dissabte, 29 de gener del 2011

Alá juega al dominó.

Está claro que los acontecimientos de los países árabes tienen una importancia extraordinaria, de alcance mundial. Una importancia similar a la que tuvo en su día la caída del comunismo. Por supuesto sin querer establecer más paralelismo que el hecho de que se trata de un fenómeno político revolucionario que afecta a una serie de países que tienen una especial ligazón entre sí, el comunismo en el segundo caso y el islamismo en el primero. La similitud es obvia: la caída de varios países en un efecto dominó. Para no repetirme remito al lector a una entrada anterior, La i-revolución islámica prende en la que se reflexiona sobre la posibilidad de que algo así pudiera pasar.

Desde luego se confirma la hipótesis de que se trata de movimientos espontáneos, sin previa organización ni planificación, movilizaciones de la sociedad civil, especialmente de los jóvenes que en un porcentaje altísimo están en el paro. También convalidada ha quedado la suposición de que, en la medida en que quepa hablar de algún tipo de organización o comunicación, se trata de la red, de internet, cuya presencia en las revueltas ha sido determinante. La mejor prueba reside en las reacciones de los gobernantes. En Túnez se bloqueó Facebook; en Libia, Youtube; en Egipto fue primero Facebook, luego Tuenti y, finalmente, el Gobierno ha cerrado la red en pleno, en un acto insólito de cuyas consecuencias, evidentemente, no tiene ni idea y que, además, no parece vaya a refrenar la movilización de la gente. Porque si se cierra la red es como si se cerrara una parcela importante de la actividad económica y social y se desconectara a Egipto del mundo. Y eso, ¿es posible? ¿Por cuánto tiempo?

Y no es esta la única reacción de unos gobiernos acorralados. Tienen otras: anuncian reformas; lo hizo Ben Ali en Túnez y lo ha hecho Mubarak en Egipto en actos tan falsos como el famoso dicho de Fernando VII, "marchemos francamente y yo el primero por la senda constitucional" y, es de esperar, con menor eficacia. Mubarak ha sacrificado al Gobierno en pleno, incluido el ministro del Interior que por la mañana anunciaba que no permitiría más manifestaciones y al que las manifestaciones han dejado a su vez sin mañana como ministro. Un sacrificio para salvar la propia cabeza (que es la que piden los manifestantes) ofrendado al nuevo dios de la multitud.

Ese es el concepto que la teoría política moderna emplea, retrotrayéndose a Hobbes y Spinoza, un concepto anterior al marxista de clase pero que ha resultado mucho más certero en estos casos, como en los del hundimiento del comunismo. Nosotros somos el pueblo decían los ciudadanos de la República Democrática Alemana cuando cayó el muro de Berlín. En realidad, piensa la nueva teoría política, querían decir la multitud. Queda la sospecha de si, al tratarse de países árabes islámicos, el factor religioso tiene especial relevancia. No fue el caso en Túnez y tampoco lo parece en Egipto, aunque aquí están siendo muy activos los "hermanos musulmanes". Sin duda su impronta se está haciendo sentir en la mayor violencia callejera, pero no da la impresión de que este grupo ni ningún otro integrista esté dirigiendo o determinando el movimiento. Éste tiene reivindicaciones económicas y sociales, es decir, laicas. Si triunfa, puede ser el comienzo de la modernidad en el mundo árabe.

Añádase a todo ello la presión internacional. Las cancillerías occidentales no han estado muy rápidas en la comprensión del fenómeno, han tardado en reaccionar y se han limitado a decir obviedades del tipo de que se debe evitar la violencia y hacer reformas. Hay mucho apoyo a los regímenes corruptos y autoritarios que revisar, hay mucho que cambiar. Porque, a su vez, la cuestión geopolítica que se plantea es grave: ¿qué sucede si la oleada de protestas, la revuelta, prende en el bastión del islamismo, estrecho colaborador de Occidente, Arabia Saudí? Todo el equilibrio del petróleo puede verse afectado. Y eso no va a ayudar a resolver la crisis global.

A partir de aquí los escenarios son muy variados. Por ejemplo: el efecto dominó no se detiene en los países árabes, ni siquiera en los islámicos, sino que pasa a los cristianos. Ganas no faltan en Grecia, en Italia, España, Portugal, Francia o Irlanda. Islandia es ya hace meses un ejemplo de revolución de multitud, pero está muy lejos y los islandeses son muy pocos. En el continente puede ser otra cosa.

divendres, 28 de gener del 2011

Bolas, bulos y trolas.

Soy firme creyente en la teoría de la acción comunicativa de Habermas y sostengo que la democracia es un régimen en el cual las decisiones colectivas se adoptan tras deliberación y debates donde se supone que los participantes dicen la verdad. También creo a pies juntilla en la doctrina liberal de que la verdad prevalecerá sobre el error siempre que se puedan constrastar libremente, como dice Milton en la Areopagítica. Soy fiel creyente en las dos visiones en el terreno de lo que debe ser. En el de lo que es resulta absurdo ignorar que el debate político, la deliberación hasta en sede parlamentaria, está plagada de mentiras y que la mentira prevalece sobre la verdad incluso en sociedades libres y abiertas. Habrá quien diga que si están basadas en la mentira no pueden ser libres, pero ese es otro debate. En el de la realidad algunos sostienen que la mentira no es solo común en la democracia sino que es imprescindible porque si estuviéramos condenados a decir la verdad volveríamos al estado de naturaleza de la guerra de todos contra todos. Pero éste es también otro debate y algo más cínico.

