dijous, 30 de març del 2017

Mañana, Palinuro en Vilafranca

Mañana por la tarde Palinuro estará en Vilafranca del Penedès, invitado por los amigos de la ANC en el contexto de las actividades de Fem Futur. Se trata de una charla sobre el espinoso asunto del título: cómo se ve el proceso independentista catalán desde España. Si alguna vez estuvo justificado que retornáramos a la vieja denominación de las Españas, sería esta porque, no hay una única versión sobre el tema, sino varias. Y enfrentadas. Y tambien son distintas las versiones, según qué grupo las adopte dentro de una misma parte de España. 

En general, la opinión pública, movida o manipulada por unos medios de comunicación que son mayoritariamente nacionalistas españoles es negativa. Empezó siendo de ignorancia. Cuando, a raíz de la sentencia del Tribunal Constitucional de mayo de 2010, que daba la puntilla al proyecto de reforma del Estatut de 2006, tomó un nuevo impulso el independentismo que ya no pararía de crecer hasta el día de hoy, siguiendo inveterada costumbre, los medios y los políticos españoles fueron incapaces de calibrar la importancia de este movimiento. Y eso suponiendo que lo intentaran, pues es tal la animadversión a Cataluña de las clases dominantes, la oligarquía tradicional con sus implantes catalanes que normalmente ni se enteran de lo que pasa en el Principado, lo ignoran o lo desprecian. 

De tal modo, cuando el movimiento ha tomado ya un sesgo imparable, con una hoja de ruta a la que le quedan seis meses, el nacionalismo español (el político de derechas o izquierdas, el mediático, el empresarial), ya no se puede ignorar se ha formado un frente nacional de ataque a Cataluña: la mayoría de los catalanes no quiere la independencia, los Pujol son unos presuntos corruptos, Mas es un psicópata, Puigdemont y Junqueras, dos politicastros, el independentismo es nazismo, Cataluña independiente quedará fuera del planeta tierra, la generalitat incumple la ley, el referéndum es antidemocrático, etc., etc. Es difícil saber cuánta gente cree semejantes paparruchas, pero es la mayoría de la opinión publicada.

Por cierto, hay otras Españas. Los de Podemos, en principio, aceptan el referéndum, aunque solo si es pactado. De sobra saben que el Estado español no lo pactará. Pero algo es algo. También saben en JxS que no habrá pacto, pero están obligados a pedirlo. Y lo mismo debiera hacer la candidatura de Sánchez si quiere instalarse en la izquierda y diferenciarse del nacionalismo español de pandereta y cabra de la legión de la caudilla Díaz. 

Y también hay algunos otros españoles que, sin renunciar a su condición de españoles, apoyan el derecho a decidir de los catalanes y un referéndum pactado. Pero, si no hay pacto, un referéndum unilateral. Pero esos, me temo, se cuentan con los dedos de una mano.

En fin, mañana ens veiem, a las 20:00 en el Forum Berger Balaguer, Rambla de Nuestra Senyora, 6. Vilafranca.

dimecres, 29 de març del 2017

Mahagonny

La trifulca interna del PSOE está tan animada que monopoliza la atención pública en detrimento de otras noticias no menos interesantes y hasta más significativas. Además, hay que dar tiempo a los socialistas a comenzar alguna otra querella formal que, en el fondo, solo oculta la inquina del aparato y sus excrecencias a la candidatura del aguafiestas que, no contento con no morirse, regresa a la cabeza de una oleada democrática de regeneración. Así que, por esta vez, no hablaremos del PSOE. Aunque hay algo, una intuición, que puede salir aquí: viendo el vídeo de la exaltación de la caudilla en el Ifema, ¿me lo parece a mí o los rostros de la vieja guardia -González, Guerra, Rubalcaba- más apropiados eran para un funeral? Allí solo se reía y batía palmas contentísimo Zapatero.

Tanto hablar del PSOE en realidad escamotea a la opinión pública el espectáculo del PP y sus líderes y lideresas chapoteando en el cieno de la corrupción de tribunal en tribunal. Lo que la tupida red de procesos en marcha revela es una estructura de gobierno a todos sus niveles, estatal, autonómico y local basada en la corrupción. Un compadreo frenético de empresarios sin escrúpulos, políticos venales y funcionarios corruptos (siempre y en todos los casos con las correspondientes excepciones) ha dado lugar a una situación que parece calcada de la ciudad de Mahagonny, de la ópera de Brecht/Weil. El gobierno de la derecha, especialmente en Madrid y Valencia y, por supuesto, por doquier, ha aplicado una filosofía neoliberal de privatizaciones y mercado libre. El reinado del capitalismo sin obstáculos, que es más eficaz y en donde, a la larga se está mejor, porque el capitalismo es un sistema que vive de satisfacer las necesidades de la gente.

Es exactamente lo mismo que dicen los criminales que montan la ciudad de Mahagonny y acaba convertida en la ciudad del robo, el crimen y el pillaje. La justicia la administran los criminales y el peor delito, castigado con la muerte, es ser pobre. Capitalismo en estado puro que la obra de los alemanes sitúa en algún lugar de los Estados Unidos (la increíble Canción de Alabama quizá sea un indicativo, aunque no estoy seguro) y retrataba la época de la República de Weimar. Y cualquier otro tiempo y lugar en el que el capital captura el Estado. Se predica libre mercado, juego limpio, competencia, abstención del Estado y se tiene corrupción, compadreo, capitalismo de amiguetes, saqueo de los bienes públicos, expolio del erario y, por supuesto, explotación feroz del trabajo.

Mahagonny, o sea, Madrid. Un lugar en el que, al parecer, todos los actos públicos del tipo que fueran se tramitaban por circuitos mafiosos de unas u otras mafias, apaños o tramas. Con un montón de empresarios en el ajo del enriquecimiento ilícito y la financiación ilegal. Y con un partido que parece haber ido consiguiendo sus apabullantes victorias electorales a base de financiación de este tipo. Con este modus operandi de las administraciones públicas es fácil imaginar qué hubiera pasado si sale adelante el proyecto Eurovegas. Mahagonny.

Y luego vienen las peripecias personales de quienes están inmersos en este increíble episodio que sin duda recibirá un nombre en la historia, algo así como los años del saqueo o el país de la mamandurria. Son las que los medios más señalan y los menos interesantes. Aunque hay que reconocer a Aguirre un plus de sandunguera personalidad con tronío de alta cuna que la hace sobresalir por encima de esa recua de implicados, imputados, salpicados o concernidos por su desparpajo. Aunque últimamente está perdiendo brillo y nervio. Desde aquellos felices tiempos en que presumía de haber sido ella quien destapó la Gürtel hasta el día de hoy, en que no quiere que le hagan preguntas los periodistas sobre ciertos temas que pudieran relacionarla, si no con la Gürtel, sí con la Púnica, que es su franquicia, ha habido muchas ruedas de prensa, muchas televisiones, radios, entrevistas. Es para agotar a cualquiera. Igual que sucede con los periodistas, cuando la noticia es el propio político, malo.

Pase lo que pase en Cataluña


Todo el mundo sabe que este gobierno, por debajo de toda sospecha, y sostenido por el partido más corrupto de la historia de España, no tiene vergüenza. Esa feliz carencia permite a su presidente presentarse en Cataluña con un cesto de promesas iguales a los abalorios con los que los conquistadores engañaban a los indios y les robaban el oro. Lo mismo. Pero los catalanes no son indios y todo el mundo tiene calada a esta tropa de embusteros compulsivos. Precisamente ayer mismo publicaban Puigdemont y Junqueras -que parecen haberse convertido en pareja literaria, al estilo de los hermanos Goncourt- una artículo en El Periódico, Cataluña, Estado por el progreso en el que, por debajo de la ambigüedad del título, dejan claro que la historia de las promesas del Estado en Cataluña es una de incumplimiento tan sistemático que parece una tomadura de pelo. Sostienen que Rajoy solo sería creíble si ofreciera una cláusula contra el incumplimiento. Y lo mismo decía la portavoz del gobierno, Neus Munté. Además de las promesas de abalorios y espejuelos, los gobernantes traen un mensaje envenenado que, como siempre, corre a cargo de la ratita hacendosa, quien aprovechó el tiempo en Barcelona para adoctrinar a sus periodistas unionistas en los medios. El mensaje: separaos de la CUP, que son unos radicales y hablaremos de todo. Obvio. La táctica imperial de siempre: dividir a quienes protestan. Sobre esto, mi artículo de elMón.cat de hoy. Si el bloque independentista cede, será el fin del referéndum y el comienzo de la venganza del nacionalismo español que Puigdemont vaticinaba hace unos días.


