dijous, 2 de febrer del 2012

La casta y la pasta

Tiene gracia la nueva versión del toro nacional adaptado a los tiempos que corren de predominio de la corrupción y el más puro bandidaje financiero. Tiempos que se redoblan ahora con el gobierno de la derecha cuyo ministro de Educación y Cultura ya ha demostrado la mucha que posee anunciando que vuelven los tiempos de las vacas gordas (y nunca más a cuento) para los toros o, mejor dicho, para los que hacen negocios toreándolos y matándolos para solaz de públicos de gustos refinados y exquisitos, como él mismo.

¿Por qué será que uno tiene la sospecha de que la llamada "fiesta nacional" forma parte de la tradición de una España que quiere ser eterna de insensibilidad, incultura, señoritismo, servidumbre, caciquismo, corrupción y miseria generalizada? Miseria material y miseria moral, que es tan mala como la primera o peor. La idea de que las corridas de toros tienen que ver con la cultura, que predican entre otros los señoritos de derechas, igual que los señoritos de derechas del nacionalismo catalán ensalzan los "correbous" (cuya única ventaja parece ser que no son españoles) parte de un concepto de "cultura" tan pedestre y rudimentario que también permite sostener que el soborno es asimismo una forma de cultura. Los pueblos mediterráneos..., ya se sabe... ¡ah, la picaresca, esencia misma de la cultura hispana! El cacique, el siervo y el toro, trinidad eterna de los páramos de España.

Los genocidios nacionales.

En España ha habido hasta la fecha dos genocidios. Uno de ellos se perpetró con la conquista y colonización del Nuevo Mundo, en las que perecieron cientos de miles, millones de indígenas, torturados, degollados, ejecutados, esclavizados en las encomiendas, en las minas, en las obras públicas. Matanza por razón de la raza. El segundo genocidio se perpetró a raíz de la guerra civil y durante la postguerra, cuando cientos de miles de ciudadanos fueron perseguidos, encerrados, torturados y unos ciento treinta mil asesinados y enterrados en fosas comunes anónimas. Matanza por razón de las ideas políticas. Y sin contar las decenas de miles de niños secuestrados.

Por supuesto, no hay acuerdo acerca del nombre de genocidio en ambos casos. Mucha gente los llama de otro modo. Al genocidio americano, "evangelización y civilización del Nuevo Mundo"; al genocidio de la postguerra, "liberación nacional". Pero eso pasa siempre. Los turcos no reconocen el genocidio de los armenios y mucha gente en Occidente, más de la que parece, niega el Holocausto.

Pues bien, ahora mismo, con el llamado juicio de la vergüenza a Garzón, está perpetrándose el tercer genocidio; de modo simbólico, metafórico pero, curiosamente, muy real. Consiste no solo en negar la justicia a las víctimas del genocidio anterior sino también en procesar al juez que quiso hacérsela.

Los impresionantes testimonios que se oyeron ayer en la sala, dos ancianas que contaron realidades espeluznantes y pidieron justicia, primeras de una serie de otras quince intervenciones, expusieron en sede judicial el horror del exterminio sistemático perpetrado durante quince años que era, precisamente, lo que se trataba de ocultar con la querella contra el juez Garzón. Conclusión: esa lamentable querella, lamentablemente auxiliada por un juez instructor "progresista", va a conseguir lo contrario de lo que se proponía. No es muy inteligente pero sí lo que sucede cuando se actúa cegado por las pasiones. Una vez el mundo entero haya terminado de oír esos relatos de aceite de ricino, rapaduras al cero, violaciones, palizas, torturas, secuestros, asesinatos, tendrá los elementos de juicio para comprender cómo fue la vida de una población inerme entregada a un proyecto sistemático de exterminio y de terror durante años a manos de pandillas de matones falangistas o de la policía o la guardia civil, que se diferenciaban en poco, muchas veces con el concurso del cura del lugar.

