedo de normalidad democrática, como si el país no viviera una crisis política y moral, además de la social y económica de las que todo el mundo habla. No es asunto de táctica parlamentaria. Es de principios. No es posible seguir si no hay una labor de regeneración democrática creíble e inmediata: se debe poner fin a la corrupción; ningún procesado, imputado, pendiente o sospechoso de serlo, puede ocupar cargo alguno, empezando por el presidente del gobierno; un partido imputado por los jueces de lo penal no puede gobernar; tiene que imperar la trasparencia. Y nada de esto será creíble si el parlamento encarga esta labor regeneracionista a un gobierno que ha sido y sigue siendo causa y amparo de aquella corrupción.

El PP ha ganado las elecciones por mayoria relativa. Sostiene que le corresponde formar gobierno. Nada se lo impide. Que lo intente como quiera y que cada palo aguante su vela. No me consta cuál sea la actitud de C's. Creo que no le consta a nadie; ni siquiera a sus miembros. Tampoco estoy seguro del ánimo del PNV. Parecen proclives a intercambiar el "si" a Rajoy por el acercamiento de los presos. El voto de Coalición Canaria (CC) actúa, me parece, como indican sus siglas en internet, Creative Commons, o sea, votará por igual al PP o al PSOE. Si todas las alianzas le salen, el PP tendrá 175 escaños y gobernará en una precaria situación, amenazado de inoperancia. Cierto que esto parece dársele muy bien al presidente de los sobresueldos, pero no sé si los poderes fácticos van a tolerárselo.

Si le fallan aliados, Rajoy puede ofrecerse también, por supuesto. Pero se abre una posibilidad de formación de un gobierno alternativo encabezado por el PSOE. Esta posibilidad -que Palinuro ya propugaba el 20 de diciembre y sigue propugnando hoy en condiciones más difíciles- es muy compleja pues requiere conciliar posiciones escasamente coincidentes (C's, Podemos, independentistas catalanes, nacionalistas vascos y Creative Commons). Merecería la pena, sin embargo, indagarla, de no ser porque tengo la sospecha de que Podemos -igual que el 20 de diciembre- excluye de antemano todo gobierno con el PSOE.

Dijeran lo que dijeran en la campaña, Unidos Podemos salieron a ganar al PSOE, no al PP. No lo consiguieron, pero sí que no pueda formar gobierno. Ahora la cosa es esperar en la oposición, mientras gobierna el PP y, en las próximas elecciones, el PSOE muerde el polvo o su cadáver pasa por delante de la puerta morada. Eso es exactamente el discurso de Iglesias en este momento: hemos triunfado; pero no lo suficiente; hay que esperar cuatro años. Ya no dicen, como en la campaña, que el PSOE tendría que elegir entre hacer presidente a Rajoy o al sosias de su fundador que, para mayor guasa, decía ser socialdemócrata. Ahora dicen que ellos no están para nada, no vaya a ser que a Sánchez se le ocurra elegirlos. ¡Menudo compromiso!

No merece, pues, la pena devanarse los cascos pero sí cabe hacer una propuesta bienintencionada. Es verdad que buscar acuerdo entre aquellas fuerzas políticas tan enfrentadas en campos tan diversos es muy difícil. Por eso, la razón ordena ir por una vía fácil: ¿y si hubiera un mínimo común denominador? ¿Y si cupiera poner a todas de acuerdo en un punto común?

Porque ese punto comun existe. Es echar a Rajoy y al PP del gobierno. Es la tarea prioritaria. Poner fin a este bochorno, esta indignidad, este desgobierno corrupto de un partido que tiene que dar de baja ejecutivas enteras aprovechando que la policía las reúne en un furgón de detenidos. Es el requisito para que cualquier medida posterior pretenda legitimarse. Sería un gobierno presidido por el PSOE con un acuerdo entre caballeros de que, habiéndose aclarado la situación, depurado las responsabilidades políticas y penales de este gatuperio, se sometiera a una cuestión de confianza y, caso de perderla, convocara elecciones anticipadas.

Pero eso son especulaciones, lo reconozco. Queda la mencionada vía de que cada palo aguante su vela. La vela del PSOE es el "no" por cuestiones de principios y no (aunque también) de elegancia parlamentaria. Al PSOE le ha costado mucho prestigio y apoyo electoral la acusación de haberse convertido en un partido dinástico, directamete implicado en las francachelas de la segunda Restauración, un régimen corrupto. El apoyo a la monarquía, a la Iglesia, a los poderes fácticos, el neoliberalismo, el centralismo más ciego lo han hecho derivar hacia un partido antiguo régimen por utilizar una expresión gráfica aunque no muy correcta. Es el momento de clarificar muchas cosas. Civilizadamente y sin presuponer que solo cabe aceptar con humildad las imposiciones de la derecha neofranquista, apoyadas por un tercio de los votantes y la cuarta parte de la población, si llega. Hacer ojos ciegos a esto es de una irresponsabilidad difícil de imaginar. 

Cualquier gobierno del PP, partido empeñado en obstruir la justicia en cuantos asuntos penales está directa o indirectamente implicado, equivaldrá a sancionar la perpetuación de la injusticia.

dimarts, 28 de juny del 2016

Mañana, conferencia de Palinuro en Luxemburg

Según los datos que se aportan en la ilustración del post, la conferencia, con el título genérico de La situación política actual en España y Cataluña tendrá lugar en el Centre Català en Luxemburgo, sito en 88, Rue de la Semois, L-2533 Luxemburg. Para mayor información, remito a la página del centro.

Ya imaginan las amables lectoras que el título de la charla es deliberadamente ambiguo para que se pueda hablar de todo. Mi intención es hacer un estado de la cuestión acerca de la República Catalana y analizar luego cómo afecta a las perspectivas de esta el resultado de las pasadas elecciones generales españolas. Si es que al final hay tal resultado porque corre por las redes una petición de Avaaz para que haya una auditoría externa de los resultados electorales que huelen a pucherazo que te matas. Invito a firmarla. Yo lo he hecho.