Siendo la mentira omnipresente en la acción política la hay de muy diversas categorías. Cabe distinguir, entre otras, las tres del título de esta entrada: bolas, bulos y trolas.

La señora De Cospedal es consumada maestra en bolas, mentiras redondas que ruedan y ruedan según el principio de la inercia. Ahora dice la citada señora que el PSOE "ha puesto detectives privados" a miembros del PP. ¿Pruebas de tan sorprendente como perversa práctica? De momento ninguna. Y no es de esperar que se esgrima alguna a juzgar por las que se esgrimieron en las dos bolas acusatorias anteriores de De Cospedal: que el Gobierno escuchaba ilegalmente las conversaciones telefónicas del PP y que ese mismo gobierno pretendía establecer en España un "Estado policial". Pruebas, cero. Las mismas que habrá ahora con la tercera bola o mentira redonda. Lo único que parece aquí hasta ahora probado es que esta señora tiene una manía persecutoria que debiera consultar con un especialista.

A su vez el Gobierno es también experto en la fabricación de bulos. El bulo es una mentira amorfa que se extiende por todas las instancias sociales y es objeto de conversaciones y comidillas generalizadas sin que nadie conozca de cierto su fuente, ni su grado de verosimilitud, ni siquiera su contenido exacto. El bulo calienta imaginaciones y pone al personal a perder el tiempo haciendo cábalas. El último es el ya decidido desistimiento de Zapatero como candidato a la presidencia del Gobierno y su sustituciòn por Pérez Rubalcaba, ministro del Interior de acero y hombre que goza de un insólito prestigio en amplios sectores de la sociedad. La mentira se usa en política como en la guerra, para desconcertar al enemigo y la posible candidatura de Rubalcaba no es halagüeña para el PP pues tendrá que diversificar sus ataques. A Zapatero lo tenía muy castigado, pero enfrentarse a un Rubalcaba crecido sólo porque puede ser el candidato según reza el bulo que nadie confirma pero nadie desmiente puede ser catastrófico.

La derecha mediática prefiere la trola que es una mentira artificiosa, alambicada, llena de claves que descubren verdades ocultas por oscuros e infernales intereses. La trola más disparatada y la que más réditos ha dado a la hora de poner en cuestión los fundamentos mismos del Estado de derecho es la de la conexión etarra en el atentado de Atocha. Este terco dislate rebosante de pruebas, contrapruebas y recontrapruebas, tiene de tal modo cegados a sus promotores que no les deja ver que la gente se lo toma a pitorreo. Y es de extrañar en personas tan perspicaces. Está claro que el odio y la soberbia ciegan más a los hombres que el amor hasta el punto de hacerles creer que, porque tengan un periódico o una radio, pueden convertir su delirio en realidad. En cuanto al señor Arenas, que se parece al fantasma de la Ópera, su desmedido afán por ganar alguna vez las elecciones en Andalucía puede obnubilarlo de tal modo que acabe confundiendo a Griñán con Josu Ternera.

Que en los debates entre políticos abunde la fabulación probablemente sea inevitable; que eso también se dé en los medios es más preocupante.

(La imagen es una foto de gaelx, bajo licencia de Creative Commons).


dijous, 27 de gener del 2011

Inés Sabanés y la situación de la izquierda.

No están las cosas en IU para permitirse el abandono de personas de valía como Inés Sabanés. Es cierto que sigue siendo militante de la organización y conserva su escaño en la asamblea de Madrid. Pero seguramente se trata de un compás de espera en tanto decide cuál será su próximo destino. Ofertas no le faltarán. Parece que ya se ha adelantado López de Uralde, de Equo, ofreciéndole encabezar su lista por Madrid. Y en el PSOE se la rifarían. Ella dice estar sopesando otras posibilidades, como participar en un debate sobre la izquierda.

En fin, Palinuro desea que Sabanés atine en su elección no sólo por su interés sino por el general pues la tiene en muy alto concepto como persona y como política.

Allende las cuestiones personales, la triple dimisión de Sabanés se lee como un mojón más en el penoso proceso de apocamiento y disgregación de IU y, en general de toda la izquierda a la izquierda del PSOE. Quizá se refiera a esto Sabanés cuando dice que quiere participar en un debate en la izquierda más de ciudadanos que de partidos. Si es así resulta algo optimista. No es posible participar en un debate que no existe. Existe la idea de que el debate debe existir; pero el debate como tal no existe. A no ser que se considere debate sobre la izquierda aquella reunión de IU de hace unos meses, celebrada con grandes alharacas que se autotituló la refundación y no sirvió para nada pues la práctica viciada de IU siguió como antes de refundarse y el acto en sí no atrajo ni una sola adhesión de fuera de la organización pero sí hubo de encajar alguna separación más.

