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dijous, 25 d’abril del 2013

El fascismo otra vez contra Palinuro.


Ya están atacando otra vez los fascistas peperos. Primero lo intentaron con la página web de Palinuro, tratando de conseguir que blogger la cerrara a base de acusarla falsamente de tener contenidos para adultos y de hacer que la advertencia apareciera al comienzo, para asustar a los posibles lectores. Superamos esa crisis y, gracias a la recomendación de una lectora (que los dioses bendigan) pude desactivar el mecanismo por el que los esbirros denunciaban falsamente el contenido "para adultos". Se restableció la normalidad de este blog que es crítico, libre, independiente, de variado contenido, pero no "de adultos".

Ahora, los mercenarios peperos, esos mendas a sueldo que merodean por la red haciendo de trolls a tanto la línea o tratando de cerrar páginas incómodas, reorienta su sórdida labor por otro lado, tratando de impedir que Palinuro aparezca en Facebook, con los mismos procedimientos ruines y falsos con que intentaron lo anterior. Lo explico: si usted accede a Palinuro pulsando sobre la dirección URL del post que haya subido a Facebook, lo más probable es que aparezca la siguiente advertencia:

Facebook cree que este sitio web no es seguro. Si no lo conoces, márcalo como spam para proporcionarnos información (se te conducirá de nuevo a Facebook) .

o bien su versión inglesa:

The link you are visiting:http://cotarelo.blogspot.com.es/2013/04/contra-toda-razon-y-contra-toda-justicia.html
Facebook thinks this site may be unsafe. If you're not familiar with it, please provide feedback by marking it as spam (you'll be brought back to Facebook).

Obviamente, es mentira. Palinuro no es spam, como todo el mundo sabe. Son los fascistas peperos los que van avisando de contenido spam y Face Book colabora haciendo como que hace algo. Por supuesto, ya he puesto el asunto en conocimiento de los administradores. Pero tengo poca fe en ello. Me fiaría mucho más si algún(a) amable lector(a) tuviera a bien ilustrarme acerca de cómo puedo evitar que estos mierdas a sueldo activen el aviso de spam en los contenidos de Palinuro en FB. Entre tanto, agradeceremos que los lectores de Palinuro pinchen en la casilla en la que se dice que "no es spam".

Por cierto, noticia para los trolls y demás fachas peperos: mañana un post acerca de si el gobierno de Rajoy ya puede considerarse fascismo pleno o si aún le falta algo, que no será más de un telediario y nunca mejor dicho.

(La imagen es una foto del blog de Guillermo Cristóbal. No he visto que tenga licencia de Creative Commons, pero lo doy por supuesto. Si es un error y la imagen está protegida (que tampoco se dice), con una mera advertencia, será eliminada).

dijous, 12 d’abril del 2012

El miedo a la red.

El debate está en todas partes. ¿Cuál es el impacto político de la red? ¿Qué sucede en el ciberespacio? ¿Quién pone orden ahí? ¿Hay que poner orden? La experiencia de la llamada primavera árabe dice que lo primero que los déspotas hacian cuando los súbditos se les rebelaban era bloquear el acceso a la red, cerrar internet, apagar Facebook, suspender Twitter, eliminar cobertura de móviles; en definitiva, suprimir la libertad de expresión y de comunicación atacando sus medios de forma ilegal. La razón estaba clara: estos medios son catalizadores de movilizaciones populares espontáneas que dieron lugar a una gran variedad de fenómenos más o menos violentos, varios de los cuales terminaron derrocando odiosas dictaduras; otros se tornaron en guerras civiles, exacerbando la violencia.

La derecha española en el gobierno, cuya afinidad electiva se orienta hacia el autoritarismo, la severidad, el rigor, el "palo y tentetieso", para entendernos, reconociendo el peligro que representa la libertad irrestricta de internet, pretende establecer la censura. Pretende cosas igualmente absurdas, por ejemplo equiparar la resistencia pasiva a la activa como delito de atentado contra la autoridad en lo que, a su vez, es un atentado contra el sentido común y la lógica de la lengua que por algo se molesta en distinguir lo activo de lo pasivo. Salvo que se quiera decir que la resistencia pasiva pasa a ser atentado mientras que la activa escala unos puestos y se convierte en delito de lesa humanidad, por ejemplo. Según algunos la derecha quiere endurecer el código penal en previsión de una agudización de la conflictividad social a causa de sus medidas. Eso es un pretexto. La derecha endurece el código penal porque es lo que hace siempre. En su idea, nuestro mundo está corrompido por la permisividad, el libertinaje, etc. y es preciso aplicar mano dura para mantener el orden público. Lo suyo es la mano dura. Lo del diálogo, las medidas preventivas, le parecen caralladas o mariconadas.