Nos vemos mañana en la sede del Centre Català de Luxemburg.

dilluns, 27 de juny del 2016

Desastre sin paliativos de la "verdadera" izquierda y Cataluña

Y no será porque no se les advirtiera, porque no se les argumentara que iban por el camino equivocado, porque no se les recomendara que parasen y tomaran perspectiva de lo que estaban haciendo. Está escrito: aquellos a quienes los dioses quieren perder primero los vuelven locos, y ciegos y sordos. Envueltos en la más injustificada arrogancia, en una petulancia sin límites, borrachos de halagos autopronunciados, enfermos de narcisismo y egotismo; rebosantes de oportunismo sin principios que los llevaba a instrumentalizarlo todo, personas, ideas en pro de su desmedido afán de poder; carentes de auténticas referencias morales; controlados y manipulados por el revanchismo comunista de un personaje como Anguita, que solo respira odio y anhelo de venganza; comidos por la cursilería y la hipocresía, se han dado una castaña mayúscula, de proporciones, estas sí, históricas.

Y no solo eso, han destrozado las esperanzas de buena fe de mucha gente.

Y no solo eso: han traído ellos solitos un gobierno de la derecha en el enésimo ejemplo de la pinza comunistas/derechas de toda la vida.

En fin, aquí mi articulo de hoy en elmon.cat.

Y aquí, la versión castellana: 

Rotundo fracaso de la izquierda
                                                                                         
Las izquierdas no se pusieron de acuerdo tras el 20 de diciembre y forzaron la repetición de elecciones cuando había varias fórmulas posibles de gobiernos de más o menos progreso (PSOE-Podemos-JxSí; PSOE-Podemos-Ciudadanos). El resultado de esa repetición es un fracaso mayor si cabe, prácticamente una catástrofe para la izquierda.

La derecha que no podía formar gobierno el 20 de diciembre, sale ahora reforzada y, con  el 98,5% del voto escrutado, se sitúa en 169 diputados (sumando PP y C’s) a siete de la mayoría absoluta, que, de obtener un diputado más, podría negociar con el PNV y Coalición Canaria.

C’s se ha desinflado, pero adquiere una relevancia insospechada como partido junior en una coalición de la derecha. Si el PP acepta la condición impuesta por Rivera de licenciar a Rajoy habría un gobierno de coalición de la derecha en minoría que solo necesitaría una geometría variable de abstenciones de los demás grupos, algo perfectamente practicable.

El PSOE y Sánchez en especial, han quedado por debajo del resultado del 20 de diciembre, que ya era el más bajo de su historia democrática. Para Sánchez, sin  duda, un  fracaso que pone en cuestión su liderazgo en el partido. No es probable que un nacionalista español tan  obcecado y rígido como este admita la posibilidad de que el jacobinismo socialista sea el responsable del desastre del PSC, que no levanta cabeza. Pero es un  hecho: Cataluña, el otro baluarte socialista en el Congreso junto a Andalucía, se ha convertido en un territorio residual. Y el PSc en un partido prácticamente simbólico en Cataluña, como el PP, cosa que debiera hacer reflexionar a sus líderes si fueran capaces de ellos.

Pero el batacazo mayúsculo se lo ha llevado Podemos que aburrió a la cabaña nacional con una campaña de diseño de una cursilería insoportable, hecha de colorines, sonrisas, ilusiones y pura demagogia populista, orientada al sorpasso que iba a garantizarle, por fin, la hegemonía de la izquierda. Y con la hegemonía, el regreso a las esencias patrias, la recuperación de la democracia y la dignidad, el progreso y la modernidad de formas e ideas. Todo pura balumba.

Ni sorpasso, ni hegemonía, ni nada. En resumidas cuentas, lo único que ha conseguido Podemos al provocar las elecciones repetidas ha sido traer una gobierno de la derecha más cavernícola que ha habido en el país desde la muerte de Franco. Es el resultado habitual de la pretensión comunista de derrotar a la socialdemocracia, en buenos o malos términos, con más o menos argucias teóricas. En el fondo, guste o no guste, es el resultado de la eterna pinza entre el comunismo y la derecha para impedir el gobierno del socialismo democrático.

Pero hay más y más grave. Con el resultado del 20 de diciembre era muy difícil pero posible formar un gobierno de izquierda, siempre que se propiciara el voto favorable o la abstención de los independentistas catalanes, que tenían la llave de la gobernabilidad de España. Ahora, con este desastre provocado por la arrogancia, la petulancia y la ignorancia de Podemos, no puede formarse gobierno de izquierda ni con el apoyo activo o pasivo de Junts pel Sí. La incompetencia de Podemos ha conseguido lo que parecía imposible: hacer irrelevante la minoría catalana en el Congreso y entregar el gobierno de España a la derecha. JxSí ya no tiene la llave de la gobernabilidad de España.

Pero se mantiene muy bien en la extrapolación del resultado electoral al interior de Cataluña. El independentismo sigue siendo dominante y sólido y, no habiendo sufrido mella alguna proveniente de la ambigüedad de Podemos, puede encarar la cuestión de confianza del próximo septiembre con tranquilidad y proseguir con la hoja de ruta.

La gran derrota de estas innecesarias elecciones del 26 de junio la ha sufrido Podemos que, como En Comú-Podem, no ha conseguido ganar al PSOE en España ni al independentismo en Cataluña.

divendres, 24 de juny del 2016

Nada esta aún decidido

Los observadores más inquietos, menos fáciles de gobernar y también de engañar con campañas edulcorantes, venimos diciéndolo hace días: todos los partidos, estancados (y con tendencia al descenso) y aumento paulatino del PSOE. La campaña ha hecho morir de éxito y sobreexposición a Podemos, de cuyos líderes a todas horas hasta en la sopa, está ya todo el mundo harto. La insistencia en la sonrisa y otras consignas no menos cursis, también plagiadas, como el ruido mediático de sus ocurrencias, no pueden ocultar el hecho de que ha habido un intenso giro hacia la desconfianza y hasta el rechazo. Un lider muy directo, sensible, pero de escasa integridad ideológica y cuyas propuestas recorren a veces todo el espectro político, de la derecha a la izquierda y de la izquierda a la derecha en cosa de horas no es un buen activo para el resultado favorable. La indefinición, la ambigüedad, la vergonzante presencia del comunismo de IU, con Anguita de nuevo en el proscenio cordobés con sus irrisorias admoniciones y la última hazaña patriótica de ir a reñirle la rojigualda a Pedro Sánchez, conseguirán que estos morados vuelvan a vender la piel del oso sin haberlo cazado, lo que les pasa siempre. Y de sorpasso, nada.

