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dijous, 15 de setembre del 2016

Todos contra Sánchez

En la presentación del libro de Guindos, Rajoy no mencionó a Barberá, ni a Soria. A punto estuvo de no mencionar al presentado. No permitió preguntas de los periodistas, si es que había alguno en una sala atestada de ministros, altos cargos, grandes directores de bancos y consorcios y empresarios del IBEX35, todos con sus séquitos. Pero atacó a Sánchez, a quien culpó, en típico acto de proyección, del bloqueo político, del deterioro general de la situación y de anteponer sus intereses (personales o de partido) a los colectivos.

El enemigo por batir es Sánchez. Coinciden prácticamente todos los medios y casi todos los grandes y medianos comunicadores y, por supuesto, la empresa y la banca. Es una presión permanente y un sonsonete continuo: "Sánchez debe facilitar un gobierno del PP", "todo antes que ir a terceras elecciones". Se suma un coro de socialistas de diversa procedencia y distinto peso, unidos en cuestionar el NO es NO de Sánchez y en buscar alguna fórmula para que la oposición a la que el PSOE debe resignarse sea eficaz y controle de verdad el gobierno del PP. En definitiva, por tanto, el discurso es el mismo de Rajoy, los medios y las demás fuerzas vivas: "Sánchez debe facilitar un gobierno del PP", "todo antes que ir a terceras elecciones".

Acabarán culpando a Sánchez del bloqueo, como ya lo hacen Rajoy y la derecha. Es asombroso que prácticamente nadie recuerde que el culpable real del bloqueo es Rajoy. Su talante autoritario, despreciativo, su rechazo a asumir sus muchas responsabilidades políticas, su problemática actitud frente a la corrupción, lo incapacitan para encontrar aliados. Su negativa a retirarse para facilitar alguna alianza del PP es el cerrojo mismo del bloqueo. El país no se mueve porque Rajoy se niega a irse tras haber fracasado en todo.

La cuestión no es solamente que el responsable del bloqueo, Rajoy, acuse a otro, Sánchez, de serlo, sino que mucha gente lo cree o dice creerlo así. Lo que se está pidiendo, en realidad, es que siga cuatro años más en el gobierno de España un hombre que no lo merece y que no seguiría ni una hora en ningún otro país democrático del mundo. Un hombre que preside un partido imputado en varios procesos penales, algo que tampoco se toleraría e ningún otro país de esos con los que España quiere homologarse. Lo que se está diciendo es que el PSOE, con su abstención, amnistíe la corrupción pasada y admita la venidera. Es difícil creer que sobreviviera de hacer algo así.

¡Todo antes que terceras elecciones!

Y ¿qué es ese "todo" que evitaría las elecciones? Los dicen los derrotistas del PSOE: permitir un gobierno en minoría del PP que, controlado por una poderosa oposición, no podría continuar con su política radical de recortes, merma de derechos, ruina del país y desmantelamiento del Estado del bienestar. Quien esto sostiene no conoce mucho España. En primer lugar, la oposición no será nada "poderosa" porque las malas relaciones entre el PSOE y UP lo impedirán. En segundo lugar, el gobierno (PP con apoyo de C's) estará siempre a media docena de votos de la mayoría absoluta y podrá gobernar en minoría con tranquilidad cuando le plazca, sin derogar sus medidas anteriores. En tercer lugar, quien crea que Rajoy cumplirá cualquier promesa que haga con tal de quedarse en el sillón, no sabe de quién se está hablando.

Además, ¿por qué ese terror a las elecciones? Probablemente se da por bueno el vaticinio de un aumento del voto del PP que, según Arriola, puede llegar a 150 diputados. Estos augurios tienen un valor relativo pues, habitualmente, reflejan solo lo que quienes los hacen quieren que pase. A veces lo quieren con procedimientos retorcidos, por ejemplo, mintiendo. Público trae un análisis ómnibus de varias encuestas y, a su vez, vaticina que: Unidos Podemos perdería 7 escaños en unas terceras elecciones, pero la suma PP+C's quedaría igual en 169. Y es Púbico, el digital de Podemos. Dice más cosas. En concreto, que el PSOE aumentará en votos y escaños (como media docena más), mientras que el PP perderá otros seis escaños y un millón de votos. Si mantiene los 169 es gracias a que C's aumenta ligeramente. Es una lectura que se ajusta más a una idea distinta del impacto de la corrupción en la actividad política. Y cabe hacerla aun más optimista. Es poco creíble, que si el PP baja, suba C's y también lo es que la recomposición del PSOE sea tan escasa.

Las terceras elecciones son, ciertamente, la conclusión de un fracaso, pero carece de sentido querer evitarlo a costa de perpetuar el desgobierno y el desastre que nos han traído aquí.

dimarts, 13 de setembre del 2016

Que nada se mueva

Parece mentira, pero algo así puede suceder: Rajoy lo intenta de nuevo y, quién sabe, igual esta vez sale. Al menos es lo que él debe de estar calculando: el PNV puede vacilar (¿no ha dicho Pablo Iglesias que no es de fiar, como si él lo fuera?), o los indepes catalanes, o el PSOE o, ¿por qué no? Podemos. Cosas más raras se han visto.

Pero mientras alguna de estas inverosímiles circunstancias no se dé, por mucho que se presente el Sobresueldos, seguirá sin salir.

Sin embargo, eso no es, no puede ser, bastante. Mientras este hombre esté en funciones, el país seguirá desgobernado (incluso cada vez más desgobernado, a extremos ridículos, como con esa presidenta del Congreso que no es más que la subalterna de Rajoy), la corrupción continuará campando por sus respetos, el deterioro institucional seguirá imparable y la posibilidad de que vuelva a ser presidente del gobierno un sujeto de la catadura moral e intelectual de Rajoy, una probabilidad muy clara.

Es una vergüenza, un desastre sin paliativos que, siendo mayoría los diputados partidarios de un cambio de gobierno, este no se haya producido. Una vergüenza, un desastre, y da una imagen lamentable de la capacidad de los políticos responsables, especialmente de Iglesias, Rivera y Sánchez, por ese orden. Iglesias sigue vetando a Rivera y empujando al pacto al PSOE al tiempo que lo insulta y zahiere; Rivera es incapaz de librarse del PP y sigue a su incondicional servicio; Sánchez no consigue entenderse con los indepes catalanes por su obstinación en negarles sus derechos.

Entre tanto, el presidente de los sobresueldos cada vez más feliz en su tarea de seguir hundiendo el país en esta sima de ignominia y corrupción. El Parlamento, un cámara inservible para el PP desde el momento en que no tiene mayoría absoluta, no pinta nada bajo mandato de una presidenta que pide permiso al del gobierno hasta para suspirar. Esto permite que, con la ayuda de C's, Guindos escurra el bulto del pleno y haga una comparecencia de pacotilla para explicar el escandalazo mayúsculo de haber enchufado (según su inveterada costumbre) a un dimisionario por presumida corrupción para un puesto de sueldo estratosférico y actividad simbólica. Una prueba más de la corrupción general en que vive esta organización de presuntos delincuentes.

El gobierno en funciones, autodeclarado en rebeldía frente al Parlamento, con la valiosa ayuda de un Tribunal Constitucional obediente al mando como la presidenta del Congreso, continúa con sus nombramientos a dedo, no sometido a ningún tipo de control. Hace un par de días renovó a la ex-esposa del presunto corrupto Rato como presidenta de Paradores Nacionales con un sueldo de 14.000 euros al mes. Y no sucede nada.

¿Y qué me dicen del hecho de que la inenarrable Rita Barberá no solamente no haya sido desposeída de su inmerecida inmunidad y entregada a la justicia, sino que ha sido nombrada presidenta de dos comisiones del Senado? ¿Y el nombramiento de ese prodigio de educación y elegancia, Celia Villalobos, como presidenta del Pacto de Toledo?

Lo dicho: los responsables directos de esta indignidad y vergüenza generalizadas están claros: el sobresueldos y la organización de compadres que preside, dedicada al expolio patrio. Pero ¿y los indirectos? ¿Qué pasa con esos políticos que, pudiendo poner fin a este espectáculo denigrante, lo toleran?

¿Es que no ven que, además de robarnos, se ríen de nosotros?

¿O ellos también lo hacen?

dilluns, 22 d’agost del 2016

Pulpo a la gallega

Ahí los tienen, cuatro hombres, amigos por más señas, cariacontecidos en la terraza de un bar en pleno mes de agosto como si estuvieran en un velorio. Ninguno de ellos da un ochavo por la primera ronda de la próxima investidura de Rajoy y tampoco por la segunda. Ni él mismo. Basta verle la cara, el gesto como amargado, la mirada perdida en lontanaza, rumiando su frustración.