Un plan sistemático de exterminio que está documentalmente probado (del puño y letra del general Mola) y prácticamente comprobado en los miles de excavaciones que están haciéndose es un genocidio. Y así será calificado antes o después por los tribunales de justicia, primero probablemente por los extranjeros y luego por los nacionales porque el delito de genocidio no prescribe.

Y porque si no se hace así, estará perpetrándose el tercer genocidio español, un genocidio moral en los descendientes de las víctimas del genocidio anterior. Algo que quedará patente a la luz del día. Le ha costado una indigna persecución al juez Garzón. Pero ¡qué gran servicio ha hecho a la causa de la justicia y de la memoria histórica en España al poner al descubierto precisamente lo que se quería mantener oculto!

Del honor y de la muerte

El teatro Compac trae una temporada de ópera con Rossini, Verdi y Puccini que está bien dentro de un clasicismo que quiere ser apuesta segura pero no consigue llenar la sala ni de lejos. No es Madrid ciudad aficionada a la ópera, salvo los grandes fastos del Real y ahí intervienen ya otros factores, aparte de los músicales y propios del género mayor. Me refiero a la afición de medios pelos, la de los burgueses que eran los que sostenían en todas partes el teatro y la ópera. Aquí se ha dado además la competencia del género chico.

El Compac es un teatro sorprendentemente amplio para el tipo de edificio en que se encuentra en la Gran Vía y se pueden hacer muchas cosas en un gran escenario. Creo recordar haber visto aquí una representación del Sueño de una noche de verano, que tiene su tela. Otra cosa es que la compañía Estudio Lírico se maneje con soltura, pues ayer tuvo un percance con los decorados y hubo de salir el director a pedir disculpas. Y conste que no creo que se deba a falta de experiencia sino, al contrario, a exceso de ella. Tiene la compañía un despacharse de forma algo confiada y rutinaria y ese espíritu se contagia a la obra, lo que la hace desmerecer.

El desgarrado, el trágico Verdi ha de representarse siempre como si fuera lo último que fuese a hacerse en la vida; si no, el conjunto decae. Lo fastidioso es que el genio de la ópera es eso, genio, y ha hecho una obra muy complicada y de doble simbolismo. Una mitad tiene un tono liviano y festivo en la tradición de Don Juan en la corte de Mantua, la otra un tono grave y trágico en la tradición del mito de Alcestes. La engañada por el Duque está dispuesta a morir en su lugar. Este giro de la situación refleja el del protagonista, el contrahecho bufón Rigoletto quien, por su liviandad en la primera parte, cae víctima de la maldición en la segunda con la forza del destino. El ensamblaje entre lo cómico y lo trágico o, mejor, la conversión de lo cómico en trágico es el punto más delicado de esta condenada ópera porque decirlo es fácil pero hacerlo no lo es.

Rigoletto tiene alguna de las melodías más pegadizas y famosas del mundo pero es una obra con una gran variedad de composiciones y varias de ellas, singularmente los duetos, impresionantes, mucho mejores que aquellas. Nuestra compañía hace una labor digna y en los momentos decisivos en las arias del tenor este pone todo de su parte; se añaden los coros muy bien traídos y una interpretación de un Rigoletto tan pendiente de su voz que a veces se olvida de que es contrahecho por fuera y por dentro. Y por eso sufre un tramendo castigo.

dimecres, 1 de febrer del 2012

Carta al juez Garzón.

Señor juez: como usted sabe perfectamente el poder judicial no reside en órgano colegiado alguno sino que está investido en cada juez por separado. Usted es el poder judicial y el poder judicial que usted ha sido es honra y prez de la administración de justicia, cosa que se le reconoce fuera del país pero no dentro. Y eso es lo que explica la presencia de observadores internacionales en este proceso. Hay mucha gente en el mundo interesada en saber cuál será el desenlace. Lo cual nos humilla como país pero es la mejor garantía posible para usted. Las injusticias son más difíciles de perpetrar a la luz pública; prefieren la oscuridad.