Al otro lado del espectro, un PP literalmente destrozado por la corrupción al que ha caido encima, como la plaga de la langosta, la historia de las inenarrables conversaciones con el responsable de de la Oficina Antifraude de Cataluña.  Entre ese ministro medio psicópata, sectario ciego del Opus Dei, que emplea recursos públicos de un Estado no confesional en condecorar tallas de madera que, según él, representan a la madre de Dios y la oratoria inflamada pero confusa de Pablo Iglesias, el electorado tiene poco en donde elegir, razón por la cual, la intención de voto del PSOE, que se había desplomado, está ahora recuperándose y, según las encuestas andorranas está ya a la par con la de Podemos. Es decir, nuevo empate allí en donde Errejón se han  pasado dos meses animando a desempatar. Resultó que no era tan fácil. El oso seguía vivo.

Pero hay más. Tengo para mí que las revelaciones de las conversaciones entre el psicópata de Interior y el hombre de la Oficina Antifraude catalana va a causar un impacto negativo en las intenciones de voto del PP. Por una serie de circunstancias, como la costumbre, el fatalismo, la falta de visibilidad, la lentitud de los procedimientos judiciales, la corrupción no pasaba factura en serio en las intenciones de voto de la derecha. Este otro asunto que afecta a la entraña misma del Estado de derecho y la seguridad jurídica de los ciudadanos ya es otra cosa. Aquí ya se esta hablando de arbitrariedad y prevaricación de los gobernantes en contra de los gobernados. La facilidad con que un ministro sin moral ni escrúpulos, como este, puede fabricar una acusación falsa, un escándalo inventado contra un ciudadano para fastidiarle la carrera y destrozarle la vida es algo que horroriza a cualquier espectador y, en este asunto concreto, espectadores somos todos.

Estas consideraciones fundamentan el juicio de que nada está decidido a un par de días de las elecciones y que nada hay seguro en ellas.

Añado algo de mi cosecha: tengo la convicción de que si el PSOE queda por delante en los resultados, modificará su actitud acerca del referéndum.

¿Pucherazo en las elecciones?

La bomba fétida de las conversaciones de Fdez. Díaz con el pájaro de la Oficina Antifraude, Daniel de Alfonso, va a reventar hasta las más firmes resistencias de ese búnker del voto franquista y nacionalcatólico que hasta ahora ha apoyado sin vacilaciones al PP. Los innumerables casos de corrupción entre sus dirigentes y cargos públicos, la evidente incompetencia y falta de todo escrúpulo moral de su presidente, la condición de partido imputado como tal en los procesos penales de la Gürtel no habían dañado apreciablemente esa voluntad del franquismo sociológico de cerrar filas en torno a los suyos por ladrones que fueran. Pero las barbaridades que dice y escucha el ministro en su despacho mientras su propia polícía lo graba sin que él se percate (lo que prueba que es un perfecto inepto); las patadas que da a la seguridad jurídica en un Estado de derecho; el carácter presuntamente delictivo de sus intenciones; su absoluta falta de principios y de moralidad; el hecho de que acepte sin pestañear alto tan odioso, inhumano y repugnante como la afirmación de que han "destrozado el sistema catalán de salud"; todo eso es, quizá, más de lo que los sectores más correosos de la derecha española pueden soportar.

Por eso Palinuro advirtió hace unos días que la limpieza y libertad de las elecciones próximas corrían peligro en manos de este sectario del Opus, capaz de fabricar escándalos con tal de dañar a sus adversarios políticos. Esa preocupación se ha extendido y corre por las redes, con lo que el presidente Sobresueldos ha salido al paso, a afirmar que aquí no hay peligro de trampa, tongo y pucherazo y que esto no es Venezuela.

No. Es peor.

Este ministro, el autor de esa ley represiva propia de un Estado policial por la que se suprimen derechos básicos de la gente y se hostiga a los manifestantes, es el mismo que maltrata y quebranta derechos de los inmigrantes en las fronteras y también el mismo que recibió en su despacho oficial a un presunto delicuente inmerso hoy en un proceso penal que era de su partido, el amigo Rato. ¿Hay alguna duda de que un hombre con esta ejecutoria contraria a la seguridad del Estado de derecho y a las libertades públicas más elementales no es la persona más adecuada para velar por el recuento de los votos el día 26? 

Tampoco es la primera vez que se pone en duda su idoneidad como garante de la limpieza de las elecciones. La adjudicación del escrutinio de las anteriores a una empresa está denunciada y sub iudice, bajo sospecha de cohecho y otras prácticas ilícitas y en esta convocatoria electoral ya media una denuncia de Unidos Podemos contra el PP ante la Junta Electoral central por emplear recursos públicos, institucionales, estatales, en pro de sus intereses. 

Nos quedamos cortos poniendo en duda la integridad de Fdez. Díaz para organizar el recuento de los votos. Es más, muchos creemos que, después de sus repugnantes encuentros con el tal De Alfonso, debiera haber dimitido. Pero como, siguiendo la costumbre de estos gobernantes franquistas de no dimitir jamás por nada, no ha puesto su cargo a disposición de su jefe, estamos obligados a pedir la presencia de observadores internacionales.

La confianza, ya se sabe, es un vidrio muy fino. Cuando se rompe hay que cambiarlo. La confianza en el talante democrático de los miembros del PP no es fina; es inexistente.

Una descripción

Ladrones, sinvergüenzas, corruptos, embusteros, enchufados, parásitos, inútiles, meapilas, mamandurrios, reaccionarios, autoritarios, idiotas, ignorantes, prepotentes, cínicos, estúpidos, abusones, machistas (ellas incluidas), despilfarradores, prevaricadores, delincuentes, fascistas, homófobos (incluidos sus gais), mezquinos, cobardes, franquistas, engañadores, racistas, clasistas, caraduras, manirrotos, centralistas, manipuladores, malversadores, intolerantes, sectarios, aduladores, misóginos (ellas incluidas), lacayos, hipócritas, majaderos, deslenguados, monaguillos, burros, catalanófobos, fanáticos, chovinistas, militaristas, falangistas, miserables, matones, pretenciosos, pedantes, arrogantes, envidiosos, rijosos, beatos, indignos, murmuradores, señoritos, estafadores, trileros, cortesanos, botarates, tauricidas, mamarrachos, cantamañanas, necios y escoria.