 "¿Será posible que no me voten? Con lo que he hecho por ellos. No se puede confiar en nadie. Los de Rivera me dijeron que arrastrarían a los socialistas y... ya ves. Y de los barones y ex del PSOE no quiero ni hablar. Unos inútiles. Cuanto más piden la abstención, más se afirma su partido en el "NO es NO". No los quieren nada. Tampoco los medios me han servido. Hasta El País, que se ha empleado a fondo, no ha conseguido mover a ese zoquete de su empecinamiento. Es indignante: gane usted unas  elecciones y que no se lo reconozcan. Lo lógico es que gobierne el partido más votado igual que capitanea la manada el lobo que más ha vencido. Y esto es un cuento de lobos. Esa falta de sentido de Estado de Sánchez es el único obstáculo real a mi gobierno. Todos los demás son anécdotas intrascendentes, como diría mi maestro, Fraga. Ese sí era un hombre de Estado y no esta caterva de rojos, antisistema y oportunistas. Dicen que NO es NO a la corrupción y quieren que me pase el día hablando de ella e, incluso, ¡válgame el Señor! que dimita por ella. Dimitir yo.... No lo verán sus ojos. La corrupción es muy llamativa, sí, porque, como siempre, hay una campaña, una conspiración contra el PP.  Siempre la ha habido. Lo dije cuando estalló la Gürtel, hace seis años o así. Y tal ha sido, ¿no? La campaña ha seguido y seguido. Una campaña contra el PP, como si todos los del PP fuéramos una ristra de chorizos. No es justo. La mayoría de los políticos es honrada. Son casos aislados, sacados de contexto, magnificados, mediatizados. Conspiración contra el PP, al que ahora imputan haberse beneficiado de no sé qué ilegalidades. Puras patrañas para impedir que se me elija presidente del gobierno. Bien, pueden no votarme en la investidura pero ellos tampoco podrán componer gobierno. La izquierda no da. Solo sirve para obstaculizar el gobierno ajeno. Y, si da, es porque se ha aliado con los separatistas y esa será su tumba. Lo saben. Así que, nada, elecciones en Navidades, el 25 de diciembre. No soy culpable ni responsable de ello. Me han obligado a hacerlo. Esta bien claro, ¿no? La culpa es de Pedro Sánchez por no permitir que yo sea presidente del gobierno".

dijous, 18 d’agost del 2016

Se pide votar a esta gente

La entereza y la decisión que están demostrando Pedro Sánchez, el Comité Federal del PSOE, el partido mismo y sus votantes son un aire de esperanza para la renovación de la enquistada y putrefacta situación española. Sánchez no es un radical, extremista, antisistema, como a veces lo presentan los medios del PP. Tampoco es un adocenado, vendido a la derecha y al neoliberalismo, como suelen presentarlo los propagandistas de Podemos. Es un líder de la izquierda democrática, moderada, reformista, de nivel europeo. El único que, hasta la fecha, aduce motivos de principios y no puros cálculos tácticos para justificar sus decisiones.

Eso los tiene a todos de los nervios.

El presidente de los sobresueldos, fiel a su espíritu franquista, quiere gobernar sin oposición, como dice el mismo Sánchez. En realidad, quiere gobernar como en la Xª legislatura de mayoría absoluta: sin tener en cuenta al Parlamento; sin Parlamento. (Por cierto, a eso contribuyó entonces el PSOE no osando presentar una moción de censura). Y quiere gobernar sin programa y sin un solo compromiso que lo obligue a limpiar el cenagal en que convertido España. Formula un chantaje trufado de amenazas: yo o terceras elecciones, porque debe de pensar que está en su mano impedir un gobierno alternativo. ¿Cómo, por cierto? Pónganse en lo peor. Esto es España.

La decisión de ayer del Comité Ejecutivo del PP y la retranca de Rajoy, riéndose de Rivera y sus famosas seis condiciones, han aniquilado a C's. Estos partidos emergentes son de una tosquedad política patética. Probablemente por ser partidos de aluvión. La única respuesta posible de Rivera a la afrenta de Rajoy de ayer es retornar al "No" y retirarse un poco a meditar si no le interesará mucho más pedir al PSOE la novación de su trato de diciembre.

Los de Podemos también piafan inquietos, mientras parchean las habituales broncas internas de la "verdadera" izquierda. Estaban seguros de que Sánchez (despreciable socialdemócrata al fin y al cabo) se abstendría en segunda vuelta. No estaban preparados para el NO es NO. Pedían con retintín al socialista que se decidiera por el PP o por ellos. Ahora, silencio. Admiten que el PP puede fracasar y recuerdan que están dispuestos a hablar con el PSOE. El recuerdo de la última vez que lo hicieron no anima a confiar en ellos. Aunque ahora quizá sean más de fiar, pues la alternativa es una tercera consulta electoral de la que pueden salir trasquilados. Eso, si no gana la partida en el interior el sector anguitista del sorpasso, dispuesto a que en España gobierne el Cid Campeador antes que el PSOE.

Con los nervios a flor de piel está la vieja guardia socialista, los caballeros de la transición, los jubilados solemnes, el consejo o sanedrín informales de los ancianos. Todos a una piden la abstención del PSOE sabedores de que eso es gobierno del PP. Y el asunto está enconado porque toma forma de un debate interno ideológico/generacional que nadie quiere reconocer como tal, unos por soberbia y otros por elegancia. Los sacerdotes encuentran mucho eco en los medios. El País es su portaaviones. Por contra, los del NO es NO apenas tienen acceso a los medios, pero dominan las redes. Un signo también de los tiempos. A favor del "Sí" (la abstención es un "Sí", dejémosnos de tonterías) guerrean los grandes jefes y los hoplitas. Detrás del Felipe González de que gobierne "el que no lo merece", publica ayer un artículo José María Maravall titulado El Desconcierto que no glosaré por encontrar la argumentación artificiosa y falsa. Basta considerar dos objeciones que responden a dos hechos objetivos e incontrovertibles: a) todo el comparativismo de Maravall descansa sobre el supuesto de que España es una democracia homologable a las europeas y eso no es una tesis que comparta todo el mundo ni mucho menos; b) en las más de 1.900 palabras del artículo sobre la situación política española ahora mismo no aparece ni una sola vez la palabra "corrupción". Eso es más que un error o inadvertencia; es complicidad y encubrimiento.

Sin embargo, este aspecto es decisivo. Porque se pide dejar gobernar a un partido literalmente comido por la corrupción, que tenía -y puede seguir teniendo- maquinarias para organizar mejor el saqueo de las arcas públicas, en todas partes, a todos los niveles, como esa trama organizada en el Ayuntamiento de Valencia para administrar y repartir los cuantiosos ingresos de las mordidas. Un partido que ha colonizado las instituciones con sus deudos y allegados y desmantelado todo lo público en interés de núcleos privados de poder financiero, económico, político, pero todos suyos. Lo más llamativo de esta corrupción es el grado en que está permeado también el tejido empresarial. Se quiere que gobierne un partido que es presunta delincuencia organizada. Cinco investigados por los tribunales tuvieron que ausentarse ayer del Comité Ejecutivo para que la granujería no cantara demasiado y nadie, ni ellos, podría una mano en el fuego por los asistentes.

Se pide igualmente dejar gobernar a un hombre cuya ejecutoria en su anterior gobierno es un desastre, el político peor valorado de la democracia desde hace años, sospechoso habitual de comportamientos ilícitos o inmorales o ambos; un hombre sin palabra (que es lo único que vale en una persona), sin prestigio alguno, sin crédito; un embustero descarado y sistemático. Un  incompetente, marrullero al que su país importa una hija, su gente menos de una higa y solo se interesa por el futbol. Un devoto franquista al que le gustaría gobernar no como presidente democrático sino como dictador a la vista del desprecio que tiene por el Estado de derecho. Uno capaz de dejar en ridículo a otro líder político aprovechándose de su ingenuidad, su oportunismo y su inexperiencia. Un tipo sin principios y sin la capacidad mental para, al menos, intentar fingirlos.

NO es NO.

dimarts, 16 d’agost del 2016

La negociación según los franquistas

Menos de 24 horas han tardado los franquistas del gobierno en soltar un zasca al infeliz Miquel Iceta, que anda tratando de encontrar una salida al enquistamiento con su mejor voluntad. Ni mejor voluntad ni porras en vinagre. La presencia del Sobresueldos es innegociable por tres razones: 1ª) ha ganado dos elecciones; 2ª) lo ha nombrado el Rey; 3ª) no hay otro. La primera es falsa: ha perdido dos elecciones porque es tan inepto que, aun teniendo mayoría en votos, no es capaz de convertirla en escaños y ya hace falta ser burro para eso. La segunda también es falsa: el Rey lo ha nombrado porque es lo que manda el reglamento, si no, ¿de qué? Este Rey no es muy listo, pero tampoco es tonto del bote. La tercera es muy posible: no hay otro... comparable. Claro que no. Un tipo tan falto de escrúpulos como de inteligencia no es fácil de encontrar.

Así que quien se pasa el día diciendo a los demás que tienen que negociar no está dispuesto a negociar nada por su parte. Se tragan ustedes al Sobresueldos o se rompe la baraja.

Como buen criado, Rivera ya ha agachado la cerviz y de decir que votaría "no" a un gobierno de Rajoy, ha pasado a decír que votará "sí" a un gobierno de Rajoy. Es literalmente entregarse al otro sin condiciones, lamerle los zapatos. ¡Ah, no! Rivera tiene su dignidad y ha impuesto siete condiciones a Rajoy para votar en su favor. De las siete, el Sobresueldos ya se ha saltado la primera (poner fecha a la investidura) sin que Riverilla haya dicho esta boquita es mía. Las otras seis, el Sobresueldos se las saltará cuando tenga la aprobación del Comité Ejecutivo Nacional del PP, un órgano lleno de siervos.

Según Rivera, la posición del PSOE con el "no" es "irreal". Para él, que carece de entereza, constancia y moralidad, seguramente sí. ¿Cómo decir que "no" al que manda? Lo lógico, lo "real" es ponerse a su servicio, de felpudo a sus patas. Para los demás, el "NO es NO" es lo único real, racional y moral que cabe hacer hoy.