La pretensión del ministro de Interior de censurar la red es, con mucho, lo más grave porque no es tipificar de modo más o menos arbitrario un delito sino criminalizar no ya comportamientos legales sino derechos, lo cual es inadmisible. A ver si puedo explicarlo en dos niveles distintos. El primero, el de la lógica penal misma y el segundo el de la lógica política. El primero es patente. Al parecer, el gobierno pretende convertir en delito el hecho de convocar actos violentos por internet. Pero esto es una estupidez. Convocar actos violentos por el medio que sea está ya abundantemente castigado en el Código Penal que considera manifestación ilícita toda reunión o manifestación celebrada con el fin de cometer cualquier delito y la violencia es un delito. El propósito no puede ser tan estúpido. Y no lo es. Lo que pretende el ministro es tener vía libre para castigar a los convocantes de una manifestación en la que se produzca violencia, que es algo muy distinto. Hasta a un ministro se le alcanza lo ridículo de pensar que alguien convoque una manifestación diciendo algo así como: Mañana manifestación violenta en Sol en favor de la libertad de García. Lo normal será que alguien convoque una manifestación (sin hablar de violencia y, por tanto, lícita si cumple los demás requisitos etsipulados en la ley) en Sol en favor de la libertad de García y que, en el curso de esta, quizá, ocurran incidentes más o menos violentos. Lo que quiere el ministro es facultad para enchironar no a los causantes de la violencia (que ya lo hace el Código Penal) sino a los convocantes de la manifa. Si eso se admite, en dos meses no queda un posible convocante en la calle porque lo único que tiene que hacer el ministro es mandar media docena de provocadores a cada manifestación que partan la cara a diez o quince manifestantes y así mata dos pájaros de un tiro: sacude estopa a los que protestan y encarcela a los dirigentes/convocantes. Eso no es de recibo

En cuanto a la lógica política, la cosa está también muy clara: quieren censurar internet por ser internet y de ahí el tratamiento diferenciado, como si fuera un ámbito especialmente maligno o proclive al crimen, como si fuera una cueva de delincuentes cuando no es si no un ámbito público, que interactúa con el tradicional. Internet es inseparable de la radio, la televisión, los medios impresos y hasta el cine, además de tener su propio territorio o mar (no es casualidad que a los usuarios los llamen internautas) en los que rigen las normas civilizadas habituales de la realidad pues, a fin de cuentas, internet es parte de la realidad social, el ciberespacio es realidad social y no se ve por qué ha de someterse a un tratamiento más rigorista salvo por el miedo que inspira. Pero el miedo obnubila el juicio que, de todas formas, tampoco va muy allá. La autoridad odia y teme internet porque da poder a los ciudadanos al margen de las instituciones, porque permite generar e intercambiar información con independencia de la que canalizan los medios convencionales y, sobre todo, porque posibilita la movilización espontánea y autónoma de esos ciudadanos en virtud de la información compartida a una velocidad superior a la que tiene el mismo poder para enfrentarse a ella. El poder y los medios integrados en él (como poder mismo o como contrapoder) han perdido el monopolio de la información que se ha desbordado alcanzando la sociedad civil, como se demuestra viendo la peripecia de WikiLeaks. La información no solo genera poder sino tambén libertad, así que, en el fondo, el miedo a internet es el miedo a la libertad. ¿Se acuerda alguien de Erich Fromm? Pues eso.

El miedo a internet o forma contemporánea del miedo a la libertad no solo afecta a la derecha española (que, en realidad, tiene pánico) sino a todos los gobiernos del mundo, generalmente conservadores pero también de otros tipos. El gobierno chino, por ejemplo, viendo en el aniversario de la masacre de Tiananmen la posibilidad de movilizaciones políticas, bloqueó todos los enlaces que llevaran al episodio de la matanza de civiles por las tropas en 1989 en todos los buscadores. A su vez, el ACTA mundial, la ley SOPA en los Estados Unidos son las pruebas de ese miedo en cuanto pretenden policiar el ciberespacio, convirtiendo a las plataformas en la red en gendarmes de un orden que los poderes públicos no alcanzan a garantizar. Los gobiernos han dado las órdenes y sus somatenes se han movilizado.Quienes han estrangulado económicamente WikiLeaks han sido Amazon, Paypal, Google, Facebook, etc. Pero eso plantea un problema de atentado a la libertad de expresión y, en general, de legalidad en la red por cuanto privatiza el orden público, definido en términos gubernativos pero no judiciales.

(La imagen es una foto de Isaac Mao, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 19 de gener del 2012

Apagón.

Otra batalla política en la guerra del ciberespacio. WikiLeaks, la primavera árabe, el 15 - M, OccupyWallStreet, el apagón de ayer en los Estados Unidos son momentos sucesivos del nuevo orden (o desorden) político global que obliga a redefinir conceptos, a adaptarse a pautas distintas en un mundo virtual que forma parte del real pero lo está transformando a toda velocidad.

El blackout en los Estados Unidos fue la respuesta de parte del ciberespacio a la tramitación de dos leyes contra la piratería digital, SOPA en la Cámara de Representantes (Stop Online Piracy Act ) y PIPA en el Senado (Protect Intellectual Property Act), en realidad, dos "Leyes Sinde". Media Web se fue a negro: Wikipedia, igual que Boingboing, Wordpress y miles de sitios cerraron; otros, como Google se sumaron canalizando protestas, Facebook, E-Bay, Yahoo!, Twitter asimismo en contra. Se calcula que el apagón afectó a unos 100 millones de internautas, muchos de los cuales, por supuesto, estaban en el blackout eran propietarios de las más de más de 60.000 páginas que cerraron.

