dilluns, 7 de gener del 2008

La Fortuna y el universo concentracionario.

El premio nacional de ensayo de 2007 recayó sobre José María González García por un interesante y voluminoso trabajo sobre la diosa Fortuna (La diosa Fortuna. Metamorfosis de una metáfora política, Antonio Machado Libros, Madrid, 2006, 493 págs.) desde un punto de vista predominantemente iconográfico, enfoque por el que siento especial interés y al que llevo dedicado algún tiempo.

El libro en cuestión está dividido en dos partes. La primera versa sobre la tradición clásica y moderna (especialmente renacentista y barroca) del mito, fábula, leyenda, creencia de la diosa Fortuna y la segunda trae este objeto a la época contemporánea. Se trata de un empeño ambicioso del que el autor sale bien parado gracias a su erudición, capacidad de síntesis y estilo ágil y ameno. En el lado crítico debe señalarse cierto descuido en la composición que hace que a veces haya repeticiones y algunas incongruencias y faltas de organización que no tienen mayor importancia, pero deslucen el conjunto.

La primera parte hace un cumplido repaso de la tradición iconográfica vinculada a la diosa Fortuna. Por supuesto, es la parte del texto en la que hay mayor cantidad de ilustraciones, generalmente grabados aunque también se encuentran ocho reproducciones en cuatricromía, unas más conocidas, como la Danza de la música del tiempo, de Poussin o la Fortuna, de P. P. Rubens, y otras menos pero muy interesantes como una ilustración del manuscrito de los Carmina Burana u otra de la Consolación de la Filosofía, de Boecio. Las consideraciones del autor sobre el carácter proteico del mito de Fortuna con sus derivaciones marítimas, comerciales y su proximidad a Venus, por cuanto diosa surgida del mar, son muy oportunas.

También en la primera parte hace el autor un buen análisis de la Fortuna en la tradición literaria, iniciando las referencias en la célebre sátira del humanista Sebastian Brant, El barco de los locos (1494) en cuyo trayecto hacia Narragonia resulta tan importante la voluble Fortuna, ampliando luego su examen, si bien de forma muy sucinta, a Dante, Petrarca y Bocaccio. Se detiene algo más, aunque no mucho, lo suficiente para transmitir la idea de que la preocupación por la Fortuna ha sido una constante en la literatura española de la baja Edad Media y Moderna en Juan de Mena, Manrique, Cervantes, Vélez de Guevara (El diablo cojuelo), Calderón, Lope, Quevedo y el Conde de Villamediana para concentrarse luego en un magnífico análisis de la obra de Gracián, tanto el Oráculo Manual como El criticón. Siguiendo a Maravall, hace el autor hincapié en la consideración barroca del individuo como mónada social y sintetiza magistralmente el espíritu gracianesco al señalar: Autonomía, pues, del individuo en la persecución de sus propios intereses en un mundo social conflictivo en el que reina una lucha sin cuartel de todos contra todos y en la que se reactualiza el viejo dictum latino según el cual "el hombre es un lobo para el hombre". (p. 205) Y cuando dice hombre quiere decir varón, que no deja González García de subrayar la furibunda misoginia del jesuita Gracián (p. 206).

Tras la iconografía y la literatura hay un capítulo dedicado a la Fortuna en la tradición filosófica que descansa fundamentalmente en la consideración de las obras de Séneca y Boecio. De este último subraya con acierto el autor el discurso de la Filosofía explicando a Boecio "el tema del doble rostro o de la doble figura de la Fortuna" y que lo considere propio de Boecio (pág. 230), como también propia del que se ha conocido como el "último filósofo romano" es la metáfora de la rueda para representar a la Fortuna y que, según González García, llegó "a convertirse en la imagen más típica de la Fortuna durante toda la Edad Media." (pág. 233). Y no solamente de la Edad Media, como puede apreciarse en el cuadro más arriba a la derecha, obra del prerrafaelista Sir Edward Burne-Jones, titulado La rueda de la Fortuna, de 1875-1883, que se exhibe en el Musée d'Orsay, en París. En este apartado encontramos una consideración sobre la famosa Tabla de Cebes (a la izquierda), un escrito anónimo moralizante atribuido a un discípulo de Sócrates y que tuvo mucho predicamento entre los siglos XVI y XVIII y en el que mediante un curioso ardid narrativo se muestra el camino de la sabiduría frente a las asechanzas de la Fortuna y la Opinión. La referencia filosófica se cierra dando cuenta de la idea del Theatrum Mundi tan propia de la Edad Moderna y muy extendida en Europa, esto es, el mundo como un teatro en el que la Fortuna reparte los papeles y con atinadas referencias a Maquiavelo, cuya trinidad Fortuna, Virtú y Necesità no podía faltar aquí (pág. 274) así como el antimaquiavelo en la persona de Saavedra Fajardo.