¿De qué gobierno de qué partido está hablándose aquí?

El día 26J la izquierda debe votar en bloque. Hay que echar a esta peste.

dimecres, 22 de juny del 2016

Esta escoria que gobierna

Salen a la luz unas grabaciones telefónicas del ministro del Interior, el de la ley mordaza (para los demás; no para él) con un alto funcionario de la Oficina Antifraude en Cataluña tratando de encontrar (quién sabe si de fabricar) escándalos y delitos de qué acusar a sus adversarios políticos, los independentistas. Probablemente, esto de que el zapatones superior de la policía intrigue para cargar delitos inventados o falsos sobre gente a la que quiere hundir, lo hacen todos. Hasta hay un nombre, framing. Cuando la policía quiere cargarte un delito, hace un registro en tu casa y casualmente "encuentra" medio kilo de cocaína debajo de tu cama o de trilita en el el frigorífico. La diferencia con España es que en España, como son tan malos, los cogen enseguida.

El principal responsable de la Ley Mordaza estaba cumpliendo con su deber de caballero de la Orden de no sé qué del Santo Seupulcro y los grandes expresos europeos a base de "cerrar España" contra extranjeros, advenedizos, descreídos, infieles e independentistas. Cerrar España con estos últimos dentro y sin posibilidad de moverse, ni hablar ni actuar; a ser posible, presos ¡Qué no hubieran dado los interlocutores que encontrar algún desfalco, algún latrocinio en el que enredar a los independentistas! Incluso fabricando las pruebas. Pero no hay nada, al menos nada parecido a lo que los del PP tienen montado.

Oriol Junqueras y otros dirigentes independentistas pidieron de inmediato la dimisión de los dos Avinaretas, como es lógico y como ya hubiera pasado en los demás países europeos. Pues que esperen sentados. Estos pájaros no dimiten ni aunque los pillen con la mano en el cepillo de la iglesia a la que son tan aficionados. Todo lo más puede pasar que intenten aplicar la Ley Mordaza, esa inmundicia represiva, a los adversarios. Por lo demás, dimitir, piensan, de qué y por qué? Nadie en este gobierno de mangantes ha dimitido por nada como no hayan sido Ana Mato y José Manuel Soria y esos dos estaban prácticamente ya en busca y captura judicial. ¿El resto? ¿Los demás, ministros, los presidentes de Comunidades Autónomas, presidentes de organismos autónomos, los diputados, consejeros, alcaldes, concejales, a salvo y de rositas e impartiendo doctrina sobre la transparencia democrática, cosa en la que están tan versados como en la escritura lineal B.

¿Cómo va a dimitir nadie de esta cuadrilla de indeseables, pertenecientes a un partido imputado penalmente si su presidente, quien debiera haberlo hecho hace años, cuando se descubrió que, además de su salario a cuenta del Estado, cobraba jugosos sobresueldos de origen turbio, lleva cuatro y medio sentado en un sillón al que no tiene ningún derecho moralmente hablando? Y no solamente es un tipo bajo sospecha sino alguien muy activo en las medidas de su gobierno en favor de la transparencia democrática, ninguna de las cuales ha servido nunca para nada ni se ha aplicado jamás.

Y así, poco más o menos, son todos: la vicepresidenta del gobierno es una ratita hacendosa que, además de haber cobrado los correspondientes sobresueldos, aprovecha el cargo para mentir pro domo sua y amenazar a la oposición.

El ministro de Hacienda, Nosferatu redivivo, emplea su tiempo en diseñar amnistías fiscales para sus amigos, colegas, deudos y mecenas del partido/asociación de malhechores.

El ministro de Exteriores, una especie de chusquero sentencioso de cuarto de banderas, está especializado en enviar analfabetos democráticos y necios a explicar n las cacillerías extranjeras la grandeza de una Constitución a la que se opusieron con uñas y dientes.

El ministro de Defensa, un pavo estirado, perteneciente al más rancio franquismo militar, que es como el franquismo del franquismo, tiene muy satisfechas a las empresas de armamento en que trabajó antes de dedicarse a endeudar su país hasta el agobio comprando armas que no necesita para nada.

La ministra de Empleo ys Seguridad social, principal responsable del gigantesco expolio de 40.000 millones de euros del fondo de las pensiones, tiene a toda la corte celestial apuntada a paro a ver si, por lo menos, se lo bendicen.

El ministro de Justicia, un catalán de apellido y bobo de talante, tiene a todas las profesiones jurídicas en pie de guerra por su fabulosa serie de fracasos de gestion.

El ministro de Educación, un petimetre que no entiende nada del negociado que le han encomendado, solo está interesado en mantener altas las tasas educativas para que la gente sin recursos no tenga que sufrir aprendiendo cosas.

Si ninguno de estos mendas dimite, ¿por qué había de hacerlo el ministro de Interior porque le hayan pillado complotando para fabricar marrones a los independentistas? Que se ande con ojo ese Oriol Junqueras, no vayan a aplicarle la Ley Mordaza por falta de respeto a la autoridad.

dijous, 2 de juny del 2016

Hitler siempre a mano

Hace un par de días, Joan B. Culla publicaba un interesante artículo titulado Barruts y farsants, algo así como "desvergonzados y farsantes" en el que se refiere a esos intelectuales nacionalistas españoles, con acceso a los más importantes medios de comunicación en los que publican artículos arrogantes, dogmáticos, irrespetuosos, incluso insultantes con quienes no coinciden con ellos. Lo que más criticable le parece a Culla es que estos intelectuales tengan intensos compromisos partidistas, pero no suelan hacerlos explícitos y, por el contrario, pretendan estar argumentando desde una posición de falsa objetividad, cual si sus argumentos de partido fueran la conclusión de sus imparciales observaciones como estudiosos, lo que, en opinión de Culla, es un impostura. 

