dijous, 17 de gener del 2013

22 millones.

Antaño, los ciegos cantaban los números del cupón llamándolos por nombres de cosas, animales, conceptos. El 22 era los dos patitos o las dos monjas arrodilladas. En algunos lugares del Tarot lo llaman el loco, para la Cábala parece ser el símbolo de la suprema sabiduría. En fin, no sé.

ABC y La Razón no consideran digna de atención en portada las noticias de los 22 millones. Si lo hacen en el interior no lo sé pues no pienso adentrarme en sus procelosas páginas. En cuanto a El Mundo, ni la portada conozco. Pero no me extrañaría nada que hubiera descubierto cómo los 22 de millones, en realidad, son de Pujol y el ático, un picadero de Mas.

¡Sapristi! ¡22 millones! Aproximadamente el monto total de subvenciones del Estado al PP y al PSOE en el primer semestre de 2012. Mira tú, a lo mejor era un fondo de reserva, salvado de la quema del fondo de reserva de las pensiones. El PP ha decidido no comentar la cuestión probablemente porque juzga que es asunto personal, íntimo, del señor Bárcenas quien, además, ya no milita en el PP, no es nadie. ¿Quién es el señor Qué? El señor Qué parece haber estado acumulando un capitalito desde 2001, cuando su sosias ejercía de tesorero y gerente del PP. Un talento, vaya.

En fin no sé si exagero de modo melancólico pero me parece muy difícil tomarse en serio un país así. Marca o no marca. 

¡Ah, pero hay que atender al macizo de la Raza! ¿Qué me dicen de ese ático evanescente, que aparece y desaparece entre las brumas del Océano, como una Thule lejana? Sin embargo, lo tienen medido (esta policía, qué plasta es), inventariado, conocen su contenido, su constancia en los registros en que está, en los que no está, en los que estuvo pero ya no está y en los que estará cuando deje de estar en los que está. Hacer aparecer y desaparecer una mole de 500 metros cuadrados pide arte. Y ha costado un pellizco, pues la burbuja, ya se sabe. El 80% lo ha abonado, según parece, la esposa, en régimen de gananciales, pero dice no saber nada de cosas de dinero pues estas las lleva su marido. Un toque humano. Una familia como Dios manda, en donde las riendas las lleva el esposo, Ignacio I, el "privatizador", a quien unos agentes acusan en sede judicial, como gusta decir Gallardón, de dedicarse a espiar al personal con cargo al contribuyente. Peregrina ocupación bautizada con gracejo berlanguiano como gestapillo. De eso no debía de saber nada la jefa de González, Aguirre. Sin embargo, decidió causar baja de modo abrupto e inexplicado hace unos meses y poner tierra por medio. ¿Cuánta? Toda. Ha fichado por una empresa catalana cuyo jefe, según se dice, es partidario de la independencia de Cataluña, sin duda en la secreta esperanza de que la alcance y que, en el peor de los casos, España haya de pedir su extradición.

El siglo está podrido. Pero, no se desespere, avanza la reevangelización de España.  Esa noble, cristiana, batallona diócesis de Alcalá de Henares, con el inefable obispo Reig Pla a la cabeza, abre un curso de sexualidad como Dios manda (sic). Cómo este curso se anuncia en la web oficial de la Universidad de Alcalá, cuando se imparte en el obispado, es un misterio para mí. Pero, ya se sabe, la Iglesia está hecha de misterios para probar nuestra fe. Y fe es precisa a chorros para ir a escuchar a los curas hablando de sexualidad, de la cual no tienen ni repajolera idea y, cuando la tienen, es porque han pecado y la su idea es aun más retorcida e inhumana. Aunque, visto el programa, tampoco parece que los muchachones vayan a aprender gran cosa: 45 minutos de charla con preguntas y 45 minutos de rezos una vez al mes. Da una idea del alcance de la sexualidad mandada por Dios.

¿A que ahora es más fácil tomarse en serio el país? No todo han de ser millones, hombre, también cuenta el alma.

dimecres, 16 de gener del 2013

El episodio de Wert.



Cuando Palinuro estaba en la Universidad, en tiempos del franquismo, ocurría algo muy curioso. Cada vez que los estudiantes de izquierda, los demócratas, organizábamos una asamblea, normalmente en situación insegura, precaria, con la policía fuera, rodeando el edificio, a punto de entrar a palos, nunca faltaba el provocador que pedía la palabra para hablar a favor de la dictadura, del orden, en contra de la asamblea o de lo que esta estuviera debatiendo, solo para fastidiar, etc. Podía ser un policía disfrazado, como los de ahora, o un estudiante de derechas con intención de reventar el acto. Cuando la gente se cabreaba y lo mandaba callar a gritos, solía argumentar que, si éramos demócratas, estábamos obligados a dejarlo hablar. Y siempre encontraba algún despistado que le daba razón.

