Se aplicará el 155 para volver a la legalidad de la Gürtel. Y eso es lo que hay. Se escriben centenares de miles de palabras de todo tipo y calibre, se emplean miles de horas en atiborrar las ondas en la diatriba sobre la independencia/secesión de Cataluña. El ruido es espantoso. Se apresta una máquina de guerra que, si cuanto tiene de teatral lo tiene de eficaz, del enemigo no quedará ni el recuerdo.
Pero los hechos son tozudos: el partido de la Gürtel, con más de 700 imputados y condenados (exministros, expresidentes, etc), él mismo imputado por entenderse que es una presunta organización para delinquir, dirigido por un personaje acusado de cobrar sobresueldos en B y que ha comparecido ya como testigo, con una declaración que muchos consideran falsa, ese partido se encarga a sí mismo de imponer la legalidad en Cataluña.
Y nadie piensa que será otro desastre.