Aquí, la versión castellana del artículo:

Pase lo que pase

A veces, los diálogos son esquinados, no directos y muy poco platónicos. Han sido años de desencuentros, de enfrentamientos entre un gobierno anticatalán en España y uno independentista en Cataluña que han llevado al conjunto del Estado a una situación límite. Ahora, cuando las famosas 46 reclamaciones de Puigdemont fueron rechazadas por Rajoy y la hoja de ruta lleva 2/3 de andadura hacia el referéndum y la posible independencia, una carta conjunta de Puigdemont y Junqueras en El País, que gane el diálogo, que las urnas decidan, con apariencia de ultimátum, pide al gobierno central un referéndum pactado como el escocés y avisa de que, en cualquier caso, el referéndum se celebrará, sí o sí.

El gobierno español no respondió, aunque su vicepresidenta reiteró que no habría referéndum de modo alguno y, para lo demás, disposición al diálogo. El principal partido de la oposición, PSOE, por boca de su comisión gestora provisional pide a La Moncloa que se negocien 45 de las 46 reclamaciones y el referéndum quede fuera. Ese parece, pues, ser el punto de encuentro del nacionalismo español frente al catalán, presidido por un saber convencional mesetario muy arraigado: los catalanes amenazan, pero, si se les ofrecen unas cuantas inversiones –de esas que el Estado lleva negándoles sistemáticamente desde hace años o incumpliendo en sus promesas (que es lo mismo)- se apaciguan y se avienen a razones.

Avenirse a razones, en Román paladino es que se olviden del referéndum y la independencia y que acepten los abalorios que la autoridad central aporta.

Con ese espíritu se persona Rajoy en Barcelona. El mismo Rajoy que pidió –y consiguió- cuatro millones de firmas “contra Cataluña”, el que se negó a todo diálogo con el independentismo, el que reformó el Tribunal Constitucional para usarlo como una porra contra el proceso, el que azuzó a la fiscalía para procesar a los dirigentes y representantes populares catalanes. Nada de eso importa, piensa el hombre, porque trae un cesto cargado de millones para invertir en infraestructuras negados durante años y los catalanes, como siempre, volverán a aceptar vagas promesas a cambio de abandonar la vía independentista.

Complementariamente, la vicepresidenta del gobierno y el aparato mediático de propaganda a sus órdenes trata de dividir el bloque independentista. Su idea es contentar a los sectores moderados (identificados con el PdCat y el empresariado catalán) con sus sempiternas promesas y enfrentarlos con el ala más radical del independentismo, la CUP. Argumenta que es una minoría radical perjudicial para Cataluña y no menciona que, radical o no radical, sin el apoyo de la CUP, el gobierno independentista tiene las horas contadas. Y de eso se trata: de derribar ese gobierno y forzar unas nuevas elecciones que terminarían con la hoja de ruta.

Es una operación de compraventa en la que, como siempre, la compra será todo y la venta, nada.

Rajoy ha declamado su política de aparente generosidad ante un auditorio bastante entregado, aunque semivacío, sin asistencia de ningún miembro del gobierno catalán, en justa correspondencia a los desaires que los catalanes reciben cuando van a Madrid. Varios empresarios y correligionarios ideológicos y algunos curiosos interesados del ámbito municipal. Los independentistas le han dejado tiempo para leer un artículo publicado en El periódico, Catalunya, Estado por el progreso, en el que aclaran la ambigüedad del título. Su punto central, sostenido luego por Neus Munté, portavoz del govern, es que las promesas de inversiones ya no engañan a nadie, que carecen de credibilidad y, por tanto, ya no son suficientes para detener la hoja de ruta, que es su único objetivo. Añaden los autores que, en tanto la situación siga siendo la que es, atenderán a las promesas de inversiones del gobierno español, siempre injustamente postergadas o negadas. Reiteran que pase lo que pase (una nueva ambigüedad que enlaza con el título), serán responsables en la administración de los recursos que reciban. Son consideraciones fundamentalmente dirigidas al empresariado catalán, inquieto por el efecto del choque de trenes en las cuentas de resultados. Pero dejan abierta una duda que puede tener consecuencias explosivas: ¿y si esta vez las promesas se cumplen y el gobierno central acepta la cláusula “anticumplimiento” que pide Munté? ¿Se desactiva el proceso? ¿Qué hay del referéndum?

Es cuestión que afecta directamente al apoyo de la CUP al gobierno de la Generalitat. A primera vista este tiene una difícil tarea: navegar un curso propio entre la Escila de vender el referéndum por un cesto de promesas de inversiones del gobierno central y la Caribdis de realizar el referéndum a toda costa que exige la CUP y abre un periodo de incertidumbre alimentado por las apenas veladas amenazas de Rajoy.

La CUP no es solamente un aliado incómodo. También es una buena ayuda para seguir negociando con el gobierno central el referéndum, al que no afectará en absoluto que, además, por fin, ese gobierno cumpla sus compromisos anteriores con Cataluña.

Algo debe quedar claro: si el gobierno central consigue enfrentar a la CUP con JxS a cuenta de las promesas y el referéndum, no habrá referéndum, las promesas quedarán como siempre en nada y los procesados seguirán siendo procesados.

Y se cumplirá el vaticinio de Puigdemont de la venganza del Estado.

dimarts, 28 de març del 2017

El PSOE es mucho PSOE hasta para sí mismo

El PSOE es un partido más que centenario por algún motivo. Desde el principio funcionó como una asociación especial, dentro de un espíritu de la izquierda de fines del XIX y primeros del XX. Un espiritu de solidaridad, compañerismo, muy próximo a las "cajas de resistencia" de los sindicatos, necesario para sobrevivir en un entorno hostil; un espíritu casi familiar que se ha ido perpetuando a lo largo de este siglo y pico de vicisitudes de todo tipo. Eso da una organización peculiar con una forma de militancia sin parecido en los demás partidos. Tiene algo de comunitario. En la famosa dicotomía de F. Tönnies entre comunidad y sociedad, cae más del lado de la comunidad, un lugar en donde se tiene en cuenta a las personas, en donde se ha postulado una forma especial de humanismo, de la mano de Fernando de los Ríos. En gran medida es un espíritu familiar porque, en muchos casos, la militancia se trae de familia, como tradición. De ahí que el distanciamiento actual de la juventud (los padres son socialistas y los hijos votan a Podemos) sea especialmente doloroso.

Doloroso pero comprensible porque, de un tiempo a esta parte (de bastante tiempo) el PSOE ha perdido aquel espíritu. Para no andarnos con monsergas de si fue Zapatero I o Zapatero II o Rubalcaba o Sánchez o no-Sanchez, o incluso antes, vamos a ceñirnos a estas primarias y su desencadenante.

A lo largo de su historia, el PSOE ha vivido momentos muy difíciles, a veces a vida o muerte. Pero el golpe de mano del 1º de octubre pertenece a otro género de cosas, otra forma de actuar, otro espíritu. Un grupo de conspiradores, basándose en suposiciones y sospechas de que Sánchez fuera a pactar con Podemos o los indepes catalanes, monta un golpe palaciego mediante una maniobra bastante indigna y defenestra al SG elegido por las bases. Ni la forma ni el fondo del hecho son socialistas. El fondo es una mentalidad de derechas de nacionalismo español a ultranza mucho más afín al PP que al PSOE; esto es, la mentalidad de Rubalcaba. La forma es la de los profesionales de las organizaciones, a los que da igual en la que estén porque lo que hacen es aprovechar sus reglas internas para trepar ellos a los puesto de poder; o sea la mentalidad de Susana Díaz.

Y todo al servicio de un golpe preventivo, la forma más agresiva e inmunda de proceder. Definitivamente, ese golpe rompió aquel espíritu porque pertenece a un mundo distinto, el de la derecha sin escrúpulos. Así pues, la indigna defenestración de Sánchez por órdenes de la presidenta andaluza, ("lo quiero muerto"), incendió las bases, la militancia, que se sintió estafada y reaccionó en honor a ese espíritu humanista que ha heredado. No lo esperaban los golpistas. No lo esperaba la junta gestora que nombraron estos entre sus fieles con la tarea de preparar la llegada triunfal de la caudilla Díaz, probablemente sin necesidad de primarias. 

