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divendres, 6 de novembre del 2015

Ciudadanos ¿Qué y quiénes son?



Mi amigo Antonio Pérez acaba de publicar un gran artículo sobre Ciudadanos, Los nietos de Franco se hacen libertarianos, en el que analiza las propuestas políticas y económicas del partido de Rivera y llega a la conclusión de que son copias, plagios, de las de los llamados libertarians en los Estados Unidos y también anarco-capitalistas. Estos nombres designan a quienes quieren acabar con la teoría económica keynesiana y el Estado del bienestar y sustituirlos por la teoría económica neoclásica, la economía de la oferta y el retorno a un Estado no intervencionista al que llaman Estado mínimo en la expresión de Nozick, su más conocido filósofo.

Son las tesis de Ludwig von Mises y la llamada escuela austriaca, de Friedrich A. von Hayek y de sus variopintos seguidores, los Friedman, Hazzlitt, Lepage, Sorman, Martin, Gilder, Laffer, Rothbard, etc. y la batería de economistas que teorizó la política económica de Reagan y Thatcher en el asalto y desmantelamiento del Estado del bienestar.

Junto a esta cara seudolibertaria o libertariana, C's presenta otra política que Pérez llama neofranquista y que, asimismo encaja en otros modelos procedentes del extranjero, esto es, el carácter retrógrado y reaccionario de los neoconservadores gringos, empezando con el magisterio de Leo Strauss (a veces se tilda a sus seguidores de leoconservadores)  al que se suman los Kirk, Buckley, Kristol, Podhoretz, Wolfowitz, Horowitz y, por supuesto, políticos indeseables como Newt Gringrich o Donald Trump, agresivos y racistas.

Se añade un muy considerable dominio del ámbito público y presencia permanente en los medios. Estos se les han rendido por orden de los bancos que son quienes los controlan. Es curioso qué alto grado de publicidad ha alcanzado un partido de carácter oscuro en cuanto a su origen, funcionamiento interno y, por supuesto, financiación. Hay un peligro evidente para la democracia en el hecho de votar a un grupo cuyas cuentas no están claras y que oculta sus relaciones peligrosas en el pasado y sus apoyos actuales.

Como oculta su programa. Es preciso estar atentos a las ocasionales declaraciones de sus dirigentes para barruntar sus intenciones y con frecuencia se desdicen sin grandes escrúpulos cuando intuyen que pueden perder votos porque lo suyo es puro oportunismo. Tomando pie en lo que los de C's han dicho en algún momento, los ciudadanos deben esperarse: copago en la sanidad, copago en la educación, aumento de impuestos indirectos, recortes de subvenciones, condiciones draconianas para los parados y aplicación de las doctrinas de la FAES, como supresión del sistema público de pensiones y sustitución por planes privados o supresión del subsidio de desempleo. Estas medidas se amparan en la batería de falsedades con ínfulas teóricas que esta escuela suelta a los cuatro vientos, desde infinidad de think tanks, fundaciones, círculos, asociaciones, cátedras, medios e iglesias: que el Estado del bienestar es insostenible; que la sanidad pública también y todos los servicios públicos por sobrecarga fiscal del Estado;  que lo público es siempre un despilfarro; que lo privado funciona mejor, es más barato y eficaz; que deben derogarse todas las limitaciones normativas de la libre competencia en un mercado sin controles; que la redistribución es ruinosa y los programas sociales, contraproducentes y/o fuentes de corrupción. Son discursos machacones que repiten como papagayos l@s comunicador@s a sueldo de la derecha.

El neoconservadurismo es la pareja de baile del neoliberalismo, esto es una concepción reaccionaria y retrógrada del sistema democrático y sus valores y principios a base de reducir o negar los derechos y libertades de los ciudadanos, la tolerancia, el multiculturalismo, la educación cívica, así como de implantar interacciones sociales autoritarias y creencias morales y religiosas oscurantistas y represivas. Nada de replantear las relaciones de la Iglesia y el Estado o de poner en marcha las políticas de la memoria histórica que liberen de una vez a la sociedad del peso del franquismo. Parece curioso pero en la derecha española nacionalcatólica más obtusa de la historia han ido a confluir estas dos corrientes reaccionarias al mismo tiempo con un discurso consistente en tratar a la población como menores de edad, desprestigiar la política de partidos (por eso rehúyen la palabra) y pedir a los electores que confíen en ellos, los técnicos y especialistas. Y hagan lo que recomendaba su referente Franco: no meterse en política. Algo que también aconsejaban en su peculiar estilo los falangistas españoles que estos de C's reproducen con bastante fidelidad.

El resultado es un remake del PP con treinta años menos, menos pinta cuartelaria y mucha más capacidad de engañar mediante recursos retóricos y un fuerte impacto mediático perfectamente organizado y llevado a la práctica.

Un peligro para la democracia.

diumenge, 1 de novembre del 2015

Sondeos según deseos.


A dos meses de las elecciones hay dos formaciones emergentes de ámbito estatal tomando las medidas de todo, presidiendo las comisiones de investigación, exigiendo auditorías de cualesquiera gestiones allí donde tienen voz y presencia en las instituciones. Someten a los dos partidos dinásticos, singularmente al PP, el más extensa y directamente involucrado en la gobernación del Reino, a un marcaje estrecho y hacen exhibición de una notable habilidad mediática para darse a conocer e imponer su presencia en la esfera pública. La juventud y buena facha de sus dirigentes ayudan a ambas formaciones a conseguir un impacto social muy superior al que tienen los dos partidos dinásticos tradicionales que son como carretas desvencijadas, tiradas por bueyes cansinos, incapaces de competir con la agilidad y la destreza de las cuadrigas de los recién llegados. El sistema de partidos puede estar cambiando y es demasiado pronto para saber cómo quedará después de las elecciones de 20 de diciembre.

Y más lo será si se añade la complejidad de un conflicto abierto en Cataluña de unas dimensiones inéditas hasta la fecha y consecuencias imposibles de prever en España. No deja de ser interesante que los dos partidos predominantes en el sistema español PP, PSOE, sean casi irrelevantes en el ámbito político catalán, entre otras cosas porque tienen una evidente función sucursalista,.

Los vaticinios y las extrapolaciones no sirven para nada. La teoría de la foto fija, tampoco. No solamente porque las proyecciones que se hacen se valen de un material difícil de asimilar e interpretar sino también porque en muchos casos no son otra cosa que predicciones muy en línea con los intereses de quienes las encargan. Es inevitable, no porque quienes elaboran los sondeos sean unos malandrines sin escrúpulos, dispuestos a falsear la realidad por un puñado de euros, sino porque en toda relación de subordinación salarial hay una búsqueda de elementos de seguridad que nunca puede darse por conseguida por entero. El que paga manda. Pareciera que ello resta crédito al trabajo demoscópico al estar todo él sesgado, pero no es así. El lector crítico puede hacerse una buena idea de lo que esté pasando leyendo todos los sondeos generalmente bastante contradictorios y corrigiendo luego las datos con una hábil ponderación que tenga en cuenta los datos ofrecidos y la orientación ideológica  del medio que los publica.

El sondeo de Metroscopia para El País relativo a Cataluña, más que ilustrativo, es desiderativo. No refleja lo que los catalanes piensan, sino lo que El País quiere que piensen y, como la telepatía no goza de buena salud, simplemente se les presenta diciendo lo que conviene. La idea de que un setenta por ciento de los catalanes está en contra de lo que ese mismo setenta por ciento votó hace un mes no para grandes barras en los principios de coherencia y perseverancia y mueve un poco a risa. El mismo porcentaje o, incluso, mayor, quiere que Mas abandone la presidencia. En ello coinciden de nuevo con los más fervorosos deseos del diario, que culpa a Mas casi en solitario de la vía catalana a la independencia, También hace coincidir una abrumadora mayoría de electores con los deseos de la CUP aunque seguramente no porque se postule una radicalización del discurso popular en Cataluña sino porque se ignora quiénes o qué son la CUP.

En cuanto al sondeo de hoy, referido a la situación española, la regla se cumple. El partido de Rivera, cuyo rostro barbilampiño de lindo don Diego expuesto por doquier empieza ya a atacar los nervios de los españoles, alcanza una intención de voto en todo coincidente con los poco ocultos deseos de El País de verlo suceder en el gobierno a la anticuada asociación de presuntos malhechores del PP. Este, a su vez, se mantiene sólidamente en cabeza, a pesar de que quien lo dirige carece de ella y si por algo se ha hecho notar en el ánimo del electorado es por su mendacidad, su arbitrariedad, su incompetencia y su corrupción. Teniendo Rajoy la valoración popular más baja y las expectativas puestas en él tan deplorables, la alta intención de voto que los acompaña sin duda es un intento bien intencionado aunque pelín manipulado de ponerlo a la par con el PSOE.

Las relaciones de El País con su antiguo partido de la máxima predilección, el PSOE, han ido deteriorándose a medida que la gestión de Cebrián hundía económicamente el diario, obligándolo a pagar sueldos millonarios a los cargos electos, incluido desde luego, el suyo. La necesidad no permite diversiones. El infiel PSOE que, en tiempos de Rodríguez Zapatero, trató de montarse un grupo propio de comunicación fue condenado a un tratamiento distante y poco empático y actualmente está abocado a las tinieblas exteriores, víctima del avance arrollador del partido del remilgado catalán con un discurso de centro político tan auténtico y sincero como una declaración de Rajoy bajo juramento.