La segunda parte del premio nacional de ensayo nos trae a nuestro tiempo. Arranca el autor de la consideración del grabado de Durero La gran Fortuna (a la derecha) que no en balde suele subtitularse como "Fortuna o Némesis", y con una reflexión sobre las relaciones entre la Fortuna y la Justicia (págs. 348/349) en las que ve una clave interpretativa posible de la reflexión ética y filosófica contemporánea y que encuentro la parte más sugestiva de la obra. Partiendo del momento en que se establecen las organizaciones de lotería en Europa (España, Francia) (pág. 355), dedica un apartado a la obra de Jon Elster, el filósofo noruego que, desde una perspectiva de teoría de la decisión racional, justifica como tal (esto es, como racional) el recurso al sorteo como medio de decisión colectiva (págs. 357-374) , así como otro -inevitable cuando se habla de reflexión ética contemporánea- a la concepción igualitaria de la justicia en Rawls (pág. 386).

Pero la parte más actual y comprometida de la obra es la que versa sobre la la teoría de la sociedad del riesgo y los campos de concentración. Hace una brillante exposición de la obra de Ulrich Beck, padre de la teoría de la sociedad del riesgo por cuanto viene a considerar, junto al mainstream de la Sociología actual, que esta doctrina no es otra cosa que la vertiente contemporánea, postweberiana, secularizada, del mito de la diosa Fortuna. Creo detectar en esta exposición del pensamiento de Beck cierta reticencia que, de ser así, comparto por entero por cuanto ideas como la "invención de lo político" (págs. 402-405) o la democracia "ecológica" y "global" (págs. 406/407) le parecen algo pretenciosas o utópicas; como a mí.

Se concentra aquí mi única discrepancia de fondo con el autor cuando, al presentar su tratamiento de las teorías del riesgo y la reflexividad hace una enumeración de los males que aquejan a nuestra época , nuestro "mundo cada vez más global amenazado por los peligros de la loca carrera de armamentos, el desarrollo incontrolado de la técnica, la energía atómica y el armamento nuclear, la contaminación de la atmósfera de nuestras ciudades..." (pág. 391) y sigue así, señalando otros males que, en el fondo, son reiteraciones del desarrollo incontrolado de la técnica. Pero, un momento: ¿es que alguien puede imaginar un desarrollo "controlado" de la técnica? ¿Qué quiere decir eso?

El último capítulo del libro, el de los campos de concentración, me parece especialmente impresionante. La idea es contundente: el universo concentracionario es la forma inhumana en que la Humanidad ha vivido la tiranía de la diosa Fortuna. Su comienzo arranca de nuevo de otro magnífico grabado de Durero, El caballero, el diablo y la muerte (a la izquierda) que le da pie para trazar un hilo conductor de Nietzsche a Max Weber y de éste a Thomas Mann (El caballero entre la muerte y el diablo) al considerar cómo el caballero dureriano se ve abocado a un pacto con Satán, haciendo realidad la tradición medieval de Fausto (pág. 442).

González García aborda el universo concentracionario de la mano de Giorgio Agamben (Homo sacer. El poder soberano y la nuda vida) cuya concepción analiza con bastante tino. Pero el último grito de desesperación procede de tres testigos de los campos de concentración (allí donde sobrevivir era cuestión de "suerte", de fortuna; donde se podía morir "por un sí o un no"; donde conservar la dignidad humana dependia del azar y la casualidad), el húngaro Imre Kértesz, el español Jorge Semprún y el italiano Primo Levi, a los que con toda justicia cede la palabra.

Y cuando estos hablan, los demás debemos callar y escuchar.

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diumenge, 6 de gener del 2008

Los Reyes Magos.

La fiestas de Navidad tienen tres momentos culminantes: Nochebuena, Nochevieja y Reyes, al menos en España, Italia y buena parte de América. Cada uno con su carácter. La primera es una noche de culto a la familia, la segunda es una festividad pagana y la tercera va dedicada a los niños. En las tres, por supuesto, se come, se bebe y se compra todo cuanto se pueda; pero ese aspecto se lo dejo a los críticos de estas fiestas, que abundan como pulgas en aprisco, dispuestos a soltar el rollazo del consumismo.