No ha sido así a causa de la rebelión democrática de las bases, que han aupado al defenestrado Sánchez en un noble gesto de reparación por la injusticia sufrida, dándole un impulso moral que su adversaria jamás podrá alcanzar. Y, a partir de aquí, cada cual ha sido leal a su papel hasta lo increíble. Díaz es una política profesional de corte populista, regate corto, escasas ideas y mucho sentido folclórico-mediático. De hecho, el discurso que infligió a la audiencia en el Ifema fue una lamentable serie de topicazos, frases hechas, latiguillos y vaciedades que debieran haber avergonzado a las viejas glorias que se llevó de claque si les quedara algo de vergüenza.

El caudillismo de Díaz se ejerce a través de ese pintoresco órgano provisional, llamado comisión gestora que no es otra cosa que un comité de acción, justificación y propaganda de Díaz. Su presidente, Fernández, se pasa el día deslegitimando la candidatura de Sánchez y mintiendo para ello de paso al insinuar que este quiere un partido asambleario en imitación a Podemos. Vuelve de nuevo la acusación del principio, de un PSOE subalterno de Podemos, formulada por unas gentes que lo han hecho subalterno del PP. A esa evidente parcialidad y animosidad antisanchista se añade que el segundo de la junta gestora es la mano derecha de Díaz, con lo que no hace falta decir nada más, salvo asombrarse de cómo puede llegarse a tamaño desafuero de tener un órgano que ha de arbitrar una contienda electoral descaradamente al servicio de una de las partes. Tan a su servicio que hasta el trabajo sucio le hace: tras pedir claridad en las cuentas y sugerir malévolamente que Sánchez se financia ilegalmente, resulta que la única candidatura que no ha aclarado en público su contabilidad y está bajo vehemente sospecha de valerse del aparato y sus medios para su campaña es la de Díaz.

Estas y otras muchas maniobras de juego sucio (la presencia de la caudilla en las redes es muy baja, pero compensa llenándolas de bots) prueban que estos golpistas han roto aquel espíritu de familia, el respeto al otro, el humanismo de la tradición para implantar las reglas del poder, la ambición, el clientelismo y los intereses creados. Nada de extraño que la militancia haya reaccionado como lo ha hecho. Las maniobras han provocado la indignación y esta ha encontrado un líder en momentáneo estado de postración, al que ha impulsado para dar la batalla por el espíritu socialista.

Para contrarrestar esta oleada, la gestora no ha tenido mejor idea que celebrar una especie de glorificación de la caudilla y presentarla con pompa y boato como la culminación de la historia contemporánea del PSOE desde la transición, arropada por su dirigentes vintage supuestamente más eficaces para mover los sentimientos de la militancia. Pero ni con esas. Lo que se vivió el domingo fue una ceremonia de zombies, ninguno de los cuales sabía bien qué píntaba allí, a consumir sus últimos hilillos de dignidad en apoyar a una huera oportunista. Y, para colmo, la ausencia de Griñán y Chaves, que debieran haber estado según la lógica de la comunidad familiar, demuestra a las claras que el aparente acto de recuperación sentimental del viejo PSOE era una maniobra fríamente calculada para engañar: González, sí; Zapatero, sí; Rubalcaba, sí; Chaves y Griñán, no, por si pringaban de corrupción. Bestial.

Me atrevería a decir que en el acto de glorificación, el tiro salió a la junta gestora por la culata. Como todo lo que hace. Lo único que ha conseguido es que la rebelión democrática se consolide porque ahora ya se tienen datos fehacientes para comparar. Y es demoledor: con todo el aparato a su servicio, los medios, los recursos del partido, los autobuses gratis, etc., Díaz reunió comparativamente menos gente en Madrid que Sánchez en Burjasot. Y si hablamos de discursos, la cuestión revienta. No hay comparación. La caudilla no tiene discurso, sino un repertorio de frases huecas. Se entiende. Para ella, su discurso es el que la gestora presentó como documento para el congreso en medio de las insinuaciones de mala baba contra Sánchez. Ella es la candidata del partido y el discurso del partido es el suyo. Algo intrínsecamente de derechas: apropiarse los símbolos, los relatos colectivos.

Frente a eso, Sánchez tiene un discurso. Está mejor o peor plasmado en el documento presentado en el Bellas Artes sobre la nueva socialdemocracia. Ahora, el destino le ha deparado la posibilidad de contrastarlo con la militancia durante unos meses. Una buena ocasión para acabar articulando un discurso completo, trabado, con respaldo suficiente y que, por lo tanto, ahora mismo está haciéndose. Cambiará algo, se perfilará mejor, a medida que vaya viendo la acogida que tienen las propuestas concretas. De momento, va calando, por poner un ejemplo, el propósito laico. En general, el programa se autotitula de izquierda e insiste en ese punto. 

Los adversarios de Sánchez, no necesariamente partidarios de Díaz, le reprochan inconsistencia en el pasado y falta de crédito en la actualidad, aunque reconocen que va entonando mucho con la militancia. Lógico, dicen, frente al discurso de todos los hombres de la presidenta solo cabe el de la militancia. En realidad, Sánchez está haciendo de necesidad virtud y eso, a los puristas siempre les parece sospechoso. Es más, el izquierdismo de Sánchez se interpreta echando mano del famoso caso del general Della Rovere. Yo mismo lo hacía al comienzo de esta rebelión. Pero la historia ha de entenderse hasta el final. Ciertamente, el primer Sánchez, el SG, era otra cosa. Como Emmanuelle Bardone también era otra cosa. Pero cuando Bardone, finalmente, se convierte en Della Rovere y afronta su destino, adquiere una calidad humana que podría ser, incluso, superior a la del verdadero Della Rovere. 

Y para aquellos que quieran razonamientos más teóricos y menos literarios, recuérdese la feliz idea de Hegel de la "astucia de la razón", una forma filosófica ilustrada de decir lo mismo que los cristianos de que "Dios escribe recto con renglones torcidos". Sánchez se ha puesto al frente de la manifestación, ha vinculado su destino a la militancia (como García Page parece haber vinculado el suyo al de Díaz), y en este momento es otra persona, no tan condicionada por su pasado como por su presente. Al igual que los demás, por supuesto. Pero compárense presentes: el de Díaz, el de Sánchez y el de López. Eso es lo que cuenta porque hay que elegir.

Eso y el recuerdo a Kant, rebotado luego por Isaiah Berlin, de que "de la madera torcida de la humanidad nunca ha salido nada recto".  

Lo cual no debe ser óbice para intentarlo.

dilluns, 27 de març del 2017

La candidata de la derecha

Con esta portada del ABC, prácticamente podría ahorrarme el post. La derecha quiere a la caudilla Díaz al frente del PSOE. Por Dios, España y su caudilla. Es su estilo, que conecta perfectamente con el de esta profesional sin escrúpulos de la política populista, que podría estar tan ricamente en el PP como suele estar en las procesiones de su tierra, llevando candelabros o lo que los curas le ordenen. 

En realidad, la maniobra es un poquito más sutil. La derecha sabe que, con la caudilla de SG, no habría alianza alguna de izquierda, con Podemos y, por lo tanto, la señora es la máxima garantía de que el PP pueda eternizarse en el poder. Que es de lo que se trata para todos: para el propio PP, para la Caudilla (cuyo objetivo verdadero no es ganar, sino salir cuanto antes de Andalucía, en donde la corrupción y su incompetencia van a comérsela) y, por supuesto, para el puñado de jubilados intrigantes y cascarrabias del PSOE que prefieren ver de SG a esta oportunista sin categoría que a uno con consistencia y claros propósitos de izquierda.

Algún día habrá que investigar qué sucedió para que todos los antiguos socialistas con mando se hayan pasado a la derecha más descarada y no se limiten ya a cobrar sus retiros dorados y otras canonjías a cuenta de los contribuyentes españoles sino que prediquen en contra de la izquierda. No es solamente la envidia que les produce que un hombre sin apoyos externos, sin más ayuda que la simpatía espontánea de la gente pueda derrotar a la caudilla. Sin duda hay también un fondo reaccionario de educación y de clase que les sale en su edad provecta porque nunca fueron muy consistentes, pero ahora se han revelado como lo que siempre fueron, unos sumisos a la derecha oligárquica española de toda la vida.