Habiendo pasado mal que bien la prueba catalana, Podemos obtiene un respiro de El País, quien lo cultiva dándole una segunda oportunidad de recuperación. Los datos de este sondeo, sin embargo, se recogieron antes de que el presidente de los sobresueldos convocara a los partidos a la formación de un frente patriótico español que tiene toda la pinta de una de esas berlangadas que monta este político/cacique de casino de pueblo. Ahora sabemos que Podemos, en un alarde de inteligencia, se ha desmarcado del frente nacional español. Lo hace argumentando que solo él tiene la llave de la unidad de España, pero esto es inofensivo porque no es verdad. Nadie tiene esa llave, que no existe pero, al menos, permite que el partido morado no derive al azul como el PSOE y pueda mantener la intención de voto de quienes queremos votar a una izquierda en España que no esté identificada con la tradicional oligarquía nacionalcatólica que lleva siglos esquilmando el país.

Es verdad que, tras animar al hombre que dice gobernar España a tomar medidas ante la repentina peste separatista, el socialdemócrata Sánchez no ha caído en la trampa de firmar un ridículo Pacto por España, propuesto por Albert Rivera, el hijo de la FAES y el Ibex 35. Distanciándose del más descarado neofranquismo, el PSOE puede conservar alguna tenue esperanza de que, efectivamente, el gran éxito de Ciudadanos sea mandarlo al tercer lugar y eso si Podemos no se recupera lo suficiente porque, si lo hace, quizá el PSOE podría pensar en refundarse tras haberse convertido en un sumiso partido a las órdenes del trono y el altar..


dimarts, 20 d’octubre del 2015

Una visión de Ciudadanos y Rivera.


Ciudadanos lleva nueve años en política en Cataluña. No es un partido caído del cielo y su dirigente, Albert Rivera, tampoco. Y mucho menos de un guindo. Posee experiencia, sabe jugar, tiene aguante y, lo más decisivo, conoce a sus adversarios mejor que ellos a él.

Esa ha sido hasta ahora su baza principal, que en estos diez años desde que consiguieron tres diputados en las elecciones catalanas en 2006, hasta comienzos de este 2015, Rivera y C's eran prácticamente desconocidos en España.

Ya no. Un repaso de su historial en resultados electorales revela una trayectoria ascendente, discreta, sostenida, con algún altibajo, pero significativa. En las autonómicas de 2010 mantuvo sus tres diputados, con un 3,39% del voto, pero en las de 2012 los triplicó (7,56% y 9 diputados) y, finalmente, en las de este año, ha dado la campanada con 17,93% y 25, segundo partido del Parlament, por delante de los socialistas y de los infelices de Podemos.

Eso en Cataluña. Pero C's se ha visto siempre como un partido español y ha estado presentándose en diversas convocatorias con variada fortuna hasta que esta le ha sonreído este año y se prepara para el asalto decisivo en las próximas de diciembre. En las generales y andaluzas de 2008 (0,18% y 0,13% del voto respectivamente) se quedó fuera de ambos parlamentos. Nuevo fiasco en las europeas de 2009, en que se presentó en coalición con Libertas y Miguel Durán de cabeza de lista. Con tanto revés, prefirió no presentarse a las generales de 2011. Tampoco las municipales se le daban bien: 13 concejales en Cataluña en 2007 era para llorar y más aun en 2011, si bien aquí se encendió una lucecita de esperanza porque el partido consiguió algunos ediles fuera de Cataluña.

Las autonómicas de 2012, fueron el comienzo. Después, la escalada: 2 diputados en las europeas de 2014 (las que lanzaron a Podemos a "asaltar los cielos"), notable avance en las andaluzas de este año, con 9,28% del voto y 9 diputados de 109, decisivos para gobernar Andalucía. Las subsiguientes municipales y autonómicas de 2015, pedrea de cargos en toda España, que ha hecho determinante el partido de Rivera en varios lugares, por ejemplo, en Madrid. Las autonómicas plebiscitarias catalanas de este año han convertido C's en un partido central.

Los sondeos le son muy favorables y la valoración popular de Rivera en los barómetros del CIS es altísima, un 5,2, muy por delante de los demás líderes, incluido el prematuramente declinante Iglesias, y a distancia sideral del hombre de los sobresueldos en La Moncloa.

Del desconocimiento a favorito de todas las apuestas.  Pero C's no sale de la nada, no improvisa, no es producto de las cogitaciones de un grupo de profesores doctrinarios. Lleva diez años de brega y en territorio hostil. Está fajado. Ha tropezado, ha caído, se ha levantado y aquí está ahora, dispuesto a mantener un cara a cara televisivo con la estrella rutilante de las medios que, de pronto, aparece no solo "cansado", como él mismo tuvo la ingenuidad de confesar a Rivera, sino ajado, antiguo. Tanto que el propio Rivera, en un gesto de vencedor nietzscheano, sin piedad con el caído, pide ahora un debate con Rajoy y Sánchez, ignorando ya al dirigente de Podemos.

En estas condiciones, es lógico que los focos se centren ahora en este recién llegado que casi aparece salido de la nada. Con susto y sorpresa, la opinión descubre que no sabe nada de un hombre que en dos meses puede convertirse en el presidente del país. Y lo curioso es que seguirá sabiendo muy poco. Carece de pasado y casi de presente y, como Parsifal, ni él mismo sabe de dónde viene cuando llega al castillo de Monsalvat. Las búsquedas en hemerotecas y bases de datos apenas dan resultados. Hasta Wikipedia falla. Sus informaciones son escuálidas, casi inexistentes y, cuando se explayan algo más es para embellecer la figura de este político de 35 años que flota en el vacío, lo cual levanta suspicacias, pero no impide que su expectativa de voto sea muy alta y vaya en ascenso. No es un personaje tan puro y limpio como el virginal Galahad, pues se le conocen algunos pecadillos, pero en conjunto es tan intachable como Parsifal.

La buena facha lo acompaña. Su cartel in puribus para las elecciones de 2006 causó buen impresión y se quedó en la memoria visual colectiva. No tanto el que se reproduce aquí para las generales de 2008, en las que fracasó. Y con razón. La imagen tira de la metáfora de España enferma terminal salvada por la competencia médica de C's, igual que el espantoso pestiño que ha plagiado el PP para las de este año. La repulsión que ambas propuestas despiertan viene del hecho de que visualizan esa idea costista del cirujano de hierro, que tanto gustaba al dictador Primo de Rivera y que suelen acariciar las mentalidades autoritarias, proclives al fascismo, como las del PP y, a mi juicio, este Rivera. Pero, salvado este bache, el líder de C's tiene buena pinta, de las que gustan en televisión, resulta más favorecido que sus inmediatos competidores, Sánchez,  Iglesias y, por supuesto, Garzón, porque se ajusta mejor al canon de la nada sonriente que cautiva a unas audiencias incapaces de seguir un discurso de más de sesenta segundos.

Esa presencia positiva, atractiva, sin ser rutilante ni deslumbradora, la del Juan Español bien vestido, repeinado, sonriente, atento con las damas y solícito con los ancianos, tiene la magia der ocupar toda la pantalla y no dejar sitio a posteriores indagaciones. El hombre no tiene pasado grave que echarle en cara y los repetidos intentos de fabricarle una militancia en el PP o connivencias con grupos fascistas o claramente xenófobos (aunque alguna haya habido) son contraproducentes porque dan a entender que no hay nada que pueda criticarse en su discurso. Es mucho más eficaz, porque es real y cuenta, la coincidencia de C's con el PP a la hora de no condenar el franquismo ni el asesinato de Lluís Companys o la de negarse a abolir las corridas de toros, lo que propició que saliera en hombros de la afición de la plaza.

Pero justamente, estas negativas apuntan a un factor decisivo en la oferta ideológica de C's: el partido es de origen catalán pero de ambición española; habla siempre para público español, incluso cuando lo hace desde Cataluña. Reúne en una sola oferta una parte de Cambó y otra de Lerroux. Son catalanes buenos que quieren gobernar España y están dispuestos a terminar con el independentismo y el radicalismo como el emperador del paralelo. La unidad de España vencerá si la mayoría de los españoles vota la opción ideológica más apropiada para ello, la de Ciudadanos.

Así no es la telegenia del mancebo, ni su falta de tachas en el pasado, ni su populismo catalán lo decisivo, no. Lo decisivo son las propuestas ideológicas, el mantenimiento de un tirón doctrinal que instale cómodamente a Ciudadanos en el catecismo hegemónico del neoliberalismo ilustrado, mostrando con absoluto descaro su coincidencia con todo lo que se supone que ha triunfado (las bobadas y simplezas sobre la libre competencia, la flexibilidad laboral, la competitividad, la desregulación, las privatizaciones, etc) y su enfrentamiento con todo lo que ha fracasado (el paro, la pobreza, la desigualdad, la inmigración, etc.) en un juego consistente en apuntarse a todas las victorias y desaparecer de todas las derrotas.

Eso se llama falta de principios, oportunismo y, llegado el caso, juego sucio. Pero también puede considerarse falta de doctrinarismo, escepticismo postmoderno y pensamiento líquido muy apropiado en una época en la que ya nadie cree en los sistemas o los grandes dogmas. C's tiene un relato actual, que huye de toda construcción programática y se aferra a postulados singulares, soluciones concretas que se presentan como hallazgos pragmáticos siempre en pro de un bien común  que se da a entender, pero jamás se explicita.