La noche del cinco al seis y el día seis son los momentos de los niños y de todos cuantos anhelamos serlo de nuevo, no haber dejado de serlo, no haber crecido (si es que lo hemos hecho), como quería Peter Pan. Me daría lo mismo hablar de la noche del veinticuatro al veinticinco para aquellos lugares donde se celebra la llegada de Santa Claus. En ambos casos es igual: momentos en que las gentes actuamos movidas por el más noble impulso que pueda darse, esto es, mantener la ilusión de la inocencia y alegrar la vida a unos seres que creen a pies juntillas que unos magos de Oriente que todo lo saben llegan a las casas cargados de regalos para los niños buenos que, a la postre, somos todos.

El origen de esta leyenda, que está en el Evangelio según San Mateo (2, 1-11), aparece mezclada con la matanza de los santos inocentes, ordenada por Herodes, temeroso de aquel "Rey de los judíos" que se le había dicho que nacería en Belén. En otros términos, el nacimiento del hijo de Dios viene acompañado de una carnicería de inocentes. Por cierto, nunca he entendido por qué se ha hecho recaer en la celebración de este día, el 28 de diciembre la vieja costumbre pagana del April Fools'Day como no sea por un particular sadismo cristiano.

Al margen de ese aspecto siniestro, confieso que me entusiasma la leyenda de los RRMM. Seguramente porque fueron muy importantes para mí en mi niñez, he tratado siempre de que lo sean para mis hijos. Ese aniñamiento que se produce en esta fecha, esa ilusión por lo que ha de venir, esa experiencia de lo nuevo, lo maravilloso, lo que nos han traído de muy lejos a nosotros, por ser nosotros, me ha parecido siempre uno de los grandes goces de la vida, sino el mayor. Ahí es donde los adultos reconocemos la superioridad de los niños, donde vibramos al sonido del celebérrimo poema de Wordsworth,

" My heart leaps up when I behold

A rainbow in the sky:

So was it when my life began;

So is it now I am a man;

So be it when I shall grow old.

Or let me die!

The Child is father of the Man;

I could wish my days to be

Bound each to each by natural piety.


"Micorazón salta cuando veo

un arco iris en el cielo:

Así fue cuando empecé a vivir;

así es ahora que soy un hombre;

que así sea cuando me haga viejo.

¡O dejadme morir!

El niño es el padre del hombre;

Desearía que mis días estuvieran

encadenados por la piedad natural."

El niño es el padre del hombre. ¡Cuán cierto! Y cómo se ve eso el día de Reyes.


(La imagen es el famoso óleo del Giorgione, Los tres filósofos, inconcluso a la muerte del maestro, terminado por Sebastiano del Piombo y que se encuentra en el Kunsthistorisches Museum de Viena. Una de sus posibles interpretaciones es que se trata de los tres Reyes Magos. El portal de Belén sería la gruta de la izquierda.)

De cómo los asesinos llaman fascistas a los demás.

La entrevista de ETA en Gara carece de interés. La banda repite por enésima vez sus amenazas sugiriendo a los sociatas que se piensen no sé qué. Reitera sus descalificaciones, llamando "fascista" al Gobierno de España y mostrando así su enciclopédica ignorancia que abarca, como se ve, la ley de Goodwin. Pronostica "largos años de conflicto", para variar. Afirma que el disparatado plan del señor Ibarretxe es un "nuevo fraude" por razones que sólo ella (la banda) entiende. Dice que "el Estado español no ha llevado a cabo una verdadera transición democrática" porque en cosas de democracia la banda sabe mucho, no hay más que ver su trayectoria. Y sostiene que "los mandatarios de Francia están cayendo en el mismo error que el Gobierno español". Será el mismo pero de error, nada. La prueba es que ETA ya no asesina ni secuestra y no porque no quiera sino porque no puede. En cambio, habla, habla y habla sin parar, concede entrevistas, hace declaraciones... y todas con este nivel mental, análogo al de quienes la apoyan. Tanto la banda como sus adláteres se han convertido en un movimiento parlanchín y repetitivo. Y se nota ¿verdad? viendo el hastío e indiferencia con que se acogen sus propósitos.

dissabte, 5 de gener del 2008

El cumple del Rey.