¿Resultado? Los dos proyectos, que iban a pasar sin problemas en ambas cámaras, son ya prácticamente papel mojado. Han perdido la mayoría. Hasta la Casa Blanca se ha echado atrás con el argumento de que la represión de la piratería no puede atentar contra las libertades e instaurar la censura, probablemente el mismo escrúpulo que detuvo la aprobación del reglamento de la Ley Sinde en el penúltimo consejo de ministros de Zapatero. De momento, las grandes industrias discográficas y cinematográficas estadounidenses, la mismísima Cámara de Comercio, poderosos lobbies detrás de la legislación represiva, se han quedado con un palmo de narices, por decirlo castizamente, con su argumento de que hay que proteger los derechos de autor de los creadores frente al saqueo mundial a que se someten los productos culturales gringos.

¿Quién ha vencido por ahora? Otros gigantes tan poderosos como aquellos: Amazon, Google, Mozilla, Wordpress, Facebook, etc, forman otro lobby tan temible como el primero. Su argumento es que las viejas empresas no saben reaccionar frente al desarrollo de las nuevas tecnologías, son incapaces de adaptarse y pretenden que el Estado proteja sus intereses (los creadores les importan un pepino) por ley. Puede que no sea un argumento mejor que el de las discográficas, pero tiene un aspecto que no suele mencionarse y es decisivo: junto a los grandes del ciberespacio se han movilizado cientos de miles de internautas, blogs, webs personales y corporativas, etc; todos, media red, han ido a negro en protesta y aviso de que puede ser peor pues el apagón prolongado significa la ruina para todos pero especialmente las industrias de contenidos. Éstas, a su vez, no movilizan a nadie a su favor. Solo a sí mismas. En la red no son nadie ni tienen a nadie. Solo al gobierno del PP, que va a meterse en un lío. Es un dato fundamental para saber por dónde soplará el viento. Impedir las descargas va a ser imposible. La industria cultural tiene que cambiar. Como está cambiando todo.

Ayer también Anonymous suplantó la web de la UGT con un mensaje incendiario y hace unas fechas, la de la Comunidad de Madrid para mostrar una imagen de fotoshop, una mezcla de Aguirre y Aznar. Son los prolegómenos ludicos de la que se va a montar cuando comience a aplicarse la ley. Habrá más suplantaciones, bloqueos, ataques DoS. El ciberespacio tiene una potencialidad enorme y la ciberpolítica es básica y radicalmente de oposición, trátese de derechos de autor, de tiranías árabes, de la democracia española o las leyes de secretos oficiales. La red se opone a todo lo que no sea ella misma y pretende suplantarlo. Los indignados, por ejemplo, se han puesto a redactar una nueva Constitución. Imagino que los realistas que en 1789 veían lo que pasaba en el Juego de Pelota, sonreirían con conmiseración. Como harán muchos ahora. Y como seguramente hacían otros cuando un par de años atrás se planteó en Islandia llevar a los culpables de la crisis (políticos y banqueros) ante los tribunales y redactar una nueva Constitución en la red.

For the times, my friends, they are a-changin'.

(La imagen es una foto de DonkeyHotey, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 7 de desembre del 2010

La realidad no soporta la realidad.

Este de la izquierda, Julian Assange, a quien Palinuro considera Un héroe de nuestro tiempo, resulta ser el enemigo público número uno. Un enemigo público global, como corresponde a la época. No es raro que los enemigos públicos sean vistos como héroes.

Pero ¡qué cacería! Hay verdadera furia. Quieren declarar terrorista a Assange, WikiLeaks, lo que sea; asesinar al hombre; expulsarlo de la red; ahogar el portal; terminar con esta pesadilla. El mundo no soporta verse como es. Todos los actores políticos de todos los países quedan muy por debajo de la imagen que les gusta proyectar de sí mismos. Todos los equilibrios internacionales, hechos de pactos, chanchullos, componendas están saltando en explosión incontenible. Por eso, cuando se escucha al Fiscal General de los EEUU, Eric Holder, decir que están haciendo lo que pueden para contener este flujo de información a uno le suena a una situación mucho peor que lo de las fugas de petróleo en el Golfo de México. Mucho peor porque este "flow of information" ya no hay quien lo pare. Está en la red y multiplicándose por miles cada minuto a través de los mecanismos P2P. Así que ese planteamiento es erróneo.

A su vez, la señora Clinton ya dijo en su día que la difusión de los cables fatídicos era un ataque a la Comunidad Internacional. Es pintoresco que hable de ataque a la Comunidad Internacional quien supuestamente ordenó que se espiara al Secretario General de las Naciones Unidas. En fin, espiar no es atacar; sólo es prepararse para hacerlo. El que ataca es quien revela el espionaje y con él no debe haber piedad. Lo que suena algo ridículo.

En el frente de la persecución personal del australiano la cosa parece decidida: hoy lo tendrá Scotland Yard en aplicación de una orden europea de extradición y lo llevará de inmediato al juez. La causa en Suecia es muy sospechosa: se presentó, se retiró y volvió a presentarse por otro lado. Acusaciones de violación y abusos sexuales. Tiene toda la pinta de un montaje, pero hecho en un terreno muy delicado para la sensibilidad de la época. Con ello no solamente parece pretenderse encarcelar a Assange sino desprestigiarlo también. Eso de la violación tiene muy mala prensa. Es de esperar que el activista salga bien librado de ésta.