Así como el PP, su referente, en las elecciones de 2011, presentó un programa falso que no pensaba cumplir y puso luego el verdadero en funcionamiento en una estafa histórica, C's mejora la práctica: dice en todo momento lo que la gente quiere oír y no se preocupa de si es o no contradictorio o si se ajusta o no a su programa porque no tiene programa. Ni verdadero ni falso. Esto le permite opinar sobre todo en una especie de horizonte de neoliberalismo trivial en el que lo más importante es no parar de hablar, no dejar que se haga el silencio y la gente, los electores, reflexionen sobre cuál pueda ser el objetivo de esta densa charla cuyo ruido solo denota el horror al vacío y al silencio de los charlatanes y vendedores de crecepelo. Rivera quiere que lo vean en el centro, igual que Podemos quería que lo situasen en la centralidad política antes de encontrarse a pique de irse por el sumidero de la historia. Pero la gente lo sitúa más bien a la derecha, en un 6,8 de media en la escala ideológica del CIS. Por eso es importante no hacer el vacío en la pantalla y no dejar que la gente encuentre un momento para atar cabos y no dejarse engañar. 

La segura sonrisa de Rivera preanuncia la confianza de Parsifal, el tonto inocente de la historia. Solo que, en mi opinión, de inocente, este no tiene nada.

divendres, 16 d’octubre del 2015

Hagan juego.

Hay que remontarse a las elecciones de 1977 y 1979, casi como de otra era, para encontrar un panorama de ofertas tan abierto como el de ahora. La gente tiene en donde elegir; tanto que parece algo desconcertada.Y los partidos, las ofertas, ultiman sus preparativos en zafarrancho final de escuderías.

Sánchez ha fichado o pescado a Irene Lozano para la lista por Madrid y como asesora directa suya. Es un salto tan prodigioso que nadie se ha atrevido a llamarlo transfuguismo, quizá por pensar que eso solo se da en el orden municipal o porque, en realidad, la legislatura está acabando. Pasar de número dos de UPyD, camino del ocaso de los dioses, a casi número dos del PSOE y hasta ministrable y por teléfono es signo de los tiempos de las telecomunicaciones. Añádanse esas confusas declaraciones sobre las intenciones del PSOE con la reforma laboral y se entenderá que hay mar de fondo en el partido o en lo que quede de él. Las redes lo prueban. Cunde el temor de que el PSOE está tirando de los votantes del PP en preparación de una coalición con la derecha civil, la incivil o, incluso, las dos. Probablemente esta perspectiva tranquiliza a los mercados que desean deshacerse de Rajoy al precio que sea y cuanto antes pero no quieren aventuras por las izquierdas.

Perdidas las ilusiones de una alianza con los barandas de la izquierda de Podemos, Garzón se lanza a la constitución del baluarte Ahora en común que está edificado sobre otros anteriores, primero IU y, más abajo, el PCE. Tres capas en total. Le faltan para llegar a las nueve de la vieja Ilión, pero todo se andará con el paso del tiempo. El joven dirigente se pronuncia en contra de la política espectáculo. Debe de referirse a la abundante presencia mediática de sus rivales. No creo que se refiera a la sociedad del espectáculo, de Guy Debord porque su queja, me malicio, no es por el hecho del espectáculo en sí sino porque lo representan otros y no él.

Los amos del espectáculo, los de Podemos, lo son tanto que han acabado confundiendo los medios con los fines. Los fines son ahora los medios, estar en los medios, vivir literalmente en ellos en una especie de reality show, a punto de convertirse en una serie, algo así como vidas rebeldes. Pero el principio de la realidad, armado con una temible piqueta, está afectando la escasa solidez de una estructura sostenida tan solo en la esperanza de triunfos arrolladores, convertidos en resultados mediocres o catástrofes sin paliativos, como la catalana. Los sondeos les son tan desfavorables que se han sacado uno propio como premio de consolación. Su reto ahora es llegar a diciembre, no como una opción de gobierno sino de mera alianza parlamentaria.

El PP es un desbarajuste de camarote de los hermanos Marx. Los diputados se insultan en el hemiciclo; los ministros se ponen de chupa de dómine; cada cual va a su bola; el presidente viaja por la estratosfera machacando el inglés; y los cargos intermedios están buscando sitio desesperadamente ante un resultado que los deje con la mitad de la representación. Adios cargos, sueldos, sobresueldos, dietas, subsidios y otras gravosas cargas del servicio público. Cómo estará la cosa que han ido a preguntar a C's las condiciones de una posible coalición y Rivera, como Herodías, ha pedido la cabeza del Bautista Rajoy.

Con permiso del PSOE, C's resulta ser el comodín. Por eso, la pelea real es entre estos dos partidos. Los otros tres irán de outsiders, uno por la derecha y otros por la izquierda. PSOE y C's tienen muchos elementos en común. Los iconográficos son obvios: Sánchez y Rivera se parecen, siendo uno como el otro unos años antes o después. Los otros tres se diferencian bastante de estos y entre sí. Rajoy parece sacado de un Blanco y Negro de primeros del siglo XX, Iglesias recuerda un grafitti y Garzón semeja un camafeo.

En cuanto a los discursos, hay menos parecido, pero lo habrá porque ambos lo buscan. C's no tiene programa digno de tal nombre, sino una sarta de propuestas inconexas pero de cierto impacto social y vistosidad. El PSOE parece inclinado a adoptar igual actitud: mensajes breves, claros, aislados. Nada de un cuerpo de doctrina, un programa que nadie lee y solo te lo sacan cuando lo incumples. Frente a esta alada ligereza, las otras tres propuestas son tres fracasos casi avant la lettre. La de Podemos porque lleva pinta de ser un mazacote indigesto cargado de ideología. La de IU porque nadie la entiende. La del PP porque, aunque todo el mundo la entiende, nadie la cree.

De todas formas lo anterior es hablar por hablar. En dos meses pueden pasar muchas cosas. Y pasarán. Por ejemplo, es de esperar que haya más información sobre C's, que es un partido oscuro y rodeado de misterio. Los catalanes lo conocen hace ya nueve años y suelen sostener que es igual que el PP o peor. Pero ha duplicado su representación en el Parlamento. O sea, no lo conocerán tan bien. La cuestión es si el partido puede repetir en las elecciones generales la hazaña catalana. Para decidir algo aquí hace falta mayor información. Y esa mayor información puede influir en sus expectativas de voto en un sentido o en el otro.

Pues eso, hagan juego.

divendres, 14 d’agost del 2015

El trámite del santero.


El santero Fernández, el ministro de la Ley Mordaza, ha pedido comparecer de urgencia para explicar su entrevista con el presunto ladrón y compañero suyo de partido, Rato. Para hablar, o sea para hacer lo que prohíbe a los demás. Su prensa amiga, casi toda la de papel, subraya que comparece a petición propia, lo que, a la vista del escándalo que este payo ha originado, es simplemente una estupidez más de los palmeros del régimen. Comparece arrastrado por su propia ineptitud y porque no le queda más remedio. Trató de evitarlo con un comunicado del Ministerio del Interior que parece redactado por Jardiel Poncela, afirmando que quedaron a jugar a las canicas. El propio Rato lo fastidió -lo suyo ahora es fastidiar lo que pueda- asegurando que habían hablado de "lo suyo". Eso solo puede negarlo el santero Díaz, miembro del Opus Dei, secta en la que nunca se miente salvo cuando hay que mentir. Echó entonces una mano ABC, convirtiendo al supuesto chorizo Rato en una víctima, desvelando que había hablado de la seguridad de su familia, amenazada de muerte. Al final, no le ha quedado si no comparecer a petición propia, o sea, en lenguaje de la derecha, arrastrado por los acontecimientos.

Pero lo hace tan cabreado, tan indignado de que un devoto caballero español, bienquisto de la corte celestial, tenga que rendir cuentas ante la chusma que ya anuncia acciones legales contra los denunciantes del PSOE. Amenaza con una acusación de "denuncia falsa", que, al parecer, está considerando. Un lince, el hombre, porque esta también puede volvérsele en contra.

Nadie espera nada de esa comparecencia. Es evidente que, si comparece, es porque no piensa dimitir y la mayoría absoluta holgada del PP conseguirá que sea así. La sesión de hoy, con Rajoy pescando mejillones en las Rías Bajas, es una pantomima. El santero Fernández no dimitiría ni aunque se hubiera reunido uno a uno con todos los reclusos del corredor de la muerte en los Estados Unidos. En la derecha la dimisión no depende de que se hayan hecho mejor o peor las cosas, sino del enchufe que se tenga con el jefe. Téngase además en cuenta que este jefe sabe que su línea de defensa está en sus ministros. Fulminados estos, no les quedará otro remedio que dar él la cara. Responder él de sus actos. Y a eso Rajoy no está dispuesto bajo ningún concepto.

diumenge, 26 de juliol del 2015

Apostillas a la normalidad.

Con ligeras variantes, este gráfico de Metroscopia viene repitiéndose en los últimos meses. Va ya para tendencia. El bipartidismo se corrige a la baja en el sentido de que los dos partidos mayoritarios encajan una merma considerable de voto que va a las formaciones emergentes. Pero condena a otras dos a la irrelevancia: a UPyD la borra del encerado parlamentario y el destino de IU es incierto. Es decir, se mantiene el sistema de partidos del régimen del 78 con algunas correcciones al alza en el bloque de los menores. Obviamente, que vuelva a haber una mayoría absoluta es cosa difícil, pero no imposible.