El autor se refiere a dos conocidos intelectuales, el jurista Francesc de Carreras y el filósofo Fernando Savater, los dos con acceso frecuente a El País, en el que suelen publicar sus artículos sobre cuestiones muy controvertidas de la actulidad política y generalmente sin hacer referencia a sus respectivos vínculos partidistas. Cuando menos en el caso de Francesc de Carreras porque de Savater es bastante más conocido que es el intelectual orgánico de UPD y que se ha presentado como candidato al Senado y al Congreso por ese partido. En el caso de De Carreras, su estrecha vinculación con el partido Ciudadanos es menos conocida pero no menos intensa. Es uno de sus fundadores y más fieles apoyos desde el año 2007. Sin embargo, en ningún momento advierte De Carreras al lector sobre este extremo, cosa que Culla considera tramposa.

Curiosamente, ayer mismo aparecía un artículo del citado De Carreras en El País titulado La singularidad catalana en el que equipara a Artur Mas con Hitler. No sé qué grado de familiaridad tiene De Carreras con internet y me parece extraño que ignore lo que viene conociéndose como la ley de Godwin, una de cuyas versiones es que, cuando en un debate alguien menciona a Hitler, el debate se acaba. Ser un intelectual y entrar en un debate para aniquilarlo me parece un contrasentido.

Comparar a Artur Mas y, en general, a los independentistas catalanes con los nazis no es algo infrecuente en las diatribas de las derechas españolas más reaccionarias que, además, tienen escaso sentido del ridículo si se piensa en que el general Franco, cuya dictadura aquellas no condenan, llegó al poder gracias precisamente a Hitler. Pero uno no esperaría ver este lamentable recurso en la pluma de un respetable académico.

Aunque, si bien se mira quizá no sea tan estrafalario. ¿No es Rivera, el líder del partido al que apoya De Carreras quien afirma que las dictaduras "no tienen libertad, pero tienen cierta paz y orden"?

Pues eso mismo.

dimarts, 31 de maig del 2016

Mentir como respirar

Estamos en campaña electoral oficiosa. No se puede pedir el voto explícitamente, pero se pueden largar las habituales mentiras y disparates. El momento no merece especiales respetos. Rajoy afirma en contra de la opinión de los expertos, de la de sus adversarios, en contra de los datos y hasta en contra de sí mismo, que bajará los impuestos si gana y también las cotizaciones. 

El personal se queda maravillado, suspenso, con la boca abierta y no porque, con un déficit sin controlar, una multa al caer por ello y una petición de recortes adicionales de 8.000 millones de € , lo último que un gobernante puede decir es que bajará los impuestos. Es tan absurdo que hasta Pedro Sánchez, a quien encantaría tener el aplomo de Rajoy para mentir, ha dicho que, a decir verdad, los impuestos no pueden bajarse. No conoce el mozo a Rajoy cuando puntualiza con el índice y el pulgar: es capaz de afirmar impertérrito que la tierra es plana. 

¿No fue Rajoy quien ganó las elecciones de 2011 prometiendo bajar los impuestos?
¿No fue Rajoy quien los subió apenas se vio en La Moncloaca?
¿No fue Rajoy quien reconoció que no había cumplido su palabra?
¿Qué sentido tiene votarlo otra vez? ¿Permitirle que vuelva a engañar?

La campaña electoral, los discursos, los relatos, las explicaciones, los rendimientos de cuentas, todo eso es indiferente a Rajoy que no cree en la democracia ni en la responsabilidad de los políticos. No cree en la suya y, por supuesto, tampoco en la de los demás. Mintió en 2011; se desdijo en 2012; vuelve a mentir en 2016 y espera desdecirse en 2017. Este hombre es un insulto.

Cuando habla, miente. Y cuando no habla, también miente. Por ejemplo, nada dice de la corrupción, a causa de la  cual tendría que haber dimitido. Cuando dijo que la Gürtel era una conspiracion contra el PP; cuando envió un SMS a Bárcenas; cuando reconoció haber cobrado sobresueldos; cuando el PP borró los discos duros de Bárcenas; cuando se obstaculizó lo que se pudo el funcionamiento de los tribunales.  Y no ha dimitido nunca porque lo que es, en esencia, es un caradura. Desde que lleva hablando de su denodada lucha en contra de la corrupción, han aparecido docenas de corruptos, de su partido, muy cercanos a él, el último, un presidente autonómico, y no por sus normas en contra de la corrupción sino a pesar de ellas.

Ya se sabe que la política tiene relaciones problemáticas con la ética. Maquiavelo las separó y por eso lo llaman el padre de la ciencia política. Pero luego llegó Kant y volvió a juntarlas y deste entonces los políticos, como Hércules cuando tuvo que elegir entre la virtud y el vicio, pueden pronunciarse por dos caminos con o sin ética; decir la verdad o mentir. El que ha elegido Rajoy está claro desde el primer momento y, con cierto sentido de la ironía podremos entender que, en el fondo, el Sobresueldos no ha engañado a nadie: desde el principio supo todo el mundo que es un mentiroso.

dimecres, 25 de maig del 2016

El Estado franquista

Mi artículo de hoy en elMón.cat, titulado Esto no tiene arreglo. Brevemente dicho: "esto" es España. España no tiene arreglo. Creíamos que con la transición, buena, mala o regular, se había terminado el franquismo. Ilusos. El franquismo sigue tan sólido, ladrón y criminal como siempre. Y está aquí, ahora mismo. Llenándose la boca de ley, Constitución, democracia y Estado de derecho mientras sus esbirros se llenan los bolsillos de euros que roban de todas las arcas públicas y largan sus habituales memeces sobre el peligro de lo público y la necesidad de privatizarlo, por supuesto en interés de los capitalistas, los empresarios, los financieros, los banqueros y, como estamos en España, de los curas. La gente se deja engañar por la cháchara del Estado de derecho. Los franquistas bordan estas mentiras: allá por los años sesenta del siglo XX, los sectarios del Opus, fieles servidores de la dictadura, estilo López Rodó, lanzaron la menguada idea de un "Estado de derecho administrativo", una quimera, un vertebrado gaseoso, una mentira más... que no prosperó porque al delincuente que entonces gobernaba el país, cualquier Estado de derecho le sobraba. Él confiaba en los militares, los policías, la guardia civil, los curas y los plumíferos a sueldo.

