Palinuro tiene enchufe con el Gobierno de Rodríguez Zapatero. Así capitaliza el abundante jabón que le da en su blog. Gracias a ese enchufe ha conseguido "incrustarse" en el equipo zapateril que se ha desplazado a la isla de Cerdeña, en donde Il Cavaliere tiene su Villa Certosa y ya veremos cuántos y cuáles ministros españoles acaban pasando allí el finde. El colmo del delirio berlusconiano sería pasarlo a solas con la ministra Aído pero parece que las únicas "rosas" del Gobierno español presentes en la cumbre hispano-italiana con Fernández de la Vega, Chacón y Salgado y no es fácil la cosa porque cualquiera de estas tres sabría ponerlo en su sitio. Aído también, por cierto, pero es el caso que no estaba.
Palinuro "incrustado" en el equipo al modo en que los periodistas gringos estaban "incrustados" (embedded) en las tropas de su país que invadieron el Irak hace seis años para derramar sobre él las bendiciones de la civilización y la democracia. Incidentalmente, no comprendo porqué se ha aceptado que la traducción de embedded sea "incrustado" cuando lo que dice el inglés exactamente es "encamado", algo que define mucho mejor las funciones de los periodistas en la invasión del Irak puesto que en realidad van de putas de los militares, para decirlo de un modo a lo Berlusconi.
El presidente del Consejo de Ministros me hace esperarlo en una especie de coqueto gabinete que hay en el palacio en que se celebra la cumbre y finalmente se reúne conmigo terminada la rueda de prensa con el presidente Rodríguez Zapatero a quien el señor Berlusconi considera como un Balilla, de recia tradición genovesa.
Palinuro: Cavaliere, muchas gracias por haberme recibido para esta entrevista.
Silvio Berlusconi: no las tiene, no las tiene. ¿De qué periódico es Vd.?
P: no es un periódico, es un blog pero claro es periódico; periódico pero no diario. O sí, también diario.
SB: ya veo que los españoles, como los italianos, definen con concisión y rapidez. Bueno, el caso es que no es Vd. de El País.
P: no, presidente, en España hay más periódicos además de El País.
SN: lo espero con tutto il cuore porque pienso destruir a esa repugnante muestra de prensa falsaria, refugio de comunistas. Destruirla es borrarla de la tierra, como otros periódicos de Italia que sólo imprimen mentiras sobre mi persona.
P: destruir un medio de comunicación, sobre todo un nombre de éxito, es complicado.
SB: Vd. no sabe lo que se consigue con dinero.
P: no, no lo sé.
SB: ya lo veo. Todo, se consigue todo. Y yo tengo mucho dinero. Puedo aguantar procesos prolongados, pagar abogados, comprar testigos, eliminar pruebas, sobornar jueces...
P: no, no puede.
SB: ¡sí, puedo y lo hago!
P: quiero decir que no debe.
SB: eso es otra cosa. El deber, ¡ah, el deber! El único deber que conozco es el deber dinero.
P: así que Vd. gobierna como quiere.
SB: exactamente, joven; llegará Vd. lejos, Palinuro, un hombre duro, un hombre puro; por un hombre juro: ¡Palinuro! Gobierno como quiero. Mi gobierno hace lo que yo quiero, los medios dicen lo que yo quiero
P: y, si no, les cierra la boca con dinero.
SB: o los compro, o los destruyo, o los convierto en una pizzeria a domicilio. Así es la vida.
P: Y ¿cree Vd. que la gente, los italianos, apoyan esta forma de ser?
SB: la adoran. Todos quisieran ser como yo; me bendicen en sus casas. Por supuesto, hablo del popolo italiano, l'uomo semplice della strada, no de los resabiados intelectuales, profesores, izquierdistas envidiosos, masones, judíos, maricas, hippies y drogotas. Esa es la minoría que me odia y que hace oír mucho su voz porque dispone de maquinaria, empresas, tecnología y el noventa por ciento del terreno mediático en Italia, destinado a mentir a mansalva. Conmigo eso se ha terminado.
P: o sea, según Vd., como los medios izquierdistas más radicales, los grandes medios de información son en realidad medios de desinformación y manipulación.
SB: exactamente. Una curiosa coincidencia, por lo demás.
P: ...y Vd. propone terminar con ellos para establecer un ámbito mediático sin desinformación ni manipulación.
SB: ¡no, bambolotto, eso es lo que dicen los medios de la izquierda radical, que son todos gilipollas, como dicen Vds.! Lo que yo quiero es sustituirlos por mi forma de desinformar y mi modo de manipular.
