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dimarts, 18 d’abril del 2017

La picota moderna

Estos de Podemos dominan el juego estudiado por el celebérrimo Guy Debord de la política como espectáculo. En realidad lo ha sido siempre pero, normalmente, espectáculo suntuoso, ceremonial, ostentoso, lleno de boato; espectáculo más del género operístico. Los de Podemos están introduciendo otros géneros, tanto en su actividad parlamentaria como en la callejera; géneros chicos, populares, zarzueleros, con algo de commedia dell'arte. Forman parte de esa función subversiva de la vida cotidiana que se adjudican como parte de su acción. Dada su obvia vocación mediática, sus espectáculos consiguen grandes audiencias.

El caso del autobús trae a la memoria otro tipo de espectáculo, el de la picota o su pariente rico, el rollo, lugares en que se exponía a los delincuentes al ludibrio público, a la entrada de las poblaciones, a veces de cuerpo entero, a veces solo la cabeza, convenientemente cortada y empalada, aunque estos eran casos extremos. La pena menor, la más habitual, era la exposición pública del malhechor. Ahora este es sustituido por su imagen, pero el efecto es el mismo. Los han puesto en la picota. Por lo demás, un espectáculo ambiguo pues si, por un lado, tiene una función ejemplarizante, por otro viene a ser como un anticlímax o sucedáneo. Creo que es en 1984 en donde hay un "minuto del odio", durante el cual la gente pasa a ver la imagen del enemigo oficial del pueblo para llamarle de todo. Y así se desahoga. Dudo de que eso suceda con el Tramabús.

Las reacciones han sido instantáneas, fulminantes, reveladoras de una irritación mal contenida y profundamente hostiles. Algo muy parecido a la recepción que tuvo el autobús de Hazte Oír del otro lado de la barrera ideológica hace unos días. Alguno ha apuntado al hecho de que el tramabús esté copiado del otro y ha aprovechado para soltar eso tan gracioso de que los extremos se tocan. Está claro que los de Podemos son unos imitadores que prácticamente lo han copiado todo, desde el nombre de la organización a su estructura y sus planteamientos. Pero en esto del autobús, en realidad, no copian, sino que siguen una tradición ya venerable en casi todos los países occidentales no solo con fines políticos y electorales, sino también publicitarios, propagandísticos. Y no solo autobuses, también trenes y hasta globos. Esto de los globos es una idea. Preveo intensas batallas judiciales a cuenta del derecho a la propia imagen.

Los socialistas, que han mantenido una exquisita neutralidad con los dos autobuses, rechazando los dos, se duelen de que aparezca el rostro de Felipe González mezclado con una tropa patibularia. Es un problema de interpretación. Como no quieren tirar al niño con el agua sucia, piden diferenciar entre las puertas giratorias que quizá sean inmorales, pero no ilegales y la Gürtel, que son delitos. Cierto es y quizá lo justo fuera que Podemos fletara un segundo tramabús con casos de puertas giratorias. No sería tan vistoso porque los de las puertas giratorias son menos conocidos que los Bárcenas, Aznar, González, Aguirre, etc. Y ese es justo el precio suplementario que paga González porque no es de recibo que se protagonice el primer gobierno de la izquierda en España después del franquismo con mayoría absoluta y se acabe en Gas Natural, cobrando un pastizal por "aburrirse", según su propia confesión.

Una de las reflexiones más interesantes de Piketty en su obra sobre el Capital hoy es la importancia que tienen las exageradas, estratosféricas rentas que por varias vías se adjudican cientos, miles de directivos en esta locura de la financiarización: salarios de cientos de miles €, pensiones de decenas de millones, retribuciones que no guardan relación racional alguna con la productividad. Cálculese la productividad de cobrar 200.000 € por "aburrirse". En el momento en que González acepta las reglas del juego, forma parte de él. Y eso vale también para Cebrián, solo que con puestas mucho más elevadas, más en el orden de los míticos brokers neoyorquinos

Se forma parte del juego y del espectáculo. En este caso, la picota. Ese autobús es un torpedo en la línea de flotación del consenso implícito en la tercera Restauración. Por cierto, lo que se echa en falta en el historiado vehículo es algún rostro de la Familia Real. Debe de haberse impuesto la sana y prudente cautela porque Urdangarin, por ejemplo, no se distancia gran cosa del resto del retablo.

dissabte, 17 d’octubre del 2015

Los medios son los fines.

Hace unos años el empresario Jaume Roures, propietario del diario de papel Público, una publicación de izquierda, lo cerraba de golpe por motivos económicos y ponía en la calle a la plantilla a través de un ERE con el que los trabajadores quedaron muy descontentos. Algún tiempo después, el mismo Roures volvió a comprar la cabecera que salió a subasta o algo así, para hacer una publicación exclusivamente digital. Se trata del diario Público.es, prácticamente un órgano de prensa de Podemos. Roures es además el dueño de Mediapro, la empresa matriz (o algo así) de la Sexta, cadena de mucha audiencia igualmente al servicio de Podemos, cuyos miembros más significados se pasan el día en ella.

Ahora, Roures, el jefe, está de cumpleaños e invita a sus amigos, colaboradores y empleados. Entre ellos, a los de Podemos que acuden pero ruegan que no se les hagan fotos. Una gente que está permanentemente en la pantalla de televisión no quiere fotos. ¿Por qué no? Porque se trata de un asunto privado, sostienen. También los mítines en Vista Alegre son privados. Todo lo que no se hace mediante instituciones públicas, es privado. Las fotos pueden estar permitidas o no. Pero la privacidad de las personas públicas, sobre todo de los políticos, es cosa controvertida. Y la gente puede estar interesada en saber qué hacen sus políticos, esto es, quienes le dicen lo que tienen que hacer, cuando se relacionan en privado con quienes financian sus apariciones públicas y su política de imagen. Las fotos se hicieron con móviles y circulan por la red. Es inevitable.

La teoría central de Podemos es que hay que servirse de los medios para sobrevivir y prosperar. Su batalla es mediática. Disponen de un diario digital, Público, una cadena de TV, la Sexta, que no está mal. Su acción se desarrolla ensencialmente en los medios. En buena medida encaja en el modelo de media party. Cabe decir que ha convertido los medios en fines en sí mismos. Ya no se trata de que la revolución sea televisada; la revolución vive en la televisión.

Pero los medios son empresas y responden a la lógica empresarial del beneficio. Tienen una estructura jerárquica y manda el que paga, en este caso, Roures. Cuando Roures convoca, sus empleados acuden. Y no quieren fotos. Si no quieren fotos, lo mejor es no ir, como han hecho con la convocatoria del Rey el 12 de octubre. Las fotos dificultan la tarea de explicar que se está con los de abajo, pero los canapés se los toma uno con los de arriba.

Tampoco debe exagerarse el purismo. Además, la teoría de Podemos de convertir los medios en fines viene acompañada por una instrumental: hay que democratizar los medios-fines. Democratizar es término denso. De significar algo en el contexto de los medios será el hecho de permitir que a ellos accedan todas las opiniones y no solo unas cuantas o solo unas. Es una teoría fácil de comprobar en la realidad. Basta con tener ojos y oídos para ver cómo la Sexta sí parece admitir la discrepancia, incluso mucha, pero en los medios audiovisuales de Público, administrados por los de Podemos, eso no sucede. No dan acceso a voz crítica alguna. Sea la que sea. Igual que hacen las cadenas de televisión públicas y privadas que censuran. Como no vamos a pensar que lo hagan por espíritu censor habrá de reconocerse que lo hacen por falta de agallas.

dissabte, 19 de setembre del 2015

La chispa y la burbuja.

En el Canal de Isabel II de Madrid hay una exposición retrospectiva de Leopoldo Pomés que deja con la boca abierta al visitante. Y los ojos como platos. Y los oídos. Y los demás sentidos, el gusto y el tacto, al menos en forma narrativa. Pero todos los sentidos. Porque si bien suele tenerse noticias aisladas, inconexas, de distintos logros del hombre, esta exposición, magníficamente montada, ofrece una visión panorámica del conjunto de su obra, desde su primera fotografía, en 1947, hasta sus últimas producciones de ahora mismo. Setenta años de un torrente de imágenes de todo tipo, retratos, foto-reportaje, producción artística, publicitaria, de videos, películas, pero también de poemas, de ensayos, de experiencias empresariales, diseño comercial. Pomés ha hecho incursiones en todos los géneros, tocado todos los temas y, en esta exposición de conjunto se ofrece una imagen caleidoscópica, que interpela todos los sentidos. El propio Pomés, quien no para de explicarse a lo largo del recorrido de diversas formas, dice que es un hedonista y hace un panegírico de la buena mesa probablemente relacionado con el hecho de que, habiendo nacido en 1931, le pilló el hambre de la postguerra en la adolescencia, cuando la cena era a base de patatas hervidas y algún escuálido acompañamiento. Andando el tiempo, la misma experiencia le llevaría  a fundar y regentar con éxito un par de restaurantes en Barcelona y hasta una tortillería.
 
