divendres, 10 d’abril del 2009

Haciendo coalición y pasando el cazo.

Joaquín Artés Caselles, Gobiernos minoritarios y promesas electorales en España, CIS, Madrid, 2008, 212 págs.

Un interesante trabajo de considerable base empírica para responder a dos preguntas encadenadas, una de orden general y otra más específica: ¿en qué medida cumplen las fuerzas políticas las políticas económicas propuestas durante la campaña electoral? ¿En qué medida se han cumplido las promesas electorales de Convergencia i Unió (CiU) en las cuatro últimas legislaturas y cuánto se ha beneficiado de ello la coalición? Para responder a ambas cuestiones el autor hace un estudio estadístico de los programas electorales de los partidos, en este caso, CiU, PP y PSOE. Ha codificado las promesas en función de una serie de variables y les ha aplicado unas técnicas estadísticas de las que dos en concreto, el análisis de correspondencias múltiples y el análisis cluster (o de conglomerados) son innovaciones. El trabajo se refiere a los casos de gobiernos minoritarios en España sostenidos mediante coaliciones parlamentarias.

Dibuja previamente el estado de la cuestión de las teorías de las coaliciones a partir de la obra iniciática de Downs, desarrollada luego por Riker y su supuesto de que siempre se llegaría a coaliciones mínimas ganadoras (CMG) y, cuenta habida del olvido del factor ideológico en la obra rikeriana, corregida después por el modelo de Leisserson que, sin embargo, también considera residual la ideología. Expone por último el giro de De Swaan, que cambia la perspectiva office seeking por la policy seeking, y consigue justificar la formación de gobiernos excedentarios no forzados fatalmente a las CMG, si bien tampoco está libre de críticas por su unidimensionalidad (p. 13). En los años 80 y 90 aparecen nuevos modelos que explican la formación de coaliciones políticas a base de juegos de estrategia mezclando la idea de la policy seeking y las constricciones institucionales en busca de equilibrios. Una de las conclusiones principales es que el partido que obtenga más votos siempre entrará en el gobierno, cuestión que el propio autor relativiza a la vista del caso actual de Cataluña (p. 20) y, con posterioridad, lo que parece está a punto de suceder en el País Vasco.

Existen varios métodos para ubicar a los partidos en el espacio de la escala izquierda-derecha, como encuestas a votantes, consultas a los expertos y los análisis estadísticos de los documentos políticos que es el preferido por el autor por ser el más objetivo, aunque laborioso (p. 26). Entre los documentos políticos, los más adecuados para el análisis son los programas electorales . El análisis estadístico de estos sigue las pautas del Comparative Manifest Group del Consorcio Europeo de Investigación Política, luego convertido en Comparative Manifest Project. Éste toma como unidad de análisis la cuasi-frase que luego se clasifica por categorías; se calcula el porcentaje de unidades de cada programa dedicado a cada categoría y se clasifica cada categoría en la escala izquierda-derecha (p. 51). La pertinencia de este análisis viene dada por la "paradoja del votante", esto es, los votantes no creen que los programas se cumplan y, sin embargo, las pruebas empíricas muestran que se cumplen en altos porcentajes porque, como dice Downs, cumplirlos es lo racional (p. 62).

En el caso español el estudio toma cinco elecciones generales, 1989, 1993, 1996, 2000 y 2004 y cuatro legislaturas, un gobierno de mayoría absoluta del PSOE, dos de mayorías relativas del PSOE y del PP respectivamente y uno de mayoría absoluta del PP. Los documentos analizados, los programas electorales de los citados CiU, PSOE y PP por cuanto CiU constituyó alianza parlamentaria para sostener un gobierno minoritario del PSOE en 1993 y uno minoritario del PP en 1996 (p. 69). El autor hace una base de datos con las promesas electorales de contenido específico: 1739; de ellas, 1026 de CiU, 362 del PP y 351 del PSOE. Las variables son: materia, grupo favorecido, tipo de medida, instrumento y órganos de cumplimiento (p. 79) conformadas en una serie de categorías. Luego hace un análisis multivariable (correspondencias múltiples) de las promesas electorales que se completa con otro de conglomerados, todo coronado con uno de regresión logística para ver las probabilidades de cumplimiento de cada promesa electoral en función de sus características (p. 80). Después se especifican los datos en función de las materias (agricultura, comercio, energía, política fiscal, etc), los destinatarios (consumidores, empresarios, exportadores, trabajadores, etc), los medios de actuación, esto es, los tipos de medida (legislación, gasto, ingreso, etc) e instrumentos (legislación general, tasas, IRPF, etc) y órgano encargado del cumplimiento (ejecutivo, legislativo). De todo ello se sigue que el programa electoral de CiU es "flexibilizador en materia laboral y liberalizador en materia económica", lo que lo distancia del del PSOE. A su vez, se acerca al del PP, con el que coincide más en materia económica (p. 111). Por cierto que el análisis de conglomerados permite visualizar las correctas distancias entre CiU, PSOE y PP, al tomar en consideración el doble eje izquierda-derecha y nacionalismo-no nacionalismo en el caso del CiU, una interesante precisión (p. 131).

Al analizar cómo ha ido a CiU en cuanto a cumplimiento de sus promesas electorales entre 1989 y 2004, plantea el autor tres preguntas: 1ª) si la colaboración con los gobiernos centrales (1993, 1996) ha sido beneficiosa para la coalición; 2ª) si la colaboración con el PP ha sido más beneficiosa que con el PSOE; 3ª) en qué parte del programa cabe esperar un grado de cumplimiento más significativo cuando cambia el partido en el Gobierno central o el poder parlamentario de CiU (p. 119). Para responder desglosa el autor los datos en cinco modelos en los que la variable dependiente es la probabilidad de cumplimiento de las promesas electorales y las dependientes las categorías de todos los datos. Las conclusiones muestran que hay un aumento muy significativo de cumplimiento en las legislaturas en que hubo gobiernos minoritarios con apoyo de CiU y, además, a la coalición le resulta más rentable colaborar con el PP que con el PSOE. La tercera pregunta, en cambio, no tiene una respuesta unívoca (p. 125).

Cierra el autor el estudio comprobando el conjunto de hipótesis respecto a la racionalidad política en materia económica, de las que se corroboran todas menos una: 1ª) la de la salience theory; 2ª) los programas de los partidos se cumplen (teoría del mandato electoral); 3ª) las promesas de los partidos que forman gobierno tienen más probabilidades de cumplirse que las de los que forman oposición; 4ª) en un gobierno minoritario la política del gobierno es una combinación de las preferidas por los partidos que forman la coalición parlamentaria de apoyo; 5ª) las promesas de los partidos de gobiernos minoritarios tienen menos probabilidades de cumplirse que las de los gobiernos mayoritarios; 6ª) los gobiernos minoritarios son una solución racional al juego coalicional; 7ª) la cercanía ideológica entre los miembros de la coalicion favorece el cumplimiento; 8ª) las promesas electorales en las que coincide más de un partido de los que forman la coalición tienen más probabilidades de cumplirse; 9ª) las promesas electorales reflejan el fenómeno de la "ilusión fiscal"

Como puede verse, las conclusiones del análisis empírico coinciden con lo que dicta la sabiduría convencional y el sentido común. Pero es importante que su fundamento sea empírico porque, de este modo, cuando se hagan las propuestas en momentos de deliberación, tendrán mayor peso.