Y, no, no estábamos obligados a dejarlo hablar. Igual que ayer los estudiantes de Sevilla no estaban obligados a dejar hablar a Wert. Los demócratas estamos obligados a dejar hablar a quien deja hablar y respeta a los demás. No a quien no lo hace. Los franquistas, durante la dictadura, no dejaban hablar a nadie y al que lo hacía, lo perseguían con una policía compuesta de torturadores, lo condenaban mediante unos procesos-farsas, escenificados por jueces lacayos y lo encerraban en la cárcel. Los demócratas que se jugaban la libertad no estaban moralmente obligados a escuchar a quienes defendían a aquellos criminales.

Los franquistas de hoy, en el gobierno, se valen de unos medios ligeramente distintos, pero sus fines son los mismos: hablar ellos solos, no dejar hablar a los demás y reprimirlos si lo hacen. Veámoslo:

Tienen todos los periódicos por entero a su servicio, como El Mundo, ABC o La Razón o solo parcialmente, como El País. Igual sucede con las radios, con excepción de la SER. Las televisiones son suyas, tanto las privadas como las públicas. En el caso de estas últimas, RTVE, TeleMadrid o Canal Nou (de Valencia) no tienen nada que envidiar al aparato de propaganda de Franco.

El Parlamento no existe pues el gobierno dispone de una mayoría absoluta que le permite legislar por decreto e ignorar completamente las cámaras de representantes en las que, por supuesto, tampoco sirve de nada hablar porque es intrascendente.

La Justicia está sometida a enormes presiones, manipulada por el poder político que encarece arbitrariamente el acceso, dejando fuera de ella a los sectores mayoritarios más desfavorecidos que tampoco pueden hacerse oír por los tribunales. Asimismo, la última reforma preparada por el franquista Gallardón pretende volver a la censura para que nadie pueda informar sobre lo que sucede en los tribunales, igual que en los tiempos de Franco.

El ministerio del Interior trata de suprimir la libertad de información y expresión, impidiendo que se grabe a los agentes de policía reprimiendo las cada vez más numerosas manifestaciones, como suelen, a palos y disparos, sin contemplación alguna con la integridad física de las personas y tratando de intimidarlas y amedrentarlas. Intimidación y amedrentamiento es también la finalidad perseguida por la gobernadora de Madrid quien se vale de la policía como bandas de hostigadores de los ciudadanos a quienes someten a identificaciones masivas e ilegales con fines represivos y multas posteriores por intentar ejercer sus derechos ciudadanos.

Es una forma de gobierno autoritaria, represiva, tiránica, dictatorial que pretende que la gente se calle, no hable y asista muda a una política de saqueo de los bienes públicos en beneficio personal de los políticos de la derecha o de sus enchufados y de negación de todos los derechos, los de reunión, manifestación, información y expresión, por no mencionar otros igualmente pisoteados.

No, el franquista Wert no tenía más derecho a hablar en Sevilla que el que tenían los agentes de la dictadura en las asambleas de los estudiantes demócratas durante el franquismo. Para contar sus embustes y sus ataques a la enseñanza libre, universal y gratuita, en beneficio de los curas y el capital ya tiene innumerables periódicos, radios, televisiones en donde, además, no le hara falta llevar una claque de pelotas y tiralivetas como los de la primera fila del vídeo, ni recurrir a los métodos de represión propios de la dictadura de su gobierno.

Los estudiantes tienen la resistencia, lo único que queda frente a la tiranía. Y con el apoyo de cualquier demócrata amante del Estado de derecho. Lo de Sevilla debiera repetirse en cualquier otro lugar a donde vayan estos enemigos de los derechos y las libertades a provocar.

dimarts, 15 de gener del 2013

El plan.

El gobierno se ha asustado con los datos de la encuesta de Metroscopia para El País. No es para menos. Un porcentaje altísimo de la población profesa poca o ninguna confianza en Rajoy y, además suspende en bloque a su gobierno al que tiene en muy bajo concepto. Las razones, de todos conocidas: ha mentido desde el principio y sigue haciéndolo, es altanero, incompetente, autoritario, gobierna por decreto, con desprecio del Parlamento, es caciquil, enchufista, no resuelve los problemas, pero azuza otros, como el catalán.