Llega el septuagésimo aniversario del rey en un momento de especial vsibilidad de la Monarquía. El ¿por qué no te callas?, felizmente proferido en un momento clave le ha granjeado más simpatías a ambos lados del charco que todos sus supuestos desvelos en pro de la democracia, la convivencia entre españoles y cosas similares. La prueba es cómo aquel a quien iba dirigido el ex-abrupto ha acabado callándose, a pesar de que decía que mantendría vivo el agravio en tanto el Monarca no le pidiera disculpas. No ha habido disculpas, el presidente Chávez se ha callado y el "¿Por qué no te callas?" ha dado tema para corridos, villancicos, chascarrillos, historietas y anécdotas en toda la Hispanidad.

Eso más la visita relámpago a Afganistán y la sarta de noticias sobre supuestas injurias a la Corona, quema de efigies, caricaturas de El Jueves, declaraciones de uno u otros políticos cuestionando y defendiendo a la Monarquía han cuidado de que la institución llegue a este cumpleaños envuelta en halo de polémica.

Como lo cortés no quita lo valiente, yo también felicito al ciudadano Juan de Borbón por sus setenta años y le deseo lo mejor en compañía de su familia.

Pero igualmente me gustaría que, aprovechando tan feliz ocasión, el Monarca completara la tarea que comenzó hace treinta y dos años, al decir de sus partidarios, de devolver la soberanía (y, por tanto, la dignidad) al pueblo español, no abdicando, como le aconsejan muchos a los efectos de que ascienda al trono su hijo, el Príncipe de Asturias, sino abriendo paso a una consulta popular que don Juan Carlos aún adeuda a la nación para que sea ésta quien se pronuncie sobre si quiere una Monarquía o una República. En tanto ese referéndum no se produzca, el señor de Borbón seguirá siendo el Rey que puso el general faccioso y criminal Francisco Franco para que reinara después de su fallecimiento y con la misma autoridad con que Calígula nombró cónsul a su caballo.

Así que felicidades, ciudadano Juan Carlos, pero, si verdaderamente se cuida Vd. de la democracia en nuestro país, deje que sea el pueblo quien decida si quiere un Rey o una República.

La españolada.

¡Con cuánta alegría va uno a ver esa maravilla que, dicen, es la ampliación del museo de El Prado, debida al genial planteamiento del arquitecto Rafael Moneo! ¡Con qué satisfacción veremos esas joyas de la pintura española del XIX, tanto tiempo fuera del alcance del público por falta de espacio para exhibirlas! ¡Con qué satisfacción pasearemos por los nuevos espacios, una vez que deje de haber colas kilométricas que obligan a perder horas!

Todo eso, naturalmente, si podemos valernos por nosotros mismos o somos autónomos porque, como seamos discapacitados, tengamos que usar silla de ruedas o llevemos un carricoche de bebé, la cosa se hace imposible a no ser que demos un rodeo entrando desde Paseo del Prado, torciendo a la derecha por la puerta de Goya porque es el único camino de entrada. Todos los demas, exactamente cuatro accesos por escalera, no permiten el uso de sillas de ruedas ni carricoches. Aquí están las pruebas.

Primera escalera, en el extremo izquierdo de la explanada de Goya, la que está en la acera del Paseo del Prado y la más alejada de las taquillas y mucho más de la entrada de la ampliación. Como puede verse no hay rampa ni nada que se le parezca.

Sigamos, pues, por la calle de Felipe IV, en dirección a la Real Academia, dejando a nuestra derecha las taquillas. Aquí tenemos la escalera que rodea la estatua de Goya: ni una rampa. Otra entrada inaccesible a discapacitados, madres o padres con carritos.

Armémosnos de paciencia, sigamos por Felipe IV hacia arriba, recordando el art. 7,1 de la vigente ley 5/1994 de 19 de julio "de supresión de barreras arquitectónicas y promoción de la accesibilidad, que reza:

"La construcción, ampliación y reforma de los edificios de titularidad pública o privada, destinados a un uso público, se efectuarán de forma que resulten adaptados para personas con limitaciones. En los casos de ampliación o reforma, en los que se requieran medios técnicos o económicos desproporcionados con el número posible de usuarios con limitaciones, los edificios expresados en el párrafo anterior tendrán, al menos, el carácter de practicables."
Giremos luego por Ruiz de Alarcón, encontraremos la tercera escalera -¡y menuda escalera!- que da acceso a la anhelada ampliación. Ni una rampa y mira que es larga y hay sitio de sobra para hacerla.

No desesperemos, sigamos Ruiz de Alarcón y llegaremos a la cuarta escalera, la que está pegando a la entrada de la ampliación, la que debería tener facilidad de acceso para descapacitados por ser la más cercana. Ni una rampa.