Esa exuberancia de los sentidos lo hacía idóneo pra la fotografía publicitaria. Arrancó en 1959 con un encargo de los bañadores Meyba y acabó siendo el rey indiscutible del gremio, cosa patente si se recuerda que es el autor del spot más caro de la televisión, el anual de Freixenet, el de las burbujas. Entre medias ha dominado el mercado de la foto publicitaria con ideas, propuestas y campañas que han creado escuela: estética 007, dinamismo de las imágenes, audacia de planos, falta de convencionalidad, detalles de genio aplicados a la publicidad de Terry ("usted sí que sabe") o a la de Gallina Blanca. Aquella primera foto del bañador Meyba se hizo famosa no por la modelo sino porque, junto a ella, figuraba un caballo. Y es el caballo, curiosamente, el que mantiene el interés de la imagen ya que la mujer está como engastada en un traje de baño de tres piezas de apariencia muy rígiday resiste peor el paso del tiempo.
 
Es fácil decir que la obra de Pomés se expande en paralelo con el desarrollo posterior al Plan de Estabilización, la generalización del consumo y la era de la televisión. Es obvio que se trata del terreno para teorizar sobre la sociedad de consumo, la cultura del ocio y el American way of life. Alguno trabajos de nuestro hombre recuerdan los aires de Harper's o la misma Life. Pomés hizo series enteras en campañas para vender las fibras sintéticas, que invadieron el mercado en los sesenta y setenta. Incluso inventó un personaje, Pedro Tergal, para publicitar el tergal, una fibra. Y, con el consumo, técnicas de comunicación. El cortometraje de Terry repetía el recurso al caballo pero, esta vez en movimiento. El anuncio, que paseaba una hermosa modelo cabalgando a pelo un alazán por una playa, por los Campos Elíseos en París, la plaza de San Marcos en Venecia o Trafalgar Square en Londres en 1972, quizá sea el más egregio monumento a una especie de kitsch contracultural de los setenta.
 
Hay chispa en todo lo que Pomés toca. La serie de retratos "serios", entre 1970 y 2013 (Cortázar, Eduardo Mendoza, Jorge Herralde, etc) atestigua la permanencia de un espíritu de exigencia, pues los retratos quieren ser psicológicos, que probablemente procede de sus años de formación, en los cincuenta en los círculos de pintores de los grupos de Dau al Set y El Paso, Joan Ponç, Modest Cuixart, Tàpies, Saura, el malogrado Manolo Millares y en los de poetas como Brossa, Joan Oliver (Pere Quart) o Cirlot, con abundante presencia de Chillida. De todos ellos hay muchos retratos que, significativamente, no tienen nada de psicológicos sino que son como manifiestos, como imágenes de tendencia, de escuela, de grupo. De vanguardia. El autodidacta Pomés se forjó en un ambiente de ruptura artística plástica y la recomposición de una estética rebelde en una sociedad autoritaria y conformista que desembocó en el abstracto. Hasta ahí llegó a asomarse Pomés, con fotos de arpilleras, al estilo de Millares o grafitti colorido en homenaje a Miró.
 
La exposición muestra también diversos encargos cuya contemplación es muy grata. Una serie callejera de Barcelona en los cincuenta por encargo de Seix Barral y otra sobre tauromaquia que no llegó a publicarse porque el escritor comprometido a redactar el texto, Hemingway, se suicidó. Mención especial merece su tratamiento de las mujeres, empezando por la propia, que le sirvió de musa y modelo en muchas ocasiones. Su visión de la estética femenina está bien definida con su concepto de hedonista, es levemente erótica, elegante y contenida. Tengo la impresión de que la serie que dedica a la arquitectura modernista está relacionada igualmente con ese hedonismo y esa especie de plenitud y alegría de vivir que siempre trasmite Pomés.
 
Su innegable triunfo en la fotografía publicitaria le hizo ganador del concurso para realizar el spot de presentación de los juegos olímpicos en Barcelona en 1992. Se muestra íntegro. Merece la pena verlo. Podría servir perfectamente para publicitar la via lliure del independentismo actual.

dimecres, 29 de juliol del 2015

La era de los huevos mediáticos.

Hace bien el PP sustituyendo a Sánchez Camacho por Garcia Albiol en Cataluña. Cuanto más absurda, más inverosímil, más inmoral sea una medida, más atención mediática recibirá. Ya solo la corpulencia y la altura, de 2,04 metros de este chavalón le hace ocupar toda la pantalla, lo cual es esencial en la era de la imagen. Le ayuda su sonrisa picarona y su rostro de pillastre del barrio, de quien nadie puede esperarse nada malo. Todo ello sirve para neutralizar la evidencia de que se está defendiendo y amparando la xenofobia, cosa hasta la fecha poco recomendada.  La noticia está en la xenofobia pero una xenofobia popular, alegre, nada de campo de concentración o vallas con cuchillas. Una resistencia al dark stranger que se alimenta con los sanos prejuicios de la calle. El nombramiento es casi una provocación equivalente a decir que la opción propugna el maltrato animal. Lo malo siempre es noticia.

El diputado que se toca los huevos es también pura noticia. De no haber hecho ni dicho nada relevante, este hombre sería un don nadie. De haber robado algunos millones que es, al parecer, de lo se se le acusa, pasaría a ser un nombre que sus compañeros de partido olvidarían al instante, como le sucedía a Rajoy con los de Bárcenas y Rato. Pero, si además de robar, dice algo suficientemente absurdo, tiene asegurada la publicidad y el alborozo popular. O sea, audiencia. La audiencia de los huevos.

Aguirre, que anda siempe aplicando la disciplina de las disciplinas si son otras las espaldas pide la dimisión del diputado huevón porque sus expresiones (la de que se toca los huevos y la de que chupa la polla al jefe), según ella, la avergüenzan y abochornan. Sin embargo, ella no parece mucho mejor hablada. En cierta ocasión, de esas de micrófono abierto inadvertidamente, presumía de haberle quitado un puesto de designación en algún órgano de Cajamadrid, esa entidad que acabaron quebrando por su fabulosa incompetencia, al hijo puta, en el que los conocedores de las bambalinas creían detectar al mínimo, pío y devoto Ruiz Gallardón.

Es un mecanismo bastante conocido. Los políticos viven de la política. Para ello necesitan ser elegidos y, para ser elegido es necesario ser conocido. La política dilucida entre publicidades alternativas. Por eso se pregunta a la gente en los sondeos de opinión si conoce a los candidatos y estos tienen garantizado el conocimiento si dicen disparates; otra cosa será la valoración, pero esa es aquí poco relevante. ¿Quién imaginaría que un menda, alcalde de un pueblo gallego, diría que los asesinados de Franco se lo merecían? Igualmente el cura que canta misa en los Jerónimos el 18 de julio impetra la aparición de una figura cristiana, mesiánica, que rescate al país de nuevo del marasmo desastroso en que se halla. O sea, un cura pidiendo un golpe de Estado. Pura noticia: la esencia misma de la raza.

¿Cuándo te llaman dede los medios? Cuando eres noticia. Si un empresario dice, por ejemplo, que los trabajadores, en vez de cobrar salarios, debieran pagar a la empresa a cambio de trabajar, sería noticia inmediata, entre otras cosas porque, de ponerse en práctica tan ingeniosa doctrina, por fin se habría demostrado la falsedad de la teoría marxista de la plusvalía. Aunque alguien del partido popular, siempre relacionado con los huevos, pudiera pensar: "¡manda huevos, acabar con los huevos de oro asesinando a la gallina!"

diumenge, 14 de juny del 2015

Contextos.

Tres consideraciones respecto a los tuits del señor Zapata.

Primera. El tratamiento de la prensa. Detestable. Y no hablo solo de comics como La Razón o el ABC. El título de una crónica de El País es una vergüenza de manipulación:  un edil de Ahora Madrid se burla en Twitter de los judíos y de Irene Villa. Es engañoso, es falso, y lo es en un asunto explosivo. Lo mismo sucede con otros diarios. Mentir, manipular en cuestiones sensibles es lo que convierte la prensa seria en amarilla. Que el autor de la pieza presente los hechos como actuales y no indague en el contexto prueba  que la información es aquí lo menos importante. Lo esencial, al parecer, es la movilización, el ataque a una persona y, a su través, a una opción política. Tratándose de hechos de hace cuatro años, el cronista estaba obligado a indagar en el contexto, para contribuir a que las gentes aclaren su juicio y no a ofuscarlo. Eso es lo que hace Íñigo Sáez de Ugarte en un artículo, Sobre el Holocausto, el humor y la política madrileña, en el que trata de explicar los famosos tuits dentro del contexto de un debate o algo así sobre los límites del humor negro a raíz de un percance de Nacho Vigalondo con El País, que quizá pueda explicar la falta de estilo del diario con sus consecuencias. El contexto. Efectivamente, el contexto. Vamos a él.