Porque en el mundo no parece que haya lugar para él. Ha atacado todos los Estados descubriendo sus secretos y los Estados están coaligándose en su contra. Como quiera que los Estados ocupan todo el planeta, va a serle difícil encontrar un hueco. De momento se trata de si el Reino Unido lo extradita a Suecia; pero puede haber más demandas de extradición y el propio Reino Unido puede abrir una causa penal contra él invocando siempre el principio del secreto oficial y la defensa nacional. No es difícil. Otros están haciéndolo, por ejemplo Australia, su país de origen.

Se trata del primer objetor de conciencia a escala global, un objetor en nombre de la conciencia del mundo. Es una objeción que los Estados, especialmente los Unidos, no van a tolerar. Assange tiene pinta de ser la primera víctima de la guerra digital entre internet y los Estados.

Así que lo que interesa es entender esa guerra. El Guardian, que está haciendo una cobertura del WikiLeaks extraordinaria, publica hoy dos artículos que representan los dos polos entre los que se juega esta guerra; porque es una guerra y va en serio. Uno de ellos es de John Bolton, titulado Cables de WikiLeaks: Barack Obama es un peligro mayor. Suena un poco a discurso de Rajoy en España: Zapatero es culpable de todo. No es de extrañar. Este Bolton, a quien le parece que sobra la ONU y que fue, claro, embajador en la ONU en tiempo de Bush, dice sin ambages que hay que perseguir penalmente a Assange, cerrar WikiLeaks y sacar de la red todo el material dañino. Lo que sucede es que el gobierno de Obama, que es como un Zapatero, no tiene agallas. Discurso típico de halcón.

El The Guardian publica asimismo otro artículo de John Naughton titulado Vivid en un mundo wikilikeable o cerrad la red. Depende de vosotros. Se dirige a los políticos, claro. No se da punto medio, como no se da entre la libertad y la tiranía para un alma noble: si hay red, es libre. Lo mejor es que no la haya. Pero ¿puede haber un mundo sin red? Me parece que no. Y si es que no, está claro que nadie podrá contener ese condenado flood of information. Es imposible que los Estados prevalezcan en un mundo de trasparencia total. Así que si quieren sobrevivir tendrán que reinventarse porque las cosas ya no son como antes.

(La imagen es una foto de biatch0r, bajo licencia de Creative Commons).

dissabte, 4 de desembre del 2010

Revelaciones y revoluciones.

Cuando Reagan militarizó a los controladores aéreos

(Gracias, Félix)

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Los papeles de Assange son como esos almacenes de productos de pirotecnia que un buen día se incendian y los artificios empiezan a estallar uno tras otro con los más diversos efectos. Hoy te enteras de que la vicepresidenta del Gobierno socialista, la que parecía levitar en presencia de los dignatarios de la Iglesia, se comprometía a intervenir en procesos judiciales para favorecer a los Estados Unidos y mañana de que el señor Aznar no desecha la idea de volver. Necesita, sin embargo, que España lo necesite. No es para menos en quien dio en considerarse a sí mismo como un milagro. Son tracas, petardazos. No llegará la sangre al río; pero lo curioso es comprobar la mentalidad providencialista del personaje cuyo altísimo concepto de sí mismo no conoce límites. Ni los del ridículo.

En fin los papeles de WikiLeaks suponen tal sacudida de los pilares del mundo que la imagen más apropiada es la de Sansón derribando el templo, pero no vista como se acostumbra desde el lado de Sansón, que está ciego, sino del de los filisteos, a los que se les cae el templo encima. Assange viene a ser Sansón, aunque no dé mucho el tipo.

Por cierto que ya se ha puesto en marcha el procedimiento legal y Scotland Yard, que tiene localizado a Assange o eso dice, espera que los suecos cursen la orden de extradición. Seguramente sea el primer paso del final para este hombre al que Palinuro, en una entrada del 24 de octubre calificaba de Un héroe de nuestro tiempo. De Suecia lo extraditarán a los Estados Unidos y, una vez ahí, desaparecerá en alguna prisión federal del interior. O quizá no porque provoca auténtico entusiasmo en amplios sectores de la opinión y habrá escándalo. Lo que nos jugamos aquí es la libertad de expresión.

Porque los cientos de miles de cables filtrados son una revolución.Tanto que ya han comenzado a aparecer explicaciones por la habitual vía conspirativa. WikiLeaks y Assange están, dicen algunos, al servicio del Imperio, son hechura de la CIA o quizá algo peor: un intento de Israel y el Pentágono de azuzar contra sus enemigos, acabar con ellos y alcanzar el control absoluto de internet, eliminando toda opinión crítica. Este tipo de disparates son muy frecuentes, sobre todo dada la paranoia de cierta izquierda dizque pensante. Siempre hay alguien que sabe que el atentado de las torres gemelas lo perpetró el Pentágono o algo así. A esto suele llamarse teoría de la conspiración, lo que es injusto para las conspiraciones, de las que ha habido muchas y muy sonadas en la historia, desde la que acabó con la vida de Julio César hasta la que estuvo a punto de hacerlo con la de Hitler con la Operación Valkiria. Estas otras no son conspiraciones; son disparates, generalmente producidos por alucinados.