La coalición contra usted agrupa a reaccionarios y franquistas, presuntos delincuentes que pretenden conseguir la nulidad de sus acciones y colegas animados por la más negra envidia corporativa. Es una alianza fuerte pero, aunque lo fuera mucho más, no prevalecerá porque para prevalecer hace falta tener ideas y profesarlas sinceramente, no de un modo cínico, bastante frecuente. Aquí las ideas y los ideales los tiene usted y la audacia de realizarlos, también. Frente a esos ideales nada podrán la mañas, las triquiñuelas artificiosas y los pelos del rabo de la esfinge, que diría Unamuno, de la siniestra coalición.

En todos los casos en que ha tomado decisiones lo ha hecho con respeto a la legalidad y animado solo del deseo de hacer justicia. Es posible que en ocasiones se haya equivocado. Pero una equivocación, suponiendo que la haya, no es un delito. Además, las normas son interpretables por naturaleza. La función del juez es precisamente esa, interpretar las normas. Puede que algunas interpretaciones sean erróneas pero eso tampoco es delito. Construir tres casos judiciales prácticamente de la nada y mantenerlos vivos a toda costa, al extremo de seguir adelante sin la acusación del ministerio fiscal y con un tribunal que ya se ha fracturado casi a la mitad en la decisión sobre proseguir el caso o no revela una clara intencionalidad política. Como la revela claramente el hecho de perseguir penalmente a un juez por discrepancias en materia jurisdiccional.

De todos modos el firmante de esta carta y quienes quieran adherirse queremos manifestar que el juez Garzón ha ejercido sus funciones de forma ejemplar, que el país le debe mucho y que, en esta hora aciaga para él, somos muchos, muchísimos quienes lo consideramos un juez extraordinario, un ciudadano modelo y un hombre cabal.

Una de sicarios.

En el Matadero están poniendo El montaplatos, una pieza de Harold Pinter de los años cincuenta, de cuando estaba empezando y su teatro pertenecía al llamado teatro del absurdo. Este estaba capitaneado entonces por Beckett y Ionesco. Esperando a Godot es el modelo sobre el que está calcado El montaplatos: dos personajes en un espacio indefinido esperan algo o a alguien que no saben si se producirá o vendrá. Mientras tanto, hablan, se comunican en la espera. La pieza consiste en ese diálogo que por lo minucioso, superficial, absurdo, vulgar, reiterativo, reproduce la forma y contenido de la comunicación cotidiana. En esto consiste el efecto del absurdo. Los personajes de Pinter son dos pistoleros que aguardan la orden de matar a alguien. A diferencia de los de Beckett, tienen un cometido y sabemos cuál es. Hay una determinación que en Godot no existe, ni en Final de partida, otra obra muy característica de este tipo de teatro. Pero esa es la mayor diferencia. Esa y que los personajes de Pinter, a contrario de los de Beckett, no paran quietos. Creo que Guillermo Toledo, incluso, sobreactúa porque no deja de moverse y de medir el escenario de un lado al otro a largos y sonoros pasos, lo que llega a fatigar.

La obra está bien montada, con criterio minimalista: todo forrado de plástico negro y dos camas en las que al comienzo están durmiendo los dos sicarios. El diálogo es muy rápido y tiene buenos momentos en que el choque entre lo anómalo de la situación y la trivialidad de lo que se dice, mueve a risa y el público rió de buena gana en dos o tres ocasiones. Porque, en efecto, el absurdo da risa. El problema es si solo da risa. Porque aquel teatro, como todo el teatro, por lo demás, estaba pensado como una denuncia, como una crítica de un tiempo tan anodino, falso y convencional, que era preciso ponerlo delante de su caricatura: la vaciedad de un tiempo satisfecho de sí mismo. Pero ese tiempo ha pasado hace muchos años. El presente no tiene nada de autosatisfecho, al contrario: no hace falta mostrarle su esencia absurda; ya se ve todos los días.