A aquel "Estado de derecho" del Opus le faltaba una Constitución. En 1978 consiguieron una. Hubieron de aguantar unas legislaturas socialistas en las que fue más el ruido que las nueces y, por fin, en 2011, tras una campaña de abusos, demagogia anticatalana y mentiras, consiguieron el poder por mayoría absoluta. Los cuatro años posteriores, las que acaban de pasar, fueron cuatro años de franquismo. Dicen los especialistas que hoy, más de 65% de la población nació después del franquismo y no saben cómo fue. Claro que lo saben: así. Un Rey puesto por Franco, un presidente del gobierno que es un inepto y un presunto corrupto cobrador de sobresueldos al que ni le interesa la política ni entiende de ella. Un partido, el PP, que es una banda de ladrones, unas instituciones -legslativo y judicial- sometidas a la voluntad omnímoda del mangante de La Moncloa, una legislación represiva y feroz, una Iglesia omnipresente que vive a costa de los fieles a todo lujo y la gente en el paro, explotada, empobrecida o emigrada. El franquismo.

¿Tiene arreglo? No, porque la oposición (PSOE, Podemos, IU, etc) ya ha dado muestra de ser otra manga de incompetentes a quienes no importa tanto librar a la gente de esta pesadilla de ladrones, como conservar sus sueldos, puestos y canonjías personales. Como saben que, pase lo que pase, tanto si perden como si ganan, ellos, los cogollos oligárquicos de los partidos, los enchufados y paniaguados, amigos, parientes o deudos de los jefes, tendrán sus asientos -y sueldos- garantizados, no hacen nada por ganar. Y a la gente que le den. Si estos cinco inútiles que se presentan -Rajoy, Sánchez, Iglesias, Rivera, Garzón-, incapaces de acordar un gobierno de coalición hace dos meses supieran que, si perdían las elecciones perderían también sus salarios, seguro que actuarían de otra forma, se unirían y ganarían. Como están las cosas, eso es imposible.

Así que "esto" no tiene arreglo. Los franquistas saben que ganarán y las "oposición" sabe que perderá pero todos tendrán sus sueldos cuatro años más. Aquí no se mueve nada. Así que, no me extraña que los catalanes quieran irse de una vez y que aprovechen el vacío de poder de esta pavorosa confluencia de incompetentes en España para constituir su República Catalana. Yo haría lo mismo. Es más, espero poder hacerlo.

Aquí la versión en castellano del artículo:

Esto no tiene arreglo

El episodio de la prohibición de la estelada en la final de la copa del rey tiene dos interpretaciones; una anecdótica y la otra estructural. La anecdótica está ya agotada. El ridículo de la falangista delegada del gobierno en Madrid ha sido épico, imperial.

Vayamos a la interpretación estructural. Que la delegada del gobierno en Madrid sea una franquista, hija de un falangista patrono de la Fundación Francisco Franco evidencia una vez más que todo el personal político de la Dictadura sigue activo, a través del PP. Este no es un partido de centro-derecha, sino de extrema derecha, así como una presunta asociación de malhechores hoy conminada por la justicia a pagar una fianza so pena de embargo. Los franquistas siguen en todos los puestos de la administración pública, en el gobierno, en los tribunales, en la policía, en las embajadas, en el Tribunal Constitucional, el Consejo de Estado, la Iglesia católica. Basta con escuchar a obispos como Cañizares.

El estado español se ha democratizado formalmente, pero estructuralmente sigue siendo franquista, sus administradores son franquistas y sus, publicistas e intelectuales en los medios de comunicación, franquistas de distintas obediencias: monárquicos, falangistas, opusdeístas, militaristas y simples logreros y ladrones. Ha habido unos lapsos en que se han tolerado administraciones socialdemócratas siempre que estas no pasaran de cambios cosméticos y superestructurales y no se atrevieran a tocar las raíces del poder de la oligarquía franquista.

En consecuencia, en España todo está politizado al servicio y por imperativo del franquismo. Cuando los publicistas al servicio del franquismo dicen que “no se politice la copa del rey” ocultan que esa copa se llamaba antes “del Generalísimo” y que ese generalísimo puso en el trono despótica y arbitrariamente al padre del actual rey . En consecuencia, este debe su puesto a un dictador. Por lo tanto, todo lo que este rey toca o lo que le afecte está politizado y con la peor de las politizaciones: la de una dictadura que aún no ha respondido ni pedido perdón por sus crímenes, empezando por el asesinato de Lluís Companys.

Nadie ha dimitido por el ridículo bochornoso de la falangista Dancausa. Los franquistas no dimiten porque en su mentalidad los políticos no están al servicio del pueblo ni tienen por qué rendirle cuentas ni son responsables ante una opinión pública. Son como los camaleone: cambian de color según la apariencia del régimen de turno; se adaptan a las formas de la democracia, pero las corrompen y destruyen desde su interior. Se presentan a las elecciones, pero las compran mediante la corrupción. Hablan de la opinión pública, pero la censuran y solo toleran sus gabinetes de agitación y propaganda, con esbirros a sueldo. Ocupan los cargos de la administración pública, pero solo para expoliar el erario. Jamás dimiten porque, como el caudillo antaño y el actual de La Moncloa, solo son responsables ante Dios y la historia.

Se dirá que este cuadro ignora que en España hay elecciones democráticas periódicas y que la mayoría puede cambiar esta bochornosa situación que, así, dejaría de ser estructural. Esto ignora que el personal franquista, el franquismo sociológico, los herederos biológicos e ideológicos del franquismo así como sus beneficiados, siguen siendo mayoría en los sondeos; mayoría relativa, pero mayoría.

Pero, aunque la mayoría cambiara de bando alguna vez, está claro que un país no puede vivir en la incertidumbre de si unas nuevas elecciones no volverán a traer una mayoría de franquistas, contraria a los principios democráticos más elementales, compuesta por censores, autoritarios, provocadores. Una democracia en la que no todas las alternativas posibles (y probables) sean escrupulosamente democráticas, aunque de signos ideológicos distintos, será una democracia enferma, como le sucedió a la República de Weimar.

Y hay más, en el caso de los catalanes, una minoría a su vez estructural en el Estado español, la probabilidad de que, sea cual sea la mayoría que gane en España, será más o menos anticatalana no es una probabilidad; es una certidumbre. Los catalanes no pueden aspirar a blindar una situación real, efectiva y justa de autogobierno dentro del Estado español porque, como los españoles, están sometidos al albur de las cambiantes mayorías entre franquistas y no franquistas pero con consecuencias mucho más desastrosas para ellos.