En España se producen también otras revelaciones sensacionales al haberse levantado el resto del secreto del sumario de Gürtel. Por lo que se sabe ahora, los imputados hasta la fecha parecen haber tenido montada una empresa para realizar sus latrocinios. Una empresa con una contabilidad minuciosa que ha ayudado mucho a la investigación. Lo más llamativo a la par que condenable es que la red empresarial estaba imbricada en la del partido. Que no solamente se beneficiaban presuntamente los empresarios civiles sino también los cargos públicos y, por último, el propio partido, al que se le financiaban las campañas electorales en dinero negro. Debajo de cada tarima a la que se haya subido la sandunguera señora Aguirre a mitinear en unas elecciones había jugosas operaciones mercantiles que luego repecutían en los generosos mecenas en forma de muchos contratos con la administración pública, otorgados a dedo por el procedimiento fraudulento del troceado de presupuestos. De ser cierto este relato, la imagen que proyecta es la de la España eterna.

Por último, unas palabra sobre la supuesta sedición de los controladores aéreos que obligó a cerrar el espacio aéreo al comienzo del largo puente de la Constitución. El gabinete de comunicación de la organización de estos presuntos huelguistas, que más parecen extorsionadores, debe de estar de vacaciones. La opinión que merecen los controladores es muy mala y, con esta agresión a los usuarios y a los intereses generales seguramente no va a mejorar. Lo de meter a los militares es una prueba más de la importancia que el Gobierno da a la decisión en el actuar. Ha sido una enseñanza de la crisis: que hay que proceder con contundencia frente a la prepotencia de los privilegiados y aplicar la ley sin miramientos cuando, además de la prepotencia se cometan delitos como parece ser el caso con esta sedición que está perjudicando a medio país.

(La imagen es una foto de Gobi, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 2 de desembre del 2010

La ciberrevolución.

La historia se les repite a los estadounidenses como una pesadilla: un solo menda, oculto en Dios sabe dónde, está ganándoles una guerra. Julian Assange, refugiado en algún lugar desconocido, se encuentra presente permanentemente en la red en todos los rincones del planeta con bastante más eficacia que el otro terrorista solitario, Ben Laden, en el supuesto de que exista. De que Assange exista a su vez, de que lo haga WikiLeaks, nadie tiene duda alguna y todos miran en torno suyo como los paseantes en una ciudad sorprendida por un terremoto. Caen cascotes por doquier: la Argentina y las Malvinas, Putin y el Estado mafioso, algún sátrapa periférico cometiendo masacres, los ministros, fiscales y altos mandatarios españoles en muy desairada posición de menestrales obsequiosos del Imperio. Es más de lo que el orden internacional, un poco pantouflard desde el fin de la guerra fría, puede soportar.

Tras el pasmo inicial que dejó a todos los dignatarios balbuciendo incoherencias se han desatado las furias de los cielos y los avernos en rugiente coyunda en contra del querubínico neozelandés. Después de que algunos miembros del Partido Republicano pidieran que se declare terroristas a Assange y WikiLeaks, el presidente Obama nombra a un supercomisario de protección de datos para que no vuelva a pasar lo que ha pasado. Al mismo tiempo, las autoridades estadounidenses están viendo por dónde pueden encausar criminalmente al ciberactivista. De momento tiene la Interpol detrás en cumplimiento de una extraña orden de busca y captura de la justicia sueca a causa de una muy poco clara denuncia por abuso sexual y violación interpuesta, al parecer por dos ciudadanas. Incluso me parece haber visto que los tribunales suecos archivaban el caso. Tiene toda la pinta de ser un montaje de los servicios secretos más que nada por lo inverosímil, pero a Assange no le quedará más remedio que responder ante la justicia. Por supuesto, si se declara en rebeldía, el ritmo de esta revolución se acelerará, pero es de temer que su protagonista corra mayores peligros.

Su ataque a los Estados lo ha colocado en el punto de mira de los más poderosos que están dispuestos a recurrir a los métodos que precisamente ha revelado el dumping de WikiLeaks. Escuchando al asesor del gobierno del Canadá, un científico, pidiendo que alguien asesine a Assange es evidente que el contenido de los 250.000 cables se queda corto. Y nadie, al parecer, se acuerda de que incitar a la violencia contra las personas es delito. No quiero ni pensar en lo que se estará proponiendo en el ciberespacio de la derecha: que lo troceen por lo menos. El cielo y el averno.

Amazon ha echado a patadas la web de Assange de su servidor y Assange se ha ido a Suecia país en el que se le busca por la mencionada denuncia. Esto cada vez se parece más al peregrinar de Trotski de exilio en exilio. Pero como Assange tiene sentido del humor, el twitter de WikiLeaks resumía la situación con una chanza: si Amazon está tan a disgusto con la primera enmienda (libertad de expresión entre otras) debiera dejar de vender libros. Además, el mismo Twitter de WikiLeaks colgaba una declaración por la que se ve claramente que este terremoto lo está provocando una organización (cuya cabeza visible es Assange); una organización que considera estar haciendo una revolución: WikiLeaks es el primer movimiento Samizdat global. La verdad emergerá incluso ante la amenaza de una aniquilación total. Es fuerte, ¿verdad? A los de mi generación esto nos recuerda mucho los años sesenta. Por ejemplo, el Ejército Simbiótico de Liberación, de Patricia Hearst, que nadie sabía a quién quería liberar. Samizdat es el símbolo de la revolución antisoviética. Un blog, este blog, es parte del Samizdat global. Y hay millones, cientos de millones de blogs. Ahora el desconcierto es todavía mayor. El sistema internacional parece estar entrando en una fase de locura cuando todo el mundo sabe cuáles son las intenciones que animan a los demás y cuán poco cabe aquí fiarse de nadie.

