dissabte, 18 de febrer del 2017

¿Salida?

Ayer lo decía modestamente Palinuro, que los de El País estaban levitando con la oferta de Mas de escuchar alguna alternativa a la situación en Cataluña. Y tanto. Hoy, la gallina de la alternativa en Cataluña ha puesto un huevo en forma de editorial: una salida para Cataluña. Y dice y urge que hay que "aprovecharla". 

Salvando la gracia de usar el substantivo "salida" cuando se quiere decir "entrada", la alternativa con la que sueña El País no es a la independencia, sino al referéndum y eso parece un error difícil de subsanar. Al menos mientras el nacionalismo español siga sin entender que el apoyo popular en Cataluña a la independencia es la mitad del del referéndum y lo que esto significa. Cosa muy difícil de transmitir a alguien que solo razona en términos de principios, siempre que no se le apliquen a él. 

Absurdo parece que El País bata palmas por la aparición de una posibilidad, la alternativa, que el independentismo ha venido admitiendo desde siempre. Porque quien lucha por cambiar su futuro considera siempre todas las alternativas. El problema no está ahí. El problema está en que quien debe presentarlas, esto es, el gobierno central, no está dispuesto a hacerlo. Una vez más se certifica que la mayor fuente de independentistas es la política del gobierno central.

Allá van leyes do quieren reyes

Toda decisión judicial es susceptible de interpretaciones diversas, hasta contrarias. Incluso dentro de los mismos tribunales. Esta del caso "Noos" como todas. Para unos es un ejemplo de manual de justicia que place al príncipe, al poder político. Para otros, como El País, una vigorosa muestra del Estado de derecho que refuerza la independencia de la justicia en España. Para otros, el asunto no está del todo claro, aunque, por razón del cargo, no puedan ser más explícitos, como cuando el juez Castro dice que no se esperaba este tipo de sentencia. Es una forma de hablar. En realidad es la que esperaba todo el mundo, una sentencia política. Esto no prejuzga su calidad técnico-jurídica. Al fin y al cabo se han necesitado unos siete meses para trabajarla. Estará bien trabajada. Eso también se verá. Pero tiene un innegable efecto político, se quiera o no y favorable a la monarquía. Piénsese en cómo presentar un rey cuya hermana cumple condena por un delito. Está bien que el Estado de derecho impere, como dicen todos, pero sin pasarse. Al fin y al cabo, si el padre de la infanta ahora absuelta es inmune e inviolable, lógico es que algo de esa aura caiga sobre la hija. 

La generosidad de trato al consorte es lo más difícil de justificar. El país está lleno de reclusos con condenas similares o mayores por delitos que todo el mundo opina son menores. El trato de favor parece evidente. La justicia del príncipe, más que justicia, es gracia del príncipe hacia sus allegados y, aunque Urdangarin no es hijo, tampoco es un señor que pasaba por la calle.

En absoluto viene esta sentencia a hacer realidad los deseos de El País. Eso es claro. Pero, se nos dice, es que lo verdaderamente importante, lo que revela la verdad de la igualdad de todos ante la ley no son estas minucias de uno años arriba o abajo de condena, sino el hecho mismo de que personas de real alcurnia puedan ser procesadas como cualquier hija de vecina.  

A la vista está que no fue así desde el principio, ni en el curso de su accidentado desarrollo ni, por supuesto, en su conclusión. Lo sabemos todos. Y cada cual lo interpreta luego como quiere. Per siempre allá van leyes do quieren reyes.

divendres, 17 de febrer del 2017

El procesado habla

El País no cabe en sí de alborozo. Le rebosa en el titular: una alternativa para Cataluña, un punto medio, el equilibrio, lo que todo el mundo valora tanto. ¡Y creencia del independentista Mas! Ese titular es una invitación abierta al gobierno a que indague en dónde se encontraría el áureo punto medio. Una ocasión que debe aprovecharse  por mor de la Patria. 

Dice Mas que la formulación de la alternativa corresponde al gobierno. Obvio. Hay dos polos, según Mas: polo 1: las cosas como están; polo 2: la independencia. Una de las partes está por el polo 2 y la otra no está por el polo 1 (porque acepta que son necesarias reformas de todo tipo) pero sí está contra el polo 2. Ahora bien, en una sociedad democrática no es posible justificar política alguna en función de su negatividad. Hay que proponer algo... una alternativa.

Muchos independentistas verán estas declaraciones como un amago de retirada, como la aceptación de que no haya independencia, como una concesión. Sin embargo, no es otra cosa que doctrina oficial del bloque independentista en el gobierno: hasta el último momento antes del referéndum, está abierto a la negociación con el Estado. Quizá la base del equívoco radique en la fijación del término ad quem, según que sea el referéndum o la independencia, que no son coincidentes. Mas no ha dicho que sea el referéndum, sino la independencia. Pero, el decirlo es de sentido común: el referéndum va de suyo pero uno de sus resultados puede ser un "no" a la independencia.  

La pelota, la patata caliente, la cuenta atrás las tiene el Estado y en su representación, el gobierno. Basar su política en un "no" absoluto al referéndum, sin ofrecer alternativa alguna lleva a la confrontación que, al decir de muchos, es justamente lo que se pretende. Aunque luego diga el señor Albiol que el ejército no entrará por la Diagonal, en un lapsus freudiano. El gobierno se niega a negociar con la Generalitat e incluso la excluye de esa política fantasmagórica a la que llama diálogo y de la que ni él mismo sabe en qué consiste. La idea de la vicepresidenta de que sea posible negociar con los niveles de gobiernos locales, sin duda hablando de cuestiones económicas, es decir, comprándolas, demuestra una ignorancia supina de la naturaleza del movimiento independentista catalán, cosa nada de extrañar si se tiene en cuenta que el PP gobierna en uno solo de los 947 municipios de Cataluña.

A estas alturas, no hay alternativa al margen del referéndum. Porque, aunque el Estado y la Generalitat dieran con una fórmula alternativa entre los dos polos satisfactoria para ambas partes, esa fórmula habrá de someterse a referéndum, a su vez. Será, además, irrelevante que ese referéndum sea a escala española o catalana porque, en definitiva, los únicos resultados que contarán para resolver el conflicto serán los catalanes.

En nombre del partido

Este gobierno ha destruido el crédito de todas los instituciones del Estado, excluida la Monarquía que se ha encargado de destruirse por su propia larga mano. Todo lo demás se ha deteriorado a extremos insólitos: el Parlamento en la anterior legislatura, los medios de comunicación públicos y en buena medida los privados por la vía de las subvenciones, los servicios públicos, la administración de Justicia, el Tribunal Constitucional y, según se ve, también el Ministerio Fiscal.

En este momento, la justicia en España es la justicia del príncipe que nunca tiene nada de justa. El gobierno sigue indultando delincuentes y la Fiscalía General da la impresión de actuar en defensa de los intereses del gobierno y no del interés público. El caso del presidente de Murcia, del PP, al que la Fiscalía ordena no investigar en contra del criterio de las fiscales del lugar, es justo el simétrico al caso del expresidente Mas, cuando la Fiscalía General ordenó investigar en contra del criterio unánime de los fiscales catalanes. Tan errático comportamiento, propio de casuística vergonzante, explica por qué la Asociación Progresista de Fiscales pide la dimisión del ministro de Justicia.

La situación es ya insostenible, entre una policía política como la que estuvo funcionando en la legislatura anterior y un ministerio fiscal al servicio del gobierno y su partido, aquí, de Estado de derecho no quedan ni las migajas.

dijous, 16 de febrer del 2017

La realidad paralela

El viejo adagio latino de verba volant, scripta manent no se cumple en el caso del gobierno del PP en el que los escritos también vuelan, desaparecen, se hacen invisibles. El ministro no encuentra los informes paralelos de la policía sobre el 11-M, el caso Faisán y el asesinato de Marta del Castillo. Ya es misterio. Con el caso Faisán, los medios de la derecha tuvieron agobiado al gobierno de Zapatero y su ministro Rubalcaba; con el 11M tuvieron agobiado al país entero dando pábulo a las hipótesis más delirantes; no sé qué perseguirían con el de Marta del Castillo pero alguna otra maniobra sucia.

Porque desde que llegó la pareja de lunáticos, Fernández y Cosidó, al mando de Interior, los asuntos de esta competencia dieron un giro siniestro, autoritario, represivo. Su culminación jurídica llegaría con la Ley de Seguridad Ciudadana, mejor conocida como Ley mordaza porque constituye un ataque en toda regla a los derechos y libertades de los ciudadanos, singularmente la libertad de expresión y las de reunión, circulación y manifestación. Una ley que pretende convertir a los ciudadanos en vasallos silenciosos. Pero ya desde el comienzo, el dúo arrancó a velocidad de crucero, creando una "brigada paralela" que Zoido acaba de disolver y era una especie de brigada político-social al servicio del gobierno.

La afición del ministro del Interior por valerse de todos los medios imaginables para hostigar y perseguir a los políticos de otras tendencias solo es comparable, al parecer, a su pasión por condecorar vírgenes o mandar a la Guardia Civil de peregrinación a Lourdes.