Para disimular la mala conciencia de haberse entregado sin  condiciones al Sobresueldos y la banda de ladrones, Rivera alza la voz diciendo que no permitirá que Rajoy toque o "matice" una sola de sus condiciones. Vamos, hombre, que la gente te ha calado: no es que vaya a matizarlas, es que se las va a saltar todas.

Y tú, a callar y votar que sí.

NO es NO.

NO es NO

La falta de dignidad en este país es apabullante. ¿Cómo puede querer alguien que gobierne el partido más corrupto de la historia de la democracia? Un partido que tiene a todos sus secretarios generales y tesoreros citados ante el juez y si no lo están también Rajoy y Cospedal debe de ser por alguna oscura razón procesal que es de esperar se aclare en su día. Resulta incomprensible que se pretenda dejar en el gobierno de España a la presunta asociación de malhechores que viene esquilmándola hasta la fecha. El partido que ha privatizado en favor propio y de allegados todas las empresas y servicios públicos que ha podido. El que ha suprimido subvenciones, becas, subsidios, ayudas a los dependientes, mientras se los adjudica a sí mismo, a sus deudos, allegados, padres y demás parentela. El que ha malversado dineros públicos a manos llenas, se los ha apropiado linda e ilegalmente y ha corrompido el conjunto de la administración pública.

¿Cómo puede nadie en serio postular que siga al frente del gobierno un personaje tan inenarrable como Rajoy? El presidente de los sobresueldos carece de palabra por propia confesión, cuando admitió que no podía cumplirla pero que velaba por el interés de España. El interés de España descansa así en la prosperidad de un puñado de mangantes y corruptos y la voluntad del presidente sobresoldado de usarlo como excusa para su pavoroso desgobierno, del que no rinde cuentas, por el que no admite responsabilidad alguna y que no pretende enderezar en absoluto.

Que Rajoy pida la continuidad de Rajoy es esperable para quien conozca la indiferencia de la derecha frente a las opciones cambiantes de la opinión. Que la pida la manga de inútiles que componen su gobierno es lógico. Que la pidan quienes se benefician directamente de la arbitrariedad y el favoritismo del gobierno es natural. Que la pida un partido de la oposición, C's, que hasta hace poco mantenía un "no" al PP y específicamente a Rajoy, es lamentable, pero comprensible, dada la flaqueza de la naturaleza humana y el oportunismo de Rivera. Que la pidan también algunos socialistas relevantes, que tuvieron su momento y hoy están al margen de la política práctica aunque no renuncian a tutelar abusivamente los pasos de la dirección actual, no tiene nombre. Es una indignidad.

La Transición tuvo muy buena prensa en sus comienzos que ha ido perdiendo a lo largo de su trayectoria. Actualmente predomina una visión negativa que le achaca haber sido una pura pantomima continuista de la dictadura. Justamente hoy, después de una legislatura de gobierno claramente neofranquista, la decisión de apoyar que este prosiga durante otra legislatura equivale a reconocer que, en efecto, la Transición fue una especie de gran estafa. Resultará así que su finalidad consistía en un retorno a un franquismo sin Franco y con una pátina de democracia cuya función es disimular el desastre de un gobierno corrupto, autoritario, arbitrario e incompetente. 

NO es NO.

dimecres, 10 d’agost del 2016

Las enseñanzas de Fraga

Fraga no consiguió lo que más anhelaba en vida: ser el presidente del gobierno, mandar. Lo ha conseguido después de muerto. La derecha es franquista, pero el conjunto del país, no; es fraguista. La infacunda labia del prócer gallego impregna hoy el quehacer de la clase política toda.

El que resiste, gana. Es el lema de su más aventajado discípulo, el presidente de los sobresueldos. Atrincherado en La Moncloa no está dipuesto a irse pase lo que pase. Resistir es el lema. Aunque uno tenga la valoración popular más baja de la historia, esté uno desacreditado dentro y fuera del país por su mendacidad y su falta de escrúpulos, y todos lo consideren el obstáculo real a la normalización política española que váyase a saber cuál es.

La calle es mía. La derecha funciona en equipo y se divide el trabajo. Ahora la calle es de Fernández Díaz y su "ley mordaza". Porque la calle tiene que ser de alguien. A los socialistas se les sublevó en 2011 con los indignados de mayo. Pero eso se ha acabado. La calle vuelve ser del orden constituido, con unos indignados escondidos y otros apoltronados.

Cataluña es tierra conquistada. Suena fuerte pero así lo siente la derecha y, cambiando el conquistada por seducida también la izquierda. Para eso se anuncia ya la alianza PP-C's, los partidos del españolismo más coriáceo. El PSOE pretende reñirles el patriotismo y afirma su nacionalismo español "uninacional" con la seguridad de un santo y seña en combate. Pero los otros dos no solo quieren una España una; también la quieren grande y libre. Claro, ¿quién va a querer una España pequeña y cautiva? Así que ya tenemos el programa del próximo gobierno: España, una, grande, libre. Esto suena raro a oídos del PSOE, pero atruena a amenaza a Cataluña. Los catalanes ya sabían cuál era la razón de ser de C's. Ahora lo van a comprobar en sus propias carnes. Rivera trae seis condiciones para dar el sí a Rajoy, de ellas, la de pedir comisión para investigar la corrupción, es innecesaria pues el Parlamento puede imponérsela al gobierno. Otras dos condiciones (abolición de aforamientos y reforma electoral) no dependen de Rajoy pues requieren reforma de la CE. Y las otras tres son irrelevantes y hasta absurdas: pedir que no estén en el partido los imputados en procesos penales cuando el propio partido lo está es esperpéntico; la limitacióm de los mandatos es una tontería y el fin de los indultos a los condenados por corrupción, algo elemental. Lo único que puede poner nervioso a Rajoy es la exigencia de la fecha de investidura, pero esta podrá anunciarse si, como parece posible, ya hay gobierno minoritario de la derecha. Porque se quiere un gobierno básicamente contra Cataluña.

A Fraga le cabe el Estado en la cabeza. La frase no es de Fraga, sino de Felipe González, cuya obvia ilusión es pasar a la historia como el gran estadista en un fecundo otoño. No era verdad que a Fraga le cupiera el Estado en la cabeza; en realidad, no le cabía nada. Y a Felipe González, tampoco. Su talla de estadista se echa de ver en cómo confunde el Estado con el gobierno. Lo que le importa no es que el Estado prospere y crezca, sino que haya gobierno a toda costa, aunque sea un gobierno de ineptos, neofranquistas y presuntos corruptos. Le da igual. El caso es que el gato (el gobierno), cace catalanes, digo ratones.

La derecha y la izquierda carecen de sentido. España, lo único importante. Suena, ¿eh? Cambien "España" por "la patria" y ya tienen ustedes la aportación fraguista al ideario de Podemos, por llamarlo de algún modo. Esa "patria" del emergente no es menos una, grande, libre que la de las derechas, solo que no lo es brusca o impositivamente, sino de modo melifluo. También estos están interesados en un gobierno de las derechas. No quieren una alianza con el PSOE mientras este sea mayoritario frente a Unidos Podemos. Lo dice Monereo, así que todo el rollo ese de la mano tendida y el gobierno de izquierdas y "decídete Sánchez" es pura trola o trile. Pero, al mismo tiempo, tampoco quieren elecciones nuevas porque saben que descienden en picado, una vez que la gente ha visto que, en realidad, Unidos Podemos es la más anquilosada IU, revestida con los afeites de la novedad.

Los socialistas solo aciertan cuando rectifican. Al final, esta es la enseñanza que los sumisos socialistas González, Zapatero y resto de la vieja guardia quieren hacer tragar a Sánchez Castejón: que rectifique su NO es NO a Rajoy. Que se doblegue. Que ceda como cedió Zapatero con el 135, como cedió Rubalcaba con sus infaustos "pactos de Estado". Que se someta a la arbitrariedad, la soberbia, la incompetencia y la animosidad de una derecha a la que el país importa un pepino porque solo se interesa por sus negocios. Y, de paso, que entregue a la gente a cuatro años más de burla, expolio e injusticia. Al final va a resultar que Sánchez es la última esperanza de regeneración democrática del país. El hecho de que todos los demás, absolutamente todos, los partidos políticos, (empezando por Podemos), los medios de comunicación, los empresarios, la iglesia, manadas de intelectuales y la vieja guardia socialista concentren su fuego sobre el PSOE y sobre Sánchez en concreto está magnificando su figura. Va a resultar también que Palinuro no iba tan descaminado en su carta abierta a Pedro Sánchez, de hace unos días, que lleva 48.000 lecturas.