Por ello, ha decidido encargar una campaña de imagen para lavar la cara a los políticos. Entiéndase bien la intención: no para resolver los problemas o cambiar de actitud, sino para convencernos a los ciudadanos de que cambiemos nosotros de juicio. Una campaña de imagen. Y pagada, claro es, no con sus salarios de ministros o presidentes, sino con dinero público, de todos nosotros. Lo cual apunta a otra de las razones del bajo concepto ciudadano: la corrupción.

Porque el problema no es solo el gobierno sino el conjunto de los políticos y de las instituciones que aparecen literalmente encenagados en los más condenables casos de corrupción. Siempre según Metroscopia, el 95% de la población cree que la corrupción es muy alta y que los políticos y las autoridades son cómplices. Y eso ya no es cosa de "lavar la cara". No hay detergente en el mundo que pueda lavar la cara de la Gürtel, de Baltar, de Fabra, Urdangarin y la retahíla de mangantes. Pero, sobre todo, lo más espinoso del asunto es que son las políticas del PP (privatizaciones, externalizaciones, desregulaciones, "liberalizaciones", etc) las que dan pábulo a la corrupción, las que la alientan por su juego público-privado, de forma que no es excesivo hablar de "políticas corruptas".

Y tampoco es solamente un asunto de mera corrupción a la usanza de la derecha, de pillar el dinero y correr. Las prácticas de las autoridades son moralmente repugnantes -y en muchos casos delictivas- en otros terrenos. Según se desprende del proceso de la llamada Gestapillo madrileña, el gobierno de Madrid era un un nido de espías en el que unos políticos acechaban a otros con intenciones probablemente aviesas. Y también, claro es, con dinero público. El responsable último de esta trapisonda parece ser Ignacio González, el actual presidente, el hombre de la privatización de la sanidad pública y la venta de las competencias propias al dueño de Eurovegas. No hay campaña capaz de lavar su imagen ni creo que le importe.

Probablemente animado de la mejor intención del mundo y muy preocupado por la prevalencia actual de esta lacra, Rubalcaba propone un pacto de los partidos contra la corrupción. No creo que el socialista esté de acuerdo con el gobierno. Esta idea no debe de ser parte de la campaña de lavar imagen. Es, sin duda, una ocurrencia de Rubalcaba, arrastrado por su pasión por los pactos con quien sea; pactos de Estado, institucionales, de partido; oposición responsable. Pero debiera pensar un poco más antes de lanzarse en mitad de la bronca sin medir cómo están las fuerzas. Resulta de una ingenuidad casi ofensiva proponer un pacto contra la corrupción a los partidos políticos que son, normalmente, agentes, partícipes y/o beneficiarios de esa misma corrupción.

Y hay más, bastante más. Cualquiera que esté informado sabe que, aunque la corrupción afecta a todos los partidos, no a todos por igual. El más corrupto en los niveles bajos y medios de la política es el PP y, en los altos, el único corrupto. Al proponer asépticamente un pacto entre todos los partidos, como el que se pone de acuerdo en la hora para celebrar una carrera, Rubalcaba viene a aceptar que el PSOE y el PP están afectados por igual por la corrupción. Y eso no es cierto. Ni es justo. No hay ni color. Y ya no hablemos de otros partidos más a la izquierda. Alguno de ellos podría decir a Rubalcaba, que hable por sí mismo y por su partido. Claro, ha faltado tiempo al PP para mostrarse literalmente encantado con la propuesta de Rubalcaba, con la cual, probablemente, hará lo mismo que con sus códigos de buenas prácticas, sus deontologías y sus proyectos de ley de transparencia. Por cierto el último de estos parece salir de uno de esos pactos PP-PSOE y, según se dice, dajará fuera de su ámbito transparente la Corona.

Francamente. No nos merecemos este gobierno. Pero tampoco esta oposición.

dilluns, 14 de gener del 2013

Una cuestión de legitimidad.

Después de Platón y Aristóteles, el hombre que sentó las bases de la filosofía política moderna y formuló una teoría de la legitimidad del poder, hasta ahora irrefutada, fue el médico y filósofo John Locke. Su pensamiento alienta en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y la Universal de Derechos del Hombre y del Ciudadano. Es legítimo el gobierno por consentimiento. Por consentimiento de los gobernados. Todas las demás teorías son glosas de esta.

Según la encuesta de Metroscopia para El País, el apoyo popular a Rajoy está bajo mínimos. El 84% de la población confía poco o nada en él y el 74% desaprueba su labor de gobierno. Aquí hay poco consentimiento lockeano. Hasta los suyos lo rechazan. Cerca de la mitad de votantes del PP tiene una impresión negativa del gobierno. Y el 68% de la población opina que improvisa sobre la marcha. Es imposible confiar en alguien que improvisa y que, por cierto, se pasó meses acusando a su adversario de improvisar.