Hay pendiente de apertura en el Congreso una comisión de investigación sobre la gestión de Fernández Díaz. No es posible que no haya responsabilidades por la froma de resolver el problema de El Tarajal; tampoco por los informes falsos filtrados a la prensa para desprestigiar al entonces alcalde de Barcelona, Trías; tampoco por la grabación de las conversaciones del ministro con un subordinado en las que complotaban para imputar falsedades a los adversarios y destrozar su sistema sanitario; tampoco por el culebrón de la grabación de La Camarga que destapó el caso Pujol.

Rajoy habla siempre de la obligación de cumplir la ley. Esto tiene su miga, aunque no hace ahora al caso. Lo que, sin embargo, no menciona es que las fuerzas de hacer cumplir la ley están dirigidas por un personaje por debajo de toda sospecha. Por ejemplo, la de que ha estado utilizando las fuerzas de seguridad del Estado en beneficio de su partido.

dimecres, 15 de febrer del 2017

Gobernados por delincuentes

Ayer ingresaron en prisión los primeros delincuentes de la Gürtel, Correa, el Bigotes, Crespo, etc. En ella se encuentran otros peperos no menos sinvergüenzas, como Matas o Fabra. Y en el próximo futuro se unirán bastantes más, según vayan viéndose los casos pendientes en los que el PP, una supuesta asociación de malhechores, tendrá que ir respondiendo de sus tropelías y latrocinios a lo largo de los últimos años. Años en que España ha estado gobernada en todos sus niveles por presuntos delincuentes que poco a poco van dejando de ser "presuntos" para convertirse en ladrones sin más. Una situación de escándalo permanente a la que se ha llegado porque, a base de financiarse ilegalmente, el PP ha ganado elecciones que, en realidad, habría que considerar nulas. Sin embargo Mariano Rajoy, representante de esta cuadrilla de facinerosos y a su vez acusado de llevar años cobrando sobresueldos ilegales de la caja B del partido, afirma que la corrupción quedó atrás, cuando la lleva él pegada a sus zapatos, y que es su gobierno el que más ha luchado contra ella, cuando es el que la ha amparado y protegido. 

Contra la corrupción lucha y sigue luchando ejemplarmente el pueblo rumano que ha obligado al gobierno a retirar el decreto que pretendía poner en la calle a cientos de corruptos encarcelados. Ha sido el resultado de manifestaciones multitudinarias y permanentes que ahora tratan de conseguir también la dimisión del gobierno socialdemócrata por su complicidad con la corrupción.

¿Podría pasar algo similar en esta país, gobernado por un partido corrupto con multitud de dirigentes bajo sospecha, acusados o condenados por corrupción? Seguro que no por el grado de resignación apática de la población y la complicidad de los partidos de la oposición según sosteníamos en otro post, cómo hemos llegado a esto. Al contrario, lo que cabe esperar de un gobierno del PP es que en poco tiempo indulte a los delincuentes condenados, como tiene por costumbre. Forma parte de su modus operandi, para dar seguridad a los malhechores en sus filas: "vosotros robad que luego os indultamos". La mafia es siempre solidaria y el partido gobernante en España es lo más parecido a la mafia.

Precisamente para evitar esta práctica, el Congreso estudiará una proposición de ley del grupo socialista que prohibirá los indultos a los delincuentes por corrupción y violencia machista. Todos los grupos parlamentarios apoyan la idea con la que, sin duda, simpatiza la gente en general. Luego llega la letra pequeña: para que se note bien la voluntad regeneracionista de los gobernantes peperos ayer mismo el gobierno indultaba a seis funcionarios del ayuntamiento de Rota condenados por prevaricación. Innecesario decir nada más.

En realidad, lo que el PP ha establecido en España, ya desde los tiempos de Aznar, es un gobierno de rapiña y expolio por partida doble que también ha tocado al PSOE: a) en el orden colectivo, la política neoliberal ha consistido en privatizar todas las empresas que se ha podido (energéticas, telecomunicaciones, etc.) para entregárselas a los amigos quienes, a su vez, supieron recompensar a los políticos privatizadores con suculentos salarios, como el propio Aznar, González y una recua de aprovechados que se han forrado a costa de los contribuyentes y los clientes de las empresas. También han descapitalizado y destruido los servicios públicos no privatizados (singularmente sanidad y educación) para que se lucren otros amigos o ellos mismos; b) en el orden individual, barra libre para que los cargos, militantes y allegados del PP (o del PSOE en Andalucía) roben a manos llenas, malversen, prevariquen y se enriquezcan también a cuenta del contribuyente.

A veces ambos órdenes están entremezclados. Algo de eso hay en la imputación de la cúpula del Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores. ¿O no eran estos, especialmente el ínclito MAFO, los que remachaban de continuo la doctrina neoliberal de congelar o recortar salarios, subvenciones y vetajas del Estado del bienestar; los que con salarios estratosféricos pedían que no se aumentara el salario mínimo? En qué medida también se beneficiaron de los presuntos delitos de Bankia personalmente es algo que ahora tendremos ocasión de averiguar, gracias a la reapertura de un proceso que otras instancias judiciales, más afines al PP, intentaron bloquear.

Dos imputaciones más esperan en puertas, aparte, por supuesto, de las que seguirán cayendo porque, con el PP, España es un país gobernado por delincuentes presuntos o sin presumir. Un país en el que un hombre como Rato pudo ser vicepresidente del gobierno y, mientras se enriquecía al parecer ilegalmente, cultivaba el mito de ser "el milagro español" es, literalmente, un país gobernado por ladrones. Las dos imputaciones que aguardan son las del presidente del PP de Murcia y la del alcalde también del PP de Brunete. Pero vendrán más, muchas más. Y eso que todavía no hemos hablado de la parte que toca a la Iglesia católica en este desbarajuste.

Pero aquí no dimite nadie, empezando por el presidente del gobierno, principal responsable y presunto beneficiario y cómplice de esta realidad de robo, saqueo y corrupción que es hoy España. 

Zafarrancho de combate

Aquí mi artículo de hoy en elMón.cat titulado así, Zafarrancho de combate, aunque en catalán, Xafarranxo de combat y versa sobre lo que ya es evidente. En el congreso a la búlgara del PP este, que no se da por enterado de las recientes condenas a docenas de años de cárcel de algunos dirigentes suyos y otros delincuentes en la Gürtel de Valencia, marca las líneas a seguir en la política española. Lo de líneas es un decir poque se limita a un solo y grueso trazo: aquí no se mueve nada; todo marcha satisfactoriamente; las reformas del PP dan resultado y no se cambiarán, diga lo que diga la gestora del PSOE compuesta por auténticos peperos disfrazados de socialistas y encabezados por esa vergüenza hispana de una caudilla rociera. 

En lo referente a Cataluña que hace apenas dos o tres años no existía en los cálculos políticos del nacionalismo español (del PP y del PSOE) y hoy resulta ser el único problema grave en España, el congreso también ha sido explicito: nada de acuerdo, de negociación, de pacto con el independentismo catalán. Hasta el simulacro de diálogo que invocó hace unas fechas la ratita hacendosa, vicepresidenta del gobierno, ha quedado reducido a unos contactos esporádicos y sin contenido con las autoridades municipales.

El resto: cerrazón oficial y persecución de independentistas por medio de los tribunales, como si la cuestión de la autodeterminación de Cataluña fuera un problema de orden público.

Aquí, la versión castellana del artículo:

Zafarrancho de combate
                                                                                                              
El Congreso de fin de semana del PP, a diferencia del de Podemos, venía marcado por el signo de la unidad. Por si esta fuera poca, se reforzó señalando un enemigo exterior, cosa que aun une más: el independentismo catalán. Desde el comienzo se entonó el himno de la igualdad de todos los españoles, un principio que no se invoca nunca frente a vascos y navarros pero sí frente a catalanes, lo que da una idea de su equidad.

Para la encendida arenga final de Rajoy quedó recordar la obligación universal de acatar y obedecer la ley (la que estableció su partido legislando arbitrariamente merced a su mayoría absoluta). Se añade magnánimamente que cabe reformar la Constitución pero eso es algo que también deben decidir todos los españoles. Los españoles siempre van de todos. Ni mención al hecho de que ese todos contiene un agravio estructural a los catalanes que siempre serán una minoría en él, sometida a la tiranía de la mayoría. Otra vez un asunto de equidad que es justamente lo que trata de resolver la convocatoria de un referéndum.

Nada nuevo, ciertamente. Un discurso para levantar ánimos entre los suyos y cerrar filas. Pero con un lenguaje duro, casi provocativo, como diciendo: “independentistas, aquí no se mueve nada”. Lo resumía con inefable silogismo la vicepresidenta hace unos días: “no habrá referéndum porque España es una democracia.” Carece totalmente de sentido, pero también carece que hablen de democracia y Constitución los miembros de un partido fundado por un ministro de Franco y en el que militaban también algunos que votaron contra esa misma Constitución.