P: pero eso, en el fondo, indica un profundo desprecio por su país y su gente.
SB: ma, cosa dice? ¿Cómo voy a despreciar al país europeo que produce le piú belle donne del mondo?
P: eso será si nos olvidamos de Dulcinea.
SN: ¿cómo? ¡A, sí! Dulcinea, la amada del Quijote, que no existía en verdad. Eso le pasaba al Quijote por no follar, que se le calentaron los sesos. A nuestra edad, mi joven amigo, hay que follar y a ser posible, con chavalas que son las que tienen fuerza. Las otras están ya desvencijadas.
P: tiene Vd. una habilidad extraordinaria para sacar de quicio a las feministas.
SB: esas viragos... Desde luego, desde luego y a los maricas también. Hay que acabar con el predominio de maricas y comunistas en la vida pública italiana, sanearla.
P: ahi es donde está la cosa, se dice que no distingue Vd. entre lo público y lo privado.
SB: ni falta que hace; soy el hombre más rico del país, poseo los medios de comunicación más poderosos, ¡soy el propietario del país! Caramba, estudia la historia, chaval: los reyes absolutos tampoco distinguían entre lo público y lo privado porque todo era suyo y no por eso dejaron de funcionar los Estados; al contrario, alcanzaron su apogeo: Felipe II en España, Iabel I en Inglaterra, Luis XIV en Francia... ¡Monarquía absoluta!
P: Pero esas orgías con veline en su condición de Presidente del Consejo...
SB: claro, es lo que ellas quieren. A las mujeres les encanta follar con presidentes y no con el señor tal o el señor cuál. Pregunte a mi amigo Sarkozy. Les encanta follar con presidentes que traten a presidentes que les cuenten cosas de Mr. Obama o de Frau Merkel.
P: esos mandatarios empiezan a considerarlo a Vd. como un problema.
SB: eso es lo que dicen en público pero luego les encanta venir y no te digo lo que hacen en privado porque sale luego cualquier snvergüenza contando mentiras de paparazzo.
P: pues lo calla Vd., o lo compra.
SB: veo que aprendes rápido, chaval, tú tienes porvenir.
P: ¿con Vd.?
SB: habría que verlo; ver lo que vales de verdad, no lo que parece que vales.
O: déjelo, era una broma. Oiga, se dice que sus fiestas eran con putas a las que pagaba.
SB: ¡qué pesados! Ya he dicho que yo no pago por follar,
P: pueden pagar otros.
SB: Pueden, pero no soy yo. Yo soy el Jefe. El mejor Primer Mnistro de Italia en 150 años y soy el mismo Berlusconi que atiende a sus empresas.
P: o sea, el capitalista Berlusconi, el empresario sin escrúpulos se ha convertido en el político Berlusconi con iguales características y, además, el poder político, esto es, el poder de legislar lo que más le interese.
SB: que es lo que hago. Me he blindado procesalmente si no a estas horas sería pasto de cualquier juez comunista de los que hay a patadas en Italia. El parlamento aprueba la legislación que yo quiero porque los diputados de mi partido son en realidad mis empleados, los pago yo, porque la listas electorales se complementan muy bien con mujeres. ¿No quieren cuota?
P: pero es que Vd. sólo quiere mujeres guapas.
SB: Y ¿qué? Las mujeres guapas dan votos. Mire, lo importante es tener una idea, un rumbo, un objetivo y atenerse a él. Si la gente se da cuenta de que es así, cambia de actitud y empieza a dar lo mejor de sí misma y surgen esas manifestaciones que exaltan el epíritu.
P: ¿cómo cuáles?
SB: las patrullas ciudadanas.
P: pero eso es algo pensado en contra de los inmigrantes.
SB: sólo de los ilegales. Es desagradable pero es necesario. Italia es nuestra casa común y a nadie le gusta que entren sin permiso en su casa. ¡Pues tampoco en la común!
P: por ahí es por donde dicen que anda Vd. bordeando el fascismo.
SB: ya ves; simplemente por decir la verdad. Y la verdad es también que no todo fue malo en el fascismo. El fascismo tuvo cosas buenas. Había sentido de la unidad de la Patria, la nación italiana. ¡Ahm qué tiempos! Giovinezza, giovinezza, primavera di belleza.
(La imagen es una foto de
lordcima que lleva por título
Berlusconi Cambieremo la giustizia dalle fondamenta, bajo licencia de
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