Decía ayer Palinuro en su entrada titulada Vuelven los GAL que la señora Aguilar debía prepararse porque se le iban a echar encima sus antiguos camaradas a despellejarla y que lo menos que le dirían sería que pagaba un peaje en el PSOE con sus declaraciones sobre Felipe González. Palinuro se quedó corto: ¡qué frente de diatribas e improperios empezando, desde luego, por el del peaje! ¡Qué mal reaccionan las colectividades que se sienten como todos o sistemas complejos cuando uno de sus miembros se separa, se independiza, se autorregula, se va! Y estos son los que a su vez aleccionan a los demás sobre su respeto a la autodeterminación de todo quisque.
No han dejado hueso sano a la doña. Y el grado de frustración y rencor se echa de ver en que casi todos han reaccionado como Cayo Lara el primer día, como la zorra de la fábula que, no pudiendo pillar las uvas concluye que están verdes. No pudiendo frenar la fuga de la señora Aguilar resulta que todos estaban deseándola y va a hacer más bien que mal y permitirá que lleguen mil claveles...y "florezcan cien escuelas ideológicas".
Parte de esta batahola ha consistido en sacar de nuevo en procesión la mojama del GAL con la interpretación canónica que se sentó desde la línea de propaganda de El Mundo y que tanto ha calado en la sociedad donde la repiten todos como papagayos: el GAL fue cosa del PSOE, como ha quedado definitivamente fijado por sentencia del Tribunal Supremo y ¿cómo iba el PSOE a hacer algo así sin que se enterara el baranda máximo? Mr. X es Felipe González. Pte., recuérdese.
Por delante mi opinión de que este largar el pensamiento único sobre los GAL lo que pretende, en el fondo, es ocultar los casi catorce años de Gobierno socialista en España, borrar su recuerdo y dejarlos reducidos a la corrupción y el terrorismo de Estado. Construir una memoria de las legislaturas socialistas que se agote en corrupción y terrorismo de Estado y escamotee lo demás. En eso están muy interesadas la derecha e Izquierda Unida porque así se nota menos que, en esos casi quince años, las dos no hicieron otra cosa que hablar. En concreto IU se los pasó hablando de ser la izquierda "transformadora" pero no haciendo nada.
Porque quien transformó el país en esos años fue el PSOE, el primer gobierno socialista de la historia de España, el que consolidó la democracia, desmontando para siempre el peligro de las intentonas cuarteleras gracias a la reforma militar; el que puso a España de nuevo en el mapa del mundo después de casi cincuenta años de ausencia y nos integró en la OTAN (el comienzo fue de Leopoldo Calvo-Sotelo) y en la Unión Europea. Lo de la OTAN lo vivió muy mal la izquierda "transformadora"; tanto que IU surge precisamente de la plataforma Anti-OTAN que, innecesario decirlo, no se salió con la suya. También fue el Gobierno que promulgó la primera ley del aborto en la historia de España. A la vista de la que está organizando hoy la Iglesia con el proyecto actual de ampliación, podrá calibrarse cómo se puso la pía institución con la ley originaria. El Gobierno se enfrentó por primera vez con la Iglesia por la educación y si ahora nos parece que no fue muy lejos, no se pueder negar que se empezó y que hoy, tras cinco años de gobierno socialista, no estamos mucho más allá. Aquel gobierno universalizó la educación y la Seguridad Social y desarrolló el Estado del bienestar. También se quedó corto en esto pero no puede negarse que lo hizo. Igual que generalizó y racionalizó la organización y financiación de las Comunidades Autónomas. Tuvo que hacer frente a una reconversión industrial salvaje con enormes tensiones sociales que le costaron la primera huelga general, pero también es el gobierno que promulgó la ley de pensiones, la de las contributivas y las no contributivas, etc.
No sigo por no aburrir pero se ve lo que digo: esas vestiduras desgarradas y esos alaridos monocordamente escandalizados pretenden sepultar tan fecunda tarea de la izquierda bajo la mierda de la corrupción y el terrorismo de Estado.
No tengo mucho que decir sobre la corrupción: los socialistas llevaban diez años en el poder, relajaron los controles y se les vino encima media docena de sinvergüenzas que hicieron trizas la tradición de honradez del partido de Pablo Iglesias. Eso es innegable. Lo que no es de recibo es generalizar como entonces se hizo asegurando que, pues había corruptos en los círculos del poder, todos los socialistas eran uno ladrones.
Como tampoco es de recibo que, pues hubo unos casos de terrorismo de Estado, la consecuencia sea que el Gobierno socialista era un gobierno de terroristas de Estado. Y ya que estamos en esto del terrorismo de Estado, los GAL, voy a exponer por enésima vez mi punto de vista: que hubo terrorismo de Estado también es innegable; y también lo es que es todo muy oscuro en el tratamiento judicial de la cuestión. Ya el comienzo fue extraño: inició procedimiento el juez Garzón con los famosos policías Amedo y Domínguez pero lo paralizó para ir en las listas del PSOE segundo por Madrid detrás de Felipe en las elecciones de 1993. El procedimiento quedó congelado mientras el señor Garzón sufría revés tras revés en el seno del PSOE en donde no le nombraron lo que quería con lo que a mitad de legislatura, dio un portazo, se fue e inmediatamente reabrió el procedimiento paralizado entre los aplausos unánimes de los medios de la derecha que, como siempre, abarcan periódicos, dominicales, empresas de cine, emisoras de radio, y que estuvieron batiendo el cobre sin parar hasta que el asunto se vio en el Tribunal Supremo. El medio que encabezó la campaña fue El Mundo, cuyo director había jaleado la guerra sucia en el País Vasco cuando lo era de Diario 16. Por último recayó sentencia firme que, cuando menos yo, acato plenamente pero no comparto en modo alguno pues me parece injusta ya que condena al señor Barrionuevo con una prueba basada en la interpretación subjetiva que los magistrados hicieron de un ¡careo entre el ex-ministro y un supuesto cómplice! Hasta ahí la historia judicial. Se comprenderá que resulte de risa el intento de atribuir al señor González la condición de Mr. X basado en la consideración de que era imposible que algo que estaba haciendo el señor Vera, Secretario de Estado, no podía ser ignorado por el presidente del Gobierno.
En todo caso está claro que el hecho de que los dos protagonistas de la pinza de entonces, IU y el PP, vuelvan a exhibir los GAL trata de ocultar el balance positivo del gobierno socialista desde 1982 a 1996. En esos años, la alianza IU y el PP nos trajo finalmente el gobierno de los ochos años del PP en el cual el país se vio envuelto en una guerra en el Irak. Y mientras el PSOE transformaba a España hasta el punto de que no la reconocería ni la madre que la parió, como dijo el señor Guerra (primera dimisión forzada por un asunto de corruptelas), IU, la llamada izquierda "transformadora", no transformaba nada.
Hace bien la señora Aguilar en pensar en pedir perdón a González por la infamia de hacerlo responsable de los GAL. Eso fue una canallada que montaron los que, según reconocieron ellos mismos, no conseguían ganarle las elecciones y trataban de echarlo como fuera con la inapreciable ayuda del señor Anguita. Habiéndose producido Il sorpasso el político cordobés ya se veía al frente de ciento cincuenta o doscientos diputados de la "verdadera" izquierda que por fin podría transformar algo gracias a su "programa, programa, programa". El programa ahí sigue; IU tiene dos diputados; el señor González no es Mr. X, igual que el PSOE no es el partido de los GAL sino un partido socialdemócrata, reformista y progresista que ha gobernado durante diecinueve de los treinta y un años de democracia en España por voluntad de diez y once millones de electores.
(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).