El otro día publicaba la carta que se ve a la izquierda, un supuesto mensaje de Ibercaja, seguramente un intento de estafa que era tanto más patente cuanto que el mensaje carecía de identificación corporativa, estaba redactado con los pies y pedía los datos secretos de la cuenta del destinatario, en este caso yo, que da la casualidad de que no tengo cuenta en dicha entidad bancaria.
Como es evidente, no contesté y mucho menos facilité dato alguno a nadie. Sólo me limité a decir que hacía falta ser estúpido para seguir las indicaciones de la circular. Pero los estafadores son gente testaruda. Ayer recibí otro "mensaje" en el que, como se aprecia a la derecha, la "entidad" me anuncia haber suspendido una cuenta que no tengo y, luego de unas confusas explicaciones, dice que, si no sigo las instrucciones, la cuenta quedara suspendida. Este segundo mensaje está tan lleno de divertidos errores y puros disparates como el anterior. Está claro que el espíritu blogero experimenta casi como un insulto o una falta de respeto que intenten estafarlo de una forma tan obviamente absurda. Me queda la duda de si la empresa Iber Caja sabe lo que está pasando y ha tomado algún tipo de medidas para evitar que unos sinvergüenzas estafen a sus clientes.