Aun perdiendo casi la mitad del voto, llama la atención que el PP conserve un porcentaje de apoyo muy notable. Un 23,1% es mucho, dadas las lastimosas circunstancias del gobierno y su partido. Ahí tiene que haber gran cantidad de voto ficticio, más dictado por la desconfianza que por la convicción. El penúltimo escándalo de la Púnica deja al descubierto una forma de gobernar literalmente basada en el delito. Y va a estar vivo hasta las elecciones. Lo lógico será que el PP obtenga un porcentaje de voto menor que el vaticinado por Metroscopia. Su líder es el peor valorado de todos. Porque, aunque Mas aparece por debajo de él, este dato es erróneo, ojalá que sin mala intención. Si la muestra es "nacional", el índice de desaprobación de Mas es el más alto y el de aprobación el más bajo. Pero eso no quiere decir nada. Para ser justo el dato, en el caso de Mas la muestra debiera ser exclusivamente catalana. Por lo demás llama mucho la atención que el porcentaje de ciudadanos que conoce a Mas es superior a los de Alberto Garzón, Pedro Sánchez y Albert Rivera, excusado es decir el nombre del presidente de La Rioja. Sobre todo, el PP es el partido que suscita mayor rechazo. Un 52% del electorado no lo votaría en ningún caso. Obtiene mayoría absoluta en contra.

El caso del PSOE es muy curioso. Se recupera del vapuleo de 2011, pero no a consecuencia de iniciativas o propuestas que le ganaran el favor popular sino por la mera incompetencia de sus adversarios. El PSOE como tal no ha hecho nada en materia de propuestas para conseguir la mejora en los resultados, fuera de elegir un secretario general que desde el primer momento ha entendido que lo suyo era estar en campaña electoral permanente con un vago eco de Kennedy, Clinton, Obama, muy en la linea de los demócratas. Su líder aparece en segundo lugar en índice de aprobación popular, por detrás de Rivera y la intención directa de voto es la más alta, el 16%. Y lo más importante es que suscita un porcentaje de rechazo reducido, de un 13% de gente que no lo votaría en ningún caso.

Lo de Podemos se perfila como un descenso mantenido. No le ayuda nada la permanente bronca con la confluencia con IU y la errática política de alianzas. Pero lo que verdaderamente está destruyendo aceleradamente las expectativas electorales de Podemos es la ambigüedad y la confusión de su actitud ante la cuestión catalana. Esa ambigüedad se le tolera a los partidos dinásticos, sobre todo al PP porque, siendo partidos de intereses, ya se sabe que su discurso es falso o tiende a la falsedad. Pero no puede ser el caso de Podemos, adalid de la nueva política. Y su indefinición no le gana aliados en Cataluña, pero le hace perder votos en España. Pablo Iglesias es el líder peor valorado en la izquierda, solo por delante de Rajoy, la intención directa de voto es un modesto 11,1% y, lo más grave, es el partido que tiene mayor índice de rechazo, el 37% de los electores no lo votaría en ningún caso. Si la técnica es la seducción, habrá que cambiar de modos y maneras, aunque solo sea para no seguir cayendo antipáticos.  Esos datos negativos van a seguir siéndolo o incluso a aumentar su negatividad según acabe valorándose el estilo de liderazgo de Iglesias como autoritario, no democrático y puro culto a la personalidad.

En el caso de Ciudadanos, supongo que la altísima valoración positiva está más que nada basada en el desconocimiento del personaje, cosa obvia dado que este ostenta el índice de conocimiento (86%) más bajo de todos los políticos. Suscita escaso rechazo. Solo un 7% no lo votaría en ningún caso, pero su intención directa de voto es de poco más del 10%. No parece que Ciudadanos pueda configurarse como el partido del centro en la tradición suarista porque ese espacio está ya ocupado en buena medida por el PSOE.

Lo más verosímil viene a ser una victoria ajustada del PSOE que verá así justificado su enorme interés en no hacer nada. Si, además, hiciera algo, por ejemplo, de oposición real, no puramente legitimatoria, es de suponer que su expectativa de voto seguiría subiendo. Pero ese no parece ser el criterio de la dirección actual que prefiere sentar plaza de partido de orden, con sentido del Estado y  ajustado a las exigencias del sistema frente a los maximalismos estériles. 

divendres, 29 de maig del 2015

El posibilismo como principio.

Muy buena la rueda de prensa de Iglesias. Todo muy claro. Dicho con seguridad y sosiego. Parece que meditado. Merece la pena escucharla. Tiene alto valor informativo para interpretar no solamente el rumbo de Podemos sino también el del resto del sistema político. Porque algo es claro: Podemos es una fuerza emergente con mayor incidencia que C's. Por eso se ha puesto Aguirre como se ha puesto, que casi le da un ataque. Podemos ha entrado en la historia (pues la política no es otra cosa que un anticipo de la historia) como un ciclón. Guárdese de no salir de ella como otro.

La formación morada trata de distanciarse de la monumental bronca de IU, en donde las cosas están llegando a niveles de caricatura. De caricatura de las luchas fraccionales del estalinismo. Mientras unos dirigentes piden la confluencia con Podemos, otros denuncian esta petición como liquidacionista de IU y se niegan a que  Garzón -un confluyente convicto y confeso- sea candidato de IU al gobierno. No pidan a Palinuro que averigüe en dónde se encuentra Cayo Lara en esta nueva trifulca, porque el tiempo, por desgracia, es limitado. Los resultados de IU en Madrid han sido desastrosos. La candidata a la alcaldía no tenía ni el aval de la dirección federal y García Montero, en la Comunidad, ha hecho el ridículo. Gajes personales paralelos al escándalo colectivo porque, por primera vez, IU no está presente en las instituciones. Sí, tiene una valor simbólico muy negativo y muy fuerte. Desde el punto de vista económico, ruinoso. IU de Madrid culpa a Garzón. Espero que no por economista. A veces, el tránsito de héroe a villano, se da en una noche electoral. La vida es así. No siempre justa. Pero quizá no sea elegante echar vinagre a las heridas. El comentario de Iglesias sobre Garzón, En estos últimos tiempos las fechas de caducidad en política se reducen enormemente; hay cosas que envejecen muy rápido es innecesariamente cruel. Además de imprudente porque el mismo puede ser su caso en cualquier momento, si no lo es ya. Ese 14% de media de voto está en la línea del casi 15% de Andalucía, poca base para asaltar los cielos.

Lo gordo, no obstante, está en la réplica a la pregunta sobre posibles confluencias con IU o lo que quede de ella. La apuesta por el cambio y por la unidad popular no tiene nada que ver con acuerdos entre partidos, y mucho menos con lo que podríamos llamar una balsa de salvamento para nadie. Cayo Lara, termina de ahogarte y los demás, arriad banderas y sumergíos en la "unidad popular". Los "pactos entre partidos" son cosa de Podemos con el PSOE o algún otro. La lamentación por la exigencia de desmantelamiento de IU tiene poca cabida en las realidades de la existencia. La competencia entre partidos es como la competencia entre empresas. Si una puede comerse a otra, se la comerá. Normalmente la grande a la chica, como los peces. Pero sin olvidar que hay cosas indigestas. Es posible que, en cualquier proceso de "confluencia", o sea, de absorción, los de IU no den lugar a las habituales trifulcas. Pero también lo es que lo hagan. Y peligra el objetivo estratégico de distanciar a Podemos de las confusas broncas de IU.

Luz verde a los pactos con el PSOE. Palinuro aplaude el gesto. La izquierda posible hoy en España es PSOE-Podemos. Hágase cuanto antes. La retórica paulina insiste en el retroceso del bipartidismo y en que el PSOE tendrá que dar un giro de 180º. Son las invocaciones proforma, como las que encabezan los textos coránicos. Lo que importan son las condiciones concretas: que el PSOE reniegue de la política de recortes, apueste por un plan de rescate ciudadano y asuma la tolerancia cero contra la corrupción. No me parece distinto de lo que, con otras palabras, vienen diciendo los socialistas, esto es, revertir toda la legislación del PP en contra de los derechos ciudadanos, blindar estos derechos constitucionalmente y luchar contra la corrupción. No se ve mucha dificultad en ponerse de acuerdo en unas líneas programáticas básicas. En cuanto a la corrupción, como ambos resultan un poco confusos, una medida práctica y concreta: auditorias de todas las cuentas públicas en loas últimos años en las administraciones gobernadas ahora por las izquierdas.

La doble negativa de Podemos: que no gobierne el PP y no formar parte de ningún gobierno socialista tiene también doble lectura. La negativa al PP se entiende sin problema. La de los gobiernos de PSOE requiere algún matiz. La figura se llama "apoyo parlamentario". Gobierna el PSOE con el apoyo de Podemos. Tiene ventajas e inconvenientes para las dos partes, pero coalición es a la postre.

A su vez, que el PSOE deba aliarse con Podemos también es cosa de necesidad. Queda descartada la gran coalición que propone Aguirre para Madrid por falta de razones para justificarla. Me reservo la opinión de si sería posible en el caso de que los acontecimientos en Cataluña parecieran darlas. Y habría que saber entonces quién compondría la gran coalición. Solo le queda Podemos, un partido difícil e incómodo, pero que puede ser de mucha ayuda para que el PSOE recupere su tradición socialdemócrata. La coalición con Podemos es también competencia y si el PSOE quiere conservar su denominación de origen frente al intento de Podemos de apoderarse de ella, deberá actualizarla. Defender o perecer. La socialdemocracia hoy, en España, a ojos de Palinuro consiste en cinco líneas de acción: 1ª) plenos derechos y libertades civiles; 2ª) política social orientada a reducir desigualdades y favorable a los sectores marginados; 3ª) política económica en la que el aumento de la productividad vaya en paralelo con la finalidad redistributiva; 4) reconocimiento del derecho de autodeterminación de las naciones en España: 5ª) separación real de la Iglesia y el Estado.