Los poderes de la tierra, los políticos, los económicos, los religiosos tienen que encontrarlo porque, si no lo hacen, este hombre y su organización revolucionan el mundo. Al mismo tiempo no pueden ser tan estúpidos que ignoren que acabar con Assange no es acabar con el problema ni mucho menos en una era en que nada ni nadie puede ya contener la difusión universal de la información. De toda la información. Hay cientos de gentes y sitios en todo el mundo que pueden hacer, y lo harán, lo que hace Assange. Eso habla en pro de que se sosieguen los ánimos y de que no sirve de nada perseguir al activista (salvo que las acusaciones de delitos comunes sean ciertas).

Porque, aunque lo persigan y lo encuentren, el problema tampoco se resolverá. Vamos a suponer que la justicia encuentra a Assange antes de que lo hagan los servicios secretos o una organización de killers profesionales y que, para procesarlo y por su propia seguridad, van a encarcelarlo. Tendrá que ser en un penal especial porque mezclado con otros reclusos ese hombre está en peligro. Y ¿de qué sirve tenerlo en la cárcel? ¿Van a prohibirle el acceso a internet? ¿Eso es admisible?¿Estamos dispuestos a restaurar la Inquisición para proteger lo que creemos que son nuestros intereses?

(La imagen es una foto de adamfeuer, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 1 de desembre del 2010

Realidad dos punto cero.

Hay que seguir hablando de WikiLeaks porque el asunto lo requiere. Público saca en portada a Julian Assange diciendo que Clinton debería dimitir. Y es verdad. Pero como Clinton deberían dimitir todos los políticos, dignatarios, cargos públicos que han hecho o dicho algo vergonzoso, incluso delictivo. Y en el mundo encarna la utopía anarquista porque los gobiernos se desmoronan.

Es muy interesante el caso de Julian Assange. La imagen de la izquierda reproduce su rostro sobre la leyenda que está siendo ya el símbolo mismo de este movimiento y de la propia WikiLeaks: la verdad saldrá a la luz. Una afirmación en la línea de la vieja tradición del radicalismo liberal de Stuart Mill cuando mostraba su fe en que la verdad se impondrá sobre el error siempre que se puedan cotejar libremente. Lo que Assange está mostrando es que eso sucederá incluso aunque, por obra de la censura y el secretismo, los gobiernos traten de impedirlo. La lucha continúa. La lucha entre la razón de Estado de las grandes medianas y pequeñas potencias (que en esto todos los gobiernos del mundo forman una piña de intereses solidarios, desde los EEUU hasta Vanuatu) y la humanidad por su derecho a saber.

Humanidad va a hacerle falta porque truena ya sobre su blonda cabeza y su rostro casi albino. Miembros del Partido Republicano en los Estados Unidos piden que se declare terroristas a Assange y WikiLeaks. Que te declare terrorista el baranda del cotarro debe de ser un plato tan de gusto como cuando algún clérigo iraní de furibunda mirada y poblada barba te lanza una fatua; salvando las distancias, naturalmente, cada vez más cortas.

La entrevista a Time de la que habla Público se celebró por skype desde algún "lugar desconocido", dice la revista. Es como Ben Laden, que también vive en lugares desconocidos. Todo muy natural. Es la guerra digital, que se libra en el ciberespacio. Assange está en todas partes y en ninguna. Sus armas son archivos, en el fondo, bytes. Pero tiene revolucionado el planeta.

Preguntan mucho a Assange que si está en desobediencia civil y dice que no, que él es un obediente civil que quiere que la ley se cumpla. Él dirá lo que quiera pero es obvio que lo suyo es desobediencia civil de manual: alguien que quebranta la ley pacíficamente por razones morales. Porque ley, la hay. En todas partes hay ley de secretos oficiales y violarla está muy penado. Los gobiernos van en principio siempre contra los desobedientes civiles. Luego, si la causa de la desobediencia se extiende, pueden volver sobre sus pasos. Los ejemplos morales suelen tener mucho apoyo social, arrastrar a las masas, como Gandhi o Martin Luther King. En este caso, era digital, esa etapa se ha cubierto ya. Assange es conocido en el mundo entero y proceder contra él despertaría el rechazo de muchísima gente. WikiLeaks es una empresa sin ánimo de lucro y eso da a la actitud de Assange mayor valor moral: está jugándose la vida por una creencia. No por dinero. Y a estas alturas podría tener el que quisiera. Pero no lo hace y pone su codiciado material en manos de medios que son serios, sí, pero tienen ánimo de lucro, porque a la postre son empresas mercantiles. Estos medios han empezado a hablar de cuestiones deontológicas de donde se sigue que se han puesto de acuerdo para no publicar lo que juzguen que puede poner en peligro la vida de personas y no sé si algo más. En definitiva, a censurar, aunque por una noble razón. Claro que no conozco censor que no invoque razones nobles.