Que la práctica de IU está viciada es cosa que reconocen sus mismos militantes que se quejan de los personalismos y los clientelismos que dan lugar a una política de capillas, escisiones y abandonos personales. Aún no hace tanto que se marchó Reyes Montiel, al parecer a Equo. Estas peleas intestinas, normalmente por cargos, puestos en las listas, etc., se agudizan en partidos pequeños con escasa representación parlamentaria, como es el caso.

La práctica viciada viene acompañada de una actitud teórica que imposibilita todo debate. La izquierda fuera de IU razona de forma extremista y dogmática: el capitalismo es radicalmente malo, todo lo que sea reformarlo es, en el fondo, sostenerlo y lo que procede es acabar con él por medio de una revolución. La pregunta de cómo hacer una revolución con partidos insignificantes y enfrentados entre sí, en una sociedad desmovilizada y en la que el nivel de vida, aun con la crisis, es muy superior al del Tercer Mundo y al propio hace cincuenta años, queda sin responder.

Para evitar reconocer esa situación de marasmo teórico IU procede por la vía de hecho de la refundación, por aquello de que todo lo real es racional y todo lo racional es real. Y así escamotea la cuestión de qué propone IU en términos de modelo de sociedad, capitalista o socialista, y de proceso de transición, reforma o revolución (o ese ingenioso tercero en discordia que se llama "reformismo radical"); y si es socialista, qué exactamente quiera decir eso, si socialización de los medios de producción, abolición del mercado; y si la transición es revolucionaria, qué formas tomará la revolución. IU se llama a sí misma izquierda transformadora, pero no aclara qué quiera transformar y cómo. Por eso se limita a hacer propuestas concretas, de políticas públicas, presumiendo siempre que las suyas son las verdaderamente de izquierda pero sin poder aplicarlas nunca.

El debate sobre la izquierda y desde la izquierda tiene que darse a partir de dos premisas, las dos tan amargas de tragar que se entiende por qué no hay debate. Premisa primera: el modelo socialista alternativo al capitalismo basado en la socialización de los medios de producción ha fracasado en todo el mundo, incluida Cuba. De ahí tienen que revisarse planteamientos. El Partido Comunista, semioculto en IU a la que inspira y ahoga al mismo tiempo, tiene que explicar qué signifique el comunismo hoy día.

La segunda premisa es que identificar el PSOE, el socialismo, la socialdemocracia, con la derecha no lleva a ningún sitio. La base supuestamente "sana" del partido no lo abandona para seguir la bandera de la "auténtica" izquierda. En realidad es un problema muy viejo. Ya se dio en los años veinte y treinta del siglo XX, en la política de la izquierda en la que los comunistas llamaban a los socialistas "socialfascistas" y se apresuraban a aclarar que eso sólo se refería a los dirigentes, que la militancia llana era fetén. La historia acabó en los frentes populares. Hoy la situación es distinta pero la visión que tienen los comunistas y asimilados del socialismo sigue siendo disparatada. Aunque es comprensible pues, de admitirse que el socialismo es la izquierda, se abre el peliagudo problema de cómo diferenciarla de la transformadora.

(La imagen es una foto de RinzeWind, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 26 de gener del 2011

La i-revolución islámica prende.

Quizá no sea islámica sino arábiga. Pero está siendo.



En los días pasados, juzgando que los sucesos de Túnez eran muy importantes porque podían encender la chispa que abrasara la pradera islámica hasta la Arabia Felix, Palinuro colgó tres entradas cada una de ellas con una propuesta teórica. La primera, Túnez, internet, la multitud sostenía que la revuelta, siendo masiva, permanente, general, no estaba organizada por ningún partido, asociación, confesión o grupo que fuera, sino que era espontánea, un movimiento que tuvo un desencadenante (un estudiante autoinmolado como protesta) y unos cauces de comunicación que han sido esenciales en la movilización. A su vez, ese movimiento tiene un carácter político, no confesional, democrático, ciudadano y campesino, republicano; las multitudes de que hablan los teóricos neorrevolucionarios como Negri. En definitiva, la versión árabe de la "revolución burguesa" estilo occidental.

La segunda, ¿Revolución en el Islam? señalaba que el "peligro" del estallido tunecino residía en la comunidad cultural y lingüística del mundo musulmán, que forma una unidad civilizatoria en la Umma y, desde luego, en la parte árabe de ese mundo no hay barreras lingüísticas. Ben Ali, dégage se leía en las pancartas tunecinas y Mubarak, dégage en las egipcias. Se entienden en su lengua y en las de los imperios. Los jordanos, los yemeníes, los mauritanos se sienten tunecinos y lo son en cuanto a la lengua, la cultura, la religión y las desastrosas condiciones sociopolíticas.

La tercera, iTúnez (relacionada con la primera) señalaba la importancia decisiva de la red en los acontecimientos de Túnez y en los que vengan después. Facebook en concreto, Twitter, con Google por medio y la conversión de los móviles en terminales de la red a través de Youtube fueron decisivos en Túnez, la armazón invisible de aquel movimiento espontáneo. Y lo mismo está sucediendo en Egipto en donde el llamamiento al Día de la ira tenía 87.000 seguidores.