Dureza e intransigencia que denotan espíritu de confrontación. Tras dejar claro que no hay negociación posible (porque con la soberanía del pueblo español no se mercadea), se cavan trincheras y se toman posiciones en zafarrancho de combate. Por si acaso, los intelectuales y juristas orgánicos del régimen como aves rapaces, incitan al empleo de la legislación de excepción sin más dilaciones.

Hasta la oferta de “diálogo” que encabezó la vicepresidenta y no pasó de ser una apuesta retórica ha sufrido una nueva rebaja. Sáenz de Santamaría parece entender el diálogo en asuntos meramente administrativos con las autoridades locales, dado que de asuntos de soberanía no cabe hablar. Es obvio: un cierre de posiciones a la espera de la reacción del bloque independentista.

Para avivar más el conflicto, el Estado mantiene la política de judicialización y no está dispuesto a paralizar la política represiva. Tampoco se molesta gran cosa en disfrazar de acción jurídica un proceso que es eminentemente político, como quedó suficientemente demostrado en las sesiones de la comparecencia de Mas, Rigau y Ortega, caracterizadas por una evidente animadversión del tribunal y la fiscalía. Como político será el proceso que se prepara contra la presidenta del Parlament, Carme Forcadell. Político y con un alto contenido simbólico.Y tal parece ser la nueva orientación en esta línea del frente. Basta con ver a quién han propuesto como presidente del Tribunal Constitucional, un ultraconservador, miembro del Opus y con diecisiete años de diputado del PP en el Congreso. Nadie puede pensar en serio que esta cacicada contribuya a restablecer los inexistentes prestigio y autoridad del Tribunal Constitucional, cada vez más claramente concebido como un órgano político dirigido contra el independentismo catalán.

Es de prever que, dentro de la lógica de la confrontación, la cerrada negativa del gobierno, alentará las posiciones de los sectores más radicales del independentismo, que pedirán adelantar la convocatoria del referéndum.  Responder al zafarrancho con otro zafarrancho, una posibilidad que puede acabar convertida en una necesidad. En ese espíritu habrá que entender la afirmación de Puigdemont con motivo del día de la radio, de que bien pronto se escuchará por este medio la proclamación de la independencia de Cataluña.

La legitimidad de la hoja de ruta es tan incuestionable como su inevitabilidad. El bloqueo de la situación aconseja acortar los plazos por cuanto mantenerlos significa entrar en el juego de desgaste de acción/reacción de un Estado sin proyecto que solo trata de ganar tiempo mediante el uso torticero de una legalidad de parte. 

dimarts, 14 de febrer del 2017

¿Cómo hemos llegado a esto?

Mientras Rajoy era reelegido presidente del PP por mayoría búlgara, en Valencia caía una cascada de años de cárcel a algunos de los principales de la Gürtel, Correa, el Bigotes, una exconsejera del gobierno de Camps, etc., todo galaxia PP, primer partido en comparecer como acusado en un proceso penal. Y no un partido cualquiera, sino el partido del gobierno. El partido del presidente reelegido por aclamación y cuya comparecencia en otro procedimiento penal vuelve a solicitarse para que aclare su relación con la caja B de su organización de la que, supuestamente, cobraba unos sobresueldos, acusación que no se ha refutado, que yo sepa y que debería haber supuesto su dimisión fulminante desde que se conoció el cambalache.

La corrupción generalizada no se reduce a estos casos. Ayer mismo, al tiempo que el partido, comparecía en la causa la exministra de Rajoy, Ana Mato, quien trató de hacerlo prácticamente incógnito y resultó no saber ni recordar nada, como siempre. Hace un par de días, también, se sabía que Rodrigo Rato, exvicepresidente del gobierno de Aznar venía al parecer defraudando a Hacienda desde desde 2004 a 2015. Métanse en un saco, por no hacer el relato interminable los múltiples casos de otros cargos, cargazos y carguillos del PP que llevan años deleitando las sobremesas televisivas: Camps y sus trajes; Matas y su palacete; González y su ático; Fabra y su aeropuerto para peatones; Granados y la Púnica; Barberá y su Ayuntamiento. Añádanse también sendos procelosos elencos de otros acusados de corrupción en la rama valenciana y, sobre todo, la madrileña, poblada de personajes curiosos.

Rancho aparte ha venido teniendo el increíble caso Bankia, protagonizado por el no menos increíble amigo de pupitre de Aznar, Blesa, aficionado a los safaris, como Hemingway. Una estafa de proporciones ciclópeas, con decenas de miles de afectados, lo que provocó ese rescate de Bankia que se ha hecho a costa de la hucha de las pensiones. Todo ese Monipodio celebrado a todo lujo en una francachela a cuenta de las black. Cuando el asunto fue a parar a la alta inspección del Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el resultado llevó a imputar no a Bankia sino a los directivos de las dos entidades ya se verá con qué alcance.

Las vueltas que da la vida. En tiempos del gobierno de Felipe González, el gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, acabó en la cárcel. Por entonces se consideró que se había llegado al límite de lo soportable en materia de corrupción. Que te robe el gobernador del banco central es como para dudar de la racionalidad y eficacia de los mercados de razón neoliberal. 

La situación hoy es muchísimo peor. En tiempos de González, este estuvo a punto de ser llamado en el proceso de los GAL. En estos, Rajoy puede ser llamado por otro tipo de motivo. La corrupción es estructural y apabullante. La cuestión es, en efecto, ¿cómo hemos llegado a este extremo? Se me ocurren varias razones concomitantes: en primer lugar porque la sociedad tiene una umbral de tolerancia de la corrupción muy alto y una conciencia ciudadana muy baja. Entretenernos en esto sería prolijo y también innecesario porque es opinión generalizada. En segundo lugar por una llamativa  incuria de los partidos de la oposición que son cualquier cosa menos oposición. Su falta de beligerancia permanente contra la corrupción del partido del gobierno prácticamente los hace cómplices. Y, en tercer lugar, unos medios abrumadoramente a favor del PP. Los audiovisuales públicos son centros de propaganda del gobierno y su partido. Los privados, pese a algunos escarceos, al servicio de la derecha, como la prensa de papel. Función de investigación de la corrupción del poder, cero.

A todo esto debe añadirse un profundísimo sentido caciquil de la política, impuesto por el presidente de los sobresueldos que lleva toda su vida ejerciendo de político profesional gracias a sus pragmáticas (algunos dirían "cínicas") formas de proceder. Su gobierno ha abolido de hecho el principio de separación de poderes, desnaturalizado la democracia, colonizado las instituciones y politizado a su favor la administración de justicia. Y ha anulado el principio de rendición de cuentas de los gobernantes. Un verdadero destrozo.

Así es como hemos llegado a esto. Y parece muy difícil remediarlo.

dilluns, 13 de febrer del 2017

Unidad y humildad

Justo los rasgos más obviamente ausentes en Podemos en general y en su secretario general en particular.

Podemos no es ni podrá ser jamás unitario porque está concebido como un mosaico, como un conglomerado de fracciones ideológicas y territoriales que conservarán una apariencia de cohesión mientras tengan expectativas razonables de repartir cargos, prebendas, poder. Y, aun así, tampoco es seguro que el frágil equilibrio que se establezca a raíz del congreso dure mucho tiempo. Es ingenuo pensar que en un conflicto como el vivido por la formación morada, con unos vencedores por avasallamiento y unos vencidos sin paliativos, las aguas vuelvan a su nunca muy tranquilo cauce. Es iluso creer que los primeros resistirán la tentación de perseguir y acabar con los contrarios y que los segundos no soñarán con la revancha, con torcer las decisiones colectivas o con alzarse por su cuenta.

Desde luego, la ingenuidad y la ilusión son rasgos del fanatismo que Podemos inspira a sus seguidores, fervorosos creyentes en el carisma del jefe, un curioso retorno a la enajenación y arrebato de los viejos movimientos milenaristas que se creían desaparecidos. Pero, por muy intensa que sea la pasión acrítica de los acólitos, la dura realidad de los comportamiento colectivos oligárquicos de los partidos se acabará imponiendo.

En realidad, ya lo ha hecho. La lista de los diez candidatos más votados refleja el desequilibrio de la formación: ocho son de obediencia ciega y total a Iglesias, en especial el segundo, Echenique, quien cambió el espíritu anticapitalista como antes había abandonado el de Ciudadanos, para situarse a la vera del ganador, criterio de escasa elegancia pero mucho provecho. Se añaden los tres de más edad o generación veneranda, Navarro, Julio Rodríguez y Cañamero, los tres ligados por una relación personal con Iglesias, e Irene Montero, en situación similar, pero más intensa. Los únicos con algo de peso y autonomía propia, Mayoral y Alberto Rodríguez, también son incondicionales del líder. La tendencia de Errejón (por cierto, desplazado ominosamente al tercer puesto) solo cuenta con dos cargos: él mismo y Rita Maestre. Ninguno para los anticapitalistas, que se conforman con dos en lugares muy inferiores de la lista de elegidos. Y, por supuesto, como cabe esperar del machismo de Podemos, solo dos mujeres y las dos en relaciones personales pasadas o presentes con alguno de los siete-machos de los diez primeros puestos de la direccion. Se le puede llamar como se quiera, dirección, comité, comisión, círculo, en realidad, es un grupo compacto al servicio del líder, una máquina de matar, políticamente, se entiende. 