Y para que el alma de Fraga no sufra, véase cómo Sánchez, precisamente, también ha sabido rectificar: ha cambiado el adocenamiento, la complacencia, el seguidismo y la falta de nervio del PSOE por un claro y nítido

NO es NO.

dimarts, 9 d’agost del 2016

NO es NO. El oprobio no puede seguir

Los analistas políticos suelen enfocar sus interpretaciones basándose en elementos políticos (como es lógico) y también jurídicos, económicos, sociales, etc. Rara vez abordan cuestiones caracteriológicas. Los cotilleos en que suelen caer con frecuencia tienen poco que ver con consideraciones de tipo psicológico. Y, sin embargo, estas suelen ser decisivas. Por ejemplo, España lleva más de cuatro años gobernada por un personaje indigno porque indigno es quien falta a su palabra y más si lo reconoce, como hizo en su día Rajoy, y hasta se jacta de ello. Ese fue su comienzo: mentir para ganar las elecciones de 2011 y, acto seguido, incumplir todos sus compromisos. Faltar a su palabra y sentar así un ejemplo de bajeza moral que ha acabado por impregnarlo todo

La política tiene mala fama. A ella le gustaría ser comparada con las justas medievales de caballeros, pero la opinión común la asocia más bien a la picaresca. Aun así, la picaresca también tiene sus puntos de honor, como saben los lectores de El Lazarillo de Tormes. La situación de la España oficial desde 2011 está muy por debajo de la picaresca. El hombre sin palabra que ocupó la presidencia se rodeó de un equipo y se apoyó en un partido (a su imagen y semejanza) que no le iban en zaga en punto a inmoralidad y falta de escrúpulos.

Con una arrolladora mayoría absoluta, la X legislatura es la historia de una involución democrática brutal. Los gobernantes, todos ellos neofranquistas de raíces biológicas y/o ideológicas, carentes de cualquier convicción democrática, tomaron el Estado al asalto por considerarlo cosa suya. Todo quedó sometido a su arbitrariedad: los medios públicos y bastantes privados, férreamente controlados; el Parlamento, ignorado; la Judicatura constantemente agredida en su independencia, la administación pública al servicio de sus inquinas políticas. Y el saqueo del erario ha sido generalizado, alcanzando la corrupción cotas nunca vistas y la Iglesia, como siempre, un Estado dentro del Estado. Retroceso de todas las libertades y derechos, legislación autoritaria en todos los órdenes, impopular y clasista a extremos rabiosos.

El ataque a la democracia y al Estado de derecho fue y es tan arrollador que dejó desconcertada a la oposición de entonces. Y desconcertada sigue. En la X legislatura coadyuvó con su ineficacia e inacción a mantener la superchería de que una presunta asociación de malhechores fuera un partido político y que un gobierno tiránico, que no respetaba la división de poderes, tuviera algo que ver con un Estado de derecho. El desconcierto, la inactividad, acabaron por convertirla en cómplice de la deriva dictatorial. Una dejación de funciones del PSOE sobre todo que explica el surgimiento de Podemos.

Pues bien, la complicidad con la deriva dictatorial puede convertirse ahora en complicidad con esta especie de golpe de Estado en diferido por el que un gobierno en funciones se declara en rebeldía frente al Parlamento, interfiere en el Tribunal Constitucional y adopta decisiones sin tener competencias para ello en el asunto más grave hoy en España que es el de Cataluña. Todos los intentos de empujar a Pedro Sánchez y al PSOE a permitir un gobierno de los mismos indignos personajes implica una aceptación del oprobio y una complicidad con sus causas.

NO es NO. El oprobio no puede seguir. Las izquierdas tienen que ser capaces de acordar un gobierno, haciendo a un lado cualesquiera consideraciones tácticas. Sobre todo Podemos tiene que ganarse la confianza perdida deponiendo de una vez su proyecto de fagocitar al PSOE y aceptando su posición de segundo orden en la alianza.

Lo contrario es ir a tercerass elecciones. La minibomba del CIS de ayer apunta en la dirección del sentido común. En unas nuevas elecciones, Podemos cae y también lo hace el PP; el PSOE sube. Exactamente ¿en cuánto? Esas son ya cosas de cifras, en las que la cocina del CIS tiene manga ancha. La cuestión es clara y pertenece a un horizonte de esperanza. Si el PSOE mantiene su NO, será un faro de un voto regeneracionista que movilizará a mucha gente. Querer frustrar esa esperanza, como tratan de hacer los barones y jarrones del PSOE, significa devolver a este a la complicidad con el oprobio.

NO es NO. No haya miedo. Que los partidos deben entenderse es obvio. Que deban hacerlo a calquier precio, por ejemplo, al de prolongar el oprobio por el chantaje del presidente de los sobresueldos no lo es en absoluto. Antes está preguntar de nuevo a la gente y que la gente diga si quiere seguir en el oprobio o librarse de él.

divendres, 5 d’agost del 2016

La conjura de los necios

¡Qué barbaridad! ¡Cómo está el patio! El bueno de Sánchez -que parece tener fibra- debe de estar soportando presiones, impertinencias, chantajes, amenazas y homilías sin cuento. El bloque continuista ha perdido el Oremus. Sus componentes, el PP con Rajoy mucho Rajoy y muy Rajoy a la cabeza, la patronal, la Iglesia, los demás partidos políticos (Podemos incluido), los medios de comunicación al alirón (azuzados por El Pais) y los camisas viejas y vieja guardia del PSOE ya no saben qué hacer para evitar las terceras elecciones a base de aguantar un segundo mandato de ese extraterrestre que es el presidente de los sobresueldos.

La fronda del PSOE lanzó ayer un torpedo a la línea del NO de su partido con las declaraciones de Zapatero, pidiendo que se abra un diálogo interno sobre la abstención. Odón Elorza también se rinde a la abstención, aunque pone condiciones estrictas. Son pesos pesados y no desacreditados como lo están González, Bono o Rubalcaba. El llamamiento del PP, sin embargo, les hace un flaco favor porque da a entender que se ha forjado un consenso vergonzante con los socialistas de derechas que prefieren un gobierno de Rajoy ("aunque no lo merezca", dice González) a un gobierno de izquierda o unas terceras elecciones. En el consenso entra también Podemos. Su cabeza de lista en el País Vasco afirma que un gobierno de Rajoy es preferible a unas nuevas elecciones.

La centralidad política ha recaído manifiestamente sobre Sánchez, para desesperación de quienes iban a asaltar los cielos y ahora se encuentran en una posición de irrelevancia que puede incluso empeorar si se celebran nuevas elecciones.

En todo caso, no merece la pena detenerse en estas pequeñeces. Como tampoco lo es recordar por enésima vez que esto es un régimen parlamentario, con una lógica de mayorías y minorías; que corresponde al partido mayoritario articular un gobierno viable, para lo cual debe emplearse a fondo. Todo vale,  incluso el ridículo de inmiscuirse en los asuntos internos del partido de la oposición. Se descubre así por pura ineptitud el elenco de esta conjura de necios: Rajoy, González, Rivera, Cebrián, Rosell,  Iglesias, Zapatero y resto de barones quieren lo mismo: un gobierno del PP, un partido imputado en diversas causas por corrupción y presidido por un hombre que ha dado pruebas abrumadoras de no ser apto para el cargo.

NO es NO.

dimecres, 27 de juliol del 2016

El horizonte penal del PP

Años lleva Palinuro sosteniendo que el PP no es un partido político al uso, sino una asociación de interés integrada por gentes que van a lo suyo sin ningún tipo de miramientos para las leyes. Lo único que las mantiene unidas es exactamente eso, el interés y provecho propios. Lo mismo vienen diciendo los jueces, que se trata de una asociación compuesta por presuntos malhechores, de forma que ya la han imputado en un par de procesos penales. Al partido, como persona jurídica, por beneficiarse de los chanchullos de la financiación ilegal que en el PP parece ser práctica ordinaria. Tanto es así que, en puridad de las cosas, se deberían anular muchas de sus victorias electorales por haber sido producto de malas artes.

Ahora es otra jueza la que procesa al partido y a dos o tres altos cargos (entre ellos, la tesorera) por haber destruido los discos duros de los ordenadores de Bárcenas cuando este también era tesorero. Los pedía otro juez, encargado de los papeles de Bárcenas a petición del encausado. Pero fueron destruidos a conciencia, dice el auto, para que quedaran, como quedaron, absolutamente inservibles. La jueza presume un delito de encubrimiento. Es una evidente destrucción de pruebas quizá incriminatorias para mucha gente de la organización.Una obstaculización de la justicia en beneficio de los compinches, práctica habitual en las organizaciones mafiosas.

El fiscal en la misma causa contra Bárcenas y a petición de este, que parece dispuesto a "tirar de la manta" ha aceptado que se cite a declarar como testigos a todos los extesoreros del PP (Alvarez Cascos, Arenas, entre otros), aunque no a Rajoy y Cospedal, se ignora por qué ya que, en principio, tesoreros han sido los dos como los otros y mientras se producían las prácticas ahora subiudice. En el caso de Rajoy no solo se trata de un extesorero sino del presidente del Partido. Un presidente ausente pues, como hace en la otra presidencia, la del gobierno, no acepta responsabilidad alguna por las tropelías que se hayan podido cometer y de las que es políticamente responsable, quiera o no.

En esa asociación los presuntos malhechores con usos de mafia no solo cometen delitos por los que nunca dimiten ni se les pasa por la cabeza, como se prueba con el caso de Rita Barberá, aforada exprofeso para ponerla fuera del alcance de la justicia, sino que destruyen la confianza de la ciudadanía en la justicia y establecen el reinado del latrocinio y la corrupción como normas habituales de comportamiento de sus cargos, públicos o del partido. Precisamente el hecho de que el partido sea una asociación privada con relaciones privilegiadas con las instituciones públicas es lo que propicia la extensión de la corrupción.