Resumiendo: si es Vd. discapacitado, lleva silla de ruedas, tiene minusvalía motriz o simplemente va con su hijo en carricoche, tiene Vd. dos opciones: a) no ir a a ver la ampliación del museo de El Prado o b) (si viene Vd. desde Ruiz de Alarcón) dar Vd. un rodeo que Dios sabe cuánto le llevará, para acceder, si puede, por el otro extremo de la explanada, desde el Paseo del Prado que, a las 15:00 del día de ayer, cuatro de enero, presentaba el siguiente animado aspecto, escasamente practicable para nadie con impedimentos.

No me digan que no es de risa: la autoridad es la primera en incumplir la ley, lo que no le impide estar todo el día dando la tabarra sobre cuánto se preocupa por la accesibilidad, la supresión de barreras arquitectónicas y bla, bla, bla.

Fraudes en la red.

El otro día publicaba la carta que se ve a la izquierda, un supuesto mensaje de Ibercaja, seguramente un intento de estafa que era tanto más patente cuanto que el mensaje carecía de identificación corporativa, estaba redactado con los pies y pedía los datos secretos de la cuenta del destinatario, en este caso yo, que da la casualidad de que no tengo cuenta en dicha entidad bancaria.

Como es evidente, no contesté y mucho menos facilité dato alguno a nadie. Sólo me limité a decir que hacía falta ser estúpido para seguir las indicaciones de la circular. Pero los estafadores son gente testaruda. Ayer recibí otro "mensaje" en el que, como se aprecia a la derecha, la "entidad" me anuncia haber suspendido una cuenta que no tengo y, luego de unas confusas explicaciones, dice que, si no sigo las instrucciones, la cuenta quedara suspendida.

Este segundo mensaje está tan lleno de divertidos errores y puros disparates como el anterior. Está claro que el espíritu blogero experimenta casi como un insulto o una falta de respeto que intenten estafarlo de una forma tan obviamente absurda.

Me queda la duda de si la empresa Iber Caja sabe lo que está pasando y ha tomado algún tipo de medidas para evitar que unos sinvergüenzas estafen a sus clientes.

divendres, 4 de gener del 2008

Terremoto en Iowa.

Las encuestas venían vaticinando que Mr. Obama subía en Iowa pero, en el fondo, todo el mundo sabía que en el "profundo norte", con una población blanca caucásica no hispana de más del noventa por ciento, al final, la voz de la sangre inclinaría el voto por la rubia señora Clinton. Y los del Cook Political Report daban a Mrs. Clinton un 60% de probabilidad, un 30% a Mr. Obama y un 10% a l señor Edwards. Bien; ni una: Obama, 37%, Mr. Edwards un 30 y la señora Clinton 29%. Termina en último lugar. Ha ganado el negro en un estado abrumadoramente blanco y el izquierdista en segundo lugar en un estado abrumadoramente conservador. Thrilling, isn't?

En el campo republicano, el sismo. Sale Huckabee (al que los genios del Cook adjudicaban un 10%) por un lucido 34% frente al ramplón 25% de Mitt Romney y McCain en un irrelevante 13%. No es sólo que Huckabee, por quien nadie daba un ochavo hace siete meses, se alce con la primera victoria, sino que el guapo de la fiesta, el forrado Mitt Romney, que lleva millones de dólares de su bolsillo enterrados en Iowa desde 2004 se atiza un a castaña y Giuliani no aparece porque en este estado de beatorros no le perdonan eso de que esté a favor del aborto. McCain, un miserable 13%.

Este proceso de selección del candidato a Presidente de los EEUU es sorprendente y único en el mundo. Hay gente que dice que es un baile de millonarios, todos iguales, como si se presentaran diez tíos Sam, cinco de burro y cinco de elefante. Cuando se presenta literalmente de todo: del Norte, del Sur, un negro, una mujer, un hispano, un mormón, un cura... en fin: si alguien observa igual diversidad en las elecciones de su país que lo diga. Y que la selección se hace según caucuses o primarias, estado por estado. Bueno, en los caucuses, condado por condado, en las casas de la gente, en las iglesias, en lo que los yanquies llaman grass roots politics. Por supuesto, siempre viene alguien a decir: sí, sí (a mí me la van a dar), pero luego sólo va el veinte por ciento de los electores que, a su vez, es el cincuenta por ciento de los potenciales votantes y bla, bla. Todo muy cierto pero ¿en algún otro país del mundo se tarda ocho meses en elegir a los candidatos de los partidos a la Presidencia de la República villorrio por villorrio? Y el que no va es porque no quiere. Por ejemplo, se dice que Mr. Obama ha conseguido que acuda el doble de votantes no comprometidos que en 2004.