¡Alto ahí! Ruge fiero Rajoy. Eso son sondeos. El consentimiento del pueblo se mide aquí cada cuatro años en unas elecciones libres en las que la gente vota un programa para eso, para cuatro años. Lo demás es filfa.

Efectivamente, así es, responde Palinuro en nombre de Locke, pero es que usted ganó las elecciones con otro programa. Usted pidió el consentimiento para hacer una cosa y está haciendo la contraria. Engañó usted a la gente. Incluidos, como bien se ve, los suyos. Esas elecciones, caballero, fueron una estafa. Usted mismo lo reconoció al admitir que estaba haciendo lo contrario de lo prometido, pero que seguiría haciéndolo si creía que era lo mejor para España. Pero no es usted quien tiene que decidir eso, sino los votantes. Salvo que usted entienda la democracia como un lugar en el cual la gente vota cada cuatro años a un lider carismático con carta blanca para hacer lo que quiera, incluso romper sus promesas. ¿Por qué no entonces abolir las eleciones?

Las instituciones, hasta las más flexibles, son rígidas y tienden a ignorar la voz de la calle. Obviamente Rajoy puede seguir gobernando pues cuenta con holgada mayoría parlamentaria. Pero es un poder fáctico, no moral. Así se comporta, de hecho. Incluso menosprecia al Parlamento y gobierna por Decreto-ley. ¿Para qué perder el tiempo? El creciente descontento en la calle, las manifestaciones continuas (por cierto, tres hurras por la Marea blanca por la lucha del personal sanitario, digno descendiente de su antecesor Locke), los millones de horas perdidas en huelgas, el desbarajuste en todos los sectores, el conflicto territorial de nuevo arreciando, a todo eso puede hacerse frente, piensa el gobierno, con la fuerza pública.

Es legal; pero ¿es legítimo? ¿No sería lo legítimo convocar nuevas elecciones o, cuando menos, como piden los sindicatos, un referéndum sobre el nuevo programa?

(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).

diumenge, 13 de gener del 2013

Presente y futuro.

No es el futuro, amig@s, lo que apremia. Es el presente. Dejémosnos de milongas, de marear la perdiz y entretener al niño con una de piratas. Ayer, el PSOE cerraba muy ufano, a bombo y platillo, con rostros sonrientes y satisfechos su conferencia política con una enteca Resolución política que no resuelve nada ni dice nada del menor interés, sino generalidades, e invocaciones a una esquiva mayoría que al parecer espera en algún lugar de ese futuro a punto de caerle en el bolsillo. Hoy publica El País una encuesta de Metroscopia, según la cual, la expectativa del voto del PSOE es del 23,3%, el 81% de los ciudadanos desaprueba la gestión de Rubalcaba y el 91% no confía en él. En ambos puntos, el socialista está por debajo del del PP. Es el negro presente. Inútil ignorarlo pintando de rosa el futuro. El País trata de echar una mano a Rubalcaba titulando la información "Rajoy en caída libre en un momento crítico", acompañándolo con un editorial, Socialistas ante el futuro (¡siempre el futuro!) en el que la marrullería apenas tapa la zozobra de estar defendiendo una causa perdida e injustificable.

Porque este presente no es una instantánea fugaz, un aquí y ahora repentino, como el picotazo de un mosquito, no. Es el precipitado de más de un año de inane gestión. El PSOE no se ha hundido hoy; lleva más de un año en el fondo. Rubalcaba no se encuentra hoy rechazado y mal visto de repente por la ciudadanía; lleva más de un año arrastrando un profundo rechazo popular, casi repulsión. Lleva un año trabajándoselo con ahínco. Un año sin hacer oposición a un gobierno tan agresivo y antipopular que roza lo delictivo, pero llamándola "responsable" o no sé qué otro eufemismo. Un año alejado de la calle, sordo y ciego al sentir de la gente. Un año alabando a la monarquía, convirtiendo el históricamente republicano PSOE en un manso partido dinástico. Un año haciendo patria nacional con un españolismo que apenas cede en matices al del amigo Wert.

Son golpes de timón que, después de 365 días de zozobras y con otros 365 por delante dedicados a interesantes disquisiciones bizantinas, prometen estrellar el barco contra las rocas. Porque esta astucia de Rubalcaba aparentemente pragmática de tener a los compas entretenidos en quisicosas de la teoría mientras él organiza la realidad práctica a la chita callando conduce indefectiblemente al desastre. La pragmacia es de vuelo gallináceo.