Me parece que los sucesos de Egipto validan y multiplican por ocho las propuestas de Túnez. Egipto tiene ochenta millones de habitantes (cuarenta de ellos por debajo de la línea de pobreza de dos dólares al día) contra los algo más de diez de Túnez; su situación es muy amarga y con un Mubarak que lleva treinta años mangoneando no hay perspectivas de mejora. Así que los egipcios, como ayer los tunecinos, parecen haber encontrado una nueva energía ciudadana.

Obsérvese que el lema de la convocatoria del Día de la ira es una jornada de lucha contra la tortura, la pobreza, la corrupción y el paro. Ese es un lema que vale para todo el mundo árabe, para Argelia, Libia y hasta Arabia Saudita, un lema que escuchan todos los árabes y ven por la televisión en su lengua y que tiene un valor de movilización grande. Porque, mal que pese a los críticos del eurocentrismo, los valores que reclama son propios de la tradición occidental, aunque el prestigio político en la región de los países que dicen encarnarlos no sea muy alto.

Porque Occidente tiene en la zona un problema geopolítico tremendo. Las potencias que han sostenido estos regímenes cleptocráticos tendrán que cambiar su discurso. Los analistas políticos, también. En un momento en que la materia prima con la que trabajan, la información, se divulga en el acto y generalmente por los mismos que la protagonizan ya no basta con darla; hay que interpretarla razonadamente. Y, a ser posible, sin insultar

dimarts, 25 de gener del 2011

Gürtel y las cortinas de humo.

Ya han aparecido las consabidas cortinas de humo, recurso sempiterno de la derecha para no dar explicaciones (ni adoptar decisiones) sobre los numerosos procesos judiciales por presunta corrupción, en los que están implicados decenas de cargos públicos del PP, desde los más elevados (un tesorero o un presidente de Comunidad Autónoma) hasta los más modestos (concejales y alcaldes en numerosos municipios), pasando por los medios (un presidente de Diputación y varios consejeros o diputados autonómicos), prácticamente una especie de metástasis. Por lo que se va sabiendo, alguno de estos supuestos casos de corrupción, el de Gürtel, es tan intrincado que parece novelesco.

La última noticia es que, según un informe policial incorporado al sumario, la Gürtel pagaba las vacaciones del alcalde de Pozuelo, quien viajaba al extranjero acompañado de su familia y hasta de la empleada del hogar , prueba clara de la preocupación de la derecha por el bienestar de los trabajadores. La señora Ana Mato, esposa del alcalde citado, desmiente el asunto tajantemente en la web del PP, en lo que hace al pago del viaje de su persona; nada dice de sus familiares ni de la empleada del hogar. Pues bien, esta noticia, considerada "filtración" por el PP (aunque, si no recuerdo mal, el sumario ya no está bajo secreto, es público), es calificada por el señor González Pons como una cortina de humo para tapar el éxito de la convención de Sevilla. Que la convención de Sevilla haya sido un éxito está por ver. Lo que no está por ver sino ya visto es que el PP está inmerso en una maraña de acusaciones en relación con una trama cuyas presuntas actividades delictivas no se limitaban al ámbito administrativo-político de las contratas, los cohechos, la financiación ilegal, los fraudes a la administración, etc, sino que pueden alcanzar proporciones impredecibles si en verdad se substancian las presunciones de blanqueo de capitales o tráfico de mercancías digamos problemáticas, como las esmeraldas.

En estas circunstancias, ocuparse de cualquier cosa que no sea dilucidar los casos de corrupción que atosigan al PP es, en realidad, esa sí, una cortina de humo. Porque este magma de corrupción no se reduce al asunto estelar de la Gürtel sino que presenta otros casos también en vía judicial, paralelos o indirectamente vinculados a aquella, como son los del expresidente Matas, del presidente de la diputación de Castellón, Fabra o el insólito y jamás aclarado caso Fundescam. Es decir, es el PP en su conjunto, como partido de gobierno, el que aparece sistemáticamente ligado a los casos de supuesta corrupción.

El hecho de que, a pesar de lo anterior, la intención de voto del PP esté doce o catorce puntos por encima de la del PSOE suscita perplejidad. Hay quien sostiene que al electorado del PP no le importa la corrupción siempre que se dé en su partido; en los demás no la tolera. Pero eso no es una explicación sino una descripción. Quizá lo sea más la idea de que para la derecha la política es hacer negocios y los negocios son los negocios. Por ello es tan partidaria de privatizar y, sobre todo, desregular, eliminar filtros, normas, controles, "pesada burocracia". Lo que ya no entiendo tanto es la insistencia en recortar el gasto público cuando es la fuente nutricia de un surtido juego de negocios estilo Gürtel que afecta a un buen puñado de políticos del PP.