Dos sicarios esperando recibir la orden de matar a alguien. En México los sicarios matan a la gente por docenas, le cortan la cabeza y largan los cuerpos desde los camiones. En Afganistán los soldados del Imperio orinan sobre los cadáveres de enemigos muertos en combate y todo el mundo lo ve. El teatro del absurdo ya no es nada porque no ataca una realidad aparentemente sensata y racional ya que la que es absurda es la realidad. Por eso probablemente, en su obra posterior, Pinter hizo un teatro más político y menos metafísico. En él ya no hay problemas trascendentales de la condición humana sino problemas del capitalismo, del imperialismo, del militarismo, problemas tangibles como los de la catástrofe financiera actual que acongoja a la ciudadanía en una situación absurda en la que los ricos son cada vez menos y más ricos y los pobres cada vez más y más pobres.

El grupo Animalario merece aplauso porque tiene un forma de actuar asamblearia, deliberante y la dirección es colectiva. Pero tiene que actualizar el repertorio.

Por cierto, creía haber leído que las naves del Matadero exhiben el yate de Franco, el "Azor" y así es, es un paralelepípedo hecho de pacas de metal prensado, de esas que comprimen las máquinas en los parques de desguaces que salen tanto en las pelis. El "Azor" convertido en chatarra, para que se sepa en qué acaban las glorias del mundo. Podían ponerlo junto a la tumba del Invicto para que siga pescando cachalotes en el más allá.

dimarts, 31 de gener del 2012

Crónica de las primarias del PSOE, X.

Palinuro, que es un viejo lobo de mar cachazudo, flemático, prudente y un poco socarrón, se quedó corto al afirmar que "Con otro artículo como el de ayer de El País" Chacón gana la Secretaría general por goleada. No hace falta otro artículo. El publicado es tan agresivo que indigna, tan injusto que subleva, tan arbitrario que enoja y tan machista que sonroja. Esa andanada de agresividad, injusticia, arbitrariedad y machismo ha levantado una oleada de protestas y hecho que muchos hasta ahora indecisos se decanten por Chacón. Una hermosa muestra de espíritu caballeresco, el más noble de la tierra, que acude siempre en defensa de la dama ultrajada y que no está en absoluto reñido con el más decidido feminismo. Sobre todo si, como es el caso, se alza en pro de una dama a la que se injuria por considerarse igual a los hombres, que es de lo que va el feminismo.

Ya sé que la encuesta que trae Palinuro sobre quién ganará las primarias no es muy representativa porque ha votado poca gente pero, por si sirve de algo, diré que, desde el primer día, el resultado ha sido siempre favorable a Rubalcaba por dos a cinco votos de diferencia. Hasta ayer en que, por primera vez, Chacón va por delante. Por un voto, pero por delante. Probablemente no quiere decir mucho, pero quiere decir algo y ese algo va en el sentido avizorado por Palinuro que, como viejo lobo marino, tiene buena vista.

Zapatero pide juego limpio. Muy bien, excelente; pero ¿a quién se lo pide? En el PSOE ha habido y hay juego limpio por ambas partes. El golpe bajo ha venido de fuera. Seguramente Zapatero se refiera a esa externalidad donde, por cierto, también se le da a él el trato altanero y despreciativo que el periódico le ha reservado desde el comienzo en relativa consonancia con la oposición: un presidente liviano, improvisador, superficial, un chisgarabís en definitiva y un insolvente como gustan de decir las gentes que miden el espíritu en activos de caja. Zapatero pide "juego limpio" a su partido en donde no necesita hacerlo y donde lo necesita no puede pedirlo porque el El País no debe lealtad a un partido, sino a una empresa.