Segunda. Un debate sobre los límites del humor negro hace cuatro años. El  humor negro es el nombre caritativo con que revestimos lo más cruel, estúpido, inhumano que hay en nosotros, que lo hay y mucho. Es el modo de embellecer las más bajas pasiones, el racismo y el sadismo que todos llevamos dentro. Unos las silenciamos, las refrenamos como podemos y otros les dan rienda suelta bien sea a lo bestia, a base de linchar negros, asesinar judíos, maltratar mujeres o... contando chistes racistas. Cuando alguien observa que el racismo es siempre repugnante y no tiene gracia alguna en ningún supuesto, se recurre a la justificación habitual: son solo formas de hablar, lenguaje y, como todo lenguaje, puede justificarse con un metalenguaje.

No somos racistas, por dios, ni machistas, ni nacionalistas españoles y, por lo tanto, podemos contar chistes antisemitas, misóginos o anticatalanes. No nos gusta el fútbol, pero es un "fenómeno sociológico" y hay que estar al tanto de la vida real. No nos gusta la chabacanería ni la vulgaridad de los programas rosas, pero son un consumo muy extendido y debemos conocerlos. No somos machistas, pero ¿qué tiene de malo un bonito piropo? Hasta a ellas les gusta. "Un piropo es un grafiti del erotismo". Me ha salido redondo; casi como una greguería de mi tocayo. Pero es falso. Un piropo es y será siempre una intromisión inaceptable en la intimidad de otra persona. Una interpelación no solicitada. Por ahí se empieza y se acaba en el femicidio.

El truco es el metalenguaje: "los límites del humor negro", el "fenómeno sociológico", el "ingenio callejero, el "alma del pueblo".  Y la complicidad de los auditorios que con facilidad se convierten en turbas, por cierto. No hay disculpas. Un chiste racista es un chiste racista, se vista de lo que se vista y sea cual sea el contexto. En realidad, no hay contexto posible. El único aceptable sería un imaginario laboratorio en el que pudiéramos coger ejemplares de chistes racistas como el que coge virus malignos. Todo lo que no sea eso será tolerancia hacia lo más odioso y estúpido que tiene el ser humano: la tendencia a reírse del sufrimiento ajeno. Que eso existe es obvio. Basta con abrir un libro de historia. Pero que exista no quiere decir que las izquierdas podamos sumarnos a ello. También existen la esclavitud, la explotación, la trata, etc. y los combatimos. Sin excepciones. ¿Por qué no el racismo o el machismo?

He leído la exculpación de Zapata, sobre polémicas y contextos y es de apreciar su esfuerzo por distanciarse del contenido de sus chistes. Me alegraría que le diera buen resultado y la opinión le ofreciera una segunda oportunidad. Incluso que se la ofreciera a sí mismo. No lo conozco personalmente. En estos cuatro años puede haber cambiado y ojalá lo haya hecho aunque, por el contenido de su escrito, no lo parece. Reitera la condena al terrorismo de ETA y al antisemitismo y a cualquier otra forma de represión y violencia. Y considera que ello no es incompatible con el humor negro, siempre y cuando este sea reconocible como humor. A tenor de lo dicho, Palinuro no está de acuerdo. El racismo no puede ser humor. Nunca. El racismo es un delito. Como el machismo. Revestir de humor la crueldad solo la hace más odiosa. ¿Cómo? ¿Censura? ¿No pueden hacerse chistes de judíos? Sí, claro. Hagan ustedes los que quieran, pero arrostren luego las consecuencias porque, como dicen los católicos, es imposible repicar e ir en la procesión.

No estoy seguro de que el señor Zapata deba dimitir. Me resulta imposible ponerme en su pellejo. Quede a su conciencia y que lo resuelva. Hay pocas dudas de que los adversarios están aprovechándolo con una evidente y sucia intencionalidad política de la derecha.
 
Tercera.  La derecha rabiosa, que no sabe perder y ve toda derrota electoral como un expolio de lo que le corresponde por designio divino, está en pie de guerra. Desde el minuto uno. No ya la tradición de los cien días. Ni cien segundos está dispuesta a conceder a los nuevos gobernantes esta banda de ladrones, recién desalojada de los consistorios en los que lleva veinte años esquilmando los recursos públicos. Inmediatamente de conocerse el asunto de los siniestros tuits, ya estaba Aguirre empujando, apabullando y exigiendo medidas ipso facto aun sin conocerse los hechos por entero. La consigna es debilitar al adversario, acogotarlo, no dejarlo respirar para ver de hundirlo antes de que pueda empezar su tarea.
 
Aguirre, la insoportable verdulera que desprecia a los agentes municipales, a los enfermeros, a los profesores, a todo el mundo que no sea de su clase; la que miente más que habla; la que ha gobernando Madrid rodeada de ladrones nombrados y protegidos por ella, que se han enriquecido a costa de los ciudadanos; la que insulta a los adversarios sin parar; la que se encaramó en el poder mediante el tamayazo; la que no condena el genocidio del franquismo y vive tan contenta en un país con más de 100.000 personas asesinadas y enterradas en fosas comunes por la dictadura racista y fascista de la que son herederos ideológicos ella y el partido en el que milita, fundado por un ministro del delincuente dictador; el partido en el que militan criminales que justifican los asesinados en las cunetas y que levantan el brazo en recuerdo, memoria y honor de los asesinos y su jefe; esa Aguirre carece de cualquier autoridad moral par exigir nada a nadie.
 
Si Palinuro fuera el gobierno municipal dejaría el asunto al sentido de la responsabilidad del interesado y haría en este caso lo que hacen y siguen haciendo las derechas con las denuncias de sus demasías: oídos sordos. Los medios machacarán la historia hasta que tengan otra sustitutoria, porque lo suyo es provocar y azuzar sin límites para que no se hable de lo que le importa: el saqueo a que han sometido al país. Pero la corporación no puede dejarse distraer de su función esencial que es levantar las alfombras y realizar una auditoria pública de las cuentas. Lo único que de verdad teme esta asociación de malhechores que lleva veinte años estafando a la gente.

diumenge, 22 de març del 2015

El espacio público.

La democracia es el ágora, el foro; desde los tiempos de los griegos y los romanos. El espacio público en el que los ciudadanos debaten los asuntos de interés común. El lugar en el que se habla, se delibera, se razona, se acuerdan decisiones colectivas. Hasta en los tiempos más oscuros de la Edad Media se mantuvieron formas democráticas mínimas de carácter municipal, con asistencia pública a concejos o similares. Muy distintos según los países, pero a partir de los cuales fueron surgiendo luego los órganos deliberantes en las ciudades, hasta que el ascenso de la burguesía en el siglo XVIII institucionalizó el ámbito de lo público, la Öffentlichkeit habermasiana, como un lugar de encuentro y discusión de unos ciudadanos razonantes y críticos. Así nacería también la opinión pública y, en paralelo las instituciones representativas, eje de la forma de gobierno moderna, la más importante de las cuales es el Parlamento, esto es, el lugar en el que se habla. Porque hablar, debatir, deliberar, es la esencia misma de la democracia.

La política se hizo comunicación política.

Con la irrupción de los medios, la expansión de la prensa escrita (causa y efecto de la alfabetización de las sociedades), la aparición de los audiovisuales, especialmente la televisión y también el cine, el ámbito público invadió el privado y colonizó toda la acción social, arrebatando al Parlamento la centralidad del debate. La opinión pública se hizo más plural, más crítica, más informada y de mayor peso. Disponía de gran diversidad de fuentes. Entre ellas, las voces de los intelectuales que, ya desde el Rheinische Zeitung de Marx, se hicieron fuertes en sus barricadas de papel. Los filósofos se expresaban en la prensa. Parte de la obra de Ortega está en los periódicos. La de Sartre, en una revista. Y con ellos, muchos otros. Filósofos, literatos, sociólogos, psicólogos, juristas, expertos variados están permanentemente en los medios, generando opinión pública.

La comunicación política se convirtió en la metateoría de las teorías políticas y la opinión pública.

Y ahora, internet, las redes sociales. Muchos sostienen que hemos entrado en una nueva forma de ágora, de ámbito público. Sin duda. Es el ágora digital, una realidad inmediata que condiciona la interacción social sin que quienes en ella participan tengan claro cómo funciona. Porque, sobre ser nuevo este ámbito, es muy proteico, cambia continuamente de formas y pautas y presenta un elemento de incertidumbre.

Justo en el momento en que la comunicación política se ha convertido en el arte de manipular la opinión pública al extremo de poner en cuestión la esencia misma de la democracia.