A esta asociación de presuntos malhechores, muchos de ellos en diferentes momentos procesales de su horizonte penal, a esta caterva de mangantes, quieren mantener en el gobierno los socialistas excedentes de cupo, las viejas glorias o viejas infamias, que ejercen o quieren ejercer una especie de tutela sobre la actual dirección del partido, hecha de bisoños. Piden la abstención de los socialistas en la investidura de Mariano Rajoy (algo con lo que este estaría encantado) so pretexto de la urgencia de un gobierno en "interés de España". La solicitud es tanto más descarada cuanto que el propio Rajoy no ha hecho gesto alguno que evidencie una voluntad de generación, sino todo lo contrario. Ha propuesto como presidenta del Congreso a una ex-ministra que tiene una responsabilidad política evidente en la gestión de uno de los peores accidentes ferroviarios de los que se guarda memoria.

Por lo demás, aunque hubiera realizado no un gesto sino toda una pantomima en favor de la regeneración del sistema político, es metafísicamente imposible que lo lograra por cuanto ha sido el el principal causante de su degeneración. Además, si alguna vez tuvo crédito, lo malbarató tras una serie de pomposos anuncios de sucesivas reformas legislativas en pro de la regeneración y la transparencia democráticas que nunca llevó a cabo ni sirvieron para nada.

El PSOE debe entenderse con Podemos y con los indepes catalanes o, si no se logra, quizá con Podemos y C's para un gobierno transitorio de uno o dos años, en cuyo tiempo se tomen las medidas urgentes para afrontar la situación de emergencia

Si esto tampoco se consigue, corresponden terceras elecciones.

Lo que no se puede defender es una prolongación de la actual situación de deterioro, bajo la forma de cuatro años más de agonía, al cabo de los cuales el país puede estar dirigido desde Soto del Real.

NO es NO.  

dimarts, 19 de juliol del 2016

El limbo

Poco a poco la razón se abre camino. En una reunión a puerta cerrada del grupo parlamentario socialista, Sánchez parece haber dicho que hay que contar con los indepes catalanes para garantizar la gobernabilidad del reino. Es preciso, dicen que ha dicho, sacar a estos catalanistas del limbo. Sanos y racionales propósitos. Carece de sentido despreciar ocho posibles votos, quien sabe si diecisiete, por un juicio de intenciones respecto a cuáles sean las  de los nacionalistas catalanes. Sin olvidar que Francesc Homs hace un par de días formuló la predisposición catalanista a la tarea sin la condición previa del referéndum. Palinuro calificó el gesto de giro copernicano y parece que Sánchez lo ha entendido.

Es decir, el que ha salido del limbo es el propio Sánchez. La combinación PSOE+Podemos+indepes catalanes y PNV son 178 escaños, mayoría absoluta. Fuera Rajoy y el PP. Inicio de una etapa de regeneración democrática en todos los sentidos del término. Sería mayúscula irresponsabilidad no lograrla.

Visto que el grupo socialista ha aceptado con agrado (y alivio, supongo) el nuevo propósito de Sánchez, este ya solo tiene que convencer al Comité Federal de que retire esa ridícula y autoritaria condición de no aceptar nada de los indepes catalanes, ni siquiera su abstención. Los del Comité Federal no precisan salir del limbo porque no están en él. En realidad, no hay sitio para ellos en la mitología católica. Sería más apropiado verlos en el Erebo de la mitología clásica, que es el lugar del reino de Hades reservado a él mismo y a Perséfone y desde el que se asciende directamente al Olimpo, sede exclusiva de los dioses. Los católicos admiten que, tras unos trámites, las almas salen del Purgatorio, camino de la gloria del Señor. En Grecia, las almas permanecen perpetuamente en una zona de felicidad no olímpica, los campos elíseos. Las que no alcancen esa ventura se quedan en el campo de los asfódelos, que es una especie de limbo griego.

Con esta decisión de Homs y Sánchez, el juego parlamentario está ahora en campo abierto. Mr. Sobresueldos ya sabe que no tiene apoyos para la investidura, y puede repetir la espantada del 20 de diciembre. Lo anima seguramente el cálculo de que la decisión/no decisión (tema 4 de la teoría de la elección racional) provocará las terceras elecciones generales en un año para exasperación de la parroquia. Y así será salvo que la izquierda -con el apoyo del PDC y el PNV que, al lado del PP son casi grupos espartaquistas- se aglutine y garantice el gobierno citado con sus 178 votos. Cosa esta probable por cuanto los socialistas y los indepes han hecho lo primero, y quizá lo único, que deben hacer los politicos: hablar.

Con estas conversaciones/negociaciones, el PSOE afirma su posición pues, habiéndose distanciado de C's, no queda reducido al diálogo con Podemos; tiene más interlocutores. El afianzamiento es obvio: si Homs y los suyos no ponen el referéndum como condición, ¿qué sentido tiene que lo haga En Comú Podem que, además, no es independentista? Si Domènech cambia su anunciado voto negativo por otro positivo, se habrá restaurado la unidad de voluntad de Podemos. Y ya estaríamos todos en el campo de los asfódelos, a un paso de los campos elíseos. Los de izquierdas sabemos que los mortales no tenemos acceso al Olimpo. Los católicos, que sí se creen inmortales, aspiran a llegar a la gloria, al cielo, a veces, al asalto. Las izquierdas socialdemócratas, más realistas, se conforman con el elíseo que, con relación a la gloria cristiana, es como el Estado del bienestar frente a la sociedad sin clases.

Y ahí es donde está ahora el meollo de la negociación. A ver si Podemos encuentra alguna razón para frustrar la formación de un gobierno de izquierdas. Camino parece haber emprendido con esos chanchullos para la composición de la mesa del Congreso que demuestran dos cosas: a) que los de la "nueva política" son como los de la vieja y revenidos; b) que el líder parece de nuevo empeñado en una de esas fintas que él considera de refinamiento florentino pero suelen terminar como un gag de Buster Keaton.

Y, pues la teoría y la praxis se alimentan mutuamente, hoy es el momento de aplicar la doctrina que su máximo referente intelectual, Gramsci, llamaba la "filosofía de la praxis". De no darse esa solución, la mesa del Congreso estará presidida por doña Ana Pastor, ministra en funciones y con la marca de ganadería apropiada con la S de sobresueldos. Contará asimismo con dos miembros más del PP y dos de C's. Los otros cuatro, para PSOE y Podemos. Predominio de la derecha en un Congreso con mayoría de izquierda. Califiquen ustedes esto y no sean muy duros en los adjetivos. Difícil, ¿verdad?

La composición de la mesa es la prueba de fuego de la intención de formar un gobierno de izquierdas. La composición podría ser: dos del PSOE (con la presidencia), dos de Podemos y un catalán. Los otros cuatro, a repartir entre PP y C's como San Cosme y San Damián se lo aconsejen.

Detrás de estas combinaciones hay toneladas de ideología, doctrina, política, idea nacional y mil cosas más para solaz de analistas, expertos y columnistas. Pero el objetivo esencial, desalojar del poder a la derecha, se cumplirá.

España no puede seguir al mando de un gobierno minoritario de la derecha (¡y qué gobierno! ¡Y qué derecha!) cuando la mayoría del Parlamento es de izquierdas.

Porque lo es. Ahora mismo.

diumenge, 17 de juliol del 2016

La derecha no tiene extremo; el extremo es la derecha

Ayer acompañamos a nuestro amigo Lex Rietman, un periodista holandés afincado en Barcelona, a una visita a los lugares de la memoria franquistas. Lex tiene el encargo de de hacer un reportaje para un periódico y una radio de los Países Bajos respondiendo a la pregunta: ¿por qué no hay en España partidos de extrema derecha, enemigos de Europa, xenófobos, racistas?

La respuesta es obvia: porque están todos en el PP. En el partido que gobierna hoy España, como sabe todo el mundo, se acumulan los casos de autoridades locales, alcaldes, concejales, franquistas recalcitrantes que se manifiestan en las redes brazo en alto, honrando simbología fascista o amenazando a los rojos, los republicanos o los extranjeros. El PP sostiene que se trata de casos aislados, lo cual sería una excusa si de verdad fueran aislados (y no una serie que no para) y si afectaran a los demás partidos. Pero no son ciertas ninguna de las dos cosas. En el PP de hoy se acumulan todas las tendencias fascistas en alegre confusión con los monárquicos, tradicionalistas, democristianos, "liberales" y anarco-capitalistas.

En España no hay partidos de extrema derecha (fuera de la media docena de orates que todo el mundo conoce) porque el ideario y programa popular son los de estos partidos si bien con cierto disimulo para no levantar sospechas. Sus partidarios hablan siempre de centro derecha con el clásico fin de mixtificación de todos los discursos de la derecha pero basta con mirar una reunión del consejo de ministros hoy día para ver que ahí no hay ni uno que sea de centro, al estilo de la UCD.

A fin de empaparnos bien de las raíces de lo que hablamos fuimos al Valle de los Caídos, al Palacio del Pardo y al Arco de la Victoria de La Moncloa.

A la vista del adefesio de la basílica de los caídos se entiende la perplejidad de los españoles de hoy. ¿Qué hacer con él? Dinamitar tamaño atentado a la naturaleza y al arte al mismo tiempo, como le pide a uno el cuerpo, quizá no sea eficiente. En todo caso, mientras se adopta una decisión colectiva razonable, lo que es imperativo es sacar los restos de Primo de Rivera y Francisco Franco y entregárselos a sus familiares. Carece de sentido que ante y tras un altar del culto católico y financiado con el dinero de todos se encuentren el fundador del partido fascista español y el general perjuro que sumió a su país en una terrible guerra civil, con genocidio incluido, en defensa de los intereses de los ricos, los oligarcas y los curas.