Escuché el otro día al secretario general decir por la SER que es "un republicano que se siente muy a gusto en esta monarquía". Con su pan se lo coma y que le nombren conde del halago, pero ningún republicano puede sentirse a gusto con monarquía alguna y menos con esta de sainete y cachondeo, poblada de mangantes, aprovechateguis y zánganos.

Y lo del españolismo es sangrante. Sostiene Rubalcaba que del "derecho a decidir" propugnado por los sociatas catalanes no cabe ni hablar. Caramba con la fexibilidad y la disposicion al diálogo del pragmático. Ofrece no sé qué imprecisa reforma de la Constitución (otra trampa, pues no depende de él) siempre que el PSC renuncie a su reivindicación. Pero héteme aqui que el PSOE no tiene expectativas reales de ganar elecciones en España sin Cataluña. Entonces, ¿qué?

Pues muy sencillo: convoque ya elecciones primarias en su partido, buen hombre, que está usted hundiéndolo.

Mundos aparte y un poco de vinagre.

Aplausos fervorosos a la joven Camila Vallejo, candidata a diputada al parlamento chileno por el Partido Comunista. Tiene en su haber el liderazgo del movimiento estudiantil de oposición del año pasado que hizo claudicar al gobierno en sus aviesas intenciones. La presencia activa de l@s jóvenes en las instituciones es imprescindible en nuestras democracias si de verdad queremos regenerarlas. Su radicalismo y su falta de ataduras de intereses creados les dan la fuerza necesaria para ello. Los políticos, los políticos profesionales, todos de mediana edad para arriba, salvas contadas excepciones de acólit@s, no pueden resolver los vicios de funcionamiento de las instituciones porque son sus principales beneficiarios.

Según El Pais de hoy, el 96% de la población cree que hay demasiada corrupción en España o que es "muy alta" o algo así. ¡Aleluya! Por fin se percata el personal. Hace unos meses, la corrupción no era siquiera un problema. Y hace algunos más, Camps salía elegido en Valencia con mayoría absoluta reforzada. Es una muestra obvia de la profunda sabiduría popular. La vox populi, vamos. Alta lo es la corrupción un Rato largo. Llega a las más elevadas instancias del Reino. Y, además de alta, generalizada, universal, asfixiante. Los gobiernos -no todos, desde luego- se dedican al saqueo. Lo llaman privatización, externalización, liberalización y siempre quieren decir quedárselo ellos, sus parientes y amigos (a los que tienen salpimentados por la administración pública, a veces a cientos, como el tal Baltar), cofrades, seguidores y asociados en inteligentes operaciones mercantiles. Regenerar esta situación de corruptela general no va a ser fácil. Una situación en la que un hombre con la hoja de servicios de Rato es contratado como asesor por Telefónica y no sucede nada no es sencilla de remediar.

Por eso está muy bien que irrumpa la juventud en las instituciones. Los partidos de izquierda deben darle paso con generosidad. Podían también abolir esas juventudes que suelen tener como lugar en donde aparcar las energías juveniles para ir luego cooptando a l@s más dóciles. Y si, además de jóvenes, son mujeres, servicio doble a la causa. La juventud tiene un potencial de cambio muy fuerte, pero las mujeres jóvenes lo duplican. Por eso, aplausos, renovados aplausos y aplausos también al país en donde esto sucede. Ojalá pase también en España.

La foto de Camila se encuentra por doquier en la prensa. Google da 429.000 resultados. En esta época mediática la imagen es muy importante y Camila es fotogénica y atractiva. Doble valor para la causa de las mujeres que quizá sea la causa más importante de nuestro tiempo.

Porque mientras Palinuro aplaude la naticia de Camila Vallejo, no puede dejar de pensar en esas dos mujeres que, con diferencia de días, han sido violadas en grupo en la India y la primera, además, torturada y bárbaramente asesinada. De esos casos vamos a encontrar muchas menos fotos. De las infortunadas, ninguna. Algún medio se atrevió a publicar una imagen del rostro tumefacto de la primera violada agonizante, pero ha desaparecido de la red. Es otro mundo, ¿verdad? Vivimos en mundos aparte. El planeta es el mismo pero en Chile una joven atractiva puede presentarse candidata a diputada y en la India esa misma muchacha no puede subir a un autobús sin peligro para su vida.

Es injusto que la gente se muera de hambre en el África, o a tiros en Ciudad Juárez, que los gobiernos rebajen los salarios de los trabajadores, las empresas despidan sin contemplaciones y exploten trabajo esclavo e infantil en otros países, es injusto que los niños no tengan igualdad de oportunidades en educación ni los adultos en sanidad. Sin duda. Pero la metáfora de todas esas injusticias es que en la India, en el África, millones de mujeres vivan bajo el permanente temor a ser violadas, torturadas, asesinadas cuando menos lo esperen, "cualquier día, en cualquier esquina."

