La entrevista de ETA en Gara carece de interés. La banda repite por enésima vez sus amenazas sugiriendo a los sociatas que se piensen no sé qué. Reitera sus descalificaciones, llamando "fascista" al Gobierno de España y mostrando así su enciclopédica ignorancia que abarca, como se ve, la ley de Goodwin. Pronostica "largos años de conflicto", para variar. Afirma que el disparatado plan del señor Ibarretxe es un "nuevo fraude" por razones que sólo ella (la banda) entiende. Dice que "el Estado español no ha llevado a cabo una verdadera transición democrática" porque en cosas de democracia la banda sabe mucho, no hay más que ver su trayectoria. Y sostiene que "los mandatarios de Francia están cayendo en el mismo error que el Gobierno español". Será el mismo pero de error, nada. La prueba es que ETA ya no asesina ni secuestra y no porque no quiera sino porque no puede. En cambio, habla, habla y habla sin parar, concede entrevistas, hace declaraciones... y todas con este nivel mental, análogo al de quienes la apoyan. Tanto la banda como sus adláteres se han convertido en un movimiento parlanchín y repetitivo. Y se nota ¿verdad? viendo el hastío e indiferencia con que se acogen sus propósitos.