Lo anterior está basado en una convicción democrática que todos compartimos, al menos públicamente, esto es, la de que el ámbito publico debe ser libre, de libre acceso y garantizar derechos fundamentales, como la libertad de expresión, la libertad de prensa, el acceso a la información veraz, etc. No puede haber censura ni manipulación por razones ideológicas o políticas. En realidad, por ninguna razón. Otra convicción general es que, así como los medios de comunicación privados pueden tener la ideología que quieran, los públicos deben carecer de ella, ser imparciales, plurales y garantizar el acceso a todas las opiniones. Si estas convicciones dejan de operar, si el gobierno las quebranta de modo deliberado y sistemático, no es posible hablar de democracia.

El presidente Rajoy inició su mandanto modificando la Ley de Radiotelevisión para nombrar un director general sin consenso, solo con los votos de su partido. La finalidad, patente: poner la RTVE al servicio del partido y el gobierno. Como está y a niveles de vergüenza. Telemadrid no puede verse y la RTVE comete diariamente los mayores atentados a la deontología periodística. No se informa sobre manifestaciones multitudinarias o, si se informa, es para dar noticias de altercados, sincronizadamente con las fuerzas de orden público a las que muchos testigos acusan de ser quienes los inician. Pero se emiten verderos publirreportajes y ditirambos al gobierno. Los medios no solo reflejan una realidad distorsionada. Llegado el caso, se la inventan. En la Televisión de Extremadura dan el discurso íntegro del presidente, como si esto fuera el sultanato de Omán y, cuando toca hablar a la oposición, pasan un episodio de una serie. Este es el régimen normal del audiovisual público. Pura propaganda y, en algún caso, como en Castilla La Mancha, Agitprop. Llenan además las tertulias y debates de comunicadores afines al gobierno, parásitos y bufones a los que mantienen con cargo al erario. Llaman habitualmente debate al linchamiento dialéctico.

Los medios privados, escritos o audiovisuales forman un cerrado frente progubernamental. En unos casos por afinidades ideológicas, fáciles de entender entre el gobierno de la derecha y los empresarios de los medios, muchos de los cuales tienen intereses en otros sectores generalmente dependientes de las decisiones de la autoridad. O bien por pura dependencia económica de los medios escritos frente a los poderes que discriminan en la publicidad institucional y en las subvenciones. El periódico más favorecido por el gobierno, La Razón, es el de menor difusión pero más ímpetu en su defensa, hasta el extremo de haber inventado un género nuevo, el del comic serio. La abundante presencia de comunicadores no ya de derechas sino furibundamente reaccionarios y agresivos, al estilo del Tea Party, descompensa de tal modo ese ideal ámbito público de debate democrático que lo convierte en una burla. Se habla mucho de las puertas giratorias en cuestiones económicas, pero las político-mediáticas son un hecho cotidiano. La señora Aguirre pasa de ser presidenta de la Comunidad de Madrid a candidata a la Alcaldía y columnista del ABC. La señora Aguirre columnista opina sobre la señora Aguirre candidata.

Realmente, en el ámbito mediático solo se oye el ruido y el discurso de la derecha.

Con las instituciones sucede lo mismo. El Parlamento no existe. Ni siquiera legisla, pues eso lo hace por decreto el gobierno. No se habla de nada que disguste a la mayoría de la derecha. O sea, no se habla de nada. No se habla. De vez en cuando, el señor Rajoy lee un papel, habitualmente, mal. La oposición lo critica, los suyos aplauden y se hace lo que él ha leído. ¿Debate? ¿Discusión? ¿Rendición de cuentas? ¿Explicaciones? ¿Asunción de responsabilidades? Por favor. No confundan la libertad con el libertinaje. De los tribunales, no hablemos. La lucha desesperada de los dos o tres jueces empeñados en hacer justicia en asuntos que incomodan al príncipe empieza a rozar lo legendario. Como legendaria es ya la identidad de criterios del Tribunal Constitucional y el gobierno que nombró a su presidente entre lo más granado de su militancia. La Fiscalía, el Tribunal de Cuentas, la Defensora del Pueblo, Marquesa de Salvatierra, etc. están secuestradas, convertidas en dependencias privadas del gobierno.

Las instituciones están al servicio del partido que, a su vez, está al servicio de la voluntad omnímoda de su presidente y presidente del gobierno. Esto, ¿cómo se llama?

Por último, el ámbito público digital. Aquí se concentra la escasa oposición que se da en España. Unos cuantos diarios digitales y las redes sociales. Si es algo que se hará ver en la política real se comprobará en breve. Pero el gobierno no duerme sino que, como las vírgenes prudentes, mantiene la vela encendida por lo que pueda pasar en un ámbito tan nuevo e imprevisible. Y no se limita a vigilar a los tuiteros y echarles mano cuando atenten contra las convicciones del pío ministro Fernández Díaz o a aprobar una ley de propiedad intelectual que permita acogotar a quienes se expresen en la red. Va más allá. La intención es pervertir la nueva ágora pública digital, manipulándola, pretendiendo hacerla inservible o colonizarla, como ha hecho con la mediática.

La jefa de la campaña electoral de Esperanza Aguirre está siendo investigada por tramitar contratos con dinero público a través de la red Púnica para mejorar la reputación en internet de altos cargos del Gobierno regional, entre ellos, el actual consejero de Presidencia y Justicia, Salvador Victoria, y el presidente, Ignacio González. Bien. ¿Qué llama la atención de esta noticia? Exactamente, la finalidad, "mejorar la reputación en internet de altos cargos", etc. Y eso, ¿cómo se hace? Esos dineros públicos ahora investigados han ido a parar ¿a quién? Y por hacer ¿qué? ¿A pagar trolls, comentarios en las redes, fabricación de noticias, fakes? ¿Cómo se mejora la imagen de Ignacio González en las redes? ¿Mintiendo, engañando, falseando la realidad con el dinero de todos?

Los mismos que destruyen los discos duros de sus tesoreros son los que gastan fortunas de dinero público en embellecerse en el ciberespacio, en pagar loas y ditirambos. Es decir, quieren destruir el nuevo ámbito público de internet. O controlarlo, lo cual vendría a ser lo mismo si pudieran y, en todo caso, llenarlo de la desvergonzada propaganda de sus telediarios y de las trolas y estupideces de sus tertulian@s a sueldo, la mayoría de l@s cuales es estomagante.
 
La intención es clara: privatizar todo lo público, incluida el ágora. En el fondo, privatizar el Estado, condición conveniente para ponerlo en manos de las multinacionales, como prevé el proyecto de TTIP.

dijous, 6 de juny del 2013

El lobo solitario y la peña, o el código del espacio público.


Bueno, bueno. Una ojeada, por favor, a la imagen de la izquierda. Dennis Hopper, en su HD en Easy Rider (1969), siendo adelantado treinta años después por Dennis Hopper, en su Ford Cougar, en un famoso anuncio de TV de la Compañía Ford. Famoso por ser un prodigio de habilidad cinematográfica ya que los técnicos consiguieron literalmente fundir a Hopper en su Ford en las escenas originales de la película que aquel protagonizaba (y dirigía y producía) con Peter Fonda. Lo hacen con un procedimiento muy complicado llamado Flaming. Desde luego, el vídeo publicitario completo, que dura un minuto, es muy curioso.

Pero no me interesa tanto la cuestión técnica cuanto la simbólica. El anuncio del Ford Cougar con Hopper es una metáfora magnífica del modo en que el sistema mercantil devora todas las manifestaciones de rebeldía antimercantil, y dedico esta reflexión a Sergio Colado, de quien estoy leyendo un original bien interesante que versa precisamente sobre esto. Ríanse ustedes de las camisetas estampadas con la foto del Che que pueden comprarse en todas las tiendas pijas del mundo. El vídeo de Ford/Hopper va mucho más allá: es una demostración plástica, gráfica, visual, patente, de la imposibilidad e irrelevancia de toda rebeldía individual. Es verdad que en Easy Rider eran dos pero, aparte de que con dos no se hace ni un grupo, la dualidad es exigencia del guión de las novelas on the road. Don Quijote necesita a Sancho, un otro imprescindible.

El caso es que la peli de Hopper, con banda sonora de Steppenwolf, Nacido para ser salvaje (Born to be wild), fue el icono de la ruptura generacional de los sesenta. Tampoco es que alcanzara grandes profundidades filosóficas, pero fue imagen y modelo de la rebeldía de entonces. Si no recuerdo mal, ese "nacido para ser salvaje" se ha utilizado también en otras ocasiones; es posible que hasta para un anuncio de Camel o Marlboro o su formulación algo más suave de "nacido para ser libre". Era liberación individual que arrancando con los beatniks de Kerouac, por el camino, se había hecho hippy, cambiando, entre otras cosas, el alcohol por las drogas. Al corazón de esa simbología va lanzada la flecha de Ford: dejad toda esperanza, ilusos. Al final es el espíritu positivo, industrial, la obra de la empresa, el pensar colectivo, el hacer común, lo que prevalece. La peña. Y cuando un cool y sexagenario Hopper, perfectamente integrado, pega un acelerón y deja muy atrás al lobo solitario, se ha cerrado el círculo que da sentido a la existencia humana, tanto en grupo como uno a uno. ¿O alguien va a negar que el lobo solitario está muy atrás en la vida del Hopper de hoy?