Ayer vi escenas increíbles, con seguidores de Mr. Huckabee rezando antes de aparecer en los caucuses de su distrito. Rezando en grupo, no se crea, como si fueran el Ejército de Salvación. Mr. Huckabee comparte sus valores y no se fían del señor Romney, que se convirtió al antiabortismo hace unos dos años, el muy veleta. Mr. Huckabee es una roca, sí señor. Jamás creyó en la abominable teoría darwiniana de la evolución, sino que es un firme defensor del creacionismo, como buen pastor baptista. Bien. ¿Se entiende? Pongámoslo en rojo (en rojo de alarma): Los próximos cuatro (quizá ocho) años el mundo puede estar gobernado por un hombre que cree que todo, todo, cuanto se dice en la Biblia fue cierto al pie de la letra, que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza y a la mujer de una costilla de la imagen, y que los israelitas se pasaron cuarenta años vagando por el desierto del Sinaí comiendo maná tras atravesar el Mar Rojo andando.

Pues eso, que el asunto se anima. El elegido en Iowa no tiene por qué acabar siendo el candidato nacional en la Convención de agosto pero de ocho elecciones presidenciales que ha habido desde 1972, Iowa, como doña Manolita, ha acertado cinco en el caso demócrata y más o menos en el republicano. El próximo ocho de enero se decide New Hampshire. Atentos a la pantalla.

(La imagen es un cuadro de George Bellows, Both Members of this Club, 1909).

¿A que pierden las elecciones que tenían ganadas?

¡Qué voluble es la política! ¡Qué veleidosas las fortunas de la gente! Hace un mes pensaba yo que los socialistas iban camino de ganar las elecciones de marzo con la gorra. Eran ya perceptibles sordos rumores de la sentina de la nave del Estado. Pero, a la vista de la increíble estolidez de la oposición del PP, servidor sostenía que algo muy grave había de pasar para que el PSOE perdiera las próximas elecciones. Bueno, pues está pasando. Los últimos datos económicos (tasas de paro e inflación e índice de confianza de los hispanos) no son una ducha de agua fría sobre las cabezas sociatas; son duchas de cyclon B, el gas con el que los nazis despachaban judíos a cientos de miles en los campos de exterminio, digan los negacionistas lo que digan. Es metafórico, claro, pero con dos meses raspadiños antes de las elecciones y la cuesta de enero por medio poco tiempo va a tener el PSOE para arreglar el desbarajuste y conseguir que el nueve de marzo no se cumpla la cruel regla electoral española de que en nuestro país las elecciones no se ganan: las pierde el otro.

El PP se ha lanzado a la yugular del PSOE, afirmando que el legado económico socialista será como el del señor González en 1996. Vaya por Dios. Aquí quiero ver a los adalides del Gobierno, que los hay a niveles de propagandismo institucional, explicando el asunto, justificándolo, desdibujándolo, lo que sea. Son los mismos que llevan dos años diciendo que lo malo del Gobierno del PSOE es que no sabe vender (metafórico por comunicar) sus éxitos. La cara se la dibuja el enemigo y, claro, se la dibuja a guantazos. Es curioso porque los que hablan de "incomunicación" (o "descomunicación", si se permite el neologismo) son los encargados de que eso no suceda.

Y mira que es fácil. Basta una ojeada al gráfico sobre paro en España del Ministerio de trabajo y asuntos sociales (arriba a la izquierda) para ver que, al respecto, España estaba mucho peor en 2003, tercer año triunfal del señor Aznar con mayoría absoluta.

Eso no es difícil de comunicar, vive el cielo. Pero es posible que la dificultad no esté en el objeto sino en el sujeto que ha de comprenderlo.

Más crudo lo tiene el PSOE con la tasa de inflación. Ahí sí que no hay salvación porque con ésta en un 4,3% según El País, cuando en 2004 terminó con un 2,3%, como puede verse en el gráfico que tomo del Real Instituto Elcano, la cosa ha subido dos puntos porcentuales, casi se ha duplicado y la gente lo nota y mucho. (Por cierto, cuando se dice esa simpleza de "los tiempos de Felipe González", obsérvese con qué tasas de inflación se encontró el señor González al llegar al poder, con 12,20%, y cómo lo dejó, con 2,35%, más o menos donde el héroe Aznar tras ocho intrépidos años de lucha por España, que lo dejó con un 2,25%. Ocho años para bajar la inflación una décima, mientras que al señor González le tomó trece para bajarla en diez puntos porcentuales. Bueno, pues la derecha ha vendido a la opinión la idea esa de "los tiempos de Felipe González" como los años del desbarajuste nacional. Eso es habilidad comunicativa estratégica y no la de los genios de la izquierda. Tampoco es tan difícil).