Lo decisivo es la intención de voto y, con esa intención de voto, resulta sensato lanzar cortina de humo tras cortina de humo para que no se hable de la Gürtel. La resurrección del caso del bar faisán va a dar mucho juego. Y, a falta de faisanes el asunto consiste en tildar a su vez de cortina de humo todo lo que sea señalar los vínculos entre el PP y la corrupción. Pero la Gürtel ahí sigue, como una némesis silenciosa. Y tanto si hay vista oral antes de las elecciones de 2012 como si no, continuará sobresaltando la vida política.

(La primera imagen es una foto de 20 Minutos, la segunda de Unión Centro Benalmádena, ambas bajo licencia de Creative Commons

dilluns, 24 de gener del 2011

Sed de urnas de los nacionales,

Un fin de semana apoteósico. Esa oportuna convención nacional del PP ha sido un buen golpe de efecto con el que se ha colado en casi todos los hogares españoles a la hora del telediario en un clima de euforia y segura victoria destinado a reafirmar el ánimo de los fieles y ganarse a los indecisos y titubeantes. Hay que apostar por el caballo ganador. Nada en esta escenificación de la alternativa se hizo al azar: el término "nacional" trae ya declaración de principios sin complejos, lo que permite llamarlos "los nacionales" y el emplazamiento en Sevilla quiere preanunciar la segura victoria en Andalucía, un hecho que, de producirse, será calificado de "histórico"

Ha sido un acontecimiento de impacto mediático muy bien preparado por el gabinete de comunicación. Pero la convención tenía que convenir exactamente ¿qué? Porque es en el terreno de las propuestas en donde la sonada reunión ha resultado no enteca sino literalmente vacía. Si las encuestas dan ganadora a la derecha y la derecha se ve ganadora ¿para qué va a complicar las cosas con propuestas concretas que quizá hagan vacilar el ánimo popular? Así que los españoles deben confiar en el proyecto secreto del PP, liderado por ese hombre que, según Camps, "pasará a la historia" y que ayer concluyó la tamborada con un España tiene sed de urnas. Sed de urnas, qué expresión. Tiene un toque evangélico ya que es una de las bienaventuranzas: los que tienen hambre y sed de justicia. Pues nada, igual que los bienaventurados, los de las urnas también serán saciados.

Lo han llamado convención porque no era cosa de llamarlo congreso y, de todas formas, había que celebrar un evento, algo que tuviera presencia mediática. La convención ha sido una especie de gran consagración de Rajoy; todos unidos detrás de las legiones del césar invicto, como en los desfiles triunfales en la antigua Roma. Hemos vencido al enemigo. Hemos ganado las elecciones. Sólo un prodigio en el arte de la manipulación política podría transformar a un comprobado perdedor en un vencedor futuro. Pero falta un pequeño detalle que puede dar al traste con los esfuerzos del mayor mago de la comunicación: queda más de un año para las elecciones y ¿no suena todo esto a un vender la piel del oso antes de haberlo cazado?

Admitido, las encuestas marcan la tendencia. Pero las tendencias cambian en la era digital en cuestión de días, de horas. Hacer una convención nacional para pedir elecciones anticipadas no está mal pero es escasamente novedoso dado que eso es lo que vienen pidiendo el PP y Mariano Rajoy desde que perdieron las elecciones en 2008. ¿Qué añade a esta salmodia de elecciones anticipadas la convención? Mayor audiencia. Pero conseguir mayor audiencia para repetir lo mismo puede ser contraproducente.

Además, cuando rompen a hablar se delatan como "nacionales" en el sentido propio del término en España. Ahí es donde se enmarcan las advertencias catastrofistas de "España se rompe, España fracasa", el Estado autonómico es inviable; el del bienestar, también. Los socialistas practican la "cultura de la muerte", según Mayor Oreja que siempre habla por boca de la nueva Roma porque los nacionales son, no se olvide, "nacionalcatólicos" . Estos propósitos dan miedo en un electorado que es mayoritariamente de centro, centro izquierda con ribetes nacionalistas algunos de los cuales, a su vez, también se consideran "nacionales" de sus respectivas naciones. España, nación de naciones mal avenidas.

El mucho ruido mediático es beneficioso o perjudicial según para qué se haga. Si es para aturdir y que no se cuestione el seguro triunfo será beneficioso; pero si es para clarificar y que se pregunte en qué consiste el proyecto para el que se pide el voto, será perjuidicial.

Por lo demás, al PP le espera una larga campaña negativa con la Gürtel que es como un torbellino maelstrom en su ruta hacia La Moncloa.

diumenge, 23 de gener del 2011

Cuando el lobo se disfraza de lobo.

Sí que meten ruido las encuestas, sí. Tanto que, para hacerse oír, los asistentes a la convención nacional del PP en Sevilla hablan a gritos. No los de rigor que proferían sus ilustres antepasados y mentores ideológicos, pero sí los de victoria. La derecha se ve en el poder en la cresta de una oleada de votos populares con mayoría absoluta, su acariciado objetivo. Y eso se nota en lo que hace y en lo que dice y en cómo lo hace y cómo lo dice. Todo, voto a tal, sin complejos. El franquismo no fue malo; y si lo fue, está muerto y enterrado.