Le reacción de Rubalcaba no ha sido afortunada en dos aspectos cruciales. Al decir que no hace guerra sucia dentro de su partido, ¿debe entenderse que fuera de su partido sí? Por supuesto que no. Rubalcaba no hace ni ha hecho jamás guerra sucia dentro o fuera de su partido. De eso no puede caber duda.

El segundo fallo crucial es no enjuiciar la guerra sucia que otros sí hacen a Chacón. Volvemos a la moral caballeresca, pues no hay otra. Olvidémonos ahora del sexo de los candidatos. Un caballero que, en buena lid con otro, es derribado a traición por un patán espera que el primero lo defienda y no se aproveche de su situación. Don Quijote, que había leído el Libro del Orden de Caballería, de Ramón Llull, jamás dejaría de ayudar a un contrincante que fuera atacado por una partida de galopines.

No es suficiente con decir que él no hace guerra sucia. Rubalcaba tiene que defender a su rival. Remata el candidato diciendo que él defiende sus principios y sus proyectos. Y entre aquellos ¿no está el de la caballerosidad?

El micrófono chivato.

Otra vez lo han pillado, ahora previendo una huelga general en razón de la reforma laboral que piensa acometer. Tengo para mí que en muchas ocasiones los micrófonos abiertos no lo están por casualidad sino premeditadamente, son como los famosos globos sonda. Aguirre llamando hijoputa a un adversario hace saber cómo se las gasta la lideresa con los allegados: al pan, pan; y al hijoputa, hijoputa. Igualmente el coñazo de desfile de Rajoy mostraba el lado humano del político. Todo el mundo sabe que los desfiles son un coñazo, especialmente para los que desfilan, pero no se puede decir porque son manifestaciones del brazo armado de la Patria. No se puede decir, pero se dice y así el pueblo se encuentra con lo que ama: un patriota en pantuflas.

También pillaron a Zapatero un buen día confiando a Gabilondo que a él, a ellos (los políticos siempre hablan primera del plural y dicen "nosotros") le(s) interesa que "haya tensión". ¿Qué es en realidad? Un mensaje a sus huestes para que se movilicen. La "huelga general" de Rajoy es otro mensaje, vía chivatófono a las suyas para que hagan lo mismo y a los posibles huelguistas, que sepan que está preparado. La huelga general es la última confrontación porque, después de ella, las cosas vuelven a su cauce y, si acaso, se convocará otro paro en algún tiempo.

Para los otros, la huelga general ha tenido siempre una dimensión mayor. Era el último acto, antesala de la revolución y por eso, sus teóricos solían hablar de huelga general revolucionaria. Los trabajadores paraban la producción, se hacían con las industrias, los consejos obreros las gobernaban y la revolución se ponía en marcha. A ver quién gestiona hoy empresas multinacionales o filiales de multinacionales y transnacionales, y quién organiza y encauza la llegada de cincuenta millones de turistas que son nuestra principal fuente de ingresos. No hay comité ni gosplan que pueda procurar viajes, estancias, pernoctas, pensión completa, fiestas, visitas turísticas para cincuenta millones de personas.

Una huelga general que carece de toda perspectiva de acción posterior y ni siquiera puede prolongarse más allá de veinticuatro horas con los habituales líos de servicios mínimos, piquetes, rompehuelgas, etc., no es más que una política de gestos. El chivatófono sirve a Rajoy para mostrar a los huelguistas putativos que la huelga ya está descontada, como los valores en bolsa. En el peor de los casos Méndez y Toxo pueden atribuir al Presidente la convocatoria del paro.

Durante la Dictadura los comunistas inventaron un extraño híbrido: la huelga general política. Es decir, huelga general revolucionaria pero con buenos modos. La idea era que el paro general se interpretase como un rechazo unánime al régimen político. Pero la situación ahora es muy distinta. Aun suponiendo que cupiera llamar régimen con aviesa intención al régimen actual, la legitimidad de éste depende de los votos, no de las huelgas.