¿O sí? Con el ascenso de los precios (aunque la inflación sea más que esto) y los tipos altos de interés, hay un montón de gente que está empezando a pasarlas canutas y que se pregunta que si el Estado anda dando dinero para que los jóvenes puedan acceder a una vivienda de alquiler, por qué no a las familias ahogadas por las hipotecas. Y la cosa se complica. A ver cómo se defiende esa concepción providencialista de la política social del señor Rodríguez Zapatero, cuyo talante comunicativo ha acabado enfrentándolo con todos con los que se ha sentado a negociar algo: ETA, los nacionalistas catalanes y los ensotanados a los que estuvo haciendo cucamonas los últimos tiempos. Todo el mundo cabreado y las elecciones en puertas. Pues les va bonito o lo llevan claro, que se dice en dos formas castizas.

dijous, 3 de gener del 2008

La familia: obispos demócratas contra socialdemócratas totalitarios.

Por más que he leído dos veces (es breve, por fortuna) y con suma atención el comunicado de prensa del PSOE en respuesta a las mentiras, infundios y agresiones que profirieron los obispos en en el acto político pro PP que organizó el arzobispado de Madrid el sábado pasado, no he acertado a ver qué sea lo que hay en él que pueda calificarse de "absolutamente desmesurado y radical", como asegura el señor Astarloa y me gustaría que el citado señor, en lugar de suponer que su fogoso verbo deba aceptarse como verdad sin más, tuviera la gentileza de señalar en qué párrafos o expresiones del comunicado se traslucen desmesura o radicalismo algunos. No es difícil pues ya he señalado que el texto es breve y es seguro que hasta el señor Astarloa podrá leerlo y probar la exactitud de lo que dice. De no hacerlo quedará como un mendaz demagogo, cosa que ya se echa de ver en ese típico empleo del adverbio "absolutamente", al que suele recurrir este tipo de personas pensando que así dan más crédito a sus palabras cuando lo que hacen es quitárselo.

El texto del PSOE no sólo no es desmesurado ni radical, sino que es excesivamente moderado a mi parecer (aunque menos da una piedra) pues se limita a recordar a los curas que en España nos regimos por la Constitución y no por la ley de Moisés ni por los Evangelios. Bueno, por los Evangelios tampoco se rigen los curas. Basta con saber lo que se dice todos los días por la COPE. Aunque ahora entiendo (qué bueno es esto de escribir y cómo aclara las ideas) qué hay de desmesurado y radical en el comunicado del PSOE a ojos del señor Astarloa: la referencia a la Constitución. ¿Cómo no me habré dado cuenta antes?

Y no es el señor Astarloa el único absolutamente que ha salido a laminar al PSOE. Según el señor Jorge Fernández, secretario general del grupo popular en el Congreso, el PSOE muestra un anticlericalismo absolutamente decimonónico y casposo. Además del "absolutamente", don Jorge echa mano del socorrido "anticlericalismo décimonónico", una de esas expresiones que prueban hasta qué punto chupan rueda los carcas del lenguaje del progresismo tradicional. Porque, si el anticlericalismo es "décimonónico", el clericalismo que respiraba la concentración de curas, monjas, beatos y meapilas del sábado ¿qué es? ¿el siglo XXII? Apañados estamos.

Por último, un tercer Demóstenes de la derecha, el señor Benigno Blanco, presidente del Foro Español de la Familia, ha acusado al PSOE de tener un ego totalitarista, lo que es maravilloso. Totalitarios no son los que quieren imponer un único modelo de familia, obligar a los demás a aceptarlo o quedarse sin derechos, sino quienes amparan los derechos de individuos diferentes, protegiéndolos jurídicamente en su diferencia frente a gentes como el señor don Benigno Blanco.

Es obvio que la Iglesia católica española ha entrado en campaña electoral y que lo ha hecho a favor del PP, partido que ha salido en su defensa y en su mismo estilo, esto es, faltando de frente a la verdad, injuriando, insultando y tergiversando los hechos.