La convención es una exhibición de unidad, lo más importante en la práctica política: una nación, un pueblo, un líder. Las querellas y rencillas internas, las escisiones, los enfrentamientos son cosa de la izquierda, perennemente mal avenida. En Sevilla están todos, hasta los que no pueden verse, fundidos en un abrazo optimista. El poder se halla al alcance de la mano con tal de que sea una sola mano. Todos quiere decir todos. Únicamente falta Cascos, a quien tratan como al hijo pródigo. Todos quiere decir hasta políticos incursos en causas penales que en cualquier otro lugar del mundo hubieran supuesto su rauda dimisión.

En realidad lo que está dimitido es el código ético del partido que no se ha aplicado jamás. Según pinta el futuro a corto y medio plazo, ante el triunfo garantizado, no están las cosas para buscarse problemas con escrúpulos morales cuando en realidad el vencedor puede decir lo que quiera. Así la convención ha adjudicado la ponencia sobre transparencia a Esperanza Aguirre, cuyo gobierno niega sistemáticamente información a la oposición en sede parlamentaria. La de salud pública encomendada a Francisco Camps, adalid de la privada, riza el rizo del esperpento.

Con todo, esto es práctica habitual en el PP. En un congreso allá por 2002, el partido encargó la ponencia sobre el patriotismo constitucional a María San Gil y Josep Piqué. Para que estas dos personas pudieran ponerse de acuerdo era necesario que el patriotismo constitucional no significara nada. El mensaje era y sigue siendo claro: no importa lo que se diga; el caso es salir en los medios diciendo algo, lo que sea, sobre asuntos importantes, para que parezca que el partido tiene alguna preocupación distinta de ocupar el poder y barrer para casa. Por eso, igual que se encargó una ponencia de principios a Josep Piqué, que carece de ellos, y a María San Gil, que solo tiene uno, se encarga ahora la de transparencia a Esperanza Aguirre, presunta responsable política de casos de espionaje y la de salud pública a Francisco Camps a quien sólo preocupa la privada.

Sin embargo, en medio de la euforia convencional, perdida la prudencia que ordena ocultar sus verdaderas intenciones para no asustar a la gente, la derecha anuncia sus propósitos con la suficiente claridad: se meterá en cintura el Estado autonómico y se restringirán o abolirán determinados derechos de los homosexuales, de quienes quieran abortar, etc. En cuanto al Estado del bienestar le queda un telediario pues ya ha anunciado el cerebro del partido y presidente de honor que es insostenible. El lobo se disfraza de lobo.

¿Cabe revertir esta tendencia? Depende de lo que haga la izquierda. Si se impone la parte de ésta que sostiene que no hay diferencia entre el PP y el PSOE gobernante y que lo mejor es la abstención en lugar del abominable "voto estratégico" o "voto útil", la derecha ganará por mayoría absoluta. Si, por el contrario, se impone la otra parte que sostiene que, pese a todo, siempre habrá diferencias importantes entre el PSOE y el PP y que es preferible el primero, no habrá mayoría absoluta para la derecha y hasta puede perder las elecciones si de aquí a marzo de 2012 hay alguna mejora económica.

(La imagen es una foto de oseillo, bajo licencia de Creative Commons).

dissabte, 22 de gener del 2011

Las preguntas de la canallesca.

Ahorremos todo comentario sobre la importancia de la prensa en una sociedad democrática. Es evidente. Vayamos a otros aspectos menos comentados pero no menos importantes. El señor Camps es presidente de la Generalitat valenciana no porque el cargo le pertenezca como le pertenecen sus trajes, al menos los que se paga él, sino por el voto mayoritario de los ciudadanos de su Comunidad. Lo ideal es que el voto sea informado. Los electores (y no electores) tienen derecho a saber qué hace y cómo lo justifica el que los gobierna y aspira a gobernarlos de nuevo. Pero ¿cómo lo van a saber si Camps se niega sistemáticamente a contestar las preguntas de la prensa? Con ello no sólo impide que los medios cumplan con su función de control del poder sino que conculca el derecho de los ciudadanos a la información veraz. Veraz no por lo que él diga, sino porque pueda contrastarse con lo que digan otros, por ejemplo jueces y fiscales.

El PP está rompiendo todas las normas de transparencia que, sin embargo, exige a los demás a veces de malos modos. Sus políticos como Aguirre o Camps, bloquean iniciativas de la oposición en demanda de explicaciones, aclaraciones, en definitiva, rendición de cuentas, ocultan información y se niegan a comparecer apoyados en sus mayorías parlamentarias. Todo lo cual no impide que Aguirre, reina de la manipulación, el engaño y jefa de una máquina de propaganda que se llama Telemadrid, presente una ponencia en la actual convención de su partido sobre...¡la transparencia!

En la calle se mofan directamente de los medios con una actitud de prepotencia tan supina que debiera ser objeto de crítica en sus propias filas. El señor Camps no contesta a las preguntas que le hacen y tampoco explica por qué no contesta. Y cuando lo hace dice algo pasmoso: que sólo responde a cosas serias. Puede decirse que la pregunta del reportero ante el puesto de la FITUR lleva mucho retintín y que, además no es una pregunta sino un sopapo: ¿A qué el estand es tan bonito sin necesidad de pagar lo que le pagaban cuando se lo montaba el señor Bigotes?. Pero le respuesta de Camps de que sólo responde a cosas serias quiere decir que se arroga el derecho a decidir qué sea serio y qué no y no lo que crean los medios a pesar de que estos son la vía de formación de la opinión pública. Es decir, los medios están para transmitir lo que él quiera decir; no lo que interese al público.