Los hombres no sabemos lo que es eso, aunque podíamos intentarlo.

Es más, nos tranquilizamos pensándonos superiores. Aquí "eso" no sucede. No es imaginable. Tenemos la pulsión controlada: medio centenar de asesinadas al año y unos cientos de maltratadas. O sea, no estamos tan lejos. No estamos tan lejos. Y los medios debían ayudar a recordarlo, no cediendo a los aspectos fáciles de la comunicación.

La vida.

La belleza está ahí fuera, pero solo la vemos si no miramos.
El silencio nos rodea, pero solo lo oímos cuando nos callamos.
El tiempo pasa, pero solo lo sentimos cuando no lo tenemos.
Nosotros mismos existimos, pero ni nos damos cuenta. 
La vida late, pero solo lo apreciamos cuando nos quedamos quietos.
Firmes como rocas.
Tienen razón los del Tao. ¿A qué tanto barullo?

(La imagen es una foto de Ian Sane, bajo licencia Creative Commons).

dissabte, 12 de gener del 2013

Akelarre.

Sorginak: Aquí estamos todas reunidas, las horribles hermanas brujas, a celebrar nuestro sabat, en espera de la llegada de nuestro Señor, el Gran Macho Cabrío, quien ha convocado asimismo a sus emisarios en la Tierra para que le rindan cuentas de las ofensas que hayan hecho a su dios y los sufrimientos infligidos a los estúpidos mortales.
Coro de las brujas: ¡Satán, ven a nosotras!
Sorginak: Mientras llega Akerbeltz (Él mismo se tenga en los infiernos), repasemos a estos poderosos, que ahí tenéis, adornándose con sus peores vicios. Velahí la Reina Tremedal, duquesa del Comelloso, a quien el Gran Macho encomendó arrebatar las haciendas de todos los villanos de la región. Y ¿qué ha hecho, aparte de incrementar la suya descaradamente, lo cual merece elogio? Despojar, sí, a unos villanos, pero no a otros, según que fueran amigos suyos o no. Y ya sabéis, hermanas, cómo irrita eso a Akerbeltz, que presume de ser malo, pero justo en su maldad. ¿Qué castigo le impondremos?
Coro de las brujas: ¡Por Belcebú! Que cobre un solo sueldo.
Sorginak: Hemos traído al gran tarambaina de la Corte, el barón de Mundantalin, que, como recordaréis, se había comprometido con nuestro odioso Señor a hundir el trono de EREspaña.
Mundantalin: Perdonad, señora...
Sorginak: (Interrumpiéndole con una horrible graznido) ¡Cerrad el pico, botarate, que mi loro tiene más cerebro que vos! Veamos, ¿resultados? En verdad, parecerse haberse forrado y eso está bien, sobre todo que se sepa, pero la Corona ahí seguiría tan pimpante de no haberse metido ella sola en un lío tan de sainete que comparten escenario una refinada aristócrata austrica con apellido de filósofo y un humilde pero corpulento elefante botsuano. ¿El argumento? El de siempre, el que no tiene enmienda. ¿Veis, hermanas, qué suerte ser mujeres? A este lo han agarrado por do más pecado había.  Aquí pide ya la República hasta Rubalcaba. Pero el mérito no es de nuestro hombre. ¿A qué le condenamos?
Coro de brujas: ¡Por Belial! A vender el Palacio de las Artes y las Letras a un inversor haitiano
Sorginak: Que me place. Trata de esconderse pero no lo dejaremos el famoso bandolero de la sierra Vías Perrán a quien se le encomendó dejar en tierra a todos los pasajeros españoles y sin paga a todos los trabajadores de todos los tour operators. Sí, sí, Perrán. ¿Y qué hiciste? Te llenaste los bolsillos, cosa loable porque es doctrina de nuestra Antibiblia que, cuanto más se robe, antes reinará Satán (él mismo guarde su execrable nombre), pero nada más, Perrán, más que Perrán. Los turistas, menos los tuyos, han seguido viajando y los empleados, menos los tuyos, cobrando. Poco, es verdad, porque para eso tenemos a los nuestros en el gobierno, pero lo bastante para ir tirando. No te has esmerado, Perrán. La codicia de quedarte con la pastuqui de Aerolíneas Argentinas te ha reventado, infeliz. Estos chantas te la han jugado, boludo. ¿Qué pena le damos, hermanas?
Akerbeltz: (Que acaba de aparecer en una nube de azufre) ¡Yo diré la pena!
Todas: Habla, gran Satán, poderoso macho cabrío a quien todas besamos el culo.
Akerbeltz: Pillastre. Yo que había hecho un hombre de ti, que llamabas "cojonudas" a tus amigas... Pena: a trabajar más, mucho más, todo el día. Y a ganar menos, mucho menos, nada.
Todas: Sabias palabras, por Bafometo. Maldito sea tu infernal nombre.
Akerbeltz: Puntual ha acudido mi joven aprendiz, orgullo de mi empresa de asesoría La sonrisa del diablo, el caballerete Hueles. Bien hecho, muchacho, tienes porte de Máster de Bulgákov. Tú solo te puedes cargar el capitalismo. Desde luego, el Estado de derecho, el prestigio de los políticos, el renombre de las instituciones, todo eso no te ha resistido un asalto. Ya queda claro a ojos de todo el mundo que en EREspaña gobernar es ir a la rapiña, a ver quién pilla más. Esto de los análisis, un golpe maestro. Y además, de ti para mí, con sabrosas sinergias. Podemos montar un banco de sangre. ¿Eh? ¿Qué te parece? Podemos vender sangre azul, por ejemplo.
Sorginak: Supongo, odiosísimo señor, que no ha lugar a pena.
Akerbeltz: ¿Pena? La máxima de todas. Su mayor gloria. Ser él mismo toda su vida y compartir esta en estrecho contacto con su familia, en especial su suegro. Ahora, vayamos todas al Sabat. Me han dicho que hay sangre fresca de...
Gurrumino: (Interrumpiendo) Perdón, digno señor...
Akerbeltz: ¿Digno yo? ¿Quién es este imbécil?
Gurrumino: Indigno, yo, quiero decir, Señor, soy un indigno, no, que sois un indigno, yo soy el Señor, no bueno, Gurrumino, Señor, vuestro hombre en La Habana
Sorginak: Si, GMC, me acuerdo. Lo mandaste a la isla a acabar con el comunismo y a darle un empujoncito a Fidel Castro que dijo que la historia lo absolvería, pero no parecer tener prisa en que lo absuelvan.
Akerbeltz: ¡Ah, ya! ¿Lo ves? Un imbécil. Mata a los nuestros, el comunismo está más firme que nunca y Fidel no la palma. Al contrario (no sé cómo no calcino a este niño de la inclusa de la dama del Imperio Británico) ahora se ha corrido la voz de que la medicina cubana tiene la fórmula de la inmortalidad y ahí tienes a ese pendejo de Chávez y los demás que van, dicen que de visita pero, en realidad a pedir la vez cuando les toque. Fijate qué negocio el de este pillastre.
Todas: ¡Por Azazel! ¿Pena? ¡Oh, diabólico Satán!
Akerbeltz: Venga, a sacarse el carné de conducir para llevar a la peluquería a la alcaldesa de Madrid en un motocarro. Y ahora sí, brujas mías, vamos todas a la fiesta que el próximo Sabat tendremos a los dignatarios de la Iglesia.
(La imagen es una foto de Wikimedia Commons en el en Public Domain).