La aplastante victoria de los neocomunistas de Iglesias ya garantiza la unidad reclamada por las bases, pero no que esa unidad no se haga a costa de las maltrechas espaldas de los errejonistas y, les guste o no, de los anticapitalistas, cuya actitud en esta contienda no ha sido precisamente gallarda.

¿Y qué decir de la "humildad"? A la vista y oída está luego del discurso de Iglesias. Vaya por delante que esa táctica de resumir un resultado electoral beneficioso con una aparente y compungida autocrítica y propósito de enmienda lo hacen todos los políticos. Es parte de su oficio. En 1993, Felipe González había "entendido el mensaje": en realidad, no había entendido nada. En 2004, Zapatero prometió que "no fallaría": fue lo primero que hizo algobernar, fallar. En 2011, Rajoy iba a gobernar sin recortes y no paró de hacerlos hasta la fecha. Las promesas de los políticos al ganar las elecciones (que interpretan siempre como un cheque en blanco) resisten tanto como las plumas al viento. Y, en el caso de Iglesias y la promesa de humildad choca además con su caracter altanero, ególatra y autoritario, el que le hizo postularse para la vicepresidencia del gobierno en diciembre de 2016 y el que le movió a anunciar su dimisión si el congreso no respaldaba sus pretensiones, en una especie de chantaje sentimental copiado del de Felipe González en el famoso XXIX Congreso del PSOE.

La consigna de la victoria, unidad/humildad, apenas durará lo que se tarde en depurar a quienes han tenido la osadía de oponerse al criterio de la jefatura. Luego llegarán los otros elementos de la realidad con la que habrá de bregar una organización que ya se ha definido taxativamente en el panorama político español como el intento de resurrección del comunismo camuflado en IU. La federación dirigida por Garzón ahora tendrá que buscarse alguna retorcida excusa para su habitual bronca interna, cuenta habida de que en Iglesias ha encontrado alguien más papista que el Papa siendo el Papa, el gran enemigo del PSOE, Anguita, referente intelectual de Iglesias según propia confesión de este. 

La promesa de humildad abre camino al firme propósito de seguir siendo útiles a la "mayoría social". Y aquí está el punto vano, si no directamente delirante, del discurso del vencedor: ¿qué mayoría social? Todos los analistas coinciden en algo que Palinuro lleva meses, años, diciendo: si Podemos comete el error de aparecer como los walking dead de IU y del añoso Partido Comunista, retornará a los humildes porcentajes del voto que cosechaba Anguita en sus mejores momentos. La presunción ahora -y no es nueva, porque ya se formuló para ir a las fracasadas elecciones del 26J de 2016- es que, dada la pavorosa crisis del PSOE, esta vez sí, esta vez se dará el sorpasso y los viejos comunistas podrán por fin, hacer realidad su sueño de destrozar a la socialdemocracia que, en el fondo, es su único objetivo.

Dos breves consideraciones, que ya está alargándose en exceso este post: a) lo más probable es que esta crisis del PSOE sea pasajera, que el partido de Pablo Iglesias se recupere y que no haya sorpasso alguno, pero la izquierda quedará dividida y la derecha gobernando; b) si la crisis no es pasajera y se da el sorpasso, la izquierda seguirá tan dividida como antes y la derecha también continuará gobernando. Porque el comunismo, aunque se vista de mona mediática, no gana elecciones democráticas en parte alguna. Pero posibilita el gobierno del PP, cosa en la que le ha salido un competidor, el PSOE, que rivaliza con el otro en dar paso a la derecha.

diumenge, 12 de febrer del 2017

De caudillos y masas

El de ayer fue un día dedicado a la exaltación del carisma, del culto a la personalidad, de glorificación del heroico líder en las principales fuerzas políticas del extraño sistema político español. Un sistema político que tan pronto parece un bipartidismo difunto como un bipartidismo resurrecto. Por supuesto, cada una de esas fuerzas, el PP, el PSOE y Podemos, escenifican la glorificación del caudillo o caudilla, según sus circunstancias y características.

El PP se encuentra en un congreso de autocomplacencia. Solo hay un candidato a la presidencia y, una vez este elegido prácticamente por unanimidad llamada búlgara, procede a nombrar a los demás cargos del partido a dedo, como corresponde a los democráticos tiempos que nos ha sido dado vivir. El jefe hoy indiscutido, el artífice de cuatro prodigiosos años de mayoría absoluta, gobierno absoluto y que hoy promete otros cuatro de igual o superior prosperidad sin mayoría absoluta pero con la inestimable alianza con el PSOE, el otro partido dinástico. En el momento de los encendidos discursos se pronunciaron las sentencias en el primer juicio de la serie Gürtel que envían a la cárcel a una serie de delincuentes y miembros del partido, a veces personas distintas, a veces las mismas. Pero da igual: las noticias desagradables del exterior no entran en el multitudinario y agradecido cónclave del partido del gobierno. Sí, parece que en algún otro siglo, en otro país de ubicación imprecisa, hubo unos episodios de corrupción galopante. Pero eso no reza con nosotros. Según dice el Jefe, el partido ya pagó en las urnas el precio de la corrupción. Queda media docena de procesos pendientes de la Gürtel y la Púnica y el inefable Bárcenas, pero es de suponer que tampoco afectarán a la alta estima en que el PP se tiene a sí mismo. Solo hay una pequeña nube: si en alguno de los procesos que quedan se llama a declarar a Rajoy a cuenta de los sobresueldos en B. Téngase en cuenta que es el único secretario general del PP que todavía no ha declarado ante el juez. Los otros, anteriores y posteriores a él, ya lo han hecho, ¿Por qué no él?

En el caso del PSOE no ha sido un congreso sino un evento precongresual, una exhibición de músculo, dicen los medios, para que Susana Díaz compruebe a la par que muestra sus apoyos para la aventura de la SG, algo que nadie en el fondo cree factible excepto ella que irradia seguridad en sus más altos ambicionados destinos: tengo ganas, dice, apuntando a la SG sin mencionarla. Y me encanta ganar, añade, mirando ya a la presidencia del gobierno. No es un discurso conceptualmente rico sino, más bien, un par de exabruptos elementales pero seguramente lo que juzga conveniente la interesada para movilizar sus apoyos. Porque su principal apoyo es ella a misma, esa especie de ciega convicción que transmite con la fuerza del caudillaje de que le corresponde ganar por ser ella, quintaesencia del alma socialista de Triana. Ciega convicción, fuerza silenciosa casi telúrica, capaz de defenestrar un SG en veinticuatro horas y postularse sin más como su sustituta. Los apoyos de ayer, sobre todo alcaldes. El acto, una especie de alcaldada. Sobre todo porque carecía de justificación que no fuera el interés de la junta gestora por hacerle la campaña a Díaz sin que lo parezca. La exaltación de la caudilla no recompensaba los méritos pasados, como en el caso de Rajoy, sino los futuros, los que acumulará una vez haya sido votada por las bases en unas malditas primarias que la buena mujer no encuentra modo de soslayar.

El congreso de Podemos pone la nota sentimental, de color narrativo. El enfrentamiento clásico en las izquierdas entre una orientación más radical, revolucionaria, jerárquica, disciplinada y otra más moderada, reformista, democrática, easy going, pero ambas igualmente caudillistas lo ha invadido todo. Asombrados los militantes y dirigentes (y no se hable ya de los simpatizantes y votantes) de que les estuviera pasando a ellos lo que pasa a todo el mundo, salieron al ámbito público con los más divertidos (y previsibles) discursos: que no era cierto, que eran invenciones del enemigo, que la canallesca, ya se sabe. Que sí era cierto y lamentable y había que remediarlo. Que toda división es mala, todo enfrentamiento, dañino. (Lo cual tiene gracia para gente que siendo marxista en muchos casos, debieran horrorizarse menos al encontrarse ante lo que siempre predican como fuente del progreso, la contradicción). La propia historia de la organización, que resume su identidad, obliga a recomponer la unidad. Y así, a los gritos de las masas entregadas, hubo que escenificar una recomposición de la unidad del caudillo bicéfalo más falsa que los abalorios de las Indias. El congreso de Vistalegre II parecía un funeral. Y lo parecía porque lo era. El funeral correspondiente al entierro de la sardina: todos los excesos y demasías del pasado quedan sepultados y amanece un nuevo día de la mano del amado líder a quien sus fans identificaban con el mismo proyecto de Podemos cuando afirmaban que si Iglesias caía, caería Podemos.

Tebas en el fondo del tiempo

Otro acierto de mi Universidad, la UNED: la exposición Tebas: los tesoros de una ciudad milenaria a las puertas del desierto, que estará hasta el 24 de febrero en el vestíbulo de la biblioteca. En realidad es un proyecto que se realizó con motivo de un congreso de egiptología de la Universidad de Castilla-La Mancha en 2015. Pero tuvo tanto merecido éxito que ha venido exhibiéndose desde entonces ininterrumpidamente en diversos lugares, de forma que esta de ahora debe entenderse como una etapa más en el periplo.