Algo parecido es lo que hace Carlos Fabra quien, preguntado en el mismo lugar qué diferencia hay entre ser inocente y que el delito haya prescrito, responde al reportero: Usted trabaja para el PSOE, lo que no es cierto y, aunque lo fuera, ¿no trabaja él para el PP? ¿Por qué está bien trabajar para el PP y mal para el PSOE? Este modo de razonar prueba que este individuo, presunto delincuente prescrito, no tiene ni idea de cómo funciona una democracia sino que le gustaría suprimirla. Como a sus compañeros de partido, Aguirre, Camps, etc., que la aceptan porque no tienen otro remedio pero, cuando pueden, se comportan como lo que son, partidarios de la dictadura.

La democracia no es únicamente un conjunto de reglas. Es preciso que la gente las interiorice. Una democracia necesita demócratas. Gente que facilite información, no que la niegue; gente que responda de lo que hace y lo explique, no que lo oculte; gente que respete al adversario, no que quiera suprimirlo; gente que coopere con los medios, no que los boicotee o manipule. Claro que todo esto es muy difícil para la derecha que sólo admite prensa de inquebrantable lealtad y sumisión siendo la otra la "canallesca".

(La imagen es una foto de Ferbr1 bajo licencia de GFDL).

divendres, 21 de gener del 2011

Las lenguas en el Senado.

Menudo zafarrancho se ha armado con la admisión del plurilingüismo en el Senado. Un verdadero guirigay como era de esperar tratándose de lenguas. No resisto la tentación de añadir ruido y asumo de antemano el reproche que cabe hacer siempre a los amargados esos que se van de vacaciones a un lugar atestado de turistas como ellos y vuelven maldiciendo de los (otros) turistas.

En realidad a primera vista hay poco que discutir y menos que rezongar. La legalidad de la medida es tanto más obvia cuanto que la situación anterior, la monolingüe, era ilegal si no en la letra de la ley, sí en el espíritu. ¿O no dice la Constitución que el Senado es la cámara de representación territorial? (art. 69, 1). En algunos territorios se hablan lenguas propias que son oficiales en ellos, junto al castellano o español. Son oficiales ¿y no pueden hablarse en un órgano oficial? No sólo pueden sino que deben. O la representación será muda, o sea, no representación.

Ya sé que, cuando se habla en serio, todo depende de lo que se entienda por "representación"; pero se entienda lo que se entienda, el derecho a expresarse en la lengua propia del territorio representado se me antoja indudable. Como si sus señorías quieren presentarse con una barretina o un kaiku.

Y de milagro será si la reivindicación no pasa al Congreso. Es verdad que esta cámara es la de representación personal (aunque la Constitución no lo dice expresamente), argumento muy querido por los nacionalistas españoles contra los nacionalistas llamados "periféricos": los territorios no son sujetos de derechos; sólo las personas. Cosa que, ya se ha visto, únicamente puede predicarse del Congreso porque en el Senado son los territorios los representados, los titulares del derecho de representación. Lo que sucede es que la pícara realidad ha querido que sea en el Congreso donde algunos territorios centran su representación por la muy comprensible razón de que es la cámara importante, la que toma las decisiones, mientras que el Senado tiene un valor sobre todo simbólico.

Pero es ahí, en lo simbólico, en donde ha sido más denso el pedrisco dialéctico contra las lenguas. Esto obliga a otra reflexión ya no legal sino política. La visión de España del nacionalismo español (un nacionalismo inconsistente que tan pronto se afirma de modo vociferante como dice no ser nacionalismo) es la que la identifica con Castilla y con su lengua, la lengua del Imperio. Los nacionalistas-no nacionalistas españoles alardean de que hay 400 millones de hispanohablantes en el mundo, contando los hispanos en los EEUU y no sé si el español que hablan los filipinos exclusivamente cuando pronuncian su nombre. En todo caso, para no pelearnos, concedido: lengua universal. ¿Y qué? Por ser universal una lengua ¿deben preferirla a la propia los hablantes de otra? De ser así, los hispanohablantes deberíamos expresarnos en inglés. Pero, se dice, los hispanohablantes no hablan inglés mientras que los catalanes, vascos y gallegos sí hablan español y es ridículo que no lo hagan. Aunque esto fuera cierto, que no lo sé de seguro, de nuevo hay una cuestión indudable: los catalanes, vascos, gallegos tienen el deber de conocer el castellano, pero no el de usarlo siempre.