En fin, a ver si la próxima vez que haya un micrófono abierto se oye a Rajoy decir : "Our industrial relations reform is going to send the Unions on strike." Sobre todo teniendo en cuenta que se lo estaba explicando a su colega finlandés a quien sin duda encantó el melodioso castellano del español. Menos mal que estaba el micrófono abierto y se enteró alguien.

La imagen es una foto de La Moncloa , en el dominio público).

dilluns, 30 de gener del 2012

La censura en Facebook

Esta es la portada del libro de Txalaparta, Sexual Herria, de Itziar Ziga, que Facebook anda censurando en los muros de la gente. Según algunos lo que molesta a los administradores de la red social (o a quienes denuncian la imagen) es la teta desnuda de la rubia; según otros, la escena de explícito lesbianismo; según otros, ambas cosas y según otros, finalmente, nada de eso sino el hecho de que se trate de dos vascas, a buen seguro presuntas terroristas. ¿No enseña una de ellas la teta? ¿Y no está la palabra ETA contenida en TETA? Sin duda, una clave secreta. La publicación es puro entorno de la banda terrorista y quizá no baste con censurarla y haya que detener a las dos jóvenes por el bien de España porque seguramente están sentadas sobre un zulo y, en todo caso, un buen pedrusco que no parece muy erótico.

La más verosímil es la hipótesis político-terrorista porque la imagen en sí misma considerada no solo no es censurable sino altamente recomendable para evitar las tentaciones de la carne. No sé porqué mirándola se le vienen a uno ecos de cilicio y, desde luego, esa alpargata enrollada a la romana en la robusta pantorrilla de la moza respira alegría, vida sana y nada de concupiscencia. Es que estos de FB son unos meapilas.

Los pequeños son grandes; los grandes, pequeños.

Garzón no es más que un modesto juez. Un hombre nacido en una también modesta familia jiennense que, gracias a su esfuerzo, su voluntad, su vocación, consiguió culminar su anhelo de ser lo que hoy es, juez. Un juez como tantos otros sobre cuyos hombros anónimos pesa la sublime tarea de hacer justicia en España. Un juez modesto a quien las circunstancias dieron la ocasión de decidir sobre cuestiones de enorme importancia para su país y para el mundo entero. Y siempre, unas veces mejor, otras peor, supo estar a la altura de las circunstancias. Nunca se doblegó ni escondió. Su sentido del deber y de la justicia lo llevaron a tomar decisiones que lo enfrentaron a enemigos muy poderosos y que otros quizá hubieran evitado.

Por todo eso, porque es un modesto juez y un hombre cabal, miles de ciudadan@s nos movilizamos en su apoyo y ayer lo mostramos en la calle una vez más. Porque Garzón sí nos representa. Representa aquello por lo que luchamos: decencia, transparencia, justicia, coherencia y valentía. Y eso se lo reconocemos muchos que hemos sido críticos con él. Porque cuando unos valores son atacados en una persona, esa persona representa los valores. Los de quienes buscan justicia al cabo de setenta años, quienes no quieren que la política sea cosa de corruptos, quienes quieren que la judicatura no tenga ideología. Ninguna, y se limite a ser justa y equitativa.

No se me ocurre qué otra personalidad pública podría suscitar este apoyo popular espontáneo, desinteresado, por importante que sea o encumbrada que esté. Los pequeños son grandes.

Igual que los grandes son pequeños. Para comprobarlo basta leer la otra noticia de la portada de Público en la imagen. El apellido Urdangarin aparece peligrosamente cerca del substantivo "trama". De ahí a hablar de "trama Urdangarin" hay un paso. ¡Qué pequeños llegan a ser los grandes! Una trama puede tenerla hoy cualquiera. El Bigotes, por ejemplo.

Crónica de las primarias del PSOE, IX.