En el Palacio del Pardo, un curioso edificio erigido originalmente en el siglo XVI y dedicado casi siempre a residencia de los reyes españoles para sus temporadas cinegéticas, también se alojó Francisco Franco entre 1940 y 1975. Y probablemente por los mismos motivos: mientras sus soldados, policías, guardias civiles, curas, requetés, falangistas y otros chulos y criminales cazaban a los rojos y republicanos en España, él, cazaba gamos en El Pardo. La visita al palacio -parte del Patrimonio Nacional- es obligatoriamente guiada, se hace a toda velocidad y se seleccionan los temas que se tocan de acuerdo con un criterio evidentemente censor para encubrir la personalidad de un sanguinario dictador por el que hay un verdadero culto oculto en todo el complejo y, quizá, en todo El Pardo.

La última etapa, el arco de La Moncloa que, para vergüenza de los madrileños, sigue llamándose de la Victoria. La inscripción del ático es una metáfora de la propaganda y la mentira franquistas: "Fundada por la munificencia del Rey y restaurada por el Caudillo de los españoles (la ciudad universitaria), sede de los estudios madrileños, floreció a los ojos de Dios", en 1956.

El Caudillo de los españoles, que es quien destruyó la Ciudad Universitaria al convertirla en campo de batalla, pretende pasar a la historia como quien la restauró. Lo mismo que el PP actual, que quiere aparecer como defensor de la regeneración de la democracia cuando es él quien la ha hecho degenerar.

No hay partidos de extrema derecha en España porque la extrema derecha está en el PP. Se ve invirtiendo la pregunta: ¿por qué suele haber dos grupos de derechas en los países europeos? Porque la derecha democrática combatió el fascismo con las armas en la mano en la Segunda Guerra Mundial, mientras que la derecha española es la heredera directa de ese mismo fascismo que no fue derrotado militarmente sino que alcanzó la victoria, como se atestigua hoy día con ese arco de la vergüenza.

dimarts, 5 de juliol del 2016

No, no, no y no

Hay vientos de fronda en el PSOE. Unos propugnan "no cerrado" al PP; otros, la abstención en primera o segunda vuelta; otros, creyéndose más refinados, un gambito de un par de diputados para facilitar la investidura de Rajoy; otros, incluso, una gran coalición. En efecto, tormenta de ideas. Eso está bien. El partido prueba ser plural y algo más democrático que los demás. ¿Cuántas voces piden en el PP que se retire Rajoy a quien muchos consideran el principal obstáculo a cualquier entendimiento? ¿Cuántas en C's piden la dimisión de Rivera por haber fracasado en las elecciones? ¿Cuántas en Podemos piden abandonar ya la retórica asaltacielos y forzar un gobierno de progreso?

Todas las combinaciones giran en torno al PSOE. La misma situación que el 20 de diciembre, pero desmejorada para la izquierda. Cosa que debe agradecerse a la decisión de Podemos de bloquear un gobierno de progreso.

Las mentadas opciones del PSOE están sobre la mesa y los socialistas deben debatirlas a plena luz del día y justificar por qué eligen la que elijan. Un debate en el que debemos participar todos porque a todos nos afectará su resultado.

Para Palinuro, la opción más razonable es "no" en todos los casos: primera o segunda vuelta; con Rajoy de candidato o con Perico de los Palotes. Es "no" al PP. No a la corrupción, a la incompetencia, al autoritarismo, al desprecio a la gente; al robo sistemático y organizado, a la manipulación de los medios, a la politización de las instituciones, a la represión de la ciudadanía, a un neoliberalismo salvaje que ha cargado el peso de la crisis sobre los jóvenes, los parados, las mujeres, los emigrantes, los dependientes, los inmigrantes y los pensionistas. No a la derecha neofranquista que ha provocado un enfrentamiento inaudito con Cataluña y se niega a hacer justicia a los más de 100.000 compatriotas asesinados y enterrados en fosas comunes. No a la indignidad y la vergüenza internacionales.

Desde el punto de vista de la finezza parlamentaria, abstenerse aquí o allí, prestar dos diputados o darlos transitoriamente de baja con una enfermedad ficticia, es persistir en este remedo de normalidad democrática, como si el país no viviera una crisis política y moral, además de la social y económica de las que todo el mundo habla. No es asunto de táctica parlamentaria. Es de principios. No es posible seguir si no hay una labor de regeneración democrática creíble e inmediata: se debe poner fin a la corrupción; ningún procesado, imputado, pendiente o sospechoso de serlo, puede ocupar cargo alguno, empezando por el presidente del gobierno; un partido imputado por los jueces de lo penal no puede gobernar; tiene que imperar la trasparencia. Y nada de esto será creíble si el parlamento encarga esta labor regeneracionista a un gobierno que ha sido y sigue siendo causa y amparo de aquella corrupción.

El PP ha ganado las elecciones por mayoria relativa. Sostiene que le corresponde formar gobierno. Nada se lo impide. Que lo intente como quiera y que cada palo aguante su vela. No me consta cuál sea la actitud de C's. Creo que no le consta a nadie; ni siquiera a sus miembros. Tampoco estoy seguro del ánimo del PNV. Parecen proclives a intercambiar el "si" a Rajoy por el acercamiento de los presos. El voto de Coalición Canaria (CC) actúa, me parece, como indican sus siglas en internet, Creative Commons, o sea, votará por igual al PP o al PSOE. Si todas las alianzas le salen, el PP tendrá 175 escaños y gobernará en una precaria situación, amenazado de inoperancia. Cierto que esto parece dársele muy bien al presidente de los sobresueldos, pero no sé si los poderes fácticos van a tolerárselo.

Si le fallan aliados, Rajoy puede ofrecerse también, por supuesto. Pero se abre una posibilidad de formación de un gobierno alternativo encabezado por el PSOE. Esta posibilidad -que Palinuro ya propugaba el 20 de diciembre y sigue propugnando hoy en condiciones más difíciles- es muy compleja pues requiere conciliar posiciones escasamente coincidentes (C's, Podemos, independentistas catalanes, nacionalistas vascos y Creative Commons). Merecería la pena, sin embargo, indagarla, de no ser porque tengo la sospecha de que Podemos -igual que el 20 de diciembre- excluye de antemano todo gobierno con el PSOE.

Dijeran lo que dijeran en la campaña, Unidos Podemos salieron a ganar al PSOE, no al PP. No lo consiguieron, pero sí que no pueda formar gobierno. Ahora la cosa es esperar en la oposición, mientras gobierna el PP y, en las próximas elecciones, el PSOE muerde el polvo o su cadáver pasa por delante de la puerta morada. Eso es exactamente el discurso de Iglesias en este momento: hemos triunfado; pero no lo suficiente; hay que esperar cuatro años. Ya no dicen, como en la campaña, que el PSOE tendría que elegir entre hacer presidente a Rajoy o al sosias de su fundador que, para mayor guasa, decía ser socialdemócrata. Ahora dicen que ellos no están para nada, no vaya a ser que a Sánchez se le ocurra elegirlos. ¡Menudo compromiso!

No merece, pues, la pena devanarse los cascos pero sí cabe hacer una propuesta bienintencionada. Es verdad que buscar acuerdo entre aquellas fuerzas políticas tan enfrentadas en campos tan diversos es muy difícil. Por eso, la razón ordena ir por una vía fácil: ¿y si hubiera un mínimo común denominador? ¿Y si cupiera poner a todas de acuerdo en un punto común?

Porque ese punto comun existe. Es echar a Rajoy y al PP del gobierno. Es la tarea prioritaria. Poner fin a este bochorno, esta indignidad, este desgobierno corrupto de un partido que tiene que dar de baja ejecutivas enteras aprovechando que la policía las reúne en un furgón de detenidos. Es el requisito para que cualquier medida posterior pretenda legitimarse. Sería un gobierno presidido por el PSOE con un acuerdo entre caballeros de que, habiéndose aclarado la situación, depurado las responsabilidades políticas y penales de este gatuperio, se sometiera a una cuestión de confianza y, caso de perderla, convocara elecciones anticipadas.

Pero eso son especulaciones, lo reconozco. Queda la mencionada vía de que cada palo aguante su vela. La vela del PSOE es el "no" por cuestiones de principios y no (aunque también) de elegancia parlamentaria. Al PSOE le ha costado mucho prestigio y apoyo electoral la acusación de haberse convertido en un partido dinástico, directamete implicado en las francachelas de la segunda Restauración, un régimen corrupto. El apoyo a la monarquía, a la Iglesia, a los poderes fácticos, el neoliberalismo, el centralismo más ciego lo han hecho derivar hacia un partido antiguo régimen por utilizar una expresión gráfica aunque no muy correcta. Es el momento de clarificar muchas cosas. Civilizadamente y sin presuponer que solo cabe aceptar con humildad las imposiciones de la derecha neofranquista, apoyadas por un tercio de los votantes y la cuarta parte de la población, si llega. Hacer ojos ciegos a esto es de una irresponsabilidad difícil de imaginar. 