Supongo que en esta andanada contra el uso de las lenguas propias hay una secreta envidia al mucho más brillante estado del inglés, también lengua imperial cuya preminencia nadie discute, ni siquiera sus enemigos ancestrales los irlandeses que se expresan en ella con bastante demérito, creo, de la propia. Pero hay una diferencia abismal entre ambos imperios; el español puede decirse que fue un fracaso (sin minusvalorar el glorioso futuro de tantas naciones hermanas) mientras que el inglés, rebautizado británico fue un éxito. Para salir de dudas compárese la Commonwealth con la Comunidad Hispánica de Naciones-por-qué-no-te-callas.

Quedaría por explicar la supuesta superioridad de la España institucionalmente plurilingüe (y conste que falta) pero esa explicación sobra: el plurilungüismo es tan legítimo como el monolingüismo y tiene a su favor que es una creciente realidad de hecho sostenida en el ejercicio de unos derechos que nadie se atreve a negar. Una España que escuche a todos sus hijos y lo haga en sus lenguas es una España mucho más amable que la del páramo del caballero de la mano al pecho.

dijous, 20 de gener del 2011

China, EEUU, derechos humanos.

Barack Obama, leyó ayer la cartilla en materia de derechos humanos a Hu Jintao, secretario general del Partido Comunista Chino y presidente de la República Popular China. Éste encajó el golpe de un modo que todo el mundo ha considerado abierto y ejemplar y, en tono algo lastimero, dijo que se había hecho mucho, pero quedaba mucho más por hacer y que lo harían, pero sin injerencias. Añadió Hu Jintao que China está comprometida con la universalidad de los derechos humanos, pero que el personal debe tener en cuenta las especifidades de cada país; lo que, junto a la no injerencia, equivale a una declaración de superioridad de la razón de Estado sobre los derechos humanos. No obstante, los medios de comunicación en todo el Occidente han aplaudido a rabiar el "nuevo espíritu" de la dirección china y la valentía de Obama de plantear el asunto al visitante de modo sincero, candid, dice el Presidente.

¡Ah, la superioridad moral de Occidente! Ahora ya podemos sentarnos a hablar de cosas serias: el contrato con Boeing por 14.100 millones de euros y asuntos de esa enjundia. Con razón nadie pareció acordarse de Liu Xiaobo, el sucesor este año del flamante premio Nobel de la Paz el pasado, Mr. Obama. Al margen de otras consideraciones, la verdad es que Hu Jintao ha estado muy prudente, muy moderado, quizá en exceso. Otro en su lugar podría pedir a Obama, a los EEUU, sus títulos para exigir a los demás respeto a los derechos humanos cuando, como todo el mundo sabe, los EEUU:

1) Conservan la pena de muerte y la aplican.

2) Tienen un centro de secuestro de personas en Guantánamo en donde practican la tortura y violan todos y cada uno de los derechos humanos a ciudadanos de otros países.

3) Recurren a la tortura cuando juzgan en juego sus "intereses nacionales"; es decir, siempre.

4) Sus servicios secretos secuestran personas a lo largo y ancho del mundo y las mantienen en centros secretos, sin ninguna consideración para sus derechos humanos.

5) Invaden otros países u organizan golpes de Estado en ellos, asesinan a sus gobernantes y masacran a sus poblaciones.

Algún espíritu exigente añadiría a esta siniestra lista la derogación de la ley de salud pública de Obama, con lo que se atenta contra el derecho fundamental a la salud de millones de gentes de su propia población. La niña de los ojos de Obama quien, por cierto, como presidente negro sabe de sobra que en su país los negros son, en muchos aspectos, ciudadanos de segunda. Basta con mirar la población penal y el porcentaje de african-americans en las fuerzas armadas. Y no andan lejos los latinos.

Así que por muy lamentable que sea la situación de los derechos humanos en China, por estos pagos debiéramos barrer nuestra casa antes de decirle al vecino cómo tiene que limpiar la suya. Y hablo en primera persona del plural porque en Europa no andamos tampoco sobrados. ¿O no era un derecho fundamental la igualdad ante la ley? Para responder échese una ojeada a Italia en donde Berlusconi no solo no piensa comparecer ante los tribunales sino que pretende empapelar a los fiscales porque dice que son de izquierda. Y lo hace a su manera, en un vídeo grabado en la sede de la presidencia del Consejo de Ministros y difundido por sus cadenas.

O, para mayor diversión, mírese el caso de Suiza, en donde la policía ha detenido a Rudolf Elmer, el exbanquero que entregó datos de cuentas secretas a WikiLeaks porque, según se dice, al revelar secretos de millonarios que pueden haber defraudado al fisco en sus países esta violando la ley suiza, con lo cual quieren procesarlo; es decir, no pretenden derogar una ley que ampara presuntos delincuentes y convierte a Suiza en un paraíso fiscal de hecho, sino que van por el que quiere acabar con eso. Y son los defensores de la universalidad de los derechos humanos.

No quiero alargar indebidamente la entrada pero ¿cómo están los derechos humanos de las poblaciones inmigrantes hoy en casi todos los países europeos, los gitanos, los rumanos, los norteafricanos, los subsaharianos, etc?

Ya sé que todo lo que sea hablar de derechos humanos será poco y que hay que denunciar cualquier atentado contra ellos. Por eso mismo.

(La imagen es una foto de US Department of State y está en el dominio público.