divendres, 11 de gener del 2013

Váyase, señora Botella

Que Botella es de una incompetencia clamorosa lo saben los madrileños por lamentable experiencia propia. Que todo cuanto tiene de incompetente lo tiene de soberbia, creída y cursi, también. Que únicamente se ocupa de su persona y de enchufar a sus amig@s y clientes es un hecho ya comprobado. Que a su incompetencia añade una irresponsabilidad e insensibilidad pétreas que le permiten largarse a un spa de lujo mientras en su ciudad tiene lugar una catástrofe con resultado de cinco muertes es notorio. Que su afán de aferrarse a un cargo no alcanzado por votación directa la lleva a adoptar decisiones inexplicables y arbitrarias con sus subordinados resulta patente. Que su torpeza política la tiene enfrentada a sectores enteros de su propio partido, una realidad incontestable.
Y, no obstante, nada de lo anterior es motivo suficiente para que la dama presente su dimisión, como resulta obligado de los usos y costumbres en países democráticos.
Es preciso, pues, explicarle las pautas de la representación política y el servicio público. Hacerle ver que es derecho de los madrileños tener un/a alcalde/esa que no se dedique en exclusiva a escurrir el bulto, hacer el ridículo en Londres con dinero de todos, buscar chivos expiatorios por su inutilidad y tratar de salvar su pellejo político a cualquier coste. Y no lo tienen.
Madrid es este momento una ciudad desgobernada. Ayer había sobre la capital una nube tóxica densa y negra que probablemente superó todos los índices de contaminación, producto no solo de la actual desatención de la alcaldesa sino de la herencia de su propia inoperancia como concejala que fue de medio ambiente; la circulación es un caos; los servicios funcionan mal y todo es una mezcla de estúpido boato y administración sórdida, con intentos de echar de sus casas a vecinos de pocos posibles para sacar adelante algunas de esas oscuras maquinaciones especulativas a las que tan aficionada es la derecha, y otras vergüenzas.
Es imposible gobernar una ciudad de cuatro millones de habitantes mientras se lucha por sobrevivir y no verse arrastrada a los tribunales por manifiesta deficiencia en la gestión. Lucen poderosos los dos argumentos que suelen esgrimir aquell@s, poc@s, que en el país dimiten en estos trances: tener tiempo para su propia defensa si ya están imputad@s y no perjudicar a su partido. A estos se añade un tercero, primero en orden de importancia: no ser un obstáculo al bienestar de los ciudadanos bajo su jurisdicción. Los madrileños tienen derecho a que su alcalde/esa se ocupe y resuelva los problemas de la ciudad, que para eso la pagan, y regiamente por cierto, y no de los suyos propios.
Váyase, señora Botella.