Eso solo pueden conseguirlo con un Estado propio, cosa que ya nadie discute. Lo que se discute es cómo y cuándo.

dimecres, 18 de maig del 2016

El saqueo del cortijo

El juez levanta el secreto del sumario de la operación Púnica y de entre sus malolientes folios sale una legión de ladrones y sinvergüenzas, todos del PP, que darían para escribir diez Operas de tres centavos, con Francisco Granados actuando de Mackie el Navaja, de no ser por las gafas de culo de vaso. Y no hemos hecho sino empezar el relato de diez o doce años dedicados a llevárselo crudo todo para emplearlo en esas cosas en que esta gentuza mete el dinero: chalets en la playa, barcos, viajes, casas de putas, joyas, relojes y... campañas electorales del PP. La pauta se repite y se repite. Más o menos como lo hacían los truhanes de las tarjetas black: restaurantes de lujo, más joyas, buenos vinos... todo a costa de los contribuyentes. O el inenarrable Blesa: cacerías en el África o viajes en barco por ríos famosos. Robar el dinero e ir a presumir por ahí en su pueblo y a tirarlo en cigalas y mariscos para asombrar a la novia o al novio. También era el estilo de Dívar, el presidente del Supremo, que se corría sus juergas discretas de lujo con sus acompañantes en hoteles plagados de estrellas y pagados siempre por los contribuyentes. La diferencias entre este refinado jurista y el hirsuto Roldán, de la época de González, quien se corría las juergas en gayumbos, como si fuera Walter Matthau, pero con mucha menos gracia, son de cantidad; no de calidad.

En esto de pagar los contribuyentes hay algunos matices. Los gobernadores del Banco de España, los directores de las cajas de ahorro, quebradas o no quebradas, se llevan unos finiquitos y pensiones astronómicos. Probablemente es legal. Como legal es que el matrimonio Wert una pareja de perfectos inútiles, lleve un año viviendo a cuerpo de rey en París a cuenta de los mismos contribuyentes y haciendo aquello para lo que sirve, o sea, nada. Los contribuyentes pagan sueldos, dietas, coches oficiales, móviles, taxis y seguramente hasta los kleenex a unos parlamentarios que muchas veces cobran sin ir, como estuvo haciendo dos meses Rita Barberá, la presunta blanqueadora de capitales por entregas. Todo muy legal, pero un abuso, un robo descarado, un timo generalizado.

Cuando tratamos ya directamente de la corrupción, en la cual está el PP metido hasta sus peperas orejas, de la Púnica, la Gürtel básicamente, el horizonte se puebla de siluetas, sombras, gentes que están en la movida y se llevan una comisión. Lo interesante de este aunto no son los hechos, datos, fechas concretos, esos los averiguará el juez en la práctica de su actuación. Lo interesante es todo lo demás, o sea, la literatura: la vida, el negocio, la comisión, la mordida, el unte, el soborno, la recalificación, las adjudicaciones amañadas: puñados de alcaldes, de concejales y gentes normales hoy en la calle porque no tuvieron tiempo de ahorrar, como les aconsejarían los curas confesores, quienes también se llevarían su parte pues no hay cura desde los tiempos de Cristo que no mire antes por los denarios que por las almas.

Lo interesante es el panorama que estas declaraciones de Granados dibujan: decenas y decenas de alcaldes, concejales, directores de esto y aquello, funcionarios, todos pillando. 20.000, un viaje, relojes, plumas, vinos. Prácticamente todo el personal del PP y el personal al servicio del PP pringado. Un latrocinio generalizado, rampante, en estereo. A cuenta del contribuyente, no se olvide. Una borrachera de dinero mangado en el frenesí de la burbuja inmobiliaria que esa especie de muñeco del mal, Aznar, trajo a España. Y están todos, no queda ni uno. Por estar, apareció ayer por la mañana el socialista Tomás Gómez, a quien Sánchez se cargó de la secretaría de Madrid de un puntapié. Luego, por la tarde, el declarante, la fuente de información, Marjaliza, el exsocio de Granados en "trabajo" de apandar todo lo que pudiera, se moviera o brillara mencionó el caso de Gómez. Este negó, anunciando acciones penales y por la noche Marjaliza rectificaba afirmando no haber acusado jamás a Gómez de nada.

Está bien que el PSOE no aparezca mezclado en estos últimos casos de corrpción. Pero aparece en otros, sobre todo en Andalucía. Ignoro a cuánto asciende la ingente estafa de los EREs y el hecho responsable de que el PSOE no se atrviera a enfrentarse con Rajoy en control parlamentario. El PSOE no puede hablar de corrupción porque la tiene en casa. Esto explica la falta de crítica a la legislatura de Rajoy y el hecho de que este haya gobernado por decreto sin que la oposición se atreviera a ponerle la obligada moción de censura. Cuanto más callen los socialistas a propósito de la corrupción, peor para ellos. Se la sacarán siempre. Lo mejor sería hacer confesión pública, un reconocimiento de lo que hayan hecho mal, un debate agrio, sin duda, y amargo, tras el cual el PSOE debe pedir disculpas a la ciudadanía, a los contribuyentes si quiere tener un mínimo de credibilidad en las próximas elecciones.

Porque es inaudito que algo así haya podido pasar durante más de diez años: maletines de dinero -del dinero de los contribuyentes-, sobres por aquí y por allá, comisiones, porcentajes, sociedades y empresas hechas y deshechas, pasta y más pasta, por cada piso, cada casa, cada escuela, cada metro cuadrado de terreno calificado; 20.000 para este, 30.000 para el otro, 40.000 para el partido. Diez años en la zona con la Púnica, otros diez en la zona norte con la Gürtel. Si es raro que quede un céntimo en la Comunidad. Y otros tantos en Valencia, noble reino en donde la densidad de ladrones peperos por metro cuadrado es superior a la de Madrid. Y, mientras tanto, nadie vio nada, nadie sospechó nada, nadie se malició de nada. Los gobernantes, Esperanza Aguirre, Mariano Rajoy, José María Aznar tampoco sabían nada. Aguirre estaba en donde suele estar, en la inopia, y Aznar casando a su hija en El Escorial con una guardia de mafiosos y ladrones a los que nadie tampoco conocía de nada a pesar de haberlos invitado a la boda de la retoña.