La exposición consta de 33 paneles con fotos y textos y varias vitrinas con libros sobre los distintos aspectos de la antigua cultura egipcia. Comisariada con acierto por los colegas Inmaculada Vivas Sáinz y Antonio Pérez Largacha, no es sencilla de ver porque los textos son prolijos, documentados y rigurosos y su lectura puede llevar casi dos horas si uno quiere, además, casarlos con las fascinantes imágenes que se ofrecen. Pero sin duda merece la pena para quien, como Palinuro, sea un fervoroso aficionado a las antigüedades egipcias, a las que siempre se acerca con una mezcla de reverencia, admiración y su punto de inquietud por lo radicalmente cercano y lejano de su espíritu. 

Los momentos que los organizadores han elegido ilustrar en la milenaria historia de esta ciudad, capital del antiguo Egipto, prácticamente rescatada de las arenas del desierto son múltiples y con una vocación totalizadora, de forma que el visitante sale cumplidamente informado de todo: las tumbas, las mastabas, los templos, las artes, los cultivos, las industrias, las clases sociales, las momias, la religión, las escrituras, los complicados dioses, las creencias, etc. 

Imposible dar cuenta de todas ellas, así que me limitaré a señalar brevemente las que más me han interesado. Por supuesto, empezando por el templo del millón de años o templo eterno de Ramsés II, el que Champollion bautizó como Ramesseum, con sus más de 3.000 años (construido hacia el 1270 a.C.), al oeste de Tebas, y sus impresionantes pilonos. A poca distancia se encuentra el prácticamente desaparecido de Amenhotep III (Amenofis, para los griegos), también a este lado del Nilo y frente a Luxor. Su interés reside en las dos gigantescas estatuas del faraón, llamadas colosos de Memnón, uno de los cuales, como se sabe, "canta" al amanecer razón por la cual los griegos le pusieron ese nombre. Este Amenhotep III fue el padre de Amenhotep IV, quien cambió su nombre por Akhenaton, el célebre faraón revolucionario que trocó el politeísmo tradicional por el monoteísmo. El esposo de la también famosa Nefertiti, fue sucedido, tras algún tiempo de incertidumbre, por su hijo Tutankhaton que cambió a su vez su nombre por Tutankhamon para subrayar el fin del monoteísmo de Aton y el retorno al politeísmo presidido por Amon. De todas formas, este regreso a la tradición y la obediencia no le libró, así como a su padre y sus otros hermanos, de ser eliminado de la lista oficial de faraones, a iniciativa de Horemheb que pretendía borrar la memoria misma del monoteísmo. 

A Tutankhamon, en concreto al descubrimiento de su tumba en 1923, se dedica especial atención en la muestra, porque la aventura de su descubridor, Howard Carter, un arqueólogo y egiptólogo inglés autodidacta tiene, mutatis mutandis, el interés y la grandeza de la historia de Heinrich Schliemann y su descubrimiento de Troya, aunque quizá no su trascendencia.

Las noticias, textos e imágenes sobre el Valle de los Reyes y el de las Reinas son de gran interés y en ellas cobra vida la historia de Hatshepsut, la mujer de Tutmosis II, quien reinó como faraón y quiso ser enterrada junto a su padre, Tutmosis I, para quien mandó construir la primera tumba real (KV20, en la terminología moderna inglesa) en el Valle de los Reyes. No debe, sin embargo, pensarse que el caso de Hatshepsut fuera en modo alguno extraordinario. Antes y después de ella hubo otras mujeres que reinaron como faraones, tampoco tan extraño en un país en el que los faraones se casaban con sus hermanas, con un escaso respeto por la famosa prohibición universal del incesto. Sí es cierto, sin embargo, que esta Hatshepsut reinó sobre una especie de edad de oro sobre todo en materia de construcción.

La exposición ilustra cumplidamente sobre los más intrincados aspectos de la vida religiosa y la mitología egipcias, el conocido como libro de los muertos, en realidad libro de la salida del día, que contiene las instrucciones, oraciones y jaculatorias para los complicados ritos funerarios del país nilótico, cosa nada extraña si se tiene en cuenta que abrían el paso a una creencia en la que se mezclaban alegremente creencias místicas con postulados rotundamente materialistas. Ese libro, del que hay abundantes y muy diversas versiones, contiene ilustraciones tan bellas y características de la cultura egipcia como los libros de horas de la gótica europea. Solo la contemplación de la imagen en la que Osiris preside sobre el pesaje del corazón de un difunto en el juicio del más allá mientras Anubis hace de psicopompo justifica la visita a esta magnífica exposición en la que se aprende mucho.

dissabte, 11 de febrer del 2017

Los años de la inocencia

Justo al conocerse las penas recaídas sobre los acusados en el primer juicio de la serie Gürtel, estaba Cospedal arengando a los delegados de su partido reunidos en congreso. Debe reconocerse a esta señora un valor, un arrojo, casi se diría un atrevimiento superior a lo habitual. Daría para una posible imaginaria y elegante contestación a la famosa línea de Macbeth: "Me atrevo a todo lo que hace a un hombre; quien se atreva a más, no lo es." Efectivamente, es una mujer. La poderosa dueña manchega, a quien toca siempre bregar con las peores fieras adversarias de la tranquilidad y la prosperidad conservadoras, poner la cara en las circunstancias más difíciles y acuñar genialidades que dan para una chirigota pública en diferido.

Desde luego, el valor es innegable. Hacer un elogio público (aunque sea a un auditorio entregado) del principio de presunción de inocencia en el momento en que los delegados veían en Twitter que estaban cayéndoles trece años a Correa, doce al Bigotes, nueve a una exconsejera de Camps, denota temple y valor. Según se acumulaban los años de condena a gentes de su partido, otrora respetados personajes invitados a la boda escurialense de la hija de Aznar, elevaba la voz la secretaria general afirmando una y otra vez su fe en la presunción de inocencia. Algún malage podría insinuar la sabiduría del "dime de qué presumes y te diré de qué careces". Pero no es necesario. Presunción viene de presumir que tiene tres significados en castellano. El segundo y el tercero se refieren a la intención de atribuirse dotes, habilidades, virtudes, que no se poseen. Seguramente los que aquí correspondan. 

La imagen de un partido de gobierno con unos dirigentes administrando el Estado y otros cumpliendo condena o a punto de hacerlo por haberlo administrado en su propio provecho deja atónito a cualquiera. Y más habrá en el próximo futuro, cuando se juzguen las otras partes de la Gürtel, o la Púnica o la caja B del partido, causa reabierta por decisión judicial, en la que quizá haya de comparecer el presidente Rajoy debido a los sobresueldos. El mismo al que Cospedal peloteaba ayer atribuyéndole el solo mérito de haber llevado al PP al triunfo contra todo pronóstico y al gobierno después gracias a la abstención del PSOE, partido penetrado del sentido de la responsabilidad dinástica. 

Por cierto, es curioso eso de llamar Bigotes al Bigotes. Tengo curiosidad por saber si, al informar sobre la Gürtel madrileña, los medios también llamarán Albondiguilla al Albondiguilla

El Congreso se clausura, sin duda con un peán de victoria, el domingo. El lunes siguiente comparece a declarar como acusada la exministra Ana Mato, la que no veía el Jaguar estacionado en el garaje de su casa, que debe de ser como los campos elíseos, ni sabía cómo se pagaban los viajes de la familia entera. En todo caso, no hay problema, va moralmente sostenida por la presunción de inocencia.

Entrevista en el ABC sobre Podemos

Subo a Palinuro una breve entrevista que me hizo ayer Enrique Delgado para el ABC  con fotografías de Isabel Permuy. Está en el apartado de "Madrid" del periódico, que es donde ahora trabaja Delgado. Estaba interesado en mi opinión sobre la oferta que, al parecer, hiciera Iglesias a Errejón de que se postulara como candidato a la alcaldía de la capital, sucediendo así a Carmena. 

Parece evidente que la propuesta trataba de apartar al segundo a la vía muerta de la alcaldía de la capital. Más o menos lo que hizo el PSOE en su día con Tierno Galván, también personaje molesto para los intereses creados, como Errejón. De ese modo, además, Iglesias conseguía dos objetivos en uno: deshacerse de Errejón y de Carmena al mismo tiempo. Y no sé cuál le parecería más apetecible. Porque si Errejón es molesto para el pintoresco carisma de Iglesias, la independencia y libertad de juicio de Carmena no le permiten capitalizar en su interés el gobierno municipal de Madrid. 

También hablamos de lo que pueda suceder en Vistalegre II. Hoy he visto muchas noticias y comentarios al respecto en las redes. Dice Delgado, con ingenio, que, como buen politólogo, no arriesgo un vaticinio. En realidad, no merece la pena. Podemos está fracturado; pero no en dos bloques sino, cuando menos, en cuatro: Iglesias y sus neobolcheviques, Errejón y sus institucionistas, Urbán y los "anticapis" y la matrioshka de IU, con el PCE dentro de ella. 