Pero está. No todos han sido lobos solitarios y, los que lo fueron, están marcados. Digo esto porque me irrita la facilidad con la que las conciencias críticas se rinden a la inevitabilidad del triunfo de los mercados sobre el espíritu de Hiperión. Hay algo que los mercados no pueden comprar en el lobo solitario: la creatividad. La Ford (el Ford) se incrusta en el film de Hopper; no lo ha creado. La empresa, el mundo, la colectividad, el grupo, la peña, la banda, el partido, pueden parasitar al lobo solitario, no substituirlo. Viven de él, pero acaban por aniquilarlo o expulsarlo. Hopper asesinado al final de la película y Hopper dejado muy atrás, a perderse de vista, en el anuncio de la Ford. ¿Por qué no voy a interpretar el acelerón del Hopper de hoy como un intento de huir de su pasado cosa que, como bien se sabe, es imposible?

Pues eso, decía, es la metáfora del código vigente en el espacio público. Este se compone del Estado y las instituciones y la sociedad civil, básicamente asociaciones (partidos, grupos de presión) y familias, que son asociaciones, claro, pero especiales. En la inmensa mayoría de los casos, la formación del individuo y su acción social están condicionadas por unos u otros (a veces varios) contextos de acción colectiva. De hecho parece como si el individuo solo fuera visible en cuanto pieza o elemento componente de colectividades. Fuera de ellas, nada. Extra Ecclesiam nulla salus. Los solitarios son lobos. Se los alaba para tenerlos a raya, pero se los persigue y abate cuando se cree conveniente. Todos los entes colectivos, institucionales o no institucionales, son codiciosos y egoístas. La familia causa excepción en su interior ya que es el único espacio en el que los seres humanos pueden experimentar algo de altruismo. Pero, hacia el exterior, es una institución tan egoísta, cerrada, colectivista como las demás.

Las empresas, los partidos, los grupos de presión, las asociaciones diversas, laicas y religiosas, todas funcionan bajo criterios colectivos. Son los criterios de grupo, de pandilla, de clientelismo, que hacen a los miembros hablar en primera persona del plural, como partícipes orgánicos de una unidad superior, un pensamiento colectivo. No es concebible separarse del dictado común que puede tomar muy distintas formas, concepciones políticas, confesiones religiosas, visiones comunes. El ejemplo más claro y absurdo son esas multas con que los partidos castigan a sus diputados cuando votan según criterios personales, en conciencia.  No puede ser "yo voto"; ha de ser "nosotros votamos". "Nosotros" es expresión que el lobo solitario no puede emplear salvo en un sentido análogo a la paradoja de Epiménides el cretense.

La unidad de acción y opinión en el espacio público es el grupo, el que legitima la voz del individuo cuando habla, pues no lo hace como individuo sino como portavoz de una colectividad más o menos declarada y cuyo contenido puede ser incluso contrario a las convicciones profundas del citado portavoz. Es el precio que, al parecer, hay que pagar para ser parte de un ente superior que garantice la eficacia de tu acción. La lealtad al grupo, algo que el lobo solitario ni entiende. Lo suyo es lo de Juan en el desierto. Solo que el desierto está lleno de espectadores todos agrupados en peñas que escuchan atentamente, se inspiran en lo que oyen y pretenden hacerlo suyo, como Ford se "incrusta" en Easy Rider. Pero si el más corrupto de los poderes les pide la cabeza del predicador, se la entregan en bandeja. Si la más sanguinaria de las ideologías lo empuja a ello, Walter Benjamin se suicida en Portbou.

(La imagen es una foto de oddsock, bajo licencia Creative Commons).

dilluns, 29 d’octubre del 2012

Sobre las elecciones de Galicia y el País Vasco.


Interesante evento pra hacerse una idea de cómo queda la situación en Galicia y el País Vasco después de las últimas elecciones y a la espera de las próximas catalanas.

Entrada libre. Tod@s invitad@s,

Salón de actos del Rectorado de la UNED, Bravo Murillo, 38.- Madrid, 28015.

dilluns, 2 de juliol del 2012

La censura y la agresión católicas al programa La sexta columna.

Hay que tomarse muy en serio el boicoteo que la organización ultrarreaccionaria y carcunda Hazte oír está haciendo a la 6ª de TV y, en concreto, el programa La sexta columna so pretexto de que vilipendia a la iglesia y hiere a los católicos. Para ello desde su página anima a sus seguidores (fáciles de imaginar) a que bombardeen con cartas, mails, llamadas telefónicas a las empresas que patrocinan el programa para que dejen de hacerlo. Es la clásica táctica de estrangular económicamente la disidencia. Si estos meapilas y sus secuaces se salen con la suya, los españoles perderemos una posibilidad de escuchar algo distinto a las monsergas de Rouco y adláteres; es decir, seremos menos libres. Al presionar a las empresas para que retiren la publicidad, lo que Hazte oír está atacando es la libertad de expresión y de información.
Y lo conseguirá si no actuamos. Los empresarios, es de suponer, se resistirán a tomar decisiones empresariales por razones ideológicas; pero, si ven que la resistencia les sale demasiado cara y que nadie los apoya, acabarán cediendo para no perder clientela. De hecho, ya varias empresas, como Ariel, Braun, Cervezas San Miguel (toma nota, lector, de los nombres y no compres sus productos) han retirado la publicidad y la campaña amenaza con seguir.Nuestra única posibilidad consiste en hacer ver a los empresarios que ceder al fascismo catolicarra es más caro que no hacerlo. Es decir, si ellos retiran la publicidad, los consumidores no compramos sus productos. Verás qué rápido vuelven a insertarla.
Se dirá que los empresarios hacen con su dinero lo que quieren y pueden no destinarlo a patrocinar causas con las que no comulguen. Pero eso no es cierto. No es su dinero, sino que es el de los consumidores el que están empleando para sus sórdidos fines, arrogándose una facultad de decisión moral en campos absolutamente ajenos que no es de recibo. Algo muy típico de la hipocresía católica. Si los empresarios pueden ahogar económicamente un programa libre de TV crítica por razones nacionalcatólicas o sea, en el fondo, fascistas, los consumidores tenemos la obligación de organizarnos para defender nuestros derechos y arruinar a los empresarios que secunden el atropello.
Ese es el punto central: organización. Espero que algún partido de izquierda alce la bandera, publicite los nombres de los empresarios censores y organice la campaña de boicoteo a sus productos. Si lo hace, ganamos.
(La imagen es una foto de IsaacMao, bajo licencia Creative Commons).

La inquisición capitalista.

La organización Hazte oír, dedicada al activismo cristiano y conservador, ha lanzado una campaña para presionar a las empresas a fin de que estas retiren la publicidad de un programa de la 6ª llamado Sexta columna por considerar que en él se vilipendia la Iglesia y se ofende a los cristianos. Según parece algunas empresas ya han retirado la publicidad: cervezas San Miguel, Ariel, Braun, Securitas Direct y otras están pensándolo. Las que lo hagan estarán adoptando una decisión empresarial en función de un criterio ideológico, lo cual no suele ser recomendable.
Los de la ideología contraria, sobre todo contraria a toda forma de censura, también tenemos un medio de responder a ese activismo de la derecha: dejar de comprar los productos de empresas que imponen la censura ideológica. Hay más cervezas en el mercado y más productos de limpieza. El inconveniente de esta estrategia radica en que es mucho más difícil movilizar la voluntad de cientos de miles, quizá millones, que la de un consejo de administración de una empresa. Pero es la única vía que hay de hacer comprender a estos carcundas que no están legitimados para tomar decisiones empresariales por móviles ideológicos.
Por esto en la izquierda pedimos control democrático de las empresas. De trabajadores y consumidores.
(La imagen es una foto de Habladorcito, bajo licencia Creative Commons).


dilluns, 4 de juny del 2012

El secreto todo lo emponzoña.