Eso es lo que explica que, aunque quizá no se les oculte el oportunismo descarado y la falta de inteligencia de la caudilla, la apoyen. Les preocupa más que el PSOE pueda echarse a la izquierda con Pedro Sánchez y ¿quién sabe? que a lo mejor el personal deje de hacerles un caso que no merecen por su  subalternidad y cobardía. Porque esa es la cuestión: su finalidad, como la de la Caudilla, es impedir un gobierno de izquierdas en España. Por eso no hablan nunca del ejemplo de Portugal. Lo ocultan. Defenestraron a Sánchez por intentar la unión de la izquierda, con la impagable ayuda de Pablo Iglesias que quería destruir el PSOE. Estos todos prefieren mil veces el gobierno de los neofranquistas al de la izquierda democrática. Iglesias también. 

Hace falta ser muy cínico y muy hipócrita para aplaudir el discurso repleto de lugares comunes, bobadas patrióticas y puras tonterías de la caudilla, incapaz de tener una sola idea que no sean consignas pueriles del tipo de "soy socialista por amor a España", que dan vergüenza. Frente a estos lamentables exabruptos de risa  que no han dado ni para titulares de la prensa adicta (excepto el ABC) no quieren ni oír el  discurso de izquierdas de Pedro Sánchez. Sin duda, este está en los comienzos y aun tiene que perfilarlo más, pero su alegato, cuando menos, contenía propuestas, ideas frente a las necedades de la andaluza ante un auditorio entregado de beneficiarios del PSOE

Añadase a ello la vergüenza que en cualquier persona de buena fe produjo el alarde de juego sucio, el abuso, el intento de apabullamiento del adversario del acto de exaltación de la Caudilla, con profusión de medios, el apoyo de los viejas glorias, los barones, todo el aparato del partido. Frente a eso, la candidatura de Sánchez,  en un lugar mucho más pequeño, con muchos menos medios fue más auténtica y su repercusión -incluso en los medios- muy superior a la de su adversaria.

Grave es que, a estas alturas -después de la confusa maniobra de la junta gestora de querer difamar la candidatura de Sánchez, insinuando que practica financiación ilegal- tanto López como Sánchez hayan hecho públicas sus cuentas, mientras que las de la Caudilla siguen siendo secretas. Sus trolls en las redes acusaban de difamadores a quienes queríamos saber cómo se financiaban los gastos inmensos de la caudilla (el Ifema vale una pasta) pero, al final, ha resultado que los difamadores eran ellos. Y peor que difamadores porque, mientras no se demuestre lo contrario, la campaña de la Caudilla está pagándola la junta gestora con los dineros del PSOE, es decir, con las cuotas de todos los militantes y los fondos públicos, que proceden del pago que hacemos todos los ciudadanos de los impuestos. 

O sea, un abuso y una presunta estafa que ya debiera estar en los tribunales. Y estos quieren regenerar el sistema político español y luchar contra la corrupción. Insisto, da verdadera pena cómo un antiguo partido de la izquierda trata de convertirse en subalterno de una de las derechas más clericales, corruptas y reaccionarias de Europa. 

diumenge, 26 de març del 2017

Se quiera o no, derecha/izquierda

El discurso de la gestora es netamente conservador. Su presidente, Fernández, habla de "moderación" y arremete contra las tendencias "asamblearias". Trata de hacer una amalgama con toda la izquierda, asimilando la candidatura de Sánchez a Podemos. Eso, para meter miedo. Lo mismo le pueden decir en su auditorio: que la candidatura de la caudilla Díaz es asimilabla al PP. De hecho, ese mensaje de "moderación" en las circunstancias actuales es lo que quiere decir.

El PSOE del aparato, el de los barones, las viejas glorias y muchos cargos electos padece un síndrome de Estocolmo con la derecha de raíz histórica, intensificado con lo que vive como el reto independentista. Es patente. Hace meses que Felipe González admitía la posibilidad e, incluso, recomendaba la conveniencia, de llegar a una gran coalición PSOE/PP. Como no es previsible que haya cambiado de parecer pues en nada se persevera más que en el error, si ahora apoya a Díaz es porque la supone capaz de llegar a un acuerdo de gran coalición con el PP.

La justificación de esa entrega es la cuestión catalana. Con el pretexto de que a la tal hay que oponer una unidad española, el PSOE se presta a secundar las políticas del PP que indefectiblemente llevarán a una escalada del conflicto por su carácter represivo. Ello significa que esta gestora, la caudilla y, en general quienes se hicieron con el poder en el golpe del 1º de octubre, renuncian a formular una alternativa de izquierda a esa cuestión catalana.

Para eso está, precisamente, la izquierda. Así que estas primarias se dirimen a la luz de la divisoria: izquierda/derecha que todo el mundo da por superada. Si triunfa la candidatura de Sánchez, a pesar del boicoteo que se le haga desde el aparato, se abrirá una oportunidad grande de que acabe fraguando una unión de la izquierda capaz de llegar al poder, como sucede en Portugal, caso del que el PSOE oficial no quiere hablar. Y por eso ataca a la izquierda de su propio partido y a Podemos.

Ver a los históricos del PSOE apoyando una candidatura populista, caudillista y patriótica da pena.

La locura simétrica

Gran ocasión de ver una retrospectiva completa de Escher. Única en verdad, porque no es frecuente, a pesar de su enorme popularidad. Son unas 170 piezas del grabador holandés distribuidas por las salas del palacio de Gaviria, en la madrileña calle del Arenal, muy cerca del callejón de San Ginés. Por cierto, el palacio está bastante abandonado, aunque con las imágenes de Escher y la abundancia de explicaciones que, imagino, soltarán la audioguías obligatorias con la entrada, eso casi no se nota.

La exposición, muy bien ordenada, sigue un orden cronológico, desde las primeras xilografías de paisajes hasta las últimas litografías de los años cincuenta/sesenta, con las perspectivas imposibles que lo hicieron mundialmente famoso, Ascendiendo y descendiendo, Convexo, cóncavo, Belvedere, Relatividad, Cascada, Otro mundo, todos los cuales se pueden admirar en la exposición. Y es una curiosa experiencia porque en todas ellas, que juegan con la convergencia de perspectivas con el punto de fuga, el cenit y el nadir, cuenta mucho la posición del espectador, si mira desde arriba o abajo o desde los lados. Caso típico, el Belvedere, juegos de simetrías cristalográficas que arrancan de un primer encuentro de Escher con el triángulo de Penrose al que, andando el tiempo, añadiría la fascinación con la cinta de Möbius. Aunque Escher decía ser profano en matemáticas, los matemáticos lo tenían en altísima estima y él trabajaba con ellos de mil amores. Es muy curiosa la historia de la litografía Galería de grabados, 1956, que el autor no terminó pues distorsiona la realidad de acuerdo con una pauta que no acierta a reproducir hasta el final, por lo cual dejó el centro en blanco y puso su firma. Casi 50 años después, dos profesores de matemáticas de la Universidad de Leyden, dieron con la solución al descubrir que Escher trabajaba con una cuadrícula que se reproducía a sí misma en espiral, con lo que terminaron el grabado en el centro. El llamado efecto "Droste", el de una imagen que se repite dentro de sí misma hasta el infinito.

Algunos trabajos con esferas, incluido el famoso autorretrato en una esfera, confirman la influencia del Parmigianino y su célebre autorretrato en un espejo cóncavo. Igual que algunas de las litografías de simetrias, traslaciones, reflexiones a voleo con escaleras, columnas, ventanas, barandas, puertas, suelos, techos y gentes subiendo y bajando al mismo tiempo recuerdan mucho las abrumadoras construcciones de Piranesi en las que, sin embargo, no suelen encontrarse figuras humanas.