Claro el interés del PSOE en un pacto de regeneración socialdemócrata, ¿cuál es el de Podemos? No menor que el del PSOE. Podemos quizá entienda el pacto como una etapa intermedia en el definitivo sorpasso del socialismo, como un intento de hegemonizar la izquierda, por delante del PSOE. Es legítimo. Recuérdese, la competencia entre partidos es como la de las empresas. A quien Dios se la da, San Pedro se la bendiga. Pero este intento de sustituir a los socialistas empujándolos a la derecha para decir lo mismo que ellos es una vieja estrategia comunista que se remonta al Eurocomunismo de Santiago Carrillo en los años 70: aparecer como una formación de socialismo democrático. No le salió bien porque la gente entendió que, para socialismo democrático, ya estaba el de toda la vida. Y Carrillo fracasó. Como han acabado fracasando los intentos posteriores. ¿Qué aporta este para pensar que esta vez sí puede salir, sí puede una fuerza neocomunista conseguir el sorpasso? Muy sencillo: la experiencia práctica de haber hecho algo práctico, concreto, de gobierno. Hasta ahora la izquierda a la izquierda del PSOE se llamaba "transformadora", pero no había transformado nada. No había hecho más que hablar. Eso sí, con mucha prosopopeya, como hace Anguita, pero meramente hablar. Con pactos de gobierno con el PSOE, podrá gobernar directa o indirectamente, tomará decisiones, podrá atribuirse la adopción de medidas con incidencia en la vida de la gente. Lo que se valora mucho. Eso interesa a Podemos: aparecer como un partido que facilita la gobernación y la orienta en un sentido favorable a sus votantes. Cómo resuelva sus contradicciones internas entre los sectores posibilistas y los guardianes de las esencias es asunto que compete a quienes componen la organización.

Pero no es asunto trivial. Así como Podemos tiene en mano posibilitar gobiernos de transformación, también puede aparecer como una formación de bloqueo, que imposibilite la formación de gobiernos, como está sucediéndole en Andalucía. Y eso lo pagarán en las urnas.

dimecres, 27 de maig del 2015

El mal perder.

Mi objetivo es frenar a Podemos declaraba ayer Aguirre, tras haber ofrecido a Carmona y a Ciudadanos un pacto para que el socialista ocupara la alcaldía de Madrid. En realidad, lo que quiere es frenar a Carmena, a la que profesa gran inquina personal, cosa comprensible si se consideran las biografías de ambas. Pero, por no descubrirse, invoca el nombre temible de Podemos. Y no en tono normal, sino desgarrado: hay que frenarlos para salvar las libertades, el orden democrático y, seguramente, la cristiandad occidental, amenazados por esta hidra de múltiples cabezas, bolchevique, bolivariana, populista, etarra, comunista. Para alguien que presume de flema británica, esto suena horriblemente overstated. Contrólese la señora, no le pase lo que al Dr. Strangelove en Teléfono rojo, volamos hacia Moscú a quien, en momentos de excitación se le levantaba solo el brazo derecho en saludo nazi. Perder sabe mal, desde luego, pero hay que dominarse y no decir y hacer disparates. Porque, aunque Carmena no fuera Carmena sino Belcebú mismo, la propuesta de Aguirre equivale a pedir al PSOE que se pegue un tiro en su cabeza colectiva.

Las malas lenguas dicen que, no habiendo tamayos a la vista, la llamada a los instintos más bajos de los seres humanos se convierte en un alegato en favor de la felicidad del hombre en la tierra. Si no se puede comprar a nadie en concreto con valores contantes y sonantes, se procede a engatusar al grupo con valores y principios ideales. El caso es que Carmena no sea alcaldesa. Mucho temor se adivina aquí. Para ocultarlo, Aguirre echa mano de una peculiar aritmética. La mayoría de los madrileños ha votado en contra de Carmena (61,24%) al votar PP, PSOE y C's mientras que Carmena solo tiene 31,85%. Seguramente Aguirre vota antes en contra que a favor de algo y la prueba es que su candidatura ni siquiera tenía programa. Pero los demás no tienen por qué ser como ella y probablemente voten antes a favor de sus opciones que en contra de las de los demás. Aunque si se repitiera aquí la caprichosa suma de la Dama del Imperio británico, la diferencia sería colosal: el 58,54% de los madrieños, también mayoría, votó en contra de Aguirre, a quien solo apoyó un 34,55%.

Es puro mal perder, falta de estilo y heraldo de comportamientos más absurdos y estrambóticos. A la señora no le gustará pero en su partido están todos encantados de verla derrotada, desde Rajoy a Botella. Se aferra a la presidencia de la organización en Madrid e intrigará lo que pueda en el Ayuntamiento para afianzarse ya que su posición en el partido peligra. En él, en todos los niveles, se hace siempre lo que diga Rajoy y Rajoy puede montarle una conspiración interna para echarla del cargo. Por eso probablemente está ella montándole otra a él para desalojarlo del suyo. De hecho, ya ha pedido una refundación del partido. La cuestión es quién desenfunda el primero.
 
Eso de tener que ser el primero en algo nunca ha gustado nada  a Rajoy . Para empezar, no va a hacer cambio alguno en el gobierno y en el partido. Ya dijimos, en el PP todo lo decide el Jefe consultándolo con la almohada. Hasta quién será el candidato del partido en noviembre: él, hombre, él. ¿Quién si no? ¿Uno que salga de unas primarias? ¿O de un congreso? ¿Qué congreso? El PP es un partido jerárquico de corte franquista. A Fraga lo nombró Franco. Luego lo desnombró, pero eran cosas del Caudillo, cuya vida tenía Dios que guardar muchos años. A Aznar lo nombró Fraga; a Rajoy, Aznar. A quién nombre Rajoy en su momento está por ver. De momento, a Rajoy. Y el Jefe decide asimismo si las elecciones se han ganado o perdido. Estas se han ganado, según Rajoy, razón por la cual ha nombrado candidato a Rajoy, el que las ha ganado. Esto ya no es solo mal perder. Es no saber lo que se dice.
 
Los barones, sin embargo, se le están rebelando y tomando las de Villadiego: Herrera, Rudi, Fabra, Cospedal y Bauzá, gentes inconstantes, tornadizas, de alfeñique, que se rajan en la primera dificultad. Nunca debió confiar en ellos. Nada comparable con la firmeza de un Camps, un Matas, una Mato, una Aguirre. Lástima que esta sea tan cabezota y se empeñe en sustituirlo en la Jefatura. A él, que está ahí puesto por voluntad divina y solo abandonará el cargo con los pies por delante.
 
De aquí a noviembre Rajoy está seguro de dar la vuelta a los sondeos, las encuestas, los pronósticos, de probar que estamos saliendo de la crisis, de saber comunicarlo con acierto, de recuperar la confianza de la que hoy no dispone, de caer bien a la gente. Está dispuesto a dar la vuelta al mismo principio de la realidad. Seguramente es lo que se dice cuando se mira en el espejo por consejo de su cofrade de partido, Herrera, el presidente de Castilla y León: "nadie mejor que yo para ganar las elecciones de noviembre".
 
Lo malo es que no tiene partido y de aquí a los comicios tendrá que emplearse a fondo solucionando crisis de liderazgo, conflictos territoriales y de todo tipo en un partido que pasa a ser oposición en muchos sitios y sin líder, en otros es irrelevante, como en Cataluña y el País Vasco y en otros está mal avenido. Y a ver cómo se defiende de la petición malévola de un "congreso de refundación".

Porque las elecciones no se ganan con partidos en crisis. 

dissabte, 16 de maig del 2015

Indignados e indignantes.

Ayer se celebró el cuarto aniversario del movimiento de los indignados, aquellos miles de personas que se sentaron en lugares públicos en Madrid, especialmente la Puerta del Sol, a agitar las manos en silencio y movidas en un primer momento por el éxito del libro del veterano resistente Stéphane Hessel, Indignez Vous! Cuestionaban el conjunto del sistema, sostenían que los diputados no los representaban, se consideraban apartidistas pero no apolíticos, creían en la acción libre y espontánea de  la gente, a través de la intervención directa, sin cauces intitucionales que todo lo deforman.

Por entonces, Palinuro dio cuenta del fenómeno en una serie de crónicas sobre el 15M que abarcaron desde el 18 de junio de 2011 la primera, titulada Crónicas de la revolución indignada hasta otra, la número XXIII, titulada también Crónica de la revolucion indignada (XXIII), publicada el 16 de octubre de 2011. Después de estos veintitrés artículos, vinieron algunos otros esporádicos y diversas críticas de libros. Porque a los indignados les ocurrió como a los de Podemos: no habían terminado de hablar y ya muchos editores estaban publicando best-sellers sobre ellos. Si Palinuro fuera un avispado publicante, estaría buscando sello para sus cuartillas. No siéndolo, las dejará dormir el sueño del olvido en la nube de internet. Y eso que, repasando someramente sus contenidos. comprueba que un porcentaje alto de ellos aguanta gallardamente el paso del tiempo. Otros no, por supuesto.

Uno de los aspectos que más se elaboraba en aquellos escritos era el problema de la institucionalización del movimiento. El 15M era una crítica al conjunto del sistema, considerado de imposible regeneración. Era preciso sustituirlo por otro. Pero nunca estuvo claro cómo se hacía ya que, a pesar de la repugnancia casi instintiva del movimieno a los partidos, estos son imprescindibles para la acción política y la acción política se realiza en sede parlamentaria. Sin duda también puede hacerse en los bancos de las plazas o las terrazas de los McDonalds pero seguro que no tiene la misma eficacia. Y en este punto había un conflicto y un impasse: el 15M no tragaba los partidos políticos, cauces de todas las ponzoñas que corroen la vida pública, pero, al mismo tiempo, no acababa de averiguar con qué podría sustituirlos. Y tenía que hacerlo, so pena de vegetar en la inoperancia.