No pudieron ni pueden ni podrán.

divendres, 10 de febrer del 2017

Estado de corrupción

¿Es válido el resultado de un juego en el que se demuestra que la parte ganadora hizo trampas? El ganador, el campeón, pierde los títulos. ¿Por qué se da por válido el resultado de unas elecciones que se ganaron gracias a la financiación ilegal? No hay más "razones" que la arbitrariedad por la parte ganadora y la sumisión por la perdedora. Pero no es de recibo. En un Estado de derecho no es de recibo.

La cuestión es si España puede considerarse un Estado de derecho. Empecemos por arriba. El Senado rechaza la petición de Compromis de que el Estado responda si se pagaron "aventuras cárnicas" del rey Juan Carlos con dinero público. Ya solo la pregunta nos introduce en un jardín pintoresco, pero la respuesta de que esa información no puede facilitarse por ser materia reservada sujeta a la ley de secretos oficiales lleva el pintoresquismo a niveles surrealistas. ¿Por qué son "materia reservada" y "secreto oficial" los escarceos amorosos del anterior Borbón reinante de los que habla todo el mundo en la televisión, incluidas sus protagonistas? Notable tufo a ridículo. Y de Estado de Derecho, nada. ¿Por qué no puede conocer de cierto, por fuente oficial, la ciudadanía las alegrías del Rey con presuntos dineros públicos? Los del silencio suelen argumentar el art. 53,6 de la Constitución, el que hace inviolable y no sujeta a responsabilidad la persona del Rey. Ya es insólito un Estado de derecho en el que hay alguien por encima de la ley. Pero es que, además, es estúpido porque no se trata de si el Rey es o no inviolable sino de si tiene el derecho a gastarse el dinero de la ciudadanía sin dar cuentas por ello. Una cosa es ser inviolable y otra incognoscible. Claro que tampoco ha comentado nadie en la Casa Real la noticia publicada hace ya año en Forbes sobre la supuesta fortuna de Juan Carlos de 1800 millones de €. La inviolabilidad y la irresponsabilidad no producen invisibilidad.

Es un Estado de derecho en el que muchos cargos políticos del partido del gobierno pasan más tiempo luchando en los tribunales que gobernando. Y son docenas. En todos los niveles. Y las causas son siempre corrupción, malversación, apropiación indebida, cohecho, etc. Algunos jueces que han llegado a imputar al partido como persona jurídica lo tienen como una asociación con ánimo de delinquir. Es verdaderamente curioso que un partido parecido a una asociación de malhechores administre un Estado de derecho. Se percibe cierta incongruencia: un partido en el que han tenido importantísimas funciones de gestión personas como Fabra, Granados, Matas, Mato, Rato, Camps, Barberá y muchísimos otros de menor relevancia no parece el medio más idóneo para gobernar un Estado de derecho.

Sobre todo porque, además, si algo ha caracterizado la reacción del PP ante la corrupción ha sido una disonancia cognitiva total desde el primer momento. En el terreno declarativo pasó de negarlo todo ("no un montaje del PP sino un montaje contra el PP") a ponerse al frente de la manifestación y acaudillar el regeneracionismo con algunas normas anti-corrupción de las que nadie hacía el menor caso. En el terreno de la acción torpedeó sistemáticamente la acción de la justicia (destrucción de pruebas, mala fe procesal, etc) y encubrió cuanto pudo a los imputados, acusados o condenados.

En este terreno del encubrimiento -que genera una desconfianza grande de la gente en las instituciones democráticas- se juega todo el Estado de derecho. Si a día de hoy, el presidente del gobierno recibe a los familiares de las víctimas del Yak42 con catorce años de retraso y con ello, aunque sea vergonzantemente, se admite la responsabilidad del Estado (o sea, de Trillo, que aún no ha pedido perdón), esos catorce años ¿no han sido de encubrimiento?

Y es el caso que tal parece ser el contenido de la pelea en el PSOE, sobre si Estado de derecho sí o no. El campo de Susana Díaz, la Gestora, los medios, los barones, etc lleva al PSOE a la gran coalición en la que de hecho ya está. El mantenimiento de la alternancia de los dos partidos dinásticos, los dos leales a la III Restauración. La candidatura de Sánchez trae apoyos de naturaleza muy distinta, procedente de las bases, los militantes y da la impresión de que se orienta más a una alianza de la izquierda que restaure más que la monarquía el Estado de derecho en el que todos somos libres e iguales ante la ley y nadie está por encima de ella. La tercera candidatura, la de López, no acabo de encontrarle perfil propio.

Por eso importa tanto a todo el mundo la solución del conflicto en el PSOE.

Hoy, Palinuro conferencia en "Recupera socialismo"

Hoy, viernes, a las 19:00 los amigos de Recupera socialismo inauguran su sede social, en Ferraz 10, a escasos metros de la oficial del PSOE, actualmente en manos de la junta golpista, llamada "gestora". Se trata de militantes de izquierda y críticos con la línea de Rubalcaba/Díaz/Jiménez de entrega del PSE al PP. Entre ellos, hay muchos afines a Pedro Sánchez pero, no solo a él sino sobre todo, afines a la idea de devolver la dignidad al PSE, hacer unas primarias limpias, sin trampas y sin intelectuales orgánicos cantando las alabanzas de la derecha.

Los miembros de esta opción han organizado una primera mesa de debate a la que han invitado a Pau Marí-Klose, Ramón de Marco y un servidor. Me considero muy honrado de aparecer en compañía de gente tan interesante y notable y espero estar a la altura de las circunstancias. Siento gran respepto por la gente abierta, que quiere escuchar puntos de vista distintos y debatir sobre ellos. Sobre todo siento mucho respeto por quienes, a su vez, respetan la independencia de criterio y juicio que algunos mantenemos a toda costa, incluida la de no caer simpáticos a ninguno de los establishments ideológicos y políticos, ninguna de las cuadras que compiten en una carrera ficticia, hecha de ambiciones personales, nulo interés por el bien común y confusión permanente entre convicciones y conveniencias. Siempre, claro, en detrimento de los sectores populares a los que dicen representar, por los que dicen interesarse y de los que lo único que quieren son los votos para hacer almoneda con ellos.

Este tipo de actos, surgidos de la actividad espontánea de la gente, organizados y sostenidos por los esfuerzos personales de los militantes son los auténticos y verdaderamente interesantes a mi juicio. Nada que ver con las mascaradas que, desde los órganos del PSOE, e organizan a mayor gloria de la caudilla andaluza, una política profesional cuya ambición es inversamente proporcional a su competencia y capacidad. Pero no importa: todos los organos oficiales del PSOE están a su servicio, bien desde la sede central o bien desde las sedes provinciales en los que se fletan autobuses con el dinero de todos para traer a la capital a una cohorte de mariachis a que hagan sombra a la campaña de Pedro Sánchez, a cuyos mítines acuden voluntariamente más militantes de los que jamás irán a escuchar a Díaz Por cierto si yo fuera del partido o seguidor de Sánchz le diría que deben querellarse contra un uso tan injusto de los recursos de todos. Si hay autobuses para traer gente de Andalucía o Aragón a aplaudir a esta arribista sin principios, ¿no les de vergüenza a los socialistas de que, en cambio, nadie, absolutamente nadie en los aparatos del partido haga un solo gesto, por pequeño que sea, de apoyo a Sánchez.

Ignoro si hay algo que pueda indignar más a uno de izquierda que la injusticia, la desigualdad y la arbitrariedad.

Así que allí nos vemos mañana, a ver si conseguimos que se acabe esta vergüenza de que unos golpistas mendaces hayan prostituido millones de votos de la izquierda para favorecer a la derecha.

(Cada vez que veo a alguno de estos pavos mintiendo en las redes acerca de su "valiosa oposición" y de cómo ha beneficiado a no sé cuántos millones de personas, me pregunto cuál será la recompensa por apuñalar a un líder por la espalda, entregarse incondicionalmente al enemigo y colaborar en la explotación y opresión de la  clase a la que se dice representar). 

dijous, 9 de febrer del 2017

Lost in translation

El profundo ridículo de la conversación telefónica entre Trump y Rajoy se reduce con la crudeza de los números a esa diferencia en cantidad de palabras que cada parte emplea en su comunicado de prensa: 70 en el caso de los EEUU y 375 en el de España. El inglés es un idioma más conciso que el castellano y todos los traductores saben que cualquier texto en la lengua de Shakespeare vertido al español tiene aproximadamente un veinte por ciento más de palabras.  Los hispanos suelen ser verbosos, sobre todo cuando no tienen nada que decir, como es habitualmente el caso de Rajoy, pero no tanto como para pasar de un veinte por ciento a un 500 por ciento. No han entendido lo mismo de la conversa o no han dicho lo que dicen que han dicho, lo cual no es de extrañar pues las carencias del inglés de Rajoy son chirigota nacional, o todo ha quedado perdido en la traducción. Y no solo perdido, sino confundido. Una sucinta ojeada al contenido de ambos comunicados demuestra que, si hablaron, no se escucharon o no se entendieron porque las dos notas mencionan temas distintos.