El € por receta o la doble desobediencia.

¡Quién iba a decirlo! Ignacio González se declara de antemano en desobediencia del Tribunal Constitucional. Sin conocer la decisión de este está decidido -y así lo afirma- a no devolver lo recaudado y eso antes de saber si la sentencia le ordena hacerlo. Es desobediencia civil. Casi rebeldía. Eso:  ¡quién iba a decirlo! Un hombre tan conservador, tan atildado, tan de orden ¡en desobediencia civil! Autoridad no tiene mucha. Ha regalado también de antemano (es un gobernante expeditivo, resuelve los problemas antes de planteados) 1.300 o 1.800 millones de euros de todos los madrileños al gringo de Eurovegas y quiere recaudarlos tacita a tacita, urillo a urillo. Para ello no duda en declararse desobediente civil. Como Martin Luther King.
Lo curioso es cómo esta desobediencia civil se enfrenta a otra multitudinaria, generalizada, la de quienes se niegan a pagar el € por receta. Como esto siga así, González no devolverá lo recaudado porque no habrá recaudado nada. Resulta un pelín ridículo del lado de los dineros. Algo así como el ahorrativo despilfarro del consejero Lasquetty. Además de ridículo es perfectamente necio porque si los madrileños se creen legitimados a desobedecer la norma del pago del €, mucho más y con razón se creerán si quien la dicta anuncia por anticipado que se declara en rebeldía frente a los tribunales. Da así lugar a una desobediencia a la desobediencia o doble desobediencia. En verdad, estos políticos son de desecho de tienta, por utilizar metáfora querida por la cultura patria. ¿Quién le mandaba decir esa machada? ¿Por qué hace algo tan innecesario? ¿Por parecer el gallo del corral?
En fin. También es cosa de maravilla ese recurso al Constitucional del gobierno. Se entiende en el caso de CiU porque es otro partido y de catalanes, siempre fastidiando. Pero frente al propio partido tiene algo de misterioso. Y se basa ¿en qué? No será en términos de derecho a la salud porque el gobierno lo trata igual o peor que la Comunidad Autónoma. Tampoco en cuestiones de competencias porque es competencia de la Comunidad. Menos en cosas de Hacienda, pues el gobierno apremia al cumplimiento del objetivo del déficit autonómico. Entonces ¿en qué? Pues, por increíble que parezca, viene de la pelusa de preeminencia, de aquí mando yo y de la demagogia: yo os obligo a repagar hasta las cataplasmas pero a este socaliñas de González lo meto en cintura.
¿Y los socialistas? Muy bien: van a recurrir invocando el principio irrenunciable de la gratuidad de la sanidad, que es un derecho. Pero han aprovechado para pegarse entre ellos. Speedy Gómez contra Smartie Rubalcaba. El uno es la brigada ligera y el otro la división acorazada. Pero bueno, lo importante es que el recurso llegue y el alto tribunal se pronuncie antes de los JJOO de 2020 en Madrid.
Por cierto, una última observación. Ayer, la capital estaba sumida en una nube negra, densa, claramente tóxica que estará causando más muertes que el Madrid Arena. Pero estas no son tan mediáticas. Sin embargo, revelan la auténtica razón de por qué debe dimitir la alcaldesa Botella: porque, absorbida en la tarea de salvar su pellejo político, tiene la ciudad abandonada y sus millones de habitantes condenados a respirar ponzoña a causa de su desgobierno.