Lean, lean el comunicado del PSOE y digan qué hay ahí de desmesurado, radical, anticlerical, décimonónico, casposo o totalitario. Quienes dicen tamañas insensateces, ¿en qué mundo creen que viven?

(Innecesario decir que la imagen es el famoso lienzo de Goya, "la familia de Carlos IV", que se halla en el Museo de El Prado. Una típica familia "tradicional", por cierto.)

Las presidenciales estadounidenses.

Michael Moore ha enviado una circular pormenorizando los pros y cons de los tres principales candidatos demócratas (desde luego, ni siquiera considera la posibilidad de votar por un republicano), titulado Who Do We Vote For This Time Around? Es muy buen análisis y está estupendamente escrito, como siempre en su caso. Da la impresión de que su candidato sería John Edwards, que aparece tercero en todos los sondeos. Sin duda, Mr. Edwards es el que habla más claro y más a la izquierda de los tres principales postulantes demócratas. Él mismo está convencido de que, si se hubiera presentado en 2004, habría ganado a Bush. En lugar de eso, los destinos de las nominaciones lo obligaron a presentarse como Vicepresidente con John Kerry y ya se sabe lo que pasó.

Al no votar en las presidenciales estadounidenses (aunque siempre he dicho que el derecho de sufragio en esas elecciones debiera hacerse extensivo a todos los ciudadanos del mundo, igual que Roma acabó extendiendo la ciudadanía a todos los habitantes del Imperio, puesto que las decisiones que toma ese Presidente nos afectan a todos), no estoy obligado a hilar tan fino como Moore. A mí también me gusta Edwards más que los otros dos, que no son trigo limpio. Pero sus posibilidades son muy escasas. Mr. Obama tiene el valor simbólico de ser negro, hijo de padre keniata y madre estadounidense, mientras que Mrs. Clinton tiene el de ser mujer y ambos datos son muy importantes a la hora de avanzar hacia un mundo plural y democrático y quebrar la resistencia del monopolio Wasp. Mr. Obama lleva por delante haberse opuesto a la guerra criminal del Irak, mientras que Mrs. Clinton la apoyó desde el primer momento y ha seguido haciéndolo a la largo de la legislatura. Sin embargo, en todos los demás asuntos, el señor Obama es impreciso y ambiguo y a fuerza de querer caer bien a todo el mundo, ha conseguido una plataforma en la que nadie sabe a ciencia cierta qué propone. La señora Clinton ha sido cómplice de ese ignominioso acto de piratería internacional pero el resto de su programa es coherente con una posición de izquierda moderada, más moderada que la de Edwards, pero aceptable y practicable.

En todo caso, las posibilidades de Mrs. Clinton a escala nacional son muy superiores a las de sus dos competidores. El último Cook Political Report, uno de los más serios en los EEUU, publicado el 19 de diciembre pasado, daba a la señora Clinton un 60% de probabilidad de ser nominada candidata demócrata a escala nacional, un 30% al señor Obama y un miserable 10% a Mr. Edwards.

Como no soy votante en los EEUU, puedo permitirme el lujo de pronunciarme por el candidato republicano que menos me disgustaría. Ayer dejé claro que Mr. Huckabee, una especie de neofascista cristiano me haría tanta ilusión como Monseñor Rouco Varela, y Charlie Cook le concede un 10% de probabilidad de conseguir la nominación, lo que son buenas noticias. Sin embargo, el mismo Cook otorga un 50% de probabilidad a Mitt Romney y deja en un 20% a Rudy Giuliani y John McCain respectivamente. Eso me desconcierta un poco. Siempre he pensado que Giuliani partía como favorito por su "tolerancia cero" con la delincuencia, la lucha contra el terrorismo y la idea de aguantar en el Irak hasta la victoria final. No obstante, Mitt Romney, mormón de religión y un oportunista, ha virado hacia la actitud antiabortista, más grata a la derecha cristiana y al mantenimiento del statu quo en cuestión de armas y se afianza frente a Giuliani, aunque mi vaticinio en más favorable a éste. Por último, aunque prefiero que gane un demócrata (el que sea), de los republicanos, el que mejor me cae es McCain, un veterano de Vietnam, cinco años prisionero del Vietcong. También apoya la infame guerra del Irak pero, al menos, éste sabe de lo que habla.

No lo tiene fácil la izquierda en los EEUU. Pero ¿cuándo lo ha tenido fácil la izquierda en parte alguna?

(La ilustración es un cuadro de Frederic Remington, La carga de caballería, de 1903).