La Moncloa dice que Rajoy se ofreció como interlocutor con América Latina y con Europa. Así, sin más, sin complejos. En el comunicado yanqui, ni sombra de la interlocución. En las redes circulaba la célebre foto de un consejo europeo allá por 2014 en la que se ve a Rajoy solo en una mesa mientras todos los demás asistentes, detrás de él, están en animadas conversaciones. Un hombre que solo conversa consigo mismo es difícil mediador. Pero ayer mismo Evo Morales, presidente de Bolivia, le respondía en un educado tuit que América Latina no requiere de interlocutores. Apañado va el oferente Rajoy: en un sitio no puede y en el otro no le dejan. Habrá empleado muchas palabras para explicar por qué ofrece algo que no tiene.

Pero eso da igual. En la nota gringa, Trump se interesa por la situación económica española y esta desgracia que tenemos de presidente sale fanfarrón afirmando muy orondo que este año crecemos un tres por ciento. En lugar de echar un llorada, asegurando que estamos en números rojos y más pobres que las ratas. Porque lo que hizo acto seguido el estadounidense al ver que nos va tan bien, fue pedir que los Europeos y España en concreto aportemos más a los gastos de la OTAN. Nosotros, hasta un dos por ciento del PIB. Una burrada. Eso no aparece en la nota española, pero hay quien dice que el gobierno estaba preparando el terreno para obedecer las órdenes del jefe transatlántico aprobando un incremento considerable en el presupuesto de Defensa.

El diálogo sobre los dineros se daba al tiempo que, según los papeles hechos públicos también ayer mismo en el proceso de Rodrigo Rato, este debe de manejar sumas considerables. Entre otras presuntas aventuras que desafiarían la sagacidad de Rouletabille y Sherlock-Holmes juntos, parece ser que, según juraba el cargo como vicepresidente del gobierno, fundaba una sociedad con sus hermanos, llamada COR que prosperó a través de las más complicadas y alambicadas relaciones entre políticos y empresarios que, en el caso de Rato se incorporaban en una sola persona con dos naturalezas, como Cristo aunque seguramente al revés. No son la naturaleza humana y la divina, sino la del buen y la del mal ladrón entendidas en sentido literal: el ladrón que roba bien y el que roba mal. Pero ladrones los dos. Podían ambos dar algún consejo al atribulado Rajoy en esta hora de necesidad; al fin y al cabo fue él quien nombró a la esposa de Rato directora de los Paradores Nacionales, con un sueldo estratosférico, de esos de 150.000 o 170.000. Y eso que hay crisis y no queda dinero para los dependientes.

No encontró momento Rajoy en su inglés para empezar a interlocutar mencionando a Trump el caso de México. Deja el asunto para mejor momento, la próxima vez que se vean a tomar unas cañas. Coincide este olvido con los que debieron aquejar al ex-número dos de la Policía, Eugenio Pino, llamado a declarar por el juez que instruye el caso Pujol a causa e un misterioso pen drive que acaba de aparecer con información nueva que podría derivar en la anulación de aquella causa. Todo en relación con este pen drive cuyo origen parece ser el propio Pino, aunque este ha intentado encasquetárselo a todos los demás. Lo está investigando Público con unas crónicas impresionantes de Carlos Enrique Bayo, de esas que te enganchan.

En el fondo, la conversación telefónica estaba patente y patéticamente desequilibrada. Para Trump, un asunto de puro trámite en el que probablemente leyó al teléfono las cuestiones que le mostraban en cartulinas los ayudantes. Para Rajoy fue un paso más en el sendero a la gloria del estadista. Nada menos que mediador entre los EEUU y América Latina y Europa y eso pesar de darse ese notorio problema con el idioma, como dice la prensa yanqui. Es una pena que la conferencia fuera solo telefónica cuando podía haber sido una vídeoconferencia en que ambos interlocutores pudieran verse. Y Rajoy podría tomar clases de desenfadada gesticulación cuando se padece dificultades con la lengua de la celebérrima intervención de Ana Botella en la candidatura de los Juegos Olimpicos.

Mañana, ciclo de conferencias en Ferraz, 10

Mañana, viernes, a las 19:00 los amigos de Recupera socialismo inauguran su sede social, en Ferraz 10, a escasos metros de la oficial del PSOE, hoy enteramente en manos de la junta golpista, llamada "gestora". Se trata de militantes de izquierda y críticos con la línea de Rubalcaba/Díaz/Jiménez de entrega del PSE al PP. Entre ellos, hay mucho afines a Pedro Sánchez pero, sobre todo, afines a la idea de devolver la dignidad al PSE, hacer unas primarias limpias, sin trampas y sin intelectuales orgánicos cantando las alabanzas de la derecha.

Los miembros de esta opción han organizado una primera mesa de debate a la que han invitado a Pau Mari-Klose, Ramón de Marco y a un servidor. Me considero muy honrado de aparecer en compañía de gente tan interesante y notable y espero estar a la altura de las circunstancias. Siento gran respepto por la gente abierta, que quiere escuchar puntos de vista distintos y debatir sobre ellos. Sobre todo siento mucho respeto por quienes, a su vez, respetan la independencia de criterio y juicio que algunos mantenemos a toda costa, incluida la de no caer simpáticos a ninguno de los establishments ideológicos y políticos, ninguna de las cuadras que compiten en una carrera ficticia, hecha de ambiciones personales, nulo interés por el bien común y confusión permanente entre convicciones y conveniencias. Siempre, claro, en detrimento de los sectores populares a los que dicen representar, por los que dicen interesarse y de los que lo único que quieren son los votos para hacer almoneda con ellos.

Este tipo de actos, surgidos de la actividad espontánea de la gente, organizados y sostenidos por los esfuerzos personales de los militantes son los auténticos y verdaderamente interesantes a mi juicio. Nada que con las mascaradas que, desde los órganos del PSOE, e organizan a mayor gloria de la lideresa andaluza, una política profesional cuya ambición personal es inversamente proporcional a su competencia y capacidad. Pero no importa: todos los organos oficiales del PSOE están a su servicio, bien desde la sede central o bien desde las sedes provinciales en los que se fletan autobuses con el dinero de todos para traer a la capital a una cohorte de mariachis para que hagan sombra a la cmpaña de Pedro Sánchez, a cuyos mítines acuden voluntariamente más militantes de los que jamás irán a escuchar a Día. Por cierto si yo del partido o seguidor e Sánchz le diría que deben querellarse contra un uso tan injusto de los recursos de todos. Si hay autobuses para traer gente de Andalucía o Aragón a aplaudir a esta arribista sin principios, ¿no les de vergüenza a los socialistas de que, en cambio, nadie, absolutamente nadie en los aparatos del partido hace un solo gesto, por pequeño que sea, de apoyo a Sánchez.

Ignoro si hay algo que pueda indignar más a uno de izquierda que la injusticia, la desigualdad y la arbitrariedad.

Así que allí nos vemos mañana, a ver si conseguimos que se acabe esta vergüenza de que unos golpistas mendaces hayan prostituido millones de votos de la izquierda para favorecer a la derecha.

(Cada vez que veo a alguno de estos pavos mintiendo en las redes acerca de su "valiosa oposición" y de cómo ha beneficiado a no sé cuántos millones de personas, me pregunto cuál será la recompensa por apuñalar a un líder por la espalda, entregarse incondicionalmente al enemigo y colaborar en la explotación y opresión de la  clase a la que se dice representar). 

dimecres, 8 de febrer del 2017

El drama de la izquierda

Salta a a la vista. Ni separadas ni unidas tienen verdaderas perspectivas las izquierdas. Es cierto que unidas sobre los porcentajes del CIS llegarían al 40,3% y superarían al PP. Pero, a su vez, estarían por debajo del posible 45,4% de una unión PP-C's que ya se da de hecho. 

Así se refleja la realidad en los descarnados números. Si luego nos adentramos más en las cuestiones ideológicas, los dos partidos de la izquierda están desgarrados cada uno por un conflicto interno que no les deja prosperar.

Podemos es la vieja izquierda de inspiración comunista, repentinamente rejuvenecida por una forma audaz y revolucionaria de empleo de los medios, tanto los audiovisuales clásicos como las redes. Esta presencia mediática tan potente fue arrolladora en un primer momento y luego se ha acabado convirtiendo en un handicap por sobreexposición desde muy diversos puntos de vista que aquí solo cabe mencionar de pasada: saturación de imágenes y consignas, sobre todo si se reiteran y no se renuevan, confusión de mensajes incluso contradictorios, luchas por la notoriedad, etc.

