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dimarts, 10 de maig del 2016

Mañana, conferencia de Palinuro en Mataró

Sí señor, en Mataró. El primer punto al que llegó el primer tren que salió de Barcelona en 1848, origen del  ferrocarril peninsular. Hubo uno antes en Cuba, La Habana-Güines, en 1939. En la sede de Ómnium Cultural, carrer d'Argentona, 59, a las 19:30 de mañana, día 11. El tema que me corresponde desarrollar es: Formes de democràcia participativa en els estats ocidentals. Tiene una formulación así como académica y he preparado una pequeña presentación en pwp sobre este asunto de la democracia participativa, que es tema muy debatido en la ciencia política desde que en 1970, Carole Pateman, una teórica política feminista, publicara su libro Participación y teoría democrática. En realidad es un asunto que viene de los debates en tiempos de Rousseau y los siguientes con la cuestión de la libertad entre los antiguos y los modernos, pero con Pateman se puso a la orden del día en las sociedades industriales avanzadas.

Desde entonces ha vuelto a llover mucho y las sociedades industriales avanzadas de entonces son hoy antiguallas que miramos con con cierta condescendencia mientras buscamos un lugar en casa para instalar el teléfono de baquelita que acabamos de comprar en una tienda de antigüedades por un pastón siendo así que hace medio siglo era el epítome del refinamiento futurista. Aquellas sociedades industriales que llamaban "industria" a los altos hornos y las cementeras desparecieron del horizonte, dejaron el paso a sociedades del ocio y el consumo teorizadas por sociólogos consumidores de daiquiris en las playas del Caribe y, luego, por las sociedades tecnológicas, cuyas doctrinas líquidas y postmodernas miraban con ironía los proyectos participativos para dejar paso hoy a las sociedades de la información y la comunicación en las que la acción participativa se ha convertido más en una compulsión que en una devoción.

No obstante, como creo que mis anfitriones esperan que vincule la  participación política con la acción colectiva nacionalista y hasta independentista, trataré de sostener la tesis de que las tendencias participativas se articulan hoy en formas de acción colectiva que llamamos "multitudes inteligentes" (H. Rheingold). Y de situar todo esto en Cataluña, hoy, a través del surgimiento y desarrollo de la República Catalana.

Allí nos veremos.

divendres, 13 de febrer del 2015

El piloto y las multitudes.


Estuvo bien la conferencia de la UOC, aunque no me corresponda a mí decirlo. En todo caso, dio lugar a un animado coloquio que duró más que la propia conferencia, lo cual es siempre buena señal porque quiere decir que el auditorio no está deseando perder de vista al conferenciante.

Como no parece razonable ponerse a explicarla aquí, he decidido transcribir mi esquema-guión. Falta, por desgracia, el apoyo de las imágenes, siempre muy ilustrativas, pero, al menos, puede seguirse el hilo del razonamiento.


El piloto.
La definición de política de Easton sigue siendo válida: distribución social de valores materiales e inmateriales realizada por quien tiene autoridad para ello. La autoridad recae en los gobernantes. Es la división clásica y esencial de la política: gobernantes y gobernados. Entre el piloto y la tripulación y el pasaje. Es la idea platónica del filosofo rey.

El piloto está en posesión de un saber superior, generalmente arcano, monopoliza la información, lo que le permite orientar a los demás.

Los órdenes políticos se representan siempre como pirámides. Como jerarquías. Moisés: el líder por antonomasia, caudillo de pueblos, el héroe, ocupa la cúspide de la pirámide.

Todos los órdenes políticos son piramidales: la República Romana, el orden medieval, el Estado de derecho.

Las multitudes.
En la Edad Moderna, que arranca con la imprenta, se rompe el monopolio de la información y esta se difunde. Y con la ilustración, hija de la imprenta,surge una situación distinta. El ser humano titular de derechos emerge como un sujeto colectivo, la ciudadanía. Spinoza ya había hablado de multitudes. La forma política de la ciudadanía es el sufragio universal, lo que levanta la polémica sobre la capacidad de las masas para gobernarse. Surgen las teorías de las élites (Pareto, Mosca, Ortega). Una versión radical constituye a una parte de las masas, la clase obrera, en sujeto de la historia. El sujeto colectivo ¿es la clase o es la nación?

Pero ¿hay sujetos colectivos? ¿Hay conciencia de clase o espíritu del pueblo? Parecen constructos de la nueva élite: los intelectuales. Karl Mannheim y las ideologías. El intelectual orgánico gramsciano. La emancipación ¿de clase, racial o nacional?

Articulación de las multitudes en redes (Castells). Redes distribuidas: democracia deliberativa, horizontalidad y organización espontánea. Internet como segunda revolución de la imprenta y universalización de la información, gratis y en tiempo real. Las multitudes inteligentes (Rheingold) son el relevo por el fracaso de los sujetos colectivos.

Información y comunicación.
La universalización de la información se sigue en la de la comunicación con la supresión de las barreras lingüísticas y la gestión de una información cada vez más compleja.

El cruce de cibernética y redes da la ciberpolítica en donde la información, su correcta interpretación es básica, apoyada en la Teoría General de Sistemas y los sistemas autopoyéticos. Basta con ver la expansión por etapas, según se ampliaron los medios de comunicación: 1) organizaciones sociales civiles; 2) nuevos movimientos sociales; 3) multitudes inteligentes en procesos des autoorganización y conservación.

La comunicación alcanza niveles exponenciales con la universalización de las redes sociale, que son el banco de prueba de la teoría habermasiana de la acción comunicativa. La cuestión de si esta ha sido validada o falsada queda abierta.

La capacidad de asimilar información de complejidad creciente, la acción política digital, la viralización de la política 2.0, la coordinación a través de las redes distribuidas, configuran las multitudes inteligentes como confluyendo en una inteligencia colectiva, supuestamente propia de una sociedad emancipada. El inconveniente es que la inteligencia es siempre un atributo del individuo y que, el hecho de que hayan fracasado todos los sujetos colectivos propuestos a lo largo de la historia (creyentes, pueblos, proletarios, razas) no da mayor sustancialidad a una inteligencia colectiva que, aunque simulada como tal, seguirá siendo pura agregación de inteligencias individuales. El avance es que, ahora, en principio, contamos con todas.

Futuro.
¿Autogobierno de las multitudes o seguirán siendo necesarios los pilotos y de qué tipo?

Sueño kantiano de una cosmópolis con una opinión pública mundial.