Surgieron así varios intentos de constituirse en partidos que no acabaron de cuajar del todo y, finalmente, Podemos echó a andar enarbolando la idea de ser los "herederos" del 15M que, por cierto, se obstina en su rechazo a toda disciplina partidista. Esta pretensión de ser herederos del 15M, quizá una forma de eso que llaman la "ventana de oportunidad", presenta sin embargo, tres ambigüedades muy características de la organización. A saber: El heredero es alguien distinto del difunto, por razones biológicamente obvias. El partido trata de salvar el escollo diciendo de sí mismo que es un "partido-movimiento", un concepto tan convincente como el del felino vegetariano. Por razones jurídicamente no menos obvias, el heredero, a pesar de todo, es el difunto porque, salvas circunstancias extraordinarias, entra en propiedad universal de sus derechos y deberes. Luego no le queda más remedio de ser lo que no es. La experiencia humana muestra que, antes pronto que tarde, los herederos acaban mirando por sí más que por los intereses de los finados, porque no son estos. Igual que Podemos no es heredero del 15M diga lo que diga.

Por un lado, tenemos a estos últimos tan indignados como siempre, de vuelta a las plazas, afirmando que nadie los representa y de otra, tenemos a Podemos asegurando su condición de herederos. La conclusión sensata y obvia será que Podemos seguirá tirando de la pretendida herencia siempre que le beneficie pero con la misma legitimidad con que los curas de hoy afirman ser los herederos de la iglesia de las catacumbas, y eso mientras va adaptándose a los usos y costumbres parlamentarios a toda velocidad para evitar que las otras fuerzas políticas la encasillen en una consideración extraparlamentaria en la que al final quizá le aguarde la misma aburrida tradición y actividad que tenía su inmediata antecesora, Izquierda Unida, de la que sí parece ser bastante más heredero que del 15M.

Y es aquí en donde, como para hacer realidad la sospecha de que la indignación no surgiría si alguien no la provocara, reaparece el califa Anguita lanzando anatemas como siempre pero esta vez en contra del PCE y de la IU que él mismo creó y en un artículo de Mundo Obrero. Se ha pasado el tiempo de estas organizaciones, sostiene el que las condujo de fracaso en fracaso (eso sí, alguno brillante si se comparaba con los desastrosos resultados que habían obtenido sus antecesores) y hay que experimentar fórmulas nuevas. Teniendo en cuenta que tampoco parece ya totalmente feliz con Podemos, probablemente porque atisba en él, innobles tendencias a negociar o pactar con el infame enemigo, verdadero paria de la sociedad política, auténtico intocable que es el PSOE, el panorama que el ilustre zahorí adelanta a la izquierda es el de desmantelar todas sus formaciones momentos antes de la batalla afirmando que, de no hacerse ahí, estará perdida.

Sin duda los indignados tienen razones poderosas para sentirse tales y más que van a tener cuando comprueben que estos gobernantes neofranquistas no van a dejarles resollar. Pero una de las más poderosas será comprender cómo algunos sectores y personalidades de la izquierda son neuróticamente incapaces de superar sus odios y rencillas y de poner en práctica una unidad que es tanto más necesaria cuanto más imposible la hace su permanente delirio ególatra.

El de él y el de sus discípulos y seguidores.

dijous, 14 de maig del 2015

¡Que vienen los bárbaros!

La FAES ha tocado a rebato: los de Ciudadanos quieren arrebatar el sitio al PP, ser califa en lugar del califa. A rebato escandalizado: ¡hábrase visto desmesura! ¿Cómo se atreven? El centro-derecha somos nosotros desde los tiempos de Fraga Iribarne, el exministro de Franco. El territorio nos pertenece por derecho histórico. Fuera intrusos, zascandiles, adanes, niñatos.

Es maravilloso cómo estos partidarios de entenderlo todo según la lógica del mercado se oponen a ella con uñas y dientes cuando los afecta directamente. ¿No son los partidos como las empresas? Recuérdese que Rajoy defendió hace un par de años el pago de sobresueldos en el PP asimilándolos a los pluses de productividad en las empresas. Ténganse las risas. Y ¿no compiten las empresas entre sí? Una empresa obligada a competir con otra no gana mucho enfándose con ella y negándole el derecho a hacer lo que hace por razones ideológicas o históricas. Si quiere sobrevivir y echar a la otra del mercado tendrá que hacer lo mismo que ella mejor y/o más barato.

Si el PP no quiere que C's se lo coma, tiene que quedarse con sus clientes, o sea, sus votantes. Y actuar en consecuencia en el mercado del voto. Los partidos son empresas que "compran" votos y lo hacen en el terreno de las propuestas. Mejorar las de C's no debiera ser difícil si el caudillo centrista sigue diciendo los disparates que dice, como que haya dos personas por cuarto en cada vivienda o que los nacidos antes de 1978 se jubilen en política. Supongo que son lo que Rajoy llama con gran desprecio "ocurrencias" y que a Palinuro más le parecen sinsorgadas de niñato, salvo que diga que así creará tropecientos mil puestos de trabajo de inspectores de alcoba. En cuyo caso, las sinsorgadas son de lunático. Si con eso los del PP no eliminan la competencia de C's, algo falla. Y ese algo es la corrupción que los tiene maniatados, cuando no directamente esposados, camino de los juzgados. La corrupción es la guerra de zapa que Rivera utiliza contra Rajoy, al estilo de la de San Martín contra los españoles realistas en Chile. De ahí viene esa fuerza de C's de exigir primarias al PP a cambio de pactos, cosa que este, enrabietado, ve como un chantaje. Y lo es. El problema del chantajeado no es ser chantajeado, sino ser chantajeable.

Los candidatos del PP a las Comunidades y Ayuntamientos forman verdaderas hileras de gentes tiznadas directa o indirectamente por la corrupción. Los de C's, libres de ella, por más tonterías que digan, solo tienen que sentarse a ver pasar el cadáver de su adversario. Porque son adversarios, competidores por los mismos votos. Lo dice muy bien Pablo Echenique, de Podemos: C's no es una amenaza para su partido porque pesca en otro caladero de votos. También meridiano y en lenguaje empresarial, en este caso de piscifactoría.

Precisamente el mismo grito alarmado de "¡qué vienen los bárbaros!" ya se había oído en la otra parte de la cancha, la de la izquierda y aplicada a Podemos. En IU el grito sonó tarde y, cuando sus ecos se apagaron, de la otrora flamante organización solo quedaba un pecio descangallado que en algunos sitios, como Madrid, ya no pide el voto. Lo mendiga. La competencia de Podemos ha sido arrasadora. Pero queda el otro bastión de la izquierda, el PSOE,en donde, como en la FAES, se ha tocado a rebato. Hay que frenar el asalto. Impedir la pasokización del PSOE. Y ahí hay una batalla tan fuerte y enconada como entre el PP y C's. Incluso más porque los de Rivera también se llevan votos del PSOE. Este responde como buenamente puede, que no es mucho,y ve cómo se le recompensan sus esfuerzos con leves subidas demoscópicas que ya lo ponen por delante de Podemos para que respire con alivio.

Pero es dudoso que sepa hacerlo. El PSOE tiene un lastre con su anterior gobierno y, aunque ya ha dejado de hacer el ridículo, como en tiempos de Rubalcaba, sigue mostrando constantes vitales muy bajas y planas. Su oposición parlamentaria es ineficiente y rutinaria mientras no presente una moción de censura y su discurso en la calle deja mucho que desear. Sánchez vuelve a dar a la tecla del voto útil para aglutinar el de la izquierda. Está bien y es buena baza frente a Podemos sobre todo si este se estabiliza en un porcentaje del voto similar al que tuvo IU en sus mejores momentos. Pero es un discurso dirigido a poco más de la mitad del electorado. Si quiere competir con Podemos tiene que dirigirse a la totalidad de ese electorado, lo que cree conseguir aquel hablando al pueblo. Lo mismo ha de hacer el PSOE y, en principio, debiera serle más fácil, dada su trayectoria y poderío institucional.

Cómo se elabora un discurso que hable a todo el pueblo pero llame también al voto útil de la izquierda no es tarea fácil. Por eso el PSOE confía más en los errores de Podemos que el PP en los de C's. En realidad, los bárbaros ya están aquí. Y no son tan bárbaros.
 
 

dijous, 5 de març del 2015

Los vientos de la historia
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La poética imagen es de Fernández Toxo. Él habla de un solo viento, pues tiene una concepción unitaria de la meteorología y la aerodinámica. Palinuro, que presume de pluralismo, habla de los vientos. En la historia no hay un solo viento, como no rige una sola ley. Hay muchos, desde la suave brisa al huracán; y muchas leyes, desde la divina a la del más fuerte, y todas batallan entre sí. Los vientos son varios, plurales, hasta para un sujeto colectivo, pero unitario, como el pueblo: Vientos del pueblo me llevan,/vientos del pueblo me arrastran,/me esparcen el corazón/y me aventan la garganta, decía el poeta de Orihuela.
 