Cualquier gobierno del PP, partido empeñado en obstruir la justicia en cuantos asuntos penales está directa o indirectamente implicado, equivaldrá a sancionar la perpetuación de la injusticia.

dimarts, 28 de juny del 2016

Mañana, conferencia de Palinuro en Luxemburg

Según los datos que se aportan en la ilustración del post, la conferencia, con el título genérico de La situación política actual en España y Cataluña tendrá lugar en el Centre Català en Luxemburgo, sito en 88, Rue de la Semois, L-2533 Luxemburg. Para mayor información, remito a la página del centro.

Ya imaginan las amables lectoras que el título de la charla es deliberadamente ambiguo para que se pueda hablar de todo. Mi intención es hacer un estado de la cuestión acerca de la República Catalana y analizar luego cómo afecta a las perspectivas de esta el resultado de las pasadas elecciones generales españolas. Si es que al final hay tal resultado porque corre por las redes una petición de Avaaz para que haya una auditoría externa de los resultados electorales que huelen a pucherazo que te matas. Invito a firmarla. Yo lo he hecho.

Nos vemos mañana en la sede del Centre Català de Luxemburg.

dilluns, 27 de juny del 2016

Desastre sin paliativos de la "verdadera" izquierda y Cataluña

Y no será porque no se les advirtiera, porque no se les argumentara que iban por el camino equivocado, porque no se les recomendara que parasen y tomaran perspectiva de lo que estaban haciendo. Está escrito: aquellos a quienes los dioses quieren perder primero los vuelven locos, y ciegos y sordos. Envueltos en la más injustificada arrogancia, en una petulancia sin límites, borrachos de halagos autopronunciados, enfermos de narcisismo y egotismo; rebosantes de oportunismo sin principios que los llevaba a instrumentalizarlo todo, personas, ideas en pro de su desmedido afán de poder; carentes de auténticas referencias morales; controlados y manipulados por el revanchismo comunista de un personaje como Anguita, que solo respira odio y anhelo de venganza; comidos por la cursilería y la hipocresía, se han dado una castaña mayúscula, de proporciones, estas sí, históricas.

Y no solo eso, han destrozado las esperanzas de buena fe de mucha gente.

Y no solo eso: han traído ellos solitos un gobierno de la derecha en el enésimo ejemplo de la pinza comunistas/derechas de toda la vida.

En fin, aquí mi articulo de hoy en elmon.cat.

Y aquí, la versión castellana: 

Rotundo fracaso de la izquierda
                                                                                         
Las izquierdas no se pusieron de acuerdo tras el 20 de diciembre y forzaron la repetición de elecciones cuando había varias fórmulas posibles de gobiernos de más o menos progreso (PSOE-Podemos-JxSí; PSOE-Podemos-Ciudadanos). El resultado de esa repetición es un fracaso mayor si cabe, prácticamente una catástrofe para la izquierda.

La derecha que no podía formar gobierno el 20 de diciembre, sale ahora reforzada y, con  el 98,5% del voto escrutado, se sitúa en 169 diputados (sumando PP y C’s) a siete de la mayoría absoluta, que, de obtener un diputado más, podría negociar con el PNV y Coalición Canaria.

C’s se ha desinflado, pero adquiere una relevancia insospechada como partido junior en una coalición de la derecha. Si el PP acepta la condición impuesta por Rivera de licenciar a Rajoy habría un gobierno de coalición de la derecha en minoría que solo necesitaría una geometría variable de abstenciones de los demás grupos, algo perfectamente practicable.

El PSOE y Sánchez en especial, han quedado por debajo del resultado del 20 de diciembre, que ya era el más bajo de su historia democrática. Para Sánchez, sin  duda, un  fracaso que pone en cuestión su liderazgo en el partido. No es probable que un nacionalista español tan  obcecado y rígido como este admita la posibilidad de que el jacobinismo socialista sea el responsable del desastre del PSC, que no levanta cabeza. Pero es un  hecho: Cataluña, el otro baluarte socialista en el Congreso junto a Andalucía, se ha convertido en un territorio residual. Y el PSc en un partido prácticamente simbólico en Cataluña, como el PP, cosa que debiera hacer reflexionar a sus líderes si fueran capaces de ellos.

Pero el batacazo mayúsculo se lo ha llevado Podemos que aburrió a la cabaña nacional con una campaña de diseño de una cursilería insoportable, hecha de colorines, sonrisas, ilusiones y pura demagogia populista, orientada al sorpasso que iba a garantizarle, por fin, la hegemonía de la izquierda. Y con la hegemonía, el regreso a las esencias patrias, la recuperación de la democracia y la dignidad, el progreso y la modernidad de formas e ideas. Todo pura balumba.

Ni sorpasso, ni hegemonía, ni nada. En resumidas cuentas, lo único que ha conseguido Podemos al provocar las elecciones repetidas ha sido traer una gobierno de la derecha más cavernícola que ha habido en el país desde la muerte de Franco. Es el resultado habitual de la pretensión comunista de derrotar a la socialdemocracia, en buenos o malos términos, con más o menos argucias teóricas. En el fondo, guste o no guste, es el resultado de la eterna pinza entre el comunismo y la derecha para impedir el gobierno del socialismo democrático.

Pero hay más y más grave. Con el resultado del 20 de diciembre era muy difícil pero posible formar un gobierno de izquierda, siempre que se propiciara el voto favorable o la abstención de los independentistas catalanes, que tenían la llave de la gobernabilidad de España. Ahora, con este desastre provocado por la arrogancia, la petulancia y la ignorancia de Podemos, no puede formarse gobierno de izquierda ni con el apoyo activo o pasivo de Junts pel Sí. La incompetencia de Podemos ha conseguido lo que parecía imposible: hacer irrelevante la minoría catalana en el Congreso y entregar el gobierno de España a la derecha. JxSí ya no tiene la llave de la gobernabilidad de España.

Pero se mantiene muy bien en la extrapolación del resultado electoral al interior de Cataluña. El independentismo sigue siendo dominante y sólido y, no habiendo sufrido mella alguna proveniente de la ambigüedad de Podemos, puede encarar la cuestión de confianza del próximo septiembre con tranquilidad y proseguir con la hoja de ruta.

La gran derrota de estas innecesarias elecciones del 26 de junio la ha sufrido Podemos que, como En Comú-Podem, no ha conseguido ganar al PSOE en España ni al independentismo en Cataluña.

divendres, 24 de juny del 2016

Nada esta aún decidido

Los observadores más inquietos, menos fáciles de gobernar y también de engañar con campañas edulcorantes, venimos diciéndolo hace días: todos los partidos, estancados (y con tendencia al descenso) y aumento paulatino del PSOE. La campaña ha hecho morir de éxito y sobreexposición a Podemos, de cuyos líderes a todas horas hasta en la sopa, está ya todo el mundo harto. La insistencia en la sonrisa y otras consignas no menos cursis, también plagiadas, como el ruido mediático de sus ocurrencias, no pueden ocultar el hecho de que ha habido un intenso giro hacia la desconfianza y hasta el rechazo. Un lider muy directo, sensible, pero de escasa integridad ideológica y cuyas propuestas recorren a veces todo el espectro político, de la derecha a la izquierda y de la izquierda a la derecha en cosa de horas no es un buen activo para el resultado favorable. La indefinición, la ambigüedad, la vergonzante presencia del comunismo de IU, con Anguita de nuevo en el proscenio cordobés con sus irrisorias admoniciones y la última hazaña patriótica de ir a reñirle la rojigualda a Pedro Sánchez, conseguirán que estos morados vuelvan a vender la piel del oso sin haberlo cazado, lo que les pasa siempre. Y de sorpasso, nada.

Al otro lado del espectro, un PP literalmente destrozado por la corrupción al que ha caido encima, como la plaga de la langosta, la historia de las inenarrables conversaciones con el responsable de de la Oficina Antifraude de Cataluña.  Entre ese ministro medio psicópata, sectario ciego del Opus Dei, que emplea recursos públicos de un Estado no confesional en condecorar tallas de madera que, según él, representan a la madre de Dios y la oratoria inflamada pero confusa de Pablo Iglesias, el electorado tiene poco en donde elegir, razón por la cual, la intención de voto del PSOE, que se había desplomado, está ahora recuperándose y, según las encuestas andorranas está ya a la par con la de Podemos. Es decir, nuevo empate allí en donde Errejón se han  pasado dos meses animando a desempatar. Resultó que no era tan fácil. El oso seguía vivo.

Pero hay más. Tengo para mí que las revelaciones de las conversaciones entre el psicópata de Interior y el hombre de la Oficina Antifraude catalana va a causar un impacto negativo en las intenciones de voto del PP. Por una serie de circunstancias, como la costumbre, el fatalismo, la falta de visibilidad, la lentitud de los procedimientos judiciales, la corrupción no pasaba factura en serio en las intenciones de voto de la derecha. Este otro asunto que afecta a la entraña misma del Estado de derecho y la seguridad jurídica de los ciudadanos ya es otra cosa. Aquí ya se esta hablando de arbitrariedad y prevaricación de los gobernantes en contra de los gobernados. La facilidad con que un ministro sin moral ni escrúpulos, como este, puede fabricar una acusación falsa, un escándalo inventado contra un ciudadano para fastidiarle la carrera y destrozarle la vida es algo que horroriza a cualquier espectador y, en este asunto concreto, espectadores somos todos.

Estas consideraciones fundamentan el juicio de que nada está decidido a un par de días de las elecciones y que nada hay seguro en ellas.