Un artículo más como el de ayer de El País (Chacón & compañía) y Chacón gana la Secretaría General por goleada. La pieza es larguísima y rebosa información de insider. Pero suena demasiado a susurro de militante veterano que se las sabe todas. Veterano y revenido. Ahí tenemos a Griñán denunciando nada menos que guerra sucia contra Chacón. Parece como si, efectivamente, PRISA fuera a la carga. El sábado Felipe se pronuncia por Rubalcaba y el domingo El País da un repaso a Chacón.

En ese repaso se mezclan los agravios por las preferencias de Zapatero hacia Chacón en sus años de gobierno y los fríos datos sobre las actividades empresariales de unas gentes ajenas al partido socialista pero cercanas a él y al gobierno en relaciones sobre las que el artículo proyecta sombras de diversa densidad. A todo esto, claro, guantazo final a Zapatero que aparece como un político voluble, caprichoso y de un favoritismo con los suyos cercano al de los últimos Austrias.

Por partes. La historia de la especial relevancia y el mimo con que Zapatero trató siempre a Chacón suena, en efecto, a rabieta de militante revenido y un pelín misógino. ¿O hace falta recordar que, en el gobierno de Zapatero, Rubalcaba era primer vicepresidente y prácticamente factótum en política interior? No es que se lo tratara con especial deferencia; es que en muchas cosas el presidente era él pues con él fue, y no con Chacón, con quien el Presidente consultó el giro de 180º de mayo de 2010.

En cuanto a la acusación implícita de que la candidatura de Chacón es una maniobra empresarial que responde a intereses económicos particulares, la cuestión es bien clara: todos los gobiernos las tienen. Otra cosa distinta es si son legales o no y, si no lo son, para eso están los tribunales. En el PP los intereses empresariales no solo apoyan al gobierno sino que están en él. Y en el caso de los gobiernos anteriores del PSOE, los de Felipe, también había intereses empresariales apoyando a los gobernantes y en densas relaciones económicas con ellos, unas más claras que otras. Pero esos intereses empresariales eran los que en los círculos del espionaje de la guerra fría se conocía como Nash (más o menos "nuestro" en ruso). PRISA se benefició de sus relaciones privilegiadas con los gobiernos de Felipe González. Incluso ponía ministros, siendo el caso más conocido el de Jorge Semprún. Semprún: ignoro si hay otro caso de un hombre que haya sido ministro de un país conservando la nacionalidad de otro. Bueno, sí, el Che Guevara. Aunque no sé si la comparación es adecuada.

Pero ese es el fondo del artículo: la dura competencia. A ver si después de las amarguras del fuego amigo de Zapatero el partido va a caer ahora en manos de Miguel Barroso, Jaume Roures y una confusa galaxia de aventuras empresariales de oscuros recovecos. Y eso se viste de argumentos políticos, apelando a las pasiones más elementales, el patriotismo de partido. Hay una conspiración de fuerzas ajenas, de alienígenas que quieren ocuparlo como ocupaban los cuerpos de los honrados ciudadanos de Santa Mira en La invasión de los ladrones de cuerpos. Vamos, vamos, señores.

Pero lo más asombroso de esta pieza literaria es su feroz misoginia. Se da por supuesto que Carme Chacón es una pura fachada, un pelele manipulado por su marido y un amigo o socio de su marido. Es más, se la presenta como un muñeco de guiñol o de ventrílocuo que repite al modo papagayo una serie de frases hechas ("eslóganes y frases precocinadas" dice el castizo redactor), como si los demás dirigentes políticos y candidatos que van de mitin en mitin dijeran cosas originales y distintas en cada uno de ellos. Y ese juicio tan duro, tan hiriente, tan contrario a lo que los hechos prueban, se basa ¿en qué? En que es mujer. Si fuera varón nadie diría que estuviera manipulado por su esposa. Aunque así fuera.

Realmente el artículo es muy injurioso, más de lo que su autor ha calibrado. No sé si Rubalcaba dirá algo. Palinuro lo haría.