Nos enteramos ahora gracias a El País de que el gobierno de Rodríguez Zapatero acordó en secreto que toda la información del ministerio de Asuntos Exteriores (hasta los estadillos de intendencia) sea secreta, tratada como materia reservada. Es algo insólito; el secreto del secreto. La decisión se tomó a raíz de las revelaciones de WikiLeaks. Al parecer cundió la histeria, lo cual es sorprendente. En aquel momento, con los medios soltando trapo sobre las vergüenzas del servicio exterior español, los gobernantes trataron las revelaciones con displicencia, asegurando que no contenían nada relevante. Pero luego, en el consejo de ministros, tomaron sus drásticas medidas: todo secreto. Ni se les ocurría que, cuanto más secretos haya, habrá más WikiLeaks.Y menos aun que la existencia de secretos de los gobernantes frente a los gobernados es fuente de arbitrariedad y tiranía.
El secreto es la pauta del gobierno actual. Lo vivido hasta la fecha sobre Bankia proviene del secreto y nada en el secreto. Tiene que haber un secreto para explicar que Rato se despida con una carta que muestra una Bankia a punto de comerse el mundo y veinticuatro horas después el mundo esté a punto de comerse Bankia. La misteriosa nacionalización de una entidad que ha pasado de necesitar 4.500 millones de € a precisar 23.000, ha enfrentado a Rato con Rajoy. Será la guerra de las Erres, detrás de la que quizá aceche una vieja rencilla de la lucha por el poder, el que Rato no consiguió y a Rajoy le cayó del cielo. La guerra, si llega a haberla, la ganará alguno de los dos pero será también de forma secreta.
El gobierno se opone a toda investigación sobre Bankia. No quiere comisiones de investigación y torpedea cuanto puede las comparecencias. Si tan enfadado está Rato con Rajoy, que se sume a la petición de la comisión de investigación. Pero esto es impensable; él tampoco quiere indagación alguna. Nadie entre quienes tienen o han tenido que ver con Caja Madrid y Bankia quiere investigar nada, esto es, el gobierno central y alguno autonómico. "No investigar" es la consigna y los populares la siguen a rajatabla, aunque carezcan de razones pues la esgrimida por Celia Villalobos de que investigar Bankia no arregla el problema no puede considerarse razón. Porque lo que es por números, lo llevan claro los del secreto: el 95 por ciento de la ciudadanía a favor de que se investigue lo sucedido con Bankia. Como es lógico. La ciudadanía demanda publicidad y transparencia, como cada cual en su casa.
En cambio, el poder nunca quiere que se investigue nada, especialmente si lo concierne, incluso en sus posibles desmanes. Las semanas caribeñas de Carlos Dívar y la forma, primero despreciativa y luego zalamera, en que este las ha tratado han puesto el asunto en clara perspectiva de comparecencia parlamentaria del presidente del Tribunal Supremo. Pero el ministro de Justicia la veta de antemano con las más peregrinas excusas. Los fastos de Dívar deben ser secretos porque, razona el ministro, las insituciones precisan respeto. ¿No son los comportamientos irregulares los verdaderos responsables de la falta de respeto de algunas instituciones? ¿Qué puede atacar más el Tribunal Supremo, que su presidente tenga comportamientos poco éticos o que alguien pretenda dejarlos en claro por si hubiera responsabilidad? La respuesta es obvia y Gallardón muestra su ideología, la de un reaccionario empedernido con un bajo concepto del espíritu crítico de la población que rige.
Esa tendencia al secreto, pozo sin fondo del autoritarismo, caracteriza el enfoque de la crisis propia del PP, un enfoque anterior al mundo ciberpolítico que funciona a base de generalizar y compartir la información. Y no deja de tener gracia que sea precisamente el gobierno más dado a valerse del decreto-ley, a considerarlo todo secreto y a coartar la información el que tenga entre manos un proyecto de Ley de Transparencia. La inconsistencia es un rasgo característico de los españoles.
Por lo demás, la foto de El País, del sexagésimo aniversario del reinado de Isabel II daría para una semana de comentarios. ¡Cuánto simbolismo! Por falta de tiempo comentaré solamente que el príncie Carlos está ya en posición de salida de la foto.

dilluns, 27 de febrer del 2012

Ética y Política o WikiLeaks ataca de nuevo.

Anoche coincidieron dos obras en el escenario de la aldea global. De un lado, la concesión de los Óscars y de otro, la noticia de que WikiLeaks filtraba millones de correos de una agencia mundial de inteligencia que nutre la diplomacia y los servicios secretos de medio mundo. Cada cual se ajustó al programa de mano que más le apasionaba. Palinuro lo tuvo fácil porque, aunque fuera la única noticia del planeta, no miraría los Óscars porque lo considera un espectáculo cursi y de un mal gusto apabullante. Así que anduvo fisgando por los territorios WikiLeaks, llenándole de satisfacción que el periódico escogido esta vez para publicar las subsiguientes noticias haya sido Público.es. Mira por dónde, a lo mejor remonta el diario. Ya ha sacado noticias flipantes, como esa de que los agentes de la empresa de espionaje se burlan del derechismo de Aznar.

Es una coincidencia, los Óscars vs. WikiLeaks, pero está cargada de enseñanzas. Lo de la fábrica de sueños es pura propaganda del más descabellado capitalismo, sin demérito para el mucho cine crítico que se hace en Hollywood y al que también se reconoce en la gala. El conjunto del evento es un marketing universal del que los Goya son el Bienvenido Mr. Marshall. No veo por qué dan "Goyas"; mejor daban "PepeIsberts".

Lo de WikiLeaks pinta de otra forma. Sin duda hoy o mañana saldrá algún experto explicando que es una jugada maestra de la CIA (otra), para quitarse de encima a un molesto competidor. Pero la reacción de los poderes, las instituciones, los gobiernos, las autoridades, las iglesias, los poderes financieros y algunos grupos mediáticos darán la medida del hecho. Digo esto porque observo que, esta vez, WikiLeaks no ha recurrido a ninguna de las grandes cabeceras de prensa y supongo que esto tendrá alguna explicación.

Lo importante ahora es comprobar cómo una vez más, la política se da en el ciberespacio, que es ciberpolítica. Teóricamente WikiLeaks estaba acabado. Y no es cierto. Teóricamente el 15-M tambien. Y habrá que verlo.

El ciberespacio, internet, tiene dos reglas de oro: la gratuidad y la publicidad, y las dos ponen en peligro el orden constituido, la una en lo económico y la otra en lo político. Lo económico desemboca en lo político y lo político en lo ético. ¿Qué queremos, enriquecernos o liberarnos? ¿Qué esperamos, tranquilidad o verdad? ¿Qué haremos, lo más más conveniente o lo más justo? El debate es universal, tormentoso, sin reglas ni normas: ¿pueden las sociedades democráticas capitalistas (muchos dirán que esto es una contradicción en los términos) sobrevivir en un mundo en el que todo es gratis y todo de conocimiento, público y en el que no hay costes ni secretos? Es más : ¿puede la civilización sobrevivir en estas condiciones?

El mundo ha cambiado de base y no nos hemos enterado. Ante estos fenómenos, la política tradicional en los marcos de los Estados es una actividad irrelevante.

divendres, 6 de gener del 2012

Publicidad y propaganda.

La información de este post, así como la imagen, proceden de lainformación.com según la cual Facebook desvela el verdadero precio del metro de Madrid.

Comparar los precios de los billetes del metro de Madrid y otras capitales europeas en términos absolutos no quiere decir nada, como sabe todo el mundo, incluidos quienes difunden esta información claramente falsa que toma a los ciudadanos por imbéciles. Hay que comparar teniendo en cuenta el salario mínimo en dichas capitales. Si se hace así las cantidades resultantes son las siguietes:

Salario Mínimo Precio Billete (% PB/SM)
España 600 € 1,50 € 0,25
Francia 1.309 € 1,70 € 0,12.
Holanda 1.317 € 2,60 € 0,19.
Noruega 2000 € 3,61 € 0,18.

Es decir, en Madrid el metro cuesta el doble que en París y bastante más que en Copenhague u Oslo. ¿Cómo se puede tener tanto morro y mentir de esta forma?

Quien quiera protestar, puede hacerlo en la columna de la derecha. Es una campaña de Actuable pidiendo la retirada de publicidad por ser engañosa. En realidad, propagandística.

dijous, 20 d’octubre del 2011

Cielo negro botella.

Muy ufano, el PP difundió ayer por twitter está increíble imagen bajo el lema de empieza el cambio. Lo del cambio fue lema del PSOE en las elecciones de 1982, de forma que aquí está pirateado. Pero eso es lo de menos. Es patente la suciedad del cielo de Madrid que la concejala responsable de Medio Ambiente, Ana Botella, niega con la misma pasión con que Schopenhauer negaba el espíritu hegeliano. Y menos mal que Rajoy no ha acudido a una de esas felices expresiones suyas del tipo de "lo que Gallardón (en la foto, junto a Soraya Sáenz de Santamaría) ha hecho en Madrid es lo que quiero hacer en toda España". Porque dentro de poco los madrileños tendremos que salir a la calle con máscara antigás. A propósito, ¿cuánto cobran los asesores del PP? Porque si uno de ellos produce una foto así para una empresa privada, digamos un banco, presentando a la cúpula corporativa bajo un cielo de Mad Max, lo rebajan a botones.

divendres, 9 de setembre del 2011

La impudicia de Aguirre.