Lo más interesante de la exposición a mi juicio es ver la profunda, subterránea influencia de la cultura árabe en la obra del holandés. Como buen artista flamenco, sintió el llamado de Italia y allí viajó y allí se instaló durante años, prendado, cómo no, de la luz, aunque también de la oscuridad, como se ve en la encantadora serie de "Roma nocturna". Pero lo que más le atraía era la arquitectura popular del sur, las casas morunas de la costa amalfitana. Se fue de Italia a Suiza cuando el fascismo se puso pesado, pero antes había hecho dos viajes a España, a la Alhambra. En el segundo se llevó todos los motivos ornamentales que encontró cuidadosamente copiados con ayuda de su mujer. En ellos había descubierto el secreto de la división regular del plano, el tema que le obsesionaba, a través de aquellas figuras geométricas que lo ocupaban todo rítmicamente y podían prolongarse el infinito. Y ahí nacieron las teselaciones, por las que llegó a adquirir gran fama, algunas de las cuales, como Día y noche (1938) es universalmente conocida. Su aportación fueron los seres vivos, patos, pájaros, peces, serpientes, camaleones, personas, que no figuraban en las teselaciones arábigas.

Pero eran tan simétricas como como aquellas. Esa es una de las razones por las que se suele considerar que Escher es demasiado frío, racional, con prurito de perfección, lo que parece poco propio del arte que es, básicamente, sentimiento. No obstante, lucen en la exposición dos teselaciones únicas, las llamadas rellenos del plano I y II, que carecen de simetría y de toda regularidad y, con todo, son teselaciones pero en las que el autor ha ido creando las formas una a una, sacándolas de su imaginación y sin guiarse por pauta regular alguna. No hace falta decir que atraen mucho más que las simétricas y producen el placer de ir descubriendo formas ocultas, un poco al modo que suele hacerse con los cuadros de otro flamenco famoso, el Bosco.

dissabte, 25 de març del 2017

Estos son mis poderes

El prometido acto apoteósico del próximo 26, domingo, en la capital del reino, con sus efluvios populistas y caudillistas es una exhibición que, si nos atenemos a la edad de los participantes, podemos calificar de "histórica" y solo quedaría por averiguar de qué edad de la historia. Sin duda, la foto no se ajusta enteramente a la noticia porque la de la noticia, claro, no se ha producido aún. Pero es de señalar el pundonor del medio que ha ido a buscar una que casi cubre los requisitos: están todos los que acudirán a la unción de la caudilla, excepto Guerra, sustituido por Elena Valenciano. Eran los tiempos de la feliz y tranquila secretaría general de Rubalcaba y Valenciano era entonces mano derecha de Rubalcaba y ahora cumple una función simbólica de añadir cuota imaginaria porque en la foto real habrá cuatro hombres y una mujer.

El equipo de comunicación de Díaz ya ronda las redes con las consignas de rigor. A lo mejor es su lectura la que impulsa a Zapatero a pedir que el debate salga de ellas y no una repentina e insospechada pasión por la censura. Aunque nunca se sabe. Este hombre es como un cañón giratorio. La consigna que juzgan más feliz es en el Ifema estará representado el pasado, el presente y el futuro del PSOE

La sociedad, dicen los teóricos, es un "espectáculo"; lo cual no es tan original. Ya la sociología funcionalista decía que tenemos "roles". Y no solo es espectáculo, sino "simulacro", al decir de otros teóricos. Pues sí, el acto anunciado de exaltación caudillesca tiene incluso algo de bufo. Esa consigna del pasado, el presente y el futuro delata tal falta de sensibilidad mezclada con tal arrogancia que resulta repulsiva. En efecto, en el Ifema estará arropando a Díaz el pasado del PSOE, esos cuatro "ex", González, Guerra, Zapatero y Rubalcaba a quienes, sin embargo, sienta muy mal que los llamen "pasado". Entre otras cosas porque, aunque lo son (y algunos son el pasado del pasado), no saben retirarse, como se dice sucede con los toreros. Y por ahí merodean, intrigan, se confabulan y, finalmente, se prestan a ser exhibidos como trofeos que prueban que el pasado del PSOE está firmemente a favor del presente, personificado en Díaz, y de su pretensión de convertirse en futuro que la consigna da también como presente, como futuro presente o presente futuro.

Muy en el estilo de los oscars, la gala tendrá después premio a los efectos especiales, provistos por la junta gestora que traerá el proyecto de ponencia que se presentará en el congreso próximo a mayor gloria de la secretaria general in pectore.

El mismo día 26 celebra Sánchez un acto en Valencia. Las comparaciones serán inevitables. La abundancia de estrellas y astros en el de Díaz y su ausencia en el de Sánchez. Pero eso puede ya darse por amortizado. Solo tendría valor si el 26 apareciera alguna figura inesperada en el Ifema. El ectoplasma de Largo Caballero, por ejemplo. De no ser así, la abrumadora presencia de los hombres del pasado, acaba convirtiendo en pasado esos presente y futuro de la propaganda. Así que los datos que se compararán, obviamente, serán las asistencias y los discursos de los candidatos. A partir de ahí, se verá si las primarias del PSOE se decantan en un sentido u otro o en ninguno de los dos. 

Eppur si Murcia

Murcia es una comunidad autónoma uniprovincial. Como La Rioja, Cantabria, Baleares, Asturias, Navarra (foral) o Madrid. Habitualmente se oye hablar poco de ella, salvo por ser patria de algunos de los más pintorescos políticos del PP, como Trillo Pujalte o el inimitable Zaplana todos ellos hombres de moral fenicia. Pero, cuando se oye, se descubre una realidad política tan abigarrada, compleja y veloz como en el resto del país. Murcia es reciamente española.

Se imputa a su presidente, Pedro Antonio Sánchez (PAS) un supuesto delito en uno de esos casos de nombres habitualmente metafóricos, el caso Auditorio, aunque podría ser el caso "picaporte" o "México Lindo"; los hay ya de todo tipo en este partido de apandadores. C's, intransigente con la corrupción, le da tres días para dimitir. Sánchez no dimite y C's anuncia su posible apoyo a una moción de censura "técnica", esto es, limitada en mandato a convocar elecciones. Empujado por Podemos, el PSOE presenta una moción de censura, lo que indica denodado esfuerzo pues el personal pensaba que se le había olvidado cómo se hace eso de oponerse. El PP, siempre en su lucha sin cuartel contra la corrupción, al no poder evitar la moción, pide que se aplace por si PAS, al final fuera desimputado. Y algún barrunto quizá tenga de algo así porque ayer mismo estaba el juez que investiga al presidente murciano del PP de cañas con los miembros de la cúpula de ese mismo PP lo que, como entiende todo el mundo, es algo perfectamente fortuito. No parece así extemporáneo que el expresidente de este imputado partido en el que militan imputados lo abandone acusando a Rajoy de "inacción ante la corrupción". Prudente en su juicio el dimisionario porque Rajoy no se limita a no hacer sino que obstaculiza en lo que puede y hasta pareciera que encubra a los imputados. La moción cuenta con ser admitida a trámite el lunes por la mesa de la cámara y debatida unos días después. El presidente propuesto, González Tovar, PSOE, gobernaría en coalición con Podemos, 19 escaños contra los 22 del PP y los eventuales 4 de C's. Un primer e incierto intento de unidad de la izquierda, algo esquinado si bien prometedor. Pero la clave de que todo este episodio murciano vaya en un sentido o en otro está en C's, un partido con un sentido digamos móvil de los compromisos públicos. La mesa de la cámara está compuesta por 2 miembros del PP, uno de PSOE, otro de Podemos y otro de C's. El voto decisivo es el de C's. Este finde promete ser tormentoso en Murcia. Pero el martes puede amanecer en calma chicha y con PAS felizmente al mando, en tanto espera que lo absuelvan las urnas que en España sirven para todo excepto para que la gente vote en Cataluña.

divendres, 24 de març del 2017

Las muy probables elecciones anticipadas

Los medios de comunicación no son lo que eran. Ahora puedes controlar todos los públicos y casi todos los privados y no evitas una imagen catastrófica de gobierno incompetente, incapaz de hacer nada bien. Ni los medios más entregados -y los hay increíbles- pueden ocultar a la opinión que a los gobernantes les va fatal en el Parlamento, en donde fracasa en todas sus iniciativas. Si a ese fracaso se añade el constante mosconeo de los digitales, sacando escándalos como rosarios, se concluirá que la situación empieza a ser alarmante para la derecha en el gobierno. Ya Rajoy había advertido que no consideraba adelantar las elecciones pero que, claro, era preciso dejarlo gobernar. Por gobernar entiende que no le toquen lo hecho o deshecho hasta ahora y que le dejen hacer lo que le da la gana en el futuro. Es el único en verlo así, claro. Pero es quien ha de tomar la decisión.