La expectativa generada al principio de constituirse en una nueva izquierda por encima de las dos tradicionales comunista/socialdemócrata se truncaría amargamente en las elecciones de 20 de diciembre de 2015 y se convertiría en parón y cuenta atrás cuando Podemos se fundió en el abrazo de la muerte con IU en las elecciones del 26J de 2016 y tampoco consiguió el sorpasso, al que había sacrificado todo, incluso su supervivencia. Podemos tenía un techo de cristal. Unidos Podemos, también. Está por ver qué suceda en el Congreso de Vistalegre II, aunque probablemente la bronca se mantendrá y, si el partido no se escinde, arrastrará una existencia sobresaltada pero irrelevante mientras retorna a las cuotas electorales que tenía IU en tiempos de Anguita.

En el PSOE las cosas no pintan mejor sino quizá peor. Tanto que, precisamente, una de las esperanzas de Podemos es que los socialistas no se recuperen. A lo mejor no es preciso esperar el anhelado sorpasso sino que la divina providencia lo procura consiguiendo que en el PSOE las distintas corrientes se entrematen. No siendo esto así, la batahola actualmente en marcha en el partido del viejo Pablo Iglesias está siendo muy animada y, al darse en gran medida también a través de las redes, muy participativa. La maniobra de los golpistas del 1º de octubre: conspiración palaciega, defenestración del SG y constitución de una comisión gestora pertenecía al mundo analógico de las partidas de dominó en el casino, más que al digital de comunicación universal. 

En realidad, esta pugna apunta a una cuestión de fondo, estratégica, del socialismo, un enfrentamiento entre una idea de partido dinástico, fiel a los principios de la Constitución de 1978 en su interpretación más restrictiva en el aspecto territorial y otra de un partido que recoja la tradición socialdemócrata de izquierda y se ofrezca como eje para articular una posible unidad de la izquierda. Esa es la apuesta de fondo: un partido que quiere conservar el sistema como está (y al que se acusa de connivencia con el PP) y otro que quiere reformarlo sustancialmente, aunque sin romperlo. 

Según interpreta El País, el electorado valora esta actitud sensata del PSOE y la premia, de lo que el diario se siente muy feliz porque coincide con su línea editorial. La posibilidad de una victoria de Pedro Sánchez en las primarias pone de los nervios al establishment político-mediático. Tanto que, desconfiando (con holgada razón) de la capacidad de Susana Díaz y/o Patxi López de frenar el "ciclón" Sánchez, los más inquietos anden buscando un cuarto nombre en el que confiar.

Los índices de popularidad son muy dignos de considerar. Siempre he dicho que es la parte más valiosa de las encuestas pues es donde los encuestados se sueltan más, dicen la verdad porque les es cómodo y es más fácil opinar sobre personas que sobre ideas. Por eso siempre me ha llamado mucho la atención la distancia que media entre la entrega de los medios a Pablo Iglesias y la baja consideración en que la gente lo tiene, a diferencia de los suyos que lo adoran. Literalmente. Y en la valoración popular está por debajo de Rajoy.

La solución no son los tribunales

Mi artículo de hoy en elMón.cat, titulado La justicia del enemigo sobre este desafortunado proceso político a Mas, Rigau y Ortega. Argumentaba Mas en su comparecencia que el Tribunal Constitucional (TC) nunca le advirtió de las consececuencias de no obedecerlo. Y aquí está precisamente el punto neurálgico de este procedimiento. El TC no podía advertirle de las consecuencias de no obedecerlo porque no las tenía. Hasta la reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional por Ley Orgánica 15/215, de 16 de octubre, no existía el delito específico de desobediencia al Tribunal Constitucional. La dicha reforma de la Ley Orgánica del TC facultaba a este para velar el cumplimiento de sus decisiones pero no podría aplicarse al Govern de la Generalitat porque eso sería retroactividad de una norma penal. Por eso, la querella interpuesta por la Fiscalía catalana por exigencia especial del Fiscal General del Estado tira del Código Penal y trata de encajar el comportamiento de la Generalitat en el delito de "desobediencia grave" a cualquier autoridad. Y eso es lo que habrá que probar. 

Al margen de estas cuestiones de detalle, aunque sean básicas, el procedimiento contra Mas, Rigau y Ortega tiene una función eminentemente intimidatoria y es el arranque de una vía anti-independentista basada en la represión judicial que no conducirá a ningún sitio, salvo a iniciar un nuevo símbolo emancipador, concentrando en la persona de Mas el significado de la lucha de un pueblo.

Aquí la versión castellana del artículo:

La justicia del enemigo
                                                                                                             
El juicio a Mas es clara y fundamentalmente político. También tiene una base jurídica que, aunque discutida, es la única que podría darle cierta legitimidad. Las tres personas encausadas (Mas, Rigau, Ortega) lo son por cuatro supuestos delitos: desobediencia, prevaricación, malversación y usurpación de funciones. La desobediencia al Tribunal Constitucional es aquí lo más importante. Pero no es este el que puede substanciarla porque, cuando se cometió el presunto delito, todavía no se había aprobado la reforma de la Ley Orgánica de dicho tribunal (2015) que lo convierte en tal, permite obligar al cumplimiento de sus decisiones y castigar la desobediencia.  

El procedimiento se abre pues en la jurisdicción ordinaria con la querella que ordena presentar el Fiscal General del Estado el 21 de noviembre de 2014 por la celebración de la consulta del 9N de 2014 y en contra de la opinión unánime de la Junta de fiscales de Cataluña, con su Fiscal Jefe a la cabeza. Una clara imposición política –concretamente, gubernativa- a cuenta de la dependencia jerárquica de la Fiscalía. Y una injerencia más del ejecutivo del PP en los procedimientos judiciales. Su prueba evidente es esa reforma de la Ley Orgánica del TC, que el PP hizo aprobar por el procedimiento de urgencia, sin consulta al Consejo de Estado y con la presencia del señor Albiol, que no era ni diputado, amparado en  la mayoría absoluta de que disfrutaba su partido en la legislatura anterior. 

Quede para otro momento la consideración de la oportunidad o inoportunidad de la reforma. Ciertamente, se trata de un punto más en el largo sendero de desprestigio y descrédito del TC que hace años funciona en la práctica como un instrumento del PP, sobre todo a cuenta de Cataluña. Y es esta obsesión del Estado español por disfrazar de legalidad sus decisiones frente al independentismo catalán la que va a caracterizar el desarrollo de este proceso en el Tribunal Superior de Justicia catalán, como se han encargado de evidenciar las distintas partes concernidas y que en su primera sesión ya ha acumulado suficientes indicios de su índole política.

Efectivamente, el independentismo, ha hecho bandera de la vertiente reivindicativa de este proceso, lo ha convertido en un clamor de protesta al interpretarlo como un ataque a los derechos de los catalanes y las competencias de sus órganos representativos. La marcha multitudinaria de los acusados hasta el tribunal tiene el valor de un acto simbólico en el proceso para la fabricación de una leyenda y un martirologio. Nada alimenta más las reivindicaciones nacionalistas ni la unidad de sus partidarios que la experiencia de sentirse atacados por un enemigo común. 

Porque si la politización del acto por los acusados fue evidente y hasta desafiante, no menos lo fue la de los acusadores. La animadversión del presidente del tribunal, Jesús María Barrientos hacia el expresidente de la Generalitat fue patente cuando interrumpió la declaración de este para recriminarle desabridamente que formulara preguntas cuando solo es un acusado. Sin embargo, Mas no había hecho tal cosa sino que había recurrido a una figura retórica, llamada erotema, esto es, una pregunta que no espera respuesta, pero que sirve para afianzar su razonamiento, lo cual es totalmente lícito.

Este proceso está rodeado de todo tipo de recursos políticos mejor o peor intencionados. Durante el fin de semana se produjo un nuevo operativo del Guardia Civil en contra de la presunta trama del 3 por ciento que se saldó con la puesta en libertad de los detenidos, quienes ya anuncian posibles querellas por detención ilegal. La coincidencia de fechas podría tratar de proyectar la sombra de la corrupción sobre el proceso político que se abrió el lunes. De hecho, es frecuente que los medios españoles deslicen la sospecha de que el juicio a Mas no es por su independentismo y su presunta desobediencia sino por la trama de corrupción del tres por ciento. Una insinuación tan cargada de mala idea como las interpretaciones de que los más de 40.000 asistentes a la marcha de Mas al Tribunal (según la Guardia Urbana) no eran espontáneos, sino que estaba movilizados por las autoridades catalanas.


La politización de la causa se hace más evidente cuando se observa que en lugar privilegiado, inmediatamente detrás de Mas y “chupando cámara”, como dice la prensa, estaba sentada una persona que es cargo público de la FAES, destacada activista unionista con una ideología de extrema derecha y a la que, por razones todavía sin explicar, se permitió hacer lo que los mossos d’Escuadra impedían hacer a los demás asistentes, por ejemplo, fotos de dentro a fuera del edificio.

Sustituir el diálogo y la negociación políticos por la acción de los tribunales para resolver problemas eminentemente políticos es un dislate al que es muy aficionado el autoritarismo español. Su inevitable resultado será legitimar la causa independentista y ganarle más apoyos sociales al tiempo que las instancias judiciales españolas hacen el ridículo. Sobre todo en la esfera internacional.