Como madrileño tengo que reconocer que Esperanza Aguirre es mi presidenta de Comunidad Autónoma por voluntad mayoritaria de mis convecinos libremente expresada. Como analista político con cierta experiencia no puedo dejar de admirarme de que alguien que basa sus títulos al gobierno en tal nivel de impudicia obtenga lo que se propone. Al extremo de que he de concluir que los madrileños no sólo tienen la presidenta que se merecen sino la que les gusta, cuanto más retrechera, echá p'alante, chulapa y desvergonzada, mejor. Como en las zarzuelas, ese subgénero que es a la ópera lo que el gato al tigre.

Cuando Aguirre decía que los profesores trabajan veinte horas por semana mentía bellacamente pero lo hacía esperando desprestigiarlos a los ojos de los demás madrileños. Una mentira bastante sucia, por cierto, a cuyo paso estaba moralmente obligada a salir su consejera de Educación, Figar, esa dama que pretende que los colegios madrileños queden en manos de la Iglesia para que haga negocio y los niños en las de los curas para que hagan con ellos lo que suelen hacer.

Al ver Aguirre que el embuste, en contra de lo que le sucede otras veces gracias a la cohorte de periodistas pelotas dedicados a propagar sus trolas e infundios como si fueran verdades luminosas, se le ha vuelto en contra, reconoce públicamente que ha errado, que los profesores trabajan el doble de esa cantidad y pide perdón por el yerro, al tiempo que apela a la responsabilidad de los docentes. Unos docentes a quienes ha intentado insultar tachándolos de vagos. Muchos comentaristas aplauden el gesto y sostienen que Aguirre, al fin y al cabo, no es tan embustera como parece. Puro síndrome de Estocolmo. Si la presidenta retiró el infundio contra los docentes sólo ha sido para mentir y difamar más por otro lado, al sostener que en la manifa en contra de los recortes en la enseñanza pública no había profesores sino "liberados sindicales". Siempre que habla miente y vitupera; si no es por un lado, por otro.

A todo esto convendría advertir a la concejala Botella, la subaguirre municipal, que le falta clase para alcanzar el nivel de impudicia de su modelo. Se sumó a la infamia aguirresca sólo por imitación servil tildando de vagos a los profesores y ningún alma caritativa la ha advertido que aquella la ha dejado por embustera. Suponiendo que le importe. Suponiendo que importe a cualquiera de las dos, que piensan que gobernar consiste en insultar a los gobernados cuando no se pliegan a sus caprichos.

Las mentiras dibujan un modo de entender la administración de la cosa pública. Y se complementan con otro dato que, aunque conocido, asombrosamente no suscita la indignada reacción que debiera: Aguirre ha gastado 620 millones de euros en publicidad institucional desde que empezó la crisis y este año 2011 gastará 111 millones. Y nadie dice nada. Y nadie denuncia cuando se trata claramente de un desvergonzado expolio. Porque ¿qué quiere quiere decir "publicidad institucional"? Simplemente que, con el dinero de los contribuyentes, no con el de su bolsillo, Aguirre encarga campañas de propaganda (y estaría bien saber a quién) a su mayor gloria, para explicar a esos mismos contribuyentes lo que ha hecho con su dinero y darse pote de partido. Una verdadera tomadura de pelo. Los contribuyentes no pagamos impuestos para que los políticos se los gasten en autobombo sino para hacer las cosas que necesitamos. ¿Publicidad las administraciones públicas? Cero. La mejor publicidad son sus actos. Las administraciones no son empresas privadas que tengan que vender productos (aunque en la idea de Aguirre esto es así sobre todo porque le sale gratis) sino gestoras de los dineros colectivos para los fines que los ciudadanos queremos y entre los cuales no está que nos convenzan de palabra e imagen de qué guapos y eficaces son unos gobernantes que dicen ser liberales y abogan por la no intervención pública en los mercados pero la emplean en favor de sus intereses particulares.

Aguirre dice que va a enviar una carta a los profesores preguntándoles en qué puede ahorrarse. Que envíe otra a todos los madrileños preguntándoles si les parece que deben destinarse 111 millones de euros a cantar las excelencias de su gestión. A ver qué contestamos.

La de Palinuro puede ahorrársela pues ya la contesta desde aquí: un abuso, prácticamente una malversación de fondos, (¿cuántos profesores pueden contratarse con 111 millones de euros?), una impudicia y una desvergüenza propagandística que debiera estar penada por ley.

(La imagen es una foto de Esperanza Aguirre, bajo licencia de Creative Commons).

dissabte, 23 de juliol del 2011

Habla, Pueblo.

Espero que en un futuro no lejano el Estado conceda una medalla importante a mi amigo Ramón Adell Argilés y, además de otorgarle una distinción, le haga alguna propuesta que él pueda considerar interesante respecto a la ingente colección de propaganda política que ha acumulado desde 1976 hasta la fecha. En una vida prácticamente dedicada a ello, Ramón ha reunido miles de carteles políticos (electorales sobre todo y de otro tipo), pegatinas, pasquines, panfletos, periódicos, hojas volanderas, chapas, insignias, etc todos relacionados con la política española en los últimos treinta y cinco años. Su fondo comprende también muchas otras piezas muy curiosas de distinta naturaleza y procedencia pero la columna vertebral es la cartelería política.

De esta forma de vez en cuando alguna institución pública lo llama para hacer una exposición sobre el tema de su acopìo. En este caso se trata de la que hizo el Museu Valenciá de la Il-lustració i de la Modernitat (MuVIM), dependiente de la Diputación de Valencis en 2010, dedicada a la Publicidad política (1976-2010) y para la que se editó un catálogo, en el que se reproducen las piezas de la exposicion y del que aparece ahora una segunda edición.

El catálogo trae carteles de todos los tipos de elecciones en España, generales, autonómicas, locales, igual que los distintos referéndums que se han celebrado (la Ley para la Reforma Política de 1976, el de la Constitución en 1978, el de la OTAN en 1986 y el de la Constitución europea en 2005). Se configura así un instrumento muy útil para quienes quieran estudiar la evolución de la iconografía de comunicación política, esa disciplina de la que hay en España 45 millones de especialistas. Y realmente es útil: se aprecian los cambios en los grafismos a lo largo de los años, el uso de los colores, la disposición de las figuras. La cosa consiste en conseguir un impacto que atraiga el voto con una imagen, unos colores y algún texto brevísimo, una consigna que la gente pueda recordar con facilidad.

Los textos en general son suculentas piezas de interpretación semiológica. Cito algunas a voleo. Por ejemplo, un cartel con el rostro de Suárez y en donde se lee: "Votar centro es votar Suárez": la personalización de la política estaba tan avanzada que la ideología (centro) se utilizaba como vector hacia la persona y no ésta hacia aquella. No se decía que votar a un hombre llevaba a una política sino que votar una política llevaba a un hombre.

En la misma fecha, un cartel del Partido Comunista de España en estilo Léger afirmaba que "Votar comunista es votar democracia" mientras que en otro cartel del PSUC un obrero dibujado explicaba que "la democracia es el camino hacia el socialismo", el tradicional problema de identidad de la izquierda comunista al desnudo: el comunismo era la democracia pero la democracia era la antesala del socialismo.

Un cartel de Falange Española para las elecciones al Parlamento europeo dejaba contundentemente claro el estilo habitual del falangismo que no sabe lo que quiere ni decirlo sin insultar: "Somos europeos, no gilipollas", pero nadie sabe por qué. Seguramente es esta franca debilidad comunicativa la que explica la tendencia de la extrema derecha a recurrir a la violencia.


Aparte: hay algo tremendo, incomprensible, muy amenazador en esa masacre noruega perpetrada, según parece, por la extrema derecha contra los laboristas. Hay como una luz siniestra de los años treinta en Europa pero con la tecnología del siglo XXI.


Merece la pena echar ona ojeada al catálogo. Permite asomarse a un mundo de imperativos (elige, vota, habla, decide), términos sedantes (orden, estabilidad, progreso, futuro, optimismo, confianza) con una iconografía muy variada que va desde las fotos sobrias hasta las imitaciones de los más fantásticos comics gringos. Por ejemplo en las elecciones al parlamento catalán del año pasado la conocida y enteca imagen de José Montilla se transforma en Clark Kent a punto de transformarse a su vez en Superman por amor a su pueblo. L'increïble home normal. És capaç de doblar la seva força per ajudar els que més ho necessiten! Nous reptes l'esperen! Convertir a Montilla en Superman es sublimar el mensaje político a extremos insólitos. Claro que peor hubiera sido que lo representaran como Hulk.

dissabte, 18 d’abril del 2009

Cuba: la Östpolitik de Obama.