El gobierno no puede legislar a su antojo porque la oposición no le deja. La derrota de la convalidación del decreto-ley de la estiba ha sido demoledora. Y en el punto de mira están ahora la ley mordaza, que ya ha entrado al desguace, y la LOMCE, que espera turno. La oposición quiere desmantelar lo legislado durante la mayoría absoluta del PP. Le van a tocar lo hecho y no le dejan seguir desgobernando. Y ahora vienen los presupuestos, norma de importancia capital cuya aprobación no está garantizada. Es algo crucial. El presupuesto pasa si el PSOE, por lo menos, se abstiene. Abstenerse ahora, como cuando la investidura, equivale a votar "sí" pero sin decirlo. Y de nuevo coloca al PSOE en curso contrario a la izquierda.

Además del bloqueo legislativo, el gobierno está sometido a un control parlamentario al que ni de lejos está acostumbrado. Harta la oposición de la tomadura de pelo de la Gürtel ha montado por unanimidad una comisión de investigación sobre la financiación del PP que, obviamente en contra, responde montando otra sobre la financiación de todos los partidos en el Senado, aprovechando su mayoría absoluta. Pero es pura pataleta. La comisión de verdad es la del Congreso y la que los medios, hasta los suyos, van a seguir. Añádase a ella la comisión sobre la supuesta guerra sucia del ministerio del Interior bajo mando del devoto Fernández Díaz en contra de sus adversarios en Cataluña. Las comisiones no van a dejar un ministro sano. Pero, además, hay una cascada de comparecencias en trámite que involucran a otros miembros o exmiembros del gobierno. Y por asuntos verdaderamente pintorescos: García Margallo por bocazas, Catalá por disoluto y Sáenz de Santamaría por agente de la T.I.A.

Y todos esos apuros y angustias, esos impedimentos, controles, fiscalizaciones a un partido, un gobierno y un presidente que no entienden ni han entendido nunca el funcionamiento de un sistema liberal parlamentario y democrático. En su legislatura con mayoría absoluta gobernó de modo también absoluto, por decreto, con ignorancia del Parlamento en el que apenas compareció y que solo en una ocasión pudo forzar de él algo parecido a una explicación y rendición de cuentas que no fueron tales. Un gobierno que, estando en funciones, se negó expresamente al control parlamentario, convirtiéndose así en un gobierno de hecho, no de derecho. 

A ello hay que añadir el carácter autoritario del personal al mando en La Moncloa y Génova 13, su intemperancia y ningún respeto por las convenciones democráticas. Y, además, las muchas actividades presuntamente delictivas que tienen atareados a los tribunales, así como la esperanza de que un buen resultado en unas nuevas elecciones ayudaría a capear este temporal. 

La convocatoria de elecciones anticipadas está al caer. 

Hoy, Palinuro en un ciclo de filosofía en Lleida

Los miembros de la Secció de filosofia del Institut d'Estudis Ilerdencs me han hecho el inmerecido honor de invitarme a inaugurar un ciclo de conferencias filosóficas sobre el tema de la emancipación. Sobra decir que estoy agradecidísimo y un poco inquieto pues conozco mis limitaciones e intuyo la profundidad del objeto cuya consideración se propone. Pero confío en la acreditada magnanimidad de los filósofos para no quedar en desmerecido lugar.

Los datos sobre hora y tiempo del acto figuran en la imagen adjunta. Basta con ampliarla. Hay que rellenar una ficha.

Pienso tratar el tema desde las dos perspectivas, individual y colectiva, en que esta circunstancia de la emancipación se ha manifestado a lo largo de la historia, es decir, con una breve genealogía del concepto, que ha mantenido su fuerza en todo este tiempo, combinándola con su cuasi sinónimo de "liberación". Me detendré en el momento actual y en cómo la emancipación como meta, objetivo, fin de siempre presente en la especie humana en todo tiempo y lugar, nos interpela a todos. 

En una sociedad democrática nadie tiene el deber de emanciparse, pero todos tenemos el derecho de hacerlo.

dijous, 23 de març del 2017

Las primarias de los cuchillos largos

Las noticias mueven a risa: "Ferraz advierte", "la gestora conmina". ¿Qué Ferraz? ¿Qué gestora? Este órgano está deslegitimado por origen y por ejercicio. Su siniestro inicio en un golpe de mano es conocido. Su ejercicio absolutamente parcial en interés de Diaz, también. Nadie puede tomarse en serio un órgano pretendidamente arbitral y neutral cuyo portavoz, Mario Jiménez, es la mano derecha de una de las partes. Ese órgano carece de autoridad para adoptar medida alguna en relación con este proceso.

Y, sin embargo, las toma, imperturbable, ajeno a toda crítica respecto a su parcialidad. El portavoz y hombre fuerte de Díaz en la junta gestora quiere ser expeditivo y, habiendo encargado un informe, sostiene que el crowdfunding de Sánchez pudiera ser ilegal, incluso delictivo . Son palabras mayores. Sin duda el informe será muy correcto y atinado, pero es un informe de parte en materia asaz interpretable. Se le podrá contraponer otro de la otra parte. Habrá que ir a los tribunales y lo primero que Jiménez deberá explicar a los jueces es por qué no se ha abstenido (incluso, por qué no ha causado baja) en un asunto que le concierne personalmente. Y eso sí que suena a irregular y delictivo. Ya solo con ello queda jurídicamente deslegitimada la gestora.

Que también lo está políticamente. El informe sostiene que el crowdfunding no pasaría el control del Tribunal de Cuentas. Pero el Tribunal de Cuentas hace saber que no ve problema en el crowdfunding de Sánchez. A todo esto, Sánchez ha hecho públicas sus cuentas. Los otros dos candidatos, no. Y eso es políticamente determinante. Es obvio que toda la campaña de Díaz en plan supercaudilla popular vale un dineral. Solo el acto del próximo 26 en el pabellón Ifema, una pasta. En efecto, es imprescindible que se sepa cómo se financian las campañas de los tres candidatos. Para eso no hace falta pegarse por abrir o cerrar cuentas. Basta con publicar las propias en internet, con los ingresos y los gastos, en el entendimiento de que, si en los ingresos hay partidas procedentes de órganos del PSOE, locales, institucionales, etc, se sepa.

A no ser que la gestora esté buscando deliberadamente un conflicto para tomar una medida disciplinaria con Sánchez, es decir, para defenestrarlo por segunda vez; una exclusión por desobediencia o una inhabilitación, como las que reparten generosamente los tribunales españoles a los catalanes, algo que lo aparte de la carrera electoral de las primarias. Sánchez trae un aura de ganador que se retroalimenta continuamente y no parece posible evitar su triunfo, ni siquiera habiendo armado a toda velocidad una fantasmagórica candidatura de Patxi López, cuya única función es engatusar a un puñado de sanchistas. Así que, para garantizar que la caudilla salga aclamada de caudillesco modo, lo mejor es dar otro golpe de mano e impedir que Sánchez se presente. Quien dio un golpe puede dar dos; suele hacerlo.

Así las cosas, a Sánchez no le quedaría otra alternativa que resignarse a abandonar la competición sin más o plantar cara a la arbitrariedad de los detentadores del poder, pidiendo a sus seguidores que, aunque su candidatura esté proscrita, lo voten. Luego, habrá que contabilizar los votos y se verá quién ha ganado, si la caudilla o el doblemente defenestrado.

Mañana, Palinuro en un ciclo de filosofía en Lleida

Los miembros de la Secció de filosofia del Institut d'Estudis Ilerdencs me han hecho el inmerecido honor de invitarme a inaugurar un ciclo de conferencias filosóficas sobre el tema de la emancipación. Sobra decir que estoy agradecidísimo y un poco inquieto pues conozco mis limitaciones e intuyo la profundidad del objeto cuya consideración se propone. Pero confío en la acreditada magnanimidad de los filósofos para no quedar en desmerecido lugar.

Los datos sobre hora y tiempo del acto figuran en la imagen adjunta. Basta con ampliarla. Hay que rellenar una ficha.

Pienso tratar el tema desde las dos perspectivas, individual y colectiva, en que esta circunstancia de la emancipación se ha manifestado a lo largo de la historia, es decir, con una breve genealogía del concepto, que ha mantenido su fuerza en todo este tiempo, combinándola con su cuasi sinónimo de "liberación". Me detendré en el momento actual y en cómo la emancipación como meta, objetivo, fin de siempre presente en la especie humana en todo tiempo y lugar, nos interpela a todos. 