Es el inimitable estilo Rajoy: cobras una pasta en B porque, aunque no está en política por el dinero, el dinero en verdad reconforta. Cuando te lo frotan por los morros haces como si no oyeras o hablas del tiempo o de los goles de este o aquel, que eso sí se lo sabe bien.

Nadie asume una sola responsbilidad. Todas las sedes del PP pueden haberse pagado en negro: no pasa nada; el presidente sigue. Todos los tesoreros del PP son una reata de mangantes; pero el presidente sigue; todo es una ruina y un desastre: los diputados, los embajadores; no queda nadie sin meter la mano. Pero nadie dimite. Y hacen bien. ¿Por qué tenía nadie que dimitir si el jefe, el que debiera dar ejemplo, hoy en funciones y de okupa de La Moncloa a la que el ingenio popular llama La Moncloaca tampoco lo hace? Y él también ha cobrado sobresueldos y está acusado de haber pillado los habituales regalos de la Gürtel.

Y esta banda de chorizos, con el sobresueldos en cabeza y media nómina en el trullo, se presenta a las elecciones.

divendres, 13 de maig del 2016

Dimensiones de la corrupción

Alguna explicación tiene que tener el hecho de que hasta en un pueblo tan resignado a la idea de que los políticos son todos un puñado de sinvergüenzas y ladrones, la preocupación con la corrupción haya subido de un índice del 20 al 50 en los cuatro años de mandato del PP, según los barómetros del CIS. Es decir, así como el desgobierno del sobresueldos ha resultado ser una máquina de producción de independentistas en Cataluña, también lo es de difusión de la corrupción. De todo tipo de corrupción y en todos los ámbitos. 

La más evidente y generalizada se da en el ámbito político, tanto en el legislativo como en los diversos órdenes de gobierno central, autónomico y local. Pero no se limita a eso. También alcanza el ámbito judicial, en el que se dan casos escandalosos y en otros órdenes, como en el religoso. En realidad, el gobierno de Rajoy ha tenido un efecto demoledor sobre todas las instituciones del Estado, las ha deslegitimado y ha dejado el país en un estado calamitoso que no parece tener remedio a corto plazo y ya veremos si a medio. Ha destruido el entramado moral de la sociedad en su conjunto y la ha convertido en una patio de logreros y granujas en el que cada cual va a aprovecharse de la que pueda a costa del bien común. Y el primero de todo, el sobresueldos,  que tiene a su padre en La Moncloa siendo atendido clandestinamente en su condición de dependiente con cargo a los fondos públicos

El caso del diputado pepero Martínez Pujalte, uno de esos bravos que solía arremeter vociferante contra la oposición al estilo Hernando, es uno de un abanico de representantes y cargos públicos del PP dedicados no a gobernar sino a enriquecerse cuanto antes. Junto a Martínez Pujalte, el diputado también pepero Gomez de la Serna, que hacía caja aparentemente ilegal también ha causado baja en partido. Como ha tenido que causarla el embajador en la India, el pepero Gustavo de Arístegui por cobrar cantidades a las empresas concesionaras o el embajador en el Reino Unido, el igualmente pepero Federico Trillo, un personaje cómico, estilo bravo de José Zorrilla que tiene la embajada manga por hombro y también cobraba cuando era diputado sumas considerables por "asesoría oral" (es decir, por colocar chismes) a una empresa que luego contrataba con la administración pública en la que el tal Trillo tenía sus influencias.

En realidad, toda la administración pública del régimen general que gestiona el PP es un hervidero de actividades delictivas, malversadoras, corruptas y tráfico de influencias, cuando no de blanqueo de capitales, como parece ser el caso de Valencia durante la alcaldía de ese inenarrable personaje de prodigiosa zafiedad que es Rita Barberá, blindada por su partido en el Senado para que los jueces no puedan echarle mano. Es un ejemplo de lo que el PP llama "colaborar con la justicia". Cuando no es un concejal de urbanismo, es un  consejero de obras públicas o cualquier cargo que tenga contactos con contrataciones públicas.

Toda la administración pública del PP está repleta de corrupción. Tanta que cabe parafrasear la célebre obra de Larra con un "Vuelva usted mañana, que lo tendremos todo expoliado". Pero así es. En estos últimos años se han conocido casos que claman al cielo, como en el de cuanto tenga directa o indirectamente que ver con adjudicaciones, contratas, calificaciones, recalificaciones o cualquier trámite en que esta colección de granujas pueda meter la mano. No hay concurso o licitación en los que no medie una mordida o comisión a algún sinvergüenza del PP en un puesto decisivo. Es el caso del ex-consejero Granados de la Comunidad de Madrid que cobraba cifras fabulosas por autorizar colegios, según la señora Aguirre, sin su conocimiento. Ni falta que hacía pues toda la política de la señora Aguirre de liberalización y privatizaciones de la educación, la sanidad y los servicios públicos no es otra cosa que corrupción revestida de ideología. 

Lo curioso es que, en este ambiente asfixiante de corrupción total, como rasgo de la gestión, la oposición no se haya hecho notar. Se trata de un fenómeno característico. La oposición socialista no ha sido capaz de obligar al gobierno a rendir cuentas. La corrupción de los EREs de Andalucía, tan institucional como la del PP en donde este gobierna, la ha deslegitimado  para cumplir su tarea de vigilancia y control. No puede alzar la voz porque se la acallan señalándole un nivel de corrupción que nada tiene que envidiar al del PP. Habrá que ver si los nuevos partidos enderezan la situación que, como se ve, está alimentada por las mayorías absolutas como las del PP o los gobiernos sempiternos como el PSOE en Andalucía. 

En realidad, esta generalización de la corrupción en la sociedad responde a una peculiar relación ejemplar que une a los poderes públicos con la sociedad. Si todos los estamentos sociales ven que puede ser presidente del gobierno una persona que estuvo cobrando sobresueldos de procedencia dudosa durante veinte años y no le pasa nada, un personaje que envía un SMS de apoyo a un presunto delincuente y no dimite sino que, para pasmo general, dice ponerse a la cabeza de la lucha contra la corrupción, de la que habla como si le fuera ajena, la sociedad piensa que aquí puede robarse a mansalva.

Y actúa en consecuencia