A Palinuro también le aventan la garganta los vientos que soplan en la historia de España. Vientos sobre los que nos advierte Toxo sin caer quizá en la cuenta de que él mismo es candidato señalado a ser barrido por ellos. El viento de las renovaciones y reinvenciones. Se necesita un cierzo potente que sacuda las estructuras burocratizadas, plúmbeas,  de los dos sindicatos que empiezan por no ser capaces de unirse. Por eso sus dirigentes van a todas partes juntos, como Hernández y Fernández, o Tweedledum y Tweedledee, o Balin y Balan, objetos de críticas y chirigotas. Sindicatos que pactan con gobiernos, patronales, bancos, que hacen negocios, chanchullos y tienen un problema real de corrupción. El viento de la historia.
 
Al PP, una galerna. Ese bunker de corrupción tiene que volar por los aires y aterrizar en el patio de alguna cárcel de seguridad para que quienes llevan años haciendo trapacerías, llenándose los bolsillos, forrándose con el dinero de todos, con auxilio de algunas sanguijuelas de la oposición, no tengan ya de dónde seguir robando. Pueden montar un máster de cómo privatizar lo del común en beneficio de los amigos y allegados. La enseñanza será buena en la teoría pero algo deficiente en la práctica ya que a ellos los ha barrido el viento de la historia. Presentar o no presentar a Aguirre y González como candidatos es un problema angustioso. En principio, los dos son impresentables. Pero, si no los presentan, ¿con qué cara presentan luego a Rajoy de candidato a la presidencia del gobierno?
 
Los vientos son favorables a Podemos y Ciudadanos, las materializaciones de la renovación, la reinvención y la regeneración, que prosperan sostenidos por un levante suave y húmedo. La historia, piensan, es suya. Pero ya empiezan a mirarse de reojo porque se ven cabalgando un impulso con elementos en común y eso es mal asunto cuando se está en una carrera con un objetivo común: ganar. IU, en cambio, se agosta con un poniente achicharrador. Por más vueltas que le dé, la parrilla siempre está al fuego y Garzón tiene cada vez más figura de San Lorenzo. De Convocatoria por Madrid no va a dejar ni las briznas porque recuerda aquella pintoresca Internacional Segunda y Media, entre la aburguesada IIª y la revolucionaria IIIª Internacionales. Unas gentes realistas que creían que la vida entre dos ruedas de molino puede ser cómoda.
 
El terral sopla sobre el PSOE. Le es favorable, pero provoca mucho trastorno en el interior. Vuelan las vajillas. Sánchez ha dado dos golpes de autoridad en Madrid. Gómez, fuera; Gabilondo, dentro. Con ello ha logrado suficiente influencia para acordar una fórmula razonable con la taifa andalusí: dos actos electorales con el mando federal; el resto, cosa de la presidenta Díaz. Compárese con Rajoy, quien parece tener la intención de mudarse a la calle de las Sierpes, a ver si consigue que alguien identifique a su candidato. El gesto de Sánchez tiene que amigarlo con la izquierda de su partido que, es muy protestaria y un pelín faltona porque también viene con el viento de la historia pero que, entre otras cosas, puede detener la hemorragia de votos del PSOE por la izquierda. Lea Sánchez el artículo de Bea Talegón en El Plural y júntese a hablar con estas hierbas del abandonado patio trasero de la izquierda del PSOE.
 
A UPyD no la barre el viento de la historia sino la falta de él. Está fuera de las corrientes, rumiando su amargura de haber acertado en las propuestas sin que nadie se lo reconozca y, menos que nadie, el electorado. El objetivo no se alcanza, la flota está en calma chicha, sin poder arrancar, como los griegos en Áulide. No hay ni viento de la historia. Y ver quién le dice a Rosa Díez que su destino, si quiere salvar el proyecto, es el de Ifigenia.
 
Los catalanistas vienen completamente pertrechados para la batalla final. Septiembre se perfila como la avalancha de guerreros que los nacionalistas españoles consideran tribus hiperbóreas  y los catalanistas ordenadas y gloriosas legiones al mando de Sant Jordi en combate contra el dragón castellano/borbónico. Allí chocarán  ambos con fragor metálico entre el que rugirá furiosa la tramontana, que quizá nos lleve a otro tiempo. Y otro país.

dijous, 19 de febrer del 2015

El ciudadano del traje gris.


Los sondeos reflejan fuerte ascenso de Ciudadanos (C's) y los focos comienzan a virar hacia la formación porque se supone que pueden saltar la barrera de los partidos testimoniales y ser actores en un parlamento más fragmentado por multipartidista. Hace poco también eran noticia cuando, tras enésimas negociaciones, UPyD cerraba toda posibilidad de trato con ellos y sentenciaba así su paso a la marginalidad pues de inmediato el sondeo de Metroscopia para El País arrojaba un 12,2% de intención de voto para C's mientras la llamada formación magenta se quedaba en un 4,5%, o sea, fuera del Parlamento en Madrid.

Ascenso vertiginoso. Algunos dicen que C's es el Podemos de la derecha. Hay coincidencias, al menos en lo aparente: juventud, desenfado, actitud algo provocativa, abundante presencia mediática y un narcisismo patente. Hay, incluso coincidencias retóricas. Ese Podemos del título del libro de Albert Rivera, publicado en febrero de 2014 lo deja bien claro. Además no es copia porque el partido Podemos se registra el 11 de marzo de 2014. Rivera piensa que podemos si vamos juntos, mientras que los de Podemos eso deben de darlo por descontado. La coincidencia no es irrelevante sino prueba de que ambas organizaciones comparten elementos de fondo. Por ejemplo, las dos se complacen en sus orígenes no convencionales, llanos, asamblearios. Podemos afirma venir directamente del 15M y C's se llamaba hasta hace poco Movimiento ciudadano, habiendo abandonado el término, de ingratos recuerdos en  una sociedad que se tragó cuarenta años de Movimiento Nacional mientras se estaba quieta. Además, los dos, a pesar de ser partidos por exigencias del guión, se precian de ser abiertos, osmóticos.

Esta coincidencia orgánica viene de otra más profunda. Los dos son partidos muy hechos en las redes sociales. Y muy hechos a ellas. Mucho más que los partidos tradicionales. Estos creen que la consigna de estar presentes en las redes se cumple abriendo cuentas en Twitter y timelines en FB, bombardeando a la ciudadanía con las excelencias del propio partido. Y es eso, sí, pero también mucho más. Estar en la redes consiste, sobre todo, en tomarlas como fuente de información. Esto es lo que permite a Podemos y C's encontrar un lenguaje que todos entienden y formularlo en términos que se pueden viralizar, cosa imposible con los engendros que trata de difundir el PSOE o las trolas legendarias del PP. El lenguaje de la gente de la calle. El del hombre del traje gris con el que todos se identifican sobre todo ahora que tiene buena planta y se ha quitado la corbata.

Esta adaptación del discurso a las redes corre pareja con contenidos genéricos, ambiguos, dirigidos sobre todo a singularizar (y, por lo tanto, asustar) a la menor cantidad de gente posible, un cogollo, un puñado, una casta. La inmensa mayoría está por definición del lado del bien y va a echar a la mafia. Son rasgos de Podemos ya muy señalados. Algo parecido sucede con C's, cuya definición oficial es ser un partido constitucionalista, postnacionalista y progresista. Lo de constitucionalista quiere decir "unionista" en lo territorial; lo de postnacionalista, también; y lo de progresista no quiere decir nada. Son, sin embargo, las tres mismas teclas que toca UPyD, esto es, Unión, Progreso y Democracia (que tampoco es decir gran cosa), con lo cual queda claro por qué C's asciende como la espuma en donde UPyD fracasa a pesar de su veteranía.

Precisamente por eso, por su veteranía. Las ideas de UPyD debían de calar en la gente. La de confiar el tirón de la nueva fuerza a un carisma personal tampoco era mala. El problema es que Díez lleva más de veinte años ejerciendo carisma y este se va perdiendo como el aroma de las flores. Su fuerza reside en el fulgor repentino de Febo Apolo, la aparición de un nuevo Lohengrin a bordo de una barca tirada por un cisne. Esos jóvenes líderes que emergen en las pantallas de plasma, repartidas ya hasta en las paradas de los funiculares. Los repetidos intentos de alianza o fusion han fracasado porque, en el fondo, UPyD tiene más raíces en el sistema dinástico que en el territorio mediático digital.

IU intentó asimismo el giro a la cibermodernidad sustituyendo a Cayo Lara por el joven Garzón. Pero no era bastante. En IU hay muchos Cayos Laras muy difíciles de desalojar, así que los Garzones han volado a zonas más à la page y han dejado al Garzón genuino con un conjunto vacío, como un general sin tropa de asalto pero con mucha impedimenta.

El PSOE también ha hecho cambio cosmético de Rubalcaba por Sánchez y ha ganado a ojos vistas de las portadas de publicaciones del corazón. Pero su problema son también los Rubalcabas que, siendo el PSOE un partido más vasto, toman formas distintas según lugares y circunstancias. No obstante, a diferencia de Garzón, Sánchez tiene los resortes del poder y el partido le responde. El sifón de Podemos le ha hecho perder votos, pero no cuadros ni dirigentes, como sucede con IU. Al tiempo que reconstruye el partido como instrumento, Sánchez se prepara para la próxima batalla que se va a dar por el dominio del centro.
 
Ahí coincide con los otros dos. En la toma de posesión del centro. Los de Podemos lo dicen cuando hablan de "ocupar la centralidad del tablero". O sea, el centro. Por eso no son de derechas ni de izquierdas. Los de C's no hace falta que lo digan; lo ejercen. Si tuvieran algo más de audacia podrían decir para distinguirse de Podemos que ellos sí son de izquierdas y derechas al mismo tiempo. Total lo del "postnacionalismo" en la España de hoy viene a ser algo de parecida coherencia.
 