En una sociedad democrática nadie tiene el deber de emanciparse, pero todos tenemos el derecho de hacerlo.

dimecres, 22 de març del 2017

Los nenúfares y los intelectuales progres

Uno de los trozos más profundos y conmovedores de El cuento de nunca acabar, de Martín Gaite, se titula "Divagación en torno a los nenúfares" y arranca con la conocida (seguramente apócrifa) anécdota de Miguel de Unamuno y Amado Nervo sobre los nenúfares que este menciona en su poesía. El relato desvela alguna de las claves más íntimas de esta íntima escritora y toma pie en un encuentro con un antiguo amigo, profesor cuyo embeleso con la gramática generativa chomskyana, muy de moda por entonces, trae a la autora el recuerdo de los nenúfares de Unamuno/Nervo y le inspira este trozo final que Palinuro reproduce con enorme admiración:

"La mayor parte de los 'intelectuales' -palabreja a la que, dicho sea de paso, tengo gran antipatía- plagan sus discursos de nenúfares. En nenúfares se convierten, pongo por ejemplo, la libertad, la condición de la mujer o la justicia social para quien al mismo tiempo que elabora peroratas más o menos brillantes sobre dichos asuntos, no se entera de que está tiranizando a los demás, es incapaz de hacer un esfuerzo para hacerle la vida agradable a la mujer concreta que tiene a su lado o no ve en la miseria y necesidad de los seres con cara y ojos de su más próximo entorno sino una inoportuna interrupción que obstaculiza su carrera magistral de redentor del género humano. Nenúfares son todas las abstracciones en letra mayúscula que tanto impresionan lanzadas desde el Parlamento, la cátedra, la televisión o la letra impresa, pero que a nadie le cuentan nada que pueda traer al recuerdo para sentirse confortado en el callejón sin salida de sus noches de insomnio, nenúfares los pretextos en nombre de los cuales se emprende una guerra para redimir a una humanidad cuyos miembros no se vacila en dejar sangrientamente diezmados; nenúfares la paz, la dignidad, la comunicación y el amor; nenúfares muertos, sapos disecados sobre el manto de tan solemnes predicadores." (El cuento de nunca acabar)

Carmen Martín Gaite murió el 23 de julio de 2000.

La imagen es un dibujo a lápiz (2014) de Alexandra Pociello bajo licencia de Creative Commons.

Rajoy responde a la carta de Puigdemont y Junqueras

Esta vez, Palinuro se ha ahorrado su semanal artículo y se ha limitado a transcribir una carta respuesta a la de El País que le ha enviado Presidencia del gobierno para publicación en algún periódico catalán. Y así, ha cedido su lugar para que el presidente responda a la carta de los gobernantes catalanes. Entre bromas y veras y con su peculiar forma de ver las cosas, Rajoy sintetiza el grueso de los argumentos del nacionalismo español en contra del referéndum. Aquí va la versión castellana:

Respuesta de Rajoy a la carta catalana.

Estimados presidente y vicepresidente: muchas gracias por su carta publicada en El País, diario de mi máxima consideración, aunque no tanto como El Marca. Proponen ustedes en ella por enésima vez un referéndum pactado, siendo así que ya les hemos avisado la vicepresidenta y yo que de referéndum, nada. Ni pactado ni sin pactar. Aquí no habrá referéndum. Cuando les ofrecimos iniciar un diálogo, llegando, incluso a abrir un despacho dialogante de la vicepresidenta en Barcelona, quedaba ya claro que el diálogo tenía como tope la unidad de España contra la que atenta su referéndum.

Insisten ustedes en argumentar el caso de Escocia como la única baza de que disponen para su desmesurada pretensión. Parece mentira que no se hayan dado cuenta de lo que he visto hasta yo: que Cataluña no es Escocia. Ni España el Reino Unido. En España un referéndum es ilegal y, por ende, inconstitucional. Sospecho que en el Reino Unido, también. Pero allí, con eso de que no tienen Constitución escrita se permiten ciertos lujos que no voy a calificar. En España, la ley se cumple. De eso estoy encargado yo por voluntad de los españoles, entre ellos muchos catalanes. La mayoría silenciosa y no hace falta contarla. Se ve en la calle. Resumiendo y para entendernos: no hay referéndum porque no.

No soy un legalista estrecho. Estoy dispuesto a reconocer el carácter político de sus pretensiones y a sentarme a negociar sobre ellas en el marco de la Constitución. Incluso a abordar la reforma de esta. Es el camino para las discrepancias políticas en un Estado de derecho. Lo que no sea eso será un golpe de Estado propio de fascistas, de lo cual sabemos mucho en el PP,y no lo toleraremos. Para las de derecho común, los tribunales ordinarios. La causas contra cargos públicos independentistas no lo han sido por sus ideas, sino por sus actos presuntamente contrarios a la ley. Que estos casos coincidan con independentistas es una casualidad.

En el marco de la Constitución me encontrarán ustedes. Propongan una reforma del texto del alcance que les plazca y, si se aprueba por los cauces debidos , podrán ponerla en práctica. Me dirán que eso es imposible y casi una burla, dado el carácter minoritario de Cataluña en el conjunto del Estado, pero esa es una realidad ajena a nuestras voluntades. Consigan apoyo mayoritario en España a su propuesta de reforma constitucional y no harán falta cartas.

Parecen haber pedido permiso al presidente del Senado, Pío García-Escudero para pronunciar la conferencia que ya han dado ustedes en otro lugar. Pío es autónomo, por supuesto, y él decidirá pero, si fuera yo, no la autorizaría por una razón de respeto a la cámara. Al Senado se va con un discurso original, nuevo, inédito, no con un refrito, ensayado para otros auditorios.

Afronten ustedes su responsabilidad como gobernantes de una Comunidad Autónoma y resuelvan los problemas de sus administrados, que no son de banderas. Son ustedes parte de esta gran nación que es España. Sean leales al esfuerzo común y sigan contribuyendo al engrandecimiento de nuestra patria. Todos los españoles están agradecidos a la solidaridad catalana y orgullosos de ser sus compatriotas. Y, para demostrarlo, visitaré Cataluña próximamente con un plan de inversiones en infraestructuras que siempre proponemos y nunca cumplimos porque sabemos que ustedes los catalanes se avienen a razones cuando se trata de dinero, sobre todo si es el suyo.

Lamento que el resumen de mi respuesta haya de contabilizarse en la columna del “no”. No ha lugar a negociar referéndum catalán alguno porque, como explica con su habitual brillantez la vicepresidenta, el gobierno no puede negociar con lo que no está en su mano conceder, que es saltarse la ley. Ni más ni menos. No es un desaire. Es una necesidad.

No hay otra vía pues cualquier otra apunta directamente a la legislación de excepción. Obviamente no queremos recurrir a ella por una cuestión de imagen. Pero, si ha de hacerse, se hará, y no nos temblará el pulso, pues contaremos con el apoyo de los demás partidos, PSOE y C’s, tan españoles como nosotros, aunque estén en la oposición. Estamos seguros de que la UE entenderá la necesidad de hacerlo. Y, si no fuera así, habiendo quedado todo “atado y bien atado” desde los tiempos de aquel caudillo cuya memoria quieren ustedes mancillar, sabremos prescindir de una Europa que no nos quiere como somos.

Al fin y al cabo, más se perdió en Cuba.


¿Quién controla al controlador?

Es lo de siempre, ¿quién vigila al vigilante?. Los de la junta gestora, cuya gestión grotescamente sesgada del lado de Díaz es ya hilarante, pretenden ejercer una autoridad de la que en realidad carecen. Quieren centralizar el control de las cuentas y acceder al conocimiento de la identidad de los donantes en el crowdfunding de Sánchez, lo que, probablemente, como dicen los sanchistas, no se compadece con la ley de protección de datos. Y todo eso sin admitir a su vez ningún tipo de control ni fiscalización de sus actos. Algo insólito.

Que la gestora es un órgano descaradamente sesgado a favor de Díaz es la evidencia misma. El portavoz resulta ser el hombre de confianza de Díaz. La gestora es un órgano de Díaz, totalmente incapacitado para conducir unas primarias. Eso solo podría hacerlo un órgano independiente en el que estuvieran los representantes de las candidaturas.