El dumping de informaciones revela un mundo por debajo del mundo, una realidad dos punto cero que lo que tiene de más asombroso es cuánto coincide con la imagen que todos teníamos de ella. ¿Alguien se extraña de que el embajador gringo sea un presunto espía? Los embajadores de los Estados Unidos parecen actuar como 007. Pero eso sucede con todos los embajadores del mundo en cuya nómina entra acceder a la mayor información posible del país ante el que están acreditados, sin ser muy delicados en cuanto a las vías. La diferencia está en el poder que tienen. En el caso de los yankies el embajador, además de espía, puede actuar tranquilamente como procónsul imperial. Y así lo hace cuando lo cree conveniente. Esa advertencia de uno de ellos de "se me está acabando la paciencia" en relación con un caso judicial español suena a mafia.

Porque si la actitud de los gringos es eso, imperial, la de sus interlocutores en diversos ámbitos de las instituciones soberanas del Estado es servil. Que parezca que los fiscales reciben órdenes del procónsul produce una impresión lamentable que tiene de uñas al establishment liberal nacional español. Y dentro de lo que cabe, al ser España un aliado clave, al decir del embajador yanki, Mr. Solomon, el trato que recibe el país es de mucha consideración. Donde tienen los estadounidenses un verdadero carajal es en la zona del Irak, Pakistán, Afganistán. Y ahí es en donde le dicen al Jefe del Estado lo que tiene que hacer o lo hacen por él. La vergüenza la ponen de nuevo esos países musulmanes dispuestos a pactar con el Imperio contra otros países musulmanes.

A vista de pájaro, el dumping de WikiLeaks nos ha dejado a todos en plena realidad dos punto cero.

(La primera imagen es una foto de R_SH; la segunda de biatch0,ambas bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 7 d’octubre del 2010

Apostillas a lo que se oye y ve por ahí.

En su ardorosa y documentada defensa de las corridas de toros el senador Pío García Escudero dice que si él fuera toro preferiría morir en el ruedo a acabar en la oscuridad de un matadero tras una vida aperreada de pueblo en pueblo. Vamos que el toro es como el negro de Nicolás Guillén que pedía su pan "de puerta en puerta". Si don Pío fuera toro no podría preferir nada porque habría otro don Pío prefiriendo por él y en su nombre.


Diz el mismo senador que al final Picasso quería ser toro; es posible. Cierto que se veía como el Minotauro. Pero el Minotauro no es un toro sino la imagen de alguien que piensa como un toro y embiste como un hombre.


La próxima visita de SS. Benedicto XVI a esta tierra liberada de sarracenos será un negocio espiritual y económico, promete monseñor Martínez Camino, ese clérigo tan atildado. ¡Quién iba a decir a Cristo que lo refutarían sus propios seguidores y que sí, que se puede servir a Dios y a Mamón al mismo tiempo!


Para que haya postzapaterismo es preciso que haya habido zapaterismo, cosa que no consta, al menos con la densa machaconería que se dio al felipismo.


Seis meses de cárcel por atar a su perro al coche y arrastrarlo durante 700 metros. Bien, muy bien. Y ¿qué condena recaerá sobre los que alancean toros, los matan a golpes, los abrasan o los rematan tras una lucida faena, probablemente porque han nacido para el luto y el dolor? ¿Sobre los que precipitan cabras al vacío?


España ha vivido por encima de sus necesidades, según el gobernador del Banco de España. Ahora le toca vivir por debajo, en justa penitencia. Y ¿quién determina las necesidades justas? Eso es algo tan quimérico como el precio justo o la guerra justa.


Además, el Banco de España, ¿es de España?


La SGAE hackeada a lo grande. Aquí se juega algo muy importante: el derecho de propiedad privada. Uno puede poner un aviso de Prohibida la entrada en un terreno, un bosque, un prado, un local, pero no puede ponerlo al comienzo de una sinfonía o una novela. Algo está mal. ¿No?


El Gobierno teme que Venezuela se convierta en una base de etarras, como lo fue Francia en su día. Pero ¿no era Venezuela el lugar al que otro gobierno español de Felipe González mandaba los etarras a puñados a raíz, creo, de las conversaciones de Argel? Los venezolanos deben de alucinar ante la volubilidad hispana.


Michelle Obama no es la mujer más poderosa del mundo sino la esposa del hombre más poderoso del mundo, que no es lo mismo.


El Fondo Monetario internacional quiere un "plan B" del Gobierno español, por si falla la reducción del déficit, lo que es la vía más segura para que la reducción del déficit falle.


El Danubio bajaba azul para los enamorados...

...ahora, si Dios, que es todo amor, no lo impide, bajará rojo.


(La primera imagen es un grabado de la Tauromaquia de Goya, "Juanito Apiñani en la plaza de Madrid", que está en el dominio público.)

(La segunda imagen es una foto de LuChOedu, bajo licencia de Creative Commons).

divendres, 3 d’octubre del 2008

No dejéis que los niños se acerquen a ellos.

La policía ha desmantelado la enésima red de pedófilos en internet. En una investigación de meses ha descubierto 18.000 conexiones en 75 países. 1.600 conexiones en España en donde se ha detenido a 121 personas y hay 96 imputadas por distribuir pornografía infantil a través de la red. Según EFE, entre 2003 y 2007 se detuvo a 974 personas en España por idéntica actividad y en lo que va de 2008 llevamos ya 359. Digo esto porque lo primero que me llama la atención de este delito es la cantidad de gente que lo comete. Y siempre hombres. Da que pensar, aunque no estoy nada seguro de llegar a conclusión alguna. ¿Por qué sólo hombres?