Añado algo de mi cosecha: tengo la convicción de que si el PSOE queda por delante en los resultados, modificará su actitud acerca del referéndum.

¿Pucherazo en las elecciones?

La bomba fétida de las conversaciones de Fdez. Díaz con el pájaro de la Oficina Antifraude, Daniel de Alfonso, va a reventar hasta las más firmes resistencias de ese búnker del voto franquista y nacionalcatólico que hasta ahora ha apoyado sin vacilaciones al PP. Los innumerables casos de corrupción entre sus dirigentes y cargos públicos, la evidente incompetencia y falta de todo escrúpulo moral de su presidente, la condición de partido imputado como tal en los procesos penales de la Gürtel no habían dañado apreciablemente esa voluntad del franquismo sociológico de cerrar filas en torno a los suyos por ladrones que fueran. Pero las barbaridades que dice y escucha el ministro en su despacho mientras su propia polícía lo graba sin que él se percate (lo que prueba que es un perfecto inepto); las patadas que da a la seguridad jurídica en un Estado de derecho; el carácter presuntamente delictivo de sus intenciones; su absoluta falta de principios y de moralidad; el hecho de que acepte sin pestañear alto tan odioso, inhumano y repugnante como la afirmación de que han "destrozado el sistema catalán de salud"; todo eso es, quizá, más de lo que los sectores más correosos de la derecha española pueden soportar.

Por eso Palinuro advirtió hace unos días que la limpieza y libertad de las elecciones próximas corrían peligro en manos de este sectario del Opus, capaz de fabricar escándalos con tal de dañar a sus adversarios políticos. Esa preocupación se ha extendido y corre por las redes, con lo que el presidente Sobresueldos ha salido al paso, a afirmar que aquí no hay peligro de trampa, tongo y pucherazo y que esto no es Venezuela.

No. Es peor.

Este ministro, el autor de esa ley represiva propia de un Estado policial por la que se suprimen derechos básicos de la gente y se hostiga a los manifestantes, es el mismo que maltrata y quebranta derechos de los inmigrantes en las fronteras y también el mismo que recibió en su despacho oficial a un presunto delicuente inmerso hoy en un proceso penal que era de su partido, el amigo Rato. ¿Hay alguna duda de que un hombre con esta ejecutoria contraria a la seguridad del Estado de derecho y a las libertades públicas más elementales no es la persona más adecuada para velar por el recuento de los votos el día 26? 

Tampoco es la primera vez que se pone en duda su idoneidad como garante de la limpieza de las elecciones. La adjudicación del escrutinio de las anteriores a una empresa está denunciada y sub iudice, bajo sospecha de cohecho y otras prácticas ilícitas y en esta convocatoria electoral ya media una denuncia de Unidos Podemos contra el PP ante la Junta Electoral central por emplear recursos públicos, institucionales, estatales, en pro de sus intereses. 

Nos quedamos cortos poniendo en duda la integridad de Fdez. Díaz para organizar el recuento de los votos. Es más, muchos creemos que, después de sus repugnantes encuentros con el tal De Alfonso, debiera haber dimitido. Pero como, siguiendo la costumbre de estos gobernantes franquistas de no dimitir jamás por nada, no ha puesto su cargo a disposición de su jefe, estamos obligados a pedir la presencia de observadores internacionales.

La confianza, ya se sabe, es un vidrio muy fino. Cuando se rompe hay que cambiarlo. La confianza en el talante democrático de los miembros del PP no es fina; es inexistente.

Una descripción

Ladrones, sinvergüenzas, corruptos, embusteros, enchufados, parásitos, inútiles, meapilas, mamandurrios, reaccionarios, autoritarios, idiotas, ignorantes, prepotentes, cínicos, estúpidos, abusones, machistas (ellas incluidas), despilfarradores, prevaricadores, delincuentes, fascistas, homófobos (incluidos sus gais), mezquinos, cobardes, franquistas, engañadores, racistas, clasistas, caraduras, manirrotos, centralistas, manipuladores, malversadores, intolerantes, sectarios, aduladores, misóginos (ellas incluidas), lacayos, hipócritas, majaderos, deslenguados, monaguillos, burros, catalanófobos, fanáticos, chovinistas, militaristas, falangistas, miserables, matones, pretenciosos, pedantes, arrogantes, envidiosos, rijosos, beatos, indignos, murmuradores, señoritos, estafadores, trileros, cortesanos, botarates, tauricidas, mamarrachos, cantamañanas, necios y escoria.

¿De qué gobierno de qué partido está hablándose aquí?

El día 26J la izquierda debe votar en bloque. Hay que echar a esta peste.

dimecres, 22 de juny del 2016

Esta escoria que gobierna

Salen a la luz unas grabaciones telefónicas del ministro del Interior, el de la ley mordaza (para los demás; no para él) con un alto funcionario de la Oficina Antifraude en Cataluña tratando de encontrar (quién sabe si de fabricar) escándalos y delitos de qué acusar a sus adversarios políticos, los independentistas. Probablemente, esto de que el zapatones superior de la policía intrigue para cargar delitos inventados o falsos sobre gente a la que quiere hundir, lo hacen todos. Hasta hay un nombre, framing. Cuando la policía quiere cargarte un delito, hace un registro en tu casa y casualmente "encuentra" medio kilo de cocaína debajo de tu cama o de trilita en el el frigorífico. La diferencia con España es que en España, como son tan malos, los cogen enseguida.

El principal responsable de la Ley Mordaza estaba cumpliendo con su deber de caballero de la Orden de no sé qué del Santo Seupulcro y los grandes expresos europeos a base de "cerrar España" contra extranjeros, advenedizos, descreídos, infieles e independentistas. Cerrar España con estos últimos dentro y sin posibilidad de moverse, ni hablar ni actuar; a ser posible, presos ¡Qué no hubieran dado los interlocutores que encontrar algún desfalco, algún latrocinio en el que enredar a los independentistas! Incluso fabricando las pruebas. Pero no hay nada, al menos nada parecido a lo que los del PP tienen montado.

Oriol Junqueras y otros dirigentes independentistas pidieron de inmediato la dimisión de los dos Avinaretas, como es lógico y como ya hubiera pasado en los demás países europeos. Pues que esperen sentados. Estos pájaros no dimiten ni aunque los pillen con la mano en el cepillo de la iglesia a la que son tan aficionados. Todo lo más puede pasar que intenten aplicar la Ley Mordaza, esa inmundicia represiva, a los adversarios. Por lo demás, dimitir, piensan, de qué y por qué? Nadie en este gobierno de mangantes ha dimitido por nada como no hayan sido Ana Mato y José Manuel Soria y esos dos estaban prácticamente ya en busca y captura judicial. ¿El resto? ¿Los demás, ministros, los presidentes de Comunidades Autónomas, presidentes de organismos autónomos, los diputados, consejeros, alcaldes, concejales, a salvo y de rositas e impartiendo doctrina sobre la transparencia democrática, cosa en la que están tan versados como en la escritura lineal B.

¿Cómo va a dimitir nadie de esta cuadrilla de indeseables, pertenecientes a un partido imputado penalmente si su presidente, quien debiera haberlo hecho hace años, cuando se descubrió que, además de su salario a cuenta del Estado, cobraba jugosos sobresueldos de origen turbio, lleva cuatro y medio sentado en un sillón al que no tiene ningún derecho moralmente hablando? Y no solamente es un tipo bajo sospecha sino alguien muy activo en las medidas de su gobierno en favor de la transparencia democrática, ninguna de las cuales ha servido nunca para nada ni se ha aplicado jamás.

Y así, poco más o menos, son todos: la vicepresidenta del gobierno es una ratita hacendosa que, además de haber cobrado los correspondientes sobresueldos, aprovecha el cargo para mentir pro domo sua y amenazar a la oposición.

El ministro de Hacienda, Nosferatu redivivo, emplea su tiempo en diseñar amnistías fiscales para sus amigos, colegas, deudos y mecenas del partido/asociación de malhechores.

El ministro de Exteriores, una especie de chusquero sentencioso de cuarto de banderas, está especializado en enviar analfabetos democráticos y necios a explicar n las cacillerías extranjeras la grandeza de una Constitución a la que se opusieron con uñas y dientes.

El ministro de Defensa, un pavo estirado, perteneciente al más rancio franquismo militar, que es como el franquismo del franquismo, tiene muy satisfechas a las empresas de armamento en que trabajó antes de dedicarse a endeudar su país hasta el agobio comprando armas que no necesita para nada.

La ministra de Empleo ys Seguridad social, principal responsable del gigantesco expolio de 40.000 millones de euros del fondo de las pensiones, tiene a toda la corte celestial apuntada a paro a ver si, por lo menos, se lo bendicen.

El ministro de Justicia, un catalán de apellido y bobo de talante, tiene a todas las profesiones jurídicas en pie de guerra por su fabulosa serie de fracasos de gestion.

El ministro de Educación, un petimetre que no entiende nada del negociado que le han encomendado, solo está interesado en mantener altas las tasas educativas para que la gente sin recursos no tenga que sufrir aprendiendo cosas.

Si ninguno de estos mendas dimite, ¿por qué había de hacerlo el ministro de Interior porque le hayan pillado complotando para fabricar marrones a los independentistas? Que se ande con ojo ese Oriol Junqueras, no vayan a aplicarle la Ley Mordaza por falta de respeto a la autoridad.