Ponerse a hablar de las cuentas ha sido mentar la soga en casa del ahorcado. Sánchez, que tiene un crowdfunding perfectamente legal, ha hecho públicas las suyas. E inmediatamente han comenzado a llover las reclamaciones para que Díaz haga lo propio. Las redes hervían de peticiones para que se aclaren los gastos del acto de exaltación de la caudilla el próximo 26 en el pabellón Ifema del recinto ferial. Quieren saber quién financia los autobuses, el alquiler del local y la llamada logística. Porque no está claro. Los partidarios de su candidatura acusan a los contrarios de difamar cuando hablan de que el aparato pone autobuses gratis total a Madrid. Pero hasta ahora, nadie ha aclarado satisfactoriamente quién financia esta apoteosis.

dimarts, 21 de març del 2017

Entre compañeros, da gusto

No hace veinticuatro horas que López predicaba sermones unitarios por las agrupaciones del PSOE. Luego de soltar algunos disparates en Cataluña, se trabajó otros parajes al grito, por lo demás compartido por los otros dos candidatos, de que todos los socialistas son compañeros y no maldicen unos de otros. Pero he aquí que pega un giro espectacular y, por persona interpuesta, lanza un ataque directo a Sánchez acusándolo de varias demasías que, en realidad, se reducen a una: Sánchez es culpable de presentar su candidatura. Exactamente lo que piensan todos los candidatos en todas la elecciones de todas las candidaturas excepto la suya.

Efectivamente, no es muy original. La candidatura de López no es muy original. Ni poco. De tener alguna funcionalidad es la de restar apoyos a Sánchez. Él dice ser autónomo, con una opción independiente, pero lo cierto es que solo ataca a Sánchez.

Y mucho más atacable es la candidatura de Díaz, que está preparándose con la pompa y circunstancia de una gran producción de Hollywood. Todo el aparato del partido está a su servicio. Una movilización general para hacer una proclamación por todo lo alto, en el pabellón Ifema. Cuando la junta gestora abrió las cuentas a los candidatos, sin percatarse, estaba poniendo el dedo en la llaga. Las redes llevan días preguntando quién paga semejante despliegue sin que hasta la fecha se hayan dado explicaciones. 

Que la candidata Díaz haya de enfrentarse al hombre al que defenestró con tan escasa elegancia tiene algo de tragedia shakesperiana. Que se contraponga un discurso populista y caudillista a uno de izquierda tiene también algo de esperpento español.

Parecidos de ida y vuelta

Que Cataluña y España evolucionan en sentidos muy distintos se echa de ver con cada nueva noticia del ámbito público. El sistema político catalán es más matizado y complejo que el español, lo cual obliga a interpretar lo que allí sucede teniendo en cuenta factores propios, diferenciales. Por ejemplo, al hablar de "izquierda", la catalana está dividida básicamente en dos bandos (a su vez con diferencias en sus respectivos interiores), uno independentista y otro no necesariamente independentista pero partidario del referéndum. Los dos son izquierda catalana, por supuesto. 

La parte no (oficialmente) independentista incluye Podem, la versión local de Podemos y prácticamente idéntica a él. Los mismos usos, discursos y resultados. Las asambleas toman las decisiones; como en Madrid. Las toman unos porcentajes de voto francamente ridículos, tan bajos que convierten casi en cómica la gravedad con que se invoca el principio rousseauniano de que cada ciudadano (o militante, o comunicante por internet) pueda expresar su opinión. El 7,5% del censo de Podem se ha dado a sí mismo con la puerta en las narices al tratarse del ingreso en el nuevo partido liderado por Colau (que no es de Podem) y Doménech (que sí lo es), En Comú. Los responsables, incrementan tan escuálido dígito elevándolo a un 11,3% a base de restringir el cuerpo electoral a los "militantes" activos, entendiendo por tales los que en el pasado hubieren interactuado con la organización por las redes.

Este resultado plantea la cuestión de cómo quedará Podem si no se integra en el otro partido. Una reserva que recuerda los reparos y amarguras de la integración de IU en un Podemos triunfante. Pero esto es Cataluña y Podem es resistente y poco más. Resta por saber si la dirección de Podemos, al final, impone la integración por intervención personal del líder, recientemente reconsagrado, como sucedió en Galicia. Cualquier cosa que se haga generará agravios comparativos en una organización que los conoce de todos los colores.

Podemos no es propiamente un partido. Ni siquiera una asociación, pues carece de toda razón objetiva que no sea puramente negativa, de cualquier concepción unitaria. La decisión catalana no se verá con buenos ojos, ya que se verá como una prueba más de ese carácter fragmentario que es lo más opuesto a la idea de partido-instrumento de raigambre leninista cara a la dirección.

dilluns, 20 de març del 2017

Los nidos del aparato

Es patente: la trifulca en el PSOE, que se vive agitadamente en los medios, especialmente los digitales domina los mentideros políticos. Poco a poco, aun sin estar oficialmente convocadas las primarias ni proclamados los candidatos, va emergiendo el perfil de cada uno de ellos y las noticias parecen ser golpes de cincel para labrar las respectivas figuras. La imagen de Susana Díaz mezcla su temperamento y discursos populistas y caudillistas con un apoyo sólido en casi todas las instancias de poder: de cuadros del partido, para arriba, hasta las figuras legendarias de las épocas gloriosas; de votantes y simpatizantes del PP; de importantes medios de comunicación, como el grupo Prisa, entregado al embrujo andaluz; de personalidades públicas de toda índole. Se añaden las diputados socialistas con sano sentido gregario, aunque quizá poco olfato político. Parece una candidatura que los de Podemos llamarían "muy del régimen". Y desde luego lo es: España, la dinastía y en cuanto a la Iglesia, ni tocarla.

A esto hay que añadir una imagen de consumo interno de muy mal fario: política profesional que no tiene un palmarés de ganadora de elecciones abiertas, ducha en intrigas palaciegas y golpes de mano. Carácter despótico e imperativo. Y lo que más daño le hace es esa identificación servil de la junta gestora con sus planes personales y la instrumentalización del partido al servicio de su persona.

Hacer de todo eso una candidatura aceptable para unas bases soliviantadas que se han movilizado contra todo tipo de zancadillas para presentar su propuesta es tarea hercúlea. A lo mejor, no sintiéndose hercúleos, los gestores optan por la vía negativa de montar un contencioso con ese capricho del control de las cuentas a fin de poner trabas a la candidatura de Sánchez. Con ánimo de defenestrarlo por segunda vez. Ahí sí que provocarían una sublevación porque, como está a la vista, el control contable puede ser necesario para las candidaturas de Díaz y López, que manejan directa o indirectamente recursos institucionales; pero no para Sánchez, que viene del frío exterior.

Nada nuevo

Puigdemont y Junqueras se han asomado a la tribuna de El País para decir lo que llevan meses diciendo y reiterarlo con razones que llevan años esgrimiendo. Nada nuevo de su parte. La diferencia es que ahora lo dicen desde El País con lo que ya no queda más remedio en España que darse por enterados. Cosa hasta ahora evitada por cuanto los medios ocultaban o desfiguraban sistemáticamente la realidad catalana; entre ellos el propio El País. El diario parece estar reconsiderando su actitud, a la vista de la importancia de la cuestión. Pero le sale su resabio nacional-español con esa entradilla de El desafío soberanista.

Si el presidente del gobierno deja El Marca y lee El País encontrará un resumen preciso y claro de la situación a la que, quiera o no, deberá hacer frente. Aunque en su insólita soberbia, animado por el reciente desarme de ETA, es capaz de pensarse Gregorio VII haciendo esperar de rodillas a las puertas de Canossa al emperador arrepentido. Será magnánimo, solo exigirá tres días de rodillas en la nieve o viendo partidos de fútbol. Pero es preciso el arrepentimiento. Ahí está el problema. Los dos firmantes del artículo-manifiesto no están arrepentidos de nada. Al contrario: piensan seguir con la hoja de ruta. 

Por eso es muy de señalar la lamentable situación de Rajoy: no puede gobernar porque la oposición no le deja, pero tampoco puede convocar elecciones anticipadas porque Cataluña necesita un interlocutor. No otro duelista, como parece pensar El País, sino un interlocutor, alguien que se siente en la mesa de negociaciones en la que están sentados desde hace meses los dos firmantes del escrito. Alguien con autoridad. No con autoritarismo.