Según parece la pornografía adulta tiende también a ser masculina si bien según mis noticias la hay asimismo para consumo femenino. Esta pornografía de mayores se entiende porque aunque deformada o "viciada" tiene su arranque en el erotismo, aquella fuerza de universal imperio a la que Hesiodo atribuye en parte la responsabilidad por el origen del mundo, de los dioses, de todo. Pero encuentro imposible de entender la pornografía infantil, aunque no toda. Parte de ésta arranca también del erotismo de los adolescentes e impúberes que es asunto complicado que ha pasado por distintas etapas en la historia. Algunas culturas (Grecia, Egipto) no han visto mal las relaciones sexuales de adultos con adolescentes y en muchas otras, como la cristiana occidental sin ir más lejos, se han admitido hasta hace relativamente poco matrimonios de adultos con niñas de doce o trece años y eso parece no ser infrecuente hoy entre los musulmanes si no ando equivocado.

Gran parte de los países occidentales ha situado la mayoría de edad para relaciones sexuales "legales" en torno a los dieciocho años, si bien todos sabemos que en muchísimos casos la iniciación sexual de los adolescentes de ambos sexos se produce antes, entre los catorce y los dieciocho. Se trata de una de esas típicas situaciones en que la norma regula una realidad social rebelde y probablemente sea sensato (es decir, conservador que es lo que quiere decir "sensatez" en este contexto) seguir así.

Sucede además que esa realidad social rebelde viene alimentada o se alimenta ella misma de una idealización literaria y artística de la sensualidad y el erotismo de la adolescencia. No es necesario ir al Marqués de Sade para dejar constancia de ello. A lo largo de la tradición cultural europea, desde el mito de Ganimedes hasta la Lolita de Nabokov, hay un retorno permanente a ese territorio oscuro y también fascinante del atractivo adolescente. Considérese a la derecha el San Juan Bautista adolescente de Michelangelo Merisi (Caravaggio), obra pintada hacia 1600 con un evidente regodeo en los aspectos más carnales de la imagen que es erótica pero no pornográfica en modo alguno. O piénsese en algunas de las figuras impúberes de Balthus o en las de su hermano Pierre Klossowsky sobre quienes Palinuro posteó en su día.

Por supuesto, al tratarse de cuestiones de juicio estético no hay modo de resultar convincente en la materia salvo para quienes estén de antemano de acuerdo con uno. Si al juicio estético se le añade como en este caso el ético esa imposibilidad se convierte en algo absoluto. Traigo un nuevo ejemplo: contémplese más abajo el cuadro del cursi de Bougereau titulado Admiración (1897). Eso sí que me parece detestablemente pornográfico en su relamida y falsa ingenuidad. Así que como el asunto es opinable, hay tradiciones y tendencias para todos los gustos y las cosas no están muy claras es acertado mantener la edad de los dieciocho años como límite y perseguir a quien se lo salte.

Pero es que en el caso que nos ocupa aquí no solo se trata de adolescentes, impúberes, en definitiva, menores de edad pero mayores de ocho o diez años, no; es que se trata de bebés, de niños de meses, de uno o dos años. Y esto sí que me deja atónito y confieso ser incapaz de comprender que alguien encuentre sexualmente atractivo a un bebé. Ciertamente que éste es un territorio muy complejo en el que hay que tener mucho cuidado a la hora de calificar unos u otros comportamientos como "aberrantes", "degenerados" o lindezas de ese tipo. Es más, me niego a admitir que haya comportamientos sexuales "aberrantes" o "degenerados" desde el punto de vista del que los practica porque, de admitirlos, abrimos la puerta a que la autoridad nos diga qué podemos y qué no podemos hacer en la cama. Otra cosa es, por supuesto, el interés de aquel sobre el que se ejerce ese comportamiento que, tratándose de niños prevalece sobre cualquier otra consideración. O sea que, aunque yo sea incapaz de comprenderlo, el comportamiento del pedófilo no será "aberrante" o "degenerado", pero es un delito, un crimen especialmente odioso.

Y vuelvo a la pregunta del comienzo: ¿qué punto oscuro tenemos los hombres para que ese delito sea específicamente masculino? ¿Qué diablos tiene en la cabeza un hombre cuando visiona complacido pornografía infantil o abusa sexualmente de un niño? Si, como dice el poeta, "en el niño sólo hay libertad" ¿qué lleva al pedófilo a arrebatársela?

(La primera imagen es una foto de Southworth Sailor, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 30 de juliol del 2008

Estafas en la red.

Ayer recibí una de las afamadas Cartas nigerianas. Me habían tocado 750.000 euros en no sé qué lotería y tenía que ponerme en contacto con no sé quién para recoger el premio. Es curioso comprobar que, por torpe que sea una estafa, siempre hay alguien que cae en ella. Cegado por la codicia, supongo.

Pero ¿que me dicen de la cartita de la supuesta Cajamar que voilà a la izquierda? Lo de La Verificación Del Sistema suena tan delicioso como el resto de ese español macarrónico que produce hilaridad. Pues hay gente a la que estafan. Estos.