Las razones anteriores tratan de explicar las felices cuanto repentinas y fulgurantes expectativas electorales de Podemos y C's en un contexto general de indignación, antipatía y crítica permanente y una bajísima intención de voto a los partidos dinásticos que damos por sabida. Y la conclusión es muy simple en términos mercantiles que todo el mundo entiende: los dos partidos nuevos saben vender su producto mejor que los otros, son más agresivos comercialmente, vienen más o menos impolutos, tienen mejor publicidad, conectan con la gente, se hacen entender, ofrecen menos blanco y aguantan mejor las andanadas.
 
Por último, es curioso que un partido originariamente catalán, tenga mucha más intención de voto en España que en Cataluña. Según mis últimas noticias (de diciembre de 2014) estaba en un modesto 2,5% en su tierra de origen. Es un dato interesante que será bueno no perder de vista. Algunos no debieran perderlo tampoco de oída. El coordinador de la campaña del PP, Carlos Floriano, cree que el partido de Rivera se llama Siudatans, sin duda porque le suena a polaco. Aunque de esa manera se cumple la consigna del mando de subrayar siempre que el partido es catalán, o sea, extranjero. Muy inteligente
 
(La imagen es una foto de Wikimedia Commons, con licencia Creative Commons).

dimecres, 18 de febrer del 2015

Golpes de partido.

La escandalizada petición al PSOE de que requiera las actas a Griñán y Chaves es de una evidente y bovina mala fe. Los estatutos exigen la imputación y ninguno lo está. Han sido llamados a declarar en condición de imputados, pero que lo estén o no dependerá de la declaración y mediante auto motivado del juez. O sea, tiene razón Chaves cuando dice que nada ha cambiado con la citación a declarar. Eso es evidente y la escandalera demuestra que el debate político tiene las variaciones del Bolero de Ravel. Lo llamativo es que el portavoz del PSOE, Hernando, fuera incapaz de explicar algo tan elemental y se aturullara en el trago probablemente más amargo de su vida hasta ahora. Como siga así, le quedan muchos. ¿Las declaraciones en hemeroteca de Sánchez y Díaz sobre imputados y actas? En principio, siguen teniendo el mismo valor: tráigame usted los imputados y yo les pido las actas. Pero tráigamelos; no se los invente. Vamos, que no es difícil.

Estas consideraciones no convierten a Palinuro en ciego seguidor de las consignas del PSOE. En un país en el que las gentes del PP no dimiten ni cuando se los llevan los alguaciles, pedir la dimisión o renuncia a dos políticos llamados a declarar porque ellos habían pedido declarar voluntariamente es pasarse varios pueblos puritanos. Y, además, para nada, porque es asunto que va a resolverse en un sentido u otro en breves días.

Mucho más grave para el PSOE es esa declaración de no idoneidad de Tomás Gómez como candidato a la presidencia de la Comunidad. Es para dejar boquiabierto a más de uno. ¡Declaración de no idoneidad! Suena a excomunión, a extrañamiento, quizá a la proscripción de los antiguos romanos. Gómez, enemigo público número uno del PSOE. "No idóneo", ¿quiere decir que queda inhabilitado para aspirar a una nominación? Y eso, ¿puede hacerse así, por decreto? Palinuro no quiere fastidiar, pero suena un poco a un golpe de Estado de cuarto de estar, a golpe de mano dentro del partido. El aparato del partido reduce el terreno de juego de Gómez, le cambia las cerraduras, lo proscribe, mientras el afectado recorre los platós tratando de hilar un discurso coherente.

La cuestión parece ser ahora cómo resolver una pugna entre tres posibles candidatos de momento: Valcarce, Zerolo y Gabilondo. La primera es la opción gomecista, según parece; el segundo tiene más aspecto de espontáneo; y el tercero se declara disponible si se le solicita y, además, se consulta a las bases. Y de cómo se resuelva esta cuestión se encarga una comisión gestora presidida por Rafael Simancas quien habla con la autoridad que da que te hayan quitado la poltrona justo cuando ibas a sentarte en ella.

En la escudería vecina, de IU, un medio daba cuenta ayer de una segunda escisión en IU, al tiempo que informaba de que el grupo capitaneado por Tania Sánchez constituía un ente de cuya composición exacta aún no me he enterado aunque supongo que será abierta, llamado Convocatoria por Madrid . En cuanto al número ordinal de la escisión, si es la segunda o la enésima, depende de cuándo arranque el cómputo. En los últimos días, es posible. Y llamarlo convocatoria por Madrid solo demuestra poca imaginación. Lo de calificarla como de unidad popular revela la voluntad de confluencia en un vigoroso río de esa unidad. En todo caso, es un golpe de partido en defensa, claro es, de aquello que se rompe. Podía haberse llamado Convocatoria por la Unidad Popular, pero eso hubiera dado CUP, con la consiguiente confusión con las CUP catalanas.

En el PP no ha habido golpe de partido ni parece vaya a haberlo. El mando se impone. Solo se conoce un motín sin importancia en la parte de la alcaldía, con la autoatribuida condición de candidata de Esperanza Aguirre, dispuesta por defenderla a echarse en las fauces de Évole como Daniel en las de los leones. En el resto, silencio y a la expectativa de lo que decida el jefe que siempre paga con largueza la lealtad inquebrantable.

divendres, 13 de febrer del 2015

La nave de los necios.


Es el nombre con que se vertió al español la sátira alemana del siglo XV, Das Narrenschiff, que parece más adecuado traducir por la nave de los locos porque el término "necio" tiene una connotación excesivamente despreciativa y ambas acepciones fueron moneda corriente en los siglos posteriores. Cualquiera que haya visto las figuras de Durero de la edición original de Brant y, sobre todo, la tabla del Bosco, coincidirá en que se trata de locos antes que de necios.


Viene a cuento el cuento de la agitación desencadenada en el Partido Socialista de Madrid con la fulminante destitución de Tomas Gómez quien, si se demora diez minutos, no hubiera podido ni recoger sus pertenencias en su despacho, tal fue la prisa de la autoridad por mandarlo a las tinieblas exteriores. Y esas tinieblas envolvieron su espíritu por lo que comenzó a desbarrar, atribuyendo su destitución a fuerzas extrañas, influencias malévolas, miserias humanas, en vez de a su propia incompetencia.

La decisión fue tan drástica, provocó tal enfado en los seguidores del defenestrado, que se hizo necesario pretextar razones de peso para justificarla, al margen de cuestiones personales. Correspondió la tarea a Simancas quien, en estilo profético, justificó la destitución en la seguridad de que Gómez llevaba a los socialistas a una derrota inmensa. Es tradicional atribuir a los locos y los ciegos la capacidad de prever el futuro. Al margen de si se trata de una verdad científica, está claro que a más segura e inmensa derrota llevaba Rubalcaba al PSOE en 2011 y nadie le quitó las llaves del despacho. 

Sin ambages y aunque parezca una perogrullada, Gómez ha sido sustituido porque es sustituible. En definitiva, el último responsable de una derrota, sería Sánchez. Poner luego a reconstituir un PSOE victorioso en Madrid a una comisión gestora curtida en derrotas puede no parecer muy brillante pero tiene su medida de prudencia para evitar una fractura de la organización. Simancas y Lissavetzy son dos perdedores. Cierto que en el caso de Simancas por poco y a traición, pero perdedores. Pero son perdedores de la casa.

Ayer se daba por seguro y creo era hasta oficial, que Ángel Gabilondo sería nombrado candidato a la Comunidad. Al menos, Palinuro lo dio por cierto. No es así. En medio se coló el otro Gabilondo, Iñaki, en su videoblog, avisando de que nadie inteligente se metería en la boca de este lobo, el PSOE. Bueno, tampoco es un lobo, sino una nave de locos y meterse en ella a lo mejor es lo apropiado. Parece, pues, que Ángel da un paso atrás y se lo piensa y, carente de otra excusa, afirma que solo aceptará la nominación si no hay primarias. Tiene su gracia presentarse a unas elecciones pero sin elecciones previas. Ante el escaqueo del exministro, la dirección federal anda buscando un candidato y parece que Trinidad Jiménez lleva muchas papeletas. Otra perdedora. Lo del PSOE parece masoquismo. Perder o ganar la Comunidad de Madrid puede que no sea la cuestión, sino refundar el partido. ¿Sobre qué bases?

El hombre fuerte resulta ser Carmona, ayer revelación en El Intermedio, del Gran Wyoming. Gabilondo, Wyoming, los periodistas hacen y deshacen políticos. Carmona se creció. Su discurso fue electoral y orgánico, mirando hacia fuera y hacia dentro. Hacia fuera, en clave electoral, no dejó de hablar de "los madrileños y las madrileñas"; hacia dentro, en clave de conflicto interno, puso de nuevo las dos manos en el fuego por Gómez, pero aclaró que gozaba del pleno respaldo de Sánchez por quien, llegado el caso, haría lo mismo. Es una actitud inteligente porque siempre le quedará una mano ilesa con la que empuñar la vara de alcalde. Carmona ha demostrado que Duguesclin no optimizaba sus posibilidades. Puede ser el próximo secretario general de los socialistas madrileños.

Fuera del barco ha quedado Susana Díaz, pero porque navega con otro por el Guadalquivir. En ese navío se juega una parte importante de las fortunas del PSOE en las que, sin embargo, las posibilidades de intervenir de los órganos federales son menores, por no decir nulas. Las elecciones importantes, también para Madrid, son las de marzo en Andalucía. Importantes para España, para la izquierda por partida doble y para el PSOE por partida triple. Por eso es esencial abordarlas teniendo Madrid bajo control.