En la cumbre de las Américas que acaba de empezar en Port of Spain, capital de Trinidad y Tobago, se reunen treinta y cuatro mandatarios de otros tantos países de las Américas. Sólo faltará Cuba. Estas cumbres de las Américas, que empezó a poner en marcha Bill Clinton en 1994, son reuniones de temática económica, comercial, social, tecnológica, etc normalmente de interés para todos los países. En la actual, en mitad de la crisis generalizada, hay un interés especial en tratar el voluminoso plan de trabajo que han elaborado previamente los expertos y los mandatarios latinoamericanos esperan de su primer contacto con el señor Obama que éste anuncie un plan de lucha contra la pobreza en el continente, en definitiva, la siempre necesaria y siempre denostada "ayuda de los EEUU" (USAID).

Sin embargo, todo el mundo da por hecho que el tema que dominará la cumbre será el de Cuba, expulsada de la Organización de Estados Americanos (OEA) en 1962 y sometida a un estricto embargo económico y comercial desde hace cuarenta y siete años. Todos los movimientos y declaraciones previos a la Cumbre de los distintos actores han estado orientados a allanar el camino a una medida realmente importante como podría ser la readmisión de Cuba en la OEA, que se manifestaría el mes que viene en Honduras y, quien sabe si también un levantamiento, aunque sea parcial, del embargo. Esos pasos previos se han ido sucediendo a una velocidad insospechada, prueba de que hay un ánimo extendido de llegar a alguna solución. Declaraciones y contradeclaraciones de los señores Obama, Castro, Clinton, Chávez, etc, en términos en general distendidos y algunos pasos prácticos como el levantamiento de la prohibición de viajar a la isla a los cubanos residentes en los EEUU o de enviar dinero a Cuba, van acotando el terreno en el que podrán tomarse las medidas concretas para el restablecimiento de relaciones normales entre Cuba y los EEUU..

La posición del señor Obama en este asunto es equiparable a la que adoptó Willy Brandt cuando accedió a la cancillería de Alemania Occidental en relación con la Oriental y a la que se llamó la Östpolitk, la "política hacia el Este" con el ánimo de romper el bloqueo de relaciones entre las dos Alemanias y abrir una senda que terminaría treinta años después con la reunificación. Es de esperar que la Östpolitik del señor Obama hacia Cuba dé resultados bastante antes, si no de inmediato. Para ello ayudan mucho estos gestos diplomáticos que van a haciéndose aquí y allí, abordando temas de carácter económico y comercial.

Sin embargo, el mayor inconveniente con que se encuentra el señor Obama en su propósito es la ley Helms-Burton, muy parecida al que también se encontró en su día Herr Brandt, la doctrina Hallstein. Los dos obstáculos son formalmente distintos ya que Hallstein era eso, una doctrina, un criterio que se seguía en la República Federal mientras que la Helms-Burton es una ley en vigor aprobada por el Congreso de los EEUU en 1996. Pero su contenido esencial es el mismo: prohibir que terceras partes, otros países, se relacionen con el respectivo apestado, la República Democrática Alemana (RDA) entonces y Cuba ahora. Según la doctrina Hallstein, todo país que reconociera diplomáticamente a la RDA rompía por ello sus relaciones con la República Federal. Según la Ley Helms Burton toda empresa o país que haga negocios con Cuba sufrirá represalias en los Estados Unidos y se le prohibirá acceder a los mercados gringos.

La ley tiene bastantes más provisiones igualmente duras hacia Cuba, como la prohibición de establecer relaciones diplomáticas con la isla mientras estén en el poder Fidel o Raúl Castro, motivo por el que Aznar y los suyos la saludaron alborozados. Con too lo más grave es esa prohibición de que empresas de otros países negocien con Cuba porque es una tan clara e ilegal extralimitación de competencias y representa tal ruptura con el principio de territorialidad de las normas, que ha sido condenado por el Consejo de Europa así como varios países aliados de los EEUU (entre ellos, el Canadá, México, Francia, etc). La doctrina Hallstein, al no ser una norma positiva sino sólo una política o un criterio, podía ser injusta o inmoral, pero no impedía la acción jurídica del gobierno alemán, mientras que la inconstitucional ley Helms-Burton sí obstaculiza la del gobierno estadounidense. Una de sus provisiones es facultar al Congreso para anular cualquier norma emanada de la Presidencia que suponga un levantamiento aunque sea parcial del embargo. El presidente Obama puede levantar el embargo, sin duda, pero necesita el acuerdo de las cámaras y la derogación de la citada ley, es un proceso que no depende enteramente de él. Tiene mayoría en ambas cámaras (raspada en el Senado) pero, dado el sistema representativo gringo, no está asegurado que consiga su objetivo, supuesto que lo sea.

La Östpolitik de los EEUU es complicada como también lo era la de Willy Brandt. No obstante, tiene la ventaja de que, igual que en el caso alemán, se trata de hacer frente a una situación tan injusta, antigua y enquistada que nadie la defiende claramente. Prácticamente todo el mundo está de acuerdo en que el embargo ha sido un monumental fracaso. De lo que se trata es de ponerle fin sin hacer mucho el ridículo. Una de las vías sería instar la declaración de inconstitucionalidad de la ley, pero eso, que depende del Tribunal Supremo todavía sería más prolongado en el tiempo. Por ello es importante lo que suceda en esta cumbre. Si el Congreso de los EEUU ve que hay una voluntad continental unánime de acabar con el embargo seguramente procederá a abolir sin más esa iniquidad conocida como Ley Helms-Burton a la que únicamente debe de quedarle un partidario: el señor Aznar.

(La imagen es una foto de jmtimages, bajo licencia de Creative Commons).

divendres, 9 de gener del 2009

Belcebús.

Teófobos y teófilos van a sacar su debate a la calle como si publicitaran desodorante. No me parece mal; al contrario: estoy encantado de vivir en una sociedad que solventa sus querellas teológicas pacíficamente, a la luz pública, in itinere y pagando anuncios. Pero ese dinero, ¿no estaría mejor empleado enviándolo a Gaza para paliar los indecibles sufrimientos de la población civil, masacrada por los del dios de los ejércitos?

En fin, cuando los autobuses circulen me pregunto si los creyentes subirán a los agnósticos o lo considerarán pecado y los boicotearán.

En cuanto a los no creyentes que piensan que Dios probablemente no existe es porque obviamente admiten que probablemente exista, aunque sea con menor probabilidad y, si es así, ¿no harían mejor apuntándose a la apuesta pascaliana?

dimarts, 24 de juny del 2008

¿Publicidad libidinosa?

Durante unos días, los usuarios de correo electrónico de Yahoo! pudieron ver esta imagen que, se supone, es publicidad de una empresa llamada Flycell. Haciendo el consabido click (no aquí), al parecer, cabe descargarse imágenes de tías imponentes al tiempo que se consigue algún tipo de ventaja en la contratación del móvil. La invitación es bien clara: poner en marcha el ventilador para ver el culo a la chica. Francamente, no sé cómo encaja esto en las abundantes recomendaciones sobre carácter no "sexista" de la publicidad, la denigración del cuerpo femenino, su mercantilización y otras consideraciones muy a la orden del día. ¿Es aceptable esta publicidad? Y ¿por qué no poner a la chica de frente, aplicar el ventilador y que se le vea el coño? Está claro: porque se supone que, por detrás, se sorprende su buena fe, se abusa de ella, cosa que sería más difícil por delante pues, salvo aplicación de violencia (nunca descartable con gente que hace estas cosas), lo más probable es que no se deje. Así que esta publicidad consiste en un abuso. Asunto oscuro y complejo. En principio, toda censura es detestable. Ya se ejerce alguna con diversos pretextos que la mayoría encuentra aceptables: respeto a la verdad (prohibición de publicidad engañosa), protección de la infancia, prohibición de publicitar sustancias estupefacientes o simplemente adictivas (como el tabaco y el alcohol), prohibición de contenidos machistas, racistas, xenófobos, discriminatorios... ¿Cabe este anuncio en alguno de estos supuestos?

Lo primero que se me ocurre es preguntarme a quién va dirigido. Según parece, a un público joven, con independencia del género puesto que éste no es, en principio, relevante a la hora de consumir telefonía móvil. Por eso me he parado a imaginar qué efecto podría tener una imagen similar pero de un muchacho al que se pudiera bajar unos pantalones cortos para verle el culo o la polla, según estuviera de espaldas o de frente. Supongo que el mismo, aunque no estoy seguro. Así que lo irritante de la imagen de la chica no es lo que invita a hacer sino que sólo sea imaginable tratándose de una chica. Si fuera normal la alternancia no resultaría tan chocante. ¿Por qué, sin embargo, no es normal? Si no es por la diferencia de la capacidad adquisitiva del público al que se orienta (target dicen los "creativos" pedantes), ¿podrá ser por los prejuicios aún imperantes en la sociedad machista? ¿Por los prejuicios también machistas de los publicitarios? ¿Por las diferencias importantes entre chicos y chicas, hombres y mujeres a la hora de manifestar la curiosidad y el interés en este eterno juego de la sexualidad?